Escritor invitado: josé Manuel Arias Palomo. Quee…¡ esa fue la primera palabra que me vino a la mente al empezar a ver esta película, si bien se podría decir que soy un fan del comic, no soy un especialista; pero del cual me quedo el dulce placer del descubrimiento de todo un universo nuevo, desde los primeros que leí. En un principio vi esta película sin esperar nada, algunos superhéroes dándose piña, algunos buenos chistes y sensuales villanas; desde los primeros segundos me di cuenta que vería algo especial, una Obra de Arte, me planteé escribir una reseña sin saber nada más de ella, pero la tentación fue mas fuerte e investigue un poco. Claro¡ esta es una versión, un tributo, a una obra de Culto donde se adapto un cómic lúcido, retorcido y magistral de los autores Moore y Gibbons, que deseo con ansia algún día tener en mis manos. He encontrado en esta película belleza, emoción y mucha tristeza. Y ahí es donde me ha atrapado la película de Zack Snyder. Hay planos visualmente maravillosos, pero lo que me ha cautivado, y donde creo que radica la grandeza de esta Historia, es que aparte o sumándose a la narración trágica, triste y desoladora historia de unos personajes condenados al olvido, cuya tarea, lejos de ser heroica, resulta demencial, e inútil; sin sentido, como la vida misma, esta en la creación de todo un cosmos, de personajes que se interrelacionan entre si, en diferentes planos, con una sociedad, el estado y los medios; en una obra redonda, milimétrica, simétrica, que con el paso del tiempo ha conseguido ser referente de sí misma, en el mundo “comic”. Pase mucho tiempo tratando de buscar la forma de plantear lo que vi. ¿Pero cómo abarcar algo tan grande? SUPERHEROES. Una heroína gótica, lesbiana, muere victima de sus pasiones, prostituta se ve escrito con sangre, este mundo no es nada tolerante. Los polis viéndole las tetas a Miss Júpiter, Un encapuchado es asesinado al quedársele atrapada su capa en una puerta giratoria, otro termina recluido en un manicomio, y por ultimo los hippies pierden, -Te gusta la flor en mi fusil, más me
27
Embed
Copilado de Watchmen Filosofia Etica Bien Mal Moral
reseña de la pelicula, super heroes en el siglo xx, bien o justicia ilusoria y castigo a la poblacion mundial
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
Escritor invitado: josé Manuel Arias Palomo.
Quee…¡ esa fue la primera palabra que me vino a la mente al empezar a ver esta película, si bien se podría decir que soy un fan del comic, no soy un especialista; pero del cual me quedo el dulce placer del descubrimiento de todo un universo nuevo, desde los primeros que leí.
En un principio vi esta película sin esperar nada, algunos superhéroes dándose piña, algunos buenos chistes y sensuales villanas; desde los primeros segundos me di cuenta que vería algo especial, una Obra de Arte, me planteé escribir una reseña sin saber nada más de ella, pero la tentación fue mas fuerte e investigue un poco. Claro¡ esta es una versión, un tributo, a una obra de Culto donde se adapto un cómic lúcido, retorcido y magistral de los autores Moore y Gibbons, que deseo con ansia algún día tener en mis manos.
He encontrado en esta película belleza, emoción y mucha tristeza. Y ahí es donde me ha atrapado la película de Zack Snyder. Hay planos visualmente maravillosos, pero lo que me ha cautivado, y donde creo que radica la grandeza de esta Historia, es que aparte o sumándose a la narración trágica, triste y desoladora historia de unos personajes condenados al olvido, cuya tarea, lejos de ser heroica, resulta demencial, e inútil; sin sentido, como la vida misma, esta en la creación de todo un cosmos, de personajes que se interrelacionan entre si, en diferentes planos, con una sociedad, el estado y los medios; en una obra redonda, milimétrica, simétrica, que con el paso del tiempo ha conseguido ser referente de sí misma, en el mundo “comic”.
Pase mucho tiempo tratando de buscar la forma de plantear lo que vi. ¿Pero cómo abarcar algo tan grande?
SUPERHEROES.
Una heroína gótica, lesbiana, muere victima de sus pasiones, prostituta se ve escrito con sangre, este mundo no es nada tolerante. Los polis viéndole las tetas a Miss Júpiter, Un encapuchado es asesinado al quedársele atrapada su capa en una puerta giratoria, otro termina recluido en un manicomio, y por ultimo los hippies pierden, -Te gusta la flor en mi fusil, más me gusta mi bala en tu cara-; esta presentación nos indica que estos héroes de segunda generación no la tienen nada fácil.
Sería muy fácil describir los que quedan: El cínico Comediante, vigilante fascista vendido al sistema; el enloquecido Rorschard, no menos fascista pero íntegro al menos; el divino y cuasi-alienígena Doctor Manhattan; el impotente Búho Nocturno; la groupie definitiva, Ángel de Charlie de un solo hombre múltiple, Laurie; y el rey Midas con un sueño no menos desquiciado, el hombre perfecto y quizá por eso tan ajeno a la humanidad, Ozymandias.
Pero estos personajes tampoco encuadran en el cliché del antihéroe. Porque estos autores nos quisieron dar una clase de moral y filosofía profunda, nada popular y menos entendida.
EL MUNDO
Existe una percepción social de la autoridad, especialmente en un contexto de EEUU paralelo que se puede resumir en la frase «¿quién vigila a los vigilantes?». Los aventureros de Watchmen, antes de la aprobación de la ley de Keene, son los representantes de la institución de los superhéroes.
En un principio, su autoridad es respetada, aunque finalmente es puesta en duda, inclusive por ellos mismos y desaparecen en el anonimato.
En este mundo el antiguo jefe del Dr. Manhattan declaró que «Dios existe y es americano» y lo dice con temor, demasiado poder hace que los adversarios se armen aun mas, se ha roto el equilibrio del terror y todos cada ves estamos mas cerca del fin.
No existe respeto por el pasado. Uno de los pocos Héroes buenos que queda trabaja en un taller de modelos obsoletos, como fueron sus ideales en algún momento. Pero este universo no es lo principal de ésta reseña.
Continuación de la reseña/ clase de filosofía que escribió mi amigo José Manuel
Arias Palomo sobre el film/novela gráfica Watchmen. disfruten el próximo
domingo de la continuación de éste escrito y el viernes del cuento de la semana
escrito por su servidor Manaure “Chicho” Peñalver.
EL MUNDO
Existe una percepción social de la autoridad, especialmente en un contexto de
EEUU paralelo que se puede resumir en la frase «¿quién vigila a los vigilantes?».
Los aventureros de Watchmen, antes de la aprobación de la ley de Keene, son los
representantes de la institución de los superhéroes. En un principio, su autoridad
es respetada, aunque finalmente es puesta en duda, inclusive por ellos mismos y
desaparecen en el anonimato.
En este mundo el antiguo jefe del Dr. Manhattan declaró que «Dios existe y es
americano» y lo dice con temor, demasiado poder hace que los adversarios se
armen aun mas, se ha roto el equilibrio del terror y todos cada ves estamos mas
cerca del fin.
No existe respeto por el pasado. Uno de los pocos Héroes buenos que queda
trabaja en un taller de modelos obsoletos, como fueron sus ideales en algún
momento. Pero este universo no es lo principal de esta reseña.
LOS PERSONAJES.
Cada uno de los aventureros parece adoptar una postura diferente ante este
reconciliar la figura arquetípica del superhéroe con el mundo hostil en el que vivimos. Por ello imagina la influencia que tendría esto en el desarrollo de la historia del siglo XX. También Por ello nos propone personajes neuróticos y peligrosamente inestables.
Podemos preguntarnos ¿Qué es entonces lo que los separa del hombre común? Los enmascarados en The Watchmen son alcohólicos, deshonestos, violentos, racistas y vulnerables a todos los males que aquejan al espíritu humano. Cada uno en su manera particular.
Evidentemente, la única manera de plantear hombres disfrazados luchando contra el crimen en el
mundo real es aceptando que sus motivaciones psicológicas son principalmente enfermizas.
La obra es consciente de que persiguen un ideal infantil acerca de lo que es el bien y el mal. Su interés por mejorar la sociedad americana necesita de una serie de absolutos éticos incuestionables que se ven constantemente confrontados con un mundo mucho más complejo. La verdad es que el mundo, si debe ser salvado a partir de estos sencillos y reconfortantes valores, está completamente perdido. El ser humano es dibujado como esencialmente egoísta y violento, confinado a una infinidad de mecanismos neuróticos para enfrentar un mundo frío y pervertido. Está condenado a una
soledad irremediable. Sus mejores intenciones se ven completamente impotentes frente a una estructura social, cultural, política y económica a la cual cada quien debe acomodarse. La vida real es inconsistente, desordenada, y las soluciones rara vez definitivas. A final de cuentas, estos super-hombres son parte del sistema contra el cual luchan. Inmiscuidos en actividades políticas, y partidarios de las preocupaciones generales sobre la política internacional en el contexto de la Guerra Fría, terminan por asumir cada uno una posición ética mucho más elaborada, la cual termina siendo la verdadera medida para caracterizar a cada personaje y
atribuir a cada uno una personalidad particular.
Es inevitable que la película en ciertos momentos parezca apresurada -para quienes conocen la novela gráfica- pero hay que reconocer que el trabajo de síntesis no sólo es excelente, sino que sabe recuperar los momentos más importantes y acomodarlos en una narrativa que en varias ocasiones otorga una mejor cohesión a la historia. De alguna manera, es una versión corregida, construida a partir de pedazos cuidadosamente
seleccionados (tanto para la trama, como para el guión y el desarrollo de los personajes). Es cierto que muchos elementos de la historia y de la extraordinaria narrativa del comic se ven inevitablemente descartados; sin embargo, la película reinventa con fortuna ciertos momentos y construye una configuración del clásico que no se queda atrás. Le es profundamente fiel a la historia original en su esencia, en los temas que explora y se esfuerza por recuperar al mismo tiempo su dimensión gráfica.
El tema principal de esta obra, el cual le otorgó en su momento la gran originalidad que está a la base de su tremendo éxito, es la ética del super-héroe de historietas. Explora
este tema en la medida en la que lo vuelve obvio, juega con él y lo destruye. Al insertar el clásico y reconfortante maniqueísmo de las historietas en medio de la historia del siglo XX como la conocemos, reconoce sus estrechos límites y se burla de él. Al final de la historia tenemos a un grupo de héroes en el cual cada quien representa una posición ética distinta. Los más interesantes para el caso son el Comediante, Rorschach, Dr. Manhattan y Ozimandías.
Los tres se enfrentan a un mismo problema: ¿Cómo enfrentar a un mundo pervertido sin insertarse en las violentas reglas del juego? Es imposible. Pero cada uno adopta mecanismos diferentes y valores distintos.
"Blake lo entendió. Los humanos son de naturaleza salvaje. No importa cuanto lo quieran adornar, difrazar, Blake vio la verdadera cara de la sociedad, y escogió ser una parodia de ella, una broma."
El Comediante - se considera una parodia de la sociedad del siglo XX. Él mismo es una imagen de este mundo. La violencia y sel cinismo que caracterizan a este personaje no son más que un reflejo de
nuestras sociedades. Por eso su muerte es simbólica en la medida en la que es absolutamente necesaria para llevar a cabo el plan de Veidt: él tiene que morir junto con el siglo XX, es parte de lo que debe ser enterrado. No tiene lugar en la utopía post-apocalíptica de Veidt.
"Pronto habrá guerra. Millones morirán en miseria y pobreza. ¿Por qué tiene importancia una muerte al lado de tantas? Porque existe el bien y el mal, y se debe castigar al mal. Aún frente al Armagedón, no haré
Rorschach - Por otro lado, Rorschach no representa sociedad. Más bien la conoce a la perfección. Ha visto su lado más oscuro, y ello le lleva a erigir valores morales absolutos. Cabe mencionar que esto es un tanto contradictorio para un personaje que se desarrolla a partir de una filosofía nihilista y de un existencialismo de corte pesimista. Sin embargo, en esta realidad sin sentido, decide que existen el bien y el mal, y que este último debe de ser castigado a como dé lugar. En este sentido, es el menos pragmático. Es el único que se mantiene fiel a un ideal de justicia -
al arquetipo del super-héroe de historietas- pero es también el que menos tiene la posibilidad de cambiar el mundo. En realidad, no busca cambiarlo, sino castigarle. Es esencialmente un maniqueo que en lugar de moverse entre una concepción de la dualidad bien/mal, lo hace a través del binomio justica/mal. En su mundo, el bien es imposible.
"Y de una contradicción con infinitas probabilidades en contra,sales tú. Sólo tu emergiste, destilar una forma
Dr. Manhattan - se mueve en un campo que es superior al de la simple ética humana. Lejos de preocuparse por conceptos metafísicos como el bien, el mal o la justicia, su atención se centra sólo en lo que le pueda causar un interés a partir de sus cánones de conocimiento de la realidad. Es un observador, sólo está aquí para contemplar las maravillas del universo. Su lógica lo lleva a otorgarle valor a la vida como un milagro cuántico. La quiere proteger, pero solamente en la medida en la que se trata del suceso "vida" en sí mismo, dejando de lado toda consideración moral, ética o metafísica.
"Mi nuevo mundo exige un heroísmo menos obvio."
Ozymandías - Es quien cambia al mundo. Pragmático por excelencia, le da prioridad al acto y no a la idea. Esto no le impide luchar por un ideal, sin embargo, comprende la imposibilidad de llevar a cabo con completa ortodoxia una agenda ideológica a la realidad humana. Es ajeno a una moral estricta: ¿Será esto una consecuencia de su inmensa inteligencia? Ejercer el bien implica una traición al ideal del bien; él acepta el sacrificio y salva a la humanidad a partir de un acto en
principio reprobable. En realidad es un personaje consciente: de la condición humana, de sus insuperables contradicciones, de su brutalidad y de su complejidad. De esta manera, un maniqueísmo ético resulta ser un mal, en la medida en la que le es imposible hacerle bien al mundo; en este sentido, la única y verdadera tendencia al bien sólo se puede encontrar en la inteligencia.