El libro en el cual est la conferencia de Dussel es 1492: El
encubrimiento del Otro (hacia el origen del mito de la
Modernidad)
El libro en el cual est la conferencia de Enrique Dussel es
1492: El encubrimiento del Otro (hacia el origen del mito de la
Modernidad). Conferencias dictadas en octubre de 1992 en la
Universidad de Frankfurt. Antes de transcribir la conferencia pondr
en primer lugar algunas partes de las palabras preliminares del
libro; en segundo pondr algunas citas referentes a la conquista de
Amrica (y en particular la llevada a cabo por los espaoles los
racionales, los modernos, segn ellos--), y en tercer lugar
transcribir el apndice 2 incluido en el mismo libro. Esto servir
para comprender mejor la conferencia (que ir hasta al final).
1. TRASCRIPCIN DE LAS PALABRAS PRELIMINARES DE DUSSEL
Se trata de ir hacia el origen del Mito de la Modernidad. La
Modernidad tiene un concepto emancipador racional que afirmamos,
que subsumiremos. Pero, al mismo tiempo desarrolla un mito
irracional, de justificacin de la violencia, que debemos negar y
superar. Los postmodernos critican la razn moderna como razn:
nosotros criticaremos la razn moderna por encubrir un mito
irracional. La necesidad de la superacin de la Modernidad es lo que
intentamos mostrar en estas conferencias. La Trans-Modernidad: un
proyecto futuro podra titularse este ciclo de conferencias.En 1492,
segn muestra la tesis central, es la fecha del nacimiento de la
Modernidad; aunque su gestacin como el feto lleve un tiempo de
crecimiento intrauterino. La Modernidad se origin en las ciudades
europeas medievales, libres, centros de enorme creatividad. Pero
naci cuando Europa pudo confrontarse con el Otro (el indio) que
Europa y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando [el europeo]
pudo definirse como ego descubridor, conquistador, colonizador de
la Alteridad constitutiva de la Modernidad. De todas maneras, ese
Otro no fue descubierto como Otro, sino que fue en-cubierto como lo
Mismo que Europa ya era desde siempre. De manera que el 1492 ser el
momento del nacimiento de la Modernidad como concepto correcto, el
origen de un mito de violencia sacrifical muy particular, y, al
mismo tiempo, un proceso de en-cubrimiento de lo
no-europeo.Intentaremos tener una nueva visin de la Modernidad, lo
que nos descubrir no slo su concepto emancipador (que hay que
subsumir), sino igualmente el mito victimario y destructor, de un
europeismo que se funda en una falacia eurocntrica y desarrollista.
El mito de la Modernidad tiene ahora otro sentido que para
Horkheimer o Adorno, o que para los Postmodernos, como Lyotard,
Rorty o Vattimo. Contra los Postmodernos no criticaremos la razn en
cuanto tal; pero admitiremos su crtica contra la razn dominadora,
victimaria, violenta. Contra el racionalismo universalista no
negaremos su ncleo racional, sino su momento irracional del mito
sacrifical. No negaremos entonces la razn, sino la irracionalidad
de la violencia del mito de la Modernidad; no negaremos la razn,
sino la irracionalidad Postmoderna; afirmamos la razn del Otro (del
explotado, del dominado, del excluido) hacia una mundialidad
Trans-moderna. 2. CITAS CON RESPECTO A LA CONQUISTA
[Marx nos dice:] En la historia real el gran papel lo desempean
[] la conquista, la opresin, el sojuzgamiento, el homicidio
motivado por el robo: en una palabra, la violencia.
La conquista es afirmacin prctica del Yo conquistador y negacin
del Otro como otro.
La conquista es un proceso militar, prctico, violento que
incluye dialcticamente al Otro como lo Mismo. El Otro, en su
distincin es negado como Otro y es obligado, subsumido, alienado a
incorporarse a la Totalidad (al Mundo del dominador) como cosa,
como instrumento, como oprimido, como encomendado, como asalariado
(en las futuras haciendas), o como africano esclavo (en los
ingenios de azcar u otros productos tropicales). La subjetividad
del conquistador, por su parte, se fue constituyendo, desplegando
lentamente en la praxis.
Corts [] pactaba con unos [pueblos indgenas], divida a los
otros, y los iba lentamente derrotando en violentas batallas en las
que los soldados mostraban una prctica blica adquirida
anteriormente [] contaban con el uso de armas de fuego, con caones
de plvora, con bestiales perros amaestrados para matar, con
caballos [], etc.--. Obraban con tantas dobleces, hipocresas,
mentiras, maquiavelismo poltico de gran eficacia, que su accionar
desconcertaba a los mexicanos, expertos en el dominio de cientos de
pueblos, pero de una honestidad en su palabra, completamente
ingenua para el hombre moderno. [] En efecto, un mundo se acababa
--y es por ello es totalmente eufemstica, una gran palabra vaca,
hablar del encuentro de dos mundos, cuando uno de ellos era
destruido en su estructura esencial. Irremediablemente era el fin
del mundo azteca.
Digo que hablar de encuentro es un eufemismo Gran palabra dira
Rorty porque oculta la violencia y la destruccin del mundo del
Otro, y de la otra cultura. Fue un choque, y un choque devastador,
genocida, absolutamente destructor del mundo indgena. [] El
concepto encuentro es encubridor porque se establece ocultando la
dominacin del yo europeo, de su mundo, sobre el mundo del Otro, del
indio.
[Para los espaoles] los aztecas y los incas son un grado
inferior de brbaros, porque no llegaron al uso de la escritura ni
al conocimiento de los filsofos Los indgenas no pertenecientes a
las culturas urbanas americanas, de los Andes, son una tercera
clase de brbaros y quedan de finidos [por el Padre Valverde] de la
siguiente manera:En ella entran los salvajes semejantes a las
fieras [] Y en el Nuevo Mundo hay de ellos infinitas manadas [], se
diferencian poco de los animales [] A todos estos que apenas son
hombres, o son hombres a medias, conviene ensearles que aprendan a
ser hombres e instruirles como a nios [] Hay que contenerlos con
fuerza [] y an contra su voluntad en cierto modo, hacerles fuerza
(Lucas 14, 23) para que entren en el Reino de los Cielos.
* Bartolom de las Casas (1484-1566) nos dice lo siguiente:
La causa [final] porque han muerto y destruido tantas y tales y
tan infinito nmero de nimas los cristianos, ha sido solamente por
tener su fin ltimo el oro y henchirse de riqueza en muy breves das
y subir a estados muy altos y sin proporcin a sus personas. [La
causa ha sido] por la insaciable codicia y ambicin que han tenido.
[Debo] suplicar a Su Majestad con instancia oportuna, que no
conceda ni permita las que los tiranos inventaron, prosiguieron y
han cometido, y que llaman conquista.
[El inca Felipe Guamn Poma de Ayala escribe con respecto a la
actitud codiciosa de los espaoles lo siguiente:] Cada da no se haca
nada, sino todo era pensar en oro y plata y riquezas de las Indias
del Per. Estaban como un hombre desesperado, tonto, loco, perdido
el juicio con la codicia del oro y la plata. [] Y as fueron los
primeros hombres; no temi la muerte con el inters del oro y plata.
Pero son los desta vida, los espaoles corregidores, padres,
comenderos. Con la codicia del oro y plata se van al infierno.
* La matanza en el Templo Mayor:
La conquista fue sumamente violenta. De los primeros aliados de
Corts en Zempoala no qued nadie una peste aniquil aquella numerosa,
fresca y alegre ciudad: este fue el fruto de haberse aliado con
Corts contra Moctezuma. El pueblo de Cholula fue arrasado. Pero
nada es comparable con la matanza que Pedro de Alvarado realiz, de
pura traicin, contra la nobleza azteca cuando Corts habase
ausentado para luchar contra Pnfilo Narvez. Los invit a una fiesta,
sin armas, en un gran patio junto a los templos [los informante de
Sahagn nos comentan lo siguiente]:Vienen [los espaoles] a cerrar
salidas, las entradas [] Ya nadie [de los aztecas] pudo salir.
Inmediatamente [los espaoles] entran en el patio sagrado a matar a
la gente. Van de pie, llevan escudos de madera, y algunos los
llevan de metal y sus espadas. Inmediatamente cercan a los que
bailan, se lanzan al lugar de los atabales; dieron un tajo al que
estaba taendo, le cortaron ambos brazos. Luego lo decapitaron,
lejos fue a caer su cabeza cercenada. Al momento todos [los
espaoles] acuchillan, alancean a la gente y les dan tajos; con las
espadas los hieren. A algunos los acometieron por detrs;
inmediatamente cayeron por tierras dispersas sus entraas. A otros
les desgajaron la cabeza; les rebanaron la cabeza, enteramente
desgarrados quedaron sus cuerpos. A aquellos hieren en los muslos,
a stos en las pantorrillas, a los de ms all en pleno abdomen. Todas
las entraas cayeron por tierra. Y haba algunos que an en vano
corran; iban arrastrando los instintos y parecan enredarse los pies
en ellos. Anhelosos de ponerse a salvo, no hallaban a dnde
dirigirse. Pues algunos intentaban salir: all en la entrada los
heran, los apualaban. Otros escalaban muros; pero no pudieron
salvarse [].
En una Consulta indgena realizada en Mxico por CENAMI, en
octubre de 1987, sobre 500 aos de evangelizacin en Mxico, los
indgenas concluyen:
Hemos sido engaados de que el descubrimiento fue bueno. El Da de
la raza? [denominacin de las fiestas del 12 de octubre] Sera bueno
que las comunidades recibieran algn libro o folleto de lo que
realmente fue. Para que todos sepamos por qu estamos esclavizados.
No necesitamos (el 12 de octubre) ninguna fiesta, pues estamos en
velorio. [] Hoy la conquista sigue. Que en nuestra conclusin quede
la conquista como algo terrible, como un da de luto. No queremos
celebrar una fiesta si los misioneros junto con los espaoles a
conquistar. No vinieron como hermanos, como dice el Evangelio, sino
para esclavizarnos. Sentimos tristeza.
Teniendo en cuenta lo anterior (la praxis de conquista de los
civilizados que quieren civilizar y modernizar a los brbaros
mediante la violencia) trascribir el apndice 2 del libro de
Dussel:
DOS PARADIGMAS DE MODERNIDADDefiniciones
Semnticamente la palabra Modernidad tiene ambiguamente dos
contenidos:1. Por su contenido primario y positivo conceptual, la
Modernidad es emancipacin racional. La emancipacin como salida de
la inmadurez por un esfuerzo de la razn como proceso crtico, que
abre a la Humanidad a un desarrollo histrico del ser humano.
2. Pero al mismo tiempo, por su contenido secundario y negativo
mtico, la Modernidad es justificacin de una praxis irracional
violencia. El mito podra describirse as: a) la civilizacin moderna
se autocomprende como ms desarrollada, superior (lo que significar
sostener una posicin ideolgicamente eurocntrica). b) La
superioridad obliga a desarrollar a los ms primitivos, rudos,
brbaros, como exigencia moral. c) El camino de dicho proceso
educativo de desarrollo debe ser el seguido por Europa (es de
hecho, un desarrollo unilineal y a la europea, lo que determina,
nuevamente sin conciencia alguna, la falacia desarrollista). d)
Como el brbaro se opone al proceso civilizador; la praxis moderna
debe ejercer en ltimo caso la violencia si fuera necesario, para
destruir los obstculos a tal modernizacin (la guerra justa
colonial). e) Esta dominacin produce vctimas (de muy variadas
maneras), sacrificio que es interpretado como un acto inevitable, y
con el sentido cuasi-ritual de sacrificio; el hroe civilizador
inviste a sus vctimas del carcter del carcter de ser holocausto de
un sacrificio salvador (del colonizado, esclavo africano, de la
mujer, de la destruccin ambiental, etctera). f) Para el moderno, el
brbaro tiene una culpa (el oponerse al proceso civilizador) que
permite a la Modernidad presentarse no slo como inocente sino como
emancipador de esa culpa de sus propias vctimas. g) Por ltimo, y
por el carcter civilizatorio de la Modernidad, se interpretan como
inevitables los sufrimientos o sacrificios (los costos) de la
modernizacin de los otros pueblos atrasados (inmaduros), de las
otras razas esclavizables, del otro sexo por dbil, etctera.3) [De
aqu en adelante viene la propuesta y posicin tica de Dussel ante el
problema tico de la Modernidad.] Para la superacin de la Modernidad
(no como Postmodernidad, que ataca la razn en su totalidad, desde
el irracionalismo de la inconmensurabilidad, sino como
Trans-Modernidad, que ataca como irracional a la violencia de la
Modernidad, en la afirmacin de la razn del Otro), ser necesario
negar la negacin del mito de la Modernidad. Para ello, la otra-cara
negada y victimada por la Modernidad debe primeramente descubrirse
como inocente: es la vctima inocente del sacrificio ritual, que al
descubrirse como inocente juzga a la Modernidad como culpable de la
violencia sacrificadora, conquistadora originaria, constitutiva,
esencial. Al negar la inocencia de la Modernidad y al afirmar la
Alteridad de el Otro, negado como vctima culpable, permite
des-cubrir por primera vez la otra-cara oculta y esencial a la
Modernidad: el mundo perifrico colonial, el indio sacrificado, el
negro esclavizado, la mujer oprimida, el nio y la cultura popular
alienadas, etctera (las vctimas de la Modernidad) como vctimas de
un acto irracional (como contradiccin del ideal racional de la
misma Modernidad).4) Slo cuando se niega el mito civilizatorio y de
la inocencia de la violencia concomitante, se reconoce la
injusticia de la praxis sacrifical fuera de Europa (y an en Europa
misma), entonces se puede igualmente superar la limitacin esencial
de la razn emancipadora. Se supera la razn emancipadora como razn
liberadora cuando se descubre el eurocentrismo de la razn
ilustrada, cuando se define la falacia desarrollista del proceso de
modernizacin hegemnico. Esto es posible, an para la razn de la
Ilustracin (ms all de una razn comunicativa todava eurocntrica y
desarrollista, y por supuesto de una razn estratgica o instrumental
[la razn del cnico]), cuando ticamente se descubre la dignidad del
Otro (de la otra cultura, del otro sexo, del otro gnero, etctera);
cuando se declara inocente a las vctimas desde la afirmacin de su
Alteridad [desde su condicin de ser otro] como Identidad en la
Exterioridad como personas que han sido negadas, como su propia
contradiccin por la Modernidad. De esta manera, la razn moderna es
trascendida (pero no como negacin de la razn en cuanto tal, sino de
la razn violenta eurocntrica, desarrollista, hegemnica). Se trata
de una Trans-Modernidad como proyecto mundial de liberacin (y no
como proyecto universal unvoco, que no es sino la imposicin
violenta sobre el Otro de la razn particular de Europa, del
machismo unilateral, del racismo blanco, de la cultura occidental
como la humana en general) donde la Alteridad, que era co-esencial
de la Modernidad, se realice igualmente. La realizacin de la
Modernidad no se efecta en un pasaje de la potencia (de la
Modernidad) al acto de la Misma (la Modernidad europea). La
realizacin sera ahora el pasaje trascendente, donde la Modernidad y
su Alteridad negada (las vctimas), se correalizarn por mutua
fecundidad creadora. El proyecto transmoderno es una co-realizacin
de lo imposible para la sola Modernidad; es decir, es co-realizacin
de solidaridad, que hemos llamado analctica (o analgica, sincrtica,
hbrida o mestiza) del Centro/Periferia, Mujer/Varn, diversas razas,
diversas etnias, diversas clases, Humanidad/Tierra, Cultura
occidental/Culturas del Tercer Mundo, etctera; no por pura negacin,
sino por subsuncin desde la Alteridad (Subsuntion, que es la
trans-conceptualizacin de Marx, por su etimologa latina, de la
Aufhebung hegeliana).De manera que no se trata de un proyecto
pre-moderno, como afirmacin folclrica del pasado; ni un proyecto
anti-moderno de grupos conservadores, de derecha, de grupos nazis o
fascistas o populistas; ni un proyecto post-moderno como negacin de
la Modernidad como crtica de toda razn, para caer en un
irracionalismo nihilista. Debe ser un proyecto trans-moderno (y
sera entonces una Trans-Modernidad) por una subsuncin [por una
inclusin] real del carcter emancipador racional de la Modernidad y
de la Alteridad negada (el Otro que la Modernidad), por negacin de
su carcter mtico (que justifica la inocencia de la Modernidad sobre
sus vctimas y por ello se torna contradictoriamente irracional). En
ciertas ciudades de la Europa medieval, en la renacentista del
Quatrocento, creci formalmente la cultura que producir la
Modernidad. Pero la Modernidad realmente puede nacer cuando se
dieron las condiciones histricas de su origen efectivo: el 1492 su
emprica mundializacin, la organizacin de un mundo colonial, y el
usufructo de la vida de sus vctimas en un nivel pragmtico y
econmico--. La Modernidad nace realmente en el 1492: esa es nuestra
tesis. Su real superacin (como Subsuntion []) es subsuncin de su
carcter emancipador racional europeo trascendido como proyecto
mundial de liberacin de su Alteridad negada: la Trans- Modernidad
(como proyecto de liberacin poltico, econmico, ecolgico, ertico,
pedaggico, [sic] religioso, etctera).Proponemos entonces dos
paradigmas contradictorios: el de la mera Modernidad eurocntrica, y
el de la Modernidad subsumida en un horizonte mundial, donde el
primero cumpli una funcin ambigua (por un parte, como emancipacin;
y, por otra, como mtica cultura de la violencia). La realizacin del
segundo paradigma es un proceso de Trans-Modernidad. Slo el segundo
paradigma incluye a la Modernidad/Alteridad mundial. En la obra de
Tzetan Todorov, Nosotros y los otros, el nosotros son los europeos,
los otros somos nosotros, los pueblos del mundo Perifrico. La
Modernidad se defini como emancipacin con respecto al nosotros,
pero no advirti su carcter mtico-sacrifical con respecto a los
otros. Montaigne lo vio de alguna manera cuando escribi:As podemos
llamarlos brbaros con respecto a nuestras reglas de la razn, pero
no con respecto a nosotros, que los rebasamos en toda especie de
barbarie.
DOS PARADIGMAS DE MODERNIDAD
(Simplificacin esquemtica de algunos momentos que codeterminan
la comprensin de ambos paradigmas).
Lase diacrnicamente desde A hacia G y de a hacia i.
I) Determinaciones ms relevantes:
A: Europa en el momento del "descubrimiento" (1492).
B: El presente europeo moderno.
C: Proyecto de "realizacin" (habermasiana) de la
"Modernidad".
P: Proyecto del nihilismo post-moderno.
D: La "invasin" del continente (de frica y Asia
posteriormente).
E: El presente "perifrico".
F: Proyecto dentro del "Nuevo Orden Mundial" dependiente.
G: Proyecto mundial de liberacin ("Trans-modernidad").
R: Renacimiento y Reforma.
K: La "Aufklrung" (Ilustracin) (el capitalismo industrial).
II) Relaciones con una cierta direccin o flechas:
a: Historia europea medieval (lo pre-moderno).
b: Historia "moderno"- europea.
c: Praxis de realizacin de C.
d: Historia amerindia pre-europea (de frica y Asia
igualmente).
e: Historia colonial y dependiente mercantilista.
f: Historia del Mundo perifrico al capitalismo industrial.
g: Praxis de realizacin de F (desarrollismo).h: Praxis de
liberacin o de realizacin de G.
i: Praxis de solidaridad del Centro con la Periferia.
1, 2, 3, n: Tipos histricos de dominacin (de A sobre---> D,
etc.).
III) Los dos paradigmas de Modernidad:
[ ]: Paradigma eurocntrico de "Modernidad": [RKBC]
{ }: Paradigma mundial de "Modernidad/Alteridad" (hacia una
"Trans-Modernidad"): A/DB/EG
TRANSCRIPCIN DE LA CONFERENCIA 5 DE DUSSEL
SEGUNDA PARTE
TRANSICIN: LA REVOLUCIN COPERNICANA DE LA CLAVE HERMENUTICAEn
esta Segunda Parte debemos efectuar una reflexin intermedia. Es la
culminacin, el lmite de la posibilidad de la perspectiva europea:
el mximo de conciencia crtica posible pero todava desde Europa
(Conferencia 5) [].
CRTICA DEL MITO DE LA MODERNIDAD
"La primera [razn de la justicia de esta guerra y conquista] es
que siendo por naturaleza siervos los hombres brbaros [indios],
incultos e inhumanos, se niegan a admitir el imperio de los que son
ms prudentes, poderosos y perfectos que ellos; imperio que les
traera grandsimas utilidades (magnas commoditates), siendo adems
cosa justa por derecho natural que la materia obedezca a la forma,
el cuerpo al alma, el apetito a la razn, los brutos al hombre, la
mujer al marido, lo imperfecto a lo perfecto, lo peor a lo mejor,
para bien de todos (utrisque bene)" (Gins de Seplveda, De la justa
causa de la guerra contra los indios).
De este texto lo que debe retenerse como central es aquello de
que trae "grandsima utilidad" y "para bien de todos"; es decir, es
tambin til y bueno para el dominado, conquistado, vencido. Vemos ya
perfectamente constituido el "mito de la Modernidad": por una
parte, se autodefine la propia cultura como superior, ms
"desarrollada" (y no queremos negar que lo sea en muchos aspectos,
aunque un observador crtico deber aceptar que los criterios de tal
superioridad son siempre cualitativos, y por ello de una incierta
aplicacin); por otra parte, se determina a la otra cultura como
inferior, ruda, brbara, siendo sujeto de una culpable "inmadurez".
De manera que la dominacin (guerra, violencia) que se ejerce sobre
el Otro es, en realidad, emancipacin, "utilidad", "bien" del brbaro
que se civiliza, que se desarrolla o "moderniza". En esto consiste
el "mito de la Modernidad", en un victimar al inocente (al Otro)
declarndolo causa culpable de su propia victimacin, y atribuyndose
el sujeto moderno plena inocencia con respecto al acto victimario.
Por ltimo, el sufrimiento del conquistado (colonizado,
subdesarrollado) ser interpretado como el sacrificio o el costo
necesario de la modernizacin. La misma lgica se cumple desde la
conquista de Amrica hasta la guerra del Golfo (donde las vctimas
fueron los pueblos indgenas y el Irak). Veamos este discurso tal
como se desarroll en el tiempo del nacimiento de la Modernidad, en
la disputa de Valladolid en 1550, la ms insigne de los ltimos
quinientos aos, por sus consecuencias y actual vigencia.
Histricamente, hubieron al menos tres posiciones terico
argumentativas ante el hecho de cmo debe "incluirse" al Otro en la
"comunidad de comunicacin", en la civilizacin, es decir toda la
cuestin de la justificacin o no de la violencia, la conquista
civilizadora en el siglo XVI: 1. La "Modernidad como emancipacin"
(Gins de Seplveda); 2. La "Modernizacin como utopa" (Gernimo de
Mendieta); y 3. La "crtica del mito de la Modernidad", todava desde
Europa (Bartolom de las Casas).
5.1. La Modernidad como "emancipacin"
La argumentacin de Gins de Seplveda, pensador moderno y gran
humanista espaol, ha sido considerada frecuentemente como cnica,
por la sinceridad chocante de sus argumentos, por el modo de la
expresin de su pensamiento. Debo indicar, sin embargo, que es
"moderno" en un sentido actual de la palabra. Considrese su
argumento. En primer lugar, indica que el modo de vivir urbano y la
construccin de tantas obras arquitectnicas, que deslumbraron a los
conquistadores, aun las de los aztecas o incas, no es razn para
opinar que son pueblos civilizados:
Pero mira cunto se engaan y cunto disiento yo de semejante
opinin, viendo al contrario en esas mismas instituciones una prueba
de la rudeza, barbarie (ruditatem barbariem) e innata servidumbre
de estos hombres. Porque el tener casas y algn modo racional y
alguna especie de comercio, es cosa a que la misma necesidad
natural induce, y slo sirve para probar que no son osos, ni monos y
que no carecen totalmente de razn.
Y despus de expresar con sinceridad lo que pensaba (y sigue
pensando la Modernidad del mundo "subdesarrollado"), argumenta
desde el "concepto" de la Modernidad:
Pero por otro lado tienen de tal modo establecida su repblica,
que nadie posee individualmente, ni una casa, ni un campo de que
pueda disponer ni dejar en testamento a sus herederos, porque todo
est en poder de sus seores que con impropio nombre llaman reyes, a
cuyo arbitrio viven ms que al suyo propio, atenidos a su voluntad y
capricho y no a su libertad, y el hacer todo esto no oprimidos por
la fuerza de las armas, sino de modo voluntario y espontnea es seal
ciertsima del nimo servil y abatido de estos brbaros [...] Tales
son en suma la ndole y costumbres (ingenio ac moribus) de estos
hombrecillos (homnculos) tan brbaros, incultos e inhumanos, que
sabemos que as eran entes de la venida de los espaoles.Gins de
Seplveda describe el fundamento de la barbarie por su modo no
individual de establecer su relacin con las personas y las cosas;
por no tener experiencia de posesin privada (ut nihil cuiquam suum
sit), ni contrato de herencia personal, y, sobre todo, por la
carencia de la determinacin suprema de la Modernidad: la libertad
(suae libertati) de la subjetivad que guarda autonoma y hasta puede
oponerse a la voluntad y el capricho de los seores.
La llamada conquista, en realidad, es un acto emancipatorio,
porque permite salir (el Ausgang de Kant) al brbaro de su
"inmadurez", de su barbarie. Lase el texto [el epgrafe] que hemos
citado al comienzo de esta Conferencia 5, para comprender el primer
argumento. El segundo argumento es el siguiente:
La segunda causa es el desterrar las torpezas nefandas (nefandae
libines) [...] y el salvar de graves injurias a muchos inocentes
mortales a quienes estos brbaros inmolaban todos los aos.
Aqu pasamos inadvertidamente del "concepto" de Modernidad al
"mito de la Modernidad". El "concepto" muestra el sentido
emancipador de la razn moderna, con respecto a civilizaciones con
instrumentos, tecnologas, estructuras prcticas polticas o econmicas
o al grado del ejercicio de las subjetividades menos desarrolladas
[sic]. Pero, al mismo tiempo, oculta el proceso "de dominacin" o
"violencia" que ejerce sobre otras culturas. Por ello, todo el
sufrimiento producido en el Otro queda justificado porque se
"salva" a muchos "inocentes", vctimas de la barbarie de esas
culturas. En Gins el "mito de la Modernidad" queda ya expresado con
claridad definitiva y clsica. El argumento completo consta de los
siguientes momentos (premisas, conclusiones, corolarios): 1. Siendo
la cultura europea ms desarrollada es decir, una civilizacin
superior a las otras culturas (premisa mayor de todos los
argumentos: el "eurocentrismo").
2. el que las otras culturas "salgan" de su propia barbarie o
subdesarrollo por el proceso civilizador constituye, como
conclusin, un progreso, un desarrollo, un bien para ellas mismas.
Es entonces un proceso emancipador. Adems, dicho camino
modernizador es obviamente el ya recorrido por la cultura ms
desarrollada. En esto estriba la falacia del desarrollo
(desarrollismo).
3. Como primer corolario: la dominacin que Europa ejerce sobre
otras culturas es una accin pedaggica o una violencia necesaria
(guerra justa), y queda justificada por ser una obra civilizadora o
modernizadora; tambin quedan justificados eventuales sufrimientos
que puedan padecer los miembros de otras culturas, ya que son
costos necesarios del proceso civilizador, y pago de una "inmadurez
culpable".
4. Como segundo corolario: el conquistador o el europeo no slo
es inocente, sino meritorio, cuando ejerce dicha accin pedaggica o
violencia necesaria.
5. Como tercer corolario: las vctimas conquistadas son
"culpables" tambin de su propia conquista, de la violencia que se
ejerce sobre ellas, de su victimacin, ya que pudieron y debieron
"salir" d la barbarie voluntariamente sin obligar o exigir el uso
de la fuerza por parte de los conquistadores o victimarios; es por
ello que dichos pueblos subdesarrollados se tornan doblemente
culpables e irracionales cuando se rebela contra esa accin
emancipadora-conquistadora.
El concepto" emancipador de Modernidad queda expresado en los
enunciados 1 y 2. El "mito de la Modernidad" se va tejiendo, a
partir del enunciado 1 (como "eurocentrismo"), del 2 (como "falacia
desarrollista") y especialmente desde el enunciado 3 al 5 veremos
que la "realizacin plena" del concepto de Modernidad exigir su
"superacin" (proyecto que denominaremos de "Trans-Modernidad") o de
la inclusin de la Alteridad negada: la dignidad e identidad de las
otras culturas, del Otro previamente en-cubierto; para ello habr
que matizar o negar la premisa mayor misma, el "eurocentrismo".
Mientras que el "mito de la Modernidad" debe ser simplemente
de-construido, para ser rotundamente negado; est construido sobre
un "paradigma sacrificial": es necesario ofrecer sacrificios, de la
vctima de la violencia, para el progreso humano (posicin de Kant o
Hegel, pero superada por Marx). En efecto, el "mito de la
Modernidad" es una gigantesca inversin: la vctima inocente es
transformada en culpable, el victimario culpable es considerado
inocente. Paradjicamente, el razonamiento del humanista y moderno
Gins de Seplveda termina por caer en el irracionalismo, como toda
la Modernidad posterior, por la justificacin del uso de la
violencia en lugar de la argumentacin para la inclusin del Otro en
la "comunidad de comunicacin". Todo esto fundado en un texto del
Nuevo Testamento, en la parbola de aquel seor que despus de invitar
a muchos, al fin obliga o "compele (commpelle) a entrar a los
pobres al banquete preparado. San Agustn haba dado una
interpretacin especial a esta parbola, y lo recuerda Gins: Y para
confirmar este parecer San Agustn [...] aade: Esto mostr con
bastante evidencia Cristo en aquella parbola del convite: los
invitados no quisieron venir y el padre de familias dijo al siervo:
sal con presteza y recorre las plazas y las calles de la ciudad e
introduce a los pobres [...] Todava hay lugar. Y dijo el Seor al
siervo: sal por los caminos y por los campos y obliga (commpelle) a
las gentes a entrar hasta que se llene mi casa. Repara cmo de los
primeros que haban de venir se dice: introdcelos y de los ltimos se
dice oblgalos, significa as los dos perodos de la Iglesia -hasta
aqu San Agustn, y agrega Gins- [...] A estos brbaros, pues,
violadores de la naturaleza [es decir, culpables], blasfemos e
idlatras sostengo que no slo se los puede invitar, sino tambin
compeler para que recibiendo el imperio de los cristianos oigan a
los apstoles que les anuncian el Evangelio.
Gins de Seplveda interpret este texto en el sentido de que
"compeler" poda significar hasta usar la violencia de la guerra
para pacificarlos, para que posteriormente, ahora s, "procuren
iniciarlos e imbuirlos en la religin cristiana, la cual no se
transmite por la fuerza, sino por los ejemplos y la persuasin. Es
decir, el proceso de inclusin o de participacin en la "comunidad de
comunicacin" es violento, pero una vez "dentro de ella" se ejerce
la racionalidad argumentativa. La disputa de Valladolid consiste,
entonces, en el "cmo se entra" en la "comunidad de comunicacin",
para usar la expresin de K.-O. Apel. 5.2 La Modernizacin como
"utopa"
Es justamente en torno a esta cuestin que podemos situar una
segunda posicin de la Modernidad. Se trata de Gernimo de Mendieta,
uno de los grandes misioneros franciscanos de la primera hora en
Mxico. Los primitivos franciscanos que llegan a Mxico en 1524 eran
"espirituales", y alguno de ellos "joaquinistas". "milenaristas".
El autor de la Historia Eclesistica Indiana opinaba que los aztecas
haban vivido en su tiempo de paganismo e idolatra como los hebreos
en Egipto -en la esclavitud del demonio-. Hernn Corts, antecedido
por Cristbal Coln, era el Moiss que los liber de la servidumbre
-sentido emancipatorio de la Modernidad-. Por esta razn, los
franciscanos -contra Bartolom de las Casas- aprobarn que los
indgenas sean objeto de una guerra justa, si se oponen a la
evangelizacin. Como Gins de Seplveda usan el texto de Lucas 14,
15-24 para justificar la conquista. Variaban en cambio en cuanto a
lo que deba hacerse despus. Gins apoyaba a la monarqua hispana de
los Habsburgos. Mendieta en cambio criticaba fuertemente a Felipe
II, como el causante de la "cautividad de Babilonia" para los
indios. En efecto, Mendieta opinaba que se haba inaugurado as el
tiempo del "fin del mundo" (pero era muy diverso del "fin del
mundo" de las culturas indias), porque el evangelio se predicaba a
todos los pueblos. Adems, la vieja Europa haba traicionado a
Jesucristo con sus pecados, mientras que los indios, con su
simplicidad y pobreza, pareca que no haban sido tocados por el
pecado original, de manera que se podra fundar una Iglesia ideal,
como la de los "primeros tiempos" antes de Constantino y como la
que soara Francisco de Ass. El perodo de 1524 a 1564 haba sido la
"Edad dorada", de una Iglesia mexicana en tiempos de Carlos V, el
Emperador. Conservando las antiguas tradiciones aztecas -en aquello
que no se opona para los franciscanos, en especial para Pedro de
Gante, al cristianismo-, los franciscanos hablaban las lenguas
autctonas, conservaban sus vestimentas, costumbres, autoridades
polticas (como la de los caciques), etctera. El proyecto
"modernizador" parta de la exterioridad (la que no haba sido
destruida por la conquista), para desde all organizar una comunidad
cristiana fuera del influjo hispnico. Este proyecto como las
futuras "reducciones" franciscanas en todo el continente, desde San
Francisco, Los ngeles, San Antonio, hasta los Mojos y Chiquitos en
Bolivia o en el Paraguay, lo mismo que las "reducciones" de los
jesuitas- era en su esencia un "proyecto modernizador" utpico. Es
decir, partiendo de la Alteridad del indio, se introduce el
cristianismo, la tecnologa europea (uso del hierro en el arado y
otros instrumentos agrcolas y tcnicos, industria textil, el caballo
y otros animales domsticos, escritura alfabtica, arquitectura
avanzada del arco de medio punto, etctera) y los modos de "polica"
(polticos) urbana. Este proyecto lo denominar Torquemada la
Monarqua Indiana. Es decir, era una "Repblica de Indios", bajo el
poder del Emperador, pero culturalmente indgena, bajo el control
paternal de los franciscanos.
Sin embargo, tena una contradiccin interna. Un cierto
"paternalismo" de los franciscanos (y posteriormente de los
jesuitas en el Paraguay, que fueron las reducciones ms
desarrolladas y numerosas) constitua un mundo "utpico" que era
profundamente criticado por los colonos europeos, hispnicos.
Es por ello que, para Gernimo de Mendieta desde 1564, todo ese
proyecto fracasa cuando los colonos espaoles toman el control de
las comunidades indgenas. Es el "reino de la plata", el "cautiverio
de Babilonia" en tiempos de Felipe II. La utopa modernizadora (que
respetaba en cierta manera la exterioridad cultural del indio) fue
destruida, y en su lugar apareca el "repartimiento" -otro tipo de
explotacin econmica del indgena, agrcola o minera, y que para
Gernimo de Mendieta volva a ser tan perjudicial como la esclavitud
de Egipto: reconstitua el reinado de Mammn (en coincidencia con la
interpretacin metafrica de Marx con respecto al capital [el capital
es un dios, que tiene un reino universal y que para sobrevivir
requiere vctimas, como el Quinto Sol (Huitzilopochtli) de los
mexicas]5.3 La crtica del "mito de la Modernidad"
Bartolom de las Casas va ms all del sentido crtico de la
Modernidad como emancipacin (tal como lo entenda Gins de Seplveda,
o aun Gernimo de Mendieta o Francisco de Vitoria, el gran profesor
de Salamanca o posteriormente de Kant), porque descubre la falsedad
de juzgar al sujeto de la pretendida "inmadurez" (Unmndigkeit) con
una culpabilidad que el "moderno" intenta atribuirle para
justificar su agresin. Asume lo mejor del sentido emancipador
moderno pero descubre la irracionalidad encubierta en el "mito" de
la culpabilidad del Otro. Por ello niega la validez de todo
argumento en favor de la legitimacin de la violencia o guerra
inicial para "compeler" al Otro a formar parte de la "comunidad de
comunicacin". Todo el debate, entonces, no se establece sobre la
necesidad de la argumentacin misma en la comunidad de argumentacin,
sobre la que todos acuerdan, sino en el "modo" de la entrada, de la
participacin inicial del Otro en la comunidad de argumentacin. La
cuestin debatida se encuentra en cuanto al a priori absoluto, de la
condicin de posibilidad de la participacin racional misma. Gins
admite un momento irracional (la guerra) para iniciar la
argumentacin; Bartolom exige que sea racional desde el inicio el
"dilogo" con el Otro.
La emancipacin de la antigua dominacin o pretendida bestialidad
o barbarie de los indgenas no justifica, para Bartolom, la
irracionalidad de la violencia, de la guerra, ni tampoco compensa
ni tiene proporcin con el nuevo tipo de dominacin establecida. En
comparacin con la nueva situacin de servidumbre, el antiguo orden
entre los indgenas era como un paraso perdido de libertad y
dignidad. En el prlogo de la Apologtica Historia Sumaria escribe:
La causa final de escribirla fue conocer todas y tan infinitas
naciones [...] infamadas por algunos [...] publicando que no eran
gentes de buena razn para gobernarse, carentes de humana polica y
ordenadas repblicas [...] Para demostracin de la verdad, que es en
contrario, se traen y copilan en este libro [...].
Por el contrario, el gran antroplogo B. de Sahagn, franciscano,
escribi la monumental Historia General de las cosas de Nueva Espaa,
la ms completa coleccin de las creencias de la cultura azteca, pero
con la intencin contraria:
Para predicar contra estas cosas, y aun para saber si las hay,
menester es de saber cmo las usaban en tiempo de su idolatra, que
por falta de no saber esto en nuestra presencia hacen muchas cosas
idoltricas sin que lo entendamos.
Para Bartolom se debe intentar "modernizar" al indio sin
destruir su Alteridad; asumir la Modernidad sin legitimar su mito.
Modernidad no enfrentada a la pre-modernidad o a la
anti-Modernidad, sino como modernizacin desde la Alteridad y no
desde lo Mismo del "sistema". Es un proyecto que intenta un sistema
innovado desde un momento "trans-sistemtico": desde la Alteridad
creadora. En la obra De nico modo Bartolom usa un mtodo crtico, un
racionalismo de liberacin:
La Providencia divina estableci, para todo el mundo y para todos
los tiempos, un solo, mismo y nico modo de ensearles a los hombres
la verdadera religin, a saber: la persuasin del entendimiento por
medio de razones y la invitacin y suave mocin de la voluntad.
Bartolom resolver treinta y cinco objeciones sobre este tema,
que le llevarn a escribir trescientas pginas slo en el Captulo 5.
La argumentacin racional es el nico modo para convencer al gentil
sobre la verdadera religin --junto al testimonio de una vida
coherente, para no caer en una "contradiccin performativa"-- "que
debe ser comn a todos los hombres del mundo, sin ninguna distincin
de sectas, errores o corrupcin de costumbres". Es entonces un
principio absolutamente universal, desde la autonoma de la
razn:
La criatura racional tiene una aptitud natural para que se lleve
[...], para que voluntariamente escuche, voluntariamente obedezca y
voluntariamente preste su adhesin [...] De manera que de su propio
motivo, con voluntad de libre albedro y con disposicin y facultad
naturales, escuche todo lo que se le proponga [...].
Despus de extenderse largamente, propone una segunda cuestin a
ser discutida en el Captulo 6:
A algunos [...] les pareciera cosa ms conveniente o factible,
que los infieles se sujetaran primeramente, quisieran o no, al
dominio del pueblo cristiano; y una vez sujetos, se les predicara
la fe de manera ordenada. En este caso, los predicadores no los
obligaran a creer, sino que los convenceran por medio de
razones.
Obsrvese, se trata, exactamente, de la cuestin de la
participacin en una "comunidad de argumentacin". Bartolom se ocupa
de las "condiciones de posibilidad racionales" para participar en
una comunidad de argumentacin (y no ya de la argumentacin misma). A
lo que agrega:
Pero como ningn infiel, ni, sobre todo, los reyes infieles,
querran someterse voluntariamente al dominio de un pueblo cristiano
[...] indudablemente que sera menester llegar a la guerra.
Es aqu donde Bartolom enfrenta en su origen mismo al "Mito de la
Modernidad" (y las futuras "modernizaciones"). La Modernidad, como
mito, justificar siempre la violencia civilizadora --en el siglo
XVI como razn para predicar el cristianismo, posteriormente para
propagar la democracia, el mercado libre, etctera--. Pero, comenta
Bartolom:
La guerra trae consigo estos males: el estrpito de las armas;
las acometidas e invasiones repentinas, impetuosas y furiosas; las
violencias y las graves perturbaciones; los escndalos, las muertes
y las carniceras; los estragos, las rapias y los despojos, el
privar a los padres, de sus hijos, y a los hijos, de sus padres;
los cautiverios, el quitarles a los reyes y seores naturales sus
estados y dominios; la devastacin y desolacin de ciudades, lugares
y pueblos innumerables. Y todos estos males llenan los reinos, las
regiones y los lugares de copioso llanto, de gemidos, de tristes
lamentos y de todo gnero de luctuosas calamidades.
Bartolom destruye por anticipado el mito de la Modernidad,
porque muestra que la violencia no se justifica por ninguna "culpa"
(la "inmadurez culpable" de Kant) del indgena:
Que esta guerra sea injusta se demuestra, en primer lugar
teniendo en cuenta [...] que la merezca el pueblo contra el cual se
mueve la guerra, por alguna injuria que le haya hecho al pueblo que
ataca. Pero el pueblo infiel que vive en su patria separada de los
confines de los cristianos [...] no le ha hecho al pueblo cristiano
ninguna injuria por la que merezca ser atacado con la guerra. Luego
esa guerra es injusta.
Se destruye as el "ncleo" del mito de la Modernidad. Es ms, no
slo no son culpables los "inmaduros", sino que los nicos culpables
son los pretendidamente inocentes, los hroes civilizadores, los
europeos; especialmente sus lderes:
Por todos los textos citados se ve que los que mandan son los
principales culpables en cuanto a la gravedad de los crmenes y de
los daos que se hacen en la guerra contra los infieles, pecando ms
gravemente que los dems .
Bartolom ha alcanzado as el "mximo de conciencia crtica
posible". Se ha colocado del lado del Otro, de los oprimidos, y ha
puesto en cuestin las premisas de la Modernidad como violencia
civilizadora: si la Europa cristiana es ms desarrollada, debe
mostrar por el
"modo" en que desarrolla a los otros pueblos su pretendida
superioridad. Pero debera hacerlo contando con la cultura del Otro,
con el respeto de su Alteridad, contando con su libre colaboracin
creadora. Todas estas exigencias no fueron respetadas. La razn
crtica de Bartolom fue sepultada por la razn estratgica, por el
realismo cnico de Felipe II --y de toda la Modernidad posterior,
que lleg al sentido crtico "ilustrado" (Aufgeklrt) intra-europeo,
pero que aplic fuera de sus estrechas fronteras una praxis
irracional y violenta... hasta hoy, a finales del siglo XX.FIN DE
LA CONFERENCIA
Si se desea, se puede revisar esta conferencia y las dems
pertenecientes a este libro (1492: El encubrimiento del Otro) en la
pgina de internet de Enrique Dussel: www.enriquedussel.org . Adems,
en esta pgina estn disponibles la mayora de sus obras (no todas);
que pueden ser descargadas. 1492 R K Hoy P Futuro
-a A [ b B c C ]
i
1 2 3 G
h
-d D e -f E g F
Filsofo argentino-mexicano (argentino de nacimiento). Licenciado
en filosofa (Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina),
doctor en la Universidad Complutense de Madrid, doctor en historia
en La Sorbonne de Pars, y una licencia en teologa en Pars y Mnster.
Dussel es, junto con otros, miembro-fundador de la Filosofa de la
Liberacin. Es especialista en las reas de tica y Filosofa poltica.
Actualmente imparte clases en la Facultad de Filosofa y Letras de
la UNAM y en la UAM-Iztapalapa.
Editado por Ediciones Antropos Ltda., Santaf Bogot, D.C.,
1992
Sobre este tema hemos publicado en estos aos algunos trabajos:
La cristiandad moderna ante el Otro. Del indio rudo al bon sauvage
, en Concilium 150 (1979), pp. 498-506; Expansin de la cristiandad,
su crisis y en el momento presente, en Concilium 164 (1981), pp.
80-89; Del descubrimiento al desencubrimiento. Hacia un desagravio
histrico, en Concordia (Frankfurt) 10 (1986), pp. 109-116, y en
Otra visin del descubrimiento. El camino hacia un desagravio
histrico, en Cuadernos Americanos. Nueva poca (UNAM, Mxico), Vol.
3, 9 (1981), pp. 34-41; 1492: Diversas posiciones ideolgicas, en
1492-1992: La interminable conquista. Emancipacin e identidad de
Amrica Latina, Mxico, 1990, pp. 77-97; Las motivaciones reales de
la conquista, en Concilium 232 (1990), pp. 403-415.
Karl Marx, El capital, cap. 6, 2
Dussel, El encubrimiento del Otro, p. 67
Figura de la economa latinoamericana. Un cierto nmero de indios
era encomendado (puesto a su disposicin) del colonizador para que
trabajaran gratuitamente (sea en el campo, en la bsqueda de oro en
los ros o en la minera. Son diversas maneras de la nueva dominacin
que la Modernidad iniciaba en Amrica Latina, su periferia. (Nota de
Dussel)
Ibid., pp. 58-59
Eufemismo: (Del griego .) Expresin suave o decorosa de una idea
fuerte o malsonante. (Nota ma).
Ibid., pp. 64-65
Ibid., p. 87
Padre Valverde, Comentarios reales de los Incas, en BAE, Madrid,
t. III, 1960, p. 51
Ibid., p. 393, en Dussel, Op. cit., pp. 85-86
Bartolom de las Casas, Brevsima relacin de la destruccin de las
Indias, Introduccin.
Felipe Guamn Poma (historiador y cronista inca-peruano) naci
probablemente en San Cristbal de Suntolo (Per) entre 1534 y 1535,
se cri con espaoles y recorri durante varios aos todo Per. Escribi
su Nueva Crnica y buen gobierno (obra de 1,200 pginas y 400
dibujos), que es uno de los trabajos historiogrficos ms importante
a nivel mundial. Muri aproximadamente en el ao 1617 en Lima.
Guamn Poma, Nueva Crnica y buen gobierno, fol. 374; ed. Siglo
XXI, Mxico, 1980, t. II, p. 347
Dussel, Op. cit., p. 68
Informantes de Sahagn, Cdice Florentino, Libro XII, cap. 20
(versin de ngel Mara Garibay).
Citado en Dussel, Op cit., pp. 216-217 (el texto est en 500 aos
de evangelizacin en Mxico, CENAMI, Mxico, 1987).
El desarrollismo (en el caso de Europa) consiste en una posicin
ontolgica en la que se piensa que el desarrollo que llev a acabo
Europa deber ser seguido unilateralmente por cualquier otra
cultura. Para Dussel (y para m tambin) esto es una mentira, de ah
que hable de una falacia desarrollista. (Nota ma.).
La inmadurez de que Kant: El brbaro es culpable (vershuldeten)
por su inmadurez.
El mismo Francisco de Vitoria, profesor de Salamanca, admite
como ltima razn para declarar la guerra, el que los indgenas
opongan resistencia a la predicacin de la doctrina cristiana. Slo
para destruir esa resistencia se puede hacer la guerra.
Para Kant unmundig: inmaduro, rudo, no-educado.
Des canbales, en Oeuvres Compltes, Gallimard-Pliade, Pars, 1967,
p. 208. (Esto fue exactamente lo que sucedi en la conquista: los
espaoles llamaron brbaros a los indgenas con respecto a sus reglas
morales y de la razn, pero no con respecto a ellos, que los
superaban en toda especie de barbarie. Y algo parecido o lo mismo
sucede en los tiempos actuales: Estados Unidos llama terroristas a
los islmicos con respecto a sus reglas de la razn, pero no con
respecto a ellos, que los rebasan en toda especie de terrorismo.
Comentario mo).
El patriarcalismo o machismo del texto es conocido, porque se
inspira en Aristteles, que adems de esclavista y grecocntrico era
un patriarcalista decidido.
Publicado en Roma en 1550; nuestras citas de la edicin crtica
del FCE, Mxico, 1987, p.153.
Vase Apndice 2. (El que trascrib.).
Hoy, por ejemplo, ante la destruccin ecolgica del planeta Tierra
comenzamos a tener nuevos ojos para una vida mucho ms integrada
dentro del ciclo de la vida, y reproduccin de toda la naturaleza
(como atmsfera y bisfera [sic] ), que practicaban los nativos
habitantes del continente americano. Cunto se ha desarrollado la
cualidad de la vida? Esta pregunta es muy difcil responderla
cualitativamente, ya que es de "grado", dira Hegel (cualidad
cuantitativa).
La "Unmndigkeit" de Kant corresponde a la "tarditatem (torpeza
de entendimiento)" de Gins de Seplveda (Ibid., p. 81).
Es siempre el tema kantiano de la "Unmndigkeit"= ruditatem.
Gins de Seplveda, Op. cit., p. 109
Nuevamente nos recuerda el tema de la "Faulheit und Feigheit" de
Kant: es decir "barbarie culpable", no producto de la fuerza u
opresin externa, sino que espontneamente (volentes ac sponte sua)
como determinacin interna desde este "nimo abatido y servil".
Ibid., pp. 109-111
Se tratara, como en la visin hegeliana, del ejercicio de la
voluntad como capricho del Rey: la interpretacin del ser asitico de
una sola libertad (la del tirano).
Ibid., p. 155
Vase Apndice 2.
Corolario: Proposicin que no necesita prueba particular, sino
que se deduce fcilmente de lo demostrado antes. (Nota ma, del
diccionario DRAE.).
A partir de Aristteles ("1o perfecto debe imperar y dominar
sobre lo imperfecto, lo excelente sobre su contrario"; Op. cit., p.
83), o de la Escritura ("porque escrito est en el libro de los
Proverbios: El que es necio servir al sabio"; p. 85), concluye:
"con perfecto derecho los espaoles imperan sobre estos brbaros del
Nuevo Mundo e islas adyacentes, los cuales en prudencia, ingenio,
virtud y humanidad son tan inferiores a los espaoles como nios a
los adultos y las mujeres a los varones (!), habiendo entre ellos
tanta diferencia como la que va de gentes fieras y crueles a gentes
clementsimas" (p. 101).
"Qu cosa pudo suceder a estos brbaros ms conveniente ni ms
saludable que el quedar sometidos al imperio de aquellos cuya
prudencia, virtud y religin los han de convertir de brbaros, tales
que apenas merecan el nombre de seres humanos, en hombres
civilizados en cuanto pueden serlo?"; Op. cit., p. 133.
"Por muchas causas, pues y muy graves, estn obligados estos
brbaros a recibir el imperio de los espaoles [...] y a ellos ha de
serles todava ms provechoso que a los espaoles [...] y si rehsan
nuestro imperio (imperium) podrn ser compelidos por las armas a
aceptarle, y ser esta guerra, como antes hemos declarado con
autoridad de grandes filsofos y telogos, justa por ley natural
[...]"; Op. cit., p. 135.
Sobre la culpabilidad de los indgenas, Gins escribe, entre otros
argumentos: "La segunda causa que has alegado es el desterrar las
torpezas nefandas y portentoso crimen de devorar carne humana,
crmenes que ofenden a la naturaleza, para que sigan dando culto a
los demonios en vez de drselo a Dios, provocando con ello en
altsimo grado la ira divina con estos monstruosos ritos y con la
inmolacin de vctimas humanas [...]"; Op. cit., p. 155.
"No podemos dudar que todos los que andan vagando fuera de la
religin cristiana estn errados y caminan infaliblemente al
precipicio, no hemos de dudar en apartarlos de l por cualquier
medio y aun contra su voluntad, y de no hacerlo no cumpliremos la
ley de naturaleza ni el precepto de Cristo". Op. cit., p. 137.
En nuestra Filosofa de la Liberacin, escrita en 1976, en el
prlogo, indicbamos que la Filosofa de la Liberacin es
"postmoderna". Escrita esa obra en aquellos aos, antes del
movimiento de la "Post-Modernidad", indicbamos slo la necesidad de
"superar" la Modernidad. Ahora deberemos distinguirnos de los
"post"-modernos y por ello proponemos una "Trans"-Modernidad.
Volveremos sobre el tema ms adelante.
El proyecto "G" del esquema del Apndice 2 deber afirmarse (y
negarse en cambio el proyecto F, "desarrollista").
En nuestra obra El ltimo Marx, cap. 7, hemos mostrado este
cambio en el Marx maduro. Respondiendo a las objeciones de los
populistas rusos, Marx cambiar de posicin y comenzar a pensar desde
la "Periferia" rusa.
Op. cit., pp. 143-145
Op. cit., p. 175. Aqu Gins est usando la argumentacin de Las
Casas en el De nico modo, como veremos.
Vase la obra de John L. Phelan, The Millennial Kingdom of the
Franciscans in the New World, University of California Press,
Berkeley, 1956; Mario Cayota, Siembras entre brumas. Utopa
franciscana y humanismo renacentista, una alternativa a la
conquista, Montevideo, 1990. Esta ltima muestra la influencia del
joaquinismo y de los "espirituales" en la "conquista espiritual",
especialmente en Mxico.
Joaqun de Fiore (muere en 1202) propuso que el Reino del Espritu
Santo comenzara en 1260, como un reinado de la pobreza evanglica de
autnticos seguidores de Cristo. La Iglesia del Papa dejara lugar a
una Iglesia espiritual que cumplira el milenio anunciado en el
Apocalipsis. Hegel era igualmente, y en algn sentido, joaquinista
en aquello del "Reino del Padre, del Hijo y del Espritu Santo"
-alguna influencia llegar hasta Marx; vase mi obra Las metforas
teolgicas de Marx, a editarse prximamente.
Vase J. Phelan, Op. cit., pp. 28 ss.
El texto de la parbola, despus de invitar a tres grupos de
personas (que para Gernimo de Mendieta son los judos, los
mahometanos y los paganos), al fin el Seor que invita exclama: "Sal
por los caminos y senderos y complelos (se usa el verbo latino
compellere) hasta que entren y se me llene la casa" (versculo 23).
Toda la cuestin, como ya hemos visto, es la legitimidad de esta
"coaccin". En este punto Gernimo de Mendieta (lo mismo que Motolina
y el resto de los franciscanos) estaban de acuerdo con Gins de
Seplveda.
En este punto tenan un optimismo antiluterano militante.
Ibid., pp. 42 ss.
Felipe II reorganiza el Virreinato de Mxico, nombra nuevo Virrey
y autoridades y se propone penetrar la "Repblica de Indios" y
sujetarla a la organizacin tributara de Espaa.
Al final Francisco de Vitoria aceptaba que si los indgenas se
oponan a la predicacin del evangelio se les poda hacer la guerra.
Era la nica razn que aceptaba. Bartolom nunca aceptar ni siquiera
esta razn por ser, para l, irracional.
Este es el propsito argumentativo de su obra Apologtica
historia. Una inmensa obra donde no se intenta, como en el caso de
Bernardino de Sahagn (y en realidad se intenta lo contrario de
Sahagn, porque ste describa el antiguo mundo para conocerlo y as
poder destruirlo), slo describir las antiguas costumbres de los
indios, sino demostrar su "racionalidad", dignidad, consistencia
antropolgica. De manera que aquello (las antiguas tradiciones
culturales indgenas) poda ser mejorado, desarrollado, pero no
simplemente destruido, negado. Al negarse rotundamente aquellas
tradiciones (la tabula rasa) se produca mayor mal que el bien que
se pretenda ofrecer (fuese ste el ms sublime o pretendidamente
divino). Bartolom presenta una argumentacin "dura".
Libro con el ttulo citado, "Argumento de toda ella"; Bartolom de
las Casas, Obras escogidas, BAE, Madrid, 1958, t. III, 1958, p. 3.
Al terminar la inmensa obra, escribe nuevamente: "De todo el
discurso trado de los brbaros parece clara la distincin puesta
[...] De todo lo cual fcil ser dar a entender debajo de cul especie
se contienen todas estas nuestras indianas naciones, puesta o
supuesta la suficiente divisin, arguyendo negative" (Ibid., t. IV,
pp. 444-445). Bartolom no se propone hacer simplemente un libro de
antropologa o historia. Se propone, en cambio, argumentar en favor
de la dignidad e inocencia de los indgenas, quitando todo valor al
argumento de poder hacerles una guerra justa.
Prlogo; Porra, Mxico, 1975, p. 17. Es decir, Sahagn recolecta
los momentos de la cultura nhuatl para poder destruirla ms
sistemticamente. Bartolom, en cambio, para mostrar su dignidad y
poder probar la racionalidad y el alto desarrollo moral, cultural,
poltico y religioso de los indios.
De nico modo de atraer a todos los pueblos a la verdadera
religin (1536), Cap. 5,1; Ed. FCE, Mxico, 1975, p. 65.
Ibid., pp. 65-66
Ibid., 2; p, 71
Ibid., 6, 2; p. 431
Ibidem
Ibid., Cap. 6, 1; pp. 343-344. Bartolom, con retrica insigne, se
extiende durante decenas de pginas argumentando sobre el terror y
la crueldad de la guerra, que l ha vivido en el Caribe, en Mxico,
en Centroamrica. Son unas de las pginas premonitorias y profticas
de la violencia y crueldad que la Modernidad esparcir por el mundo
perifrico, el mundo colonial que se llamaba hasta hace poco Tercer
Mundo. En el Irak destruido vemos al pobre pueblo sufriente.
Ibid., 6, 2; p. 431
Vase el Apndice 2.
Ibid., 6, 3; p. 446. Para Bartolom son culpables desde el Rey y
los obispos, hasta los capitanes, pero igualmente los soldados, y
hasta los que aconsejan hacer tales actos. Es un Nrenberg de la
cultura moderna ante el holocausto de la conquista y de las
violencias futuras del siglo XVI al XX.