Las burguesías del siglo XIX (1850-1914) "...los empresarios industriales parecen haber preferido ocuparse de sus propios negocios mas que de los asuntos del estado. (...) En una primera fase de la industrialización, la mayor parte de los empresarios procedían de ambientes (...) que no estaban preparados para la actividad política. No tenían las clase de preeminencia necesaria para ganar los votos; y ciertamente en aquellos países en los que se basaba en la propiedad, muchos de ellos no hubieran sido elegibles para un primer puesto (...) la burguesía industrial no se fusionó con la alta burguesía de los parlamentos y administraciones ni con la alta burguesía de los negocios y las finanzas. (...) que el empresario fuera muy diferente del gran capitalista que le precedió. Si su economía recuerda la austeridad de su predecesor, su clase como conjunto significa una capacidad imaginativa que el hombre de negocios anterior a él (y durante un largo período contemporáneo suyo) sólo desplegaba individulamente y en forma mucho menor..." Cipolla, Carlo. "Historia Económica de Europa. La Revolución Industrial". Págs. 417-420. "El objetivo de toda concentración de capital y de las unidades de producción deber ser siempre la reducción de los costes de producción, administración y venta, con el propósito de conseguir unos beneficios elevados, eliminado la competencia ruinosa (...) No hay que confundir concentración económica con monopolio en sentido estricto ( control del mercado por una sola empresa) o, en el sentido mas amplio en que se utiliza habitualmente, con el control del mercado por un grupos de empresas dominantes (oligopolio) (...) Es claro también que la tendencia a abandonar la competencia ilimitada y a implantar 'la cooperación de varios capitalistas que previamente actuaban por separado' se hizo evidente durante la gran depresión [1873-1875] y continuó en el nuevo período de prosperidad general..." Hobsbawm, Eric. "La era del imperio (1875-1914)" Págs. 42-52. "...un porcentaje creciente de la producción es obra de un pequeño número de empresas y en ciertos sectores el número de empresas incluso disminuye, mientras que la cifra de negocio no deja de crecer (...) Desde 1860, en Lancashire aparecen empresas gigantes por acciones en las hilaturas por algodón, pero no consiguen el monopolio, puesto que este tipo de industria, al no necesitar capitales demasiado abundantes, sigue abierta a los recién llegados (...) Pero es sobre todo, a partir del momento en que los precios bajan, en la década de 1870, cuando se asiste a una aceleración de la concentración vertical u horizontal, con el fin de proteger los beneficios..." Heffer, Jean. Serman, William. Op. cit. Pág. 69. "Cuando la industrialización se convierte en un fenómeno generalizado - en Inglaterra y Bélgica hacia 1830, en Francia y Alemania hacia 1850 - las necesidades de crédito no pueden ser satisfechas por esta estructura bancaria. Se necesita mas crédito comercial, puesto que todas las transacciones se hacen a crédito, del industrial al comerciante; también mas crédito industrial, puesto que el tamaño de las inversiones no deja de crecer..." Heffer, Jean. Serman, William. "De las revoluciones a los Imperialismos. 1815-1914" Pág. 72.