ESCCHAME CANTARTE ESTA FOLKSONG You told me that I was an angel
/ show me the way Billie HollidayPara Guadalupe Oh! Ah! A la
memoria de Sophie Podolski Sabes /que tenemos que construir muchos
panales juntos& aprender a hablar con los insectos /&
grabarnos la for de loto de tatuajes:La mente engaa /yo soy 1
cuerpoVoy a hacer algo/ que nadie puede hacer por mSabes / que
tenemos que fundar 1 nueva guillotinade los besosel puntapi del
aguamiella cordillera del deseo-fulgorbrote de contagios &
Seora Epidemia emperatriz& tejer & tejer chalinas puro
fsforotaparrabos-turbohlice para la intimidad de los incendiosJugar
ajedrez con nuestros ojoscantar con toda la jeringa &
transparencia de los tactospolinizar jardines & ombligos de
azoteaderretir relojesmanear & empitonar estacionamientos salas
de espera1toda familia de parqumetrosPlantar manglares de ganzas /
en pleno ojo-monokinidesgarrado de hoteles & teatrosregalar
regalar & regalarnosresaltar resortear / la clorofla-carnaval
de los antojosYo quiero 1 cosquilla que brille & rasgue al
mismo tiempoescenarios-estmulos distintos para mis
hemorrgicoschorreantes bailecitos de epilepsiaQue no tenga que
pisarme el Viento Negropara que nos unja en sus aceites doa
Rabiaque no vaya Desamor a reestrenar sus armadurasque no halle 1
solo hueco que el fro nos jaloneecon tal de moscaverdear el
copyright de sus andadasSabes / que tenemos que jugar a los
apaches& a los bfalos2Otra vez ycatas / otra vez
lagunas!astrologa-magia termal en la punta de las lenguasdanzas de
peces purovientohappenings perpetuos de orangutanes-aveel
salto-frenes / el viaje-yaerahoradel desolado 2 al trapecista
5Trucut a la batera / Rimbaud en el micrfonoel canto de mi lluvia
excavando-orinando sin raznlas afueras ((cada vez ms afuera)) de
estos circos desgajados& t / tcame aqu / Macorina / T tcame
aqu.Mario Santiago34PALMAS Y GUITARRACesar VallejoAhora, entre
nosotros, aqu,ven conmigo, trae por la mano a tu cuerpoy cenemos
juntos y pasemos un instante la vidaa dos vidas y dando una parte a
nuestra muerte. Ahora, ven contigo, hazme el favorde quejarte en mi
nombre y a la luz de la noche teneblosaen que traes a tu alma de la
manoy humos en puntillas de nosotros. Ven a m, s, y a ti, s,con
paso par, a vemos a los dos con paso impar,marcar el paso de la
despedida.Hasta cuando volvamos! Hasta la vuelta!Hasta cuando
leamos, ignorantes!Hasta cuando volvamos, despidmonos! 5Qu me
importan los fusiles?,escchame;escchame, qu imprtenme,si la bala
circula ya en el rango de mi frma?Qu te importan a ti las balas,si
el fusil est humeando ya en tu olor?Hoy mismo pesaremosen los
brazos de un ciego nuestra estrellay, una vez que me cantes,
lloraremos.Hoy mismo, hermosa, con tu paso pary tu confanza a que
lleg mi alarma,saldremos de nosotros, dos a dos.Hasta cuando seamos
ciegos!Hastaque lloremos de tnto volver! Ahora,entre nosotros,
trae6por la mano a tu dulce personajey cenemos juntos y pasemos un
instante la vidaa dos vidas y dando una parte a nuestra muerte.
Ahora, ven contigo, hazme el favorde cantar algoy de tocar en tu
alma, haciendo palmas.Hasta cuando volvamos! Hasta entonces!Hasta
cuando partamos, despidmonos!7sabor a verano8All things uncomely
and broken, all things worn out and old,The cry of a child by the
roadway, the creak of a lumbering cart,The heavy steps of the
ploughman, splashing the wintry mould,Are wronging your image that
blossoms a rose in the deeps of my heart. The wrong of unshapely
things is a wrong too great to be told;I hunger to build them anew
and sit on a green knoll apart,With the earth and the sky and the
water, re-made, like a casket of goldFor my dreams of your image
that blossoms a rose in the deeps of my heart. T: Todas las cosas
feas y rotas, todas las cosas gastadas y viejas,El llanto de un nio
junto al camino, el crujido de una carreta cargada,Los pasos
pesados del arador sobre el moho del invierno,Estn daando tu imagen
que hace brotar una rosa en el fondo de mi corazn. El mal de las
cosas informes es un mal demasiado grande para ser dicho;Aoro
crearlas de nuevo y sentarme lejos en una verde loma,9Con la tierra
y el cielo y el agua, vueltos a hacer, como un cofrecillo de
oroPara mis sueos de tu imagen que hace brotar una rosa en el fondo
de mi corazn. W.B. YeatsBeber, v. t. e. i. Echar un trago, ponerse
en curda...10Beber, v. t. e. i. Echar un trago, ponerse en curda,
chupar, empinar el codo, mamarse, embriagarse. El individuo que se
da a la bebida es mal visto, pero las naciones bebedoras ocupan la
vanguardia de la civilizacin y el poder. Enfrentados con los
cristianos, que beben mucho, los abstemios mahometanos se derrumban
como el pasto frente a la guadaa. En la India cien mil britnicos
comedores de carne y chu-padores de brandy con soda subyugan a
doscientos cincuenta millones de abstemios vegetarianos de la misma
raza aria. Y con cuntagallardael norteamericano bebedor de whisky
desaloj al moderado espaol de sus posesiones! Desde la poca en que
los piratas nrdicos asolaron las costas de Europa occidental y
durmieron, borrachos, en cada puerto conquistado, ha sido lo mismo:
en todas partes las naciones que toman demasiado pelean bien,
aunque no las acompae la justicia. Ambrose Biercede El diccionario
del diablo11Paisaje de clnica Ha llegado el tiempoEn que los poetas
residentesEscriban acrsticosA las hermanas de los
manaco-depresivosY a las telefonistas. Los alcohlicos en
recesoMiran el primer volantnElevado por el joven psicpata. Slo un
loco rematadoDescendiente de alemanesTiene permiso para ir a
comprar "El Mercurio". Tratemos de descifrarLos mensajes
clandestinosQue una bandada de tordosViene a transmitir a los
almendros12Que traspasan los alambres de pa. William Gray, marino
escocs,Pasado su quinto deliriumNos dice que fue peor el que sufri
en el Golfo PrsicoY recita a Robert BurnsMientras el "Clanmore", su
barco, ya est en Tocopilla. Ha llegado el tiempoEn que de nuevo se
obedece a las campanasY es bueno comprar coca-colaA los Hermanos
Hospitalarios. El Pintor no creeEn los trboles de cuatro hojasY
planea su prximo suicidioHeborizando entre yuyos donde espera
hallar cannabisPara enviarla como tarjeta de PascuaA los parientes
que lo encerraron. Los caballos aran preparando el barbecho.En
labor-terapiaLos monglicos comen envases de clorpromazina. Saludo a
los amigos muertos de cirrosisQue me alargan la punta forida de las
yemasDe la avenida de los ciruelos. La Virgen del CarmenCon su
sonrisa de yeso azulContempla a su ahijadoQue con los nudillos
rotosDormita al sol atiborrado de Valium 10. (En el Reino de los
CielosTodos los mdicos sern dados de baja). Aqu por fn puedes
tenerUn calendario con todos los dasMarcados de rojoO de blanco. Es
la hora de dormir -oh abandonado-13Que junto al inevitable crucifjo
de la cabeceraVelen por nosotrosNuestra Seora la ApomorfnaNuestro
Seor el AntabusEl Mogadn, el Pentotal, el Electroshock. Jorge
TeillerNo slo vino,...XXI No slo vino, sino en l el olvido,
viertoen la copa: ser ledo, porque la dicha14 es ignara. Quin,
recordando o previendo, sonreira?De los brutos, no la vida, sino el
alma,consigamos, pensando; recogidos en el impalpable destino que
no espera ni recuerda.Con mano mortal elevo a la mortal bocaen
frgil copa el pasajero vino, turbios los ojos hechos para dejar de
ver. Fernando PessoaLisbon revisited .Fernando Pessoa/lvaro de
Campos Nada me ata a nada.15Quiero cincuenta cosas al mismo
tiempo.Anso con una angustia de hambre de carnelo que no s qu
serdefnidamente por lo indefnido...Duermo inquieto, y vivo en un
soar inquietode quien duerme inquieto, mitad soando. Me cerraron
todas las puertas abstractas y necesarias.Corrieron las cortinas de
todas las hiptesis que podra ver en la calle.No existe en la
travesa hallada el nmero, de la puerta que me dieron. Despert a la
misma vida a la que me haba dormido.Hasta mis ejrcitos soados
sufrieron derrota.Hasta mis sueos se sintieron falsos al ser
soados.Hasta la vida slo deseada me harta hasta esa vida...
Comprendo a intervalos inconexos;Escribo en lapsos de cansancio;y
un tedio que lo es hasta del tedio me arroja a la playa. No s qu
destino o futuro, compete a mi angustia sin timn;no s qu islas del
Sur imposible me aguardan nufrago;o qu palmares de literatura me
darn al menos un verso. No, no s esto, ni otra cosa, ni cosa
alguna...Y, en el fondo de mi espritu, donde sueo lo que so,en los
campos ltimos del alma donde rememoro sin causa(y el pasado es una
niebla natural de lgrimas falsas),en los caminos y atajos de las
forestas lejanasdonde supuse mi ser,huyen desmantelados, ltimos
restosde la ilusin fnal,mis ejrcitos soados, derrotados sin haber
sido,mis cohortes por existir, despedazadas en Dios. Otra vez te
reveo,Ciudad de mi infancia pavorosamente perdidaCiudad triste y
alegre, otra vez sueo aquYo? Pero soy yo el mismo que aqu vivi, y
aqu volvi,y aqu volvi a venir, y a venir,y aqu de nuevo volvi a
venir?O somos todos los Yo que estuve aqu o estuvieron,una serie de
cuentas-entes unidas por un hilo-recuerdo,16una serie de sueos de m
de alguien de fuera de m? Otra vez te reveo,con el corazn ms
lejano, el alma menos ma. Otra vez te reveo Lisboa y Tajo y
todo,transente intil de ti y de m,extranjero aqu como en todas
partes,casual en la vida como en el alma,fantasma errando por
salones de recuerdos,al ruido de los ratones y de las tablas que
crujenen el castillo maldito de tener que vivir... Otra vez te
reveo,sombra que pasa a travs de sombras, y brillaun momento a una
luz fnebre desconocida,y entra en la noche como se pierde un rastro
de barcoen el agua que deja de orse Otra vez te reveo,pero, ay, a m
no me reveo!Se rompi el espejo mgico en que me revea idntico,y en
cada fragmento trgico veo slo un pedazo de mi un pedazo de ti y de
m!...Ni siquiera me apiado de m III - G.Apollinaire Ni siquiera me
apiado de m 17Y no puedo expresar mi tortura de silencio Todas las
palabras que deba pronunciar se convirtieron en estrellas Un arcano
trata de elevarse hasta cada uno de mis ojos Y portador de soles
ardo en medio de dos nebulosas Que he hecho a las bestias
teologales de la inteligencia Antao los muertos volvieron para
adorarme Y esperaba el fn del mundo Pero el mo llega silbando como
un huracnQuienquiera que seas -Walt Whitman- Quienquiera que seas18
Quienquiera que seas que me tienes en este momento de la mano:si
algo falta, todo ser intil.Te hago la advertencia lealmente, antes
de que pretendas ms de m,no soy quien supones sino alguien muy
diferente. Quin es aquel que se transformar en seguidor mo?Quin se
inscribira como candidato a mis afectos? El camino es sospechoso,
los resultados, inciertos y talvez destruc- tores,tendras que
renunciar a todo lo dems. Slo yo sera tu nico y exclusivo modelo.Tu
aprendizaje ser largo y agotador.toda la pasada teora de tu vida y
todo tu conformismo con las vidas que te rodean tendr que ser
abandonado,de modo que abandname ahora, antes de preocuparte ms,
quita tu mano de mis hombros,djame y sigue tu camino. O bien
calladamente en algn bosque, ensayemos,o detrs de una roca, al aire
libre.(Pues en las habitaciones techadas de las casas yo no me
muestro soloni acompaado,y en las bibliotecas yazgo como un mudo,
un bausn, un no nacido oun muerto)Pero tal vez contigo, en lo alto
de una colina, tras asegurarme de queninguna persona en varias
millas se acerca para sorprendernosdesprevenidos,o acaso a ti,
navegador en el mar o sobre la playa del mar o en algunasilenciosa
isla,permita poner tus labios sobre los mos,con el largo beso del
camarada o el beso del nuevo esposo,pues yo soy el nuevo esposo y
yo soy el camarada. O si lo deseas, me deslizar bajo tus ropasdonde
pueda sentir el latido de tu corazn o descansar sobre tu
cadera,llvame contigo cuando viajes por tierra o mar,pues slo
tocarte me basta, es lo mejor,y hallndome en contacto as contigo
dormira yo en silencio y sera transportado eternamente. 19Pero
estas hojas pueden entraar para ti el peligro del engao,pues ni a
las hojas ni a m nos commprenders,te eludirn al principio y an ms
luego, yo, sin duda, te eludir,aun cuando creas que me tienes
defnitivamente atrapado, mira!,ya puedes ver que he escapado de ti.
Pues no es por su contenido que he escrito este libro,No es por su
lectura que lo comprenders,ni lo harn quienes mejor me conocen,
quienes me admiran y meelogian sin medida,ni los candidatos a mi
amor (con excepcin al menos de unos pocos)saldrn victoriosos,ni mis
poemas harn slo el bien, harn en misma medida el mal yacaso ms,pues
todo es intil sin aquello que has supuesto muchas veces y que no
has alcanzado, aquello que he insinuado,de modo que sultame y sigue
tu camino.Melancola -Ruben Daro 20Hermano, t que tienes la luz,
dime la ma.Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.Voy
bajo tempestades y tormentasciego de sueo y loco de armona. se es
mi mal. Soar. La poesaes la camisa frrea de mil puntas cruentasque
llevo sobre el alma.Las espinas sangrientasdejan caer las gotas de
mi melancola. Y as voy, ciego y loco, por este mundo amargo;a veces
me parece que el camino es muy largo,y a veces que es muy corto...
Y en este titubeo de aliento y agona,cargo lleno de penas lo que
apenas soporto.No oyes caer las gotas de mi melancola?145 - Libro
del desasosiego- Fernando Pessoa21 Despus de una noche mal dormida,
no le gustamos a todo el mundo. El sueo ido se ha llevado consigo
algo que nos haca humanos. Hay una irritacin latente con nosotros,
parece, en el mismo aire inorgnico que nos rodea. Somos nosotros,
al fnal, quienes nos reprobamos,y es entre nosotros y nosotros
donde se rie la diplomacia de la batalla sorda.Hoy he arrastrado
por la calle los pies y el cansancio grande. Tengo el alma reducida
a una madeja atada, y lo que soy y he sido, que soy yo, ha olvidado
su nombre. Si tengo maana, nos sino que no he dormido, y la
confusin de varios intervalos pone grandes silencios en mi habla
interior.Ah, grandes parques de los dems, jardines usuales para
tantos, maravillosas arboledas de los que nunca me conocern! Me
estanco entre vigilias, como quien nunca ha osado ser superfuo, y
lo que medito se sobresalta con un sueo al fn.Soy una casa viuda,
claustral de s misma, embrujada por espectros tmidos y furtivos.
Estoy siempre en el cuarto de al lado, o estn ellos, y hay grandes
ruidos de rboles en torno a m. Divago y encuentro; encuentro porque
divago. Mis das de nio, vestidos vosotros mismos de delantal!Y, en
medio de todo esto, voy por la calle, dormiln de mi vagabundeo
hoja. Cualquier viento lento me ha barrido del suelo, y yerro, como
un fnal de crepsculo, entre los acontecimientos del paisaje. Me
pesan los prpados en los pies arrastrados. Quisiera dormir porque
ando. Tengo la boca cerrada como si fuese para que se pegasen los
labios. Naufrago mi deambular.S, no he dormido, pero estoy mejor
as, cuando nunca he dormido ni duermo. Soy yo verdaderamente en
esta eternidad casual y simblica del estado de media-alma en que me
engao. Una u otra persona me mira como si me conociese y me
extraase. Siento que los miro tambin con rbitas sentidas bajo unos
prpados que las rozan, y no quiero saber de haber mundo.Tengo sueo,
mucho sueo, todo el sueo!2211 -Poesa vertical- Roberto Juarroz
11No. Hoy no quiero hablar de la muerte. Quiero sencillamente decir
algode un camino por debajo del agua,de un ciego cuya ceguera
crecey de una mano callosaen mi mano extraamente desnuda. Quiero
mirar los ojos de los pecesy el lugar de tu sueo,cuando la muerte
coleccione encuentros. Ella juega al escondite con el hombrey hoy
yo quiero jugar a abrir la puerta.23Los oscuros The Hollow MenT. S.
EliotMistah Kurtzhe dead.A penny for the Old GuyIWe are the hollow
menWe are the stufed menLeaning togetherHeadpiece flled with straw.
Alas!Our dried voices, whenWe whisper togetherAre quiet and
meaninglessAs wind in dry grassOr rats feet over broken glassIn our
dry cellarShape without form, shade without colour,Paralysed force,
gesture without motion;Those who have crossedWith direct eyes, to
deaths other KingdomRemember usif at allnot as lostViolent souls,
but onlyAs the hollow menThe stufed men.IIEyes I dare not meet in
dreamsIn deaths dream kingdomThese do not appear:There, the eyes
areSunlight on a broken columnThere, is a tree swingingAnd voices
areIn the winds singing24More distant and more solemnThan a fading
star.Let me be no nearerIn deaths dream kingdomLet me also wearSuch
deliberate disguisesRats coat, crowskin, crossed stavesIn a
feldBehaving as the wind behavesNo nearerNot that fnal meetingIn
the twilight kingdomIIIThis is the dead landThis is cactus landHere
the stone imagesAre raised, here they receiveThe supplication of a
dead mans handUnder the twinkle of a fading star.Is it like thisIn
deaths other kingdomWaking aloneAt the hour when we areTrembling
with tendernessLips that would kissForm prayers to broken
stone.IVThe eyes are not hereThere are no eyes hereIn this valley
of dying starsIn this hollow valleyThis broken jaw of our lost
kingdomsIn this last of meeting placesWe grope togetherAnd avoid
speech25Gathered on this beach of the tumid riverSightless,
unlessThe eyes reappearAs the perpetual starMultifoliate roseOf
deaths twilight kingdomThe hope onlyOf empty men.VHere we go round
the prickly pearPrickly pear prickly pearHere we go round the
prickly pearAt fve oclock in the morning.Between the ideaAnd the
realityBetween the motionAnd the actFalls the ShadowFor Thine is
the KingdomBetween the conceptionAnd the creationBetween the
emotionAnd the responseFalls the ShadowLife is very long26Between
the desireAnd the spasmBetween the potencyAnd the existenceBetween
the essenceAnd the descentFalls the ShadowFor Thine is the
KingdomFor Thine isLife isFor Thine is theThis is the way the world
endsThis is the way the world endsThis is the way the world endsNot
with a bang but a whimper.27Embriagaos! El spleen de
ParsEmbriagaosde Charles BaudelaireNota: Poema nmero 33 de El
spleen de Pars (Los pequeos poemas en prosa).Hay que estar siempre
borracho. Todo consiste en eso: es la nica cuestin. Para no sentir
la carga horrible del Tiempo, que os rompe los hombros y os inclina
hacia el suelo, tenis que embriagaros sin tregua.Pero de qu? De
vino, de poesa o de virtud, de lo que queris. Pero embriagaos.Y si
alguna vez, en las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de
un foso, en la tristona soledad de vuestro cuarto, os despertis,
disminuida ya o disipada la embriaguez, preguntad al viento, a la
ola, a la estrella, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo
que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que
habla, preguntadle la hora que es; y el viento, la ola, la
estrella, el ave, el reloj, os contestarn: Es hora de
emborracharse! Para no ser esclavos y mrtires del Tiempo,
embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesa o de virtud; de
lo que queris. 28Vuelo sin orillas Abandon las sombras,las espesas
paredes,los ruidos familiares,la amistad de los libros,el tabaco,
las plumas,los secos cielorrasos;para salir
volando,desesperadamente.Abajo: en la penumbra,las amargas
cornisas,las calles desoladas,los faroles sonmbulos,las muertas
chimeneaslos rumores cansados,desesperadamente.Ya todo era
silencio,simuladas catstrofes,grandes charcos de sombra,aguaceros,
relmpagos,vagabundos islotesde inestable riberas;pero segu
volando,desesperadamente.Un resplandor desnudo,una luz calcinantese
interpuso en mi ruta,me fascin de muerte,pero logr evadirmede su
letal infujo,para seguir volando,desesperadamente.Todava el
destinode mundos fenecidos,desorient mi vuelo-de sideral
constancia-29con sus vanas parbolasy sus aureolas falsas;pero segu
volando,desesperadamente.Me oprima lo fido,la limpidez maciza,el
vaco escarchado,la inaudible distancia,la oquedad insonora,el
reposo asfxiante;pero segua volando,desesperadamente.Ya no exista
nada,la nada estaba ausente;ni oscuridad, ni lumbre,-ni unas manos
celestes-ni vida, ni destino,ni misterio, ni muerte;pero segua
volando,desesperadamente.Oliverio Girondo30En mi trabajo (Eliana
Navarro) En mi trabajoHace ya tantos aosque camino estos pasosque
combino estos signosque escucho estas palabras.Entro todos los
dasen este gran recinto de mrmoles silentes,silente yo tambin.Cruzo
grandes umbrales agobiados de historiacon mi pequea historia
transparente.A veces, luminosa, en medio del silencio,resuena una
cancin,una cancin que nace de mi alma.Los segadores vuelven los
campos y cantan,envueltos en la luz del sol poniente.Si colocas tu
mano sobre mi corazn,oiras tal vez ese loco tumultode voces y de
imgenes que nunca conociste,esa antigua cancinque ahora nace y
resuena en este mbito oscuro.Es que todos llevamos las visiones
amadas.Y cules son las tuyas, las de los otros,de los que cruzan
todas las maanasestas puertas solemnes?Si un da esas visiones se
animaran.Si recobraran vida.qu escenario lleno de colorido,qu
algaraba sera este recinto!Acaso estoy diciendo palabras sin
sentidofrente a estos fros mrmoles antiguos.Slo quiero expresar que
una angustia indecibleme invade cuando subo sus altas
escaleras,como si muchas voces presas en el silencioresonaran de
pronto, inundaran mi sery quisieran hablar por mis palabras.Como si
muchos pasos amados, admirados,confundidos entre ellos los adorados
pasos de mi padre,31tocaran levemente las escalascon un rumor de
secreta presencia,de vida rezagada.por eso te pregunto: Oyes esa
cancin?Escuchas esos pasos?Hace ya muchos aos, una vez los
sent,pasos tenues, levsimos, en la hojarasca hmeda,Escuchas esos
pasos?T no respondes nada.Entonces yo te ruego, casi
desesperada,abrzame muy fuertepara que retrocedan los pasos de la
muerte.Eliana Navarro32Alta, muy alta, vuela la gaviota (Sobre un
acorde del poeta Hugo Zambelli)Y por traerme el arpa, a mi Dios me
has trado;y me has trado el beso del ro y de su escoria.Y me has
trado tierra que com cuando niocomo una ferecilla entre las hojas
hmedas.Y me has trado el Golfo que perd a los siete aos,cuando el
andarivel pasaba media legua por el cielotiendo de carbn todas las
nubes.Gonzalo Rojas33Movimiento perpetuo Movimiento perpetuoAl son
de un suave y blando movimientoarroyos vas pisando de dulzura.Tus
pasos pisan pasan por la oscuraregin de mi memoria. Ya no sientoni
el ruido de la puerta ni el lamentodel lecho al irte. Pasa tu
hermosurase pierde en el umbral. Tu mano puracerr el
vestido.....................Pinsanme dormidotus pasos. Pisan pasan
por mi menteigual que ayer. Mi pobre sentimientoque solo est, que
solo estoy tendidomirndote partir perpetuamenteal son de un suave y
blando movimiento.(scar Hahn) 34Qu saen de patear la perra con
estilo! Mierda. Mierda, mierda, mierda, mierda. Estis todos en un
lago de mierda. Se os pudre el culoen un ocano de mierda. Se os
pudre el alma. Los pensamientos. Todo. Una asquerosidad grandiosa,
de verdad, una obra maestra de la repugnancia. Un espectculo.
Malditos bellacos.Yo no os haba hecho nada. Yo no quera ms que
vivir. Pero no se puede, verdad? Hay que morir, hay que estar en
fla pudrindose, uno detrs de otro, ah, dndonos asco, con gran
dignidad. Reventad, cabrones. Reventad. Reventad. Reventad. Yo os
ver reventar, uno tras otro, eso es lo nico que quiero, veros morir
y escupir en la mierda que sois. Dondequiera que os hayis
escondido, que os devore el ms horrendo de los males y que muris
gritando de dolor sin que ni a un perro le importe lo ms mnimo,
solos como animales, como los animalesque habis sido, animales
infames y obscenos. Dondequiera que ests, padre mo, t y el horror
de tus palabras, t y el escndalo de tu felicidad, t y el disgusto
de tu vileza... que revientes de noche con el miedo aferrndote la
garganta, y un dolor infernal en tu interior, y el hedor del
espanto sobre ti. Y que contigo reviente tu mujer, vomitando
blasfemias que le hagan ganar un paraso infnito de tormentos. La
eternidad no le bastar para pagar todas sus culpas. Que reviente
todo aquello que habis tocado, las cosas que habis visto y todas y
cada una de las palabras que habis dicho. Que se marchiten los
prados en los que habis posado vuestros abyectos pies, y estallen
como vejigas putrefactas las personas que habis ensuciado con el
hedor de vuestras sonrisas. Eso es lo que quiero. Veros reventar, a
vosotros que me habis dado la vida. Y junto a vosotros, a todos
aquellos que despus me la han quitado, gota a gota, ocultos por
todas partes, espiando no otra cosa que mis deseos. Yo soy Hector
Horeau y os odio. Odio los sueos que dorms, odio el orgullo con el
que acunis la escualidez de vuestros nios, odio lo que tocan
vuestras manos podridas, odio cuando os vests para las festas, odio
el dinero que llevis en los bolsillos, odio la blasfemia atroz de
cuando os permits llorar, odio vuestros ojos, odio la obscenidad de
vuestro buen corazn, odio los pianos que como atades pueblan el
cementerio de vuestros salones, odio vuestros amores asquerosamente
justos, odio todo lo que me habis enseado, odio la miseria de
vuestros sueos, odio el ruido de vuestros zapatos nuevos, odio
todas y cada una de las palabras que habis escrito, odio cualquier
momento en el que me hayis tocado, odio todos los instantes en que
habis tenido razn, odio las vrgenes que cuelgan sobre vuestras
camas,odio el recuerdo de cuando hice el amor con vosotros, odio
vuestros secretos de nada, odio todos vuestros das ms hermosos,
odio todo lo que me habis robado, odio los trenes que noos han
llevado lejos, odio los libros que habis enfangado con vuestras
miradas, odio lo asqueroso de vuestras caras, odio el sonido de
vuestros nombres, odio cuando os abrazis, odio cuando aplauds, odio
lo que os conmueve, odio todas y cada una de las palabras que 35me
habis arrancado, odio la miseria de lo que veis cuando miris a lo
lejos, odio la muerte que habis sembrado, odio todos los silencios
que habis desgarrado, odio vuestro perfume, odio cuando os
comprendis, odio cualquier tierra que os haya acogido, y odio el
tiempo que ha pasado sobre vosotros. Todos los minutos de ese
tiempo han sido blasfemias. Yo despreciovuestro destino. Y ahora
que me habis robado el mo, lo nico que me importa es saber que
reventaris. El dolor que os destrozar ser yo, la angustia que os
consumir ser yo, el hedorde vuestros cadveres ser yo, los gusanos
que engordarn con vuestros despojos ser yo. Y cada vez que alguien
os olvide, all estar yo.Yo slo quera vivir.Cabrones.en Tierras de
cristal, de Alessandro Baricco36Sin compaa excepto el miedo Cmo
empez todo esto y por qu estoy aquen esta barra arqueada con la
pintura marrn descascarillada,papegaai, mescal, hennessy,
cerveza,dos viscosas escupideras, sin compaa excepto el miedo:miedo
de la luz, de la primavera, del lamentode aves y autobuses volando
a sitios lejanos,y de los estudiantes yendo a las carreras,de
chicas brincando con el aire en sus rostros,pero sin compaa excepto
el miedo,miedo de la fuente volando: y todas las foresque conocen
el sol son mis enemigos,estas, muertas, horas?-Malcolm Lowry37La
muerte est sentada a los pies de mi cama Mi cama est deshecha:
sbanas en el sueloy frazadas dispuestas a levantar el vuelo.La
muerte dice ahora que me va a hacer la cama.Le suplico que no, que
la deje deshecha.Ella insiste y replica que esta noche es la
fecha.Se acomoda y agrega que esta noche me ama.Le contesto que cmo
voy a ponerle cuernosa la vida. Contesta que me vaya al inferno.La
muerte est sentada a los pies de mi cama.Esta muerte empeosa se
calent conmigoy quisiera dejarme ms chupado que un higo.Yo trato de
espantarla con una enorme rama.Ahora dice que quiere acostarse a mi
ladoslo para dormir, que no tenga cuidado.Por respeto me callo que
s su mala fama.La muerte est sentada a los pies de mi cama. - scar
Hahn38All things can tempt me ALL things can tempt me from this
craft of verse:One time it was a woman's face, or worse --The
seeming needs of my fool-driven land;Now nothing but comes readier
to the handThan this accustomed toil. When I was young,I had not
given a penny for a songDid not the poet Sing it with such airsThat
one believed he had a sword upstairs;Yet would be now, could I but
have my wish,Colder and dumber and deafer than a fsh.-W.B. YeatsDe
la poesa me apartaba algn39rostro de mujer o -peor an-,la falsa
urgencia de mi pas mal gobernado;mas ahora este trabajo, aunque no
menos pesado,se me ha vuelto familiar. Tan slo mofamostr en mi
juventud por toda estrofaa menos que el poeta cantaracomo si un
revlver en su cmoda guardara.Pero si mis deseos cumpliera esta
vezsera fro, mudo y sordo como un pez.Versin de E. Dobry4041Ocano
mar (A. Baricco) frag. (N. gracias a C.)Oracin por alguien que se
ha perdido, y en consecuencia, para ser sinceros, oracin por mSeor
Buen Diostened pacienciade nuevo soy yo.Veris, aqu las cosasvan
bien,quien ms, quien menosse las arregla,en la prcticase encuentra
siempre la manerala manera de apaarse,42vos me comprendis,en
resumen, el problema no es ste.El problema es otro,si tenis la
paciencia de escucharde escucharmede.El problema es este
caminohermoso caminoeste camino que correy se escurrey socorrepero
no corre derechocomo podra ni siquiera torcidocomo
sabrano.Curiosamentese deshace.Creedme(por una vez creedme vos a
m)se deshace.En resumen resumiendo,se va un poco para aquun poco
para allpresa de imprevistalibertad.Quin sabe.Ahora, no es por
menoscabaros, pero tendra que explicaros algo que es humano y no es
divino, eso del camino que uno tiene delante y se deshace, se
pierde, se desgrana, se eclipsa,no s si os hacis a la idea, pero es
fcil que no nos hagis a la idea, es algo humano, generalmente, eso
de perderse. No es algo que Os competa. Es necesario que tengis
paciencia y me dejis explicroslo. Un asunto de poca monta. Antes
que nada, no tendra que despistaros el hecho de que, tcnicamente
hablando, no puede negarse, este camino se corre se escurre
socorre, bajo las ruedas de este carruaje, efectivamente,
atenindonos a los hechos, no se deshace en realidad. Tcnicamente
hablando. Contina recto, sin vacilaciones, ni siquiera un tmido
cruce, nada. Recto como un huso. Lo veo por m mismo. Pero el
problema, dejadme que os lo diga nio es ste. No es de este camino,
hecho de tierra y polvo y guijarros, de lo que estamos hablando. El
camino en cuestin es otro. Y no corre por fuera, sino por dentro.
No s si os hacis a la idea: mi camino. Todos tienen uno, lo sabris
tambin ya que, entre cosas cosas, no sois ajeno al proyecto de esta
mquina que somos todos, cada uno a su manera. Todo el mundo tiene
un camino dentro, lo que facilita, como mnimo, el 43cumplimiento de
este viaje nuestro, y solo de vez en cuando lo complica. Ahora es
uno de esos momentos en que lo complica. En resumen resumiendo, es
ese camino, ese de dentro, el que se deshace, se ha deshecho,
bendito sea, ya no existe. Ocurre. Credme. Y no es algo agradable.
No.Yo creoque ha sido,Seor Buen Dios,ha sidoyo creo el mar.El mar
confunde las olaslos pensamientoslos velerosla mente te miente de
prontoy los caminos que ayer existanya no son nada.De manera que
creo,yo creo,que aquella ocurrencia vuestradel diluvio universalfue
en efectouna ocurrencia genial.(...)Las ventanas (G. Apollinaire)
LES FENTRESDu rouge au vert tout le jaune se meurtQuand chantent
les aras dans les forets natalesAbatis de pihisIl y a un pome faire
sur l'oiseau qui n'a qu'une aileNous l'enverrons en message
tlgraphiqueTraumatisme gantIl fait couler les yeuxVoil une jolie
flle parmi les jeunes TurinaisesLe pauvre jeune homme se mouchait
dans sa cravateblancheTu soulveras le rideauEt maintenant voil que
s'ouvre la fentre44Araignes quand les mains tissaient la
lumireBeaut pleur insondables violetsNous tenterons en vain de
prendre du reposOn commencera minuitQuand on a le temps on a la
libertBigorneaux Lotte multiples Soleils et l'Oursindu couchantUne
vieille paire de chaussures jaunes devant la fentreToursLes Tours
ce sont les ruesPuitsPuits ce sont les placesPuitsArbres creux qui
abritent les Cpresses vagabondesLes Chabins chantent des airs
mourirAux Chabines marronesEt l'oie oua-oua trompette au nordO les
chasseurs de ratonsRaclent les pelleteriestincelant
diamantVancouverO le train blanc de neige et de feux nocturnes
fuitl'hiver ParisDu rouge au vert tout le jaune se meurtParis
Vancouver Hyres Maintenon New York et lesAntillesLa fentre s'ouvre
comme une orangeLe beau fruit de la lumireLAS VENTANASDel rojo al
verde todo el amarillo se muereCuando los loros cantan en los
bosques natalesTala de pihesHay un poema por hacer al pjaro de una
sola alaLo mandaremos en un telegramaTraumatismo giganteHace saltar
las lgrimasHe ah una linda chica entre las jvenes turinesasEl pobre
muchacho se sonaba con su corbatablancaLevantars la cortinaY he ah
que ahora se abre la ventana45Araas cuando las manos tejan la
luzBelleza palidez insondables violetasEn vano intentaremos tomar
un descansoEmpezaremos a medianocheSe es libre cuando se tiene
tiempoCaracoles Rape mltiples Soles y el Erizo marinodel ocasoUn
viejo par de zapatos amarillos ante la ventanaTorresLas Torres son
las callesPozosPozos son los lugaresPozosrboles huecos que cobijan
las mulatas errantesLos tercerones cantan coplas desesperadasA las
terceronas castaasY la oca cu-cu trompetea al norteDonde los
cazadores de mapachesRaspan las peleterasCentelleante
diamanteVancouverDonde el tren blanco de nieve y de luces nocturnas
huyedel inviernoOh ParsDel rojo al verde todo el amarillo se
muerePars Vancouver Hyres Maintenon Nueva York y lasAntillasLa
ventana se abre como una naranjaEl bello fruto de la luz4647Sobre
el dao que hace el tabaco (Anton Chejov) (O vrede tabaka)Traduccin
de E. PodgurskyMONLOGO EN UN ACTO(1886)PERSONAJEIVN IVANOVICH
NIUJIN, esposo de la propietaria de una escuela de msica y de un
pensionado de seoritas.La escena representa un estrado en un casino
de provinciaActo nico48NIUJIN, hombre de largas patillas y sin
bigote, vestido de un frac viejo y deslucido. Tras hacer una
entrada majestuosa, saluda y se estira el chaleco.NIUJIN.-Muy
seoras y muy seores mos!... (Se atusa las patillas.) Habiendo sido
invitada mimujer a hacerme dar una conferencia con fnes benfcos
sobre un tema popular..., he de decirles que, por lo que a m
respecta, el asunto de esta me es indiferente... Que hay que daruna
conferencia?... Pues a dar una conferencia... No soy profesor, y
estoy muy lejos de poseerla menor categora cientfca; pero, sin
embargo, hace ya treinta aos que trabajo de un modo incesante, y
hasta con perjuicio..., podra decir..., de mi propia salud, en
cuestiones de un carcter puramente cientfco... Incluso escribo
artculos cientfcos o, al menos, si no precisamente cientfcos, algo,
con perdn de ustedes, que se asemeja mucho a lo cientfco.
Justamente, en uno de los pasados das, compuse uno largusimo, que
llevaba el siguiente ttulo: Sobre lo daino de determinados
insectos... A mis hijas les gust mucho... En especial, la parte
dedicada a las chinches... Yo, sin embargo, despus de ledo lo
romp... Despus de todo, y se escriba lo que se escriba, no puede
uno prescindir del uso de los polvos persas... Por tema de mi
conferencia de hoy he elegido el que sigue: Sobre el dao que el
tabaco causa a la Humanidad. Yo soy fumador..., pero como mi mujer
me manda hablar de lo daino del tabaco..., qu remedio me queda!...
Si hay que hablar del tabaco..., hablar del tabaco!... A m me da
igual!... Eso s..., les ruego, seores, que escuchen esta
conferencia con la debida seriedad... Aquel a quien una conferencia
cientfca asuste o desagrade..., puede no escucharla y retirarse...
(Se estira el chaleco.) Solicito tambin una atencin especial por
parte de los seores mdicos..., ya que estos pueden sacar gran
provecho de mi conferencia..., dado que el tabaco, a pesar de su
carcter perjudicial, es empleado tambin en medicina. Si, por
ejemplo, metiramos una mosca en una tabaquera..., morira,
seguramente, vctima de un desequilibrio de sus nervios... Como
primera orientacin, puede decirse que el tabaco es una planta...
Les advierto que yo, por lo general, cuando doy una conferencia,
tengo la mana de guiar el ojo derecho; pero ustedes no reparen en
ello... Es un defecto de mis nervios... Soy hombre muy nervioso, y
esta costumbre de guiar un ojo la contraje el trece de septiembre
de mil ochocientos ochenta y nueve: da en el que mi mujer dio a luz
su cuarta hija, de nombre Varvara... Todas mis hijas nacieron en
trece... Pero... (Mira el reloj.), el tiempo apremia y no podemos
desviarnos del tema de esta conferencia. Tengo, primeramente, que
decirles que mi mujer es propietaria de una escuela de msica y de
un pensionado de seoritas... Dicho sea entre nosotros, a mi mujer
le gusta mucho quejarse de lafalta de dinero; pero la realidad es
que tiene ahorrados de cuarenta a cincuenta mil rublos..., por lo
menos!..., mientras que yo no dispongo ni de una sola kopeika... En
fn, qu se le va a hacer!... En la pensin, el encargado de las
faenas domsticas soy yo... Voy a la compra, vigilo el servicio,
anoto los gastos, confecciono cuadernos, limpio de chinches los
muebles, paseo al perrito de mi mujer, cazo ratones... Ayer, por
ejemplo, que proyectaban hacer blinis(1), mi obligacin se redujo a
dar a la cocinera la harina y la mantequilla; pues bien..., fgrense
que hoy, cuando estaban preparados ya los blinis, viene mi mujer a
la cocina y dice que tres de las alumnas no pueden comerlos por
tener las amgdalas infamadas... Sobraban, por tanto, varios
blinis... Qu hacer con ellos?... Mi mujer quiso, primero,
49guardarlos en la despensa; pero luego, despus de pensarlo un
rato, me dijo: Cmetelos t, espantapjaros!... Cuando est de mal
humor me llama espantapjaros... Satans!... Y qu tengo yo de
Satans?... Ella es la que est siempre de mal humor!... No puedo
decir que me com los blinis... Me los tragu sin masticar... Tengo
siempre tanta hambre!... Ayer, por ejemplo, no me dio de comer en
absoluto... Por qu voy a tener yo que darte de comer?, me dijo...
Pero... (Mirando el reloj.), nos estamos desviando del tema.
Prosigamos... Aunque, en realidad, creo que seguramente les gustara
ms estar escuchando una sinfona o un aria... (Canta.) En el combate
no perderemos la sangre fra!... No me acuerdo de dnde es esto... A
propsito..., me olvidaba decirles que en la escuela de msica de mi
mujer..., aparte de las ocupaciones domsticas..., tengo obligacin
de dar clase de matemticas, de fsica, de qumica, de geografa, de
historia, de solfeo, de literatura, etctera... Las lecciones de
baile, canto y dibujo las cobra mi mujer, aunque la de baile y la
de canto tambin soy yo quien las doy... Nuestra escuela est situada
en el callejn de Piatisobachi(2) y en el nmero trece. Seguramente
es el vivir en un nmero trece lo que me hace tener tan poca suerte
en la vida... Mis hijas nacieron en trece y nuestra casa tiene
trece ventanas... Qu, se le va a hacer!... Si alguien desea ms
detalles puede dirigirse a mi mujer, que est a todas horas en casa,
o leer los programas de la escuela. Los vende el portero a treinta
kopeikas la hoja. (Saca unas cuantas de su bolsillo.) Si lo desean,
puedo darles algunos. A treinta kopeikas la hoja!... Hay quien la
quiera?... (Pausa.) No quiere nadie?... Se la dejo a veinte!
(Pausa.) La fatalidad!... Si vivo en un nmero trece, cmo voy a
tener suerte!... Me he vuelto viejo y tonto!... Quin sabe si, por
ejemplo, mientras estoy dando esta conferencia presento un aspecto
alegre y, sin embargo..., cmo me agradara pegar un grito muy fuerte
o salir de aqu disparado e ir a parar a mil leguas!... No tengo
nadie con quien poder lamentarme y hasta me entran ganas de
llorar!... Me dirn ustedes...: Y sus hijas?... Mis hijas!... Les
hablo y se echan a rer!... Mi mujer tiene siete hijas. No,
perdn..., creo que seis... (Con viveza.) No, siete... La mayor,
Anna, ha cumplido los veintisiete, y la menor, los diecisiete...
Muy seores mos!... Escuchen!... (Volviendo la cabeza para mirar
tras de s.) Soy un desgraciado!... Me he convertido en un ser
anodino..., aunque, en realidad..., tienen ustedes delante al ms
feliz de los padres..., o, por lo menos, deban tenerlo... Es todo
lo que me atrevo a decir... Si supieran ustedes solamente cunto!...
He vivido junto a mi mujer treinta y tres aos de mi vida,que puedo
decir fueron los mejores de ella... Bueno!... Los mejores,
precisamente, no, pero..., casi, casi!... Estos, en una palabra, se
deslizaron como un feliz instante..., aunque parahablar en
justicia..., que se los lleve el diablo... (Volviendo la cabeza.)
Me parece que ella no ha venido todava y que puede uno decir lo que
quiere... Me da miedo!... Me da un miedo horrible cuando me
mira!... Pues..., como les iba diciendo..., mis hijas seguramente
no se casan por su timidez y, adems, porque no hay hombre que tenga
ocasin de conocerlas... Mi mujer no quiere dar reuniones ni invita
nunca a nadie a comer... Es una dama sumamente roosa, gruona e
irascible, por lo que jams viene nadie a visitarnos; pero, sin
embargo, puedo comunicarles, en calidad de secreto (Se acerca a las
candilejas.), que a las hijas de mi mujer puede vrselas en los das
de las grandes festividades en casa de su ta Natalia Semionovna...,
esa que padece de reuma y gasta un vestido amarillo con pintitas
negras que parece va todo salpicado de cucarachas... All
acostumbran tambin dar meriendas, y, cuando mi mujer no est
presente, se permite esto: (Empina el codo.) Tengo que decirles que
la 50primera copa suele ya embriagarme, y que, en ese momento,
siento en el alma tanta paz y, al mismo tiempo, tanta tristeza, que
no tengo palabras para expresarlas... No s por qu, acudena mi
memoria los aos de mi juventud y experimento unos tremendos deseos
de correr... Ay!... (Con animacin.) Si supieran ustedes lo fuertes
que son estos deseos!... Correr!... Dejarlo todo!... Correr sin
volver atrs la cabeza!... Adnde?... Qu importa adnde!... Lo que
importa es escapar a esta vida fea, vulgar, barata, que me ha
convertido en un viejo y lamentable tonto..., en un viejo y
lamentable idiota!... Escapar a esta vieja mezquina, mala, mala
tacana que es mi mujer!... Mi mujer, que durante treinta y tres aos
me ha martirizado!... Huir de la msica, de la cocina, del dinero de
mi mujer, de todas estas pequeeces y vulgaridades, y detenerme
lejos..., lejos..., en algn lugar del campo..., convertido en un
rbol, en un poste, en un espantapjaros, bajo el ancho cielo, y
pasarme la noche contemplando la clara, la silenciosa luna y
olvidar!... Olvidar!... Oh, como quisiera no acordarme de nada!...
Cmo quisiera arrancar de mis hombros este vil y viejo frac con el
que me cas hace treinta aos!... (Arrancndose de encima el frac.)
Con el que estoy dando siempre conferencias para fnes benfcos!...
Toma!... (Pisotendolo.) Toma!... Tambin yo soy tan viejo, tan pobre
y tan lamentable como este chaleco de espalda gastada y
deshilachada!... Nada necesito!... Estoy por encima y soy ms puro
que todo esto!...Hubo un tiempo en el que fui joven,
inteligente..., en el que estudi en la Universidad..., en el que so
y me consider un hombre!... Ahora, nada necesito!... Nada, salvo la
paz!... (Mira hacia un lado y se pone precipitadamente el frac.)
Pero si est mi mujer entre bastidores!... Ha venido y me est
esperando! (Mira el reloj.) Seores! El tiempo fjado para esta
conferencia ha expirado ya!... Les ruego..., si ella les pregunta
algo..., digan que ha sido pronunciada..., que el fantoche..., o
sase, yo..., se port dignamente!... (Echando una mirada a un
costado y aclarndose la garganta.) Est mirando hacia aqu!...
(Alzando la voz.) Una vez admitido que el tabaco contenga en s el
terrible veneno a que acabo de referirme, en ningn caso les
aconsejo que fumen, y hasta me permito esperar que esta
conferencia, que ha tenido por tema El dao que hace el tabaco, les
aporte un benefcio... He dicho... Dixi et animam levavi. (Saluda, y
sale con paso majestuoso. Teln.)NOTAS:1. Especie de tortitas. Plato
tpico.512. De los cinco perros. 52Pulp (Charles Bukowski)22 de
octubre de 2009 a las 6:2922Me despert deprimido. Mir el techo, las
grietas del techo. Vi en ellasun bfalo que se lanzaba sobre algo.
Pens que era sobre m. Luego vi unaserpiente con un conejo en la
boca. El sol entraba a travs de las rajas de laspersianas y formaba
una esvstica en mi vientre. El agujero del culo meescoca. oeSera
que tena otra vez hemorroides? Tena el cuello rgido y laboca me
saba a leche agria.Me levant y fui hacia el cuarto de bao. Odiaba
mirarme en aquelespejo pero lo hice. Vi depresin y derrota. Unas
bolsas oscuras debajo de losojos. Ojillos cobardes, los ojos de un
roedor atrapado por un jodido gato.Tena la carne foja. Pareca como
si le disgustara ser parte de m. Las cejasretorcidas para abajo
parecan enloquecidas, unos pelos de cejasenloquecidas. Horrible.
Tena un aspecto asqueroso. Y ni siquiera tena ganasde mover el
vientre. Estaba atrancado. Me dirig al retrete a mear. Apuntbien
pero no s por qu sali de lado y se estrell en el suelo.
Intentapuntar mejor y me toda la tapa del retrete que me haba
olvidado delevantar. Arranqu un buen pedazo de papel higinico y lo
limpi. Limpi elasiento. Ech el papel dentro de la taza y tir de la
cadena. Fui a la ventana,mir hacia afuera y vi una cagada de gato
en el tejado de la casa de al lado.Luego me di la vuelta, busqu el
cepillo de dientes, apret el tubo. Salidemasiado. Rebas el cepillo
y cay al lavabo. Era verde. Era como ungusano verde. Met un dedo,
cog un poco, lo puse en el cepillo y empec acepillarme. Dientes!
Vaya una maldita cosa! Tenemos que comer y comer yvolver a comer.
Somos asquerosos, condenados a nuestros pequeos y sucioshbitos.
Comer y tirarse pedos y rascarse y sonrer y marcharse de
vacaciones.Termin de cepillarme los dientes y me volv a la cama. No
me quedabaninguna energa, ningn nimo. No era ms que una chincheta.
Un pedazode linleo.Decid quedarme en la cama hasta medioda. Quiz
para entonces lamitad del mundo se habra muerto y sera slo la mitad
de duro de53sobrellevar. Quiz si me levantase a medioda tendra
mejor aspecto, meencontrara mejor. Una vez conoc a un tipo que no
defecaba desde hacadas. Al fnal simplemente explot. De verdad. La
mierda le sali volando dela barriga.Luego son el telfono. Lo dej
sonar. Nunca contesto al telfono porla maana. Son 5 veces y luego
par. Ya. Estaba a solas conmigo. Y comoera asqueroso, era mejor que
estar con otra persona, con cualquier personade las que andan por
ah con sus penosas triquiuelas y juegos de manos.Me sub las mantas
hasta el cuello y esper.Cancin ( Gregorio Silvestre) Ojos, decdselo
voscon mirar,pues tambin sabis hablar.No le dejeis a la lenguaque
en su provecho entorpece y cuanto el dolor nos crece tanto ms su
virtud mengua.Y pues de vuestro mirarnasci el dao de los dos,ojos,
decdselos voscon mirar,pues tambin sabis hablar.Del dao la causa
fuistes,sed ahora del bien medio,sabed procurar remedioal veneno
que bebistes;porque con slo el llorarno se enternece este
dios,ojos, decdselo vos.Del alma al concepto tiernole diris vos,
ojos mos,las penas, los desvarosque padezco en este inferno.54Y que
sepa remediarpara que el dao de los dos,pues con slo verla vosla
supsteis adorar.No os cause el hablar enojosque lenguaje es
conocidoun espritu afigidodecir su mal por los ojos.Si l no se sabe
mostrar,ojos mostrdselo vos,aunque os derritis los dosen lo que
solis llorar.AMBERES -FG- (ROBERTO BOLAO)13 de septiembre de 2009 a
las 21:3311. ENTRE LOS CABALLOSSo con una mujer sin boca, dice el
tipo en la cama. No pude reprimir una sonrisa. Las imgenes son
empujadas nuevamente por el mbolo. Mira, le dije, conozco una
historia tan triste como sa. Es un escritor que vive en las afueras
de la ciudad. Se gana la vida trabajando en un picadero. Nunca ha
pedido gran cosa de la vida, le basta con tener un cuarto y tiempo
libre para leer. Pero un da conoce a una muchacha que vive en otra
ciudad y se enamora. Deciden casarse. La muchacha vendr a vivir con
l. Se plantea el primer problema: conseguir una casa lo
sufcientemente grande para los dos. El segundo problema es de dnde
sacar dinero para pagar esa casa. Despus todo se encadena: un
trabajo con ingresos fjos (en los picaderos se trabaja a comisin,
ms cuarto, comida y una pequea paga al mes), legalizar sus papeles,
seguridad social, etc. Por lo pronto necesita dinero para ir a la
ciudad de su prometida. Un amigo le proporciona la posibilidad de
escribir artculos para una revista. l piensa que con los cuatro
primeros puede pagar el autobs de ida y vuelta y tal vez algunos
das de alojamiento en una pensin barata. Escribe a su chica
anunciando el viaje. Pero no puede redactar ningn artculo. Pasa las
tardes sentado a una mesa de la terraza del picadero intentando
escribir, pero no puede. No le sale nada, como vulgarmente se dice.
El tipo reconoceque est acabado. Slo escribe breves textos
policiales. El viaje se 55aleja de su futuro, se pierde, y l
permanece aptico, quieto, trabajandode manera automtica entre los
caballos..EL PAN NUESTRO (CSAR VALLEJO) Se bebe el desayuno...Hmeda
tierra de cementerio huele a sangre amada.Ciudad de invierno...La
mordaz cruzada de una carretaque arrastrar parece una emocin de
ayuno encadenada.Si quisiera tocar todas las puertas y preguntar
por no s quien;y luego ver a los pobres, y, llorando quedos,dar
pedacitos de pan fresco a todos.Y saquear a los ricos sus viedoscon
las dos manos santas56que a un golpe de luz volaron desclavadas de
la Cruz.Pestaa matinal, no os levantis! !El pan nuestro de cada da
dnoslo, Seor...!Todos mis huesos son ajenos;yo tal vez los rob.Yo
vine a darme lo que acaso estuvo asignado para otro;y pienso que,
si no hubiera nacido,otro pobre tomara este caf!Yo soy un mal
ladrn... A dnde ir!Y en esta hora fra,en que la tierra trasciende a
polvo humanoy es tan triste, quisiera yo tocar todas las puertas,y
suplicar a no s quin, perdn,y hacerle pedacitos de pan fresco
aqu,en el horno de mi corazn...!DIARIO DE UN LOCO (NIKOLAI GGOL)
57(CUENTO
COMPLETO)http://www.apocatastasis.com/diario-de-un-loco-cuento-nicolas-gogol.php(...)Enero
del mismo ao, que tuvo lugar despus de febreroHasta ahora no puedo
comprender qu pas tan raro es Espaa. Las costumbres populares y el
ceremonial de la Corte son completamente extraordinarios. No
comprendo, decididamente no comprendo nada. Hoy me han afeitado la
cabeza, a pesar de que grit como un condenado, diciendo que no
quera ser un monje. Pero ya soy incapaz de recordar lo que me pas
cuando empezaron a verterme agua fra sobre la cabeza. Jams
experiment un inferno semejante! Estaba a punto de volverme
rabioso, y apenas pudieron retenerme. No comprendo el signifcado de
esta extraa costumbre. Es una costumbre estpida, absurda! Me niego
a comprender la insensatez de los reyes, que hasta ahora no han
sabido deshacersede estas costumbres. A juzgar por todo, me fguro
que habr cado en manos de la Inquisicin,y seguramente aquel a quien
tom por el canciller no es ms que el gran inquisidor. Pero lo nico
que an no logro comprender es cmo un rey puede someterse a la
Inquisicin. Claro que de esto pueden tener la culpa Francia y
Polignac. Ah, este Polignac! Qu bestia! Jur oponerse a m hasta la
muerte! Y por eso me persiguen todo el tiempo; pero ya s, amigo
mo,que obras bajo la presin de Inglaterra. Los ingleses son unos
grandes polticos que siempre se insinan en todos los sitios. Y sabe
el mundo entero que cuando Inglaterra aspira rap, Francia
estornuda.Da 25Hoy el gran inquisidor vino a mi habitacin. Pero yo,
en cuanto o sus pasos desde lejos, me 58escond debajo de la silla.
l, al ver que no estaba empez a llamarme. Al principio
grit:-Poprischew!Yo permanec callado.Despus dijo:-Aksanti
Ivanovich, consejero titular, noble!Pero yo permaneca
callado.-Fernando VIII, rey de Espaa!Yo quise sacar la cabeza, pero
pens: "No, amigo, ya no me engaas. Otra vez me vas a echar agua fra
sobre la cabeza". Pero debi de verme, y me hizo salir con su palo
de debajo de la silla. Qu dao hace ese maldito palo! Sin embargo,
fui recompensado de todo con el hallazgo que hice hoy. Descubr que
cada gallo tiene una Espaa y que la lleva debajo de las plumas.
Pero el gran inquisidor se fue muy enfadado, amenazndome con
terribles castigos. Yo no hice caso de su ira impotente, ya que
obra slo como una mquina, como un instrumento en mano de los
ingleses.Da 34 de febrero de 343No, ya no tengo fuerzas para
aguantar ms! Dios mo!, qu es lo que estn haciendo conmigo? Me echan
agua sobre la cabeza. No me hacen caso, no me miran ni me escuchan.
Qu les he hecho yo, Seor? Por qu me atormentan? Qu es lo que
esperan de m? Ay, infeliz de m! Qu les puedo dar yo? Yo no tengo
nada. No tengo fuerzas, no puedo aguantar ms todos los martirios
que me hacen. Tengo la cabeza ardiendo, y todo da vueltas en torno
mo. Slvenme, llvenme de aqu! Que me den una troika con caballos
veloces! Sintate, cochero, para llevarme lejos de este mundo! Ms
lejos, ms lejos, para que no se vea nada!...Cmo ondea el cielo
delante de m! A lo lejos centelleaba una estrella, el bosque de
rboles sombros desfla ante mis ojos, y por encima de l asoma la
luna nueva. Bajo mis pies se extiende una niebla azul oscura; oigo
una cuerda que suea en la niebla; de un lado est el mar, y del
otro, Italia; all, a lo lejos, se ven las chozas rusas. Quiz sea mi
casa la que se vislumbra all a lo lejos? Es mi madre la que est
sentada a la ventana? Madrecita, salva a tu pobre hijo! Vierte unas
cuantas lgrimas sobre su cabeza enferma! Mira cmo lo martirizan!
Ampara en tu pecho a tu pobre hurfano! En el mundo no hay sitio
para l. Lo persiguen! Madrecita, ten piedad de tu nio enfermo!...
Ah! Sabe usted que el bey de Argel tiene una verruga debajo de la
nariz?GRIETA MATINAL (LVARO MUTIS) 59GRIETA MATINALCala tu
miseria,sondala, conoce sus ms escondidas cavernas.Aceita los
engranajes de tu miseria,ponla en tu camino, brete paso con ellay
en cada puerta golpeacon los blancos cartlagos de tu
miseria.Comprala con la de otras gentesy mide bien el asombro de
sus diferencias,la singular agudeza de sus bordes.Amprate en los
suaves ngulos de tu miseria.Ten presente a cada horaque su materia
es tu materia,el nico puerto del que conoces cada rada,cada boya,
cada seal desde la clida tierraa donde llegas a reinar como
Crusoeentre la muchedumbre de sombrasque te rozan y con las que
tropiezassin entender su propsito ni su costumbre.Cultiva tu
miseria,hazla perdurable,alimntate de su savia,envulvete en el
manto tejido con sus ms secretos hilos.Aprende a reconocerla entre
todas,no permitas que sea familiar a los otrosni que la prolonguen
abusivamente los tuyos.Que te sea como agua bautismalbrotada de las
grandes cloacas municipales,como los arroyos que nacen en los
mataderos.Que se confunda con tus entraas, tu miseria;que contenga
desde ahora los captulos de tu muerte,los elementos de tu ms
certero abandono.Nunca dejes de lado tu miseria,as descanses a su
veracomo junto al blanco cuerpodel que se ha retirado el deseo.Ten
siempre lista tu miseriay no permitas que se evada por distraccin o
engao.Aprende a reconocerla hasta en sus ms breves signos:el
encogerse de las fnas hojas del carbonero,el abrirse de las fores
con la primera frescura de la tarde,la soledad de una jaula de
circo60varada en el lodo del camino,el holln en los arrabales,el
vaso de latn que mide la sopa en los cuarteles,la ropa desordenada
de los ciegos,las campanillas que agotan su llamadoen el solar
sembrado de eucaliptos,el yodo de las navegaciones.No mezcles tu
miseria en los asuntos de cada da.Aprende a guardarla para las
horas de tu solazy teje con ella la verdadera,la sola materia
perdurablede tu episodio sobre la tierra.(De Los trabajos
perdidos)61EL RODABALLO -FRG- (GNTER GRASS) 62Y entonces el
rodaballo expuso su teora del amor como medio de acabar con el
matriarcado: el amor liberara los sentimientos. Fijara normas que
nadie podra cumplir. Alimentara una insatisfaccin permanente que no
podra saciar. Inventara un lenguaje de suspiros: la
iluminadoramente oscurecedora poesa. Se apropiara de la cada de la
hoja, las nieblas, la carcoma, el deshielo y el sensual reventar de
los capullos. Fabricara sueos de colorido sobrenatural. Lo pintara
todo de rosa. Empujara a las mujeres a tener exigencias siempre
voraces, como sustitutivo del poder perdido. Sera el prolongado
lamento de cada Illsebill*.El rodaballo dio entonces sus
instrucciones: haba que levantar la superestructura del amor para
que, bajo su cubierta religiosa, pudiese desarrollarse el prctico
matrimonio, garanta de la propiedad. Porque el amor nada tena que
ver con el matrimonio. El matrimonio traa seguridad; el amor slo
poda tener por consecuencia el sufrimiento. Esto no se traducira
sloen poemas conmovedores, sino tambin, por desgracia, en actos
criminales: la rival envenenada, atravesada con una aguja de hacer
media. Sin embargo, por otro lado, el amor poda perfeccionarse y
extenderse a terceros y cuartos de tal forma, que fuera
interesantemente tratado en el teatro, a lo largo de varios actos,
puesto en msica y flmado y, de paso, provocara en las mujeres
enfermedades psquicas, o sea, complicadas. (El rodaballo enumer
desde la inapetencia hasta la locura furiosa, pasando por las
jaquecas, todo lo que 63en los seguros de enfermedad, aparece
entretanto en el apartado de enfermedades mentales.)Para acabar con
su teora, que estaba cuajada de citas de poemas lricos, desde
losminnesinger hasta los Beatles, y anticipaba las canciones de
moda y el moderno lenguaje publicitario, una frase programtica:
"Slo cuando se logre convencer a las mujeres de que el amor es una
fuerza liberadora, y la seguridad de ser amada la felicidad ms
alta, y los hombres se nieguen consistentemente, incluso cuando
sean amados hasta la adoracin, a amar igualmente o hacer durar los
amoros fugaces -es decir, cuando la mujer dependa de la seguridad,
nunca garantizada, de que l la ama, la sigue amando, slo a ella,
menos que antes, otra vez, ya no, y ello se convierta
permanentemente en angustia, infravaloracin, tormento y aplastante
esclavitud -se habr derrotado por fn al matriarcado, vencer el
smboloflico y se depreciarn todos los dolos vulvares, saldr a la
luz el hombre desde la oscura prehistoria del seno materno y se
perpetuar a s mismo, como padre, en forma soberana".(...)Y ante el
tribunal feminista, cuando, por fn, la teora del amor se convirti
en uno de los puntos de la acusacin, rodaballo dijo en su propia
defensa: "Poco a poco, mis respetadas damas. He reconocido ya que,
al principio, cuando los hombres eran mantenidos todava en minora
de edad y, con motivo, se poda hablar de su opresin, conceb el amor
como antdoto: de forma compensadora, deba producir una preminencia
masculina y una dependencia femenina. Sin embargo (...), muchas
mujeres han conseguido convertir mi -comodice la acusacin-
instrumento opresivo tan prfdamente imaginado en smbolo de la
eterna grandeza femenina: cuntas victorias sobre s mismas, cunto
altruismo, cunta fortaleza de nimo, cunto sentimiento vencedor de
todas las barreras, cunta fdelidad. Todas esas fguras de mujeres
que fueron grandes amantes! Qu sera sin ellas de la literatura?
Romeo, un muchachuelo intil si Julieta no hubiera existido. Con
quin, si no con su Diotima, hubiera podido Hlderlin expansionarse
lricamente? Ay, el amor que an hoy nos conmueve de la pequea
Catalina de Heilbronn: 'Mi dueo y seor!'. O la merte de Ottilia en
Las afnidades electivas de Goethe." (...)* Grass polemiza, en la
novela, el origen y la interpretacin del cuentito de los hermanos
Grimm, "el pescador y su
mujer".http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/el_pescador_y_su_mujerel
desarrollo del juicio al rodaballo por el tribunal feminista es
harto entretenido y torcido. remtase al libro cualquier
interesado.BALTASAR GRACIN, EL CRITICN, SEGUNDA PARTE. 64CRISI
NONAAnfteatro de monstruosidadesPasaba un ro (y ro de lo que
pasa) entre mrgenes opuestas, coronada de fores la una, y de frutos
la otra; prado aqulla de deleites, asilo sta de seguridades.
Escondanse all entre las rosas las serpientes, entre los claveles
los spides, y bramaban las hambrientas feras, rodeando a quin
tragarse. En medio de tan evidentes riesgos estaba descansando un
hombre, si lo es un necio; pues pudiendo pasar el ro y meterse en
salvo de la otra parte, se estaba muy descuidado, cogiendo fores,
coronndose de rosas, y de cuando en cuando volviendo la mira a
contemplar el ro y ver correr sus cristales. Dbale voces un cuerdo,
acordndole su peligro y convidndole a pasarse de la otra banda con
menos difcultad hoy que maana. Mas l, muy a lo necio, responda que
estaba esperando acabase de correr el ro para poderle pasar sin
mojarse.Oh t, que haces mofa del fabulosamente necio, advierte que
eres el verdadero, t eres el mismo de quien te res, tanta y tan
solemne es tu demencia! Pues, instndote que dejes los riesgos del
vicio y te acojas a la banda de la virtud, respondes que aguardas
acabe de pasar la corriente de los males. Si le preguntis al otro
por qu no acaba de ajustarse con la razn, responde que est
aguardando pase el arrebatado torrente de sus pasiones, que no
quiere comenzar el camino de la virtud hoy, si ha de volver al
vicio de maana. Si le acordis a la otrasus obligaciones, la afrenta
que causa a los propios y la murmuracin a los extraos, dice que
corre con todas, que as se usa, que con ms edad tendr ms cordura.
Consulase aqul de no estudiar y dice que no piensa cansarse, pues
no se premian letras ni se estiman mritos. Excsese ste de no ser
hombre de substancia diciendo que no hay quien lo sea, todo est
perdido, que no se usa la virtud, todos engaan, adulan, mienten,
roban y viven de artifcio, y 65djase arrebatar de la corriente de
la frialdad. El juez se lava las manos de que no hace justicia con
que todo est rematado y no sabe por dnde comenzar. As, que todos
aguardan aque amaine el mpetu de los vicios para pasarse a la banda
de la virtud. Mas es tan imposible el cesar los males, el acabarse
los escndalos en el mundo mientras haya hombres, como el parar los
ros. Lo acertado es poner el pecho al agua y con denodado valor
pasar de la otra banda al puerto de una seguridad dichosa.Peleando
estaban ya los dos valerosos guerreros (que no es otra cosa la vida
humana que una milicia a la malicia), y a esto les haban tocado
arma, trescientos monstruos, causa deste rebato; que con los rayos
de la razn descubrieron sus ardides, las atalayas en atenciones
avisaron a los fuegos de su celo, y ste al valor de ambos, que
denodadamente los fueron persiguiendo y retirando, tanto, que
llevados de su ardor en el alcance, se hallaron a las puertas de un
hermossimo palacio, primer fbrica del mundo, el ms artifcioso y
bien labrado que jams vieran, aunque haban admirado tantos. Ocupaba
el centro de un ameno prado conambiciones de paraso, de aquellos
que no perdona el gusto; su materia, aunque tierra, desmentida de
los primores del arte, dejaba muy atrs la misma solar esfera: obra,
al fn, de grande artfce y fabricada para un prncipe grande.Si sera
ste dijo Andrenio el tan alabado alczar de Virtelia?; que una cosa
tan perfecta no puede ser estancia sino de su grande perfeccin; que
tal suele ser el epiciclo cual la estrella.Oh no! dijo Critilo, que
ste est a los pies del monte, y aqul sobre su cabeza; aqul se
empina hasta el cielo, y ste se roza con el abismo; aqul entre
austeridades, y ste entre delicias.Esto ponderaban, cuando vieron
asomar por su majestuosa puerta, al cabo de muchas varas de nariz,
un hombrecillo de media, que vindolos admirados, les dijo:Yo no s
de qu, pues as como hay hombres de gran corazn y de gran pecho, yo
lo soy degrandes narices.Toda gran trompa dijo Critilo siempre fue
para m seal de grande trampa.Y por qu no de sagacidad? replic l.
Pues advert que con sta os he de abrir camino: seguidme.Lo primero
que encontraron en el mismo atrio fue un establo, nada estable,
aunque lleno de gente lucida, hombres de mucho porte y de ms cuenta
muy hallados todos con los brutos, sinasquear el mal olor de tan
inmunda estancia.Qu es esto? dijo Critilo. Cmo stos, que parecen
personas, estn en tan vil lugar?66Por su gusto respondi el
Stiro.Pues desto gustan?S, que los ms de los hombres eligen antes
vivir en la hedionda pocilga de sus bestiales apetitos que arriba
en el saln dorado de la razn.No se senta otro dentro que malas
voces y bramidos de feras, ni se oan sino monstruosidades. Era
intolerable la hediondez que despeda.Oh casa engaosa exclam
Andrenio, por fuera toda maravillas y por dentro
monstruosidades!Sabed dijo el Stiro que este hermoso palacio se
fabric para la Virtud, mas el Vicio se ha levantado con l, hale
tiranizado. Y as, de ordinario, veris que hace su morada en la
mayor hermosura y gentileza: el cuerpo ms lindo y agraciado, criado
para estancia hermosa de la Virtud, le toparis lleno de torpezas;
la mayor nobleza, de infamias; la riqueza, de ruindades.Comenzaron
con esto a rehusar el empearse, temiendo el despeo, cuando uno de
aquellos monstruos les dijo:En eso no reparis, que aqu siempre hay
salida para todo, y yo soy el que a cuantos se empean la hallo: a
la doncellita la persuado su deshonra dicindola que no la faltar
una amiga o una piadosa ta de quien farse; el asesino, que mate,
que ya habr quien le haga espaldas; al ladrn, que robe; al
salteador, que desuelle, que ya se har un simple compasivo que
interceda por l a la justicia; al tahur, que juegue, que no faltar
un amigo enemigo que le preste. De suerte que por grande que sea el
despeo, le pinto fcil el salto: por entrincado quesea el laberinto,
le hallo el ovillo de oro, y a toda la difcultad la solucin. As que
bien podis entrar: faos de m, que yo os desempear.Fue a meter el
pie Critilo y al punto encontr con un monstruo horrible; porque
tena las orejas de abogado, la lengua de procurador, las manos de
escribano, los pies de alguacil.Escpate grit el Stiro de todo
pleito, aunque sea dejndoles la capa!banse retirando con recelo,
cuando con mucho agrado se lleg a ellos otro monstruo muy corts,
suplicndoles fuesen servidos de entrar por cortesa, que no seran
los primeros que se haban perdido de puro corteses.Y si no,
preguntadle a aqul, que parece hombre circunspecto y de juicio, cmo
se jug la hacienda, y tras ella la honra y el descanso de su
casa.67Y respondiles:Seor, rogronme que hiciese un cuarto que les
faltaba, y deshice todos los de mi casa porque no me tuviesen por
grosero: pseme a jugar, piqume y lastimme a m mismo, pens
desquitarme y acab con todo por cortesa.Preguntadle aquel otro, que
se pica de entendido, cmo perdi la salud, la honra y la hacienda
con la otra loquilla.Y respondiles que, por no parecer descorts,
mantuvo la conversacin, de all paso a la correspondencia, hasta
hallarse perdido por cortesa. La otra, porque no la tuviesen por
necia, respondi al dicho y luego al billete; el marido, por no
parecer grosero, disimul con los muchos yentes y vinientes a su
casa; el juez, obligado de la intercesin del poderoso, hizo la
injusticia.De suerte que son infnitos los que se han perdido en el
mundo por cortesa. Y con esto y mil zalemas que les hizo, les oblig
a entrar. rase un tan espacioso atrio, que tomaba todo unmundo,
clebre anfteatro de monstruosidades, tan grandes como muchas, donde
tuvieron ms que abominar que admirar y vieron cosas, aunque muchas
veces vistas, que no se podan ver. Estaba en el primero y ltimo
lugar una horrible serpiente, coco de la misma hidra, tan
envejecida en el veneno, que la haban nacido alas y se iba
convirtiendo en un dragn, infcionando con su aliento el
mundo.Terrible cosa dijo Critilo, que de la cola de la culebra
nazca el basilisco, y de los dejos de la vbora el dragn! Qu
monstruosidad es sta?Como dstas se ven en el mundo cada da respondi
el Stiro. Veris que acaba la otracon su deshonestidad propia, y
comienza la ajena; no hace cara ya al vicio, por no tenella; da
alas a la otra que comienza a volar y hace sombra a los soles que
amanecen. Pierde el tahur su grande herencia, y pone casa de juego;
da naipes, despabila las velas abrasadoras, corta tantos para
tontos. El farsante para en charlatn y saltimbanco; el
acuchillador, en maestro de esgrima; el murmurador, cuando viejo,
en testigo falso; el holgazn, en escudero; el malsn, encatedrtico
del duelo; el infame, en libro verde; y el bebedor en tabernero,
agundoles el vino a los otros.Iban dando la vuelta y viendo
portentosas fealdades. Fuelo harto ver una mujer que de dos ngeles
haca dos demonios, digo, dos rapazas endiabladas; y tenindolas
desolladas, las meti a asar a un gran fuego, y comenz a comer
dellas sin ningn horror, tragando muy buenos bocados.Qu fereza es
sta tan inhumana! ponder Andrenio. No me dirs quin es sta que deja
atrs los mismos trogloditas?68Pues advierte que es su madre.La
misma que las ech a luz?Y hoy las escurece. sta es la que teniendo
dos hijas tan hermosas como viste, las mete en el fuego de su
lascivia; dellas come y traga los buenos bocados.Saliles de travs
un otro monstruo no menos raro. Era de tan extica condicin, de un
humor tan desproporcionado, que si le pegaban con un garrote de
encima y le quebraban las costillaso un brazo, no haca sentimiento;
pero si le daban con una caa, aunque levemente, sin hacerle ningn
dao, era tal su sentimiento que alborotaba el mundo. Lleg uno y
diole una penetrante pualada, y la tuvo por mucha honra; y porque
lleg otro y le peg un ligero espaldarazo con la espada envainada,
sin sacarle una gota de sangre, lo sinti de manera querevolvi toda
su parentela para la venganza. Pegle uno a puo cerrado un tal fero
mojicn, que le ensangrent la boca y le derrib los dientes, y no se
alter; y porque otro le asent la mano extendida, colorendole el
rostro, fue tal su rabia, que hunda el mundo, haciendo extremos.
Pues qu si le arrojaban un sombrero!: no senta tanto que le tirasen
un ladrillo y le polvoreasen los sesos. No tena por afrenta el
mentir, el no cumplir su palabra, el engaar, el decir mil
falsedades; y porque uno le dijo Ments pens reventar de clera y no
quiso comer hasta tomar venganza.Qu raro humor de monstruo ste
celebr Critilo, entreverado de necedad y locura!As es dijo el
Sagaz. Y quin creer que est hoy muy valido en el mundo?Ser entre
brbaros.No, sino entre cortesanos, entre la gente ms ladina.Y no
sabramos quin es?Este es el tan sonado Duelo; dgole, el descabezado
tan civil como criminal. Pasaron a la otra banda y registraron las
monstruosidades de la necedad, que eran otras tantas. Vieron queno
osaba comer un camalen por ahorrar, para que tragase despus el
puerco de su heredero; un melanclico pudrindose del buen humor de
los otros; muchos que porfaban sin estrella; el de todos si no de s
mismo. Admirronse de uno que pretenda por mujer la que haba muerto
a su marido, y l quera ser el marivenido; un soldado muriendo en un
barranco, muy consolado de no gastar con mdicos ni sacristanes; un
seor que encomendaba a otros el mandar. Estaba uno encendiendo
fuego de canela para asar un rbano, un rico pretendiendo, y un
caduco enamorando. Aqu toparon con el de cien pleitos, y un prelado
huyendo dl porque no le metiese pleito en la mitra. Vieron uno que,
habindole dicho fuese a descansar a su casa, se equivoc y se iba a
la sepultura. Aqu estaba tambin el que haca almohada del chapn de
la Fortuna, y a su lado el que del cogote de la Ocasin pretenda
69hacerse la barba; el que llevaba descubiertas las perdices, y no
las venda. base uno a la crcel por otro. Pero el ms aborrecido era
un hombre bajo, descorts. Estaba uno parando lazos a los raposos
viejos, y otro pasando del dar al pedir; el que compraba caro lo
que era suyo; y estaba otro papando lisonjas de sus convidados; el
juglar de las casas ajenas, y en la suya cantimplora; el que deca
que no es de prncipes el saber; el que todas las cosas haca con
eminencia si no su empleo. Entraba en el lugar del que viva de
necio el que mora de sabio; el que pudiendo ver sol en su esfera,
no era constelacin en la ajena; el que funda en balas sus doblones.
Estaban dos, el uno jugando bien y siempre perdiendo, y el otro,
sin saberse dejar, ganando; un presumido con cuatro letras
garrofales; y el que conociendo un temerario, le faba todo su ser;
y sobre todo uno, que, viviendo de burlas, se iba al inferno de
veras.Todas estas monstruosidades, y otras ms, estaban admirando,
cuando arrebat de nuevo su atencin un monstruo que, huyendo de un
ngel, se iba tras un demonio, ciego y perdido por l.sta s que es
portentosa necedad! dijeron. Nada son las pasadas.ste es dijo el
Sagaz un hombre que, teniendo una consorte que le dio Dios
discreta, noble, rica, hermosa y virtuosa, anda perdido por otra,
que le atraz el diablo, por una moza de cntaro, por una vil y
asquerosa ramera, por una fea, por una loca insufrible con quien
gasta lo que no tiene. Para su mujer no saca el honesto vestido, y
para la amiga, la costosa gala; no halla un real para dar limosna,
y gasta con la ramera a millares; la hija trae desnuda, yla amiga
rozando lamas. Oh fero monstruo, casado con hermosa y amigado con
fea! Veris que unos vicios, aunque destruyen la honra, dejan la
hacienda; consumen otros la hacienda, yperdonan la salud; pero ste
de la torpeza con todo acaba, honra, hacienda, salud y vida.Lado
por lado, estaban otros dos monstruos tan confnantes cuan
diferentes, para que campeasen ms los extremos. El primero tena ms
malos ojos que un bizco, siempre miraba de mal ojo: si uno callaba,
deca que era un necio, si hablaba, que un bachiller; si se
humillaba, apocado, si se mesuraba, altivo; si sufrido, cobarde, y
si spero, furioso; si grave, letena por soberbio, si afable por
liviano; si liberal, por prdigo si detenido, por avaro; si
ajustado, por hipcrita; si desahogado, por profano; si modesto, por
tosco; si corts, por ligero:oh maligno mirar! Al contrario, el otro
se gloriaba de tener buena vista, todo lo miraba con buenos ojos;
con tal extremo de afcin, que a la desvergenza llamaba galantera, a
la deshonestidad buen gusto; la mentira deca que era ingenio; la
temeridad, valenta; la venganza, pundonor; la lisonja, cortejo; la
murmuracin, donaire; la astucia, sagacidad; y el artifcio,
prudencia.Qu dos monstruosidades dijo Andrenio tan necias! Siempre
van los mortales por extremos, nunca hallan el medio de la razn, y
se llaman racionales. No sabramos qu dos monstruos son stos?70S
dijo el Sagaz, aquella primera es la Mala Intencin, que toma de ojo
todo lo bueno; esta otra al contrario, es la Afcin, que siempre va
diciendo: Todo mi amigo es buen hombre. stos son los antojos del
mundo. Ya no se mira de otro modo. Y as, tanto se ha de atender a
quin alaba o a quin vitupera, como al alabado o vituperado.Ruaba un
otro bien monstruoso muy atapado.ste dijo Andrenio parece monstruo
vergonzante.Antes respondi el Stiro, es el de la desvergenza.Pues,
una mujer sin ella, cmo va atapada, contra su natural inclinacin de
ser vistas?Ah vers, que cuando ms descaradas esconden la cara.Eh!,
que ser recato.No es sino correr el velo a sus obligaciones; ayer
iba al contrario, tan escotada, que parece que descubriera ms, si
ms pudiera; siempre van por extremos. Vena ya un monstruo muy
humano haciendo reverencias a los mismos lacayos, besando los pies
aun a los mozos de cocina; llamaba seora a quien no mereca merced,
a todo el mundo con la gorra en la mano, previniendo de una legua
la cortesa; a unos se ofreca por su mayor afecto, a otros por su
menor criado.Qu monstruo tan comedido ste! ponderaba Andrenio, qu
humano! No he visto monstruo humilde hasta hoy.Qu bien lo
entiendes! dijo el Stiro. No hay otro ms soberbio. No ves t que,
cuantoms se abate, quiere subir ms alto? Para poder mandar a los
amos, se humilla a los criados. Estas reverencias hasta el suelo
son botes y rebotes de pelota, que da en tierra para subir al aire
de su vanidad.Al fn, si es que las necedades le tienen, apareci ya
la ms rara fgura, un monstruo por lo viejo decano. Descubra la
cabeza toda pelada, sin cabellos de altos pensamientos, ni negros
por lo profundo ni blancos por lo cuerdo, sin un pelo de sustancia;
movasele a un lado y a otro, sin consistencia alguna. Los ojos, en
otro tiempo tan claros y perspicaces, ahora tan facos y lagaosos no
vean lo que ms importaba, y de lejos poco o nada, para prevenir los
males; los odos, algn da muy oidores, tan sordos y tan atapados,
que no perciban la voz faca del pobre, sino la del ricazo, la del
poderoso, que hablan alto; la boca, desierta, que no slo no gritaba
con la efcacia que deba, pero ni osaba hablar, y si algo, entre los
dientes, queno tena; las manos, antes grandes ministras y obradoras
de grandes cosas, se vean gafas, un gancho en cada dedo, con que de
todo se asan y nada soltaban; los humildes y plebeyos pies, tan
gotosos y torcidos que no acertaban a dar un paso. De suerte que en
todo l no 71haba cosa buena ni parte sana. l se dola y todos se
quejaban, pero nadie se lastimaba, ninguno trataba de poner
remedio. Seguanle otros tres, altercando entre s la tirana
universal de los mortales. Traa el primero cara de veneno dulce, y
era escollo de marfl, hermosa muerte, despeo deseado, engao
agradable, mujer fngida y sirena verdadera, loca, necia, atrevida,
cruel, altiva y engaosa; peda, mandaba, presuma, violentaba,
tiranizaba y antojbansele bravos desvaros.Qu cosa puede haber en el
mundo deca que para m no sea? Todo cuanto hay, al cabo se viene a
reducir a mi gusto; si se hurta, es para m; si se mata, por m; si
se habla, es de m; si se desea, es a m; si se vive, conmigo: de
suerte que cuantas monstruosidades hay en el mundo.Eso no conceder
yo dijo el mismo, tan bizarro como vano, rico pero necio, altivo
pero ruin. Todo cuanto hay y luce, todo es para m, todo sirve a mi
pompa y ostentacin: si el mercader roba, es para vivir en el mundo;
si el caballero se empea, es para cumplir con el mundo; si la mujer
se engalana, es para parecer en el mundo. Todos los vicios dan
treguas, el glotn se ahita, el deshonesto se enfada, el bebedor
duerme, el cruel se cansa, pero la vanidad del mundo nunca dice
basta, siempre locura y ms locura. Y no me enojis, que lo dar todo
al diablo.Aqu estoy yo dijo ste tomndolo todo, que no hay cosa que
no sea ma, por habrmela dado muchas veces: en enojndose el marido,
dice luego: Mujer de Berceb!, y ella responde: Hombre del diablo!
Llvete Satans!, dice la madre al hijo. Y el amo: Vlgante mil
diablos! Vlganle a l, responde el criado. Y hombre hay tan
monstruoso, que dice: Vlgame una regin de demonios! De suerte que
no se hallar cosa en el mundo que no se me halla dado ella a m, o
me la hayan dado muchas veces. Y t mismo, oh mundo!, puedes negar
que no seas todo mo?Yo, de qu modo? Maldito seas t, y qu poca
vergenza que tienes!Y aun por eso replic l, que quien no tiene
vergenza todo el mundo es suyo.Apelaron de su porfa para el
monstruo coronado, prncipe de la Babilonia comn. ste, oda su
altercacin, les dijo:Ea, acaba, dejaos de pesares! Venid,
holgumonos, logremos la vida, gocemos de sus gustos, de los olores
y ungentos preciosos, de los banquetes y comidas, de los lascivos
deleites. Mira que se nos pasa la for de la edad; pasemos la edad
en for, comamos y bebamos, que maana moriremos; andmonos de prado
en prado, dando verdes a nuestros apetitos. Yo os quiero repartir
las jurisdiciones y vasallos para que no estis pleiteando cada da.
T, oh Carne!, llevars tras ti todos los facos, ociosos, regalones y
destemplados, reinars sobre la hermosura, el ocio y el vino, sers
seora de la voluntad. Y t, oh Mundo!, arrastrars todos los
soberbios, ambiciosos, ricos y potentados, reinars en la fantasa.
Mas 72t, Demonio, sers el rey de los mentirosos, de los que se
pican de entendidos, todo el distrito del ingenio ser tuyo. Veamos
ahora en qu pecan estos dos peregrinos de la vida dijo sealando a
Critilo y Andrenio, para que rindan vasallaje de monstruosidad; que
ni hay bestia sin tacha ni hombre sin crimen.Lo que averiguaron de
ellos se quedar para la siguiente crisi.ESTATUTO DEL VINO (PABLO
NERUDA) 73ESTATUTO DEL VINOCUANDO a regiones, cuando a
sacrifciosmanchas moradas como lluvias caen,el vino abre las
puertas con asombro,y en el refugio de los meses vuelasu cuerpo de
empapadas alas rojas.Sus pies tocan los muros y las tejascon
humedad de lenguas anegadas,y sobre el flo del da desnudosus abejas
en gotas van cayendo.Yo s que el vino no huye dando gritosa la
llegada del invierno,ni se esconde en iglesias tenebrosasa buscar
fuego en trapos derrumbados,sino que vuela sobre la estacin,sobre
el invierno que ha llegado ahoracon un pual entre las cejas
duras.Yo veo vagos sueos,yo reconozco lejos,y miro frente a m,
detrs de los cristales,reuniones de ropas desdichadas.A ellas la
bala del vino no llega,su amapola efcaz, su rayo rojomueren
ahogados en tristes tejidos,y se derrama por canales solos,por
calles hmedas, por ros sin nombre,el vino amargamente sumergido,el
vino ciego y subterrneo y solo.Yo estoy de pie en su espuma y sus
races,yo lloro en su follaje y en sus muertos,acompaado de sastres
cadosen medio del invierno deshonrado,yo subo escalas de humedad y
sangretanteando las paredes,y en la congoja del tiempo que
llegasobre una piedra me arrodillo y lloro.74Y hacia tneles acres
me encaminovestido de metales transitorios,hacia bodegas solas,
hacia sueos,hacia betunes verdes que palpitan,hacia herreras
desinteresadas,hacia sabores de lodo y garganta,hacia imperecederas
mariposas.Entonces surgen los hombres del vinovestidos de morados
cinturonesy sombreros de abejas derrotadas,y traen copas llenas de
ojos muertos,y terribles espadas de salmuera,y con roncas bocinas
se saludancantando cantos de intencin nupcial.Me gusta el canto
ronco de los hombres del vino,y el ruido de mojadas monedas en la
mesa,y el olor de zapatos y de uvasy de vmitos verdes:me gusta el
canto ciego de los hombres,y ese sonido de sal que golpealas
paredes del alba moribunda.Hablo de cosas que existen, Dios me
librede inventar cosas cuando estoy cantando!Hablo de la saliva
derramada en los muros,hablo de lentas medias de ramera,hablo del
coro de los hombres del vinogolpeando el atad con un hueso de
pjaro.Estoy en medio de ese canto, en mediodel invierno que rueda
por las calles,estoy en medio de los bebedores,con los ojos
abiertos hacia olvidados sitios,o recordando en delirante luto,o
durmiendo en cenizas derribado.Recordando noches, navos,
sementeras,amigos fallecidos, circunstancias,amargos hospitales y
nias entreabiertas:recordando un golpe de ola en cierta roca,con un
adorno de harina y espuma,75y la vida que hace uno en ciertos
pases,en ciertas costas solas,un sonido de estrellas en las
palmeras,un golpe del corazn en los vidrios,un tren que cruza
oscuro de ruedas malditasy muchas cosas tristes de esta especie.A
la humedad del vino, en las maanas,en las paredes a menudo mordidas
por los das de inviernoque caen en bodegas sin duda solitarias,a
esa virtud del vino llegan luchas,y cansados metales y sordas
dentaduras,y hay un tumulto de objeciones rotas,hay un furioso
llanto de botellas,y un crimen, como un ltigo cado.El vino clava
sus espinas negras,y sus erizos lgubres pasea,entre puales, entre
mediasnoches,entre roncas gargantas arrastradas,entre cigarros y
torcidos pelos,y como ola de mar su voz aumentaaullando llanto y
manos de cadver.Y entonces corre el vino perseguidoy sus tenaces
odres se destrozancontra las herraduras, y va el vino en silencio,y
sus toneles, en heridos buques en donde el aire muerderostros,
tripulaciones de silencio,y el vino huye por las carreteras,por las
iglesias, entre los carbones,y se caen sus plumas de amaranto,y se
disfraza de azufre su boca,y el vino ardiendo entre calles
usadas,buscando pozos, tneles, hormigas,bocas de tristes
muertos,por donde ir al azul de la tierraen donde se confunden la
lluvia y los ausentes. W.B. YeatsTHE FALLING OF THE LEAVES 76AUTUMN
is over the long leaves that love us, And over the mice in the
barley sheaves; Yellow the leaves of the rowan above us, And yellow
the wet wild-strawberry leaves. The hour of the waning of love has
beset us, And weary and worn are our sad souls now; Let us part,
ere the season of passion forget us, With a kiss and a tear on thy
drooping brow.77EL MISERERE (G.A. BCQUER) (en Leyendas)Hace algunos
meses que visitando la clebre abada de Fitero y ocupndome en
revolver algunos volmenes en su abandonada biblioteca, descubr en
uno de sus rincones dos o tres cuadernos de msica bastante
antiguos, cubiertos de polvo y hasta comenzados a roer por
losratones.Era un Miserere.Yo no s la msica; pero le tengo tanta
afcin, que, aun sin entenderla, suelo coger a veces lapartitura de
una pera, y me paso las horas muertas hojeando sus pginas, mirando
los grupos de notas ms o menos apiadas, las rayas, los semicrculos,
los tringulos y las especies de etcteras, que llaman llaves, y todo
esto sin comprender una jota ni sacar maldito el
provecho.Consecuente con mi mana, repas los cuadernos, y lo primero
que me llam la atencin fue que, aunque en la ltima pgina haba esta
palabra latina, tan vulgar en todas las obras, fnis, la verdad era
que el Miserere no estaba terminado, porque la msica no alcanzaba
sino hasta 78el dcimo versculo.Esto fue sin duda lo que me llam la
atencin primeramente; pero luego que me fj un poco en las hojas de
msica, me choc ms an el observar que en vez de esas palabras
italianas que ponen en todas, como maestoso, allegro, ritardando,
pi vivo, a piacere, haba unos renglones escritos con letra muy
menuda y en alemn, de los cuales algunos servan para advertir cosas
tan difciles de hacer como esto: Crujen... crujen los huesos, y de
sus mdulas han de parecer que salen los alaridos; o esta otra: La
cuerda alla sin discordar, el metal atruena sin ensordecer; por eso
suena todo, y no se confunde nada, y todo es la Humanidad que
solloza y gime; o la ms original de todas, sin duda, recomendaba al
pie del ltimo versculo: Las notas son huesos cubiertos de carne;
lumbre inextinguible, los cielos y su armona... fuerza!... fuerza y
dulzura.-Sabis qu es esto? -pregunt a un viejecito que me
acompaaba, al acabar de medio traducir estos renglones, que parecan
frases escritas por un loco.El anciano me cont entonces la leyenda
que voy a referiros.Hace ya muchos aos, en una noche lluviosa y
oscura, lleg a la puerta claustral de esta abada un romero, y pidi
un poco de lumbre para secar sus ropas, un pedazo de pan con
quesatisfacer su hambre, y un albergue cualquiera donde esperar la
maana y proseguir con la luz del sol su camino.Su modesta colacin,
su pobre lecho y su encendido hogar, puso el hermano a quien se
hizo esta demanda a disposicin del caminante, al cual, despus que
se hubo repuesto de su cansancio, interrog acerca del objeto de su
romera y del punto a que se encaminaba.-Yo soy msico -respondi el
interpelado-, he nacido muy lejos de aqu, y en mi patria goc un da
de gran renombre. En mi juventud hice de mi arte un arma poderosa
de seduccin, y encend con l pasiones que me arrastraron a un
crimen. En mi vejez quiero convertir al bien las facultades que he
empleado para el mal, redimindome por donde mismo pude
condenarme.Como las enigmticas palabras del desconocido no
pareciesen del todo claras al hermano lego, en quien ya comenzaba
la curiosidad a despertarse, e instigado por sta continuara en sus
preguntas, su interlocutor prosigui de este modo:-Lloraba yo en el
fondo de mi alma la culpa que haba cometido; mas al intentar
pedirle a Dios misericordia, no encontraba palabras para expresar
dignamente mi arrepentimiento, cuando un da se fjaron mis ojos por
casualidad sobre un libro santo. Abr aquel libro y en una de sus
pginas encontr un gigante grito de contricin verdadera, un salmo de
David, el que comienza Miserere mei, Deus! Desde el instante en que
hube ledo sus estrofas, mi nico pensamiento fue hallar una forma
musical tan magnfca, tan sublime, que bastase a contener 79el
grandioso himno de dolor del Rey Profeta. An no la he encontrado;
pero si logro expresar lo que siento en mi corazn, lo que oigo
confusamente en mi cabeza, estoy seguro de hacer un Miserere tal y
tan maravilloso, que no hayan odo otro semejante los nacidos: tal y
tan desgarrador, que al escuchar el primer acorde los arcngeles
dirn conmigo, cubiertos los ojosde lgrimas y dirigindose al Seor:
misericordia!, y el Seor la tendr de su pobre criatura.El romero,
al llegar a este punto de su narracin, call por un instante; y
despus, exhalando un suspiro, torn a coger el hilo de su discurso.
El hermano lego, algunos dependientes de la abada y dos o tres
pastores de la granja de los frailes, que formaban crculo alrededor
del hogar, le escuchaban en un profundo silencio.-Despus -continu-
de recorrer toda Alemania, toda Italia y la mayor parte de este pas
clsico para la msica religiosa, an no he odo un Miserere en que
pueda inspirarme, ni uno, ni uno, y he odo tantos, que puedo decir
que los he odo todos.-Todos? -dijo entonces interrumpindole uno de
los rabadanes-. A qu no habis odo an el Miserere de la Montaa?-El
Miserere de la Montaa! -exclam el msico con aire de extraeza-. Qu
Miserere es se?-No dije? -murmur el campesino; y luego prosigui con
una entonacin misteriosa-. Ese Miserere, que slo oyen por
casualidad los que como yo andan da y noche tras el ganado por
entre breas y peascales, es toda una historia; una historia muy
antigua, pero tan verdadera como al parecer increble. Es el caso,
que en lo ms fragoso de esas cordilleras, de montaas que limitan el
horizonte del valle, en el fondo del cual se halla la abada, hubo
hace ya muchosaos, que digo muchos aos!, muchos siglos, un
monasterio famoso; monasterio que, a lo que parece, edifc a sus
expensas un seor con los bienes que haba de legar a su hijo, al
cual deshered al morir, en pena de sus maldades. Hasta aqu todo fue
bueno; pero es el casoque este hijo, que, por lo que se ver ms
adelante, debi de ser de la piel del diablo, si no erael mismo
diablo en persona, sabedor de que sus bienes estaban en poder de
los religiosos, y de que su castillo se haba transformado en
iglesia, reuni a unos cuantos bandoleros, camaradas suyos en la
vida de perdicin que emprendiera al abandonar la casa de sus
padres, y una noche de Jueves Santo, en que los monjes se hallaban
en el coro, y en el punto y hora en que iban a comenzar o haban
comenzado el Mi