Facultad de Ciencias Veterinarias -UNCPBA- Cirugía destructiva (criocirugía) en lesiones dermatológicas superficiales Jara Mariana; Nasello Walter; Catalano Marcelo Octubre, 2018 Tandil
Facultad de Ciencias Veterinarias
-UNCPBA-
Cirugía destructiva (criocirugía) en lesiones dermatológicas superficiales
Jara Mariana; Nasello Walter; Catalano Marcelo
Octubre, 2018
Tandil
Cirugía destructiva (criocirugía) en lesiones
dermatológicas superficiales
Tesina de la Orientación Sanidad Animal, presentada como parte de los requisitos para optar al título de grado de Veterinario del estudiante: Mariana Cecilia Jara Tutor: Médico Veterinario Nasello Walter Director: Médico Veterinario Catalano Marcelo
Evaluador: Médico Veterinario Fogel Fernando
Agradecimientos
Agradezco a mi familia, por fortalecer mi corazón y porque son la razón de
sentirme tan orgullosa de culminar mi meta, gracias a ellos por confiar siempre
en mí.
A mi pareja, por el amor y la contención y por alentarme siempre a continuar.
A mis perros, porque ellos son la motivación de mi vida y de esta carrera.
A mis amigos, que siempre confiaron en mí y me apoyaron para que pueda
estudiar y alcanzar mis sueños.
A mis profesores, que fueron mi guía y ejemplo transmitiéndome sus
conocimientos y experiencias, afianzando de esta manera mi formación
profesional.
A la Facultad, por todos los conocimientos recibidos en estos años de
aprendizaje.
Y a los veterinarios externos, quienes han estado cada vez que los necesité y
de quienes he aprendido mucho.
Resumen
La Criocirugía es un procedimiento terapéutico físico que utiliza el frío a
temperaturas bajo cero (Ej: nitrógeno líquido -196 ºC) para el tratamiento de
diferentes lesiones. Este procedimiento logra la congelación y destrucción de
las células, el que puede ser utilizado para tratar un gran numero de patologías,
principalmente cutáneas. El mecanismo de acción se produce en tres fases:
transferencia de calor, daño celular e inflamación, conduciendo de esta forma a
la muerte celular. En la piel se produce la congelación del área afectada en un
primer momento, seguido de urticarización, edema, vesiculación del tejido,
finalizando con muerte y renovación tisular. Para realizar criocirugía se requiere
del instrumental adecuado y de un criógeno. El criógeno más utilizado es el
nitrógeno líquido. Existen diversas técnicas de tratamiento, pero en cada una
de ellas se debe medir el área a tratar y ajustar el tiempo recomendado para
cada lesión. Es un procedimiento rápido, sencillo y de alta eficacia, con
escasas complicaciones y buenos resultados estéticos y terapéuticos. Es una
técnica bien tolerada por el paciente, pobremente invasiva y poco dolorosa con
sencillos cuidados posteriores y rápida recuperación.
Palabras Clave: Criocirugía – congelación – lesiones dermatológicas
Índice
Introducción ...................................................................................................... 1
Mecanismo de Acción ...................................................................................... 2
Efectos clínicos ................................................................................................ 3
Agentes criógenos ........................................................................................... 4
Materiales para la criocirugía .......................................................................... 5
Técnicas de aplicación .................................................................................. 10
Indicaciones de la criocirugía ....................................................................... 13
Cicatrización y cuidados post-quirúrgicos .................................................. 14
Contraindicaciones y precauciones a tener en cuenta ............................... 15
Ventajas de la criocirugía .............................................................................. 15
Desventajas de la criocirugía ........................................................................ 17
Descripción del caso clínico ......................................................................... 18
Discusión ........................................................................................................ 21
Conclusión ...................................................................................................... 22
Bibliografía ...................................................................................................... 23
- 1 -
Introducción
La criocirugía es un procedimiento terapéutico y constituye uno de los
avances más importantes en el campo de la dermatología. Su principal objetivo
es la destrucción celular en un área determinada, mediante técnicas de
congelación local. Los factores que contribuyen a la criodestrucción de los
tejidos son físicos (congelación), vasculares (criotrombosis) e inmunológicos.
En la criocirugía los tejidos se congelan rápidamente y se descongelan
lentamente, lo que lleva a una destrucción celular (Sandoval y otros, 2005).
Es una modalidad ampliamente utilizada en dermatología, para el
tratamiento de muchas lesiones benignas y malignas. Se desarrolló
hace aproximadamente un siglo atrás, siendo los primeros criógenos
empleados el aire líquido y la nieve carbónica. El nitrógeno líquido estuvo
disponible en la década del 40 y es el que más se emplea en este tipo de
cirugía (Apt y otros, 2001).
Es importante conocer el refrigerante utilizado y la indicación preferente
en cada tipo de lesión de piel y mucosa según su profundidad. Todos los
profesionales que realicen criocirugía deben tener experiencia en cirugía
menor, así como también deben conocer las lesiones más comunes de la piel y
el manejo de las complicaciones potenciales si las hubiera (Castillo Castillo y
otros, 2002).
Una serie de características convierten a la criocirugía en una técnica
ideal para su empleo en atención primaria, por ser:
Una técnica muy estandarizada y fácil de adquirir con un breve
aprendizaje.
De ejecución rápida y sencilla que consume muy poco tiempo de
consulta.
De alta eficacia en patologías seleccionadas, con escasas
complicaciones y buenos resultados estéticos.
- 2 -
Bien tolerada por el paciente, por ser poco o nada dolorosa, con
sencillos cuidados posteriores y rápida curación (Climent Sáez y
otros, 2012).
El objetivo de esta tesina es valorar este procedimiento quirúrgico,
destacando las ventajas en su implementación terapéutica, a través de lo
descripto mediante un caso clínico de una perra mestiza de 8 años de edad.
Mecanismo de acción
El mecanismo de acción de la crioterapia se produce en tres fases:
transferencia de calor, daño celular e inflamación.
Transferencia de calor. Es un principio físico elemental que cuando
dos cuerpos se ponen en contacto el más caliente transfiere su calor al más
frío. Si aplicamos sobre la piel un agente criógeno como el nitrógeno líquido,
que tiene una temperatura de ebullición de -196ºC, se produce una rápida
transferencia de calor desde la piel al nitrógeno, lo que ocasiona una casi
inmediata evaporación del mismo y un rápido enfriamiento y congelación de la
piel (Climent Sáez y otros, 2012).
Daño tisular. El ciclo de congelación de una lesión ocasiona una serie
de perturbaciones que ocasionan su destrucción:
A nivel celular, el agua se transforma en cristales de hielo que
provocan ruptura de la membrana celular, desnaturalización de las
lipoproteínas y alteraciones metabólicas. Cuando la congelación se realiza
lentamente se produce la formación de hielo extracelular lo que da lugar a un
aumento de la concentración de electrolitos y cambios en el gradiente osmótico
que ocasiona una deshidratación intracelular y al final un daño irreversible de
las membranas celulares y los componentes intracelulares. Cuando la
congelación se realiza de una manera rápida se forma hielo intracelular que
ocasionará directamente la muerte celular. Cuanto mayor sea el tamaño de los
cristales de hielo formados, mayor será el daño ocasionado. Si se produce una
- 3 -
descongelación lenta los cristales de hielo de pequeño tamaño pueden
recristalizarse y dar lugar a cristales de mayor tamaño, más nocivos. Por ello,
para conseguir la mayor efectividad, la lesión debe congelarse rápidamente y
descongelarse lentamente, aumentando el efecto letal si se realizan varios
ciclos de congelación/descongelación.
A nivel vascular, en la microcirculación se produce una
vasoconstricción seguida de vasodilatación, alteraciones endoteliales, aumento
de la permeabilidad capilar con extravasación de líquido, hemoconcentración y
formación de trombos, isquemia y necrosis tisular. Los vasos de mayor calibre,
aunque sufran alguna alteración en sus capas, no se ven alterados de manera
significativa.
A nivel de los nervios periféricos, puede producirse una cierta lesión del
tejido conectivo perineural que no suele tener consecuencias significativas.
Unos doce días tras la congelación se inicia la revitalización, y puesto que las
células del ganglio no se dañan, la constitución y función normal del nervio se
logra aproximadamente a los 30 días (Climent Sáez y otros, 2012).
Inflamación: En última instancia se producen fenómenos inflamatorios
en respuesta al daño tisular, que se manifiestan como eritema y edema,
que contribuyen al efecto lesivo (Climent Sáez y otros, 2012).
Efectos clínicos
Como resultado de la criocirugía se producen una serie de cambios
secuenciales en la piel:
Congelación: Lo primero que se observa tras la aplicación del criógeno
es la congelación del tejido tratado, que se manifiesta como una bola de hielo,
dura a la palpación.
Urticarización: Debido a la liberación de histamina a nivel local,
durante unos minutos puede producirse una lesión urticariforme.
Edema: Secundario a los cambios en la microcirculación. Suele
alcanzar su máxima expresión a las 12-24 horas de la aplicación.
- 4 -
Vesiculación: Se produce un despegamiento de la unión
dermoepidérmica que dará lugar, aproximadamente a las 24 horas, a una
ampolla serosanguinolenta que se puede romper espontáneamente a las 48
horas sin dejar cicatriz posterior, ya que la membrana basal permanece intacta.
Podría formarse una costra que desaparece gradualmente durante los días
siguientes.
Renovación tisular: Tras la inicial necrosis tisular se producirá una
regeneración a partir de los tejidos sanos adyacentes. Buena parte de la matriz
del tejido fibroelástico y del colágeno se mantiene después de la criocirugía, lo
que permite la formación de un nuevo tejido con poca o
ninguna cicatrización (Climent Sáez y otros, 2012).
Agentes Criógenos
Los criógenos utilizables en medicina deben ser: no tóxicos, no
explosivos y no inflamables. El más utilizado es el nitrógeno líquido (NL), por su
gran capacidad de congelación (que permite el tratamiento de lesiones
benignas, premalignas y malignas), por su facilidad de uso, su disponibilidad y
su bajo precio (Arribas Blanco y otros, 2002)
El Nitrógeno Líquido (NL) es un criógeno estándar, barato y muy
ampliamente experimentado. Se trata de un líquido incoloro, inodoro y no
inflamable, con un punto de ebullición de -196ºC. Debe ser almacenado en
contenedores especiales que eviten su rápida evaporación a temperatura
ambiente, aunque provistos de una válvula de descompresión que permita
cierta evaporación e impida accidentes por sobrepresión de envase (Climent
Sáez y otros, 2012).
Existen otros criógenos que se utilizan en medicina y mezclas
criogénas de “baja congelación”. Una de las más empleada es la de dimetileter,
isobutano y propano (DMEP), con la que se consigue una temperatura de
-57°C, no tan baja como la del nitrógeno líquido, pero suficiente al menos para
la destrucción de lesiones cutáneas benignas (Climent Sáez y otros, 2012).
- 5 -
Tabla Nº 1
Materiales para la criocirugía
Tanques o contenedores. El NL se evapora aunque esté
completamente cerrado, incluso sin usarlo, por eso los contenedores de
almacenamiento están diseñados teniendo en cuenta estas características.
Existen contenedores de distintos tamaños (Arribas Blanco y otros, 2002).
Tabla Nº 2
Figura Nº 1: Tanque de
almacenamiento (10 litros)
de NL
- 6 -
Termos de depósito transitorio. Se trata de unos termos especiales de
entre medio y un litro para el transporte del NL. El tiempo de conservación es
variable, desde 12 a 48 horas, y pueden ser una solución práctica y económica
para la atención primaria, cuando no se dispone de tanques de
almacenamiento. Hay que advertir que no deben emplearse para este fin los
termos normales de uso doméstico ya que carecen de válvulas de seguridad y
pueden explotar (Climent Sáez y otros, 2012).
Figura Nº 2: Termo de depósito transitorio (1 litro) de NL
Unidades portátiles. Son termos metálicos herméticos provistos de un
mecanismo para pulverizar el NL cuya emisión se controla mediante un gatillo.
Constan de un recipiente térmico de acero inoxidable, recubierto por una
estructura de bronce y acero inoxidable, con un sistema de válvula de
seguridad, una gran boca de llenado y un terminal de emisión del NL. Son
ligeros y de fácil transporte (Arribas Blanco y otros, 2002). Existen varios
modelos en el mercado que tienen una capacidad de 0.3 litros, con una
duración de unas 12 horas, y de 0.5 litros, que duran unas 24 horas (Climent
Sáez y otros, 2012).
- 7 -
Figura Nº 3: Unidades portátiles (0,5 l y 0,3 l) de NL
A los terminales de emisión se acoplan una gama de vaporizadores y
sondas de distintos calibres que permiten alternar la intensidad de la
pulverización, dependiendo del tamaño o localización de la lesión a tratar.
Sistemas abiertos. Permiten la pulverización directa del NL sobre la
lesión. Los hay de diversos tipos y tamaños:
Boquillas metálicas para la vaporización de lesiones superficiales.
Tamaños: A) 1 mm; B) 0.8 mm; C) 0.56 mm; y D) 0.4 mm
Boquillas alargadas curvas o rectas para zonas de difícil acceso (Climent
Sáez y otros, 2012).
- 8 -
Figura Nº 4: Boquillas aplicadoras
Sistemas cerrados: Criodos o Criosondas: Es un dispositivo metálico
por el que circula el NL, y se enfría únicamente la punta que contacta
directamente sobre la superficie, adhiriendose al tejido. Su manejo es más
difícil que la pulverización y se aplica pegándolo a la lesión (separados por una
capa de gel). La extensión y profundidad dependerá de la forma del criodo; así
el redondeado, provoca área de congelación circular, el plano área ovalada y el
punteado área de mayor profundidad (Arribas Blanco y otros, 2002).
Criosondas de 1, 2, 3 y 6 mm para pequeñas lesiones en zonas
delicadas como los párpados, narinas, pabellón auricular, etc.
Criodos en punta para pequeños angiomas.
Criosondas especiales, planas, cónicas, semiesféricas, empleadas
fundamentalmente para el tratamiento de tumores cutáneos (Climent
Sáez y otros, 2012).
- 9 -
Figura Nº 5: Criosondas
Accesorios: Son necesarios para la aplicación adecuada de criocirugía:
Torundas de algodón. Se utilizan palillos largos, cubiertos de algodón.
El algodón no debe estar demasiado apretado al palo. Las torundas se fabrican
aplicando algodón extra en la torunda en el momento en el que se va a tratar la
lesión, teniendo en cuenta que el área de la punta de la torunda debe ser del
tamaño de la lesión o ligeramente más pequeña que ésta (Arribas Blanco y
otros, 2002).
Recipiente de plástico. Se vierte el NL desde el tanque o termo en el
recipiente; se precisa muy poca cantidad para un tratamiento, pero siempre
teniendo en cuenta el grado de evaporación del NL. La torunda se sumerge en
el recipiente y después se aplicará contactando sobre la lesión (Arribas Blanco
y otros, 2002).
Otros materiales. Útiles como complemento del tratamiento para
conseguir aumentar su eficacia. Así, queratolíticos; curetas en el tratamiento de
verrugas; conos de neopreno, que se emplean para concentrar el chorro de
vaporizador y limitar su extensión lateral y se pueden sustituir por conos de
otoscopio; protectores de ojos; pinzas; lima; protectores adhesivos plásticos;
embudo plástico, que se precisa para el llenado del termo desde el tanque de
NL; y crioplacas para tratamiento de lesiones de distintos tamaños (Arribas
Blanco y otros, 2002).
- 10 -
Figura Nº 6: Crioplacas para tratamiento de lesiones de distintos tamaños
Técnicas de aplicación
Aplicación con torunda de algodón
Es el método más simple y económico de aplicación de la criocirugía,
aunque sólo está indicado en lesiones muy superficiales puesto que la
profundidad de congelación apenas alcanza los 2 mm y las temperaturas no
suelen sobrepasar los -20ºC (Climent Sáez y otros,2012).
Procedimiento: Se vierte en el recipiente de plástico la cantidad de NL
que se estime necesario. Se introduce la torunda durante 5-10 segundos para
que se empape bien y se aplica rápidamente sobre la lesión a tratar hasta que
la superficie de la lesión se torne blanquecina y dura, lo que indica que se ha
producido la congelación, y se forme un halo blanquecino de congelación
perilesional de 1-3 mm. Mantendremos la congelación durante el tiempo
recomendado para cada tipo de lesión, y si es necesario haremos repetidos
toques con la torunda, ya que el NL se evapora rápidamente por lo que es
necesario rehumedecerla cada 10-30 segundos. Debemos cronometrar los
tiempos de congelación/descongelación de la lesión para asegurar los
resultados. Se repite el ciclo de congelación/descongelación las veces que se
estimen necesarias (Climent Sáez y otros, 2012).
Ventajas de la torunda: método muy económico, técnica muy sencilla,
equipo mínimo, eficacia alta en lesiones superficiales y de pequeño tamaño,
raras complicaciones (Castillo Castillo y otros, 2002).
Inconvenientes de la torunda de algodón: menor capacidad de
congelación, incomodo para su transporte, evaporación muy rápida, lentitud de
aplicación, no se debe emplear en lesiones profundas, múltiples, irregulares o
extensas (Castillo Castillo y otros, 2002).
- 11 -
Pulverización con nitrógeno líquido
Por su comodidad de aplicación y efectividad, es la técnica más
empleada en la actualidad, aunque requiere mayor infraestructura.
Procedimiento: Se carga la unidad y se le acopla la boquilla de
aplicación que mejor se adapte a la lesión a tratar. Pulverizamos directamente
sobre la lesión, a una distancia aproximada de 1 cm, hasta conseguir la
congelación, dejando un halo perilesional de 1-3 mm. Hacemos 2 ó 3
aplicaciones por sesión y tantas sesiones como necesitemos, dejando unos 15
días entre ellas. Esta técnica produce una congelación más rápida, profunda e
intensa que la torunda de algodón. La rapidez de congelación es importante
porque se ha comprobado que se produce una mayor destrucción celular con
ciclos de congelación rápida y descongelación lenta (Climent Sáez y otros,
2012).
La pulverización se puede efectuar siguiendo varias técnicas:
Pulverización abierta: Dirigiendo el chorro directamente sobre la
lesión.
Pulverización central: Se dirige el chorro al centro de la
lesión. Se utiliza en lesiones pequeñas y es la más habitual.
Pulverización en espiral: Se inicia la pulverización en el
centro de la lesión y se avanza en círculos hacia la periferia.
Útil en lesiones redondeadas de mayor tamaño, como las
queratosis seborreicas.
Pulverización en brocha de pintar: Se inicia en un extremo de
la lesión y se avanza en movimientos de arriba abajo o de
derecha a izquierda, como si estuviésemos pintando una
pared. De elección para lesiones rectangulares u ovoides.
Sistemas cerrados: Se aplican directamente sobre la lesión, con
una pequeña capa de gel intermedia (Climent Sáez y otros,
2012).
- 12 -
Figura Nº 7: Patrones de pulverización
Ventajas de la pulverización:
Técnica sencilla y muy efectiva.
Congelación rápida que agiliza el procedimiento.
Escasas complicaciones.
La de mejor relación costo-beneficio si hay suficiente número de
pacientes y se realiza de manera regular (Climent Sáez y otros,
2012).
Inconvenientes de la pulverización:
Coste relativamente alto de la inversión inicial que dificulta su
implantación inicial.
Poco rentable si el número de pacientes a tratar es escaso o se
realiza de manera ocasional (Climent Sáez y otros, 2012).
- 13 -
Indicaciones de la criocirugía
Localizaciones múltiples.
Malformaciones desarrollados en zonas de movilidad articular.
Lesiones localizadas en zonas de transición:
Piel - mucosa: nasal, ocular, vulvar, anal y prepucial. Mucosa -
mucosa: uretral – peneana.
Lesiones situadas en bordes anatómicos o en la proximidad de
ellos: labial, nasal, palpebral y en pabellón auricular.
Lesiones localizadas en zonas de piel neta: rabo, distal de
pierna y antebrazo, matatarso, metacarpo; región digital e
interdigital, almohadillar, inter – almoahadillar y cutánea peri –
ungeal.
Lesiones situadas en zonas de acceso limitado: conducto
auditivo externo, ampolla rectal y vestíbulo vulvar.
Lesiones de base amplia y /o múltiples de región perianal
(hepatoides)
Lesiones tumorales de piel de la región cefálica: plano nasal,
párpados, cara, espacio fronto – temporo – auricular, pliegues
labiales, mentón y superficies interna y externa de pabellones
auriculares.
Estomatológicas localizadas en: encía, mucosa yugal, mucosa
bucal, lengua, paladar duro y espacio periodontal (Sociedad
Argentina de Criocirugía, s.f.).
- 14 -
Cicatrización y cuidados post-quirúrgicos
Después de la criocirugía y durante 1 a 3 horas, la zona tratada se
presenta hiperémica y edematosa. El edema puede permanecer por más de 2
días. Durante este período, la necrosis superficial modifica la coloración y
circunscribe, con la formación de una escamo-costra, el área que
posteriormente terminará necrosándose y cayendo (Sociedad Argentina de
Criocirugía, s.f.).
La necrosis, según el contenido acuoso de, los tejidos tratados, puede
iniciarse prematuramente entre las 12 y 24 horas siguientes y extenderse por
un período de 10 a 14 días (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
En tumores superficiales, epidérmicos – dérmicos el desprendimiento
de la escamo-costra puede iniciarse entre los 7 y 10 días o prolongarse por 20
a 25 días. Los tumores profundos o los superficiales con alto contenido acuoso,
sufren un proceso de lisis con coalescencia. La caída de los tejidos patológicos
expone un limpio y activo tejido de granulación que se desarrolla en toda la
superficie tratada (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
La cicatrización se produce por epidermización, desde los márgenes
hacia el centro y a través de un tejido epitelial fuerte, viable, hipo pigmentado y
carente de estructuras anexas (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Los cuidados post-quirúrgicos son los siguientes:
Lesiones simples: no se precisa ningún cuidado específico más
que lavado con agua y jabón.
Lesiones profundas existen varias posibilidades de
cuidados:
Lavado con agua y jabón.
Aplicación de toques de alcohol
Compresas húmedas si la lesión es extensa y curas diarias.
Pomada de esteroides en reacciones urticariales o inflamatorias.
Drenaje de las vesículas serohemorrágicas a las 48-72 horas.
Sobre todo si hemos tratado lesiones de verrugas, para evitar
el reimplante de los virus en el borde de la lesión. Los virus no
se destruyen con el frío.
- 15 -
Apósitos protectores tipo mepore previa aplicación de
antiséptico de povidona.
Apósitos vaselinados tipo tules grasum para lesiones grandes o
después de extirpar las vesículas.
Otros: raramente se precisa protección antibiótica ni
local, ni general (Castillo Castillo y otros, 2002).
Contraindicaciones y precauciones a tener en cuenta
Lesiones malignas.
Áreas de posible compromiso circulatorio.
Lesiones en las que la identificación del tejido por anatomía
patológica es necesario.
No aceptación de los posibles cambio pigmentarios.
Dudas diagnósticas sobre todo en lesiones sospechosas de
premalignas o malignas (Castillo Castillo y otros, 2002).
Ventajas de la criocirugía
La región enferma es destruida con pequeño o ningún daño
sobre los tejidos vecinos (Sociedad Argentina de Criocirugía,
s.f.).
El dolor es ligero durante y después de la criocirugía. El frío
destruye rápidamente las terminaciones nerviosas, factor nada
despreciable al implementar la anestesia (Sociedad Argentina de
Criocirugía, s.f.).
Comparada con la cirugía convencional, la hemorragia es
escasa (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Son raras las secuelas por estenosis o formación de cicatrices
exuberantes (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
- 16 -
La posibilidad de provocar una dispersión iatrogénica de células
tumorales es menor cuando el tumor ha sido congelado intacto
(Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Indicado especialmente en pacientes gerontes o debilitados
(Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Con técnicas apropiadas se pueden controlar lesiones de gran
tamaño (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
El tiempo requerido de aplicación, es sustancialmente más corto
que el usado en cirugía convencional (Sociedad Argentina de
Criocirugía, s.f.).
No son necesarias técnicas estériles (Sociedad Argentina de
Criocirugía, s.f.).
Excelente método para controlar lesiones pre malignas
(Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Puede ser utilizada junto con la quimioterapia e inmunoterapia.
(Oncocirugía multidisciplinaria) (Sociedad Argentina de
Criocirugía, s.f.).
No son necesarias las precauciones postoperatorias contra
sepsis (Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
No requiere, por parte del propietario, mayores cuidados
(Sociedad Argentina de Criocirugía, s.f.).
Se puede repetir tantas veces como sea necesario, hasta
conseguir la ablación completa de la lesión (Sociedad Argentina
de Criocirugía, s.f.).
Sencillez y rapidez del procedimiento (Borraccini, 2017).
No se necesitan suturas y se puede utilizar en regiones difíciles
(párpados, nariz, boca, ano, dedos, etc) (Borraccini, 2017).
Cicatriz muy aceptable estéticamente (Borraccini, 2017)..
No necesita analgésicos o antibióticos post quirúrgicos
(Borraccini, 2017).
Se puede aplicar de forma ambulatoria.
- 17 -
Desventajas de la criocirugía
Necesidad de pericia y experiencia del cirujano (Borraccini,
2017).
Mal olor en los primeros días y el cambio de color del pelaje en
la zona tratada (Borraccini, 2017).
Costo relativamente alto de la inversión inicial por la adquisición
de materiales y equipo, que dificulta su implementación inicial
(Climent Sáez y otros, 2012).
Poco rentable si el número de pacientes a tratar es escaso o se
realiza de manera ocasional (Climent Sáez y otros, 2012).
- 18 -
DESCRIPCIÓN DEL CASO CLÍNICO
RESEÑA DEL ANIMAL: “MORA”
ESPECIE: Canino.
RAZA: Mestiza.
SEXO: Hembra.
EDAD: 8 años.
PESO: 36 kilos
COLOR DEL MANTO: Negro
Figura Nº 8: Foto de Mora
Semiología clínica
ANAMNESIS: Es una perra rescatada de la calle que fue llevada a consulta
veterinaria por las personas que la tenían en tránsito al percibir una lesión
cutánea elevada y desprovista de pelo en uno de sus miembros traseros.
INSPECCIÓN GENERAL: El estado corporal del animal es bueno.
INSPECCIÓN PARTICULAR: Se encuentra una masa de 4 cm en miembro
posterior izquierdo
PALPACIÓN – PERCUSIÓN: Sin particularidades
AUSCULTACIÓN TORÁCICA: Sin particularidades.
FRECUENCIA CARDIACA: Normal
FRECUENCIA RESPIRATORIA: Normal
TEMPERATURA: Normal
- 19 -
Métodos complementarios
CITOLOGÍA:
Punción-aspiración con aguja fina de la masa.
Se tiñen las muestras por el método Wright-Giemsa y se observó al
microscopio la presencia de células redondas pleomórficas con abundantes
granulaciones acompañadas por abundantes eosinófilos, compatible con
mastocitoma de grado 1.
Figura 9. Mastocitoma. Aspiración con aguja fina. Tinción Wright-Giemsa
HEMOGRAMA Y BIOQUÍMICA SANGUÍNEA:
Dentro de los parámetros normales
INTERPRETACIÓN CLÍNICA-PATOLÓGICA:
Mastocitoma de grado 1
INTERPRETACIÓN INTEGRADORA DE LOS MÉTODOS
COMPLEMENTARIOS
En base al análisis de sangre, no se observaron anormalidades ni
alteraciones que dieran indicio de compromiso sistémico, quedando como
único recurso diagnóstico la citología.
- 20 -
PRONÓSTICO
Considerando que el tumor sería de grado 1 y las células están bien
diferenciadas con un bajo potencial de metástasis, el pronóstico fue reservado,
por lo impredecible del comportamiento de los mastocitomas.
TRATAMIENTO
Se indicó criocirugía sobre el tumor, la cual resultó eficaz ya que está
sugerida para una gran cantidad de lesiones tumorales malignas como
tratamiento complementario a la quimioterapia tradicional y en benignas como
tratamiento único.
Figura 10. Aplicación de criocirugía en Mora
- 21 -
Discusión
Al aplicar la técnica de criocirugía es importante conocer el criógeno
utilizado y la indicación en cada tipo de lesión de piel y mucosa según su
profundidad, por lo tanto debe ser efectuada por veterinarios con experiencia
en la técnica.
La criocirugía puede ser un tratamiento eficaz en lesiones cutáneas y
mucocutáneas y muy ventajoso tanto para el paciente como para el profesional,
ya que al ser menos invasiva, el sangrado y otros inconvenientes de operar con
bisturí no están presentes. Para el veterinario tiene pocas o leves
complicaciones. Es un método económico; tiene una relación costo-beneficio
global adecuada. Se puede utilizar en algunas localizaciones complicadas, para
las que otras técnicas son inaccesibles.
La cirugía convencional se basa en la resección de los tejidos, los
elimina y deja un lecho cruento, que cicatriza con diferentes opciones (suturas,
colgajos, injertos) mientras que la criocirugía destruye las células de las zonas
tratadas pero las deja in situ. El organismo se encarga de su eliminación y
reparación con los mecanismos naturales de recuperación.
Estas características la hacen adecuada para tratamiento de
enfermedades muy diferentes, y es utilizada cada vez en mayor número de
lesiones.
En el caso de Mora, se puede afirmar que después de 24 días la
criocirugía fue una buena opción como tratamiento para el mastocitoma.
- 22 -
Figura 11. Cicatrización: 24 días post cirugía en Mora
Conclusión
La aparición de este tipo de tumores es habitual en un importante
porcentaje de perros. Al ser diagnosticado el cáncer, la criocirugia es un
tratamiento alternativo para este tipo de tumores cuando la extirpación
quirúrgica es difícil o, en algunos casos, imposible.
Es un método sencillo, económico y atóxico de destrucción de tejidos
enfermos. Estas características la convierten en una técnica muy útil en
numerosas patologías, ya que es un método seguro y eficaz para regenerar los
tejidos lesionados de la piel.
En la mayoría de los pacientes tratados, cuando se producen
enfriamientos súbitos con deshielos lentos y espontáneos se consigue la
reparación y repitelización en el menor tiempo posible.
- 23 -
Bibliografía
Apt Patricia, Muñoz Paula y Zemelman Viviana (2001); “Criocirugía en
dermatología” en Revista Hospital Clínico Universidad de Chile Vol. 12 Nº 3,
año 2001. Santiago. Chile
Arribas Blanco J.M., Fernández-Cañadas S., Rodríguez Pata N. y Baos Vicente
V. (2002); “Técnicas alternativas en cirugía menor: criocirugía y
electrocirugía” en Semergen 2002; 28 (9), págs 496-513. Madrid. España.
Borraccini Luis Alberto (2017); “Criocirugía” en la página web “Dermatología y
Alergias veterinarias” Disponible en el URL:
http://www.dermavet.com.ar/web/noticias/47 (09/05/18)
Castillo Castillo R., Morales Mañero A. M. y Carrasco Serrano A (2002); “Guía
de uso de la criocirugía en atención primaria” en Medicina de Familia Vol. 3,
Nº 2, mayo 2002. Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria.
Andalucía. España.
Climent Sáez J. V., Ortiz Díaz F. y Beneyto Castelló F. (2012); “Cirugía
destructiva de lesiones superficiales: criocirugía” en Batalla Sales Manuel,
Beneyto Castelló Francisco y Ortiz Diaz Francisco (coord.) (2012): “Manual
práctico de cirugía menor”. Grupo de Cirugía Menor y Dermatología.
Sociedad de Medicina familiar y comunitaria.Edición OBRAPROPIA, S.L..
Valencia. España.
Dawber R. P. R. (1990); “Cryosurgery: complications and
contraindications”. Clin Dermatol 1990; 8, págs 108-114.
De Pablo Ana (s.f); “Criocirugía o crioterapia”. En página web del Hospital
Universitario Austral. Disponible en el URL:
- 24 -
http://www.hospitalaustral.edu.ar/medicaciones-tratamientos/criocirugia-o-
crioterapia/ (10/05/18)
Pérez Sánchez J, (editor) Villar Gil J, Aguilar Martínez A, Ortega
Hervas V, Campón Montero V. (2001) “Crioterapia en atención primaria”.
Madrid. España.
Sándoval Betty, Santillán Teresita y López Lucía (2005); “Criocirugía en el
tratamiento de lesiones cosméticas de la piel” en Folia Dermatológica
Peruana Nº 16 (1), págs 38-41, Lima. Perú.
Siwiec E.D. (1990); “Treatment of cryosurgery in the pre-malignant and
benign lesions of the skin”. Clin Dermatol 1990; 8, págs 69-79.
Sociedad Argentina de Criocirugía (s.f.); “Criocirugía en veterinaria”.
Disponible en el URL: http://www.criocirugia-sac.org/veterinaria (14/04/18)
Young R y Sinclair R. (1997); “Practical cryosurgery”. Aust Fam Physician.
1997; 26, págs 1045-7
Zacarian S. A. (1994); “Cryosurgery in the management of cutaneus
disorders and malignant tumors of the skin”. Compr Ther 1994; 20, págs
379- 401.