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Volumen 45, N2, 2013. Pginas 293-310
Chungara, Revista de Antropologa Chilena
ARQUEOLOGA Y PLANIFICACIN TERRITORIAL EN CHILE, SITUACIN ACTUAL
Y PERSPECTIVAS.
EL CASO DE ESTUDIO DE LA PROVINCIA DE CAUTN, REGIN DE LA
ARAUCANA
ARCHAEOLOGY IN TERRITORIAL PLANNING FOR CHILE, CURRENT SITUATION
AND PERSPECTIVES. A CASE STUDY OF CAUTN PROVINCE,
REGION OF ARAUCANA
Doina Munita1, Fernando Pea-Corts2 y Aldo Faras3
Se propone un modelo general de trabajo de incorporacin de la
arqueologa en la planificacin territorial de Chile, considerando al
componente arqueolgico como propio del medio fsico. Mediante la
revisin de la normativa relacionada, los instrumentos de
planificacin territorial y el estado actual de la consideracin a
nivel institucional de los recursos patrimoniales arqueolgicos, se
pretende evidenciar su importancia y la necesidad de su adecuado
tratamiento en el proceso de ordenamiento del territorio. Para esto
se modela la informacin arqueolgica disponible para la Provincia de
Cautn, en la Regin de La Araucana, como base para que dicho esquema
sea replicable en otras regiones del territorio nacional. Palabras
claves: arqueologa, medio fsico, planificacin territorial, Araucana
- Chile.
A general model is proposed for the incorporation of archaeology
in the territorial planning for Chile, considering the physicality
of archaeological resources. By means of the review of relevant
regulations, the instruments of territorial planning, and current
considerations of institutional levels for archaeological
resources, we try to demonstrate the importance and the need for
appro-priate classifications of territories. For this, we use the
model of archaeological resources for the Province of Cautn, in the
region of Araucana, and hope this scheme can be replicated in other
regions of the nation. Key words: Archaeology, landscape,
territorial planning, Araucana - Chile.
1 Programa de Magster en Planificacin y Gestin Territorial,
Escuela de Ciencias Ambientales, Facultad de Recursos Naturales,
Universidad Catlica de Temuco. Casilla 15-D. Temuco, Chile.
[email protected]
2 Laboratorio de Planificacin Territorial, Ncleo de Investigacin
en Estudios Ambientales, Facultad de Recursos Naturales,
Universidad Catlica de Temuco. Casilla 15-D. Temuco, Chile.
[email protected]
3 Carelmapu 2475, Valdivia. [email protected]
Recibido: diciembre 2011. Aceptado: enero 2013.
El desconocimiento de la presencia y manejo de los recursos
arqueolgicos de un territorio se convierte hoy en da en el mayor
impedimento para su tratamiento y es causa adems de procedimientos
inadecuados de intervencin, llegando incluso a contravenir la
legislatura vigente (p.ej. Ropert y Saavedra 2004). Cul es la
relevancia de la ar-queologa en trminos territoriales?, de qu
manera puede ser incorporado el componente arqueolgico en los
instrumentos de la planificacin territorial [PT]1en Chile? Como
respuesta a estas preguntas, se pretende entregar una visin
disciplinaria de la condicin del componente arqueolgico,
conside-rando como ejemplo a la Provincia de Cautn en la Regin de
La Araucana y proponiendo a travs
de su estudio estrategias de trabajo que permitan incluir al
patrimonio arqueolgico en las etapas de planificacin
territorial.
Una condicionante para evitar prdidas irrepa-rables en trminos
patrimoniales, es la aplicacin de adecuados esquemas de trabajo en
las etapas de planificacin en el ordenamiento territorial [OT],
considerando a ste como un proceso macro de acciones concertadas y
dirigidas por el Estado, para una organizacin del uso del
territorio (p.ej. Massiris 2002; Gmez 2008). La consideracin del
patrimonio arqueolgico en las fases iniciales del OT puede llegar a
convertirse en potencial instancia de desarrollo y acumulacin de
conocimiento en forma sistemtica, como un importante complemento
de
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Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras294
las siempre escasas investigaciones cientficas. Bajo este prisma
y dado el carcter tangible e inmueble de los sitios arqueolgicos,
adems de su intrnseca valorizacin sociocultural, se debe asumir su
carcter econmico, considerando a este tipo de entidades como
recursos no renovables, propios del medio fsico (Fernndez 2008).
Actualmente en Chile, el carcter econmico de estos bienes se
encuentra principalmente determinado por la demanda de su registro,
siendo ste de carcter cientfico o relevado en el marco de proyectos
de desarrollo e inversin. Si bien la legislacin chilena protege los
recursos arqueolgicos por el solo ministerio de la ley (N17.288 de
Monumentos Nacionales) y existe un procedimiento claro acerca de
las intervenciones sobre ellos, una vez determinadas las
necesidades de su registro, rescate y/o preservacin no existen
normas detalladas acerca de planes de manejo a nivel
territorial.
Ante esta realidad, se hace necesaria una revisin de las
polticas culturales, ambientales y territoriales que presentan
vnculos directos o indirectos con el componente patrimonial
arqueolgico, contex-tualizndolo en los Instrumentos de Planificacin
Territorial [IPT]2, adems de considerar criterios y experiencias
extranjeras que lo involucren (p.ej. Llavori de Micheo 1998;
Fernndez 2008; Gmez 2008) y entreguen orientaciones definidas para
la toma de decisiones. Esta informacin se convierte en el sustento
de una propuesta de incorporacin efectiva, mediante metodologas y
procedimientos existentes e IPT vigentes.
Arqueologa en Planificacin Territorial
La acumulacin de conocimiento acerca del pasado de las culturas
originarias (arqueolgicas y etnogrficas) es considerada como una
herramienta para el desarrollo cultural y territorial de los pases
y se ha convertido en un tema de relevancia global (p.ej.
International Council on Monuments and Sites [ICOMOS] 2007; Centro
de informacin de las Naciones Unidas para Mxico, Cuba y Repblica
Dominicana [CINU] 2010). De acuerdo a esto, valorizar la temtica a
nivel nacional se vuelve prioritario, pretendiendo resolver el
desequilibrio existente entre la presencia de patrimonio cultural
arqueolgico y su actual tratamiento en el territorio. Evidencias de
este desequilibrio son: (a) que el tema arqueolgico ha sido
relegado a los niveles finales de consideracin en las polticas
territoriales, (b) el
desarrollo y estado de la investigacin en arqueologa presenta un
escaso impacto social, (c) que existe un alto grado de
desconocimiento de los ciudada-nos acerca de la normativa y los
procedimientos arqueolgicos aplicables3 y (d) an es escaso el
desarrollo de iniciativas estatales de levantamien-tos sistemticos,
as como de normalizacin de la informacin arqueolgica existente.
Asumiendo el valor sociocultural y econmico del patrimonio
arqueolgico como recurso inmerso en el medio fsico y, por lo tanto,
como un compo-nente relevante del territorio y la oferta del
espacio4, su consideracin en el OT presenta, al menos, dos
dimensiones de trabajo: (1) la factibilidad de la incorporacin del
componente arqueolgico en las etapas de planificacin y gestin
territorial y (2) la aplicacin del trabajo de planificacin en
proyectos de ndole arqueolgica, atendiendo a las caracters-ticas
ambientales y polticas de las diferentes reas de estudio. Si bien
el mayor valor de la informacin arqueolgica est dado por su
potencialidad para la produccin de conocimiento, es innegable su
carcter econmico. Bajo este enfoque, la Economa de la Cultura en
cuyo marco se considera a las transformaciones de la economa
productiva hacia los servicios destinados al consumo final, como
generadoras de un sector innovador (p.ej. Herrero 2002) permite
inferir las implicancias territoriales del patrimonio arqueolgico.
Entre los servicios presentes se encuentran los recreativos, el
turismo, aquellos enfocados hacia la produccin cultural y el ocio,
siendo todos ellos posibles de vincular con la difusin del
conocimiento de los resultados de las investigaciones
cientfico-arqueolgicas. Las implicancias territoriales en las
economas modernas se asocian al declive de algunas zonas de
tradicin industrial y a la emergencia de nuevos centros de
desarrollo de los mencionados servicios.
El desarrollo de la arqueologa y la planificacin territorial ya
ha sido practicado en Espaa (p.ej. Fernndez 2008; Llavori de
Micheo1998); a su vez, tambin se registran referencias en pases de
habla inglesa. En estos ltimos, se observa un comienzo del inters
temtico en la dcada de 1970, aunque con un enfoque ms cercano a la
preservacin de monumentos arquitectnicos (Rodrguez 1996), a la
valoracin patrimonial (Carver 1996) y la ar-queologa aplicada a
proyectos de desarrollo. Por su parte, en Amrica Latina, hacia la
dcada de 1990 la relacin entre arqueologa y PT era considerada como
una temtica incipiente (Aceituno 1998),
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295Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
aunque en los ltimos aos se observa un aumento de la literatura
especfica (p.ej. Lpez etal. 2010) y su aplicacin (p.ej. Grupo de
Educacin Gestin en Cultura y Educacin Ambiental 2009; Gobierno
Departamental de San Jos 2011).
Para el caso de Chile, escasos trabajos dan cuenta de la relacin
entre la arqueologa y la admi-nistracin territorial,
correspondiendo al anlisis la situacin del patrimonio arqueolgico
sobre todo en proyectos de desarrollo e inversin. Un ejemplo de
ello lo constituye la realidad de Rapa Nui, donde el patrimonio
arqueolgico es un pilar de la identidad local, as como tambin se
convierte en el principal responsable del ingreso de recursos. Una
mirada por la historia de la isla, especficamente a los planes de
manejo aplicados en el Parque Nacional Rapa Nui y su pretendida
zonificacin, demuestra que la falta de polticas y planificacin haba
redundado en la inoperancia del sistema al menos hasta el ao 2004,
evidenciando que el desarrollo de obras pblicas ha sido uno de los
responsables de la prdida del patrimonio cultural de la isla.
Asimismo, este caso demuestra la relevancia que tiene la aplicacin
de polticas territoriales, planificacin preventiva y la adecuada
ejecucin de los Estudios de Impacto Ambiental [EIA] en reas de
relevancia arqueolgica (Ramrez 2004).
En cuanto a los enfoques y procedimientos de la disciplina
arqueolgica, es importante sealar que actualmente existe un
consenso mundial en la ocurrencia de cambios, principalmente
referidos al quehacer relacionado con la arqueologa aplicada, sus
implicancias y su contextualizacin territorial. Los enfoques
terico-prcticos ms relacionados al vnculo entre arqueologa y PT
corresponden a la arqueologa aplicada (p.ej. en el Servicio de
Evaluacin Ambiental [SEA]), la Arqueologa Espacial (p.ej. Araneda
2002; Hodder y Orton 1990) y la Valoracin del Patrimonio
Arqueolgico (p.ej. Adn etal. 2009; Carver 1996). En este ltimo
punto cabe mencionar a la valoracin patrimonial como parte del
proceso de planificacin territorial, mientras contina siendo
materia de trabajo en la generacin y aplicacin de polticas
culturales y territoriales. Carver (1996) da cuenta de
valora-ciones previas para el patrimonio cultural, que no han
resuelto el problema de la valoracin social. A su vez, expone a
travs de ejemplos cotidianos el proceso de cmo se ha vinculado el
tema del patrimonio cultural a la valoracin del medio ambiente,
observando la complejidad del tema de
acuerdo al momento histrico en que se percibe tal patrimonio
(situacin variable de generacin en generacin). Como parte de su
entendimiento, da cuenta de dos visiones contrapuestas, donde la
postura de los llamados empiricistas se enfrenta a los
investigadores, siendo el de los primeros un acercamiento ms
profesional y el segundo, ms acadmico. Segn el autor, los
empiricistas concebiran al patrimonio arqueolgico existente como
tal e independiente de los seres humanos, mientras que los
investigadores, si bien aceptan su existencia por s mismo, no lo
concebiran como recurso, sino hasta confirmados los objetivos de
investigacin. Esta segunda postura es descrita como una arrogancia
acadmica, mencionando a esta confrontacin terica como improductiva
y como una de las razones de la desvinculacin de las polticas con
relacin a la gestin del patrimonio arqueolgico. Segn lo expuesto,
se concluye que los trabajos de investigacin acadmica son
insuficientes para el adecuado desarrollo arqueolgico, siendo
necesaria tambin la implementacin de proyectos de manejo o gestin a
nivel institucional-gubernamental.
Un cuestionamiento bsico es cmo resolver el problema de la
valoracin del patrimonio ar-queolgico en la planificacin
territorial; con qu criterios es posible establecer que un
yacimiento arqueolgico debe ser registrado y caracterizado,
excavado y/o preservado. En este punto, cabe hacer hincapi en que
no solo los yacimientos que presen-tan monumentalidad son
relevantes de preservar o investigar, sino que el concepto de
depsito potencial de investigacin corresponde al trmino a tener en
cuenta en la gestin del patrimonio arqueolgico y por ende en su
regulacin (p.ej. Ley N17.288; Fernndez 2008). Este modelo propone
que todo el territorio se vuelve de inters arqueolgico, dada la
eventual presencia de este tipo de depsitos en l5.
Bajo esta perspectiva, para la gestin del patri-monio
arqueolgico, la secuencia de trabajo en la PT considerara etapas
que en Chile slo han sido aplicadas en forma incipiente y parcial
[p.ej. POT Lago Ranco 2007 (Laboratorio de Planificacin Territorial
[LPT-UCT] 2007; Mera y Munita 2007); Estudio Diagnstico Patrimonio
Cultural de la regin de Los Ros 2009-2010 (Ministerio de Obras
Pblicas [MOP] 2010; Adn 2010)] y que corresponden a las etapas
iniciales del trabajo patrimonial en el territorio: (1) la
generacin de cartas arqueolgicas sectoriales y generales, (2) la
generacin de agendas de investigacin, (3) el otorgamiento de
valoracin
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Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras296
a los depsitos de acuerdo a sus caractersticas y, (4) el
cumplimiento de la agenda de investigacin (Adn etal. 2009; Fernndez
2008).
Normativa Relacionada con la Arqueologa y el Territorio
A travs de la contextualizacin legal internacio-nal, es posible
observar la relevancia del patrimonio arqueolgico en trminos
territoriales. En este contex-to cabe considerar tratados y
convenciones como la Convencin de Malta6 y la Convencin de
Lausana7, que hacen especial referencia a los recursos
arqueo-lgicos como patrimonio cultural en el territorio y
establecen tambin la idea de cmo han evolucionado la percepcin y el
trato hacia la arqueologa en el tiempo, fortaleciendo la idea de la
transformacin en las mentalidades de los diferentes pases hacia la
gestin del patrimonio cultural arqueolgico. Otros puntos
importantes que se desprenden del marco normativo internacional
(p.ej. Nueva Delhi 1956, Londres 1969, San Salvador 1976, Lausana
1990 y Malta 1992), son: la conservacin de zonas de inters
arqueolgico, la necesidad de generar catastros arqueolgicos (como
figura preventiva), la participacin de arquelogos en las polticas
de ordenacin y la interaccin disciplinaria en las instancias de
planificacin (Marin 1996; Querol y Martnez 1996). Si bien estas
convenciones no han sido suscritas o ratificadas por el Estado de
Chile, sera deseable que actuaran como una tendencia en la
fundamentacin de futuras polticas patrimoniales relacionadas al
territorio, debido a lo pertinente de sus contenidos8.
En Chile, los sitios arqueolgicos son recono-cidos como
Monumentos Nacionales por el solo ministerio de la ley (N17.288),
sin necesidad de ser declarados como tal (a diferencia del
patrimonio correspondiente a los Monumentos Histricos), lo que
tiene relacin con su naturaleza y grado de importancia para la
Historia, el Arte y la Ciencia. En cuanto a la normativa ambiental,
desde el ao 1994 hasta el 2012 se ha incluido el tema arqueo-lgico
en la evaluacin de los distintos tipos de proyectos de inversin, a
travs de la aplicacin del artculo 11 de la Ley de Bases del Medio
Ambiente N19.3009 y su respectivo reglamento, aludiendo a la Ley
N17.288 de Monumentos Nacionales y considerando al Consejo de
Monumentos Nacionales [CMN] como una institucin evaluadora en el
Servicio de Evaluacin Ambiental [SEA]. ste,
como sistema estatal, puede ser considerado como el ms
importante mecanismo de intervencin arqueolgica preventiva, inmerso
en las lneas del desarrollo econmico del pas.
Fuera del SEA, la aplicacin de la Ley de Monumentos Nacionales
N17.288 de 1970 y el Reglamento N484 de 1990 del Ministerio de
Educacin, a travs de la intervencin del CMN, se realiza mediante un
trabajo normativo reactivo, ante los diferentes hallazgos ocurridos
producto del desarrollo urbano y rural. Por su parte, la proteccin
del patrimonio arqueolgico se establece en la Ley Indgena N19.253,
como parte del reconocimiento de las culturas ancestrales e
indirectamente en el Convenio 169 sobre pueblos indgenas y
triba-les en pases independientes de la Organizacin Internacional
del Trabajo.
Estos mecanismos de accin permiten regular el impacto sobre los
recursos arqueolgicos, la obtencin de informacin y el levantamiento
de los materiales culturales y contextos existentes en las reas
intervenidas o por intervenir en todas las regiones del territorio
nacional10.
En el marco de la planificacin territorial na-cional, los
monumentos nacionales como materia deben ser contemplados en los
Planes Regionales de Ordenamiento Territorial [PROT], instrumentos
que en el marco del proceso de traspaso de competencias a los
Gobiernos Regionales correspondern a la redefinicin de los Planes
Regionales de Desarrollo Urbano [PRDU], siendo sus componentes de
an-lisis diagnstico y de prospectiva, lo urbano, rural, costero y
las cuencas hidrogrficas (Subsecretara de Desarrollo Regional y
Administrativo [SUBDERE] 2011). Con relacin a los instrumentos
normativos de la PT (los IPT), se cuenta con la consideracin del
patrimonio cultural en los mbitos de accin de los Planes
Reguladores Intercomunales [PRI] para las zonas rurales y urbanas,
en el marco de la Evaluacin Ambiental Estratgica [EAE] y de acuerdo
a la Ordenanza General de la Ley General de Urbanismo y
Construcciones [OGUC]. Asimismo, se encuentra incorporado legal y
direc-tamente para las reas urbanas, en los expedientes (Memoria
explicativa, Ordenanza Local y Planos) de los Planes Reguladores
Comunales [PRC]. A travs de esto, se identifica que no slo es
factible la consideracin del componente arqueolgico en el
ordenamiento territorial de las regiones, sino que a su vez
corresponde a un nivel de informacin que debe ser levantado, al
menos en reas urbanas,
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297Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
segn las normas establecidas11. Por su parte, el patrimonio
cultural arqueolgico tambin es materia de relevancia en planes o
instrumentos indicativos (p.ej. Pladetur, Planes de Ordenamiento
Territorial locales [POT]).
Estado actual de la consideracin del Patrimonio arqueolgico a
nivel institucional
Como unidad dependiente de la Direccin de Bibliotecas, Archivos
y Museos [DIBAM]12, el Centro Nacional de Conservacin y Restauracin
[CNCR] cuenta desde el ao 2007 con la Unidad de Geoinformacin del
Patrimonio [UGP], encargada del rea de Patrimonio del Sistema
Nacional de Coordinacin de Informacin Territorial [SNIT] (Ladrn de
Guevara et al. 2007). En trminos arqueolgicos, esta unidad ha
implementado los Estndares Mnimos de Registro del Patrimonio
Arqueolgico [2010], sistema de registro unificado que permitir un
avance en cuanto a la recopilacin de informacin existente del
patrimonio arqueolgico chileno y acta como un aporte
interdisciplinario concreto a nivel central para el tratamiento de
la relacin entre el patrimonio arqueolgico y territorio.
En cuanto al mbito regional, en el acpite de Identidad Regional
de la Estrategia de Desarrollo Regional de La Araucana (Gobierno
Regional de La Araucana [GORE] 2010), se menciona la incalculable
riqueza natural, histrica y cultural de la regin, sin incorporar el
concepto de patrimonio, implcito en estos tres aspectos del
territorio y su poblacin. Por su parte, en las lneas de accin de
los objetivos generales, se pretende Generar una Agenda Consensuada
con los diversos actores de la sociedad regional que permita
implementar el proceso de la Responsabilidad Cultural Araucana
(GORE 2010:79); este concepto de Responsabilidad Cultural surge a
partir del Programa de Fortalecimiento de Identidad Regional
(SUBDERE 2011), donde se consider como un pilar de la construccin
de la identidad cultural de la Araucana a los antecedentes
arqueolgicos generales conocidos, a nivel de microestudio
(Instituto de Desarrollo Regional-Universidad de La Frontera
[IDER-UFRO] 2008; Mera y Munita 2008). En este sentido, los
antecedentes arqueolgicos otorgaron profundidad temporal o larga
data a la diversidad cultural y a los procesos de apropiacin del
territorio y transforma-ciones productivas, constituyndose en parte
de la base de la construccin y rompimiento del marco
intercultural simtrico en La Araucana como parte de la
comprensin de la realidad regional. En este punto cabe reiterar
que, en trminos arqueolgicos, en la Regin de La Araucana existen
importantes brechas cronolgicas y espaciales. Los perodos y
complejos culturales registrados se encuentran en un proceso de
constante definicin, dado que cada recurso arqueolgico en s otorga
nuevos datos que permiten reconocer paulatinamente las diferentes
realidades del pasado.
En la Poltica Cultural de la Regin de La Araucana 2005-2010 se
menciona la presencia de slo dos Monumentos Arqueolgicos y 37
Monumentos Histricos (Consejo Nacional de la Cultura y las Artes
[CNCA] 2005), cifras que consideran exclusivamente a los Monumentos
declarados mediante Decretos Supremos, descono-ciendo la cantidad
real de recursos arqueolgicos reconocidos en el territorio.
En cuanto a su consideracin en la PT, pocos casos de planes
reguladores comunales mencionan recursos arqueolgicos en las
recopilaciones de datos (inventarios) y la realizacin de
diagnsticos en las memorias explicativas; tampoco son considerados
en los mapas y zonificaciones. De existir infor-macin arqueolgica
expuesta en el componente de patrimonio de los PRC, sta es
escasamente representativa, situacin que puede ser confrontada con
los resultados de este trabajo.
La consideracin patrimonial se establece principalmente a travs
de la normativa vinculada (Ley N17.288), pero se detecta que no
existe una lectura de la ley que repare en la presencia de
pa-trimonio cultural arqueolgico como una fuente de recursos
tangibles manifiestos en el territorio. Los datos arqueolgicos no
se registran posicionados, lo que redunda en que los antecedentes
no presentan una dimensin fsica a nivel virtual y no tengan
representatividad efectiva en los IPT, quedando excluidos, por
tanto, de las etapas de planificacin y gestin del territorio en el
contexto urbano de cada comuna.
Un elemento crtico del diagnstico de la consideracin del
patrimonio arqueolgico a nivel institucional regional y sectorial
en la Provincia de Cautn es la falta de informacin sistematiza-da
acerca de su presencia, as como la ausencia de iniciativas de
generacin de datos concretos que permitan trabajarlo. Se observa
que en los documentos, pese a las buenas intenciones de in-tegrarlo
en los planes de desarrollo, no se da lugar
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Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras298
a consideraciones territoriales de preservacin y/o manejo de los
recursos, existiendo un tratamiento retrico del tema y una
conformidad con la escasa informacin recabada, asumiendo que lo que
se ha logrado conseguir es aquello que se conoce, estando muy
alejados del estado del arte y las po-tencialidades de la
arqueologa como un recurso regional.
Mtodos de Trabajo y rea de Estudio
Con el fin de hacer un diagnstico de la situacin del componente
arqueolgico en la planificacin del territorio a nivel regional y
obtener informa-cin para sostener las propuestas, se trabaj con la
Provincia de Cautn en la Regin de La Araucana como rea de
estudio.
Las fuentes comparadas de informacinarqueo-lgica de la Provincia
corresponden a un conjunto de datos recogidos en forma sistemtica y
aquellos existentes en la bibliografa especializada (Figura1). Para
este trabajo se recopil la informacin provenien-te de 49 fuentes en
las que se obtuvieron resultados positivos, correspondientes a
documentos y bases de
datos tanto publicadas como digitales, obteniendo un total de
346 recursos (Munita y Faras 2011).
Generacin de Catastro y SIG
La informacin territorial relativa al componente arqueolgico fue
ordenada mediante la utilizacin de un sistema de informacin
geogrfica [SIG], de acuerdo a unidades territoriales naturalmente
definidas (subsubcuencas hidrogrficas) y unida-des administrativas
(comunas), para someter los datos recabados a posteriores anlisis
exploratorios (comparacin de grupos de datos de diferentes
pro-cedencias), realizando un diagnstico del estado de la
arqueologa a nivel territorial en la Provincia. La metodologa
empleada para la localizacin de los recursos arqueolgicos comenz
con un proceso de recopilacin de antecedentes donde se obtuvo
variada informacin relativa a la localizacin mediante coor-denadas
y el sistema de referencia con el cual fueron capturadas (proyeccin
y datum). Esta informacin fue incluida en una tabla Excel (Munita y
Faras 2011)13 y utilizando el programa ArcInfo 9.3 se cre una
cobertura de informacin cartogrfica de
Figura 1. Esquema metodolgico seguido en la recopilacin,
ordenamiento, exposicin y anlisis de los datos.Methodological
scheme followed in the summary, classification, exhibition and
analysis of data.
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299Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
puntos. Para cumplir con los estndares definidos por el SNIT se
procedi a transformar dichas coor-denadas al sistema WGS84 Huso 18
Sur, mediante el programa de transformacin de datum del Instituto
Geogrfico Militar [IGM]. Para la subdivisin poltico-administrativa
se utiliz informacin de lmites administrativos del MOP (escala
1:50.000) y para la subdivisin geomorfolgica y sistmica a nivel
ambiental se utiliz informacin de cuencas hidrogrficas proveniente
de la Direccin General de Aguas [DGA] (escala 1:100.000). Por su
parte, la labor del traspaso de datos de posicionamiento respondi a
los Estndares mnimos de registro del Patrimonio Arqueolgico
(UGP-CNCR2010) y a la generacin de otros campos, cuyas variables
tienen relacin con las caractersticas de las fuentes.
Resultados
La importancia del origen de los datos
La ejecucin de modelos de trabajo que reco-nozcan y consideren
la presencia del patrimonio arqueolgico en la planificacin
territorial de una regin, se vincula con una correcta aplicacin de
la normativa relacionada y la integracin de la in-formacin temtica
disponible. Paralelamente, la generacin de nueva informacin a nivel
territorial permite tener una visin clara de las caractersticas y
potencialidades de cada territorio, consolidar el cuerpo de datos
de una regin y es de primer orden en las etapas de valoracin. La
cantidad y calidad de informacin recabada condicionarn la calidad
de la muestra, dependiendo de sta una adecuada toma de decisiones
(Rozzi etal. 2006).
La muestra correspondiente a datos registra-dos de forma
sistemtica en trminos territoriales corresponde a los resultados de
las prospecciones realizadas en el marco del proyecto 1060216
finan-ciado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cientfico y
Tecnolgico [FONDECYT] (Adn etal. 2006), cuya metodologa fue diseada
con relacin a las caractersticas geomorfolgicas, ambientales y
culturales de reas de estudio definidas, de acuerdo a una distincin
y ordenamiento en base a cuencas hidrogrficas (Munita etal. 2010).
Esta muestra pudo ser posicionada adecuadamente, a travs de
coordenadas UTM en terreno, con datum conocido. Por su parte, la
informacin procedente de trabajos desarrollados en el marco del SEA
fue considera-da como un segundo cuerpo de datos, que si bien
est adecuadamente georreferenciado, en trminos territoriales es
conformado de acuerdo a objetivos vinculados a proyectos puntuales
de desarrollo e inversin14. Finalmente, el tercer cuerpo de datos:
las publicaciones, de alta relevancia en cuanto a su calidad
descriptiva e interpretativa del registro, presentan importantes
complicaciones para su posicio-namiento. En trminos generales, el
emplazamiento exacto de los sitios arqueolgicos en publicaciones
previas al ao 2000 solo es referencial15.
A travs de la revisin de las fuentes arqueolgi-cas para la
Provincia, se registra que la informacin territorial precisa es
difcil de obtener, tanto de las fuentes publicadas en la
bibliografa especializada como de las bases de datos relevadas por
el MOP en el marco del proyecto Ubicacin de Restos Arqueolgicos en
Cuencas Priorizadas, ejecutado por su Unidad Tcnica de Medio
Ambiente entre los aos 1993 y1995 (UGT-CNCR 2010), situacin que se
contrapone a la informacin proveniente de documentos tcnicos no
publicados, muchos de ellos disponibles al pblico a travs de la
plataforma del SEA o como informes de investigacin cien-tfica
(FONDECYT), donde s es posible obtener posiciones exactas mediante
coordenadas y datum conocido (Tabla1).
Distribucin de los datos
La ubicacin de los recursos patrimoniales arqueolgicos en la
Provincia de Cautn permite registrar ciertas concentraciones de
puntos, en directa relacin con su estrategia de obtencin y el marco
en el que la informacin fue generada. Se tiene por tanto una mayor
agrupacin de registros en la zona lacustre piemontana y
cordillerana de la Provincia debido a la ejecucin de proyectos de
investigacin (FONDECYT) y desarrollo (estos ltimos en las comunas
de Villarrica y Pucn), as como en las comunas centrales de la
Regin: Padre Las Casas y Temuco, relacionada a una mayor
concentracin de proyectos de desarrollo e inversin en estos
sectores. Pese a existir recursos identificados en las zonas del
valle central y costa, stos se encuentran ms dispersos y en menor
cantidad, situacin que se evidencia en las cantidades obtenidas de
acuer-do a la divisin poltico-administrativa comunal (Figura2 y
Tabla216).
Por su parte, la exposicin de la informacin de acuerdo a las
subsubcuencas hidrogrficas de la Provincia permite realizar
observaciones a partir de
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Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras300
Tabla1. Aspectos cuantitativos del posicionamiento de recursos
arqueolgicos en la Provincia de Cautn, segn fuente.Quantitative
aspects of the positioning of archaeological resources in Cautn
Province, according to source.
Superficie aprox. de dispersin de los datos (km2)
Cantidad recursos arqueolgicos
% con ubicacin exacta, del total general de RA
% con ubicacin referencial o sin informacin, del total
general de RA
Cuerpo de datos 1Informes Fondecyt 7.702 173 49,13 0,87Cuerpo de
datos 2Informes tcnicos 17.316 139 24 16,18Cuerpo de datos
3Bibliografa general 10.085,7 34 0 9,83Totales Provincia de Cautn
346 73,13% 26,88%
Figura 2. Posicionamiento de recursos arqueolgicos en las
diferentes comunas de la Provincia de Cautn.Positioning of
archaeological resources in the different communes of Cautn
Province.
-
301Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
Tabla 2. Aspectos cuantitativos del posicionamiento de recursos
arqueolgicos en la Provincia de Cautn, segn comunas.Quantitative
aspects of the positioning of archaeological resources in Cautn
Province, according to communes.
ComunaSuperficie de la comuna (km2)
% de la superficie total de la Provincia
Cantidad de RA reconocidos
% de RA del total de la Provincia
Carahue 1.341 7,25 5 1, 45Chol Chol 427,8 2,31 2 0,58Cunco 1.907
10,32 21 6,07Curarrehue 1.171 6,33 32 9,25Freire 935 5,06 3
0,87Galvarino 568 3,07 1 0,29Gorbea 695 3,76 4 1,16Lautaro 901 4,87
8 2,31Loncoche 977 5,28 10 2,89Melipeuco 1.107 5,99 23 6,65Nueva
Imperial 732 3,99 7 2,02Padre Las Casas 400,7 2,17 34 9,83Perquenco
331 1,79 6 1,73Pitrufqun 580,7 3,14 5 1, 45Pucn 1.249 6,77 54
15,61Saavedra 401 2,17 8 2,31Temuco 464 2,51 30 8,67Teodoro Schmidt
650 3,52 2 0,58Toltn 936,8 5,06 1 0,29Vilcn 1.421 7,69 4
1,16Villarrica 1.291 6,98 84 24,28Sin referencia 2 0,58Totales
18.487 100% 346 100%
unidades geomorfolgicamente definidas, entregando una
perspectiva sistmico-ambiental de los datos y contando con una
unidad de anlisis territorial, posible de utilizar en trminos
administrativos y de investigacin (Figura3 y Tabla3).
Un modelo general de trabajo para la incorporacin de la
arqueologa en la planificacin territorial local
En trminos prcticos, el instrumento de planifi-cacin territorial
legalmente vigente que contempla de forma explcita a los Monumentos
Nacionales y por ende al patrimonio arqueolgico en el componente
urbano, corresponde al Plan Regulador Comunal. De acuerdo al
material revisado, durante la etapa de PT a nivel regional, el
patrimonio arqueolgico solo es considerado como parte de los
antecedentes socioculturales de las memorias explicativas,
des-conociendo su naturaleza como recurso potencial inmerso en el
territorio. Esto se debe principalmente a la situacin legal de los
PRC de la Regin de La Araucana (Gutirrez y Pea-Corts 2011) y a que
durante el Anlisis del Sistema Territorial (Gmez
2008) el componente arqueolgico no es conside-rado en el
subsistema del medio fsico, sino que se lo limita al subsistema
social, al cual pertenece, aunque no de forma exclusiva.
Dado que los recursos arqueolgicos co-rresponden a contextos y
materiales tangibles, cuya presencia es independiente a la esfera
social viva y como depsitos se encuentran en el suelo y subsuelo
(incluso subacutico), son recursos propios del llamado medio
inerte17 (dimensin que en conjunto con el medio bitico y el medio
perceptual conforman el medio fsico) y que deben ser inventariados
en el territorio y considerados en las etapas de generacin (1
Diagnstico Integrado, 2 Anteproyecto memorias explicativas, planos
y zonificaciones y 3 Evaluacin Ambiental [en el SEA]) y ejecucin de
un plan, a travs de la incor-poracin de especialistas en la
elaboracin de los estudios y documentos tcnicos de gobernabilidad,
planificacin y gestin (Fernndez 2008). As como en los PRC, esta
consideracin se ajusta a los POT y PROT.
De acuerdo a los antecedentes revisados, se ad-vierte que la
generacin de inventarios arqueolgicos
-
Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras302
Figura 3. Posicionamiento de recursos arqueolgicos en las
diferentes subsubcuencas hidrogrficas de la Provincia de
Cautn.Positioning of archaeological resources in the different
basins of Cautn Province.
-
303Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
Tabla 3. Aspectos cuantitativos del posicionamiento de recursos
arqueolgicos [RA] en la Provincia de Cautn, segn subsubcuencas
hidrogrficas.
Quantitative aspects of the positioning of archaeological
resources in Cautn Province, according to hydrographic basins.
SubsubcuencaSuperficie
de la cuenca (km2)
% de la superficie total de la Provincia
Cantidad de RA
% de RA del total de la Provincia
1 Desage lago Calafqun desde desembocadura lago Coaripe 441,4
2,39 19 5,492 Estero Quitratue (Puyehue) 155 0,84 1 0,293 Lago
Caburgua y ro Carrileufu en junta ro Pucn 194,8 1,05 15 4,344 Lago
Villarrica 497,3 2,69 33 9,545 Ro Allipn entre estero Cunco y ro
Curaco 215,4 1,17 4 1,166 Ro Allipn entre ro Llaima y bajo estero
Cunco 334,9 1,81 7 2,027 Ro Allipn entre Tres Juntas y bajo ro
Llaima 392,6 2,12 10 2,898 Ro Blanco en desage lago Caburgua 183,4
0,99 3 0,879 Ro Budi 497,3 2,69 5 1, 45
10 Ro Caihuico hasta bajo ro Huichahue 343,1 1,86 1 0,2911 Ro
Cautn entre arriba junta estero Guacolda y ro Muco 267,1 1,44 3
0,8712 Ro Cautn entre estero Lefuco y bajo junta estero Collico
379,6 2,05 7 2,0213 Ro Cautn entre estero Pumalal y ro Quepe 435,9
2,36 23 6,6514 Ro Cautn entre ro Muco y bajo junta Estero Pumalal
272,3 1,47 6 1,7315 Ro Cautn entre ro Quepe y ro Chol Chol 91,7 0,5
3 0,8716 Ro Chol Chol entre ro Quilln y ro Renaco 281,1 1,52 2
0,5817 Ro Collins 237,2 1,28 1 0,2918 Ro Cruces (San Jos) bajo
estero Niguen 644,5 3,49 13 3,7619 Ro Cruces (San Jos) entre estero
Niguen y ro Leufucade 326,2 1,76 3 0,8720 Ro Curaco 561,4 3,04 7
2,0221 Ro Donguil bajo junta estero Polul 439,4 2,38 2 0,5822 Ro
Donguil entre estero Quitratue y ro Toltn 171,7 0,93 3 0,8723 Ro
Imperial entre junta ros Cautn y Chol Chol y ro Las Damas 497,5
2,69 3 0,8724 Ro Imperial entre ro Las Damas y desembocadura 162,4
0,88 4 1,1625 Ro Las Damas 266,1 1,44 1 0,2926 Ro Lingue 517,1 2,8
1 0,2927 Ro Liucura 363,8 1,97 6 1,7328 Ro Maichn entre estero
Cuatro M. y ro Trancura 237,4 1,28 6 1,7329 Ro Maichn hasta bajo
estero Cuatro M. 251,9 1,36 4 1,1630 Ro Moncul 426,2 2,31 1 0,2931
Ro Pedregoso 191,2 1,03 2 0,5832 Ro Pucn entre junta ros Maichn y
Trancura y bajo ro Cavisani 374,1 2,02 18 5,233 Ro Pucn entre ro
Cavisani y ro Curileufu 240,9 1,3 9 2,634 Ro Pucn entre ro
Curileufu y desembocadura lago Villarrica 174,9 0,95 11 3,1835 Ro
Quepe entre ro Huichahue y Bajo estero Pelales 294,3 1,59 32 9,2536
Ro Quilln entre puente Perquenco y estero Perquenco 263,6 1,43 7
2,0237 Ro Ronaco 422,8 2,29 1 0,2938 Ro Toltn entre desage lago
Villarrica y ro Pedregoso 269,6 1,46 28 8,0939 Ro Toltn entre
estero Neicuf y desembocadura 255,6 1,38 1 0,2940 Ro Toltn entre ro
Allipn y ro Donguil 150,7 0,82 1 0,2941 Ro Toltn entre ro Pedregoso
y ro Allipn 176,9 0,96 2 0,5842 Ro Trafultraful 324,7 1,77 4 1,1643
Ro Trancura 360,8 1,95 8 2,3144 Ro Zahuelhue y ro Guallerrupe 416,6
2,25 6 1,73
Sin referencia 19 5,49Totales 14.002,4 75,76% 346 100%
-
Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras304
a partir de las fuentes disponibles, como una primera fase de la
consideracin del componente en el OT, actualmente es una
herramienta insuficiente para la generacin de capas de informacin
que permitan un adecuado manejo de los recursos (Fernndez 2008), en
concordancia con los dems intereses sectoriales (p.ej. proyecto MOP
1993-95). De acuer-do a esto, un IPT debera considerar la generacin
de informacin arqueolgica, segn los estndares actuales de registro,
de una manera sistemtica y estadsticamente vlida, de acuerdo a las
caracte-rsticas ambientales y la superficie del territorio.
Al ser considerados en el Diagnstico Integrado [DI] (Gmez 2008),
los recursos arqueolgicos cobran relevancia en las dems etapas del
Anlisis Territorial, y por ende en el OT, comenzando en los
diagnsticos de problemas y potencialidades y posteriormente en la
fase de preparacin de la planificacin p. ej. en anlisis FODA
[fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas], la rea-lizacin
de pronsticos, la definicin del sistema de objetivos, sus
relaciones y la elaboracin de un sistema que los compatibilice.
Finalmente, el patri-monio arqueolgico considerando el conjunto de
recursos prehispnicos, posthispnicos y aquellos entendidos como
materia de estudio de las arqueo-logas Histrica e Industrial debera
encontrarse contenido en las propuestas, el modelo territorial a
alcanzar y la generacin de alternativas.
La informacin arqueolgica debe ser verti-da en los planos y
zonificaciones, generando en una primera instancia las denominadas
Cartas Arqueolgicas18, cuya metodologa de confeccin y utilizacin
tiene una amplia gama de ejemplos a nivel internacional y algunos
incipientes a nivel nacional (p.ej. Instituto Portugus do
Patrimonio Arquitectnico e Arqueolgico 1992; Poujade 1995; Bern y
Curtoni 2002; CMN 2011). Las metodologas de levantamiento y
procesamientos de los datos, segn lo anteriormente evidenciado,
debieran seguir una metodologa cientfica de muestreo, que otorgara
la posibilidad de acumular el conocimiento de una forma ordenada y
til para las venideras etapas de valoracin y gestin o bien en la
generacin y aplicacin de planes de manejo temticos. En el marco de
esta metodologa cient-fica, la segregacin y anlisis de la
informacin de acuerdo a las cuencas hidrogrficas de una regin se
convierte en el manejo de los datos ms cercano a las caractersticas
y elementos reales compartidos por un territorio (Dourojeanni
2000).
En trminos terico-prcticos, un modelo de planificacin fsica con
base ecolgica (Pea-Corts y Mardones 1999) se torna adecuado para la
consideracin del patrimonio arqueolgico en la PT. La Planificacin
Ecolgica expone un marco terico y una metodologa para alcanzar las
aptitudes de uso de suelo de acuerdo a las caractersticas fsicas,
contribuyendo a generar las bases del manejo sustentable de un
territorio, por lo que es posible introducir el componente
arqueolgico como una de las variables del terri-torio a considerar
en las matrices de evaluacin y de oferta del espacio. En este
marco, se consi-dera cules han sido las principales razones que han
originado un uso irracional de los recursos naturales, degradando
el ambiente, las que tienen directa relacin con los factores que
son perju-diciales para los recursos culturales del medio fsico,
criterios que pueden ser extrapolados a la realidad del patrimonio
arqueolgico en forma independiente de los elementos
socioeconmicos.
De acuerdo al diagnstico realizado acerca del estado del
patrimonio arqueolgico a nivel institucional regional, es posible
observar que una de las causas de la falta de consideracin del
com-ponente corresponde a la escasez de informacin y al
desconocimiento que se tiene de las fuentes. Se distingue que son
muy pocas las situaciones que han considerado a un arquelogo en la
generacin de los documentos tcnicos, haciendo uso exclu-sivo de los
antecedentes proporcionados por otras instituciones del Estado, en
este caso, del Consejo de Monumentos Nacionales. Por su parte,
actual-mente el CMN no dispone de una plataforma de consulta donde
las instituciones y especialmente las Municipalidades puedan
acceder a la informacin sistematizada existente, acerca del
emplazamiento y cantidad de recursos patrimoniales arqueolgicos
reconocidos en su territorio.
Los costos de generacin de informacin de-bieran, por tanto, ser
asumidos en el levantamiento de informacin local (en el marco de la
generacin de los IPT), a travs de los presupuestos conside-rados en
la confeccin de los planes, as como a travs de programas y
proyectos sectoriales (p.ej. Programa de Puesta en Valor del
Patrimonio) y/o que surjan de la administracin regional (GORE,
SUBDERE, p.ej. a travs del Fondo Nacional de Desarrollo Regional
[FNDR]), con relacin a las planificaciones regionales (PRDU o PROT)
y locales (PRC y PRI).
-
305Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
Los beneficios de la consideracin del compo-nente arqueolgico en
la planificacin territorial tienen relacin con el cumplimiento de
la normativa y el adecuado conocimiento de las potencialidades y
deberes en el manejo de un territorio, contemplando todas sus
dimensiones, situacin que actualmente es incluso evadida. El
conocimiento patrimonial de un territorio es sustancial al momento
de determinar su oferta, considerando intereses tanto pblicos
(polticos y sociales) como privados. Compatibilizar ambos
intereses, de acuerdo a los lineamientos medioambientales de un
territorio, se relaciona con la sinergia esperada para su
desarrollo y permite tener una visin integral de sus
potencialidades. En el caso de los recursos arqueolgicos, diversos
son los retornos que pueden esperarse de su considera-cin en la
planificacin, como efectos econmicos positivos directos e
indirectos (Fernndez 2008), siendo relevante su conservacin a
travs, por ejemplo, de la planificacin de reas verdes o
es-parcimiento relacionadas a recursos patrimoniales, en diferentes
tipos o lneas de proyectos de carcter urbano o bien para la gestin
de investigaciones especficas en Sitios de Especial Relevancia
(Artculo2 Reglamento sobre Excavaciones y/o Prospecciones
Arqueolgicas, Antropolgicas y Paleontolgicas, Ley N17.288), acorde
con otros objetivos territoriales. Asimismo, tambin se vuelve
posible la anticipacin a procesos de destruccin patrimonial,
teniendo en cuenta la necesidad de realizar rescates de sitios
arqueolgicos en fases previas a la ejecucin de proyectos de
desarrollo e inversin, en aquellos sectores que presentarn
intervenciones de subsuelo, permitiendo eventual-mente a las
comunas desarrollar planes y proyectos de trabajo en torno a estos
recursos locales. Si bien sera esperable que a nivel municipal este
trabajo fuera realizado de forma conjunta por la Secretara Comunal
de Planificacin [SECPLAN] y las unidades de obras municipales y
cultura, cabe recordar que segn la Ley Orgnica Constitucional de
Municipalidades solo aquellas comunas con ms de 100.000 habitantes
deben considerar ms de una unidad de funciones genricas (p.ej.
desarrollo co-munitario, obras municipales, aseo y ornato, trnsito
y transporte pblicos, administracin y finanzas, asesora jurdica y
control) (Artculos N15 a 17 de la Ley N18.695), por lo que se debe
reiterar que la arqueologa de un territorio debe ser tratada como
un componente ms del medio fsico, cuya responsabilidad pueda ser
asumida en cualquier tipo de municipio a travs de la SECPLAN y las
instituciones relacionadas al GORE.
Con la aplicacin de este modelo general de trabajo (Figura4) y
desde un punto de vista disci-plinario, la arqueologa aplicada
aumenta su campo
Figura 4. Esquema general de incorporacin del componente
arqueolgico en los IPT a nivel regional y local.General scheme of
incorporation of archaeological components in the IPT to at the
regional and local levels.
-
Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras306
de accin, ya no solo a los estudios de impacto, sino que tambin
a las zonificaciones (OGUC), generacin de inventarios o cartas
arqueolgicas y cartas de riesgo (Fernndez 2008), establecindose una
suerte de equilibrio entre la produccin de informacin por parte del
mbito pblico/privado y el exclusivamente pblico y considerando el
componente arqueolgico en la administracin del territorio, al menos
en el mbito urbano. Estas propuestas corresponden a soluciones
tcnicas que permiten enfrentar el problema de la descon-sideracin
del patrimonio arqueolgico en la PT, aunque el trasfondo de su
escasa integracin en el ordenamiento del territorio es un tema
mayor, que an resta por ser ampliamente discutido, no solo desde la
arqueologa y la planificacin territorial, sino tambin desde las
perspectivas antropolgica y de los pueblos ancestrales, atendiendo
a la cons-truccin de territorialidades e identidades locales.
Conclusiones y Expectativas
Todo objetivo o escenario de prospectiva que contenga elementos
representativos del desarrollo cultural de una regin, su identidad,
arraigo de las culturas ancestrales, orgenes, historia, educacin
patrimonial e intereses especiales, es sustentable en la medida que
sean propuestas y ejecuten polticas, planes, programas, proyectos e
instrumentos de planificacin, que aseguren la preservacin y/o el
adecuado trabajo sobre sus fuentes de informacin y materializacin;
en este caso, nos referimos a sus recursos patrimoniales
arqueolgicos. Si en los mo-delos sociales y territoriales a seguir,
como parte de su imagen objetivo, se pretende una continuidad de
estos elementos, es necesario considerar la condi-cin tangible y
expresin territorial de los recursos patrimoniales, en un contexto
donde la tendencia apunta a su destruccin sistemtica.
El patrimonio arqueolgico, como un compo-nente ms del medio
fsico, supera la contingencia cultural de las regiones y si bien el
modelo de trabajo propuesto se ajusta a toda la realidad nacional
en trminos administrativos, su objeto adquiere una valorizacin
diferencial al encontrarse en territorios con una fuerte presencia
de pueblos originarios. En este marco, cabe enfatizar que el
tratamiento del patrimonio arqueolgico en la planificacin
territorial (p.ej.: su consideracin en los IPT) debe seguir
lineamientos comunes en todo Chile, aunque tambin deber responder a
las realidades especficas
de territorios donde se reconozca la presencia de co-munidades
ancestrales, enfocndose principalmente a la prevencin de la
destruccin de los recursos arqueolgicos. Un ejemplo concreto de
ello es la relacin y recuerdo del uso de antiguos cementerios por
parte de comunidades vivas. En este caso, durante la etapa de
valoracin en el Diagnstico Integrado, el plan adems de considerar
la presencia del recurso deber incorporar la variable de su
cono-cimiento por parte de la comunidad y, por lo tanto, la no
intervencin sobre el sitio arqueolgico y de relevancia
antropolgica. De esto se desprende la importancia que adquiere la
etapa de valoracin sobre el patrimonio arqueolgico durante la
elaboracin de un plan y las diferencias que deben ser manejadas al
momento de construir la PT de los territorios, dando cumplimiento a
la normativa relacionada al patrimonio arqueolgico y las culturas
ancestrales desde una perspectiva territorial.
Gracias a la legislacin vigente en Chile, relativa al patrimonio
arqueolgico y al medio ambiente, es posible reconocer una relacin
consecuente entre las intenciones constitucionales y la
consideracin de los recursos arqueolgicos como bienes de la nacin,
a pesar de que an no se ha realizado el vnculo entre polticas
territoriales y polticas culturales, que den paso al cumplimiento
cabal de objetivos relacionados a la valorizacin y puesta en valor
del patrimonio arqueolgico, as como a su adecuado tratamiento y
conservacin. Si bien la legislacin chilena protege los recursos
arqueolgicos y existe un procedimiento claro acerca de las
intervenciones sobre ellos, no existen normas detalladas acerca de
su manejo a nivel territorial.
El desarrollo de estudios de levantamiento, sistematizacin e
integracin de la informacin arqueolgica a nivel regional,
relacionados con los dems aspectos de la planificacin de un
territorio, permitira invertir en el reconocimiento patrimonial a
corto plazo, utilizando la informacin recabada a largo plazo. Esto
constituye la base de un ahorro futuro en cuanto a prdidas
patrimoniales, como acervo intelectual de una regin, hacindose
necesaria la consideracin del concepto de patrimonio tangible en
las estrategias de desarrollo regional, tanto en las reas urbanas
como rurales, sobre todo en aquellas regiones que presentan una
realidad multicultural.
Al momento de establecer una adecuada oferta del territorio, el
trabajo de relevamiento y produccin de conocimiento en etapas de PT
es completamente atingente en marcos como el de la
-
307Arqueologa y planificacin territorial en Chile, situacin
actual y perspectivas. El caso
Evaluacin Ambiental Estratgica, considerando la envergadura de
los impactos en forma amplia o integral, en etapas previas a la
toma de decisiones y asumiendo los efectos acumulativos de la
ejecucin y funcionamiento de obras de desarrollo (Iturriaga etal.
2006; Ley N20.417; Comisin Nacional del Medio Ambiente-Centro de
Estudios del Desarrollo [CONAMA-CED] 2010; Ministerio del Medio
Ambiente [MIMA] y Ministerio de Vivienda y Urbanismo [MINVU]
2011).
Es funcin del Estado lograr que la informacin patrimonial se
encuentre disponible distintamen-te, tanto para la gobernabilidad y
desarrollo del pas como para las necesidades de las personas.
Actualmente en Chile una de las vas de generacin de conocimiento
arqueolgico se encuentra en la consideracin del componente en la
ley de Bases del Medio Ambiente, lo que redunda en que un aporte
sustantivo a nivel nacional es realizado por los privados, para
quienes el conocimiento previo del patrimonio arqueolgico de un
territorio puede cooperar en la toma de decisiones acerca de cmo y
cundo invertir, teniendo en cuenta labores y costos que deben ser
asumidos. A su vez, para que esta informacin pueda ser til, debe
ser sistematizada y actualizada; de acuerdo a la norma, estas
labores son parte de los deberes del CMN (Formar el Registro de
Monumentos Nacionales y Museos), situacin que ha comenzado a ser
trabajada formalmente, a travs de la generacin de los Estndares
mni-mos de registro del Patrimonio Arqueolgico y el Geoportal-CMN
(UGP-CNCR 2010; Nez etal. 2012). Si bien estas iniciativas, de
acuerdo a los objetivos referidos a la implementacin de plataformas
de informacin para la gestin insti-tucional, constituyen la base de
la consideracin del patrimonio arqueolgico en el territorio, se
vislumbra que los tiempos de implementacin de
las etapas venideras por parte de las instituciones presentan un
desfase con relacin a la generacin y puesta en prctica de los IPT y
se encontraran centradas en la sistematizacin y disponibilidad de
los datos y no en la generacin de datos de campo para las etapas de
planificacin. Es por esto que se propone asumir una responsabilidad
compartida entre las diferentes instancias de gobierno (desde el
nivel central hasta los municipios), para la pre-servacin de
nuestro patrimonio arqueolgico en trminos territoriales.
En la bsqueda de la compatibilidad territorial entre intereses
sectoriales, la incorporacin del componente arqueolgico en la
planificacin del territorio es coherente y factible de concretar en
los distintos niveles del OT regional, teniendo en cuenta, adems,
el reciente comienzo de un proceso de modificacin de la
institucionalidad cultural en Chile, que involucrar un cambio en la
dependencia del CMN y la DIBAM y modificaciones en la Ley de
Monumentos Nacionales, existiendo la posibilidad de articular
consejos regionales, en directo vnculo con el traspaso de
competencias desde el Gobierno Central a los GORES.
Agradecimientos: Especialmente a Rodrigo Mera y Jimmy Pincheira
por su constante apoyo durante la elaboracin de este trabajo.
Agradecemos tambin a Leonor Adn, Carlos Ocampo, Ximena Navarro,
Andrea Ponce y a todos quienes nos com-partieron importante
informacin. Al Laboratorio de Planificacin Territorial y al
Programa de Magster en Planificacin y Gestin Territorial, Escuela
de Ciencias Ambientales, Facultad de Recursos Naturales,
Universidad Catlica de Temuco. Tambin queremos agradecer a los
evaluadores de este artculo, por sus valiosas correcciones y
acuciosos comentarios.
Aceituno, F. 1998. Arqueologa y desarrollo sostenible en
Colombia. Complutum 9:335-344.
Adn, L. (compil.) 2010. Informe de diagnstico y valorizacin del
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Notas
1 La planificacin territorial es la segunda fase del proceso de
elaboracin de un plan de ordenamiento del territorio Consiste,
bsicamente, en disear, en funcin del diagnstico elaborado, un
modelo territorial o imagen objetivo que se desea conseguir a largo
plazo (Gmez 2008:451). En trminos generales, la planificacin
engloba las fases de anlisis y planificacin territorial,
distinguindose de la gestin, que se considera como la puesta en
prctica y seguimiento de un plan.
2 la ordenacin del territorio se materializa a travs de la
elaboracin y ejecucin de un conjunto de planes (instrumentos
legales para la ordenacin territorial), que pueden ser especficos
de la ordenacin del territorio o corresponder a otros campos; (Gmez
2008:135). En Chile, la planificacin urbana se realiza mediante
diversos instrumentos de planificacin territorial de acuerdo a la
escala de planificacin (Plan Regional, Plan Regulador Intercomunal,
Plan Regulador Comunal, Plan Seccional y Lmite urbano).
3 El hallazgo fortuito de sitios con significacin cultural como
son los recursos arqueolgicos, en la mayora de las situaciones es
considerado como un problema que debe ser resuelto esencialmente
por los privados, segn las normas del Estado, sin reportar
beneficios para los inversionistas. Es as como en reiteradas
ocasiones, en el marco de ejecucin de obras, se ha omitido y omite
el hallazgo de evidencias arqueolgicas que representan atrasos en
los plazos de entrega y gastos no considerados en la realizacin de
proyectos de desarrollo.
4 El concepto de Oferta del Espacio, si bien puede ser
considerado como un trmino de corte economicista en la concepcin
del territorio (malentendiendo que el concepto alude a la venta del
territorio), se torna adecuado de utilizar al momento de proponer
el para qu puede ser utilizado un espacio en planificacin
territorial. Este concepto ha sido incorporado en el marco de la
Planificacin Ecolgica (Pea y Mardones 1999), de acuerdo a las
aptitudes o usos ptimos de un territorio para el desarrollo de
actividades definidas, productivas y de conservacin, de acuerdo a
sus propias caractersticas, privilegiando sus reales
potencialidades
y respetando los recursos existentes, por sobre modelos de
utilizacin del espacio en que solo prima un inters econmico de
explotacin.
5 Dada su geografa, en Chile existen importantes diferen-cias en
la conservacin de los restos arqueolgicos a lo largo del
territorio, que juegan un rol fundamental en la valoracin otorgada
por la poblacin al patrimonio arqueo-lgico. Mientras en el norte de
Chile (especficamente en el ambiente desrtico) es posible el
hallazgo de casi todas las materialidades (incluso orgnicas) y las
evidencias se encuentras muchas veces expuestas (p.ej.:
arquitectura), en el sur del pas en trminos generales solo es
posible hallar elementos inorgnicos y los rasgos arqueolgicos en
numerosas ocasiones se encuentran invadidos por ve-getacin. Esto
influye en que el patrimonio arqueolgico sea mayormente considerado
en regiones donde es posible su observacin directa o se reconozcan
elementos ms llamativos de la cultura material, en desmedro de
aquellas regiones donde el registro arqueolgico es ms restringido y
presenta mayores dificultades de hallazgo e interpretacin, aunque
sea tan frecuente y relevante como en ambientes que permiten una
mejor conservacin de las evidencias.
6 Tratado internacional en el que destaca algo que antes no se
haba tenido en cuenta respecto a la conservacin y gestin del PA
[patrimonio arqueolgico], su indisoluble unin con la planificacin
de los territorios (Querol y Martnez 1996). Asimismo, se refiere la
importancia de la consideracin del Patrimonio Arqueolgico en las
etapas de planificacin urbana y rural y se establece la necesidad
de generar catastros o inventarios del patrimonio arqueolgico.
7 En este tratado internacional, el patrimonio arqueolgico es
considerado como una riqueza no renovable (Querol y Martnez
1996).
8 La Convencin para la Proteccin del Patrimonio Mundial Cultural
y Natural de la UNESCO (1972) es el nico instrumento internacional
ratificado por Chile acerca de la proteccin del patrimonio cultural
general (Gonzlez 2001).
9 Modificada por la Ley N20.417 que crea el Ministerio, el
Servicio de Evaluacin Ambiental y la Superintendencia del Medio
Ambiente.
-
Doina Munita, Fernando Pea-Corts y Aldo Faras310
10 Una revisin de la normativa nacional e internacional
ratificada, relacionada al patrimonio arqueolgico, puede ser
consultada en: www.monumentos.cl (CMN 2011).
11 Artculo2.1.10 sobre el Expediente del PRC, OGUC.12 Informacin
oficial acerca de la institucionalidad chile-
na referida, se encuentra en las siguientes direcciones:
http://www.subdere.gov.cl/gobiernos-regionales (para informacin de
GORES);
http://www.arquitecturamop.cl/Patrimonio/Paginas/default.aspx (para
informacin del MOP, Direccin de Arquitectura DAMOP y Programa de
Puesta en Valor del Patrimonio PPVP);
http://www.cncr.cl/Vistas_Publicas/publicContenido/contenidoPublicDetalle.aspx?folio=3817&idioma=0
(para informacin del CNCR y UGP).
13 Actualmente, la informacin recabada tanto bases de datos como
SIG se encuentra en posesin de los autores.
14 Cabe tener en cuenta que los recursos arqueolgicos
reconocidos en el marco de proyectos de investigacin o planificacin
tienen la posibilidad de ser considerados en etapas de planificacin
territorial y/o estar sujetos a planes de manejo (intervenciones
controladas, conservacin, etc.), mientras que aquellos recursos
identificados segn
los mecanismos del SEA, ya se encuentran intervenidos o
susceptibles de serlo y en la mayora de los casos no existen
alternativas de tratamiento ms que su intervencin y destruccin.
15 En la investigacin bibliogrfica, se utilizaron fuentes
previas y posteriores al ao 2000.
16 Para la Provincia de Cautn se consider una superficie total
de 18.487 km2, cifra que corresponde a la sumatoria de las reas
comunales consultadas en fuentes oficiales (www.subdere.cl y pginas
municipales) y extraoficiales (en el caso de no existir el dato en
la respectiva pgina oficial). Debido a esto, es que existen
diferencias de este dato con relacin a otras fuentes.
17 Al considerar al patrimonio arqueolgico como parte del medio
fsico y ms especficamente como parte del denominado medio inerte,
se est haciendo alusin nica-mente a su dimensin material,
excluyendo por supuesto las interpretaciones implcitas y
significancia del patrimonio arqueolgico, relativas a las procesos
sociales del pasado, prcticas, cotidianeidad y cambios culturales,
etc.
18 Similares a las Cartas Geolgicas, constituidas por un mapa y
un texto explicativo.