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Caso Muñeca Repollo

Oct 30, 2015

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Mabe Albán
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  • /.. ,,

    CASOS DE POSICIONAMIENTO

    EL LANZAMIENTO DE LA MUECA REPOLLO

    (1983)

    En 983 la empresa estadounidense Coleco, fabricante de juegos electrnicos y ordenadores

    personales, lanz al mercado una mueca denominada Cabbage Patch Do/l. La mueca.

    ei. eada por el escultor Xavier Roberts a partir de una idea con origen en un viejo cue to

    que le relataron de nio, segn el cual los bebs aparecan en las huertas de repollos de

    Georgia, mide aproximadamente medio metro, est hecha de retales y rellena de espuma

    acrlica. Tiene la cara redonda, los mofletes hinchados, no habla, no llora, no se mueve, no

    hace pip, ni se la puede meter en el agua. Adems, presume de ser fea.

    A pesar de ello, en su momento se convirti en el regalo ms deseado, en el fenmeno

    comercial ms llamativo e inslito de su tiempo. En Estados Unidos, la gente viajaba de un

    Estado a otro para conseguirla y pagaba cuatro veces su precio en la reventa. Hasta hicieron

    colas de catorce horas -sucedi en Nueva York- para acceder a las tiendas que acababan de

    recibir un pedido. A lo largo de 1983 -ao de su lanzamiento- se fabricaron ms de oos

    millones y medio de unidades; algunas traspasaron las fronteras americanas / IIc9 ron a

    Europa provocando la misma locura colectiva que en el otro lado del charco.

    y todo porque, a pesar de ser fea -lo que parece haber sido una circunstancia ms de SLJ

    xito, ya que se afirma que en cierta medida representa la victoria de los que luchan por 12

    no oiscriminacin de las personas de diferente apariencia fsica-, inmvil y estar hecha con

    mat riales baratos; cada mueca es nica.-----------'

    El ordenador a partir del que se disea, crea infinitas combinaciones de color de pelo, piel,--- .__ .-_ .._-

    peinado, altura, color de ojos, forma de la boca y de la nariz, localizacin de lunares o de

    hovtos ....

    A lo anterior se une otra caracterstica inslita: la mueca no se vende, por contra, requi 're

    ser adoptada bajo juramento de 11 Prometo ser bueno/a y respetable progenitor/a y querer a

    mi repollo de trapo con todo mi corazn ". Circunstancia que, indudablemente, otorce i.n

    ex.9 irc I o. el,'Jn ue\ n~ lQOu E ( lJOJO J i'Q fa

  • "carcter muy especial al hecho de tener una de ellas, cuidarla y mimarla. Tan especial, que

    las muecas irrepetibles no slo conquistaron el mundo infantil, sino que encontraron

    numerosos padres adoptivos entre los adultos y, especialmente, entre personas y

    matrimonios de la tercera edad que vivan solos y que concedieron a estas muecas la

    categora de segunda y silenciosa familia.

    Como si de cualquier adopcin al uso se tratara, en la presentacin del producto celebrada

    en Georgia en 1983 la empresa no dud a la hora de vestir a sus vendedores como mdicos

    y enfermeras y de colocar a las muecas en incubadoras con su nombre nico y sus

    correspondientes certificados de identidad.

    Fue tal el revuelo que este producto origin en el mercado que escritores prestigiosos como

    Mario Benedetti hicieron sus propias reflexiones sobre el tema.

    Rpidamente, las muecas repollo en Espaa emularon el xito de sus hermanas

    norteamericanas. Rosa Montero habla sobre su lanzamiento en el mercado espaol. Por

    cierto, en nuestro pas estas muecas se empezaron a comercializar en exclusiva por Galeras

    Preciados en 1984 con un precio de 14.900 pesetas y con varias inserciones publicitarias en

    primeras pginas de las ediciones dominicales de diarios de tirada nacional.

    El impacto de este lanzamiento en el mercado espaol fue tal que origin un gran xito

    comercial entre las nias., Es lgico que estas pequeas consumidoras deseen lo ms nuevo,

    lo ms caro, lo ms aparatoso, aunque los padres deseen adquirir algo ms pedaggico y tal

    vez creativo. Pero es difcil convencer a los pequeos con argumentos racionales ante la

    insistencia de stos por sus juguetes preferidos. No obstante, el xito de ventas de este

    producto en EE.UU. fue mucho ms alto que en Europa, en general, y en Espaa, en

    particular.

  • "..

    Monlogo de una mueco repollo (Artculo de Mara Benedetti)

    Hola, amigos. Amigos del mundo libre, Mi nombre P.S Connie, pero eso no .mpcrta

    cernasiado. Lo que realmente cuema son mis tres apellidos: Cabbage Petrh kiads. Y, sobre

    todo, mi carc er diferenciado, individual, nico, Yo, Connie, soy distinta a todas rus primas.

    Tengo el pulgar ms corto que el de Madge, la nariz ms chata que la de Agnes, el ojo

    izquierdo ms pequeo que el de Emily, la boca ms asquerosa que la de Jenny. LJS

    Cabbage Patch Kids somos individuos, o ms bien individuas; no pertenecemos a la informe

    muchedumbre. Cada una de nosotras tiene su corazoncito de un trapo o de una lana

    peculiar. Dios cre al hombre a su imagen y semejanza, y as van las cosas. A nasa ras, en

    cambio, nos cre Mr, Xavier Roberts, un californiano de 28 aos pero no nos fabric a su

    imagen y semejanza. Gracias a nuestro xito se hizo millonario.

    Gracias precisamente a Memma Compu, cada una de nosotras posee un rasgo nico

    distintivo. Eso s, todas somos feas. Y no simplemente fechas, sino feas de solernruoed.

    iaddv Xavier advirti con lucidez que el mercado estaba sobresaturado de muecas uncas y

    lindislmas, y por eso se propuso ser original y decidi crearnos as como somos, es dcc.ir,

    horribles, Y en un impromptu desencaden el boom de lo fesimo. De ah que la tan clebre

    mayora silenciosa de EE.UU. hoy se amontone, se afane, se hacine, se empee, se estruje,

    se propine fraternales codazos y se haga democrticas zancadrllas slo para llegar hasta

    nosotras y satisfacer (previo pago y mediante certificado) su impostergable neccsidad de

    adoptarnos.

    No s si ustedes lo saben, pero las Cabbage Patch Klds tenemos nuestro servicio mdico,

    r. estros bien instalados sanatorios (por cierto, bastante caros, pero es obvio que el confort

    Lene su precio), donde nos atienden con singular afecto. En el caso desgraciado de que

    21guna nia de carne y hueso, muerta de envidia e histrica de celos, os haya quebrado U"'1J

    de esas croquetas que llevamos por piernas siempre habr un amable y capacitado Cirujano

    que nos repare y nos devuelva impecables al seno de nuestra familia de adopcin ...

  • ". '

    Somos distintas, y no igualitas, como, por ejemplo, son la Matrioschkas, esas gordas

    impdicas y pmtarrajes que por algo vienen de Mosc. El hecho de que sean iguales y se

    alojen unas dentro de las otras en variados tamaos dice bien a las claras que son un mero

    smbolo de la Nomenklatura, esa definicin de la burocracia sovitica tan popularizada por

    nuestros entraables amigos los disidentes moscovitas y los kremlinlogos californianos ...

    Ah, pero tambin somos el xito. As, con mayscula. Y somos el xito porque simbolizamos

    lo mejor de las virtudes norteamericanas: somos grotescas, gordas, Inflexibles, puritanas,

    mercantiles. Nada que ver con aquellas- psicalpticas antepasadas nuestras, las muecas

    mflables, que eran llevadas a Vietnam para que nuestros heroicos marines las rellenaran de

    agua tibia antes de amarlas entre napalm y napalm. Nada de eso, estamos seguras de

    obtener el visto bueno de todas las iglesias y todas las sectas. Por una razn muy simple. Las

    inflables tenan aspecto de Marilyn Monroe o de otras formas del pecado y, en consecuencia,

    podan dar lugar a pensamientos inconfesables, pero nosotras, las muy honestas e inocentes

    Cabbage Patch Kidds, somos tan pdicamente feas, tan sacrificada mente horribles, que no

    habr marine ni oficial ni almirante capaz de encenderse ante nuestra presencia.

    Nuestro problema actual es que Daddy Xavier, no contento con la millonada que le hemos

    hecho ganar, ha inventado un mueco. Las revistas italianas anuncian frvolamente que ha

    nacido un tratellino per la superbambola. Qu tretemo ni que cuernos. Dicen que se va allamar Otis Lee. iVaya porquera de nombre! Un oportunista, eso es lo que es el niito de

    trapo. El xito lo conseguimos las Cabbage Path KIdds, y ahora aparece este acvened.zo. Es

    casi ms repulsivo que nosotras, y por esa sola ventaja se cree capaz de apoderarse de

    nuestro triunfo, de quitarnos nuestra celebridad. Pues aviado est. Simplemente le

    recordamos que es ms pequeo que nosotras, que las muecas repollo somos el smbolo de

    las viejas virtudes norteamericanas y que entre stas siempre ha estado la de aplastar al ms

    dbil. As que: Attenti fratellino, te lo dice una superbambo/a.

    Mario Benedetti, El Pals (1984).

  • , .'Artculo 2: Las Repollos. Por Rosa f'.1ontero.

    iNi UIl milln, ni cien mil, ni tan siquiera mili No, senoras y seores, 1'10: son tan slo

    trescientas setenta y cinco, ni una ms ni una menos, trescientas setenta y CinCOmuecas de

    trapo, trescientas setenta y cinco oportunidades de convertir a su hijo en el afortunado

    poseedor de un juguete exclusivo y elitista, de la mueca repollo, la mueca de los nios

    dirigen' es! Es una oportunidad nica para los progenitores responsables, ar iantes del

    fuste y del trono. Usted sabe bien que en esta sociedad lo que importa no es el qu sino el

    Como: el exterior y no el intrngulis. Si usted anhela un porvenir de qlona para su hijo, un

    futuro de encendedores de oro, coches de hipercilindrada, pauelos con firma, calzoncillos de

    marca y reloj a juego con la pluma; si usted, en Fin, desea que a los nios del vecino les

    crezca el musgo amarillento de la envidia, no tiene ms remedio que adquirir su mueca

    repollo americana, smbolo del xito y del estatus.

    Da lo mismo que la pepona sea un vulgar atadillo de trapos, lo fundamental no es el aspec o,

    sino la exclusividad, el hecho de que cada ejemplar es diferente. Su Repollo ser un repollo

    nico, una col excelsa. Ingrese usted en esta aristocracia hortcola, en esta oligarqua

    juguetera.

    -iPUES mis paps me han comprado una repollo!, a ti no? -dir su nena, tan mona y tan

    perversa. Su ejemplar ser distinto, s, tendr un pie ms grande, o la boca ms larga, o un

    moco de fieltro adornando la mejilla algodonosa. Usted mismo podra construirse fcilmente

    una pepona propia: basta un par de horas, lana y trapos. Pero la met~ no consiste en ser

    diferente, vlganos Dios, sino en aparentarlo. Y, sobre todo, la singularidad ha de ser

    pblica. Por eso los grandes almacenes espaoles que han importado la mueca se han

    apresurado a anunciar que son slo trescientos setenta y cinco ejemplares, ni uno rns, pare

    los trescientos setenta y cinco diligentes mulos de dirigentes que primero se apunten en Id

    lista de espera. Y todo eso no por un milln, no por cien mil pesetas. Oh, no, seoras y

    seores: ila Mueca Repollo vale tan slo 14.900 pesetas! Hay que reconocer que es poca

    cosa por la adquisicin de un sueo de gloria repolludo, de una sangre azul-serrn envuelta

    en telas.

    Rosa r-lontero, El Pals (1984).