odelos de casillas de peones camineros El comienzo del reinado de Carlos III 759 coincide con una verdadera planificación e impulso de las obras públicas. Así, por ejemplo, en 1761 se dispuso el inicio de las obras en los caminos de An- dalucía, Cataluña, Galicia y Valencia; redactándose un año después el Reglamento para la conservaciÓn de los caminos en general (Real Cédula 1.11.1762). Se contemplaba el establecimiento de l s peones ca- m in ero s cuya función primordial era el mantenimien- to en buen estado de una legua de carretera. 1 Se l - vantaron, entonces, cuarenta y nueve casillas con el o bjeto que el empleado de las obras públicas residie- Figura I Hispania Antiqua 1750SGE Elena de Ortueta Hilberath se junto con el trozo correspondiente de la vía asig- nada, evitando, de este modo, los costes por despla- zamiento (figuras Iy 2). Poco se legisló y reformó durante el ejercicio de Carlos IV y Fernando VII, si bien se invirtieron gran- des sumas para la continuación de una red general de carreteras.' Con Isabel II se volverá a impulsar un nuevo sistema de obras p úb lic as estatales aprobándo- se las Instrucciones para promover y ejecutar las obras pÚblicas (10.10.1845). Se promovió la u nifo r- midad y calidad de los expedientes evitando todo tipo de práctica inadecuada. La medida adopta a no Figura 2 Mapas depostas y correos 1810BN Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 oc tubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta, E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.
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coincide con una verdadera planificación e im pulso
de las obras públicas. Así, por ejemplo, en 1761 se
dispuso el inicio de las obras en los caminos de An-d alu cía, C atalu ña , G alicia y V ale ncia; red actán do se
un año después el R eg la me nto p ara la c on se rv ac iÓ n
de los caminos en general (R ea l C éd ula 1 .1 1.1 76 2) .Se contem plaba el establecim iento de los peones ca-m in ero s cu ya fu nció n p rim ord ial era el m an te nim ien -
to en buen estado de una legua de carretera. 1 Se le-vantaron, entonces, cuarenta y nueve casillas con elo bjeto qu e el em pleado de las ob ras p úblicas resid ie-
F i g u r a IHis pa ni a An ti qu a 1750 SGE
Elena de Ortueta Hilberath
se junto con el trozo correspondiente de la vía asig-nada, evitando, de este m odo, los costes por despla-
zam iento (figu ras Iy 2).
Poco se legisló y reformó durante el ejercicio deCarlos IV y Fernando V II, si bien se invirtieron gran-
des sum as para la continuación de una red general de
carreteras.' Con Isabel II se volverá a impulsar unn uev o sistem a d e o bras p úb lic as estatale s ap ro bán do -se las Instrucciones para promover y ejecutar las
ob ra s pÚbl ic as (10.10.18 45). Se p ro movió la u nifo r-midad y calidad de los expedientes evitando todotipo de práctica inadecuada. La m edida adoptada no
F igu ra 2Ma pa s d e p os ta s y c or re os 1 81 0 B N
Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta,E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.
apostó por «recordar las que existen, reunirlas y or -denarlas de manera que el método y la facilidad de
consultarIas se haga su aplicación tan sencilla y de -sem barazada com o conviene para evitar todo linaje
de arbitrariedad en los trám ites por donde tienen ne-
cesariam ente que pasar las obras públicas desde que
se han proyectado hasta su term inación».] E s, preci-sam ente, el reinado de Isabel II el abarcado en la pre-
sente inves t igación.
F UE NT ES D E E ST UD IO
La docum entación generada por la sección de cam i-nos vecinales u obras públicas tanto del M inisterio
com o en las Diputaciones y M unicipios de cierta im -portancia es realm ente m uy copiosa, si bien m uchosexpedientes están duplicados en un m ism o archivo o
bien repartidos propuestas idénticas en distintos or-g an ismos d e l a a dm ini st ra ci ón .
Se trata de verdaderos estudios detallados del pro-yecto en sí, con su correspondiente m em oria, pliegos
de condiciones -económicas y facultativas-, y
abundante m aterial gráfico tanto de las vías com o de
l os p on to ne s, p ue nt es , a lc an ta ril la s... re pre se nt an dolos alzados, plantas y secciones -Iongitudinales ytransversales- de los m ism os.4
Uno de los principales problem as que encontra-
m os en la docum entación cotejada es la diferencia
e ntre el p re su pu esto in ic ia l y la liq uida ció n. N orm al-
m ente, existía una falta de previsión debida a las m o-dificaciones introducidas en el diseño prim itivo. L amayoría de las veces se debió a un estudio erróneo
de la com posición geológica del terreno, obligando,en ocasiones, incluso a cam biar el trazado originario
de la vía. Gracias a las liquidaciones anuales del jefe
de obras públicas rem itidas al M inisterio de Fom en-to, conocem os con gran precisión la obra hecha y di-
señada en cada una de las provincias.
Para el análisis de los peones camineros en unaprovincia en concreto, com o por ejem plo en T arrago-na, se ha conservado en el Archivo Histórico de la
Diputación (AHDT) una am plísim a inform ación re-
lacionada con el ejercicio de su profesión pero no así
de sus viviendas. En las series documentales de
O bras P úblicas, V ías y O bras ( lo s l eg aj os c or re sp on -
dientes a Personal), hallam os desde 1862 los nom-bram ientos de los diferentes peones y capataces or-
E . d e O rt ue ta
denados cronológicam ente y por carreteras. Son m uy
ilustrativos los testim onios referentes a las penas ycastigos e incluso a la separación tem poral o definiti-
va de sueldo y trabajo por el incumplimiento de susdeberes para con la profesión. Cabe destacar, tam-bién, la convocatoria del premio anual al mejor tra-bajador.s
En el A rc hiv o M un ic ip al de T ar ra go na (AM T), encambio, nos remitiremos a la sección de Caminos
Vecinales. Fundam entalm ente, son planos y m em o-
rias facultativas referentes a las diversas carretera
en su sección com prendida dentro del casco urbano-cam bio de rasante, m odificación del trazado, pasosde cuentas, puentes, y también de los emplea-dos costeados por el municipio. O tro Archivo es el
de la D emarcación de Carreteras del Estado en Ta-
rragona (ADCET); por el m omento se encuentra sin
inventariar no pudiéndose consultar sus fondos. Asímism o, en el A rchivo del M inisterio de O bras P úbli-
c as y T ra ns po rt es ( AM O PT ) - se cc ió n Transportes
terrestres- ex iste n a mp lios re pe rtorio s d ocu me nta -
les, aunque parte de sus fondos se han transferido alA rc hi vo G en er al d e l a A dm in is tr ac ió n (AGA).6
P ER SO NA L: T ÉC NIC OS Y O PE RA RIO S
La organización de la red general de carreteras del
estado estaba centralizada y controlada por los Go-
bernadores Civiles respectivos (RO 29.1.1854), sibien, en cada una de las provincias se nom braba los
respectivos directores de cam inos vecinales por cadadistrito (R O 7.9.1848). É stos trabajaban tanto para eldiseño como para la conservación de los m ismos. Su
titulación era m uy diversa, pudiéndose constatar, enT arra go na , la ex isten cia d e in ge nie ro s, arq uitec to s,
m ae stro s de ob ra s, e in clu so a grim en so re s e je rcien do
c om o je fes de ca min os v ec ina les. L os c on ocim ien tosrequeridos se reducían a diez m aterias que se debían
contestar adecuadam ente en el examen oficial, lascuales eran: lengua española, aritm ética y sistem a le-
gal de pesas y medidas, álgebra elemental, teoría delogaritm os y el uso de las tablas correspondientes,
ge om etría e sp ec ula tiv a y pra ctic a, trig on om etría y le -v anta mie nto d e p la nos, g eo me tría d esc rip tiv a, e sté ti-
ca elem ental, delineación y dibujo topográfico, y no-
ciones sobre el trazado y conservación de carreteras.
En el Reglam ento para la ejecución del real decreto
de l 7 de Septiem bre de 1848, sobre la creaciÓ n de la
M od elo de casillas d e peo nes cam in ero s 73 5
clase d e directores de ca min os vecina les se d ispus ie -
ron las competencias y obligaciones del mentado
cuerpo. D ada la libertad de form ular las alcaldías supropia normativa, algunos consistorios como el de
Tarragona buscaron la fórmula mas apropiada. En
186 0 se pub licaro n las Instrucciones a que deben su-jetars e los directores de cam ino s vecina les, las cu a-
l es i nd ic aban:
1" L os D irecto res d e cam in os v ecin ales d eberán resid ir
h ab itualm en te en las cabezas de su s resp ectiv os d istri-
tos.
2" Solo podrán ausentarse de dichas cabezas deD istrito p ara llen ar las o blig acio nes d e su s in stituto s ó
en virtud de orden ó autorización de este Gobierno.
3" No gozarán mas retribuciones que su sueldo sinpoder exigir abonos por razones de dietas instrum en-
tos, papel ni por ningún otro concepto: únicam ente
se les autoriza para reclam ar de los pueblos el ausi-
lio (sic) de los peones necesarios en la formación de
los planos y otros trabajos en que sean indispensa-
bles.
4" Los D irectores de cam inos vecinales se dedica-
rán cada uno en sus distrito a formar el plan general decam inos vecinales, determ inado los existentes, y lo sque deban abrirse en las reparaciones y d em ás o brasque reclamen los prim eros y el coste ó lo s p resup ues-to s d e lo s m ism os.
5" Para p racticar dich os trab ajos p relim in ares se su-
getaran (sic) al p lan fo rm ad o p or la A dm in istració n,
sin perjuicio de las variaciones que exijan los conve-
nientes em palm es con las líneas férreas y carreteras
ab iertas p osterio rm en te las q ue está n en cu rso d e co ns-
trucción y las proyectadas que han m erecido la apro-b ac ió n d el G o bie rn o.
6" Los planos que form en los D irectores se som ete-
rán á la Administración superior de la provincia para
su aprobación á fin de que disponga las reform as que
es time convenientes .
7" Será obligación de los Directores inspeccionar yd irigir lo s trab ajos d e lo s cam in os v ecin ales d e su s res-
p ectiv os distrito s q ue esten en cu rso d e eg ecu ció n (sic)
ó reparación así com o de darm e los oportunos partes
del estado en que se encuentren aquellos, y de las
obras que sean indispensables para el buen serviciopúblico.
8" F inalm en te, llenaran estrictam ente las co misio -
nes relativas á su instituto que se les com unique por
este G obierno d e la P ro vin cia (Tarragona) del que de-
penderán en todo lo concerniente al desem peño de suscargos7
U na de las form as m as oportunas para acercam os
a la labor del director de cam inos vecinales resulta
con la profun dización en la lectu ra d el in fo rm e so breel plan anual para la mejora del sistema viario del
d istrito . A preciam os tan to su lab or co mo p ro yectista
com o inspector de obras públicas. Una de las princi-p ales d ificu ltad es fu ero n lo s la rg os tram ites ad min is-
trativos de expropiación forzosa debido a la necesi-
dad de emplazar una nueva carretera o bien variar el
trazado de una ya existente. En el segundo de los ca-sos, el ferrocarril im pulsó m uchas de estas m edidas
debido, en parte, a la falta de una planificación glo-
bal de los cam in os de h ierro a n iv el estatal.g Pau lati-namente, el director de caminos vecinales perdió
com peten cias e im portancia d entro d el entram ad o del
p ersonal de o bras p úblicas lim itan do su ejercicio a la
conservación y cuidado de las vías vecinales (RO17.10.1878). Cada vez iban adquiriendo una papel
m as destacado los ingenieros jefes. U no de los deba-
tes abiertos en las profesiones ligadas al diseño de
co nstruccion es rad icó en la posibilidad de com pagi-n ar leg alm ente el ejercicio de la pro fesió n a nivel o fi-
cial y privado. En concreto, en el ram o de la ingenie-
ría se determ inó oficialm ente su incom patibilidad(RO 17 .11. 1855, 010 .10 .1874 ). 9
P ara la vigilancia y co nservació n d e las carreteras
del Estado se constituyó el cuerpo de peones di-
vidiéndose en capataces y cam ineros. D esde un pri-
mer momento -Real Instrucción del 25 julio de1790-, tenían la calidad de guarda jurado corrobo-
rán do se esta o blig ació n e n d isp osicio ne s p osterio res
como en el Re[?l amento p ar a l a o r[ ?a ni za ci ón Y servi -cio de los peones capataces y cam ineros em itido el19 de enero de 1867, en cuyo artículo 37 leemos: «Elpeón caminero que se halle en el camino alguna per-
sona sospechosa, le exigirá cédula de vecindad, y si
no la tien e, la con ducirá al pueb lo de su jurisdicción
á disposición del A lcalde de pueblo inm ediato, dán-dole noticias del núm ero y dirección que lleven ó po-niendo en conocimiento de la Guardia Civih>. lO In -cluso estab an arm ados con carabina ó fu sil reco rtado
y canana ceñida (1867, arts. 12 y 28). Esto dio lugara ser consid erados por las autoridad es p rovinciales ymunicipales como fuerza armada obligándoles a la
vigilancia de: presos, caudales... en detrimento de
las funciones propias de su cargo. Y como se men-ciona en la Orden del 14 de marzo de 1873 no sola-
m ente dejaban «abandonadas las carreteras con gra-
vísim o perju icio de las o bras, q ue qued an to talm ente
sin vigilancia y expuestas por lo tanto á ser destrui-
das de sus m alech ores» sino tam bién sufrían vejacio-nes, siendo su arm am ento m ás útil a los voluntarios
republicanos. Por ello se dispuso que «dejen de estar
arm ados de m anera que están en la actualidad los pe-
ones cam ineros». En reglam entos posteriores el ser-
vicio de los peones cam ineros están desprovistos de
cualquier tipo de armamento, como el Reglamento
para la organización y servicio de los P eones Cam i-
neros de la Provincia de Tarragona del 26 d e O ctu-
hre de 1888 redactado por el Ingeniero Jefe Luis
Cervera."A l tratarse de una fuerza de orden público iban
uniform ados con: «pantalón y chaqueta de paño par-do, con el cuello, vueltas, solapas y vivo color car-
mesí: botín de cuero, ante ó paños negro, chaleco depaño azul claro; som brero redondo de fieltro blanco,
con funda de hule para los días lluviosos, en el que
llevarán la escarapeJa nacional al costado, y una cha-pa de m etal en el frente con el número de los kilóm e-
tros y la leyenda Pea n Caminero: los botones serán
de m etal am arilJo con la misma leyenda. En veranopodrán reem plazar estas prendas por otras análogas
de lienzo crudo, dividido en dos pedazos, cuyos ex-
trem os se atarán con correas por debajo de las rodi-
llas» (19.1.1867 art.J2). En 1888 se perm itió en ve-
rano llevar un sombrero de paja (1888, art.12). Se
distinguían los capataces de los cam ineros al portar
Jos primeros un galón en ángulo con el vértice hacia
a rrib a (1 86 7, a rt. 1 3).'2
L as obligaciones y deberes d e estos profesionales
estaba, así m ism o, perfectam ente reglada. En el artí-culo I S el peón capataz ha de. <<1"A co mpa ña r d en tro
de su trozo a los Ingenieros, A yudantes y Sobrestan-tes, cuando así lo dispong an , 2" R ecib ir Jas órdenespara su cuadrilla y com unicarlas á los peones cam i-
neros y cuidar de que se cumplan, así como las de-
más ob ligac iones, 3" D irig ir c on a rre gJo á la s in stru c-
ciones de su inm ediato jefe los trabajos señalados ar
tarea ó en otra forma á los peones camineros y á los
auxiliares cuando los haya,4" Recorrer su trozocuando y com o el Ingeniero determ ine, S" D ar p arte
por escrito á su jefe inmediato de las faltas que co-
metan los peones, y de todo cuanto ocurra en los ki-
lóm etros puestos á su cuidad o, 6" F orm ula r la s listas
de los haberes de los peones cam ineros y de los jor-
nales que devengan los auxiliares, 1" Cuidar de lasherram ientas, m ateriales, útiles, arm as, prendas de
vestuario, y dem ás efectos del servicio que existan en
E . d e Ü rtu eta
poder de los peones de su cuadrilla ó dentro de su
t ro zo p rocu rando su buen u so y c on se rv ac ió ll ». E n e lartículo 27 se indicó lo relativo al peón cam inero:
«1" Permanecer en el cam ino todos los días del añodesde que salga el sol hasta que se ponga, 2" Reco-rrer cada dos días todo su trozo para reconocer el es-
tado del cam ino de sus obras de fábrica, paseos y ar-bolados, y de los repuestos de m ateriales, 3" Prevenirde los daños que ocasione las transeúntes en el cam i-no, advirtiéndoles lo dispuesto en las Ordenanzas ó
R eglam entos de policía y denunciar á los con traven-
tores, 4" Ejecutar los trabajos de conservación, quesus jefes les ordenen, bien sea por tarea ó en otra for-m a, sin m ás descanso que las horas señaladas para el
alm uerzo, com ida y m erienda, S ° D irigir los trabajos
de los peones auxiliares que tengan en su trozo, lle-
var cuenta de los jornales que devengan y de los m a-
te ria le s q ue se v ay an a co pia nd o, 6" Cuidar de las he-
rram ientas y m ateriales, útiles. arm as, prendas de
vestuario, y dem ás efectos del servicio que existan en
su poder dentro de su trozo, procurando su buen uso
y cons e rvación, 7" Obedecer al peón capataz de lacuadrilla com o á su jefe inm ediato. en cuanto le pre-
v en ga re la tiv o al se rv ic io p úb lic o» .
Para poder ser adm itido como peÓn cam inero, se
necesitaba contar con 20 años y no superar los 40.
Los candidatos debían saber leer y escribir y ser li-
cenciados en el ejército. Se preferían aquellos que
habían trabajado com o labradores o peones auxilia-
res (1867. art.3). En un prim er mom ento, se vio con
buenos ojos el designar a mujeres por su calidad y
cuidado en los trabajos d el cam po, co n posterioridadse d esistió d e e sta m ed id a."
La jornada laboral, al igual que en otras profesio-nes, era muy larga. E l peón «suspenderá el trabajo
dos horas de sol a sol en los dos primeros y en los
dos últimos meses del año: tres horas en Marzo,Abril, Septiembre y Octubre y cuatro en los meses
restantes» incluso estaba obligado a trabajar los do-
m ingos y días de precepto debiendo recorrer su trozoy lim piar las arm as, escudo y prendas del vestuario
(1867. art. 30 y 31) (figura 3)
Las asignaciones propias de un peÓn cam inero no
eran respetadas por m uchos alcaldes al obligarles a
realizar com petencias propias de los ordenanzas
com o el llevar el correo de una localidad a otra.'4 En
general. eran tratados con desprecio por sus superio-
res. N um erosas son las referencias que hem os halla-
do criticando el m al ejercicio de su profesión e in-
M od elo d e casillas de p eo nes cam in ero s 7 3 7
n O RA S D E T R AB AJ O Y D E D ES CA NS O,
S EG UN E L A RT icU LO 3 0 D EL t\E GL AM EN Tü D E PE ON ES C AM IN Eao s.
Euero.
Febrero.
I
\1""para1
l Io r a. sd c dC 3C - 3n s o,(H,ra p ar a l a c on Ü d, .Noviembre.
Díciembre.
Mano.
I
IH o r a ~ ~r a d a lm uer zo D e
8, á 9.
lI"as ded e " " s o
~ H,," p ,r a 1 , c om ;d , U e 1 2~ 1' 1.
( n o ra p a r a1301 c l' ic n da . . O c .. .H 4 I f l
Abril.
Sci¡cmbrc.
Odnbre .
!\l.1yu,
(Horasde
,1"""".
;
.!uuio.
Julio.
A;;oSlo.
Figura 3
H oras de trabajo y d e d escanso A HD T
cluso el Ingeniero Jefe de Tarragona en 1914 al refe-rirse al peón caminero Isidro Fornés apuntaba «es
ejemplar considerado dentro de la pudredumbre dela generalidad de éste persona!»." U na m edida rela-tivamente fácil era la de separar a un peón por el in-cum plim iento de sus obligaciones (1867, arto 61). Apesar de ello, era una profesión solicitada al gozar
de una asignación salarial fija e incluso de una pen-sión por baja laboral com o por edad avanzada, siem -pre y cuando se tuviese cumplidos los veinticinco
años como peón -capataz o caminero-, no con-
tando nunca los de auxiliar (1867, arto 53,54,58 Y
59).
L A V IV IE ND A D E L OS P EO NE S C AM IN ER OS
Las casillas de los peones cam ineros fueron diseña-das con la mayor economía de medios apartándose
su diseño de cualqu ier requerim iento estético sup er-
----- '"ht:J
Fig ura 4
M odelo n" 1 Casilla para dos peones cam ineros con cntra-
m ados de m adera. Planta y alzado A HPT
tluo. Se prescindió de todo tipo de decoración. En elpresente texto nos remitiremos a los dos modelos devivienda obrera diseñados por Lucio del V alle, Vi c-
tor M artí, y A ng el M ayo (28 .1.18 59)16 (fig uras 5-7).La función de la misma era la de dar unas habita-
ciones saneadas e higiénicas a las fam ilias de los pe-
ones cam ineros. El em plazam iento nunca fue casualya que se ubicó junto al tajo para facilitar la asisten-
cia co ntin ua e in med iata d e lo s k iló metro s a sig nad os.N o olvidem os la obligación del peón cam inero de vi-gilar el cumplimiento de las Ordenanzas para la
conservaciÓ n y policía de carreteras, evitando el
tránsito de carruajes que de una forma u otra pudie-
sen dañar el firme (1842, Capítulo 11, a rts. 16-29) ob ien las co nstru ccio nes frau du len tas (1 84 2, C ap ítu lo
1lI, arts. 30-39). Esta vinculación del peón con su lu-
F ig ur a 5Modelo n " 1 C as il la p ara d os p eo ne s c am in er os c on e nt ra -mado s d e made ra . D e ta ll es AHPT
Ga si J ll i d e f á br i ca
Figura 6
Modelo nQ 2 C asilla para dos peones cam ineros con entra-
m ad os d e m adera. P lan ta y a lz ad o A H PT
E . d e O rtu eta
F ig ur a 7Modelo nQ 2 C asi ll a p ar a d os p eo ne s c am in er os c on e ntr a-mado s d e made ra . D e ta ll es AHPT
gar de trabajo se reafirmó en el Reglamento del 19
de enero de 1867. En el artículo 9, se reiteraba la ne-cesidad que el peón residiese en su lugar de trabajo;y pudiendo dejar su trozo asignado en los siguientes
casos: «1
Q
Cuando vaya a poner denuncias, correrpartes y cobrar su haber, 2" Cuando algún peón in-mediato le pida auxilio, y en los casos previstos en
l os a rtí cu lo s a nt eri or es , 3" Cuando reciba orden óaviso de cualquiera de sus jefes para que se reúna
toda la cuadriJIa ó parte de ella, en cuyo caso se pre-
sentará sin dilación en el punto que se le designe»(1867, art. 41, tam bién arts. 20-22). La ubicación de
la caseta, preferiblem ente, debía estar en un paraje
alto y despejado desde el cual pudiese divisar la vía
de comunicación. Con agua abundante tanto para lalim pieza de los individuos com o de higiene am bien-
tal al poder rodear la casilla con un arbolado «para
hacer más agradable la estancia de la fam ilia de lospeones en los fuertes calores del verano». E sta m edi-
da no fue siem pre apJicable. N o obstante, su instala-ción, a veces podía estar determ inada por otros m oti-
vos como una obra de gran envergadura o un pasop eJ ig ro so o d es fi la de ro .
Se prohibió de form a tajante que el peón cam inero
cobrase a los transeúntes por su ayuda; tam poco po-día venderles com estibles o cualquier tipo de bebidas(1 86 7, a rt . 4 3).
Los prim eros m odelos oficiales eran viviendas in-
dividuales con una superficie edificada de 79'67 m2
y un pequeño jardín o huerto con 27'90 m2. En
1859, se apostó por el m odelo de casillas pareadas
no tan solo para evitar el aislam iento, a que se veía
Presupuesto para una casilla de dos peones cam ineros. M o-
d elo l. Co n m uro s en tram ad os y cuarteles de fábrica de la-
drillo y ado be A HP T
das, agujas de cebar, atacadores, barrenas, barrones
d e can tera, cu ch arillas, cu ñas d e h ierro , clav os, cu er-
das de cáñam o, carretillas, cubos, cajones para m edirpiedras, espiochas, jalo nes, m artiJlo s d e em ped rar,
m arras d e can tera, m acetas, p alas, p isio nes, rastrillo s
de m adera, rastrillos de hierro, rastrillos de dien tes,zapapicos, zarandas, niv elatas, regIones, nivel d e al-
bañil, banderolas, jalon es indicadores, nivel de m i-
ras, caden as, agujas, cintas m étricas-o E l cobertizodel patio era una construcción ligera con zócalo desillería, pies derechos de m adera. Con una cubierta
con entablado de m adera rem atada con teja árabe (fi-g ura 7 ).
La disposición de los materiales y técnicas deconstrucción no fueron en nada novedosos. Si bien sepodía adecuar el material y su colocación según las
form as tradicion ales de la regió n, se p refirió dar unas
E . d e O nu eta
Figu ra 1 1
Presupuesto para una casilla de dos peones cam ineros. M o-
delo 2. Con m uros de fábrica de ladrillo A HPT
pautas genéricas para dar un carácter uniform e a las
viviendas de los peones cam ineros. Al encontrarse
aisladas de la población uno de los apartados mascostosos del presupuesto era el apeo y transporte delos mismos. Por ello, era inútil apostar por nuevas
fórm ulas constructivas com o el horm igón de las ca-sas para obreros de Rebolledo o bien el sistem a Bel-
más a base de prefabricados de arena. Tampoco re-
sultaba pertinente el empleo de escombros en laso br as c om o d efe nd ió Hof fm an .'7
La madera, el adobe, el ladrillo y mampostería -piedra q uebrada- fueron los m ateriales designad os.
No así el tapial «pues si bien es un género de cons-tru cció n su mam en te eco nó mica se n ecesitab a ad em ás
de contar con una tierra a propósito, que la mano deobra fuese esm erada para que se obtenga la duracióny solidez necesaria». D e entre todos ellos, la m ad era
M od elo d c casillas d e pe on es cam in ero s 74 1
W1'.!
Figura 12
Presupuesto para una casilla de dos pcones cam ineros. M o-
d elo 2 . C on m uro s d e m am po stería y a risto nes d e fáb rica d e
l ad ri ll o A H PT
era la m ejo r dado a la posibilidad de usada en peque-ñas cantidades, aplicándola com o entram ado ya que
es fácil de adquirir en muchos de los sitios donde seh a de levantar un a caseta d e peó n cam in ero .
E l m o de lo 1" de casilla es con entramados de m a-
dera" y cuarteles de ladrillo o bien com binando el la-
drillo y el adobe. En el primero de los casos el coste
ascendía a 19.281' 19 y en el segundo a 17 .020' 42. El
modelo 2" ofrecía mas posibilidades al poderse le-
vantar solo con muros de ladrillos, o bien con murosde m ampostería y aristones de ladrillo y por últimocon muros de adobe y zócalo y aristones de ladrillo.El precio de las obras sería de 23.325'39, 17.873'76y 15995'79 respectivamente. Com o conclusión elsistema más económico era la casilla con muros deadobe y aristones y zócalo de ladrillo. Hay que ob-
s e r v a r q u e p a r a e fe c tu a r e s to s p r e s u p u e s to s s e tomó
Figura 13
Prcsupuesto para una casilla de dos peones cam ineros. M o-
delo 2. Con m uros com pucstos con zócalo y a J'i st on es d e f á-
b ri ca d e l ad ri ll o y cntrepaños de adobe A HPT
com o referencia los precios unitarios vigentes en lap ro vin cia d e M ad rid (fig uras 8 -1 3).
N o se estudió la cim entación ya que su configura-
ción y co mp osició n depend ía de las características delterreno. Tampoco fue novedosa el tipo de cubierta
con entram ado de m adera con carreras de caballete.
D escansando sobre ellas maderas de suelo con teja.Se calculó el cielo raso con enlistonados de m adera.
E scasa s fu ero n las p un tu aliza cio nes re feren tes a la d e-
coración y acabados si bien para los solados se dispu-
so el em pedrado en el portal, cocina y pasillo y el em -baldosado para los dormito ros, en am bos modelos.
Com o conclusión, se buscó la posibilidad de bus-
car unos modelos aplicables en todas las regiones y
satisfaciendo sus estancias a las necesidades de loso pera rio s. A po stan do p or lo s siste mas co nstru ctiv os
tradicionales y com únmente utilizados en cada una