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ANGEL HERNNDEZ FERNNDEZ*, JOS LUIS HERRANZ FERNANDEZ** Y C R I S
T ~ N A LVAREZ LVAREZ**
*Facultad de Educacin de la Universidad de Cantabria **Servicio
de Pediatra. Hospital Universitario Marqus de Valdecilla
El sndrome del Maullido de Gato es una enfermedad cromosomica
rara, con- gnita (que se evidencia en el nacimiento), caracterizada
por un llanto distintivo que se asemeja al maullido de un gato y
que se va modificando con el tiempo.
Dentro de las clasificaciones diagnsticas, se encuentra
catalogada con el cdi- go CIE-9-MC: 758.3 y la podemos encontrar en
la literatura con las siguientes denominaciones:
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- Sindrome de Lejeuiie.
- Enfermedad del Cri du Chat
- Sndrome de supresin del cromosoma 5p.
- Sindrome de menos 5p.
- Monosopata 5p.
- Delecin parcial del brazo corto del cromosoma 5.
1.1 Historia, etiologa, tipologa e incidencia
En el ao 1963, Lejeune y cols. realizan la primera descripcin de
este sndro- me en conclusin a las observaciones realizadas en un
grupo de nios con carac- tersticas clnicas y citogenticas comunes
consistentes en retraso mental, anoma- las crneo-faciales y una
delecin del brazo corto de un cromosoma del par 5. Adems, estos
nios presentaban al nacer y durante los primeros aos de vida un
llanto particular parecido al maullido de un gato.
La incidencia del sndrome se estima entre el 1 :20.000 y el
1:50.000 de los naci- mientos vivos, siendo el causante del 1 % de
los casos de discapacidad intelectual severa y afectando en niayor
medida al sexo femenino (66% de los casos).
La causa del sndrome es una prdida, denominada delecin, de
material gen- tico en el cromosoma 5. Ms concretamente, existe una
delecin en el brazo corto del cromosoma 5 (5~15.2-5p15.3), siendo
el paciente heterocigoto (persona en la cual dos genes honilogos,
alelos, de los croniosomas del mismo par son diferen- tes) para la
delecin, ya que el homocigoto es inviable, es decir inconipatible
con la vida.
Cuanto mayor sea la prdida de material gentico, mayores, en
cuanta y gra- vedad, sern el nniero de alteraciones; el coeficiente
intelectual ser nienor al igual que su estatura y peso al
nacer.
Hasta el momento, el factor que origina, o permite, la alteracin
en esta regin cromosinica se desconoce. Aun as, se cree que, en la
mayora de los casos, se debe a la prdida de cierta informacin en el
croniosoma 5 durante el desarrollo
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de un vulo o esperma (Gametogenesis), hecho el cual no parece
relacionarse con la edad de los padres, como ocurre en otros
sndromes de este tipo.
Alrededor del 80-85% de los casos son de aparicin espordica (de
novo) y en el 10-15% restante son hijos de portadores de una
translocacin, siendo estos casos ms severos que los casos
espordicos.
2. CARACTERISTICAS BIOMDICAS, PSICOLGICAS, CONDUC- TUALES Y
SOCIALES
2.1. Caractersticas biomdicas
En la etapa de recin nacido, o neonato, y durante los primeros
meses de vida, los bebs presentan el llanto caracterstico similar
al maullido de un gato que cam- bia de tonalidad a medida que el
nio crece. Adems, presentan de un dimorfismo crneo-facial
consistente en microcefalia, cara redondeada en luna llena, ojos
separados, pliegues epicatales y un puente nasal ancho.
Es comn que el nio presente un peso bajo al nacer, inferior a
2,5 Kg., que es, por lo general, inferior a la media en un 90% de
los casos. Las alteraciones en la talla suelen ser menos marcadas,
aunque a lo largo de las etapas del desarrollo tanto el peso, como
la talla y el permetro craneal, permanecen inferiores a la
media.
Otro aspecto importante en estos nios es el retraso
significativo en el desarro- llo psicomotor, apareciendo, en todos
los casos, discapacidad intelectual.
2.1.1. Malformaciones crneo-faciales
Caractersticas frecuentes
Crneo pequeo (microcefalia), con posible asimetra facial y
craneal.
Cara redonda.
Hipertelorismo (ojos separados).
Pliegues palpebrales antimongoloides (canto externo del ojo mas
bajo que el interno).
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Epicantus (pliegue de piel en el ngulo interno del ojo).
Orejas displsicas (malformadas) y de implantacin baja.
Excrescencia cutnea delante de la oreja.
Micrognatia (mandbula pequea).
Caractersticas asociadas
Raz nasal prominente.
Paladar en forma de bveda (ojival).
Maloclusin dental (los dientes estn mal implantados, con
maloclusin y frecuente aparicin de caries).
Estrabismo, miopa y astigmatismo.
Anomalas del iris.
Filtrum corto (surco vertical en el centro del labio
superior).
Cuello corto.
Caractersticas poco frecuentes
Labio leporino (fisura del labio superior).
Paladar hendido (cierre incompleto de la bveda del paladar).
Hipotelorismo (disminucin de la separacin de los ojos).
Exoftalmos (protrusin anormal del globo ocular).
Odos externos con pliegues anormales e incompletos.
Tabla 1. Malformaciones crneo-faciales.
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2.1.2. Alteraciones de las extremidades
Caractersticas frecuentes
Manos pequeas.
Clinodactilia (arqueamiento permanente de un dedo).
Sindactilia (fusin congnita o accidental de dos o ms dedos entre
s).
Pliegue simiesco (un solo pliegue en las palmas de las manos) y
otras ano- malas.
Uas hiperconvexas.
Deformidades de los pies (planos, zambos, etc.).
Tabla 2. Alteraciones de las extremidades.
2.1.3. Alteraciones n~sculo-esquelticas
Caractersticas frecuentes
Hipotona.
Luxacin de cadera.
Laxitud ligamentosa.
Escoliosis a partir de los 8 aos de edad.
Anomalas vertebrales.
Huesos iliacos y esternn pequeo.
Hernia inguinal (protrusin de un rgano a travs de un orificio
anormal en la pared muscular que lo rodea).
Tabla 3. Alteraciones msculo-esqueleticas
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2.1.4. Malformaciones viscerales
Las malformaciones viscerales graves raramente aparecen. No
obstante, la ter- cera parte de los afectados presentan cardiopatas
y anomalas en el tubo digesti- vo.
Caractersticas frecuentes
Ductus arterioso persistente (persistencia anormal del conducto
que va desde ala arteria pulmonar hasta la aorta).
Presencia de un canal atrio ventricular comn, transposicin de
grandes vasos o estenosis pulmonar.
Malrotacin intestinal y megacolon.
Tabla 4. Malformaciones viscerales.
2.2. Caractersticas psicolgicas
2.2.1. Caractersticas psicomotoras
En la poblacin afectada por el sndrome, los hitos evolutivos del
desarrollo psi- comotor van a ser adquiridos con posterioridad a lo
habitual. A pesar de ello, logros de alta significacin adaptativa
como la bipedestacin, o el control de esfnteres, son logrados
normalmente sin una gran dificultad.
Por otra parte, en el periodo neonatal y en la primera infancia,
presentan una hipotona generalizada que, en edades posteriores,
puede ser reemplazada por una hipertonia con reflejos vivos y
marcha espsiica, mostraiido una coordinacin de la motricidad fina y
gruesa muy deficitaria.
2.2.2. Caractersticas cognitivas
A travs de las pruebas psicometricas suele encontrarse, en estas
personas, una discapacidad intelectual que puede llegar a ser
altamente significativa. A pesar de ello, esto no se debe nunca
interpretar como un proceso regresivo, ya que las adquisiciones
educativas que se ejercitan se mantienen y son la base de las
adqui- siciones posteriores de mayor grado, en complejidad y
funcionalidad.
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En esta rea cognitiva, tambin es caracterstica su limitada
capacidad de aten- cin, que deber ser considerada a la hora de
disear espacios de aprendizaje.
Por ltimo, es muy importante que tomemos conciencia de la
necesidad que estos nios presentan de una supervisin permanente, lo
cual no debe apartarnos del objetivo de ayudarle a lograr un grado
significativamente bueno de indepen- dencia, con relacin a las
diversas Iiabilidades de autonoma personal necesarias.
2.2.3. Lenguaje y habla
A pesar de que estos nios presentan un retraso comunicativo
importante, exis- tc una gran variabilidad respecto a la adquisicin
del lenguaje y la conducta ver- bal. Por lo general, suelen ser
capaces de construir frases sencillas con las que poder expresar
sus necesidades, siendo su capacidad de comprensin verbal supe-
rior a la expresiva.
Por otra parte, el caracterstico llanto de tono agudo y
monocorde de estos nios no posee valor comunicativo
significativo.
2.2.4. Caractersticas conductuales
Con frecuencia, algunas de las dificultades que manifiestan en
la interaccin con su entorno, o en su aprendizaje, son de carcter
instrumental. En este mismo sentido pueden ser frecuentes los
movimieiitos estereotipados e incluso los com- portamientos
autodestructivos.
La comunicacin fluida entre las familias y los servicios que
atienden al nio van a ayudar a comprender y reconducir estos casos.
Este anlisis compartido nos permitir diferenciar, con seguridad,
cuando una conducta es dependiente, desa- daptada o por debajo de
las posibilidades de autonoma del nio y cuando tiene su origen en
dificultades para su adquisicin, puesta en marcha, o en un patrn de
interaccin sustentado en un refuerzo del entorno de alternativas
conductuales inconvenientes. Esta ltima circunstancia, en muchas
ocasiones, tiene lugar de modo completamente involuntario.
Por ltimo, es preciso decir que no son raras las dificultades
para conciliar el sueo vinculadas a las alteraciones del fondo
tnico.
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2.2.5. Personalidad
Las dificultades, en el mbito de la personalidad estn vinculadas
al nivel de desarrollo cognitivo y a los problemas fisiolgicos del
nio. No obstante, es fre- cuente encontrar cierto estado de
intranquilidad y nerviosismo generalizado, as como dificultades de
autocontrol emocional.
Su actitud emocional suele ser lbil, vindose significativamente
afectada por el comportamiento del entorno hacia l. En este
sentido, su inters por la interaccin con otros nios es limitado,
aunque demuestre gran dependencia de los adultos, por lo que deben
evitarse las tendencias del nio al aislamiento y estimular su
integracin y participacin.
3. DIAGNSTICO Y EVALUACIN. POSIBILIDADES DE PREVEN- CIN, D E T E
C C I ~ N TEMPRANA, TCNICAS E INSTRUMENTOS
3.1. Diagnstico y evaluacin
El diagnstico inicial, o de sospecha, es bsicamente clnico ante
la presencia de un nio con el llanto caracterstico, retraso en el
crecimiento y las anomalas crneo-faciales descritas.
La confirmacin del diagnstico se realiza mediante el estudio del
cariotipo, en el que se objetiva la prdida de un fragmento del
cromosoma 5. Tambin, median- te el uso de tcnicas de mapeo
cromosmico muy finas, pueden identificarse las alteraciones
especficas en las regiones 5p15.2-5p15.3, siendo diagnstico defini-
tivo derivado de dicho estudio cromosmico.
Un tipo de prueba gentica ms detallada, como el FISH, puede
revelar la falta de una pequea porcin de este cromosoma 5, no
detectable mediante el carioti- po convencional.
El diagnstico prenatal del sndrome, mediante ecografa, es difcil
aunque puede sospecharse cuando se presentan anomalas graves y un
marcado retraso del crecimiento intrauterino. En este caso podra
indicarse una amniocentesis, en la que se obtendran clulas fetales
para la realizacin de u11 cariotipo en el que se podra detectar la
anomala cromosmica que confirmara el diagnstico.
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A da de hoy, la investigacin en tcnicas de anlisis molecular est
permitien- do definir muy precisamente los limites de un cierto
nmero de deleciones en el brazo corto del cromosoma 5 y comparar
los signos clnicos observados en los pacientes. Esto nos permite
explicar la disociacin entre los diferentes elementos del sndrome,
para el cual la zona exacta ha podido ser individualizada.
3.2. Prevencin
Dado el desconocimiento de las causas de esta afeccin, la
prevencin no es posible. La nica posibilidad al respecto esta
vinculada a la etiologa gentica del sndrome y a la deteccin de
factores y poblaciones de riesgo, siendo el consejo gentico
especialmente importante en los casos en los cuales existe un error
e11 los cromosomas paternos.
Tras el nacimiento de un nio con este sndrome es importante el
estudio de los padres, que nos orientar sobre las posibilidades de
tener un segundo hijo afectado.
El estudio del cariotipo de los padres es indispensable para
poder estimar el riesgo de recurrencia de la anomala. Este riesgo
es muy pequeo (I%), salvo que exista una anon~ala previa en uno de
los progenitores.
Si se demuestra, mediante cariotipo, que uno de los padres
presenta una trans- locacin, el riesgo de recurrencia oscila entre
el 15 y el 25%, siendo el riesgo te- rico, de transmisin de la
anomala, del 50% en parejas en que uno de los dos este
afectado.
4.1. Pronstico mdico
La esperanza de vida de estos individuos est disminuida, aunque
la mayora alcanzan la edad adulta (alrededor de los 50 aos). Este
aspecto depende de la gra- vedad de las malformaciones asociadas
(cardiopata...).
La norma es el retraso mental, aunque podemos decir que la mitad
de los nios adquieren las habilidades verbales suficientes para
comunicarse en los tm~inos antes descritos. La estimulacin precoz
de la comunicacin y del rea motora ha mejorado el pronstico de
forma significativa.
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Hace aos era frecuente que los nios con este sndrome fuesen
internados en instituciones junto a individuos con retraso mental
severo. Desde principios de los aos 80 se objetiv que estos nios,
integrados en sus familias y con el beneficio de las tcnicas de
atencin temprana, son capaces de realizar importantes progre- sos
superando incluso las expectativas de los doctores que descubrieron
por pri- mera vez el sndrome.
Las caractersticas fsicas de los individuos con este sndrome se
vuelven menos aparentes con el tiempo. El epicantus se atena, la
cara se alarga, se hace asim- trica y pierde su redondez. Los
huesos faciales comienzan a modificarse en cuan- to a su
crecimiento relativo y no se hacen tan evidentes el hipertelorismo
y la micrognatia. El llanto se hace ms grave y desaparece el tono
caracterstico al alcanzar el ao de edad. La hipotona tan notable en
el lactante desaparece y los reflejos se hacen vivos. En la marcha,
los pies arrastran por el suelo. El cabello se hace prematuramente
gris. Suelen presentar infecciones de repeticin, otitis medias y
dificultades para alimentarse.
A pesar de todos estos avances es todava difcil ofrecer un
pronstico indivi- dual preciso en las deleciones del brazo corto
del cromosoma 5 porque sujetos portadores de deleciones
aparentemente iguales pueden tener fenotipos o caracte- rsticas
distintas.
4.2. Pronstico psicopedaggico
El pronstico en estos casos debe ser realista. La importante
discapacidad inte- lectual establece un marco de desarrollo que slo
le va a permitir alcanzar una independencia personal limitada. Sin
embargo, nadie puede determinar de ante- mano cules van a ser los
logros de desarrollo que puede alcanzar, por lo que deben tomarse
todas aquellas iniciativas que puedan maximizar su potencial de
desarrollo y posibilitarle la oportunidad de tener una vida plena y
lo ms norma- lizada posible.
Por eso, aunque en la edad adulta, pueden disponer de un grado
de autonoma personal limitada, debemos garantizarle los recursos
que le posibiliten el mayor grado de inclusin social y
autodeterminacin personal.
Los equipos de atencin temprana de la comunidad autnoma
orientarn a las familias sobre los recursos y actuaciones de cara a
una intervencin psicoeduca- tiva. Contra ms precoz sea sta, ms
eficazmente pemlitir estimular el desarro-
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110 del nio y por lo tanto establecer un pronstico ms
favorable.
5.1. mbito mdico
Este sndrome no tiene un tratamiento especifico disponible. El
tratamiento se realiza en funcin de los diferentes sntomas. Se debe
de abordar el retraso men- tal y se recomienda asesoramiento para
los padres.
Es importante mantener un contacto permanente con el mdico y
otros profe- sionales en el cuidado de la salud una vez que se d de
alta al beb.
Si se descubre que un nio est afectado por este sndrome, los
padres deben buscar asesora gentica y someterse a una prueba de
cariotipo (extraccin de san- gre) para asegurar que no presentan
una translocacin cromosmica.
5.2. mbito psicopedaggico
Como hemos dicho, estas personas deben disponer de un programa
de atencin temprana desde su diagnstico con objeto de optimizar sus
posibilidades de desa- rrollo. Dicho programa debe incluir aspectos
psicomotrices, sensoriales, cogniti- vos, comunicativos,
socio-afectivos, as como diseos de modificacin de con- ducta cuando
proceda.
La familia debe obtener el apoyo necesario, no slo para
comprender y aceptar la realidad de la persona afectada, sino para
participar activamente dentro del pro- granla de atencin temprana.
Su papel no debe limitarse a cubrir las necesidades del nio en el
mbito de lo afectivo y asistencial, sino que debe estar totalmente
involucrada con la intervencin psicoeducativa diseada para
favorecer el desa- rrollo integral de su hijo.
La colaboraci~i de educadores, tcnicos y familia es totalmente
imprescindible, pero hay que afirmar que el protagonismo de la
familia es singularmente decisivo durante los primeros aos de vida,
donde debern seguir las instrucciones de esti- mulacin que les
marquen los especialistas conforme a su evaluacin de las nece-
sidades y posibilidades concretas cada caso particular.
De cara a esta colaboracin, un principio fundamental que ha de
tenerse siem-
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pre presente es que las actividades que persigan favorecer el
desarrollo del nio nunca deben de llevarse a cabo con una actitud
mecnica, forzada o en situacio- nes de cansancio, baja receptividad
o desinters del nio. Por el contrario, debe cuidarse los aspectos
Idicos y afectivos que van a dar calidad, significacin y
potencialidad a la intervencin.
Es fundamental que el nio est motivado y disfrute de las
actividades para lo cual debe evaluarse cuidadosamente la duracin
de las sesiones ms adecuada, el grado de dificultad que representan
para l, nuestras reacciones frente a las difi- cultades que pueda
manifestar y cmo establecer los pasos sucesivos para supe-
rarlas.
Dentro de las actuaciones de atencin temprana orientadas hacia
el desarrollo psicomotor debe considerarse la importancia del
masaje, ya que favorece el desa- rrollo general del sistema
nervioso, la conciencia sensorial y la correccin del tono muscular
caracterstico de este sndrome, al tiempo que fortalece la comuni-
cacin afectiva con el nio, aspecto bsico para su desarrollo.
Dada la tarda aparicin de la bipedestacin, deben ser estimuladas
las formas previas de desplazamiento, no solamente por la
relevancia que tienen de cara a la coordinacin dinmica general del
nio, sino por lo que le aproxima a su entorno y favorece, a travs
del contacto, exploracin y experin~entacin con los objetos y
personas que le circundan, su desarrollo tanto en el ambito de lo
cognitivo, como en lo afectivo y social.
En lo relativo al desarrollo cognitivo, ste se va a ver
facilitado por contextos de aprendizaje que le ofrezcan una
estimulacin multisensorial. No obstante, un elemento previo y
fundamental del programa en este ambito van a ser las activi- dades
destinadas a desarrollar las capacidades atencionales del nio.
Lgicamente, en este sentido, el objetivo inicial debe de ser el
establecimiento y mantenimiento del contacto visual, primero hacia
las personas que cuidan de l y luego sobre modificaciones
contextuales que introducimos en su entorno, as como sobre los
objetos con los que est llevando a cabo una actividad. Facilita
este propsito el uso de materiales atractivos y novedosos, junto a
la eliminacin de aquellos otros estmulos que distraigan su
atencin.
En cuanto a su capacidad comunicativa, sabemos que, en general,
sus primeras palabras aparecen entre los 3 y los 6 aos y que,
aunque algunos podrn construir oraciones completas, en otros casos
slo sern capaces de utilizar unas pocas pala-
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bras aisladas, puede estar indicado el aprendizaje de mtodos
alternativos de comunicacin.
En cualquier caso, su capacidad comunicativa debe ser objeto de
constante esti- mulacin, favorecieildo la complementacin de las
expresiones verbales y ges- tuales, aprovechando para ello todas
las circunstancias cotidianas de interaccin para acompaarlas y
enriquecerlas con expresiones verbales e impulsar la adqui- sicin y
uso por parte del nio de los elementos lingsticos en sus
comunicacio- nes, aportndole ejemplos adaptados, ocasiones de
utilizacin y estmulo ante sus ejecuciones.
No debemos olvidar a este respecto que la estimulacin de su
capacidad comu- nicativa debe apoyarse siempre en los valores
funcionales de la misma, si la comunicacin no facilita al nio la
expresin de sus necesidades y la satisfaccin de sus deseos, no
encontrar justificacin para esforzarse en ella.
En general, a la hora de disear el programa debe considerarse
especialmente la funcionalidad de los aprendizajes planteados de
cara a la mejor inclusin en su entorno. Con relacin a ello,
adquiere un papel prioritario la adquisicin de hbi- tos y actitudes
que faciliten su autonoma personal, estableciendo contextos de
aprendizaje progresivos para este fin.
Adems, es conveniente tener en cuenta la madurez necesaria para
el inicio de cada actividad y, por lo tanto, si el niiio concreto
precisa aprendizajes previos antes de abordarla. Es importante
adecuar el ritmo de aprendizaje a cada nio y la correcta
consolidacin de cada paso a la hora plantearse un nuevo
objetivo.
A medio plazo podemos establecer los siguientes elementos como
fundamenta- les de cara maximizar las posibilidades de
autodeterminacin, autonoma perso- nal e inclusin social del
individuo:
Independencia en relacin con aspectos bsicos del aseo e higicne
personal, control de esfnteres, ciclos de vigilia-sueo apropiados y
estables, pautas de alimentacin.
Autonoma o colaboracin activa respecto al manejo del vestuario y
limpie- za de su entorno vital.
Hbitos en la mesa y en otras situaciones afectadas por los usos
y costum- bres de su entorno social.
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Trato a las personas en todo tipo de situaciones sociales.
Cuando sea posible, formacin pre-laboral.
Debemos prestar especial cuidado en favorecer que los
aprendizajes que se han llevado a cabo no se extingan por falta de
ocasiones para ponerlos en prctica, as como posibilitar que sean
generalizados a otros contextos reales donde puedan servir para
facilitar la integracin social del individuo.
Las tcnicas de inodificacin de conducta son eficaces y pueden
servirnos de ayuda, tanto para la instauracin de estas habilidades,
como para la intervencin frente a comportamientos autodestnictivos
o inadaptados. Sin embargo, es iniprescindible en estos casos que
todas las personas que rodean al nio acuerden una misma respuesta
frente a cada circunstancia. Algunas de las dificultades res- pecto
a la alimentacin en relacin con la succin, babeo, deglucin o
masiica- cin, debidas a la inicial hipotona pueden abordarse tambin
por esta va.
Un objetivo prioritario con estos nios dentro del mbito
psicosocial es poten- ciar su autocontrol emocional. Para ello,
debe fortalecerse su autoestima a travs de nuestra valoracin y
afecto, as como el ejercicio de la responsabilidad a la medida
apropiada de sus posibilidades.
Su integracin y participacin social estn muy vinculadas a la
adquisicin de hbitos y habilidades de interaccin, que a su vez van
a ser sus recursos funda- mentales para el autocontrol emocional en
los contextos sociales. Estas habilida- des permitirn su normal
participacin en las actividades que se estn llevando a cabo en su
entorno, posibilitarn su aceptacin por otras personas y evitarn su
aislamiento.
El juego es una estrategia esencial a travs de la que estimular
el desarrollo psi- cosocial de estos nios. A travs de l, se
potencian los vnculos afectivos y socia- les, al tiempo que se
posibilitan las experiencias sensorio-motoras que sustentaran su
desarrollo cognitivo. Adems, en el contexto del juego, el
aprendizaje por observacin se ve potenciado de forma significativa,
siendo bsico dicho tipo de aprendizaje para el desarrollo social
del nio. Inicialmente el juego no va a invo- lucrar objetos. Deber
tratarse de una interaccin gratificante con el nio, donde
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el contacto fsico y los gestos de sus cuidadores son decisivos.
Todas las activi- dades cotidianas, como alimentarle o baarle deben
tener un componente Idico y de comunicacin afectiva. Cuando su
desarrollo se lo permita, han de entrar en escena los objetos que
le van a permitir explorar las caractersticas de su entorno fsico y
avanzar en su desarrollo cognitivo.
El momento de la escolarizacin tambikn va a ser decisivo a este
respecto. La escolarizacin le va a permitir participar de un
entorno social. Su momento de inicio ha de ser valorado
considerando las orientaciones de los especialistas que hacen el
seguimiento del caso, escogindose el centro donde se va a llevar a
cabo, considerando los servicios y recursos de que dispone. Su
posterior escolarizacin en las etapas obligatorias debe contar con
una evaluacin psicopedaggica y un dictamen de escolarizacin
realizado por los servicios competentes de la admi- nistracin
autonmica.
Con carcter general dicha escolarizacin ha de ser lo menos
restrictiva posible, considerando siempre las caractersticas del
caso particular y las necesidades que de ellas se derivan. Cuando
los centros especficos sean la opcin ms aconseja- ble, debe
buscarse entornos complementarios donde el nio pueda integrarse en
actividades de ocio y tiempo libre con otros nios en un contexto de
integracin.
Finalizando la escolaridad obligatoria, debe prepararse para una
futura inser- cin sociolaboral a travs de un centro protegido de
empleo.
Resumen de los principios para la intervencin psicopedaggica
Intervencin multidisciplinar en colaboracin con la familia.
Elaboracin de un programa de Atencin Temprana integral que
posibilite el mayor grado de autodeterminacin, autonoma personal e
inclusin en su entorno.
Cuidada planificacin de las sesiones en lo relativo a la
progresin, dura- cin y dificultad de las actividades, considerando
el desarrollo del nio y su estilo y ritmo de aprendizaje.
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Consideracin de los aspectos ldicos y socio-afectivos de las
sesiones a fin de motivar la colaboracin.
Estimulacin del tono corporal y la conciencia sensorial.
Estimulacin de la coordinacin dinmica y las actividades de
exploracin del entorno.
Estimulacin de la capacidad atencional.
Estimulacin de sus posibilidades comunicativas, considerando la
perti- nencia del uso de sistemas alternativos de comunicacin.
Prever y trabajar la transferencia y mantenimiento de los
aprendizajes.
Favorecer el autocontrol emocional.
Tabla 7. Resumen de los principios para la inte~encin
psicopedaggica.
6. RECURSOS
Los servicios sociales de las comunidades autnomas,
ayuntamientos y los pro- pios equipos de atencin temprana orientarn
a las familias sobre ayudas y pres- taciones econmicas y
asistenciales a las que pueden optar.
6.1. Bibliografa
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www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ ency/article/001593.htm
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K., Greenberg, F. & Wasmuth, J.J. (1990). Phenotypically normal
carriers of unba- lanced terminal deletions of 5p transmit the
deletions to offspring who display growth and development delay. En
American Journal of Human Genetics, Vo1.47: 208-234.
-
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adolescents and ad~ilts: Clinical finding in 13 older patients with
partial deletion of the short arm of chro- mosome No. 5(5p-). En
The Journal of Pediatrics, Vo1.77(5): 782-791.
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Sindrome del Maullido de Gato. Madrid: Instituto de Salud Carlos
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6.2. Pginas Web
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6.3. Organizaciones
5p- Society. 7108 Katella Ave. #502, Stanton, CA 90680. (888)
970-0777 Alliance of Genetic Suppori Groups. 430 1 Connecticut Ave.
NW, Suite 404, Washington, DC 20008. Tel.:202 966 5557. Fax: 202
966 8553.
Asociacin Espaola para el Registro y Estudio de las
Malformaciones Congnitas. (ASEREMAC) C/ Facultad de Medicina.
Universidad Conlplutense. 28040. Madrid Tel.: 913941587,913941591.
Fax: 913941592
Asociacin Nacional de Afectados por el Sndrome del Maullido del
Gato. (ASI- MAGA) C/ Tomelloso, no 11 Argamasilla de Alba (Ciudad
Real) Tel.: 926 521 345 E-mail: [email protected]
http://serbal.pntic.mec.es/jpons4/criduchat.htm
Cri du Chat Society. Dept. of Human Genetics. Box 33, MCV
Station, Richinond VA 23298. Tel.: 804 786-9632.
Europea11 Organization for Rare Disorders (EURORDIS) Plateforme
Maladies Rares. 102. Rue Didot. 75014 Paris. Tel.: 0033 156535340.
Fax :O033 156535215 E-mail: [email protected]
http://www.eurordis.org
Federacin Espaola de Asociaciones de Enfermedades Raras (FEDER).
C/ Enrique Marco Dorta, 6 local. 4 10 18 Sevilla.
-
Tel.: 954989892, 902 18 1725. Fax: 954989893 E-n~ail:
[email protected] 1 [email protected]
Fundacin 1 O00 para la Investigacin de los Defectos Congnitos.
C/ Serrano 140. 28006 Madrid. Tel.: 913941587, Fax: 913941592.
http:l/www. fundacion 1000.esI
7. FICHA RESUMEN
7.1. Qu es el sndrome de Maullido de Gato?
Se trata de una cromosopata relacionada generalmente con una
perdida espon- tnea de un fragmento del brazo corto del cromosoma 5
que en la mayora de los casos conlleva una discapacidad intelectual
severa. Su nombre deriva de un Ilan- to caracterstico debido a la
hipotona de aparato fonoarticulatorio.
7.2. Cmo se detecta?
Mediante las pruebas genticas y10 mediante un conjunto de rasgos
de los cua- les junto a los dos recogidos en el apartado anterior,
habra que considerar la microcefalia (cabeza inusualmente pequea) y
el hipertelorismo (ojos inusual- mente separados) entre otros.
7.3. A cuntas personas afecta?
Entre lde cada 20.000 a 1 entre cada 50.000 nacimientos.
7.4. Dnde me puedo informar?
En primera instancia, ante cualquier duda o sospecha en su mdico
de familia. Una vez detectado el caso, complementarn el
asesoramiento mdico, los servi- cios psicopedaggicos y los
servicios sociales de su comunidad autnoma. En este caso es muy
conveniente contactar con las asociaciones que pueden ofrecer apoyo
y consejo desde la perspectiva del propio afectado.
7.5 Cmo es el futuro de estas personas?
Nada impide a las personas afectadas por el sndrome del Maullido
del Gato que lleven una vida plena y gratificante, al tiempo que
colaboran en hacer plena y gra-
-
tificante la vida de las personas de su entorno. Una atencin
sanitaria y psicope- daggica apropiada posibilitar que alcance un
grado importante de autonoma personal, as como una adecuada
integracin social. Los servicios pblicos deben velar para que se
den las condiciones que permitan que dicha integracin sea una
realidad.