CAPITULO 8 CAMBIO DE SIGNIFICADO Hace más de cuarenta años, Edward Snpir introdujo un estimlp ble concepto nuevo en la linguistica.“La lenguaiescribia—se mua“ a lo largo del tiempo en una corriente de su propia hechura. T un curso,“ Nada es perfectamente estático. Toda palabra, todo elo- mento gramatical, toda locución, todo sonido y acento es una confl- guracrón lentamente cambiante, moldeada por el curso invisible impersonal que es la vida de la lengua” ‘. Esta concepción heracliteana de un perpetuo fluir en el lengua que todo lo penetra, es de particular interés para el estudioso de Il‘ semántica. De todos los elementos lingüísticos apresados en este nulo, el significado es probablemente el menos resistente al cambio. Esto es debido a la interacción de diversas fuerzas, algunas de las cua I fueron identificadas por Antoine Mcillet a comienzos de siglo , mientras que otras solo han sido advertidas en los últimos años. En‘ tre los factores que facilitan los cambios semánticas, los siguientll parecen ser de importancia decisiva: l) La lengua se transmite, como señaló Meillet, de una manerl “4;; antinua" de una generación a otra: cada niño tiene que apren- derla e nuevo. Es de conocimiento común que los niños a menudo ‘ entenderán mal el significado de las palabras. En la mayoría de lot casos, tales errores serán corregidos antes que puedan ir muy ‘ le]05;_ pero si, por una razón u otra, no sucede esto, tendrá lugar un . cambiolsemantico en el uso de la nueva generación. La mayor para de los lmgüistas estarian probablemente de acuerdo en que este es un ‘ factor de cierta importancia; no obstante, por la naturaleza misml de las cosas, es dificil probar que cualquier cambio particular haya ' podido surgir solamente en el lenguaje infantil 3, Meillet da un eiemr lap, oir, paga 150 y l7l (el subrayado es mín). Sobre el cambio iingutsu‘no en general, véase recientemente E. CosEkiu, Sincronin, dincmnl'a e híJIoríALEl m» blemil de] cambio Iingüíxlict), Montevideo. 1955. Un sumario y una critica mile! de ¡ar ideas dc Coscan se encontrarán en N. c, w 5mm, “Towards a Ne- Synthesis m Linguislics: the Work cr Eugenio Cosen' Archívum Lingui'nicum, xrr (1960). págs. 1‘34. Véase también Hi M. HomcswALD, Language Change and Linguim'c Recünxtmrtion, Chicago, 1960. } =En_ su'importanle artículo “Comment les mois changent de Sens",anguie- hquz hrrlarique er linguislique generaltr vol. r, págsr 23ml. esp. pág). 235 pr, 'cr. las observaciones criticas de G. Srmm, en Mtuníng and Change a! Mu- ning, para, 17s y sgs. ZII MODva Zl’ pio plausible, pero no enteramente convincente: la historia del ad- ictivo francés saoul o sutil. Este proviene del latín popular Mallas “repleto de comida, saciado", y conservó este significado hasta el tiglo xvu; el sentido originario todavia sobrevive en locuciones como mangertout son saül "comer hasta hartarse". Desde el siglo XVI, sin embargo, el adjetivo adquirió la nueva acepción de “borracho. ben- tln”, que es hoy su sentido principal (Bloch-Wartburg). Meillet ar- guye que esta modificación es debida a un malentendido que debe haberse originado en la mente de los niños: los adultos se reteririan irónicamente a una persona embriagada como estando “harta, reple- ta", y el niño, pasando por alto estos delicados matices, aplicaría la palabra al hecho bruto mismo, Este puede muy bien haber sido el caso, pero es obviamente imposible demostrarlo. Lo mismo cabe decir de otros cambios que se han atribuido a este agente, tales como el paso de Ia palabra bead del sentido de “oración, plegaria" al de "cuenta, bolita perforada": La frase la comi! your bem significaba originalmente "contar tur ora. ciones", pero como ei cómputo de ia. oraciones se hacia mediante bolitas, la palabra hem llegó a transferirse a estos objetos y perrito su sentido ori- ginal. Parece claro que esta equivocación no podra ocurrir en 1o. cerebro: de aquellos que ya hablan asociado la palabra con la significación origin-i, mientras que era muy natural por parte de im niflol que otan y entendi“ la frase como un todo, pero que la analizaban de Im modo diferente al de ia generación anterior. (lespcrsen, Language, págr ns.) 2) La vaguedad en el significado es otra fuente de cambios se- mántícos. Las varias formas de vaguedad discutidas en el capítulo 5 “la naturaleza genérica de nuestras palabras, la multiplicidad de sus aspectos, la falta de familiaridad, la ausencia de fronteras bien des- lindadas-conspiran todas a facilitar las alteracionesdel uso. A este respecto, hay una diferencia fundamental entre el significado de las palabras y su figura fonética, su estructura morfológica o su em- pleo sintácu'co, que están mucho más estrictamente definidos y deli- mitados y, por consiguiente, menos expuestos al cambioK 3) Otro factor que puede conducir a cambios de significado es la pérdida de motivación. Mientras una palabra permanezca firmev mente vinculada a su raíz y a otros miembros de la misma familia, conservará su significado dentro de ciertos limitesr Una vez que se ban roto estos lazos. por alguna de las razones examinadas en el ca- pítulo 4, el sentido puede evolucionar sin trabas y aleiarse de sus origenes. En antiguo inglés, las palabras lord y lady eran compues- tos transparentes basados en el nombre hláf, “loaf” [pan, bogaza]: lord tenia la forma hlñfard o hlüfweafd, “loaf-ward” {guá'dián del pan], y lady ‘la forma hlüEfdige, ds hltïf-Ha raiz dig- “amasar”,