Top Banner

of 25

CAPÍTULO 17 Valcarcel

Oct 08, 2015

Download

Documents

Paul

el capitulo 17 de Valcarcel sobre aspectos Geograficos
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • ORTEGA VALCRCEL, Jos (2000) "Los horizontes de la Geografa". Edil Ariel - Barcelona

    CAPTULO 17

    L A GEOGRAFA D E L COMPROMISO POLTICO:

    GEOGRAFAS RADICALES

    Las geografas denominadas radicales por los autores americanos, es decir,

    geografas de izquierdas, carecen de una tradicin equivalente a las que presentan las

    anteriores. Constituyen un conjunto de prcticas tericas y empricas cristalizadas en

    el ltimo cuarto de este siglo xx. Surgen desde la crtica a las geografas analticas, al

    igual que las geografas humansticas. Se caracterizan por la reivindicacin de un

    saber crtico y transformador en el campo de las ciencias sociales, vinculado a la

    accin poltica. Esta nueva perspectiva, frente al neutralismo y academicismo

    tradicionales de la geografa y de los gegrafos, proporciona a estas corrientes un

    sesgo poltico e ideolgico explcito. Es el que explica la denominacin con la que se

    les distingue en Estados Unidos, y con la que se les conoce: geografas radicales. La

    geografa se contempla desde una perspectiva poltica como un instrumento para la

    transformacin social. Se postula una geografa comprometida con el cambio social.

    1. Geografa y cambio social

    La segunda mitad del siglo actuar constituye, en" sus primeros decenios, un

    perodo de especial efervescencia intelectual, en campos como la economa poltica,

    la sociologa, la antropologa, la historia y otras ramas de las ciencias sociales. Esta

    efervescencia tiene relacin con el propio devenir histrico de esos decenios, pleno

    de contradicciones, y con el particular desarrollo de los movimientos sociales en los

    pases de mayor avance material. La descolonizacin, las guerras imperialistas, el

    subdesarrollo, el protagonismo del Tercer Mundo, acentuaron las desigualdades.

    Descubrieron las circunstancias de explotacin y las tensiones derivadas del

    desarrollo del capitalismo. Los procesos de rpida urbanizacin que tienen lugar en

    ese perodo asociados a movimientos migratorios a gran escala, que se producen

    desde las periferias prximas y lejanas hacia los grandes centros industriales y

    urbanos, provocaron y provocan secuelas de segregacin, discriminacin y

    explotacin.

  • Las contradicciones derivadas de estos procesos aceleraron el desarrollo-

    innovador de disciplinas como la sociologa urbana, la economa del desarrollo, la

    historia, entre otras. La geografa se incorpor a este proceso de anlisis emprico y

    de elaboracin terica sobre estos componentes de la realidad contempornea. Un

    movimiento intelectual que slo es explicable en el contexto social dominante en los

    decenios de 1960 y 1970.

    1.1. EL CONTEXTO SOCIAL E INTELECTUAL: EL PENSAMIENTO

    RADICAL

    La tradicin poltica e intelectual de izquierda cuenta con una arraigada y

    consistente organizacin, tanto en los movimientos polticos y sindicales como en la

    universidad. La reflexin terica y poltica sobre la filosofa marxista y sobre su

    aplicacin en el anlisis histrico, econmico, antropolgico, urbano y social tiene

    un notable desarrollo en la segunda mitad del siglo xx, en pases como Gran Bretaa,

    Francia e Italia, en relacin, primero, con las organizaciones polticas marxistas y

    con independencia de stas con posterioridad.

    En los decenios de 1950 y 1960 la actividad intelectual en Europa se caracteriza

    por la notable actividad creadora, por la creciente vinculacin con las prcticas

    sociales. Se distingue por el papel que desempea, desde la perspectiva terica, la

    reflexin sobre los postulados marxistas. Se caracteriza por el desarrollo de las

    propuestas estructuralistas en campos tan diversos corno la antropologa (C. Lvi-

    Strauss), la filosofa (L. Althusser), la economa (E. Mandel), la psicologa, la crtica

    literaria, la sociologa (G. Gurvitch y M. Castells) y la lingstica.

    La dialctica y el materialismo histrico se encuentran en el centro del debate

    intelectual que se vincula, cada vez ms, con la accin poltica y social. Incluso

    filsofos de origen existencialista como J. P. Sartre se acercan a la dialctica y

    al materialismo, en un proceso de conversin de indudable significacin.

    En la sociologa, con particular incidencia en la urbana, se produce una

    excepcional produccin emprica y terica. Se orienta hacia los problemas de

    carcter social en el mbito urbano, desde el anlisis de la cotidianidad al de las

    prcticas urbansticas y las luchas sociales. En la economa se produce una sensible

    desviacin desde los anlisis neoclsicos hacia los problemas del desarrollo y la

    desigualdad. Se produce un esfuerzo de conceptuacin del subdesarrollo, que

    adquiere valor central en la nueva economa poltica.

    En todos los casos se orientaron hacia la crtica del orden capitalista y sus

    secuelas. Se vincularon, de forma predominante, con la tradicin dialctica y el

    materialismo histrico, repensado al margen de los corss dogmticos y ortodoxos,

    en Gran Bretaa, Francia, Italia, e incluso Alemania. Su progresiva recepcin en los

  • ncleos universitarios de Estados Unidos constituye uno de los rasgos ms

    sobresalientes de la vida cultural de ese perodo.

    La definicin y consolidacin de un pensamiento radical en Estados Unidos da

    forma a un notable movimiento de renovacin intelectual y poltica que alcanza a

    muy diversos campos, en el marco de las ciencias sociales, desde la economa

    poltica a la sociologa. Se trata de un pensamiento de izquierda, crtico respecto de

    la tradicin intelectual y poltica liberal, crtico respecto de la realidad social y

    poltica de su propio pas, y de su papel en el mundo contemporneo.

    La caracterstica comn de la renovacin crtica en la geografa es la estrecha

    implicacin y osmosis con las propuestas tericas, con los anlisis empricos, con las

    actitudes prcticas y con los autores, de estas disciplinas ms dinmicas, como

    sociologa y economa poltica. El desarrollo de un movimiento intelectual y poltico

    equivalente en Europa y la recepcin inmediata de las corrientes radicales

    americanas en geografa operan como las principales impulsoras del movimiento

    geogrfico radical en Europa

    1.2. DE LA TICA INDIVIDUAL AL COMPROMISO POLTICO:

    GEGRAFOS RADICALES

    La constitucin de una geografa radical en Estados Unidos se origina en la

    crtica de la prctica analtica. Est jalonada por la reaccin personal de gegrafos

    particulares ante las contradicciones entre la prctica geogrfica y los problemas ms

    relevantes de la sociedad americana, en el decenio de 1960. Perodo marcado por la

    creciente conciencia de la segregacin social, racial y tnica, de la desigualdad social

    urbana y de las disfunciones del sistema urbano americano.

    Esta etapa est caracterizada por la creciente sensibilidad ante la desigualdad y

    discriminacin de la mujer en la sociedad, y por el papel controvertido de Estados

    Unidos en el mundo, entre otras cuestiones. En este contexto se enmarca la

    conversin de significados gegrafos analticos, como W. Bunge y D. Harvey, a

    partir de la reflexin tica sobre este tipo de fenmenos, que acompaa el proceso de

    definicin de las corrientes radicales americanas.

    La diferencia se produce en la actitud consiguiente y en las filosofas que se

    utilizan como apoyo terico y epistemolgico para fundamentar la reorientacin de la

    geografa. La experiencia personal de W. Bunge, al crear la denominada Society for

    Human Exploration, en 1968, ilustra este tipo de reacciones, en el mbito personal.

    Supone un compromiso directo del intelectual con la accin social, en los espacios de

    conflicto urbano. Dicha sociedad tena como objeto conocer las reas de pobreza

    urbana, compartir con sus habitantes la problemtica de sus barrios, participar en los

    procesos de planeamiento urbano de forma integrada con los afectados, en la defensa

    de sus intereses. Compromiso tico' poltico que no cont con el apoyo institucional

    universitario y que supuso el abandono de la universidad por parte de Bunge.

  • Actitudes ticas que aparecen entre los gegrafos analticos con mayor

    sensibilidad social. Para ellos, la geografa tena que comprometerse en la bsqueda

    de nuevas vas que hicieran posible reorientar la disciplina hacia asuntos de mayor

    relevancia social. Definan una situacin en el mbito de la comunidad geogrfica

    americana, receptiva a la propia sensibilidad de la sociedad americana. Se trataba de

    la bsqueda individual de un compromiso por mejorar las condiciones de una

    sociedad que les resultaba poco satisfactoria.

    Los gegrafos americanos se plantean cuestiones que tienen relacin con la

    inmediata realidad social: el imperialismo, la discriminacin y segregacin social y

    espacial la ausencia de la mujer en los estudios geogrficos de anlisis espacial,

    ciegos e impermeables a la temtica femenina. Se definen actitudes que perfilan la

    necesidad de una geografa ms comprometida con el cambio social, menos

    tecnocrtica (Peet, 1977).

    En 1969 se fundaba en la Universidad Clark de Worcester, en Massachusetts, la

    revista Antipode. A Radical Journal o f Geography. La aparicin de Antipode

    proporcionaba a la corriente una plataforma y un emblema. Una geografa en las

    antpodas de la que imperaba. La revista recoga ese movimiento y servir de

    plataforma para las nuevas preocupaciones. stas eran el estudio de cuestiones de

    mayor relevancia social y poltica, desde la pobreza regional y urbana, la

    discriminacin racial y tnica, la desigualdad de acceso a los servicios sociales, la

    discriminacin y olvido de la condicin femenina, hasta el subdesarrollo y el

    imperialismo.

    Bajo esa perspectiva hay que tener en cuenta que las geografas radicales

    engloban ms un movimiento de reaccin que una propuesta epistemolgica

    definida. Y la propia constitucin de esas geografas alternativas, usando aqu el

    trmino en la acepcin social e ideolgica, lo pone de manifiesto. Se trata de una

    disconformidad militante: disconformidad tica o prctica. En cualquier cas,

    disconformidad poltica.

    La diversidad de orgenes y circunstancias ideolgicas en la configuracin del

    radicalismo americano o anglosajn y del europeo y los distintos componentes

    ideolgicos que intervienen hacen difcil contemplarlos como una alternativa

    homognea. La generalizacin, sin distingos, al conjunto de unos rasgos que son

    particulares contribuye a desfigurar el perfil real de parte de los que quedan

    comprendidos en esa denominacin.

    Podemos entender qu participan de una preocupacin comn por lograr una

    alternativa prctica en su dimensin social a la geografa analtica y, en el caso

    europeo, a la del paisaje y regionalista. No obstante, el desarrollo de una geografa

    radical europea est condicionada por la especfica y paradjica situacin intelectual

    de la geografa en. Europa. sta se caracteriza por la inexistencia de tradicin terica

    marxista, aunque un notable grupo de gegrafos se adscriben poltica e

    ideolgicamente al marxismo.

    Esta contradiccin determina, como consecuencia, y de modo harto paradjico,

    que los componentes ms destacados de los procesos de renovacin en la geografa

  • europea se relacionan con la recepcin de las geografas analticas anglosajonas. Es

    la principal novedad intelectual en el decenio de 1960. Paradoja no exenta de

    significado. La renovacin crtica y conceptual tiene, por ello, Un carcter perifrico

    y tardo. sta vendr desde otros intelectuales de trayectoria equivalente, pero en el

    campo de la sociologa, como H. Lefebvr. Este filsofo y socilogo evoluciona

    desde la sociologa rural a la sociologa urbana en paralelo a un esfuerzo progresivo

    de reflexin terica desde el marxismo, sobre las prcticas sociales urbanas y el

    espacio.

    La aparicin de la geografa del subdesarrollo, de Y. Lacoste, constituye el

    primer smbolo de una geografa radical en Europa (Lacoste, 1965). En torno al

    grupo de gegrafos que identifica Lacoste se perfila el ncleo de una alternativa

    crtica, en la geografa. Tiene perfil poltico activo, frente a la tradicin de la

    geografa universitaria o profesoral y frente a las novedades analticas que se

    derraman sobre Europa de modo casi coetneo.

    La creacin de Herodote, como plataforma abierta para las geografas y los

    gegrafos crticos, consolida la nueva geografa radical europea, impulsada por el

    propio Y. Lacoste. La publicacin, por este gegrafo, de La geografa sirve, en

    primer lugar, para hacer la guerra (1976) identifica las nuevas orientaciones de este

    grupo marxista francs, con un fuerte sesgo poltico o geopoltico. En el Reino Unido

    se manifiesta con la aparicin de la revista Area. En este caso en estrecho contacto

    con el otro lado del Atlntico, pero con el soporte de una notable tradicin poltica

    marxista, de gran incidencia en la economa poltica britnica y europea en general.

    Las geografas radicales representan, quiz por vez primera en la historia de la

    disciplina, una alternativa que no aspira tanto a cambiar la geografa como a

    utilizarla para cambiar la sociedad. Y, en principio, manifiesta su disconformidad

    con la relacin que la geografa hegemnica mantiene con esa sociedad. Aspecto

    sobre todo vlido para los radicales americanos. En Estados Unidos la

    disconformidad individual del profesional con el compromiso es decir, la falta de

    compromiso. social de la disciplina le conduce a cuestionar la propia definicin

    disciplinar, es decir, su neutralidad social, para afirmar el compromiso social y

    poltico.

    Se define primero un colectivo de gegrafos y progresivamente el proyecto de una

    geografa alternativa asentada sobre nuevos presupuestos. Las circunstancias

    histricas van a determinar que esos presupuestos se busquen en el pensamiento

    materialista moderno, y de modo particular en el pensamiento marxista.

    La geografa se contempla como una disciplina revolucionaria, orientada a la

    transformacin del mundo, de acuerdo con una conocida tesis de Marx. El sesgo

    poltico constituye el componente ms destacado y definitorio de las geografas

    radicales. Son geografas polticas, no tanto por su objeto como por sus objetivos. La

    actitud activa, comprometida, la orientacin transformadora explcita, el fin

    proclamado de cambio poltico y social, proporciona a estas geografas un perfil

    especfico, que les diferencia de modo sustancial de las geografas analticas y de las

    geografas humansticas. La confluencia que se produce con estas ltimas en algunos

    campos, como el feminista, y los que tienen que ver con la desigualdad y

  • discriminacin, con la injusticia, no existe en los enfoques que prevalecen en el

    anlisis.

    La definicin de una geografa radical aparece condicionada por la inexistencia de

    una tradicin de este tipo en la geografa moderna. La inexistencia de una geografa

    de esta orientacin en el perodo secular de existencia de la moderna geografa

    constituye una limitacin terica y prctica.

    2. Inventar las races: la recuperacin de los gegrafos anarquistas

    El perfil de la geografa moderna, en su concepcin terica y en sus fundamentos

    ideolgicos, es conservador. Responde al carcter de una disciplina acadmica,

    profesoral de funcionarios. Responde, sobre todo, a un planteamiento naturalista muy

    alejado de los presupuestos de las filosofas y movimientos revolucionarios del

    mundo moderno y al predominio de filosofas de corte idealista en el desarrollo de la

    disciplina. Este sustrato conservador e idealista se impondr, incluso, a la definicin

    poltica personal de un relevante ncleo de gegrafos.

    Se trata, por un lado, de la presencia de dos personalidades singulares, vinculadas

    con la geografa, de ideologa crata o libertaria, en la primera etapa de la geografa

    moderna. Se trata, por otro, de un notable sector de gegrafos de ideologa marxista

    en la segunda mitad del siglo xx, sobre todo en Francia. El perfil poltico personal no

    lleg a incidir en una construccin terica influida por las ideas y filosofas polticas

    adoptadas. La paradoja de la geografa moderna es la existencia de gegrafos

    libertarios y gegrafos marxistas que nunca plantearon una geografa alternativa

    fundada en principios libertarios o marxistas. Esta paradoja explica la inexistencia de

    una tradicin radical en la geografa moderna.

    A estas circunstancias hay que aadir la inconsistencia terica y epistemolgica de

    la geografa elaborada en la Unin Sovitica y los pases socialistas en el perodo de

    existencia de los mismos. El arcasmo conceptual y terico distingue la denominada

    geografa sovitica. La fraseologa poltica sustituy a la elaboracin terica. La

    prctica geogrfica tampoco aport, en esos pases, referencias que pudieran suscitar

    cambios en la concepcin de la geografa.

    El resultado de todos estos factores es la imposibilidad de reconocer una tradicin

    intelectual consistente de corte radical, es decir, de izquierdas, en la geografa

    moderna. La nica excepcin, a ttulo individual, la aportaban los gegrafos

    anarquistas. Por todo ello, los gegrafos radicales abordarn, por un lado, la

    recuperacin de estos gegrafos anarquistas. Por otro, intentarn la construccin de

    un cuerpo terico y epistemolgico, de una Teora Social del Espacio, fundada en las

    filosofas materialistas, en particular en el materialismo histrico.

    2.1. LA GEOGRAFA REGIONALISTA DE LOS GEGRAFOS MARXISTAS

    La segunda mitad del siglo xx se inicia con una notable representacin de

    gegrafos de ideologa e inspiracin marxista en los pases europeos de sistema

    capitalista. Constituye una nueva generacin de gegrafos que tiene especial

  • desarrollo en Francia. Muchos de ellos, como otros intelectuales contemporneos,

    comparten la ideologa marxista. Una parte son, incluso, militantes de organizaciones

    polticas que proclaman esa ideologa, como el Partido Comunista.

    La obra geogrfica de estos autores discurre al margen de cualquier intento de

    sustentar la prctica sobre una reflexin terica basada en el materialismo histrico.

    La paradoja de estos gegrafos marxistas es que practican una geografa de

    inspiracin regionalista. Ms an, comparten la concepcin regionalista a pesar de su

    filosofa idealista y su manifiesto irracionalismo. La tradicin geogrfica dominante

    en la Europa continental, regionalista, condicion la posibilidad de una crtica

    efectiva de los postulados tericos de la geografa. En Francia, un numeroso grupo de

    gegrafos marxistas, vinculados al Partido Comunista o distantes de ste, se haba

    constituido tras la segunda guerra mundial bajo la direccin de J. Dresch y P.

    George. Un grupo de excepcional calidad intelectual, entre los que se encontraban R.

    Guglielmo, B. Kayser, Y. Lacoste y J. Tricart.

    La paradoja resulta de que estos gegrafos marxistas, incluso comunistas,

    ignoraron la reflexin terica sobre la disciplina desde los postulados marxistas.

    Practicaron una geografa de corte regionalista. Compartieron una concepcin de la

    geografa como disciplina del paisaje y de las relaciones Hombre-Medio, concebida

    como arte o perspectiva, ms que como ciencia. Comparten enfoques en los que el

    componente fsico permanece como un factor geogrfico.

    El marxismo ideolgico se manifiesta en una fraseologa, en la especfica

    sensibilidad a las cuestiones geopolticas de la guerra fra y de la confrontacin entre

    capitalismo y socialismo. El nico signo de su orientacin ideolgica ser semntico.

    Hablan de pases capitalistas y pases socialistas, tratan con especial benevolencia a

    stos y sus polticas centralizadoras, magnifican los procesos de la construccin

    socialista. Por contra, descubren las lacras la cara oculta del capitalismo en el

    mbito urbano, en las colonias, en el amplio mundo no industrializado. Se traduce en

    una particular consideracin de los espacios del socialismo real y en la sensibilidad a

    los componentes sociales.

    La contradiccin entre la concepcin terica de P. George, vinculada a una

    geografa del paisaje y artstica, con la sensibilidad social y la fraseologa marxista

    que utiliza, es ilustrativa. Algunos, como J. Dresch y J. Tricart, otra paradoja, se

    encierran en la geografa fsica en realidad en la geo-morfologa. Ninguno

    cuestionar los fundamentos de la geografa dominante, ni se formular una reflexin

    epistemolgica desde el marxismo en relacin con la tradicin geogrfica imperante,

    de manifiesta base irracionalista. Una situacin equivalente se perfila en Alemania y

    en Italia.

    El marxismo de los gegrafos se corresponde con el voluntarismo poltico y el

    activismo que subyace en el movimiento comunista organizado. ste se ha

    caracterizado por su escasa inclinacin, salvo excepciones contadas, al desarrollo de

    un pensamiento crtico y a la reflexin terica. El corte entre prctica poltica y

    prctica terica ha sido un determinante decisivo en la evolucin de la geografa

    europea. A ello contribuy la inercia intelectual que dominaba en los pases del

    campo socialista.

  • La existencia de un conjunto de pases cuyo sistema poltico-econmico se

    consideraba de inspiracin marxista, como pases socialistas, no tuvo incidencia

    renovadora en el campo de la geografa. No la tuvo ni desde la perspectiva terica ni

    desde la accin prctica, en cuanto al desarrollo de este campo de conocimiento

    como una disciplina moderna. En consecuencia, la geografa sovitica y de los

    denominados pases socialistas careci de influencia sobre la evolucin terica y

    prctica de la geografa en el resto del mundo.

    2.2. LA GEOGRAFA SOVITICA: LA INCONSISTENCIA TERICA Y PRCTICA

    La fundamentacin marxista de la geografa en los pases de economa

    centralizada, se reduca a una fraseologa ideolgica impuesta desde la direccin

    poltica. La reflexin terica creadora no existi. La carencia terica acompaa el

    desarrollo de la geografa durante el perodo de existencia de la Unin Sovitica.

    La geografa se contempla como un conjunto de disciplinas, muy heterogneas,

    cuyo nico vnculo es su relacin con el sustrato terrestre. La geografa se

    configuraba, en realidad, como una agrupacin de disciplinas reunidas bajo el

    calificativo de ciencias geogrficas.

    La concepcin imperante en la geografa sovitica parta de la drstica separacin

    de geografa fsica y geografa econmica. Estaba de acuerdo con una sedicente

    clasificacin marxista de las ciencias, de carcter oficial, qu distingua, por un lado,

    las ciencias de la naturaleza y por otro las ciencias sociales. Las primeras estaran

    regidas por leyes naturales y las segundas por leyes sociales. Esta concepcin de la

    ciencia, sancionada por el Partido Comunista, sustentaba el estatuto acadmico y

    cientfico de la geografa. La interpretacin impuesta se ajustaba a una lectura

    elemental y simplista de la clasificacin d las ciencias que haca Engels a finales del

    siglo xix. Clasificacin que responde, como es lgico, a la situacin de estas ciencias

    en la segunda mitad del siglo xix.

    La geografa careca, por tanto, de entidad como disciplina especfica y unitaria.

    Se contraponan, por un lado, la geografa fsica y por otro la geografa econmica.

    De hecho, tampoco la geografa fsica o la geografa econmica la tenan. La

    geografa fsica era tambin un conglomerado de ciencias especializadas, vinculadas

    con las respectivas ciencias naturales. La denominada geografa econmica, que

    poda entenderse como la geografa humana tradicional, haba, sido concebida ms

    como una rama de la economa poltica que como una disciplina con mbito propio.

    El ttulo mostraba la fachada de signo marxista, al resaltar una concepcin basada en

    los procesos productivos.

    Un anlisis crtico de la produccin geogrfica socialista muestra la debilidad de

    la produccin prctica y las carencias tericas de la misma. La contradiccin entre

    las proclamas ideolgicas que manifestaban la concepcin monista de la ciencia de

    los fundadores del marxismo y de la teora social del materialismo histrico y la

    prctica geogrfica fragmentada en multitud de ciencias especiales es una

    caracterstica sobresaliente de la geografa sovitica (Kolosovsky, 1959).

  • Por otra parte, la concepcin de la geografa apareca condicionada por dos

    factores dominantes. El primero, la herencia cultural geogrfica que, como en el resto

    del mundo, es naturalista;, y que recoge, de igual manera, el enfoque regionalista

    dominante en los aos veinte en la geografa alemana. El segundo, la herencia de la

    economa poltica que, en la tradicin marxista, contempla los fenmenos abordados

    por la denominada geografa humana o geografa econmica.

    La continuidad de la economa poltica en la Unin Sovitica converta en

    superflua la geografa humana. As lo resaltaban los economistas soviticos, frente a

    los intentos de desarrollar la geografa humana o econmica en el perodo de la

    planificacin quinquenal. El debate sobre estas cuestiones impedir el desarrollo de

    la geografa humana como disciplina y condicionar el de la denominada geografa

    econmica, entendida como un mero apndice o rama de la economa poltica.

    En consecuencia, la geografa se desarroll en la Unin Sovitica y en los pases

    socialistas bajo la premisa de la diferenciacin radical de geografa fsica y geografa

    econmica. La primera como la disciplina del entorno natural de la sociedad o

    entorno geogrfico. El naturalismo conceptual aflora de modo manifiesto en esta

    identificacin de entorno fsico con entorno geogrfico. No se distingue del que

    imperaba en el resto de la geografa universal. La segunda como una vaga disciplina,

    ms bien complejo de disciplinas, relacionadas con la distribucin de las fuerzas

    productivas. En realidad, reducida a una geografa de corte regional inspirada en.

    Hettner, por cuanto las cuestiones generales relacionadas con el funcionamiento del

    sistema de reproduccin social quedaban adscritas a la Economa Poltica.

    De hecho, la geografa socialista se manifestaba como un conjunto de disciplinas

    dispares, ciencias geogrficas, como dicen algunos autores, sin ms vnculo que el

    de la territorialidad. Es decir, una concepcin que no difiere de la ms primaria

    dominante en la denominada por los autores socialistas tradicin geogrfica

    burguesa. La extensin es considerada la cualidad definidora del carcter geogrfico.

    Bajo el recurso retrico marxista afloraba una concepcin de la geografa muy

    tradicional y elemental. La geografa se entenda en el marco naturalista heredado del

    siglo xix, identificado en una geografa fsica que no se distingue de las ciencias

    naturales equivalentes. Y en un marco regionalista, encubierto por los usos de la

    regionalizacin econmica sovitica, en la que tiene un papel relevante el trabajo de

    los gegrafos, como Baranskii y Anuchin.

    De hecho, la nica aportacin terica significativa de carcter marxista se produce

    en la cuestin regional, en el concepto de regin y en la utilizacin de la regin en

    los procesos de ordenacin del territorio, problemtica impuesta por el desarrollo de

    los planes quinquenales a partir del decenio de 1920.

    La geografa econmica se define como una disciplina de sntesis, orientada al

    estudio de la transformacin del medio geogrfico por el hombre en orden a justificar

    de acuerdo con las recomendaciones de la geografa fsica la mejor asignacin

    de los recursos disponibles en un territorio.

    El vaco prctico y terico sovitico condicion cualquier indagacin sobre la

    posible fundacin marxista de la geografa. Las contradicciones entre economa

  • poltica y geografa, desde el punto de vista terico, y la incapacidad para desbordar

    el uso retrico de los autores marxistas, impidieron la cristalizacin de una geografa

    marxista tericamente fundamentada (Ortega Valcrcel, 1975).

    La existencia de algunos autores, gegrafos de los pases socialistas, en

    particular alemanes, que abordaron la construccin de una base terica para la

    geografa econmica, con reflexiones excelentes, no invalida el juicio general

    Schmidt-Renner, 1966). La geografa econmica marxista no pasaba de ser, tal y

    como se la practicaba en la Unin Sovitica y dems pases socialistas, una

    amalgama de disciplinas parciales sin ningn vnculo terico o conceptual. Eran

    especialidades orientadas por las necesidades prcticas del desarrollo econmico.

    La geografa econmica quedaba reducida, de hecho, a una disciplina de la

    localizacin de las fuerzas productivas, segn resaltaba un autor sovitico: Todas

    las cuestiones de la aplicacin de las fuerzas productivas en su relacin al medio

    geogrfico se pueden reducir en la prctica a la cuestin de la localizacin de las

    fuerzas productivas, su asociacin en complejos territoriales de produccin y sus

    relaciones intrarregionales, interregionales e internacionales y la divisin geogrfica

    del trabajo (Vol'skiy, 1963).

    El mismo autor defina la geografa econmica como una ciencia social cuyo

    objeto es el estudio de las leyes de localizacin, asociacin e interaccin de las

    fuerzas productivas en los procesos de uso social del medio geogrfico (Vol'skiy,

    1963). La consideracin del medio geogrfico es el componente que otorga

    especificidad a la geografa econmica, en el campo de las ciencias sociales y de la

    economa en particular, de acuerdo con esta concepcin.

    Una estrecha visin e interpretacin de los fundamentos tericos marxistas de la

    geografa a partir de citas textuales de los fundadores del materialismo histrico, una

    reductora consideracin de los cometidos de la geografa econmica, limitada a las

    cuestiones de localizacin, consecuencia de una concepcin especfica de la

    economa poltica, impidieron una elaboracin terica desarrollada a partir del

    marxismo.

    La geografa sovitica qued anclada en las concepciones heredadas del siglo

    XIX, disfrazadas con el ropaje del materialismo histrico. La geografa socialista no

    haba superado, desde una perspectiva terica, el estado de finales del siglo XIX

    (Praxis, 1966).

    Los gegrafos soviticos compartan, bajo la retrica marxista, una concepcin de

    la geografa muy tradicional. La geografa era entendida como una ciencia puente

    entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias sociales y tcnicas (Sauskin, 1966).

    Afirmacin tan retrica como la de sus colegas burgueses, puesto que contemplaban

    la geografa como un campo o sistema constituido por geografa fsica, geografa

    econmica y cartografa. Cada una de stas con su especfico objeto y mtodos.

    Cada una de las cuales, a su vez, no es sino un aglomerado de otras ciencias, que

    disponen tambin de objeto propio y mtodos especficos. Geomorfologa,

    hidrologa, edafologa, biogeografa, entre otras, en la geografa fsica. La geografa

    econmica regional, la geografa econmica histrica, la geografa de la poblacin, la

  • geografa agrcola, comercial, de la construccin, en el mbito econmico (Sauskin,

    1966). Adems de una geografa regional, entendida como una investigacin

    compleja, del medio geogrfico, la poblacin, economa, ciudades en sus

    cambiantes caractersticas.

    Los debates tericos no superaron los marcos tradicionales propios del primer

    tercio del siglo xx, sobre la unidad de la geografa, las relaciones con las disciplinas

    fronterizas, el carcter complejo del objeto geogrfico, o el papel de la sntesis

    geogrfica. Debates que distinguen el perodo postestalinista. La naturaleza y marco

    del debate d los aos sesenta ilustra su debilidad terica y conceptual.

    Los debates tericos, en el decenio de 1960, se formulaban desde la perspectiva de

    la unidad de la geografa. Ponan de manifiesto la conciencia de la separacin de

    geografa fsica y geografa econmica. Suponan la reivindicacin de una geografa

    ms acadmica frente al carcter esencialmente aplicado de la geografa sovitica.

    Debates, por tanto, poco novedosos.

    La propuesta de Anuchin de reconstruccin unitaria de la geografa se haca desde

    los viejos postulados regionalistas. Se reivindicaba como una ciencia de sntesis y

    desde una concepcin naturalista de la geografa. Se planteaba con un notable y.

    sorprendente determinismo fsico, al hacer del medio geogrfico el factor

    determinante de la especializacin econmica regional (Vol'skiy, 1963). Ms

    sorprendente an, el objetivo de Anuchin se planteaba en el marco terico

    materialista. Sin duda de lo que Engels hubiese denominado natural-materialismo.

    La actitud de Anuchin y otros gegrafos soviticos, reivindicando una geografa

    unitaria, adquiere sentido precisamente en el marco de una concepcin dominante.

    sta se presentaba como la ms conforme con los postulados oficiales del

    materialismo histrico. De acuerdo con stos, se estableca una divisin radical entre

    geografa fsica y geografa econmica (humana). La primera como parte de las

    ciencias de la naturaleza y la segunda como parte de las ciencias sociales.

    Las posibilidades del enfoque marxista, en el desarrollo terico de la denominada

    geografa econmica no cristalizaron. El debate terico capaz de ahondar en la

    construccin de un objeto para la geografa y de una disciplina geogrfica, como

    verdadera ciencia social no se produjo.

    La tajante separacin entre ciencias naturales y sociales, que el marxismo oficial

    sovitico impuso, desde la perspectiva terica, en abierta contradiccin con los

    postulados de Marx y Engels, contribuy a impedir el avance en esta direccin. Las

    propuestas de unificacin surgidas mostraban el callejn sin salida del desarrollo

    terico de la geografa en los pases socialistas. Se realizaban desde una concepcin

    puramente naturalista y determinista fsica y desde postulados que reducan a la

    geografa a una disciplina de sntesis. Los gegrafos soviticos se limitaron a citar a

    Marx y Engels, a los que atribuyeron el haber dado un slido fundamento a las

    ciencias sociales, incluida la geografa econmica, pero se olvidaron de desarrollar

    sus presupuestos en el campo geogrfico.

    En consecuencia, la aportacin de la geografa socialista a la construccin terica

    de una geografa fundada en el materialismo histrico es nula. Para los gegrafos

  • radicales en bsqueda de races y para los dems cientficos sociales, la va de los

    pases socialistas resultaba estril.

    En el momento en quedos gegrafos americanos y de la Europa occidental se

    ocupaban en buscar alternativas tericas al pensamiento positivista y descubran el

    horizonte y la complejidad del espacio social y su produccin, los gegrafos

    soviticos se encontraban inmersos en un debate sobre la unidad de la geografa,

    desde perspectivas naturalistas y desde concepciones de la geografa del siglo xix.

    Ms atractiva resultaba la presencia de gegrafos anarquistas a finales del siglo

    xix. Gegrafos que i compaginaban la accin militante y la labor de gegrafos. Un

    excelente espejo para muchos de los gegrafos radicales que aspiraban precisamente

    a esa alianza entre accin poltica o compromiso personal y actividad profesional.

    Los gegrafos anarquistas proporcionaban, adems, una tradicin a la geografa

    radical.

    2.3. LAS RACES DE LA GEOGRAFA CRTICA: TICA Y ANARQUISMO

    La existencia de autores anarquistas que reunan la condicin doble de

    revolucionarios y tericos de la transformacin "social con la de gegrafos facilit

    este contacto intelectual. Las figuras de P. Kropotkin y de E. Reclus adquieren

    especial resonancia entre los gegrafos radicales en las primeras etapas del desarrollo

    de la nueva geografa. Kropotkin haba formulado una visin del capitalismo, de la i

    geografa y de la imaginada sociedad poscapitalista, que logra un indudable eco

    intelectual, a pesar de su manifiesta contradiccin con el marco social que prevalece

    en Estados Unidos. La alternativa anarcocomunista apareca como una propuesta

    geogrfica, aseguraba unas races y pareca permitir una tradicin prestigiosa para la

    geografa radical.

    La bsqueda de races para el pensamiento y la prctica de las geografas crticas

    tuvo que limitarse a la recuperacin de la obra y la personalidad de estos significados

    representantes de los primeros tiempos de la geografa moderna, vinculados con la

    ideologa anarquista: Elseo Reclus y P. Kropotkin. Esta recuperacin adquiere

    especial relevancia en el marco de una geografa radical dominada por el

    pensamiento marxista. Supona un contrapunto ideolgico al mismo, dentro de los

    movimientos polticos de la izquierda revolucionaria.

    La notoria presencia de ambos en la actividad poltica proporcionaba a la

    recuperacin un componente simblico especial, por cuanto el sustrato de la

    geografa radical es la unin orgnica de actividad geogrfica y accin poltica

    (Breitbar, 1988). E. Reclus y P. Kropotkin ejemplificaban ese vnculo y permitan

    soslayar la herencia marxista y el peso de su construccin poltica. Adems,

    representaban un componente dominante en el movimiento radical: la dimensin

    tica y el activismo poltico.

    La personalidad y la obra de uno y otro difieren, aunque comparten la concepcin

    geogrfica y comparten la sensibilidad ideolgica, que se traduce en la sensibilidad

    respecto de los fenmenos geogrficos que analizan. E. Reclus practic una

    geografa descriptiva de orientacin literaria, que constituye la obra que le confiri la

  • fama y el prestigio como gegrafo. La Geografa Universal, que public a lo largo

    de varios decenios, se convierte en una obra de referencia en la cultura geogrfica de

    la segunda mitad del siglo xix.

    Elseo Reclus comparta, con los gegrafos de su poca, la idea de una geografa

    de las relaciones entre el Hombre y el Medio, como aparece en su obra ms

    conocida, El Hombre y la Tierra, realizada en su madurez. Obra concebida para

    mostrar las condiciones del suelo, del clima, de todo el ambiente en que se han

    cumplido los acontecimientos de la Historia, donde se mostrase la concordancia de

    los Hombres y de la Tierra, donde todas las maneras de obrar de los pueblos se

    explicasen, de causa a efecto, por su armona con la evolucin del planeta. Pero

    Reclus es hombre de su tiempo y de su formacin, discpulo de Ritter. A pesar de las

    apariencias, lo que Reclus practica se aproxima ms a una filosofa de la historia que

    a la geografa que se esbozaba en el mbito acadmico.

    Una concepcin arcaica que se mezcla con las nuevas perspectivas de la geografa

    moderna, muy prximas en sus postulados. Reclus comparte y cultiva el

    determinismo geogrfico que distingue la geografa y la cultura de su tiempo, aunque

    las races de su concepcin se encuentren en otra filosofa, que no es exactamente el

    darvinismo.

    Reclus comparte la idea del vnculo estrecho' entre acontecer humano y suelo que

    distingue la geografa de su tiempo: reconocer el lazo ntimo que rene la sucesin

    de los hechos humanos y la accin de las fuerzas telricas, como l dice. De tal

    modo que nos es permitido seguir en el tiempo cada perodo de la vida de los

    pueblos correspondiente al cambio de los medios.

    Es el medio el que moldea pueblos y caracteres. La montaa, la llanura, las tierras

    fras, el calor, las aguas, el bosque, las rocas, la propia latitud, definen la naturaleza

    humana. Para Reclus, la Tierra tiene la clave explicativa de la Historia. A veces, con

    un acusado perfil que recuerda, a Herder: Cuando... naci el hombre, su desarrollo

    se hallaba ya proyectado en el porvenir por la forma y el relieve de las comarcas en

    que sus antepasados animales haban vivido. Una perspectiva teleolgica, como un

    destino histrico asociado a la configuracin natural.

    E. Reclus practica una geografa sin novedad respecto de la prctica existente en

    su tiempo. Comparte una concepcin de carcter determinista natural, en cuanto

    atribuye a las condiciones determinantes del medio los fenmenos geogrficos.

    Comparte, tambin, con su poca, la pretensin de que en el caos de las cosas se

    muestran bastantes constantes para que pueda drseles el nombre de leyes. Esto es,

    se vincula con la filosofa positivista.

    Reclus es un culto e informado ensayista que aborda la geografa, la historia, la

    antropologa, en un relato que tiene ms carcter periodstico que estructura de

    anlisis. Es, con toda probabilidad, la razn de su xito de pblico. El acierto formal

    en la forma de escribir la miscelnea geogrfica que constituye el contenido de su

    obra. Una forma literaria gil, en la que las reflexiones personales y las opiniones

    tienen mayor peso que las descripciones y explicaciones geogrficas.

  • Un relato del gnero geogrfico que no contradice la concepcin del propio autor

    respecto de la geografa. Para E. Reclus, la geografa no es una ciencia: La

    geografa... no es ciencia por s misma. En consonancia con la percepcin que tiene

    de un conocimiento que considera naci al mismo tiempo que las primeras

    sociedades. Identifica la geografa con el saber del espacio, con la experiencia o

    prctica espaciales. Para Reclus, es una disciplina histrica, que abarca desde los

    orgenes de la Tierra hasta el presente.

    Se confunde con la disciplina de la evolucin de la humanidad, con respecto a

    las formas terrestres. Corresponde a la idea de que la geografa es la historia en el

    espacio. Una geografa de los nombres, de las razas, de las formas polticas, de las

    religiones y creencias, que emparentaba, sobre todo, con lo que ser la geografa

    cultural de raz americana. Mantiene, incluso, elementos conceptuales de su maestro

    Ritter, al considerar la geografa bajo la perspectiva de la geografa comparada,

    trminos que emplea para, identificar la contempornea geografa humana.

    La Geografa comparada es, para E. Reclus, una disciplina de la sociedad humana,

    como perfila, sobre todo, en su obra El Hombre y la Tierra. Un recorrido por esa

    evolucin humana a lo largo del tiempo, en que se contemplan las razas, las distintas

    civilizaciones, los pueblos, las luchas polticas, las formas de gobierno, la religin y

    la educacin, el progreso, el cultivo y la industria, stos ms cerca de una filosofa de

    la historia que de la geografa econmica. Es un notable fresco pictrico, objeto de

    una amena exposicin. Que el autor contempla tambin como geografa social.

    El contenido geogrfico, desde una perspectiva comparativa y en relacin con las

    ideas dominantes en la poca en que se publica, es circunstancial. Se limita a

    observaciones puntuales, a una parte de las ilustraciones, mapas y grficos. Muchos

    de ellos tienen un gran inters. Sin embargo, y no deja de ser paradjico, no son

    contemplados en el texto ni valorados en ste, porque no tienen relacin con el

    proceso del relato.

    S resalta y caracteriza el conjunto de esta obra, y de la totalidad del trabajo de E.

    Reclus, en su larga trayectoria como autor geogrfico, la especial sensibilidad y

    orientacin con que aborda, de modo constante, las cuestiones objeto de anlisis. Lo

    que le distingue, y lo que le proporciona un perfil propio, es el sentido crtico. ste le

    permite considerar la importancia de aquellos factores que derivan de la propia

    evolucin social, el medio dinmico, y cuya influencia se entrevera con las del

    medio esttico o natural.

    Del mismo modo que es sensible al cambio que induce la sociedad, por medio de

    la tcnica o por otras vas, sobre los condicionantes fsicos. El obstculo natural de

    siglos puede devenir factor favorable, gracias a la tcnica o la organizacin social. La

    lucidez, la flexibilidad mental, el sentido crtico, salvaguardan la obra de Reclus de

    las desmesuras de otros autores contemporneos. Una sensibilidad y orientacin de

    carcter ideolgico.

    E. R.eclus se identificaba con una actitud progresista. Se senta parte de la

    mayora, la de los explotados, desheredados, oprimidos, sometidos, vejados,

    discriminados, y denunciaba su situacin, sus condiciones de vida. Denuncia al

  • mismo tiempo el abuso que los poderosos ejercen sobre la naturaleza. Es un

    anarquista, y la crtica del poder y de quienes lo detentan, personas, clases, gobiernos

    y Estados, iglesias y religiones, de sus abusos, de las formas con las que se aseguran

    su preeminencia y dominio, de la hipocresa con que se manifiestan, constituye una

    constante de su obra. La fidelidad a un ideal revolucionario y progresista impregna el

    conjunto del trabajo y determina que las pginas del mismo resalten aspectos y

    elementos que no formaban parte de las geografas habituales.

    Desde esta perspectiva, la obra de E. Reclus tiene un carcter crtico,

    circunstancia que resulta relevante al plantear el significado de su recuperacin y el

    valor simblico que tiene para las corrientes radicales.

    E. Reclus recuerda y ejemplifica el compromiso poltico del gegrafo, la

    apertura hacia el lado oscuro del desarrollo social y de las relaciones entre sociedad y

    naturaleza. Descubre el fondo tico que sostiene la ideologa libertaria. Manifiesta su

    profundo vnculo con el individuo como protagonista social. Descubre su

    compromiso ideolgico con el equilibrio y armona en la relacin entre los hombres

    y de stos con la naturaleza (Vicente, 1983).

    Componente que es ms manifiesto en el caso de Kropotkin (1842-1921). Es un

    aristcrata ruso, oficial del ejrcito imperial, gegrafo. Se convirti en un activista

    crata y reconocido lder del movimiento libertario. Su formacin geogrfica se

    corresponde con su etapa militar y se enmarca en los trabajos exploratorios en

    Siberia. Kropotkin es, como corresponde a su tiempo, un gegrafo fsico, con una

    concepcin muy influida por la herencia de Humboldt. Sus trabajos son de

    geomorfologa.

    Su filosofa cientfica es positivista. Por razones de hbito y por razones

    ideolgicas. Sus opiniones respecto a Marx y el marxismo no favorecan una

    aceptacin del enfoque marxista. En relacin con su filosofa bsica se encuentra su

    concepcin epistemolgica de la geografa. No considera que pueda y deba aplicarse

    una filosofa dialctica o el materialismo histrico a la geografa.

    El pensamiento de Kropotkin no se separa ni libera del ambientalismo dominante

    en su tiempo. El carcter de su obra, dentro de la geografa fsica, haca difcil esa

    liberacin. Parece, adems, que Kropotkin no contempla dentro de la geografa los

    aspectos sociales. Es en la economa poltica donde plantea un cambio de orientacin

    que le convierta en una ciencia dedicada al estudio de las necesidades de la gente y

    a la mejor forma de atender dichas necesidades con el mnimo gasto de energa

    humana.

    Una propuesta que, realizada en 1892, puede interpretarse en el sentido de que la

    Antropogeografa o geografa social no formaban parte de su horizonte geogrfico.

    Comparta con ello una cultura dominante en el mbito de las ciencias sociales que

    haca de la economa poltica la disciplina de los procesos econmicos y sociales.

    La consideracin de Kropotkin como un revolucionario de la geografa parece

    ms bien un abuso de lenguaje en que incurren los autores que, desde perspectivas

    crticas; han trabajado en la recuperacin de los gegrafos anarquistas. Adolecen

  • estos autores, en general, de un tono casi hagiogrfico, al considerar la obra

    geogrfica de las dos figuras del anarquismo militante (Breitbar, 1979).

    La aportacin geogrfica de Kropotkin, como la de Reclus, no se manifiesta en los

    contenidos, mtodos y orientacin de sus obras. Se traduce en la especfica

    sensibilidad ideolgica que introducen. Sensibilidad que aparece en dos planos

    complementarios, de desigual valor, en el caso del gegrafo ruso. En el plano crtico,

    el anarquista pone al descubierto las contradicciones derivadas del sistema

    capitalista, respecto de su influencia en el Medio, sobre la Naturaleza, y en los

    procesos sociales que induce. En el plano utpico, proyecta la imagen de una

    organizacin alternativa contracapitalista, que responde a una concepcin de la vida

    social de carcter comunista libertario.

    En el primer aspecto, apunta Kropotkin el efecto que el capitalismo tiene en el

    desarrollo de formas de organizacin social centralizadas, as como, en contraste, la

    fragmentacin que introduce en la propia vida social. Destaca las estructuras

    autoritarias que derivan del sistema industrial y resalta la perniciosa influencia que

    ejerce el capitalismo industrial sobre la Naturaleza.

    Crticas coincidentes con las de Marx 'pero que se producen desde una ideologa

    anarquista. Kropotkin difiere radicalmente del anlisis marxista, en el que el

    capitalismo representa una etapa superior en el desarrollo histrico, a partir de la cual

    es posible contemplar la constitucin de una sociedad socialista. El capitalismo

    industrial aparece, para el movimiento anarquista, como un accidente histrico, que

    viene a alterar un sistema ms equilibrado, anterior, de carcter rural. Hay un

    trasfondo populista ruso, de ideologa ruralista, en el anarquismo de Koprotkin. Esa

    ideologa se trasluce en su utopa social.

    El gegrafo anarquista parte de una imagen del mundo deseable, basado en los

    principios del pensamiento libertario, en la utopa del anarquismo. Es un modelo

    alternativo contracapitalista: lo que le proporciona originalidad y lo que le distingue

    de los modelos de la utopa, marxista es que se asiente en formas sociales

    precapitalistas.

    La propuesta de descentralizacin, la consideracin de la comuna o

    municipio como la unidad natural de la organizacin social, la reivindicacin de

    la solidaridad como vnculo entre las diversas sociedades, incluso la reivindicacin

    de un sistema social basado en el equilibrio con la Naturaleza, responden a una

    imagen ideolgica de la sociedad, cuyo modelo reside en las comunidades

    campesinas idealizadas. La misma que alimenta, en otros aspectos, las iniciativas que

    los colectivos anarquistas desarrollaron, como colonias, en los pases del nuevo

    mundo, desde Argentina y Chile hasta los Estados Unidos, y que ilustran esta

    concepcin alternativa o utopa anarquista.

    La obra de Kropotkin destila una arraigada ideologa ruralista, que caracteriza el

    movimiento anarquista, en general, y que aparece con mayor intensidad en algunos

    de sus representantes. Lo que invalida la consideracin geogrfica que se le ha dado,

    de ordenacin social del espacio, y su valoracin como revolucin que comienza

    alterando las relaciones sociales y crea formaciones sociales totalmente nuevas

  • (Breitbar, 1979). Interpretacin que subyace en el estudio de esta autora sobre las

    comunidades anarquistas durante la guerra civil espaola.

    Como conclua Dunbar respecto de E. Reclus, el valor y la aportacin de los

    autores anarquistas para la geografa no proviene, en su obra, de sus aportaciones

    objetivas, de sus mtodos o planteamientos. Proceden de una actitud extrageogrfica,

    que responde a su ideologa y a su actitud vital, a su compromiso poltico. En stas

    reposa su actitud crtica frente al progreso capitalista e industrial. Descubren y

    destacan sus contrapartidas sociales, su incidencia en la naturaleza, sus costos

    histricos, para pueblos enteros y para los trabajadores. .

    Lo que les distingue y da valor es su actitud tica respecto de los procesos sociales

    y del uso de la Naturaleza. Es su sensibilidad abierta hacia cuestiones que, estando

    presentes en el pensamiento marxista y progresista en general, no merecan una

    atencin preferente. Actitudes que responden al enunciado que el mismo Kropotkin

    estableca, respecto de la necesidad de una ciencia moral realista, libre de toda

    supersticin, del dogmatismo religioso, de la mitologa metafsica. -

    Los posibles antecedentes, considerados por algunos desde esta perspectiva, de los

    gegrafos libertarios del siglo xix e inicios del siglo xx, carecen de continuidad.

    Desde la perspectiva terica y epistemolgica no significaron una alternativa

    objetiva. La tradicin geogrfica no sirve para darle arraigo. Los significativos

    esfuerzos por rescatar y reivindicar una geografa radical, identificada en Reclus y

    Koprotkin, permiten valorar, desde la actualidad, el componente ideolgico y tico

    que introdujeron en su obra, ausente, por lo general, de las geografas acadmicas.

    Como sealaba Dunbar, hay, en estos autores, una actitud alternativa, ms que una

    geografa alternativa. Un rasgo que, en cierto modo, s les vincularon las geografas

    radicales.

  • 3. Las geografas crticas: un proyecto o una actitud?

    El movimiento radical se transforma i en proyecto de alternativa a lo largo de la

    dcada de 1970. En ese tiempo la produccin que se aglutina bajo esas coordenadas

    muestra bien a las claras los dos problemas esenciales de las geografas radicales. Se

    produce la generacin de nuevos centros de inters o campos preferentes de trabajo

    geogrfico. Se estimula la preocupacin por fundamentar de forma terica y

    metodolgica la disciplina, apoyada en el racionalismo dialctico, y de modo

    dominante, en el materialismo histrico como teora social. Uno de los objetivos que

    se perfilan en el debate intelectual es la construccin de una Teora Social.

    3.1. LAS NUEVAS PERSPECTIVAS: GEOPOLTICA Y GEOGRAFAS DE LA

    DESIGUALDAD

    En el primer aspecto, las geografas radicales se han diferenciado por lo especfico

    de sus centros de inters y por la renovacin de los mismos con la incorporacin de

    nuevas cuestiones a las investigaciones y preocupaciones geogrficas y la

    recuperacin de otras abandonadas. Geografa poltica, y geopoltica, por completo

    renovadas, son recuperadas como un ncleo fundamental de las geografas crticas.

    La denominada gender geografphy (la geografa feminista) representa la

    incorporacin novedosa de los, espacios de la mujer como objeto de anlisis y la

    contemplacin del espacio desde la perspectiva de la mujer. Un enfoque nuevo frente

    a los tradicionales horizontes de anlisis masculinos o machistas.

    El abanico de los campos radicales expresa la diversidad de los nuevos enfoques

    y la reorientacin social y poltica d los mismos. (Peet, 1977, 1998). La

    investigacin se abre sobre los orgenes del capitalismo y los procesos de

    diferenciacin espacial a escala planetaria. Se proyecta sobre el subdesarrollo, como

    un componente derivado o relacionado con el anterior. Se centra en el imperialismo y

    la geopoltica actual. Se interesa por la desigualdad social, la pobreza y las minoras.

    Aborda el problema de los recursos y las relaciones entre sociedad y naturaleza desde

    el punto de vista ambiental. Pone en primera lnea los procesos espaciales de la lucha

    de clases. Se enfrenta con los fenmenos de" desindustrializacin y su significacin

    espacial en el sistema capitalista. Constituyen los frentes que han caracterizado el

    desarrollo de estas geografas desde el decenio de 1970.

    Se pueden agrupar en significativos centros de inters: a ) Naturaleza, Recursos y

    Mecho Ambiente, en el marco del capitalismo; b ) La Geopoltica del Capitalismo,

    Imperialismo y Subdesarrollo; c) Desigualdad, Segregacin social, Lucha de Clases

    y Justicia Social; d ) La planificacin territorial y sus alternativas. Son campos

    contemplados desde la actitud crtica respecto del marco del capitalismo. Consideran

    determinantes sus contradicciones, de la desigualdad social, del uso imperialista del

    resto del mundo, la degradacin y destruccin de la naturaleza, y del permanente

    estado de crisis que distingue el final del siglo XX (Peet, 1977). Las geografas

    radicales se distinguen tambin por el nfasis que hacen en la crtica de la ideologa

    y de los fundamentos tericos y metodolgicos de la Geografa moderna.

  • La disparidad de objetos, de problemas y de enfoques que se observa en esta

    corriente geogrfica se articula a travs de su actitud crtica hacia las formas de vida

    existentes y hacia las filosofas de la ciencia dominantes, y por su exigencia de un i

    cambio fundamental (Peet, 1977). La geografa radical aparece ms como una

    respuesta ideolgica, que como una construccin emprica y terica alternativa. Lo

    que define ese heterclito conjunto es, sobre todo, una actitud crtica y poltica.

    Falta en primer trmino, una obra emprica que d cuerpo a esa formulacin de la

    geografa radical. sta se reduce en mayor medida a la eleccin de determinados

    temas o cuestiones, ms que a un proceso de interpretacin intelectual de los mismos,

    de acuerdo con postulados bien establecidos y coherentes. Y sobra, en el segundo,

    una dimensin de voluntarismo y fraseologa polticos, que convierte a la geografa

    radical, en muchos casos, en un mero discurso para o seudorrevolucionario. La ba-

    nalidad y escolasticismo de estas obras es un rasgo sealado, desde una perspectiva

    crtica de la produccin de las geografas marxistas (Ortega Cantero, 1987).

    Del mismo modo que se ha criticado su tendencia a un discurso economicista de

    corte determinista, tan injustificadas en s mismas como inadecuadas, y su

    propensin a hacer de la geografa una especie de seudoeconoma poltica o de

    seudohistoria social, como les imputaba el gegrafo espaol, desde sus postulados

    humansticos e idealistas (Ortega Cantero, 1987).

    Como seala Peet, la geografa radical se debate en la contradiccin entre un

    discurso poltico de transformacin y una prctica geogrfica que mantiene los

    marcos tericos y metodolgicos tradicionales: La geografa radical lo era en los

    temas y polticas pero no en la teora y mtodos de anlisis (Peet, 1998). Una

    amalgama de preocupaciones crticas en la que la geografa radical aparece como el

    estudio de la calidad de vida; formulacin que, probablemente, compartirn los

    gegrafos humansticos.

    En esta perspectiva no es de extraar que puedan establecerse analogas entre

    geografas radicales y humansticas. No es sorprendente la coincidencia de

    sensibilidades y de fraseologa ms o menos revolucionaria. Lo cual no hace sino

    resaltar la ambigedad del conjunto radical. Es oportuno destacar que las geografas

    radicales no se distinguieron de las humansticas por una conceptuacin distinta de la

    geografa. Comparten, de forma sobresaliente, una actitud, una sensibilidad ante

    problemas ignorados o cuestiones preteridas o encubiertas por el anlisis geogrfico

    neo-positivista.

    El comn denominador es la presencia de una difusa o precisa ideologa cristiana,

    presente tanto entre los gegrafos humansticos como entre los radicales (Marchand,

    1979). Trasfondo que explica el sentido activista y el fondo moralista y redentor,

    sedicente revolucionario, que anima a una amplia parte de los gegrafos de esta

    corriente. Quieren cambiar el mundo porque lo consideran injusto. La geografa es

    un instrumento en este deseo de cambio.

    Las geografas crticas surgen, sobre todo en Estados Unidos, en el marco del

    rechazo del racionalismo analtico, de modo paralelo a las de carcter humanstico.

    La procedencia comn es significativa. Muestra ms una sensibilidad social respecto

  • del patrn analtico que la existencia de presupuestos crticos propios. Les vincula,

    en su actitud crtica, el acento social, la reivindicacin de lo personal y el rechazo de

    la razn tecnocrtica. Se producen en un marco intelectual que aparece definido por

    una limitada formacin filosfica, por el desdn por la filosofa y sobre todo de la

    filosofa moderna, posterior a Kant (Marchand, 1974); y por el generalizado

    desconocimiento de esta filosofa moderna, entre ella el marxismo.

    El descubrimiento de Marx por parte de estos grupos e individualidades tiene un

    carcter ms ideolgico que epistemolgico. La obra de Marx y la filosofa que

    subyace en ella adquieren un carcter simblico, el del mito revolucionario

    expresado en una fraseologa especfica. Ei marxismo se reduce, en muchos casos, a

    un discurso, que tienen un particular poder simblico. Un discurso en que se

    mezclan, de forma contradictoria, elementos marxistas con otros que son

    incompatibles con los presupuestos del materialismo histrico.

    La incongruencia distingue una produccin terica y emprica que se sustenta en

    mayor medida en presupuestos ticos que en anlisis rigurosos. El hbito

    profundamente arraigado de sustituir el anlisis por el discurso y convertir los

    esquematismos polticos en determinantes de los objetivos y en sustitutivos de la

    metodologa ha sido un producto habitual del ejercicio intelectual durante dcadas.

    Un anlisis crtico de las geografas radicales, no desde postulados ideolgicos,

    sino desde perspectivas de rigor conceptual y epistemolgico, deja al descubierto dos

    aspectos fundamentales: 1) La inexistencia de una autntica geografa radical como

    construccin epistemolgica y como prctica terica en el campo geogrfico, y por

    tanto el carcter de proyecto que como tal presenta. 2) La debilidad e inconsistencia

    de una parte de los postulados ideolgicos sobre los que se ha construido o pre-

    tendido construir tanto la crtica a la geografa preexistente corno la geografa

    renovada.

    Es indudable que el principal desarrollo del pensamiento radical en la geografa se

    ha dado en el mbito de la crtica. El discurso radical ha sido, ante todo, un

    desmantelamiento y una denuncia. La crtica a la prctica geogrfica analtica dio

    paso a la crtica terica. Dos trabajos identifican este giro que marca la deriva hacia

    los postulados marxistas en la geografa anglosajona. D. Harvey, el terico y

    metodlogo de la Geografa Analtica, se enfrentaba, en el trabajo emprico, a la

    problemtica urbana y llegaba a la conviccin de que slo el materialismo histrico

    de Marx permita abordar una explicacin consistente de los procesos urbanos

    (Harvey, 1974).

    D. Massey, gegrafa britnica, pona de manifiesto la componente ideolgica que

    subyaca en las teoras de localizacin industrial analticas y la falacia de su

    objetividad y neutralidad. Denunciaba cmo sus supuestos se limitaban a considerar

    factores de orden empresarial (Massey, 1974). El mismo ano se creaba la Unin de

    Gegrafos Socialistas, que define el nuevo perfil poltico que adquiere la geografa

    en Estados Unidos.

    Las componentes crticas se aprecian bien en las mismas obras de anlisis del

    desarrollo de la geografa en los ltimos aos (Gmez Mendoza, 1986). La

  • preeminencia de la crtica, del discurso critico sobre el discurso terico, y sobre la

    prctica emprica es un rasgo sobresaliente de las geografas radicales.

    De todos modos, hay que decir que es de estas geografas radicales de donde ha

    salido el esfuerzo y el esquema ms coherente, en el mbito terico y metodolgico,

    para proporcionar un fundamento cientfico consistente a la geografa como ciencia

    social. Es decir, para integrar la prctica emprica geogrfica en el cuerpo de una

    teora social, a partir de una epistemologa materialista y dialctica, no

    exclusivamente marxista.

    4. Espacio, teora social y geografa marxista

    En las geografas radicales se ha producido un notorio esfuerzo de reflexin

    terica y construccin epistemolgica, anclado en el pensamiento dialctico

    marxista, bien por la va estructuralista, bien por otras ms histricas y relacinales.

    Ese trabajo terico se ha centrado en una cuestin principal: el concepto de

    produccin social del espacio y la construccin de una Teora Social del Espacio. Un

    esfuerzo en confluencia con el que se realiza, desde disciplinas inmediatas, como la

    sociologa, en relacin con un objeto comn, el espacio.

    La identificacin del espacio como objeto social y, por tanto, como

    objeto de las ciencias sociales, es una de las contribuciones ms brillantes y

    significativas de estos ltimos decenios. El espacio social trasciende radicalmente el

    espacio geomtrico de los neopositivistas y el espacio fsico de los regionalistas, y se

    convierte en producto del proceso social.

    Es cierto que es todava un concepto ambiguo y que constituye ms un acierto

    formal que una herramienta epistemolgica operativa (Gmez Mendoza, 1986).

    Como deca Lipietz al terminar la dcada de 1970, el manejo del espacio es hoy una

    prctica social cuya teora an est por hacerse (Lipietz, 1979). Pero la contribucin

    esencial radica en delimitar un objeto de anlisis para la geografa. Y en perfilar sus

    dimensiones conceptuales.

    4.1. DEL ESPACIO FETICHE A LA PRODUCCIN DEL ESPACIO

    La prctica de la dcada de 1960, sobre todo en la sociologa y en el urbanismo,

    introduce la cuestin urbana. No es slo un problema sociolgico, sino que se

    presenta como un problema espacial. El espacio se muestra como una dimensin que

    trasciende la geometra y la distancia, y que desborda tambin la mera consideracin

    como continente o soporte. De la nocin banal del espacio se eleva a una nocin, en

    principio, social del espacio. Se habla, aunque no se le defina con precisin, de un

    espacio social. El protagonismo del espacio deviene un lugar comn.

    Una circunstancia que explica la notoria resistencia de algunos gegrafos

    radicales a considerar el espacio como un elemento de la construccin terica. El

    fetichismo del espacio ha sido, durante aos, un argumento destacado de

    socilogos y gegrafos, a modo de exorcismo. El fetichismo del espacio,

    entendido como perspectiva que iguala todos los fenmenos sub specie spatii y

  • considera las propiedades geomtricas de los modelos espaciales como

    fundamentales (Harvey, 1982).

    Durante aos se mantiene una actitud reacia a considerar el espacio como una

    dimensin de lo social. Una actitud surgida de la sociologa estructuralista,

    formulada por Castells, y aceptada y extendida por la geografa radical. Provocar un

    notable retraso en la construccin terica del mismo como un producto social y en el

    desarrollo de una teora social del espacio. El cambio representa un giro esencial. Del

    fetichismo del espacio hemos pasado a la intensa preocupacin por el espacio. La

    organizacin del espacio se convierte en enunciado relevante en la geografa radical.

    El uso del trmino espacio se generaliza en las ciencias sociales, con especial

    intensidad en disciplinas como la sociologa, economa poltica y geografa, a partir

    del decenio de 1960. Su empleo se impone en la dcada siguiente. El uso del mismo

    muestra que se maneja con acepciones muy diversas y que predomina un empleo

    metafrico del mismo. Las metforas espaciales adquieren especial significacin en

    las ciencias sociales. El espacio adquiere una dimensin ambigua. La polisemia del

    trmino espacio resulta un rasgo sobresaliente de este uso.

    En un primer momento como el espacio social de la ciudad, en cuanto que es en la

    ciudad en plena mutacin donde saltaron de manera ms evidente los desajustes entr

    la- diferenciacin social de la ciudad y distribucin del espacio (Ledrut, 1968).

    Permite descubrir, a travs de la mediacin capitalista, ese carcter del espacio, ms

    all de las nociones culturales imperantes, que lo identifican como soporte, sustrato

    fsico o mera extensin.

    La propia praxis social contribuye tambin en la poca expansiva del capitalismo

    y en los momentos de plena eclosin urbanizadora a hacer patente el carcter de

    producto que el espacio tiene. El espacio se produce socialmente, se compra y vende.

    Es producto y es mercanca. Tiene valor de uso y de cambio. Se consume y se

    destruye' l trnsito de la nocin de espacio social a la nocin de produccin del

    espacio y a la elaboracin terica como concepto tiene lugar en pocos aos y se

    realiza de forma progresiva.

    Construir sobre las nociones los conceptos y la teora fue el objetivo del decenio

    de 1970. Desde el marxismo independiente y creador, y en torno a la sociologa y el

    urbanismo. Tambin desde la geografa. Algunas lneas bsicas de ese proyecto

    terico sobre el espacio pueden esbozarse al cabo de casi tres decenios. Es la primera

    vez que el tradicional objeto con el que se ha identificado la geografa, el espacio, va

    a ser objeto de un esfuerzo de conceptualizacin sistemtico, en el marco de una

    teora social.

    Se parte de una doble consideracin: la evidencia del papel que el espacio

    desempea en el mundo capitalista contemporneo, y como consecuencia en la

    problemtica poltica y social. Es lo que impulsa a incorporarlo al marco de la teora

    social. Por otra parte, el presupuesto de que esa incorporacin es posible desde la

    epistemologa marxista.

    La production de l'espace, aparecida en 1974, es el fundamento y referencia

    obligada de cuantos esfuerzos de construccin de una Teora Social del Espacio se

  • llevan a cabo. Facilit una sensible reorientacin terica, cuyo centro ser,

    precisamente, el concepto de produccin del espacio. El espacio no es un

    epifenmeno como lo es para la ciencia regional, sino un elemento central al proceso

    de acumulacin al mismo tiempo que un eslabn permanente en los procesos de

    diferenciacin social que genera el capital. Estos procesos estn en la base del

    desarrollo desigual, en cuanto ste no es sino el resultado del proceso de acumulacin

    capitalista, generador natural de desigualdad espacial.

    Los enfoques marxistas representan el esfuerzo ms consistente en este desarrollo

    de una geografa del espacio capitalista, elaboracin que tiene como teln de fondo la

    obra de H. Lefebvre sobre la produccin del espacio, primer intento por establecer un

    discurso crtico sobre el espacio y sobre las descripciones del espacio, en cuanto

    aproximaciones parciales a lo que hay en el espacio, y una propuesta de construccin

    terica sobre el espacio.

    4.2. LA FUNDACIN DE UNA GEOGRAFA MARXISTA

    El espacio como producto social permite articular el desarrollo terico de una

    geografa marxista en la que los procesos de circulacin del capital y de acumulacin

    capitalista se contemplan como procesos espaciales. El espacio como mero

    contenedor o como simple reflejo social deja paso al espacio como integrante de la

    dinmica reproductiva del capitalismo contemporneo, como un instrumento

    privilegiado de produccin de plusvala y de reproduccin del sistema social.

    A pesar de las diferencias que matizan el proceso constructivo de una teora

    marxista de la geografa, se puede afirmar que-constituye el ncleo de la misma la

    consideracin terica del espacio en el marco del anlisis marxista, reclamada por

    algunos gegrafos desde principios de los aos setenta. Es lo que hizo M. Quaini,

    desde una reivindicacin de la tradicin cultural y filosfica de la Ilustracin y del

    pensamiento marxista. Lo formulaba como un proceso de fundacin epistemolgica

    de la geografa. Se planteaba desde una recuperacin de Marx, que asegurara a la

    disciplina el salir de la erudicin simple y del mero saber apologtico. Finalidad

    que sustentaba en la consideracin de que la crtica de Marx a la economa conlleva

    la crtica de la geografa.

    Quaini basaba esa crtica en las conocidas palabras de Marx respecto del

    tratamiento de la poblacin en los Fundamentos de la Crtica de la Economa

    Poltica. Quaini asociaba esa crtica con la geografa humana. Resaltaba Quaini el

    giro de la geografa, que atribuye a Ratzel, que implicada reduccin del hombre al

    estado biolgico, de tal modo que la historia humana queda absorbida en la historia

    natural y la geografa humana reducida a geografa fsica (Quaini, 1974).

    Consideraba que en el marxismo subyace una teora de la historia, un anlisis de

    la sociedad e incluso una geografa, entendiendo sta como la historia de la

    conquista cognoscitiva de la Tierra y su construccin regional vinculadas con la

    propia organizacin de la sociedad. La obra de Quaini es un trabajo de rastreo por la

    obra de Marx y Engels tras las huellas de elementos de anlisis espacial o

    relacionados con las implicaciones Hombre-Naturaleza.

  • Muestra Quaini una concepcin de la geografa que no parece liberada de la

    tradicin; es decir, de las relaciones Hombre-Medio, aunque pretenda plantear esas

    relaciones desde una perspectiva distinta, fundamentada en un entendimiento

    histrico de tales relaciones. No se planteaba, ni elabora, por tanto, una reflexin

    abstracta sobre el espacio ni sobre la geografa a la luz de los presupuestos marxistas.

    Esta orientacin aparece, en cambio, entre los gegrafos anglosajones.

    El punto central de este inters por fundamentar una geografa de raz marxista

    est, desde el decenio de 1970, en la preocupacin por aprehender los procesos con

    los que el capital construye su propio espacio. Es desde la perspectiva de una

    reflexin sobre el espacio del capital y del capital en el espacio de donde surgen las

    elaboraciones tericas sobre las que se apoyan quienes pretenden construir una

    Teora social del espacio para la geografa. La atencin prestada al espacio

    econmico y a los fenmenos de desigualdad en el desarrollo se encuentra en la base

    de esta indagacin geogrfica.

    Los nuevos enfoques hacen posible plantear una geografa desde los

    postulados crticos del marxismo, sobre todo en el mbito anglosajn: desde las

    propuestas y anlisis de D. Harvey y D. Massey a las de N. Smith. El gegrafo

    americano ha sido el que de modo ms continuado y consciente ha abordado el

    objetivo de construir un marco terico para la geografa, como disciplina social, en la

    tradicin marxista. El materialismo geogrfico-histrico, segn lo denomina este

    autor, es la expresin conceptual de ese esfuerzo (Harvey, 1984). En la va de

    incorporar el espacio a la teora social marxista, de recuperar, como deca Lefebvre,

    el tercer trmino de la triloga marxiana, la Tierra.

    El punto de partida es la consideracin de los fenmenos espaciales, ms como

    procesos que como situaciones estticas. La atencin a los procesos constituye, para

    Harvey, un rasgo destacado de la evolucin en la geografa. El desplazamiento del

    centro de inters del conocimiento geogrfico desde el estudio de tipos (patterns) al

    estudio de procesos aparece como obligado en el desarrollo de la disciplina. Para

    Harvey, se trata de reorientar las tcnicas de anlisis geogrfico en esa direccin,

    como fundamento de una geografa revitalizada y ms relevante (Harvey, 1988).

    Procesos que tienen que ver con los cambios geogrficos en el mundo actual.

    Plantea las modalidades a travs de las cuales esos cambios surgen de los cambiantes

    flujos de dinero, capital, mercancas y personas. Se contemplan las razones de los

    mismos. Los fenmenos espaciales adquieren el carcter de manifestaciones de la

    propia dinmica del capital, en relacin con los procesos de acumulacin que

    enmarcan la reproduccin" social.

    Un planteamiento que desarrolla la obra de Neil Smith sobre la dinmica del

    capitalismo y el desarrollo desigual (Smith, 1990). ste es interpretado como un

    producto necesario en el proceso de acumulacin capitalista. Es la consecuencia de la

    contradictoria tendencia del capitalismo a la homogeneizacin de las condiciones de

    produccin, por un lado, y a la diferenciacin regional, por otro. Contradicciones que

    tienen, por tanto, una expresin espacial, es decir, geogrfica, directa. La

    organizacin del espacio resulta un producto directo del propio desarrollo capitalista.

  • Estos enfoques se caracterizan por el protagonismo que otorgan al capital como

    agente geogrfico, en el marco de los procesos de acumulacin capitalista y de

    reproduccin social del sistema. Enfoques complementados, desde una perspectiva

    crtica, por algunos autores que reclaman una mayor consideracin al Trabajo, esto

    es, a los trabajadores, como factor determinante de los procesos espaciales

    contemporneos (Herod, 1997).

    Se trata de enfoques influidos por las teoras estructuracionistas, que parten de la

    consideracin de las instituciones y de los comportamientos sociales, vinculados con

    la actividad laboral. Desde la lucha de clases al mundo jurdico como factores

    reguladores de las relaciones entre capital y trabajo y, por ello, condicionantes de las

    prcticas espaciales, en el sistema social capitalista.

    La consecuencia es una rica y diversificada serie de enfoques y temas de estudio

    sobre el espacio. Van desde las condiciones histricas del desarrollo del capitalismo,

    los procesos de divisin internacional del trabajo, los orgenes histricos de los

    procesos de diferenciacin espacial, hasta los enfoques de carcter local y regional.

    El proyecto de una geografa de fundamento marxista se inscribe en el

    movimiento de las geografas radicales, o mejor dicho, de la corriente radical en la

    geografa moderna. Sus aportaciones empricas y tericas marcan la produccin

    geogrfica en el tercio final del siglo XX. Completan, por un lado, las prcticas

    geogrficas modernas. Han contribuido, por otra, a una formalizacin especfica del

    objeto deja geografa.