Top Banner

of 29

C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

Jul 07, 2018

Download

Documents

maurogreco
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    1/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 1

    La fortuna argentina de Hannah ArendtClaudia Andrea Bacci

    El concepto de texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio.

    Jorge Luis Borges.

    En los últimos veinte años, las obras de Hannah Arendt han despertado un crecienteinterés entre el público lector hispano-hablante, visible en el continuo crecimiento de la

    bibliografía traducida.1 Durante el año 2006 se llevaron a cabo varios encuentros,seminarios y simposios en Europa y en los Estados Unidos, recordando el centenario de sunacimiento.2 Más próximos, dos eventos realizados en Argentina y en Brasil congregaron anumerosos investigadores e intelectuales que quisieron rememorarla.3 Por otra parte,algunas de sus obras más importantes han sido incluidas en algunos programas académicosde nuestro país desde 1990, incorporándose desde variadas perspectivas en disciplinas delas ciencias sociales y humanas.

    No obstante ello, todavía es pertinente la pregunta acerca de qué la convierte en unaautora de referencia común, incluso para la prensa de opinión, colocándola como unaespecie de tópico clásico en ciertas bibliografías.4 ¿De qué modos y por qué vías las obras

    de Arendt se han transformado en referencias ―obligadas‖ en temas como los derechos

    humanos, la violencia política, el terrorismo estatal o aquellas que tratan acerca de las

    Presento aquí algunos temas de mi tesis de la Maestría en Investigación en Ciencias Sociales (Facultad deCiencias Sociale/UBA), que realizo en el marco del Proyecto UBACyT S114. Una versión abreviada de estetexto fue publicada en elNewsletter Hannah Arendt, Berlin, nº 3, Fall 2007, disponible en:http://hannaharendt.net/research/researchIII.html(Octubre 2007).1 Werner Heuer,―Ich selber wirken? Eine Synopse der deutschen und internationalen, akademischen undnicht akademischen Wirkungsgeschichte Hannah Arendts‖, in Text+Kritik: Hannah Arendt, München,Heft 166/167, September 2005.2 Por ejemplo: Berlín, París, Helsinki, Washington D.C. y New York. Ver:http://www.hannaharendt.org/conferences/nov/nov.html3 En noviembre de 2006 se realizó en Buenos Aires el Coloquio Internacional Hannah Arendt a 100 años de

    su nacimiento en el Instituto Goethe, y en octubre de 2006 en Brasilia el Simposio Internacional Amor Mundi. Hannah Arendt entre política e filosofía , en la Universidad de Brasilia.4 Lo mismo ha sido señalado en referencia a otros contextos nacionales. Ver:Antonio Abranches, ―Umaherança sem testamento‖, en Hannah Arendt, A dignidade da política, Rio de Janeiro: Relume-Dumará,2002; Steven Ascheim,―Introduction‖, en Hannah Arendt in Jerusalem, Berkeley: University of CaliforniaPress, 2001; Claude Lefort,―Hannah Arendt y la cuestión de la política‖, en Hannah Arendt. El orgullo depensar, Fina Birulés (comp.), Barcelona: Gedisa, 2000; Simona Forti,Vida del espíritu y tiempo de la polis.Hannah Arendt entre filosofía y política, Madrid: Cátedra, 2001; Celso Lafer,Hannah Arendt:pensamento, persuasão e poder, São Paulo: Editora Paz e Terra, 2003; Manuel, Cruz, ―Hannah Arendt: Elsigno de una propuesta abierta‖, en Revista Grifos, Chapecó/Br.: Argos, 2002; y Werner Heuer, op. cit, 2005.

    http://hannaharendt.net/research/researchIII.htmlhttp://www.hannaharendt.org/conferences/nov/nov.htmlhttp://www.hannaharendt.org/conferences/nov/nov.htmlhttp://hannaharendt.net/research/researchIII.html

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    2/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 2

    virtudes del espacio público-político? ¿A través de qué caminos ha devenido Arendt unclásico del pensamiento político, relevante para el análisis de las encrucijadas de la historialatinoamericana de los últimos 30 años?5

    Entre todas las definiciones posibles que Arendt se adjudicó a sí misma, quizás lade ―pensadora‖ sea la más acertada, y la que más se acerque a su modo polémico de

    intervenir públicamente. Esto era más claro en los comienzos de su trabajo, cuando susartículos abrodaban cuestiones de actualidad, como la situación de las comunidades judíasen Europa, la posición de los países centrales a partir de la decandencia imperialista, lasopciones del sionismo para la creación de un estado judío, la Segunda Posguerra. Luegoaparecieron sus trabajos más ―académicos‖, enrolados en disciplinas que nunca terminaban

    de acomodarse a esos textos molestos en los que Arendt expresaba sus paradojas del pensamiento. Ni la historia, ni las ciencias políticas, ni la sociología, ni la filosofíaterminaban nunca de reconocerla como propia. Junto a esos escritos, disciplinarios a duras penas, Arendt continuó durante toda su vida produciendo intervenciones polémicas yactuales, incluso cuando parecía estar tratando cuestiones ―abstractas‖ como la analítica del juicio estético en Kant. Sus textos continúan todavía produciendo otros, incluso algunos polémicos, en un diálogo insistente con sus lectores y lectoras contemporáneos. Estos

    diálogos tienen una historia que creo sugestiva para nosotras, sus lectoras y lectoresactuales.

    En efecto, Arendt había sido reconocida en Argentina con anterioridad a 1967, añoen que se tradujeron por primera vez al español dos de sus obras más importantes,Eichmann en Jerusalén y Sobre la revolución. Sin embargo, estos lectores ycomentadores constituyen un misterio para muchos de sus lectores actuales. Presentaréaquí un mapa de las ―primeras‖ lecturas de las obras de Hannah Arendt en nuest ro país.

    Voy a referirme así al periodo que va desde su primera introducción en 1942, vía la publicación y traducción de algunos de sus artículos, hasta los primeros reconocimientosaparecidos a comienzos de la década de 1970.6 Me ocuparé de un arco de lectores quealcanza a publicaciones político-culturales editadas por diferentes organizaciones y promotores de la cultura judaica, agrupaciones de refugiados alemanes del antinazismo,

    5 En relación al adjetivoclásico , adhiero en general a lo afirmado por Alejandro Blanco, cuando señala el―carácter contingente de tal atribución y afirma que ― en todo caso, … es una función de los con textos y losdiscursos que favorecen y fomentan un interés en ellos. (…) La existencia de un clásico no es entonces unhecho „evidente‟, sino un proceso mediatizado por factores, textales y estratextuales” . Razón ymodernidad: Gino Germani y la sociología en la Argentina, Buenos Aires: Siglo XXI, 2006, pp.39-40. 6 Un primer resultado de mi investigación ha sido la elaboración de una periodización de la recepción localde las obras de Arendt, en la cual identifico tres periodos — 1942-1972; 1973-1983; 1984-1999. Aquí presentaré sólo el primero de ellos.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    3/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 3

    intelectuales latinoamericanistas difusores de la cultura alemana, sectores marginales de laizquierda filo-trotskista local, y sectores próximos a la Teología de la Liberación.

    Este trabajo se encuadra entonces en el cruce de la sociología cultural, la historia

    intelectual y los estudios de recepción de autores y de ideas.7 Bajo el concepto de―recepción‖ pretendo explorar las formas de difusión, interpretación, apropiación y/o

    rechazo, así como la circulación y transferencia transcultural de algunas obras de estaautora en nuestro país en el periodo mencionado. Considerando esas perspectivasdisciplinares, ya de por sí difusas, quiero resaltar la forma siempre necesariamente creativaque implica el uso de cualquier tradición, sea ésta de carácter teórico o con pretensiones deintervención política, tal como la recepción de las obras de Arendt harán evidente.8 Parto

    aquí del supuesto de que toda lectura, aun la que propone un comentario fugaz en un periódico, presenta algún rasgo de esa forma desterritorializada de apropiación discursiva

    que llamamos ―recepción‖. 9 En este sentido, las lecturas ―receptoras‖ son (inevitablementeo por fortuna) más o menos ―inesperadas‖. Como bien señalaba Jorge Luis Borges a

    propósito de la relación de las literaturas nacionales con la tradición literaria occidental,como argentinos — o latinoamericanos — estamos en nuestro derecho de reclamar la enteraherencia de la cultura occidental. O al menos, con el mismo derecho que cualquier otro

    7 Han resultado significativos para este trabajo los abordajes de Roger Chartier, así como las consideracionesde Carlos Altamirano sobre la heterogeneidad de la historia intelectual. También han sido provechosas las prevenciones de Dominick La Capra y Martin Jay sobre la importancia de la crítica cultural y la historia de lafilosofía. Ver: Carlos Altamirano,Para un programa de historia intelectual, Buenos Aires: Siglo XXI,2005; Roger Chartier,El mundo como representación, Madrid: Gedisa, 1993; Ídem,À beira da falésia: ahistória entre certezas e inquietudes, Porto Alegre: UFRGS, 2002; Martin Jay,Campos de fuerza. Entrela historia intelectual y la crítica cultural, Buenos Aires: Paidós, 2003; Dominick La Capra,RethinkingIntellectual History: Texts, Contexts, Language, London: Cornell University Press 1983; Elias Palti,“Giro lingüístico” e historia intelectual , Buenos Aires: UNQ, 1998.8 En nuestro país se destaca un reciente interés por los estudios de recepción política, cultural e intelectual. Alos trabajos precursores de José Aricó sobre Marx y Gramsci, se han sumado otros que consideran lasdimensiones creativas de estos procesos. Para nombrar sólo algunos: Hugo Vezzetti,Aventuras de Freud enel país de los argentinos. De José Ingenieros a Enrique Pichon Rivière, Buenos Aires: Paidós, 1996;Alejandro Blanco, op. cit., 2006; Jorge Dotti,Carl Schmitt en Argentina, Rosario: Homo Sapiens, 2000; larecopilación realizada por Federico Neiburg y Mariano Plotkin,Intelectuales y Expertos: la constitucióndel conocimiento social en la Argentina, Buenos Aires: Paidós, 2004; Mariano Plotkin,Freud en lasPampas, Buenos Aires: Sudamericana, 2003; Horacio Tarcus,La recepción de Marx en la formación delsocialismo argentino: 1871-1900, Buenos Aires: Siglo XXI, 2007. Una buena recensión del tema a partir delos aportes de la teoría cultural latinoamericana, es realizada por Luis Ignacio García en―Devorar, repetir,fusionar. La crítica entre culturas‖, en Las Ciencias Sociales y Humanas en Córdoba (CD-ROM),FFyH/UNC, Córdoba, 2007. Ver también las respuestas de Jorge Dotti, Alejandro Blanco y Mariano Plotkina la ―Encuesta sobre el concepto de recepción‖ en este mismo Dossier.9 El vocablo ―desterritorialización‖ se ha vuelto común en cierta literatura contemporánea. Mi uso de estetérmino tiene implicaciones menos ―abstractas‖: refiero apenas a los desplazamientos espaciales y temporales producidos por las sucesivas lecturas en relación con los espacios de procedencia de los textos y autoresleídos. Por otra parte, si bien limito mianálisis al ―contexto argentino‖, pienso que es necesario entender lasfronteras —espaciales, disciplinares, teóricas…— en su carácter de articulaciones porosas y siempre(fallidamente) auto-legitimantes. Por caso, lo ―local‖ o lo ―extranjero‖, son categor ías heurísticas que definenespacios relacionales a fin de circunscribir un campo analizable.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    4/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 4

    lector proveniente del resto del mundo. Elarte de la lectura no coinsiste en otra cosa queen el empleo de la ― técnica rudimentaria del anacronismo deliberado y de las atribuciones

    erróneas ‖.10 Los discursos que se articulan en los procesos receptivos se constituyen, entonces,

    triplemente: como productos lingüísticos propicios al análisis discursivo-textual; como productos de carácter teórico-analítico referidos al campo disciplinario o temáticoespecífico; y como productos para la intervención político-ideológica intelectual. Acercade estos últimos dos aspectos voy a centrar mis análisis, atendiendo a la superposición de

    ―capas geológicas‖ de lecturas y lectores, algunos de ellos olvidados o no reconocibles hoy

    entre sus lectores y lectoras contemporáneas.

    Los recortes y selecciones temáticas realizados a través de las lecturas sucesivasdibujan un mapa de relieves escarpados, de resoluciones abruptas, superposiciones ydiscontinuidades. De un modo general, entiendo que estos procesos se encuentransobredeterminados por tres conjuntos de condiciones, todas ellas de complejaespecificación. En primer lugar, los modos y canales de circulación internacional y local delos textos recepcionados, entre los cuales resulta central considerar algunas estrategiaseditoriales locales.11 En segundo lugar, importan las características de las prácticas

    discursivas y de lectura desplegadas por los lectores a fin de dar cuenta del alcance y loseventuales "silencios" de esta recepción. Finalmente, importan también las peculiaridadesdel contexto sociopolítico del proceso mismo, cuyos efectos en las selecciones autorales yen las decisiones editoriales intentaré visibilizar.

    En el caso de las lecturas locales de las obras de Arendt, intentaré mostrar el modoen que las variaciones a lo largo del proceso constituyen una expresión de algunos posicionamientos y prácticas propias del espacio cultural-intelectual local, configurando un

    destino particular de estas obras que denominaré provisoriamente como ―argentino‖. Con10 ―Pierre Menard, autor del Quijote‖, en Obras Completas: 1923-1972, Buenos Aires: Emecé, 1985. Borgesha desarrollado una extensa literatura del ―lector correctamente errado‖ en varios de sus cuentos y ensayos.Debo estos indicios al trabajo de Luis Ignacio García ya mencionado. Para un tratamiento de esta cuestión, procedente de la sociología de la cultura, remito a los trabajos de Pierre Bourdieu sobre la recepción deobrasconsagradas como formas de re-desconomiento y reconfiguración de los textos recepcionados encondiciones especificadas localmente. Ver: ―‗¿Qué es hacer hablar a un autor?‘ A propósito de MichelFoucault‖ y ―Las condiciones sociales de la circulación de las ideas‖, en Intelectuales, política y poder,Buenos Aires: Eudeba, 2003. 11 Ver: Alejandro Blanco, op. cit., 2006; José Luis De Diego (ed.),Editores y políticas editoriales enArgentina, 1880-2000, Buenos Aires: FCE, 2006; Antonio Lago Carballo y Nicanor Gómez Villegas (eds.)Un viaje de ida y vuelta. La edición española e iberoamericana (1936-1975), México: FCE, 2007;Gustavo Sorá, ―Nada más internacional. Antropología de la traducción y las limitaciones de la comparaciónde culturas nacionales‖, en Prismas: Revista de historia intelectual, Buenos Aires: UNQ, nº 8, 2004/a; yHoracio Tarcus, op. cit., 2007; yMariátegui en la Argentina o las políticas culturales de SamuelGlusberg, Buenos Aires: El Cielo por Asalto, 2002.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    5/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 5

    el fin de retener la relación entre los ―contextos‖ de la recepción — vía la reproducción,circulación, traducción y comentario o apropiación discursivo-conceptual — y los propiostextos de Arendt, reseñaré brevemente en cada caso, tanto las características generales de

    las operaciones lectoras realizadas, como el espacio de debates que las caracteriza duranteel periodo. Quiero resaltar de este modo la importancia de un abordaje socio-histórico yteórico-conceptual, y no meramente textual para estos procesos.

    De contextos, recepciones y receptores:¿Cuál “Arendt” para qué lectores?

    Un rasgo sobresaliente de esta "primera" etapa de la recepción arendtiana estarádado entonces por el reconocimiento casi inmediato, desterritorializado e inclusoanacrónico, del carácter polémico de sus intervenciones. Estas lecturas presentanenmarcadas por el cosmopolitismo del campo cultural local, a la vez que por ciertadesconexión entre corrientes político-culturales divergentes aunque no necesariamenteexcluyentes. Comenzando en 1940, y ligadas al espacio cultural de los periódicos yrevistas político-culturales de la comunidad argentino-judía de lengua alemana así como a

    grupos de la izquierda antinazi, estas lecturas serán prácticamente desconocidas posteriormente por el rescate — ya conceptual y disciplinar — de sus obras ulteriores,realizado a través de las ciencias humanas y sociales a partir de la década de 1980. 12

    Un abordaje general de las redes formales e informales de editores, traductores ygrupos político-intelectuales revela el carácter internacionalista de los espacios culturaleshasta finales de la Segunda Guerra y la inmediata Posguerra. Desde mediados de 1930, yen particular desde la reedición de los Frentes Populares en 1941, estas redes político-

    sociales articulaban a su vez agrupaciones políticas con otras de carácter cultural y social.A través de estas redes, la extendida circulación de revistas, periódicos y folletos vinculabaa los expatriados de todo tipo vía la difusión de traducciones y colaboraciones cruzadas. A partir de 1950, con la creciente división geopolítica mundial y la reconfiguración delcampo editorial latinoamericano e hispano, estas redes pierden peso frente a otrasagrupaciones y fidelidades.13

    12 Sobre las denominaciones referidas a la ―nacionalidad‖ o ―etnicidad‖ de estas y otras agrupaciones, tomoel uso de la idea de ― identidades-con-guión ‖ — refiriendo al carácter múltiple y fluido de las identidades engeneral — de Raanan Rein y Jeffrey Lesser, ― Challenging Particularity: Jews as a Lens for Ethnicity in LatinAmerica‖, Latin American and Caribbean Ethnic Studies, Vol. 1, nº 2 (2006).13 José Luis de Diego, ―1938 -1955. La ‗época de oro‘ de la industria editorial‖, op. cit. 2006.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    6/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 6

    A lo largo de este derrotero, las publicacionesPorvenir, La Otra Alemania/DasAndere Deutschl and , Davar, Babel, Índice, Cuadernos de Índice y Cristianismo y

    Sociedadreprodujeron, tradujeron e interpretaron artículos y extractos de obras de Arendt,

    en el marco de debates sobre la situación de la comunidad argentino-judía en la SegundaPosguerra, los efectos de la potencial creación de un Estado judío, la difusión de la cultura judaica y alemana en general, y las condiciones socio-políticas para el cambio social. Estasselecciones temáticas configuran dos horizontes de sentido iniciales: el primero durante1940 y 1950, relativo a las redes intelectuales y políticas de la izquierda antinazi y losgrupos de migrantes alemanes-judíos, y definido por el abordaje arendtiano de losfenómenos totalitarios y sus efectos destructivos en la política; el segundo, a partir de

    1960, está marcado por la preeminencia del sionismo en la comunidad argentino-judaica yel debate sobre el libro de ArendtEichmann en Jerusalén. Este desplazamiento difiere asu vez de relecturas posteriores, como la realizada durante 1960 y 1970 desde algunascorrientes ecuménicas de la Teología liberacionista, y sectores que identificaremos

    provisoriamente como ―trotskistas críticos‖.

    Totalitarismos, Estado-nación e identidad

    Voy a comenzar este recorrido con la revistaPorvenir: Zei tschri ft f ür alle Fr agendes jüdischen Lebens que publicó en Buenos Aires la Editorial Estrellas entre 1942 y1945. Sus editores, el rabino Günter Friedländer y Hardi Swarsensky, privilegiaban la publicación de noticias referidas al desarrollo de la Segunda Guerra y a las actividades deayuda al asentamiento de inmigrantes alemanes-judíos, con una creciente importancia de

    las cuestiones referidas a la liturgia. 14

    Friedländer y Swarsensky estaban conectados a laagrupación de alemanes-judíos del Bund Deutsch-Jüdischer Jugend /Unión de JóvenesJudío-Alemanes de Berlín ("Grupo Reigner"), liderado por Karl Julius Riegner y el mismoFriedländer. Formada en Alemania en 1935, el grupo estableció una red de migracióndesde Berlín hacia América del Sur, con base en Buenos Aires y con ayuda económica del

    14 Porvenir publicó 18 números bilingües — alemán-castellano. Swarsensky fundaría luego el reconocidosemanario Jüdische Wochenschau . Ver: Pierr e Pachet, ―Un moyen pour réaliser la réconciliation des

    peuples‖ (Présentation), en Hannah Arendt (C. Habib dir.), Penser l’événement, Paris: Belin, 1989; AlfredoJ. Schwarcz,Y a pesar de todo…Los judíos de habla alemana en la Argentina , Buenos Aires: GrupoEditor Latinoamericano, 1991;Kerstin E. Schirp, ― Presse als Brücke zwischen Heimat und Exil. DasSemanario Israelita in Buenos Aires‖, in EXILFORSCHUNG: Jüdische Emigration: zwischenAssimilat ion und Verfolgung, Akulturation und jüdischer Identität , Claus-Dieter Krohn (Hrsg.), Band 19,München: Text+Kritik, 2001, pp. 168-186.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    7/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 7

    JOINT.15 En su tercer número de fines de 1942, dedicado a la ―cuestión de la armada judía‖,

    publican el artículo ― Ein Mittel zur Versöhnung der Völker ‖ sin referencias acerca de su

    procedencia editorial o acerca de su autora.16 Si bien no existen datos ciertos sobre la rutarecorrida por estos textos ―originales‖ desde Nueva York hacia Argentina, se sabe que el

    amigo de Arendt, el escritor Chanan Klenbort, emigró a Montevideo en 1942 donde permaneció hasta su migración a Israel en 1949. Klenbort mantenía una correspondenciafluida con aquella, informándola de las condiciones de vida en Sudamérica, según sedesprende de la correspondencia mantenida entre Arendt y Karl Jaspers.17 Por otra parte,habría habido intercambios regulares de materiales entrePorvenir y el periódico

    neoyorquino de distribución internacionalAufbau, dirigido al exilio judeo-alemán en NewYork,donde Arendt publicaba la columna ― This means you! ‖ desde 1942. 18

    El texto de Arendt es una versión original, que no se corresponde punto a punto conotros artículos suyos de esos años, y trata la situación particular del pueblo judío en laguerra, desde una perspectiva política cercana al sionismo pero con ribetes críticos a sus

    posiciones más ―nacionalistas‖. Su llamado a desarrollar una política internacional activa

    se distancia de las políticas sionistas del momento respecto de la creación de un Estado

    exclusivamente judío en Palestina, es una posición que Arendt desarrollará con detalle ensus artículos deAufbau. Aquí fundamenta su apoyo a la creación de una armada judía que,como integrante plena de las fuerzas de invasión aliadas — y a semejanza de lo que se permitía a franceses y polacos tras la ocupación alemana — , asegure el derecho a defenderla existencia judía en su carácter de comunidad política, dejando de lado el hecho de la

    15 The American Jewish Joint Distribution Committee /JOINT es una organización norteamericana fundada en1914 para asistir a judíos palestinos durante la ocupación turca en la Primera Guerra Mundial. Desde 1933focalizó su acción en las comunidades judías europeas, proveyendo ayuda local y para la emigración haciaLatinoamérica, entre otros lugares. Arendt trabajó en la sede de París del JOINT en 1939, ayudando arefugiados de Europa Oriental.16 ―Un medio hacia la reconciliación de los pueblos‖, nº 3, Nov. -Dez., 1942, pp. 125-130. A continuaciónPorvenir publica un artículo de Alfred Hirschberg sobre el mismo tema — "Die unerfülltenVoraussetzungen ‖ (Requisitos incumplidos). Hirschberg dirigió hasta 1938 la editorial berlinesa-judía PhiloVerlag, brazo editorial delCentral-Verein Deutscher Staatsbuerger Jüdischen Glaubens (Asociación Centralde Afirmación de los Ciudadanos Alemanes Judíos), que promovía la integración judía en la sociedadalemana.17 Hannah Arendt and Karl Jaspers,Correpondence 1926-1969, L. Kohler y H. Saner (eds.), U. S.: HarcourtBrace & Co., 1992, cartas nº 32-33; y Hannah Arendt et Heinrich Blücher,Correspondence (1936-1968),Lotte Köhler (ed.), Paris: Calmann-Lévy, 1999.18 Marie Luise Knott señala, a propósito de otro texto ―argentino‖ posterior, que este trayecto es un datodesconocido de su biografía —―Nachwort zur Neuausgabe‖, en Hannah Arendt, Zur Zeit. Politische Essays,Berlin: Rotbuch, 1999, pp. 188 y 189. Sobre la relación existente entre las publicaciones de la colectividad judía residentes en Argentina y Estados Unidos, ver: Kerstin E. Schirp, op.cit., 2001. Sobre los artículos deArendt enAufbau, ver: Elisabeth Young-Bruehl, op. cit., 1982, pp. 169-171.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    8/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 8

    ausencia de un fundamento estatal.Un hombre , dice Arendt, sólo puede defenderse poraquello que en él es atacado. Un judío sólo puede demostrar su valor como ser humano

    cuando, como judío, puede ser un humano . (p. 128)19 Allí efectúa también una aguda

    crítica al filo-judaísmo de las naciones occidentales e incluso a larealpolitik de la Liga delas Naciones, que interpelaban al pueblo judío como víctima al tiempo que desconocían suderecho a la auto-defensa bajo el argumento de que no constituía propiamente una ―nación -

    estado‖. Arendt afirmaba que“ La libertad, sin embargo, no es un premio para el sufrimiento de los desclasados, y la justicia no se recibe como migajas caídas de la mesa

    de los ricos” . (p. 130) Finalmente, Arendt restaca el apoyo de los estadounidensesdescendientes de alemanes a la iniciativa de la armada judía, verdadero ― medio para la

    reconciliación de los pueblos ‖, y los diferencia de las posiciones mantenidas por algunos

    grupos antifascistas que rechazaban tal posibilidad.20 En este sentido, sostiene que la lucha

    ―antifascista‖ no revestía un peligro real para las potencias del Eje mientras se mantuviera

    ajena al significado de la persecución desatada contra los judíos europeos. Negar elcarácter específico de la situación de los judíos frente al nazismo en ese contextointernacional, equivalía a defender a las democracias europeas diciendo que ―no existen‖, ocomo“creer que uno puede defenderse del asesinato a través del suicido” . (p. 139)

    Esta crítica arendtiana a las posiciones refractarias a las identidades basadas en elorigen étnico-cultural, propias de las izquierdas internacionalistas y de la política de losFrentes Populares, puede aclarar el interés inicial por los textos de Arendt enPorvenir, sinos situamos en el marco de las disputas locales dentro de la comunidad judío-argentina dela época. Desde mediados de 1940 y durante la década de 1950, la ―cuestión nacional‖ seráuno de los ejes de diversas operaciones de corte y sutura identitaria, evidentes en lasdisputas y posterior fractura entre el sionismo (en sus variadas versiones políticas) y el

    progresismo (ligado a las posiciones del Partido Comunista) en las institucionescomunitarias.21 Sin embargo, a pesar de estas críticas a la izquierda antifascista, el artículo

    19 La traducción de todos los textos aparecidos originalmente en alemán, me pertenece.20 Chaim Weizmann, Presidente de la Organización Sionista Mundial, había lanzado esta propuesta en 1939

    basado en las secciones ―nacionales‖ de las Fuerzas Armadas británicas. Gran Bretaña la rechazaba debido asu Mandato sobre Palestina. Arendt no compartía plenamente la posición de Weizmann, pero apoyaba estainiciativa oponiéndose a las exigencias más duras del nacionalismo israelí, como la sostenida por David Ben-Gurion. Ver Elizabeth Young-Bruehl, op. cit., pp. 178-179. Finalmente se fundó un Jewish Brigade Group entre las fuerzas regulares inglesas (1944). Ver: Hans Jonas,Memorias, Madrid: Losada, 2005, pp. 200-231.21 Ver: Claudia Bacci,―Las políticas culturales del progresismo judío argentino: la revista Aporte y el ICUFen la década de 1950‖, en Políticas de la Memoria, Buenos Aires: CeDInCI, nº 5, Verano 2004/2005; SilviaSchenkollewski-Kroll, ―Continuidad y cambio en las corrientes políticas del judaísmo del Centro y Este deEuropa en su transición a América Latina. El caso de Argentina, Siglo XX‖, en Actas del 50º CongresoInternacional de Americanistas, Varsovia: Centro de Estudios Latinoamericanos (Universidad de Varsovia),

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    9/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 9

    sólo puede ser leído en clave ―pro -sionista‖ si se descarta la propuesta no -nacionalista quecontiene —o como dice Young Bruehl, su sionismo de ―razones prácticas y políticas‖ antesque culturales o religiosas — , lo cual constituirá un elemento de irritación frente a la

    ulterior aparición de textos arendtianos en las publicaciones de la comunidad argentino- judía.

    La paradójica posición arendtiana se repetiría en su apuesta por una potencialconciliación entre alemanes y judíos, reproducida por los sectores antinazis de lacomunidad alemana en Argentina, a través de la publicación deLa Otra Alemania/DasAndere Deutschl and .22 La política editorial del periódico, que se identificaba a sí mismo

    como ―Alemanes Democráticos de América del Sur‖, era publicar contribuciones de

    personalidades de la cultura alemana y mundial involucradas activamente en la luchacontra el nazismo, y a excepción de su editor — un ex-diputado del SPD alemán AugustSiemsen — no puede decirse que tuvieran colaboradores ―fijos‖. Si bien Elizabeth Young-Bruehl, biógrafa de Arendt, señala la antipatía que ésta sentía por los socialdemócratasalemanes emigrados, a quienes acusaba de oportunistas, el periódico no pareció percatarsede eso y anunciaba a Arendt como ―colaboradora regular‖ del mismo, y ― reconocida

    colaboradora de Aufbau ‖. 23 La colaboración dura apenas dos artículos a lo largo de unos

    meses. Marie Luise Knott sugiere cierta ―fascinación e irritación‖ de los editores ante lostextos de Arendt, así como condiciones locales cambiantes, expresadas en los cambios delsubtítulo del periódico: desde su fundación como ―alemanes independientes‖ (1937 -1939),

    ―antihitlerianos‖ (1941 -1942), ―alemanes libres‖ (1942 -1943), y ―alemanes democráticos‖(1944-1949).24El periódico, que se identifica en varias ocasiones como ―antifascista‖ y―socialista‖, participa activamente de la campaña antinazi argentina donde convergen

    posiciones heterogéneas frente a un enemigo común (―fascistas‖ y ―nazis‖) constituído por

    nacionalistas, devotos del fraude electoral, golpistas y militares, y finalmente también por

    2001; Ariel Svarch, "El comunista sobre el tejado. Historia de la militancia comunista en la calle judía(Buenos Aires, 1920-1950)", Tesis de Licenciatura en Historia, Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires,2005 (mimeo).22 Sobre las posicionesdel antifascismo argentino ver la detallada ―Presentación. Condiciones de posibilidad,desarrollo, esplendor y ocaso de una apelación política nacional (1922-1946)‖ de Andrés Bisso en Elantifascismo argentino, Buenos Aires: CeDInCI/Buenos Libros, 2007.23 Ver: Young Bruehl, op. cit., pp.168-169.La Otra Alemania, Buenos Aires: AñoVII nº 97, 1º de Julio de1945, p.8.24 Knott consigna sólo hasta 1945, op. cit., p.187. Agradezco a Jessica Zeller por permitirme consultar sutrabajo de fichaje de las ediciones del periódico microfilmadas por el OSI/Freie Universität Berlin. Lacolección completa se encuentra digitalizada en el sitio del Proyecto " Exilpresse digital. Deutsche

    Exilzeitschriften 1933-1945 " de la Biblioteca Nacional Alemana: http://deposit.ddb.de/online/exil/exil.htm

    http://deposit.ddb.de/online/exil/exil.htmhttp://deposit.ddb.de/online/exil/exil.htmhttp://deposit.ddb.de/online/exil/exil.htmhttp://deposit.ddb.de/online/exil/exil.htm

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    10/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 10

    ―peronistas‖.25 Sin embargo, cabe aclarar que esta publicación permanecía más ligada a lascondiciones políticas europeas que a las locales, al punto que lo que decide su cierre en1949 es el regreso de Siemsen a Alemania, y no las eventuales políticas del gobierno

    peronista.En el año 1945, en el apogeo de la publicación de informes de posguerra, La Otra

    Alemania publicó los dos artículos de Arendt. En el primero de ellos —― Das „Deutsche Problem‟ ist kein deutsches Problem ‖, editado en dos partes — la autora criticaba la ideade que las raíces del nazismo se relacionaran con un supuesto ―espíritu alemán‖, señalando

    que el problema se vinculaba más bien a la fallida reacción de los Estados-nación europeosfrente a los problemas de la Primera Posguerra.26 Anticipando su interpretación de 1951

    sobre la relación existente entre la declinación de los Estados-nación y los ―orígenes deltotalitarismo‖, Arendt afirma que “el nazismo es en la actualidad la ruina de todas las

    tradicion es, tanto alemanas como europeas, tanto buenas como malas” . (p. 7)27 En estesentido, el nazismo no sería sólo el resultado del desarrollo de tendencias inherentes a lacultura o al pueblo alemán, o incluso a la tradición europea, sino de su destrucción radical.Esta tarea habría sido facilitada por de desintegración total y simultánea de sus estructurassociales y políticas alemanas en la Primera Posguerra. Al hundimiento social y cultural el

    nazismo habría respondido con su ―Nuevo Orden‖, es decir, con la ― mentira de la„comunidad del pueblo‟ (Volksgemeinschaft), fundada sobre la complicidad en el crimen y

    dirigida por una burocracia de gangsters ‖ (p. 8). Arendt contrapone a la postura del nazismo, la insistencia acerca del carácter no-

    nacional y necesariamente ―europeo‖ de los diversos movimientos de resistencia

    antifascistas y antinazis. Europa , convertida en contraseña política afirmativa, constituía elverdadero problema de la Posguerra, puesto que según Arendt también lo había sido en los

    orígenes del conflicto. De esta manera, las tareas de ―restauración‖ emprendidas por losgobiernos en el exilio, se conformaban con recomponer las fronteras nacionales en todaEuropa, dejando nuevamente fuera de la discusión la cuestión de las minorías y su relacióncon los Estados-nación. El estatuto problemático de las minorías frentes a las perrogativasde los Estados-nación había sido para Arendt el detonante de la guerra y el exterminio.

    25 Ver: Andrés Bisso, op. cit., 2007, pp. 16-22 y 33-54; yFlavia Fiorucci, ―Los escritores y la SADE: entre lasupervivencia y el antiperonismo. Los límites de la oposición (1946-1956)‖, Prismas, nº 5, Buenos Aires:UNQ, 2001.26 ―El problema de Alemania no es problema de los alemanes‖, Buenos Aires: AñoVII nº 97, 1º de Julio de1945, pp. 7-10; Año VII nº 98, 15de Julio de 1945, pp. 8-9.27 Tomo esta frase del texto original del periódico. La versión de este artículo aparecida en la ediciónespañola deZur Zeit, op. cit., 1999 — Hannah Arendt,Tiempos presentes, Marie Luise Knott ed.,Barcelona: Gedisa, 2002, pp. 207-217 — suprime el párrafo que cierra la introducción del artículo.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    11/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 11

    Según Knott esta es una versión diferente de la publicada por Arendt enPartisan Review en enero del mismo año, aunque es la referida por los editores deLa Otra Alemania.Knott señala además que la versión ―argentina‖ (o alemana, por su idioma) suprime los

    párrafos más críticos hacia los gobiernos en el exilio — recordemos que Siemsen habíaformado parte del Reichtag hasta 1933 —, y aunque no sabemos si esta ―adecuación‖corresponde a una decisión editorial o autoral, la última parece menos problable.28

    El segundo de los textos —―Organisierte Schuld. Gedanken zu den Prozessen gegen die Nazi-Verbrecher ‖— abordaba la relación existente entre la ―culpa colectiva‖ y la―responsabilidad personal‖, y se refería a los debates del mome nto acerca de lacolaboración de la población alemana con el nazismo.29 Durante 1945 y 1946La Otra

    Alemania volvió repetidamente sobre esta cuestión con artículos de personalidades comoThomas Mann, Karl Barth y Alfred Döblin, Dwight Macdonald, y el argentino DardoCúneo — ver nº 105, nº 106, y nº 115 — , en el marco de las acciones de desnazificación yreconstrucción de Alemania.

    En este segundo artículo, Arendt se refiere a los procesos de Nürenberg contra loscriminales de guerra nazis, y destaca que el verdadero problema es cómo volver a trazar lasfronteras entre culpabilidad e inocencia, y cómo abordar la relación entre responsabilidad y

    culpabilidad, a partir de los crímenes nazis.“¿Quién será capaz , se pregunta Arendt,de sentar en el banquillo de los criminales de guerra a todas esas damas y caballeros de la

    alta sociedad ? Donde todos son culpables, nadie puede ser juz gado en sentido estricto” .(p.4-5) Incluyéndose todavía a sí misma en el colectivo discursivo ―nosotros los alemanes‖,Arendt lamenta que este ―nosotros‖ se exprese sólo para indicar la vergüenza de formar

    parte del mismo, cuando es la humanidad la que ha sido puesta en juego a partir de dichairresponsabilidad. Es también deplorable para ella que el ideal del colectivo nacional sea el

    último rastro de la antigua idea de solidaridad internacional, que deja ―… cada día másclaro cuán pesada carga es la humanidad para los seres humanos ‖. (p. 5)

    Estas selecciones editoriales revelan la alta circulación internacional tanto de las publicaciones como de los ―nombres‖ y referencias interpersonales: Arendt era ligeramente

    conocida por su columna semanal publicada enAufbau, y era una figura cercana al círculode izquierdistas antiestalinistas de Nueva York que publicaba regularmente en las revistasPartisan Review y Commentary, las cuales eran a su vez una fuente habitual de

    28 Ver: Marie Luise Knott, op. cit., 1999, p. 180-181; y Nota 12.29 ―La culpa organizada. Reflexiones sobre los procesos contra los criminales nazis‖, Año VII nº 101, 1º deSeptiembre de 1945, pp. 4-6.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    12/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 12

    materiales para las publicaciones locales con intereses internacionales. A través de estasredes de revistas, editores, y traducciones, el mapa de los emigrados, refugiados y exiliadoseuropeos y apátridas se reconstituía mundialmente como el espacio internacionalista que

    Arendt denunciaba ya en retroceso en 1945.

    Una filósofa judía en Buenos Aires

    El auge editorial en Argentina se da entre 1936 y 1956, y es el momento en el queel mundo editorial suple al mundo institucional y universitario como espacio de

    sociabilidad central, dando lugar a una comunidad intelectual alternativa a la que circulaba por los espacios ―oficiales‖ o ―reconocidos‖ de la academia. 30 En ese marco cobranespecial relevancia las publicaciones periódicas y revistas culturales (con agendas políticas propias) que se dedicaron a traducir y reproducir autores y perspectivas novedosas sobre problemas actuales.

    La primera traducción al español de un artículo de Arendt fue realizada a fines de1946 por la revistaDavar, editada por la Sociedad Hebraica Argentina y dirigida por

    Bernardo Verbitzky y Bernardo Koremblit, en la sección "Los Libros".31

    Se trata de lareseña realizada por Arendt a propósito de dos libros referidos al nazismo —―Reseña de ElLibro negro de World Jewish Congress, y deHitler's Professors de Max Weinreich‖— , publicada originalmente enCommentary ese año con el título de ―The image of hell‖. 32 La ausencia de datos acerca de la autora indica el desconocimiento de una todavía ignotaensayista.

    En la reseña Arendt criticaba el racconto de los intelectuales que habían apoyado y

    colaborado con el nazismo que exponía el libro de Weinreich, a los cuales acusaba de serresponsables de las ―ideas‖ que habrían inspirado al nazismo. 33 Para Arendt, aun cuando el

    30 Alejandro Blanco, op. cit., 2006; y José Luis de Diego, op. cit., 2006.31 Buenos Aires: SHA, n º 9, Noviembre-diciembre, pp. 88-95. La SHA es una institución cultural de lacomunidad judía de Buenos Aires con una fuerte impronta32 "The Image of Hell",Commentary 2/3, New York, september 1946, pp. 291-295. Arendt publicó variosartículos en esta revista, que compartía muchos de sus editores y colaboradores con otras publicacionesligadas a la izquierda antiestalinista,The Partisan Review y The Review of Politics. Ver: Ursula Ludz(Hrsg.) "Bibliographischen Anhang", en Hannah Arendt,Ich will verstehen. Selbstanskünfte zu Leben undWerk , München: Piper, 1997; Heloisa Pontes, "Cidades e intelectuais: os "nova-iorquinos" daPartisanReview e os "paulistas" deClima entre 1930 e 1950", enRevista Brasileira de Ciências Sociais, outubro de2003, vol. 18, n° 53; Elizabeth Young-Bruehl, op.cit., 1992, pp. 99, 189, 196, 198, 223.33 El título del libro de Weinreich es Hitler’s professors: the part of scholarship in Germany's crimesagainst the Jewish people . Weinreich, filólogo y director de teatro, fue uno de los fundadores delYidisher

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    13/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 13

    rol desempeñado por algunos intelectuales alemanes durante el surgimiento del nazismohaya sido reprobable — menciona a Carl Schmitt, a Walter Frank y a Martin Heidegger,entre otros menos conocidos hoy — , no fueron sus ideas políticas las que llenaron de

    contenido al nazismo ya que éste necesitaba apenas de “…técnica y técnicos sin ningunaclase de ideas ‖.(p. 93) Con sarcásmo apenas disimulado, afirma que no podría culpárselosde unas ideas políticas específicas ya que nunca habrían tenido ninguna. En todo caso, laresponsabilidad en los crímenes nazis no puede ser sino política, es decir, referida a unasacciones concretas o a la ausencia de éstas, y no a un problema de ―ideas‖ apenas

    defendibles. En el mismo sentido de lo que afirmaba en el artículo publicado porLa OtraAlemania, ―las masas‖ (de sectores medios desclasados) son igualmente responsables por

    su conformismo y su obediencia a las directivas nazis. Por otra parte, al tratarEl LibroNegro y su crónica del exterminio de los judíos europeos, vuelve a problematizar lasequivalencias y oposiciones entre los términos ―inocencia -virtud- pueblo judío‖ y ―culpa -maldad- pueblo alemán‖, señalando que la afirmación de la absoluta perversidad oinocencia impide incluso la posibilidad misma de escribir la historia, para servir apenascomo propaganda a argumentos políticos diversos. Luego de realizar una primigeniaenunciación de los procedimientos nazis de exterminio, pone en cuestión los fines políticos

    de la publicación delWorld Jewish Congress , afirmando que ― Ninguna crónicaconcebible, de ninguna especie, podía tener éxito al pretender convertir a seis millones de

    personas muertas en un argumento político ‖ (p. 90). Esta observación final en el contexto

    de la inmediata posguerra y de la lucha por la fundación de un estado judío no puede habercaído muy bien entre los lectores deDavar.

    En todo caso, no es sino hasta 1952 que Davar decide publicar otro artículocompleto de Arendt —―Relectura de Herzl: ‗El Estado Judío‘‖— donde reaparece su

    irritante posición respecto del sionismo y del Estado de Israel.34

    En ese texto Arendtreconoce la importancia del sionismo como un movimiento que ― … opuso un nacionalismo

    relativamente sano al chauvinismo oculto del asimilacionismo y un realismo relativamente

    justo al utopismo evidente de los radicales judíos ‖ (p. 25), colocando así a la ―cuestión

    judía‖ en una perspectiva política. Sin embargo, criti ca duramente el programa de Herzl,así como su concepción del antisemitismo como una fuerza universal e inmutable fundada

    Visnshaftlekher Institut (YIVO/Instituto Científico Judío) en Vilna (Polonia) en 1925, y lo dirigió hasta 1939,cuando se exilió en los Estados Unidos. En cuanto al libro delWorld Jewish Congress et al. , su título esTheBlack Book. The Nazi Crime Against the Jewish People (1946). Esta organización es una federacióninternacional de comunidades y organizaciones judías con base en New York.34 Buenos Aires: SHA, nº 40, mayo-junio de 1952, pp.17-31.Reproduce el artículo ―The Jewish State: FiftyYears After‖ de Commentary, nº 2, New York, May 1946.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    14/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 14

    en la nacionalidad étnico-cultural, y la hegemonía de su perspectiva en la fundación delEstado de Israel.35 La doctrina de Herzl, quien ― …se cuidó mucho de enlazar los derechosde los judíos a la liberación con los derechos de otros pueblos ‖ (28), concedió una

    centralidad perniciosa al antisemitismo, promoviendo un programa nacionalista de carácteraislacionista, que de un modo escapista confiaba en la futura disolución del problema.Arendt apunta que desde mediados del siglo XX el antisemitismo se había transformado enuna corriente racista que excedía las fronteras nacionales, y que de nada serviría esperar sudesintegración desde el aislamiento político.

    A diferencia de lo que ocurría en 1946, los editores deDavar indican en este casoque la ―filósofa‖ había sido una discípula de Karl Jaspers en Heidelberg, y ofrecen

    referencias claras a su primer libro publicado un año antes en inglés, reconociendo los “valiosos estudios sobre el nazismo, considerándose su obra “Los orígenes del

    totalitarismo” como una de las aportaciones más serias sobre el tema” . (p. 17) Esta primera adscripción disciplinaria de Arendt no fue apreciada por la academia local, auncuando sus dos mentores — Jaspers y Martin Heidegger — fueran reconocidos y traducidos profusa y tempranamente en Argentina, al menos desde 1930.36 Destacan también el

    particular ― punto de vista personal ‖ de la autora, previniendo a los lectores acerca de su

    polémica interpretación sobre el rol de Herzl en la historia judía.En el mismo número de la revista, Pedro Weil ofrecía una ―Glosa‖ de la reseña de

    Arendt al libro de Leon Poliakov – Bréviare de la Haine: Le IIIe. Reich et les Juifs – publicada porCommentary en marzo de ese mismo año.37 Weil destacaba allí larecuperación realizada por Arendt de la crítica de Poliakov al rol desempeñado por los

    Judenräte , en el marco de lo que denominaba como ―esquema t otalitario de la dominacióntotal‖, así como la relación establecida entre las políticas de exterminio y los anteriores

    programas de ―muerte piadosa‖ del nazismo. En términos generales, la denominación que se adjudicaban las publicaciones

    editadas por las instituciones de la comunidad argentino-judía – "Revista literaria" o

    35 El Estado de Israel fue fundado en 1948, e inmediatamente se advirtieron los problemas que generaba eldominio sionista para la política en Medio Oriente.36 Es notorio que la revista y editorialSur tradujera a Jaspers y Heidegger, e incluso a otro reconocido amigode Arendt como Walter Benjamin, pero nunca se interesara por su obra. Sin embargo, en la revista ―hermana‖,Cuadernos del Congreso por la Libertad de la Cultura, aparece un artículo de Dwight Macdonald (otroamigo de Arendt) que aborda críticamente su interpretación sobre el comunismo soviético como un régimentotalitario, aunque en un contexto por completo diferente al analizado por Arendt en su libro, ya que las

    políticas de ―deshielo‖ iniciadas por Nikita Krustchev en la URSS desde 1952. A pesar de la referencia deMacdonald a Arendt, el editor de la revista — Denis de Rougemont — no hace ninguna aclaración al respecto.―Un pionero meritorio‖, op. cit., París/Buenos Aires, nº 20, septiembre -octubre, 1956.37 Sección ―Revista de revistas‖, op. cit., pp. 97 -101.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    15/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 15

    "Revista de Ciencias Sociales" – ya marcaba el campo de circulación posible para estarecepción: espacios informales que cruzan la crítica cultural (con predominio literario) conel análisis político y ―sociológico‖. En cuanto al contexto discursivo -temático, éste se

    encuentra enmarcado por los testimonios y debates acerca del exterminio de los judíoseuropeos, la defensa de su "herencia" cultural, la cuestión del rol del Estado de Israel en laconstrucción de una memoria histórica al respecto, la cuestión de la responsabilidad ética ehistórica de los sobrevivientes, y la posibilidad de la extensión de éste último significante atoda la comunidad judía en la Diáspora. Tanto en Estados Unidos como en Argentina serecogían minuciosamente las noticias que llegaban acerca del exterminio de lascomunidades judías en Europa. En nuestro país, las instituciones comunitarias, que desde

    1930 se encontraban en un proceso de centralización de las funciones de representación,hegemonizaron también esta cuestión.38

    No obstante esto, el sentido que estos temas tomaron en los espacios político-culturales locales fue variado: significantes como ―totalitarismo‖ o ―fascismo‖ eran

    también modos corrientes de denominar a los gobiernos tras el golpe de 1941, y en particular al peronismo desde 1946. tanto por la derecha como por la izquierda. El usogeneralizado y a la vez políticamente marcado de estos sentidos y conceptos, que se

    continúa durante 1950, aparece como una barrera importante para la recepción de la primera obra de Arendt, donde ese concepto adquiere contornos muy precisos.39 Laconstatada hegemonía de lo que se denomina como ―Escuela de Frankfurt‖, visible en los

    análisis sobre el peronismo de la época, permearía el abordaje del tema del totalitarismo yel autoritarismo locales. En Argentina, estos enfoques cuadraban con la decepción que provocara la adhesión popular al peronismo. Sin embargo, y adelantando algunasconclusiones, la tardía traducción al español de esta obra (1974) no impidió su circulación

    en 1950 en idioma ―original‖ en Argentina, con lo cual podría pensarse que la noocurrencia de un uso del concepto en el sentido arendtiano constituye un caso de

    desconocimiento , como sesgo particular de las lecturas realizadas sobre el tema en nuestro país. Davar no vuelve a publicar textos de esta autora durante el resto del periodoanalizado.

    Frente a las selecciones operadas desde las publicaciones de la comunidad judía-

    38 Ver Silvia Schenkollewski-Kroll, ―La conquista de las comunidades: el movimiento sionista y lacomunidad ashkenazi de Buenos Aires (1935-1949)‖, en Judaica Latinoamericana II, Jerusalém : EditorialUniversitaria Magnes, 1993. 39 Sobre la cuestión de la constitución de una agenda y una bibliografía referidas al tema del ―totalitarismo‖ ysu relación con las interpretaciones del peronismo en Argentina, ver: Alejandro Blanco, op. cit., pp. 96-137.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    16/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 16

    argentina, se vuelve relevante la recepción realizada porBabel, la pequeña revistainternacional editada por Samuel Glusberg desde Santiago de Chile, que contaba con unaamplia distribución en Buenos Aires y en toda América del Sur.40 Glusberg era un

    referente ineludible de la actividad cultural y editorial porteña de 1920 y 1930, asociado asectores del antifascismo internacionalista de izquierdas, con una marcada voluntadlatinoamericanista y un destacado conocimiento de la cultura judeo-alemana. Glusberg,que editaba Babel bajo el seudónimo de Enrique Espinoza, y publicaba asiduamenteautores clásicos como Heinrich Heine, J. W. V. Goethe, y de exiliados alemanes comoThomas Mann y Stefan Zweig. También reproducía artículos de las revistasnorteamericanasCommentary y Partisan Review, por lo que eran asiduos los editores de

    esta última (Clement Greenberg, Dwight Macdonald y William Phillips), entre otrosreferentes de la izquierda antiestalinista neoyorquina y latinoamericana — Víctor Serge, el propio Trotsky, Héctor Raurich, Rodolfo Mondolfo, Luis Franco, Laín Diez.41

    Casi contemporáneos a los artículos enDavar, Babel publica dos artículos deArendt: ―En torno al Estado de Israel‖ (1949) y ―Franz Kafka: una revaluación‖ (1950). 42 En el editorial de 1949 se ofrecen referencias claras a la trayectoria de esta autora — ― Discípula de Karl Jaspers en la Alemania prehitleriana ‖— , en tanto que en 1950 se

    afirma que el editor contaba con una ― autorización expresa ‖ para la publicación delartículo y se informa que es ― autora de un libro sobre San Agustín, publicado en los

    Estados Unidos ‖, aunque este libro fue traducido al inglés recién en 1996. 43 En el artículo de 1949, Arendt llama a la cooperación árabe-israelí a fin de

    ―…contrarrestar las peligrosas tendencias de los pueblos antiguamente oprimidos y que

    consiste en aislarse y desarrollar un complejo nacionalista ‖ (p. 88), criticando el

    endurecimiento de las posiciones sionistas y árabes y su fatal incomprensión del

    funcionamiento excluyente y chauvinista propio de la política de soberanía de los Estados- 40 El nº 1 deBabel es de 1939, y su último nº es de 1951. Una colección completa se encuentra en elCeDInCI.41 Es conocida también la historia de su relación con Waldo Frank y Victoria Ocampo, y su rol en la ediciónde algunos de los intelectuales argentinos más importantes de la primera mitad del siglo XX, como LeopoldoLugones, Ezequiel Martínez Estrada, y Horacio Quiroga. Esta ―Segunda época‖ de Babel, que editó 60números entre 1939 y 1951, tuvo un precedente en los años ‘20. Ver: Horacio Tarcus , op.cit., 2002.42 ―Acerca del Estado de Israel‖ — nº 50, Segundo Trimestre, 1949, pp. 82-88 — es una traducción original de―To Save the Jewish Homeland: There Is Still Time‖, Commentary, nº 5, mayo 1948.―Franz Kafka: unarevaluación‖ — Año XI, Vol. XIII, nº 53, 1950, pp. 11-23 — es traducción original de ―Franz Kafka: ARevaluation. On the Occasion of the Twentieth Anniversary of his Death‖, Partisan Review, vol. XI nº 4,1944. Este último aparece en el número especial dedicado a Kafka, a cuya continuación se publica un artículode Ezequiel Martínez Estrada, ―Acepción literal del mito de Kafka‖. 43 Love and Saint Augustine, Chicago: The University of Chicago Press, 1996. Es la Tesis Doctoral queArendt defendió en la Universidad de Heidelberg en los años ‗20 bajo la dirección de Jaspers.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    17/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 17

    nación. Desde su perspectiva, la imposición de cualquier forma de la ― unanimidad de pensamiento… impide cualquier discusión y reduce las relaciones sociales a las de un

    hormiguero. (…) Contrariamente al acuerdo, la unanimidad no se detiene en ningún

    objeto determinado sino que se extiende como una infección a su alrededor ‖.(p. 85) El

    dicho discurso chauvinista que Arendt adjudica en 1948 al sionismo, no diferiríasustancialmente de ― …otras teorías racistas” .(p.86) Es en el contexto de estas críticas querescata la organización de loskibbutzim como formas novedosas de articular la sociedad por fuera de la institucionalización estatal e incluso partidaria. Más directamente crítico delas políticas sionistas, y no apenas del ideario de su fundador, este artículo no podría habersido bien recibido en el marco de las publicaciones institucionales de la comunidad judía-

    argentina.En cuanto al ensayo de 1950 dedicado a la obra de Kafka, Arendt recorre las

    novelasEl Proceso, El Castillo, América y el texto breve ―Una confusión cotidiana‖ . Allícita en extenso la IXªTesis de filosofía de la historia de Walter Benjamín — referidacomo su ―última obra ‖ (sic)— para mostrar la forma en que procede la ideología del progreso como ley inexorable de la historia. Señala la contemporaneidad sorprendente del planteo kafkiano, y descubre allí algunos elementos de la personalidad moderna, sumida en

    relaciones sociales regidas por la idea de que ― necesidad y progreso ‖ son funcionesnaturales de la historia y de la sociedad. El personaje kafkiano del ― hombre común ‖ es

    sometido a una suerte de ― educación sentimental ‖ en la culpa, entendida ésta no comosustrato teológico-ontológico de la humanidad, sino como fundamento último de la―necesariedad del progreso ‖ que alienta el funcionamiento burocrático modern o. La

    exigencia kafkiana acerca del reconocimiento de una ― común humanidad ‖ pone al desnudo

    el peligro de aquella versión de la historia y la sociedad que reduce a maquinarias y ruinas

    las propias relaciones humanas. Esta perspectiva sería continuada luego por Arendt en sulibro sobre el totalitarismo, y en particular enLa Condición Humana (1958).

    Sobre este ensayo Glusberg señala la ―agudeza‖ del abordaje arendtiano de Kafka

    que lo conecta a las perturbadoras condiciones del momento. El volúmen trae textos deEzequiel Martínez Estrada, Thomas Mann, Phillips y Greenberg, además del traductor alcastellano de América , J. A.Vogelmann. Las compañías reunidas en este volúmen, y a lolargo de las ediciones deBabel, anuncian lecturas de Arendt impensadas en la actualidad.Babel era un espacio de difusión de un arco político de izquierdas amplio y todavíacohabitable, cercano al pensamiento socialista libertario. Según Tarcus, tras los procesosde Moscú (1935-1936), Glusberg se habría acercado a la oposición de izquierda

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    18/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 18

    internacional, ―más interesado en la dimensión ético-política del mensaje trotskista que en

    su propuesta organizacional ‖, conectando en las páginas de Babel a los escritores de lasdiversas corrientes de la disidencia socialistas revolucionaria anti-estalinista.44 Glusberg

    abandonó su rol como difusor de la cultura de izquierdas independiente en 1951. No habránuevos espacios editoriales para los textos de Arendt hasta 1960. 45

    Ya a fines de 1956 se hizo evidente que las confluencias ―democráticas‖ y anti - peronistas resultarian efímeras, tanto en el gobierno, como en buena parte de los sectoressociales que habían apoyado el golpe contra el gobierno de Perón un año antes. La fracturade los sectores culturales e intelectuales se agudizó desde entonces hasta descomponerse enuna miríada de posiciones que apenas pueden agruparse en torno a los aglutinantes

    ―nacionalismo‖ e ―izquierda‖. No parece un tiempo propicio para lecturas irritantes como

    las que propone Arendt en sus textos.

    Eichmann en Jerusalén: Debates encendidos y olvidados

    Durante 1967 fueron traducidas al españolEichmann en Jerusalén y Sobre la

    revolución (ambas de 1963) por las editoriales españolas Lumen y Revista de Occidente,respectivamente. 46 La recuperación de la industria editorial en España desde 1970 se debióen parte a la apertura del franquismo, pero también al endurecimiento de las condiciones políticas y socio-económicas en América Latina. Muchos de los editores y casas editorialesfundadas por inmigrantes y exiliados de la Guerra Civil Española regresaron a su país yretomaron allí sus proyectos editoriales. La industria editorial de Argentina perdió una parte importante de su público latinoamericano, aunque esto pudo ser cubierto

    parcialmente con la expansión del mercado interno, hacia el cual se dirigieron las energíaseditoriales con la edición de obras nacionales.47 La edición de las obras de Hannah Arendtfue entonces mayormente un ejercicio de traducción español, que de modo continuado fuedando a conocer sus trabajos, en una sucesión que no siempre respetaba las cronologías y

    44 Horacio Tarcus, ―‗Babel‘, revista de arte y crítica (1921 -1951)‖, La Hoja Latinoamericana, nº 84,Uppsala (Suecia): Centro de Estudios y Trabajo América Latina, Abril-junio 2003.45 Quiero mencionar aquí la difusión de esta autora por parte de dos importantes revistas de circulaciónlatinoamericana: la madrileñaRevista de Occidente y la colombianaEco. Revista de la Cultura deOccidente. Ambas tradujeron desde los años ‘60 varios artículos y capítulos de obras arendtianas, así comocomentarios sobre la misma.46 Los números entre paréntesis indican el año de la primera edición en idioma ―original‖, es decir en inglés. 47 Amelia Aguado, ―1956-1975: La consolidación del mercado interno‖, en Editores y polítcas editorialesen Argentina, 1880-2000, J. L. de Diego (dir.), Buenos Aires: FCE, 2006, pp. 125-162.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    19/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 19

    que frecuentemente parecía marcada por cierto reconocimeinto de los ―temas candentes‖

    del momento. Así,Sobre la violencia (1970) fue traducida ese mismo año por el editormexicano Joaquín Mortiz e incluida en la edición de 1973 de Taurus deCrisis de la

    república (1970) y en la reedición de 1974. La primera traducción de los ensayos biográficosWalter Benjamin; Bertolt Brecht; Hermann Broch; Rosa Luxemburgo (1968) apareció por Anagrama en 1971.48 Finalmente, también en 1974 son editadas enespañol sus dos obras mayores,Los orígenes del totalitarismo (1951) por Taurus, yLacondición humana (1958) por Seix Barral.49

    No es casual, entonces, el resurgimiento del interés por esta autora en las revistascoexistentesÍndice y Cuadernos de Índice, editadas por DAIA a través de su Centro de

    Estudios Sociales, y dirigidas respectivamente por Gregorio Faigón y Sergio Leonardo.50 Ambas se proponen como espacios dedicados a difundir trabajos de autores reconocidosacerca de las problemáticas referidas a la "cuestión judía", desde una perspectiva científicay enmarcada en las ―ciencias sociales‖.

    Índice publica en 1968 un reporte completo de la 7ª edición norteamericana deTheorigins of totalitarianism, en una sección destinada a ― …facilitar …al estudiosointeresado …trabajos clásicos en la materia, libros que… no son de muy frecuente hallazgo

    en bibliotecas y librerías ‖.51

    La ficha resalta los puntos centrales de la argumentaciónarendtiana: la relación de los judíos con los estados-nación europeos occidentales comoclave para la comprensión del antisemitismo moderno (Caso Dreyfus); la desintegración delos estados-nación y el surgimiento del imperialismo como base del estallido de la PrimeraGuerra y de las primeras manifestaciones políticas del antisemitismo moderno; yfinalmente la relación entre la movilización política de masas y el desarrollo de estrategiasde dominación total vía la propaganda, la policía y la política de expansión/ocupación

    territorial en Europa. La reseña, sin firma, rescata el epílogo original con el análisis de laRevolución Húngara de 1956, que más tarde sería publicado como un capítulo enSobre larevolución.

    48 La edición española completa de estos ensayos es de Gedisa,Hombres en tiempos de oscuridad, 1989.49 Los orígenes del totalitarismo fue reeditada por Alianza en tres volúmenes consecutivos entre 1982 y1987. Con un preciso sentido de las circunstancias y el ojo puesto en el mercado Iberoamericano, Alianzadecidió editar primero el Vol. III ―Totalitarianismo‖ (1982), que era el último de esta trilogía, y luego los dosrestantes, Vol. I ―Antisemitismo‖ (1985) y Vol. II ―Imperialismo‖ (1987). 50 DAIA es la organización que reúne a las instituciones de la comunidad judía-argentina y las representa políticamente.51 ―Fichas Bibliográficas: The origins of totalitarianism‖, Buenos Aires: DAIA, Año I, nº 2, abril 1968, pp.132-135.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    20/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 20

    En el mismo volumen se publica un artículo de Stanley Milgram —―La compulsióna hacer el mal: obediencia a órdenes criminales‖, p. 7 -15 — en el cual el autor desarrollaalgunos temas de su famosa investigación sobre los niveles de obediencia en situaciones

    límite desde una perspectiva psico-sociológica, y en el cual cita profusamente el libro sobreel juicio a Eichmann de Arendt, así como la polémica que le siguió, tomando partido porésta. El texto de Milgram resultó tan polémico que los editores deÍndice convocaron a unaMesa Redonda sobre el tema que fue publicada en el número siguiente.52 Ninguno de los participantes da cuenta del libro de Arendt reseñado, o del citado por Milgram. Entre lasreseñas publicadas, se apunta queÍndice ha realizado una selección de acuerdo a lo queconsideran ―son los de mayor interés‖ para su público (p. 135), construyendo al mismo

    tiempo un lector y una agenda de temas relevantes: aspectos sociológicos y psicológicosdel Holocausto , estudios sobre el antisemitismo, el racismo y los totalitarismos (nazi ycomunista), análisis de sus efectos sobre los comportamientos sociales, y las consecuenciasde la despersonalización burocrático-totalitaria sobre la responsabilidad colectiva eindividual. Reconocidos sociólogos argentinos como Sanchez Bustamante, Germani yMarsal son invitados a los debates que organiza la revista.

    Al año siguiente, la publicación ―hermana‖ Cuadernos de Índice presenta el

    artículo ―Las ideas raciales antes del racismo‖, una versión del capítulo VI de la 2 ª

    partedel libro sobre el totalitarismo de Arendt. El artículo es traducido directamente del inglés,aunque sin las notas al pie correspondientes. La presentación advierte además que los

    escritos de Arendt poseen un ― alcance inquietante…puede irritar, pero conduce

    forzosamente a la reflexión ‖.53 En este texto, las políticas imperialistas europeas de mediados del siglo XIX,

    particularmente inglesas, son articuladas por Arendt con el auge de las teorías racistas que

    circulaban desde comienzos del mismo siglo, evidenciando las implicancias políticas deldesarrollo de las corrientes del ―progreso indefinido‖ delpensamiento europeo. El artículo

    denuncia la utilidad política que las ideologías racistas prestaron a las naciones

    52 Tomado dePatterns of Prejudice, revista del Congreso Judío Mundial, diciembre de 1967. La mesa fuecoordinada por el Dr. León Pérez, miembro de la Comisión Directiva del CES y ex-Vicepresidente de DAIA,y contó con la participación de Catalina Wainerman (Centro de Investigaciones Sociales del InstitutoTorcuato Di Tella), el Dr. Isaac Goldenberg (Presidente de DAIA), el Dr. Juan Marsal (Director del Centrode Investigaciones Sociales del Instituto Torcuato DiTella), el Prof. Justino O‘Farrel (Profesor de la Facultadde Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires), y el Prof. Norberto Rodríguez Bustamante(Director del Instituto de Estudios Sociales y del Pensamiento Argentino de la Universidad de La Plata), op.cit., nº 3, agosto 1968, pp.20-41.53 Cuadernos de Índice, Buenos Aires: DAIA, nº 46, julio de 1969, pp. 14-32. Esta publicación seríacoexistente a la mencionadaÍndice.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    21/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 21

    imperialistas durante el siglo XIX. El racismo afirmaba la comunidad del origen biológicocomún (la raza) pero negaba la posibilidad de que la igualdad se fundara enconsideraciones de tipo político (el estatuto de ciudadanía), distinguiéndose así delnacionalismo tradicional y de las anteriores ―ideas raciales‖. Arendt resalta la distinción

    existente entre el ―racialismo/ideas raciales‖, entendido como un esquema de opiniones sin

    representación política basado en la idea difusa de la existencia de una jerarquía entre los

    pueblos en virtud de su ―progreso‖, y el ―racismo‖, entendido como la existencia de

    caracteres biológicos ―puros‖ que servirían como ―frontera sustituta‖ de la nación y cuya

    articulación con el imperialismo inglés y los modernos movimientos de masas daría comoresultado la experiencia moderna del totalitarismo. La traducción deCuadernos transpone

    las citas que Arendt realiza de otros autores sin las comillas y en itálicas, lo cual, junto a laausencia de las debidas notas al pie, reconfigura su argumentación y la enfoca en la críticaarendtiana a las políticas inglesas imperialistas. No se menciona ninguna referencia a la polémica que tenía lugar desde 1967 en torno al libro de Arendt sobre el juicio a Eichmannrealizado en Jerusalén.

    Apenas un año después, este texto ―de Arendt‖ es referido en el artículo de Israel

    Gutman reproducido porÍndice, titulado ―Eichmann en Jerusalén‖. 54 Gutman desarrolla

    allí los argumentos principales de la polémica ocasionada por la publicación del librohomónimo de Arendt, recuperando algunas de las posiciones más conocidas, como las deJacob Robinson y Gershom Scholem acerca de su ―falta de amor a Israel‖, su

    ―antisionismo trotskista‖, o su falta de respeto por algunos referentes de la comunidad

    judía centroeuropea.55 El cuestionamiento más fuerte de Gutman se refiere al argumentosostenido por Arendt acerca de la participación de los Jüdenräte en la selección de lasvíctimas del nazismo — que ya referí en el caso de la Glosa de Poliakov de 1952 — .

    Aunque otros estudiosos del tema, como Raoul Hilberg y Bruno Bettleheim, coincidían enlas críticas a las acciones de algunos reconocidos referentes de las comunidades europeo- judías en Amsterdam, Varsovia, Berlín y Budapest, ninguno de ellos es foco de la polémica, excepto Arendt.

    Otro de los puntos retomado por Gutman es la crítica arendtiana al propio proceso

    54 Op. cit, nº 6, agosto de 1969. El original, titulado ―Sinah Hatzmit Nusaj Arendt ‖ (Auto -odio estilo Arendt),fue publicado enYalkut Moreshet (Antología de la Herencia), vol 4, nº 6, Jerusalem, 1967, pp. 11-134.Gutman es un historiador, ex-presidente del Yad-Vashem, que ha publicado varios libros referidos a latemática del Holocausto. Agradezco a Silvia Schenkollewski-Kroll los datos acerca de la publicación originalde Gutman y la traducción del hebreo. 55 Enzo Traverso trata esta cuestión enLa historia desgarrada. Ensayo sobre Auschwitz y losintelectuales, Barcelona: Herder, 2001, pp. 79-109.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    22/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 22

    judicial. Arendt había modificado su posición respecto al mismo, desde el apoyo inicial ala captura y traslado a Israel hacia la crítica abierta de lo que leía como lainstrumentalización política del proceso por parte del gobierno israelí.56 Este

    reposicionamiento queda claro en su libro, organizadoen torno a los ―hechos objetivos‖ ya la presentación de la organización sistemática del exterminio, antes que en reflejar lostestimonios ofrecidos por las víctimas al Tribunal. Esta elección acerca de qué y cómo presentar es leída críticamente por Gutman en relación al otro argumento equívocoarendtiano, que es el de la ―banalidad del mal‖. Gutman lee en esta afirmación lo que

    tantos otros en el marco de dicha polémica: Arendt ofrecería así un escape a laresponsabilidad de Eichmann en los crímenes cometidos por el nazismo. El título en

    hebreo propone una interpretación para los argumentos de Arendt, referida a la idea del―auto-odio judío‖ , un tópico insistente desde la Segunda Posguerra relacionado con lacuestión de la lealtad grupal con el pueblo judío, la supervivencia post-Shoá y el apoyo alEstado de Israel.57 Gutman termina su nota reclamando a Arendt, como antes lo habíahecho Gershom Scholem, el reconocimiento a lo héroes anónimos de la resistencia judíacotidiana, y señalando su falta de empatía hacia el pueblo judío.

    Este artículo crítico, y ciertamente prejuicioso hacia su obra en general, cierra la

    posibilidad de una posterior recepción arendtiana en las revistas de la comunidad judía-argentina. La confluencia de la hegemonía sionista en las instituciones comunitarias y lasnuevas coyunturas del Estado de Israel desde 1970 coloca a Arendt fuera del espectro delegibilidad de este sector de lectores locales. Las traducciones de Arendt disponibles ya enestos años delinearán otras selecciones y recortes para su lectura ennuestros años setentas ,quizás no menos sorprendentes que las mencionadas.58

    Afinidades electivas: lecturas arendtianas de izquierda

    Durante las décadas de 1960 y 1970, la débil inserción estatal de los intelectuales

    56 Ver: Hannah Arendt and Karl Jaspers, op.cit., 1992, carta nº 274, pp. 414-415. 57 Susan A. Glenn, ―The Vogue of Jewish Self -Hatred in Post-World War II America‖, Jewish SocialStudies, Volume 12, nº 3, Spring/Summer 2006, pp. 95-136.58 En coincidencia con otros autores, Héctor Schmucler afirma que“… podríamos decir que los setenta sonlos años en los que terminan los sesenta ‖. Quizás también puedan pensarse los ―setenta‖ como la brechadonde los ―ochenta‖ pudieron germinar, con toda su carga de aprendizajes forzados por el exilio y la muerte.Ver: José Luis de Diego, ―Introducción‖, en ¿Quién de nosotros escribirá el Facundo? Intelectuales yescritores en Argentina (1970-1986), La Plata: Ediciones Al Margen, 2001.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    23/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 23

    les permitió actuar políticamente con la autonomía necesaria para relacionar sus prácticasintelectuales con sus posicionamientos políticos.59 Bajo el impacto de la RevoluciónCubana de 1959, la década de 1960 es recordada por muchas razones: promesas

    revolucionarias, democracias inestables, magnicidios y movilizaciones sociales. EnArgentina, bajo la sombra de un golpe encubierto, de una elección con proscripciones y dela intensificación de la violencia estatal sobre los activistas políticos y las organizacionessociales, diversas agrupaciones y corrientes intelectuales intentaban poner palabras a sus proyectos de cambio social. Menos notorio, 1963 es también el año en el que aparece publicado en nuestro país un primer comentario analítico sobreLa condición humana deArendt.

    El artículo que el teólogo metodista uruguayo Julio de Santa Ana dedica a esta obra —―Reflexiones sobre el sentido de la acción cristiana en América Latina. A propósito de

    un libro de Hannah Arendt‖— aparece en la revista rioplatenseCristianismo ySociedad.60 Editada por Tierra Nueva, perteneciente al Secretariado Rioplatense deEstudios Cristianos ―Iglesia y Sociedad en América Latina‖ (ISAL), la revista fue

    publicada regularmente entre 1963 y 1989. De vocación ecuménica pero con mayoría de protestantes-evangélicos, su director y editor hasta mediados de 1960 fue de Santa Ana, y

    contaba entre sus miembros a otros reconocidos teólogos protestantes y católicos. 61

    El artículo trae a la luz la aproximación arendtiana a Marx y al existencialismo de

    Karl Jaspers.62 En esta lectura se hacen visibles también sus lazos con la teología cristiana,algo no reconocido entre sus lectores anteriores.63 De Santa Ana recupera el abordajefenomenológico de las actividades humanas realizado por Arendt — trabajo , obra y

    acción — a fin de indagar en el sentido de una ―acción cristiana‖ en el mundo, a favor deldesarrollo de las potencialidades humanas y en oposición a la alienación consumista de la

    59 Ver: Silvia Sigal,Intelectuales y poder en la década del sesenta, Buenos Aires: Puntosur, 1991; y OscarTerán,Nuestros años sesenta. La formación de la nueva izquierda intelectual en la Argentina, 1956-1966, Buenos Aires: Puntosur, 1991.60 Montevideo-Buenos Aires: ISAL, Año I, nº 1, 19 de febrero de 1963, pp. 36-48. De Santa Ana se basa enla versión francesa (Calmann-Levy, 1961). La edición original es de 1958 (University of Chicago Press). DeSanta Ana se doctoró en esos años en la Facultad de Teología Protestante de la Universidad de Estrasburgo(Alemania). Agradezco la información sobre la trayectoria de de Santa Ana y de ISAL a la amabilidad de Néstor Míguez (entrevista realizada en 2006).61 Entre los más destacados: José Míguez Bonino, Rubem Alves, Gustavo Gutiérrez y Hugo Assmann.62 De Santa Ana cita fragmentos de los capítulos II —el punto 9: ―Lo social y lo privado‖— a V —―Acción‖. 63 Arendt había realizado estudios en el área de Teología con el teólogo protestante Rudolf Bultmann. Si biensu Tesis sobre Agustín no observa un punto vista teológico, sus fuentes son obviamente las de la teologíacristiana.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    24/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 24

    cultura capitalista contemporánea.64 Sin dudas, esta interpretación del texto arendtiano se encuentra comprendida en

    aquellos capítulos que de Santa Ana trata con mayor profundidad, pero su lectura plantea

    algunas paradojas. Anticipando formulaciones de la posterior Teología de la Liberación, dela cual tanto de Santa Ana como el resto de los teólogos protestantes participaránactivamente, el artículo comienza ya en el propio título arriesgando la posibilidad de una

    ―reflexión‖, una vuelta crítica sobre lo que se entiende por ―acción cristiana‖, es decir el

    modo de intervenir mundanamente desde la perspectiva cristiana, y la vincula con una

    especifidad histórico social: ―América Latina‖. Estos tres elementos son relacionados con

    aquellos que el autor considera centrales de la posición arendtiana: laacción , su carácter

    dialógico fundado en el poder revelador de la palabra, y la constitución de un mundocomún o interés , un lazo de relaciones entre los hombres. Es dentro de este marcointerpretativo que de Santa Ana postula situar el ―sentido de la acción‖, anclándola en la―contemporaneidad de la fe cristiana y de sus manifestaciones‖. (p. 39 -40)

    Remarca también que la acción cristiana ―no es una bella acción‖ sino que debe

    comprometerse en recuperar el vínculo que une a los hombres entre sí y con el mundo quehabitan — dañado por la alienación de la sociedad de consumo y producción — , así como

    con Dios, a través del servicio y la ―obediencia‖ a su ―voluntad redentora‖. Esta redencióno renovación por la fe contiene una ―dimensión revolucionaria‖ que se opone alconformismo y se manifiesta en la acción. (48) La crítica que de Santa Ana eleva contraalgunas formas de la efectuación de la fe en América Latina, anticipa algunos temasrecurrentes en la Teología de la Liberación desde 1966: la importancia de la acciónmundana desde la fe (evangelización liberadora), la opción o compromiso por los pobres, yla confluencia creciente de fe y política en la práctica.65

    Resulta sugestivo el ―olvido‖ del tratamiento arendtiano de los temas del perdón yla promesa como facultades que, a partir del cristianismo y en particular de la figura deJesús de Nazareth, ponen límites al carácter indeterminado la acción, y que Arendt

    64 De Santa Ana no utiliza la traducción canónica al español de las esferas de la condición humana (labor,trabajo y acción), sino que las traduce atendiendo a los sentidos más usados de esos conceptos en nuestroidioma.65 El Concilio Vaticano II, que fundamenta las vocaciones ecuménicas en América Latina, data de 1959. Losotros dos hitos de la ―fundación‖ de la Teología de la Liberación son posteriores — Documento del Obispo H.Câmara en 1967 (Brasil), y Conferencia Episcopal Latinoamericana/CELAM de Medellín en 1968. El ISALreconoce un antecedente a estas posiciones en el Encuentro realizado en Ginebra en 1960. Ver: MercedesMoyano, ―La Iglesia argentina en la década del 60‖, en Historia General de la Iglesia en América Latina:Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), Tomo IX, Joaquín Carregal (Coord.), Salamanca:CEHILA/Editorial Sígueme, 1994, pp. 529-540; Miguel Alba, ―Apéndice: El protestantismo en el Cono Sur‖,íbidem, pp. 600-614.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    25/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 25

    desarrolla en el mismo Capítulo V. El autor del artículo tampoco menciona el lugar centralque Arendt otorga a la esfera pública/política, espacio propio de la acción donde el diálogotoma forma agonal, y cuyo fin es establecer un mundo humano y libre. Si bien de Santa

    Ana habla de libertad, de comunidad, contrato social y cultura, de―acción dialógica‖,menciona incluso la distinción público/privado y el lugar de la política en la antigüedad,cuando se refiere a la política en la contemporaneidad latinoamericana menciona la

    ―desconfianza‖ y el ―lenguaje equívoco de la ambigüedad‖. Pro ducto de la―despersonalización‖ y el ―conformismo‖ de ―la cultura de masas‖ , de la ―alienación de sus

    circunstancias‖ o de la estéril proyección hacia ―un provenir utópico‖, la política

    latinoamericana no tiene mucho para ofrecer a los cristianos. El ―aquí y ahora‖ deben

    ocupar el centro de la escena, pero desde la fe en ―un Cristo viviente‖ y el desapego de las

    ―posiciones respetables‖, desde la iconoclastía de una autenticidad que devuelva al hombre

    a su humanidad y completud desalienadas, liberadas. En todo caso, este llamado al diálogoy a la modificación de las conciencias fue seguido de diversos artículos que leían desde el

    marxismo el camino latinoamericano hacia la liberación nacional y socialista ―de todo el

    pueblo‖, sin dejar de apelar a esa auton omía de la posición teológica respecto del ordenmundano.66

    En un contexto ya casi totalmente ocupado por la violencia de las coyunturaslocales e internacionales, el llamado arendtiano a favor de la protección y revalorización deun espacio público de debate comprometido con la libertad y la responsabilidad colectivasestaba destinado a caer en el olvido, y de hecho Arendt no volvió a ser mencionada en larevista. En 1974, tras el golpe militar en Chile, la revista da un giro de timón hacia el temade los derechos humanos, expresa su preocupación por la violencia social y política en laregión, y señala la pérdida de eficacia de las formas de organización de la lucha política

    precedentes, sin mencionar sus formas específicas. Ya es evidente la carga de violenciadesatada en la región, así como sus efectos desmovilizadores. Esta anticipación es seguida

    por un giro todavía más marcado desde 1975, cuando presentan ― una serie de Estudiossobre Cristología‖ y ―religiosidad popular‖, con textos de Leonardo Boff, Julio Barreiro y

    Míguez Bonino.

    Notas finales para el voluntarismo hermenéutico

    66 Ver Cristianismo y Sociedad, op. cit., nº 5, 1964; nº 12, 1966; nº 37, 1973.

  • 8/19/2019 C. Bacci. La Fortuna Argentina de Hannah Arendt

    26/29

    Políticas de la Memoria , Buenos Aires, nº 8/9, verano 2008, pp. 111-121. 26

    Al final de esta serie inicial de las lecturas arendtianas en Argentina se

    encuentra una última rareza editorial: la traducción y publicación del ensayo ―Una heroína

    de la revolución‖ dedicado a Rosa Luxemburg en el libro El desafío de Rosa Luxemburgo ,una compilación de artículos dedicados a esta política y pensadora de la izquierdarevolucionaria alemana editado por Editorial Proceso en 1972.67 Esta es una reseña sobrela biografía de Luxemburg escrita por John Peter Nettl y levantada de la revista francesaPreuves.68 Sin indicaciones acerca de los/as responsables de la compilación, el artículo deArendt se encuentra acompañado por reconocidos intelectuales marxistas como DanielBensaid, Michel Loewy (sic), Paul Sweezy, junto a las más obvias compañías de Lenin y

    Trotsky. Una parte importante de los textos reproducidos provenían de otra revistafrancesa,Partisans, publicada durante la década del ‘60 por el legendario editor FrançoisMáspero.

    El artículo de Arendt recuperaba la crítica realizada por Luxemburg al rolconservador de los partidos revolucionarios, a la cual Arendt sumaba su propia crítica a lainstrumentalización y perpetuación de la violencia en los procesos revolucionarios. Elconjunto de los artículos resulta extraño por esa asociación entre el marxismo francés

    crítico hacia el Partido Comunista Francés y el anti-estalinismo norteamericano, dejando alos autores en una fina línea de legibilidad. En el caso de Arendt, podría decirse que era losuficientemente crítica para ser admitida por cierto marxismo aunque no como para sertomada en serio por el grueso de los intelectuales marxistas locales más reconocidos delmomento. Salvo estas raras lecturas desde los márgenes de la izquierda argentina de laépoca, Arendt era una autora ilegible en ese contexto de radicalización política y social.Sin embargo, merece destacarse que si la izquierda la leyó apenas marginalmente, el

    liberalismo ―democrático‖ de la época no parece haber tenido la más mínima curiosidad por sus obras, a pesar de una supuesta mayor afinidad teórica. Las afinidades, como en l anovela de Goethe, resultan más propicias entre los elementos más disímiles antes que entrelos más próximos.

    El 7 de diciembre de 1975, apenas dos días después de su fallecimiento, el

    67 Una versión ligeramente diferente del artículo de Arendt sobre Luxemburg se había publicado en el citadolibro de ensayos de la editorial catalana Anagrama (1971).68 Esta editorial había publicado el libro de Gregorio Bermann ―La crisis argentina‖ (1 965), y luego lacompilación de ensayos sobre ―La guerra de España‖ con textos de Ernest Hemingway entre otros (1973).Preuves era una revista francesa ligada al Congreso por la Libertad de la Cultura, organización h