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HARVARD UNIVERSITY Center on the Developing Child NOTAS BREVES Funciones Ejecutivas: Habilidades para la Vida y el Aprendizaje Investigaciones sobre el desarrollo cerebral nos muestran que las experiencias de la infancia temprana conforman los cimientos de una futura mano de obra calificada, una sociedad responsable y una economía próspera. Nuevas pruebas han identificado un conjunto de habilidades que son esenciales para el rendimiento escolar, para la preparación y la capacidad de adaptación de nuestra fuerza laboral futura, y para evitar una amplia gama de problemas de salud de la población. En el cerebro, la capacidad de retener y trabajar con la información, la concentración, la filtración de distractores y la capacidad de cambio es como un aeropuerto que tiene un sistema de control del tráfico aéreo altamente eficaz capaz de gestionar las llegadas y salidas de docenas de aviones en múltiples pistas. Los científicos se refieren a estas capacidades como de función ejecutiva y de autorregulación – un conjunto de habilidades que se basan en tres tipos de funciones cerebrales: la memoria de trabajo, la flexibilidad mental y el autocontrol-. Los niños no nacen con estas habilidades, tan solo nacen con el potencial de desarrollarlos. La gama completa de capacidades sigue creciendo y madurando 1 Una serie de resúmenes breves de los principales hallazgos de las publicaciones científicas recientes y las presentaciones realizadas por el Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard. 2 a través de los años de la adolescencia y la edad adulta temprana. Para asegurar que los niños desarrollen estas capacidades, es útil entender cómo la calidad de las interacciones y experiencias que nuestras comunidades ofrecen para ellos fortalecen o debilitan estas habilidades emergentes. Cuando los niños han tenido la oportunidad de desarrollar las habilidades de función ejecutiva y de autorregulación con éxito, tanto los individuos como la sociedad experimentan sus beneficios a lo largo de la vida. Rendimiento Escolar – Las habilidades de función ejecutiva ayudan al niño a recordar y seguir instrucciones complejas, evitar distracciones, controlar respuestas precipitadas, adaptarse cuando las reglas cambian, persistir en la resolución de problemas y manejar tareas de largo plazo. Para la sociedad, el resultado es una población mejor educada capaz de responder a los desafíos del siglo 21. Conductas Positivas – Las funciones ejecutivas ayudan a los niños a desarrollar habilidades de trabajo en equipo, liderazgo, toma de decisiones, trabajo orientado a metas, pensamiento crítico, adaptabilidad, además de la capacidad de conciencia de sus propias emociones así como las emociones de otros. Para la sociedad, el resultado es una comunidad más estable, reducción del crimen y mayor cohesión social. 3 Las habilidades de función ejecutiva se forman hasta la adultez temprana Edad Dominio de las habilidades de función ejecutiva Fuente: Weintraub et al. (Enviadopara publicación) Las pruebas que miden las diferentes habilidades de función ejecutiva indican que comienzan a desarrollarse poco después del nacimiento, con una ventana de los 3 a 5 años de crecimiento dramático. El desarrollo continúa a lo largo de la adolescencia y la edad adulta temprana. Buena Salud –Las habilidades de función ejecutiva ayudan a la gente a tomar decisiones más ventajosas en cuando a su nutrición y actividad física; a resistir la presión de tomar riesgos, probar drogas o tener relaciones sexuales sin protección; y a ser más consientes de la seguridad propia así como la de los hijos. Tener una buena función ejecutiva prepara nuestros sistemas biológicos y habilidades de afrontamiento para responder al estrés. Para la sociedad, el resultado es una población más sana, una fuerza de trabajo más productiva y costos de atención de salud reducidos. Trabajo exitoso –Las habilidades de función ejecutiva incrementan nuestro potencial para el éxito económico porque estamos mejor organizados, capaces de resolver problemas que requieren planificación así como para adaptarse a circunstancias cambiantes. Para la sociedad, el resultado es una mayor prosperidad gracias a una fuerza de trabajo innovadora, competente y flexible. Los factores críticos en el desarrollo de una base sólida para estas habilidades esenciales son las interrelaciones infantiles, las actividades en las que tienen oportunidad de participar y los lugares donde viven, aprenden y juegan. Relaciones –Los niños se desarrollan en un entorno de relaciones. Esto comienza en el hogar y se extiende a los cuidadores, maestros, profesionales de salud y de servicios, padres adoptivos y compañeros. Los niños probablemente
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Breves: Funciones Ejecutivas, Habilidades para el Aprendizaje y la Vida; In-brief: Executive Function, Skills for Life and Learning

May 13, 2015

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Health & Medicine

Notas breves: Funciones Ejecutivas, Habilidades para el Aprendizaje y la Vida; InBrief: Executive Function, Skills for Life and Learning
Autor: Center on the Developing Child - Harvard University
Idioma: español - english (traducción no autorizada solo para fines didácticos)
Tema: psicología, neurodesarrollo, neurociencias, desarrollo, infantil, primera infancia, salud, principios, vida, aprendizaje, función ejecutiva, habilidades, psychology, neurodevelopment, neurosciences, development, child, early childhood, health, mental, foundations, lifespan, executive function, skills, learning
Material utilizado en catedras de la Universidad Continental de Huancayo - Perú (www.continental.edu.pe)
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Page 1: Breves: Funciones Ejecutivas, Habilidades para el Aprendizaje y la Vida; In-brief: Executive Function, Skills for Life and Learning

HARVARD UNIVERSITY

Center on theDevelopingChild

NOTAS BREVES

Funciones Ejecutivas: Habilidades para la Viday el Aprendizaje

Investigaciones sobre el desarrollo cerebral nos muestran que las experiencias de la

infancia temprana conforman los cimientos de una futura mano de obra calificada, una

sociedad responsable y una economía próspera. Nuevas pruebas han identificado un

conjunto de habilidades que son esenciales para el rendimiento escolar, para la preparación y la

capacidad de adaptación de nuestra fuerza laboral futura, y para evitar una amplia gama de

problemas de salud de la población.

En el cerebro, la capacidad de retener y

trabajar con la información, la concentración,

la filtración de distractores y la capacidad de

cambio es como un aeropuerto que tiene un

sistema de control del tráfico aéreo

altamente eficaz capaz de gestionar las

llegadas y salidas de docenas de aviones en

múltiples pistas. Los científicos se refieren a

estas capacidades como de función

ejecutiva y de autorregulación – un conjunto

de habilidades que se basan en tres tipos de

funciones cerebrales: la memoria de trabajo,

la flexibilidad mental y el autocontrol-. Los

niños no nacen con estas habilidades, tan

solo nacen con el potencial de

desarrollarlos. La gama completa de

capacidades sigue creciendo y madurando

1

Una serie de resúmenes

breves de los principales

hallazgos de las

publicaciones científicas

recientes y las

presentaciones

realizadas por el Centro

de Desarrollo Infantil de

la Universidad de

Harvard.

2

a través de los años de la adolescencia y la

edad adulta temprana. Para asegurar que los niños

desarrollen estas capacidades, es útil entender cómo la

calidad de las interacciones y experiencias que nuestras

comunidades ofrecen para ellos fortalecen o debilitan

estas habilidades emergentes.

Cuando los niños han tenido la oportunidad de

desarrollar las habilidades de función ejecutiva

y de autorregulación con éxito, tanto los individuos

como la sociedad experimentan sus beneficios a lo

largo de la vida.

•Rendimiento Escolar – Las habilidades de función

ejecutiva ayudan al niño a recordar y seguir

instrucciones complejas, evitar distracciones, controlar

respuestas precipitadas, adaptarse cuando las reglas

cambian, persistir en la resolución de problemas y

manejar tareas de largo plazo. Para la sociedad, el

resultado es una población mejor educada capaz de

responder a los desafíos del siglo 21.

•Conductas Positivas – Las funciones ejecutivas

ayudan a los niños a desarrollar habilidades de trabajo

en equipo, liderazgo, toma de decisiones, trabajo

orientado a metas, pensamiento crítico, adaptabilidad,

además de la capacidad de conciencia de sus propias

emociones así como las emociones de otros. Para la

sociedad, el resultado es una comunidad más estable,

reducción del crimen y mayor cohesión social.

3Las habilidades de función ejecutiva se forman hasta la adultez temprana

Edad

Do

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Fuente: Weintraubet al. (Enviado para publicación)

Las pruebas que miden las diferentes habilidades de función ejecutiva indican que comienzan a

desarrollarse poco después del nacimiento, con una ventana de los 3 a 5 años de crecimiento

dramático. El desarrollocontinúa a lo largo de la adolescenciay laedadadulta temprana.

•Buena Salud –Las habilidades de función ejecutiva

ayudan a la gente a tomar decisiones más ventajosas en

cuando a su nutrición y actividad física; a resistir la presión

de tomar riesgos, probar drogas o tener relaciones

sexuales sin protección; y a ser más consientes de la

seguridad propia así como la de los hijos. Tener una

buena función ejecutiva prepara nuestros sistemas

biológicos y habilidades de afrontamiento para responder

al estrés. Para la sociedad, el resultado es una población

más sana, una fuerza de trabajo más productiva y costos

de atención de salud reducidos.

• Trabajo exitoso –Las habilidades de función ejecutiva

incrementan nuestro potencial para el éxito económico

porque estamos mejor organizados, capaces de resolver

problemas que requieren planificación así como para

adaptarse a circunstancias cambiantes. Para la sociedad,

el resultado es una mayor prosperidad gracias a una

fuerza de trabajo innovadora, competente y flexible.

Los factores críticos en el desarrollo de una base

sólida para estas habilidades esenciales son las

interrelaciones infantiles, las actividades en las que

tienen oportunidad de participar y los lugares donde

viven, aprenden y juegan.

Relaciones–Los niños se desarrollan en un entorno de

relaciones. Esto comienza en el hogar y se extiende a los

cuidadores, maestros, profesionales de salud y de servicios,

padres adoptivos y compañeros. Los niños probablemente

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IMPLICANCIAS POLÍTICAS

• Los esfuerzos para apoyar el desarrollo de estas habilidades se merecen mucha más atención en el diseño de

programas de cuidado y educación infantil. Las políticas que hacen hincapié en la alfabetización por sí sola podrían

aumentar su eficacia mediante la inclusión de la atención debida al desarrollo de habilidades de función ejecutiva.

• Los profesores de niños pequeños estarían mejor preparados para comprender y abordar problemas de

comportamiento y aprendizaje en las aulas si tuvieran la formación profesional suficiente en el desarrollo de las

habilidades de función ejecutiva. Los profesores son a menudo los primeros en reconocer problemas serios en la

capacidad del niño para controlar sus impulsos, orientar la atención, organizarse y seguir instrucciones. Las

consecuencias de etiquetar incorrectamente estos problemas como “mal comportamiento” pueden dar lugar a un salón

de clases altamente perturbado, expulsiones evitables o el uso inadecuado de medicamentos psicotrópicos.

•Para los niños pequeños que enfrentan adversidades serias, las políticas que combinan la atención a la función ejecutiva

y la reducción de las fuentes de estrés perjudicial mejorarían las posibilidades de éxito en la escuela y más tarde en la

vida. Las condiciones adversas tales como el abuso, el abandono, la violencia social y la pobreza persistente pueden

alterar la arquitectura del cerebro y colocar a los niños en situación de desventaja con respecto al desarrollo de sus

habilidades de función ejecutiva. Las lecciones aprendidas de las intervenciones que han fomentado exitosamente estas

habilidades tienen una promesa considerable para su incorporación en las visitas a domicilio, educación de los padres y

programas de apoyo familiar.

• Los cuidadores adultos necesitan tener estas habilidades con el fin de apoyar el desarrollo en los niños. Programas tales

como la capacitación laboral que construyen deliberadamente la función ejecutiva y las capacidades de autorregulación

en los cuidadores adultos no sólo ayudan a su seguridad económica, sino que también mejoran su capacidad de

modelar y apoyar estas habilidades en los niños.

Para obtener más información, consulte “Building the Brain’s ‘Air Traffic Control’ System: How Early Experiences Shape the Development

of Executive Function” y la serie de Documentos de Trabajo del Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de Harvard.

www.developingchild.harvard.edu/resources/

desarrollen habilidades de función ejecutiva eficaces si los

adultos importantes en sus vidas son capaces de:

• Apoyar sus esfuerzos y Modelar sus habilidades;

• Participar en actividades que ponen en práctica estas

habilidades;

• Proveer una presencia consistente y confiable en quién

los niños puedan confiar;

•Guiarlos desde la completa dependencia en los adultos

hacia una gradual independencia; y

• Protegerlos del caos, la violencia y la adversidad

crónica, ya que el estrés tóxico causado por estos

entornos altera los circuitos cerebrales necesarios para

la función ejecutiva y desencadena impulsividad como el

comportamiento “actúa-ahora, piensa-después”.

Actividades–Construir estas habilidades en niños

pequeños requiere de una comunidad y cuidadores que

provean y apoyen experiencias que promuevan un

desarrollo emocional, social, cognitivo y físico amplios,

incluyendo un rango de estrategias que:

•Reduzcan el estrés en la vida de los niños, tanto para

abordar su causa así como para ayudarles a lidiar con él

en compañía de adultos competentes y serenos;

• Fomenten las relaciones sociales y el juego creativo,

con el apoyo de los adultos;

• Incorporen el ejercicio físico vigoroso en las actividades

diarias, el cual ha demostrado tener efectos positivos en

los niveles de estrés, las habilidades sociales y el

desarrollo cerebral;

• Incrementen la complejidad de las habilidades paso a

paso buscando la “zona” de desafío en cada niño sin el

riesgo de frustrarlo; e

• Incluyan la práctica repetida de habilidades a través del

tiempo mediante la creación de oportunidades para que

los niños aprendan en presencia de mentores de apoyo

y compañeros.

Lugares–El hogar y otros entornos donde los niños

pasan la mayor parte de su tiempo deben:

• Sentirse (y ser) seguros;

• Proporcionar un espacio para la creatividad, la

exploración y el ejercicio;

• Ser económica y socialmente estable con el fin de

reducir la ansiedad y el estrés que viene con la

incertidumbre o el miedo.

Si los niños no obtienen lo que necesitan de sus

relaciones con los adultos y las condiciones de

su entorno, -o (peor) si esas influencias son las

fuentes de su estrés perjudicial-el desarrollo de sus

habilidades puede verse seriamente retrasadas o

incluso detenidas. Dicho esto, la ciencia demuestra que

hay oportunidades a lo largo del desarrollo del individuo

para proporcionar a los niños, a los adolescentes y a los

adultos que cuidan de ellos, de relaciones, entornos y

actividades de desarrollo de habilidades que mejorarán

sus capacidades de función ejecutiva. Pero, resulta más

fácil, menos costoso y más eficaz realizarlo al principio.

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Center on the DevelopingChildHARVARD UNIVERSITY

www.developingchild.harvard.edu

ALSO IN THIS SERIES:

INBRIEF: The Science of Early Childhood Development

INBRIEF: The Impact of Early Adversity on Brain Development

INBRIEF: Early Childhood Program Effectiveness

INBRIEF: The Foundations of Lifelong Health

INBRIEF: Early Childhood Mental Health

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Page 3: Breves: Funciones Ejecutivas, Habilidades para el Aprendizaje y la Vida; In-brief: Executive Function, Skills for Life and Learning

In the brain, the ability to hold onto and work with information, focus thinking, filter distractions, and switch gears is like an airport having a highly effective air traffic control system to manage the arrivals and departures of dozens of planes on multiple runways. Scientists refer to these capacities as executive function and self-regulation—a set of skills that relies on three types of brain function: working memory, mental flexibility, and self-control.Children aren’t born with these skills—they are born with the potential to develop them. The full range of abilities continues to grow and mature through the teen years and into early adulthood. To ensure that children develop these capacities, it’s helpful to understand how the quality of the interactions and experiences that our communities provide for them either strengthens or undermines these emerging skills.

1 When children have had opportunities to develop executive function and self-regulation

skills successfully, both individuals and society experience lifelong benefits.

l School Achievement—Executive function skills help children remember and follow multi-step instructions, avoid distractions, control rash responses, adjust when rules change, persist at problem solving, and manage long-term assignments. For society, the outcome is a better-educated population capable of meeting the challenges of the 21st century.

l Positive Behaviors—Executive functions help children develop skills of teamwork, leadership, decision-making, working toward goals, critical thinking, adaptability, and being aware of our own emotions as well as those of others. For society, the outcome is more stable communities, reductions in crime, and greater social cohesion.

l Good Health—Executive function skills help people make more positive choices about nutrition and exercise; to resist pressure to take risks, try drugs, or

have unprotected sex; and to be more conscious of safety for ourselves and our children. Having good executive function primes our biological systems and coping skills to respond well to stress. For society, the outcome is a healthier population, a more productive workforce, and reduced health care costs.

l Successful Work—Executive function skills increase our potential for economic success because we are better organized, able to solve problems that require planning, and prepared to adjust to changing circumstances. For society, the outcome is greater prosperity due to an innovative, competent, and flexible workforce.

2 The critical factors in developing a strong foundation for these essential skills are chil-

dren’s relationships, the activities they have oppor-tunities to engage in, and the places in which they live, learn, and play.

Relationships—Children develop in an environment of relationships. This starts in the home and extends to caregivers, teachers, medical and human services professionals, foster parents, and peers. Children are more likely to build effective executive function skills if the important adults in their lives are able to:l Support their efforts;l Model the skills;

I N B R I E F |

Research on the developing brain shows us that early childhood experiences build the foundation for a skilled workforce, a responsible community, and a thriving economy. A new evidence base has identified a set of skills that are essential for school achievement, for the preparation and adaptability of our future workforce, and for avoiding a wide range of population health problems.

A series of brief summaries of essential findings from recent scientific publications and presentations by the Center on the Developing Child at Harvard University.

Tests measuring different forms of executive function skills indicate that they begin to develop shortly after birth, with ages 3 to 5 a window of opportunity for dramatic growth in these skills. Development continues throughout adolescence and early adulthood.

E X E C U T I V E F U N C T I O N : S K I L L S F O R L I F E

A N D L E A R N I N G

Page 4: Breves: Funciones Ejecutivas, Habilidades para el Aprendizaje y la Vida; In-brief: Executive Function, Skills for Life and Learning

l Engage in activities in which they practice the skills;l Provide a consistent, reliable presence that young

children can trust; l Guide them from complete dependence on adults

to gradual independence; and l Protect them from chaos, violence, and chronic

adversity, because toxic stress caused by these environments disrupts the brain circuits required for executive functioning and triggers impulsive, “act-now-think-later” behavior.

Activities—Building these abilities in young children requires communities and caregivers to provide and support experiences that promote emotional, social, cognitive, and physical development broadly, includ-ing a range of strategies that:l Reduce stress in children’s lives, both by addressing

its source and helping them learn how to cope with it in the company of competent, calming adults;

l Foster social connection and open-ended creative play, supported by adults;

l Incorporate vigorous physical exercise into daily activities, which has been shown to positively affect stress levels, social skills, and brain development;

l Increase the complexity of skills step-by-step by

finding each child’s “zone” of being challenged but not frustrated; and

l Include repeated practice of skills over time by setting up opportunities for children to learn in the presence of supportive mentors and peers.

Places—The home and other environments where children spend most of their time must: l Feel (and be) safe;l Provide space for creativity, exploration, and exercise; l Be economically and socially stable in order to

reduce the anxiety and stress that come with uncertainty or fear.

3 If children do not get what they need from their relationships with adults and the conditions in

their environments—or (worse) if those influences are sources of toxic stress— their skill development can be seriously delayed or impaired. That said, science shows that there are opportunities throughout develop-ment to provide children, adolescents, and the adults who care for them with the relationships, environments, and skill-building activities that will enhance their ex-ecutive function capacities. It’s just easier, less costly, and more effective to get them right from the start.

The authors gratefully acknowledge the contributions of the National Governors Association Center for Best Practices and the National Conference of State Legislatures.

POLICY IMPLICATIONSl Efforts to support the development of these skills deserve much greater attention in the design of

early care and education programs. Policies that emphasize literacy instruction alone could increase their effectiveness by including attention to the development of executive function skills.

l Teachers of young children would be better equipped to understand and address behavioral and learn-ing challenges in their classrooms if they had professional training in the development of executive function skills. Teachers are often the first to recognize serious problems with a child’s ability to control impulses, focus attention, stay organized, and follow instructions. The consequences of mislabeling these problems as “bad behavior” can lead to a highly disrupted classroom, preventable expulsions, or the inappropriate use of psychotropic medications.

l For young children facing serious adversity, policies that combine attention to executive function and reducing the sources of toxic stress would improve the likelihood of success in school and later in life. Adverse conditions such as abuse, neglect, community violence, and persistent poverty can disrupt brain architecture and place children at a disadvantage with regard to the development of their executive func-tion skills. Lessons learned from interventions that have successfully fostered these skills hold consider-able promise for incorporation into home visiting, parent education, and family support programs.

l Adult caregivers need to have these skills in order to support their development in children. Programs such as job-skills training that intentionally build executive function and self-regulation capacities in adult caregivers not only help them become more economically secure, but they also enhance their ability to model and support these skills in children.

For more information, see “Building the Brain’s ‘Air Traffic Control’ System: How Early Experiences Shape the Development of Executive Function” and the Working Paper series from the Center on the Developing Child at Harvard University.www.developingchild.harvard.edu/resources/

ALSO IN THIS SERIES:INBRIEF: The Science of Early Childhood DevelopmentINBRIEF: The Impact of Early Adversity on Brain DevelopmentINBRIEF: Early Childhood Program EffectivenessINBRIEF: The Foundations of Lifelong HealthINBRIEF: Early Childhood Mental Health

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