BREVE HISTORIA DE LA REVOLUCIN CUBANA [*]Arnaldo Silva Len
[**]
Palabras introductorias.
Breve historia de la Revolucin Cubana no tiene pretensiones
eruditas ni est concebido para un crculo reducido de especialistas
en el tema; por el contrario, su intencin es dar a conocer al mayor
nmero posible de personas uno de los acontecimientos ms relevantes
del siglo XX : La Revolucin Cubana.
No se trata de un libro de texto aunque pudiera satisfacer esos
fines, sino de una obra de divulgacin popular; pero pensada y
escrita con el rigor que el oficio exige. Se ha evitado abrumar al
lector con hechos, cifras y nombres; se ha acudido solo a aquellos
que resultan indispensables. Sin embargo, la obra contiene muchos
juicios y valoraciones que permiten a sus estudiosos familiarizarse
no solo con lo ocurrido sino tambin con causas y consecuencias.
Revolucionarios cubanos entrando en La Habana (1959)
El libro aun con las limitaciones de su brevedadse propone el
tratamiento de un conjunto de tesis que son su razn de ser, tales
como:
La Revolucin Cubana es el resultado de una necesidad histrica,
de honda raz nacional y popular, con independencia de la influencia
de un conjunto de factores externos que aceleraron y matizaron el
proceso mismo de la Revolucin.
El pueblo ha sido y es el poder real de la Revolucin, su sujeto
principal, lo cual ha formado
parte esencial del pensamiento poltico de su mximo dirigente:
Fidel Castro, quien, en su discurso del 8 de enero de 1959, durante
su entrada triunfal a La Habana, seal: "Pero quin gan la guerra? El
pueblo. El pueblo gan la guerra. Esta guerra no la gan nadie ms que
el pueblo. Y lo digo por si alguien cree que la gan l, o por si
alguna tropa cree que la gan ella. Y por tanto, antes que nada, el
pueblo". [1]
En Cuba, los objetivos de la liberacin nacional y social estaban
estrechamente unidos desde mucho antes del primero de enero de
1959. Socialismo e independencia nacional eran inseparables; as lo
percibieron ya, desde las dcadas del 20 y del 30, hombres de la
talla de Julio Antonio Mella, Rubn Martnez Villena y Antonio
Guiteras. La Revolucin Cubana ha confirmado esta tesis y
corroborado que, sin socialismo, Cuba perdera su independencia
nacional.
La confrontacin CubaEstados Unidos ha estado provocada por la
pretensin norteamericana de mantener a Cuba bajo su dominio
neocolonial. El conflicto no naci con el triunfo de la Revolucin,
solo se agudiz cuando el pueblo de Cuba logr romper las cadenas que
lo ataban al imperialismo yanqui y decidir su propio destino
socialista.
La obra gigantesca de la Revolucin ha sido, ante todo, de
carcter moral, al haber rendido culto a la dignidad plena del
hombre como lo so Mart.
El papel del liderazgo revolucionario ha sido, en todo momento,
decisivo, en particular el de Fidel.
El pueblo en fecha muy temprana hizo suyo aquel sentimiento de
Camilo Cienfuegos, cuando al ser nombrado Comandante del Ejrcito
Rebelde le expres a Fidel: "Ms fcil me ser dejar de respirar, que
dejar de ser fiel a su confianza [...]. [2]
Esperamos que la crtica se encargue de mejorar esta modesta
obra, cuya autora, en rigor, corresponde a muchas personas que me
han enseado a conocer y amar esta Revolucin; pero en particular a
una: FIDEL.
El autor
---------------------------------------------------------------[1]
Adolfo Snchez Rebolledo: "Fidel Castro: la Revolucin Cubana
1953-1962", Compilacin de documentos y discursos de 1953 a 1962,
Ediciones ERA, S.A., Mxico, 1972, p. 141. [2] Ral Castro Ruz:
Seleccin de discursos y artculos 1976-1986, Editora Poltica, La
Habana, 1988, t. 2, p. 100.
I. Revolucin Cubana: proyecto social y plasmacin histrica
(19591960)
Toma del Revolucin Mviles de Diferendo Cuba-Estados Unidos
poder en la transicin
poltico marcha al
socialismo
Una pregunta resulta frecuente, an hoy, entre los estudiosos de
la Revolucin Cubana, sobre todo en el exterior: por qu el proceso
revolucionario que se libr contra la dictadura de Fulgencio Batista
en la dcada del 50, condujo al socialismo?
El derrocamiento de la dictadura de Batista, en la madrugada del
1 de enero de 1959, no signific como anhelaban el imperialismo
norteamericano y las clases dominantes en Cuba un retorno al 9 de
marzo de 1952. Por el contrario, entra el comienzo del fin de 60
aos de dominacin imperialista y de explotacin capitalista.
Izda.: el dictador Fulgencio Batista (1953). Dcha.: Batista se
dirige a sus tropas (1953).
La historia del capitalismo en nuestro pas haba demostrado
fehacientemente, en la dcada del 50, que la promocin del desarrollo
econmico y social orientado a satisfacer las necesidades del pueblo
no poda ocurrir en el contexto de dicho sistema. Esa historia
demostraba, adems, que el enfrentamiento con el imperialismo era un
elemento explicativo fundamental de todo el quehacer poltico,
econmico y social de la vida republicana. Y fue as, porque los
Estados Unidos no son meramente el enemigo externo del pas. La
dominacin imperialista en Cuba configur toda la estructura
econmica, poltica y social del capitalismo dependiente. Esta fue
parte constitutiva del sistema de dominacin y explotacin, ms que un
agente actuante slo del exterior.
Desde mucho antes de 1959, los objetivos de la liberacin
nacional y social se haban entrelazado en Cuba, de tal manera, que
el logro de uno era imposible sin el otro. La dbil burguesa cubana
como la historia lo demostr fue incapaz de liderar, ni siquiera
sumarse a un movimiento de carcter antiimperialista; luego, el
sujeto social de ambas revoluciones era el mismo: la clase obrera,
la inmensa mayora de la pequea burguesa urbana y rural, y la
intelectualidad progresista y revolucionaria de nuestra nacin. Sin
el socialismo no habra sido posible la conquista de la plena
independencia nacional.
La necesidad del socialismo en Cuba estuvo determinada por
factores socioeconmicos que hicieron imperioso el cambio social.
Pero ello no debe conducirnos a una interpretacin teleolgica. La
necesidad histrica requiere la posibilidad de realizacin.
Posibilidad y necesidad histrica son dos categoras en la accin de
los hombres, pero no se identifican. En el archipilago antillano se
dio un conjunto de hechos que hicieron posible el socialismo y
otros que lo convirtieron en necesario. La unin de ambos provoc el
estallido revolucionario del cual brot el socialismo, pletrico de
autoctona y cubanidad.
La poltica es el arte de hacer posible lo necesario y este fue
uno de los mritos mayores de Fidel Castro: encontrar los medios y
los caminos de la posibilidad de lo que en los aos 50 era ya una
necesidad. Jos Mart dijo: "En la naturaleza como en los pueblos,
todo lo necesario se crea a su hora oportuna, de lo mismo que se le
opone y contradice". [3] En este sentido como genialmente seal Mart
es legtimo afirmar que la necesidad del socialismo surgi de lo
mismo que se le opuso y contradijo: el imperialismo
norteamericano.
Una totalidad de factores posibilit lo necesario: la correlacin
de fuerzas existente a fines de la dcada del 50, la poltica
agresiva y torpe de los Estados Unidos hacia nuestro pas, la
actitud solidaria e inteligente de la Unin Sovitica, el liderazgo y
su ideologa revolucionaria.
1. Toma del Poder Poltico.
Destruidas las maniobras golpistas promovidas por el
imperialismo, que pretendieron impedir el triunfo de la Revolucin,
ocurri la entrada triunfal del Ejrcito Rebelde en pueblos y
ciudades, apoyada por las milicias del Movimiento 26 de Julio y
dems fuerzas revolucionarias que haban combatido a la tirana. En su
mensaje al pueblo, el 1 de enero de 1959, Fidel Castro
expresaba:
"Al parecer se ha producido un golpe de estado en la capital.
Las condiciones en que ese golpe se produjo son ignoradas por el
Ejrcito Rebelde. El pueblo debe estar muy alerta y atender slo las
instrucciones de la Comandancia General. La dictadura se ha
derrumbado como consecuencia de las derrotas sufridas en las ltimas
semanas; pero eso no quiere decir que sea ya el triunfo de la
Revolucin". [4]
Era necesario distinguir desde un primer momento que
derrocamiento de la dictadura y triunfo de la Revolucin no eran
cosas idnticas. Este ltimo entraaba un conjunto de transformaciones
econmicas, polticas y sociales, imposibles de llevar a cabo si el
poder poltico de la nacin no se encontraba en manos del pueblo.
Luego, su garanta constitua un objetivo estratgico fundamental. Por
ello, en el mensaje de Fidel ya mencionado, se manifestaba:
"Escamotearle al pueblo la victoria, no, porque slo servira para
prolongar la guerra hasta que el pueblo obtenga la victoria total!
Despus de siete aos de lucha la victoria democrtica del pueblo
tiene que ser absoluta para que nunca ms se vuelva a producir en
nuestra Patria un 10 de marzo. Nadie se deje confundir ni engaar.
Estar alerta es la palabra de orden". [5]
La dictadura de Fulgencio Batista haba desaparecido en
circunstancias diferentes a la de Gerardo Machado, 25 aos antes. El
movimiento revolucionario, en la dcada del 50, se haba desarrollado
en dismiles condiciones nacionales e internacionales.
El ejrcito de la nacin, al servicio del imperialismo y las
clases dominantes nativas, a diferencia de lo ocurrido durante la
Revolucin del 30, estaba destruido militar y moralmente. Uno nuevo
haba surgido del seno del pueblo: el Ejrcito Rebelde, capaz de
sustituir al anterior y garantizar el poder poltico en manos de las
masas populares, como poder real de la
Revolucin triunfante.
La burguesa cubana y el imperialismo haban perdido toda
capacidad para promover alternativas propias e independientes; por
ello, de forma oportunista, algunos sectores de las clases
dominantes se haban distanciado del gobierno y acercado al
Movimiento 26 de Julio, al Ejrcito Rebelde y a Fidel Castro, cuando
su triunfo les pareci inmediato e inevitable. Reinaba en ellos,
adems, la confusin. No alcanzaban a comprender el verdadero alcance
poltico de lo que se gestaba. Jugaron su carta a la Revolucin, en
la conviccin de que, ms temprano que tarde, se regresara a la misma
Cuba anterior al 10 de marzo de 1952.
Los partidos polticos de la burguesa se haban desacreditado al
punto de su virtual extincin. El 1 de enero de 1959, muy poca o
ninguna resistencia podan hacer a la Revolucin las clases
dominantes del pas. Los instrumentos fundamentales de su sistema
poltico, estaban destruidos unos, y sumamente deteriorados otros.
Por ello las maniobras golpistas de ltima hora fracasaron. Los
traidores y procnsules norteamericanos actuaron; pero sin xito. La
entrada de Fidel Castro a Santiago de Cuba y de los comandantes
Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara a la capital, ms la huelga
general revolucionaria decretada por la Comandancia del Ejrcito
Rebelde, desmantelaron los planes de los Estados Unidos, dirigidos
a evitar el triunfo de una genuina revolucin.
El 5 de enero de 1959 comenzaba a funcionar el gobierno
provisional revolucionario. Tres das ms tarde, haca su entrada
triunfal en la capital, al frente de la Columna No. 1 "Jos Mart",
el Comandante en Jefe y lder indiscutible de la Revolucin: Fidel
Castro. En su mensaje al pueblo, aquel 8 de enero, desde el
campamento de Columbia (hoy Ciudad Libertad) sealaba dos elementos
de trascendental importancia. El primero acerca del papel del
pueblo en la Revolucin y, el segundo, sobre los sacrificios que le
deparaban al mismo para llevar adelante la obra revolucionaria.
Llegada de los rebeldes cubanos a La Habana (1 de enero de
1959)
Con respecto al papel del pueblo aluda:
"Cuando yo oigo hablar de columnas, cuando oigo hablar de frente
de combate, cuando oigo hablar de tropas, ms o menos numerosas, yo
siempre pienso: he aqu nuestra ms firme columna, nuestra mejor
tropa, la nica tropa que es capaz de ganar sola la guerra. Esa
tropa es el pueblo! Ms que el pueblo no puede ningn ejrcito. Si a m
me preguntaran qu tropa prefiero mandar, yo dira: prefiero mandar
al pueblo. Porque el pueblo es invencible. Y el pueblo fue quien
gan la guerra". [6]
Con relacin a los sacrificios apuntaba:
"Creo que ste es un momento decisivo de nuestra historia: la
tirana ha sido derrocada; la alegra es inmensa y, sin embargo,
queda mucho por hacer todava. No nos engaemos creyendo que en lo
adelante todo ser fcil, quizs en lo adelante todo sea ms difcil".
[7]
Las caractersticas del primer gobierno provisional
revolucionario dejaban traslucir las diferencias ideolgicas que
haban conformado la oposicin a la dictadura, las cuales, en un
primer momento, no las pudo ignorar el poder real de la Revolucin.
De este modo, se constituy un gobierno con tres tendencias: una
conservadora; otra reformista, y la tercera, revolucionaria. Ello
dio lugar a un conjunto de contradicciones en el propio seno del
gobierno, as como entre ste y el poder real de la Revolucin,
representado por el Ejrcito Rebelde y sus reconocidos jefes: Fidel,
Ral, el Che, Camilo y otros.
Como presidente de la Repblica se design al magistrado doctor
Manuel Urrutia Lle y como primer ministro, al abogado Jos Mir
Cardona, ambos de tendencia conservadora. Entre los ministros de
corte reformista se encontraban figuras como: Roberto Agramonte,
ministro de Relaciones Exteriores; Manuel Ray, ministro de Obras
Pblicas; Rufo Lpez Fresquet, ministro de Hacienda; y Felipe Pazos,
presidente del Banco Nacional. El grupo revolucionario lo
integraban hombres como: Armando Hart, ministro de Educacin;
Augusto Martnez Snchez, ministro de Defensa; Ral Cepero Bonilla,
ministro de Comercio; Osvaldo Dortics, ministro de Leyes
Revolucionarias: Luis Buch, ministro de la Presidencia; Faustino
Prez, ministro de Recuperacin de Bienes Malversados; Julio Camacho
Aguilera, ministro de Transporte; Enrique Oltuski, ministro de
Comunicaciones, y otros.
Manuel Urrutia y Fidel Castro
El poder real de la Revolucin encontr, en no pocas ocasiones, un
obstculo para la adopcin de un conjunto de medidas revolucionarias
impostergables, pues constituan reclamos fundamentales de las masas
populares, y se inscriban, adems, entre los objetivos del Programa
del Moncada, enarbolados en La historia me absolver.
El 5 de enero se disolvi formalmente el Congreso de la Repblica
y sus funciones pasaron al Consejo de Ministros. El 13 de enero,
Fidel anunciaba la cancelacin del convenio con los Estados Unidos
mediante el cual se mantena en Cuba una misin militar de ese pas,
asesora del ejrcito cubano. Ese mismo da se renov el Tribunal de
Cuentas, despojndolo de infinidad de funcionarios corruptos,
quienes al amparo de la dictadura se haban enriquecido a costa del
tesoro pblico.
El 14 de enero se publicaba en la Gaceta Oficial reformas
constitucionales que supriman la inamovilidad de los funcionarios
judiciales y fiscales, lo cual permiti llevar a cabo una amplia
depuracin de los tribunales de justicia y la fiscala; se aprobaron
tambin la pena de muerte para los que haban cometido crmenes de
guerra durante la tirana y la confiscacin de los bienes mal
habidos, a favor del Estado cubano.
En el propio mes de enero se modificaba la Ley de Gobiernos
Provinciales y Municipales, y se proceda a la sustitucin de todos
los gobernadores provinciales, as como alcaldes municipales.
El 13 de enero se dictaba una nueva Ley Orgnica de las Fuerzas
Armadas, que permiti la total reorganizacin de estas y de todos los
cuerpos represivos que durante la tirana haban cometido infinidad
de crmenes y torturas.
Algunas de las medidas mencionadas concitaron la oposicin, en
unos casos, y la incomprensin, en otros, de las tendencias
conservadoras y reformistas dentro del gobierno. La primera crisis
se present a mediados de febrero de 1959, con la renuncia del
primer ministro, Jos Mir Cardona, cuya funcin fue asumida por el
Comandante en Jefe del Ejrcito Rebelde, Fidel Castro. Con la
entrada de Fidel al gobierno se fortaleca la tendencia
revolucionaria en su seno; se debilitaban el ala conservadora y el
ala reformista, y las contradicciones entre el poder real y el
formal aunque no se resolvan totalmente comenzaban un proceso
acelerado de disipacin, lo que facilitaba el avance de la
Revolucin.
Aun en medio de las complejas circunstancias prevalecientes, el
poder poltico estaba en manos de una alianza de las masas
populares, cuyo papel dominante corresponda a los
intereses de la clase obrera y los campesinos trabajadores,
representados por el Ejrcito Rebelde y su direccin revolucionaria.
Sin embargo, el poder econmico estaba an en manos del imperialismo
y las clases dominantes del pas. Luego exista una contradiccin por
resolver: el poder econmico en manos de una clase y el poltico en
las de otras.
2.
Revolucin
en
marcha
Las primeras medidas econmicas y sociales que adopta la
Revolucin durante 1959, excepto la Primera Ley de Reforma Agraria,
tienen un efecto distributivo de alto beneficio popular; pero no
alteran, en lo esencial, ni las relaciones de propiedad, ni
siquiera las de distribucin de la riqueza. Sin embargo, ni al
imperialismo ni a la oligarqua nacional les simpatizaban. Les
parecan demasiado similares a las tornadas durante el gobierno de
Grau-Guiteras en 1934 y experimentaban temor. No se sentan dueos de
la situacin.
Algunas medidas levantaban las sospechas, incluso de los ms
reformistas. Un ejemplo de ello ocurri con la creacin de un sector
estatal de la economa, mediante la recuperacin de bienes
malversados por los funcionarios de la dictadura de Fulgencio
Batista (1952-1958). Algunos ministros reformistas eran partidarios
de transferir dichos bienes mediante subasta pblica al capital
nacional y no al Estado. La idea de una estatizacin de la propiedad
les infunda pnico, pues, para ellos, era comunismo.
Las medidas adoptadas tendan a lograr una mejor distribucin de
la riqueza a favor de las clases explotadas. No eran, en un
principio, de carcter socialista, ni siquiera antiimperialista en
el sentido estricto de la palabra. Los acontecimientos posteriores
demostraron que no se trataba de un populismo demaggico para captar
un respaldo popular sino el comienzo de tina revolucin verdadera,
de hondo contenido nacional y social. Dichas medidas despertaron
las simpatas del pueblo hacia la Revolucin, reforzaron la
credibilidad en su programa, sus promesas, as como la confianza en
su lder, Fidel Castro.
El 3 de marzo de 1959, se intervena la Compaa Cubana de
Telfonos. El 6 del propio mes se dictaba una ley, mediante la cual
se rebajaban en un 50 % los alquileres, lo que encontr un gran
respaldo popular. El 21 de abril se declaraba el uso pblico de las
playas. El 20 de agosto se rebajaban las tarifas elctricas, medida
de alto beneficio popular.
A la vez, se crearon miles de empleos, que elevaron el poder
adquisitivo de la poblacin, y en el sector educacional, miles de
plazas y de aulas. Un gran plan de obras pblicas se puso en
marcha para dar empleos a miles de desocupados que haba en el
pas. [8]
Sin embargo, la medida ms radical de esta etapa fue la Primera
Ley de Reforma Agraria, dictada el 17 de mayo de 1959. A diferencia
de las anteriores, esta ley s alteraba la estructura de la
propiedad y de las clases existentes en el pas. La reforma agraria
haba representado uno de los reclamos de mayor alcance econmico,
poltico y social de toda nuestra vida republicana. A tal punto
constituy una gran demanda popular, que aun los sectores
conservadores de nuestra sociedad haciendo uso de la demagogia
solan incluir en sus discursos polticos el problema de la reforma
agraria. Pero no todos los que hablaban de ella la entendan de
igual modo. Para algunos, esta solo deba limitarse a un simple
reparto de tierras ociosas en estado jurdico de precariedad o
pertenecientes al Estado; pero sin uso productivo.
Izda.: firma de la Ley de Reforma Agraria. Dcha.: los campesinos
son dueos al fin de sus tierras.
La Revolucin triunfante el 1 de enero de 1959 no poda
contentarse con ello; se requera una transformacin del agro cubano
que, por un lado, proscribiera el latifundio y, por otro, otorgara
en propiedad la tierra a quien la trabajase. El latifundio era uno
de los principales males de la agricultura: su abolicin constitua
una necesidad imperiosa para el desarrollo econmico y social. El ms
grande latifundista de la nacin eran las compaas azucareras
norteamericanas.
No era posible realizar en Cuba una reforma agraria verdadera
sin afectar los intereses de las compaas imperialistas. Ni era
tampoco posible llevar a fondo el combate contra el dominio
imperialista en Cuba sin afectar las enormes extensiones de tierra
incluidas en los latifundios yanquis. Por eso en la primera fase de
la Revolucin Cubana el contenido agrario y el contenido
antimperialista venan obligatoriamente vinculados. [9]
La Primera Ley de Reforma Agraria fij el mximo de tierra a
poseer en 30 cab (402 ha) a toda persona natural o jurdica. Este
lmite poda extenderse hasta 100 cab. en aquellos casos en los
cuales el rendimiento agrcola de algunos productos seleccionados
estuviese por encima del promedio nacional. Por oto lado, la ley
otorg el derecho de propiedad sobre la tierra a quien la trabajase.
De este modo, se proscriban el arrendamiento, la aparcera y la
precariedad sobre la tierra. lo cual permiti convertir en dueos
legtimos de sus tierras a ms de 100 000 familias campesinas. La ley
permiti transferir a propiedad del Estado el 40 % de las
tierras
cultivables, las cuales fueron convertidas en granjas
estatales.
La ley cre el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), al
cual se le otorgaron las facultades requeridas para su aplicacin.
Pero la Reforma Agraria en Cuba no se limit a la proscripcin del
latifundio y el reparto de la tierra al que la trabajase; adems,
mediante otras leyes y decretos complementarios, otorg al campesino
crditos y muchas otras facilidades para la explotacin de la tierra
y la comercializacin de lo producido, lo cual contribuy a la
elevacin de su nivel de vida.
La ley no tena un carcter socialista, pues permita, de hecho, la
existencia de una burguesa agraria, pero s era, en las condiciones
concretas de Cuba, profundamente antimperialista y revolucionaria.
A partir de su promulgacin, el enfrentamiento al imperialismo y a
la reaccin interna se hizo inevitable. En un memorando de Harry
Turkel, director de la Oficina de Asuntos Econmicos Regionales del
Departamento de Estado, este deca:
"Durante los 6 primeros meses del rgimen de Castro, nosotros le
hemos estado dando la oportunidad para que tenga xito y que en ese
tiempo trabaje para fortalecer a las fuerzas moderadas a su
alrededor, con la esperanza de que los izquierdistas extremos
fueran desacreditados o echados a un lado. Con la firma de la Ley
de Reforma Agraria, parece estar claro que nuestra esperanza
original ha sido en vano, que el gobierno de Castro no vale la pena
salvarlo". [10]
La revolucin agraria puesta en marcha agudiz las contradicciones
en el seno del gobierno. En junio de 1959 eran sustituidos algunos
ministros reformistas y reemplazados por figuras
revolucionarias.
Pero la oposicin al desarrollo del proceso revolucionario
continuaba. El 16 de julio, Fidel Castro haca pblica su renuncia al
cargo de Primer Ministro, como consecuencia de las discrepancias
surgidas con el presidente Manuel Urrutia, causadas por la actitud
contrarrevolucionaria asumida por este. Al da siguiente, el
Comandante en Jefe compareca ante la televisin para explicar al
pueblo, en detalles, la causa de su dimisin. Este se lanz a la
calle pidiendo, por un lado, la remocin de Urrutia y, por otro, el
retorno de Fidel a sus funciones de gobierno.
El 18, Urrutia anunciaba su renuncia y designaban en su lugar al
doctor Osvaldo Dortics Torrado, hasta ese momento ministro de Leyes
Revolucionarias. El 26 de julio, en el acto con motivo del asalto
al cuartel Moncada, Fidel, ante el reclamo popular, se
reincorporaba a las funciones de primer ministro.
La salida de Urrutia asestaba un rudo golpe a los planes
imperialistas y de la reaccin interna, los cuales animaban la
esperanza de frenar el proceso revolucionario, utilizando para ello
a la derecha reformista conservadora dentro del propio gobierno.
Pero la salida de Urrutia no resolva totalmente la crisis, pues an
quedaban en puestos clave figuras moderadas, como Felipe Pazos,
Rufo Lpez Fresquet, Manuel Rav y otras.
Una nueva crisis se desatara en octubre de 1959, con la dimisin
al cargo de jefe militar de la provincia de Camagey del comandante
Hubert Matos, hombre profundamente anticomunista y ambicioso,
vinculado a importantes sectores de la oligarqua nacional, quienes
lo utilizaban en sus planes contra la Revolucin. En su carta de
renuncia a Fidel, lo emplazaba a definirse ideolgicamente a favor o
en contra del comunismo, en momentos en que no era lo ms sensato
por razones tcticas de muy diversa naturaleza. Su dejacin del cargo
estuvo acompaada de la de otros dirigentes de la propia provincia,
incondicionales de l en su mayora. El arma del anticomunismo se
esgrima. Se trataba, en los hechos, de una peligrosa sedicin, en
medio de la compleja situacin que viva el proceso
revolucionario.
El 21 de octubre de 1959 lo arrestaban y posteriormente lo
sancionaban. Su salida puede considerarse como el hecho que marc el
fin de la reaccin en el interior del gobierno, pues apenas unos das
ms tarde sustituan al resto de los ministros reformistas, con lo
cual quedaban frustrados los planes de emplear esa fuerza para
frenar la Revolucin.
Otro acontecimiento importante ocurrido en 1959 es la creacin,
en octubre de ese ao, de las Milicias Nacionales Revolucionarias
(MNR). De este modo, la defensa de la patria quedaba no solo en
manos del Ejrcito Rebelde sino tambin en las del propio pueblo
armado. Era un acontecimiento militar y poltico de enorme
trascendencia. El ao 1959 conclua con un saldo altamente positivo
para la Revolucin.
El ao 1960 fue decisivo para el proceso revolucionario. Su
radicalizacin responda a factores internos y externos. El 4 de
febrero llegaba a Cuba el viceprimer ministro de la Unin Sovitica,
Anastas Mikoyan, y al da siguiente quedaba inaugurada la Exposicin
Sovitica de Logros de la Ciencia y la Tcnica. El da 13 se firmaba
el primer convenio comercial cubanosovitico, mediante el cual,
entre otros intercambios, el pas de los soviets comprara azcar a
Cuba y le vendera petrleo.
De izda. a dcha.: Osvaldo Dortics, Anastas Mikoyan y Fidel
Castro.
La visita del estadista sovitico y el convenio firmado causaron
profundo malestar a los Estados Unidos y a la reaccin interna. Cmo
concebir un acto semejante de soberana e independencia por parte de
un pas que hasta apenas un ao antes haba sido una neocolonia
yanqui, y el anticomunismo, una especie de ideologa oficial?
Un hecho de esta naturaleza demostraba la existencia en Cuba de
una verdadera revolucin, dispuesta a desafiar al imperialismo en
todos los terrenos. Para que no cupiese la menor duda, el 8 de mayo
de 1960 se restablecan las relaciones diplomticas con la Unin
Sovitica, y el 23 de julio de ese ao se firmaban convenios
comerciales con China y Checoslovaquia.
Todo ello como era de esperarse agudiz las contradicciones con
los Estados Unidos. El 29 de junio intervenan las refineras de
petrleo propiedad de las firmas Esso, Texaco y Shell, por su
negativa a refinar el petrleo sovitico llegado a Cuba mediante el
convenio firmado. El 5 de julio, el Presidente norteamericano
anunciaba la supresin de la cuota azucarera cubana en el mercado
yanqui y, das ms tarde, la administracin estadounidense decretaba
el embargo petrolero. El 10 de julio, el gobierno de Cuba haca
pblico el ofrecimiento sovitico de comprar todo el azcar dejado de
adquirir por los Estados Unidos y suministrar el petrleo que el pas
necesitase. En medio de esta confrontacin con los los Estados
Unidos y la actitud de la burguesa cubana, sumisa al imperialismo y
hostil a la Revolucin, solo quedaban dos alternativas: la rendicin,
o la Revolucin hasta sus ltimas consecuencias.
La respuesta no se hara esperar. El 6 de agosto de 1960, el
gobierno cubano dictaba la ley mediante la cual se nacionalizaban
36 centrales azucareros norteamericanos, las compaas de telfonos y
electricidad de propiedad yanqui, y las refineras de petrleo. Se
hacan realidad las palabras de Fidel ante las amenazas de supresin
de la cuota azucarera, cuando expres que nos quitaran la cuota
libra por libra y les quitaramos los centrales uno por uno. El 17
de septiembre se nacionalizaba la banca norteamericana.
El 13 de octubre se dictaba la Ley 890, mediante la cual se
nacionalizaban 383 grandes empresas nacionales. El 24 de octubre se
transfirieron al Estado cubano las 164 empresas norteamericanas que
an quedaban en el pas.
El Programa del Moncada se haba cumplido en lo esencial y la
Revolucin Cubana, en medio de pica lucha antiimperialista, pasaba a
la etapa socialista. [11]
Ahora bien, en las condiciones de un pas como Cuba, poda la
Revolucin concretarse al simple objetivo de la liberacin nacional,
manteniendo el rgimen capitalista de explotacin, o deba avanzar
tambin hacia la definitiva liberacin social?
"[...] Nuestra liberacin nacional y social estaban
indisolublemente unidas, avanzar era una necesidad histrica,
detenerse una cobarda y una traicin que nos habra llevado de nuevo
a ser una colonia yanqui y esclavos de los explotadores". [12]
El conjunto de transformaciones llevadas a cabo resolva el
sistema de contradicciones que la Revolucin haba heredado de la
sociedad capitalista. Con estas medidas el poder econmico y el
poltico se integraban en manos de las mismas clases sociales, que
la haban hecho. Se iniciaba, a partir de ese momento, la
construccin de una nueva sociedad.
Las transformaciones econmicas estuvieron acompaadas de
importantes cambios polticos. La depuracin de los elementos
conservadores y reformistas en el seno del Consejo de Ministros y
en otras instancias de gobierno, as como del poder judicial y el
Tribunal de Cuentas, la creacin de las MNR y otras medidas
adoptadas a partir del triunfo de la Revolucin, seran continuadas
durante 1960, con vista al fortalecimiento poltico e ideolgico. Un
proceso de unidad v formacin de nuevas organizaciones
revolucionarias ocurrira, en medio de una gran creatividad
singularidad.
El 28 de enero de 1960 se cre la Asociacin de Jvenes Rebeldes
(AJR), y el 21 de octubre de ese ao el resto de las organizaciones
juveniles existentes se integraba a ella. El 23 de agosto de 1960
se llevaba a cabo la unificacin en una sola la Federacin de Mujeres
Cubanas (FMC) de todas las agrupaciones femeninas que existan. El
28 de septiembre se fundaban los Comits de Defensa de la Revolucin
(CDR), la ms masiva de todas, pues militan en ella los
revolucionarios mayores de 14 anos con independencia de sexo, edad,
profesin u ocupacin laboral.
En septiembre de ese ao se fundaba el Bur de Coordinacin de
Actividades Revolucionarias, en un primer paso con vista a la
integracin futura del Movimiento 26 de Julio, el Directorio
Revolucionario 13 de Marro y el Partido Socialista Popular (PSP) en
una sola organizacin poltica.
3.
Mviles
de
la
transicin
al
socialismo
ste constituye uno de los problemas que mayor inters ha
despertado entre los estudiosos del proceso revolucionario cubano,
desde el triunfo mismo de la Revolucin hasta nuestros das, tanto en
nuestro pas como en el exterior. En este ltimo ha estimulado una
gran atencin, lo cual explica la profusin historiogrfica sobre el
tema. Se trata de los mviles de la transicin al socialismo de la
Revolucin, de su carcter autctono o forneo, de la combinacin de
factores que hicieron posible el milagro de la revolucin socialista
en una de las naciones que pareca ser uno de los eslabones ms
atados a la cadena del imperialismo en Amrica Latina.
El debate en torno a la Revolucin iniciada en la dcada del 50 y
a la alianza de factores que posibilitaron su conversin al
socialismo, ha estado asociado, desde sus orgenes, a tres grandes
problemas: uno, los efectos de la poltica de los Estados Unidos
hacia Cuba; el segundo, la ideologa del liderazgo revolucionario,
ms exactamente, la de Fidel Castro y su influencia sobre los
acontecimientos que tuvieron lugar; y, tercero, la Revolucin como
necesidad histrica o como casualidad.
En el justo medio de la polmica han estado las races nacionales
o forneas del socialismo cubano; el cuestionamiento de unos y la
conviccin de otros de que el socialismo en Cuba era una necesidad
histrica que responda fundamentalmente a imperativos internos, sin
negar con ello la influencia de los externos, y la certeza de
algunos, as como la incertidumbre de muchos de que una modernizacin
o remozamiento del capitalismo dependiente cubano poda garantizar
la independencia nacional y el desarrollo econmico y social del
pas.
Para no pocos estudiosos de la Revolucin Cubana. sobre todo en
el exterior, su evolucin al socialismo estuvo determinada por
factores externos, ajenos por completo a un requerimiento de orden
nacional. Para los sostenedores de esta tesis, fue la poltica
agresiva e intolerante de los Estados Unidos hacia Cuba, despus del
triunfo revolucionarlo. el elemento desencadenante del conjunto de
acontecimientos que, de manera incontrolable, ocurrieron y
propiciaron el advenimiento del socialismo. cuando lo esperado era
una supuesta revolucin democrtica y nacionalista que reacomodara
los diferentes intereses de clase, diera un mayor espacio econmico
y poltico a la burguesa cubana, mejorara insustancialmente el nivel
de vida de la poblacin, y todo ello, por supuesto, sin afectar la
dominacin imperialista ni la explotacin capitalista.
Segn esta proposicin, la inflexibilidad de los Estados Unidos y
su acoso a la Revolucin obligaron al liderazgo revolucionario a
encaminar sus pasos hacia la Unin Sovitica y el bloque comunista en
busca de un amigo poderoso que le permitiera enfrentar a un enemigo
igualmente poderoso. En estas circunstancias la poltica amistosa,
solidaria e inteligente de los soviticos encamin el proceso hacia
lo inevitable: la adhesin de la Revolucin al campo socialista y la
adopcin del socialismo y el marxismo-leninismo como precios a
tributar por la ayuda y el resguardo recibidos." [13]
De modo que con una poltica ms tolerante, flexible y sensata el
curso de los acontecimientos hubiera sido otro. Segn los
sostenedores de esta tesis, Cuba es socialista gracias a los
Estados Unidos y no a pesar de ellos. Por supuesto que en eso no
deja de haber granos de verdad, pero no por las razones que ellos
exponen, sino por causas ms profundas y de mayor alcance, que nos
obligaran a remitimos a ese gran momento de inflexin de nuestra
historia que es 1898 y el cual obviamente escapa a los objetivos de
este libro.
La poltica de los Estados Unidos hacia Cuba, enmarcada desde el
perodo 1959 en lo adelante, ha sido cuestionada por algunos,
quienes ven en el error de esa poltica, desde mucho antes de esa
fecha, las causas fundamentales de los acontecimientos cubanos
posteriores a 1959. El mayor reproche lo hacen al intento obsesivo
del imperialismo de cerrar toda puerta de entrada al nacionalismo
reformista; a negarse a convivir con l; a no otorgarle a la
burguesa cubana no azucarera un mayor y ms decoroso espacio en la
economa y en la poltica; a no tolerar reformas que mejoraran la
situacin del pueblo, sin que ello pusiese en peligro sus grandes
intereses en Cuba, y con la conviccin de que algo semejante hubiera
evitado la radicalizacin de la protesta social y nos hubiera
resguardado del comunismo.
El segundo mvil es el liderazgo revolucionario y su ideologa.
Para algunos analistas, la evolucin al socialismo de la Revolucin
fue una mera determinacin ideolgica del liderazgo; para no pocos,
una decisin de Fidel Castro. Ninguna revolucin es obra exclusiva de
los factores objetivos; a ellos deben sumarse los de orden
subjetivo. El liderazgo revolucionario y su ideologa desempearon,
en el caso cubano, un papel protagnico de indudable relevancia.
pero ellos, por s solos, no pueden explicar el curso de los
acontecimientos ocurridos.
Fidel Castro dirigindose a los empleados de la Shell Company
La formacin marxista de Fidel Castro y del ncleo fundamental de
hombres que lo
acompaaron desde los das del 26 de julio de 1953, cuando el
asalto al cuartel Moncada, es un elemento esencial para entender el
proceso revolucionario cubano; pero esta no sera la nica causa de
la transformacin al socialismo de la Revolucin. Sin negar el papel
de las personalidades en la historia, ni el de las ideologas.
sabemos que el carcter de una revolucin no se determina slo por la
formacin ideolgica de sus dirigentes.
Una proposicin de esta naturaleza sita las causas del socialismo
cubano en el mbito interno, pero limitndolo errneamente a un
problema de liderazgo e ideologa, prescindiendo o subestimando los
componentes objetivos de naturaleza socio-econmica. Afirmar como lo
han hecho algunos-- que el rumbo socialista de la Revolucin lo
impusieron la voluntad poltica y la ideologa de sus principales
lderes, sin tener en cuenta en qu medida ello reflejaba una
necesidad histrica impostergable, es confundir la esencia con las
apariencias. [14]
"Los hombres no hacen ni pueden hacer la historia a su capricho.
Tales pareceran los acontecimientos de Cuba si prescindimos de la
interpretacin cientfica. Pero el curso revolucionario de las
sociedades humanas tampoco es independiente de la accin del hombre;
se estanca, se retrasa o avanza en la medida en que las clases
revolucionarias y sus dirigentes se ajustan a las leyes que rigen
sus destinos". [15]
El tercero es el de la necesidad histrica del socialismo. El
asunto cobra hoy mucha vigencia. En el exterior, no pocos
desengavetan viejas tesis acerca de la remodelacin del capitalismo
cubano de la dcada del 50; exageran sus bondades y nos dibujan la
sociedad soada por ellos, no la que realmente existi. Los proyectos
nacionalistas, de tono reformista, de la burguesa cubana y sus
idelogos, los frustr todos el imperialismo, reacio a toda
convivencia con ellos. Los malogr, por primera vez, cuando en enero
de 1934, liquid por la fuerza al gobierno nacionalista de
Grau-Guiteras; lo repiti contra el propio Grau, despus de su
triunfo electoral en 1944, cuando ya en la posguerra detuvo por
completo cierta nfula nacionalista de algunos de sus seguidores y,
por ltimo, los tronch definitivamente con el golpe de Estado del 10
de marzo de 1952, al evitar as el triunfo del nacionalismo
ortodoxo. Luego, la burguesa cubana tuvo en el imperialismo
norteamericano su peor adversario.
La presencia imperialista en Cuba form parte del sistema de
dominacin y explotacin. No puede entenderse nicamente como un
factor externo, como componente solamente de la dominacin fornea,
sino tambin de la explotacin capitalista de que eran vctimas la
clase obrera y el resto de las masas populares. Por esa razn la
revolucin contra el dominio extranjero era, a su vez, parte de la
revolucin contra la explotacin del hombre por el hombre, es decir,
de la revolucin socialista.
Una totalidad de factores hizo posible el socialismo en Cuba.
Unos determinaron su necesidad
histrica; otos, su posibilidad. La combinacin de todos ellos dio
a luz lo que muchos crean un imposible, debido al dominio y podero
de los Estados Unidos.
La necesidad del socialismo estuvo determinada por un conjunto
de factores socioeconmicos y polticos, que a lo largo de varios
decenios haban ido agudizando, por un lado, las contradicciones
entre el imperialismo y la nacin cubana, y, por otro, las
existentes entre las clases explotadoras y el pueblo explotado. Sin
embargo, estas circunstancias, aunque necesarias, no eran
suficientes. Esas mismas realidades se presentaban y presentan hoy
en muchas naciones del mundo y la revolucin socialista no se
produce.
Una combinacin de factores posibilit lo necesario, entre
ellos:
-1. La correlacin de fuerzas favorable al socialismo en el mundo
en ese entonces. Sobre todo la que exista entre la Unin Sovitica y
los Estados Unidos.
"Yo pienso que si hubiramos liquidado a Batista en 1953, el
imperialismo nos hubiera aplastado, porque entre 1953 y 1959 se
produjo en el mundo un cambio de la correlacin de fuerzas muy
importante. Y el estado sovitico era relativamente dbil en esa
poca. Y hay que ver que a nosotros nos ayud decisivamente el estado
sovitico, que en 1953, no lo habra podido hacer..." [16]
2. La poltica hegemnica, agresiva e intolerante de los Estados
Unidos contribuy a forjar en el pueblo una conciencia
antimperialista que no exista. Contribuy a acelerar y matizar el
proceso; fue, a despecho de los imperialistas, una forja de
conciencia revolucionaria y de patriotismo.
"bamos cumpliendo nuestro programa poco a poco. Todas estas
agresiones aceleraron el proceso revolucionario, Fueron la causa?
No, sera un error. Yo no pretendo que las agresiones son la causa
del socialismo en Cuba. Eso es falso. En Cuba, bamos a construir el
socialismo lo ms ordenadamente posible, en un perodo razonable de
tiempo, con la menor cantidad de trauma y de problemas; pero las
agresiones del imperialismo aceleraron el proceso revolucionario".
[17]
3. La actitud solidaria e inteligente de la Unin Sovitica nos
permiti enfrentar las agresiones imperialistas, por un lado, y, por
otro, contribuy a combatir los prejuicios anticomunistas que
la propaganda burguesa haba formado en la conciencia del
pueblo.
4. El liderazgo revolucionario y su ideologa marxista-leninista,
en particular el papel desempeado por Fidel Castro. En el artculo
publicado por el Che "Cuba: Excepcin histrica o vanguardia en la
lucha anticolonialista?", este plantea con respecto a Fidel y su
papel en la Revolucin Cubana:
"[...] Analicemos pues los factores de este pretendido
excepcionalismo. El primero, quizs, el ms importante, el ms
original, es esa fuerza telrica llamada Fidel Castro Ruz [...]
Fidel Castro hizo ms que nadie en Cuba para construir de la nada el
aparato hoy formidable de la Revolucin cubana". [18]
Sin los factores antes mencionados, el socialismo no hubiera
sido posible en Cuba por muy necesario que fuera; pero sin su
necesidad, no hubiera podido ocurrir, por mucho que lo hubieran
deseado el liderazgo revolucionario y la Unin Sovitica, y por muy
agresiva que hubiera sido la poltica de los Estados Unidos hacia
Cuba.
4.
Diferendo
Cuba-Estados
Unidos
Si se quiere conocer hasta qu punto los Estados Unidos trataron
de impedir el triunfo de la Revolucin Cubana y todos sus manejos
posteriores para citar su desarrollo, bastara la lectura de los
libros escritos por sus dos ltimos embajadores en Cuba: El cuarto
piso, de Earl Smith, publicado en 1962, y Cuba, Castro y los
Estados Unidos, de Phillip Bonsall, editado en 1971. En ellos
quedan evidenciados toda la poltica de intromisin norteamericana en
los asuntos internos de Cuba y el afn obsesivo de destruir, a toda
costa, la Revolucin desde sus primeros momentos.
La presencia en el primer gobierno provisional revolucionario de
prominentes figuras de la burguesa cubana, por un lado, y el apoyo
popular mayoritario a la Revolucin y a su lder Fidel Castro, por
otro, creaban desconcierto en los crculos polticos estadounidenses.
Muchos interrogantes haba: Qu ideologa inspiraba a Fidel Castro y
al Ejrcito Rebelde? Se trataba de simples soadores utpicos,
nacionalistas, como tantos otros, que una vez en el poder se
corrompan y vendan al mejor postor, o se trataba de verdaderos
revolucionarios?
Las primeras medidas tomadas por la Revolucin y el rpido proceso
de radicalizacin, comenzaron a despejar dudas. Al poder haba
llegado una revolucin autntica, y se haca necesario evitarla por
dos razones: una, la afectacin directa a los intereses
norteamericanos en la nacin cubana y, dos, su ejemplo para el resto
de Amrica Latina. En lo adelante se desatara, hasta nuestros das,
una guerra en todos los terrenos. [19]
El 7 de enero de 1959, el Departamento de Estado, a nombre de la
administracin norteamericana, reconoca al gobierno revolucionario
de Cuba. Decide la sustitucin del embajador Earl Smith, sumamente
comprometido con la dictadura de Fulgencio Batista. por Phillip
Bonsall. [20] El nuevo embajador llegaba a Cuba creyndose un nuevo
Summer Welles. Traa en cartera por iniciativa propia o del
Departamento de Estado, ello no ha sido suficientemente aclarado un
conjunto de reformas tendentes a mejorar las relaciones entre ambos
pases. [21] El plan de Bonsall se avena, en parte, a los proyectos
reformistas de la burguesa cubana, algunos de cuyos representantes
e idelogos formaban parte del gobierno provisional.
Para sorpresa del nuevo embajador, su llegada al pas no estuvo
acompaada de la pleitesa y lisonjeras oficiales, con que se reciba
anteriormente a los representantes diplomticos norteamericanos.
Pronto Bonsall se quejara de ello, pero infructuosamente. En la
nueva Cuba ya no mandaban los embajadores yanquis.
Pero ocurra que mientras el nuevo embajador simulaba el deseo de
mejorar las relaciones, el gobierno de los Estados Unidos daba
acogida y proteccin a los ms celebres criminales y ladrones del
tesoro pblico de la dictadura recin derrocada. Con la complicidad
de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Bur Federal de
Investigaciones (FBI) se fundaba, en fecha tan temprana, como el 28
de enero de 1959, la primera organizacin contrarrevolucionaria en
territorio norteamericano: La Rosa Blanca, cuyo jefe era el
recalcitrante batistiano Rafael DazBalart. A ello se sumaban las
campaas contra los juicios seguidos a los criminales de guerra y
torturadores de miles de hijos del pueblo, muchos de los cuales
fueron sancionados a la pena mxima. La prensa estadounidense
presentaba la justicia revolucionaria como venganza, como un bao de
sangre. Esa misma prensa haba silenciado los miles de asesinatos
cometidos durante siete aos de tirana. Paralelamente, se lanzaba
otra campaa: la llamada filtracin comunista en el gobierno. Se
trataba de confundir y dividir al pueblo, vctima an de la venenosa
propaganda que los Estados Unidos mismos le haban inoculado durante
aos.
Aun antes de dictarse la Primera Ley de Reforma Agraria, los
Estados Unidos llevaron a cabo numerosas acciones contra Cuba, las
cuales, en lugar de mejorar las relaciones, las empeoraban. El 15
de enero de 1959, un grupo de congresistas de ese pas, ante la pena
de muerte aplicada a algunos criminales de guerra, solicitaron al
Departamento de Estado su intervencin en el asunto, sugiriendo,
incluso, la posibilidad de enviar tropas al archipilago
antillano o la rebaja de la cuota azucarera.
El 2 de febrero de 1959 arrestaban en Cuba, a bordo de una
avioneta, al ciudadano norteamericano Allen Robert Mayer, quien
vena con el objetivo confeso de asesinar a Fidel Castro. El 30 de
marzo de ese ao, el general Maxwell Taylor, jefe de Estado Mayor
del ejrcito norteamericano, declaraba que la Revolucin Cubana podra
ser el comienzo de una serie de convulsiones, en Amrica Latina, que
dara oportunidad a los comunistas para tomar posiciones.
Despus de dictada la Primera Ley de Reforma Agraria, la
situacin, como se esperaba, empeor. Las agresiones de todo tipo se
recrudecieron. Los planes reformistas de Bonsall se veran
frustrados, no solo por la posicin del gobierno revolucionario de
llevar adelante las transformaciones econmicas, polticas y sociales
que dieran al traste con la dominacin imperialista y la explotacin
capitalista, sine adems. porque los propios Estados Unidos cerraban
todo espacio a cualquier proyecto reformista que luciera menos
dependiente el pas y le diera ms espacio y protagonismo a la
burguesa cubana.
Por aquella poca no haba un criterio unnime en loes crculos
polticos y gobernantes de los Estados 1 'nulos respecto a la
conveniencia de atacar abiertamente a la Revolucin Cubana. Phillip
Bonsall cuenta en su libro que, en abril de 1959, se haba efectuado
en El Salvador una reunin de embajadores norteamericanos de los
pases del Caribe y Centroamrica, a la que haba asistido Roy
Rubboton, subsecretario de estado para Amrica Latina y el Caribe.
En dicha unin se haba suscitado una gran discusin, en la que
algunos embajadores acusaban a la Revolucin de comunista y exigan
acciones enrgicas similares a las adoptadas un lustro antes en
Guatemala. Bonsall sostuvo el criterio de que cualquier poltica que
se siguiera deba marchar pareja con la opinin pblica cubana. que en
aquellos momentos segua mayoritariamente a Castro". [22]
Como resultado del encuentro, se public una nota oficial, donde,
entre otras cuestiones, se planteaba la necesidad de luchar contra
el comunismo internacional y se hacan recomendaciones de cmo la
Organizacin de Estados Americanos (OEA) poda ayudar a restaurar una
atmsfera ms tranquila en el rea del Caribe, en abierta alusin a
Cuba. [23]
Los funcionarios y polticos realistas que recomendaban prudencia
y sensatez, en la conviccin de que de ese modo se podra detener la
radicalizacin del proceso revolucionario, eran minora; y su
protagonismo en el diseo de la poltica que se deba seguir hacia
Cuba, cada vez menor, cuando no totalmente nulo.
Las campaas de difamacin, los planes de sabotaje y atentados a
lderes revolucionarios, en particular a Fidel Castro, se iran
incrementando paulatinamente. Los grupos subversivos aumentaban,
nutrindose de ex batistianos, antiguos explotadores y desertores de
las filas revolucionarias, que, segn el decir popular, queran
revolucin, pero no tanta.
En los Estados Unidos representaban un grupo cada vez mayor los
funcionarios, congresistas y altos militares que exigan sancionar a
Cuba por la implantacin de la Ley de Reforma Agraria. Ya desde
entonces, se presentaba lo que ocurra en nuestra nacin como una
amenaza a la seguridad nacional estadounidense, y de esta forma
trataban de justificar ante la opinin pblica del pas y de Amrica
Latina cualquier tipo de agresin al archipilago.
Durante octubre de 1959 se incrementaron las violaciones del
espacio areo cubano por aviones que, desde territorio
norteamericano, efectuaban sabotajes en centros econmicos, y
llegaron al extremo, el 1 de octubre, de ametrallar la ciudad de La
Habana, lo que provoc 2 muertos y 50 heridos.
El 4 de marzo de 1960, explotaba en el puerto de la Habana el
barco francs La Coubre, que traa un cargamento de armas procedentes
de Blgica. Se trataba de un evidente sabotaje, perpetrado por los
servicios de Inteligencia de los Estados Unidos, empeados en evitar
que el pas adquiriera los medios necesarios para su defensa, ante
la negativa norteamericana de vendrselos, con el pretexto de que
Cuba amenazaba la seguridad de otras naciones del continente. El
trgico hecho ocasion la muerte de 60 personas y ms de 200 heridos.
Fue en el acto de despedida de duelo por las vctimas del criminal
sabotaje, cuando Fidel lanz la consigna de: "Patria o muerte!"
Durante 1960, como ya apreciamos anteriormente, el proceso
revolucionario se radicaliz. Las agresiones norteamericanas eran, a
la vez, resultado de dicho proceso y causa de su aceleracin y
matizacin. El imperialismo se mova en todos los terrenos par a
destruir la Revolucin. En 1960, comenz a utilizar con fuerza los
mecanismos diplomticos, involucrando para ello, cada vez ms, a la
OEA. De esta manera, se trataba de presentar el caso cubano como
una fuente de litigio con todos los pases del rea y no slo con los
Estados Unidos.
Durante febrero y marzo de 1960, el presidente Eisenhower viaj
por varias naciones latinoamericanas para promover la democracia,
la receptividad a las inversiones y la creacin de un frente comn
contra la injerencia comunista en el continente. Un objetivo
fundamental para los Estados Unidos consista en lograr una
resolucin de condena al gobierno cubano, por permitir la penetracin
del comunismo internacional y favorecer su extensin al resto de los
pases del rea.
El 2 de agosto de 1960, comenzaba, en San Jos de Costa Rica, la
VII Reunin de Consulta de Cancilleres de la OEA. El secretario de
Estado de los Estados Unidos, Herter, en abierta alusin a la ayuda
de la Unin Sovitica a Cuba, expres en su discurso:
"[...] no slo todo rgimen comunista establecido en cualquiera de
las repblicas americanas constituye una intervencin extranjera en
Amrica [...] sino que, adems, un rgimen semejante se convertir,
automticamente, por su propia naturaleza, en una base de
operaciones para la propagacin de las ideas comunistas, de
infiltracin, subversin e interferencia en los asuntos internos de
toda Amrica Latina, destinada en ltima instancia, al derrocamiento
por la fuerza de todos los gobiernos del hemisferio". [24]
La resolucin aprobada, de carcter muy general, condenaba la
penetracin comunista en el continente, consideraba incompatible con
el Sistema Interamericano toda forma de totalitarismo y, adems,
censuraba enfticamente la intervencin o amenaza de ello, de una
potencia extracontinental en los asuntos de las repblicas
americanas. El texto de la declaracin final llevaba implcita una
advertencia a Cuba de atenerse a la disciplina del Sistema
Interamericano y a la Carta de la OEA, con lo cual quedaban las
puertas abiertas a una sancin posterior.
El pueblo cubano y su gobierno revolucionario respondieron la
Declaracin de Costa Rica, el 2 de septiembre de 1960, con un masivo
acto en la Plaza de la Revolucin y la aprobacin de la Primera
Declaracin de La Habana. Este documento no slo rechazaba el
planteamiento de Costa Rica, sino que, adems, defenda el derecho de
los pueblos del continente a su plena independencia nacional,
condenaba la larga cadena de intervenciones y agresiones de los
Estados Unidos en el continente, defenda el derecho de Cuba a
establecer con la Unin Sovitica, o cualquier otro pas, las
relaciones que estimase convenientes y censuraba, tambin, la
explotacin del hombre por el hombre.
Durante la etapa transcurrida de 1959 a 1960, la Revolucin haba
puesto fin al dominio imperialista en lo fundamental, a la
explotacin capitalista en que ste estaba sustentado. Se haba
fortalecido el sistema poltico de la sociedad y elevado la
conciencia revolucionaria, as como la cultura poltica del
pueblo.
Un conjunto de factores haba contribuido a esto ltimo: la obra
impresionante de la Revolucin; la agresividad de los Estados
Unidos; la solidaridad de la la Unin Sovitica y otros pases
socialistas, y el magisterio poltico de Fidel Castro, as como su
extraordinaria personalidad, que haba sabido inculcar en el pueblo
una fe absoluta en la justeza de la obra
que defenda y una confianza plena en su victoria.
De este modo, la Revolucin entraba en su etapa socialista,
victoriosa ante todas las agresiones e intentos de derrocarla, con
un pueblo unido, organizado, y una vanguardia firme.
-------------------------------------------------[3] Jos Mart:
Obras completas, Editorial Nacional de Cuba, La Habana, 1963, t.
IV, pp. 252253.
[4] Academia de las FAR: "La revolucin cubana 1953-1980", en
Seleccin de lecturas, La Habana, 1983, t. 1, segunda parte, p. 243.
(Lo subrayado en la cita es del autor.)
[5] Ibid, p. 244.
[6] Adolfo Snchez Rebolledo: "Fidel Castro: La Revolucin Cubana
1953-1962", en Compilacin de documentos y discursos 1953-1962,
Editorial Era, S.A., Mxico, 1972, p. 141. Ibid, p. 139.
[7] Ibid, p. 139.
[8] Para una mayor informacin, ver Fidel Castro Ruz: Informe
Central al I Congreso del Partido Comunista de Cuba, Editado por el
Departamento de Orientacin Revolucionaria del Comit del Partido
Comunista de Cuba, La Habana, 1975.
[9] Carlos Rafael Rodrguez: "Cuatro aos de reforma agraria", en
Letra con filo, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 191{3,
t. 11, pp. 212-213.
[10] Departament of State, REA Files: lof 61 D 248, Cuba 1959.
Confidential.
[11] Fidel Castro Ruz: Informe Central al 1 Congreso del Partido
Comunista de Cuba, ed. cit., p. 44.
[12] Ibid, p. 35.
[13] ste es un punto de vista muy difundido y puede encontrarse
las siguientes obras: Castrismo: teora y prctica, de Theodore
Drapper; Cuba: intento de crtica constructiva, de Ren Dumont; Cuba,
Castro y los Estados Unidos, de Phillip Bonsall; Cuba y la bsqueda
de la libertad, de Hugh Thomas; Fidel Castro: de la reforma al
marxismo-leninismo, de Lorees Wilkerson; Dialctica de la Revolucin
Cubana, de Carmelo Mesa Lago.
[14] Este punto de vista puede hallarse en obras como: Historia
de Cuba, de Carlos Mrquez Sterling; Cuba: geopoltica y pensamiento
econmico, de Jos Alvarez Daz; Los das iguales, de Eduardo Surez
Rivas.
[15] Fidel Castro Ruz: "Discurso en el acto por el XX
aniversario del asalto al cuartel Monada", tomado de Historia de la
Revolucin Cubana, Editora Poltica, La Habana, 1980, p. 266.
[16] Fidel Castro Ruz: Moncada: la accin, Editora Poltica, La
Habana, 1981, p. 15.
[17] Fidel Castro Ruz: Fidel y la religin, Oficina de
Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 1985, p. 241.
[18] Ernesto Guevara: Obras escogidas, Casa de las Amricas, la
Habana, 1970, pp. 404-405.
[19] Para conocer en detalles estos pormenores pueden
consultarse los libros: El despliegue de un conflicto: la poltica
norteamericana hacia Cuba 1959-1961, de Ana Julia Faya y Pedro
Pablo Rodrguez, y Cuba: La guerra secreta de la CIA, de Fabin
Escalante Font.
[20] Phillip Bonsall era un hombre calificado de moderado en los
crculos polticos norteamericanos. Conoca bien a Cuba, pues en 1926
haba estado en el pas como estudiante de la Cuban Thelephone
Company. En 1938-1939 haba sido vicecnsul y tercer secretario de la
embajada y posteriormente haba desempeado tareas relacionadas con
Cuba, como funcionario del Departamento de Estado. Se le
consideraba un diplomtico de carrera, altamente competente.
[21] Phillip Bonsall: Cuba, Castro and the United States.
University of Pittsburgh Press, 1971, pp. 41-42.
[22] Ibid, p.47.
[23] Ver Ibid, p. 163.
[24] Toms Diez Acosta: La guerra encubierta, Editora Poltica. La
Habana, 1997, p. 172.
II. Nacimiento y desarrollo del socialismo (1961-1975)
Primeros pasos del socialismo cubano. Partido nico y democracia
Bsqueda de un modelo Diferendo Cuba-Estados Unidos en accin
El desarrollo en el cubano
econmico y social. socialismo cubano. de socialismo
La Revolucin inicia su etapa socialista con un impetuoso apoyo
de masas. Por el camino haban quedado los oportunistas de todo
tipo, quienes arribaron a sus filas sin imaginar ni remotamente lo
que se gestaba. A este respaldo masivo se una una gran solidaridad
internacional, a pesar de las campaas difamatorias del imperialismo
contra ella.
Las masas se haban organizado en un formidable sistema de
organizaciones, expresin de la unidad del pueblo y de su elevada
conciencia revolucionaria. El gobierno haba sido depurado a todos
sus niveles de los elementos conservadores y reformistas. Sin
embargo, el inicio del socialismo en Cuba presentaba una
particularidad que lo distingua de las experiencias de los
socialismos europeos y asiticos: al frente no se encontraba un
partido marxista-leninista. Este aporte que estudiaremos ms
adelante, va a constituir una de las ms ricas contribuciones de la
Revolucin Cubana a la teora y la prctica del socialismo.
El enfrentamiento ideolgico muy fuerte en esos aos no haba dado
los resultados que los enemigos esperaban. Las tesis de un
capitalismo remozado como alternativa; de los dos imperialismos los
Estados Unidos y la Unin Sovitica; de la inviabilidad del Estado
como propietario; de la Revolucin traicionada y otras, fueron a
corto plazo derrotadas.
La Revolucin Cubana transit al socialismo cuando el sistema
capitalista agot todas sus posibilidades de subsistencia. Las
simples reformas por las que abogaban la burguesa cubana no
azucarera y algunos sectores empresariales en los Estados Unidos no
podan dar solucin a los problemas del desarrollo econmico y social
del pas, y menos an garantizar la independencia nacional. La nica
posibilidad de supervivencia de la Revolucin y la del logro de sus
objetivos programticos radicaban en la superacin de los marcos
democrtico-burgueses.
La Revolucin exiga profundizacin. Haba destruido la vieja
sociedad capitalista, necesitaba construir una nueva. Contaba para
ello, en 1961, con todos los instrumentos del poder poltico y la
parte fundamental de la economa industrial, agrcola y financiera de
la nacin.
La primera etapa haba transcurrido de modo acelerado, en un
proceso nico. El poder poltico problema fundamental de toda
revolucin haba sido resuelto desde los primeros momentos, a favor
de las grandes masas.
Primeros
pasos
del
socialismo
cubano.
El
desarrollo
econmico
y
social
Los primeros intentos de una estrategia de desarrollo econmico v
social por una va socialista, no estuvieron exentos de errores. Era
lgico que as fuese. La inexperiencia, por un lado, el bloqueo
econmico, por otro, y la necesidad de una insercin de las
relaciones econmicas internacionales con los pases socialistas,
planteaban un conjunto de problemas nuevos no fciles de prever y
resolver.
Los esfuerzos por cambiar la estructura productiva del pas
poniendo en un primer plano el cese de la monoproduccin azucarera,
crearon errneamente un sentimiento anticaa, que llev a subestimar
la importancia de producir azcar. Evidentemente no se trataba de
disminuir la produccin del dulce, sino del incremento de otras
producciones, al punto de que aun fabricndose ms azcar, no se
dependiese de sta para el desarrollo de la economa. Pero para
algunos, combatir el monocultivo signific eliminar la caa. La rpida
rectificacin no fue bice para que la industria azucarera se
afectara en los primeros aos de la Revolucin.
La primera estrategia trazada fue industrialista a corto plazo y
estuvo basada en tres puntos: a) Industrializacin acelerada, a
partir de la industria pesada. b) Diversificacin agrcola. c)
Sustitucin de importaciones por productos nacionales.
Plantas extractoras de petrleo
Esta
estrategia va a estar influida por varias razones: 1. En
aquellos primeros aos, an no se haba alcanzado una efectiva
insercin en la economa de los pases socialistas, por lo cual se
pensaba ms en trminos de autarqua que de integracin econmica al
campo socialista. 2. Por motivos de seguridad nacional, ante un
posible bloqueo militar, la idea de una economa que se
autoabasteciera pareca lo ms racional. 3. A las consideraciones
anteriores se una el hecho de que tanto el pensamiento econmico
latinoamericano de corte desarrollista como el proveniente de los
pases socialistas, tributaban un conjunto de ideas que justificaban
el industrialismo como estrategia que era preciso seguir.
Las ambiciosas metas planteadas no se alcanzaron a corto plazo,
y pronto se hizo evidente la necesidad de corregir el rumbo. Las
causas: 1. Carencia de recursos financieros para ejecutar los
planes trazados. 2. Pretensin de simultanear muchas y complejas
tareas. 3. Subestimacin de la agricultura, en particular de la
industria azucarera, como fuente de acumulacin fundamental de
desarrollo econmico perspectivo.
A fines de 1963, se toma conciencia de la necesidad de cambios
en la estrategia planteada, y se transita --de este modo-- a una
concepcin agrcola-azucarera. De manera que, entre 1964 y 1975, sta
ser la estrategia que prevalecer, a partir de las consideraciones
siguientes: 1. Las grandes reservas de tierra de que dispone el pas
y la posibilidad de elevar los rendimientos. 2. Los coeficientes de
insumo importables en la agricultura eran menores que en la
industria. 3. Las inversiones en la agricultura maduran a ms corto
plazo. 4 .La agricultura era una va ms efectiva y rpida de
sustitucin de importaciones.
Refinera de azcar en Cienfuegos.
La nueva estrategia, adems de estas indudables debla enfrentar
nuevos retos y dificultades, no siempre resueltas
satisfactoriamente. Pero aun as, arroj resultados positivos y
permiti crear las bases para un futuro desarrollo industrial. Uno
de los objetivos fundamentales fue la meta de producir 10 000 000
de toneladas de azcar en 1970, propsito que no fue cumplido al
producirse solamente 8 500 000 t. Las razones que llevaron a este
incumplimiento escapan a los objetivos de esta breve obra de
divulgacin histrica.
Entre 1961 y 1975, ocurre un desarrollo econmico y social
apreciable, sobre todo si tenemos en cuenta el conjunto de factores
adversos.
"Entre 1961 y 1965 el producto social global aument solamente a
un ritmo del 1,9 % al ao. Entre 1966 y 1970, este ritmo de
crecimiento se elev al 3,9 % al ao. [...] Entre 1971 y 1975, alcanz
ya un promedio verdaderamente impresionante de ms del 10 % de
crecimiento anual". [25]
En octubre de 1963, ante la actividad contrarrevolucionaria
asumida por la burguesa agraria, que virtualmente mantena sus
tierras ociosas, creando con ello grandes problemas al pas para
abastecer de productos agropecuarios a la poblacin, y ofreca su
colaboracin a la contrarrevolucin en sus planes por desestabilizar
la economa, se dict la segunda Ley de Reforma Agraria, mediante la
cual se redujo a un mximo de 5 cab (67 ha) la tierra que poda
poseer una persona. El resto fue nacionalizado a favor del Estado,
que en lo adelante dispondra del 70 % de la tierra cultivable.
Al concluir este proceso, solo quedaban, en calidad de propiedad
privada, las pequeas fincas campesinas trabajadas por sus dueos, y
una parte del transporte de pasajeros y de carga, que continu
funcionando como propiedad personal de quienes lo explotaban
directamente.
Si bien el desarrollo econmico no pudo estar entre las
prioridades de la Revolucin en los primeros altos porque las
necesidades de la defensa frente a las agresiones imperialistas
ocuparon un primer lugar, los logros parecen desmentir esta
afirmacin. Veamos algunas cifras de crecimiento hasta 1975, en el
orden estrictamente econmico.
La produccin de nquel se duplic; la refinacin de petrleo se elev
de 3,6 millones de tm, en 1958, a 5,9 millones, en 1975; la
generacin de electricidad creci de 2.550 millones de kw/h, a 6.500
millones; la produccin mecnica se triplic; la produccin de acero se
elev de 24.000 tm a 240.000; la de fertilizantes creci de 199.000
t, en 1958, a 1.000.000 en 1975; la elaboracin de herbicidas, de
120 tm, en 1958, a 2 900; la de tejidos se duplic; la de calzado se
triplic: la de cemento se elev de 743.000 tm a 2.000.000; la de
pastas alimenticias, de un estimado de 10.000 tm a 50.000; la
captura de pescado se increment seis veces; la superficie
cultivada, en 1975, es dos veces la de 1958; el nmero de tractores
creci de 9.000, en 1958, a 54.000 en 1975; el rea de riego creci de
160.000 ha a 580.000; la produccin de huevos sextuplic la de 1958;
la flota mercante creci en 9 veces.
En el quinquenio 1966-1970, Cuba concentr sus esfuerzos en la
zafra de los 10.000.000 de toneladas de azcar. Sin embargo, la meta
no fue alcanzada. Aunque como sealamos antes las causas de este
revs escapan a los objetivos esenciales de esta obra, destacaremos
brevemente algunas: el retraso en las inversiones industriales,
problemas con la siembra, corte y tiro de la caa, y otros
inconvenientes objetivos, a los que se unieron dificultades de
ndole subjetiva.
A los avances en el orden econmico hay que sumar los de carcter
social. Notables fueron los logros en la educacin y la cultura.
Cuatro cifras reflejan el estado deplorable de la educacin
en 1958 --1.000.000 de analfabetos absolutos (23,6 % de la
poblacin mayor de 10 aos); ms de 1.000.000 de semianalfabetos;
600.000 nios sin escuela y 10.000 maestros sin empleo.
Desde los primeros instantes del triunfo de la Revolucin,
comenzaron a tomarse medidas tendentes a eliminar esta situacin.
Sesenta y nueve cuarteles de la tirana fueron convertidos en
escuelas y creadas 10.000 aulas, y ya en septiembre de 1959, haba
tres veces ms maestros rurales que en 1958; el 2 de diciembre de
1959 se dictaba la Primera Reforma Integral de la Enseanza. En
1961, se llevaba a cabo la Campaa de Alfabetizacin: una verdadera
proeza. En un solo ao fue alfabetizado casi 1.000.000 de adultos,
lo cual requiri un gran ejrcito de alfabetizadores (100.000),
salidos de las filas de todo el pueblo, en particular de los jvenes
y adolescentes, que por miles llevaron el pan de la enseanza a los
parajes ms recnditos del pas, donde se concentraba precisamente, el
mayor nmero de personas que era imprescindible alfabetizar.
Inmediatamente despus se inici la educacin de adultos, y se
crearon las facultades obrerocampesinas, que abriran las puertas de
las universidades los trabajadores. El 6 de junio de 1961, se
dictaba la Ley de Nacionalizacin de la Enseanza, que proscriba la
actividad privada, con afn de lucro, en la educacin, la cual se
declaraba derecho del pueblo.
El 22 de noviembre de 1961 Cuba se declar Territorio Libre de
Analfabetismo
De 811.345 matriculados en el sistema educacional en 1958, en
1975 la cifra se haba elevado a 3.051.060 alumnos. En dicho perodo,
la educacin primaria se multiplic por 2,7 veces; la de nivel medio
por 6,1; la universitaria por 5,5. En 1975, el ndice de
escolarizacin de nios aptos entre 6 y 12 aos, era del ciento por
ciento. El nmero de becarios era de 600.000, entre internos y
seminternos. En la educacin superior, de 15.000 estudiantes en
1958, en 1975 se llegaba a 83.000. De menos de 30.000 graduados. de
sexto grado en 1958, la cifra aumentaba a cerca de 190.000 en 1975.
En ese ao el pas invirti en el sector educacional 874.000.000 de
pesos, once veces ms que en 1958.
La revolucin educacional abra nuevos horizontes a la cultura.
Antes de la Revolucin, la intelectualidad se encontraba bajo un
gran desamparo oficial. Miles de talentos se perdan en todos los
mbitos. Las grandes figuras lograron sobreponerse a aquel medio y
triunfar gracias
a su genialidad y tesn personal. Salvo casos o momentos
excepcionales, el Estado brind muy poco apoyo y proteccin al
desarrollo de la cultura nacional.
En 1961 se fund el Consejo Nacional de Cultura (CNC) institucin
encargada de administrar los recursos del Estado, en aras de la
promocin cultural y de aplicar la poltica de la Revolucin en tan
importante esfera. Se fund la Escuela Nacional de Arte (AENA), y se
estructur una amplia red de escuelas de arte en toda la nacin. Se
cre un amplio movimiento de aficionados que en 1975 contaba con
18.000 grupos.
Se crearon escuelas de ballet, el Conjunto de Danza Nacional de
Cuba, el Ballet Nacional de Cuba, cuya fundacin impuls una
actividad que tanta gloria dado y da a Cuba y que, en 1958, haba
tenido que recesar por la falta de fondos, los cuales el gobierno
de Batista haba negado. En 1958 exista slo un grupo de teatro
dramtico; en 1975 existan 13. Se constituy el Teatro Lrico
Nacional, y se formaron grupos en otras provincias del pas. Las
instalaciones teatrales pasaron de 14, en 1958, a 65, en 1975.
En 1960, se instituyeron la Orquesta Sinfnica Nacional y el Coro
Nacional. En 1961, se fund la Unin Nacional de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC), y, un ao ms tarde, la Brigada "Hermanos
Saz" de artistas y escritores jvenes.
En 1975 se dispona de 117 bibliotecas y 29 museos. En 1962 se
cre la Editorial Nacional de Cuba y, en 1967, el Instituto Cubano
del Libro. En 195 el pas produjo slo un aproximado de 1.000.000
ejemplares de libros; en 1967, 8.000.000 y, en 1975,
35.000.000.
El cine nacional era inexistente antes de la Revolucin. El 24 de
marzo de 1959 se fundaba el Instituto Cubano del Arte e Industria
Cinematogrfica (ICAIC), que propici la creacin de un cine nacional
con numerosas pelculas y cortometrajes de reconocido prestigio
internacional. Otros logros en este terreno fue el haber
posibilitado que millones de cubanos pudieran disfrutar de tan
amena recreacin con la fundacin de cientos de salas en todo el pas
mediante el cine mvil.
Otra esfera en la que la Revolucin pudo alcanzar grandes xitos
es la de la salud pblica. Antes de 1959 el presupuesto destinado a
ese sector era de 20.000.000 de pesos. El 61 % de los recursos
humanos y materiales asignados a la salud se concentraban en la
capital con el 22 % de la poblacin. En enero de 1960, se cre el
servicio mdico rural que estableca la obligatoriedad de los nuevos
mdicos graduados, de prestar servicios, hasta dos aos, en las
comunidades rurales.
La sanidad en Cuba
En 1958 exista un solo hospital rural en el territorio nacional.
En 1975 ya haba 56 y 118 dispensarios. De 161 casas de socorros, en
estado crtico, en 1975 se contaba con 396 policlnicas. De los 6.000
mdicos de que se dispona antes de la Revolucin, 3.000 abandonaron
el pas, como resultado de la poltica de los Estados Unidos de
estimular por todos los medios el xodo de estos profesionales, por
el dao que ello ocasionaba a la Revolucin. En 1975, el nmero de
mdicos era ya de 10.000. El gasto de salud pblica, que al triunfo
de la Revolucin era de 20.000.000 de pesos, se elev, en 1975, a
400.000.000, es decir, veinte veces ms. En este lapso fueron
erradicadas numerosas enfermedades, y la esperanza de vida creci,
de 41 aos en 1958, a 70 en 1975.
Otra de las esferas en la que el pas alcanz, con prontitud, un
desarrollo impresionante es el deporte. Antes de 1959, la actividad
deportiva era insignificante, nicamente en el bisbol y el boxeo
surgieron figuras de renombre internacional. Baste sealar que,
antes de 1959, Cuba haba obtenido 6 medallas olmpicas; y en las
Olimpiadas de Munich, en 1972, logr 22 y ocup el lugar 14 entre
todos los pases participantes.
Tambin recibi una profunda transformacin la seguridad social. En
poco tiempo fue erradicado virtualmente el desempleo, se elevaron
los salarios y se dot al trabajador de una adecuada proteccin ante
cualquier enfermedad, as como se les asegur, adems, una decorosa
pensin a los jubilados.
En otro orden de cosas, la Revolucin haba erradicado la
discriminacin por motivos de raza, sexo o creencias religiosas.
En pocos aos y en medio del bloqueo econmico de los Estados
Unidos al pas y de numerosas agresiones de todo tipo, la Revolucin
haba conformado una obra con una incidencia muy favorable, no slo
en el nivel de vida de la poblacin sino tambin en su modo de
vida.
Partido
nico
y
democracia
en
el
socialismo
cubano
El sistema poltico del socialismo cubano se form en un proceso
complejo, donde primaron la creatividad, la originalidad y la
autoctona. Ya hacia finales de 1960, la Revolucin se haba dotado de
un grupo de organizaciones incompletas an y de un conjunto de
principios inacabados tambin, que permitieron afrontar con xito la
construccin del socialismo. Es cierto que se trataba de una
institucionalizacin carente an de rganos representativos, pero que
funcionaba a plenitud, en medio de circunstancias que no apremiaban
los cambios que vendran en aos posteriores.
Dentro de la formacin del sistema poltico cubano, uno de los
problemas ms originales ha sido y es la del partido nico y, por
ello, cmo combinar democracia y unipartidismo. Segn una lgica de
pensamiento que identifica democracia burguesa con democracia en
general, esta es imposible sin pluripartidismo. De ah que, en
nuestro pas, al existir un solo partido, no haya democracia.
La democracia de que hablan nuestros adversarios polticos se
asienta en intereses de clase burgueses, para que se ejerza en una
sociedad capitalista en beneficio de sectores y clases minoritarios
dentro de la poblacin, con independencia de que esa democracia
pueda extender algunos beneficios polticos y sociales a una parte
del pueblo, de acuerdo con un conjunto de circunstancias
coyunturales la mayor parte de las veces que por razones de espacio
no es posible tratar aqu.
La que se ha ejercido en Cuba, desde el triunfo mismo de la
Revolucin, ha estado en funcin de intereses de clases diferentes.
Es por el pueblo y para el pueblo, y sus resultados solo aconsejan
su perfeccin no su relevo.
En las naciones capitalistas, la democracia y su ejercicio
suelen circunscribirse nicamente a los procesos electorales donde
se se debe elegir a un candidato u otro. La plenitud de estos
procesos sirve para medir una mayor o menor democracia. La que se
ejerce en Cuba no se constrie al acto electoral, sino que est
presente en todos los procesos sociales que transcurren a nivel
microsocial: comunidad, colectivo laboral o estudiantil, en el
marco organizacional y otros.
Fidel Castro deposita su voto para la eleccin del nuevo Comit
Central del Partido Comunista de Cuba
La existencia de un solo partido en nuestro archipilago responde
a razones histricas muy concretas del proceso revolucionario
cubano. La unidad de las fuerzas revolucionarias que combatieron a
la tirana de Fulgencio Batista para dar lugar al actual Partido
Comunista de Cuba, fue un acto consciente, voluntario, sin apremio
del liderazgo revolucionario, a partir del principio de que en la
unin est la fuerza. Pretender dividirnos ahora, para defender cada
uno por separado los mismos objetivos sera, a todas luces, una
insensatez que nos debilitara frente a un enemigo cada vez ms
agresivo y prepotente. De mayor torpeza e ingenuidad sera otorgar
la categora de partido poltico a los grupsculos
contrarrevolucionarios que operan en Cuba, bajo el auspicio
ideolgico y financiero de los Estados Unidos. para de este modo
convocar a unas elecciones "libres" que supuestamente nos
devolveran el capitalismo; ese capitalismo que de manera tan
minuciosa la Ley Helms-Burton se ha encargado de esclarecer cmo
tendra que ser para los cubanos.
Si bien dentro del perodo histrico que analizamos los procesos
electorales estuvieron limitados a procesos microsociales de tipo
organizacional. pues no existan rganos representativos electos
mediante el voto popular, ello no signific una ausencia de
democracia en la sociedad cubana de esos aos La participacin de la
poblacin en la toma de importantes decisiones, mediante la consulta
a los trabajadores. a los estudiantes y al pueblo, en general, ha
sido una prctica de la Revolucin desde sus primeros momentos. Uno
de los actos ms democrticos fue entregarle a este las armas para la
defensa de su Revolucin. adjudicarle la propiedad de los medios de
produccin nacionalizados y convertir a miles de hombres y mujeres
sencillos en administradores de esos bienes.
Lo anterior no quiere decir que, durante ese perodo, la
democracia en Cuba haya estado exenta de insuficiencias que
reclamaban su perfeccionamiento. La centralizacin excesiva de
funciones asumidas por el Estado, el burocratismo y el verticalismo
en la direccin, entre otros, eran males que era preciso
corregir.
El ejercicio de la democracia en Cuba, adems de responder a
peculiaridades nacionales y momentos situacionales, no ha podido
desconocer las presiones externas, en particular, las agresiones de
los Estados Unidos. La existencia de un solo partido no ha sido un
obstculo para la prctica de una democracia altamente participativa
y representativa, aun con las imperfecciones sealadas.
La formacin del actual Partido Comunista de Cuba presenta un
conjunto de particularidades que han dado lugar a muy diferentes
interpretaciones entre los estudiosos del proceso revolucionario
cubano en el exterior, no pocas dirigidas a ver en los
acontecimientos en nuestra nacin caribea un ments a la tesis
leninista sobre la necesidad de un partido comunista para construir
el socialismo. La Revolucin Cubana es la confirmacin de dicha
tesis, salvo que lo hace de un modo original, diferente a las
experiencias de los socialismos europeo y asitico que le
antecedieron.
"Este Partido es fruto de la Revolucin misma. La Revolucin trajo
al mundo al Partido y, ahora el Partido lleva adelante la
Revolucin. El Partido es su vehculo por excelencia y la garanta de
su continuidad histrica". [26]
A diferencia de las experiencias anteriores en que el partido
haba hecho la Revolucin, en nuestro pas los hechos haban
transcurrido de modo contrario. La Revolucin haba hecho al
partido.
Por qu haba ocurrido esto en Cuba?
"...sta fue y tuvo que ser obra de nuevos comunistas,
sencillamente, porque no eran conocidos como tales y no tuvieron
que padecer en el seno de nuestra sociedad, infestada de prejuicios
y controles policacos imperialistas, el terrible aislamiento y la
exclusin que padecan los abnegados combatientes revolucionarios de
nuestro primer Partido Comunista. Si bien ste no era el pensamiento
generalizado de todos los que iniciaron el camino de la lucha
armada en nuestro pas, s lo era de sus principales dirigentes".
[27]
Otra particularidad que presenta la formacin del partido,
consiste en que l es el resultado de la integracin de tres
organizaciones: el Movimiento Revolucionario 26 de Julio, el
Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista
Popular ( PSI'). De ellas slo una era marxista-leninista. Ni el 26
de Julio ni el directorio eran socialistas, aunque entre sus
principales dirigentes poda contarse con hombres afines a estas
ideas.
Al triunfo de la Revolucin, las tres organizaciones entre las
que haban existido divergencias y convergencias mantuvieron su
independencia. Las discrepancias en cuanto a estrategia tctica
entre ellas para derrocar a la tirana no fue bice para que primaran
la comprensin y la colaboracin hasta llegar a una sola.
Los contactos entre ellas se fueron haciendo cada vez ms
estrechos en la medida en que la Revolucin avanzaba, y la unidad se
tornaba un arma fundamental de la Revolucin.
De este modo, ya en septiembre de 1961 se acord crear el Bur de
Coordinacin de Actividades Revolucionarias a todos los niveles de
direccin, lo cual permiti un trabajo ms coherente y sistemtico
entre las tres organizaciones e ir creando las condiciones para su
integracin.
El 24 de junio de 1961, se efectuaba un pleno del PSP, donde se
acordaba disolver dicha organizacin, como paso previo a su
integracin a la nueva agrupacin poltica que se creara, la cual
llevara el nombre de Organizaciones Revolucionarias Integradas
(ORI). Pasos similares dio el resto, y as se consumaba una unidad
imprescindible para llevar adelante la Revolucin y construir el
socialismo. El 26 de julio de 1961, Fidel haca pblico lo acontecido
y anunciaba la futura creacin del Partido Unido de la Revolucin
Socialista de Cuba (PURSC).
Luego de un corto perodo de existencia y de errores de
sectarismo, rpidamente corregidos, qued constituido el PURSC, y las
ORI se disolvieron.
El 3 de octubre de 1965, en el mismo acto donde Fidel daba
lectura a la carta de despedida del Che, se acordaba denominar en
lo adelante al PURSC, Partido Comunista de Cuba, y se creaba su
primer Comit Central con Fidel y Ral, como primer y segundo
secretarios, respectivamente.
"El Partido lo resume todo. En l se sintetizan los sueos de
todos los revolucionarios a lo largo de nuestra historia: en l se
concretan las ideas, los principios y la fuerza de la Revolucin; en
l desaparecen nuestros individualismos y aprendemos a pensar en
trminos de colectividad; l es nuestra conciencia vigilante [...] en
l nos sumamos todos y entre todos hacemos de cada uno de nosotros
un soldado espartano de la ms justa de las causas y de todos juntos
un gigante invencible". [28]
Bsqueda
de
un
modelo
cubano
de
socialismo
Gran parte de la dcada del 60 es testigo, en Cuba, de la polmica
en torno a dos sistemas de
direccin de la economa: el basado en el clculo econmico; y el
otro, en el sistema presupuestario de financiamiento. En el centro
de dicho debate va a estar el entonces ministro de Industrias, el
comandante Ernesto Che Guevara, creador de este ltimo. El primero
de estos sistemas haba sido tomado de la experiencia sovitica y de
otros pases socialistas europeos.
Las
diferencias fundamentales entre ambos giraban en torno a: 1. El
papel de la ley del valor en el socialismo. 2. Las funciones y
espacios econmicos entre el mercado y la planificacin. 3. La
ganancia o el costo de produccin para medir la eficiencia de la
economa. 4. La mayor o menor autonoma empresarial y si deban
existir o no relaciones mercantiles entre las empresas estatales.
5. El papel de los estmulos materiales y morales.
Es conveniente sealar que, en la concepcin del Che, las
funciones de la ley del valor y el papel del mercado se vean
seriamente restringidos; que el indicador ms adecuado para medir la
eficiencia econmica era el costo de produccin, a diferencia de los
que sostenan que, en el clculo econmico, deba ser la ganancia; que
el estmulo moral se consideraba el arma fundamental de movilizacin
de las masas, contrario al otro sistema, que crea en el estmulo
material para ello.
El Che era un defensor a ultranza de la necesidad de crear,
junto a una economa desarrollada, el hombre nuevo: "Para construir
el comunismo, simultneamente con la base material, hay que hacer al
hombre nuevo." [29] El papel prevaleciente de la conciencia, de la
moral, para construir la sociedad nueva, es otro de sus
principios.
"De all que sea tan importante elegir correctamente el
instrumento de movilizacin de las masas. Ese instrumento debe ser
de ndole moral, fundamentalmente, sin olvidar una correcta
utilizacin del estmulo material, sobre todo de naturaleza social".
[30]
Ernesto Che Guevara pronunciando una conferencia (agosto de
1961)
El temor que el Che senta por el uso desmedido del estmulo
material y las palancas del capitalismo para construir el
socialismo, queda recogido en estas palabras suyas:
"Se corre el riesgo de que los rboles impidan ver el bosque.
Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de
las armas melladas del capitalismo (la mercanca como clula
econmica, la rentabilidad, el inters material individual como
palanca, etctera), se puede llegar a un callejn sin salida. Y se
arriba all tras de recorrer una larga distancia en la que los
caminos se entrecruzan muchas veces y donde es difcil percibir el
momento en que se equivoc la ruta. Entre tanto la base econmica
adaptada ha hecho su trabajo de zapa sobre el desarrollo de la
conciencia". [31]
Ms que una discusin en tomo a sistemas de direccin de la
economa, estaban en juego dos maneras diferentes de concebir el
socialismo para llegar a l:
"Nosotros no concebimos el comunismo como la suma mecnica de
bienes de consumo en una sociedad dada, sino como el resultado de
un acto consciente; de all la importancia de la educacin y por
ende, del trabajo sobre la conciencia de los individuos en el marco
de una sociedad en pleno desarrollo material". [32]
En 1965, el Che se marcha a cumplir sus deberes
internacionalistas. El intento de llevar a vas de hecho sus ideas
tropez con no pocos errores. que no pueden en modo alguno imputarse
a l. De tal manera resultaba fallido el empeo por lograr un modelo
cubano de socialismo, que nos resguardase de los defectos que ya se
perciban en la Unin Sovitica y el resto de los pases europeos, y
que tomase en consideracin las peculiaridades nacionales v el
pensamiento de Fidel y el Che. La inexperiencia y otros problemas
no permitieron el logro de los objetivos propuestos. Gratuidad
excesiva en la distribucin, un igualitarismo a ultranza y
subestimacin a toda categora econmica mercantil en el control de la
economa fueron algunos de los fallos cometidos.
"Las revoluciones suelen tener sus perodos de utopa en que sus
protagonistas, consagrados a la noble tarea de convertir en
realidad sus sueos y llevar a la prctica sus ideales, creen que las
metas histricas estn mucho ms prximas y que la voluntad, los deseos
y las intenciones de los hombres por encima de los hechos objetivos
lo pueden todo [...]" "Cuando podra parecer que nos estbamos
acercando a formas comunistas de produccin y distribucin, en
realidad nos estbamos alejando de los mtodos correctos para
construir previamente el socialismo". [33]
Aquellos costosos errores, sobre todo en la economa, comenzaron
a rectificarse, acto seguido de concluir la zafra de 1970. El revs
sufrido en ella hizo evidentes las fallas de una concepcin y la
necesidad de emprender con prontitud su reemplazo. De esta forma,
la dcada del 70 va a estar caracterizada por el reparo de los
errores cometidos y por la sustitucin de una concepcin por
otra.
Un conjunto de medidas comenz a adoptarse previo al I Congreso
del Partido, en el reordenamiento de la economa, en el
fortalecimiento de las organizaciones de masas, en el
perfeccionamiento del trabajo del partido y de los rganos de la
administracin central del Estado, y en otras actividades, hasta
llegar al congreso partidista en diciembre de 1975, que signific un
punto de viraje en el mejoramiento de la sociedad.
Diferendo Cuba-Estados Unidos en accin
Entre los acontecimientos de mayor trascendencia en la
confrontacin Cuba-Estados Unidos, en el perodo de 1961 a 1975,
estn: la invasin de Playa Girn, la Crisis de Octubre y el inicio y
fortalecimiento del bloqueo econmico. A ellos dedicaremos
fundamentalmente esta parte de la obra.
El fracaso