La Lealtad La lealtad es un valor que básicamente consiste en nunca darle la espalda a determinada persona, grupo social y que están unidos por lazos de amistad o por alguna relación social, es decir, el cumplimiento de honor y gratitud, la lealtad está más apegada a la relación en grupo. En nuestra institución este es un valor muy importante que empezamos a inculcar y a fomentar en los niños desde pequeños, ya que es una obligación que se tiene con los demás, también porque es una llave que nos permite a los seres humanos independientemente de la edad, tener auténtico éxito cuando nos relacionamos y en la escuela ellos se relacionan con diferentes compañeros, docentes y personal administrativo. Es un compromiso a defender lo que creemos y en quien creemos. La lealtad es un valor, pues quien es traidor se queda solo. Cuando somos leales, logramos llevar la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda. Todos podemos tener un amigo superfi- cial, o trabajar en un lugar simplemente porque nos pagan. Es importante enseñarles a nuestros niños y estudiantes los valores como tales, ya que desarrolla en ellos la conciencia transformándolos en la creación más hermosa de un ser hu- mano . Cómo enseñar la lealtad a nuestros hijo/as: Demostrando comprensión cuando alguien de la familia, escuela o trabajo, reconoce sus propias culpas para no incrimina a los demás. Demostrando confianza a nuestros hijo/as, familiares, amigos y compañe- ros para que consulten sus dudas, sin temor a represalias. Demostrando el cumplimiento de los acuerdos tácitos o explícitos en la fami- lia, trabajo, estudios o sociedad. Enseñando de forma práctica a los hijos que se puede confiar en ellos y pueden ser confidentes y colaboradores. Demostrando lealtad a los principios religiosos, sociales y económicos. Demostrando lealtad entre los espo- sos y con los hijo/as, familiares y ami- gos. Demostrando lealtad y voluntaris- mo, para ayudar en las tareas de la ca- sa, aportando cada uno sus máximas posibilidades, incluso antes de que los demás lo necesiten. Demostrando que cuando alguien ha dado algo bueno, la familia le debe mucho más que agradecimiento. Enseñar que se defiende lo que se cree y en quien se cree. Demostrando que se puede ser leal, aunque se denuncie lo que está mal, a pesar de poder perder un amigo. Licda Karol CamposNúñez Comité de Apoyo Estudiantil Psicopedagoga [email protected]Yurusti NEWS Editorial LOS MIEDOS INFANTILES Colegio Yurusti • Año I Agosto 2013 En este volumen podrá encontrar : ¿CÓMO DESARROLLAR RELACIONES DE CONFIANZA CON SU HIJO/A ADOLESCENTES? Respeto y Tolerancia
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Ser bilingüe significa que usted puede entender y comuni-
carse en dos idiomas. De manera general, el bilingüismo
consiste en la habilidad para expresarse en dos lenguas.
El denominador común de todos los centros que llevan a
cabo un programa de Educación Bilingüe es simplemente
el hecho de que su currículo está enfocado en enseñar a sus estudiantes a leer, escribir,
comprender y hablar en un segundo idioma.
Existe en el mundo una gran variedad de modelos que difieren en:
Sus objetivos,
Las características de los estudiantes y sus familias,
La secuenciación y la cantidad de instrucción en las lenguas implicadas,
Sus programas de estudio.
Nuestros programas de estudio tienen como objetivo conseguir que nuestros alumnos
sean bilingües al final de su periodo escolar y puedan perfeccionar la lengua extranjera
durante su periodo colegial. En Yurusti nuestra meta es mejorar la competencia de los
alumnos en una lengua extranjera, de tal forma que, al final de su escolarización, los
alumnos tengan el conocimiento suficiente de esta y puedan utilizarla como herramienta
importante en el estudio y en un futuro en el trabajo.
Paralelamente al aprendizaje de un idioma extranjero los estudiantes de Yurusti
desarrollan competencias interculturales que se
encuentran entrelazadas al idioma que aprenden,
como por ejemplo: la forma de dirigirse a una persona
mayor, normas de cortesía, tono de la voz, vocabula-
rio apropiado para diferentes situaciones, etc.
También aprenden costumbres y tradiciones de otros países con el fin
de desarrollar destrezas que les permita comunicarse con personas de
diferentes culturas utilizando el idioma inglés.
Es importante destacar las ventajas de aprender un segundo idioma hoy en
día:
Las personas bilingües tienen la capacidad de llegar a dominar dos idiomas al nivel de un nativo ha-
blante o a un nivel alto bastante satisfactorio.
Las personas que aprenden dos o más idiomas a temprana edad tienen una ventaja adicional en
determinados empleos en especial aquellos con proyección internacional.
Las personas bilingües aprecian mejor la diversidad cultural de nuestro mundo y son más abiertos
a aceptar y tolerar individuos de diferentes culturas respetando sus comportamientos y formas de
pensar.
Igualmente es relevante mencionar el papel fundamental que tienen los padres de familia en la estimu-
lación del aprendizaje de un segundo idioma. Necesitamos que los padres de familia se integren a
nuestros esfuerzos y apoyen a los profesores ofreciéndoles a sus hijos dentro de las posibilidades de
cada familia, las oportunidades necesarias de poner en práctica el idioma extranjero en casa of fuera
de ella, por medio de: videos, música, lecturas, uso de la tecnología, intercambios, viajes al exterior y
finalmente asegurándose de que sus hijos repasen, practiquen y cumplan con todas sus responsabilida-
des escolares.
Solo juntos, trabajando en equipo lograremos alcanzar que sus hijos logren comunicarse en un segun-
do idioma en forma efectiva y satisfactoria. Por lo tanto, los invito a acompañarnos en nuestra apasio-
nante labor de captivar, motivar y educar a sus hijos en un segundo idioma. A
partir del mes de Agosto todos los mensajes de nuestro Departamento serán
escritos en Inglés en el boletín ya que estamos seguros de que cada día con-
tamos con más familias bilingües en Yurusti. Agradeciendo como siempre su
apoyo y comprensión.
Ligia Barillas Arias
English Coordinator
KINDER IS LOTS KINDER IS LOTS
OF FUN!!!OF FUN!!!
A five-year-old preschooler is eager to learn many different things, and this is a very sensitive
period to develop some specific skills in their cognitive, emotional, motor and lexical areas
Children´s own name is the most important word for them. It is
essential to call them out by their names even if they have their own “nicknames” at home. There are many funny ways to make them feel identified and familiar with their before they start with the
first traces of their names.
Los miedos en general y cualquiera de sus modalidades en
la etapa infantil suponen un fenómeno universal y omnipresente
en todas las culturas y tiempos. La única explicación a esta
regularidad es que el miedo debe tener un importante compo-
nente de valor adaptativo para la especie. En pequeña escala,
estas sensaciones que se viven como desagradables por
parte del niño o adolescente pueden cumplir una función de
supervivencia en el sentido de apartarle de situaciones de
peligro potencial (no acercarse a ciertos animales, no entrar en sitios oscuros, etc.).
Sin embargo, cuando este miedo es desadaptativo (no obedece a ninguna causa real de
peligro potencial o se sobrevaloran las posibles consecuencias) el resultado es un enorme
sufrimiento por parte del niño que lo padece y sus padres. El miedo, puede entonces condi-
cionar su funcionamiento y alterar sensiblemente su capacidad para afrontar situaciones
cotidianas (ir a dormir, ir a la escuela, estar sólo, etc.).
No hay duda que los miedos son evolutivos y “normales” a cierta edad, cambiando el
objeto temido a medida que el niño crece y su sistema psicobiológico va madurando.
La tendencia natural será a que éstos vayan desapareciendo progresivamente. En otras
ocasiones, podemos hablar abiertamente de temores o miedos patológicos que pueden
derivar hacia trastornos que necesitan atención psicológica (ansiedad, fobias). Establecer
la frontera entre uno y otro (normalidad-patología) no siempre es fácil y dependerá mucho
de la edad del niño, la naturaleza del objeto temido y sus circunstancias, así como la inten-
sidad, frecuencia, sufrimiento y grado de incapacitación que se produce en el niño.
Miedo, Fobia y Ansiedad
Un niño puede sentir un miedo natural ante la presencia de
un perro grande mostrándose reacio a tocarlo y mantenién-
dose discretamente a cierta distancia (le tiene miedo). En
otro niño la simple visión del perro o su ladrido puede
despertar la necesidad de correr inmediatamente, sintiendo
un malestar profundo y necesitando alejarse a mucha
distancia para tranquilizarse.
LOS MIEDOS INFANTILES
En éste último caso no ha habido ninguna causa objetiva que pueda
justificar el temor del niño (salvo en el caso de que el niño hubiera sido
víctima con anterioridad de la acción de algún perro). Las expectativas de
que el perro le pueda atacar cuando va acompañado de sus padres y el
perro se encuentra a distancia y va atado son irracionales. A este miedo
irracional le llamamos fobia.
Relacionado con los miedos y las fobias suele hablarse también de
ansiedad. La ansiedad está muy presente en todos los procesos de
miedos y, en especial, en las fobias. El término se utiliza para poner de relieve las importantes altera-
ciones psicofisiológicas que se producen en nuestro organismo cuando experimentamos un miedo
intenso.
Este estado de activación puede producirse ante un estímulo concreto (fobia específica) u otro que la
persona no puede describir con exactitud. Algunos autores lo han denominado el “temor a sentir
miedo”.
La activación fisiológica se manifiesta, entre otros, por una activación de las glándulas sudoríparas
(manos pegajosas, húmedas), aumento de la frecuencia e intensidad cardíaca, elevación del tono
muscular, etc.
El cuerpo se prepara para una respuesta de escape o huida activando los sistemas motores. Si el niño
es obligado a permanecer ante el estímulo o situación temida la voz se torna temblorosa, se producen
bloqueos, tics, muecas faciales. Cada niño manifestará su ansiedad de diferente forma según sus
características.
La ansiedad se retroalimenta creando un círculo vicioso a nivel cognitivo con los pensamientos
irracionales (el perro tiene un aspecto muy fiero y viene por mí; la
oscuridad siempre es peligrosa...).
Curso evolutivo de los miedos
Primera infancia:
Según algunos autores, los bebés no comienzan a
manifestar el sentimiento de miedo antes de los seis
meses de vida. Es a partir de esa edad cuando empiezan
a experimentar miedos a las alturas, a los extraños y otros.
Estos tres tipos de miedo se consideran programados
genéticamente y de un alto valor adaptativo. De hecho su
presencia denota un cierto grado de madurez en el bebé.
A esta edad también surge la ansiedad de separación de
la figura de apego.
Entre el año y los dos años y medio se intensifica el miedo a la separación de los padres a la que se le
suma el temor hacia los compañeros extraños. Ambas formas de miedo pueden perdurar, en algunos
casos, hasta la adolescencia y la edad adulta, tomando la forma de timidez. Lo habitual es que vayan
desapareciendo progresivamente a medida que el niño crece. Es en esta etapa, cuando empiezan
también a surgir los primeros miedos relacionados con pequeños animales y ruidos fuertes como pue-
den ser los de una tormenta.
Etapa preescolar (2 ½ - 6 años)
Se inicia una evolución de los miedos infantiles. Se mantienen los de la etapa anterior (extraños, ruidos,
etc.) pero van incrementándose los posibles estímulos potencialmente capaces de generar miedo. Ello
va en paralelo al desarrollo cognitivo del niño. Ahora pueden entrar en escena los estímulos
imaginarios, los monstruos, la oscuridad, los fantasmas, o algún personaje del cine. La mayoría de los
miedos a los animales empiezan a desarrollarse en esta etapa y pueden perdurar hasta la edad adulta.
6 a 11 años
El niño alcanza la capacidad de diferenciar las representaciones internas de la realidad objetiva. Los
miedos serán ahora más realistas y específicos, desapareciendo los temores a seres imaginarios o del
mundo fantástico. Toma el relevo como temores más significativos el daño físico (accidentes) o los
médicos (heridas, sangre, inyecciones). Puede también presentarse, dependiendo de las
circunstancias, temor hacia el fracaso escolar, temores a la crítica y miedos diversos en la relación con
sus iguales (miedo hacia algún compañero en especial que puede mostrarse amenazador o
agresivo). El miedo a la separación o divorcio de los padres estaría ahora presente en aquellos casos
en el que el niño perciba un ambiente hostil o inestable entre los progenitores.