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FRANZ BOAS.* LAS LIMITACIONES DEL MTODO COMPARATIVO EN
ANTROPOLOGA.** En: Juan Mauricio Renold (comp.): Antropologa
cultural. F. Boas, A. L. Kroeber, R. Lowie, Buenos Aires, Centro
Editor de Amrica Latina, 1993, pp. 27-39.
La antropologa moderna ha descubierto que la sociedad humana ha
crecido y se ha desarrollado en todas partes en una manera tal que
sus formas, sus ideas y sus acciones tienen muchos rasgos
fundamentales en comn. Este descubrimiento trascendental implica
que existen leyes que gobiernan el desarrollo de la sociedad, que
son aplicables a nuestra sociedad como tambin a aquellas de tiempos
remotos y pases distantes; que su conocimiento ser un medio para
entender las causas que adelantan o que retardan la civilizacin; y
que, guiados por este conocimiento, podemos esperar gobernar
nuestras acciones de manera que el mayor beneficio para la
humanidad provenga de las mismas. Desde que este descubrimiento ha
sido claramente formulado, la antropologa ha comenzado a recibir
esa participacin liberal del inters pblico que le fue rehusada
mientras se crey que no era capaz de hacer ms que registrar las
curiosas costumbres y creencias de pueblos extraos; o, cuando
mucho, rastrear sus parentescos y as elucidar las primitivas
migraciones de las razas humanas y las afinidades de los
pueblos.
Mientras que los primeros investigadores concentraron su atencin
sobre este problema puramente histrico, ha cambiado ahora
totalmente el curso, de manera que hasta hay antroplogos que
declaran que tales investigaciones corresponden al historiador y
que los estudios antropolgicos debern estar restringidos a la
investigacin de las leyes que gobiernan el crecimiento de la
sociedad.
Un cambio radical del mtodo ha acompaado este cambio de punto de
vista. Mientras que antes las identidades o las similitudes de la
cultura fueron consideradas una prueba incontrovertible de la
conexin histrica o hasta del
* Boas, Franz (1858-1942). Nacido en Westfalia y doctor en
medicina y ciencias naturales por la Universidad de Kiel, Alemania,
en 1881; Boas es el padre de la antropologa americana. Sus estudios
en Norteamrica empezaron en 1883 en Baffin Land, y en 1896 entr a
formar parte del personal de Museo Americano de Historia Natural y
del cuerpo enseante de la Universidad de Columbia, en la que
permaneci, una vez jubilado (profesor emrito, 1933), hasta su
muerte.
Alcanz fama mundial y fue galardonado con numerosos premios y
distinciones honorficas. El nombre de Boas, su trabajo, su
filosofa, y su personalidad dominaron la escena de la
antropologa americana durante las dos primeras dcadas del siglo
XX; en el curso de las tres siguientes fue sucedido por una plyade
de discpulos que adquirieron gran notoriedad en el mismo campo,
para con los cuales Boas continu siendo mentor, amigo,
paterfamilias y compaero.
La constante preocupacin de Boas era que el desarrollo de los
mtodos de investigacin se sometiese a rigurosos criterios
cientficos, grave laguna en la ciencia del comportamiento de la
poca. Su descontento frente a las sinuosas generalizaciones tericas
sobre el comportamiento, incapaces de explicar las observaciones ms
agudas de la variabilidad cultural, le hizo declarar una moratoria
sobre tales especulaciones en espera de que, con el tiempo, los
mismos temas se planteasen de forma ms clara. Como moralista y
humanista le dola profunda y ticamente la aplicacin de los
conocimientos y hallazgos antropolgicos en lugares varios del mundo
con fines polticos.
Los escritos de Boas abarcan el campo de la antropologa en su
totalidad, siendo los ms significativos: The Central Eskimo (1888);
The Growth of Children (1898); The Kwakiutl of Vancouver Island
(1909); Changes in Form of Body of Descendants of Inmigrants
(1911); The Mind of Primitive Man (1911); Dakota Grammar (con E.
Ella Deloria) (1911); Primitive Art (1927); Race, Language and
Culture (1940). [Biografa extrada de Hunter, David E. y Phillip
Whitten, Enciclopedia de Antropologa, Ed. Bellaterra, Barcelona,
1981]. ** Science, N.S., Vol. 4 (1896), pp. 901-908. Traduccin de
Graciela Mandolini y Marcela Valdata.
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FRANZ BOAS
origen comn, la nueva escuela se niega a considerarlas como
tales, sino que las interpreta como el resultado del trabajo
uniforme de la mente humana. El Dr. D. G. Brinton es el ms enftico
partidario de este punto de vista en nuestro pas; en Alemania la
mayora de los seguidores de Bastian, quienes a este respecto ven ms
lejos que Bastian mismo. Otros, mientras no niegan la incidencia de
las conexiones histricas, las consideran insignificantes en sus
resultados e importancia terica comparadas con la obra de las leyes
uniformes que gobiernan la mente humana. Este es el punto de vista
de la mayora de los antroplogos vivientes.
Este moderno punto de vista est basado en la observacin de que
los mismos fenmenos tnicos se producen entre los ms diversos
pueblos o, como dice Bastian, en la aterradora monotona de las
ideas fundamentales de la humanidad a travs de todo el globo. Las
nociones metafsicas del hombre pueden ser reducidas a unos pocos
tipos que son de distribucin universal; igual es el caso referente
a las formas de la sociedad, de las leyes y de las invenciones.
Adems, las ideas ms intrincadas y aparentemente ilgicas y las
costumbres ms curiosas y complejas aparecen aqu y all entre algunas
tribus de tal forma que queda excluida la presuncin de un origen
histrico comn. Cuando se estudia la cultura de cualquier tribu es
posible hallar analogas ms o menos estrechas de simples rasgos de
una cultura entre una gran diversidad de pueblos. Tylor, Spencer,
Bastian, Andree, Post y muchos otros han recogido ejemplos
numerosos, de modo que es innecesario suministrar aqu una prueba
detallada del hecho. La idea de una vida futura; el mismo
shamanismo subyacente; invenciones tales como el fuego y el arco;
ciertos aspectos elementales de estructura gramatical estos
indicarn las clases de fenmenos a los que me refiero. Se deduce de
estas observaciones que cuando hallamos rasgos simples anlogos de
cultura entre pueblos distantes, la presuncin no es de que haya
existido una fuente histrica comn, sino que han surgido
independientemente.
Pero el descubrimiento de estas ideas universales es slo el
comienzo de la tarea de un antroplogo. La investigacin cientfica
deber contestar dos preguntas al respecto: Primero, cul es su
origen? y segundo, cmo se afirman en las diversas culturas?
La segunda pregunta es la ms fcil de contestar. Las ideas no
existen en forma idntica en todas partes, sino que varan. Se ha
acumulado material suficiente como para demostrar que las causas de
estas variaciones pueden ser externas, es decir, basadas en el
entorno tomando el trmino entorno en su ms amplio sentido o
internas, es decir, basadas en las condiciones psicolgicas. La
influencia de los factores externos e internos sobre las ideas
elementales encarna un grupo de leyes que gobiernan el crecimiento
de la cultura. Por lo tanto, nuestros esfuerzos debern estar
dirigidos a demostrar cmo estos factores modifican las ideas
elementales.
El primer mtodo sugerido y que ha sido generalmente adoptado por
los antroplogos modernos es aislar y clasificar las causas
agrupando las variantes de ciertos fenmenos etnolgicos acorde a las
condiciones externas bajo las cuales viven los pueblos, entre los
que han sido halladas, o a causas internas que influyen en sus
mentes; o a la inversa, agrupando estas variantes de acuerdo con
sus similitudes. Entonces podrn hallarse las condiciones de vida
correlacionadas.
A travs de este mtodo comenzamos a reconocer, an con un
conocimiento imperfecto de los hechos, cules fueron las causas que
actuaron en la formacin de la cultura de la humanidad. Friedrich
Ratzel y W. J. McGee han investigado la
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LAS LIMITACIONES DEL MTODO COMPARATIVO EN ANTROPOLOGA
influencia del entorno geogrfico sobre una ms amplia base de los
hechos de lo que pudieron hacer en su tiempo Ritter y Guyot. Los
socilogos han realizado estudios en el sentido de la densidad de la
poblacin y de otras simples causas sociales. De esta manera se
aclara la influencia de los factores externos sobre el crecimiento
de la sociedad.
Las consecuencias de los factores psquicos han sido tambin
estudiados de la misma manera. Stoll ha tratado de aislar los
fenmenos de la sugestin y de la hipnosis y estudiar los efectos de
su presencia en las culturas de diversos pueblos. Las
investigaciones sobre las relaciones mutuas de tribus y pueblos
comienzan a demostrar que ciertos elementos culturales son
fcilmente asimilados mientras que otros son rechazados, y las
frases gastadas por el tiempo sobre la imposicin de la cultura por
un pueblo ms altamente civilizado sobre el de menor cultura que ha
sido conquistado ceden frente a consideraciones ms cuidadosas sobre
el lema del intercambio de los logros culturales. En todas estas
investigaciones estamos utilizando mtodos inductivos slidos con el
fin de aislar las causas de los fenmenos observados.
El otro interrogante con respecto a las ideas universales, a
saber el de su origen, es mucho ms difcil de tratar. Se han llevado
a cabo muchos intentos para descubrir las causas que han conducido
a la formacin de las ideas que se desarrollan con frrea necesidad
dondequiera que el hombre viva. Este es el problema ms difcil de la
antropologa y es de esperar que frustrar nuestros intentos durante
mucho tiempo. Bastian niega que es posible descubrir las fuentes
finales de las invenciones, las ideas, las costumbres y las
creencias que son de incidencia universal. Pueden ser nativas,
pueden ser importadas, pueden haber surgido de una variedad de
fuentes, pero all estn. La mente humana est conformada de modo tal
que las inventa espontneamente o las acepta siempre que le son
ofrecidas. Esta es la idea elemental de Bastian que ha sido peor
interpretada.
Hasta un cierto punto la clara enunciacin de la idea elemental
nos proporciona la razn psicolgica de su existencia. Ejemplo: el
hecho de que el pas de las sombras es frecuentemente ubicado en el
oeste sugiere el esfuerzo de colocarlo en el lugar donde
desaparecen el sol y las estrellas. La mera manifestacin de que el
hombre primitivo consideraba a los animales como dotados con todas
las cualidades del hombre demuestra que la analoga entre muchas de
las cualidades de los animales y de los seres humanos ha conducido
a la generalizacin de que todas las cualidades animales son
humanas. En otros casos las causas no son tan evidentes por s
mismas. Por este motivo, la pregunta por qu todas las lenguas
distinguen entre uno mismo, la persona a la cual uno se dirige y la
persona de quien se habla, y por qu la mayora de las lenguas no
llevan a cabo esta diferenciacin lgica y aguda en el plural es
difcil de contestar. Cuando el principio se lleva a cabo
consistentemente, requiere que en el plural exista una distincin
entre el nosotros expresando a uno mismo y la persona a quien se
dirige la palabra y el nosotros que expresa a uno mismo y la
persona de quien se habla, diferencia que es comparativamente
hallada slo en pocas lenguas. El menor riesgo de malos entendidos
en el plural explica parcialmente este fenmeno, pero difcilmente en
forma adecuada. Sin embargo, ms oscura es la base psicolgica en
otros casos, por ejemplo: en el de las costumbres matrimoniales
extensamente diseminadas. La prueba de la dificultad de este
problema est en la multitud de hiptesis que han sido inventadas
para explicarlo en todas sus variadas fases.
En el tratamiento de esto, el problema ms difcil de la
antropologa, se adopta el punto de vista de que si un fenmeno
etnolgico se ha desarrollado
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FRANZ BOAS
independientemente en una cantidad de lugares, su desarrollo ha
sido el mismo en todas partes; o, expresado de otra manera, que el
mismo fenmeno etnolgico es debido siempre a las mismas causas. Esto
conduce a la generalizacin de que la igualdad de los fenmenos
etnolgicos encontrados en diversas regiones es prueba de que la
mente humana obedece en todas partes a las mismas leyes. Es obvio
que si diferentes desarrollos histricos pudiesen conducir a los
mismos resultados, no sera entonces defendible esta generalizacin.
Su existencia nos presentara un problema totalmente diferente, a
saber, cmo es que los desarrollos de la cultura conducen con tanta
frecuencia a los mismos resultados. Por lo tanto, deber entenderse
claramente que la investigacin antropolgica que compara fenmenos
culturales similares de las diversas partes del mundo, a fin de
descubrir la historia uniforme de su desarrollo, presume que el
mismo fenmeno etnolgico se ha desarrollado en todos lados de la
misma manera. Aqu se encuentra la falla en el argumento del nuevo
mtodo, puesto que no es posible suministrar tal prueba. Hasta el
anlisis ms sumario demuestra que los mismos fenmenos pueden
desarrollarse en una gran cantidad de formas.
Quiero dar unos pocos ejemplos: las tribus primitivas estn casi
siempre divididas universalmente en clanes que poseen ttems. No
puede caber duda que esta forma de organizacin social ha surgido
independientemente una y otra vez. La conclusin justifica con
seguridad que las condiciones psquicas del hombre favorecen la
existencia de una organizacin totmica de la sociedad, pero no
sucede que la sociedad totmica se haya desarrollado en todas partes
de la misma manera. El Dr. Washington Matthews cree que los ttems
de los Navajos han surgido por la asociacin de clanes
independientes. El Capitn Bourke supone que hechos similares dieron
origen a los clanes Apaches, y el Dr. Fewkes ha llegado a la misma
conclusin con respecto a algunas de las tribus Pueblo. Por el otro
lado, tenemos pruebas de que los clanes pueden crearse por divisin.
He demostrado que tales hechos tuvieron lugar ente los indios de la
costa del Pacfico Norte. La asociacin de pequeas tribus por un
lado, y la desintegracin de tribus en crecimiento por el otro lado,
han conducido a resultados que aparecen como idnticos para todos
los intentos y propsitos.
Para dar otro ejemplo: recientes investigaciones han demostrado
que los diseos geomtricos en el arte primitivo han sido originados
a veces a travs de formas naturales que fueron gradualmente
estilizadas, algunas veces de motivos tcnicos, que an en otros
casos fueron geomtricos en origen o que fueron derivados de
smbolos. De todas estas fuentes han sido desarrolladas las mismas
formas. De los diseos que representaban diversos objetos surgieron
con el transcurso del tiempo calados, serpentinas, cruces y dems.
Por consiguiente, la frecuente aparicin de estas formas no prueba
ni el origen comn ni que siempre se han desarrollado de acuerdo con
las mismas leyes psquicas. Por el contrario, el idntico resultado
puede haber sido alcanzado sobre cuatro lneas diferentes de
desarrollo y de un nmero infinito de puntos de partida.
No estara de ms otro ejemplo: el uso de las mscaras se encuentra
en un gran nmero de pueblos. El origen de la costumbre de usar
mscaras no es muy claro en todos los casos, pero pueden
distinguirse fcilmente unas pocas formas tpicas de su uso. Se las
utiliza para ahuyentar los espritus as como para indicar la
identidad del que la usa. El espritu de una enfermedad que intenta
atacar a una persona no la reconoce cuando ella lleva una mscara y
la mscara en este caso sirve como proteccin. En otros casos la
mscara representa a un espritu que est personificado por el
usuario, quien de esta forma ahuyenta otros espritus hostiles.
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LAS LIMITACIONES DEL MTODO COMPARATIVO EN ANTROPOLOGA
Tambin otras mscaras son conmemorativas. El portador personifica
a una persona fallecida cuya memoria deber ser rememorada. Las
mscaras son tambin utilizadas en representaciones teatrales
ilustrando hechos mitolgicos.*
Estos pocos datos son suficientes para demostrar que el mismo
fenmeno tnico puede desarrollarse desde diversas fuentes. Cuanto ms
simple es el hecho observado, tanto ms factible es que pueda haber
sido desarrollado de una fuente aqu y de otra all.
De este modo reconocemos que la presuncin fundamental que tan
frecuentemente hacen los antroplogos modernos no puede ser aceptada
en todos los casos como cierta. No podemos decir que la incidencia
de un mismo fenmeno se debe siempre a las mismas causas, y que as
se prueba que la mente humana obedece a las mismas reglas en todas
partes. Debemos pedir que las causas de las cuales se desarroll
sean investigadas y que las comparaciones queden restringidas a
aquellos fenmenos que han probado ser los efectos de las mismas
causas. Debemos insistir que esta investigacin se convierta en una
introduccin para todos los estudios comparativos extensos. En las
investigaciones de las sociedades tribales, debern ser tratadas por
separado aqullas que se han desarrollado a travs de asociacin de
las que se han desarrollado a travs de la desintegracin. Los diseos
geomtricos que han surgido de representaciones estilizadas de
objetos naturales debern ser tratados separadamente de aquellos que
han surgido de motivos tcnicos. Resumiendo, antes de hacer
comparaciones extensas, deber probarse la comparabilidad del
material.
Los estudios comparativos a los que me refiero aqu intentan
explicar costumbres e ideas de considerable similitud, que se
encuentran aqu y all. Pero tambin persiguen el esquema ms ambicioso
de descubrir las leyes y la historia de la evolucin de la sociedad
humana. El hecho de que muchos aspectos fundamentales de la cultura
son universales, o por lo menos se producen en muchos lugares
aislados, interpretados por la presuncin de que los mismos aspectos
se han desarrollado siempre de las mismas causas, conduce a la
conclusin de que existe un gran sistema de acuerdo con el cual la
humanidad se ha desarrollado en cualquier parte; que todas las
variaciones producidas no son ms que detalles menores en esta gran
evolucin uniforme. Est claro que esta teora posee como base lgica
la presuncin de que los mismos fenmenos se deben siempre a las
mismas causas. Para dar un ejemplo: nosotros hallamos muchos tipos
de estructura de la familia. Puede comprobarse que familias
paternales a menudo se han desarrollado de familias maternales. Por
ello se dice que todas las familias paternales se han desarrollado
de familias maternales. Si no presumimos que los mismos fenmenos se
han desarrollado en todas partes de las mismas causas, entonces
podemos tambin deducir que las familias paternales en algunos casos
han surgido de instituciones maternales; en otros casos es de otra
forma. Para dar otro ejemplo: muchas concepciones de la vida futura
se han desarrollado evidentemente de sueos y alucinaciones.
Consecuentemente, se dice que todas las nociones de este carcter
han tenido el mismo origen. Esto tambin es cierto cuando ninguna
otra causa puede conducir a las mismas ideas.
Hemos visto que los hechos para nada favorecen la presuncin de
la que hablamos; que ms bien apuntan hacia la direccin contraria.
Por lo tanto, debemos tambin considerar todos los intentos
ingeniosos en la construccin de un * Vase Richard Andree.
Ethnographisque Parallelen und Vergliche. Neue Folge (Leipzig,
1889), pp. 107 ff.
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FRANZ BOAS
gran sistema de la evolucin de la sociedad como de un valor muy
dudoso, a menos que al mismo tiempo se suministre la prueba de que
los mismos fenmenos deben haber tenido siempre el mismo origen.
Hasta que esto se haya llevado a cabo, la presuncin est siempre a
favor de una variedad de cursos que puede haber tomado el
crecimiento histrico.
Sera bueno exponer aqu uno de los fines principales de la
investigacin antropolgica. Estamos de acuerdo en que existen
ciertas leyes que gobiernan el crecimiento de la cultura humana y
es nuestro empeo descubrir estas leyes. El objeto de nuestra
investigacin es encontrar los procesos por los cuales se han
desarrollado ciertas etapas de la cultura. Las costumbres y
creencias en s no son los objetivos esenciales de la investigacin.
Deseamos conocer las razones por las cuales existen estas
costumbres y creencias en otras palabras, deseamos descubrir la
historia de su desarrollo. El mtodo que ms frecuentemente se aplica
para las investigaciones de este carcter compara las variaciones
bajo las cuales se producen estas costumbres o creencias y trata de
hallar la causa psicolgica comn que es la razn fundamental de
todas. He aseverado que este mtodo est expuesto a una objecin muy
fundamental.
Tenemos otro mtodo, que es ms seguro en muchos aspectos. Un
estudio detallado de las costumbres en su relacin con la cultura
total de la tribu que las practica, en conexin con una investigacin
de su distribucin geogrfica entre las tribus vecinas, nos
suministra casi siempre un medio para determinar con considerable
exactitud las causas histricas que condujeron a la formacin de las
costumbres en cuestin y a los procesos psicolgicos que actuaron en
su desarrollo. Los resultados de las investigaciones conducidas a
travs de este mtodo pueden ser triples. Pueden revelar las
condiciones del medio ambiente que han creado o modificado los
elementos culturales; pueden aclarar factores psicolgicos que actan
en la formacin de la cultura; o pueden mostrarnos los efectos que
las conexiones histricas han tenido sobre el desarrollo de la
cultura.
Tenemos en este mtodo un medio para reconstruir la historia del
crecimiento de las ideas con una mayor exactitud que la que
permitira la generalizacin del mtodo comparativo. El ltimo debe
proceder siempre de un modo hipottico de desarrollo, cuya
probabilidad puede ser sopesada ms o menos exactamente por medio de
los datos observados. Pero hasta el momento no he visto an ningn
intento extenso para probar la exactitud de una teora verificndola
sobre la base de desarrollos con cuyas historias estamos
familiarizados. Forzar los fenmenos dentro de la camisa de fuerza
de una teora est opuesto al proceso inductivo mediante el cual
pueden derivarse las relaciones reales de fenmenos definidos. Lo
ltimo no es ms que el muy ridiculizado mtodo histrico. Desde luego,
su forma de proceder no es ms la de tiempos pasados, cuando las
pequeas similitudes de la cultura eran consideradas como pruebas de
parentesco, pero reconoce puntualmente los resultados obtenidos por
los estudios comparativos. Su aplicacin est basada, ante todo, en
un territorio geogrfico pequeo, bien definido y sus comparaciones
no se extienden ms all de los lmites del rea cultural que forma la
base del estudio. Solamente cuando se han obtenido resultados
precisos con respecto a esta rea est permitido extender el
horizonte ms all de sus lmites, pero deber adoptarse la mayor
precaucin a fin de no proceder con demasiada premura, puesto que de
lo contrario podra ser pasada por alto la proposicin fundamental
que he formulado antes, a saber: que cuando hallamos una analoga de
rasgos simples de cultura entre pueblos distantes la presuncin no
es que haya habido una fuente histrica comn, sino que han surgido
independientemente. Por lo tanto, la investigacin
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LAS LIMITACIONES DEL MTODO COMPARATIVO EN ANTROPOLOGA
deber demandar siempre la continuidad de distribucin como una de
las condiciones esenciales para probar la conexin histrica y deber
aplicarse ms limitadamente la superposicin de eslabones conectados
perdidos. Esta clara distincin entre los mtodos nuevos y los
histricos antiguos todava es pasada por alto por los apasionados
defensores del mtodo comparativo. No aprecian la diferencia entre
el uso indiscriminado de similitudes de cultura para probar la
conexin histrica y el estudio detallado minucioso y paulatino de
los fenmenos locales. Ya no creemos que las ligeras similitudes
entre las culturas de la Amrica Central y del Asia Oriental son una
prueba suficiente y satisfactoria de una conexin histrica. Por el
otro lado, ningn observador imparcial negar que existen razones muy
fuertes para creer que un nmero limitado de los elementos
culturales hallados en Alaska y en Siberia tienen un origen comn.
Las similitudes en las invenciones, las costumbres y las creencias,
junto con la continuidad de su distribucin a travs de un rea
limitada, son una prueba satisfactoria de la correccin de esta
opinin. Pero no es posible extender esta rea con seguridad ms all
de los lmites del Ro Columbia en Amrica y del norte del Japn en
Asia. Este mtodo de investigacin antropolgica est representado en
nuestro pas por F. W. Putnam y Otis T. Mason; en Inglaterra por E.
B. Tylor; en Alemania por Friedrich Ratzel y sus seguidores.
Parece necesario decir aqu alguna palabra con respecto a una
objecin a mis argumentos que ser elevada por los investigadores que
pretenden que la similitud del entorno geogrfico es un motivo
suficiente para la similitud de la cultura, es decir, por ejemplo,
que las condiciones geogrficas de las planicies de la cuenca del
Mississippi necesitan el desarrollo de una determinada cultura.
Horatio Hale hasta llegara a creer que la similitud de la forma del
lenguaje podra deberse a motivos ambientales. El entorno posee un
cierto efecto limitado sobre la cultura del hombre, pero no veo cmo
puede ser justificado por cualquier suceso el punto de vista de que
es el moldeador primario dela cultura. Una rpida revisin de las
tribus y los pueblos de nuestro globo demuestra que pueblos muy
diferentes en cultura y lenguaje viven bajo las mismas condiciones
geogrficas; como prueba de esto podramos mencionar la etnografa del
frica Oriental o de Nueva Guinea. En ambas regiones hallamos una
gran variedad de costumbres en reas pequeas. Pero ms importante es
lo siguiente: ningn hecho observado puede aportarse en apoyo de
esta hiptesis que no puede ser mejor explicada por los bien
conocidos hechos de la difusin de la cultura; porque la arqueologa
as como la etnografa nos ensean que siempre ha existido el
intercambio entre tribus vecinas y se ha extendido a travs de
enormes reas. En el viejo Mundo los productos del Bltico hallaron
su camino hacia el Mediterrneo y las obras de arte del Mediterrneo
oriental llegaron a Suecia. En Amrica las conchas del ocano
hallaron su camino hacia las partes ms interiores del continente y
las obsidianas del oeste fueron llevadas a Ohio. Los matrimonios
entre razas distintas, la guerra, la esclavitud y el comercio han
sido algunas de las fuentes de constante introduccin de elementos
culturales forneos, de manera que tiene que haberse producido una
asimilacin de la cultura a travs de reas continuadas. Por lo tanto,
me parece que donde no pueda demostrarse la existencia de una
influencia inmediata del entorno entre tribus vecinas, la presuncin
deber ser siempre a favor de la conexin histrica. Ha existido un
perodo de aislamiento durante el cual los principales rasgos de las
diversas culturas se desarrollaron de acuerdo con la cultura previa
y el entorno de las tribus. Pero las etapas de la cultura que
representa este perodo han sido ocultadas bajo lo que es nuevo y
que es debido al contacto con tribus extraas; por
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FRANZ BOAS
lo tanto, no pueden ser descubiertas sin la ms cuidadosa
aislacin de los elementos extraos.
Los resultados inmediatos de los mtodos histricos son, por lo
tanto, las historias de las culturas de las distintas tribus que
han sido el objeto del estudio. Estoy totalmente de acuerdo con
aquellos antroplogos que afirman que este no es el objetivo final
de nuestra ciencia, porque las leyes generales, a pesar de estar
implcitas en una descripcin tal, no pueden ser claramente
formuladas ni apreciado su valor relativo sin una perfecta
comparacin de la forma en la cual se manifestaron en las diferentes
culturas. Pero insisto en que la aplicacin de este mtodo es la
condicin indispensable para un buen progreso. El problema
psicolgico est contenido en los resultados de la investigacin
histrica. Cuando hayamos aclarado la historia de una simple cultura
y comprendido los efectos del medio ambiente y las condiciones
psicolgicas reflejadas en el mismo, habremos dado un paso hacia
adelante, puesto que podremos investigar entonces hasta dnde las
mismas causas u otras operaron en el desarrollo de otras culturas.
De esta manera mediante la comparacin de las historias del
crecimiento es posible hallar reglas generales. Este mtodo es ms
seguro que el mtodo comparativo, tal como es usualmente practicado,
porque en lugar de una hiptesis sobre el modo de desarrollo, la
historia real forma la base de nuestras deducciones.
La investigacin histrica deber ser considerada la verificacin
crtica que la ciencia deber exigir antes de admitir los hechos como
una evidencia. A travs suyo deber verificarse la comparabilidad del
material recolectado y deber exigirse la uniformidad de los
procesos como prueba de la comparabilidad. Adems, cuando puede
probarse la conexin histrica entre dos fenmenos, no debern ser
admitidos como una evidencia independiente.
En algunos casos los resultados inmediatos de este mtodo tienen
un alcance tan amplio que figuran entre los mejores resultados que
pueden ser obtenidos a travs de estudios comparativos. Algunos
fenmenos tienen una distribucin tan inmensa que el descubrimiento
de su incidencia sobre reas continuas muy extensas prueba de
inmediato que ciertas fases de la cultura en estas reas han
emergido de una fuente. Tales son las vastas porciones esclarecidas
de la remota historia de la humanidad. Cuando Edward S. Morse
demostr que ciertos mtodos para el disparo de la flecha son
peculiares en continentes enteros qued inmediatamente aclarado que
la prctica en comn hallada sobre un rea vasta tiene que haber
tenido un origen en comn. Cuando los Polinesios emplean un mtodo
para hacer fuego consistente en frotar un palo a lo largo de una
ranura, mientras casi todos los dems pueblos usan el sistema de
hacer fuego horadando, esto demuestra que su arte en producir fuego
tiene un origen aislado. Cuando notamos que la ordala se encuentra
en toda el frica en ciertas formas peculiares, mientras que en
aquellas regiones del mundo habitado que se encuentran lejos del
frica no se encuentra para nada o slo de manera rudimentaria, esto
demuestra que la idea tal cual es practicada en el frica tiene
solamente un origen aislado.
La funcin mayor e importante del mtodo histrico de la
antropologa parece encontrarse en su habilidad para descubrir los
procesos que en casos definidos conducen al desarrollo de ciertas
costumbres. Si la antropologa desea establecer las leyes que
gobiernan el crecimiento de la cultura no deber limitarse a
comparar solamente los resultados del crecimiento, sino que siempre
que sea factible deber comparar los procesos del crecimiento y stos
pueden ser descubiertos a travs de los estudios de las culturas en
reas geogrficas pequeas.
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LAS LIMITACIONES DEL MTODO COMPARATIVO EN ANTROPOLOGA
De modo que hemos visto que el mtodo comparativo puede tener la
esperanza de alcanzar los resultados por los cuales se esfuerza,
slo cuando base sus investigaciones en los resultados histricos de
las investigaciones dedicadas a poner en claro las complejas
relaciones de cada cultura individual. El mtodo comparativo y el
mtodo histrico, si puedo utilizar estos trminos, han estado
luchando por su supremaca durante mucho tiempo, pero podemos
esperar que cada uno hallar pronto su lugar y su funcin apropiados.
El mtodo histrico ha alcanzado una base ms sana abandonando el
principio desorientador de asumir conexiones dondequiera que
pudieran hallarse similitudes de cultura. El mtodo comparativo, no
obstante todo lo que se ha dicho y escrito en su alabanza, ha sido
notablemente improductivo en resultados definidos, y creo que no
ser fructfero hasta que renunciemos al vano empeo de construir una
historia sistemtica uniforme de la evolucin de la cultura y hasta
que comencemos a hacer nuestras comparaciones sobre la base ms
amplia y ms segura que he aventurado a trazar. Hasta el momento
hemos pasado demasiado tiempo en extravagancias ms o menos
ingenuas. Nos queda an por hacer la tarea efectiva.
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FRANZ BOAS. EL SIGNIFICADO ETNOLGICO DE LAS DOCTRINAS
ESOTRICAS.* En: Juan Mauricio Renold (comp.): Antropologa cultural.
F. Boas, A. L. Kroeber, R. Lowie, Buenos Aires, Centro Editor de
Amrica Latina, 1993, pp. 41-45.
En los ltimos aos el estudio de las enseanzas esotricas halladas
en la sociedad tribal americana se ha convertido en uno de los
objetivos favoritos de los etnlogos. El significado simblico de
ritos complejos y los puntos de vista filosficos sobre la
naturaleza que los mismos revelan, fueron para nosotros una
sorpresa, que sugera un mayor desarrollo de la cultura indgena que
lo que generalmente se supone. El estudio de estas doctrinas
transmite la impresin que el razonamiento de los indgenas es
profundo, sus emociones intensas y sus ideales ticos de una alta
calidad.
Vale la pena considerar brevemente las condiciones bajo las
cuales las doctrinas esotricas pueden haberse desarrollado.
Referente a su origen se sugieren dos teoras: la doctrina esotrica
puede haberse originado dentro de un grupo social selecto y la
doctrina exotrica podra representar la parte que trascendi y fue
conocida o se dio a conocer al resto de la comunidad; pero tambin
podra ser que la doctrina esotrica se desarrollara entre un grupo
social selecto a partir de las creencias corrientes de la
tribu.
Segn mi parecer, la segunda teora es la ms plausible,
principalmente por la razn de que frecuentemente son parecidos los
contenidos de las enseanzas entre diferentes tribus, sin importar
cunto pueda diferir el sistema. Casi todos los rituales que son la
expresin visible de las doctrinas esotricas parecieran ser antiguos
y muchos probablemente han existido en su forma actual durante
perodos considerables. Sin embargo, existe una amplia evidencia de
frecuentes prstamos y cambios de los ritos sagrados. Son ejemplos
la Danza del Sol, diversas formas de la Danza de los Espritus y las
ceremonias de Mezcal. Miss Fletcher ha recalcado el hecho de que
los rituales Pawnee han influenciado el desarrollo de los ritos de
muchas tribus de las Planicies. Puedo agregar ejemplos similares
para la costa del Pacfico, tales como la transmisin de rituales
Kwakiutl a las tribus vecinas.
Existe tambin abundante prueba demostrando que las mitologas de
todas las tribus, a pesar de la sacralidad de algunos de los mitos,
contienen muchos elementos cuyo origen forneo puede probarse.
Pareciera que similares condiciones prevalecieron en el pasado,
porque la extensa distribucin de muchos aspectos culturales
solamente puede ser entendida como el efecto de un proceso
largamente continuado de prstamo y difusin.
Puesto que la enseanza se refiere a los rituales y
frecuentemente est grandemente basada en conceptos mitolgicos,
pareciera plausible que se hubiese desarrollado como un intento ms
o menos consciente a sistematizar la cantidad heterognea de
creencias y prcticas comunes en la tribu. Siempre que cierto
ceremonial fue puesto a cargo de un pequeo grupo social, ya fueran
jefes, sacerdotes o simples hombres con influencias, las
condiciones deben haber sido favorables para el desarrollo de una
doctrina esotrica. Los pensamientos de los hombres encargados del
mantenimiento de ritos sagrados deben haber estado * Science, N.S.,
Vol. 16 (1902), pp. 872-874. Traduccin de Graciela Mandolini y
Marcela Valdata.
-
FRANZ BOAS
radicados en problemas filosficos y religiosos y parecera
natural que en el transcurso de las generaciones aumentara la
sacralidad del rito y su significado filosfico creciera en
profundidad.
Si este punto de vista fuera correcto, la doctrina esotrica debe
haberse desenvuelto sobre la base de la cultura general de la tribu
y debe ser considerado como un fenmeno secundario el carcter del
cual depende, respecto de la doctrina exotrica.
El punto de vista opuesto, de que la doctrina exotrica es una
forma degenerada de la enseanza esotrica, no me parece igualmente
plausible, porque presupone un sistema de acciones altamente
complejo y de opiniones originadas espontneamente en un grupo
selecto de individuos. Es difcil concebir cmo, en sociedades
tribales, puedan haber prevalecido las condiciones que han hecho
posible tal desarrollo. Esta teora pareciera presuponer el
acontecimiento de una decadencia general de la cultura. No hay
motivo que nos lleve a asumir que tal decadencia se haya producido,
a pesar de que pueda haberse producido en casos excepcionales. Si,
por el otro lado, suponemos que la doctrina esotrica se desarroll
de creencias populares, no tenemos necesidad de suponer condiciones
culturales materialmente diferentes a aquellas halladas en la
actualidad. Es bastante evidente que la doctrina esotrica, una vez
establecida, influenci, a su vez, la creencia popular y que, por lo
tanto, existe una interrelacin mutua y probablemente intrincada
entre ambas doctrinas.
Si estas consideraciones son correctas, entonces la doctrina
esotrica en gran parte deber ser considerada como el producto del
pensamiento individual. Expresa la reaccin de las mejores
inteligencias en la comunidad frente al entorno cultural general,
en su intento de sistematizar el conocimiento que subyace en la
cultura de la comunidad. En otras palabras, esta doctrina deber ser
tratada como cualquier otro sistema filosfico y su estudio persigue
los mismos fines que el estudio de la historia y la filosofa.
Dos caractersticas de la doctrina esotrica son bastante
asombrosas. La primera es que en el fondo de cada doctrina parece
haber cierto patrn de pensamiento que es aplicado a todo el dominio
del conocimiento y que proporciona a toda la doctrina su carcter
esencial. Esta lnea de pensamientos depende del carcter general de
la cultura de la tribu, pero, sin embargo, tiene un alto grado de
individualidad en cada tribu. La teora del universo parece estar
basada en su aplicacin esquemtica. La segunda caracterstica es que,
a pesar de esta sistematizacin del conocimiento, quedan muchas
ideas que no estn coordenadas con el sistema general y que pueden
estar en desacuerdo con el mismo. En estos casos la contradiccin
entre el esquema general y las ideas especiales frecuentemente
escapa totalmente a la atencin de los filsofos nativos. Este
fenmeno es bastante anlogo a las bien conocidas caractersticas de
los sistemas filosficos que llevan el sello del pensamiento de su
tiempo. El filsofo no analiza todas y cada una de las conclusiones,
pero inconscientemente adopta en gran parte, ya hecho, el
pensamiento corriente de su entorno.
Las teoras referentes al origen de la doctrina esotrica pueden
ser aprobadas o desaprobadas mediante un cuidadoso estudio de sus
relaciones con creencias populares y con doctrinas esotricas
halladas entre las tribus vecinas. Es evidente que el material
necesario para la solucin del problema incluye ambas, la enseanza
esotrica y las formas de creencia populares.
-
EL SIGNIFICADO ETNOLGICO DE LAS DOCTRINAS ESOTRICAS
Lo anteriormente dicho demuestra que para el etnlogo el problema
de la gnesis de la exoteria no es menos importante que el de la
esoteria. Aunque consideremos el origen de la ltima, deber
admitirse que es la expresin del pensamiento de la mente
excepcional. No es la expresin del pensamiento de las masas. La
etnologa, sin embargo, no se ocupa del hombre excepcional; se ocupa
de las masas y de las formas caractersticas de sus pensamientos.
Los extremos de las formas de pensamiento de las mentes ms
desarrolladas y de las menos avanzadas en la comunidad interesan
slo como variedades especiales y en cuanto tengan influencia sobre
el posterior desarrollo del pensamiento de los pueblos. Por lo
tanto, puede decirse que la doctrina exotrica es el fenmeno tnico
ms generalizado, siendo su investigacin un fundamento necesario
para el estudio de los problemas de la enseanza esotrica.
Por lo tanto, es evidente que en nuestro estudio de la vida de
los indgenas no debemos buscar solamente la forma ms elevada del
pensamiento que pertenece a los sacerdotes, a los jefes y a los
lderes. Cun interesante y atractivo como este campo de investigacin
puede ser, es complementario slo para el estudio de los
pensamientos, la vida emocional y los standars ticos de la gente
comn, cuyo inters se centra en otros campos del pensamiento y de la
cual la clase selecta forma solamente un tipo especial.
Ha tomado muchos aos para que el estudio de la cultura de los
pueblos civilizados se propagara de forma tal que abarcara no slo
las actividades de los notables sino tambin la vida domstica de las
masas. La apreciacin del hecho de que las acciones de cada
individuo tienen sus races en la sociedad en la cual vive ha sido
desarrollada slo recientemente y ha conducido al estudio intensivo
del folklore y de las costumbres folklricas que es una
caracterstica de nuestros tiempos. Parece extrao que con el
creciente conocimiento de las formas ms complejas de la escultura
de los indgenas estuvisemos aparentemente perdiendo inters en la
creencia popular; que buscamos el significado interior verdadero de
las costumbres entre los pocos elegidos y nos inclinemos a
considerar como superficial el estudio de las ideas ms simples y ms
toscas de la gente comn. Si es cierto que para el conocimiento
pleno de la sociedad civilizada es una necesidad el conocimiento
del pensamiento popular, esto es indudablemente cierto en las
formas ms primitivas de la sociedad, donde es muy tenue el
aislamiento de grupos sociales y donde todos y cada uno de los
individuos est conectado por miles de lazos con la mayora de los
miembros de la tribu a la cual pertenece.
No es mi intencin despreciar la importancia de los estudios de
las filosofas desarrolladas por el pensamiento indgena. Solamente
no perdamos de vista su ntima relacin con las creencias populares,
la necesidad de estudiar ambos conectando unos con otros y el error
que cometeramos si considerramos la doctrina esotrica y todo el
sistema del pensamiento y de los ideales ticos que representa como
la nica forma verdadera de la vida interior de los indgenas.
-
FRANZ BOAS. LOS MTODOS DE LA ETNOLOGA.* En: Juan Mauricio Renold
(comp.): Antropologa cultural. F. Boas, A. L. Kroeber, R. Lowie,
Buenos Aires, Centro Editor de Amrica Latina, 1993, pp. 47-57.
Durante los diez ltimos aos, los mtodos de investigacin sobre el
desarrollo histrico de la civilizacin han sufrido destacables
cambios. Durante la segunda mitad del siglo pasado el pensamiento
evolucionista mantuvo un casi completo predominio, e investigadores
como Spencer, Morgan, Tylor, Lubbock, para mencionar slo unos
pocos, estaban bajo el encanto de la idea de una evolucin general,
uniforme de la cultura, en la cual todas las partes de la humanidad
participaron. El desarrollo ms reciente vino en parte de la
influencia de Ratzel, cuya formacin en geografa le inculc la
importancia de la difusin y de la migracin. El problema de la
difusin fue tomado en detalle particularmente en Amrica, pero fue
aplicado en un sentido mucho ms amplio por Foy y Graebner, y
finalmente adoptado en una aplicacin an ms amplia por Elliot Smith
y Rivers, de modo que, actualmente, al menos entre cierto grupo de
investigadores en Inglaterra y tambin en Alemania, la investigacin
etnolgica est basada en el concepto de migracin y diseminacin, ms
que en el de evolucin.
Un estudio crtico de estas dos direcciones de investigacin
muestra que cada una de ellas se funda en la aplicacin de una
hiptesis fundamental. El punto de vista evolucionista presupone que
el curso de los cambios histricos en la vida cultural de la
humanidad sigue leyes definidas, las cuales son aplicables en todo
lugar y causan ese desarrollo cultural que es, en lneas generales,
el mismo entre todas las razas y pueblos. Tylor expres claramente
esta idea en las pginas introductorias de su clsico libro:
Primitive Culture. Tan pronto como admitamos que la hiptesis de una
evolucin uniforme debe ser probada antes de poder ser aceptada,
toda la estructura pierde sus fundamentos. Es cierto que existen
indicadores de paralelismo de desarrollo en diferentes partes del
mundo y que costumbres similares se encuentran en las ms diversas y
distantes regiones del globo. La ocurrencia de estas similitudes,
las cuales se distribuyen tan irregularmente que no pueden ser
explicadas rpidamente sobre las bases de la difusin, es uno de los
fundamentos de la hiptesis evolucionista; como fue la base del
tratamiento psicologista de Bastian acerca de los fenmenos
culturales.
Por otro lado, puede reconocerse que la hiptesis implica el
pensamiento, la conviccin de que nuestra moderna civilizacin
europea occidental representa la cima del desarrollo cultural hacia
la cual tienden los ms primitivos tipos culturales y que, en
consecuencia, retrospectivamente podemos construir el desarrollo
ontogentico hacia nuestra propia civilizacin moderna. Es claro que
si admitimos que podra haber diferentes tipos de civilizacin
coexistentes y remotos, la hiptesis de una sola lnea general de
desarrollo no podra mantenerse.
En oposicin a esta postura est la tendencia moderna a negar la
existencia de un esquema evolucionista general, que representara el
desarrollo cultural en todo el mundo. La hiptesis de que existen
causas interiores que traen tipos similares de desarrollo en partes
remotas del globo es refutada y, en su lugar, se asume que esa
identidad de desarrollo en dos partes distintas del globo, se debe
siempre a la
* American Anthropologist, Vol. 22, 1920, N 4. Traduccin de Ana
Aguilar.
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FRANZ BOAS
migracin y la difusin. Sobre estas bases el contacto histrico es
demandado para grandes reas. La teora exige un alto grado de
estabilidad de rasgos culturales, tales como son observados en
apariencia en tribus primitivas, y esto se basa especialmente en la
supuesta correlacin entre el nmero de diversos y mutuamente
independientes rasgos culturales, los cuales reaparecen en las
mismas combinaciones en partes distantes del mundo. En este
sentido, la investigacin moderna toma la nueva teora de Gerland
sobre la persistencia de un nmero de rasgos culturales, los cuales
fueron desarrollados en un centro y trasladados por hombres en
migraciones, de continente en continente.
Me parece que si los fundamentos hipotticos de esas dos formas
extremas de investigacin etnolgica son expuestos en general como
trato de hacer aqu, es inmediatamente claro que la exactitud de las
suposiciones no ha sido demostrada, pero que arbitrariamente la una
o la otra han sido seleccionadas con el propsito de obtener una
figura consistente del desarrollo cultural. Estos mtodos son
esencialmente formas de clasificacin del fenmeno esttico de la
cultura de acuerdo con dos principios distintos, y las
interpretaciones de esas clasificaciones como poseyendo un
significado histrico, sin que exista ninguna prueba para demostrar
que esa interpretacin es justificable. Para dar un ejemplo: se
observa que en la mayor parte del mundo hay semejanzas entre formas
decorativas que son representativas y otras que son ms o menos
geomtricas. De acuerdo al punto de vista evolucionista su
desarrollo se explica de la siguiente manera: las formas
decorativas estn ordenadas en forma tal que la mayora de las formas
representativas estn ubicadas al comienzo. Las otras formas estn
colocadas de modo que representan una transicin gradual desde
formas representativas hacia formas geomtricas puramente
convencionales, y este orden entonces se interpreta como
significado de diseos geomtricos originados desde diseos
representativos, los cuales gradualmente se degeneran. Este mtodo
ha sido propuesto en principio por Putnam, Stolpe, Balfour y
Haddon, y por Verwon, y en sus tempranos escritos por Von den
Steinen. Mientras yo no tenga la intencin de negar que este
desarrollo pudo haber ocurrido, sera apresurado generalizar y
reclamar que en cualquier caso la clasificacin ha sido realizada de
acuerdo con un principio definitivo que represente un desarrollo
histrico. Con igual razn el orden podra ser revertido y nosotros
podramos empezar con un elemento geomtrico simple el cual, con el
agregado de nuevos rasgos, podra ser desarrollado dentro de un
diseo representativo, y nosotros podramos reclamar que ese orden
represente una secuencia histrica. Ambas posibilidades fueron
consideradas por Holmes tempranamente en 1885. Ni una ni otra teora
puede ser establecida sin la evidencia histrica actual.
La actitud opuesta, es decir, el origen a travs de la difusin,
se exhibe en el intento de Schurtz de conectar el arte decorativo
de Norteamrica occidental con el de Melanesia. El simple hecho que
ocurre en estos elementos de reas, el que puede interpretarse a
simple vista, lo induce a dar por sentado que ambos tienen un
origen comn sin tener en cuenta la posibilidad de que el modelo en
las dos reas cada una de las cuales muestra caractersticas
altamente distintivas puedan haberse desarrollado a partir de
fuentes independientes. En este intento Schurtz sigui a Ratzel,
quien ya haba intentado establecer conexiones entre Melanesia y el
norte americano, sobre las bases de otros rasgos culturales.
Mientras las investigaciones etnolgicas basadas en estas dos
hiptesis fundamentales parecen caracterizar la tendencia general
del pensamiento europeo, un mtodo distinto es actualmente
afanosamente buscado por la mayora de los
-
ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS SOCIALES
antroplogos americanos. La diferencia entre las dos direcciones
de investigacin puede resumirse mejor tal vez por la aseveracin de
que los investigadores americanos estn primordialmente interesados
en el fenmeno dinmico del cambio cultural, y tratan de elucidar la
historia cultural por medio de la aplicacin de los resultados de
sus investigaciones; as ellos relegan la solucin de la ltima
cuestin, del interrogante fundamental (de la relativa importancia
del paralelismo del desarrollo cultural en reas remotas comparado
con la difusin global y la estabilidad de los rasgos culturales a
travs de largos perodos) para un tiempo futuro, cuando las
condiciones actuales del cambio cultural sean mejor conocidas. Los
mtodos etnolgicos americanos son anlogos a los europeos,
particularmente a la arqueologa escandinava, y en las
investigaciones dentro del perodo prehistrico en la zona este del
Mediterrneo.
Puede parecer al observador lejano que los investigadores
americanos estn comprometidos con una masa de investigaciones
detalladas sin referirse mucho a la solucin de los problemas ltimos
de la historia filosfica de la civilizacin humana. Pienso que esta
interpretacin de la actitud americana sera injusta, porque las
cuestiones fundamentales estn tan cerca de nuestros corazones como
lo estn de los otros investigadores, slo que nosotros no esperamos
ser capaces de resolver un problema histrico intrincado por medio
de una frmula.
Ante todo, el problema ntegro de la historia cultural se nos
aparece como un problema histrico. En orden de comprender la
historia es necesario conocer no slo cmo las cosas son, sino cmo
llegaron a serlo. En el dominio de la etnologa, donde para muchas
partes del globo los hechos histricos no estn disponibles excepto
aquellos que pueden ser revelados por la investigacin arqueolgica,
toda la evidencia del cambio puede ser inferida solamente por
mtodos indirectos. Su carcter est representado en las
investigaciones de estudiosos de filologa comparada. El mtodo se
basa en la comparacin de fenmenos estticos combinados con el
estudio de su distribucin. Lo que puede ser hecho por medio de este
mtodo est bien ilustrado en las investigaciones del Dr. Lowis
acerca de las sociedades militares de los Plains Indians, o por la
investigacin moderna de la mitologa americana. Es por supuesto
verdad que nunca podemos esperar obtener datos incontrovertibles
relativos a la secuencia cronolgica de los eventos, pero
generalidades amplias y seguras pueden indagarse con un alto grado
de probabilidad y, an, de certeza.
Tan pronto como se aplican estos mtodos, la sociedad primitiva
pierde la apariencia de absoluta estabilidad, la cual se le
comunica al investigador, quien ve a cierto pueblo slo en un cierto
tiempo. Es as que, casi todas las formas culturales aparecen en un
constante estado de flujo, y sujetas a modificaciones
fundamentales.
Es inteligible porque en nuestros investigadores el problema de
la diseminacin debera tomar una posicin prominente. Es mucho ms
fcil probar la diseminacin que perseguir con ahnco desarrollos
producidos directamente por fuerzas internas, y los datos para tal
estudio se obtienen con mucha mayor dificultad. Ellos pueden, sin
embargo, observarse en cada fenmeno de aculturacin, en el cual los
elementos extraos son remodelados de acuerdo con los patrones
prevalecientes en su nuevo entorno, y pueden encontrarse en los
desarrollos locales peculiares de ideas y actividades de
envergadura producidas a gran distancia. La razn por la cual la
investigacin del desarrollo interno no ha sido perseguida
enrgicamente, no corresponde al hecho de que desde un punto de
vista terico no es importante; es preferentemente debido a
inherentes dificultades metodolgicas. Quizs puede reconocerse que
en los aos recientes la atencin comienza a dirigirse hacia este
-
FRANZ BOAS
problema, como se manifiesta por las investigaciones sobre los
procesos de aculturacin y de la interdependencia de las actividades
culturales, las cuales estn atrayendo la atencin de numerosos
investigadores.
La ulterior prosecucin de estas investigaciones destaca la
importancia de un rasgo, el cual es comn a todos los fenmenos
histricos. Mientras en las ciencias naturales estamos acostumbrados
a considerar un cierto nmero de causas y estudiar sus
correspondientes efectos, en los acontecimientos histricos estamos
compelidos a considerar cada fenmeno no slo como efecto sino tambin
como causa. Esto es cierto an en la aplicacin particular de las
leyes de la fsica natural, como por ejemplo, en el estudio de la
astronoma, en la cual la posicin de ciertos cuerpos celestes en un
cierto momento, puede considerarse como el efecto de la gravitacin,
mientras al mismo tiempo, su particular orden en el espacio
determina futuros cambios. Esta relacin aparece mucho ms claramente
en la historia de la civilizacin humana. Para dar un ejemplo: un
excedente en el abastecimiento de comida es propenso a dar lugar a
un incremento de la poblacin y a un incremento del ocio el cual
otorga oportunidad para ocupaciones que no son absolutamente
necesarias para las necesidades de la vida de todos los das. A su
vez, el incremento de poblacin y del ocio el cual es aplicado a
nuevas invenciones, dar lugar a un mayor abastecimiento de comida y
a un ulterior incremento en la cantidad de ocio; estos efectos
resultan, entonces, ser efectos acumulativos.
Similares consideraciones pueden hacerse en relacin con el
importante problema de la relacin entre el individuo y la sociedad,
un problema que debe considerarse cada vez que estudiemos las
condiciones dinmicas del cambio. Las actividades del individuo estn
determinadas en un alto grado por su entorno social, pero al mismo
tiempo sus propias actividades influyen en la sociedad en la cual
vive y pueden dar lugar a modificaciones en su forma. Obviamente
este problema es uno de los ms importantes a ser perseguido en una
investigacin de los cambios culturales. Es tambin el comienzo de
atraer la atencin de los estudiantes, los cuales no estn muy
satisfechos con la enumeracin sistemtica de creencias y costumbres
estandarizadas de una tribu, pero quienes comienzan a interesarse
en la cuestin de la manera en la cual el individuo reacciona a su
entorno social ntegro y a las diferencias de opinin y de modos de
accin que ocurren en la sociedad primitiva, las cuales son las
causas de tales cambios extensos.
Resumiendo entonces, el mtodo que tratamos de desarrollar est
basado en una investigacin de los cambios dinmicos en una sociedad,
cambios que pueden ser observados en el presente. Nos abstenemos
del intento de resolver el problema fundamental del desarrollo
general de la civilizacin hasta que hayamos sido capaces de
desenmaraar los procesos que estn ocurriendo bajo nuestros
ojos.
Ciertas conclusiones generales de esta investigacin pueden
formularse en este momento. Ante todo, la historia de la
civilizacin humana no se nos aparece como enteramente determinada
por una necesidad psicolgica que resulte en una evolucin uniforme a
lo largo del mundo. Ms bien vemos que cada grupo cultural tiene su
historia propia y nica, dependiente en parte, del peculiar
desarrollo interno del grupo social, y en parte, de las influencias
extranjeras a las cuales ha estado sojuzgado. Ha habido procesos de
diferenciacin gradual, as como tambin procesos de igualacin a un
nivel ms bajo, de diferencias entre centros culturales vecinos,
pero sera casi imposible de entender qu ocurri con un determinado
pueblo sobre la base de un simple esquema evolucionista.
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ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS SOCIALES
Un ejemplo del contraste entre los dos puntos de vista es
claramente indicado por la comparacin del tratamiento de la
civilizacin Zui por F. H. Cushing por un lado, y por el otro por
modernos investigadores, particularmente por E. C. Parsons, A. L.
Kroeber y Leslie Spier. Cushing crey que era posible explicar la
cultura Zui enteramente sobre la base de la reaccin de la mente Zui
a su entorno geogrfico, y que la totalidad de la cultura Zui poda
explicarse como el desarrollo que sigui necesariamente desde la
posicin en la cual los pueblos eran colocados. El agudo
discernimiento de Cushing dentro de la mente india y su acabado
conocimiento de la vida ms ntima del pueblo, otorga mayor
plausibilidad a sus interpretaciones. Por otro lado, las
investigaciones del Dr. Parsons demuestran concluyentemente la
profunda influencia que las ideas espaolas han tenido en la cultura
Zui, y junto con las investigaciones del profesor Kroeber nos dan
uno de los mejores ejemplos de aculturacin de los que hemos tenido
noticias. La explicacin psicolgica es enteramente engaosa,
incomprensible su plausibilidad, y la investigacin histrica nos
muestra una imagen enteramente diferente, en la cual la original
combinacin de rasgos antiguos (los cuales en s mismos son
indudablemente complejos) y de influencias europeas ha originado la
presente condicin.
Investigaciones de la dinmica de la vida primitiva tambin
muestran que la hiptesis de una larga y continuada estabilidad, tal
como es demandada por Elliot Smith, est de hecho fuera de cualquier
fundamento. Dondequiera que las condiciones primitivas han sido
estudiadas en detalle, ellas pueden probar estar en un estado de
flujo y parecera que hay un ntimo paralelismo entre la historia del
lenguaje y la historia del desarrollo cultural general. Perodos de
estabilidad son seguidos por perodos de cambio rpido. Es sumamente
improbable que cualquier costumbre de los pueblos primitivos pueda
ser preservada sin cambios por miles de aos. Adems, los fenmenos de
aculturacin prueban que una transferencia de costumbres desde una
regin a otra, sin los cambios concomitantes debidos a la
aculturacin, son muy raros. Es entonces muy incierto que las
costumbres mediterrneas antiguas puedan ser encontradas en la
actualidad prcticamente sin cambios, en diferentes partes del
globo, tal como la teora de E. Smith demanda.
Mientras que, en general, el carcter histrico original del
crecimiento cultural en cada rea resalta como un prominente
elemento en la historia del desarrollo cultural, nosotros podemos
admitir al mismo tiempo que ciertos paralelismos tpicos
efectivamente ocurren. Sin embargo, no estamos muy inclinados a
buscar estas semejanzas en las costumbres detalladas, sino ms bien
en ciertas condiciones dinmicas, las cuales son propias de causas
sociales o psicolgicas que las obligan a resultar en conclusiones
similares. El ejemplo de la relacin entre el excedente de alimentos
y la poblacin, al que me he referido antes, puede servir como
ejemplo. Otro ejemplo se presenta en aquellos casos en los cuales
un cierto problema al que se enfrenta el hombre solamente puede ser
resuelto por un nmero limitado de mtodos. Cuando nosotros
consideramos, por ejemplo, el matrimonio como una institucin
universal, se puede reconocer que el matrimonio slo es posible
entre: un nmero de hombres y un nmero de mujeres; un nmero de
hombres y una mujer; un nmero de mujeres y un hombre; un hombre y
una mujer. En realidad todas estas formas se encuentran en todo el
mundo, y por ende no es sorprendente que formas anlogas deberan
haber sido adoptadas independientemente en diferentes partes del
globo; y, considerando ambos: las condiciones econmicas de la
humanidad, y el carcter del instinto sexual en los animales
superiores, igualmente no parece sorprender que los matrimonios
grupales y los polindricos deberan ser comparativamente raros y
elocuentes.
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FRANZ BOAS
Similares consideraciones tambin pueden ser hechas en relacin
con los puntos de vista filosficos sostenidos por la humanidad. En
resumen, si nosotros buscamos leyes, las leyes se relacionan con
los efectos de las condiciones fisiolgicas, psicolgicas y sociales,
no con sucesiones de hitos culturales.
En algunos casos una sucesin regular de stos puede acompaar el
desarrollo de lo psicolgico o del status social. Esto es ilustrado
por la serie de invenciones industriales en el Viejo Mundo y en
Amrica, a las que considero independientes. Un perodo de recoleccin
de alimentos y de uso de la piedra fue seguido por la invencin de
la agricultura, de la cermica, y finalmente por el uso de los
metales. Obviamente este orden est basado en el aumento de la
cantidad de tiempo dado por la humanidad para el uso de los
productos naturales, de herramientas y utensilios, y de las
variaciones que se desarrollan con l. Aunque en este caso parece
existir un paralelismo en los dos continentes, podra ser ftil
probar que siguen el orden en detalle. En realidad, el paralelismo
no es aplicable a otras invenciones. La domesticacin de animales,
la cual en el Viejo Mundo debi haber sido un logro temprano, fue
muy lenta en el Nuevo Mundo donde los animales domesticados,
excepto el perro, difcilmente existieron hasta el tiempo del
descubrimiento. Un pequeo comienzo haba sido hecho en Per con la
domesticacin de la llama; y los pjaros fueron conservados en varias
partes del continente.
Una consideracin similar puede ser hecha con relacin al
desarrollo del racionalismo. Parece ser una de las fundamentales
caractersticas del desarrollo de la humanidad que actividades que
se han desarrollado inconscientemente son gradualmente hechas
objeto de razonamiento. Nosotros podemos observar este proceso en
todo lugar. ste aparece quizs ms claramente en la historia de la
ciencia, la cual gradualmente ha extendido el alcance de sus
investigaciones sobre un campo siempre ms amplio y la cual ha
ascendido dentro de las actividades humanas conscientes, que son
automticamente perfeccionadas en la vida del individuo y la
sociedad.
Hasta ahora no me he referido a otro aspecto de la moderna
etnologa, el cual se conecta con el desarrollo del psicoanlisis.
Sigmund Freud ha intentado mostrar que el pensamiento primitivo es
en algunos aspectos anlogo a aquellas formas de la actividad
psquica individual que l ha explorado con sus mtodos
psicoanalticos. En algunos aspectos sus intentos son similares a la
interpretacin de la mitologa por simbolistas como Stucken. Rivers
se ha basado en las sugerencias de Freud, as como tambin en las
interpretaciones de Graebner y Elliot Smith, y nosotros hallamos,
por lo tanto, en sus nuevos escritos, una peculiar aplicacin
desconectada de una actitud psicologizante y la aplicacin de la
teora de la difusin antigua.
Mientras creo que algunas de las ideas implcitas en las
investigaciones psicoanalticas de Freud pueden ser productivamente
aplicadas a los problemas etnolgicos, no me parece que la
explotacin unilateral de este mtodo acelere nuestra comprensin del
desarrollo de la sociedad humana. Ciertamente es verdadero que la
influencia de impresiones recibidas durante los primeros aos de
vida han sido enteramente subestimadas, y que la conducta social
del hombre depende en gran parte de los hbitos tempranos, los que
son establecidos antes del tiempo en que comienza la conexin de la
memoria, y que muchos de los entonces llamados rasgos raciales o
hereditarios son considerados ms bien como un resultado de una
exposicin temprana a una cierta forma de condiciones sociales. La
mayor parte de estos hbitos emergen dentro de la conciencia y son
hasta ahora
-
ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS SOCIALES
solamente quebrados con dificultad. Muchas de las diferencias en
la conducta del hombre y la mujer adultos pueden remontarse a esta
causa. Si, de cualquier modo, nosotros tratamos de aplicar la
totalidad de la teora de la influencia de los deseos reprimidos a
las actividades del hombre viviendo bajo diferentes formas
sociales, pienso que extendemos ms all de sus lmites legtimos las
inferencias que pueden ser trazadas desde la observacin de la
psicologa individual normal y anormal. Muchos otros factores son de
gran importancia. Para dar un ejemplo: el fenmeno del lenguaje
muestra claramente que, condiciones completamente diferentes de
aquellas a las cuales los psicoanalistas dirigen su atencin,
determinan la conducta mental del hombre. Los conceptos generales
que subyacen al lenguaje son enteramente desconocidos por mucha
gente. Ellos no emergen dentro de la conciencia hasta que comienza
el estudio cientfico de la gramtica. No obstante, las categoras del
lenguaje nos compelen a ver el mundo arreglado en ciertos y
definidos grupos conceptuales, los cuales a causa de nuestra falta
de conocimiento de los procesos lingsticos, son tomados como
categoras objetivas, las que, debido a eso, imponen desde ellas
mismas la forma de nuestros pensamientos. No se sabe cul puede ser
el origen de estas categoras, pero parece completamente cierto que
ellas no tengan nada que hacer con el fenmeno que es la materia de
la investigacin psicoanaltica.
La aplicabilidad de la teora psicoanaltica del simbolismo est
abierta igualmente a la mayor duda. Nosotros deberamos recordar que
la interpretacin simblica ha ocupado una prominente posicin en la
filosofa de todos los tiempos. Ella est presente no solamente en la
vida primitiva, sino que la historia de la filosofa y de la teologa
abundan en ejemplos de un simbolismo altamente desarrollado, el
tipo del cual depende de la actitud mental general del filsofo que
lo desarrolla. Los telogos, quienes interpretaron la biblia sobre
las bases del simbolismo religioso estuvieron no menos acertados en
la correccin de sus puntos de vista que lo que estn los
psicoanalistas de sus interpretaciones del pensamiento y la
conducta, basadas en el simbolismo sexual. El resultado de una
interpretacin simblica depende primariamente de la actitud
subjetiva del investigador, quien ordena los fenmenos de acuerdo a
su concepto directriz. En orden de probar la aplicabilidad del
simbolismo del psicoanlisis, sera necesario mostrar que una
interpretacin simblica a partir de otros puntos de vista
enteramente diferentes, no sera igualmente verosmil, y que las
explicaciones que excluyen el significado simblico o lo reducen a
un mnimo no seran adecuadas.
Mientras, por consiguiente, podemos dar la bienvenida a la
aplicacin de todo avance en el mtodo de la investigacin psicolgica,
no podemos aceptar como un avance en el mtodo etnolgico la vulgar
trasposicin de una novela, mtodo unilateral de la investigacin
psicolgica del fenmeno individual al social, el origen del cual
puede mostrarse histricamente determinado y estar sujeto a
influencias que no son del todo comparables con aquellas que
controla la psicologa del individuo.
-
FRANZ BOAS. ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS
SOCIALES.* En: Juan Mauricio Renold (comp.): Antropologa cultural.
F. Boas, A. L. Kroeber, R. Lowie, Buenos Aires, Centro Editor de
Amrica Latina, 1993, pp. 59-65.
Me propongo hablar sobre algunos problemas de la metodologa en
las ciencias sociales. Ustedes me permitirn que me limite a
aquellos aspectos de los cuales debo ocuparme como antroplogo.
Como muy bien lo destaca Simmel, el desarrollo de las ciencias
sociales se debe en gran parte a la tendencia general de nuestros
tiempos de dar importancia a las interrelaciones entre el fenmeno
de la naturaleza y tambin a las fuerzas sociales que se han
desarrollado en nuestra civilizacin. Hemos advertido que el
individuo slo puede ser entendido como parte de la sociedad a la
cual pertenece, y que esa sociedad slo puede ser comprendida sobre
la base de las interrelaciones de los individuos que la
constituyen. En tiempos pasados la psicologa experimental se basaba
en la suposicin de que el individuo existe in vacuo, que las
actividades mentales estn basadas esencialmente en el
funcionamiento orgnicamente determinado de la estructura del
individuo. Esta posicin presenta el ms asombroso contraste frente
al punto de vista ms moderno, el que requiere una comprensin del
individuo, an el ms joven, tal cual reacciona a su entorno general,
especialmente el social. De esta manera quedan fcilmente definidos
los problemas de las ciencias sociales. Se refieren a las formas de
las reacciones de los individuos, aislados o en grupos, a estmulos
externos, a sus interacciones entre s mismos y a las formas
sociales producidas por estos procesos.
Es posible aislar un nmero de tendencias sociales generalmente
vlidas en apariencia y estudiar tambin las formas en que se
expresan como su base psicolgica. De esta manera podrn estudiarse
la coordinacin y la subordinacin de los seres humanos, la
solidaridad de los grupos sociales y el antagonismo contra el
forastero, la imitacin de las formas forneas y la resistencia
frente a las influencias externas. Los resultados dan origen a una
representacin que puede tomar la forma de un sistema de formas
desarrollada bajo estas fuerzas o de una psicologa social en la
cual las formas son analizadas sobre la base de su motivacin
psicolgica.
Estos intentos estn basados en la presuncin de tendencias
sociales generalmente vlidas. Sin embargo, existe una pregunta que
deber ser contestada antes de intentar la sntesis, a saber: cuales
son las tendencias sociales que tienen caractersticas humanas
generales? Es fcil estar desorientados en este aspecto. Gran parte
de nuestro comportamiento social es automtico. Algo puede ser
instintivo, es decir, determinado orgnicamente. Mucho ms est basado
en respuestas condicionadas, o sea, determinado por situaciones tan
persistentes y precozmente inculcadas en nosotros que ya no somos
ms conscientes del carcter del comportamiento y tambin normalmente
no nos percatamos de la existencia o posibilidad de un
comportamiento diferente. Tal examen crtico de lo que es
generalmente vlido para toda la humanidad y de lo que es
especficamente vlido
* The New Social Science, editado por Leonard D. White
(Universidad de Chicago, 1930), pp. 84-98. [Fragmentos del artculo
seleccionados por el compilador]. Traduccin de Graciela Mandolini y
Marcela Valdata.
-
FRANZ BOAS
para los diferentes tipos culturales se convierte en un asunto
de gran importancia para los estudiosos de la sociedad. Este es uno
de los problemas que nos induce a poner un nfasis especial en el
estudio de las culturas que histricamente se relacionan lo menos
posible con la nuestra. Su estudio nos posibilita determinar
aquellas tendencias que son comunes a toda la humanidad y aquellas
que pertenecen solamente a sociedades humanas especficas.
[...]
La diferencia entre la cultura humana y el comportamiento animal
se basa en gran parte en la cantidad enormemente aumentada de
adaptaciones aprendidas; stas dependen de lo que hemos llamado
relaciones condicionadas subjetivamente. Es conveniente que nos
pongamos en claro que la apariencia objetiva de las industrias del
hombre durante el perodo Paleoltico produce la impresin de
estabilidad a travs de incontables generaciones. Podemos deducir de
esto que las actitudes subjetivamente determinadas fueron dbiles,
que las relaciones con el mundo exterior y la forma establecida de
contacto social gobern la vida casi totalmente. La siempre
creciente rapidez en la proporcin de cambio que nos ensean la
investigacin prehistrica y el conocimiento de la historia humana es
una expresin de la creciente importancia de las reacciones
subjetivamente condicionadas. Debido a la gran variedad de formas
que se han desarrollado con el transcurso del tiempo bajo estas
fuerzas, el problema de lo que es generalmente humano y de lo que
es caracterstico de sociedades especficas se destaca como de gran
importancia y requiere un estudio atento.
Podemos observar que ciertas actitudes son universalmente
humanas, pero que toman formas especficas en cada sociedad o que,
an ms, en algunas sociedades la presin social puede ser tan fuerte
que pareciera que fuera suprimida la actitud general. Un serio
peligro se encuentra en el error metodolgico de concebir la forma
como indisolublemente unida a la actitud. Un ejemplo es presentado
por el pudor. En todas partes se producen ciertas formas de pudor,
pero difieren enormemente en carcter. Las formas ms frecuentes de
pudor se refieren al comportamiento frente a las funciones
corporales, comer, excretar y los actos sexuales. Es difcil poder
determinar en el presente cul es la base humana general del pudor y
hasta dnde es una caracterstica aprendida. No hay duda de que
formas especficas son adquiridas culturalmente, empero queda un
residuo humano en general que no ha sido an adecuadamente definido.
Mientras que en esta rea se han hecho intentos para separar la
forma cultural especfica de la generalmente humana, existen muchas
otras reas en las que no se reconoce con suficiente claridad el
carcter cultural especfico del fenmeno. El mtodo de investigacin
deber estar basado en comparaciones y analogas de los fenmenos en
cuestin tal cual aparecen en culturas separadas.
[...]
Frecuentemente se ha llamado la atencin sobre el peligro
inherente en la identificacin de los fenmenos sociales que
acostumbramos a clasificar bajo un simple trmino. La investigacin
de Goldenweiser sobre el totemismo es un ejemplo. La diversidad de
formas de descendencia materna demuestra tambin la posibilidad del
origen de costumbres anlogas de fuentes diversas.
De modo que el problema frecuentemente se desplaza desde
destinado a descubrir las causas psicolgicas fundamentales de la
forma ms generalizada de comportamiento hacia otro, a saber, hacia
aqul de comprender por qu diversas tendencias psicolgicas se ocupan
de desarrollar formas que son objetivamente
-
ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS SOCIALES
similares o por qu formas similares son propensas a ser
explicadas por una variedad de motivaciones psquicas.
Los problemas que aqu he tratado pareciera que fueran aquellos
de la psicologa social o la sociologa antes que de la antropologa,
pero slo pueden ser resueltos mediante el uso del material
antropolgico.
Quiero trasladarme hacia otra cuestin que concierne
particularmente a la antropologa, a pesar de que no es extraa a
otras ciencias sociales. La sociologa, si comprendo acertadamente
su historia, se ha desarrollado a travs del creciente
reconocimiento de la integracin de la cultura. Hemos tenido la
economa, la poltica, la pedagoga, y la lingstica como ramas
individuales del conocimiento, pero no poseemos ningn punto de
vista cientfico que abarque lo que es comn a todas, ni manera para
determinar la interaccin de estos variados aspectos de la cultura.
La antropologa est an confrontada con una dificultad similar. La
mayora de la literatura antropolgica nos proporciona informacin
sobre la vida econmica, las invenciones, la estructura social, las
creencias religiosas y el arte de ciertos grupos tribales, como si
estos fueran tantas unidades independientes que no influyen entre
s. All donde existe una informacin ms completa podemos saber del
crecimiento histrico de todas estas fases de la vida social, o de
su desarrollo interno y de las influencias externas que han
contribuido al crecimiento de una cultura particular.
El entendimiento de una cultura fornea slo puede ser alcanzado a
travs del anlisis, y estamos obligados a aceptar sucesivamente sus
variados aspectos. Adems, cada elemento contiene claros rasgos de
los cambios a los que ha sido sometido a travs del tiempo. Estos
pueden ser atribuidos a fuerzas internas o a la influencia de las
culturas extranjeras. El anlisis completo deber incluir
necesariamente las fases que condujeron a su forma presente. No
intento discutir aqu los mtodos mediante los cuales puede hacerse
una reconstruccin parcial de la historia de las culturas primitivas
pertenecientes a pueblos sin documentacin escrita y sin una
tradicin oral confiable. Simplemente mencionar que nuestro
principal acercamiento fue a travs del estudio de la distribucin
geogrfica y a travs de mtodos anlogos a aquellos exitosamente
aplicados en el estudio de la prehistoria e historia de las lenguas
europeas. Como lo indica el ejemplo citado en ltimo trmino, el
estudio analtico de las secuencias histricas en la cultura nos
proporciona en primer lugar una historia de cada aspecto por
separado: del lenguaje, de la invencin, de la vida econmica, del
sistema social y de la religin.
Esto nos deja poca informacin referente a la accin recproca de
todos estos aspectos de la cultura primitiva, a pesar de que es
obvio que deben haber existido relaciones entre los mismos. Las
exigencias inevitables impuestas al cazador esquimal ocupan
totalmente su tiempo, de manera que no existe la posibilidad de
prolongados perodos dedicados a las ocasiones festivas; y la
necesidad de trasladarse sin ms que los medios humanos de
transporte restringe la cantidad y la dimensin de la propiedad de
enseres domsticos del bosquimano y australiano. Deber intentarse
una sntesis de los elementos de cultura que nos proporcione una
visin ms profunda de su naturaleza.
[...]
Segn nuestra experiencia general los intentos para desarrollar
leyes generales de integracin de la cultura no conducen a
resultados significativos. Podramos pensar que la religin y el arte
estn estrechamente asociados, pero los estudios comparativos
demuestran meramente que las formas del arte pueden ser
utilizadas
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FRANZ BOAS
para expresar ideas religiosas; un resultado que no tiene valor
especial. En algunos casos el significado religioso del producto
del arte actuar como un estimulante hacia el desarrollo de un
estilo mejor; en otros casos inducir a la ejecucin desprolija,
posiblemente debido a la breve utilidad del objeto. An en otros
casos puede estar prohibida la representacin artstica de las ideas
religiosas. No obstante, en todo caso especfico el tipo particular
de integracin del arte y de la religin puede ser reconocido como un
aspecto social importante. Observaciones similares pueden hacerse
con respecto a la organizacin social y las actividades
industriales. No existe una ley significativa que cubra todas las
fases de sus relaciones. Tenemos industrias simples y una
organizacin compleja o diversas industrias y una organizacin
simple; tenemos divisiones ocupacionales en tribus con diversas
industrias. Todo lo que puede pretenderse es que, con un cierto
monto de diversificacin y la necesidad de producir en grandes
cantidades, se hace necesaria la divisin de las ocupaciones.
Resumiendo, siempre est presente el riesgo de que las ms amplias
generalizaciones, posibles de obtener mediante el estudio de la
integracin cultural, son lugares comunes.
Esto se debe al carcter de las ciencias sociales, especialmente
de la antropologa, como ciencias histricas. Frecuentemente se
pretende, como una caracterstica de las Geisteswissenschaften
(ciencias del espritu), que el centro de la investigacin debe ser
el caso individual y que el anlisis de las muchas puntas que entran
en el mismo son los fines principales de la investigacin. La
existencia de leyes vlidas en general slo puede ser descubierta
cuando todas las series independientes de sucesos indican una
caracterstica comn, y la validez de la ley est siempre confinada al
grupo que presenta estas caractersticas comunes. En realidad, esto
es cierto no slo de las Geisteswissenschaften sino de toda ciencia
que trate con formas especficas. El inters del astrnomo est en la
distribucin real, los movimientos y la constitucin de los astros,
no en las leyes fsicas y qumicas generalizadas. El gelogo se ocupa
de los estratos y los movimientos de la corteza de la tierra y
puede reconocer ciertas leyes que estn conectadas con la repeticin
de formas similares. No importa cuanto pueda generalizar, sus
generalizaciones irn unidas a ciertas formas especficas. Ocurre lo
mismo con las ciencias sociales. El anlisis de los fenmenos es
nuestro objetivo principal. Las generalizaciones sern tanto ms
significativas cuanto ms estrechamente nos atengamos a formas
definidas. Los intentos de reducir todos los fenmenos sociales a un
sistema cerrado de leyes aplicables a toda sociedad y explicando su
estructura y su historia no parece ser una empresa promisoria.
Estas consideraciones nos llevan a otro problema metodolgico.
Los intentos de correlacionar diversos aspectos de la cultura
implica la necesidad de un estudio de las dinmicas de su
interrelacin. El material a nuestra disposicin es la descripcin
analtica de las formas culturales. Esto y las dificultades prcticas
de la investigacin etnolgica provocan que la mayora del material
disponible est sobre-estandarizado. Nos es suministrado como una
lista de invenciones, instituciones e ideas, pero poco o nada
aprendemos sobre la forma en que vive el individuo bajo estas
instituciones y con estas invenciones e ideas, y tampoco sabemos
cmo estas actividades afectan los grupos culturales de los que l es
un miembro. Es enormemente necesaria la informacin sobre estos
puntos, puesto que las dinmicas de la vida social slo pueden ser
comprendidas sobre la basa de la reaccin del individuo frente a la
cultura en la cual vive y de su influencia en la sociedad. Muchos
aspectos del problema del cambio cultural slo pueden ser
interpretados sobre esta base.
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ALGUNOS PROBLEMAS DE LA METODOLOGA EN LAS CIENCIAS SOCIALES
Deber quedar claramente entendido que el anlisis histrico no nos
ayuda en la solucin de estos problemas. Podemos conocer la historia
de la lengua muy detalladamente este conocimiento no explica cmo el
hablante que usa la lengua en su forma presente, la nica que l
conoce, reaccionar a su uso. El conocimiento de la historia del
mahometismo en el frica y su influencia en el Sudn no agrega cuota
alguna al entendimiento del comportamiento del Negro que vive en la
cultura presente. Las condiciones existentes pueden ser conocidas
objetivamente por nosotros en todo su recorrido histrico. Ellas
afectan al individuo que vive bajo las mismas. Podemos obtener
objetivamente un mejor entendimiento a travs del conocimiento de su
historia, pero esto no concierne al individuo que ha absorbido
todos los elementos de su cultura. Si conociramos completamente
todo el marco biolgico, geogrfico y cultural de una sociedad, y si
entendiramos en detalle las formas de reaccin de los miembros de la
sociedad y de la sociedad como un todo a estas condiciones, no
necesitaramos el conocimiento histrico del origen de la sociedad
para comprender su comportamiento. El error de los antiguos
antroplogos consisti en utilizar material de esta clase, acopiado
sin examen crtico, para las reconstrucciones histricas. Para stas
no tiene valor. Un error de la moderna antropologa, a mi parecer,
est en la sobre-enfatizacin de la reconstruccin histrica, cuya
importancia no debera ser minimizada, frente al estudio intenso del
individuo bajo la fuerza de la cultura en que vive.