1 BLOQUE 5.- La respuesta de la Sociedad: Tema 1.- Respuesta empresarial. Los Medios de comunicación. El papel de la Escuela. Las Asociaciones políticas. El movimiento ecologista. ”. 1.1.- Respuesta de la Empresa: la gestión ambiental. Aunque a veces se pueda pensar lo contrario, toda empresa realiza una gestión ambiental dentro de sus actividades. Esto es así, porque toda actividad que realiza un ser vivo tiene un impacto en el entorno que le rodea, y las actividades humanas no son menos. Ahora bien, la gestión ambiental de esta actividad, aun siendo adecuada a los intereses de la empresa y del empresario, puede no serlo a los intereses de la sociedad o del entorno que la rodea. Es por tanto aquí donde radica la importancia de que, la gestión ambiental de una empresa convierta sus actividades en sostenibles y en responsables con el entorno, tanto natural como social. Partiendo de esta premisa, lo que habitualmente conocemos como “gestión ambiental” dentro de una empresa se podría definir como “aquella parte de la gestión de la empresa que se emplea para desarrollar e implementar la política ambiental y gestionar sus aspectos ambientales (apartado 3.9. ISO 1 14004:2004)”. Por ello, ¿sería acertado pensar que toda empresa, actividad u organización dispone de una política ambiental? ¡Claro!. y es que, como la misma norma ISO 14004 anteriormente mencionada indica, la política ambiental son las intenciones de una organización, expresadas por la alta dirección, relacionadas con su desempeño ambiental. Y esta política, puede ser la de un desempeño ambiental adecuado y sostenible, o no. 1 ISO (International Organization for Standardization) es una organización no gubernamental, creada en 1947 y formada actualmente por los organismos de estandarización de 157 países de todo el mundo, desarrollado y en vías de desarrollo.
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BLOQUE 5.- La respuesta de la Sociedad:
Tema 1.- Respuesta empresarial. Los Medios de comunicación. El papel de la Escuela. Las Asociaciones políticas. El movimiento
ecologista. ”.
1.1.- Respuesta de la Empresa: la gestión ambiental.
Aunque a veces se pueda pensar lo contrario, toda empresa realiza una gestión ambiental dentro de
sus actividades. Esto es así, porque toda actividad que realiza un ser vivo tiene un impacto en el entorno
que le rodea, y las actividades humanas no son menos.
Ahora bien, la gestión ambiental de esta actividad, aun siendo adecuada a los intereses de la
empresa y del empresario, puede no serlo a los intereses de la sociedad o del entorno que la rodea.
Es por tanto aquí donde radica la importancia de que, la gestión ambiental de una empresa
convierta sus actividades en sostenibles y en responsables con el entorno, tanto natural como social.
Partiendo de esta premisa, lo que habitualmente conocemos como “gestión ambiental” dentro de
una empresa se podría definir como “aquella parte de la gestión de la empresa que se emplea para
desarrollar e implementar la política ambiental y gestionar sus aspectos ambientales (apartado 3.9. ISO1
14004:2004)”.
Por ello, ¿sería acertado pensar que toda empresa, actividad u organización dispone de una
política ambiental?
¡Claro!. y es que, como la misma norma ISO 14004 anteriormente mencionada indica, la política
ambiental son las intenciones de una organización, expresadas por la alta dirección, relacionadas con su
desempeño ambiental. Y esta política, puede ser la de un desempeño ambiental adecuado y sostenible, o
no.
1ISO (International Organization for Standardization) es una organización no gubernamental, creada en 1947 y formada actualmente
por los organismos de estandarización de 157 países de todo el mundo, desarrollado y en vías de desarrollo.
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Ahora bien, como dentro de una guía de “buenas prácticas” lo que debemos plantear es el lado
positivo; podemos plantear la siguiente pregunta:
¿Qué acciones pueden realizar los empresarios y altos directivos para gestionar adecuadamente los
impactos ambientales de su actividad, para ser sostenible, o más sostenible?
Bien, esta pregunta tiene muchas respuestas posibles, pero desde esta guía vamos a intentar dar
respuesta del modo más ordenado y claro posible.
1.1.1. EL COMPROMISO DE LA DIRECCIÓN:
En primer lugar, el empresario o alta dirección debe conocer y decidir qué es lo que quiere hacer;
hasta dónde quiere llegar:
Cada una de estas preguntas, y otras más que nos dejamos en el tintero, pone a cada organización
en una situación diferente. Y las respuestas son únicas para cada caso. Bien es cierto, que hay caminos y
herramientas comunes que sirven de orientación a las empresas, como son los Sistemas de Gestión
Ambiental o las guías de orientación ambientales.
Llegado a este punto es importante incidir en que cumplir la legislación es “obligatorio para todas
las empresas”, pero realizar una gestión ambiental sostenible es un acto “voluntario”. Actualmente la
reglamentación nacional y europea, aunque avanza hacia un marco legal de mayor sostenibilidad en las
actividades, incide legalmente en aquellos aspectos de mayor relevancia ecológica o social. Por ello,
desde este punto hasta el cumplimiento de los requisitos de estándares internacionales como ISO 14000,
EMAS2o GRI, hay un largo camino, que “voluntariamente” se puede recorrer, y muchos niveles paradas
donde quedarse.
2EMAS (Eco-Management and Audit Scheme) es una herramienta voluntaria creada por el Consejo de Europa de la UE
en 1993 para dar respuesta a las necesidades de certificación ambiental de la industria, y actualmente ampliada (2001) a cualquier empresa europea de cualquier sector.
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Por ello, como primer paso, la intención, o como llamamos antes, la política, de realizar una
gestión ambiental sostenible y responsable debe partir de la más alta dirección, de la persona o personas
en la empresa que realmente toman las decisiones, ya sea el gerente, el dueño, el consejo de
administración, etc. Esta premisa es fundamental, ya que los esfuerzos y los recursos que una
organización necesita para implantar un “sistema de gestión ambiental” suelen ser elevados,
independientemente del tamaño de la empresa. Y además, esta intención debe verse reflejada con hechos
fehacientes. Esta “política” es la base, los cimientos; de forma que cuanto más fuertes y más respaldados
estén, más sencilla, más barata y más adecuada será la gestión ambiental sostenible de la empresa.
Contrariamente a lo que podemos pensar, esto no implica que tenga que ser el empresario o la alta
dirección quienes tomen las riendas e implanten dicho sistema. Únicamente deben facilitar los recursos
necesarios y adecuados a este propósito, bien designando a una persona o grupo de dentro de la
organización, o realizándolo de modo externo mediante consultoría.
1.1.2. EL CONOCIMIENTO DE LA EMPRESA
En segundo lugar, esta persona o grupo designado, debe conocer en profundidad la organización,
estructura y funcionamiento de la empresa (organigramas e interacciones; procesos y métodos
productivos; impactos ambientales de las actividades, su importancia, causas y efectos; requisitos legales
que son de aplicación, etc.) para, con esta información, diseñar un sistema de gestión adecuado a las
necesidades específicas de esa organización.
Así mismo, es fundamental que todas las personas implicadas en el desarrollo del sistema estén
sensibilizadas con los cambios y mejoras que se van a producir, así como que dispongan de la formación
y competencia necesaria.
Este nivel de conocimiento puede, además, permitir a la empresa tener mejores niveles de eficacia
y eficiencia en sus procesos, no sólo desde el punto de vista de la gestión ambiental, sino también de la
gestión de recursos, de la gestión operativa, etc.
También, es importante indicar que cada actividad está supeditada a un medio, a un entorno
especial y diferenciador. Por lógica, una actividad desarrollada dentro de un polígono industrial no tiene
los mismos impactos que si estuviera ubicada dentro de un entorno natural protegido. De este modo, tanto
la legislación, como las medidas y acciones son diferentes, y necesitan procedimientos y métodos
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específicos. Por lo tanto, es tan importante el conocimiento de la empresa como el conocimiento del
medio en que se emplaza.
1.1.3. EL SISTEMA DE GESTIÓN AMBIENTAL (SGA)
Con las dos premisas anteriores, la organización puede comenzar a establecer las pautas de trabajo
para implantar, de modo progresivo, un sistema de gestión ambiental dinámico, esto es, en mejora
continua, con objeto de que esté adaptado al progreso continuo de la organización.
Hay diversas pautas de trabajo, aunque está internacionalmente reconocida la eficiencia del
sistema PHVA (Planificar – Hacer – Verificar – Actuar)3.
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PHVA son las siglas españolas del inglés PDCA, o ciclo de Deming, estadístico norteamericano promotor del concepto de “calidad total” que desarrolló en Japón durante la década de 1950.
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Por tanto, el sistema no es estático, sino dinámico, en mejora continua:
Este ciclo de trabajo tiene un punto de partida (el compromiso de la dirección), pero no tiene un
punto de llegada, ya que al dar una vuelta completa a la rueda, se regresa a la política, que tras cada vuelta
debe ser renovada para estar acorde con el progreso de la organización, para estar “al día”.
Todo esto, que nos puede parecer muy técnico y complejo, en realidad no lo es, consiste en una
simple metodología de trabajo. Este ciclo lo empleamos diariamente en nuestra vida cotidiana y, por
supuesto, también en la gestión habitual de cualquier empresa.
La gran novedad, lo que realmente se pretende mediante la implantación de un Sistema de Gestión
Ambiental, es introducir los factores medioambientales y de desarrollo sostenible, dentro del resto de las
actividades normales de la empresa, con la misma relevancia que, por ejemplo, tienen la gestión de
abastecimientos, de recursos humanos, o la gestión financiera.
Este es el punto de origen de los Sistemas de Gestión Ambiental, como herramienta de trabajo en
la gestión de la empresa, que mediante sistemas de control y auditoría permite integrar todos las
actividades (aspectos) de repercusión en el entorno, dentro de la gestión global de la empresa.
Llegado este punto, se nos plantean más preguntas:
No sólo los clientes, sino también la sociedad en que las empresas desarrollan sus actividades,
están cada día más concienciados con el respeto al medioambiente y el impacto que sus instalaciones
generan. Así mismo, cada día aparecen nuevas leyes, más restrictivas con las actividades, que obligan a
las empresas a cumplir nuevos requisitos de respeto con el entorno y el medioambiente. Esto, que a priori
puede parecer un problema que genera unos gastos imprevistos, puede convertirse en una ventaja
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competitiva para la empresa, que voluntariamente, mediante un SGA, desea ir por delante de los
acontecimientos:
En cuanto a los gastos asociados, sería más adecuado considerarlos como inversiones, ya que, en
cierto sentido, son amortizables:
Para responder a la pregunta del “cómo” no hay una única solución. Un Sistema de Gestión
Ambiental debe implantarse en diferentes etapas y la variabilidad depende de factores como:
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No hay por tanto una norma única en cuanto al modo o al tiempo. Lo que si hay es un esquema
principal para el desarrollo de las actividades de implantación, dividido en fases, que podría ser el
siguiente:
Como ya se ha mencionado, el punto de partida, y el aspecto más importante es el Compromiso de
la Alta Dirección de la empresa. Este compromiso que, se debe plasmar por escrito en la política
ambiental, debe recoger todos los requisitos exigidos por la norma ambiental que se va a seguir como
referencia a la implantación del Sistema de Gestión Ambiental, ya sea ISO 14001 o EMAS.
Esto puede parecer complejo, pero para saber cómo comenzar a implantar un Sistema de Gestión
Ambiental, el empresario debe conocer la respuesta de estas cinco preguntas básicas:
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La implantación de un SGA debe pretender hacer de la debilidad una oportunidad de mejora,
debiendo plantearse objetivos, de forma que podamos revertir la situación producida por los impactos más
significativos, hacia impactos positivos.
1.1.4. LAS NORMAS DE REFERENCIA.
Las normas de referencia no son más que caminos de referencia o de apoyo para lograr disponer
de un Sistema de Gestión Ambiental que realmente permita a la actividad ser sostenible con el
medioambiente respondiendo al tiempo a las necesidades de la empresa
En la actualidad, las dos normas básicas, de referencia para implantar Sistemas de Gestión
Ambiental, que especifican los requisitos que las empresas deben cumplir para desarrollar e implementar
una política y unos objetivos, que consideran los requisitos legales y los aspectos ambientales relevantes,
son las siguientes:
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Además, existen numerosas publicaciones y guías de referencia, para implantar tanto ISO
14001, como EMAS.
El gran reto, que permite dar credibilidad de cara a los clientes y a la sociedad, es que se trata de
normas internacionales y generales para todo tipo de empresas, y que permiten ser auditadas por
organismos externos independientes, por lo que los certificados de cumplimiento que se otorgan a las
empresas generan un marco de confianza y credibilidad demostrable, con los clientes, con la sociedad y
con las administraciones.
Ambas normas son muy similares, aunque EMAS logra ser algo más extensa en los requisitos
exigidos. Por ello, la decisión dentro de una empresa por apostar por ISO 14001 o EMAS debe ser
estratégica, en función de parámetros como:
1.1.5. LAS “ECOETIQUETAS”
Del mismo modo que se indicó anteriormente que implantar un Sistema de Gestión Ambiental era
una decisión estratégica voluntaria, su certificación para la obtención de un
“sello” es también voluntaria y estratégica, correspondiendo por tanto a la
política definida por el empresario o la alta dirección.
La certificación de que el Sistema de Gestión Ambiental implantado
cumple con los requisitos indicados en la norma de referencia utilizada (ISO
14001, EMAS, etc.), la realizan organismos independientes acreditados. Esto
permite a la empresa la utilización del certificado para identificar a la
organización en sus comunicaciones internas y con terceros.
El sello EMAS identifica a las empresas que cumplen los requisitos del
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Reglamento Europeo 761/2001, mientras que los diferentes logotipos de las empresas certificadoras (entre
las que destacan AENOR, BVQI, LRQA, DNV, o TÜV) identifican a las empresas que cumplen los
requisitos de la norma ISO 14001.
Por otro lado, existen numerosas “ecoetiquetas” que no definen el desarrollo sostenible de la
actividad empresarial en su conjunto, sino que se destinan a productos concretos. Las etiquetas ecológicas
o ecoetiquetas son logotipos otorgados por un organismo oficial que nos indican que el producto que la
lleva tiene una baja incidencia ambiental y que, por tanto, es más respetuoso con el entorno que otros
productos que hacen la misma función. Son de carácter voluntario y, generalmente, cuentan con el
soporte de los Análisis de Ciclo de Vida (ACV) del producto.
Hay numerosas, pero en España destacan la Etiqueta Ecológica de la UE (EU Eco-label), basado
en el Reglamento CEE 880/1992, de 23 de marzo de 1992; la marca AENOR Medioambiente; o el
distintivo de garantía de calidad ambiental de la Generalidad de Cataluña.
1.1.6. ASPECTOS CLAVE DE LA GESTIÓN AMBIENTAL
Como conclusión a lo enunciado anteriormente, la gestión ambiental en la empresa, entendida
como sostenible y responsable tiene una serie de aspectos diferenciadores y relevantes:
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1.2. Las ecoauditorías.
Habitualmente, tanto por parte de los empresarios como de los trabajadores existe un enorme
miedo al término “auditoría”, aunque no deja de ser un concepto más suave que el de “inspección”.
Este miedo es en gran parte injustificado. Por ello, vamos a dedicar este apartado a mostrar:
Una auditoría medioambiental o “ecoauditoría” es según define la norma ISO 19011:2002 un
“proceso sistemático, independiente y documentado para obtener evidencias y evaluarlas de manera
objetiva con el fin de determinar la extensión en que se cumplen los criterios”.
Se trata, por tanto, de una “investigación” puntual donde se enfrenta la situación real de cómo se
están haciendo las cosas, frente a unos criterios fijados por la organización de cómo se deberían hacer.
Pero no se trata de una inspección, no es una revisión “a traición”, ya que debe ser planificada, tanto en la
forma como en los tiempos... y los afectados deben conocer qué se va a auditar y cuándo.
1.2.1. TIPOLOGÍA DE AUDITORÍAS AMBIENTALES
Para profundizar más en este tema, vamos a comenzar por exponer la gran diversidad de tipos de
auditorías que existen en función bien de la diversidad de los diferentes aspectos que se desean investigar,
o del modo de ejecución.
Las más relevantes son las siguientes:
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Y en cuanto al modo de ejecución:
Por último, cuando el enfoque de una empresa se orienta hacia la certificación de su Sistema de
Gestión Ambiental, se deben considerar varios tipos de auditorías de tercer nivel (externas):
1.3.- Los Medios de comunicación.
La información ambiental se considera una herramienta importante para la E.A.: “(…) es también
esencial que los medios de comunicación de masas eviten contribuir al deterioro humano y difundan por
el contrario, información de carácter educativo sobre la necesidad de protegerlo y mejorarlo a fin de que
el hombre pueda desarrollarse en todos los aspectos” (Resolución nº 96 de la Conferencia de Estocolmo,
1972).
La información ambiental trata de dar a conocer los hechos de forma comprensible, pero debe ser
veraz, rigurosa, y estar actualizada y contrastada. Las Administraciones disponen de gran cantidad de
información ambiental a cuyo acceso tienen derecho todos los ciudadanos. Además, éstas deben publicar
la información ambiental de forma periódica (Directiva 90/313/CEE, del Consejo, de 7 de junio de 1990
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y su correspondiente transposición a la legislación española Ley 38/1995 sobre el acceso a la información
en materia ambiental).
Por su parte, la comunicación ambiental va más allá. Esta constituye un proceso de interacción
social, que debe ayudar a entender los problemas ambientales claves, posibilitando también una respuesta
ciudadana constructiva. Los medios de comunicación social tradicionales (prensa, radio y televisión) son
un importantísimo recurso para la E.A. ya que aportan información ambiental y son soporte para acciones
de alcance social. Los medios de comunicación son paulatinamente más importantes para a la hora de
favorecer la adquisición de actitudes y valores ambientales.
El objetivo de la información y la comunicación ambiental debe evitar el catastrofismo o el
tratamiento de los temas de forma superficial. Es fundamental huir de los tópicos y de la reiteración
continua, ya que el efecto que se consiga puede llegar a ser contrario al perseguido.
En cuanto a los medios de comunicación escritos, podemos considerar que la prensa escrita es
líder en la formación de opinión. La divulgación y comunicación ambiental tiene su máximo exponente
en las publicaciones específicas de medio ambiente. Existe una gama bastante amplia en cuanto a los
niveles y público destinatario que va desde el objeto de divulgar, informar y sensibilizar al ciudadano
hasta aquellas que son de temática científico-técnica. Algunas revistas son las siguientes:
- Revista Ambiental (http://www.mma.es/publicacion/ambienta/).
- Revista Científica (http://www.aeet.org/ecosistemas/portada.htm).
La comunicación basada en las nuevas tecnologías ofrece unas magníficas posibilidades para la
E.A. Así pues, se trata de una forma de comunicación bastante atractiva por la combinación de texto,
sonido e imágenes, pero principalmente por su interactividad. En especial, Internet se ha convertido en un
medio muy efectivo puesto que divulga y da acceso a una enorme cantidad de información ambiental, así
como facilita el contacto entre profesionales e interesados en la E.A. (Asociación Española de Educación
Ambiental: http://www.ae-ea.org/).
Otros recursos para la información, comunicación y divulgación ambiental pueden ser lo
siguientes: campañas de sensibilización, folletos, boletines, páginas web, bases de datos que incluyan
aspectos relacionados con el medio ambiente o con la E.A., etc.
1.4.-El papel de la Escuela. El papel de la Educación Ambiental.
Las líneas maestras que debemos seguir para caminar hacia la sostenibilidad están basadas en
propósitos realmente encomiables, pero cabe plantarse si estos son factibles. Se estima que un individuo
normal está sometido a tres horas de impactos publicitarios diarios, en los cuales se le impulsa a consumir
productos, muchos de ellos totalmente inútiles. A pesar de esto, la publicidad es una herramienta
extraordinariamente eficaz y, en muchas ocasiones, se aprovecha de fenómenos basados en
conocimientos muy profundos de la psicología humana y social. Las estrategias de comunicación que se
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emplean en las agencias de marketing y publicidad están muy por delante de las herramientas de la
Educación Ambiental.
Consecuentemente, se presenta una batalla desigual contra un enemigo muy poderoso y que resistirá
de manera feroz.
No obstante, no podemos esperar que el cambio venga de las estructuras de poder empresarial,
político o económico. Sería realmente utópico pensar que las estructuras que controlan la economía
mundial promovieran el cambio hacia la sostenibilidad. El fundamento último de cualquiera de estas es
auto perpetuarse y, tal y como están definidas ahora, no parecen tener sentido en una sociedad sostenible.
Así, es evidente que estas estructuras se resistirán al cambio para evitar su propia destrucción.
Por lo tanto, es necesario que el cambio venga desde la sociedad, y que sea la ciudadanía la que
presione a las estructuras del poder a cambiar. Para propiciar esta variación de conciencia hace falta una
sensibilidad diferente y esa sólo puede obtenerse a través de la Educación Ambiental. Así pus, se puede
ser optimista o pesimista en cuanto a la efectividad de la Educación Ambiental, pero es imposible no
aceptar que es, probablemente, nuestra única posibilidad de propiciar un futuro sostenible.
1.4.1.- ¿Qué pretende la Educación Ambiental? Objetivos y principios.
Durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado (1975), organizado por la
UNESCO y con la colaboración del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Belgrado,
se dio a conocer el Programa Internacional de Educación Ambiental. De los debates que tuvieron lugar
durante el Seminario surge la “Carta de Belgrado”, aceptada unánimemente por todos los participantes.
Esta va a servir como referente para cualquier programa educativo de carácter ambiental ya que se fijan
los objetivos de la Educación Ambiental. Estos son los siguientes:
Conciencia.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del
medio ambiente en general y de los problemas conexos” . La Educación Ambiental debe contribuir al
desarrollo de personas capaces de interpretar y tomar conciencia de la situación actual del medio
ambiente, así como de su dimensión global (social, cultural y económica). Además, estas personas deben
ser capaces de analizar las causas y adoptar soluciones a los problemas.
Conocimientos.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio
ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo
que entraña una responsabilidad crítica”. Las actividades educativas en Educación Ambiental deben
contribuir a comprender, a adquirir y a asimilar conocimientos interdisciplinares sobre el medio ambiente
como base para implicar a las personas de forma activa en las soluciones a la situación del medio
ambiente.
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Actitudes.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por
el medio ambiente, que los impulse a participar activamente en su protección y mejora”. La introducción
de la educación en valores y principios morales capacita a las personas a enfrentarse a los diferentes
conflictos ambientales de forma independiente, crítica y justa para, de esta manera, conseguir soluciones
adecuadas mediante el debate y la reflexión.
Aptitudes.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver
problemas ambientales”. En nuestro cometido por resolver y evitar los problemas ambientales, se
necesitan de una serie de aptitudes (de investigación, de evaluación y de actuación) que posibiliten
conseguir nuestro propósito. Estas aptitudes desarrolladas a través de la Educación Ambiental
contribuyen a adquirir otras mucho más complejas (intelectuales, afectivas, de organización y de
cooperación) que posibilitan a su vez la modificación de creencias, actitudes y valores personales.
Capacidad de evaluación.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de educación
ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y
educacionales”. La evaluación de todo proceso en Educación Ambiental sirve para obtener datos y
estudiar el entorno en el que se va trabajar, saber si se está actuando correctamente, analizar los posibles
cambios y adoptar modificaciones y nuevas estrategias.
Participación.
“Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a
que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente,
para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto”. La implicación y participación de las
personas en la resolución de problemas ambientales y en la adopción de soluciones para proteger el
entorno es el fin último de la Educación Ambiental. La participación debe darse en todos los ámbitos
relacionados con el medio ambiente, así por ejemplo, las Administraciones están obligadas a crear los
instrumentos de participación e información a los ciudadanos sobre temas ambientales. También, en el
ámbito escolar se debe propiciar y fomentar el ejercicio de la participación responsable, crítica y
conciente con la realidad ambiental.
Orígenes y cronología de la Educación Ambiental.
Las iniciativas internacionales a lo largo de la historia de la Educación
Ambiental presentan algunos hitos. Estos se exponen de forma breve a continuación.
Para comenzar podemos remontarnos hasta 1968, donde se sitúan diversas reuniones en las que se
concluye que es necesario incorporar aspectos relacionados con el entorno y de esta forma, transmitir la
correcta utilización de los recursos desde la propia escuela. Algunos ejemplos los encontramos en el
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Reino Unido donde se crea el Consejo para la Educación Ambiental (Council for Environmental
Education). Este se funda a partir de una serie de encuentros realizados con el fin de preparar el Año
Europeo de la Conservación (1970). La innovación, que se aporta con este organismo, es la concepción
interdisciplinar de la E.A. Otro ejemplo lo encontramos en Suecia donde la E.A pasa a formar parte del
currículum escolar, no como materia aislada sino formando parte de diferentes disciplinas y un punto de
unión entre ellas. Por último, la UNESCO elabora un estudio sobre cómo incorporar el medio ambiente
en la escuela como realidad y no como un mero instrumento didáctico. Algunas conclusiones curiosas
sobre la E.A a partir del estudio son:
- El medio ambiente debe integrarse en el currículum escolar.
- Se considera que el medio ambiente es también lo social, lo cultural e incluso lo económico.
- El entorno inmediato sirve como punto de partida para descubrir ambientes lejanos.
Ya en la década de los setenta, entre los países pioneros se encuentra Francia. Precisamente fue en
Paris en 1970, donde se realizó la Declaración sobre Educación Ambiental de la Comisión de Educación
de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN- http://www.iucn.org ). En esta
se define la E.A. como “el proceso que consiste en reconocer valores y clarificar conceptos con objeto de
aumentar las actitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones ente la especie
humana, su cultura y su medio biofísico”.
En 1971, podemos destacar dos acontecimientos. El primero de ellos es la creación del Programa
Hombre y Biosfera (conocido como el Programa MAB- Man and Biosphere-
http://www.unesco.org/mab/spanishpage.htm). Su propósito fue crear un programa interdisciplinario en el
que tuviera especial relevancia las relaciones especie humana-medio e incluyera la preparación de
materiales para actividades de formación e información sobre esta relación y sus problemas. El segundo
hito importante lo constituye la reunión de expertos de Founes (Suecia) donde se llega a la siguiente
conclusión: “(…) es necesario un órgano central que impulse y coordine las actividades de E.A. a nivel
internacional".
Poco después y siguiendo con la década de los setenta, tuvo lugar en Estocolmo en junio de 1972 la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
(http://www.jmarcano.com/educa/docs/estocolmo.html). En sus conclusiones finales se puntualiza que es
necesario desarrollar una educación basada en los problemas ambientales, de forma que la E.A. sea uno
de lo pilares para resolverlos y prevenirlos. En octubre de este mismo año, se propone una definición de
medio ambiente que no sólo tiene en cuenta los valores naturales del entorno, sino también los culturales
y sociales.
No podemos pasar por alto en este recorrido cronológico, la creación del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA- http://www.unep.org) en 1974 y del Programa Internacional
de Educación Ambiental (PIEA) durante el Seminario Internacional de Educación Ambiental (Belgrado,
1975).
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El PNUMA es el organismo de coordinación entre organizaciones nacionales e internacionales,
cuyos objetivos principales son los siguientes:
- Fomentar la importancia del respeto y conservación del medio ambiente.
- Asistir técnica y económicamente a los gobiernos.
- Formar personal especializado: docentes, planificadores, investigadores y administradores de la
educación.
A través del PIEA y durante sus primeros tres años de funcionamiento, se produjo un intercambio
de ideas y experiencias, se formaron grupos de investigación para el desarrollo de la E.A. y se elaboraron
materiales.
En el Seminario de Belgrado se conformó el marco general de la E.A. a nivel internacional a través
de la conocida “Carta de Belgrado” (http://www.jmarcano.com/educa/belgrado.html) y se fijaron los
principios y objetivos de la misma, los cuales aparecen en cualquier programa educativo de carácter
ambiental.
En 1977, tiene lugar la I Conferencia Intergubernamental de E.A. de Tbilisi (Georgia) que
constituye todo un hito y se considera el acontecimiento más significativo de la historia de la E.A.
Durante esta conferencia se examinaron los logros del PIEA, así como se establecieron los criterios y las
directrices para el desarrollo de la E.A. en las décadas siguientes.
Los objetivos de la Conferencia (http://www.jmarcano.com/educa/docs/tbilisi.html) se fijaron en
torno a los siguientes temas:
“Principales problemas ambientales en la sociedad contemporánea.•
Cometido de la educación para contribuir a resolver los problemas • ambientales.
Actividades en curso a nivel nacional en internacional con miras al • desarrollo de la Educación
Ambiental.
Estrategias de desarrollo de la Educación Ambiental a nivel nacional.•
Cooperación regional en internacional con miras a fomentar la Educación • Ambiental:
necesidades y modalidades".
A partir de los diferentes debates y reuniones, se realizaron una serie de recomendaciones, entre
las que destacamos:
- La E.A. cumple la función de aproximar a los individuos al medio ambiente, no sólo a título
informativo, sino participativo y considerando al medio ambiente en su totalidad aplicando un
Los objetivos de este congreso fueron los siguientes:
- Considerar la E.A. como importante contribución a la sostenibilidad.
- Aportar los resultados a la Comisión de Desarrollo Sostenible y hacer el seguimiento del
capítulo 36 de la Agenda 21.
Algunas de las conclusiones a las que se llegaron en este congreso son:
- “La Educación Ambiental es reconocida como una educación para la
sostenibilidad...”.
- La práctica de la sostenibilidad ha de llevarse a cabo dentro de los contextos locales,
regionales o nacionales.
- La reorientación educativa general es una tarea global, que concierne a toda la sociedad.
Entre agosto y septiembre de 2002 tuvo lugar la Cumbre Mundial de Desarrollo Sustentable,
conocida también como Río+10, en Johannesburgo, Sudáfrica, (http://www.johannesburgsummit.org/).
Así pues, se espera que éste se convierta en otro hito de importancia para el desarrollo de la Educación
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Ambiental y del desarrollo sostenible. En el anexo adjunto se puede consultar (de manera on line) la
Declaración sobre Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible que se realizó en Río+ 10.
En diciembre de este mismo año, la Asamblea general de las Naciones Unidas aprobó una resolución
sobre la Educación Ambiental con miras al desarrollo sostenible (2005-2014) y designó a la UNESCO
como órgano responsable de la promoción de dicha resolución.
Existen numerosos eventos que continuamente se están realizando. En estos encuentros, la mayoría
de los planteamientos teóricos y recomendaciones que surgieron en años anteriores siguen teniendo
vigencia ya que no han podido ser desarrollados en profundidad al existir una serie de dificultades
importantes para la puesta en práctica de los planes que sugieren.
Historia de la Educación Ambiental en España.
La E.A. en España tiene un recorrido paralelo a los eventos que han ido teniendo lugar a nivel
internacional, aunque no siempre con el mismo grado de compromiso debido a las diferentes situaciones
políticas por las que el país ha pasado. España llega un poco tarde, aunque actualmente es uno de los
países más activos en la promoción de programas y actividades de E.A.
En nuestro país, la E.A. es promovida dentro de la escuela por un grupo de educadores que creen en
la renovación e innovación educativa. Fuera del ámbito escolar, las asociaciones y colectivos
ambientalistas o ecologistas son los promotores de la E.A. La incorporación de los aspectos ambientales
es, hasta hoy, motivo de preocupación. Actualmente, se siguen analizando y discutiendo los problemas y
las dificultades de la integración de la Educación Ambiental.
En el recorrido histórico de la E.A. en España, podemos destacar los momentos o fases que a
continuación se exponen.
La Institución Libre de Enseñanza, que surge a principios del siglo XX y cuyo objetivo es “(…)
darle a las prácticas educativas una visión renovadora” , reconoce que para conocer la naturaleza, es
fundamental estar en contacto con ella y se valora muy positivamente, adquirir experiencia en el entorno
inmediato.
Durante la dictadura, el conocimiento de la naturaleza es fundamentalmente conceptual. Pero existen
dos acontecimientos que debemos destacar. El primero es la aprobación de la Ley de Asociaciones en
1964. Esto permitió la creación, entre otras, de la sección española de la Asociación Internacional WWF,
conocida como ADENA (www.adena.es). Como se ha comentado antes, las asociaciones ecologistas han
desempeñado un papel muy importante para el desarrollo de la función educativa en pro del medio
ambiente. Dentro del ámbito escolar, resurgen los Movimientos de Renovación Pedagógica (el segundo
acontecimiento importante). Se trata de docentes dinámicos y con un fuerte compromiso y preocupación
social. Se crean las Escuelas de Verano y se inicia un programa de recuperación de áreas rurales
abandonadas
Durante los años ochenta, comienza un etapa de institucionalización de la E.A., caracterizada por la
creación y puesta en marcha de actividades, programas y equipamientos, públicos y privados (granjas
24
escuelas, aulas de naturaleza y centros de interpretación). A su vez, se organizan las I Jornadas de
Educación Ambiental (Sitges, 1983) donde se evaluaron las primeras iniciativas españolas. De tal forma,
aunque estas conformaban trabajos meramente descriptivos y no constituían un análisis profundo, este
acontecimiento supuso la expansión definitiva de la Educación Ambiental en España.
Cuatro años más tarde, tuvieron lugar las II Jornadas de E.A. en Valsaín (Segovia) donde se crea y
sitúa el Centro Nacional de E.A. (www.ceneam.es). A partir de este momento, se constituye una serie de
seminarios permanentes con el fin de tratar temas específicos, uno de los más importantes fue el
Seminario E.A. en el Sistema Educativo (Navas del Marqués, 1987).
Por su parte, la década de los noventa supone una etapa exigente para con la calidad de los programas
y actividades. Se inicia una época más realista sobre el papel de la E.A.: “...subraya la necesidad de una
educación ambiental que llegue a toda la sociedad y profundice en los principios de la sostenibilidad. La
Educación Ambiental es una herramienta, no la herramienta. La imprescindible armonía entre educación
y gestión ambiental es una consecuencia práctica de lo anterior” (Libro Blanco de la Educación
Ambiental en España, 1998).
- La aprobación, en 1990, de la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo) supone
un fuerte empuje para el desarrollo y la incorporación de la E.A. en el sistema educativo
español, cuyo objetivo es: la formación integral de las personas (Benayas y Marcén, 1994;
García, 1994). La E.A. pasa a ser un tema transversal (proyecto global de formación en
valores), es decir, intenta establecer relaciones con las distintas áreas para tratar los
contenidos comunes asociados a todas las disciplinas desde una forma global e integradora.
- El Libro Blanco de la Educación Ambiental en España se elabora en las III Jornadas
Nacionales de E.A. (Pamplona, 1998) y surge del acuerdo entre Ministerio de Medio
Ambiente y las comunidades autónomas. El Libro Blanco es un referente para la E.A. ya que
establece los principios y objetivos de la E.A. e incide en las formas y herramientas para que
sea aplicada. Además, sirve de documento base para la elaboración de los Planes Regionales
o Estrategias Autonómicas.
En relación a la situación actual, la E.A. ha experimentado importantes mejoras que tienen que ver
con el traspaso de competencias a las comunidades autónomas, las cuales actualmente han o están
desarrollando sus Planes Regionales o Estrategias de Educación Ambiental. Se realizan numerosos
encuentros, reuniones, jornadas cuyo tema central es la E.A. como herramienta para el desarrollo
sostenible.
A continuación reproducimos el análisis de la E.A. en España que hace el Libro Blanco de la E.A. en
España (1998):
“En la situación actual de la educación ambiental en España se puede constatar importantes
avances. Desde las administraciones -general, autonómica y local-, el sistema educativo y las
asociaciones ciudadanas se promueven numerosos programas y actividades, de temáticas variadas, que
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llegan a más población y más diversa. La “literatura” y materiales relacionados con el tema han
experimentado un llamativo crecimiento. Se ha consolidado un sector profesional ligado al diseño y
producción de servicios y recursos de educación ambiental. Además, nuevos promotores, entre los que
destacan empresas privadas ajenas al mundo educativo, se han incorporado a la creación de
equipamientos y materiales. En conferencias, jornadas y programas, se hace referencia a la educación
ambiental como instrumento imprescindible para el desarrollo sostenible”.
Por último, cabe destacar que el VII Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA, 2004)
dedicó una sesión monográfica a la Educación Ambiental (www.conama.es).
1.5.-Las Asociaciones políticas. Las asociaciones políticas actuarán según las normas que establezcan si líderes políticos, acordes con sus ideologías.
Está claro que en la medida de las posibilidades hay corrientes políticas más implicadas con la ecología y actuaciones medioambientales consecuentes y acordes con los programas y congresos mundiales mencionados en este curso. 1.6.-El movimiento ecologista.
La Ecología es “la ciencia natural fundamental para entender y abordar el medio ambiente”. De
la misma manera que la Biología estudia los organismos, la Ecología estudia los ecosistemas. Los
ecosistemas engloban a los organismos, sus interrelaciones y las relaciones de cada uno de ellos con el
medio, por esa razón los ecosistemas son la escala más adecuada para analizar el medio ambiente y,
consecuentemente, la Ecología es la disciplina científica fundamental para entenderlo. Desde el punto de
vista histórico la ecología es una ciencia que apareció como resultado del examen de las relaciones entre
los seres vivos y su entorno, aunque hoy es entendida de una forma más global, más holística, como el
estudio del funcionamiento o fisiología de la naturaleza.
Pero la Ecología, como ciencia, excede el interés medioambiental profundizando en temas
científicos en otras escalas o contextos. El objeto de estudio de la Ecología son los ecosistemas, sean estos
o no interesantes desde el punto de vista antropocéntrico, con lo que trasciende al contexto
medioambiental.
En ocasiones se usan sin suficiente precisión términos como ecólogos y ecologistas, o Ecología y
ecologismo, lo que acarrea cierta confusión. Estas imprecisiones las recogió con cierta irritación el Dr.
Ramón Margalef, uno de los mejores ecólogos que han existido y que recientemente ha desaparecido. En
su libro Ecología (Margalef, 1980) hace una clara diferenciación entre los ecólogos y los ecologistas,
ambos interesados en la Ecología, pero en dos acepciones muy diferentes del término. Así pues, el fin
último del ecólogo es estudiar la naturaleza, mientras que el ecologista pretende influir en su esencia. No
se trata de minusvalorar las contribuciones de ambos a la protección de la naturaleza, sino de delimitar
claramente los campos de acción de la Ecología como disciplina científica y de esta (o mejor ecologismo)
26
como corriente social. En el momento en el que se traspasa el umbral de la modificación del objeto de
estudio se trasciende de la Ecología, y se entra en el terreno de otras disciplinas científicas, técnicas o
políticas.
A la hora de estudiar los ecosistemas, los ecólogos diferencian y hablan de Autoecología cuando
se ocupan de una especie en concreto, de cómo le afectan los factores físicos y las otras especies, etc. El
enfoque autoecológico centra la atención sobre una especie objeto y estudia su hábitat, es decir, analiza el
ambiente donde se desenvuelve. El enfoque sinecológico, por el contrario, contempla las unidades
naturales en su totalidad, como sistemas (ecosistemas) funcionales donde todos y cada uno de sus
elementos, vivos o no, son importantes.
Independientemente de que aproximación metodológica se utilice, los ecosistemas, suelen
examinarse desde un punto de vista mecanicista. Se trata de considerar cada una de las especies y
elementos propios como una pieza de una estructura más compleja. Desde esta perspectiva, el ecosistema
es “un ciclo de materia orgánica que está propulsado por una fuente de energía (generalmente solar)
que se disipa continuamente para mantener la materia en circulación”. El nexo de unión entre cada uno
de los elementos del ecosistema son las relaciones tróficas, es decir, “¿quién se come a quién?”. En base a
esas relaciones alimenticias se pueden establecer niveles o papeles tróficos, tales como productor
primario, herbívoro, carnívoro, súper carnívoro, detritívoro, etc. Pero los ecosistemas son organizaciones
muy complejas, desde luego mucho más que las visiones simplistas de cadenas tróficas lineales de unos
pocos organismos. Una visión más actual da lugar a redes tróficas con cientos de conexiones y múltiples
especies relacionadas.
Estas relaciones pueden incluso trascender el nivel trófico.
Mediante estas perspectivas y aproximaciones metodológicas, junto con el uso de herramientas
matemáticas, los ecólogos desentrañan el funcionamiento del medio ambiente, y ofrecen explicaciones
sobre los fenómenos y sistemas naturales. De esa forma, se obtienen conocimientos e información que
pueden resultar muy útiles para la conservación del mismo.
1.6.1.- ¿Para qué sirve la Ecología?
La Ecología ha desarrollado herramientas, técnicas, modelos y teorías que sirven para analizar el
medio ambiente y predecir los efectos que causan algunas intervenciones humanas sobre el mismo. Así
pues, constituye un instrumento básico de análisis, toma de decisiones, planificación y gestión de la
naturaleza.
Entre las diferentes aplicaciones de la ecología se pueden destacar entre otras las siguientes:
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� La aplicación de la dinámica de poblaciones a la explotación de los • recursos vivos.
� La aplicación de los modelos de funcionamiento de los ecosistemas a los • modelos de
explotación de recursos naturales.
� La aplicación de la teoría de la biogeografía insular a la gestión de redes • de espacios
naturales protegidos.
Sin embargo, las herramientas que proporciona la ecología no son perfectas. Incluso aunque lo
fueran, los datos con los que se alimentan pueden no tener la suficiente calidad y hacerlas imprecisas.
Además, los sistemas naturales están sujetos a variaciones a largo plazo (muchas veces relacionadas con
el clima) o tienen conexiones tan complejas, que son difíciles de predecir. Por todas estas causas las
predicciones que estas nos ofrecen son imprecisas, por lo que hay que ser extraordinariamente cautelosos
a la hora de intervenir sobre el medio ambiente. No obstante, la imprecisión de nuestras herramientas de
análisis no puede ser esgrimida como argumento en contra de la planificación y gestión de los recursos
naturales, lo razonable es intervenir con el máximo cuidado y utilizar márgenes de seguridad
suficientemente amplios.
1.6.2.- Sostenibilidad.
A juzgar por la ligereza con la que algunos políticos utilizan el término, el desarrollo sostenible o
la sostenibilidad, significan cosas diferentes para personas distintas. A pesar de ello, la definición más
divulgada es la que apareció en el informe "Nuestro Futuro Común" (también conocido como el “Informe
Brundtland”), el cual afirma lo siguiente:
"Sustainable development is development that meets the needs of the present without compromising
the ability of future generations to meet their own needs."
(El desarrollo sostenible es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades).
El desarrollo sostenible se concentra en mejorar la calidad de vida de los habitantes de la Tierra
(todos) sin incrementar el uso de recursos naturales por encima de la capacidad del medio de
proporcionarlos de forma indefinida. Esta estrategia requiere entender que la inacción tiene consecuencias
y que hemos de encontrar nuevas formas de cambiar las estructuras institucionales e influenciar el
comportamiento individual. Asimismo, el desarrollo sostenible consiste en tomar parte, así como cambiar
la política y la práctica a todos los niveles (desde el individual al global).
El desarrollo sostenible no es una idea nueva. Muchas culturas en la historia de la humanidad han
reconocido la necesidad de la armonía entre ambiente, sociedad y economía. Esta idea del equilibrio con
el medio ambiente era en muchos casos más bien una necesidad, y esta era tanto más acuciante cuanto
menos avanzada tecnológicamente estaba el pueblo. Por lo tanto, la novedad del concepto sostenibilidad
28
no aparece en la articulación de esas ideas, sino en el contexto de una sociedad globalizada e
industrializada.
Las nociones que subyacen en la idea de desarrollo sostenible han evolucionado muy rápidamente
desde los años 80. En 1992, los líderes en la Cumbre de la Tierra construyeron un acuerdo, en el marco
del “Informe Brundtland”, sobre temas críticos como el cambio climático, la desertificación y la
deforestación. También, propusieron una estrategia de acción más amplia denominada Agenda 21, como
el plan de trabajo para las cuestiones de medio ambiente y desarrollo en las décadas venideras.
Desafortunadamente la última Cumbre de la Tierra de Johannesburgo en 2002 ha demostrado que la
implantación del desarrollo sostenible no está siendo todo lo rápida que debería.
Objetivos de la sostenibilidad.
Como apunta el Programa GEO-2000 de Naciones Unidas, el "tiempo para una transición
razonable y planificada hacia un sistema sostenible se está acabando rápidamente". Así pues, ya nos
estamos enfrentando a problemas a escala global, como la escasez de agua, la destrucción de bosques
tropicales, el agotamiento de recursos naturales, la extinción de especies y el cambio climático. Por lo
tanto, cabe cuestionarse cómo pueden invertirse estas tendencias rápidamente.
Por otro lado, el cambio debe fundamentarse en tres líneas principales:
� Producir de forma diferente.
� Consumir de forma diferente.
� Organizarse de forma diferente.
Estas tres líneas de actuación parecen sencillas e incluso poco ambiciosas, aunque representan un
cambio fundamental en nuestro modelo social y económico. Es indudable que estamos en el modelo
equivocado y hay que hacer las cosas de forma diferente, pero saber cuál es la manera adecuada es una
tarea difícil.
Producir de forma diferente.
La producción de bienes y servicios debe estar basada en el uso racional de los recursos y el
respeto a los procesos ecológicos esenciales. En la actualidad las compañías que producen bienes y
servicios tienen como meta maximizar el beneficio, minimizando los costes y vendiendo lo más posible.
Para hacerlo, en muchas ocasiones trasladan sus factorías a países en los que las normas ambientales o
laborales son más laxas, los salarios más bajos, no hay protección social de los trabajadores, no hay
derecho a sindicación, etc. De igual forma, utilizan la corrupción y los gobiernos débiles para
sobreexplotar los recursos naturales de los países pobres, o para eludir las normas de anticontaminación,
si es que existen.
29
Por eso, es necesario introducir el elemento ambiental en la producción de bienes y servicios, así
como que el uso de recursos naturales y los efectos negativos sobre la naturaleza entren a formar parte de
la cuenta de resultados, para que las empresas optimicen sus procesos de fabricación, reduzcan la emisión
de sustancias contaminantes y opten por la explotación sostenible de los recursos de los que adquieren sus
materias primas. Además, hay que realizar esta consideración del coste ambiental de manera globalizada.
Esto no será posible mientras sigan existiendo en el mundo lugares con condiciones socioeconómicas tan
depauperadas que estén dispuestos a cambiar medio ambiente, salud y dignidad por desarrollo económico.
Pero hay que ir más allá, la filosofía de la venta como fin último hace que sea más rentable crear
necesidades ficticias en los compradores que analizar sus reales para tratar de cubrirlas de una forma
razonable y sostenible. Esta filosofía, que está en pleno auge en nuestros días, y que es el motor principal
de la economía moderna, es totalmente incompatible con la sostenibilidad. La producción de bienes y
servicios debe estar dirigida a la satisfacción de las necesidades razonables de la población, cualquier otra
consideración no podrá ser sostenida de manera indefinida. Las enormes cantidades de recursos que se
dedican a la producción de bienes o servicios superfluos, como los artículos de lujo, serían suficientes
para poder resolver graves problemas de infraestructura en las sociedades menos desarrolladas.
Consumir de forma diferente.
El consumo en sí mismo no es malo, todos los seres vivos deben consumir recursos para mantener
su existencia. El problema real está en los niveles, los patrones y los efectos del consumo. Para muchos
los niveles actuales de consumo en el mundo son insostenibles, por sus efectos en los ámbitos local y
global. El consumo mundial se expandió a un ritmo sin precedentes en el siglo XX. Los gastos en
consumo público y privado alcanzaron en 1998 los 24 trillones de dólares, el triple que en 1975 y seis
veces más que en 1950. Es decir, los niveles de consumo mundial no sólo incrementan, sino que la tasa de
aumento es creciente.
Por otro lado, el exceso de consumo no es algo globalizado, tras él se esconden profundas
desigualdades sociales entre los países ricos y pobres. Por lo tanto, los patrones actuales de consumo
deben variar de forma que los países ricos lo reduzcan, mientras que los países pobres puedan, como
mínimo, cubrir sus necesidades básicas. Al mismo tiempo, necesitamos cambiar nuestra forma de tomar
decisiones como consumidores. Hay que pasar de pensar en medios a pensar en propósitos. Por ejemplo,
para solucionar problemas de transporte hay que pensar en racionalizar y optimizar en transporte público
más que en ampliar las infraestructuras existentes.
Por último, es necesario cambiar las motivaciones íntimas del consumo, que en la actualidad la
publicidad basa muchas veces en concepciones hedonistas y egocéntricas de la vida. La actitud de los
consumidores debe ser reflexiva y solidaria. Reflexiva para informarse sobre las características del
producto, sus consecuencias medioambientales y evaluar la necesidad real de adquirirlo. Solidaria para
30
tener en cuenta parámetros diferentes al precio y la satisfacción personal, considerando de manera
alternativa cuestiones como el justiprecio, el trato directo con los productores o la adquisición de
productos que revierten en el bienestar social de las poblaciones que los producen.
Desde el punto de vista de la Educación Ambiental, y como se verá en los próximos temas, la
nueva concepción del consumo para un desarrollo sostenible es el elemento más accesible para actuar.
Esto es así porque el consumo está en manos de la sociedad en su conjunto que, en definitiva, es el objeto
de la Educación Ambiental. Si se analiza con frialdad es una tarea extraordinariamente compleja, pero
cualquier avance en este terreno será enormemente positivo, dado que la actual sociedad de consumo es el
elemento fundamental en la aparición de la crisis ambiental.
Organizarse de forma diferente.
Nuestra forma de organización y el establecimiento de las reglas que gobiernan nuestras acciones
jugarán un papel determinante en nuestro camino hacia la sostenibilidad. Uno de los elementos
principales es incrementar el grado de participación de la sociedad en la toma de decisiones. Un gobierno
adecuado requiere reformar los procesos de toma de decisiones, elevar las posibilidades de participación
pública, incluyendo una amplia variedad de actividades, tales como la divulgación habitual de la
información ambiental, la consulta en estudios de impacto, la co-gestión de recursos naturales, la creación
de cauces de consulta a la población, etc. En su forma más profunda, la participación pública trata de
involucrar a la sociedad civil en todos los pasos del planeamiento, de la ejecución y de la evaluación de
políticas y acciones medioambientales.
La reducción de la corrupción (entendida esta como el uso inadecuado del poder público en el
propio beneficio) es otro elemento necesario para alcanzar el desarrollo sostenible. Está probado que
puede ser altamente destructiva, puesto que la corrupción conduce a la disgregación del interés público.
Por otra parte, los gobiernos corruptos y con escasa legitimidad tienden a dejarse influir por los grandes
poderes económicos (como las empresas transnacionales) para ignorar las leyes ambientales y laborales a
cambio de sobornos.
Las economías se gobiernan a través de una compleja matriz de regulaciones, leyes e incentivos de
mercado. Desafortunadamente, las estructuras de impuestos, pagos a productores, soporte de precios, etc.,
actúan como subsidios perversos que tienen efectos negativos tanto en la economía como en el medio
ambiente. Son además regresivos desde el punto de vista redistributivo, beneficiando a los ricos
(frecuentemente organizados en grupos de presión política) mientras que merman las arcas públicas.
Según el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, el mundo gasta anualmente casi 1,5
trillones4 de dólares en subsidiar su propia destrucción.
4 En la notación americana un trillón corresponde a 1.000.000.000.000 de dólares.
31
El papel de la Educación Ambiental.
Las líneas maestras que debemos seguir para caminar hacia la sostenibilidad están basadas en
propósitos realmente encomiables, pero cabe plantarse si estos son factibles. Se estima que un individuo
normal está sometido a tres horas de impactos publicitarios diarios, en los cuales se le impulsa a consumir
productos, muchos de ellos totalmente inútiles. A pesar de esto, la publicidad es una herramienta
extraordinariamente eficaz y, en muchas ocasiones, se aprovecha de fenómenos basados en
conocimientos muy profundos de la psicología humana y social. Las estrategias de comunicación que se
emplean en las agencias de marketing y publicidad están muy por delante de las herramientas de la
Educación Ambiental.
Consecuentemente, se presenta una batalla desigual contra un enemigo muy poderoso y que
resistirá de manera feroz.
No obstante, no podemos esperar que el cambio venga de las estructuras de poder empresarial,
político o económico. Sería realmente utópico pensar que las estructuras que controlan la economía
mundial promovieran el cambio hacia la sostenibilidad. El fundamento último de cualquiera de estas es
auto perpetuarse y, tal y como están definidas ahora, no parecen tener sentido en una sociedad sostenible.
Así, es evidente que estas estructuras se resistirán al cambio para evitar su propia destrucción.
Por lo tanto, es necesario que el cambio venga desde la sociedad, y que sea la ciudadanía la que
presione a las estructuras del poder a cambiar. Para propiciar esta variación de conciencia hace falta una
sensibilidad diferente y esa sólo puede obtenerse a través de la Educación Ambiental. Así pus, se puede
ser optimista o pesimista en cuanto a la efectividad de la Educación Ambiental, pero es imposible no
aceptar que es, probablemente, nuestra única posibilidad de propiciar un futuro sostenible.
32
Tema 2.- La aportación individual. Muchas veces nos habremos preguntado, qué podemos hacer nosotros/as para contribuir a la
mejora del medioambiente, o al menos para poner nuestro granito de arena en esto de la conciencia
ecológica.
Esta aportación individual que podemos hacer como miembros de una sociedad inmersa en esta
lucha por conseguir que unos pocos bajen sus tasas de contaminación, y que muchos contribuyan con ese
granito de arena, es lo que podemos hacer cada día, en un código de buenas practicas.
A continuación mostramos una serie de consejos prácticos, aplicables a nuestra vida cotidiana, y
que no nos serán difíciles de seguir, y así podremos estar un poco menos en deuda con nuestro
medioambiente.
2.1.- Buenas prácticas para reducir la contaminación atmosférica.
No abusar del automóvil, (se verá en el tema siguiente).
Comprar productos amigos del ozono.
El cambio de actitud de los consumidores hacia los productos que contienen CFCs destructores del
ozono está influyendo profunda y rápidamente en los fabricantes.
- Antes de comprar aerosoles hay que fijarse en el producto que utilizan como propelente. Siempre
que se pueda, sustituir los productos en aerosol por otros sistemas de aplicación, como los
desodorantes de bola, en barra o crema, las lacas o perfumes a presión manual o los limpiadores
de pistola.
- Si no queda más remedio seguir comprando aerosoles con CFCs, evitar comprar aerosoles que
contengan los siguientes compuestos: R-11, R-12, R-14 y R-115.
- Algunos extintores llevan un gas llamado halón como agente extintor, culpable también de la
destrucción del ozono. Si es necesaria la instalación de un extintor en el hogar, oficina, taller, etc,
optar siempre por una alternativa (gas carbónico, etc). Estos halones no sólo se emiten a la
atmósfera cuando utilizamos el extintor, también se escapan por un mal mantenimiento, aunque no
se usen.
- Para algunos usos aún no se comercializan gases totalmente inocuos, pero es posible utilizar otros
con un menor poder de agresión a la capa de ozono, como los hidro-fluoro-carbonados (HCFCs),
o se han desarrollado compuestos libres de cloro (FCs) y, por tanto, con un potencial
contaminante muy inferior. Preguntar antes de adquirir un equipo o producto qué refrigerante o
propelente utiliza y solicitar uno que emplee FCs o HCFCs.
33
Aplicar criterios medioambientales en las compras.
En la actualidad, utilizamos al menos 65.000 productos químicos diferentes gracias a una extensa
variedad de actividades industriales.
Muchos de ellos terminan en la atmósfera, ya sea durante su fabricación, ya durante su utilización
y posterior desecho.
Especialmente importantes como contaminantes atmosféricos son los compuestos orgánicos
volátiles (COVs). Además de la gasolina, también proceden de las pinturas y disolventes, de algunos
productos de limpieza, de adhesivos y de los materiales utilizados en las limpiezas en seco.
- Utilizar pinturas al agua que, al no llevar disolventes orgánicos, no liberan COVs cuando se seca.
Existen ya en el mercado gamas de pinturas que cuentan con el etiquetado ecológico que concede
AENOR o la Unión Europea.
- En caso de utilizar disolventes o pinturas que no sean al agua, mantener los botes cerrados el
mayor tiempo posible para que los COVs no se escapen.
- Evitar siempre que sea posible el uso de productos de limpieza y de material de oficina
(rotuladores, pegamentos) que contengan disolventes orgánicos. Existen productos alternativos
menos contaminantes.
- A la hora de la limpieza en seco buscar tintorerías de las llamadas ecológicas. Los productos que
se utilizan para este tipo de limpieza pueden ser muy contaminantes. Solicita información acerca
de por qué sus productos o procesos son ecológicos.
- No abusar de los insecticidas (sobre todo en aerosol). Es mucho más natural colocar plantas como
lavanda o albahaca cuyo olor ahuyenta las moscas. Al utilizar la gasolina sin plomo éste se
sustituye por otro compuesto no contaminante llamado metil terburil éter (MTBE), aunque en
algunos casos hace falta catalizador.
- El butano y otros hidrocarburos ligeros que forman parte de la gasolina contribuyen también a la
contaminación atmosférica cuando escapan en forma de vapores al llenar el depósito del coche.
Cada día hay más gasolineras que instalan mecanismos para la absorción y recogida de estos
vapores y su conducción a un depósito subterráneo.
Evitar derrames de productos contaminantes.
Cuando tiramos algo al suelo podemos estar ensuciando las corrientes subterráneas que alimentan
los ríos. Debido a la lentitud de la circulación de estas corrientes, la contaminación de un manantial o de
un pozo puede aparecer meses o años después de haberse realizado un vertido tóxico en un lugar alejado.
- No realizar derrames intencionados al suelo. En caso de accidente se debe de actuar para reducir
sus efectos contaminantes, como retirar la tierra impregnada.
- Tan solo 4 litros de pintura o 1 litro de aceite que se tire al suelo puede filtrarse o ser arrastrados
por la lluvia contaminando miles de litros de agua. Una lata de aceite puede llegar a formar una
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fina capa que cubra hasta 5.000 m2 de agua (como medio campo de fútbol) impidiendo que el
oxígeno del aire llegue a los peces y demás seres acuáticos que lo necesitan para vivir.
2.2. Las Buenas prácticas para proteger el medio natural.
Consumo de recursos naturales
- Ahorro de energía:
- Instalar doble ventana o revisar puertas y ventanas colocando aislamientos donde sea necesario
para evitar la pérdida de calor. También es conveniente colocar alfombras en el suelo para evitar
que el calor se escape (se puede ahorrar hasta un 30% de energía). Por las noches cerrar persianas
y cortinas para proteger más la casa del frío exterior.
- También se pierde el frío en verano. En las casas con aire acondicionado, un buen aislamiento
puede suponer 15 % de ahorro.
- Al cocinar estamos consumiendo energía. Tapar siempre las cazuelas y el agua hervirá antes. No
usar cacerolas de tamaño menor que los hornillos. Si la cocina es eléctrica, aprovechar el calor
residual apagando la placa antes de terminar de cocinar. Mantener bien cerrada la puerta del horno
mientras se utiliza y usar la luz interior para comprobar el estado de la comida (cada vez que se
abre la tapa se pueden perder entre 25 y 50 grados de temperatura).
- Apagar las luces cuando se salga de una habitación vacía y, siempre que se pueda, usar
bombillas de bajo consumo, pueden llegar a ahorrar hasta un 80% de energía.
- Usar los electrodomésticos aplicando los siguientes consejos.
- Ahorro de agua
- Utilizar la ducha en vez del baño, de esta forma se ahorrará 150 litros en cada lavado.
- Al ducharnos, lavarnos las manos o los dientes, o los platos no dejar correr el agua si no se usa.
Un grifo abierto consume de 5 a 15 litros por minuto.
- Reparar cuanto antes los grifos que gotean: una gota de agua por segundo se convierte en 30 litros
al día. A la hora de reformar la fontanería, es recomendable instalar válvulas reguladoras de
presión, difusores y grifos monomando (evitan el goteo y facilitan la regulación de la
temperatura).
- Colocar dos botellas llenas dentro de la cisterna y se ahorrará de 2 a 4 litros cada vez que se use.
También hay en el mercado cisternas que permiten elegir una descarga reducida según el uso.
- Lavar el coche con manguera puede consumir hasta 500 litros de agua. Los túneles de lavado
automático consumen de 20 a 35 litros y algunos tienen sistemas para recircular el agua. Con cubo
y esponja se gasta menos de 50 litros.
- Regar las plantas al anochecer o al amanecer, la tierra está más fría y la evaporación es menor.
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- Escoger plantas autóctonas para el jardín y las macetas (romero, salvia, tomillo), exigen poco agua
para su mantenimiento.
- El agua del segundo aclarado de la lavadora puede ser empleada para regar las plantas.
- No utilizar las duchas de las playas, es un lujo superfluo e innecesario que puede ser evitado.
Biodiversidad.
- No comprar animales exóticos si no se está seguro de que han sido importados legalmente.
Solicitar el comprobante de que cumplen el Convenio internacional de especies amenazadas de
fauna y flora silvestre (CITES), suscrito por España.
- No compre los animales exóticos por capricho. Si algunos de estos animales son liberados en un
hábitat distinto al de su origen pueden competir con especies locales que, en algunos casos,
llegarán a desaparecer. Por ejemplo, el cangrejo americano o rojo de las marismas ha puesto al
borde de la extinción al cangrejo de río autóctono.
- Evitar comprar marfiles, corales, caparazones de tortuga, plumas exóticas o pieles de reptiles y
felinos. Esta costumbre pone en peligro la supervivencia de valiosas especies que se encuentran en
peligro de extinción.
- Al comprar un árbol de Navidad (costumbre poco recomendable), procurar que tenga maceta para
conservarlo en la terraza o en el jardín durante años.
- Si vamos de visita a un bosque, no tirar en el suelo semillas de especies exóticas (níspero,
manzana, mandarina, naranja, melocotón, guinda, ciruela, granado). Estas especies pueden ser
introducidas de forma accidental en los bosques naturales y, una vez establecidas, estas plantas
frecuentemente compiten por el espacio y la luz con especies nativas, pudiendo producirse una
pérdida progresiva del bosque autóctono.
- Optar por unas vacaciones en el medio rural. Es una práctica cada vez más extendida y ayuda a
respetar los valores y tradiciones de nuestro entorno.
Deforestación.
- Al comprar muebles o adornos se debe comprobar que no proceden de maderas tropicales: caoba,
polisandro, teca, ébano.
La desaparición de las selvas tropicales no solo está acabando con miles de especies animales y
vegetales que viven en ellas, sino que, al ser los verdaderos pulmones de la Tierra por volumen de CO2
que absorben, es una grave amenaza para toda la vida del planeta.
- Al comprar madera, optar por maderas blandas y que provengan de árboles de rápido crecimiento
como el pino. Si realmente se necesita una madera dura, elegir la de haya, olmo o roble y evitar
las tropicales.
- El papel se produce a partir de la madera, que es un recurso limitado. Reutilizarlo por las dos caras
y tirar los periódicos viejos a los contenedores de papel y cartón.
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Tema 3.- El Hogar. El lugar donde vivimos. El transporte individual. Centros educativos y de trabajo.
Además de aplicar los consejos mencionados en los temas anteriores podemos en el hogar llevar a
cabo los siguientes consejos:
3.1.- Qué podemos hacer en casa: Código de Buenas prácticas para reducir la contaminación por
residuos.
¿Cómo reducir?
Gran cantidad de la basura que generamos puede reducirse antes de comprar, evitando adquirir
productos que no se pueden reciclar o reutilizar.
- Evitar los productos de usar y tirar.
- No usar papel higiénico, papel de cocina o servilletas de papel para cualquier cosa, es preferible
utilizar trapos para limpiar y secarse las manos y la vajilla.
- El aluminio es un material escaso, es recomendable no abusar de él.
- No utilizar los platos, vasos y cubiertos de papel aunque, en ocasiones, pueden resultar más
prácticos.
- Es mejor comprar pilas recargables junto con el cargador que se enchufa a la red eléctrica. Al
principio estas pilas son más caras, pero pronto compensa su compra, ya que no se tendrá que
volver a comprar baterías en mucho tiempo.
- Procurar utilizar carro o una bolsa de tela que ocupe poco espacio a la hora de salir de compras.
También se pueden llevar bolsas propias para que no te den una cada vez.
- Evitar el consumo de pilas en pequeños aparatos electrónicos que puedan conectarse a la red o que
funcionan con energía solar.
- A la hora de valorar el coste de un producto, hay que considerar su ciclo de vida y no descartar
aquellos que puedan resultar más caros a corto plazo pero que, a la larga, son más duraderos o
consumen menos energía o agua en su funcionamiento: lavadoras, lavavajillas, grifos, etc.
- Elegir productos con empaquetados reducidos como, por ejemplo, los productos concentrados.
¿Cómo reutilizar?
Hay objetos que tienen usos alternativos una vez que han sido utilizados y ya no sirven para su
destino inicial: los botes de cristal, bolsas de plástico o aceite de cocinar. No es necesario tirar ninguna de
estas cosas.
Antes de tirar algo a la basura, asegurarse de que no tiene utilidad alguna:
- Reutilizar los botes de vidrio para conservar alimentos en vez de emplear bolsas de plástico o
recipientes de un solo uso.
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- Reutilizar las sábanas y toallas viejas como trapos para la limpieza.
- No malgastar el papel; se debe aprovechar al máximo usando las hojas por ambas caras.
- En general, se deben arreglar las cosas en vez de tirarlas.
- Reutilizar las bolsas de tiendas y supermercados para tirar la basura.
¿Cómo reciclar?
El reciclado es una forma importante de ahorro, tanto de materias primas como de energía, que
repercute no sólo en la disminución del volumen de residuos, sino también en la reducción de los grandes
problemas medioambientales (ejemplo efecto invernadero), al favorecer un menor consumo de madera y
de combustibles fósiles.
Los desechos deben depositarse en los lugares adecuados, para que se puedan transformar,
recuperándose así materiales útiles para fabricar nuevos productos.
- Cuando se utilicen envases no retornables, depositarlos en el contenedor correspondiente,
separando bien los distintos materiales; plásticos, papel, vidrio, metal.
- La energía que se ahorra al reciclar una botella de vidrio podría mantener encendida una bombilla
de 1000 vatios durante 4 horas. Al fabricar vidrio a partir de material reciclado, se reduce la
contaminación atmosférica derivada del proceso un 20% y la contaminación del agua un 50%.
Además, el tiempo que tarda en descomponerse una botella en un vertedero es de más de 1.000
años.
- Reciclar el aluminio produce un ahorro del 96% de energía y reduce en un 95% la contaminación
atmosférica que se produce en su fabricación. Una lata de alumnio tarda 500 años en desaparecer
de un vertedero.
- Cada tonelada de papel que es reciclado ahorra entre 2 y 3 m3 de espacio en el vertedero y gasta 3
veces menos de energía que el producido directamente de la madera.
- Todos los plásticos pueden ser reciclados. Este residuo reciclado puede utilizarse en la fabricación
de otros envases o bién en otro tipo de productos (felpudos, macetas, etc).
- Cambiar el aceite lubricante usado del coche en taller autorizado para evitar su vertido y así
entrará en los procesos controlados de recuperación.
- Los neumáticos también se pueden reciclar. Para producir un kilo de caucho reciclado se requiere
el 71% menos de energía que para el nuevo. La goma reciclada se puede utilizar para fabricar
nuevos neumáticos, adhesivos, frenos, cintas transportadoras, productos deportivos y otros.
3.2.- Además, en casa podemos reducir la contaminación de las aguas, de la siguiente manera:
No utilizar el desagüe como cubo de basura:
- Al deshacerse del aceite de freír o de las latas de conservas no verterlos por el fregadero ni por el
inodoro. Echarlo en un bote y tirarlo a la basura. La capacidad de contaminación del aceite es muy
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alta y causa graves problemas a los seres vivos que habitan en el agua. Es recomendable tratar de
reutilizar el aceite al máximo: si se mantienen los recipientes con aceite usado clasificado por
alimentos (carne, pescado, etc) se puede volver a emplearlo añadiéndole de vez en cuando un poco
de aceite fresco.
- No arrojar al inodoro colillas, pañuelos de papel, compresas, medicinas, etc.; cuesta mucho trabajo
separarlos del agua y pueden producir atascos en las tuberías.
- Evitar el uso de papel higiénico decorado y perfumado. Es más contaminante por las tintas,
colorantes y perfumes que se han empleado para fabricarlo y, cuando van a una depuradora, hace
falta más energía para eliminarlos del agua, aumentando los costes de mantenimiento y
disminuyendo el rendimiento de la depuración.
Realizar un correcto uso de los productos de limpieza:
Las actividades de limpieza pueden conllevar serias repercusiones medioambientales. Muchos
fabricantes de productos de limpieza aconsejan consumir más sacando continuamente al mercado
productos que no siempre son mucho mejores que el anterior o que el de la competencia y se acaba
usando el doble o el triple de los que realmente se necesitan
- Aunque muchos de los productos de limpieza son biodegradables y desaparecen en pocas
semanas, durante su descomposición pueden causar un daño considerable. Los fosfatos que llevan
algunos detergentes para ablandar el agua son el alimento de seres vivos que habitan en el agua
estancada de embalses y lagos. Cuando hay exceso de fosfatos se forma una capa de algas que
dificulta el paso de la luz y el oxígeno y altera las condiciones de vida de los peces y de otras
formas de vida acuática.
- Evitar productos de limpieza muy agresivos como limpiahornos, limpiadores de alfombras,
desatascadores, desinfectantes, abrillantadores y compuestos amoniacales concentrados. Cuando
se van por el desagüe, dificultan la depuración del agua.
- Intentar sustituir los productos de limpieza por productos naturales. Ahí van algunos ejemplos:
o El vinagre es el mejor descalcificador biológico que existe. Los suelos
pueden fregarse con agua caliente y un poco de jabón para la vajilla
añadiendo vinagre para darle brillo.
o Para quitar las manchas en los tejidos se puede utilizar leche (para las
manchas de tinta) o polvos de talco (para las manchas de grasa).
o El horno puede limpiarse con una disolución del mismo bicarbonato
sódico que se usa para aliviar las digestiones pesadas. Si se derrama algo
en el horno, añadir un poco de sal y dejar secar, después será más fácil
limpiarlo.
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- No poner en la lavadora más detergente del necesario. Si la ropa no está demasiado sucia es mejor
utilizar detergentes ligeros para lanas y prendas finas porque resultan menos abrasivos que los
normales. Además se debe procurar siempre llenar de ropa la cuba de la lavadora antes de
ponerla en funcionamiento.
3.3.- No abusar del automóvil y usar el transporte público.
El uso creciente del coche es una amenaza enorme para el medio ambiente: deteriora la calidad del
aire y provoca ruidos. Sin embargo, no existen muchas alternativas. En algunas ocasiones, no podemos
contar con el transporte público y dependemos tanto del automóvil en nuestra vida cotidiana que no
podemos pretender el abandono total de su uso.
- Ir caminando o en bicicleta a los sitios, siempre que sea posible, ahorra energía y hace trabajar el
corazón.
- Compartir el vehículo privado. Sólo con que cada persona que va en coche al trabajo llevara a una
persona más consigo se ahorraría combustible y se emitiría menos CO2 a la atmósfera (la
combustión de un litro de gasolina genera medio kilo de este gas).
- Mantener el coche en buen estado. Un automóvil con una correcta puesta a punto gasta hasta un
9% menos de combustible y genera menos emisiones tóxicas. Revisar periódicamente el
funcionamiento del vehículo en lo que a emisiones de gases se refiere.
- La falta de presión en las ruedas también supone un consumo extra de combustible. Un neumático
bien inflado disminuye el consumo de combustible hasta un 5%, al ser menor la resistencia al
rodamiento. Cuando haya que sustituirlos, elegir un modelo que permita un mayor ahorro.
- Procurar no conducir bruscamente, dando frenazos o acelerones, porque así aumenta la
producción de gases contaminantes. El consumo es mínimo a velocidades entre 60 y 80 km/h y
aumenta muy rápido si superamos los 120 km/h. El uso de bacas para el transporte de enseres
puede hacer consumir al motor un 35% más de energía.
- Al adquirir un vehículo preguntar por su consumo y hacer que sea un factor decisivo en la compra.
3.4.- Que hacer en los Centros educativos y de trabajo.
Los Centros Educativos y los centros de trabajo, en general, pueden realizar una serie de consejos
prácticos para ayudar al medioambiente y realizar una labor de ejemplo en la sociedad que sirva para toda
la ciudadanía, sobre todo en los centros escolares, por eso de “practicar con el ejemplo” y “con el ejemplo
se aprende”, entre otros dichos.
Uno de los grandes problemas en los Centros Educativos y en cualquier centro de trabajo son las
fotocopias. A veces miles de fotocopias diarias, y posiblemente cientos de ellas inservibles o equivocadas,
hacen no solo que pensemos en esos pobres árboles, sino en el dinero que se desperdicia. Así podemos:
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1. Evitar las copias inservibles, si revisamos los documentos antes de imprimir.
2. Si indicamos en un cartel junto a las fotocopiadoras las instrucciones de funcionamiento
evitamos errores de mal uso.
3. Al mandar a imprimir, en muchas impresoras, existe la opción de compactar el documento
en más de una página por hoja, para así utilizar menos papel.
4. Siempre que sea posible, el correo electrónico es el mejor medio para las comunicaciones.
5. ¿Conoces las grapadoras sin grapas?, Al usarlas, no sólo evitamos comprar grapas, sino
que mejoramos el reciclaje y la reutilización del papel.
6. Si ponemos una caja al lado de la fotocopiadora con papel para reutilizar nos ayudará a
tenerlo a mano para usar como borrador o para hacer notas para el centro.
7. Existen en el mercado cartuchos de impresión recargables, que nos harán más económica
la carga.
8. Reutilizar las carpetas y archivadores.
9. Utilizar pilas recargableS, la cual se puede usar hasta 2.000 veces.
10. Los distribuidores de cartuchos y tonners de impresión tienen la obligación de recoger los
vacíos. Podemos solicitar que instalen un contenedor.
Sabias que el papel y el cartón constituyen entre el 60 y el 80 % del total de los
residuos producidos en los centros educativos.
Las campañas de intercambio y reutilización de libros permiten a las familias
ahorrar un 75% del total del gasto en material escolar. Difundir y facilitar la participación es estas campañas ayuda a reducir la cantidad de libros que se tira
cada año y a fomentar el buen uso de los mismos.
Otro de los grandes gastos que se provoca en educación es el material escolar que cada año se pide
al alumnado. Si potenciamos el Cuidado y aprovechamos el material escolar de una año para otro al durar
más estaremos haciendo una labor de reciclaje y ahorro importantísima, por eso, para la mejor
consecución de la misma, podemos:
- Pedir al alumnado que realicen un inventario de materiales al finalizar el curso. Así, evitarán
volver a comprar cosas que todavía están en buen uso.
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- Pedir la colaboración de los centros educativos con las asociaciones de padres poniendo en
marcha mecanismos que faciliten la reutilización de los libros de texto y de los materiales de un
año para otro:
o mantener la continuidad en las editoriales y las ediciones de los libros de texto en años
consecutivos.
o realizar compras de materiales para toda el aula, en vez de comprarlos cada alumno.
o facilitar el intercambio de libros en el centro a través de bolsas de libros.
- Facilitar a las librerías locales listados de materiales ecológicos para que los tengan en stock
cuando haya que comprar material escolar (papel reciclado o ecológico, rotuladores sin
disolventes, colas y pegamentos no tóxicos...).
- Disponer en el aula de una caja identificada para que los alumnos depositen el papel usado por una
sola cara para su reutilización.
- Reutilizar envases de todo tipo (plástico, cartón, madera, cristal, cerámica, etc) para guardar
lápices, pinturas, material de plástica, hacer semilleros, etc.
Al consumir folios y libretas de papel 100% reciclado y libre de cloro, ayudamos a cerrar el ciclo del reciclaje.
El gasto medio de papel por alumno (excluido papel de secretaría, dirección, departamentos) ronda la cifra de 1000 folios al año, lo que equivale a 5
kg/alumno/año.
Otras de las cosas que se pueden hacer en un Centro Educativo es cuando el alumnado acuda a las
clases de Informática, por ejemplo. Las clases de informática no solo pueden servir para enseñar el uso de
los programas, sino también el buen uso de los equipos. Los propios alumnos pueden elaborar
procedimientos e instrucciones que faciliten el ahorro de papel, cartuchos, energía...
Además, podemos tener en cuenta que:
- Los lápices de memoria USB nos permiten trasladar documentos de un lado para otro, sin generar
residuos de papel y de discos compactos (CDs, DVDs).
- Con una opción tan sencilla como la de imprimir a doble cara, podemos gastar justo la mitad de
papel.
- Si seleccionamos la opción "ecomode" o "impresión rápida" en el menú de impresión o fotocopia,
conseguiremos ahorrar tinta y en general, tendremos menos residuos de tóner, cartuchos, etc.
- Una caja donde depositar el papel para reutilizar nos ayudará a tenerlo a mano para papel de
borrador.
- Existen en el mercado cartuchos de impresión recargables.
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- Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos son residuos peligrosos.
- Una caja nos puede servir de contenedor para los cartuchos de impresora.
El centro educativo puede solicitar que le recojan los viejos al comprar los nuevos o
depositarlos en un Punto Limpio.
En los centros educativos en donde haya laboratorios, se debe tener en cuenta las siguientes notas
que:
- Si compramos sólo lo necesario y mantenemos el inventario actualizado, impediremos que los
productos caduquen y se conviertan en residuos antes de tiempo.
- Sustituye siempre que sea posible los productos peligrosos por otros que no lo sean, mira en los
envases si tienen etiqueta de peligrosidad.
- El uso de productos similares y/o compatibles disminuye el número de residuos y facilita su
gestión y reciclaje.
- Todo el profesorado de laboratorio puede ponerse de acuerdo para el uso conjunto de los
productos químicos o el intercambio de los mismos. Con esta práctica, se reducen los gastos y
también los residuos generados.
- Al etiquetar correctamente los productos e identificar de forma visible los contenedores donde se
depositan sus residuos, ayudaremos a que no haya mezclas erróneas y facilitaremos el reciclaje y
la gestión de los mismos.
- Los procedimientos escritos sobre la forma de utilizar los productos químicos y sobre cómo
gestionar correctamente sus residuos deben estar al alcance de todos los usuarios del laboratorio.
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A grandes rasgos, en donde más se produce gastos y residuos es en la utilización del papel, ya sea
en centros educativos como en cualquier centro de trabajo. Por tanto, es importante tener en cuenta la
diferencia entre los tipos de papel que existen en el mercado y cual se adapta a nuestras necesidades e
intereses. Veamos los ejemplos.
PAPEL RECICLADO:
Un papel es reciclado cuando en su fabricación se han empleado como materias primas fibras
recuperadas de papel y/o cartón de post-consumo. Dentro de esta categoría también se incluyen los
papeles fabricados con recortes que no han llegado al consumidor porque se generan en el proceso
industrial de elaboración del producto (papel procedente del preconsumo).
En la fabricación de papel reciclado:
- Las emisiones gaseosas se reducen en un 73%.
- Las emisiones líquidas se reducen en un 44%.
- Los residuos sólidos se reducen en un 39%.
- El papel fabricado con parte de fibra reciclada ahorra un 30% de energía.
PAPEL ECOLÓGICO:
La etiqueta ecológica avala que en el proceso de elaboración del papel se han realizado todas las
garantías ambientales en cuanto al uso y consumo de los recursos naturales y de la energía, las emisiones
al aire, agua y suelo, la eliminación de los residuos y la producción de ruidos y olores durante la
extracción de las materias primas, la producción del material, la distribución, el uso y su destino final
como residuo.
PAPEL LIBRE DE CLORO: ECF Y TCF
Estas siglas (en inglés) significan "libre de cloro elemental" y "totalmente libre de cloro". En los
papeles libres de cloro elemental (ECF) el blanqueado de la pasta se ha realizado sin cloro gas, pero sí
con dióxido de cloro.
En el blanqueo de los papeles denominados "totalmente libre de cloro" (TCF, Totally Chlorine
Free) se utilizan alternativas como el oxígeno o el ozono, eliminándose por completo el uso del cloro.
El cloro gas es un potente contaminador de las aguas que, al reaccionar con las moléculas de la
madera, genera sustancias como los organoclorados, que afectan el sistema inmunitario de los mamíferos.
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ETIQUETAS:
Etiqueta Ecológica Europea:
Este sistema permite identificar de forma voluntaria productos que tienen un
impacto ambiental reducido, certificados oficialmente en la Unión Europa.
El Ángel Azul: Etiqueta ecológica alemana desde 1978. Pionera en el mundo.
Certifica papel reciclado 100%. y libre de componentes blanqueadores clorado y
ópticos.
FSC:
El FSC son las siglas en inglés del Forest Stewardship Council que es una
asociación sin ánimo de lucro, formada por representantes de la industria de la
madera, propietarios forestales, grupos indígenas y ONGs. Certifica productos
procedentes de bosques que cumplen los principios y criterios de gestión
forestal sostenible desde el punto de vista ambiental, social y económico. Cuenta con el reconocimiento
internacional de organizaciones como Greenpeace o Adena-WWF.
La limpieza de los centros educativos y centros de trabajo.
Puede ser interesante contactar con las empresas que realizan la limpieza y mantenimiento del
centro con el fin de proponer buenas prácticas desde el punto de vista de gestión de residuos y del uso de
productos no tóxicos para el medio ambiente. Muchas de estas empresas ya incorporan criterios
ambientales a la hora de elegir los productos de limpieza, las pinturas, etc.
Si el servicio lo prestan personas contratadas directamente por la dirección, es aconsejable conocer
que productos de limpieza son los que mejor se adaptan para no perjudicar en medioambiente, su costo y
su utilización.
Además, podemos contribuir al medioambiente y a la reducción de gastos, teniendo en cuenta las
siguientes puntualizaciones:
- Las bombillas de bajo consumo y los tubos fluorescentes son residuos peligrosos.
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- Organiza con tu proveedor habitual la recogida de los viejos al comprar los nuevos.
- Las bolsas para la basura biodegradables - fabricadas con almidón de maíz en vez de
plástico - van a ser muy útiles para los residuos orgánicos si vamos a elaborar compost.
- Pregunta a tus proveedores por materiales reciclados: el papel higiénico, las bolsas de
basura y diversos materiales de limpieza (cubos, escobas, fregonas..) ya tienen en el
mercado versiones recicladas.
- Al reciclar los fluorescentes, se recupera mercurio, vidrio, aluminio y latón.
El porcentaje de materiales recuperados oscila entre el 94 % y el 97% del total
de la lámpara, en función del tipo de fluorescente. Las bombillas de bajo consumo gastan 8 veces menos y duran 10 veces más.
A la hora de la recogida de residuos, disponer de los contenedores adecuados en muy importante.
Por ejemplo:
- contenedores de recogida selectiva en las inmediaciones del centro educativo o de trabajo.
- contenedores de pasillo para envases y papel y cartón, o en lugares adecuados.
- contenedores de pilas y baterías usadas.
- eco-papeleras para recoger papel en las aulas o en los despachos.
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Tema 4.- Adaptación del módulo a las diferentes familias profesionales y a sus ocupaciones.
4.1.- LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO: LA PERCEPCIÓN DEL ENTORNO.
La percepción subjetiva sobre el entorno que tiene un determinado individuo sirve para comprender
las relaciones existentes entre éste y su medio. De esta forma, los usos y abusos sobre los recursos
naturales derivados de las actividades humanas causantes de cambios y alteraciones, son interpretados de
forma diferente en función de la cultura y en gran medida, de la forma en que las personas perciben su
entorno.
La percepción consiste en una serie de procesos, producto de la evolución biológica, que hacen
posible que el cerebro interprete los mensajes externos que recibe a través de los sentidos. La percepción
humana está fundamentalmente basada en el sentido de la vista. El ojo ofrece un campo más amplio,
diverso y tridimensional. Los sentidos del hombre actual han ido perdiendo agudeza y sensibilidad, ya
que éste no depende totalmente de ellos para sobrevivir. Para suplir este retroceso, se han diseñado
numerosos instrumentos para aumentar su capacidad de percepción (gafas, prismáticos, etc.).
Los estímulos recogidos a través de los sentidos se transforman en impulsos nerviosos, que a su vez,
se convierten en información. Esta última se compara con la ya adquirida previamente, si es nueva,
valiosa y significativa, entonces, se almacena con carácter estable en la memoria. De esta forma, se
construye progresivamente el conocimiento y el proceso, por el cual se adquieren estos nuevos
conocimientos. Esto es lo que llamamos aprendizaje. Cada nueva experiencia refuerza, cambia o
determina los conocimientos adquiridos.
La construcción del conocimiento se realiza a lo largo de la vida y está condicionada a los esquemas
mentales que se hayan ido edificando. Así, dos personas que durante su vida han recibido percepciones
diferentes del entorno, puestas frente al mismo paisaje reaccionarán de manera distinta.
En relación a la resolución de los problemas ambientales, tanto la percepción del medio como la
adquisición de conocimientos son dos cuestiones importantes que se deben tener en cuenta a la hora de
desarrollar un proyecto de Educación Ambiental. Por lo tanto, debemos analizar cuáles son los
conocimientos previos de los destinatarios de nuestra acción educativa, si queremos que ésta tenga éxito
(qué saben, qué sienten y qué piensan). La construcción de conocimiento se hace a partir de aquellas
informaciones que, como se decía antes, son novedosas, valiosas y significativas comparadas con las que
el sujeto posea. Con lo cual, se hace imprescindible partir de lo que ya saben, tanto si son ideas acertadas
como erróneas.
Desde este punto de vista, la construcción del conocimiento es constructivista. La principal
aportación de esta teoría es la noción de que el aprendizaje es un proceso de construcción social del
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conocimiento, que el individuo va elaborando día a día como resultado de la interacción entre los aspectos
cognitivos, sociales y afectivos (Carretero, 1993). Así, el destinatario potencial de nuestro programa tiene
una visión previa que le sirve para explicar el mundo que le rodea. Por lo tanto, cualquier predisposición,
tanto positiva como negativa, influirá en el propio proceso del aprendizaje ya que si las pre-concepciones
de los destinatarios no se ignoran y hacemos que afloren, se cuestionen, se cambien o afiancen, las
posibilidades de conseguir los objetivos son muy altas.
Otro modelo teórico del conocimiento que utiliza la Educación Ambiental de forma integrada con el
anterior se denomina epistemología de la complejidad, cuya principal aportación es la idea de que el
conocimiento es “un conjunto de sistemas de ideas, evolutivo y progresivo”. Así, estos sistemas no tratan
campos concretos, ni cerrados, ni estáticos. De tal manera, los conocimientos adquiridos se integran en un
conjunto de ideas que forman un sistema haciendo que el aprendizaje sea significativo.
El aprendizaje es significativo cuando:
Con ello, se consigue que el alumno cambie:
Los conocimientos o contenidos.
Los contenidos responden a la pregunta: ¿qué hay que enseñar? Cabe aclarar que se entiende por
contenido “el conjunto de formas culturales y de saberes seleccionados en relación a los objetivos
propuestos y cuya asimilación y apropiación por las personas se considera esencial para su desarrollo y
socialización” (Coll, 1992). Deben ser válidos y posibilitar que tanto los objetivos generales de la
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Educación Ambiental, como los específicos de nuestra actividad, propuesta o proyecto se cumplan. En
función de los fines que perseguimos y en relación a los modelos anteriormente citados es necesario
seleccionar y delimitar los contenidos, pero esencialmente estos deben:
� Ser útiles.
� Ser coherentes.
� Ser significativos.
� Implicar actitudes, procedimientos y conceptos (se verán posteriormente).
� Ser variados.
� Ser comunes y básicos según la edad (maduración).
� Ser representativos de la cuestión ambiental y estar relacionados con diversas materias.
� Dejar una puerta abierta a las inquietudes personales y del grupo (no sean cerrados, ni
rígidos).
� Propiciar que el alumno sea el protagonista del aprendizaje.
Existen diferentes tipos de contenidos. La clasificación más completa es la realizada por Carmelo
Marcen Arbelo (1995), la cual se presenta a continuación:
� Conocimientos esenciales para las materias (enseñanza tradicional) que tienen relación con