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AbstrAct: Biography as a historic and literary genre was first
introduced by the 19th century illustrated mag-azines. It is
precisely in these maga-zines where biography turned into a
journalistic genre because it began to respond to an informational
purpose and to depict popular characters of the times. The most
significant illus-trated magazine was La Ilustracin. Peridico
Universal (1849-1857), thus it becoming the pioneer in published
biographies according to informa-tional and not only educational
pa-rameters. Through an analysis and classification of the
aforementioned illustrated magazine texts, this arti-cle aims to
contribute to the study of the origins of one of the most visible
but least studied journalism literary genres.
Key words: Biography, illustrated magazines, 19th century,
Literary Journalism.
BEATRIz GMEz BACEIREDO
COMUNICACIN Y SOCIEDADVol. XXIV Nm. 2 2011 77-130
[email protected]
Profesora de Comunicacin escrita y Periodismo lite-rario.
Universidad de Navarra. Facultad de Comunica-cin. 31080
Pamplona.
Resumen: La biografa como gnero histrico-literario se introduce
en la prensa espaola de forma habitual en las revistas ilustradas
del siglo XIX. En ellas comienza su transfor-macin en gnero
periodstico al empezar a responder a una finalidad informativa y a
retratar personajes de actualidad. La revista ms signifi-cativa en
este cambio fue La Ilustra-cin. Peridico Universal (1849-1857), ya
que fue la pionera en publicar de modo habitual biografas segn
pa-rmetros informativos y no slo di-dcticos. Por medio del anlisis
y cla-sificacin de sus textos biogrficos, este artculo pretende
contribuir al estudio de los orgenes de uno de los gneros del
periodismo literario con ms permanencia en la prensa, pero menos
investigado.
Palabras clave: biografa, revistas ilustradas, siglo XIX,
periodismo lite-rario.
Primeros pasos de la biografa como gnero periodstico en Espaa:
tipologa y caractersticas de los textos biogrficos en La
Ilustracin. Peridico Universal
First steps of biography as a journalistic genre in Spain:
typology and main features of the biographical texts in La
Ilustracin. Peridico Universal
Recibido: 15 de marzo de 2011 Aceptado: 4 de mayo de 2011
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1. Introduccin
El periodismo biogrfico es noticia. Ahora que la tecnologa
permite que la informacin llegue en mayor cantidad y menor tiempo,
se hace imprescindible saber si se quiere hacer periodismo y no un
mero in-tercambio de datos quin est detrs de las historias, quines
son los protagonistas de esos hechos remotos que no sabemos muy
bien cmo nos afectan pero que llegan a nuestro mvil en pocas horas
o minutos. Las redes sociales, los blogs, el periodismo digital e
incluso el fenmeno Wikileaks estn redefiniendo el yo y el ellos
como sujeto y materia infor-mativa. Todas las vidas pueden ser
contadas lo merezcan o no y ellos son nosotros con un simple
tuit.
En este momento crucial (o crtico) del periodismo, y del
periodismo bio-grfico en particular, puede parecer al menos curioso
que se proponga dejar de otear el futuro para escudriar el pasado.
Nada parece ms interesante que lo que est por venir y el siglo XIX
ya no es ni siquiera el siglo pasado, pero parece conveniente hacer
un poco de memoria periodstica para diferenciar lo de veras nuevo
de lo olvidado y as ayudar a entender un tipo de textos
periods-ticos que, seguramente porque siempre han estado ah, han
pasado bastante inadvertidos. Hasta ahora.
En el estudio de los orgenes de los gneros biogrficos en Espaa
entra en juego adems el mayor acicate para la investigacin: nadie
ha estado antes all, no se ha hecho an. Porque sigue siendo todava
cierto lo que en 1998 afirmaban Snchez y Lpez Pan: Entre nosotros,
ngel Benito, Martnez Al-bertos, Casass y Gomis han descrito a
grandes rasgos el origen de los gneros periodsticos; pero est
pendiente un estudio detallado y minucioso sobre cada gnero en
particular1. Slo Lpez Hidalgo ha hecho un repaso histrico de las
necrolgicas2, pero no se ha hecho an de los gneros biogrficos en
ge-neral. Porque, como indica Rosendo, gneros actuales como la
semblanza, el
1 SNCHEz, J.F. y LPEz PAN, F., Tipologas de gneros periodsticos
en Espaa. Hacia un nuevo paradigma, Comunicacin y Estudios
Universitarios, n 8, 1998, p. 17.2 LPEz HIDALGO, A., La necrolgica,
como gnero periodstico, Revista Latina de Comu-nicacin Social, 15,
1999, http://www.ull.es/publicaciones/latina/a1999c/114lopez.htm,
22-2-2011.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
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reportaje biogrfico o el perfil3 tienen como raz comn la
biografa4 y esta an no se ha investigado desde la perspectiva
periodstica e histrica.
De hecho, la falta de monografas obliga a no centrarse tanto en
un gnero como en aquellos textos periodsticos en los que lo
biogrfico resulta nuclear. Por eso y no tanto por los debates
tericos al respec-to, en este artculo se hace un uso no tcnico de
la nocin de gnero5 o, en todo caso, el uso tcnico que se emplea aqu
estara ms ajustado a la de macrognero, cuya naturaleza es englobar
otros gneros emp-ricos6.
Pero an ms importante que la novedad es el hecho de que
investigar los primeros pasos de un gnero tan complejo como la
biografa puede aportar pistas para comprender los gneros
periodsticos biogrficos actuales. Estos gneros se han encuadrado de
modo tradicional dentro del Periodismo Li-terario, una de cuyas
principales preocupaciones es entender cmo se puede relacionar lo
periodstico y lo literario7 en cada caso. Como es lgico suponer,
los primeros periodistas que quisieron redactar un texto biogrfico
no tuvie-ron que inventar un gnero, sino que adaptaron a la prensa
el gnero literario biografa8. De este modo, los textos biogrficos
fueron adquiriendo caracters-ticas periodsticas y puliendo o
desechando las literarias hasta configurar un gnero periodstico por
s mismo. Para entender cmo se llega hasta ah, es
3 Cfr. ROSENDO, B., El perfil como gnero periodstico,
Comunicacin y Sociedad, vol. X, n 1, 1997, pp. 95-115.4 Cfr.
ROSENDO, B., El perfil periodstico. Claves para caracterizar
personas en prensa, Tecnos, Madrid, 2010, p. 20.5 SNCHEz, J.F. y
LPEz PAN, F., op. cit., pp. 15-35. Conviene consultar tambin las ms
recientes ideas de Vidal sobre la innovacin en los gneros. Cfr.
VIDAL, D., El malson de Chandos. La crisi acadmica i professional
del periodisme des de la crisi postmoderna de la paraula,
Publicacions de la Universitat Jaume I, Castelln de la Plana, 2005.
6 Por eso se utilizarn en este artculo trminos como textos
biogrficos o textos de con-tenido biogrfico y, aunque a veces
aparezca gnero biogrfico, siempre se har en este sentido. Cfr.
GENETTE, G., Nuevo discurso del relato, Ctedra, Madrid, 1998, pp.
183-233.7 Cfr. LPEz PAN, F. y GMEz BACEIREDO, B., El Periodismo
literario como sala de espera de la literatura, en RODRGUEz, J. y
ANGULO, M. (coords.), Periodismo literario. Naturaleza,
antecedentes, paradigmas y perspectivas, Fragua, Madrid, 2010, pp.
21-29.8 Parto de la premisa de que los gneros son algo evolutivo,
en continuo progreso. Todorov sustenta esta idea al afirmar que el
origen de un gnero es siempre otro gnero: Un nuevo gnero es siempre
la transformacin de uno o de varios gneros antiguos: por inversin,
por desplazamiento, por combinacin. TODOROV, T., El origen de los
gneros, en GARRI-DO GALLARDO, M.A., Teora de los gneros literarios.
Compilacin de textos y bibliografa, Arco Libros, Madrid, 1988, p.
34.
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decir, cmo son en la actualidad los gneros biogrficos en la
prensa espaola, parece muy til observar esa transformacin, ver qu
caractersticas tenan esos textos desde el principio para as
entender mejor lo actual a travs de lo que ha pervivido o se ha
modificado.
En concreto, en este artculo se propone observar cules y cmo
fueron esos primeros pasos en la revista ilustrada La Ilustracin.
Peridico Universal, una de las primeras publicaciones que comenz a
incluir este tipo de textos en sus pginas de manera habitual9 y la
primera en empezar a dotarlos de una finalidad expresamente
informativa. Esto es lo que la convierte en la ms adecuada para el
anlisis, ya que en sus pginas comienza de manera evidente esa
metamorfosis de lo literario a lo periodstico.
Se puede afirmar esto ya que esta investigacin forma parte de
una ms amplia, donde se estudi no slo esta, sino otras cuatro
revistas ilustradas ms: El Artista (1835-1836), El Semanario
Pintoresco Espaol (1836-1848),) El Mu-seo Universal (1857-1869) y
La Ilustracin Espaola y Americana (1870-1875). Junto con La
Ilustracin. Peridico Universal (1849-1857), estas publicaciones
cubren un perodo de 40 aos, desde 1835 hasta 1875, un tiempo previo
a la edad dorada de las empresas periodsticas, pero clave en el
afianzamiento del periodismo. En estos aos se pasa de escritores en
prensa que acomodaban sus textos literarios a un nuevo soporte a
periodistas que amoldan los gneros literarios a la nueva funcin
informativa que exige el medio10.
Durante este estudio tan amplio, se hizo evidente que esta
revista, curio-samente la menos estudiada y conocida de las cinco,
es la ms interesante. Lo es sobre todo porque, dentro de la
continuidad que forman estas revistas dentro de la prensa del XIX,
La Ilustracin. Peridico Universal es la que ms cambios introduce y
de un modo ms rpido. Se podra decir incluso que se adelanta a lo
que la trayectoria lgica del Semanario Pintoresco, de quien reco-ge
el testigo, peda, ya que introduce de forma ms notoria la
informacin de actualidad. Es, en definitiva, la ms periodstica y
por tanto, la que ms puede aportar a los mbitos de la Historia y
los gneros periodsticos.
9 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco
principales revistas ilustradas espaolas del siglo XIX. Aproximacin
a los orgenes de un gnero literario, tesis doctoral indita,
Facultad de Comunicacin, Universidad de Navarra, Pamplona, 2006.10
Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco, op.
cit., pp. 384-392.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
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2. Metodologa
Para realizar este estudio de los textos biogrficos publicados
en La Ilustra-cin. Peridico Universal (a partir de ahora, slo La
Ilustracin), se ha optado por una metodologa que ha permitido a la
vez un estudio profundo y exhaus-tivo.
En primer lugar, para dar al menos un breve contexto al anlisis
cuanti-tativo y cualitativo de los textos biogrficos, se han
revisado los principales manuales sobre prensa espaola en el siglo
XIX, as como los captulos y mo-nografas sobre revistas ilustradas.
Tambin ha sido necesario acudir a los ma-nuales sobre Historia de
Espaa y del Periodismo (los escasos que abordan esa poca) para
entender las circunstancias polticas y legales que condicionaron el
nacimiento de esta revista y sus contenidos.
En segundo lugar, se han analizado todos los nmeros de la
revista, pgina a pgina, a travs de un vaciado hemerogrfico de las
microfi-chas ubicadas en la Biblioteca Nacional de Espaa. Este
archivo pre-senta algunas lagunas apenas una decena de pginas
debido a proble-mas de conservacin, por lo que no se puede
asegurar, de modo estricto, la complecin de los datos. Para
solventar esta carencia, tambin se revis el archivo de la
Hemeroteca Municipal de Madrid, pero sus fon-dos eran menos
completos en este caso, no as en otras revistas11. El anlisis
detallado era necesario ya que, como se ver, la biografa no estaba
an asentada como gnero en estas publicaciones y por tanto no eran
fiables las secciones o los ttulos para dirimir si el contenido de
los textos era biogrfico o no. A partir del anlisis de contenido,
se ha elaborado una tabla con los rasgos formales y de puesta en
pgina que permiten ubicar y describir el texto y que puede resultar
muy til para investigaciones posteriores. En concreto, se recoge:
nmero, t-tulo, antettulo o subttulo, autor, seccin, extensin,
posicin dentro de la revista, si era un texto seriado y si vena
acompaado de alguna ilustracin o retrato.
En tercer lugar, tras la lectura y el estudio de estos textos,
se propone una tipologa segn el tipo de personaje que aparece
biografiado y se describen las caractersticas generales de ese tipo
de textos. No se ha realizado un anlisis lingstico, como el
excelente de C. Le Bigot centrado en los retratos publi-
11 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco,
op. cit., p. 9.
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cados en La Ilustracin Espaola y Americana12, porque desde el
punto de vista de los gneros periodsticos, resulta ms esclarecedor
en un primer momento centrarse en el quin ms que en el cmo para
entender la finalidad de los textos, que es la razn de ser de los
gneros. Lo que se pretende ver, a travs de este anlisis, es cmo la
funcin informativa ir sustituyendo a la didctica en los textos
biogrficos de La Ilustracin y esta ser precisamente la llave qu
abrir las puertas al periodismo, tal y como lo entendemos ahora,
dentro de los gneros biogrficos.
3. Las revistas ilustradas espaolas
Para poder de veras entender los textos publicados en La
Ilustracin, hay que tener muy en cuenta las peculiaridades de este
tipo de publicaciones, ya que condicionan mucho sus contenidos. Las
revistas aparecieron en los aos treinta del siglo XIX en Espaa, con
la romntica idea de formar al pueblo13. Entre las que vieron
entonces la luz destacaron, como explican Snchez Aranda y Barrera,
las revistas ilustradas, que imitaban modelos in-gleses y franceses
y eran una expresin o manifestacin de la burguesa, que se mostraba
como modelo al resto de la poblacin14.
Sus principales caractersticas eran: una esmerada imagen (en
tamao fo-lio, bien impresas ya que estaban pensadas para
encuadernar y coleccionarse), la presencia de ilustraciones y
lminas intercaladas en el texto, la firma de colaboradores ilustres
y la identificacin extraa en la prensa diaria entre propietario,
editor y redactor, aunque no fuesen la misma persona, si bien el
editor era la pieza clave15.
En cuanto al contenido, en una de estas revistas, en El Museo
Universal, se explicaba que las publicaciones ilustradas, manera de
universal enci-
12 Cfr. LE BIGOT, C., Los retratos en La Ilustracin Espaola y
Americana: tretas y tramoyas de un gnero, en AA.VV, La prensa
ilustrada en Espaa: las ilustraciones 1850-1920, Coloquio
internacional-Rennes IRIS, Universit Paul Valry, Montpellier, 1996,
pp. 145-161.13 Las publicaciones se pueden catalogar en tres
grupos, segn estos autores:1.De evasin: con afn recreativo (solan
ser gacetas dominicales). 2.Ideolgicas: escritas por intelectuales
para ensear leyes, economa, etc.3.Magazines (respecto a la
denominacin, recurdese que el ttulo Almacn tena ya tradicin en
nuestro periodismo): con un inters social y altruista de elevar el
nivel cultural de los menos dotados. Cfr. SNCHEz ARANDA, J.J. y
BARRERA, C., Historia del periodismo espaol. Desde sus orgenes
hasta 1975, Eunsa, Pamplona, 1992, p. 130.14 SNCHEz ARANDA, J.J. y
BARRERA, C., op. cit., pp. 130-131.15 Ibdem.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
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clopedia [se dedican a] enunciar suscitar memorias, consignando
lo mas interesante en sucesos y recuerdos, en ciencias, artes,
Historia, Literatura16. Se escoga por tanto entre la inmensa
variedad de asuntos que mas menos conducen la ilustracion general,
y que moralizando instruyendo despejan la inteligencia y avivan la
imaginacion17.
Adems de por la influencia fornea, se puede explicar que estas
revistas aparecen en parte, por la tradicin periodstica espaola de
evitar el terreno pantanoso de la poltica en momentos convulsos
para refugiarse en la cultura y las artes. Ya en el siglo XVIII,
como seala Seoane, exista una interesante prensa en dos versiones:
La de los Diarios noticiosos y de avisos y una pren-sa vehculo de
la Ilustracin o, mejor an, de comunicacin entre ilustrados, cuyo
inters radicaba en la divulgacin de conocimientos, en proporcionar
la posibilidad de estar al da con poco esfuerzo18. Como en toda
poca de cen-sura rgida y el absolutismo lo era la prensa se deba
refugiar en los estudios cientficos, literarios o filosficos, de ah
el auge de estas publicaciones19.
Pero una vez que Fernando VII jur la Constitucin, en 1820, la
prensa resurgi se sbito durante los tres aos de rgimen liberal.
Casi todos eran diarios polticos, apasionadamente encuadrados en
las distintas tendencias ideolgicas que van a surgir durante estos
agitados aos, pero tambin de corta vida. Los asuntos cientficos y
literarios desaparecieron casi por comple-to, ya que la prensa se
fue al extremo opuesto, a la politizacin total20, signo
caracterstico de las pocas de crisis, de lucha21.
16 En este artculo se respetarn la ortografa y sintaxis
originales de los textos publicados en las revistas ilustradas.17
El Museo Universal, Autgrafos de hombres clebres, 29-1-1865. 18
SEOANE, M.C., Oratoria y periodismo en la Espaa del siglo XIX,
Castalia, Valencia, 1977, pp. 19-20. La prensa en aquella poca era,
en general, formativa porque los liberales consi-deraban que la
libertad de imprenta era un medio para educar a los ciudadanos,
para formar una opinin favorable al nuevo rgimen. En este sentido,
es significativo, tal y como seala Seoane, que en la Constitucin de
1812, el artculo 371, el relativo a la libertad de imprenta, est
colocado en el apartado de Instruccin Pblica: Como nada contribuye
ms directamen-te a la ilustracin y adelanto general de las naciones
y a la conservacin de su independencia [dice el discurso preliminar
de la Constitucin] que la libertad de publicar todas las ideas y
pensamientos que puedan ser tiles y beneficiosos a los sbditos de
un Estado, la libertad de imprenta, verdadero vehculo de las luces,
debe formar parte de la ley fundamental de la Mo-narqua si los
espaoles desean sinceramente ser libres y dichosos. SEOANE, M.C.,
Oratoria y periodismo, op. cit., p. 36.19 Cfr. SEOANE, M.C.,
Oratoria y periodismo, op. cit., p. 23.20 SEOANE, M.C., Oratoria y
periodismo, op. cit., p. 271.21 Cfr. SEOANE, M.C., Oratoria y
periodismo, op. cit., p. 119.
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Durante la Dcada Ominosa (1823-1833), frente a la casi
inexistencia de prensa en la Pennsula, los espaoles emigrados
llegaron a publicar hasta sie-te peridicos entre 1824 y 1829,
algunos de ellos con vocacin formativa22. Pero pese a la sequa de
publicaciones, dentro de Espaa empiezan a aparecer y a formarse las
figuras y tendencias que van a dominar la escena literaria y
periodstica. En estos aos surge el grupo de los jvenes escritores
(Bretn, Espronceda, Mesonero, Larra), que se rene en la tertulia de
El Parnasillo, presidida por Carnerero. Muchos eran discpulos de
Lista, por lo que respeta-ban los principios del clasicismo y
compartan el deseo de restaurar las letras espaolas, algunos de
ellos desde el Periodismo23.
Y as se llega a 1835. Tras la muerte del rey, se estrena rgimen
poltico y se ensayan frmulas para hacer compatible la libertad de
imprenta con el or-den pblico. En medio de este contexto, dos
revistas, El Artista y el Semanario Pintoresco, comienzan el
periodismo formativo, ilustrado (aunque a partir de ahora ilustrado
se refiere al uso de imgenes, ilustraciones) que continuar en La
Ilustracin, y que se prolongar hasta bien entrado el siglo XX en
forma de revistas grficas una vez que se introduzca la fotografa.
Estas revistas pre-tendern siempre entretener y formar a sus
lectores con una especie de mis-celnea cultural, pero, segn pasen
los aos y la situacin social y poltica se complique como se ver
ahora, no podrn seguir de espaldas a la actualidad y empezarn a
hacerle un hueco en sus pginas. Y una va de entrada ser a travs de
los protagonistas de la actualidad, retratados en textos
biogrficos.
3.1. Influencia del contexto poltico y social
Por qu empez a ser difcil para los redactores de La Ilustracin
vivir de espaldas a la actualidad? Merece la pena detenerse a
contestar a esto, aunque suponga hacer un breve parntesis histrico,
porque de otro modo es difcil de entender el porqu de los
contenidos de la revista.
Empez a ser difcil aislarse de la actualidad porque el clima
poltico era muy inestable y cada cambio afectaba de forma directa a
la prensa. Y eso que, en principio, el ambiente poltico pareca ms
estable. De hecho, en 1849, cuando aparece esta revista, Espaa
estaba inmersa en la denominada Dca-
22 Los ms destacados: El Espaol Constitucional, El Telescopio,
Ocios de Espaoles Emigrados y el Correo Literario y Poltico de
Londres. Cfr. ALBORG, J.L., Historia de la literatura espaola. El
Romanticismo, tomo IV, Gredos, Madrid, 1980, pp. 97-99.23 Cfr.
ALBORG, J.L., op. cit., p. 56.
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da Moderada: los moderados, tras aliarse con los progresistas
para expulsar a Espartero del poder, se instalaron en el gobierno
durante diez aos, de 1843 a 1854.
Lo ms reseable de este largo mandato es que la Carta Magna de
1837 se sustituy por una nueva, en 1845. Con ella como explica
Seoane se despert una de las muchas crisis internas del partido
Moderado, ya que el ala ms conservadora consideraba que la
Constitucin era demasiado liberal. Esto llev a que los que estaban
ms a la izquierda empezaran a plantearse crear un partido de unin
liberal, que aglutinase a los elementos ms avan-zados del partido
moderado y a los ms conservadores del progresista24. Los viejos
marbetes de moderados y progresistas, por tanto, empezaban a ser
insuficientes ante las enormes distancias que se abran entre los
miembros de un mismo partido. Esto motivar que, en este perodo, el
panorama poltico y sus protagonistas empiecen a cambiar. Tambin lo
harn los espaoles, cansados de las corruptelas de la poltica y ms
conscientes a partir de ahora de su influencia.
La corrupcin de los ltimos gobiernos moderados provoc, adems, un
gran descontento entre todas las facciones polticas, lo que provoc
que el clima social empezara a ser de todo menos moderado. Tambin
en la prensa, por lo que, como explica Seoane, el 29 de diciembre
de 1853 los redactores de varios peridicos desde el progresista Las
Novedades (que empezaba a tener xito) hasta el moderado El Oriente
publicaron una protesta por las arbitra-riedades del Gobierno y sus
consecuencias en la prensa. Esta arbitrariedad se debe a que la
Carta Magna del 3725 haba establecido libertad de imprenta sin
previa censura, con sujecin a las leyes, dejando as amplio margen
de interpretacin a los gobiernos que se sucediesen26. Y el modo de
interpre-tar en este caso fue contundente: los periodistas
firmantes fueron detenidos. Ante esta situacin, los grupos de
oposicin comienzan a pensar en un golpe revolucionario27.
24 Cfr. SEOANE, M.C., Historia del periodismo en Espaa. El siglo
XIX, Alianza, Madrid, 1983, p. 169. 25 En realidad, las Cortes
Constituyentes promulgaron una ley de imprenta antes de que se
aprobara la constitucin de 1837. En ella, se exigan importantes
fianzas, un editor responsable y adems la orden de entregar un
ejemplar al jefe poltico y otro al promotor fiscal como muy tarde
dos horas antes de ponerse en circulacin, por lo que se puede
hablar de censura previa, ya que podan prohibir la publicacin,
aunque esta vez haba que presentar argumentos. Cfr. SEOANE, M.C.,
Historia del periodismo, op. cit., p. 175.26 Ibdem. 27 Cfr. SEOANE,
M.C., Historia del periodismo, op. cit., p. 225.
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Esta revolucin se fue fraguando en el ala izquierda del grupo
moderado y en la derecha del progresismo, los que luego formaran el
partido de la Unin Liberal. Estall en forma de pronunciamiento
militar, con el moderado ODonnell a la cabeza. Los progresistas se
unen luego y el pueblo, instigado por demcratas y obreristas, les
acompaa con barricadas. Ante este inespera-do cariz revolucionario,
la reina tiene que recurrir de nuevo a Espartero para que calme las
filas del progresismo28.
Durante apenas dos aos estar el general en el poder, aunque
siempre acompaado por ODonell como ministro de Guerra, en un
intento de con-ciliar ambas facciones, algo que nunca se consigui.
Para los radicales dem-cratas, este ensayo progresista no cumpla
sus aspiraciones, de manera que, a partir del verano del 55,
provocaron graves disturbios, lo que provoc el cese de Espartero y
la disolucin de las Cortes. La ley de prensa, de hecho, haba
permitido una feroz campaa contra Espartero durante sus tres aos de
regencia, llevada a cabo tanto desde los moderados como desde los
propios progresistas. Por eso, al final Espartero termin por
prohibir que circularan otros peridicos que no fueran El
Espectador, El patriota, El Centinela y la Gaceta oficial29.
Como seala Seoane, pese a su origen en el trivial
pronunciamiento mi-litar de Viclvaro, la revolucin, eco retardado
de la profunda crisis europea del 48, y el consiguiente bienio
progresista, traen un aire nuevo, un nuevo estilo, un nuevo
talante; ideas y exigencias distintas30. Tal vez, el cambio ms
notable es que el poder absoluto de la clase media empieza de algn
modo a cuestionarse, y las clases bajas comienzan a darse cuenta de
su poder y a reclamar derechos y conocimientos.
Respecto a la prensa, pese a volver a gozar, en teora, de
libertad, cada gobierno segua recrudeciendo las represiones
econmicas, a lo que habr que aadir las limitaciones impuestas para
proteger a los miembros de la familia real durante la revolucin.
Como sealan Fuentes y Fernndez Sebastin: El cambiante ordenamiento
jurdico vigente durante el reinado de Isabel II estar presidido en
lneas generales por esa libertad censitoria a [la] que aluda Larra
pocos aos antes cuando escriba que en Espaa haba cierta libertad de
imprenta, slo que, como bocado delicado, estaba muy cara31. Sin
em-
28 Cfr. FUENTES, J.F. y FERNNDEz SEBASTIN, J., Historia del
periodismo espaol, Sn-tesis, Madrid, 1997, pp. 93-95. 29 Cfr.
SEOANE, M.C., Historia del periodismo, op. cit. p. 185. 30 SEOANE,
M.C., Historia del periodismo, op. cit., p. 227.31 FUENTES, J.F. y
FERNNDEz SEBASTIN, J., op. cit., p. 85.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
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bargo, ninguna restriccin o ley podr parar los profundos cambios
que expe-rimentar la prensa a partir de mediados de siglo, esa
apertura a lo poltico o a la actualidad; unos cambios que al menos
salpicarn a las primeras revistas ilustradas y que empezaron ya a
empapar a La Ilustracin.
3.2. Giro informativo en las revistas: La Ilustracin. Peridico
Universal
La Ilustracin, como se ha sealado, forma parte de una cadena de
revistas que fueron cedindose el testigo desde 1835, con pblicos e
intenciones si-milares, pero que empiezan a cambiar ligeramente el
rumbo a partir de que la actualidad se filtra en sus pginas. El
precedente directo de esta revista ocupa fue el Semanario
Pintoresco Espaol, dirigido desde 1846 por el poltico y pe-riodista
ngel Fernndez de los Ros. En esas fechas, la revista no atravesaba
sus mejores momentos y se centraba casi en exclusiva en relatos de
viajes, descripcin de monumentos y costumbres, cuentos, biografas,
etc. Nada no ya poltico, ni siquiera de actualidad, entraba en sus
pginas32.
A pesar de su enquistamiento, la revista tena un pblico fiel y
an venda mucho. Por eso, Fernndez de los Ros, sin duda el
periodista ms innovador y con espritu de empresa de la poca, en vez
de modernizar el Semanario al calor de las nuevas tendencias
periodsticas, decidi mantener la tendencia y crear una nueva
revista que complementara de alguna forma al Semanario, como ya
haban hecho otros editores de la poca33. As naci La Ilustracin.
Peridico Universal, el 3 de marzo de 184934.
Era una revista de periodicidad quincenal al comienzo y
enseguida se-manal. Sala los sbados, a un precio de suscripcin de
50 reales al ao en Madrid, 60 en provincias y 80 en el extranjero y
ultramar. Tena de cuatro a ocho pginas y, en ocasiones, adjuntaba
un suplemento cultural (la Ex-posicin Universal de Londres, por
ejemplo) o de actualidad (los anales de la guerra de Crimea). Meda
38,5x27 centmetros, con 35,2x23,7 de caja y se imprima en las
prensas del Semanario Pintoresco en Jacometrezo nmero 26.
32 SEOANE, M.C., Historia del periodismo, op. cit., p. 218.33
Los editores intentaban transformar el producto sin perder
suscriptores: de ah al genera-lizada oferta de abonos conjuntos a
publicaciones pintorescas y universales, iniciativa no slo de
Fernndez de los Ros, sino tambin de su ms directo competidor por
aquellas fechas, Fran-cisco P. Mellado. ALONSO, C., Antecedentes de
las Ilustraciones, en AA.VV, La prensa ilustrada en Espaa, op.
cit., p. 33.34 Cfr. SEOANE, M.C., Historia del periodismo, op.
cit., p. 218.
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Esta revista fue, segn Soane, superior a todas las revistas
ilustradas que la haban precedido, y aportaba una frmula nueva en
Espaa, bien que, natu-ralmente, imitada del extranjero. Sus modelos
fueron The Ilustrated London News y LIllustration, paradigmas de un
nuevo concepto de periodismo ilus-trado: el de la informacin por la
imagen o la incorporacin del dibujo de actualidad35. Por tanto, las
ilustraciones ya no cumplan slo una finalidad esttica, sino que,
como sealan Fuentes y Fernndez Sebastin, La Ilustracin concede ya
la imagen verdadera relevancia informativa36. Y uno de los mo-dos
ms sencillos de conocer la actualidad era conociendo algo en
principio tan sencillo como el aspecto de sus protagonistas, sus
retratos37, que, como se ver, irn acompaados de textos muy
diversos.
Pero la informacin no era, en ningn caso, la materia prima
fundamental de este tipo de revistas. Por eso, adems de La
Ilustracin, Fernndez de los Ros empez a publicar casi al mismo
tiempo una Biblioteca Universal y, un ao ms tarde, en diciembre de
1850 lanz Las Novedades, que se serva gra-tis a los suscriptores de
las otras tres publicaciones, pretendiendo as cubrir por medio de
estas publicaciones combinadas, como eran presentadas por su
fundador, todas las posibles apetencias lectoras38.
Es llamativo que Fernndez de los Ros, miembro del Partido
Progresista y secretario de la Junta de Salvacin durante la
vicalvarada de 1854, no aprovechase su presencia en el mundo del
periodismo para hacer apologa de su causa. Se demuestra as cmo las
antiguas frmulas periodsticas haban quedado obsoletas y cmo las
revistas ilustradas ya haban encontrado su re-acomodo en el
mercado. No cabe lo poltico en ellas, de acuerdo, aunque s puede
haber un pequeo sitio para la actualidad, siempre y cuando no
fuera
35 Cfr. Ibdem. Es curioso, sin embargo, que de las cinco sea la
menos estudiada. No se hicieron ndices en el CSIC ni he encontrado
ninguna monografa sobre ella.36 FUENTES, J.F. y FERNNDEz SEBASTIN,
J., op. cit., p. 102.37 Cecilio Alonso, en su detallado estudio
sobre las funciones de las ilustraciones y su apor-tacin a una
conciencia nacional, afirma que una de las finalidades de estos
grabados es crear una conciencia antropolgica de las diferencias
nacionales a travs, sobre todo, de tipos y costumbres. Cfr. ALONSO,
C., La formacin de la conciencia nacional en las primeras re-vistas
ilustradas espaolas, en GIL NOVALES, A. (ed.), La revolucin
liberal. (Congreso sobre La Revolucin liberal espaola en su
diversidad peninsular (e insular) y americana, Madrid, abril,
1999), Ediciones del Orto, Madrid, 2001, pp. 618-622. Aunque mucho
ms minoritarios, los retratos que acompaan a los textos biogrficos
tambin podran encuadrarse dentro de esta funcin. De hecho, el
propio Alonso recoge cmo Bastida de la Calle incluye los retratos
de prceres dentro de su tipologa de los temas grficos de estos
peridicos. Cfr. ALONSO, C., Antecedentes de las, op. cit., p. 31.38
SEOANE, M.C., Oratoria y periodismo, op. cit., pp. 273-274.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
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de poltica nacional, por supuesto, porque eso supona entrar en
terreno pan-tanoso.
En este sentido hay que destacar que, en general, hay ms
informacin extranjera que nacional, ya que resultaba ms barato
comprar los grabados fuera que encargarlos a dibujantes espaoles,
lo que contrariaba los deseos de Fernndez de los Ros, ya que, segn
Alonso, cuando fund La Ilustracin soaba con ponerse en situacin de
exportar a Europa grabados informativos de actualidad. Tena en
contra la falta de inters de los acontecimientos pol-ticos espaoles
para los lectores europeos39. Adems, la actualidad nacional era
sobre todo poltica, mientras que en Europa, la revolucin hngara o
la guerra de Crimea eran ms interesantes desde el punto de vista
grfico y me-nos comprometidas para la revista. Precisamente, para
huir de la poltica, los personajes espaoles que se retratan
provienen sobre todo de mbito cultural (ver tabla) e incluso
empiezan a aparecer, de forma aislada, personajes de la calle,
annimos.
Adems de algunas crnicas de repaso de la actualidad, La
Ilustracin con-tena artculos de fondo, cuentos, novelas por
entregas, descripcin de mo-numentos, pueblos o lugares, relato de
costumbres, artculos cientficos sobre viajes, descubrimientos,
curiosidades o canciones.
Pero lo que aqu interesa es resaltar que La Ilustracin tiene el
mrito de ser la primera revista ilustrada en dar un paso ms all del
periodismo didctico, de entretenimiento y formacin, y analizar cmo
afecta a uno de los tipos de texto clave en este cambio: la
biografa. Por supuesto, fue la primera en hacerlo con una cierta
continuidad, ya que las revistas que le precedieron tambin rozaron
la actualidad, pero de manera ms espordica y con muchos ms recelos,
sobre todo en el Semanario pintoresco espaol40. El Artista, con su
Galera de Ingenios Contemporneos firmados por Eugenio de Ochoa, s
mostr un deseo claro de reflejar los protagonistas de la actualidad
artstica de la po-ca (public 18 biografas)41, pero apenas perdur 37
nmeros y vio truncadas sus intenciones, que despus seguir La
Ilustracin.
39 ALONSO, C., La formacin de la conciencia, op. cit., p. 616.40
Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco, op.
cit., pp. 165-167. Es muy curioso el caso de la biografa de D.
Carlos Mara Isidro de Borbn, publicada en El Semanario Pintoresco
el 22-6-1845. En ella se incluye de forma deliberada un retrato del
prota-gonista con gesto hosco y poco agraciado (algo que no se haba
visto nunca), pero en el texto no se atreven a criticarlo de forma
abierta. 41 GMEz BACEIREDO, B., Textos biogrficos en el semanario
ilustrado espaol El Artista (1835-1836): tipologa y caractersticas
generales, Anagramas, rumbos y sentidos de la comuni-cacin, vol. 9,
n 17, julio-diciembre 2010, pp. 15-30.
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4. Textos biogrficos
Como se acaba de sealar, con esta revista se empieza a dar un
valor in-formativo a las ilustraciones, a la vez que la actualidad
por supuesto, no la poltica, encuentra cada vez ms hueco en sus
textos. Esto afectar, sobre todo, a los textos biogrficos, que
empezarn a preocuparse por poner cara y vida a los protagonistas
del momento.
En sus siete aos de vida (entre 1849 y 1857), se han encontrado
211 textos con contenido biogrfico, repartidos en 176 nmeros. Hay,
por tanto, una mayor densidad por nmero respecto a las revistas
anteriores42, ya que veinticuatro publican dos textos biogrficos,
cuatro nmeros publican tres, y uno, cuatro. Del total, 33 se
publican en los llamados Anales de la guerra (sobre todo entre
junio de 1854 y mayo de 1855), suplemento que pretenda dar
respuesta a las necesidades informativas de la guerra de Crimea43
que marca un hito en el despliegue biogrfico de esta
publicacin.
La media de artculos biogrficos al ao es de 22 (un poco ms alta
que el Semanario Pintoresco). El ao que menos publicaron fue 1850,
con 12, y a partir de ah, fue creciendo cada ao hasta llegar a los
35, en 1855, en plena guerra; despus, baj ligeramente.
La gran mayora de estos textos biogrficos (170) no estn
firmados, y corresponden casi por entero a los publicados en los
Anales de la Guerra. En el resto, la firma que ms destaca es la de
Mr. Mignet, J. Sanz del Ro, Pedro de Prado y Torres. Es muy
significativo tambin que por primera vez en estas revistas una
mujer firme dos artculos con su nombre completo, Ca-rolina
Coronado. No se puede asegurar que adems sea la primera vez que una
escritora muy reconocida en la poca44 redacte este tipo de textos
tantas veces annimos o rubricados por iniciales pero s que un
nombre femenino aparece con todas sus letras. Y destaca, a su vez,
que estos art-
42 El Artista contena 48 textos biogrficos en 37 nmeros y El
Semanario Pintoresco Espaol, 259, pero en 248 nmeros. GMEz
BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco, op. cit., p. 135
y p. 151.43 La Guerra de Crimea (1853-1856) enfrent a las entonces
denominadas potencias sobre suelo turco. Nicols I haba ocupado la
pennsula de Crimea para abrir su imperio hacia el Mediterrneo. En
septiembre de 1854, Francia y Gran Bretaa se aliaron con Turqua
para apoderarse de Sebastopol y acabar con las pretensiones
zaristas.44 Simn Palmer la sita al nivel de Concepcin Arenal,
Gertrudis Lpez de Avellaneda o Cecilia Blh de Faber. Cfr. SIMN
PALMER, M.C., La mujer en el mundo editorial espa-ol, en ORTEGA, M.
(ed.), Escribir en Espaa entre 1840 y 1876, Visor Libros, Madrid,
2002, pp. 36 y 48.
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culos estn dedicados a su vez a otras grandes escritoras de la
poca, como ngela Grassi.
Se publican sobre todo en el interior de la revista (150),
aunque de ellos, 44 tienen el retrato del personaje en primera
pgina (tal vez como llamada informativa o enganche para los
lectores), y 16 en primera pgina del su-plemento, concentrados
sobre todo entre finales del 55 y el 57. El resto se reparte entre
la primera pgina (42), la penltima (10) y la ltima (9) y se
caracterizan por ser muy cortos.
En realidad, la extensin media de los artculos biogrficos en
esta revista es bastante escueta, ya que oscila entre media o dos
tercios de pgina45. Esto explica que slo 19 estn seriados y que se
concentren sobre todo al principio. Adems, todos los textos que se
reparten en dos o ms nmeros son sobre per-sonajes histricos46, de
los que se cuenta con mayor apoyo bibliogrfico. Este rasgo es
significativo porque la tendencia en estas revistas es que los
textos se vayan acortando conforme avanza el siglo y dejen la
funcin didctica de la historia para abrazar la informativa del
periodismo47. Dicho de otro modo, ya no interesan tanto los grandes
alardes de documentacin como seleccionar poco a poco lo que el
lector necesita saber
Se han contabilizado 102 retratos (ilustraciones del rostro),
aunque podra haber alguno ms en pginas deterioradas. Y de nuevo son
en los aos de la guerra de Crimea donde se puede encontrar un mayor
nmero de ellos. Slo se han visto ocho ilustraciones, dibujos de
acompaamiento; siete son luga-res u objetos relacionados con el
protagonista del texto y la que resta es un cuadro de Durero.
Al contrario que en las dos revistas anteriores, en La
Ilustracin slo hay un antettulo y, salvo cuatro subttulos de gnero
dos noticias biogrficas, un apunte biogrfico y una breve resea de
sus obras, el resto (18) son expli-caciones acerca del cargo del
personaje (Marqus de Valdegamas o General en jefe del ejrcito
ruso). Por este motivo, en la tabla que se adjunta al final del
presente artculo, los textos se clasifican segn su extensin en
pgina y no segn los gneros actuales (suelto, noticia, breve o
artculo), ya que estas tipologas an no estaban asentadas y adems es
muy difcil que encajen en las caractersticas formales y de
contenido que se les adjudican en la actualidad.
45 El ms corto ocupa slo 10 lneas y el ms largo, ms de cinco
pginas, repartidas en tres nmeros. Cfr. La Ilustracin, Lola Montes,
21-2-1852 y La Ilustracin, Vida de Franklin, 18-10-1851,
respectivamente.46 Por ejemplo, La Ilustracin, Cisneros, 4-8-1852,
y La Ilustracin, Kant, 15-12-1849.47 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los
textos biogrficos en las cinco, op. cit., pp. 320-331.
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En consonancia con lo visto hasta ahora, las secciones
mayoritarias son las relacionadas con la cobertura de la guerra,
como los Anales bio-grficos (32) y los Anales de la guerra de
Oriente (10). Tambin se han encontrado cinco textos clasificados en
Apuntes biogrficos, tres, en Necrolgicas, dos en Galera de las
poetisas, y uno en Biografa extranjera.
Es relevante tambin destacar qu nombre reciben los artculos
dentro del propio texto, no slo en esta revista, sino tambin en las
inmediatas anterio-res. Lo es porque se puede constatar la variedad
de trminos que se emplean al tratarse an de un gnero en
transformacin, as como dos tendencias claras a partir de mediados
de siglo: la de sustituir el trmino biografa por apuntes biogrficos
lo que indica que se van acortando los textos y la de abando-nar la
biografa, a secas. Se ver mejor en las siguientes tablas.
El Artista:
Ttulo Qu dicen que es
Velzquez Biografa
Lope de Vega Apuntes sobre su vida
Poetas cmicos sevillanos Noticias
D. Francisco Martnez de la Rosa Artculo
Doa Concepcin Rodrguez Biografa artstica
Bartolom Pinelli Necrologa
Bellini Artculo
Necrologa Necrologa y noticia
Semanario Pintoresco:
Ttulo Qu dicen que es
Vctor Hugo Noticia cronoljica
Bolvar Artculo biogrfico
El cardenal Cisneros Biografa
Biografa de Tamerlan Biografa
Isidoro Maizquez Artculo
La monja alfrez Estracto de la historia
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Ttulo Qu dicen que es
El prncipe Al Bey el Abassy Noticia biogrfica
Moiss Historia, resumen de la vida
Napolen Bonaparte Noticia por fechas
El conde de Aranda Artculo
Luis Felipe I Ligero artculo biogrfico
Alonso Cano Artculo
Samuel Hanemann Noticia
Carlos Mara Isidro de Borbn Biografa exacta
El conde Fernn Gonzlez Artculo
Po IX Apuntes biogrficos
La Ilustracin:
Ttulo Qu dicen que es
Chateaubriand Rpido bosquejo de la vida
La ciega del Manzanares Ensayo y resea
Proudhon Apuntes biogrficos
Gernima Llorente Necrologa
Adolfo de Castro Resea
El emperador Nicols Retrato
El presidente Datos biogrficos
Omer-Baj Noticias biogrficas
Como se ve, La Ilustracin comienza a aadir lo biogrfico a los
apuntes, datos, o noticias, aunque, como se ver ahora, no dejan del
todo de lado las biografas histricas clsicas.
4.1. Personajes histricos
A pesar de que, como se ha dicho, la actualidad haya encontrado
un hue-co en La Ilustracin, no se puede olvidar que se trata de una
revista ilustrada y que, por tanto, la instruccin y el
entretenimiento son fundamentales. Para lograr estos objetivos,
publican, entre otros, varios artculos biogrficos sobre
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grandes figuras histricas, ms largos que la media en esta
revista y con un estilo muy erudito.
Se centran, sobre todo, en artistas y polticos, y en estos
ltimos despunta de modo evidente la finalidad moralizadora, como se
ve en esta introduccin a la vida de Franklin:
Lo que Franklin dice, dirigindose sus hijos, puede ser til para
todo el mundo, porque toda su vida es escelente modelo de donde
copiar, y tanto el pobre como el rico, el ignorante como el sabio,
el simple ciudadano como el distinguido estadista, encontrarn en
ella algo que aprender. Es-pecialmente ensea y estimula los que,
nacidos en una esfera humilde, faltos de apoyo y de fortuna,
sienten el deseo de mejorar su suerte y procu-ran distinguirse
entre sus semejantes48.
Esta biografa, seriada en siete partes, es una traduccin del
libro Vie de Franklin de Mignet, que es quien firma, pero no as el
traductor. En otros casos, como las biografas de Chateaubriand49 o
el cardenal Cisneros50, tam-bin parece, por longitud y estilo, que
son traducciones, pero no se puede asegurar porque no aparecen
firmadas. El anonimato tambin impide saber si son textos comprados
a revistas extranjeras, como parece en algunos casos, o son
propios.
Entre los dedicados a escritores y artistas, encontramos nombres
tan dispa-res como Bramante51, el pintor de vidrieras Jos Scherer52
o Kant53. Aunque proliferan las fechas y datos, se aprecia un
inters creciente por el personaje, no slo por sus obras. As
termina, por ejemplo, el artculo sobre Kant: En medio del visible
decaimiento de sus fuerzas no se permitio alterar sus cos-tumbres
de vida; solamente en 1802 anticip la hora del descanso, pero
guar-d fielmente la de levantarse que siempre habia sido las 5 de
la maana54.
Era comn en estas revistas que las pequeas incursiones en lo
personal quedaran relegadas a las ltimas lneas o prrafos y que se
centraran en la vida familiar. Lo privado, por supuesto, an se
entenda como lo personal que
48 La Ilustracin, Vida de Franklin, por Mr. Mignet, miembro de
la academia francesa, 13-9-1851.49 Cfr. La Ilustracin,
Chateaubriand, 10-3-1849.50 Cfr. La Ilustracin, El cardenal
Cisneros, 14-8-1852.51 Cfr. La Ilustracin, Bramante, 4-8-1849.52
Cfr. La Ilustracin, Jos Scherer, 23-3-1857.53 Cfr. La Ilustracin,
Kant, op. cit. 54 La Ilustracin, Kant, op. cit.
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puede conocerse en sociedad, lo que se ve desde fuera de la
casa, sin entrar nunca dentro55.
Como excepcin y las excepciones suelen ser interesantes como
ensa-yos de lo que puede estar por venir, dentro de los textos
largos e instructi-vos, este sobre un escritor italiano del siglo
XVI, dedicado, segn parece, al entretenimiento o a aligerar el tono
de la revista:
Hijo natural de un caballero de Arezzo, y pobre de bienes de
fortuna, na-ci en 1556. Al principio tom el oficio de
encuadernador, que dej bien pronto por el de escritor, prodigando
al mismo tiempo la mas baja adula-cion y la stira mas desenfrenada;
y fu cosa rara que los mayores poten-tados de Europa tomaron inters
en sus estudios satricos, lo que le hizo dar el dictado de Azote de
los Prncipes. Carlos V y Francisco I, temiendo las armas de esta
especie de Soberano de la literatura, procuraron ganar su amistad
con regalos.No haba nadie mas importuno que el Aretino para exigir
lo que le habian prometido, ni mas insolente en cuando habia
logrado lo que pedia. Res-pondi a un tesorero de Francia que
acababa de pagarle una gratificacion: No os admireis de que calle,
pues como he gastado todas mis fuerzas en pedir, no me quedan
ningunas para dar las gracias.Aretino muri de un modo particular y
muy anlogo su carcter. Lauren-cine cuenta, que un dia oyendo contar
un chasco que una hermana suya habia pegado su amante, le entr tal
risa, que se dej caer en su asiento, se rompi la cabeza, y
muri56.
Tambin como algo excepcional, el 28 de agosto de 1852, tal vez
por falta de material de actualidad, se encuentran juntos tres
textos biogrficos de personajes histricos. El primero, sobre el
cardenal Cisneros57, es el ar-quetipo de artculo histrico, largo,
seriado y repleto de contexto histrico. Justo despus, y dentro de
la seccin Biografa estranjera, se encuentra un texto de las mismas
caractersticas, pero sobre el escritor clasicista
Boileau-Despreaux58. Por ltimo, dos pginas despus, un texto ms
corto y completo sobre una princesa espaola59.
55 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco,
op. cit., p. 290.56 La Ilustracin, Pedro Aretino, 11-6-1853. 57
Cfr. La Ilustracin, El cardenal Cisneros, op. cit. 58 Cfr. La
Ilustracin, Boileau Despreux [sic], 28-8-1852.59 Cfr. La
Ilustracin, Mara Teresa, 28-8-1852.
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4.2. Personajes de actualidad
Este tipo de textos biogrficos son, sin ninguna duda, lo ms
significativo de la revista y tambin lo ms interesante. Parece como
si los periodistas hu-bieran levantado la vista de sus
enciclopedias biogrficas y se hubieran dado cuenta de que tambin
hay personas interesantes a su alrededor.
No se puede olvidar que ngel Fernndez de los Ros, editor de la
revis-ta, era tambin en esas fechas el responsable tanto del
Semanario Pintoresco como del peridico Las Novedades y que con
estas tres publicaciones preten-da cubrir las apetencias de
entretenimiento e informacin de sus lectores. De forma evidente, La
Ilustracin se sita en medio de las otras dos y ana sus objetivos:
el instructivo del Semanario y el informativo de Las Novedades.
Ms cerca de lo informativo, pero sin olvidar el instructivo y,
sobre todo, el moralizante, se pueden encontrar numerosos textos
biogrficos centrados en personajes de actualidad. Aunque muy
similares en el fondo, se pueden distinguir dos grandes grupos: los
artculos con un enganche de actualidad expreso y los que se centran
en protagonistas de la actualidad.
4.2.1. Textos con enganche de actualidad expreso
Aunque no son muy numerosos, estos textos son importantes por
incluir en el arranque el motivo por el que es necesario
publicarlos. Ahora los acon-tecimientos mandan, y se dan a conocer
o se recuerdan al hacer expresa la noticia que pone en primer plano
a un personaje concreto.
Se recuerdan porque los redactores de esos textos dan por
supuesto que los lectores se mantienen informados por otros medios
(por supuesto Las No-vedades) u otras secciones de la revista. En
este caso, con ms motivo an ya que desde el principio se publica
una Historia de la semana (luego Revista de la semana o Revista
universal) en portada, con las novedades ocurridas desde el
anterior nmero.
Esta circunstancia provoca que puedan comenzar as un artculo
sobre el conde Radetzky: La carrera de este valiente veterano, que
acaba de obtener una victoria decisiva sobre las fuerzas del rey de
Cerdea, Crlos Alberto, pre-senta una srie no interrumpida de
servicios brillantes en el largo perodo de 70 aos. Y, ms adelante,
incluso hacen explcito que la noticia est detalla-da en otros
sitios: La victoria que acaba de ganar Radetzky, y su posicion
ac-tual, se hallan minuciosamente descritas en todos los peridicos
europeos60.
60 La Ilustracin, Jos, conde de Radetzky, 13-4-1849.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
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Tras la justificacin inicial, el artculo se estructura en dos
partes: el repaso de esos servicios brillantes y el resumen de lo
que est haciendo y lo que ha conseguido en esos momentos.
Esto supone un cambio notable en la narrativa de los textos. Las
largas biografas histricas comenzaban siempre bien con una larga
introduccin justificadora de las bondades del personaje, bien con
el nacimiento o antepa-sados, y siempre seguan un estricto orden
cronolgico61. Por eso, una simple estructura in medias res ya
supone un avance hacia lo informativo y un deseo por captar el
inters del lector.
Lo mismo ocurre con otra gran figura poltica: Nadie ignora con
cunta solicitud y celo tom el prncipe Alberto la iniciativa en el
gran pensamiento que produjo el palacio de la Esposicion de
Londres. Debemos dar con este motivo algunas noticias nuestros
lectores sobre este personaje y su augusta esposa62.
Aunque se ha optado por no hacer un anlisis diferenciado de los
textos biogrficos sobre mujeres, ya que no es el objeto del artculo
y los estudios de gnero requieren una formacin especializada, no se
puede pasar por alto este ejemplo para mostrar las diferencias en
el tratamiento biogrfico segn el sexo del personaje. As, aunque el
inters en este caso est centrado en el prncipe (aunque en el ttulo
ella aparezca primero), para resumir la figura de la reina Victoria
seleccionan estas caractersticas:
En cuanto la reina Victoria, recordaremos que colocada al frente
de la nacion inglesa en 1837, nunca se ha desviado de la senda
trazada por sus antecesores: la reina Victoria ha procurado con el
mayor esmero sostener la armona indispensable entre los altos
poderes del estado. Esposa tierna, madre afectuosa, seora
distinguida, sabe entregarse al cul-tivo de las artes, y embellecer
su vida privada con el encanto de las inspi-raciones de una
inteligencia maravillosamente dotada63.
No es el momento de descubrir mediterrneos, pero es
significativo que para caracterizar a una figura tan relevante en
el siglo XIX como la reina Victoria de Inglaterra recurran a su
vida domstica, mientras que el retrato del prncipe se hace a travs
de su participacin en grandes acontecimientos pblicos.
61 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco,
op. cit., pp. 235-236.62 La Ilustracin, La reina Victoria y el
prncipe Alberto, 17-1-1852.63 Ibdem.
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Si se menciona esto aqu es, adems, porque La Ilustracin es la
re-vista que de un modo notorio ms artculos publica sobre mujeres
25, de 211, frente a 1 de 48 en El Artista y 11 de 259 en el
Semanario Pintoresco64 sobre todo de artistas (actrices,
escritoras, poetisas). Pre-cisamente esa actividad artstica suele
ser un enganche de actualidad frecuente. Con motivo de una obra de
teatro o de una pera publican un artculo biogrfico de la
protagonista, completado con una crtica ms o menos extensa de su
actuacin. En este caso, por ejemplo, inclu-so se adelantan a las
expectativas del lector:
En los momentos en que el pblico madrileo va escuchar en el
Tea-tro Real de Oriente a esta celebridad musical, una de las tres
cuatro privilegiadas artistas que se disputan el entusiasmo y los
laureles filar-mnicos de Europa y Amrica, parcenos oportuno ofrecer
nuestros suscritores su retrato, tomado del ltimo publicado en
Pars, y acompa-ado de algunas lineas biogrficas y crticas acerca de
esta interesante prima donna65.
Expectativas o curiosidad que pueden provocar los propios
diarios: Mis-tress Enriqueta B. Stowe, autora de la novela La cabaa
del to Toms, que estamos dando luz en los folletines de Las
Novedades, pertenece una de las familias mas distinguidas de los
Estados-Unidos []66. Aunque este caso tambin se puede entender como
promocin del peridico.
Tambin se han encontrado textos sobre varios personajes bajo un
mismo ttulo general. Son muy escuetos y se publican seguidos, sin
establecer ningn paralelismo entre ellos, como este sobre los
nuevos ministros de Francia:
El ministro de la Guerra, Hautpoult, general de division y
diputado del Ande, es el decano en edad de sus clegas. El debe ser
el vice-presidente del ministerio, pues el verdadero presidente es
M. Luis Bonaparte. Naci en Versalles en 1789. En 1828 fue nombrado
mariscal del campo, y tenien-te general en 1811. En 1818 mandaba la
division militar de Marsella. El general Hautpoult ha hecho las
campaas del imperio y la de Espaa en 1823. En 1846 fue nombrado Par
[].
64 GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las cinco, op.
cit., pp. 495-500.65 La Ilustracin, Marietta Alboni, 9-11-1850.
Vid. tambin La Ilustracin, Marietta Gazza-niga, 29-4-1854.66 La
Ilustracin, Enriqueta Beecher Stowe, 5-2-1853.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
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XIV
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99
El ministro de Hacienda M. Aquiles Fould, diputado del Sena naci
en 1779 y es conocido del pblico. Formaba parte de la antigua Cmara
de los diputados y se sentaba en los bancos de la mayora. Ha sido
diputado del Sena, en la asamblea constituyente []67.
En cada caso aportan la informacin que creen que el pblico
necesita sobre la vida pblica de los personajes y tienen en cuenta
adems lo que ya saben. Esta prctica, que se repetir mucho en La
Ilustracin Espaola y Ame-ricana, es perfecta para dar a conocer o
recordar, de un rpido vistazo, a los protagonistas de grandes
eventos68.
4.2.2. Protagonistas de la actualidad
En estos textos tambin hay, evidentemente, un motivo de
actualidad, y es que esos personajes son los actores y actrices de
lo que acontece en el mun-do, pero no hay un enganche directo al
menos expreso para que destaquen sobre el resto en esos
momentos.
De algn modo, el periodista o el editor es quien elige qu
personajes deben conocerse mejor, segn criterios de importancia,
inters moral o dis-ponibilidad de informacin, por supuesto.
Respecto a esto ltimo, hay que recordar que en esta revista se
insertan muchas piezas de diarios extranjeros, muy pocas veces
identificadas69 y la mayora, en absoluto atribuidas, o de forma
incompleta70.
Los motivos para dedicar un artculo de contenido biogrfico a una
perso-na determinada pueden ser muchos, pero el que ms se repite
(el ms lgico, por otra parte) es el de dar a conocer al pblico quin
es en realidad esa per-sona y qu hace para que sea tan
relevante:
Quin es Rosas? Qu representa? Qu se propone? Sus parciales de
Amrica y Europa le pintan como un genio que domina los
acontecimien-tos, los hombres y las cosas, como el nico eminente
poltico, capaz de regir la repblica argentina y labrar su
felicidad.
67 La Ilustracin, Los nuevos ministros franceses, 10-11-1849. 68
Por ejemplo, La Ilustracin, Los miembros del congreso de paz,
5-5-1856.69 Cfr. La Ilustracin, El barn Alejandro Von Humboldt,
24-11-1849.70 Como todo lo que concierne Lola Montes es leido con
inters, ofrecemos nuestros lectores un artculo que un peridico
americano consagra la clebre condesa, escrito con el picaresco
epgrafe de Un ngel desconocido. Hele aqu: Si hubisemos seguido paso
paso. La Ilustracin, Lola Montes, op. cit.
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BEATRIz GMEz BACEIREDOVol. X
XIV
N
2 C y S 2011
100
Sus enemigos, que no son pocos, le niegan hasta las mas
insignificantes cualidades. Entrambas opiniones son errneas juicio
nuestro, y vamos a probarlo, dando conocer los medios de que se ha
valido para llegar al poder y vincular la dictadura en su persona.
El famoso sistema americano, al que plumas ignorantes o engaadas,
venales serviles, tan torpes inmerecidos elogios tributan, aparecer
en toda su repugnante desnudez, reflejado en algunos de sus propios
documentos pblicos, insertos en los peridicos de aquel pais y muy
principalmente en la gaceta-mercantil de Buenos Aires, el rgano
oficial de Rosas y su jaura de dogos carniceros71.
Como es evidente, el resto del artculo lo dedica a mostrar las
atrocidades de Rosas, y lo hace en orden cronolgico y con gran lujo
de detalles.
Tambin interesa, aunque a veces de un modo ms secundario,
mostrar cmo era una persona a travs de su aspecto fsico y sus
costumbres, asuntos que tendrn cada vez ms relevancia por el auge
de los estudios de fisionoma y frenologa. Esta disciplina que,
fundada por el doctor Gall72, deca recono-cer los temperamentos,
afectos, instintos y capacidades intelectuales en las distintas
formas y tamaos de las partes del crneo, tuvo bastante influencia
en la descripcin de personajes, como se puede ver en este
ejemplo:
La parte inferior del rostro, demasiado abultada y maciza, la
cortedad de la nariz y cierto empastamiento de las mejillas y la
barba, que hace resaltar mas la prolongacion escesiva del labio
superior, indican el predominio de los instintos materiales sobre
la inteligencia, la predileccion de la forma en todo, y la falta de
elevacion tanto en los sentimientos como en las ideas. La redondez
de la cabeza, que el pelo muy corto deja mas descubierto, lo
derribado de la frente y el ensanchamiento lateral hcia la parte
posterior de las orejas, acaban de fijar su aspecto glacial, que no
se templa, mientras viste el uniforme, ni con un relmpago de
benignidad, ni con un soplo de compasion: sus ojos ven, no miran;
su boca se abre, no se desplega; la fisionomia de un autmata no es
mas inanimada; el despotismo encarnado se ha revestido de las
formas humanas de Nicols73.
Pero no slo se detienen en figuras de la poltica, sino tambin en
perso-nalidades de las artes. Estas pueden interesar por un simple
inters erudito
71 La Ilustracin, Rosas y su sistema, 5-7-1851. 72 Su biografa
se encuentra en el Semanario Pintoresco. Semanario Pintoresco, El
doctor Gall, 25-9-1836.73 La Ilustracin, El emperador Nicols,
7-2-1852.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
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101
o porque tienen alguna peculiaridad. En el primer caso, destaca
un artculo sobre un escritor cataln, Cub y Soler: han extractado el
texto de un dic-cionario biogrfico y apenas aaden dos lneas para
informar de lo que est haciendo en esos momentos74.
Y, entre los que tienen alguna peculiaridad, destaca la truncada
seccin de Galera de las Poetisas, en la que Carolina Coronado
explica la obra de dos poetisas contemporneas y se ayuda para ello
de datos biogrficos y rasgos de carcter75.
A partir de marzo de 1854, esta clase de textos biogrficos
empiezan a pro-liferar debido a la guerra de Crimea. Se trata de
artculos bastante cortos, con los que se pretende que los lectores
sepan quines protagonizan la contienda en cada momento, como el
general Paskewitsch76o Lord Radglan77. En junio de ese mismo ao
estos textos se concentran en el suplemento Anales de la guerra de
Oriente78. En l, se incluyen unos Anales biogrficos que, o bien son
muy escuetos y con datos curriculares de los personajes79, o muy
comple-tos, con detalles personales y costumbres del da a da80.
Estos ltimos se obtienen o eso parece lo ms evidente, al menos
de las revistas extranjeras, sobre todo inglesas, que empiezan a
mandar corres-ponsales. No se puede olvidar que esta guerra se
considera que es la primera moderna, en trminos periodsticos ya que
la prensa tuvo una gran influen-cia en muchos aspectos, tanto
militares como de opinin pblica e incluso en el tratamiento mdico
de los soldados. En el conflicto se enfrentaron dos modos de
concebir el poder de la prensa: las fotografas apacibles de
soldados sin entrar en la batalla de Roger Fenton, uno de los
primeros fotgrafos de
74 La Ilustracin, Tomamos la siguiente biografa del Suplemento
al diccionario de escritores catalanes: CUBI Y SOLER (D. Mariano):
Naci en Malgrat, 15 de diciembre de 1801.... Tras las largas
comillas, slo aaden: Sigue el seor Cub dando lecciones de Frenologa
en Barcelona. Decimoslo todo como narradores de lo que hemos visto,
sin pretension de que nuestras lneas se d otro crdito, que el que
merece un hombre que dice de buena f lo que ha experimentado. La
Ilustracin, Don Mariano Cub y Soler, 20-4-1850.75 Cfr. La
Ilustracin, ngela Grassi, 27-4-1850 y La Ilustracin, Introduccion
las poesas de la Seorita Armio, 12-6-1850.76 Cfr. La Ilustracin, El
general Paskewitsch, prncipe de Varsovia, 4-3-1854.77 Cfr. La
Ilustracin, Lord Radglan, 8-4-1854.78 El seguimiento informativo de
la guerra se hace primero en la Revista de la Semana o Revista
Universal hasta que se edita el suplemento Anales de la guerra de
Oriente. En 1855 seguirn estos Anales, aunque a partir de julio
desaparece el suplemento y los conteni-dos se insertan en la
revista.79 Cfr. La Ilustracin, Anales biogrficos, 12-6-1854.80 Cfr.
La Ilustracin, Anales biogrficos, 28-8-1854.
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102
guerra, y el periodismo independiente, que buscaba contar lo que
suceda, no moralizar o convencer a los lectores y que reflej el
horror y los errores de la guerra en las crnica de otro pionero,
W.H. Russell81.
Ya que en La Ilustracin se entiende que los personajes no son
tan conoci-dos como en Inglaterra y slo interesan como actores en
ese conflicto, su vida personal queda reducida al mnimo, si es que
aparece: El lord Raglan [sic] est casado con lady Emilia Harriet
Wellesley Pole, segunda hija del tercer conde de Mornington. Su
hijo mayor murio en diciembre de 1845 conse-cuencia de las heridas
recibidas en la batalla de Ferozeshah. Tiene ademas otro hijo,
nacido en 1817 y dos hijas82.
Cuando no hay informacin directa, la longitud y profundidad del
art-culo depender de los datos que hayan podido recopilar, como se
ve en el diferente trato que se hace dentro de un mismo artculo a
dos generales. De uno slo se comenta lo que ha hecho recientemente
en el campo de batalla, mientras que del otro se ofrece una
biografa muy completa y su trayectoria militar desde el
principio83.
Tambin sin ningn enganche expreso, pero fuera de la tnica
general de esta clase de textos, se pueden encontrar dos artculos
dedicados a personajes de la clase baja. El primero, sobre la ciega
de Manzanares es de relativa ac-tualidad, ya que el autor estuvo en
una velada con ella y describe el encuentro al final del texto,
todo en un tono muy potico y dramtico84. La dura vida de la mujer,
de hecho, impresion tanto a los espaoles que la misma Reina le
concedi una pensin85. El otro personaje curioso coincide en ser
discapacita-do y tener un talento especial. Carlos Grandemange se
retrata a s mismo en un artculo escrito casi por completo como una
cita directa y que es adems un extracto de otro peridico86. Son
desde luego rarezas, excepciones en este tipo de textos biogrficos,
pero muy llamativas vistas desde nuestros das.
4.3. Necrolgicas
Al igual que suceda en las revistas anteriores, la mayora de
estos artcu-los no estn identificados como necrolgicos, pero se
caracterizan por dar la
81 Cfr. SOHR, R., Historia y poder de la prensa, Andrs Bello,
Barcelona, 1998, pp. 24-26.82 La Ilustracin, Lord Radglan,
8-4-1854.83 Cfr. La Ilustracin, Anales biogrficos. Los generales
Dannenberg y Paulow, 6-11-1864. 84 Cfr. La Ilustracin, La ciega de
Manzanares, 21-12-1851. 85 Cfr. SIMN PALMER, M.C., op. cit., p.
4886 La Ilustracin, Carlos Grandemange, matemtico mental, nacido
sin brazos y sin piernas, 8-1-1853.
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noticia de la muerte del personaje al principio del texto. Son,
por tanto, el nico tipo de textos biogrficos que, por razones
obvias, ha tenido siempre dependencia de la actualidad.
Lo ms destacable en la revista es que los autores de necrolgicas
ya no se conforman con hacer pblica la muerte de alguien, sino que
se preocupan por salir a recopilar detalles acerca de la muerte, lo
que les permite narrar los l-timos momentos de su vida y, en
ocasiones, ofrecer una crnica del entierro, si han podido
acudir.
El seor Florez Estrada, acometido desde muy atrs de
padecimientos de gota, sucumbi al fin en uno de sus accesos el 16
del corriente y hora de las dos de la tarde los 89 aos de edad, en
el palacio de Miraflores, situado en la parroquia de Norea. Hasta
el momento de espirar conserv entera-mente libre el ejercicio de
sus facultades intelectuales, y hasta ese momen-to tambien procur
aplicarlo al bien de sus semejantes. El dia que precedio al de su
fallecimiento se ocup de coordinar apuntes para las correcciones de
su gran obra Economa Poltica, cuya octava edicion preparaba con el
mayor esmero, habiendo querido la suerte que concluyese el trabajo
de correccion casi la misma hora que el curso de su vida. Sosegado
y hasta con rostro plcido y afable, estuvo conversando con cuantos
se acercaban su lecho, sin embargo de estar perfectamente penetrado
que para l era llegado el postrer instante, y que se le abrian las
puertas de la eternidad. Pocos dias antes, empapado en la idea de
que se hallaba la estrecha orilla de la vida, sin dejar de la mano
su tarea ordinaria se entretuvo en escribir, parte de su mismo puo,
y parte auxiliado por el ayuda de cmara que tenia su lado, un papel
que contenia las reflexiones que en tales momentos ocupan la mente
del filsofo cristiano sobre el trmino de nuestra existen-cia
establecido por el Supremo Hacedor como remedio de los conflictos
que afligen la msera humanidad; creciendo despues por momentos la
intensidad del mal, pidi con humildad y resignacion critiana los
santos sacramentos, que le furon administrados por el seor cura de
la Carrera, y tranquilo con este acto sublime que pone al hombre en
el camino del cielo, exhal sin turbacion y sin agonias el ltimo
suspiro.Su cuerpo fu supultado con toda la pompa que permite una
poblacion como Norea, en un dia fro y tempestuoso, en el cementerio
de la pro-pia villa, aguardando que la gratitud del pais le prepare
mansion mas dig-na para descanso perpetuo de sus restos mortales, y
que se levante algun sencillo recuerdo monumental de sus tareas y
sacrificios como ciudadano, como publicista y como hombre que tan
distinguidamente figur en los acontecimientos y vicisitudes por que
pas nuestra patria durante la exis-tencia del varn distinguido que
acaba de perder87.
87 La Ilustracin, Necrologa, 17-12-1853.
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104
Tambin es interesante la necrolgica de Manuel Mara de Goyri, ya
que se trata de un personaje annimo, no una figura pblica, y tambin
porque el autor del texto lo conoca, por lo que incluye dilogos y
ancdotas de las que ha sido testigo, aunque nunca detalles ntimos
de su vida domstica. As justifica el autor que se haya decidido a
escribir sobre un hombre de la calle:
El da 8 del prximo pasado falleci en esta crte una de las
personas mas recomendables la estimacion y buena memoria de su
vecindario, uno de esos honrados, laboriosos y tiles ciudadanos
cuya influencia pacfica y bienhechora alcanza todas las clases,
auxilia todas las necesidades y pres-cinde para ello de todos los
partidos. El mrito de esta clase de hombres entre nosotros es tanto
mas superior, cuanto que no va acompaado por lo regular del nico
galardn que pudiera lisonjearle, cual es el aplauso de la sociedad,
y la gratitud de los mismos favorecidos. La prensa misma, rgano de
la opinin, deja pasar inadvertida la existencia la desaparicion de
una modesta vida consagrada al bien comun, en tanto que no
encuentra tr-minos para enaltecer y aun deificar en vida y en
muerte los turbulentos representantes de los partidos polticos, al
presuntuoso vate que produjo un drama, al arrogante cantor que nos
distrajo una hora en la escena88.
Este tipo de artculos sern muy frecuentes en La Ilustracin
Espaola y Americana, y responden a las nuevas ideas que sobre la
Historia y sus pro-tagonistas empezaban a entrar en Espaa: ya no
interesan tanto las gran-des gestas de los reyes, sino las acciones
heroicas y hechos notables de los ciudadanos89. Supone tambin un
cambio significativo en las fuentes ya que en lo que respecta a la
necrolgicas empiezan a escribir la vida de los falleci-dos quienes
les conocieron, se buscan fuentes directas, declaraciones, no slo
biografas oficiales centradas en la trayectoria curricular. Frente
a la muerte, se permite entrar en el carcter y la personalidad,
algo que entrar muy poco a poco en los textos biogrficos, y lo har
de la mano de la actualidad y el reporterismo90.
88 La Ilustracin, Don Manuel Mara de Goyri. Fundador de la
Sociedad de Seguros de Casas de Madrid, 11-1-1851.89 zARAGOzA, J.,
Discursos ledos en la Real Academia de la Historia, RAH, Madrid,
1852, p. 9.90 Cfr. GMEz BACEIREDO, B., Los textos biogrficos en las
cinco, op. cit., p. 388.
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5. Conclusiones
An queda mucho por investigar en el mbito de los gneros
periodsticos, sobre todo en el desarrollo histrico de los gneros
empricos. Apenas se ha investigado sobre los gneros biogrficos,
pese a que han pervivido de manera ininterrumpida desde los
primeros pasos de la prensa en Espaa. Por eso, para entenderlos
mejor, merece la pena recurrir a un trabajo en ocasiones farrago-so
de arqueologa periodstica y acudir a los textos originales para
comprender por qu hacemos lo que hacemos cuando escribimos una
biografa en prensa.
Se ha hablado de textos biogrficos, no de un gnero en
particular, porque el gnero histrico-literario biografa se estaba
amoldando a la prensa y an no haba adquirido formas definidas. Esto
se hace evidente en los distintos modos de denominar a los textos,
que se van alejando del nombre biografa para hacer de lo biogrfico
una cualidad en noticias, apuntes o datos. El lu-gar idneo para
estudiar este proceso de amoldamiento y transformacin en Espaa son
las revistas ilustradas, ya que introducen este gnero literario en
sus pginas desde el principio y en ellas se aprecian muy bien los
cambios que experimentan. Entre ellas, la ms adecuada para este
estudio se ha considera-do que es La Ilustracin. Peridico Universal
ya que es la revista donde empieza a hacerse evidente que el gnero
est cambiando a la par que su finalidad: de didctica y moralizante
a informativa.
Las ilustraciones, razn de ser de estas revistas, abandonan de
forma pau-latina su funcin esttica para adoptar una informativa.
Para la cobertura biogrfica esto supone dar respuesta a la
necesidad de conocer, de poner cara a los personajes de la
actualidad. Justo por esto en La Ilustracin crece la den-sidad de
textos biogrficos respecto a revistas anlogas anteriores, aunque la
actualidad se centre casi en exclusiva en personajes extranjeros o
del mundo de la cultura, dado el contexto poltico y la legislacin
de la prensa. La longi-tud de este tipo de textos se acorta, de
nuevo respondiendo a las necesidades informativas, que provocan que
se empiece a discernir lo que necesita saber el pblico para
entender a los personajes dentro de la actualidad y que se aleje de
las fuentes bibliogrficas a favor del reporterismo incipiente. Ya
no se busca tanto la erudicin de los lectores como que entiendan lo
que ocurre a su alrededor.
Se han encontrado tres tipos de textos biogrficos en La
Ilustracin: a) de personajes histricos; b) de personajes de
actualidad y c) necrolgicas.
Aunque van disminuyendo en nmero respecto a las revistas
anteriores, an se escriben biografas de personajes histricos con
una finalidad morali-zante y didctica. Como novedad, se aprecia que
lo privado empieza a apare-cer, aunque relegado a las ltimas
lneas.
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Los textos sobre personajes de actualidad son lo ms
significativo de la revista. Se puede distinguir entre los que
tienen un enganche de actualidad expreso y los que retratan a los
protagonistas de un momento concreto. En el primer caso, se dice
por qu son actualidad desde el principio del texto, lo que rompe el
orden cronolgico narrativo predominante para captar el inte-rs a
travs de lo importante y novedoso. En el segundo caso, no hace
falta explicacin porque son personajes presentes en otras
informaciones pero se aprecia la necesidad de que se conozcan ms.
Estos textos proliferan durante la guerra de Crimea, la primera
donde los corresponsales (extranjeros, por supuesto) empiezan a
desempear un papel clave en la prensa. Esto supondr, con el tiempo,
el predominio de las fuentes primarias sobre las secundarias y
bibliogrficas.
Lo ms significativo respecto a las necrolgicas es que ya no se
limitan a dar noticia de la muerte y recordar la vida del personaje
desde su nacimiento, sino que comienzan a incluir explicaciones
sobre el modo de morir y hasta crnicas del entierro. En ocasiones
(pocas, pero en el futuro ser comn) esa crnica se deja en manos de
algn amigo que puede adems incluir ancdotas y datos del fallecido
que slo l puede conocer.
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PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
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Tabla 1: textos biogrficos publicados en La Ilustracin.
Peridico U
niversal
Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
2 junio 1849
Luis Kossuth
Apuntes bio-
grficos
21 lneas
ltim
aNO
NO
NO
10 m
arzo 1849
Chateaubriand
F. T.
1 2/3 pp.
Interior
NO
NO
NO
24 m
arzo 1849
Samuel
Harnemann
1/3 p.
ltim
aNO
SNO
13 abril 1849
Jos, con
de de
Radetzky
1/2 p.
Interior
NO
SNO
16 ju
nio 1849
Boichot
Apuntes bio-
grficos
1/2 p.
Interior (retrato
en 1)
NO
SNO
30 ju
nio 1849
El general
Bem
Apuntes bio-
grficos
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
4 agosto 1849
Bramante
1/2 p.
Interior
NO
NO
S
13 octubre
1849
Proudh
on
Apuntes bio-
grficos
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
3 no
viem
bre
1849
Carlos Aberto
1/6 p.
Interior
SNO
NO
10 noviembre
1849
Biografas
J. Sanz del Ro
1 p.
1NO
NO
NO
10 noviembre
1849
Los nu
evos
ministros fran-
ceses
Apuntes bio-
grficos
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
10 noviembre
1849
Carlos Alberto
(con
clusin)
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
-
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Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
24 noviembre
1849
El barn
Alejand
ro von
Hum
boldt
2/3 p.
Interior (retrato
1 ss.)
NO
SNO
15 diciembre
1849
Kant
/Noticia bio-
grfica
J. Sanz del Ro
1 1/6 p.
Pen
ltim
a-ltima
SS
NO
22 diciembre
1849
Kant (con
clu-
sin
)/N
oticia bio-
grfica
Julin Sanz
del R
o
2/3 p.
Interior
NO
NO
NO
2 febrero 1850
Necrologa
1/6 p.
ltim
aNO
SNO
30 m
arzo 1850
Biografa
de Ricardo
Cobden
2/3 p.
Interior (retrato
en 1)
NO
SNO
20 abril 1850
D. M
ariano
Cub y Soler
1/2 p.
Interior (retrato
en 1)
NO
SNO
27 abril 1850
ngela Grassi
Carolina
Coron
ado
Galera de las
poetisas
1 p.
Interior
NO
NO
NO
12 ju
nio 1850
Intro. A
las
poesas de la
Srta. A
rmio
Carolina
Coron
ado
Galera de las
poetisas
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
10 agosto
1850
Abbs-Pach,
virrey de
Egipto
12 lneas
Interior (retrato
en 1)
NO
SNO
9 no
viem
bre
1850
Marieta
Albon
i
2/3 p.
Pen
ltim
a y ltima
NO
SNO
16 noviembre
1850
Emilia
Frezzolin
i
1/6 (incom
-pleta)
Interior
NO
NO
NO
23 noviembre
1850
Vida de D.
Agustn
Argelles (I)
1/3 p.
Interior
SNO
NO
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109
Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
21 diciembre
1850
El Excmo.
Sr. C
ardenal
Bon
el y O
rbe
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
28 diciembre
1850
La seora
doa Paulin
a Cabrero
B. M
. de A.
1 1/2 pp.
Interior
NO
SNO
21 diciembre
1850
La ciega del
Manzanares
P. C. y C.
1 p.
ltim
aNO
SNO
11 enero 1851
D. M
anuel
Mara de
Goyri
R. de M. R
.Necrologa
1 p.
Interior
NO
SNO
12 abril 1851
D. A
dolfo
de
Castro
/Breve resea
de sus obras
Emilio Bravo
1 2/3 p.
1NO
SNO
5 julio
1851
Rosas y su
sistem
a
A. M
agarios
Cervantes
1 p.
Interior
NO
NO
NO
5 julio
1851
Chatelin
eau
1/3 p.
ltim
aNO
SNO
2 agosto 1851
Carlos
Dickens
1 1/3 pp.
Pen
ltim
a y ltima
NO
SNO
16 agosto
1851
Habeneck
1 p.
1NO
SNO
13 septiem
bre
1851
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
1 2/3 pp.
Interior
SNO
NO
20 septiem
bre
1851
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
2/3 p.
Interior
SNO
NO
18 octubre
1851
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
3 pp.
Interior
SNO
NO
-
BEATRIz GMEz BACEIREDOVol. X
XIV
N
2 C y S 2011
110
Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
8 no
viem
bre
1851
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
2/3 p.
Interior
SNO
NO
8 no
viem
bre
1851
D. Francisco
Asenjo
Barbieri
2/3 p.
Interior
NO
SNO
15 noviembre
1851
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
1 p.
Interior
SNO
NO
Fecha/Nm
ero
Ttulo
Ante/subttulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
17 enero 1852
La reina
Victoria y
el prncipe
Alberto
1/3 p.
Interior (retratos
en 1)
NO
SNO
7 febrero 1852
El emperador
Nicols
El m
arqus de
Tabuerniga
la Ilustracin
, suplem
ento
1 p.
1NO
NO
S
14 febrero
1852
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
1 p.
Interior
SNO
NO
21 febrero
1852
Una visita
Pio IX en el
Real P
alacio
de Prtici
Jos G
utirrez
de la Vega
1 1/3 pp.
Interior
NO
NO
NO
21 febrero
1852
Lola M
ontes
10 lneas
Interior
NO
SNO
21 febrero
1852
Vida de
Franklin
Mr. Mignet
2 pp.
Interior
NO
NO
NO
28 febrero
1852
Lola M
ontes
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
-
PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
Vol. X
XIV
N
2 C y S 2011
111
Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
20 m
arzo 1852
Tom
s M
oore,
poeta ingls
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
14 agosto
1852
El cardenal
Cisneros
1 p.
Interior
SNO
NO
28 agosto
1852
El cardenal
Cisneros (con
-tinu
acin)
1 1/2 pp.
Prim
era-segund
aS
NO
NO
28 agosto
1852
Boileau
Despreux
Biografa
estranjera [sic]
2/3 p.
Interior
NO
NO
NO
28 agosto
1852
Mara Teresa
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
17 abril 1852
Manuela
Rosas
Jos M
rmol
2/3 p.
Interior
SNO
NO
24 abril 1852
Manuela
Rosas (conclu-
sin
)
Jos M
rmol
2 pp.
Interior-ltim
aNO
NO
NO
1 mayo 1852
Rosas y Luis
XI
A. M
agarios
Cervantes
La Ilustracin
, suplem
ento
1 2/3 pp.
1S
NO
NO
8 mayo 1852
Rosas y Luis
XI (con
clu-
sin
)
A. M
agarios
Cervantes
1 p.
Prim
era-segund
aNO
NO
NO
12 ju
nio 1852
Con
de Das-
And
as
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
7 agosto 1852
El A
retino
V. B
arrantes
La Ilustracin
, suplem
ento
1 p.
Prim
era-segund
aNO
NO
NO
14 agosto
1852
El cardenal
Cisneros
1 p.
Interior
SNO
NO
-
BEATRIz GMEz BACEIREDOVol. X
XIV
N
2 C y S 2011
112
Fecha/
Nm
ero
Ttulo
Ante/subt-
tulo
Autor
Seccin
Extensin
Posicin
Seriada
Retrato
Ilustracin
21 agosto
1852
Dido
Feliciano
L
pez
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
4 septiembre
1852
Noticia de
alguno
s hijos
ilegtimos
1/3 p.
Interior
NO
NO
NO
11 septiem
bre
1852
Feneln
2/3 p.
1NO
SNO
23 septiem
bre
1852
Flora Fabri
Vctor Hervin
1/2 p.
1NO
NO
NO
23 septiem
bre
1852
Quin fu
e la m
adre de
D. Juan de
Austria?
Cuestin his-
trica (I)
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
2 octubre
1852
El duque de
Bailn
Ed
uardo
Gasset
1 1/3 pp.
1 (retrato en in
te-
rior)
NO
SNO
9 octubre
1852
Madam
a Adelaida
32 lneas
1NO
SNO
16 octubre
1852
Elogio de D.
Enrique de las
Marinas
/en la apertura
del m
useo
gaditano
D. A
dolfo
de
Castro
1 p.
Interior
NO
NO
NO
23 octubre
1852
Joaqun
Marqus
Lisboa
/Cap. Fragata
marina brasi-
lea
1 p.
1NO
SNO
8 enero 1853
Estudio de
Rosa Bon
heur
1/2 p.
Interior
NO
NO
NO
8 enero 1853
Los hroes se
copian
1 1/2 pp.
Pen
ltim
a-ltima
NO
NO
S
-
PRIMEROS PASOS DE LA BIOGRAFA COMO GNERO PERIODSTICO EN ESPAA:
TIPOLOGA Y CARACTERSTICAS...
Vol. X
XIV
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2 C y S 2011
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