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BASES TCNICAS PARA CONCURSO DE PROYECTOS
Programa de Prevencin Focalizada PPF Correspondiente a la lnea
de Programas de Proteccin en General
Ley 20.032 y su reglamento.
Lnea Prevencin rea de Diseo de la Oferta Programtica
DEPARTAMENTO DE PROTECCION DE DERECHOS
AGOSTO 2013
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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INDICE
I. Presentacin..3 II. Antecedentes.3 III. Formulacin del
problema.5 IV. Sujeto de atencin...5 V. Va de ingreso5 VI.
Cobertura y focalizacin.8 VII. Objetivos, resultados y metas...8
VIII. Marco conceptual..9 IX. Consideraciones metodolgicas.13 X.
Enfoques transversales..31 XI. Procesos de autoevaluacin.38 XII.
Consideraciones para la ejecucin del proyecto39 XIII. Cuidado de
equipo..41 XIV. Equipo de trabajo.41 XV. Presupuesto...43 XVI.
Recursos materiales.43 XVII. Referencias bibliogrficas..44 XVIII.
Anexo N 1...47
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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I. Presentacin Las presentes bases tienen como propsito entregar
los lineamientos tcnicos que enmarcaran los llamados a concurso
pblico correspondiente a la lnea de Programas de Proteccin en
General, especficamente Programa de Intervencin Breve, actualmente
denominado Programa de Prevencin Focalizada PPF. Esta modalidad se
inserta en la Ley 20.032, que Establece Sistema de Atencin a la
Niez y Adolescencia, a travs de la Red de Colaboradores del Sename,
y su Rgimen de Subvencin, especficamente en la Lnea de Accin
Programas en General. De acuerdo a lo establecido en el Reglamento
de la mencionada ley, la forma de pago de la subvencin se asimilar
a intervencin breve, que corresponde a 4,5 USS. Por otra parte, el
Programa de Prevencin Focalizada PPF, es la continuidad e incorpora
los aprendizajes tcnicos de los Programas de Intervencin Breve,
para la Prevencin Focalizada (PIB), los cuales fueron licitados por
primera vez en el ao 2007. Es importante recordar, que a su vez los
PIB son parte del continuo de la oferta preventiva que ha tenido
Sename, en su mbito de proteccin de derechos. El programa PIB,
surge en el ao 2007 con el propsito de Resolver las vulneraciones
de derecho asociadas a situaciones de mediana complejidad que
afectan a nios/as y adolescentes de un territorio determinado,
previniendo su cronificacin. Se entenda como por mediana
complejidad La presencia de situaciones y/o conductas que se
constituyen en evidentes seales de alerta de cronificacin de
vulneraciones de derechos ya presentes, que provocan dao y/o
amenazan los derechos de nios/as y adolescentes, y que se
manifiestan en diversos mbitos de la vida de stos/as, ya sea a
nivel personal, familiar y/o sociocomunitario1. Situaciones que
hasta ese momento, o no estaban siendo abordadas, o bien, las
intervenan distintas ofertas que no haban sido creadas para este
propsito. Sumado a lo anterior, se requera un programa al cual
pudieran derivar las Oficinas de Proteccin de Derechos, OPD y, as,
descongestionar su eje de proteccin de derechos vulnerados. El
programa PIB, se caracteriz por ser un modelo co-construido entre
los equipos ejecutores, supervisores/as tcnicos regionales y
profesionales de la instancia nacional. En su primer perodo de
implementacin entre los aos 2007 y 2010, tuvo como logros, una
amplia validacin del modelo en las instancias locales, Tribunales
de Familia y con los usuarios/as, as como tambin, el ajuste
creativo e innovador que efectuaron equipos y Organismos
Colaboradores (OCAS) del programa a las diversas realidades del
pas. El monitoreo cuanti-cuali efectuado en el ao 2009, arroj un
cmulo de informacin relevante que se incorpor en el siguiente
perodo de ejecucin. En la implementacin de los aos 2010-2013, se
estableci como nfasis principal el fortalecimiento de las
competencias parentales y marentales de los adultos a cargo, desde
un enfoque de Resiliencia. Entonces, las presentes bases tcnicas
del Programa de Prevencin Focalizada PPF, que se licita por primera
vez bajo esta denominacin en el ao 2013, es parte de la evolucin de
la lnea preventiva de Sename y pretende dar continuidad a los
avances y aprendizajes de los PIB, as como tambin, incorporar los
ajustes necesarios para mejorar la calidad de la intervencin con
los nios/as y sus familias, en un riel de mejora continua, como,
tambin, asume algunos de los desafos surgidos en la Mesa tcnica
nacional de los PIB, 2 en la cual participaron equipos ejecutores
de distintas regiones del pas, asesores/as tcnicos/as de las OCAS,
supervisores/as tcnicos regionales y profesionales del Deprode,
dando como fruto el documento Recomendaciones, desde la Prctica,
acerca de la Evaluacin de Competencias Parentales y Marentales en
Programas de Prevencin Focalizada (PIB) el cual se encuentra
disponible en la pgina web del Servicio. II.-Antecedentes En el ao
1990, el Estado de Chile ratifica la firma de la Convencin de
Derechos del Nio (CDN), con ello inicia una profunda reforma para
adecuar su normativa interna y sus polticas pblicas al espritu de
dicha Convencin.
La CDN en su prembulo, reconoce a la familia como grupo
fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el
bienestar de todos sus miembros, y en particular de los nios, debe
recibir la proteccin y asistencia necesarias para poder asumir
plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad.
Reconociendo que el nio, para el pleno y armonioso desarrollo de su
personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente
de felicidad, amor y comprensin (CDN, 1989). Especficamente, es su
artculo 19, hace referencia a la proteccin que deben tener los
nios/as de cualquier forma de maltrato y de la necesidad de que los
pases cuenten con programas de apoyo para sus cuidadores.
Textualmente, plantea que
1 Bases Tcnicas de la modalidad PIB, Sename, 2008 2 La Mesa
Tcnica Nacional tuvo como propsito Compartir instrumentos de
evaluacin de competencias parentales y marentales y se desarroll en
5 sesiones entre el mes de septiembre del ao 2012 y abril del
2013.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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Los Estados Partes adoptarn todas las medidas legislativas,
administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al
nio contra toda forma de perjuicio o abuso fsico o mental, descuido
o trato negligente, malos tratos o explotacin, incluido el abuso
sexual, mientras el nio se encuentre bajo la custodia de los
padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que
lo tenga a su cargo. Esas medidas de proteccin deberan comprender,
segn corresponda, procedimientos eficaces para el establecimiento
de programas sociales con objeto de proporcionar la asistencia
necesaria al nio y a quienes cuidan de l (idem).
En Chile, el Servicio Nacional de Menores es el organismo pblico
encargado de la poltica pblica especial, cuya misin es Contribuir a
la restitucin de derechos de nios, nias y adolescentes,
vulnerados/as, as como a la responsabilizacin y reinsercin social
de los adolescentes infractores/as de ley, a travs de prestaciones
de calidad mediante una red de programas ejecutados directamente o
por organismos colaboradores del Servicio3. Es as, que en el mbito
de proteccin de derechos, el Servicio cuenta con una amplia red de
programas de atencin, que incluye lo promocional, lo preventivo, la
restitucin de derechos y la resignificacin de las vulneraciones
vividas por los nios, nias y adolescentes en el pas, sin
discriminacin alguna y que para lograr estos propsitos, involucran
activamente a las familias.
Antes de revisar la oferta especfica de proteccin de derechos,
parece necesario revisar cifras de maltrato que afecta a la
poblacin infanto-juvenil en Chile. El 4 y ltimo estudio realizado
por Unicef en Chile (2012) seala, dentro de sus principales
resultados que, el 71% de los nios y nias recibe algn tipo de
violencia de parte de su madre y/o padre, por ende tan solo el 29%
no es vctima de violencia. Del 71% que es maltratado, el 19,5% solo
recibe violencia psicolgica; un 25, 6 % violencia fsica leve y el
25.9% de los nios y nias sufre violencia fsica grave. Al comparar
estos datos con estudios anteriores del mismo organismo, se puede
sealar que hubo una disminucin del maltrato, ya que en el ao 2006
el 75,2% si lo era, producindose una disminucin de un 4,2% en 6
aos. La revisin del estrato socioeconmico de los consultados, que
reconocen ser vctima de algn tipo de violencia, se plantea que no
hay diferencias estadsticamente significativas, por tanto, se puede
aseverar que el maltrato afecta transversalmente a nios, nias y
adolescentes de todos los estratos sociales (Unicef, 2012, p.8).
Dentro de sus conclusiones, seala que La violencia produce efectos
severos y profundos en la vida de los nios, nias y adolescentes,
que afecta seriamente su desarrollo y crecimiento: deteriora
relacin con los padres, afecta rendimiento escolar, genera
problemas de salud mental, produce problemas con sus compaeros de
colegio, entre otros (idem, p.19). Adems, agrega que uno de los
factores de riesgo ms relevantes, tanto para el abuso como para el
maltrato, es la presencia de violencia entre los padres. Cuando hay
violencia entre los padres, los nios y nias estn en una situacin de
mayor vulnerabilidad de sufrir violencia y abuso (idem, p.19). Segn
datos del poder judicial, los Tribunales de Familia y de Letras con
competencia en familia, en el ao 2012, en todo el pas ingresaron
160.669 causas vinculadas a vulneraciones de derechos y violencia
intrafamiliar. Al revisar cifras de la base de datos de Sename
(Senainfo), el total de atendidos/as en la oferta programtica del
Departamento de Proteccin de Derechos fueron 162.924 nios, nias y
adolescentes. De los cuales, 29.211, es decir, el 17,9%
correspondieron a usuarios/as de los Programas de Intervencin
Breve, para la Prevencin Focalizada (PIB). Respecto de la
caracterizacin de los nios, nias y adolescentes usuarios/as de los
PIB atendidos en el ao 2012,4 se puede sealar lo siguiente:
- En relacin a la causal ingreso, la principal es negligencia en
un 21%; en segundo lugar, con un 18% testigo de violencia
intrafamiliar; en tercero, con un 16% la inhabilidad de uno o ambos
padres; en cuarto lugar, con un 8%, se encuentran la interaccin
conflictiva con los padres o adultos a cargo y proteccin de acuerdo
a orden de tribunal5 y, en quinto lugar, con un 5%, la interaccin
conflictiva con la escuela.
- En relacin al sexo de los usuarios/as, se puede plantear que
del total de atendidos, el 48% correspondi a nias y el 52% a
nios.
- En relacin a la escolarizacin, el 81% asiste regularmente, el
16% ha desertado o no asiste y del 3% no se cuenta con
informacin.
- Respecto de la edad de los usuarios/as, el 21% tiene entre 0 y
5 aos; el 26% entre 6 y 9 aos; el 27% entre 10 y 13 aos; el 24%
entre 14 y 17 aos y el 2% presenta otras edades.
3 Pgina web del Sename, www.sename.cl 4 La fuente de informacin
es la base de datos de Sename. 5 Se asigna esta categora de
Proteccin, cuando es derivado por tribunal y no especifica la
materia.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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- En relacin al ingreso con orden de tribunal, se puede sealar
que 35% de los nios/as atendidos no ingresa con orden de tribunal;
el 0, 7% es derivado por Fiscala o Tribunales de Garanta y el 64,
3% es ingresado por mandato de Tribunales de Familia o con
competencia comn.
Considerando los datos anteriormente expuestos, se puede sealar
que el perfil de usuario/a de la modalidad PIB se caracteriza por
presentar, como principales causales de ingreso vulneraciones de
derecho que se producen en el contexto familiar y el 65 % es
derivado por una instancia judicial. Respecto del sexo, los
usuarios/as son levemente superior de sexo masculino, la edad es
proporcionalmente similar en los distintos tramos etreos, en su
mayora se encuentran escolarizados. En relacin a los tiempos de
permanencia, en su mayora se ajustan los tiempos establecidos en
las bases tcnicas de la modalidad, es decir, 18 meses de
intervencin. Una vez revisado distintas fuentes de informacin, las
cuales indican que la presencia de problemticas que afectan a la
poblacin infanto- juvenil del pas, asociadas a vulneraciones de
derecho surgidas en el contexto familiar son cuantitativamente
significativas. Por tanto, se hace necesario revisar los efectos
que tienen en los nios, nias y adolescentes, el no ser bien
tratados por sus adultos cuidadores. Respecto del impacto del
maltrato en los nios y nias, existe una amplitud de investigaciones
y autores que plantean los efectos negativos que tiene el maltrato
en su normal desarrollo e incluso en el surgimiento de patologas
fsicas y mentales. Es as que Jorge Barudy, psiquiatra y Marjorie
Dantagnan, psicloga, ambos chilenos con amplia experiencia en
programas de tratamiento de nios y nias vctimas del maltrato en
Chile, Espaa y Blgica, plantean que las innumerables
investigaciones han demostrado que los trastornos psquicos y los
problemas de comportamiento de nias, nios y jvenes a menudo son las
consecuencia de una carrera de nios maltratados. En muchas
ocasiones, estos trastornos son la nica forma de los nios, para
denunciar y resistir la violencia de los adultos (2005, p. 136).
Los autores, plantean que el maltrato hacia los nios y nias, se
origina en la incompetencia de los padres, y tambin la de la
sociedad adulta, incapaz de asegurar la satisfaccin de sus
necesidades y la proteccin de sus derechos (idem, p. 20). Por otra
parte, Andrs Fresno y Rosario Spencer, acadmicos de la Universidad
de Talca de Chile, realizaron un Estudio Acerca del Efecto del
Maltrato Fsico en la Calidad de las Representaciones de Apego
Infantil en Chile, en sus resultados preliminares plantean que los
nios vctimas de maltrato fsico presentan una mayor preferencia por
la utilizacin de estrategias de hiperactivacin y desorganizacin del
apego que los nios no maltratados (2001, p. 191). En el caso de la
hiperactivacin, los nios intensifican sus comportamientos de apego
para hacer frente a las inconsistencias parentales y obtener de
parte de stos una conducta estable (idem, p. 195). Respecto de la
desorganizacin, Los comportamientos de maltrato fsico por parte de
las figuras de apego hacen que stas, en lugar de ser fuentes de
proteccin y seguridad sean figuras que generen terror e
interacciones caticas, lo que dificulta la posibilidad de
establecer una estrategia de apego organizada (Idem). El maltrato
hacia los nios, nias y adolescentes no se explica por una sola
causa, sino por el contrario, se reconoce que es un fenmeno que se
comprende de manera multicausal, con factores generadores y
mantenedores que se encuentran en distintos mbitos que, a su vez,
se interrelacionan, estos son: individuo, familia, entorno social y
cultural. En este mismo sentido, Paulo Srgio Pinheiro, autor del
Informe Mundial Sobre la Violencia contra los Nios y Nias6,
adscribe al modelo ecolgico que identifica factores en la historia
personal y las caractersticas de la vctima o autor, su familia, el
contexto social inmediato (a menudo denominados factores
comunitarios) y las caractersticas de la sociedad en su conjunto
(2011, p. 12). III. Formulacin del Problema. Pinheiro, reconoce que
la variedad de investigaciones en las ciencias neurobiolgicas,
sociales y del comportamiento, ha generado una comprensin mucho ms
profunda de la importancia de las experiencias vividas durante la
niez en el desarrollo del cerebro y del papel central de las
relaciones tempranas en el desarrollo saludable de ste, (2011, p.
3). Este mismo experto, y los sealados en el acpite anterior
(Barudy y Dantagnan, 2005, y Fresno y Spencer, 2011) plantean que
el maltrato, por parte de los padres o cuidadores, tiene diversos
efectos negativos en el normal desarrollo de los nios y nias,
produciendo una diversidad de sintomatologa, afectando su salud
fsica y mental. Adems, proteger a los nios y nias contra la
violencia tiene un inmenso potencial para reducir todas las formas
de violencia en la sociedad, as como las consecuencias sociales y
de salud a largo plazo asociadas a la violencia contra la infancia
(idem, p. 69).
6 Paulo Sergio Pinheiro, es un experto independiente que realiza
un estudio por encargo de la Secretara General de Naciones Unidas,
cuyos hallazgos y recomendaciones se plasman en el Informe Mundial
contra la Violencia hacia los Nios y las Nias.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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Por otra parte, los datos que arrojan el estudio de Unicef
(2012), Tribunales de Familia y con competencia comn (2012) y
Sename (2012), indican que la presencia de diversas expresiones de
maltrato que afectan a los nios, nias y adolescentes en su entorno
familiar, es un problema vigente es nuestro pas. Lo cual, impone a
Sename, como rgano del Estado, encargado de la poltica de proteccin
especial, la necesidad de generar una oferta de apoyo a las
familias con dificultades de buen trato hacia sus nios/as y
adolescentes, en coherencia con lo estipulado en el artculo 19 de
la CDN. Ms an, El Comit de Derechos del Nio, en su informe del ao
2007, en su recomendacin n 43, indica al Estado de Chile que
ofrezca ms apoyo a las familias con objeto de impedir que se vean
separadas de sus hijos, por ejemplo, en forma de servicios de apoyo
psicolgico y orientacin para la crianza de los hijos y prestaciones
financieras.
En coherencia con lo anterior, Pinheiro, postula en su Informe
Mundial (2011, que la prevencin es la clave, puesto que el
acumulado de conocimiento cientfico indica que programas rigurosos,
basados en evidencia pueden detener, o bien, intervenir de manera
efectiva y temprana con los nios/as y sus familias. El experto
agrega, que estos programas deben articularse con otros sectores,
como justicia, salud, educacin, empleo, entre otros servicios que
sean necesarios para generar sistemas de atencin integral. Otro
elemento a considerar, es que cualquier programa o servicio de
atencin debe asegurar el respeto por las opiniones de los nios y
nias en todos los asuntos y decisiones que les afecten. En cuanto a
la oferta programtica Sename, cuenta con una modalidad cuyos
objetivos se encuentran dentro del mbito de lo
promocional/preventivo, estos son los Programas de Prevencin
Comunitaria (PPC), los cuales se instalan en micro-territorios con
la finalidad de prevenir las vulneraciones de derechos en conjunto
con los nios/as, adolescentes, las familias y los distintos actores
de la comunidad; tambin cuenta con los Programas de Intervencin
Integral Especializada (PIE), cuyo objetivo general es Contribuir a
la reparacin del dao vincular y psicosocial producido en nios, nias
y adolescentes por vulneraciones de derechos graves y crnicas 7,
Adems, el Servicio cuenta con los Programas de Proteccin
Especializada en Maltrato y Abuso Sexual Infantil (PRM), que tienen
como propsito Contribuir al proceso reparatorio del nio, nias o
adolescente que ha sufrido maltrato fsico o psicolgico grave,
constitutivo de delito y/o agresin sexual infantil8. De esta
manera, el Servicio aborda lo promocional/preventivo y lo
reparatorio, requiriendo una oferta que intervenga desde lo
preventivo/restitutivo. Por tanto, para esta modalidad, el problema
que se requiere abordar es la presencia de vulneraciones de
derechos asociadas a mediana complejidad, que afectan a nios, nias
y adolescentes en el contexto familiar, tales como negligencia
moderada, testigo de violencia intrafamiliar no constitutiva de
delito, maltrato fsico y/o psicolgico moderado, entre otros, a
travs de un programa que contribuya a la restitucin de los derechos
vulnerados y prevenga su cronificacin mediante una Intervencin
Familiar. IV.- Sujeto de Atencin Participante del Programa El
programa atender a nios, nias y adolescentes de entre 0 y menos de
18 aos de edad, y a sus adultos a cargo, afectados por
vulneraciones de derechos relacionadas con su contexto familiar,
que son de carcter moderado, como:
Testigo de violencia intrafamiliar, que no es constitutiva de
delito. Maltrato psicolgico leve a moderado. Maltrato fsico leve a
moderado, que no tiene denuncias actuales en fiscala o polica.
Negligencia moderada, no crnica. Otras vulneraciones de derecho que
afecten a los nios, nias y adolescentes vinculados
con su entorno familiar y que no sean constitutivas de delito.
Caracterstica particular de los proyectos que se ejecutan en el
marco del Programa Vida Nueva es que sumada a las vulneraciones de
derechos, propias del sujeto de atencin, se debe sumar aquellos
nios, nias y/o adolescente con ms de un ingreso a Unidades
Policiales por situaciones de vulneracin no constitutivas de delito
y/o transgresoras iniciales. No son sujeto de atencin del programa:
negligencia grave o crnica, maltrato fsico y psicolgico grave,
testigo de VIF constitutivo de delito, abandono, peores formas de
trabajo infantil y otras graves vulneraciones de derecho. Cabe
sealar, que en contextos rurales, los nios ingresan a temprana edad
a trabajar, lo cual exige a los equipos, la necesidad de trabajar
con los padres, las condiciones que son necesarias para garantizar
la seguridad y respeto a sus
7 Bases Tcnicas de la modalidad PIE, Deprode, Sename, 2012. 8
Bases Tcnicas de la modalidad PRM, Deprode, Sename, 2012.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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derechos, salvaguardando el derecho a la educacin, ejemplos de
ello, son los temporeros, trabajo en ferias libres, entre otras
actividades que los nios/as desarrollan por iniciativa propia para
satisfacer necesidades personales y en algunas situaciones, como
apoyo al sustento econmico familiar cuando es precario. Si bien el
sujeto que origina la atencin del programa es el nio, nia o
adolescente, se entiende que ste se encuentra inserto en un
contexto familiar y socio-comunitario que es necesario de
considerar en el proceso de intervencin. Para lo cual, se requiere
reconocer los factores de vulnerabilidad/riesgo y factores
protectores/recursos en los distintos niveles: personal, familiar y
socio-comunitario. En el marco del monitoreo de la modalidad PIB
(2009), los equipos plantearon que existen situaciones
transversales, que estaran presentes en las vidas de los nios y
nias, independiente de la causal que origina la intervencin del
programa, las cuales son importantes de considerar como parte del
teln de fondo o caractersticas que se pueden presentar como
vulnerabilidades del sujeto de atencin. Estas situaciones se pueden
clasificar en los siguientes mbitos:
En el mbito individual (nio/a o adolescente): se puede
visualizar elementos conductuales, (como conductas agresivas,
dificultad para respetar normas y lmites), cognitivos (como
deficientes recursos para el dilogo y la resolucin de problemas,
bajo rendimiento escolar) y emocionales (como baja autoestima,
inseguridad, introversin, dificultad para expresar emociones) En el
contexto familiar: aparecen dinmicas de violencia a nivel fsico y
verbal, problemas en el establecimiento de lmites, negligencia en
el cuidado de los hijos/as, consumo de drogas y enfermedades de
salud mental en uno o ms adultos a cargo, entre otras. En el entono
socio-comunitario: aparecen factores vinculados al territorio, como
estigmatizacin, situaciones de violencia, de microtrfico, entre
otras, que constituyen un entorno poco protector para el desarrollo
de nios y nias. Tambin, se menciona la escuela como un factor de
vulnerabilidad cuando sta genera procesos de exclusin. Otro
antecedente que permite comprender el contexto socio-econmico de
las familias usuarias de los PIB, es el dato acerca de su
vulnerabilidad social. De acuerdo a la informacin arrojada, ao
2010, por la Ficha de Proteccin Social (Mindes), el 62.7% se
encontraba en el primer decil (el ms vulnerable) y el 94.2 % en los
cuatro primeros. Lo cual muestra que el programa se encontraba
focalizado en la atencin a la poblacin ms vulnerable del pas9. Al
compartir los hallazgos del monitoreo de la modalidad con los
equipos PIB y supervisores/as tcnicos regionales, se problematiz la
dificultad que se tiene para reconocer recursos y fortalezas
concretas en los nios/as, sus familias y el entorno, es as que en
los lineamientos tcnicos de la modalidad a partir del ao 2010, se
incorporaron factores protectores y/o recursos que se pueden
reconocer en los siguientes mbitos: En el mbito individual (nio/a o
adolescente): Habilidades resilientes (poder enfrentar las
situaciones adversas y reanudar un tipo de desarrollo sano).
Adecuada integracin a institucin escolar y/o capacidad para
reinsertarse. Motivacin por participar en diversas iniciativas
(recreativas, culturales, deportivas, organizacionales, entre
otras). Y/ o conocimiento de instituciones u organizaciones que
pueden apoyarlo. En el contexto familiar: Presencia de personas
adultas significativas con disposicin a participar de la
intervencin. Presencia de personas de la familia extensa,
dispuestos a apoyar las labores de crianza. Conocimiento de
servicios sociales a los cuales poder acceder. Participacin en
organizaciones de la comunidad. Otro recurso, que fue mencionado en
la Mesa tcnica nacional de los PIB10, es que en la actualidad se da
una mayor disposicin de los padres u otras figuras masculinas a
participar de la intervencin, lo cual adems ha sido favorable para
la efectividad de la intervencin. En el entono socio-comunitario:
Presencia de organizaciones sociales y/o de redes vecinales de
apoyo. Existencia de grupos de promocin del deporte, de actividades
recreativas o culturales. Presencia de servicios sociales, y
valoracin de stos por parte de la comunidad. Presencia de adultos
en la comunidad escolar con disposicin a generar entornos
protectores. V.-Va de Ingreso Las vas de ingreso, son por derivacin
de las redes locales como establecimientos educacionales, centros
de salud, municipio, otros programas u organizaciones del
territorio. Tambin, proyectos de la red Sename como Oficinas de
Proteccin de Derechos (OPD), Programas de Prevencin Comunitaria
(PPC), entre otros. Adems, pueden ingresar los nios/as
9 Estos datos fueron aportados por el Departamento de
Planificacin y Control de Gestin (Deplae) de Sename. 10 La Mesa
Tcnica, fue coordinada por la Lnea de Prevencin del rea de Gestin
Programtica y se llev a cabo entre el mes de septiembre del ao 2012
y abril del 2013.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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o adolescentes y sus familias por demanda espontnea o deteccin
directa del equipo interventor. Por otra parte, tambin podrn ser
entes derivadores, los Tribunales de Familia o con competencia
comn, aquellos nios, nias y adolescentes que cumplan con el perfil
de sujeto de atencin sealado en las presentes bases tcnicas. De ser
as, el tribunal deber enviar todos los antecedentes de que
disponga, o bien, tendr que solicitarlos el equipo mencionado. En
el caso de los proyectos que se ejecutan en el marco del Programa
Vida Nueva, cabe destacar que a lo menos el 40% de las derivaciones
al Proyecto PPF debern proceder de la lista 24 horas; y debe quedar
reflejado en el registro SENAINFO (Tipo Solicitante del Ingreso).
VI.-Cobertura y Focalizacin Territorial Los proyectos a licitar que
se enmarquen en este modelo Programa de Prevencin Focalizada, con
Intervencin Familiar, atendern al perfil del sujeto de atencin
mencionado en estas bases y correspondern al territorio sealado en
el anexo N 1, el cual ser propuesto por la respectiva Direccin
Regional en el proceso licitatorio cuando corresponda. VII.
Objetivos, Resultados, Metas Objetivo General Restituir derechos
vulnerados asociados a mediana complejidad, que afectan a nios nias
y adolescentes en el contexto familiar, previniendo su
cronificacin. Objetivos Especficos Resultados Esperados Indicadores
1.- Fortalecer los recursos personales de los nios, nias y
adolescentes en consideracin a la etapa del desarrollo en la que se
encuentran.
1.- Nios, nias y adolescentes con recursos personales
fortalecidos de acuerdo a la etapa del desarrollo en la cual se
encuentran. 2. Nios, Nias y adolescentes participan de la evaluacin
de la intervencin.
N de NNA con evaluacin recursos personales al inicio de la
intervencin. N de NNA con evaluacin final de recursos personales
post intervencin. N de NNA cuyos PII incluyen acciones de
fortalecimiento de sus recursos personales. N de NNA que fortalecen
sus recursos personales durante el proceso de intervencin en el
programa. N de NNA que evalan satisfactoriamente la intervencin del
programa.
2.-Fortalecer competencias/recursos parentales y/o marentales de
los adultos a cargo que favorezcan la restitucin de los derechos
vulnerados de los nios, nias o adolescentes.
1.- Adultos a cargo cuentan con competencias/recursos parentales
y/o marentales que favorecen la restitucin de los nios, nias o
adolescentes. 2. Adultos a cargo de los nios, nias y adolescentes
evalan el proceso de Intervencin Familiar.
N NNA con familias con evaluacin inicial de competencias
parentales y/o marentales que favorecen la restitucin de derechos
de los nios, nias o adolescentes. N de NNA con familias con
evaluacin final de competencias parentales y/o marentales que
favorecen la restitucin de
Problema: presencia de vulneraciones de derechos asociadas a
mediana complejidad, que afectan a nios, nias y adolescentes en el
contexto familiar, tales como negligencia moderada, testigo de
violencia intrafamiliar no constitutiva de delito, maltrato fsico
y/o psicolgico moderado, entre otras.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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Meta de logro transversal a la modalidad Al menos el 80% de los
nios, nias y adolescentes, egresados por causales asociadas a la
intervencin1, no reingresan a proyectos de la red Sename de igual o
mayor complejidad, en al menos doce meses, respecto del total de
egresados del mismo perodo.
3. Adultos a cargo de los nios nios, nias y adolescentes son
evaluados con instrumento de competencias parentales
derechos de los nios, nias o adolescentes. N de NNA cuyos PII
incluyen acciones de fortalecimiento de los de competencias
parentales y/o marentales. N de NNA con familias que fortalecen sus
competencias parentales y/o marentales durante el proceso de
intervencin en el programa. N de NNA cuyas familias evalan
satisfactoriamente la intervencin del programa. N de adultos
evaluados en competencias parentales
3.- Promover la incorporacin de co-garantes del entorno familiar
y/o comunitario que aporten a la restitucin de derechos de los
nios, nias o adolescentes usuarios/as y apoyen en el ejercicio de
la parentalidad/marentalidad a los cuidadores principales.
1.- Co-garantes del entorno familiar y/o comunitario contribuyen
a la restitucin de los derechos de los nios, nias o adolescentes
usuarios/as y apoyan en el ejercicio de la
parentalidad/marentalidad a los cuidadores principales.
N de NNA que cuentan con apoyo social de los co-garantes del
entorno familiar. N de NNA con acceso a prestaciones y/o servicios
de los co-garantes del entorno comunitario. N de NNA cuyas familias
cuentan con co garantes del entorno comunitario que contribuyen en
el ejercicio de la parentalidad marentalidad.
VIII.- Marco Conceptual de la Modalidad
Marco tico Conceptual Enfoque de Derechos Humanos: Enfoque de
Derechos de la Niez y Adolescencia
El enfoque de derechos de la niez se enmarca dentro del enfoque
de derechos humanos que son aplicables a todas las personas y que
se expresa en la Declaracin Universal de Derechos Humanos, firmada
en 1948, por los Estados miembros de Naciones Unidas, en la cual se
reconocen los derechos fundamentales de todas las personas y se
basa en el principio de que los derechos humanos se fundamentan en
la "dignidad intrnseca de todas las personas. Esa dignidad y los
derechos a la libertad y la igualdad que se derivan de ella son
indisputables11. Esta Declaracin, junto con el "Pacto Internacional
sobre Derechos Civiles y Polticos, el "Pacto Internacional de
Derechos Econmicos, Sociales y Culturales y sus respectivos
protocolos opcionales, conforman la "Carta Internacional de los
Derechos Humanos"12. Los cuales funcionan como un marco
tico-poltico para los pases firmantes. Estos documentos reconocen
derechos fundamentales como la dignidad humana, la libertad en
todas sus expresiones (de conciencia, religin, expresin, entre
otras), la participacin en la vida pblica, el derecho al trabajo, a
la seguridad social, a un nivel de vida adecuado, a los niveles ms
altos posibles de bienestar fsico
11 http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/_ciddh.htm 12
http://www.cinu.org.mx/onu/documentos/_ciddh.htm#
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
10
y mental, el derecho a la seguridad social, a la educacin y el
disfrute de los beneficios de la libertad cultural y el progreso
cientfico, entre otros (Sename, 2005)13.
En este contexto es que la Cepal, conceptualiza el enfoque de
derecho como un marco conceptual para el proceso de desarrollo
humano que est basado normativamente en estndares internacionales
de derechos humanos y operacionalmente dirigido a promover,
proteger y hacer efectivos los derechos humanos... Un enfoque de
este tipo integra la normativa, principios y estndares del sistema
internacional de derechos humanos en la legislacin, programas,
planes y procesos del desarrollo 14 Con la Declaracin Universal se
abre las discusin a nivel internacional, acerca de cmo generar las
condiciones para grupos especficos que se encuentra en una situacin
de mayor inequidad y que, por tanto, se requiere acciones
especficas para asegurarles su pleno desarrollo. En este contexto
se enmarca, la Convencin de los Derechos del Nio (CDN), que abarca
los derechos especficos de las personas menores de 18 aos15 y
transforma necesidades en derechos colocando en primer plano el
problema de la exigibilidad, no slo jurdica sino tambin poltico
social de los derechos16Los Estados que han ratificado la CDN se
obligan a tomar las medidas necesarias en el aspecto legal,
administrativo o de otro tipo, a fin de lograr su implementacin.
Esto podra significar cambios en la legislacin, capacitacin de
funcionarios, establecimiento de mecanismos de monitoreo o
elaboracin de nuevas prcticas y polticas17 en torno a la niez. El
Estado de Chile ratifica la CDN en el ao 1990 y a partir de su
firma, gener un intenso proceso de reforma para adecuar su
legislacin y prcticas al espritu de la Convencin, transitando de la
Doctrina de la Situacin Irregular o Enfoque de Necesidades, a una
Doctrina de Proteccin Integral a la Infancia y Adolescencia o
tambin denominada Enfoque de Derechos (Contreras, Unicef, 2007). La
Doctrina de la Situacin Irregular, considera a los nios/as como
objetos de proteccin, las polticas sociales que primaban antes de
la CDN eran asistenciales y de beneficencia. En cambio, el Enfoque
de Derechos contempla una visin de los nios/as como sujetos plenos
de derechos (idem). Comprender a nios y nias como sujetos,
significa considerarlos como personas con capacidades, con
posibilidades de comprender su contexto, de ser parte activa de la
sociedad, interviniendo, aportando, demandando. Considera, tambin,
entenderlos como agentes de transformacin social, en una relacin
activa con su entorno que le permite producir cambios en l y en
ellos mismos. Y de Derechos, comprende que nios y nias tienen la
titularidad de dichos derechos y su vinculacin con los adultos no
les impide ejercerlos. Adems, reconoce su capacidad para tener
opinin propia y sus posibilidades de expresarla en consideracin de
su edad (Instituto Interamericano del Nio, Nia y el Adolescente,
2011). El Instituto Interamericano del Nio, la Nia y el
Adolescente, organismo especializado de la OEA (IIN, 2011) realiza
una comparacin entre el Paradigma de la Situacin Irregular y el de
la Proteccin Integral, que aporta al entendimiento de ambos
enfoques. Paradigma18 de la Situacin Irregular Paradigma de la
Proteccin Integral Considera a una niez indefensa, incapaz,
incompleta, que requiere de la solucin a sus necesidades y
problemas. El rol del adulto es decidir y asumir la defensa de los
derechos de la niez, pero sin su participacin.
Considera a la niez de manera activa en el ejercicio de sus
derechos, desde un enfoque de desarrollo integral y con capacidad
de intervenir en los asuntos que les afectan. El rol del adulto es
facilitar su desarrollo integral y el mximo de sus
potencialidades.
El cuadro anterior muestra claramente una situacin que ya se
haba sealado anteriormente, es decir que, el Paradigma de la
Situacin Irregular concibe a los nios y nias como objetos de
proteccin y la Doctrina de la Proteccin Integral, como sujetos de
derechos. Es por ello, que se seala a la Convencin de Derechos del
Nio como un hito que produce un cambio radical en el tratamiento de
la niez, puesto que a partir de su proclamacin y ratificacin se
comienza a considerar a nios, nias y adolescentes como personas con
capacidades y en igualdad de derechos que los adultos. No obstante,
este cambio de visin es reciente en comparacin al largo perodo en
que el abordaje fue desde un paradigma que comprenda a los nios y
nias
13 Documento interno Sistemas Locales de Proteccin de Derechos
de la Infancia-Adolescencia: Una Aproximacin Conceptual y de
Aplicacin Prctica. Sename, 2005. 14 La incorporacin del concepto de
derechos econmicos, sociales y culturales al trabajo de la Cepal,
Carmen Artigas para CEPAL, septiembre de 2003. 15
http://www.scslat.org/search/publi.php?cod=6&lang=s 16
http://www.iin.oea.org/2004/SMD.pdf 17
http://www.scslat.org/search/publi.php?cod=6&lang=s 18 Kuhn
(1970) define paradigma como "una completa constelacin de
creencias, valores y tcnicas, etc. compartidas por los miembros de
una determinada comunidad.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
11
como personas incompletas o menores, carentes de derechos, que
requeran la intervencin del mundo adulto para protegerlos, pero sin
considerar su opinin. De all, que subsisten concepciones y prcticas
en distintos mbitos de la sociedad (familia, escuela, comunidad,
entre otros) provenientes de ambos paradigmas, que colisionan,
quedando muchos desafos en los cuales seguir avanzando hacia la
instalacin de una doctrina de la proteccin integral de derechos
(Quilodrn, 2012). En el marco del Enfoque de Derechos, se pueden
distinguir polticas y programas Restitutivos o Promocionales. Las
polticas Restitutivas, estn dirigidas a la intervencin directa, o
por mediacin, a problemticas que se constituyen en vulneraciones de
derechos. Estas pueden tener distintos nfasis: como programas de
atencin directa de nios/as, o acciones dirigidas a generar cambios
en las estructuras polticas, institucionales o en la cultura con el
propsito de superar las vulneraciones de derechos. En cambio, las
Promocionales estn referidas a las intervenciones que los garantes
de derechos pueden llevar a cabo para fomentar y/o fortalecer una
cultura de derechos en una comunidad (Contreras, Unicef, 2007).
Enfoque de la Resiliencia: Una Mirada Esperanzadora para la
Intervencin en Niez y Adolescencia
La perspectiva de la Resiliencia ha sido de gran utilidad en las
Ciencias Humanas y Sociales, implicando un cambio de paradigma en
la mirada de los problemas personales y sociales; como tambin en la
intervencin que realizan profesionales y tcnicos al trabajar con
las personas. Transitando de un enfoque centrado en los problemas y
dificultades a una mirada que pone el nfasis en el reconocimiento
de fortalezas y recursos, para desde ah, promover la superacin de
las dificultades y en lo posible salir fortalecidos. Es una nueva
forma de enfrentar los problemas, los traumas y el sufrimiento
humano. Supone una transformacin en las creencias y de las
prcticas, cambiando de una visin determinista y en cierto sentido
pesimista a una visin ms esperanzadora (Milicic, 2011). La
resiliencia es la capacidad del ser humano para hacer frente a las
adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive
ser transformados por estas. Nadie escapa de las adversidades
(Henderson, 2006). Esta capacidad es el resultado de la interaccin
del individuo con otras personas, de sus condiciones de vida y del
ambiente vital (Barudy, 2005) Para Boris Cyrulnik, neuropsiquiatra
francs La resiliencia es el arte de navegar en los torrentes (2001,
p.213). Y la explica a travs de la siguiente metfora: Un trauma ha
trastornado al herido y le ha orientado en una direccin en la que
le habra gustado no ir. Sin embargo, y dado que ha cado en una
corriente que le arrastra y le lleva hacia una cascada de
magulladuras, el resiliente ha de hacer un llamamiento a los
recursos internos que se hallan impregnados en su memoria, debe
pelearse para no dejarse arrastrar por la pendiente natural de los
traumas que le impulsan a correr mundo y a ir de golpe, en golpe
hasta, el momento en que una mano tendida le ofrezca un recurso
externo, una relacin afectiva, una institucin social o cultural que
le permita salir airoso (idem, p.213). Paul Bouvier, en Cyrulnik
(2001) aclara que la resiliencia no es una vacuna contra el
sufrimiento, ni un estado adquirido e inmutable, sino un proceso,
un camino que es preciso de recorrer (idem, 215). Par recorrer este
camino se requiere un gua o tutor de resiliencia que es una persona
significativa que ayuda a que la otra persona le de sentido a lo
vivido, le permita salir airoso, tejer vnculos y reorganizar la
imagen de s mismo, entre otros aspectos (Cyrulnik 2001, Milicic,
2011). Desde esta mirada, los profesionales y tcnicos que trabajan
en programas que abordan problemticas relacionadas con niez,
adolescencia y familia, pueden contribuir a generar contextos
resilientes, poniendo al servicio de la intervencin sus propios
recursos (resilientes) (Barudy, 2005), favoreciendo as que los
padres, madres o adultos a cargo pueden ejercer una parentalidad y
marentalidad bien tratante hacia sus nios y nias. El propsito de
que los programas sociales, trabajen desde un enfoque de la
resiliencia le otorga a la intervencin una mirada esperanzadora
desde distintos ngulos. Por un lado, permite que el Estado asuma un
rol de generador de oportunidades de emergencia o fortalecimiento
de la resiliencia, aportando a la equidad con personas o grupos
sociales que no han tenido dichas oportunidades. De este mismo
modo, a los equipos tcnicos, les contribuye a darle sentido a su
intervencin, porque ve a los sujetos con los que trabaja, no solo
como personas con dificultades (que frecuentemente son muchas y
diversas), sino que tambin, desde sus recursos, fortalezas y,
tambin, desde las posibilidades de ser permeados por el proceso de
ayuda. A los nios, nias y sus familias, les permite elaborar las
situaciones dolorosas vividas, salir fortalecidos y en el caso, del
maltrato, evitar o interrumpir la violencia transgeneracional. El
enfoque de la Resiliencia, tambin ha sido abordado en el estudio
con familias que ejercen adecuadamente el cuidado de sus nios y
nias, an en contexto de gran estrs psicososial. Mara Jos Rodrigo,
Doctora en Psicologa, acadmica que ha desarrollado una serie de
investigaciones en parentalidad en Espaa, plantea que la
Resiliencia Parental, es un proceso dinmico que permite a los
padres desarrollar una relacin protectora y sensible ante las
necesidades de los hijos/as a pesar de vivir en un entorno
potenciador de comportamientos de
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
12
maltrato. (2009a, p.52). Un factor protector que aporta a las
familias a hacer frente a los estresores es el apoyo social
informal y/o institucional. Para la autora, la Resiliencia Parental
es una invitacin a ver las potencialidades de las familias y
cuestiona la forma que se ha tenido de nombrar a las que se
encuentran en riesgo psicosocial y que son usuarias frecuentes de
la oferta pblica, esto es multiproblemticas, disfuncionales,
desintegradas. Por otro lado, convoca a abandonar como modelos
ideales que guan la intervencin, aquellos que se basan en familias
normalizadas y propone cambiarlos por aquellos que presentan las
resilientes, ya que indican cmo han podido salir adelante en
determinados entornos. Otro aporte muy relevante de esta
perspectiva, es que dado que hay una diversidad de situaciones
familiares y de posibles formas de resiliencia, hay que sustituir
el dar recetas a los padres y madres, por ayudarlos a que hagan de
su parentalidad un traje a la medida y no el traje estndar que se
supone deben realizar (2009a, p.65).
La Parentalidad Positiva: Una mirada contextual del Ejercicio de
la Parentalidad y marentalidad.
El Comit de Ministros del Consejo de Europa en su recomendacin
19 del ao 2006, adhiere como marco para el desarrollo de polticas
pblicas dirigidas a la familia, la parentalidad positiva. Con el
propsito de alcanzar las condiciones necesarias para el fomento del
ejercicio positivo de la parentalidad, garantizando que todas
aquellas personas que han de educar nios tengan acceso a los
recursos adecuados (materiales, psicolgicos, sociales y culturales)
y que las actitudes y patrones sociales ms extendidos se adapten a
las necesidades de las familias con hijos y a las necesidades de
padres y madres (Rec 19, 2006 p. 1). Espaa, considera esta
recomendacin y su Ministerio de Sanidad y Poltica Social y la
Federacin Espaola de Municipios y Provincias (FEMP), establecen un
convenio con la finalidad de desarrollar polticas de apoyo a la
familia con enfoque de parentalidad positiva. Para apoyar este
proceso Mara Jos Rodrigo y otros acadmicos espaoles realizan
publicaciones19 e investigaciones con el propsito de desarrollar
programas basados en evidencia que fomenten dicha parentalidad
positiva. La parentalidad positiva se encuentra en concordancia con
los principios de la CDN. Y se define como el comportamiento de los
padres fundamentado en el inters superior del nio, que cuida,
desarrolla sus capacidades, no es violento y ofrece reconocimiento
y orientacin que incluyen el establecimiento de lmites que permitan
el pleno desarrollo del nio (Rec 19, 2006 p. 3). Uno de los
supuestos de los modelos de trabajo con familia desde la
parentalidad positiva, es que todos los padres, madres necesitan
apoyos para ejercer adecuadamente su parentalidad/marentalidad
(Rodrigo, y otros, 2010). La tarea de ser padres y madres no se
ejerce en un vaco, ni depende exclusivamente de las caractersticas
de los progenitores. Se ejerce dentro de un espacio ecolgico
(Rodrigo y otros, 2010, p.13). Un modelo ecolgico de parentalidad
positiva, considera tres factores: 1) el contexto psicosocial en el
cual vive la familia, que puede tener factores de riesgo que son
estresores para la tarea de ser padres, o bien, factores
protectores que apoyan el ejercicio de la parentalidad; 2) las
necesidades evolutivas/educativas de los nios/as (edad, situacin de
salud, caractersticas de personalidad, necesidades especiales),
tambin, se plantea que los padres moldean la vida de los hijos y
los hijos, tambin permean a sus padres, contribuyendo a sus propio
desarrollo20 3) las capacidades parentales, de madres y padres para
la crianza y educacin de los nios/as tambin modelan fuertemente el
ejercicio de la parentalidad positiva. Estos factores que
constituyen la diversidad de ecologas en las cuales se ejerce la
parentalidad/marentalidad tendran que considerarse en la entrega de
apoyos sociales a las familias. Puesto que, no hay dos tipos de
padres/madres, los buenos y los malos, sino mltiples ecologas en
las que los padres y las madres construyen su tarea con diversos
grados de dificultad (idem, p.15). Los mismos autores son crticos a
los programas de atencin que se han desarrollado tradicionalmente
con las familias, porque se ejecutan de manera tarda cuando las
problemticas estn cronificadas, son individualistas y han sido
asistenciales. Por el contrario se propone, un nuevo modelo de
intervencin con las familias basado en el fomento de la
parentalidad positiva, el cual debera contemplar, en primer lugar,
un perfil de usuario ms amplio y no solo a las familias en situacin
de pobreza. En segundo lugar, un modelo que parta del supuesto de
que todas las familias tienen capacidades que pueden promoverse, en
tercer lugar, diversificar las metodologas de atencin en funcin de
las necesidades de las familias. Y por ltimo, en cuarto lugar, el
proceso de identificacin de las potencialidades de las familias
requiere una exploracin cooperativa con la familia, que considere
su propia experiencia para enfrentar las dificultades en el pasado,
en vez de un diagnstico realizado solo desde el punto de vista del
experto.
19 Mara Jos Rodrigo y su equipo elaboran los siguientes
documentos: Parentalidad Positiva y Polticas Locales de apoyo a las
Familias (Rodrigo19, Maiquez y Martn, 2010) y La Educacin Parental
como Recurso para Promover la Parentalidad Positiva (Rodrigo,
Maiquez y Martn, 2010). 20 Palabras extradas de la presentacin de
Mara Jos Rodrigo, en el Seminario La Parentalidad Positiva: Un
Nuevo Enfoque para el Trabajo con Familias. Santiago de Chile, 25
de marzo del 2013
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
13
Save The Children Espaa (2012), propone 10 principios para la
parentalidad positiva y buen trato, estos son: 1.- Los nios y nias
tienen derecho al cuidado y gua apropiados. 2.- La parentalidad
positiva se basa en: conocer, proteger y dialogar. 3.- El vnculo
afectivo es determinante. 4.- El afecto debe demostrarse
abiertamente para que los nios y nias se sientan queridos. 5.- Las
normas y lmites son importantes: les dan seguridad. 6.- Los nios y
nias deben participar en el proceso de tomar decisiones y sentirse
responsables. 7.- Se les puede sancionar cuando se portan mal, pero
no de cualquier forma. 8.- La cachetada, el insulto, la amenaza o
los gritos no son eficaces ni adecuados para educar a los nios y
las nias. 9.- Los conflictos pueden resolverse sin violencia. 10.-
Es muy importante para que los nios y las nias estn bien, los
padres tienen que estar bien.
Los enfoques tericos planteados anteriormente tendrn que estar
en coherencia con la propuesta metodolgica de intervencin que
desarrolle el programa y que se expone en el siguiente acpite. IX.-
Consideraciones Metodolgicas para la Intervencin Sename, en tanto
organismo pblico asume el rol de generar el marco de accin de su
oferta programtica, es as, que se establecen claramente los
objetivos y resultados que debern alcanzar a travs de su ejecucin
los proyectos del Programa de Prevencin Focalizada PPF. Asimismo,
se invita a la sociedad civil, que para este caso son los
Organismos Colaboradores de Sename (OCAS), a que generen innovacin
en la implementacin del programa acorde a los contextos
territoriales en los cuales se inserta. Es decir, el Servicio seala
que se espera conseguir (objetivos y resultados) y se espera que
las OCAS en conjunto con sus equipos tcnicos, desarrollen sus
apuestas de cmo lograrlo, a travs del desarrollo de metodologas que
recojan los aprendizajes, la experticia y las caractersticas
particulares de los nios, nias, adolescentes, sus familias y el
entorno socio-cultural en cual se intervendr.
IX. 1 Modelos o Estrategias Metodolgicas Sugeridas. Sin
perjuicio de fomentar que las Ocas y equipos tcnicos desarrollen
sus propias apuestas, a continuacin se proponen modelos o
estrategias metodolgicas que han sido un aporte a la intervencin
que realizan los PIB con los nios/as, adolescentes y sus familias,
en algunos de ellos, los proyectos que se insertan en el Programa
Vida Nueva que han sido capacitados.
En sntesis, se espera que el quehacer del modelo Programa
Familiar de Prevencin Focalizada se enmarque dentro de una tica que
promueve la Doctrina de Derechos Humanos y su aplicabilidad a travs
del Enfoque de Derechos de la Niez en la intervencin con los nios,
las nias, los adolescentes y sus familias. Entendiendo que su
accionar se enmarca dentro de polticas restitutivas porque apunta a
restablecer derechos vulnerados de la niez y adolescencia, pero
tambin, es preventiva porque evita que dichas vulneraciones se
cronifiquen en la vida de los nios/as y, es a la vez, promocional
porque promueve el desarrollo de una cultura de derechos y una
parentalidad/marentalidad bientratante. En coherencia con lo
anterior, las perspectivas tericas que guan la intervencin del
programa estn basadas en enfoques de la resiliencia, que invitan a
visibilizar y movilizar los recursos de los nios/as, las familias,
los contextos e incluso del propio equipo interventor. Y desde
estas fortalezas y caractersticas contextuales de las familias y,
no ideales, se promueve el fortalecimiento de la parentalidad y
marentalidad de los adultos a cargo que favorezcan la restitucin de
derechos.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
14
Adems, se estima, que estn en sintona con los principios de los
enfoques propuestos en el acpite anterior. Estos son:
Modelo Transterico del Cambio y Entrevista Motivacional.
El Modelo Transterico del Cambio y la Entrevista Motivacional,
surgieron en el contexto de tratamientos con dependencias a
sustancias. Sin embargo, estudios que se han venido desarrollando
desde hace varios aos atrs, han mostrado su aporte, no solo al
tratamiento del abuso del consumo de alcohol y drogas, sino que
tambin, en el mbito de la salud mental y de temticas psicosociales
que afectan a diversas poblaciones (Parntesis, 2012). El Modelo
transterico del cambio se hace cargo de la respuesta a la pregunta
qu es lo que hace cambiar a una persona?. Los psiclogos Prochaska y
Diclemente (1982), intentan responder esta interrogante y realizan
una serie de estudios para comprender cmo y porqu cambian las
personas, llegando a la conclusin de que se presentaban ciertas
constantes en los procesos de cambio que efectuaban los individuos,
por s mismos, o, en contextos teraputicos; a estas contantes las
denominaron etapas del cambio. Dichas etapas son: Pre-Contemplacin,
Contemplacin, Preparacin, Accin, Mantenimiento, Recada Y
Finalizacin. Dentro de este enfoque, la motivacin se puede
comprender como el estado presente de una persona o la etapa de
preparacin para el cambio. Es un estado interno influido por varios
factores externos (Miller, W 1999 y Parntesis 2012). El aporte de
este modelo es que reconoce que el cambio es un proceso y que parte
del son las recadas, las cuales no son significadas como fracasos
sino como una accin esperable. Otro elemento positivo, es que la
identificacin de la etapa del cambio en el cual se encuentre una
persona, ayuda a utilizar las estrategias de intervencin adecuadas
para el proceso que est viviendo el individuo en ese momento. En
este modelo, la motivacin para el cambio es algo abordable y
trabajable en el proceso de intervencin por el interventor o
terapeuta y no una condicin previa para iniciar un tratamiento.
Desde esta perspectiva, para un terapeuta no es adecuado culpar al
paciente de no estar motivado para el cambio, de igual manera que
un dependiente no puede culpar a un cliente de que no est motivado
para comprar. La motivacin es una parte central e inherente a las
tareas de un profesional (Miller, W. 1999, p.25). La entrevista
motivacional surgi en el mbito sanitario en programas de
tratamiento para personas con consumo abusivo de alcohol y drogas.
Su propsito es aumentar la motivacin intrnsica de las personas para
que el cambio surja desde ellas. Se trata de una forma concreta de
ayuda para que las personas reconozcan y se encarguen de sus
problemas presentes y potenciales. Se puede utilizar con personas
que se encuentren ambivalentes respecto de la posibilidad de
cambios, ya que ayuda a resolverlas. Para algunas personas, esto es
todo lo que realmente necesitan. Una vez que se desbloquean, dejan
la inmovilizacin de los conflictos motivacionales y recuperan las
habilidades y recursos que necesitan con el fin de llevar a cabo un
cambio duradero (Miller, W. 1999, p. 51). El rol que asume el
terapeuta o interventor no es autoritario, ni de experto que tiene
que decirles a las personas lo que tienen que hacer en sus vidas.
Por el contrario, la responsabilidad del cambio radica en las
personas y tiene los siguientes principios de intervencin
(Parntesis, 2012):
Expresar empata mediante la escucha activa Desarrollar la
discrepancia entre las metas o valores de la persona y su
comportamiento
actual. Apoyar la Auto-eficacia. Creer en la posibilidad de que
el cambio es posible y la persona
es la responsable de esta decisin.
Las estrategias de la Entrevista Motivacional (Parks, 2009),
estn orientadas a promover una conversacin orientada al cambio, a
travs de:
Preguntas Abiertas Respaldar a la persona La Escucha Reflexiva
El Resumen
En sntesis, de acuerdo a lo sealado la entrevista motivacional
es una herramienta til para trabajar con personas que no estn del
todo convencidas o nada convencidas de llevar a cabo procesos de
cambio. Por tanto, puede ser una estrategia especialmente til para
el trabajo con familias que ingresan al Programa Familiar de
Prevencin Focalizada, en contextos coactivos, ya que fueron
derivadas por tribunales. Tambin, puede aportar a la intervencin
con las familias o usuarios/as denominados como No adherentes,
porque presentan resistencias a recibir ayuda. Lo interesante o
novedoso en relacin a otras miradas, es que el modelo transterico
del cambio y la entrevista motivacional incorporan la motivacin a
dicho cambio como parte del proceso de intervencin, y no como un
requisito previo. Adems, le otorga un rol activo al interventor
psicosocial en la motivacin al cambio, pero el cambio propiamente
tal es responsabilidad de las
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
15
personas. La entrevista motivacional emplea ciertas tcnicas, en
las cuales se pueden entrenar los interventores interesados en
utilizarlas.
Modelo Contextual Relacional Centrado en los Recursos. Este
modelo se ha empleado en el mbito de la terapia clnica con
familias. Es as, que el Instituto Chileno de Terapia Familiar,
adhiere a este modelo para desarrollar su trabajo teraputico,
porque es un enfoque que propone una forma de mirar en la que
ponemos atencin no slo en el individuo, sino que, especialmente en
las relaciones que establece con las dems personas con las cuales
interacta. Por lo tanto, el comportamiento de una persona no lo
entendemos slo como determinado por sus caractersticas individuales
(biolgicas y psicolgicas), sino que lo entendemos (sic) en el
contexto relacional en el que ocurre (familia, trabajo, comunidad,
etc) (Bernales, 2012, p.56). Dicho de otra manera, lo Contextual
Relacional es apreciar las relaciones en sus contextos y, es
tambin, reconocer los contextos que estn siendo a su vez producidos
por esas relaciones. La relacin se da siempre en un entorno y ste
se modifica por efecto de la relacin. Desde esta lgica, cuando un
profesional interviene, lo hace desde un nuevo evento posible, con
el propsito de articular lo nuevo con lo tradicional y conocido21.
Un modelo centrado en los recursos, tiene el supuesto a la base de
que todos los sistemas, incluidas las familias, poseen los recursos
necesarios para solucionar sus problemas. Para Walsh (2004), este
enfoque tiene como objetivo construir intervenciones sobre la base
de reas de competencia y recursos de la familia, de manera de
generar en ella capacidad de accin (Bernales, 2012, p.61). En este
sentido, se comprende que la familia desarrolla comportamientos
adaptativos a sus contextos y que el interventor o terapeuta
alienta la bsqueda de alternativas, desde ellos, ms que enfatizar
sus limitaciones o dficits. Desde el enfoque centrado en los
recursos, (Walsh, 2004 en Bernales 2012) la intervencin es ms
eficaz si:
Se centra en pequeos logros, con el objetivo de que la familia
vuelva a tener control sobre su vida y recupere la confianza en sus
capacidades.
Para que lo anterior ocurra, se requiere acoger la historia de
la persona y/o familia como legtima y no como una serie de faltas.
Adems, se reconoce que s han podido enfrentar situaciones
complejas, dando cuenta de la resiliencia familiar.
Se ampla el foco a la red de relaciones familiares y sociales,
para identificar aportes que contribuyen a la solucin del
problema.
Se realizan intervenciones que realcen las interacciones
positivas, as como tambin, se identifican y valoran las estrategias
que han utilizado para salir adelante. Hay que amplificar estos
momentos, pautas y recursos, puesto que resultan reparadores de la
confianza.
Se estimulan las reas libres de problema. Consultar por las
excepciones al problema, por ejemplo preguntar qu hacen bien?, qu
les ha resultado?
El Instituto Chileno de Terapia Familiar (2013)22, agrega los
siguientes aspectos a considerar en la intervencin centrada en los
recursos:
Eleccin de un Foco claro para intervenir. Efectuar preguntas
relacionales (circulares) y de contexto que apunten a la
construccin
de posibilidades. Revisar con la familia otras alternativas que
se sientan capaces de desarrollar ms que
subrayar limitaciones.
El Modelo Contextual Relacional, basado en los recursos muestra
una forma de intervencin teraputica con las familias que es
coherente con los enfoques tericos del programa, aportando
estrategias interventivas que se apoyan en el reconocimiento de los
recursos de la familia, establece un foco claro para intervenir y
establece un vnculo teraputico, en cual, las personas tienen un rol
activo, entre otros aspectos que se constituyen un aporte a la
intervencin del programa.
21 Apuntes de las presentaciones del Curso Estrategias de
Intervencin para el Desarrollo de Competencias Parentales, dirigido
a equipos PIB-Programa Vida Nueva. 22 Apuntes de las presentaciones
del Curso Estrategias de Intervencin para el Desarrollo de
Competencias Parentales, dirigido a equipos PIB-Programa Vida
Nueva.
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IX.2 Criterios metodolgicos transversales.
Flexibilidad: Las prcticas humanas tienen siempre lugar en un
contexto determinado, definido por dimensiones espaciales y
temporales: todas las prcticas son prcticas situadas, localizadas,
territorializadas, se dan en un aqu y ahora especficos, concreto e
irreversible. Por lo tanto, El contexto es dinmico ya que est
siendo construido, reconstruido y deconstruido constantemente
(Martnez, 2006, p.21). Es as, que las presentes bases de licitacin
son el marco de accin que tendrn que considerar las OCAS y equipos
tcnicos, pero, como ya se ha sealado, se espera que los ejecutores
propongan metodologas en coherencia con su experiencia prctica, su
formacin, sus aprendizajes y, especialmente con las caractersticas
del territorio y sus habitantes. Asimismo, se entiende que la
definicin de problemticas que aborda el Programa de Prevencin
Focalizada, se efectu considerando el aporte especfico que realiza
este programa dentro del abanico de oferta programtica de proteccin
de derechos, enmarcada en la poltica de proteccin especial de niez
y adolescencia. No obstante, las expresiones de las vulneraciones
asociadas a mediana complejidad y las caractersticas especficas del
sujeto de atencin participante del programa, se encuentran en
coherencia con los contextos, y por lo tanto, se espera que se
consideren en la implementacin del programa y en la intervencin con
los nios, nias, adolescentes, sus familias y los co-garantes. Esto
implica reconocer el territorio donde se encuentra instalado el
programa, identificar las caractersticas socio-culturales del
entorno en cual habitan los nios/as, sus familias y los actores
comunitarios o institucionales relevantes. Tambin, se requiere
visualizar los factores de vulnerabilidad/estresores especficos,
que impactan a las familias, as como tambin, los recursos o
factores protectores del contexto. Otro aspecto importante a
considerar, es que el programa atiende a familias y no a la
familia. Por tanto, es necesario comprenderla en su pluralidad de
formas de constituir familia y, en coherencia con ello, los adultos
con los cuales se trabaja en la restitucin de derechos son el padre
y/o la madre, o bien, con quienes asumen el ejercicio del rol
parental/marental de los nios/as usuarios/as. Una situacin concreta
que fue discutida en la Mesa tcnica nacional de los Programas de
Prevencin Focalizada-PIB (2012-2013), es por ejemplo, la
consideracin del ejercicio de la parentalidad/marentalidad en
regiones de la zona norte de Chile, en que muchos padres trabajan
en faenas mineras y se ausentan perodos prolongados de tiempo del
hogar, sobrecargando a las madres en las tareas de crianza.
Entonces, una mirada contextualizada sera no determinar que existe
un padre ausente, sino que considerar que la parentalidad se ejerce
en esas condiciones e incluir estas consideraciones en los
objetivos del plan y las metodologas para llevarlo a cabo. En este
mismo sentido, tendra que considerarse el criterio de flexibilidad
cuando se interviene con una familia que es parte de una
determinada cultura, como en el caso del pueblo mapuche en la regin
de la Araucana. Desde esta mirada, tambin, cobran sentido las
intervenciones en los espacios cotidianos o naturales de la
familia. Varios equipos PIB han implementado intervenciones en los
domicilios porque les han resultado ms efectivas para generar
nuevas dinmicas relacionales, que aportan a la restitucin de
derechos de los nios/as y adolescentes, o bien, han sido tiles para
la incorporacin de figuras de la familia que se encontraban en una
posicin ms perifrica de la intervencin, como ocurre en ocasiones
con los padres. Otros equipos, que tienen un amplio radio de accin
han adecuado espacios de la comunidad: escuelas, juntas de vecinos,
entre otros, para facilitar el acceso a la atencin a sus
usuarios/as y/o para involucrar a dichos actores como un recurso en
la intervencin. Otro aspecto, sealado por los equipos PIB como
positivo para generar adherencia y la participacin de los
usuarios/as, especialmente de los adultos, en el proceso, es la
flexibilidad de los horarios de atencin, adecundolos a sus tiempos
disponibles, atendiendo a los adultos luego de que culminan su
jornada laboral.
Promocional: Un segundo criterio se relaciona con la
consideracin de lo promocional como eje transversal de la
intervencin. Esto significa comprender el programa como un espacio
de desarrollo tendiente a mejorar la situacin de vida de nios,
nias, adolescentes y sus familias, en un contexto habilitador,
fortalecedor de sus potencialidades y mostrando oportunidades.
Tambin, se entiende que las intervenciones que se realizan en sus
distintos niveles (personal, familiar y sociocomunitario) tienen
como sustrato fomentar y/o fortalecer una cultura de respeto de los
derechos de la niez y adolescencia. En trminos operativos, esto
implica, al menos:
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- Potenciar, en cada espacio de intervencin, el conocimiento y
ejercicio de los derechos de nios/as y adolescentes, tanto en
ellos, como en sus familias, como con los actores locales, para que
se y los reconozcan como sujetos de derechos.
- Conectar la situacin vivida con los derechos implicados en sta
y con los recursos que pueden potenciarse para su superacin.
- Entregar herramientas que favorezcan la autoproteccin en nios,
nias y adolescentes, as como tambin, la proteccin de sus derechos
por parte del mundo adulto (familias, personas adultas protectoras
y actores locales).
- Favorecer la percepcin, tanto en los nios, nias y
adolescentes, sus familias, personas adultas protectoras y actores
locales, de que las situaciones pueden cambiar y mejorar,
entregando herramientas que les permitan empoderarse para retomar
el control de sus vidas, manejando y resolviendo situaciones de
vulnerabilidad.
La estrategia promocional, tiene un doble efecto, por una parte
contribuye a generar un contexto protector para el nio, nia y/o
adolescente, y por otra, va propiciando el reconocimiento de sus
derechos por parte del mundo adulto, que no slo va repercutiendo en
la situacin particular de ese nio/a, sino que en las relaciones que
las personas adultas establecen con el mundo infanto-adolescente y
viceversa.
Participacin: Con la firma de la CDN, el Estado de Chile no solo
se obliga a promover el buen trato hacia la niez y adolescencia y a
establecer servicios de apoyo a las familias, sino que tambin,
tiene que considerar el derecho a la participacin que est
consagrado en diversos articulados, especialmente en el 12 referido
a la consideracin de la opinin del nio y la nia en los diversos
asuntos que le afectan. En congruencia con lo anterior, se espera
que el Programa de Prevencin Focalizada PPF, desarrolle una
intervencin que involucre activamente a los nios, las nias, los
adolescentes, sus familias y los co-garantes de derechos,
considerando su opinin, hacindolos partcipes del proceso de
intervencin y actores en la restitucin de derechos. Es necesario
entregar algunos aspectos conceptuales que orienten el quehacer del
Programa PPF, sin perjuicio de que las Ocas y sus equipos tcnicos
desarrollen sus apuestas para operacionalizar el derecho a la
participacin. Nios, nias y adolescentes participantes del Foro
Nacional de Participacin (2010) organizado por Sename y la sociedad
civil,23entregaron algunos aspectos con los cuales relacionan
participacin, esto es: que es un derecho, un acto voluntario que se
produce en la interaccin con otros y otras, una posibilidad de
expresar la opinin, as como de escuchar a los dems, y que tiene
ciertos principios como la no discriminacin, integracin y
relaciones democrticas. Es interesante como los nios, nias tienen
claridad respecto de que es un derecho, la relacionan como un
proceso colectivo, as como con opinar y tambin el escuchar. Es
decir, esto desmitifica el temor por parte del mundo adulto,
respecto de que la participacin generara en los nios, nias una
excesiva individualidad, sino por el contario, piden ser odos, pero
tambin manifiestan su disposicin a la escucha. Por su parte, el
Instituto Interamericano del Nio, Organismo Especializado de la
OEA24 (IIN, 2010, pg. 14-20), plantea ciertas consideraciones
respecto de la participacin y a continuacin se sealan las que
parecen como orientadoras para el trabajo del Programa de Prevencin
Focalizada PPF, estas son: La Participacin como un eje del
paradigma nio, nia como sujeto de derecho. Los diversos artculos
contenidos en la Convencin que aluden al derecho a la participacin
desmiente la concepcin tradicional de la niez como estado de
incompletitud o deficiencia para instalar una nueva perspectiva en
que el nio es un ser pensante, capaz de formarse juicios, de tener
ideas propias en funcin del grado de desarrollo alcanzado
(principio de autonoma progresiva). En suma: se abre a la
consideracin de un nio persona. Se reconoce que el ejercicio del
derecho a la participacin, genera un cambio de paradigma en el
tratamiento de la niez y adolescencia, puesto que las acciones
desarrolladas para su promocin, requieren ser realizadas en
conjunto con los nios y nias, reconocindoles a ellos y ellas,
capacidades propias, con posibilidad de opinar y de formarse un
juicio, de acuerdo a su edad y, en este contexto, el rol del adulto
es generar las condiciones para que esto sea factible.
23 Participaron alrededor de 100 nios, nias y adolescentes de
Programas de Prevencin Comunitaria (PPC) de distintas regiones del
pas. 24 Organizacin de los Estados Americanos.
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La Participacin como necesidad para el pleno desarrollo
psicosocial. El supuesto a la base es que las personas son seres
sociales y que, por tanto, la participacin es una necesidad humana
y una condicin para su desarrollo pleno. Aspectos centrales del
desarrollo personal, como la autoestima, la posibilidad de mantener
conductas autnomas, el respeto y la consideracin hacia los otros se
ven fortalecidos y alimentados con las experiencias participativas
que el nio o nia tenga oportunidad de vivir durante su desarrollo.
Para los nios y nias, la participacin les permite vivenciar de
manera muy concreta el ser sujetos de derechos25. Adems, les
permite desarrollar ciertas habilidades sociales que facilitan su
vinculacin con el entorno, con los adultos y con los pares, as como
tambin fortalecen su autoestima26. La participacin como un factor
protector frente a vulneraciones de derechos. La participacin
infantil y adolescente influye en los sistemas de proteccin de
derechos. Se ha constatado que ante mayor participacin, baja el
nivel de vulnerabilidad y riesgo. Retomando las dos consideraciones
sealadas anteriormente, si la participacin es central para que el
nio, nia o adolescente sea reconocido como sujeto y le abre las
posibilidades a expresarse sin ser mediado por el adulto, entonces
disminuye los factores de riesgo de sufrir vulneraciones de sus
derechos y, si ocurrieran, podr identificarlas como tales y pedir
ayuda. No obstante, como los nios, nias estn en una condicin de
asimetra de poder, el cual se concentra en el adulto, se requiere
tambin incorporar en las acciones de prevencin y formacin a los
adultos. Se requiere que nios, nias y adultos tengan la posibilidad
de incluirse en espacios de formacin acerca del enfoque de
derechos, pero tambin de participar de espacios intergeneracionales
que les permitan intercambiar sus visiones acerca de la niez y
adolescencia, as como ejercitar la escucha mutua, especialmente por
parte de los adultos. De manera complementaria con lo anteriormente
expuesto, Sename, en su mbito de proteccin de derechos a adscrito a
lo propuesto por Diego Palma (1999), el cual plantea que la
Participacin Sustantiva, es la que permite la realizacin de las
personas y profundizar su ciudadana, de lo contrario se produce una
instrumentalizacin de los sujetos por parte de los programas que se
supone tienen un componente participativo. Entonces, la
participacin sustantiva surge en el encuentro de dos dinmicas:
la capacidad de participar: actitudes y habilidades que han
desarrollado las personas a travs de la prctica, as como de la
reflexin acumulada y que la aportan cuando son invitados a
incorporarse a los programas.
Las oportunidades de participar: que el programa considere la
especificidad del grupo que participa.
Por lo tanto, se puede sealar que se da una participacin
sustantiva, cuando hay un ajuste entre las capacidades para
participar y las oportunidades que se brindan. Traducido al
Programa de Prevencin Focalizada PPF, el equipo ejecutor, tendr que
generar las condiciones y disear mecanismos acordes a las
caractersticas especficas de sus sujetos participantes, como gnero,
edad, etnia, caractersticas culturales, entre otras. De manera
operacional, se espera que se considere el criterio de participacin
al menos de la siguiente manera:
- No solo consultar, sino que considerar la opinin de los
nios/as y adolescentes en el diagnstico y evaluacin
parental/marental. As como tambin, en la co-construccin del plan,
su ejecucin y evaluacin. Todo lo anterior, tomando en cuenta la
etapa del desarrollo en la cual se encuentre.
- Involucrar activamente a las familias en todo el proceso de
intervencin, desde la acogida hasta el egreso. Empoderndolas para
que asuman proactivamente su rol en la restitucin de derechos.
- Involucrar a otros adultos del entorno familiar y comunitario
que puedan aportar al proceso de restitucin, favoreciendo que
asuman un rol de co-garantes de derechos de los nios/as y
adolescentes usuarios/as.
25 Este es uno de los principales hallazgos de la investigacin
realizada por Andrea Quilodrn (2012) La Participacin de Nios y Nias
en Espacios Comunitarios: Un Aporte al Ejercicio de su Ciudadana?.
Estudio Cualitativo a partir de la Voz de los Nios y Nias
participantes de dos Programas de Prevencin Comunitaria (PPC):
Polpaico y La Legua. Tesis para optar al grado de Magister en
Psicologa, mencin Psicologa Comunitaria. Universidad de Chile 26
Estas aseveraciones, son parte de algunos de los hallazgos surgidos
en la realizacin de grupos focales con nios y nias participantes de
Programas de Prevencin Comunitaria, en el ao 2011
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IX.3. Niveles de Intervencin El Programa tiene como propsito
restituir vulneraciones de derechos de la niez y adolescencia
asociadas a la mediana complejidad, por tanto, el sujeto de accin
participante del programa, son los nios, nias y adolescentes. Sin
embargo, se entiende, desde una mirada ecolgica, que los nios/as se
encuentran insertos en un entorno familiar y socio-comunitario, y
que por lo tanto, requieren ser abordados de manera articulada para
superar la situacin que origin el ingreso al programa. De este
modo, la intervencin con los nios/as y adolescentes la ubicaremos
en el nivel personal, con los adultos a cargo, en el nivel familiar
y con los actores del entorno en el nivel socio-comunitario. Es
importante, tener claridad respecto de que cada nivel de
intervencin tiene sus objetivos y un contenido a trabajar con
determinada metodologa. No obstante, las intervenciones tendrn que
desarrollarse de manera articulada y con un foco comn, cual es
restituir el o los derechos vulnerados que justificaron el
involucramiento del programa.
Nivel Personal:
Tiene como propsito fortalecer los recursos personales de los
nios, nias y adolescentes en consideracin a la etapa del desarrollo
en la que se encuentran. Para ello, se requiere identificar los
factores protectores y o recursos que ha utilizado para hacer
frente a la vulneracin y que requeriran ser potenciados para
superar dicha vulneracin. Como tambin, los factores de riesgo
presentes en el nio, nia o adolescente que han contribuido a la
mantencin de la o las vulneraciones de derecho. La intervencin con
los nios/as y adolescentes, tiene como sentido promover sus
recursos resilientes, ayudndoles a comprender las situaciones que
han vivido, en consideracin a la etapa del desarrollo en la cual se
encuentren, trabajando sus dificultades y desarrollando un proceso
en conjunto con ellos que les permita identificar y potenciar sus
fortalezas. Los recursos resilientes especficos que se trabajarn
con cada nio, cada nia o adolescente, dependern del motivo de
ingreso al programa, sus caractersticas personales, sus necesidades
evolutivas, su gnero, su pertenencia a alguna etnia o grupo social,
entre otras (estas consideraciones hacen alusin al criterio
metodolgico de flexibilidad). Estos aspectos, tambin, tendrn que
tomarse en cuenta para definir en conjunto con el nio/a o
adolescente si es ms pertinente que participe de una modalidad
individual o grupal o en ambas. Igualmente, se propone conectar
procesos de intervencin grupal e individual, en el entendido que
los procesos grupales, por una parte, poseen un alto efecto
teraputico, puesto que favorecen el intercambio de experiencias y
aprendizajes en torno a ciertos tpicos de inters, y que los
procesos de intervencin individual, por otra, permite tener un
conocimiento profundo de cada nio/a o adolescente en particular, as
como tambin, trabajar aspectos especficos, que luego pueden ser
potenciados en la intervencin grupal. Entre los resguardos que
habra que considerar para la intervencin grupal, es que el nio/a o
adolescente est dispuesto a participar de esta modalidad y que el
programa le ofrezca esta alternativa cuando cada uno lo requiera y,
por ningn motivo, que la intervencin se tenga que prolongar ms all
de lo necesario a la espera de que funcione una instancia grupal.
Finalmente, tambin, es importante considerar en la intervencin con
los nios, nias y adolescentes los criterios metodolgicos de
participacin y lo promocional. Puesto que se espera que ellos sean
actores en su proceso de restitucin y que tengan la posibilidad de
aprender acerca de sus derechos. Adems, se motiva a que su
permanencia en el programa sea una oportunidad concreta de
vivenciar el ser un sujeto titular de derechos. Todo lo anterior,
por supuesto, considerando la etapa del desarrollo en la cual se
encuentran, sus caractersticas personales y, otros aspectos, que
les parezcan relevantes a los equipos interventores.
Nivel familiar:
Como ya se sealara en acpites anteriores, el objetivo del
programa es Restituir derechos vulnerados asociados a mediana
complejidad, que afectan a nios nias y adolescentes en el contexto
familiar, previniendo su cronificacin. Por lo tanto, para este
modelo la intervencin con familia, es crucial e ineludible para
lograr la restitucin de los derechos de los nios/as y adolescentes.
Como tambin fuera sealado, el programa PIB27 tuvo como nfasis
principal para el perodo 2010-2013 el fortalecimiento de
competencias parentales, lineamiento que se mantiene para el
Programa de Prevencin Focalizada PPF.
27 Se recuerda que los PIB son los Programas de Intervencin
Breve, para la Prevencin Focalizada.
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Para tal efecto, se conceptualizar las competencias parentales y
marentales como el conjunto de capacidades que permiten a los
padres (o adultos a cargo) afrontar de modo flexible y adaptativo
la tarea vital de ser padres (o madres), de acuerdo con las
necesidades evolutivas y educativas de los hijos e hijas y con los
estndares considerados como aceptables por la sociedad, y
aprovechando todas las oportunidades y apoyos que les brindan los
sistemas de influencia de la familia para desplegar dichas
capacidades (Rodrigo,y otros 2008 en Rodrigo, M y otros 2009b p,
115). Para White (2005), en Rodrigo (2009b), son el resultado de un
ajuste entre diversas variables: las condiciones psicosociales en
las que vive la familia, el escenario educativo que los padres,
madres o cuidadores han construido para realizar su tarea vital y
las caractersticas de los nios, nias o adolescentes. Esta mirada
ecolgica de concebir las competencias es coherente con el marco
conceptual del programa, ya que se comprenden de una manera
multidimensional y relacional. Es decir, como plantea Rodrigo no se
dan en el vaco, sino que el ejercicio de la parentalidad y
marentalidad tiene que mirarse en funcin de las necesidades vitales
y caractersticas particulares de los nios y nias, y a su vez, como
stos influyen en la parentalidad y marentalidad de sus padres y
madres. Es decir, debera producirse un ajuste entre lo que el nio o
nia requiere y los que el padre o madre puede y tiene que
entregarle. No es lo mismo ser un padre o madre de una guagua, que
de un adolescente o de un nio/a con necesidades especiales. Otra
dinmica en juego son las propias caractersticas de los padres,
madres o cuidadores, sus expectativas respecto de su parentalidad o
marentalidad, sus recursos resilientes, su historia como hijo o
hija (si fue cuidado o no cuando nio o nia), sus creencias acerca
de la formas adecuadas de ejercer la crianza, entre otros aspectos
que influyen en dicha parentalidad/marentalidad. Tambin, es
importante considerar si tienen lugar relaciones afectivas y de
cooperacin entre el binomio madre y padre, e incluso presencia de
violencia conyugal, (Barudy 2005 Rodrigo 2009 b). Tambin, es
importante considerar las concepciones de gnero que tienen los
adultos que influyen en el ejercicio de su parentalidad o
marentalidad, por ejemplo, observar si las tareas de crianza son
compartidas, identificar quin o quienes asumen el rol normativo y/o
nutricio, las expectativas que se tienen respecto de los hijos/as,
dependiendo de si es nio o nia entre otros aspectos a
problematizar. Otra dimensin a considerar, como ya se ha sealado,
es el contexto en cual se ejerce la parentalidad y marentalidad,
identificando los factores estresores y/o protectores del entorno.
En este mismo sentido, es importante reconocer, tambin, las
creencias culturales y las formas validadas de ejercer la crianza
en el entorno en el cual estn insertas las familias. Desde otra
mirada, se asume el convencimiento sealado por el bilogo chileno
Humberto Maturana28, respecto de que los seres humanos somos en
nuestro origen seres biolgicamente amorosos y que la historia de
nuestro origen en el devenir de los seres vivos en la tierra, se
funda en el surgimiento de la familia como un espacio acogedor de
convivencia en el bien-estar el placer de la compaa, la cercana
corporal, la caricia, el jugar y la ternura (2013, p.4). No
obstante, en ocasiones el entorno familiar se transforma en un
espacio de mal-estar para el nio o la nia y se requiere una
intervencin externa para que recuperen su bien-estar. Asimismo, el
Programa de Prevencin Focalizada PPF, puede aportar para que los
nios y nias puedan desarrollar sus vidas en entornos familiares
amorosos y respetuosos de sus derechos. El supuesto a la base del
programa es que fortaleciendo las competencias parentales y
marentales de los adultos a cargo de la crianza de los nios y nias,
se contribuye al ejercicio de los derechos vulnerados que motivaron
el ingreso y posterior intervencin del programa. Para realizar este
proceso se requiere comenzar evaluando dichas competencias.
Asimismo, en la actualidad, no se cuenta con sistemas de evaluacin
parental/marental que hayan sido creadas en el contexto chileno,
pero existen instrumentos que han sido adaptados o validados en el
pas. Es as como, la encuesta realizada a los PIB en el ao 2011,
arroj que la mayora de los PIB utilizaban algunas pautas o
aplicaban instrumentos inspirados en La Gua de Valoracin de las
Competencias Parentales de Barudy y Dantagnan, en segundo lugar,
los equipos utilizaban la Escala de Evaluacin Familiar de Carolina
del Norte (NCFAS) y, en tercer lugar, se empleaban una diversidad
de instrumentos creados en otros pases. En el ao 2012, una
institucin 29comenz a adaptar la Propuesta realizada por Rodrigo y
otros (2009), quienes realizan su trabajo a partir de
investigaciones efectuadas en Espaa. Entre los aos 2012 y 2013, se
desarroll una Mesa tcnica nacional con participacin de equipos PIB,
asesoras tcnicas de las OCAS, supervisores/as tcnicos regionales y
profesionales del Deprode30, cuyos integrantes elaboraron el
documento Recomendaciones, desde la Prctica, acerca de la Evaluacin
de Competencias Parentales y Marentales en Programas de Prevencin
Focalizada (PIB)31, el cual tuvo como finalidad establecer
orientaciones comunes para que los equipos interventores realicen
una evaluacin de calidad y respetuosa de sus usuarios/as.
28 Co-Fundador con Ximena Dvila de la Escuela Matrztica de
Santiago. 29 Fundacin La Frontera que ejecuta su oferta programtica
en la regin de la Araucana. 30 Departamento de Proteccin de
Derechos de Sename. 31 Para mayor detalle, revisar anexo N1.
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Bases Tcnicas Programa de Prevencin Focalizada PPF
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Considerando los hallazgos surgidos en los seis aos de
implementacin de la modalidad PIB, se establece como un requisito
para el Programa de Prevencin Focalizada PPF, evaluar las
competencias parentales/marentales de la totalidad de familias que
ingresen a dicho programa. El tipo de instrumentos o pautas que se
utilicen ser de opcin de las OCAS en conjunto con sus equipos
tcnicos, no obstante, deber tener como objetivo la evaluacin
parerental/marental y tendrn que considerar las orientaciones que
se exponen a continuacin y que fueron extradas del documento
Recomendaciones, desde la Prctica, acerca de la Evaluacin de
Competencias Parentales y Marentales en Programas de Prevencin
Focalizada (PIB). En seguida se exponen algunas orientaciones que
tendrn que ser consideradas como mnimo, pero se sugiere revisar el
documento completo, el cual se encuentra disponible en el anexo N1
adjunto a este documento. Recomendaciones y orientaciones generales
para realizar la evaluacin parental/marental:
En el contexto del Programa de Prevencin Focalizada PPF32, el
propsito es evaluar para intervenir. Existe un consenso entre los
profesionales y estudiosos del tema en la utilidad de evaluar
competencias parentales y marentales, por distintas razones. En
primer lugar, disminuye los sesgos profesionales. Ya que, se
reconoce que los interventores