PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 1 DINÁMICA FLUVIAL
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 1
DINÁMICA FLUVIAL
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 1
ÍNDICE
1. Antecedentes
2. Introducción y objetivos
3. Resumen de los datos granulométricos del río Tordera
3.1 Tramo bajo
3.2 Tramo medio
3.3 Resumen y discusión
4. Estudio de la erosión general transitoria
4.1 Descripción de las infraestructuras de campo
4.2 Descripción de los datos de campo
4.3 Discusión de los datos de niveles y caudales
4.4 Análisis de los datos de los testigos de carbón
4.5 Análisis de los datos en la estación de Can Serra: formas de fondo
4.6 Discusión de los resultados de erosión general y formas de fondo
4.7 Otros datos históricos
5. Estudio de la erosión general a la rgo plazo
5.1 Fuentes de información cartográfica para el perfil longitudinal
5.2 Otras fuentes de información
5.3 Análisis gráfico del perfil longitudinal
5.4 Análisis del perfil basado en ecuaciones empíricas
5.4.1 Determinación del caudal dominante
a) Metodología “hidráulica”
b) Metodología “hidrológica”
5.4.2 Aplicación de las ecuaciones empíricas
5.4.3 Comparación entre las ecuaciones empíricas y el perfil del río
5.5 Discusión de los resultados
5.6 Tipo de cauce
5.7 Procesos de erosión regresiva y acreción
6. Análisis del movimiento en planta del río
6.1 Fuentes de información cartográfica
6.2 Descripción de la configuración en planta actual
6.3 Descripción de los cambios en planta entre 1915, 1956 y 1967
6.3.1 Tramo desde Sant Celoni a la desembocadura de la riera
de Santa Coloma
6.3.2 La isla de Tordera y el tramo desde la riera de Santa
Coloma al mar
6.4 Descripción de los cambios en planta entre 1967 y 1993
6.4.1 Tramo desde Sant Celoni a la desembocadura de la riera
de Santa Coloma
6.4.2 Tramo entre la riera de Santa Coloma y el mar
7. Análisis del riesgo de erosión en curvas
7.1 Cálculo del potencial erosivo de las márgenes
7.2 Cálculo de la erosión del fondo en una curva
7.3 Curvas de estudio
7.4 Resultados de tasas de erosión de márgenes
7.5 Resultados de erosiones de fondo
8. Cronología de los principales sucesos en el río Tordera
9. Discusión de las causas de los procesos de erosión en el río Tordera
10. Conclusiones del estudio de dinámica fluvial
11. Referencias
12. Equipo de trabajo
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 2
Anejos:
A. Coeficientes de rugosidad de Manning en la llanura de
inundación del río Tordera
B. Figuras de la evolución en planta del río Tordera
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 3
ESTUDIO DE LA DINÁMICA FLUVIAL DEL RÍO TORDERA
1. ANTECEDENTES
Este estudio forma parte del trabajo Planificació de l’Espai Fluvial de la Conca de la Tordera, que
desarrolla la empresa Sener, S.A. para la Agència Catalana de l’Aigua (en lo sucesivo Agència). El
trabajo se ha realizado en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en colaboración con profesores
de la Universitat de Lleida (UdLl). El encargo del estudio por parte de Sener, S.A. se recibió el día 5-III-
2002.
2. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
El río Tordera es uno de los cursos de agua de las cuencas internas de Catalunya con más interés como
espacio natural, quizá por sus dimensiones, su aspecto y la relativa abundancia de caudal (al menos en su
tramo medio), entre otros factores. No obstante, las intervenciones humanas han sido importantes; por
ejemplo la construcción de vías de comunicación ocupando la llanura de inundación o la extracción
masiva de áridos.
Según nuestro conocimiento en el momento de iniciar el estudio, el Tordera es un río que presenta un
comportamiento dinámico como curso fluvial. Podemos decir que existe una gran “variabilidad”,
especialmente en el tramo en que se puede definir como río de arenas (tramo bajo del río, desde Hostalric
al mar). Esta variabilidad significa sobretodo una gran movilidad del fondo. Se dan movimientos del
fondo de tipo transitorio durante las avenidas, movimientos del fondo de tipo permanente o sea
manifestados a largo plazo, desplazamientos laterales con erosión de orillas, etc. La cimentación de
muchos puentes (por ej. el de la carretera N-II en Tordera), la historia de otros que sucumbieron a las
crecidas (el de la autopista A7 en 1971, en la desembocadura de la riera de Santa Coloma), el estado de
otras obras en el cauce (tan socavadas como la estación de aforos de Can Simó en Fogars de Tordera) o
la incisión de un brazo en la isla de Tordera son ejemplos de estas variaciones.
Tal como se expresó en la propuesta de colaboración a Sener.S.A., de fecha 27-XI-2001, el objetivo
general del estudio es el análisis y la predicción de los movimientos del río Tordera, es decir el estudio
de su dinámica fluvial o su movilidad. Dentro de estos movimientos o cambios fluviales, el análisis que
sigue tiene relación con tres aspectos principales: a) la erosión general transitoria durante crecidas, b) la
erosión general a largo plazo del río y c) los cambios fluviales que se reflejan en la planta del río. Se
exponen en este orden como los apartados 4, 5 y 6. Puede señalarse que siguiendo este orden se va de lo
más específico a lo más general. La movilidad en planta es la más visible y en ella no se hace intervenir
ningún análisis matemático (aptdo.6), a diferencia del estudio del perfil longitudinal (aptdo.5) y sobre
todo de los cambios durante las crecidas, que pasan en general desapercibidos, y que invitan al análisis
matemático (aptdo.4). Para los cálculos realizados en los apartados 4 y 5 es necesario conocer los datos
de granulometría, en el apartado 3.
El último apartado recoge el estudio de los riesgos de erosión en curvas del río. Al final de la memoria,
en un apéndice, se resume el trabajo realizado para proponer unos coeficientes de rugosidad de Manning
del río Tordera, en particular en las llanuras de inundación. Se incluye en esta memoria por haber sido
parte del encargo de Sener, S.A. dentro del referido trabajo de Planificació de l’Espai Fluvial. Un punto
importante de la propuesta de 27-XI-2001, el estudio del transporte sólido total, particularmente en
avenidas, no ha podido llevarse a cabo.
3. RESUMEN DE LOS DATOS GRANULOMÉTRICOS DEL RÍO TORDERA
La granulometría del material aluvial es una información fundamental para un estudio de la movilidad de
un cauce. Por ello se comienza esta memoria describiendo los datos granulométricos con que se ha
contado.
3.1 Tramo bajo
En la zona baja, desde la desembocadura de la riera de Santa Coloma hasta el mar, se cuenta con 7
muestras granulométricas procedentes de dos trabajos distintos: (26) y (28), anteriores a este encargo pero
desarrollados en el pasado por los mismos grupos de la UdLl y la UPC. Ordenadas desde aguas arriba a
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 4
aguas abajo (fig.1), los resultados de los principales parámetros granulométricos (tamaños con un 16, 50
y 84% de la muestra medio por debajo y Dm, tamaño medio calculado aritméticamente) son:
Tabla 1 Lugar Coord. Peso (kg) D16 (mm) D50 (mm) D84 (mm) Dm (mm) a CanSimó(28) 14800 47,8 0,73 3,21 10,8 7,58 b CanSimó(26) 14800 2,22 0,8 2,2 6 3,7 c CanSerra(26) 10285 4,88 1,0 4,0 25 10,5 d Tordera(28) 8580 45,9 0,68 2,22 12,2 8,57 e puenteNII(26) 7070 8,20 0,8 2,20 15 7,42 f carbón(26) 5895 1,15 0,8 1,35 3,0 1,80 g Blanes(28) 2650 12,8 0,35 1,60 6,46 4,43 La coordenada (“Coord”) indica la distancia en metros del punto de muestreo a la desembocadura en el
mar. En todo el trabajo se sigue esta referencia espacial. El peso es el total de la muestra de material
ensayado.
Las muestras (28) son más fiables que las muestras (26) porque los pesos totales son mayores y también
porque en el primer caso se usaron 18 tamices, entre 0.063 mm y 60 mm, y en el segundo 11 tamices (del
número 200 al de pulgada y media). Las muestras (28) se tomaron en 1999 y las (26) en 1997. En todos los
casos, se veló porque los muestreos fueran representativos del conjunto del material, lo que en ocasiones
significó tomar material en varios lugares de la sección.
De la tabla se desprende que los materiales aluviales desde la desembocadura de la riera de Santa
Coloma hasta el mar son arenas gruesas (hasta 2 mm) y gravas finas (desde 2 mm). Atendiendo a los
datos (28) se podría añadir que se distingue una suave disminución del tamaño con la distancia. Los datos (26), de menos fiabilidad, sirven de confirmación o contraste de (28).
Además de estos datos, a partir de una fuente diferente(11), en la zona del puente de la carretera NII
mediante dos sondeos con toma de tres muestras a diferente profundidad en cada uno, se obtuvo D16= 0.9
mm, D50=1.1 mm, D84= 3 mm, resultado bastante congruente con la tabla 1.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 5
Figura 1. Posición de las granulometrías y los testigos de carbón (ver aptdo.4.1)
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 6
Por otra parte, el material aluvial del cauce de la riera de Arbúcies, uno de los afluentes que aporta mayor
volumen de sedimento al río Tordera, en el lugar de la estación de aforos de la Agència (EA56) cercano a
la desembocadura en el Tordera, tiene la siguiente granulometría(2) (3) (4):
Tabla 2 Lugar Peso tot. (kg) D16 (mm) D50 (mm) D84 (mm) Dm (mm) h r. Arbúcies 35,0 0,41 2,2 21 12,4 es decir, de nuevo en el dominio de las arenas gruesas y gravas finas. La desembocadura de la riera de
Arbúcies se encuentra en la coordenada 20790 (≈ km.21).
3.2 Tramo medio
Por otra parte, como parte del presente trabajo se ha realizado el muestreo granulométrico del tramo
medio del río Tordera, entre Sant Celoni y Hostalric, que no era conocido por los trabajos anteriores.
Para ello, en primer lugar se visitó todo el tramo el día 17-IV-02, tratando de acceder al río siempre que
fuera posible. Se seleccionaron 6 lugares representativos en los que se han hecho dos tomas de muestras
en los días 29 y 30 de mayo de 2002: en primer lugar un muestreo superficial por el método de conteo (o
método de Wolman(31)), para determinar las características de la coraza (presente en todos los puntos,
excepto el último, en Hostalric), y en segundo lugar un muestreo volumétrico del material que se
encuentra bajo la superficie, tamizado en laboratorio. Todo el trabajo desde la selección de los sitios ha
corrido a cargo del grupo de la UdLl.
El peso total de las muestras bajo la superficie y el número total de partículas en el muestreo por conteo
aseguran la fiabilidad del trabajo. El tamizado de la primera se hace con 14 tamices hasta 90.5 mm y el
tratamiento de las partículas contadas se hace clasificándolas en 10 clases de tamaños, desde 5.6 mm a
181 mm.
Los resultados expresados en milímetros para el tramo medio de Sant Celoni a Hostalric se presentan en
la tabla 3. Los valores de los muestreos volumétricos bajo la superficie, llamados inferiores o sub-
superficiales, se señalan en la tabla con la abreviatura sub. En el caso de Hostalric existe un solo material
muestreado volumétricamente.
Tabla 3 Lugar Coord. Muestra (kg) (nº) D16 D50 D84 D90 Dm i St.Celoni 34825 superficial 400 p. 23,0 41,4 70,9 81,4 55,7 “ St.Celoni “ sub 70 kg 0,89 6,15 34,5 43,9 18,2 j Carburos 30770 superficial 400 p. 16,0 27,6 54,6 67,6 42,2 “ Carburos “ sub 50 kg 1,15 8,12 36,4 46,3 19,9 k Gaseoducto 27432 superficial 400 p. 17,7 34,2 79,7 96,3 53,9 “ Gaseoducto “ sub 50 kg 0,98 6,65 31,6 43,5 17,8 l 2 puentes 25585 superficia l 400 p. 19,0 34,5 62,2 70,8 47,3 “ 2 puentes “ sub 60 kg 0,69 7,77 45,7 57,6 22,5 m Gorg 1 22357 superficia l 293 p. 15,8 29,1 53,0 62,4 56,9 “ Gorg 2 “ superficial 300 p. 11,6 20,6 34,9 39,6 27,5 “ Gorg 2 “ sub 15 kg 0,68 2,15 5,62 8,89 5,36 n Hostalric 18160 sub 50 kg 0,46 1,22 6,58 16,9 5,64
Además de los parámetros de las tablas anteriores (con el mismo significado que en aquéllas) se incluye
en ésta el tamaño D90 tal que un 90% del material es más fino. El tamaño D90 se usa en la expresión de
Strickler (para el coeficiente de rugosidad de Manning) en la forma n= (D90 (m))1/6/ 26, que nos parece
interesante cuando la información granulométrica es fiable y la granulometría extendida. De lo contrario,
con información escasa o bien con granulometría relativamente más uniforme, sería preferible el uso de
la expresión análoga con D50, es decir n= (D50 (m))1/6/ 21. En la quinta columna, “p.” significa el
número de partículas del muestreo superficial; de lo contrario se trata del peso en kilogramos de la
muestra volumétrica. En todas las tablas de este apartado, Dm significa el diámetro medio (media
aritmética). Los valores del diámetro medio calculados como media geométrica, más interesantes cuando
el material tiene una granulometría extendida, son prácticamente iguales a los de la tabla.
En los tres primeros lugares de muestreo se tomó el material de una barra central o lateral dentro del
cauce principal (en terminología geomorfológica bankfull). El lugar de Sant Celoni se encuentra justo
aguas abajo de la estación de aforos de la Agència (EA15). El segundo lugar corresponde a la fábrica
Prodesfarma-Carburos metálicos. El tercero es una zona con erosión de margen, que ha llegado a
amenazar a un gaseoducto. Los siguientes dos lugares de muestreo se caracterizan por ser zonas muy
anchas con grandes depósitos. En el llamado dos puentes se tomó el material de una barra central fuera
del cauce principal. En el Gorg del Perxistó se tomó el material de dos barras laterales distintas, una
fuera y otra dentro del cauce principal (denominadas 1 y 2 en la tabla).
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 7
Lo más destacado en este tabla es que los tamaños característicos hasta Hostalric corresponden a un
material de tipo grava media o gruesa, acorazada. Este material se convierte en poca distancia en una
grava fina o arena gruesa, tal como la del tramo bajo del río. Esta transformación ya ha ocurrido en
Hostalric (coord. 18160) en donde el material es incluso más fino que aguas abajo (Can Simó, Tordera y
Blanes), pero no ha ocurrido todavía en el Gorg (Gorg del Perxistó, coord. 22357) en donde se diferencia
un material superficial más grueso. También aguas arriba de Hostalric, el material que aporta la riera de
Arbúcies (coord. 20790) es fino. Podemos afirmar (basándonos en observaciones) que también la riera de
Santa Coloma (que desembocada en la coordenada 16260) aporta material fino. Por ello, en líneas
generales podríamos concluir que la transformación granulométrica coincide aproximadamente con la
desembocadura de la riera de Arbúcies. Hay que destacar que este afluente presenta un transporte sólido
muy cuantioso (2) (3) (4) , que se hace evidente en los depósitos a modo de delta que forma en su
confluencia con el Tordera.
3.3 Resumen y discusión
En resumen se presenta la siguiente tabla con las coordenadas (medidas desde el mar) y el tamaño D50 en
milímetros:
Tabla 4 Coord 34825 30770 27432 25585 22357 18160 14800 8580 2650 D50, superfic. 41,4 27,6 34,2 34,5 29,1/20,6
D50, sub 6,15 8,12 6,65 7,77 2,15 1,22 3,21 2,22 1,60
Obsérvese que en las cuatro secciones superiores el cauce está acorazado, la capa superficial son gravas
gruesas y la capa inferior gravas finas. Entre esas cuatro secciones no podría distinguirse una diferencia
significativa de tamaños ni en una ni en otra capa. Obsérvese en cambio la disminución de ambos
tamaños en la siguiente sección (sobre todo el sub-superficial). Esta disminución se puede considerar una
transición al cambio de tamaño medio tan notable que se observa en Hostalric (coordenada 18160). Este
cambio vendría anunciado por el material sub-superficial de parecido tamaño en la sección de transición
y también estaría relacionado con la aportación de la riera de Arbúcies (D50=2.2 mm en la coord.
20790).
El cociente de las dos últimas filas de la tabla 4, es decir D50, superfic. / D50, sub es una medida del grado
de acorazamiento del lecho, que es máximo en la coord. 22357 donde vale 11.6, mientras oscila entre 3.4
y 6.7 aguas arriba de esa sección. En dicha sección de transición es por tanto donde la “segregación” de
tamaños es mayor. Probablemente, a continuación la incorporación del material de la riera de Arbúcies
cambiaría de tal manera las proporciones entre uno y otro tipo de material (a favor del último) que
desaparecería la continuidad de la coraza.
Para evaluar la uniformidad del material (y así tener también un criterio sobre la expresión de Strickler),
se puede usar el parámetro σ = √ (D84/D16) , que a lo largo del río tiene los siguientes valores:
Tabla 5
Coord 34825 30770 27432 25585 22357 18160 14800 8580 2650 σ,superfic. 1,76 1,85 2,12 1,81 1,83 / 1,73
σ, sub 6,23 5,63 5,68 8,14 2,87 3,78 3,85 4,24 4,30
Si σ < 3, la granulometría se pude calificar como uniforme, mientras que si σ > 3 se puede calificar
como extendida y por ello susceptible de acorazamiento. Obsérvese que la coraza superficial es
francamente uniforme. Las gravas finas (material sub-superficial del tramo superior) tienen una
granulometría relativamente extendida. Las arenas gruesas (o gravas muy finas) del tramo inferior son
solamente algo más uniformes que las anteriores, por lo que no se podría descartar su acorazamiento. En
la sección de transición, el material subsuperficial es ya tan uniforme como el del tramo inferior.
4. ESTUDIO DE LA EROSIÓN GENERAL TRANSITORIA
La erosión transitoria es el descenso del fondo de un río durante la fase ascendente de una crecida, al que
sigue una recuperación o ascenso del fondo durante la fase descendente de la crecida. Este fenómeno es
uno de los mecanismos fundamentales de movilidad del fondo de un río aluvial. El objetivo del análisis
es determinar la magnitud de este fenómeno en el tramo bajo del río Tordera (desde Hostalric al mar) y
elegir un método de cálculo para ser aplicado posteriormente a las avenidas de proyecto. El análisis se
basa en datos de campo. Además de la erosión transitoria, esta parte del estudio ofrece resultados
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 8
interesantes sobre las formas de fondo en el tramo bajo del Tordera. El estudio se concentra en el tramo
bajo del río porque es allí donde se encuentran las infraestructuras de medida.
4.1 Descripción de las infraestructuras de campo:
Los datos de campo que se usan en este estudio provienen de dos instalaciones o infraestructuras
totalmente diferentes:
1. Testigos de carbón colocados en el lecho del tramo bajo del río Tordera.
2. Estaciones de aforo de Can Simó (EA89) y Can Serra (EA62) de la Agència.
Con respecto a los datos del primer tipo, los días 18 al 20 de junio de 1997 el grupo de la UPC, en el
marco de un proyecto de investigación, instaló unos testigos de carbón en 5 secciones del río,
concretamente: 1) aguas arriba y 2) aguas abajo de la estación de aforos de Can Simó (Fogars de
Tordera), 3) junto a la estación de aforos de Can Serra, 4) aguas arriba del puente de la carretera N-II
(Tordera) y finalmente 5) a unos 1300 m aguas abajo de este puente (secciones señaladas y numeradas en
la fig.1). La localización exacta de estos testigos y todos los detalles del trabajo se encuentran en (26). La
altura de la columna de carbón que eventualmente haya desaparecido tras el paso de una crecida se
determina excavando el lecho hasta encontrar el carbón y usando topografía para registrar su cota. La
parte de columna desaparecida fue sustituida por el material aluvial del río durante el paso de la crecida e
indica por tanto la magnitud de la erosión general transitoria máxima(23). Posteriormente hay que reponer
la columna de carbón perdida hasta la cota del lecho. La diferencia entre la cota del lecho antes de la
crecida y la cota del carbón encontrada tras la crecida es dicha erosión.
Con respecto a los datos del segundo tipo, debemos señalar que Can Serra es una estación de aforos sin
estructura hidráulica alguna, en lecho móvil y donde el material aluvial es esencialmente arenoso
(aptdo.3.1). En ella, se registra el nivel de agua por medio de un limnígrafo de boya, cuyas bandas se
retiran semanalmente. A principios de los años 90 se construyó la estación de Can Simó, como
alternativa a la anterior. Can Simó se encuentra aguas arriba de Can Serra, pero muy cerca de ella, a unos
3 km de distancia. Las cuencas de una y otra estación (14) son 790 km2 y 802 km2, es decir sólo se
diferencian en un 1.5%. La pendiente media del río es aproximadamente la misma.
Can Simó tiene una estructura hidráulica consistente en una solera con cuatro niveles distintos (fig.2).
Desde 1994 aproximadamente los datos de nivel en la estación se registran automáticamente dentro del
Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Desde su construcción se ha apreciado un claro
proceso de erosión general y local al pie de la estructura (de interés para el aptdo.5). Aparte del problema
de estabilidad estructural que ocasiona este proceso de erosión, debe considerarse que bajo la solera de la
estación pasa por filtración un cierto caudal de agua, que impide la medida precisa de los caudales
“normales” del río, especialmente los de aguas bajas. Sin embargo, en avenidas el error de la medida por
esta causa se considera despreciable.
Figura 2. Estación de aforos de Can Simó (vista desde aguas arriba). Figura del SAIH facilitada por la
Agència
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 9
4.2 Descripción de los datos de campo
Los días 8 al 10 de junio de 1999, dos años después de su instalación, se realizó la primera campaña
topográfica de localización de los testigos de carbón. Los datos de la sección 3 no se pudieron obtener
con rigor por la pérdida de un mojón (punto de referencia topográfico), pero sí los de las demás
secciones. Del conjunto de los datos, se puede decir que sólo la primera sección (aguas arriba de la
estación de aforos de Can Simó, coincidiendo con la curva del río) había tenido una erosión general
transitoria apreciable, de 69, 67, 40 y 72 cm en los 4 testigos colocados en ella. En las mismas fechas se
repusieron las columnas de carbón hasta la superficie del lecho.
Los días 23 al 24 de julio de 2002, tres años después de la primera campaña, durante el desarrollo del
presente estudio, se ha realizado la segunda campaña topográfica de localización de los testigos de
carbón. Los datos de la sección 3 no se han podido obtener. En la primera sección es de nuevo donde se
han encontrado las erosiones transitorias más importantes de 103, 106, 78 y 18 cm en sus 4 testigos. Se
repusieron hasta el lecho todas las columnas de carbón halladas. Los datos completos se presentan en el
aptdo.4.4.
Los datos de la estación de Can Simó se han revisado con el objetivo de identificar los sucesos de crecida
más importantes desde 1994 hasta hoy. El dato buscado es el caudal máximo de las crecidas, pues se
supone que la erosión máxima corresponde a la punta de la avenida. Las mayores crecidas, expresadas en
altura de agua y caudal, en Can Simó han sido (datos de la Agència, pendientes de contrastación y
publicación):
Tabla 6
Fecha Altura medida en Can Simó (m)
Caudal (m3/s) en Can Simó, calculado aptdo.4.3
Altura medida en Can Serra (m)
10-X-1994 1,54 175 3,20 30-I-1996 1,94 308 4,35 8-XII-1996 1,52 171 2,68 16-I-2001 1,64 206 3,35 8-V-2002 1,48 158 2,49
Con respecto a los testigos de carbón, entre junio de 1997 (instalación) y junio de 1999 (1ª campaña) el
máximo nivel y el máximo caudal circulante por Can Simó fueron solamente 1.13 m y 77 m3/s el 18 de
diciembre de 1997. La erosión encontrada, que como se ha dicho fue irrelevante en 4 de las 5 secciones y
del orden de 40-70 cm en una sección, se debe relacionar con este caudal. En cuanto a la segunda
campaña, es de destacar que sí ha ocurrido un suceso más importante, el del 16 de enero de 2001, con el
que se deben relacionar las erosiones transitorias encontradas, incluso mayores de 1 m como se ha
indicado. Durante el desarrollo de este trabajo ha ocurrido otra crecida de un orden de magnitud
semejante: la del 8 de mayo de 2002, que de todos modos es la menor de las 5 crecidas.
En cuanto a Can Serra se han encontrado en forma digital los datos de las tres primeras crecidas de la
tabla 6 (que fueron digitalizados a partir de las bandas limnigráficas) y en forma de banda los datos de la
cuarta. Los datos de la quinta crecida, en Can Simó y Can Serra, son ambos bandas limnigráficas. Como
se ve, los sucesos de enero de 1996 y enero de 2001 son también en Can Serra los más importantes.
Asimismo, los sucesos se clasifican de mayor a menor en el mismo orden en una y otra estación.
4.3 Discusión de los datos de niveles y caudales
Los datos de ambas estaciones de aforo son los niveles alcanzados por el agua. Estos datos se pueden
transformar en caudales con cierta confianza sólo en la estación de Can Simó, gracias a estar dotada de
una estructura hidráulica. Para el análisis de la movilidad del lecho, que necesita conocer con exactitud el
caudal, es preciso asegurarse de la calidad de esta transformación de nivel a caudal.
Por ello se ha tomado la geometría de la estación (fig.2) y se han aplicado los conocimientos existentes
sobre estructuras de medida del caudal (1), (5). La obra de la estación se puede describir como un vertedero
rectangular de pared gruesa, sin sobresalir de la cota del cauce. Por ello, la hipótesis de que se produce
calado crítico sobre la solera de la estación es razonable. Sabiendo que el nivel medido H (en metros)
corresponde a este calado, la ecuación de desagüe más apropiada para la estación es:
Q=3.13 ( 5 H3/2 +18 (H-0.435)3/2 +24 (H-0.735)3/2 +24 (H-1.05)3/2 )
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 10
donde Q viene dado en m3/s y pueden verse las longitudes y cotas medias de los 4 escalones en los 4
sumandos de la ecuación. En la obtención de esta ecuación se supone que no existe transferencia lateral
de caudal entre los distintos niveles o escalones de la solera y que una sola cota media representa cada
escalón, precisamente el sustraendo en los paréntesis.
Es interesante señalar que, por razones de teoría de flujo en lámina libre, es virtualmente imposible un
coeficiente de desagüe mayor que 3.13 (igual a g1/2, donde g es la aceleración de la gravedad), valor
utilizado en la ecuación. Por otro lado, la curva de gastos usada por la Agència en la transformación de
nivel en caudal es muy semejante (casi coincidente) con la anterior. Finalmente, creemos que el caudal
que deja de medirse en la estación debido al flujo subterráneo es despreciable en el caso de avenidas
como las de la tabla del apartado anterior. En conclusión, a nuestro entender los hidrogramas en la
estación de Can Simó, obtenidos como transformación de los limnigramas usando esta ecuación (o la
curva de gastos usada por la Agència), son suficientemente buenos para los análisis que siguen. En todo
caso, el error que se cometa parece que iría en el sentido de que el caudal real fuera ligeramente menor
que el calculado, debido a que el coeficiente 3.13 es el máximo posible en este tipo de estructura.
Los datos de nivel en la estación de Can Serra pueden considerarse buenos, dada la calidad de los
instrumentos. La dificultad de estos datos es el cero de referencia. El tramo en donde se encuentra Can
Serra ha sufrido un proceso de erosión general a largo plazo, que es objeto de estudio en el aptdo.5.
Como prueba de este descenso general en todo el tramo, se puede citar la erosión al pie de la estación de
Can Simó.
Otra prueba del mismo fenómeno es la altura registrada cuando el río está prácticamente seco. En el año
2002 esta altura es 0.60 m en la escala limnimétrica de la estación. Lo mismo se ve en las bandas del año
2001. Sin embargo, los técnicos del SAIH de la Agència usan una curva de gastos en la que el caudal
cero corresponde a un nivel de 1.17 m, curva datada en 1986. Creemos que este descenso de 57 cm es
real en el periodo de 16 años abarcado por estos datos. Como confirmación parcial, los limnigramas de
enero de 1996 indican largos periodos de nivel constante al término de típicas curvas de agotamiento
(señal de río seco), con valor 0.80 m de altura. Estos tres datos (en 1986, 1996 y 2002) se ajustan por una
recta, como si el descenso hubiera sido regular a lo largo de estos 16 años.
Para mayor seguridad, el día 30 de agosto de 2002 se ha realizado una comprobación topográfica en la
estación. Se ha verificado que el fondo del cauce corresponde a la cota 0.60 en la escala metálica de la
estación, que los instrumentos miden bien y que la banda registra correctamente dicho nivel y sus
variaciones. En definitiva, el valor de 0.60 m debe descontarse en la columna de niveles de Can Serra de
la tabla 6 para los sucesos recientes (2001 y 2002) y las cantidades correspondientes en los sucesos
menos recientes.
La curva de gastos usada por la Agència para obtener caudales en Can Serra no puede considerarse
buena. Ignoramos como se ha deducido esa ecuación. En lo que sigue no se usará. Ofrece unos caudales
punta de 412 m3/s y 842 m3/s para los dos primeros sucesos de la tabla 6, es decir unas 2.5 veces mayor
que el caudal en la cercana estación de Can Simó, cifra totalmente injustificada dado el mínimo aumento
del área de cuenca (en el aptdo.4.5 se hará incluso la hipótesis de que los caudales de Can Simó y Can
Serra son iguales). En conclusión, los caudales en este estudio son únicamente los de Can Simó.
4.4 Análisis de los datos de los testigos de carbón
El caudal máximo en el periodo entre junio-97 y junio-99, de 77 m3 /s, y el máximo del periodo de junio-
99 a julio-02, de 206 m3/s, se utilizan para deducir la erosión transitoria por distintos métodos y poderla
comparar con la medida en el campo. Estos métodos se encuentran revisados en (29) y consisten en
comparar la velocidad media del flujo con una velocidad de equilibrio del fondo en presencia de
transporte sólido. Si la primera es mayor que la segunda, el fondo desciende tanto como sea necesario
para igualarlas, ya que el significado de “equilibrio” es el de un flujo que mantiene el fondo en una
posición fija (es decir es incapaz de seguir causando erosión del fondo). Entre los distintos métodos
revisados, elegimos(29) (24) el de Lischtvan-Lebediev, que puede resumirse en la siguiente expresión:
y´ (m) = 0.333 q (m2/s)0.710 D (m) -0.199
donde y´ es el calado erosionado, q el caudal unitario (velocidad por calado, o bien caudal total divid ido
por anchura) y D el tamaño de grano característico (aquí usamos D50). La erosión es el calado erosionado
menos el calado inicial, e = y´-y.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 11
También usamos un segundo método, llamado “de velocidad crítica y agua clara”(23), más apropiado en
principio para cauces de gravas, que consiste en suponer que la velocidad de equilibrio es igual a la
velocidad de principio del movimiento, como si no hubiera transporte sólido. El principio del
movimiento es también llamado condición crítica del fondo y el hecho de suponer que no hay transporte
sólido se conoce como hipótesis de agua clara; de ahí el nombre del método. Este método se puede
resumir en la fórmula siguiente para la velocidad crítica:
v cr (m/s) = 21 (Rh/D50) 1/6 (0.0924 D84 (m))1/2
donde Rh es el radio hidráulico.
Para aplicar las fórmulas, se toman los perfiles transversales de las secciones donde se encuentran las
columnas de carbón, levantados en 1997 y contenidos en (26). Se usa la fórmula de Manning para obtener
el calado inicial (y) y de ahí el radio hidráulico Rh, con un valor del coeficiente de rugosidad de Manning
de n=0.042, obtenido en el aptdo.4.5, y una pendiente tomada del aptdo.5.4 (se simplifica el perfil
longitudinal del río, resultando una pendiente de 0.319% para la sección primera y la segunda, que se
encuentran alrededor de Can Simó y 0.240% para todas las demás). Los datos granulométricos proceden
del apartado anterior
El caudal circulante se supone en todas las secciones igual, es decir 77 m3/s para el primer periodo y 206
m3/s para el segundo. Las cinco secciones con columnas de carbón se encuentran entre la estación de Can
Simó y el mar, es decir entre puntos con áreas de cuenca de 790 km2 (Can Simó, aptdo.4.1) y 894 km2
(desembocadura(14)). A pesar del pequeño incremento de área entre unas y otras secciones, la hipótesis de
un caudal constante es criticable, pero en el sentido contrario al que se deduciría del aumento del área.
En efecto, es conocido que el tramo bajo del río Tordera es muy permeable y alimenta un acuífero
sometido a una fuerte demanda (los niveles estivales de este acuífero han ido descendiendo a lo largo de
los años). El flujo del río puede ser importante en Can Simó pero llegar a ser nulo antes de la
desembocadura por filtración del agua a través del cauce.
Se ha llegado a observar (28) que una crecida con caudal punta de 90 m3/s registrado en Can Simó y
duración de 12 horas no ha llegado al mar. Este podría ser, sin embargo, un caso extremo. Con caudales
menores, el mismo hecho es típico. Por el contrario, la crecida ocurrida durante el desarrollo de este
trabajo, el 8 de mayo de 2002 con caudal punta de 158 m3 /s en Can Simó (aptdo.4.2) ha dado la
oportunidad de estudiar su propagación y efectos: llegó al mar, abriendo y movilizando la barra de la
desembocadura (una crecida menor en abril de 2002 ya consiguió abrir la barra al llegar al mar).
Atendiendo a estos hechos, la hipótesis de igual caudal en todas las secciones sería muy criticable en el
periodo 97-99 ya que el máximo caudal fue 77 m3/s y la misma hipótesis en el periodo 99-02 sería menos
criticable (máximo caudal 206 m3/s).
La crítica afecta lógicamente más a las secciones más alejadas de Can Simó. Para las secciones 1 y 2 (en
las inmediaciones de Can Simó, coordenada 14800) la hipótesis no admite crítica en ningún periodo
porque el caudal es el medido en la propia estación, en la sección 3 en Can Serra (coordenada 10285) la
hipótesis la consideramos aceptable y peor en las secciones 4 (coord. 7070) y 5 (coord. 5895, ver
aptdo.3.1). Como se ha dicho antes, el mar es la coordenada 0 (ver fig.1).
Los datos completos de campo se resumen en la tabla 7, donde se anotan los valores de erosión general
transitoria en metros, medidos como la diferencia entre la cota del cauce al principio del periodo y la cota
a que se ha encontrado el carbón al final del periodo. La excepción es la última sección (5ª sección), en la
que se ha encontrado que en 1997-99 se produjo un descenso general de medio metro no recuperado en
el mismo periodo (es decir permanente o aparentemente irreversible). Sin embargo, se produjo una
recuperación parcial en 1999-02 con un ascenso del orden de 25 cm. Pensamos a partir de observaciones
in situ que el descenso de 50 cm fue debido a obras o extracción de áridos y que el ascenso posterior es
señal de su relleno de forma natural. Debido a ello, en esta sección medimos la erosión general
transitoria como la diferencia entre la cota del cauce al final del periodo y la cota a que se ha encontrado
el carbón también al final del periodo.
En las figuras 3, 4, 5 y 6 se representan las secciones con carbón. Se dibujan los perfiles topográficos en
1997, 1999 y 2002 y la altura de columna de carbón que ha desaparecido en cada uno de los dos
periodos. La nomenclatura de puntos y secciones relaciona las figuras 3-6 con la tabla 7 y con la fig.1.
La aplicación de los métodos anteriores de cálculo de la erosión general transitoria, en comparación con
los datos de campo resulta (Tabla 7):
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 12
a)
-3.50
-3.25
-3.00
-2.75
-2.50
-2.25
-2.00
-1.75
-1.5001020304050607080
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-97 jun-99 carbón nivel avenida
b)
-4.25-4.00-3.75-3.50-3.25-3.00-2.75-2.50-2.25-2.00-1.75-1.50-1.25-1.00
01020304050607080
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-99 jul-02 carbón Nivel en avenida
Figura 3. Perfiles transversales de la sección 1 al inicio y final del periodo (a) Jun97-Jun99 y (b) Jun99-Jul02. Se dibuja la superficie libre del agua calculada aproximadamente desde la condición de contorno de la estación de aforos de Can Simó para la máxima avenida de cada periodo. Cotas relativas al punto de estacionamiento topográfico.
a)
-5.00-4.75-4.50-4.25-4.00-3.75-3.50-3.25-3.00-2.75-2.50-2.25-2.00-1.75-1.50
01020304050607080
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-97 jun-99 carbón Solera Can Simó
b)
-5.50-5.25-5.00-4.75-4.50-4.25-4.00-3.75-3.50-3.25-3.00-2.75-2.50-2.25-2.00-1.75-1.50
01020304050607080
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-99 jul-02 carbón Solera Can Simó
Figura 4. Perfiles transversales de la sección 2 al inicio y final del periodo (a) Jun97-Jun99 y (b) Jun99-Jul02. Se dibuja la solera de la estación de aforos de Can Simó, según topografía de agosto de 2002. Cotas relativas al punto de estacionamiento topográfico.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 13
a)
-5.50
-5.00
-4.50
-4.00
-3.50
-3.00
-2.500255075100125150175
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-97 jun-99 carbón
b)
-5.50
-5.00
-4.50
-4.00
-3.50
-3.00
-2.500255075100125150175
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-99 jul-02 carbón
Figura 5. Perfiles transversales de la sección 4 al inicio y final del periodo (a) Jun97-Jun99 y (b) Jun99-Jul02. Cotas relativas al punto de estacionamiento topográfico.
a)
-4.50
-4.25
-4.00
-3.75
-3.50
-3.25
-3.00
-2.75
-2.500255075100125150175
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-97 jun-99 carbón
b)
-4.50
-4.25
-4.00
-3.75
-3.50
-3.25
-3.00
-2.75
-2.500255075100125150175
Distancia (m)
Cot
a (m
)
jun-99 jul-02 carbón
Figura 6. Perfiles transversales de la sección 5 al inicio y final del periodo (a) Jun97-Jun99 y (b) Jun99-Jul02. Obsérvese el descenso general de medio metro (por obras) en el bienio 97-99. Cotas relativas al punto de estacionamiento topográfico.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 14
Tabla 7 Lugar
sección punto Erosión 97-99
Lischtvan-Lebediev
vel.cr.y agua clara
Erosión 99-02
Lischtvan-Lebediev
vel.cr.y agua clara
1 0,69 1,03 2 0,67 1,06 3 0,40 0,78
1
4 0,72
0,19 0
0,18
0,58 0
1 0,16 0,63 2 2 0,14
0,22 0 0,15
0,60 0
3 ≈ 0 0 0 ¿? 0,22 0 1 0 0,06 2 0,10 0,03
4
3 - 0,07 0
0,20 0,23 0
1 0,29 0,52 2 0,18 0,64 5
3 0,49 0,13 0
0,52 0,45 0,16
En la tabla hay un solo valor calculado para todos los puntos de una sección, cada uno de los cuales es
una columna de carbón, porque no tenemos datos de campo de la distribución transversal del caudal
unitario (o de la distribución de las velocidades) en las crecidas, sino sólo del caudal total.
Obsérvese que las erosiones medidas en el segundo periodo son mayores que las del primero y que se
mantienen en el mismo orden de mayor a menor, entre distintas secciones, en ambos periodos. El método
de Lischtvan-Lebediev mantiene también un orden de mayor a menor consistente entre uno y otro
periodo, pero con este mé todo las secciones 1 y 2 tienen aproximadamente la misma erosión, incluso la 2
algo más de erosión que la 1, mientras que en la realidad ocurre al revés. Pensamos que la razón de este
hecho es la curvatura en planta existente en la sección 1 y no en la 2 (ver aptdo.7). La sección 4 también
se encuentra en curva, si bien de radio mayor y sobretodo con una anchura mucho mayor (ver fig.3-6).
Los efectos de la curvatura y la anchura son opuestos, de modo que podrían compensarse en la sección 4.
Salvando la contribución de la curvatura en la sección 1, puede considerarse que el método de Lischtvan-
Lebediev ofrece pronósticos de erosión general transitoria bastante correctos.
El método de velocidad crítica y agua clara daría siempre resultado nulo, excepto en un caso (gracias a
que el material se hace más fino en la sección 5, ver tabla 1, punto f) Por tanto, el método queda por
debajo de la realidad y no sería aplicable a un río como el Tordera. Las secciones más fiables (1 y 2)
apoyan estas conclusiones.
4.5 Análisis de los datos en la estación de Can Serra: formas de fondo
El objetivo de este análisis es deducir la erosión general en la sección de la estación de Can Serra, a
partir de los datos de nivel y de caudal en el río Tordera en los episodios seleccionados del periodo 1994-
2002. Nótese que Can Serra es la sección número 3 de los testigos de carbón, donde no se ha podido
obtener la información de la erosión transitoria por la pérdida de un mojón (aptdo.4.1 y 4.2). Como se
verá, los resultados dan información sobre otro aspecto de la dinámica de un lecho móvil: las formas de
fondo.
El análisis se basa en suponer que el caudal medido en Can Simó es el mismo que el que circula poco
más tarde por Can Serra. Por tanto se supone: 1) que no hay aportaciones intermedias entre una y otra
estación (recuérdese la escasísima diferencia en cuenca vertiente); 2) que no hay laminación apreciable
entre una y otra estación (lo que exige que no haya desbordamiento y ocupación de la llanura de
inundación, cosa que ocurre en todos los sucesos analizados), es decir se desprecia la eventual
disminución del pico de caudal que se obtendría con métodos de propagación de avenidas y 3) que no
hay infiltración apreciable en el cauce entre una y otra estación. Esta última hipótesis es quizá la más
difícil de admitir conociendo el carácter muy permeable del lecho aluvial. En el apartado anterior hemos
justificado por qué esta hipótesis la consideramos aceptable, tanto más cuanto mayor sea el caudal de la
avenida.
Se admite, pues, que el hidrograma de Can Simó es el mismo de Can Serra con la debida traslación
temporal. Como la medida del caudal en Can Simó se ha considerado buena (aptdo.4.3), contamos en
definitiva con un buen hidrograma en Can Serra. Al realizar esta traslación temporal se hace
implícitamente la hipótesis de que el máximo caudal y el máximo nivel ocurren en el mismo instante en
cada estación (coincide el instante de uno y otro máximo en cada estación), pero lógicamente algo más
tarde en Can Serra. No es difícil aceptar esta hipótesis en Can Simó donde una ecuación biunívoca
(aptdo.4.3) vincula nivel y caudal en la estructura hidráulica. En Can Serra la misma hipótesis significa
despreciar el efecto no permanente (llamado histéresis) en la función caudal-nivel.
Al conocer el caudal y el calado a lo largo de una crecida en Can Serra (hidrograma y limnigrama), se
deduce por cálculo el valor del coeficiente de rugosidad de Manning, que llamaremos “observado”, a lo
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 15
largo del tiempo. En este cálculo se emplea la fórmula de Manning y un valor invariable de la pendiente
(0.240%, como antes). Como referencia, el valor de la rugosidad debida al grano (fórmula de Strickler)
es n0=0.019 en la sección de Can Serra. Si el calado en Can Serra fuera menor que el explicable por la
fórmula de Manning con n0=0.019, sería necesario suponer que simultáneamente existiría un descenso
del fondo (erosión general transitoria) que contribuíría a dar más área de flujo; este hecho se manifestaría
en valores “observados” de n bajos, menores que n0. Si, por el contrario, el calado en Can Serra fuera
mayor que el explicable por la fórmula con n0=0.019, sería necesario suponer la presencia de formas de
fondo que incrementan la rugosidad; esto se manifestaría en valores de n altos, mayores que n0.
El suceso del 16-I-2001 se considera el más preciso porque se conoce bien el cero de niveles: 0.60 m en
la escala limnimétrica. La traslación temporal se efectúa simplemente llevando a coincidir los picos del
hidrograma y el limnigrama (el reloj del limnígrafo de Can Serra o el de Can Simó pueden tener
desajustes); en esta operación el suceso del 16-I-2001 es muy conveniente porque la forma de los
diagramas es muy aguda (fig.7). Los siguientes dos sucesos en orden de magnitud (10-X-94 y 30-I-96) se
estudian a continuación. Para el segundo se sabe que el cero se encuentra en 0.80 m en la escala
limnimétrica. Para el primero se supone que el cero se encuentra en la posición media entre 1.17 m y
0.60 m, como si el descenso hubiera sido uniforme en los últimos 16 años. La traslación temporal se hace
del mismo modo. Finalmente se estudia el suceso más reciente, que también se considera preciso por
conocerse el cero de niveles (el 17 de abril de 2002 se ha visitado la estación de Can Serra para verificar
este aspecto y el 30 de agosto se ha vuelto a verificar mediante topografía).
Las figuras 7, 8, 9 y 10 son los resultados del cálculo. Se representan en una sola figura temporal los
limnigramas en Can Simó y Can Serra, que son ambos medidas de campo en dichas estaciones de aforo,
y el valor deducido del coeficiente de rugosidad de Manning (n), comparado con el valor de la rugosidad
debida al grano (n0=0.019). Se ha usado para ello el perfil transversal de (26) y solamente los caudales que
mojan toda la sección. El limnigrama de Can Simó se dibuja antes de la traslación temporal. El diagrama
del coeficiente n de Manning está en sincronía con el limnigrama en Can Serra.
El suceso del 16-I-2001 (fig.7) es el que da resultados más claros. La rugosidad n se encuentra siempre
muy por encima de 0.019, con valor promedio de 0.042 y máximo de 0.055. Se observa también una
correspondencia entre las fases de la crecida y las fases de la variación de n: subida rápida y descenso
suave.
Crecida del 16-I-2001
0
0.5
1
1.5
2
2.5
0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200t (h)
H (m
)
0
0.02
0.04
0.06
0.08
0.1
0.12
0.14
0.16
rugo
sida
d, n
Can Simó
Can Serran0
n
Figura 7. Niveles de lámina de agua y rugosidad (n) en la crecida del 16-I-2001. El cero temporal son
las cero horas del 14 de enero.
El suceso del 10-X-1994 (fig.8), siendo de una magnitud parecida al anterior y de más duración, da
resultados más irregulares. El valor medio de n es 0.036 y el máximo 0.062. La irregularidad de los dos
diagramas de nivel y caudal y la dificultad en la traslación temporal, debido a que el limnigrama en Can
Simó carece de un pico marcado, pueden contribuir a la irregularidad final en el coeficiente n. La
tendencia al descenso del valor de n con el paso del tiempo puede estar indicando una erosión del fondo
al final de la crecida.
El suceso del 30-I-1996 (fig.9) de magnitud considerablemente mayor pero corta duración, muy irregular
y también con dificultad en la traslación (que además por algún error en los relojes es una traslación
“invertida”) da la mayor irregularidad en n, con valor medio de 0.059 y máximo de 0.090. Este valor
medio nos parece excesivamente elevado. El aumento de n en el descenso de la crecida y su caída
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 16
repentina más tarde pueden ser un problema de la traslación temporal o bien señalar fuertes cambios del
estado del lecho (formas de fondo o lecho plano).
Crecida del 10-X-1994
0.0
0.5
1.0
1.5
2.0
2.5
190 210 230 250 270 290 310 330 350 370 390
t(h)
H(m
)
0.000
0.020
0.040
0.060
0.080
0.100
0.120
0.140
0.160
rugo
sida
d, n
Can Simó
Can Serran0
n
Figura 8. Niveles de lámina de agua y rugosidad (n) en la crecida del 10-X-1994. El cero temporal son las cero horas del 1º de octubre.
Crecida del 30-I-1996
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
3.5
690 710 730 750t(h)
H(m
)
0
0.04
0.08
0.12
0.16
0.2
0.24
0.28
0.32
rugo
sida
d, n
Can Serra
Can Simón0
n
Figura 9. Niveles de lámina de agua y rugosidad (n) en la crecida del 30-I-1996. El cero temporal son las cero horas del 1º de enero.
Crecida del 8-V-2002
0
0.25
0.5
0.75
1
1.25
1.5
1.75
2
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90t(h)
H(m
)
0.000
0.020
0.040
0.060
0.080
0.100
0.120
0.140
0.160
rugo
sida
d, n
Can Simó
Can Serra n0
n
Figura 10. Niveles de lámina de agua y rugosidad (n) en la crecida del 8-V-2002. El cero temporal son las cero horas del día 7 de mayo.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 17
El suceso del 8-V-2002 (fig.10) es de menor magnitud y con diagramas de nivel y caudal relativamente
menos puntiagudos. El valor medio de n es 0.039 y el máximo 0.053. De nuevo el coeficiente aumenta
en la fase de ascenso de la crecida y disminuye en la fase de descenso. Esta propiedad y el valor medio
muestran un buen acuerdo entre estos resultados y los del 16-I-2001, que dan confianza sobre la calidad
de este análisis. Nótese también un ligero ascenso del coeficiente en el último tramo del descenso, tal
como ocurría también en el suceso anterior.
La conclusión global es que las formas de fondo son muy importantes en el río Tordera. A propósito de
esta conclusión, se ha aplicado el método de Alam y Kennedy de estimación de la rugosidad combinada
de grano y formas de fondo (23) (13) en lechos aluviales. Para el suceso del 16-I-2001 resultaría un
coeficiente 0.042 al principio de la crecida, 0.046 en el pico y 0.044 al final de la crecida, solo
ligeramente menor que los coeficientes observados (cuya media era 0.042). La empresa Sener, S.A. ha
aplicado métodos de cálculo semejantes para obtener coeficientes de rugosidad en el tramo bajo del río,
métodos que quedan contrastados gracias a este análisis.
El valor medio del suceso más fiable (16-I-2001), n=0.042 se ha usado en el apartado anterior para el
análisis de los datos de los testigos de carbón. Obsérvese por otra parte que en el análisis de este apartado
se ha supuesto que el fondo no se erosiona. Si se hubiese rebajado el fondo según el método de
Lischtvan-Lebediev (en una cantidad del orden de 0.22 m como lo señalado en la tabla 7, sección 3, los
coeficientes de rugosidad de Manning necesarios para explicar los niveles de agua en Can Serra habrían
resultado todavía más elevados.
4.6 Discusión de los resultados de erosión general y formas de fondo
La conclusión del aptdo.4.4 es que las erosiones generales transitorias pueden estimarse aceptablemente
con el método de Lischtvan-Lebediev. Para llegar a este resultado se ha supuesto que el coeficiente de
rugosidad de Manning es n=0.042. La conclusión del aptdo.4.5, por su parte, es que las formas de fondo
dan lugar a coeficientes de rugosidad de Manning elevados (media de 0.042, máximo de 0.055, en el
suceso más fiable). Para llegar a este resultado se ha supuesto que el fondo no se erosiona durante la
avenida. En este apartado tratamos de poner de acuerdo estas dos conclusiones.
Una primera observación es que las medidas en los testigos de carbón hacen pensar que también en la
sección de Can Serra, pese a no haberse podido obtener la información de campo, podría haberse perdido
parte de la columna. Parece poco probable que en varias secciones (al menos la 1 y la 2) haya ocurrido
alguna erosión transitoria y no en la sección 3, por efecto del suceso del 16-I-2001.
Se presenta la siguiente paradoja. Si tomamos en cuenta esta erosión transitoria supuesta en Can Serra,
los coeficientes de Manning (según el aptdo.4.5) serían aún mayores y con tales coeficientes el método
de Lischtvan-Lebediev (según el aptdo.4.4) habría dado erosión menor o incluso nula.
Se presenta una paradoja semejante si pensamos en la sucesión temporal de los niveles del agua y del
fondo en avenida. Si pensamos que el máximo nive l de agua coincide en el tiempo con el máximo
descenso del fondo, el coeficiente de rugosidad n en ese instante alcanza su valor máximo de 0.055 para
el cual el método de Lischtvan-Lebediev no predecería correctamente la erosión. Las dos paradojas se
podrían también expresar así:
- Sólo con valores máximos de n (≈ 0.055) se pueden predecir los niveles tan altos en Can Serra a
partir de los caudales. Estos valores de n son posibles cuando existen formas de fondo, pero con ellos
la velocidad resulta insuficiente para predecir la erosión del fondo observada (en realidad estimada en
Can Serra).
- Sólo con valores medios de n (≈ 0.042) se pueden predecir las erosiones observadas (estimadas en
Can Serra) a partir de los caudales, pero con ellos los niveles de agua resultan por debajo de los
medidos.
Una forma de enfocar estas paradojas es el análisis de la fiabilidad de las fuentes de información, que son
tres: los niveles, muy fiables por ser una medida directa (aunque debiéndosele restar la cota del fondo, no
tan fiable); los caudales, fiables gracias a la estación cercana de Can Simó y, finalmente, las erosiones
transitorias máximas del fondo, relativamente fiables pues son una deducción a partir de medidas en
otros lugares. Según esta clasificación en orden de fiabilidad, habría que considerar seguro que el
coeficiente n alcanza valores máximos (0.055), pero en cambio considerar inseguro o dudoso que haya
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 18
erosión general transitoria en Can Serra (y por consiguiente también inseguro que esta erosión haya
existido en el resto del río).
Frente a esta conclusión, debemos volver a los datos de los testigos y en particular a la fig.3. En ella
observamos que la pérdida de partes de la columna de carbón no puede explicarse por ejemplo por los
cambios accidentales de posición del cauce principal del río (al menos en el trienio 99-02), sino por un
fenómeno diferente que hizo descender el fondo en toda la sección de una manera general y que
asociamos con el suceso máximo en el periodo (16-I-2001).
Convencidos de que la erosión general transitoria es real, pero que también son reales los valores
máximos del coeficiente de rugosidad y que estos indican la presencia de “grandes” formas de fondo,
pensamos que las paradojas se pueden resolver si la erosión del fondo es el producto del movimiento de
las formas de fondo. El movimiento hacia aguas abajo de las dunas causaría, al paso del valle de la duna
por los puntos de medida (columnas de carbón), una erosión igual a la altura de duna con respecto al
plano de las crestas, o igual a la mitad de la altura de duna con respecto al plano medio del fondo. En la
fig.11 se muestra un esquema para ilustrar la idea.
En caso de grandes dunas se alcanzarían los valores máximos de n que explican los niveles de agua
medidos en la estación. Al mismo tiempo, se producirían a su paso pérdidas de columna de carbón de un
orden de magnitud de 0.1y (la magnitud de las dunas debería estudiarse con más detalle usando
diferentes métodos de la bibliografía). Estos descensos del fondo serían sin embargo escasos comparados
con los medidos (ver de nuevo la fig.3). Por tanto habría que admitir que también el nivel medio del
fondo desciende (además de ondularse), es decir que existe una erosión general. Este hecho exigiría
dunas un poco mayores para alcanzarse los valores de n necesarios según los niveles medidos. Con esta
explicación, creemos que se hace compatible las dos conclusiones de los apartados anteriores.
Se hace notar que si el caudal real en Can Serra hubiera sido menor de lo supuesto, bien porque Can
Simó estima por exceso (ya que el coeficiente de 3.13 en su ecuación de desagüe es el máximo posible,
aptdo.4.3), bien por filtración entre Can Simó y Can Serra, los valores de n obtenidos en el apartado
anterior habrían sido todavía más elevados y la paradoja más acusada.
Fig.11 Esquema de forma del fondo y flujo en una duna, para explicar conjuntamente las informaciones de nivel, caudal y erosión del fondo 4.7 Otros datos históricos
Según documentos antiguos (19) (25) (11), la avenida del 29 de febrero de 1928 provocó la ruina del puente
recientemente construido de la carretera de Madrid a Francia sobre el río Tordera, situado junto al puente
de la actual carretera NII (según (20) habría sido la avenida del 7-I-1930). Este puente estaba formado por
siete tramos de 15 m de luz. La cimentación consistía en pilotes de hormigón armado de 5 m que se
iniciaban 2 m por debajo del fondo del cauce. La ruina del puente se produjo por la socavación creada en
la cimentación de la pila inmediata al estribo izquierdo. En los mismos documentos se lee que la altura
de agua en el río fue 3 m (y la anchura del río era unos 125 m). En un plano del lugar datado en 1934
(fig.12) se ven los restos del puente (distinguiéndose sin embargo 10 vanos) junto al nuevo puente de la
NII. Algunos restos que pueden identificarse con los pilotes se ven todavía hoy, sobresaliendo unos 80
cm de la cota del cauce actual.
De estas informaciones se deducen dos datos utilizables a continuación: 1) con un calado de 3 m, la
erosión general transitoria fue suficiente para derrumbar unos pilotes que empezaban 2 m bajo el cauce
del río; 2) desde poco antes de 1928 a la actualidad el fondo ha descendido aproximadamente
2+0.80=2.80 m en la zona del puente de la carretera NII (dato para el análisis del aptdo. siguiente).
El primer dato se usa del mismo modo que en el apartado 4.4, con los datos granulométricos y de
pendientes de (26) para la zona del puente: D50=2.2 mm, D84=15 mm, i=0.24%, n=0.042. El resultado
según Lischtvan-Lebediev es 1.18 m de erosión transitoria. Si se usara un coeficiente de Manning debido
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 19
exclusivamente al grano resultaría según el mismo método 4.90 m. Esta segunda cifra (y no la primera)
parece suficiente para explicar la ruina del puente.
Figura 12. Plano de 1934 con los restos del puente antiguo sobre la N-II
5. ESTUDIO DE LA EROSIÓN GENERAL A LARGO PLAZO
La erosión general a largo plazo es el descenso del fondo del río no en el sentido transitorio sino en el
permanente. Se puede entender como la acumulación de la erosión residual que se produce en una serie
de avenidas a lo largo de los años (es decir, la erosión no recuperada en cada avenida durante el proceso
de descenso y ascenso). Por ello, se llama a largo plazo o también “evolutiva” en el sentido de evolución
en el tiempo. Esta erosión es una manifestación global de la movilidad del fondo de un río. El objetivo
del análisis es constatar las erosiones observadas en el río y pronosticar la futura evolución del fondo. El
objeto principal del análisis es el perfil longitudinal del río, que se analiza de dos maneras: 1) de una
forma empírica a partir de información topográfica y 2) usando formulaciones matemáticas, de origen
empírico.
5.1 Fuentes de información cartográfica para el perfil longitudinal
Para estudiar la evolución con el tiempo del perfil del río Tordera se han tomado datos de la cota del
fondo del río en distintos puntos y años. La información utilizada, ordenada por años, es la siguiente:
1- “Dictamen sobre el proyecto de conducción de aguas del río Tordera a Barcelona emitido a instancia
del peticionario D.Ramon Matas Rodés” Luis Mariano Vidal. Barcelona, 1910. Presenta 4 datos de
desniveles entre distintas obras y el mar.
2- Mapa Geológico y Topográfico de la Provincia de Barcelona. 1915. E: 1:45.000. Se aprovechan 7
datos de cotas del río.
3- Planos a escala 1:25.000 de Términos Municipales. La mayoría son del IGE (Instituto Geográfio y
Estadístico): Santa Maria de Palautordera (1923, IGE), St. Celoni (1924, IGE), Gualba (1924, ?),
Breda (1924, ?), Sant Feliu de Boixalleu (1928, IG), Hostalric (1924, ?), Fogars de Tordera (1922,
IGE), Tordera (1924, IGE), Blanes (1920, IGE). Se aprovechan 10 datos de cotas del río.
4- Planos de la Diputación de Barcelona. Sin fecha, pero quizá de la década del 70 o del 80. E: 1:5.000.
Son en total 34 datos de cotas del río.
5- “Inventario de aprovechamientos hidráulicos, obras y vertidos en el cauce y zona de policia de los
ríos de la cuenca del Pirineo Oriental. Ministerio de Obras Públicas”. 1973. (consultor: Herring).
Contiene planos de los puentes sobre el río, donde se señala la distancia del tablero del puente al
cauce. Son en total 6 datos.
6- Topográficos del Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC). 1986-1993. Basados en vuelos de 1985 y
1986. Escala 1:5.000. Sólo disponibles los siguientes mapas: 301-109 Fogars; 302-109 entre Fogars y
la Isla del Tordera; 302-110, entrada a la Isla del Tordera; 302-111 Tordera; 303-111 Aguas abajo de
Tordera. Son en total 2 datos.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 20
7- Mapa del Montnegre. Editorial Alpina. 1987. E:1:25.000 (zona de Sant Celoni a aguas a bajo de La
Batllòria). De menor importancia dada su escala. Son 7 datos.
8- Projecte de Defensa de Marges del riu Tordera des de Sant Celoni al mar. Generalitat de Catalunya.
Consultor: Iberinsa (1987). Contiene topografía 1:1000 de buena parte del río Tordera con las obras
propuestas en aquel momento, a modo de Plan Director del río. Parece ser que la topografía se
encargó expresamente para este proyecto, por lo que sería poco anterior a 1987. Son 625 datos.
9- Topográficos del ICC. 1996-2001. Basados en vuelo anterior a 1996. Escalas 1:50.000 y 1:5.000.
Formato Digital (Sener). Se toman 101 datos de cotas del río.
Finalmente se ha usado la información de fecha 2002 del Institut Cartogràfic de Catalunya expresamente
producida para el estudio Planificació de l’Espai Fluvial de la conca de la Tordera, facilitada por Sener,
S.A.
En todos los casos se ha tenido el mayor cuidado posible en extraer correctamente la información de
estas fuentes, de escalas, orígenes y soportes muy distintos. Se ha buscado siempre la cota más baja del
cauce, interpretando las líneas de nivel o los datos de cota. Asimismo se han usado los puentes del río
Tordera como puntos fijos para obtener las distancias, a fin evitar desviaciones debidas a imprecisión de
los planos o deformación en las fotocopias. Los puentes usados son: 1) carretera Blanes-Malgrat, 2)
carretera de Blanes, 3) carretera NII, 4) puente de Tordera, 5) autopista A7, 6) puente de Hostalric, 7)
puente junto a la desembocadura de la riera de Pertegàs, 8) carretera Sant Celoni-Arenys y 9) ffcc en
Sant Celoni.
5.2. Otras fuentes de información
En este apartado se reúnen distintas observaciones de campo, que podrían considerarse evidencias de la
erosión ocurrida en el río Tordera en su tramo bajo. Desde aguas arriba a aguas abajo, se refieren a Can
Simó, Can Serra, Tordera, puente de la carretera NII y otros puentes de la parte baja.
a) La estación de aforos de Can Simó, construida a primeros de los años 90, se encuentra hoy elevada
sobre el cauce de aguas abajo. Esta erosión general aguas abajo ha inducido una fuerte erosión local al
pie de la estructura. Como erosión general se estimaría que en este momento puede ser del orden de 1.5
m. A fin de precisar esta estimación, el día 30 de agosto de 2002 se ha tomado topográficamente la
sección aguas abajo de la estación, denominada sección 2 (testigos de carbón, aptdo.4.1), con respecto a
la solera de la estación. Con ello, se puede afirmar que en 1997 el descenso del cauce respecto a la cota
del canal más bajo de la estación era de 1.32 m, en 1999 era de 1.45 m y finalmente en 2002 es de 1.58
m. Esta cifras han de incrementarse en unos 50 cm más si se refieren a la cota media de la solera.
b) La estación de Can Serra se asienta en una construcción antigua de finalidad desconocida. Sobre una
piedra frontal del edificio se encuentra esculpida la fecha de 1898. Sería necesario la participación de
algún experto en construcciones de mampostería para precisar cuál es la cimentación de la obra original
y cuáles las obras de consolidación posteriores, pero a nuestro entender la cimentación original puede
encontrarse hoy a unos 3 m por encima del cauce.
En el documento (10) se estima que en la estación de aforos de Can Serra el cauce descendió del orden de
1 m a lo largo de los años setenta del siglo XX. Del apartado 4.3 repetimos el dato de que desde 1986 a
2002 se ha producido un descenso de 57 cm.
c) Con relación al puente de la carretera NII, repetimos el dato del aptdo.4.6 según el cual desde poco
antes de 1928 a la actualidad se ha producido un descenso de 2.80 m. En el proyecto 8 del aptdo. anterior
(de 1987) hay un plano de las pilas de este puente donde se observa una erosión de 1.40 m. En 1995
según el documento (12) (que fue nuestro primer conocimiento de este puente), la erosión era de unos 2.50
m. Esta cifra ha permanecido invariable hasta 2000 o 2001, aunque en este momento puede ser un poco
mayor, especialmente en la pila derecha. Estos datos de 1987 a la actualidad se basan en la distancia
desde la pila del puente propiamente dicha (distinta de su cimentación) hasta el cauce aluvial. Por lo
tanto, está implícita la hipótesis de que el puente se construyó cuando el cauce del río estaba a la cota de
la pila del puente.
d) Mediante planos de las pilas de otros puentes (contenidos también en el proyecto 8), con el mismo
criterio de la distancia entre la pila y el cauce, se puede decir que en 1987 el puente de Hostalric tenía
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 21
una erosión de 2.60 m, el puente de Tordera sobre el brazo izquierdo de 1.75 m (mientras que en el
derecho, que es el brazo activo actualmente sería sólo 0.40 m) y el puente de la carretera de Blanes de
1.10 m. Igual que antes, está implícita la hipótesis de que el puente se construyó con el cauce a la cota de
la pila. Sabemos que el puente de Tordera sustituyó a otro perdido en una avenida de 1968; por lo tanto
sería poco posterior a esta fecha (este puente sería presuntamente el del brazo derecho).
En el mismo sentido el brazo izquierdo en la isla de Tordera se encuentra aproximadamente 2 m por
encima del brazo derecho (26). Esta configuración, sin embargo, puede haber resultado muy condicionada
por diversas obras en el lugar.
5.3 Análisis gráfico del perfil longitudinal
Los datos topográficos se presentan en tres gráficos (figs. 13, 14 y 15) del perfil longitudinal del río, en
el que la abscisa 0 representa la desembocadura del Tordera en el mar (la misma coordenada del resto de
este trabajo) y las ordenadas son las cotas en metros sobre el nivel del mar. En los tres gráficos se
representan con líneas verticales los 9 puentes enumerados en el aptdo.5.1 y la posición de la estación de
Can Serra.
En el gráfico de la fig.13 se representan los 21 datos de 1910, 1915 y 1924 contra el perfil de 1996 (en
línea continua). Los datos de 1996 se consideran a este respecto como datos recientes de calidad, que se
usan como referencia. La figura sirve como constatación del descenso del cauce del río Tordera en la
parte baja durante el siglo XX. Como este descenso ha sido evidente en las últimas décadas del siglo por
causas antrópicas (que se analizarán más adelante), no se hace distinción entre las tres fechas de los datos
usados en la figura, suponiendo por tanto un estado de equilibrio en aquellas décadas de 1910-1920-
1930. La calidad de la información no aconsejaría, de todos modos, la distinción entre esas fechas. Por
otro lado, en líneas generales, el perfil actual del río (y también el de equilibrio de 1910-24 a juzgar por
los tres datos de la parte alta) cambia de pendiente de forma bastante clara alrededor del km 25 o 26.
Otro aspecto que se aprecia en la fig.13 es que el perfil de equilibrio de 1910-24 sería aproximadamente
una recta desde el mar al km 21 (desembocadura de la riera de Arbúcies) o al km 25 (desembocadura de
la riera de Breda). En 1996 el perfil en este sector es ligeramente cóncavo. Por ello las máximas
diferencias entre el perfil de equilibrio (1910-24) y el actual se dan en el centro del tramo, entre el puente
de la NII (km 7) y el de la A7 (km 16), donde alcanzan unos 3.0 m.
En el gráfico de la fig.14 se representan los restantes datos ”antiguos” desde 1973, contra el perfil de
1996 (en línea continua), usado de nuevo como referencia. Este gráfico no ofrece conclusiones tan claras
como el anterior. Lo más visible de la figura son los 625 datos del proyecto de 1987 (que por ser tantos
forman una línea gruesa) situados por encima de la línea de 1996 en el tramo medio y bajo (y por debajo
del perfil de equilibrio de 1910-24). Esto indicaría que el proceso de erosión ha sido activo en el periodo
1987-1996 (en realidad, poco antes de ambas fechas). Los datos de 1973, correspondientes a las
distancias desde el tablero de 6 puentes al cauce, se han convertido en cotas absolutas por medio de
planos de los puentes contenidos en el proyecto de 1987. Los puntos de 1973 se señalan con cuadrados
en la fig.14 coincidiendo con las líneas verticales de los puentes. Es interesante notar los descensos en el
periodo 1973-87 registrados en los puentes. En la fig.14 se repiten datos de 1924 en la parte alta para ver
su coincidencia con los más recientes.
Finalmente, en el gráfico de la fig.15 se comparan los datos de 1996 y los del 2002. La irregularidad de
estos últimos es debida a su obtención automática a partir de la cartografía más reciente. La figura 15
sirve para mostrar en líneas generales que en los últimos 6 años no ha habido cambios sustanciales en el
perfil del río. Es posible que también se manifieste una acreción del fondo en los últimos kilómetros.
Para cuantificar este análisis, se ofrece la tabla 8. Para elaborarla, en primer lugar se traza la recta de
menor error cuadrático de los datos de la fig.13 con la cual se deduce los descensos totales habidos hasta
2002 en cuatro puntos principales: puente de la NII, puente de Tordera, estación de Can Serra y puente
de la autopista A7 (primera columna de la tabla 8). A continuación se anotan los descensos en los
puentes entre los años 20 y 1973, entre 1973 y 1987 (columna tercera) y los descensos en el periodo de
1987 a 2002 (cuarta columna). Cada uno de estos periodos es de 15 años.
En cuanto a la parte superior del río, en la zona de Sant Celoni la cota de 1973 es prácticamente la misma
que la de 1987. Asimismo, se han representado los tres puntos de 1924 en esta zona (fig.14) para
evidenciar que también la cota es la misma. Se concluye que en la zona alta no habría habido erosión
hasta 1987 por lo menos.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 22
Tabla 8. Descensos en el río Tordera a lo largo del siglo XX en 4 puntos característicos Diferencias de cotas en puentes
Años Lugar 20 - 02 20 - 73 73 - 87 87 - 02
Puente N-II 2,5 0,4 1,7 0,4 Puente Tordera 3,1 0,3 1,8 1,0 Can Serra 2,9 - - - Puente A-7 3,2 0,0 1,5 1,7
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 23
0
20
40
60
80
100
120
140
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000
Coordenada s (m)
Cot
a so
bre
el n
ivel
del
mar
(m)
1910
1915
1924
1996
Can SerraN-II
A-7
Pertegàs
Figura 13. Perfil longitudinal del río. Datos de la primera mitad de siglo
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 24
0
20
40
60
80
100
120
140
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000
Coordenada s (m)
Cot
a so
bre
el n
ivel
del
mar
(m)
1924
Sin fecha
1973
1986
1987 p
1987
1996
Can SerraN-II
A-7
Pertegàs
Figura 14. Perfil longitudinal del río. Datos desde 1973 a 1996.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 25
0
20
40
60
80
100
120
140
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000
Coordenada s (m)
Cot
a so
bre
el n
ivel
del
mar
(m)
1924
1996
2002
Can SerraN-II
A-7
Pertegàs
Fig.15. Perfiles longitudinales del río en 1996 y 2002.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 26
Los datos de la tabla 8 se pueden comparar con los del apartado 5.2, especialmente en lo que se refiere a
Can Serra y al puente de la NII. En cuanto a Can Serra, el descenso total en el siglo XX sería casi igual al
adivinado por la cimentación de la obra de la estación (pero recuérdese que la cota de 1920 proviene de
una recta de regresión). La cifra de 0,57 m para la década y media entre 1987 y 2002, deducida por
medio de las bandas limnimétricas y el descenso de 1 m durante la década de los 70 son compatibles y
parecen estar en consonancia con los datos de la tabla (podrían colocarse en las columnas cuarta y tercera
de la tabla).
Con respecto al puente de la carretera NII, la información de la tabla de fuentes cartográficas y
topográficas es muy consistente con la información de otras fuentes. La erosión total sería igual o
ligeramente menor aunque vendría repartida de forma algo distinta en el tiempo (2.10 m hasta 1987 en
lugar de 1.40 m por ejemplo) .
Los otros datos de 1987 (de menos precisión) servirían de enlace entre el tramo bajo y alto de los datos
principales de 1987, ya que son más o menos consecuentes con ellos. Los datos sin fecha parecen
erráticos porque se sitúan en ocasiones bastante por encima y en ocasiones bastante por debajo de la
línea de 1996 y en general por debajo de los datos de 1987. No podemos darles mucha credibilidad.
5.4 Análisis del perfil basado en ecuaciones empíri cas
El objetivo de este apartado es analizar el perfil longitudinal según los conocimientos de morfología
fluvial (lo que podemos llamar la teoría del régimen (13) en sentido amplio) para juzgar si existen indicios
de que el perfil del río se encuentre en equilibrio o por el contrario en desequilibrio. Esta teoría es un
conjunto muy amplio de conocimientos empíricos de geometría hidráulica de cauces de río, incluyendo
magnitudes de la sección (anchura y profundidad), magnitudes de la forma en planta (longitud de onda
de meandros), así como del perfil longitudinal (pendiente). Un concepto central en la teoría del régimen
es el de caudal dominante, del que se hace una estimación. Otro resultado de este apartado es la
tendencia morfológica (trenzada o meandriforme), es decir el tipo de cauce al que tendería el río Tordera.
5.4.1 Determinación del caudal dominante
El caudal dominante (o formativo o efectivo) puede definirse como el que determina la forma y
dimensiones del cauce principal del río. Este cauce principal es el espacio permanente de las aguas,
limitado por unas orillas. El nivel de cauce lleno corresponde por tanto al caudal que llena el cauce
activo del río hasta los márgenes y marca el inicio de la inundación de la planicie aluvial. Asimismo
representa el caudal de crecida que más incide en el modelado del cauce y también se ha definido como
el más efectivo en lo que respecta al transporte de sedimento. En su definición se emplearían criterios
morfológicos, hidrológicos, sedimentológicos y de vegetación.
El perfil longitudinal del río se refiere al fondo del cauce principal; por ello el estudio del caudal
dominante es relevante para el análisis del perfil longitudinal. En el mismo sentido, las diversas
expresiones matemáticas de la teoría del régimen contienen casi siempre un caudal que se identifica con
el caudal dominante.
El conocimiento del río Tordera nos lleva a afirmar que el concepto de cauce principal (y con ello de
caudal dominante) es correcto en todo el tramo medio del río desde Sant Celoni a Hostalric. Aguas abajo,
el concepto es problemático porque el río presenta un cauce muy ancho que el agua surca con uno o
varios cursos (en morfología trenzada) sin ocupar toda la anchura y sin que uno solo sea mayor, más
hondo y más permanente. A ello se une la duda sobre la naturaleza perenne o efímera del río.
El caudal dominante es obviamente una variable distribuida a lo largo del cauce. Para determinarlo se
han aprovechado los datos de campo existentes. Estos son de dos tipos: 1) las secciones topográficas
transversales del río contenidas en (28), revisadas y adaptadas por el grupo de la UdLl para este trabajo y
2) los datos foronómicos de las estaciones de aforos de Sant Celoni y Can Serra. El caudal dominante se
determina por tanto con datos de campo y no por medio de teorías. Los datos 1) se usan en la
metodología que llamamos a continuación “hidráulica” y los datos 2) en la metodología que llamamos
“hidrológica”.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 27
a) Metodología “hidráulica”
Las secciones transversales son en total 29, de las que se han usado 26 (las restantes tienen alguna
anomalía). En las secciones se señala el nivel de agua de cauce lleno estimado. Esta operación se basa en
un criterio exclusivamente geométrico: concretamente se analiza el cociente anchura/profundidad como
función de la altura y se señalan los cambios fuertes de este cociente como signo del nivel de cauce lleno.
En la figura 16 se recogen dos ejemplos. Con este nivel se determinan el área de flujo y el radio
hidráulico, con los que se deduce con la fórmula de Manning el caudal que llena el cauce (“caudal de
cauce lleno”). Siguiendo un concepto morfológico, este caudal se identifica con el caudal dominante, de
manera que este cálculo es una primera determinación “hidráulica” del caudal dominante. Los resultados
se representan en la fig.17 (cruces) en función de la coordenada s medida desde el mar.
Los coeficientes de Manning se calculan con la fórmula de Strickler: n= (D90 (m))1/6/ 26, cuando el
material del cauce es grueso (usándose la granulometría superficial), mientras que cuando el material es
fino aceptamos un coeficiente de rugosidad de Manning medio de n=0.042, propio de las formas de
fondo “observadas” (aptdo.4.5). Los tamaños granulométricos se eligen atribuyendo a cada sección el
tamaño del punto de muestreo más próximo (aptdo.3). La pendiente que interviene en la fórmula de
Manning se toma del aptdo.5.3, concretamente del perfil de 1996. Para simplificar, este perfil se divide
en cuatro tramos que lo representan muy fielmente: del km 30 al km 35, i=0.650%; del km 26 al km 30,
i=0.492%; del km 12 al km 26, i=0.319% y finalmente del km 5 al km 12, i=0.240%.
b) Metodología “hidrológica”
En segundo lugar, siguiendo una metodología “hidrológica”, se toman los 60 años (1923-1982 a.i.) de
datos de caudal medio diario en la estación de Sant Celoni, eligiendo el valor máximo anual de este
caudal medio diario. La aplicación de la distribución de Gumbel a estos datos proporciona los siguientes
caudales de periodos de retorno pequeños, entre 1.5 y 7 años: Q1.5= 7.25 m3/s, Q2= 14.3 m3/s, Q2.5= 19.0
m3/s, Q3= 22.6 m3/s, Q5= 31.7 m3/s, Q7= 37.4 m3/s. Estos caudales son significativos porque para el
clima mediterráneo de nuestro país se considera que el periodo de retorno del caudal dominante está
comprendido entre 1,5 y 7 años (23) (32), lo que constituye un segundo criterio, en este caso “hidrológico”,
de determinación del caudal dominante.
Para conseguir unos caudales en este intervalo de periodos de retorno, distribuidos a lo largo de todo el
río, se sigue el principio(22) de que el caudal dominante (Q) y el área de la cuenca tributaria (A) se
encuentran en la siguiente proporción: Q ↔ A 0.75 . Para aplicar este criterio se han determinado las
áreas en Sant Celoni y en el río Todera antes y después de la desembocadura de las rieras de Pertagàs,
Gualba, Breda, Arbúcies y Santa Coloma. Como en estos puntos el área total se incrementa con el área
de la subcuenca, la curva área-coordenada presenta saltos.
Figura 16. Secciones transversales de Can Serra (s= 10285 m) y en s= 29370 . En la figura 17 se dibujan los resultados de los caudales de 1.5, 2.5, y 7 años de periodo de retorno a lo
largo de la coordenada del río Tordera (con los saltos debidos a los incrementos de área), junto con los
resultados del caudal de cauce lleno en los 26 puntos obtenidos con la primera metodología (cruces). La
dispersión de los datos obtenidos de las secciones es obviamente muy grande, pero en todo caso parece
confirmar una aceptable correspondencia entre los criterios “hidráulico” (caudal de cauce lleno) e
“hidrológico” (T=1,5 a 7 años), en el sentido de que la mayoría de los 26 puntos caen dentro de la
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 28
horquilla 1,5-7 años. La gran dispersión se debe a la dificultad de definir el nivel de cauce lleno,
especialmente en la parte baja del río, donde el concepto mismo es problemático. Con todo, parece
significativo que los datos se agrupen en dos partes: los del tramo alto del río (hasta el km.25) quedan
más altos en relación a las líneas continuas mientras los del tramo bajo (desde el km.20) quedan
notablemente más bajos.
En lo sucesivo se usará el caudal de T=2.5 años como caudal dominante del río (línea gruesa) en su
tramo alto y el caudal T=1.5 años como caudal dominante del río en su tramo bajo. Estos valores se
eligen a estima a la vista de la figura 17. La estimación no es rigurosa ni se basa en ajuste estadístico.
Debe pensarse más bien que el análisis representado en la fig.17 ofrece un marco por un lado hidrológico
(líneas escalonadas) y por otro geomorfológico (cruces) dentro del cual esta estimación es aceptable.
0.00
20.00
40.00
60.00
80.00
100.00
120.00
140.00
160.00
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000 40000
Can
Ser
ra
Sta.
Col
oma
Arb
úcie
s
Bre
da
Gua
lba
Pert
egàs
St. C
elon
i
T= 7
T=2.5
T=1.5
Coordenada s (m)
Q (m
3/s)
Figura 17. Caudales para períodos de retorno de 1, 2.5 y 7 años junto con caudales calculados desde el punto de visto hidráulico Tiene interés señalar que si se hace el mismo cálculo hidrológico con el registro de 22 años existente en
la estación de Can Serra (punto extremo de aguas abajo de este análisis), los caudales de periodos de
retorno 1,5 a 7 años son del orden del doble de los que se obtienen con el criterio Q ↔ A 0.75 , aplicado
desde la estación de Sant Celoni (punto extremo de aguas arriba) tal como se ha hecho. Según se ha
indicado antes (aptdo.4.3), la ecuación de gastos que usa la Agència en esta estación pronostica caudales
muy por exceso (del orden de 2.5 veces más) de los correctos (esto se puede afirmar porque Can Simó
permite obtener otros mucho más exactos). Por ello esta discrepancia se considera justificada.
5.4.2 Aplicación de las ecuaciones empíricas
La morfología fluvial (la teoría del régimen en sentido amplio) ofrece expresiones matemáticas del perfil
de un río, que presuponen la existencia de un equilibrio a largo plazo. La aplicación de estas expresiones
da la oportunidad de saber si el río se encuentra alejado o no del perfil “de equilibrio” según el autor de
la expresión.
Hemos seleccionado 5 fórmulas de esta clase(6) (21) (23). La primera es simplemente una versión de la
llamada analogía de la balanza de Lane (interpretada con la ecuación de Einstein-Brown (23)) según la
cual entre el caudal sólido unitario qs, el caudal líquido unitario q, el tamaño de grano D y la pendiente i
se verifica la proporción qs D 3/2 ↔ q2 i2. En esta proporción observamos ahora que el equilibrio
temporal de un río significa que la cota permanezca invariante, es decir ∂z/∂t =0 donde z es la cota del
fondo. Según la ecuación de la continuidad del sólido (ecuación de Exner) esto implica ∂qs/∂x=0, es
decir que el caudal sólido por unidad de anchura permanezca constante a lo largo del río. Agregando tal
constante a la que media entre los dos miembros de la proporción, desaparece qs como variable, y
despejando i se puede escribir i= c q-1 D+3/4 donde c es una constante. Introduciendo la definición del
caudal unitario q=Q/B donde B es la anchura y la proporción B ↔ √ Q , aceptada en la teoría del
régimen (23) (22), se puede escribir finalmente i= c Q−0.5 D+0.75 . Más adelante se da a c el valor c=0.309
para ajustar con los datos y llamamos a esta expresión fórmula de Lane.
Las otras 4 expresiones tienen la misma estructura a pesar de sus diferentes orígenes. Se pueden resumir
en i= c Qa Db. En la expresión original de la fórmula de Hack (21)(7) figura el área de la cuenca, substituida
aquí por el caudal dominante según la proporción del apartado anterior. La fórmula de Bray para ríos de
gravas en Canadá, la fórmula de Parker procedente de los EE.UU. y la fórmula de Lacey para ríos de
arena(23) se resumen, junto con las anteriores, en la siguiente tabla:
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 29
Tabla 9 Fórmula a b c
Lane −0,5 +0,75 0,309 Hack −0,8 +0,6 0,379 Bray −0,33 +0,59 0,060
Parker −0,41 +1,02 0,395 Lacey −0,17 +0,83 0,204
Como se ve, todas predicen una relación inversa entre pendiente y caudal, es decir entre pendiente y área
de la cuenca (en ríos perennes), o sea entre pendiente y coordenada (luego un perfil cóncavo). También
todas predicen una relación directa entre pendiente y tamaño de grano.
5.4.3 Comparación entre las ecuaciones empíricas y el perfil del río
En la figura 18 se muestra la comparación entre estas 5 expresiones y la pendiente del río (obtenida en el
apartado 5.3 y simplificada como en el apartado anterior), en un gráfico en el que la abscisa es la
coordenada s a lo largo del río. Como caudal Q en las fórmulas se usa obviamente el caudal dominante
según la conclusión anterior (Q=19 m3/s en Sant Celoni, T=2,5 años y más tarde Q=7,25 m3/s, T=1,5
años). Nótese que si se hubieran usado los caudales de cauce lleno se hubiera introducido en este gráfico
la enorme dispersión asociada al trabajo con las secciones transversales.
Varias fórmulas pronostican bien o aceptablemente la pendiente en el tramo medio entre Sant Celoni (km
35) y Hostalric (km 18), donde se trata de un río de gravas gruesas. Sin embargo, cuando la
granulometría sufre un descenso tan fuerte para convertirse en un río de arenas (gruesas) ninguna
fórmula es capaz de pronosticar la pendiente. Donde la pendiente real es 0.240% o 0.319% la predicha es
nada menos que un orden de magnitud menor. Ni siquiera la fórmula de Lacey para ríos de arena valdría,
pues da pendientes de 0.037% a 0.061%. Los mismos hechos se pueden expresar por medio del cociente
i/D que indica la sensibilidad en la analogía de la balanza. Este cociente vale 0.09-0.18 m-1 en el tramo
medio del río y 265 m-1 en el tramo bajo. La sensibilidad es una medida de cuán intensa sería la
repercusión de un desequilibrio en el río. La repercusión sería mucho más intensa en el tramo bajo.
0
0.001
0.002
0.003
0.004
0.005
0.006
0.007
0.008
0.009
0.01
0 5000 10000 15000 20000 25000 30000 35000 40000
Coordenada s (m)
i
Lacey
Lane
Hack
Parker
Bray
Figura 18. Pendiente real y teórica según formulaciones Debemos concluir que el río Tordera aguas abajo de Hostalric, en donde su granulometría se vuelve
mucho más fina en corta distancia, tiene una pendiente mucho más elevada que la pronosticada por la
teoría del régimen. En consecuencia, esta pendiente tendría tendencia a disminuir. Sin embargo es
preciso discutir y criticar esta conclusión.
5.5 Discusión de los resultados
En primer lugar una característica de todos los perfiles teóricos utilizados es ser cóncavos, lo cual es
equivalente en geomorfología a un caudal creciente aguas abajo(21)(22)(23). En ríos efímeros o ríos que
pierden caudal en su circulación, es bien sabido que el perfil puede ser recto e incluso convexo.
Como se ha indicado anteriormente, existe una pérdida de caudal del río por filtración a través del lecho.
Las pruebas de este fenómeno son algunas pequeñas avenidas registradas en Can Simó que sin embargo
no llegan al mar (aptdo.4.4). Por otro lado, recordemos que el perfil del río Tordera en las primeras
décadas del siglo era probablemente más recto (menos cóncavo) que en la actualidad y, por cierto,
presuntamente estaba en un equilibrio secular sin importar que su composición granulométrica fuera
presuntamente como la actual (gravas y luego arenas). Con estos razonamientos sería criticable el uso de
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 30
las ecuaciones empíricas del apartado anterior en el tramo bajo del río dado que no son aplicables a un
río efímero. Contrariamente a esta noción de influencia de la filtración, hay que indicar que al estudiar el
caudal dominante tratamos con caudales relativamente grandes, los medios diarios mayores del año.
Por otra parte, observemos que lo que indica el fuerte descenso de las fórmulas empíricas en la fig.18 es
esencialmente el cambio de composición granulométrica del cauce, descrito en el aptdo.3 (pues i es
función de D elevado a un exponente positivo cercano a la unidad). Es decir, las fórmulas empíricas no
hacen sino acusar el fuerte descenso del tamaño de grano. Por ello el problema se podría ver de este
modo: a un río de gravas gruesas (el Tordera del tramo medio) le llega un gran afluente de arenas
gruesas: la riera de Santa Coloma (y otro menor, la riera de Arbúcies). Notemos que las áreas de cuenca
del Tordera y la riera de Santa Coloma son respectivamente 450 y 325 km2, es decir son ríos de tamaño
comparable. La riera de Arbúcies en la estación ES56 tiene 106 km2. Estos afluentes le proporcionan
mucho material sólido y transforman al Tordera en un río “distinto”.
En la misma región en que ocurre el cambio granulométrico de gravas gruesas a arenas gruesas, podemos
decir que ocurre también un cambio hidrológico de río perenne a río efímero (o al menos un cambio
hacia un río con presencia importante de pérdidas por filtración). El cambio de pendiente en el perfil
longitudinal (figs.13-15) ocurre también en la misma región (hacia el km. 21). Este cambio refuerza la
idea anteriormente apuntada de río “distinto”.
Si la tendencia del tramo bajo del río es permanecer en equilibrio, ascender o descender, esto sería la
consecuencia de la hidrología del tramo bajo “actuando” sobre el material sólido aportado
predominantemente por los afluentes de arena. Con este enfoque se debería plantear el estudio del
transporte sólido total del río.
Si, ateniéndonos al resultado de la fig.18, la pendiente del tramo bajo del Tordera tiende a disminuir, la
desembocadura en el mar, en tanto que punto fijo, actuaría como centro de giro de un eventual
basculamiento del perfil para reducir la pendiente. De esto resultaría una erosión general en el tramo
desde Hostalric hasta el mar. La capacidad de los afluentes de arena de compensar este descenso con sus
aportaciones sólidas sería la clave de si esta erosión se propaga aguas arriba como erosión regresiva o no,
afectando en el primer caso al cauce de gravas del tramo medio del Tordera. Precisamente, mirando al
pasado en lugar de mirar al futuro, un basculamiento de esta clase es el que, en términos generales, puede
haber ocurrido en los años 1960-2000, siendo quizá su desencadenante principal la extracción de áridos
(ver aptdo.8). Esta erosión no se habría propagado significativamente aguas arriba.
El análisis del perfil con la teoría del régimen no nos permite obtener conclusiones sobre el equilibrio
actual del tramo bajo del río. Sin embargo, de los datos reales se puede interpretar que en los últimos
años se ha producido un freno de la erosión debido quizá a la prohibición de extracción de áridos. De
algunos indicios de campo (informaciones verbales y fig.15) se puede inferir que se está produciendo una
acreción en el tramo bajo del río, cerca de la desembocadura, compatible con las erosiones aún existentes
en la zona media de Can Simó.
5.6 Tipo de cauce
El caudal dominante determina qué tipo de morfología fluvial o de cauce desarrollará una corriente. Los
tipos de cauce fundamentales son dos: meandriforme y trenzado. A continuación presentamos dos
criterios morfológicos de clasificación.
El criterio más simple a este respecto (23) (22) es el que usa la pendiente (i) y el caudal dominante (Q) en
la expresión iQ 0.44 > 0.0116. Si se verifica la expresión, el río sería trenzado y si no se verifica el río
sería meandriforme. Con los datos de los apartados anteriores, resultan valores entre 0.015 y 0.026, a lo
largo de todo el río, siempre mayores que 0.0116. Una versión más elaborada prácticamente del mismo
criterio (7) (6) y válida para ríos de grava es la expresión iQ 0.46 /D501.15 > 0.564 , que aplicada al río
Tordera da valores de 0.75 a 1.40 a lo largo de todo el río, es decir también en el dominio de los ríos
trenzados.
En el tramo medio, el río Tordera es predominantemente de cauce único, mientras en el tramo bajo sí
tiene un aspecto trenzado. No puede olvidarse la intervención humana en muchos lugares, mediante
encauzamiento, que pueden haber modificado el carácter morfológico original del río.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 31
5.7 Procesos de erosión regresiva y acreción
En el apartado 5.5 se menciona un posible problema de erosión regresiva (o remontante) desde la
desembocadura de la riera de Arbúcies hacia aguas arriba debido al descenso del perfil en el tramo medio
y bajo. Existen métodos sencillos para cuantificar la evolución temporal de este tipo de procesos, es
decir, para determinar el tiempo necesario para que una erosión remontante “llegue” a determinado punto
aguas arriba. La esquematización del problema es la siguiente: en un determinado punto de coordenada
x=0 se produce un descenso del lecho de magnitud ∆h. Pasado cierto tiempo, t, esta erosión se dejará
sentir en un punto de coordenada x provocando un descenso de magnitud z(x,t).
x = 0 x
posición del fondo en eltiempo t=0
posición del fondo en t
∆h
z (x,t)
Fig. 19. Esquema del proceso de erosión remontante
En el caso concreto de río Tordera el punto de coordenada x=0 podría considerarse la riera de Arbúcies,
ya que como se ha comentado en apartados anteriores a partir de este punto (sumado con el efecto de la
riera de Santa Coloma) las características del Tordera cambian de forma muy clara. El descenso estaría
provocado por los cambios de perfil del tramo bajo debido quizá a las extracciones de áridos. Sería de
interés poder determinar la erosión en un punto concreto de aguas arriba, como por ejemplo un puente,
pasado un cierto tiempo. El problema se puede plantear también de forma inversa: determinar el tiempo
necesario para que la erosión en un cierto punto de interés (el puente) alcance un determinado valor que
pueda poner en peligro la estabilidad de la estructura. Este tipo de cálculos permiten predecir si
descensos concretos llegan a afectar a estructuras situadas aguas arriba en su período de vida útil.
Los métodos para realizar estos cálculos se basan en la resolución de una ecuación diferencial en
derivadas parciales de tipo parabólico cuya solución es (15):
( )
∆=
Kt
xerfchtxz2
,
donde z(x,t) es la erosión que ha tenido lugar en un punto de coordenada x pasado un cierto tiempo t; ∆h
es el descenso que ha tenido lugar en el punto de origen, de coordenada 0; erfc es una función de error
complementario tabulada y K es el coeficiente que proporciona la tasa o ritmo de erosión.
Conocido el descenso en un punto determinado, ∆h, para calcular la erosión en un punto de coordenada
conocida x pasado un cierto tiempo t sólo es necesario determinar el valor del coeficiente K. Si se
plantea el problema inverso, de determinación del tiempo, se supone una cierta erosión, z(x,t), en el
punto de estudio y se despeja del argumento de la función erfc el tiempo necesario para que se llegue a
producir esta erosión.
La determinación del coeficiente K es la clave de la resolución de este tipo de problemas. Según (15) (23) K
se puede aproximar de la siguiente forma:
sqSp
bK1
)1(1
31
−=
donde b es un coeficiente de valor aproximado 5, p es la porosidad del material (como valor aproximado
se puede suponer que (1-p)=0.7), S es la pendiente y qs el caudal sólido unitario.
En esta expresión es determinante la correcta determinación del transporte sólido circulante. Por
ejemplo, el tiempo necesario para que se llegue a producir una erosión de 1.5 metros en un punto situado
10 km aguas arriba de la confluencia con Arbúcies puede variar entre 1.5 años o 150 años según el valor
del caudal sólido utilizado. Es de destacar que en el tramo medio del Tordera la granulometría media es
del orden de 7 mm. Sin embargo, la capa superficial, claramente acorazada, como se destaca en el
apartado 3.3, es del orden de 35 mm. Realizar los cálculos de transporte sin tener en cuenta el
acorazamiento y por tanto suponiendo que el caudal dominante moviliza el material de diámetro menor
implica altas tasas de transporte que a su vez se traducen en tiempos cortos, del orden de pocos años,
para que los fenómenos de erosión regresiva se manifiesten en puntos de aguas arriba. Tanto por la teoría
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 32
como por las observaciones de campo esta conclusión es claramente falsa. Se reafirma entonces la
importancia de tener en cuenta el acorazamiento en el tramo de Sant Celoni a la desembocadura de
Arbúcies. Son necesarios pues caudales elevados para romper la coraza y que el material de la capa
subsuperficial se movilice.
Como conclusión se puede afirmar que la correcta determinación de los caudales sólidos teniendo en
cuenta el acorazamiento es de vital importancia a la hora de determinar la evolución temporal de los
fenómenos de erosión regresiva aguas arriba de la desembocadura de Arbúcies.
6. ANÁLISIS DE MOVIMIENTO EN PLANTA DEL RÍO
El objetivo de este apartado es evaluar la movilidad del río Tordera, manifestada como movimientos del
cauce en planta. Esta movilidad se estudia tanto en las épocas en que el río no se encontraba encauzado
como cuando posteriormente ha ido siendo encauzado.
6.1 Fuentes de información cartográfica
Las fuentes de información han sido los mapas y planos de los puntos 2- y 3- del aptdo. 5.1 y los
ortofotomapas del ICC de 1996-2001 (punto 9- del aptdo.5.1). Además se ha usado:
10- Plano del Tordera aguas abajo del puente de la N-II. 1934, reproducido en (26) (es la fig.12 de este
informe).
11- Fotografía aérea a escala 1:32.500 del año 1956 (junio), llamado el “vuelo americano”, del antiguo
Ministerio del Aire. Desde Sant Celoni hasta Tordera aproximadamente.
12- Fotografía aérea a escala 1:20.000 del año 1967 (sin fecha). Desde Sant Celoni a la desembocadura
13- Fotografía aérea a escala 1:5.000 del año 1982 (abril). Desde Sant Celoni a la desembocadura.
Facilitada por la Agència.
14- Fotografía aérea a escala 1:22.000 del año 1993 (18 de agosto). Desde Sant Celoni a la
desembocadura.
Con estos materiales se han elaborado las figuras del anejo B, a las que se hace referencia en los
siguientes apartados por su número, desde B1 hasta B10.
6.2 Descripción de la configuración en planta actual
La descripción de la configuración en planta se basa en la foto más reciente y se hace partiendo del
puente del ferrocarril de Sant Celoni hasta el mar. Las coordenadas son las utilizadas para la descripción
del perfil longitudinal, cuyo cero de referencia se encuentra en la desembocadura en el mar.
Según la clasificación de las plantas fluviales en(30) el río Tordera, en el tramo de Sant Celoni hasta el
mar, se puede considerar como un río ligeramente sinuoso, con algunos tramos de mayor grado de
sinuosidad. En el tramo entre la confluencia de la riera de Pertegàs y la de Gualba el grado de sinuosidad
es bajo, con un cauce único y de anchura constante. En un segundo tramo, entre las confluencias de la
riera de Gualba y el puente de Tordera, el río tiene una sinuosidad media, con un cauce único más ancho
en las curvas. En el tramo final, de Tordera hasta el mar, la sinuosidad vuelve a ser baja, con dos cauces,
uno de aguas bajas con clara sinuosidad.
A lo largo de unos 3 km aguas abajo del puente del ferrocarril en Sant Celoni el río está totalmente
encauzado. En el puente de la carretera Sant Celoni-Arenys (s= 34.850) la separación entre la autopista
A7 y el río es mínima. Desde este punto hasta unos 5 km aguas abajo el río mantiene una morfología
meandriforme, con un lecho amplio y una distancia lateral a la A7 de unos 200 m.
En la coordenada 29.750 la planta describe una curva amplia, de fuerte curvatura y geométricamente
“perfecta”, señal de que es artificial. Aguas abajo, el cauce serpentea describiendo una curva en S que a
lo largo de medio kilómetro se acerca a la autopista hasta tocarla. En s= 23.250 se produce otro contacto
entre el cauce y la A7, por lo que el río presenta un claro estrechamiento.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 33
La riera de Arbúcies (que confluye con el Tordera en s=20.790) se encuentra en su desembocadura
totalmente encauzada y con un ángulo de incidencia de unos 60º. Aguas abajo de esta desembocadura, se
vuelve a producir otro contacto con la A7. A continuación el río sigue otra curva amplia y “geométrica”
(con aspecto artificial) en Hostalric.
En la coordenada 15.900 el viaducto de la A7 cruza el cauce del río Tordera y de la riera de Santa
Coloma. La dirección de la riera de Santa Coloma es aproximadamente perpendicular al río Tordera,
pero la presencia de una formación rocosa resistente a la erosión produce un cambio brusco de dirección.
Por ello la confluencia de los dos cursos ocurre a unos 750m aguas abajo del viaducto. En el margen
derecho, protegido, frente a la desembocadura, se encuentra la ermita de Sant Cebrià (Fogars de
Tordera).
Aguas abajo de esta confluencia existe una curva muy brusca a la derecha, de unos 115º, con un radio
inferior a los 200 m. En ese lugar el río se encuentra muy cerca del ferrocarril. A la salida de ésta el río
aumenta su anchura hasta un máximo de 70 m. En s=14.800 se encuentra la estación de aforos de Can
Simó (Fogars de Tordera). A 400 metros aguas abajo el cauce se estrecha bastante y gira unos 30º a la
derecha, justo para empezar a trazar otra curva de radio de curvatura inferior a 300 m, longitud de 1 km y
con un giro de 110º. Todas estas curvas tienen aspecto natural. Al final de la última, pueden verse señales
de desplazamiento lateral de la margen izquierda hasta llegar cerca de la vía del tren. A continuación, el
tramo es casi recto a lo largo de unos 1200 m, con un aumento notable de la anchura del lecho en el
centro del tramo, hasta unos 90 m, y en algún punto hasta 100m.
A partir de la coordenada 10.800 (500 m aguas arriba de la estación de Can Serra) comienza una curva
regular (artificial). En s=9.900 se inicia la isla de Tordera. El brazo activo describe una curva a la
izquierda, casi circular, con un radio equivalente a 1000 m y 120º de giro. La longitud del brazo activo es
de 2.5 km. La anchura del cauce es unos 100 m. Aguas abajo de la isla y del pueblo de Tordera se
encuentra el puente de la N-II, tras una curva a la derecha.
Desde el puente de la N-II hasta el mar el cauce es bastante rectilíneo, excepto la llamada curva de la
Cadireta en Blanes en s=4.400. Son destacables también las variaciones de anchura desde un mínimo de
70 m a un máximo de 165 m en la zona de los últimos puentes.
6.3 Descripción de los cambios en planta entre los años 1915, 1956 y 1967
La comparación de los planos de las primeras décadas con la fotografía aérea de 1967 resulta bastante
complicada debido al poco detalle de los mapas disponibles (por causa de su escala) y a que los mapas, a
diferencia de las fotografías aéreas, incluyen interpretaciones de la realidad por parte de sus autores. Sin
embargo pueden observarse algunos detalles destacables. Usamos la fotografía de 1967 como
información principal, pero señalando también en ocasiones los cambios observables entre la de 1956 y
la de 1967.
6.3.1 Tramo desde Sant Celoni a la desembocadura de la riera de Santa Coloma
El tramo entre Sant Celoni y Pertegàs se observa en su estado natural, con pocas variaciones en planta
entre los mapas de 1915 y las fotografías de 1967, (figura B10, anejo B).
En 1915 se observa la presencia de una isla aguas arriba de la Batllòria, en una curva del río, con dos
cauces bien definidos, que desaparecen en los planos de 1924. En las fotografías de 1967 hay un solo
cauce bastante ancho. Resulta difícil interpretar cómo se ha formado este cauce a partir de los dos
antiguos, es decir si coincide más con el derecho o con el izquierdo de los antiguos, (figura B9). En este
lugar es donde existe hoy (1993) la primera de las curvas “geométricas” artificiales señaladas en el
aptdo. anterior (km 29.750).
En el tramo entre la confluencia de la riera de Breda y la de Arbúcies (fig. B8) se observa en los planos
de 1924 un desplazamiento del cauce del río hacia el margen izquierdo, acercándose hacia la línea del
ferrocarril y separándose de la falda del Montnegre.
En 1915 la desembocadura de Arbúcies es bastante perpendicular al cauce del río Tordera y está
constituida por un solo brazo mientras que en 1967 se observan dos cauces, que dejan entre ellos un gran
espacio con vegetación (fig. B7). El lugar produce la impresión de contener grandes depósitos de
material aluvial. También entre 1956 y 1967 se observan cambios notables en la desembocadura de la
riera de Arbúcies. En 1956 el Tordera se ve obligado a realizar una curva muy marcada, que parece
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 34
provocada por la salida casi perpendicular de la riera de Arbúcies, y que parece condicionar el trazado
hasta la primera curva de Hostalric. Esta curva no es tan marcada en 1967.
Entre Sant Celoni y Hostalric hay diferencias de anchura del cauce de aguas altas, aunque en este punto
entraría la interpretación de los autores de los mapas de las primeras décadas. En estos mapas tampoco se
puede detallar el trazado del cauce de aguas bajas.
En cuanto a Hostalric (fig. B6), en 1915 se dibuja una curva cerrada, mientras en 1967 la curva es muy
brusca, casi un ángulo de 90 grados sin desarrollo alguno. Coincidiendo con el cambio de dirección, la
anchura es de más de 200 m y probablemente existe una isla en el centro. El aspecto del lugar sugiere
que el flujo ha sido muy desordenado, chocando una parte contra las faldas rocosas. Puede ser interesante
observar que los campos de cultivo entre las faldas rocosas y el río siguen líneas curvas que sugieren
posibles orillas antiguas del río, que en tal caso en alguna época (antes de 1915) habría pasado al pie del
escarpe.
Cabe destacar que la impresión de las fotos de 1967 es que el río tenía mucha movilidad: el cauce de
aguas bajas tendía a ser bastante meandriforme, y en algunos casos trenzado, dentro del cauce de aguas
altas que a su vez, se veía modificado por la erosión de los márgenes en las avenidas.
La riera de Santa Coloma forma en su confluencia con el río Tordera una península que aumenta de
longitud entre 1915 y 1967 (fig. B5). Es decir, el punto de confluencia se desplaza hacia aguas abajo. El
istmo de dicha península, pese a ser material resistente a la erosión, parecería que se ha ido estrechando
durante este período de tiempo, (figura B5). La anchura del Tordera justo antes de la confluencia
aumenta hasta unos 120 m, dando la impresión de un lugar de depósito de material aluvial. Esta anchura
se ve menor en la foto de 1956 que en la de 1967. Además, en 1967 la orilla de la margen derecha junto a
la ermita de Sant Cebrià se ve erosionada, a diferencia de 1956.
6.3.2 La isla de Tordera y el tramo desde la riera de Santa Coloma al mar
Tras la desembocadura de la riera de Santa Coloma, el tramo de las curvas de Can Simó (Fogars de
Tordera) y Can Serra mantiene un trazado bastante constante aunque se observan algunas diferencias de
anchura, sobretodo en los puntos de máxima curvatura. Sin embargo, la curva de 110º a la izquierda se
ve bastante más brusca en 1915 que en 1967 (figura B4).
En 1924 se observa ya la isla de Tordera, con los dos brazos, que no aparecían en el mapa de 1915
(figura B3). En 1967 por supuesto existe la isla con un aspecto natural, límites irregulares, ambos brazos
activos, gran movilidad visible por el color claro del material aluvial y cauce de aguas bajas
meandriforme y trenzado dentro del cauce principal. Es interesante señalar que en 1956 la isla se ve algo
diferente sobretodo en dos puntos: 1) en la zona de bifurcación de los brazos, el río es más ancho y de los
dos brazos el izquierdo parece más activo; 2) el cauce de conexión entre los dos brazos es mucho menor
que en 1967 y además no se encuentra dirigido perpendicularmente hacia el pueblo de Tordera como en
1967.
Estas observaciones se pueden interpretar con ayuda de otras informaciones sobre la historia de la isla de
Tordera. Se dice (20) que el segundo brazo del Tordera se formó en la riada de 1898 y se volvió a abrir
(quizá después de ser cegado) en 1907. Más tarde, se tiene noticia de que en la riada del 7 de enero de
1930 (16) el río ocupó sus dos brazos (y se llevó un puente de piedra), que por tanto existirían en aquella
fecha. Un puente peatonal se perdió en el brazo izquierdo en 1963 (20). Informes (20) de 1963 señalan que
el cauce ha experimentado grandes cambios recientes cerca de la población de Tordera (debido a la
avenida de 1962, ver aptdo.8): sobretodo se teme por el cauce que orienta el agua hacia la población, que
es obviamente el cauce de conexión entre los dos brazos, el cual se ve mucho mayor en las fotos de 1967
(y efectivamente orientado contra la población, fig. B3) que en las de 1956. En un informe de 1965 (20) el
agua pasaba preferentemente por el brazo izquierdo.
Agua abajo, la curva de la Cadireta se observa ligeramente desplazada hacia el margen izquierdo,
acercándose a la vía del tren, en 1967 respecto a la posición de 1915. Aguas arriba de la curva, en 1915
aparece dibujada una isla central que en 1967 ha desaparecido. En esa posición, sin embargo, el cauce
presenta en 1967 una anchura mucho mayor. Una señal en la llanura, que podría ser un cauce
abandonado o un canal, se dibuja en 1915 y se distingue mediante los límites de las propiedades
agrícolas de 1967 (figura B2).
La zona situada bajo la vía del ferrocarril de Malgrat a Blanes es mucho más ancha en 1967 que en 1915.
En esta zona en 1967 se observan numerosos brazos dentro del cauce principal. En 1915 se observan
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 35
varias islas. El ángulo de salida al mar se mantiene invariante respecto al delta y la costa en este período
(figura B1).
6.4 Descripción de los cambios en planta entre los años 1967 y 1993
6.4.1 Tramo desde Sant Celoni a la desembocadura de la riera de Santa Coloma.
En este tramo el cambio más importante en el curso en planta del río está provocado por la construcción
de la autopista A7, a partir del año 1968. Resulta claro que los lugares en que el río y la autopista se
tocan (aptdo.6.2) son sitios en que el trazado de la vía ha invadido el cauce principal y lo ha modificado:
algunas curvas se ven suavizadas (rectificadas) y se reduce un poco la longitud.
Al comparar las fotos aéreas de 1967 y 1993 se observan también cambios importantes en cuanto a la
anchura del río. En 1967 se ve un cauce aluvial de color claro, signo de gran actividad,
considerablemente ancho. En 1993 parece perdida esta actividad, así como se ven anchuras menores. En
algunos tramos esta anchura pasa de 120-140m a no ser mayor de 70m. Entre las coordenadas 25.750 y
30.750 se acorta la longitud del río y se reduce la anchura de su cauce de avenidas (cauce principal y
llanuras de inundación) de 200 m a 80 m (figs B10, B9 y B8).
En la desembocadura de la riera de Arbúcies se observan notables cambios. En 1967 la riera de Arbúcies
incidía en el Tordera con dos cauces separados por un islote. En 1993 se observa el encauzamiento de la
riera en su tramo bajo, de unos 3 km de longitud, con una suavización de las curvas y una disminución de
la anchura del cauce. La anchura en el Tordera en la confluencia, que en 1967 era de 160 m, en 1993 no
llega a los 80m, (fig. B7 ).
Aguas abajo de esta confluencia, la curva de Hostalric se ha modificado considerablemente, por medio
de unas alineaciones geométricas suaves y una anchura constante, menor que la anterior. Desde Hostalric
hasta el puente de la A7 los márgenes del cauce no presentan grandes variaciones, (fig. B6).
La densidad de obras en todo este tramo es grande. En general la ubicación del lecho se mantiene en el
interior del antiguo cauce que ha visto reducida su anchura notablemente. En algunos puntos, de forma
muy localizada se ha desplazado el curso, para situar un polígono industrial o la autopista A7.
6.4.2 Tramo entre la riera de Santa Coloma y el mar
La zona de confluencia del Tordera y la riera de Santa Coloma presenta uno de los cambios más notables
de todo el río, que además son en principio completamente naturales (sin afección de obras humanas). La
península que determinan estos dos cursos ve reducida su longitud en unos 200 m. Se observa un proceso
de erosión lateral en el margen derecho del cauce de la riera de Santa Coloma, responsable de la
reducción de la península. La impresión que produce la confluencia y su península en 1993 es que ambos
ríos son de igual importancia, mientras en 1967 se ve que el Tordera, por su mayor cauce, es más
importante, quizá como resultado de las avenidas más próximas en el tiempo a aquella fecha (fig. B5).
A 1km aguas abajo del puente se puede apreciar un estrechamiento por encauzamiento de 100 a 65m. Al
llegar a la estación de Fogars el cauce se ensancha, pasando la anchura de 50m a 70m (fig.B4).
En la coordenada 12.900, en el punto de máxima curvatura de la curva de 110º, se observa una fuerte
erosión lateral de la orilla derecha, superior a 40 m. El resultado es que la curva se ha hecho bastante más
angulosa y curiosamente muy parecida a su aspecto en 1915 (fig.B4). A 500 metros aguas abajo se ven
las señales que hacen pensar en una erosión de la margen contraria (izquierda) hasta llegar cerca de la vía
del tren, signos que no se ven en 1967. Los signos son terrenos incultos donde había agricultura y la
huella de una posible orilla. Esta erosión y su reparación, desplazando la orilla izquierda unos 60 m a su
antigua posición, habrían ocurrido por tanto entre 1967 y 1993. Es interesante señalar que la erosión de
40 m (aguas arriba, no reparada) y la de 60 m (aguas abajo, reparada) son fenómenos que pueden ponerse
en relación, como los “rebotes” de la corriente en dos curvas consecutivas.
En la zona situada entre 1.5 km y 0.5 km aguas arriba de la estación de Can Serra el cauce es bastante
rectilíneo y se observa que ha ganado anchura en estos años.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 36
En el punto 10.900 (a 500 m aguas arriba de Can Serra) se distingue la modificación de la curva por
obras. Se sabe que corresponden a la ejecución de un proyecto de 1970 que afectó a un tramo de 608 m
de la margen izquierda del río. Se varía la sección en planta y se reduce la anchura de 150m a 85m. Algo
parecido, de mayor magnitud, ocurre hacia el punto 9900 (al comienzo de la isla), pues se modifica una
curva, actuando en la margen derecha. Las dos modificaciones vienen a corregir puntos, que son
angulosos en 1967, probablemente por erosiones de orilla anteriores a esa fecha. También tienen en
común la presencia de edificaciones o polígonos industriales en los dos casos. En cambio, el tramo desde
la curva de Can Serra hasta la isla de Tordera no se ve alterado.
El lugar de mayores cambios es la zona de la isla de Tordera. En 1967 la isla de Tordera estaba
constituida en realidad por dos islas debido a la presencia de un cauce de conexión entre los dos brazos
de una anchura superior a los 120m. En 1967 apenas había lugares encauzados. La anchura de los cauces
principales era considerable: el brazo derecho oscilaba entre 100 y 140 m y el izquierdo tenía una
anchura máxima superior a 200 m. Todas las orillas de la isla, en ambos brazos y por ambas márgenes, se
han retocado y protegido con escollera. En 1993 el brazo derecho no tiene ningún punto con anchura
superior a 110m y el izquierdo ninguno mayor que 75m (fig.B3). Además de esto, el aspecto de actividad
y movilidad aluvial de 1967 ha desaparecido por completo.
En 1993 se observa que justo aguas arriba del puente de Tordera se ganaron terrenos al río mediante el
vertido de tierras constriñendo en un 50% el cauce.
El río ha variado poco su aspecto en planta a su paso por el puente de la N-II y en un tramo 900 m aguas
abajo de éste.
Otro cambio destacado se sitúa entre los 900 m aguas abajo del puente de la N-II y la curva de la
Cadireta, lugar en que se efectuaron las mayores extracciones de áridos y donde la anchura del río se
redujo de unos 240 m en 1967 a unos 140 m en 1993. La anchura tan grande de 1967 parece debida a la
erosión de la orilla derecha antes de esa fecha.
Aguas abajo de la Cadireta el río no presenta modificaciones hasta su delta. El trazado es prácticamente
recto y la anchura del cauce no se ha modificado siendo siempre superior a 100 m (fig.B1).
7. ANÁLISIS DEL RIESGO DE EROSION EN CURVAS
En este apartado se estudia la capacidad erosiva de las márgenes de curvas del río Tordera. La erosión de
las orillas, si es posible por no existir elementos de protección que lo impidan, implica movimientos en
planta del cauce. El cálculo de la tasa de erosión se basa en las características geométricas de las curvas y
los valores obtenidos permiten predecir cuales son más activas. No se tienen en cuenta las características
del material del margen ni la potencia del flujo, factores ambos determinantes para conocer el
mecanismo de fallo del margen y el valor cuantitativo de la tasa de erosión (en m/año).
Al igual que la erosión de las márgenes, también es interesante conocer la erosión en el fondo debido a
las particulares características del flujo en curva. Para ello se utilizan distintas formulaciones empíricas
que relacionan el calado en la recta de entrada con el máximo calado en la curva a partir de datos de la
geometría.
7.1 Cálculo del potencial erosivo de las márgenes
Para calcular el potencial erosivo se utiliza la expresión de Hickin y Nanson (18). Esta fórmula es de
carácter empírico y relaciona la tasa de erosión, (T.E.), con las características geométricas de la curva (el
radio R por el eje de la curva y la anchura B medida en los puntos de inflexión) mediante un factor, M,
que tiene en cuenta las características del material del margen y la potencia del flujo.
RB
MET 5.2.. = 5.2>BR
−= 167.0..
BR
MET 5.2<BR
De los datos analizados por estos autores se extrae la conclusión de que las máximas tasas de migración
tienen lugar para relaciones de R/B ≈ 2.5. Para valores menores la tasa baja rápidamente y para valores
mayores el descenso es más lento.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 37
Otras posibles expresiones para calcular las tasas de erosión de orillas no tienen en cuenta de forma
directa las características de la curva sino que la influencia de ésta se deja sentir en el valor de velocidad
o de calado utilizado. La expresión de Ikeda (27) tiene en cuenta la relación entre la velocidad en el
margen y la velocidad media de la sección de estudio, además de un factor de erosión que engloba las
características del margen. Odgaard (27) tiene en cuenta la altura del margen respecto al calado y la
velocidad en el centro de la sección. Mosselman (27) propone una expresión donde se tiene en cuenta la
tensión actuante en el margen y la altura y la pendiente de éste.
7.2 Cálculo de la erosión del fondo en una curva
Para el cálculo de la erosión del fondo se utilizan algunas ecuaciones empíricas presentadas en (24). En
ellas hcurva es el calado máximo en la curva y hrecta es el calado en la recta de aproximación a la curva.
Todas las fórmulas tienen una estructura del tipo:
−−= c
BR
bahh
recta
curva ln
donde los coeficientes a, b y c dependen de los datos ajustados por cada autor y R y B son
respectivamente el radio y la anchura de la curva.
Tabla 10 Coeficientes de la ecuación de cálculo de erosión del fondo en curvas
Autor a b c
Thorne 2.07 0.19 2
Altunin-1 3.73 0.38 0
Altunin-2 1.7 -1.26 0
USACE-arenas 3.376 0.66 0
USACE-gravas 3.377 0.71 0
Maynord 2.57 0.36 0
La ecuación de Thorne se obtiene a partir de los datos de curvas de varios ríos y de datos de laboratorio.
Su rango de aplicación son curvas con una relación R/B mayor que 2. La fórmula de Altunin-1 se aplica a
curvas con relaciones de R/B comprendidas entre 2 y 6. La ecuación de Altunin-2 se aplica a curvas con
relaciones de R/B mayores de 6 y debe tenerse en cuenta además que la relación R/B de la fórmula está
elevada al exponente –1.
La fórmula de USACE se obtiene a partir de los datos de Thorne y de varios autores más. Los resultados
que se obtienen con estas fórmulas son conservadores ya que únicamente el 5% de los datos utilizados
son mayores que los obtenidos con las ecuaciones. Aunque ajustan dos fórmulas para ríos de arenas y de
gravas la diferencia entre los resultados obtenidos con ellas es mínima.
La ecuación de Maynord se ha obtenido con los mismos datos que se utilizaron en la expresión de
USACE exceptuando los datos de laboratorio. Hay que tener en cuenta, como señala este autor, que
existen otros parámetros importantes de los que depende la relación hcurva/hrecta como por ejemplo la
relación entre la anchura y el calado, B/h.
7.3 Curvas de estudio
Se identifican las principales curvas de estudio mediante fotografía aérea del año 1993 y ortofotomapas
del año 1997 a escala 1:25000. Las curvas estudiadas se escogen por sus características geométricas
acusadas o por los problemas históricos que de ellas se tiene noticia.
Las características más impotantes de la geometría son la determinanción de la anchura, B, y del radio de
curvatura, R. Para ello se utiliza la metodología propuesta en Hickin y Nanson (18).
Tabla 11. Parámetros geométricos de las curvas de estudio
Nombre curva Localizació
n (s)
B R R/B
La Cadireta 4,500 109 587 5.4
puente N-II 7,500 95 340 3.6
Can Serra 10,500 69 205 3.0
a. abajo C.Simó 13,250 57 134 2.4
Can Simó 14,000 51 142 2.8
Hostalric 18,750 47 283 6.0
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 38
a. arriba Hostalric 19,750 68 273 4.0
gaseoducto 27,750 48 363 7.6
La Batllòria 28,500 62 153 2.5
El inventario de 1973 (o “Herring”, aptdo.5.1), nos permite conocer qué curvas estaban ya protegidas por
esas fechas. La de La Cadireta no estaba protegida. En la N-II había un pequeño tramo de escollera por el
margen exterior. La curva de Can Serra estaba protegida con escollera. Las dos curvas de Can Simó
(Fogars) no tenían protecciones aunque la línea de ferrocarril discurre muy cercana. Las dos curvas de
Hostalric estaban totalmente protegidas: la de aguas arriba con escolleras y gaviones y todo el tramo de
unión entre las dos y la misma curva de Hostalric con escollera. La de la Batllòria tenía protecciones de
escollera y gaviones por el margen exterior aguas abajo del eje y estaba encauzada en su entrada.
7.4 Resultados de tasas de erosión de márgenes
Tabla 12. Tasas de erosión en la curva
Curva T.E./M
La Cadireta 0.46
Puente N-II 0.70
Can Serra 0.84
a.abajo C.Simó 0.91
Can Simó 0.90
Hostalric 0.42
a.arriba Hostalric 0.62
gaseoducto 0.33
La Batllòria 0.98
Las tasas de erosión se calculan en relación al factor M a determinar en cada curva según las
características del material del margen y de la potencia del flujo. Sin más datos que los estrictamente
geométricos y suponiendo un mismo factor M para todas las curvas se observa que las que a priori
tienen mayor capacidad de erosión del margen son las de La Batllòria, las de Can Simó (Fogars, aguas
arriba y abajo) y la de Can Serra. Sin embargo debe tenerse en cuenta que por ejemplo tanto la curva de
la Batllòria como la de Can Serra están protegidas de forma artificial. Una curva con una tasa de erosión
a priori baja como es la del gaseoducto es la que en la actualidad está presentando mayores problemas
(ha sido objeto de preocupación en los últimos meses la regresión de la orilla en este punto que amenaza
un gaeoducto). A los datos puramente geométricos por tanto es necesario añadir datos sobre las
características del margen y un estudio local más detallado.
7.5 Resultados de erosiones de fondo
Cuanto más cerrada es una curva mayor es la erosión en el margen. Los valores de erosión se sitúan
entorno a 2-3 veces el calado en la recta de entrada.
Tabla 13. Relaciones de hmáx/hrecta para las distintas curvas según varios autores
hmáx / h recta
Curva Altunin Thorne USACE Maynord Promedio
La Cadireta 1.7 1.8 2.3 2.0 1.9
puente N-II 2.4 2.0 2.5 2.1 2.2
Can Serra 2.6 2.1 2.7 2.2 2.4
a.abajo C.Simó 2.8 2.3 2.8 2.3 2.5
Can Simó 2.7 2.1 2.7 2.2 2.4
Hostalric 1.5 1.8 2.2 1.9 1.8
a.arriba Hostalric 2.2 1.9 2.5 2.1 2.2
gaseoducto 1.4 1.7 2.0 1.8 1.8
La Batllòria 2.8 2.2 2.8 2.2 2.5
Según estos datos, nuevamente las curvas que pueden presentar mayores erosiones del fondo son las de
la Batllòria, las de Can Simó (Fogars) y las de Can Serra. Hay que tener en cuenta que estos valores de
erosión máxima corresponden a una situación en la que el caudal de cálculo circule durante suficiente
tiempo para que las erosiones puedan desarrollarse en su totalidad.
Los datos de erosión en curva deben tenerse en cuenta a la hora del diseño de las cimentaciones de
posibles obras de protección de márgenes o de paso de tuberías y servicios bajo la cota del lecho.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 39
8. CRONOLOGÍA DE LOS PRINCIPALES SUCESOS EN EL RÍO TORDERA
El objetivo de este apartado es ofrecer la lista de los sucesos principales que pueden haber sido causantes de los cambios en perfil y planta estudiados en los aptdos. 5 y 6. • 1958: comienzan las extracciones de áridos (pequeños volúmenes porque la maquinaria es
rudimentaria y la demanda pequeña). • 1960-68: grandes extracciones de áridos, especialmente hacia el final del periodo. • 1962 (11 y 12-X): avenida que inunda el pueblo de Tordera, con 1.5 m de agua en algunas casas del
poblado Fibracolor; otras avenidas en noviembre. Es la primera avenida importante desde 1943. • 1965 (7 al 9-X): avenida con el máximo caudal registrado en Sant Celoni: 213 m3/s. • 1968: la Comisaría de Aguas prohibe toda extracción de áridos en el cauce y cerca de él. • 1968: comienzo de la construcción de la autopista Barcelona-La Jonquera (A7). • 1969: avenidas en abril (mayor) y octubre (menor), que producen daños en la margen izquierda del
río, en la zona en que la A7 discurre paralela al río. En el tramo bajo se pierden tierras de labor fértiles, convertidas en arenales.
• 1970-71: proyectos y obras numerosos de reparación y reposición de defensas, suscitados por las
avenidas de 1969; entre ellos el estrechamiento del cauce aguas abajo del puente de la N-II. • 1971 (20 y 21-IX): la mayor avenida que se recuerda en el río; entre otros se pierde el puente de la
autopista A7. • 1971: como consecuencia de la avenida, para financiar gran número de proyectos de reparación de
defensas, se vuelve a dar permisos de extracción de áridos, muy a menudo a cambio de colocación de escollera en las márgenes.
• 1972-75: extracción de áridos (hasta 104.000 m3) en el brazo izquierdo de la isla de Tordera, dentro
de un proyecto de “acondicionado”. • 1975-80: grandes extracciones de áridos. • 1976: en este contexto, acondicionamiento y limpieza del brazo derecho de la isla de Tordera
(>40.000 m3 de material). • 1979: comienzan las dos mayores extracciones de áridos, aguas abajo y aguas arriba del puente de la
NII, evaluadas al cabo de 9 años de explotación en unos 2 millones de m3. • hacia 1979-81: obras de encauzamiento en la zona de la isla de Tordera: escolleras en las nuevas
márgenes, muro, escollera en el puente, etc.
• 1982 (15 a 17-II): la segunda avenida en importancia, seguida de otra en marzo y otra en noviembre;
en abril se realiza el vuelo 1:5000. • 1982-83: gran número de proyectos y obras de reparación. • 1988: prohibición de las extracciones de áridos dentro y fuera del cauce. • 1992: construcción de la estación de aforos de Fogars de Tordera (Can Simó). • Años 90: protección de la cimentación del puente de la autopista A7.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 40
9. DISCUSIÓN DE LAS CAUSAS DE LOS PROCESOS DE EROSIÓN EN EL RÍO TORDERA
El objetivo de este apartado es poner en relación los cambios observados en el río (aptdo.5: estudio de la
erosión general a largo plazo) con la cronología del apartado anterior.
Como causas del fuerte descenso del fondo del río Tordera en el periodo 1960-2000 pueden invocarse al
menos las siguientes: 1) los cambios en el uso del suelo de la cuenca, 2) las extracciones de áridos y 3)
las obras de encauzamiento y las obras viarias que han ocupado parte del espacio fluvial. Las avenidas en
el mismo periodo podrían considerarse más bien como los agentes capaces de producir cambios en poco
tiempo, pero señalemos igualmente que los cambios de perfil (y la incisión de un río) pueden estar más
relacionados con su caudal dominante que con las avenidas.
Los cambios de uso del suelo merecerían una investigación en profundidad. Es posible que el abandono
de tierras agrícolas y el avance de la superficie arbolada haya producido en las últimas décadas un déficit
de material sólido en los ríos de la cuenca. Mencionamos, pues, este aspecto como una hipótesis que
merece análisis.
Las obras de encauzamiento y las obras viarias han tenido sin duda un efecto sobre el equilibrio del río.
Recordemos que el estrechamiento de un cauce induce una erosión general en el tramo estrechado, que
se propaga hacia aguas arriba en principio indefinidamente (y no se propaga en cambio aguas abajo). En
el tramo estrechado, se produce además una reducción de la pendiente.
El estudio de los cambios en planta desde 1967 (aptdo.6.4) ha servido para poner de manifiesto obras de
gran magnitud en longitud y en su efecto de estrechamiento. Destacamos dos: 1) en 1970, hacia la
coordenada s=10.900 (Can Serra) una longitud de 600 m de cauce vio reducida su anchura de 150 a 85 m
(es decir se dejó en un 56% de la original); 2) en 1970-71, hacia la coordenada s=6.000 (a.abajo del
puente de la NII) una longitud de 2000 m de cauce vio reducida su anchura de 240 a 140 m (es decir se
dejó en 58% de la original). La magnitud de estas obras hace posible que su efecto haya alcanzado al río
por entero. Usando expresiones de cálculo de la erosión por estrechamiento(23) la erosión en estos dos
ejemplos sería del 46% del calado antes del estrechamiento y del 43% del calado antes del
estrechamiento respectivamente para los dos casos anteriores.
Estas erosiones son las últimas o de equilibrio si la acción es duradera. Los agentes que activan estos
procesos de erosión son sólo avenidas que hubieran ocupado en condiciones normales la anchura
completa y que se ven ahora constreñidas a circular por el cauce estrechado. Si suponemos avenidas de 3
m de calado antes de las obras de estrechamiento, se predecirían erosiones del orden de 1.35 m. Ahora
bien, la duración real de estas avenidas no es indefinida como para considerar que se alcanza la erosión
de equilibrio, pero un serie de avenidas puede producir el mismo resultado por la acumulación de
efectos: a este respecto véase el gran número de avenidas en los años 60 (antes de las obras que hemos
destacado, no obstante) y la grandes de 1971 y 1982.
Mediante sencillas expresiones de cálculo de las pendientes de equilibrio tras un estrechamiento(23), se
pueden pronosticar también basculamientos hasta un nuevo equilibrio en una pendiente igual a un 76% y
a un 75% de la original para los dos casos anteriores. Este es un orden de magnitud semejante a los
cambios de pendiente observados en la fig.13, desde primeros de siglo (o presuntamente desde el
comienzo de las acciones antrópicas hacia 1960, aptdo.8) hasta 1996. Estos basculamientos son también
de equilibrio, es decir requieren acciones duraderas o la acumulación de varios episodios de importancia.
Las obras de encauzamiento y viarias con resultado de estrechamiento serían acciones irreversibles, es
decir el nuevo equilibrio a largo plazo del río sería en una posición con el fondo más bajo y con menos
pendiente.
Es interesante tener ahora en cuenta la evolución temporal del fenómeno de erosión general del río
Tordera, resumido en los descensos en los puentes (tabla 8, aptdo.5.3). Obsérvese que los 15 años de
1973 a 1987, época de enormes extracciones de áridos y época en que ya estaban ejecutados las obras
señaladas antes, muestra los mayores descensos. Nótese que el orden de magnitud de los descensos es
semejante al calculado más arriba como efecto de las obras de estrechamiento. En los siguientes 15 años,
parece claro que el proceso sigue activo en la parte aguas arriba del tramo bajo (zona del puente de la
autopista A7 y hasta la estación de Can Simó), pero parecería casi frenada aguas abajo (puente NII).
Incluso en la desembocadura parece haber indicios (informaciones verbales) de una subida de la cota del
lecho.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 41
La acción de extracción de material suelto (áridos) en el cauce del río causa un déficit de transporte
sólido hacia aguas abajo y un descenso del nivel de base hacia aguas arriba. Por ello la erosión general
que se produce se propaga, a diferencia del estrechamiento, en las dos direcciones: aguas arriba y aguas
abajo. También a diferencia del estrechamiento, no es necesario pensar en las avenidas como agente
exclusivo de estos cambios, sino que caudales menores pueden también ser importantes. En ocasiones,
las extracciones en el río Tordera se han hecho restando en primer lugar un área al río, para luego
excavar en ella, fuera del nuevo cauce estrechado. En este caso, las obras y las extracciones serían una
misma acción.
Cuando la acción es la extracción de áridos, es posible que se revierta el proceso, si el río aporta
suficiente material. A este respecto el tramo bajo del Tordera puede considerarse como un almacén del
material arenoso de dos afluentes principales: la riera de Arbúcies y la riera de Santa Coloma (ver
aptdo.5.6). Nótese también que el descenso de cotas de fondo en el río induce un aumento de pendiente
en los afluentes (por descenso de su nivel de base), descenso comprobado por ejemplo en los puentes de
la riera de Arbúcies con descenso del orden de 1.5 m(26) . Este aumento de pendiente incrementa la
capacidad de transporte de los afluentes, es decir es como si la red de drenaje reaccionara intentando
aportar más material sólido al río principal que sufre el descenso.
La causa de las obras y la causa de las extracciones de áridos son difíciles de distinguir en sus efectos en
el proceso de erosión general. Nos sentimos inclinados a seguir la opinión general de que son las
extracciones de áridos la causa principal de la erosión en el río, quizá porque su efecto parece obvio. Si
esta es la causa principal podemos tener una mayor esperanza en la recuperación del río.
Sería interesante analizar el efecto que cumplirá en el futuro dos “controles” nuevos del perfil
longitudinal, provocados por la solera de hormigón de la estación de aforos de Can Simó (si no se arruina
totalmente) y las obras duras en el cruce de la autopista A7, ambas de los años 90.
10. CONCLUSIONES DEL ESTUDIO DE DINÁMICA FLUVIAL
Principales actividades:
Las principales actividades han sido:
− trabajo de campo para la determinación de granulometrías del río y recopilación de información
del mismo tipo
− determinación de niveles de cauce lleno en secciones transversales del cauce
− análisis de los limnigramas de Can Serra y Can Simó de un mismo suceso, con lo que se ha
obtenido resultados relativos a las formas de fondo y la erosión en crecidas
− trabajo de campo para determinar las cotas de los testigos de carbón en el cauce
− comparación de información cartográfica (búsqueda histórica) para dibujar el perfil longitudinal
del río en distintas épocas
− comparación de la fotografía aérea desde 1956 hasta el presente
− análisis del perfil longitudinal según teorías del régimen
− análisis del riesgo de erosión en curvas
− estimación de los coeficientes de rugosidad de Manning en la llanura de inundación
Las principales conclusiones son:
• se ha constatado por medio de nuevos datos de campo la peculiar composición granulométrica del
río, que pasa en pocos kilómetros de ser esencialmente un río de gravas gruesas (la coraza) y
finas (el material bajo la superficie, de 7 mm) en el tramo medio, a ser a uno de arenas gruesas (2
mm) en el tramo bajo.
• la curva de gastos de la estación EA89 de Can Simó es buena, pero la de la estación EA62 Can
Serra no es correcta. No obstante es muy valiosa su información limnimétrica que valdría la pena
conservar en el futuro.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 42
• se ha probado que el cauce puede experimentar erosiones generales transitorias importantes en
crecidas; de hecho con la avenida de enero de 2001 se ha encontrado una fluctuación del fondo
superior a 1m en algunos puntos del cauce bajo. Estos datos permiten proponer ecuaciones de
cálculo de la erosión transitoria, como la de Lischtvan-Lebediev.
• los tramos arenosos del río desarrollan en crecida formas de fondo que pueden elevar su
coeficiente de rugosidad de Manning por encima de 0.040.
• se ha probado que el cauce desde el puente de la autopista A7 hasta el mar ha descendido de 2.5 a
3.2 m en los últimos 40 años. Esta es una erosión permanente o acumulada a lo largo de los años.
• si bien no se puede afirmar que el proceso de descenso (incisión) haya terminado, sería lógico
esperar que la prohibición de las extracciones de árido invierta la tendencia en el futuro, ya que
ésta ha sido una de las causas probables (aunque no la única) de este fenómeno en los últimos 30
años. De hecho, parece que el proceso de erosión se ha ralentizado en general e incluso se ha
frenado cerca de la desembocadura.
• se pueden proponer unos valores del caudal dominante con el análisis de la información recogida,
pese a las fuertes incertidumbres causadas por la intervención antrópica en el río y es de destacar
los distintos periodos de retorno del caudal dominante para el tramo medio (2,5 años) y el tramo
bajo (1,5 años).
• el río Tordera es potencialmente muy móvil también en planta, como prueba su historia. Sin
embargo ha sido fijado sustancialmente por obras de defensa. Existe también un potencial
elevado de erosión en curvas.
• sería de mucho interés observar la evolución futura del río Tordera en cuanto a la movilidad que
ha sido nuestro objeto de estudio, en particular la evolución de la erosión general y la transitoria.
Gracias a las instalaciones existentes y usadas en este estudio (columnas de carbón, estaciones de
aforo), el río Tordera se podría constituir en un cauce de estudio de fenómenos de movilidad
aluvial.
11. REFERENCIAS
1. Ackers, P., White, W.R., Perkins, J.A., Harrison, J.M. “Weirs and flumes for flow measurement”.
John Wiley and sons, Chichester 1978.
2. Batalla, R.J. (1997): “Evaluating bed-material transport equations using field measurements in a
sandy gravel-bed stream (Arbúcies, NE Spain)”. Earth Surface Processes and Landforms , 22, 2,
121-130
3. Batalla, R.J. Martín-Vide, J.P. “Thresholds of particle entrainment in a poorly sorted sandy
gravel-bed river”. Catena 44 (2001) 223-243
4. Batalla, R.J., Sala, M., Werrity, A. (1995): “Sediment budget focused on solid material transport
in a subhumid Mediterranean drainage basin”. Zeitschrift für Geomorphologie, 29, 2, 249-264
5. Bos, M.G. (ed) “Discharge measurement structures”. International Institute for Land Reclamation
and Inprovement, Wageningen 1978.
6. Bravard, J.P., Petit, F. “Les cours d`eau”. Armand Colin, Paris, 2000.
7. Chang, H.H. “Fluvial Processes in River Engineering”. John Wiley, New York 1988.
8. Chow, V.T. “Hidráulica de canales abiertos. Ed. McGraw-Hill.1959
9. Church, M.A., McLean, D.G. & Wolcott, J.F. (1987): River bed gravels: sampling and analysis.
A: Thorne, C.R., Barthurst, J.C. & Hey, R.D. (eds.): Sediment transport in gravel-bed rivers.
John Wiley & Sons, 43-88
10. Estudio de máximas avenidas en la cuenca del río Tordera. Comisaría de Aguas del Pirineo
Oriental 1979.
11. Estudio geotécnico en el puente sobre el río Tordera de la carretera NII. Geosond, octubre 1994.
12. Estudio para la protección frente a la erosión local de las cimentaciones del puente de la carretera
NII sobre el río Tordera. UPC, 1995.
13. Garde, R.J., Ranga Raju, K.G “Mechanics of sediment transportation and alluvial stream
problems”. John Wiley and sons, New York 1977.
PLANIFICACIÓ DE L’ESPAI FLUVIAL DE LA CONCA DE LA TORDERA
P210411/SRLC/ME-01 Octubre 2002. Ed. 1 – Rev. 2 B.4.1- Página 43
14. Generalitat de Catalunya. Junta d’Aigües. Anuari de dades hidrològiques 1987-88/1988-89/1989-
90. Barcelona 1995.
15. Graf, W. Hidraulique Fluviale. Tome 2, Presses Polytechniques et Universitaires
Romandes,1998.
16. Gutiérrez, C. “La Tordera. Perspectiva geograficohistòrica d’un riu”
17. Henderson, F.M. “Open Channel Flow” Macmillan Publishing Co., New York 1966.
18. Hickin, E.J., Nanson, G.C. “Lateral migration rates of river bends” Journal of Hydraulic
Engineering, ASCE, Vol. 110, nº 11, 1984
19. Informe acerca de los sondeos efectuados en el emplazamiento del puente sobre el río Tordera en
el km 689 de la carretera de Madrid a Francia por la Junquera. Obras Públicas. Jefatura de
Sondeos, agosto 1928.
20. Cartografia de risc d`inundacions i patrimoni cultural a Catalunya (Projecte INTEREG)
Generalitat de Catalunya. Universitat de Lleida. 2002.
21. Knighton, D. “Fluvial forms and processes”. Arnold, London 1998.
22. Leopold, L.B., Wolman, M.G., Miller, J.P. “Fluvial processes in geomorphology”. Dover
Publications, New York 1964.
23. Martín Vide, J.P. “Ingeniería fluvial”. Edicions UPC, Barcelona 1997 e “Ingeniería de ríos”,
Edicions UPC, Barcelona 2002.
24. Maza Alvarez, J.A. “Manual de Ingeniería de Ríos”. Instituto de Ingeniería, Universidad
Nacional Autónoma de México, varias fechas.
25. Memoria del proyecto de puente de hormigón armado sobre el río Tordera en el km 689.71 de la
carretera de Madrid a Francia. Obras Públicas, junio 1928
26. Pedraza, P. “Estudio de la erosión general en el río Tordera”. Tesina de especialidad, Escuela
T.S. de Ing. de Caminos, UPC, 1998.
27. Przedwojski, B. et al “River Training Techniques”. Balkema, Rotterdam 1995.
28. Rovira, A. “Balanç de sediment i dinàmica fluvial en un riu de règim hidrològic transitori (tram
final de la Tordera)”. Tesi Doctoral, Universitat de Barcelona, 2001.
29. Schreider, M., Scacchi, G., Franco, F., Fuentes, R., Moreno, Ch. “Aplicación del método de
Lischtvan y Lebediev al cálculo de la erosión general”. Ingeniería hidráulica en méxico, XVI,1,
pp.15-25, 2001.
30. Thorne, C.R., Hey, R.D., Newson, M.D. (1997): Applied fluvial geomorphology for river
engineering and management. John Wiley, Chichester.
31. Wolman, M.G. (1954): A method of sampling coarse bed-material. American Geophys. Union
Trans., 35, 951-956.
32. CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas). IV Jornadas sobre
encauzamientos fluviales. Madrid, 1995.
12. EQUIPO DE TRABAJO
Este estudio se ha realizado en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), con el professor Juan P.
Martín Vide (Dr. Ing. de Caminos) como responsable y los becarios de doctorado Marta Roca Collell,
Ingeniera de Caminos y el Ing. Andrés Andreatta MsC, en colaboración con un equipo de la Universitat
de Lleida (UdLl) con los profesores Drs. en Geografía Ramón Batalla Villanueva, como responsable, y
Albert Rovira García.
Agradecemos al profesor Allen Bateman (UPC) y al Servei de Hidrologia de la Agencia Catalana de
l’Aigua la información facilitada.
La relación con los ingenieros de Sener, S.A. MªCarmen Molina y Eduardo García ha sido muy grata en
el desarrollo del trabajo.