Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos
81Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111AYMARAS Y
PLEBISCITARIOS.LOSINDGENASANDINOS,LACHILENIZACINYLAS
IDENTIDADESENLAFRONTERACULTURAL(PUTRE 1920-1929)*Aymaras and
plebiscites. Andean Indigenous, the chilenizacin and identities in
the cultural border. (Putre 1920-1929)Alberto Daz**Luis
Galdames***Rodrigo Ruz****Recibido: 4 de noviembre de 2012.
Aprobado: 9 de abril de
2013.RESUMENEsteartculoanaliza,sobrelabasededocumentacinarchivstica,cmolaspoblacio-nes
indgenas aymaras del extremo norte de Chile asumieron identidades
nacionales pe-ruanas, en contraposicin a las polticas de
chilenizacin implementadas tanto por las agencias como los agentes
chilenos en los poblados de la cordillera andina de Arica, ad
portas del plebiscito pactado para 1926. Se examinan antecedentes
cuantitativos (censos) y testimonios asociados a violencia y
xenofobia en torno a la construccin de lealtades nacionales en la
periferia de Putre y la frontera de los pases andinos.PALABRAS
CLAVES: Aymaras, plebiscito, chilenizacin.*Este artculo es
resultado de la investigacin del Proyecto Fondecyt N 1110965 y del
proyecto de Investigacin Mayor de Ciencia y Tecnologa de la
Universidad de Tarapac. Cdigo 5710-12. Asimismo, se agradece el
apoyo del Convenio de Desempeo Universidad de
Tarapac-Mineduc.**Universidad de Tarapac, Departamento de Ciencias
Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico:
[email protected]***Universidad de Tarapac, Departamento de
Ciencias Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico:
[email protected]**** Universidad de Tarapac, Departamento de
Ciencias Histricas y Geogrfcas, Arica, Chile. Correo electrnico:
[email protected] Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos
82ABSTRACTUtilizingarchivaldocumentation,thispaperanalyzeshowtheindigenousAymaraof
NorthernChiletookonPeruviannationalidentities,inoppositiontothepoliciesof
chilenizationimplementedbybothagenciesandChileanagentsinthevillagesofthe
Andean Mountains of Arica, right before the plebiscite agreed upon
in 1926. It examines quantitative data (census) and testimonies
associated to violence and xenophobia related to the construction
of national loyalties in the periphery of Putre and the border of
the Andean countries.KEY WORDS: Aymara, Plebiscite (o Referendum),
Chilenization.I. INTRODUCCINEl 20 de octubre de 1883, fecha en la
cual se frma el Tratado de Ancn entre Per y Chile, los territorios
de Tacna y Arica pasaron a la administracin chilena por un plazo
de10aos,tiempoenqueunprotocoloestableceralascondicionesburocrticaspara
materializar un acto plebiscitario entre la poblacin local. Eleccin
que decidira a qu pas correspondera la soberana de dichas
provincias (Gonzlez 2008; Caldern 2000).
Porlotanto,eralasociedadregionalqueresolveralosdestinossoberanosdedichos
territorios, incluyendo a los indgenas que para entonces, no
dudaron en manifestar sus compromisos ciudadanos a favor del Per
(Daz, Galdames y Ruz 2010). En tanto,
exis-tierondiversosintentosporalcanzarunasalidadiplomticaallitigio,aunquelaspro-puestas
se frustraron una y otra vez, por lo que la planifcacin del evento
plebiscitario
fueperdiendovalidezcomoinstrumentoresolutivo,debidoaquealparecernoexista
una total disposicin de las partes para fjar una fecha para el
sufragio (Caldern 2000; Yepes 1999).Sin embargo, la historia fue
otra. El mencionado plebiscito nunca logr materiali-zarse,
generando un clima caracterizado por el conficto de identidades
nacionales y es-tallidos de violencia entre la poblacin de Tacna,
Tarata o Arica, como en los poblados de la sierra o del altiplano
andino. Puntualizando, el Estado chileno tempranamente haba
implementado una administracin con el fn de ejercer un control
soberano de la zona y desplegar una serie de estrategias para
chilenizar el territorio, lo que permitira en teo-ra que la
poblacin votara a favor de Chile. Hubo ocasiones, sobre todo en
momentos
cercanosalpactadoeventoelectoral(principalmentepara1926,ltimafechaestimada
por el rbitro internacional para el sufragio), donde los
sentimientos nacionales se exte-Si Somos Americanos. Revista de
Estudios Transfronterizos 83Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre
2013 / pp.
81-111riorizabanconmayoreuforia,creandounaatmsferadeviolenciaciudadanaentrelos
bandos peruanos y chilenos, lo que tambin se tradujo en distintos
tipos de alteraciones al orden pblico (Daz 2006; Gonzlez 2004a;
Palacios 1974).Durante todo este perodo, las agencias y agentes
gubernamentales orientaron su accionar en establecer una estructura
poltica, sostenida en el control social y en la repro-duccin de los
valores e imaginarios nacionales chilenos. Desde una perspectiva
terica, la exaltacin de los smbolos patrios, la aplicacin de un
ordenamiento jurdico, la
ins-tauracindesuaparatajeburocrticoymilitar,ademsdelsistemaescolar,losclrigos
oempleadosciviles,operaron(alparecer)bajolalgicadeintegraratodosmedian-te
diferentes estrategias para reproducir la comunidad imaginada, con
sus tradiciones y emblemas (Anderson 2000; Hobsbawm y Ranger 2002;
Gellner 1983). En defnitiva, con la aplicacin de polticas
consecuentes a intereses geopolticos, incluso con un marcado sesgo
xenofbico, se busc nacionalizar el territorio con fnes electorales
y soberanos. Este perodo ha sido denominado como la chilenizacin de
los territorios integrados a la soberana nacional tras la guerra
del Pacfco (Gundermann 1998).Hacia la dcada de 1920 se evidenci un
notable aumento de la poblacin chilena en el rea de Arica, lo que
habra permitido al Estado aparentemente triunfar en el
ple-biscitoprogramadodefnitivamentepara1926.Puntualizando,elcensode1917arroj
lossiguientesdatos:5.308(41,23porciento)chilenos;5.627(43,71porciento)perua-nos;
1.374 (10,67 por ciento) bolivianos, y 562 (4,36 por ciento) de
otras nacionalidades, con un total de poblacin de 12.871 (Archivo
Histrico Vicente Dagnino 1917), lo que demuestra que el nmero de
chilenos se equiparaba al segmento peruano, signifcando un
escenario electoral bajo un empate tcnico. Pero, en torno a los
comuneros andinos
reconocidostnicamentecomoaymaras,conunalargapresenciahistricaenlacordi-llera
ariquea, cabe advertir: cules eran las defniciones identitarias
nacionales en un contexto electoral sociopoltico asumidas por este
grupo tnico habitante de los espacios rurales? En el siguiente
cuadro es posible constatar con mayor magnitud la presencia de
distintas nacionalidades en las subdelegaciones rurales del rea de
Arica: Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos
84Cuadro N 1Porcentaje de poblacin de las subdelegaciones rurales
de la provincia de Arica, con derecho a voto (1924)Distrito censal
Peruanos Chilenos Bolivianos Extranjeros1TotalLluta 16.6 82.9 0.3
0.2 100.0Azapa 22.6 51.9 10.4 15.1 100.0Beln 84.1 3.7 12.2 --------
100.0Codpa 86.4 4.5 8.2 0.9 100.0Putre 67.7 3.6 27.8 0.9
100.0General Lagos 45.3 37.5 14.1 3.1 100.0Fuente: Cuadro elaborado
en base a la informacin contenida en el Archivo (Ministerio de
Relaciones Exteriores del Per 1925: 438).
Losregistrossubrayanqueexisteunsignifcativonmerodeindgenasandinos
que se adscribe a la nacionalidad peruana, la cual se concentra en
los poblados serranos de Putre, Beln o Codpa en el hinterland o
regin circundante de Arica, acaso los
ayma-rasestabanasumiendocompromisossociopolticosenfavordelPer,comooposicin
a la presencia de las agencias estatales chilenas? Como es de
suponer, el cuadro anterior describe cuantitativamente esa intencin
electoral de los indgenas1. La discusin ha in-tentado visualizar a
los indgenas reconocidos tnicamente como aymaras, en escenarios
histricos complejos en materia sociopoltica, relevando sus
compromisos nacionales y la participacin en los distintos
dispositivos que los Estados nacionales han establecido en la zona.
Sobre el panorama tnico de las zonas rurales de Arica durante las
primeras dcadas del siglo XX, hemos insistido previamente sobre la
condicin cultural, lings-tica e identitaria de los aymaras, y cmo
estos han sido a su vez descritos por los agentes
gubernamentalesdelapoca(DazyRuz2009).Alrespectopodemosvolveracitarel
siguiente manuscrito: La poblacin de la provincia de Tacna
(departamentos de Tacna y Arica) tiene una com-posicin tnica que
difere de la del resto de la Repblica [...]. De raza indgena
ameri-cana, o mestiza, son la mayora de los 15.000 bolivianos y
12.000 peruanos que habitan
elpas.LosextranjerosprovenientesdeotrospasesamericanosodeEuropasonde
raza blanca. En la provincia de Tacna la situacin es muy diversa,
pudiendo distinguirse 1En una serie de trabajos anteriores, hemos
problematizado la participacin de los segmentos indgenas del rea de
Arica, tanto en los contextos republicanos peruanos como en los
procesos de incorporacin nacional a Chile (Daz 2006; Daz, Galdames
y Ruz 2010). Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 85Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 /
pp. 81-111claramente en su poblacin cuatro razas diversas, a saber:
a) raza blanca; b) raza ind-gena; c) raza negra, y d) raza mestiza.
[...] b). Los indgenas forman casi la totalidad de la poblacin en
las regiones del interior de la provincia. Estos indgenas
pertenecen a la raza aymar, que, junto con los atacamas y los
quechuas, forman la rama de los peru-vianos de la familia indgena
llamada andina [...]. Forman parte, en consecuencia, de esa raza,
los indgenas de la provincia de Tacna, y los que se encuentran en
el interior de la provincia de Tarapac. La inmensa mayora, de la
casi totalidad de la poblacin de las subdelegaciones de Tarata y
Palca, del departamento de Tacna, y de las de General Lagos, Putre,
Beln y Codpa, del departamento de Arica, est constituida por estos
indios de
razaaymar.Todosesosindgenashablanelidiomaaymar.Losquehabitanlaparte
ms oriental de la provincia, es decir, el distrito de Mauri, la
subdelegacin de General Lagos y las regiones del departamento de
Arica que limitan con Bolivia, hablan
exclu-sivamenteesalengua,sinquesehayadifundidoentreelloselidiomaespaol.Estose
debe al hecho de que all no hay centros de poblacin, sino que los
indios viven aislados, a grandes distancias unos de otros,
dedicados al pastoreo de sus llamas y alpacas. Los indgenas de las
regiones de las quebradas que se extienden al poniente de la
altiplanicie, es decir, los habitantes de las subdelegaciones de
Tarata (menos el distrito de Mauri), y de Palca, del departamento
de Tacna, y de la parte occidental de las subdelegaciones de Putre,
Beln y Codpa, del departamento de Arica, que viven agrupados en
aldeas y case-ros, y que tienen contacto constante con los
habitantes de las ciudades de Tacna y Arica, hablan el idioma
castellano; pero todos ellos practican tambin su idioma indgena, y
se
encuentrannumerososindividuos,sobretodoentrelasmujeres,quenoconocenotra
lengua que sta (Barcel 1924:
777-82).Siguiendoestosantecedentesesplausiblepreguntarse:nohabasurtidoefectola
chilenizacin en los poblados de la cordillera de los Andes, que los
indgenas aymaras asu-man otros compromisos nacionales? Esta
interrogante permite canalizar los temas que este artculo
problematiza sobre el pasado del norte del pas, discutiendo sobre
la base de ante-cedentes archivsticos y bibliografa de la poca, cmo
participaron los comuneros aymaras en las diferentes estructuras
sociopolticas (como el sufragio) que el Estado chileno imple-ment
en la zona andina de Arica, amn de identidades y lealtades
nacionales friccionadas (y fracturadas) al construirse una frontera
cultural en el actual extremo norte chileno.II. UN AMBIENTE EN
CALMAEl15deenerode1888desdelaprefecturageneraldeldepartamentodeTacna,
localizada en Sama, el prefecto Varela envi una misiva al director
general del Gobierno, Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 86exponiendo: Tengo el agrado de participar a Ud.
que el orden pblico se conserva in-alterable en todo el territorio
de mi dependencia (Archivo General de la Nacin 1888).
LointeresantedeaqueldiagnsticoesqueenlazonadeTacna,Aricaysusalrededo-res,
donde supuestamente deban esperarse condiciones socialmente
hostiles, aquello no aconteca. De hecho, Varela describe que en la
regin se posa un orden inalterable, y an ms, este tipo de relatos
se repite en mltiples ocasiones.Esta nota podra evidenciar que
durante los primeros aos de la ocupacin chile-na, no necesariamente
se constituy un ambiente de disonancia poltica y social, quizs,
debidoalaposibilidaddequelasprovinciasenconfictovolveranaformarparte,en
virtud de un plebiscito, a la Repblica peruana. Ciertamente, es una
circunstancia dismil si la comparamos con lo sucedido en Tarapac,
territorio que automticamente se anex al territorio y soberana
chilena. De acuerdo a los antecedentes que disponemos, tanto en
Tacna como en Arica durante este perodo se generaron lazos de
sociabilidad entre pe-ruanos y chilenos, que salvo excepciones
(relacionadas con coyunturas de las negociacio-nes diplomticas o
las conductas de las autoridades locales), mantuvieron un escenario
caracterizado por una relativa tranquilidad social (Daz
2006).Alrespecto,Palaciosexponequeestosintervalosdepazresponderanauntipo
dechilenizacindiseadaparaprocurarelordenmaterial,queaparentementepodra
benefciaraloshabitantesdeesaregin(Palacios1974:55),contrariandoasdeuna
chilenizacin violenta2. Vial Solar (1900) tempranamente seal que la
chilenizacin en las provincias de Tacna y Arica durante los
primeros aos consisti en una serie de me-didas que sin violencia
hicieran simptico a sus habitantes el nuevo orden poltico a que su
voluntad deba someterlos (Vial Solar 1900: 56). Pese a aquello,
existieron reclamos debido a que la administracin diferenci entre
la poblacin chilena y la peruana para la asignacin de benefcios. Un
ejemplo corresponde a una nota del intendente chileno de Tacna,
Emilio Bello, el cual en 1904 informa que el Congreso aprob
realizar obras pbli-cas y otros adelantos en Tacna, recomendando la
compra de terrenos para ser entregados solo a la poblacin de origen
chileno (Archivo Histrico Vicente Dagnino 1904). Tras el fracaso en
la materializacin del plebiscito de 1894 (y la postergacin de
este), se reorientaron las prcticas burocrticas chilenas, con el
objetivo de que en el
fu-turo(inciertoporlodems),seintentaraganaralelectorado.Dehecho,para1900se
2De acuerdo a este autor, la chilenizacin pacfca fnaliza luego que
Chile resuelve el problema limtrofe con
Argentina,inicindoseasapartirde1900unachilenizacinviolenta.ParalazonadeTarapac,Gonzlez
(1994) tambin identifca un momento de recrudecimiento de la
chilenizacin, tildada como compulsiva, pero iniciada hacia 1910. Si
Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 87Volumen
XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111denota un claro
giro en la intencionalidad de las prcticas de las agencias
plebiscitarias. Pero, ser este cambio en la praxis sociopoltica lo
que puede ser consignado como un programa chilenizador? Los
supuestos chilenizadores apuntan a una campaa electoral y a una
estrategia por unifcar criterios burocrticos que no alteraran las
razones de fondo de la presencia chilena en la regin, cuyo fn
pretenda consolidar la soberana y garanti-zar el dominio imperioso
de la provincia vecina de Tarapac (zona donde se localizaban
losyacimientosdesalitre).Entalsentido,unavisodeunpolicadelpueblodePutre,
fechado en 1905, apunta con alarma que el subdelegado rural abandon
su cargo, por lo que se tema que los indgenas se sublevaran,
creyendo que haban conseguido su anhelo: No ms administracin
chilena! (Archivo Histrico Vicente Dagnino 1905).Al ao siguiente,
los putreos solicitaron izar la bandera peruana motivados por la
celebracin de sus festas patrias, para lo cual se acercaron al jefe
de polica, para requerir el enarbolado del pabelln, lo que
obviamente fue prohibido. La bandera, como smbolo de la nacin, poda
ser considerada como un gesto de agitacin nacionalista properuana.
El argumento para evitar su uso fue que nicamente las autoridades
consulares podan
alzarbanderasdeotrasnaciones,ynolosvecinos.Elhechonoesmenorsipensamos
que la solicitud no provena de autoridad alguna, sino de los
propios comuneros, dando cuenta que dichas festividades cvicas
actuaron como dispositivos que permitieron cata-lizar las antiguas
identidades en una zona friccionada por las lealtades nacionales
(Daz, Galdames y Ruiz
2010).Losaisladoshechosrelatadoscorrespondenasucesosparcialmenteconfictivos
anterioresa1920;fecharelevante,yaqueseerigecomounpuntodeinfexindebido
alacercamientodiplomticoentrelaspartesbeligerantes;peroalmismotiempo,1920
reinauguralascoyunturaspolticasylasfriccionesidentitariasentrelosactoreslocales
en una frontera cada vez ms compleja. Al unsono, dos novedades se
sumarn al debate: primero, los apremios o demandas nacionales ya no
correspondern a hechos aislados, sino que aquellos actos se pueden
evaluar como un conjunto coherente de olas o embates de violencia
poltica; y en segundo lugar, la participacin civil tendr mayor
signifcacin en el desarrollo de los acontecimientos, gravitando la
tensin social y la violencia xenof-bica (Gonzlez 2008).III.
PLEBISCITO Y FRICCIN SOCIAL (1920-1924)La dcada de 1920 se
constituye como un escenario sociohistrico que marc las tensas
relaciones sociales experimentadas por la poblacin de las
provincias cautivas de Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 88Arica y Tacna, debido al incremento de una serie
de hechos violentos, amn de la mate-rializacin del plebiscito
pactado en defnitiva para 1926. Situaciones tensionales como
altercados, expulsiones y enfrentamientos entre los bandos
caracterizaron el preludio de la consulta popular; por tales
motivos, es posible argumentar que la atmsfera electoral
implicunadiscontinuidadenelambientedeaparentesociabilidadqueimpregnaron
anteriormentelosprimerosaosdelaocupacinchilena.Sinperjuiciodeloanterior,
existanevidentesconfictosquepaulatinamentefsuraronlasinteraccionesentreacto-reslocalesperuanos(indgenasparaelcasodeestudio)ylosagentesgubernamentales
chilenos.Un actor invitado a este entablado fue Estados Unidos, que
se posicion sobre un aparato negociador establecido en Washington,
extendindose hasta Tacna y Arica por comisiones visitantes
encabezadas primeramente por el general Pershing y, despus por la
misin que acompa al estadista Lassiter. Esta ltima, al evaluar la
situacin regional,
instituylascondicionespolticasparalaaplicacindelosescrutiniossegnlospre-ceptosoriginalesdelAcuerdodeAncnde1883.Seadoptaronentoncesdisposiciones
de quines tendran derecho a voto, lugares de sufragio, mesas
inscriptoras, entre otros aspectos atingentes a las votaciones.
Elarribodelosobservadoresnorteamericanosgenerpreocupacinentrelasau-toridades
chilenas, despertando tambin el inters de la poblacin peruana por
defender posiciones identitarias nacionales implicadas. De este
modo, conjeturamos que a partir de 1920 se fracturan los lazos que
propiciaron el relativo escenario pasivo de las dcadas
pre-cedentes. Esta fsura de las relaciones polticas es posible
advertirla en torno a las celebra-ciones pblicas de las festas
patrias peruanas, siendo prohibidas a partir de 1921 en toda la
subdelegacin de Putre las manifestaciones patriticas peruanas como
el izar banderas albirrojas (Archivo de la Subdelegacin de Putre
1921). Como en las dcadas pasadas, el acto de prohibir el izamiento
de los emblemas nacionales para una conmemoracin de tal naturaleza
gatill el descontento entre los comuneros, escenario que
contrastaba con ml-tiples banderas chilenas en las reparticiones
pblicas y escuelas de la sierra; inclusive, los locales
educacionales fueron utilizados para la venta y distribucin de
banderines tricolores en todas las comarcas (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1921). Como ya inferimos, la bandera como
smbolo poda constituirse en un indicador de las intencionalidades
de los
electoresdelasierrayaltiplanodeArica.Lapreocupacinporlapresenciadebanderas
chilenas(ytambinperuanas),seconstataenlacircularn604del26demayode1922
de la Gobernacin; en esta se informa que todas las subdelegaciones
deban informar a la brevedad sobre el nmero de banderas que
existen, e investigar a los lugareos para saber sus intereses
patrios (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922a). Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 89Volumen XIII / N
2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111En 1922, lleg como capelln
de la iglesia de Putre el sacerdote espaol Domingo Martnez Gago,
nombrado por el vicario castrense de Arica, monseor Rafael Edwards.
Despus de una visita a los distintos caseros y poblados andinos, y
tras entrevistarse con los vecinos, denunci atropellos sobre los
nativos peruanos en las aldeas. Agrega, ve-nan a decrmelo, confando
en mi calidad de espaol. Yo les escuchaba y senta temblar mis
carnes de horror. Vi muchos. Asimismo, este cura inform sobre la
condicin de la parroquia luego de la expulsin de los sacerdotes
peruanos a partir de 1911, en la cual
noseadministrabaalllossacramentos,niseofciabamisa.Yotuvequedesenvolver
los Sagrados Objetos, tal como lo haban dejado los peruanos
(Revista Mundial 1925). Meses despus, Martnez fue cesado de sus
funciones. Consignemos que Rafael Edwards solo posea jurisprudencia
eclesistica ante las
tropasmilitareschilenas,alservicariocastrense.Susprdicasyaccionesseregulaban
bajo ese formato, ya que la administracin del culto an se
encontraba bajo la
jurisdic-cindelobispofranciscanodeArequipa,frayMarianoOlgun(Documentosrelativos
al plebiscito de Tacna y Arica 1926a). Esta ambivalencia gener
problemas en el campo religioso, ya que pese a las expulsiones de
algunos sacerdotes peruanos, otros an conti-nuaron realizando
liturgias y celebraciones en oratorios pblicos y privados de la
sierra (Documentos relativos al plebiscito de Tacna y Arica 1926b).
Aquel ao (1922), los agentes chilenos enfatizaron con propaganda
los benefcios de su administracin, destacando los avances en
infraestructura, higiene y salubridad p-blica. Adems, exista cierta
inquietud entre las autoridades chilenas por la propagacin de las
ideas peruanas entre los lugareos, tanto as que el 21 de octubre el
subdelegado de Putre inform de la conveniencia que signifcaba que
los cargos de contacto directo con la comunidad fueran asumidos por
chilenos (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923a). En el
mismo tenor, el 4 de mayo de 1922, la Junta de Alcaldes de Arica
de-cidi cambiar los nombres de las calles de Putre por
denominaciones que hacan directa
alusinahroespatrioschilenos,eliminandolosantiguosnombresdeorigenperuano
(ArchivodelaSubdelegacindePutre1922-1923b).Tambinfueunapreocupacinel
control de la poblacin que ingresaba y sala por los pasos
fronterizos, buscando impedir la entrada al territorio de
individuos sospechosos con propaganda peruana, cuya docu-mentacin
no estuviera rotulada segn la normativa chilena, incluyendo a la
poblacin boliviana (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922b).
Tales disposiciones pueden ser comprendidas ante la posibilidad del
sufragio para los extranjeros, los que eventualmente podan llegar a
ser residentes con derecho a voto.
Porloanterior,sedispusoelretirodelosextranjeroscontrariosalasideaschilenas,y
Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos
90simultneamente, la permanencia de aquellos que favorecan aquella
causa. Con tal obje-tivo, a partir de 1921 se evalu la preferencia
electoral de los extranjeros y de la poblacin local, encuesta (si
es que as es posible denominarla) que fue conocida en aquel momento
como el censo sentimental. El 2 de noviembre de 1922, el gobernador
de Arica Emiliano Bustos protocoliz la actualizacin los datos del
censo sentimental. En el ofcio se expone como pretexto hacer una
vacunacin contra la viruela en los valles y la sierra, verifcando
los datos del
censoylasintencionalidadesdelelectorado,paraactualizarlosdatosdelaoanterior
(ArchivodelaSubdelegacindePutre1922c).El28demarzode1923,elgobernador
manifest que era necesario manejar el nmero exacto de pobladores de
la regin,
reco-mendalosagentestenermuchocuidadodedichossentimientosidentitariosdelos
nativos. Se deban constatar, arguye, las tendencias o simpatas de
los votantes, en parti-cular de los hombres mayores de 17 aos
(Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923a), confgurndose
paulatinamente una sociedad panptica en la cordillera andina de
Arica. La tensin social generada en el altiplano se puede constatar
en localidades como Caquena, poblado donde el inspector distrital
solicit al subdelegado de Putre, el 27 de octubre de 1923, la
eliminacin del cargo de comisario del pueblo ejercido por Mariano
Gutirrez, argumentando la total prdida de confanza sobre este
comunero, ya que man-tena vnculos con los ciudadanos peruanos. En
su reemplazo, solicit la participacin de Domingo Yucra Olave,
exaltando sus sentimientos chilenos (Archivo de la Subdelegacin de
Putre 1922-1923c). Meses antes, el 7 de febrero, el gobernador
inform al subdelegado
quelaautorizacinaMartnApazChoqueparaexplotaryareta,soloserealizaraante
una respuesta satisfactoria segn tres puntos claves: la extensin
del territorio, la nacio-nalidad y los sentimientos patrios de este
(Archivo de la Subdelegacin de Putre 1922-1923d). Sobre el mismo
tema, el 30 enero de 1923, el subdelegado haba comunicado al
gobernador sobre una solicitud de Leonardo Rocha Orozco, del pueblo
de Parinacota, el cual requera una concesin fscal; pero esta deba
ser denegada, ya que Rocha era un co-munero pernicioso para la
causa chilena (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923b).
Delmismomodo,seobjetabalaautorizacinpararealizaralgntipodeactividadeso
que los comuneros que no justifcaran la nacionalidad chilena
accedieran a cargos pbli-cos y a benefcios (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1922-1923d). El 25 de septiembre de 1923, el
gobernador instruy a todos los oficiales sobre
lanecesidaddefortalecerlasfiestaspatriasenPutre,paralocualenvidosejem-plaresdelperidicoElFerrocarril,informandodelosactoscelebradosenlasub-delegacinruraldeAzapa,destacandoqueeralaprimeravezquelosregncolas
Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 91Volumen
XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp.
81-111(nativos)delvalleconcurranmasivamentealaconmemoracindelafiestadel
18deseptiembre,loquesignificabaquelosregncolasdeAzapahabanllegado
alconvencimientodequelasoberanachilenaseafianzaraenformadefinitiva.La
exhortacin conclua diciendo:
esmenesterqueUd.obtengaelmayorprovechoposibledeestaactituddeloshabi-tantes
del valle ms cercano a Arica, haciendo ver a los vecinos de esa
Subdelegacin el signifcado que tiene su concurrencia a nuestra
festa nacional en las proximidades del plebiscito. Por medio de una
propaganda discreta. Ud. puede hacer valer ante ellos esto hecho,
como la prueba ms elocuente de que el triunfo de nuestros derechos
est asegurado (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923c). En este
pulso temporal, las autoridades enfatizaron las celebraciones
cvicas, con-memorando a los hroes chilenos como una tnica central
de la campaa electoral, enfa-tizando las asimetras entre las
interacciones de los bandos peruanos y chilenos (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1924). As, el subdelegado de Putre, el 10 de
junio de 1924,
informaalosinspectoresdistritalesdeSocoromayParinacotaprestaratencinenla
instruccinenlasescuelasydeterminarlasintencioneselectoralesdelosapoderados
votantes. En esta brecha, es paradigmtica una nota confdencial
enviada a las subdelegacio-nes por el gobernador Emiliano Bustos,
sealando: Srvase convenientemente a los Directores de escuelas
Pblicas y particulares de esa subdelegacin en el sentido de que
deben concretar la enseanza que dan solamente a los nios menores de
16 aos, quedando prohibido ensear a leer, escribir, o a frmar a
aquellos que tengan ms edad que de la indicada, que no sean
chilenos netos. [Ms adelante en el mismo ofcio persuada a que] por
otra parte, es necesario tratar de que aprendan, aunque sea solo a
frmar los chilenos netos de esa subdelegacin que no lo sepan hacer.
Recomiendo especialmente a ustedes poner en prctica, desde luego
esta medida. (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1923d). La suerte
entonces ya estaba echada para los indgenas aymaras que deban
sufra-gar en el plebiscito.Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 92IV. 1925: ENTRE LA VIOLENCIA Y EL SUFRAGIOLas
versiones tradicionales exponen que los indgenas no participaron de
los
pro-cesoselectoralesenelPercomolohacuestionadoAljovndeLosada(2005);porlo
tanto, situar a las comunidades andinas del rea de Putre dentro de
un formato electoral sera bajo la ptica clsica imposible de
considerar en el proceso plebiscitario. Segn estas premisas, los
requisitos bsicos estaran situados en el dominio de la
lecto-escritura,
locual,frenteaunaevidentepoblacinanalfabeta,determinaranlaimposibilidadde
ejercerelderechoalsufragioalosindgenas,debidoalainexperienciadeestosenlos
formatosdeparticipacincvicaenelejerciciodelaciudadanapoltica(Daz,Ruzy
Galdames 2011). Pero aqu cabe evaluar tales aseveraciones: qu
signifc el plebiscito en trminos de la praxis de infrapoltica e
identidades nacionales para las comunidades indgenas de Putre,
Socoroma, Parinacota y Caquena?Sobre este tema es necesario
contextualizar el escenario sociopoltico de Arica y Tacna para la
segunda dcada del siglo XX. En 1925, se aprob el Protocolo de
Arbitraje y Acta Complementaria3, instituyndose los requisitos
fundamentales para los votantes en el Plebiscito programado para
1926. El rbitro norteamericano estim que los requisi-tos
electorales seran los siguientes:A.Los varones de 21 aos que sepan
leer y escribir, que renan los requisitos de las siguientes
clasifcaciones numeradas 1a, 2a y 3a.1a.Personas nacidas en Tacna y
Arica y en las zonas aledaas.2a.Los peruanos y chilenos que:a.El 20
de julio de 1922 hubiesen tenido dos aos de residencia continua en
el territorio.b.Continen residiendo en la misma forma en el
territorio hasta la fecha de la
inscripcin.c.Queresidantresmesesqueprecedaninmediatamentealafechadela
inscripcin, en la subdelegacin en que tengan su residencia
establecida al tiempo de
inscribirse.d.Quesuscribanunadeclaracinjuradarespectoasuresidencia,segn
modelo que suministrara la Comisin plebiscitaria.3a. Los
extranjeros que cumplan con los requisitos de
residencia.3Documentos relativos al Plebiscito de Tacna y Arica,
Califcacin de los votantes, 1926, S/f. Sin edicin. Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 93Volumen XIII / N
2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111B.(1) Se establece que a
nadie se le debe negar el derecho de voto en el Plebiscito por el
solo hecho de no saber leer y escribir, si se trata de personas que
el 20 de julio de 1922 fuesen propietarias de bienes races en el
territorio4.Entrabajosprevioshemosdiscutidoquelasituacindelapoblacinandinaen
trminos de instruccin pblica era precaria (Daz, Galdames y Ruiz
2010); por lo tanto,
pesealacondicindeanalfabetismo,suintegracinaluniversodevotantespara1926
consignaba que los ciudadanos que posean propiedades y pagaban
contribuciones, po-dan participar del evento electoral, como ya
haba acontecido durante el perodo perua-no. Esta materia concili el
acuerdo de las fracciones, considerando que un nmero no menor de
campesinos tanto chilenos como peruanos estaban en igualdad de
condiciones. Si es as, entonces es necesario explicar la situacin
de la propiedad en el rea de Putre ad portas de las votaciones. En
1925, la delegacin peruana utilizando los ndices de avalos fscales
chilenos, present ante la Comisin Plebiscitaria los detalles sobre
el valor de las propiedades:Cuadro N 2Rol de avalos de la propiedad
inmueble de la provincia de Arica (1924-1925)Jurisdiccin Lugar
Cantidad Pesos ($)Puerto Arica 1.311 Propiedad c/n valor de
32.035.500DistritoAzapa 263 Propiedad c/n valor de 2.278.600Lluta
269 Propiedad c/n valor de 2.608.100Putre 1.661 Propiedad c/n valor
de 1.469.254.036Gral. Lagos 70 Propiedad c/n valor de 897.580Codpa
599 Propiedad c/n valor de 903.990Beln 164 Propiedad c/n valor de
575.900Fuente: Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del
Per 1925: Cap.
XI.ResultainteresantelacantidaddepropiedadesinscritasenlalocalidaddePutre
(1.661propietarios),aspectoqueconfrmaelintensoprocesodeinscripcindetierras
durante los primeros aos del siglo XX, y al mismo tiempo,
destacamos el valor de la pro-4El sufragio femenino no existe en el
Per ni en Chile; ninguna de las partes lo ha pedido, ni ha sido
sugerido en el curso de las negociaciones entre stas. El saber leer
y escribir es requisito para ejercer el derecho de sufragio
enambospases;pero,envistadelascircunstanciasydelaquesetieneentendidorespectodelacalidadde
considerable parte de la poblacin de las provincias, se cree justo
no se exija este requisito a aquellos que poseen bienes races en el
territorio (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per
1925: 57). El subrayado es nuestro.Si Somos Americanos. Revista de
Estudios Transfronterizos 94piedad, que era mucho ms alto que en
cualquier otro lugar de la provincia (Ruz 2009). Segn el documento
del Laudo, la mayora de las propiedades de la subdelegacin de
Pu-tre pertenecan a indgenas peruanos (88,26 por ciento), como se
detalla a continuacin:Cuadro N 3Rol de avalos de la propiedad
inmueble de la Subdelegacin de Putre (1924-1925)Cantidad Pesos
($)1.466 Propiedades de peruanos con valor de 826.48042 Propiedades
de chilenos con valor de 264.780132 Propiedades de extranjeros con
valor de 357.63421 Propiedades de fscales con valor de 20.3001.661
Propiedades con valor de 1.469.254,36Fuente: Archivo del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Per 1925: Cap.
XI.Nodejadesorprenderlaaltaconcentracindeindgenasperuanosqueposeen
propiedades en la subdelegacin (1.466). Por un lado, en el cuadro N
3 se constata que
cuandolosindgenasinscribentierras,comopartedeunprocedimientolegalencon-cordanciaalaparatajejurdicodelEstadochileno,alunsonoseadscribenalacausa
peruana, en un escenario beligerante. En trminos porcentuales, la
relacin propiedad/nacionalidad en la subdelegacin de Putre fue la
siguiente:Cuadro N 4Proporciones 1924-1925: nacionalidad/ propiedad
porcentaje/valorNacionalidad En propiedad (%) En valores
(%)Peruanos 88,26 56,25Chilenos 2,53 18,02Extranjeros 7,94
24,34Fiscales 1,27 1,39100,00 100,00Fuente: Archivo del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Per
1925.Delmismomodo,aligualqueelRoldeAvalos,serealizuncensoel15de
octubre de 1924, medicin que sonde las propiedades de la
subdelegacin de Putre, in-dicando como era de suponer que los
peruanos posean ms tierras que los chilenos. En aquel censo se
contemplaba informar sobre las condiciones de la tierra y el sitio
donde se Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos
95Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp.
81-111localizaban dichas propiedades; adems, se precisaron
antecedentes de los propietarios, similares datos registrados en
los censos sentimentales realizados en los aos anterio-res. Las
categoras incluidas en el Censo de 1924 fueron: a)propietarios
peruanosb)dudososc)peruanos que han hecho el servicio militar y
tienen sentimientos chilenosd)bolivianose)chilenos descendientes de
peruanosf)bolivianos que han hecho el servicio militar g)y
extranjerosLa impresin que manejamos es la contradiccin expresada
por la poblacin
an-dina,laqueinscribetierrasyparticipaciudadanamentealamparodelEstadochileno,
adscribindose identitariamente como peruanos. A un ao del
plebiscito, el trabajo de las juntas inscriptoras en toda la
provincia de Arica alcanz la cifra de 3.332 electores,
distribuyndose en los distritos rurales de la siguiente
manera:Cuadro N 5Electores en las comunidades del rea rural de
Arica (1924)Distrito N electoresLluta 270Azapa 106Beln 107Codpa
111Putre 220General Lagos 64Total electores 878Fuente: Archivo del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925.Para la jornada
electoral en las subdelegaciones rurales se concentraba un total de
878 electores, signifcando el 26,36 por ciento del universo de
votantes del departamento de Arica, que en su rea urbana
concentraba el 73,64 por ciento. Este 26,36 por ciento del rea
rural constitua una cifra atractiva para los intereses peruanos,
por lo que la preocu-Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 96pacin de los propagandistas y la coaccin de los
agentes chilenos se manifestaron entre 1925 y 1926, desarrollndose
intensos episodios de violencia (Daz y Ruz
2003).Volviendoalmbitoelectoral,debemossealarquelosvotantesinscritosenla
provincia de Arica (y tambin en Tacna) de acuerdo al Reglamento
Plebiscitario, se
di-vidanennativosyresidentes;aestosltimoscorresponderasegmentarlosentres
subgrupos:peruanos,chilenosyextranjeros.Ladelegacinperuanaargumentantela
comisin norteamericana que era inapropiada la inscripcin de los
electores, proponien-do la abstencin de los votantes debido a la
imposibilidad de materializar las mesas ins-criptoras administradas
directamente por la parte peruana. Se debe entender que los
an-tecedentes electorales son producto de las mesas inscriptoras
organizadas por la fraccin
chilenadecadasubdelegacin;porlotanto,entrelosdatosderesidentessecontempla
mayoritariamente a chilenos y extranjeros. As, de los 878 electores
comprometidos con la consulta popular en el rea rural, su desglose
en nativos y residentes es:Cuadro N 6Electores de los distritos
rurales segn nativos y residentes (1924)Distritos Nativos
Residentes chilenos Residentes extranjeros TotalLluta 45 214 11
270Azapa 24 55 27 106Beln 90 4 13 107Codpa 96 5 10 111Putre 149 8
63 220Gral. Lagos 29 24 11 64Total 433 310 135 878Fuente: Archivo
del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per
1925.EstosdatosmuestranqueenlosvallesdeAzapayLlutalapoblacinresidente
alcanza una mayora relativa sobre los nativos, probablemente por el
grupo de gaanes, jornaleros, empleados u operarios del Ferrocarril
de Arica-La Paz. En General Lagos, las condiciones de analfabetismo
(68,1 por ciento), requisito primordial para el electorado y la
presin sobre los indgenas en trminos electorales, sumado a la
injerencia de autorida-des chilenas en la zona, permiten igualar
relativamente los ndices de nativos y residentes. La situacin de
Putre, Beln y Codpa es diferente, ya que es incuestionable la
mayora de nativos, antecedentes que la delegacin peruana explica en
los siguientes trminos: Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 97Volumen XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 /
pp. 81-111las subdelegaciones de la sierra, Putre y Beln, presentan
el fenmeno inverso y la explicacin est en que los pobladores de
esos distritos son indgenas, y tienen relativa civilizacin y
cultura, dedicndose perennemente a la guarda de sus pequeos
intere-ses agrcolas y ganaderos, que trasmiten de padre a hijos
(Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).
Adems, la delegacin peruana arguye que el alto grado de poblacin
extranjera, es decir bolivianos, se deba al temor de muchos
connacionales nuestros que indicaron tener dicha nacionalidad para
estar cubiertos a la hostilidad chilena (Archivo del Minis-terio de
Relaciones Exteriores del Per 1925). Respecto a los nativos, las
cifras entregadas por las mesas inscriptoras chilenas, y confrmadas
por la Comisin plebiscitaria de 1924, muestran un total de 433
inscritos que representan el 49,31 por ciento del electorado; con
la salvedad de que no incluye a nativos que fueron perseguidos y
expulsados por las autoridades chilenas y que apare-cen en los
registros del Comit de Quejas, dirigido por el coronel Kregger
hacia 1925. El desglose de la poblacin nativa es:Cuadro N 7Nmero de
residentes nativos y no nativos en las subdelegaciones rurales
desde 1920Distritos Nativos residentes desde 1920 Nativos no
residentes desde 1920 TotalesLluta 45 -- 45Azapa 24 -- 24Beln 90 --
90Codpa 90 6 96Putre 147 2 149Lagos 26 3 29Total 422 11 433Fuente:
Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per
1925.Debidoalascercanasdelplebiscito,lasautoridadeschilenasrestringieronelli-bretrnsitoporlasprovincias,bajolaexcusademantenerelordenpblicoentodoel
territorio.Unadelascondicionesprimordialesparaviajardentrodelazonayhaciael
exterior consista en poseer una tarjeta de permiso entregada por
las autoridades, que eran exigidas en los retenes fronterizos de
carabineros. As consta para la zona de Tacna un decreto publicado
en el peridico El Pacfco del 31 de julio de 1925, condicionando la
movilidad por los senderos andinos a travs de los siguientes
preceptos:Si Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos
981El trnsito de los viajeros del departamento de Arica quedan
sujetos a las si-guientes disposiciones.2Los habitantes de la
subdelegacin de Azapa, los habitantes de Livilcar, Huma-gata y
puntos cercanos debern obtener boletas del inspector del
distrito.3Los que tengan sus domicilios en Molinos, Churia y parte
superior del valle viajarn por el camino que corre a lo largo del
valle y solicitarn la boleta del inspector del distrito de Molinos
o del retn de carabineros del mismo punto, debiendo avisar en el
retn de carabineros de Poconchile.4Los habitantes de la
Subdelegacin de Putre que viajen a Putre o Arica, debern obtener
boleta en la forma siguiente:a.Los habitantes de Caquena,
Parinacota, Colpitas, Masahuento, Choquelimpie y dems puntos del
distrito de Maranacota, del retn de carabineros ms cerca-no a su
residencia, debiendo entregarla o hacerla avisar en la tenencia de
Putre.b.Desde este punto seguirn el camino a Socoroma, siguiendo
por la pampa y cuesta de Oxaya para bajar por el valle de Lluta por
la quebrada de Chaqui-re, cerca de Molinos, y desde ese punto a
Poconchile y Chinchorro.c.Los habitantes del distrito de Putre y
Socoroma seguirn el camino indica-do en el inciso anterior.d.Los
habitantes de cualquier punto de la Subdelegacin de Putre que se
di-rijan a la estacin de Puquios debern obtener boleta y hacerla
visar en la tenencia de Putre y seguir el camino pblico
recientemente construido que pasa por Jamirayo.e.Los que se dirijan
al paradero General Alcrreca procedern como se indi-ca en la letra
c), siguiendo el camino directo de Putre a dicho paradero.5Los
habitantes de la subdelegacin de Beln debern obtener o visar la
boleta en la forma siguiente:a.Los de Chapiquia, Murmutani,
Sapabire, San Andrs de Pachama y
pun-toscercanos,delretndecarabinerosdeChapiquia,debiendoseguirel
camino de Oxaya, Chaquire y Molinos, en su trnsito a Arica.b.Los
pueblos de Beln, de Tignamar, Saxamar, Guallatire, Chilcaya y Pampa
de Laica, de la tenencia de carabineros de Beln, siguiendo en viaje
a Arica elcaminodelacuestadeOxaya,Livilvar,QuebradadeRoAzapa,Alto
Ramrez y retn de Lazareto.6Los habitantes de la Subdelegacin de
Codpa obtendrn la boleta en la tenen-cia del pueblo de Codpa, y
seguirn el camino de Ofragia, Quebrada de Garza, Pampa del Atajo o
Palo del Gringo, Quebrada Acho y Arica.Si Somos Americanos. Revista
de Estudios Transfronterizos 99Volumen XIII / N 2 / julio -
diciembre 2013 / pp. 81-1117El trnsito de Camarones o de las
personas que lleguen a Tarapac solo podrn hacerse por el camino de
Camarones, presentndose al retn de dicho punto y siguiendo el
camino indicado por los vecinos de Codpa.8Los habitantes de la
Subdelegacin del General Lagos obtendrn su boleta en los retenes de
Carabineros ms cercanos a su residencia y debern visarlos en su
trnsito al departamento de Tacna o a otras subdelegaciones de
Arica, en la tenencia de Carabineros de Villa Industrial. El
trnsito de la regin del Mauri y de la frontera boliviana, deber
hacerse presentndose los viajeros a la tenencia de
Visviri.9LascomunicacionesdentrodelassubdelegacionesdelGeneralLagos,Putre,
Beln y Codpa o entre unas y otras de estas, se sujetaran a los que
dispongan los subdelegados respectivos (El Pacfco 1925).A esta
medida panptica debemos sumar otra disposicin que requera informar
alasagenciassobreelaumento(odisminucin)delapoblacinenlasprovincias,yla
nacionalidad de los mismos. Dicha ordenanza fue tildada por la
Comisin Plebiscitaria presidida por Pershing como el decreto de
alojamiento5.Estos dispositivos coaccionan el trnsito y alojamiento
de los habitantes andinos, aumentando la vigilancia poltica sobre
los comuneros. En noviembre de 1925, el subde-legado de Putre envi
un ofcio a los inspectores de los distritos de Socoroma y
Parinaco-ta, instruyendo que todos los documentos confdenciales
relacionados con el plebiscito o con determinadas personas, deben
ser destruidos o guardados con absoluto sigilo, pre-friendo su
eliminacin. De igual modo, indicaba que aquella misiva tambin deba
ser
eliminada,debidoalavisitadeagentespropagandistasperuanos.Enconsecuencia,se
deban custodiar prolijamente los archivos (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1925). El 24 de febrero de 1925, el teniente
del censo envi al gobernador un informe es-tadstico, demostrando
una alta presencia de ciudadanos peruanos en las aldeas tal como
5Alrespectoseestablecaque:1.Losadministradoresdecasadehuspedesdiariamentedebanentregaralas
jefaturas de Polica la lista de pasajeros de su responsabilidad,
con las indicaciones contenida en un formulario proporcionados. Sin
perjuicio que se pueda examinar por agente de polica en cualquier
momento a manera de inspeccin. 2. Para las subdelegaciones rurales,
las jefaturas de Polica tendrn un libro de registro de alojados, en
el que se deben inscribir todos los hospedados. 3. Las autoridades
sanitarias podrn visitar para inspeccin
todaslascasasdehospedajes;enlaszonasrurales,estasserealzarnconelsubdelegadoyeventualmenteel
practicante. 4. Toda persona que recibe alojados tendr un mnimo de
24 horas para dar cuenta a las autoridades competentes, asimismo si
cambian de morada. 5. Cualquier infraccin de las disposiciones ser
denunciada a la justicia ordinaria, sin perjuicio de las medidas
que tome la autoridad. Cfr. (Archivo del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Per 1925).Si Somos Americanos. Revista de Estudios
Transfronterizos 100registramos en los cuadros anteriores (Archivo
de la Subdelegacin de Putre 1925b). La intranquilidad de las
autoridades chilenas se hizo sentir en los catastros y censos
reali-zadosperidicamente,elaborandocarpetasconinformacinreferentealastendencias
de los ciudadanos de Putre que apoyaban a Per (Archivo de la
Subdelegacin de Putre
1925b).Uninformesimilarseformulel14deagostode1925,cuandoelSr.Alvino,
capitn de corbeta y jefe de seccin de extranjera chilena, exigi
preocupado la pesquisa de los ciudadanos con derecho a voto en la
Subdelegacin de Putre (Archivo de la Sub-delegacin de Putre 1925b).
Parael22deoctubresedemandenSocoromacompletarunafchacensal,re-gistrando
antecedentes sobre nacionalidad, propiedades y sentimientos de
nacionalidad, fecha de nacimiento y ascendencia de cada uno de los
socoromeos (Archivo de la Sub-delegacin de Putre 1925c). Los magros
resultados censales llevaron a los agentes chile-nos a desplegar
diversas estrategias para intentar ganar el plebiscito. Una reaccin
ante tal diagnstico fue la extrema vigilancia de los electores
indgenas. Por ejemplo, el jefe de seccin de extranjera chilena, el
14 de septiembre de 1925, acus el recibo de una lista de ciudadanos
a los que haba que observar sus sentimientos plebiscitarios. Al
listado se adjunt una nmina de ciudadanos a los que se exigan
documentos de residencia y de propiedades (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1925b). Para noviembre, se entrega-ron
instrucciones especiales para algunos casos; puntualmente, se
emplaz al subdelega-do de Putre a mantener cautela frente a los
lugareos con evidentes sentimientos perua-nos, a los que se les
deba negar la carpeta de nacionalidad (Archivo de la Subdelegacin
de Putre 1925d). Una segunda reaccin fue abordar directamente casos
confictivos, instituyndose el desplazamiento de ciudadanos peruanos
lejos del lugar de litigio, so pretexto de ley de reclutamientos,
desfles o expulsiones de algunos lderes, como aconteci con el
comu-nerodePutreAntonioMollo(DazyRuz2003).Incluso,existieronsituacionesdonde
se trasladaron comuneros desde Putre hasta Arica para
manifestaciones de orden cvico
chileno(ArchivodelaSubdelegacindePutre1925e).Tambin,ocurrieronpersecu-cionesalosactivistasperuanos,losquefueronmaltratadosporchilenos,comoacon-teci
con Marcos Analoca, campesino putreo, quien tras ser agredido, se
refugi en el Ucayali, embarcacin dispuesta por la Delegacin peruana
como centro de operaciones (Archivo del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Per 1925). El 12 de octubre, el subdelegado solicit
confdencialmente el acta de fundacin de la sociedad patritica de
Putre (Archivo de la Subdelegacin de Putre 1925e). Este
tipodeorganizacionesnacieronenTacna,Arica,Iquiqueylapampasalitreraconf-Si
Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 101Volumen
XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111nes xenfobos y
represivos sobre el segmento poblacional peruano (Gonzlez 2004a).
El mismo subdelegado un mes antes haba recibido de las autoridades
ariqueas un nuevo estandarte nacional para el pueblo y para que la
organizacin lo utilizara (Archivo de la Subdelegacin de Putre
1925e), al igual que banderas chilenas para poner a la venta
(Ar-chivo de la Subdelegacin de Putre 1925f).Debido a los actos de
persecucin en contra de los ciudadanos peruanos, el 2 de
noviembre,laComisinPlebiscitariaylaDelegacinNorteamericana,encabezadapor
Pershing, dictamin que varias autoridades chilenas deban ser
removidas de sus cargos; entre ellos, el subdelegado de Putre
(Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del
Per1925).Porelmismomotivo,el21denoviembreunanuevaresolucindelaCo-misin
resolvi remover a Carlos Quiroga, que era el ofcial de Registro
Civil de Codpa (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del
Per 1925), tensionando las
relacio-nesdiplomticas,debidoaquelapartechilenaserehusadestituiralosfuncionarios
mencionados, al igual que al Intendente y al gobernador, los que
igualmente haban sido acusados de actos xenofbicos.Sobre algunos
hechos acaecidos en el poblado de Codpa, el peridico La Voz del
Surpubliclasiguientenoticia:ErnestoVadulliyotrosmaleanteschilenosdetienen
endespobladosatresperuanosqueibanaCodpa.Unoformabapartedelamesade
inscripcin y eleccin que va a funcionar en aquel pueblo (La Voz del
Sur 1925). En tal sentido, los agentes chilenos, apoyados por
grupos organizados como los Marzorqueros, los Cowboys, la Sociedad
Patritica, las Sociedades de Nativos y los Comits Cvicos6,
de-sarrollaron una intensa campaa propagandstica entre 1925 y 1926,
intentado convencer 6Los apelativos de cowboys y marzoqueros fueron
expresiones elaboradas por los peruanos para identifcar a los
grupos xenfobos chilenos que durante la poca de la violencia
plebiscitaria (1925-1926), de forma reiterada agredieron a:
simpatizantes peruanos, representantes de la Delegacin Peruana
Plebiscitaria, responsables o colaboradores de la Junta de Mesas
Inscriptoras, como tambin a los propagandistas directo de la causa,
especialmente a los trabajadores del peridico La Voz del Sur. De
acuerdo a una entrevista realizada a una explebiscitaria,
marzoquero era porque cuando uno de ellos atacaba a los peruanos,
no lo dejaban que solo ataque a uno, sino que se venan todos,
toditos
comomazorca,esaeralacomparacin,otraexplebiscitariaprecisabaacercadeladenominacindecowboys
porque andaban con sus tremendos sombreros, esos era pues los
Cowboys que hacan las matanzas, desaparecan
puestodo(Manrique1994:45-54).DeacuerdoconGonzlez(2004b),quienhaestudiadoestosgrupospara
Tarapac, sugiriendo que sera plausible pensar que la violencia
ejercida por los Cowboys y Marzorqueros en Tacna y Arica culminaron
afectando la imagen exterior del pas, a la vez que facilitaron la
estrategia peruana para declarar
elplebiscitocomoinadmisible.AquellosgrupospatrioterosseorganizaronatravsdelasSociedadesNativaso
Sociedad Cvicas, bajo la fgura de clubes sociales. No es errado
pensar, de acuerdo a la documentacin revisada, que posean nexos
formales con las autoridades locales; lo anterior es confrmado por
las pruebas expuestas por la Comisin Plebiscitaria (entre la que
destacan la violencia ejercida en la localidad de Putre) que
contribuyeron a declarar imposible la consulta popular. Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 102incluso
mediante el uso de la violencia a los habitantes de las serranas y
altiplanicies
queseidentifcabanconlacausaperuana.Yael21deagostode1925,laGobernacin
de Arica haba notifcado a todas las subdelegaciones que el Comit
Cvico de Tacna y Arica realizara un desfle patritico, solicitando
urgentemente el envo de personas de
localidadesrurales(ArchivodelaSubdelegacindePutre1925g).Noobstante,enun
ambienteirascible,elpresidentechilenoArturoAlessandridemand,elmismo21de
agosto de 1925, enrgicas medidas contra cualquier incidente
antiplebiscitario realiza-do por los agentes chilenos (Archivo de
la Subdelegacin de Putre 1925f). La copia del telegrama
presidencial lleg a Putre tres meses despus (Archivo de la
Subdelegacin de Putre 1925h). El ao 1926 se inicia con una intensa
jornada de violencia. El 14 de marzo en Co-dpa, un grupo de
chilenos dirigidos por Jos Tapia irrumpieron en la casa de
Fortunata
viudadeChvez,vociferandoqueenesaviviendaaosanteshabanizadolabandera
peruana. Los chilenos golpearon ferozmente a los moradores,
resultando heridos Fortu-nata, adems de Miguel Chvez, Fermn Chvez y
Sal Pozo; estos ltimos ya haban sido agredidos por una turba de
mazorqueros el 5 de febrero en Arica (Archivo del Ministerio de
Relaciones Exteriores del Per 1925). El 19 de marzo, el empleado
peruano de la Junta de Inscripcin de Codpa, Robustiano Chvez, al
arribar a Arica con la correspondencia de los peruanos de aquella
comunidad, fue atacado por ocho chilenos, los que despus de
golpearlo, lo arrestaron en la seccin de investigaciones,
requisando todos los escritos. Posteriormente, Robustiano fue
amenazado por si delataba lo ocurrido (Archivo del Mi-nisterio de
Relaciones Exteriores del Per 1925). El 2 de abril se hizo pblico
el caso del socoromeo Bernardo Mamani Gutirrez, de 60 aos,
campesino del pago de Aranche, quien al ser perseguido y golpeado
por un grupo de chilenos, huy herido desde la sierra para
refugiarse en Arica (Archivo del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Per 1925).
Asimismo,otrosocoromeo,CleofePacaje,el17demayosequejantelaComisin
Plebiscitaria de haber sido apaleado por unos rotos (Archivo del
Ministerio de Rela-ciones Exteriores del Per 1925). En Putre, el
subdelegado comunic al gobernador en una misiva confdencial del 4
de marzo, que haba comenzado la propaganda peruana, y para
anularlos, instruy a que ningn poblador deba venderles productos, o
cobrarles un 100 por ciento ms del valor original; por lo que la
situacin, asegur, estaba controlada (Archivo de la Subde-legacin de
Putre 1926a). Das antes, el mismo subdelegado haba informado sobre
incidentes provocados por propagandistas peruanos, alterando la
normalidad de la convivencia en la comarca Si Somos Americanos.
Revista de Estudios Transfronterizos 103Volumen XIII / N 2 / julio
- diciembre 2013 / pp. 81-111putrea (Archivo de la Subdelegacin de
Putre 1926b). Por otro lado, el 20 de marzo se
denuncielcasodecuatrociudadanosperuanosdelvalledeLluta(DoroteoMarcelo
Blanco,JosPrez,ManuelCantellaySalomnHumire),quienesfueronincitadospor
el juez del poblado de Molinos a irse al sur de Chile.
Contrariamente a la disposicin del juez, los comuneros de Lluta
decidieron refugiarse en Putre, sitio donde fueron apresa-dos y
maltratados. El informe diplomtico seala que otro ciudadano
peruano, Lorenzo Humire, por las mismas fechas desapareci
extraamente (Archivo del Ministerio de Re-laciones Exteriores del
Per 1925).Al respecto, el gobernador comunic al subdelegado de
Putre que el mayor Hum-berto Gordon viajara en comisin electoral a
la zona, tomando disposiciones y resolucio-nes relativas a las
actividades electorales (Archivo de la Subdelegacin de Putre
1926c); aleccionando este ltimo a todos los subdelegados,
inspectores, jueces y/o policas sobre sus acciones como autoridades
frente al trato a los peruanos, evitando futuros incidentes y
tensiones con el rbitro norteamericano (Archivo de la Subdelegacin
de Putre 1926c). No obstante, en Putre, los peruanos Amadeo Zarzuri
y Pedro Huanca, y un boliviano de nombre Aquino, acusaron a la
Comisin Plebiscitaria que estando pastando sus ganados
enelpotreroIntini,fueronvctimasdeunoschilenosencabezadosporJosBenedicto
Mazuelos, quienes los agredieron, amarraron y fagelaron, adems de
robarles el ganado (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores
del Per
1925).Loshechosregistradosconstituyenunbalancequeformapartedeuninforme
del1demayode1926,elcualfuepresentadoalaComisinPlebiscitariaatravsdel
Comit de Quejas. Pero, los hechos de violencia en los sectores
andinos continuaron. El peridico La Voz del Sur, seal que una banda
de chilenos prendieron fuego a la casa
delperuanoAgustnCrdova,situadaenAltoRamrezenelvalledeAzapa.Tambin
expone que asaltaron la hacienda de Juan de Dios Cornejo que se
encontraba en el Pago de las nimas. Todos estos vejmenes, comenta
el peridico, demuestran la absoluta falta de garantas, de seguridad
y progreso de Chile en toda la zona en litigio (La Voz del Sur
1926).Enelmismoejemplar,seindicaqueloschilenoshanconstruidounambiente
de intimidacin y terror en la provincia, puesto que no existe da en
que no se realicen atropellos contra la poblacin peruana. La
noticia termina sealando que dos profesoras chilenas, Carolina
Echevarra y Ernestina de Varela, mortifcan a otras mujeres peruanas
insultndolas y arrojndoles piedras (La Voz del Sur 1926). Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 104V. TESTIMONIOS
DE VIOLENCIA EN LOS ANDES. 1925 Y 1926El 23 de mayo de 1925,
carabineros apostados en Codpa notifcaron a 33
perua-nospropietariosparaquesepresentaranalcuartelconelobjetivodeenviarlosalas
pampasdeTarapac.ElsubdelegadoCubillosyeltenienteDlano,quedaronacargo
de conducirlos al poblado salitrero de Zapiga por la quebrada de
Camarones. La mayo-ra de aquellos deportados fueron contratados
como obreros en la ofcina Patria.
Tiem-podespus,ungruporeducidodecampesinoslogrburlarlavigilanciadelapolica
circunscrita al cantn salitrero, regresando a Codpa, como aconteci
con Juan Bautista Sosa, el que habiendo sido internado en las
ofcinas Patria y Asturias, el 12 de diciembre de 1925 huy caminando
desde Zapiga a Arica presentndose a la Delegacin Peruana (Archivo
del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). El 11 de
marzo de 1926 se formaliz la denuncia de Sosa, testimoniando la
condicin de secuestrados en la cual se encontraban los peruanos en
la pampas salitrera (Archivo del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Per 1925). Fue tan llamativo el caso de los codpeos,
que los observadores norteamericanos se trasladaron al pueblo de
Codpa a indagar sobre los detalles de este caso (Archivo del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925). Otros peruanos
expulsados desde la sierra de Huaylillas o del altiplano ariqueo,
fueron obligados a dirigirse a Bolivia, como aconteci con Manuel
Flores, Rafael Tancara
yDanielFlores,quienescomunicaronlosatropellosvividosenlosprimerosmesesde
1925:Charaa, abril 10 de 1925Ministro Peruano. La PazComunicamos V.
E. que el terrorismo de carabineros chilenos en Cosapa, Cosapilla,
Caquena, jurisdiccin Arica, continan con mayor violencia y cinismo.
Somos vcti-mas de allanamientos a las casas, violacin de nuestras
mujeres en nuestra presencia, prisiones arbitrarias, despojo de
dinero, alhajas y animales. Solicitan por medios vio-lentos
exhibicin de ttulos de nuestras propiedades para impedirnos derecho
al voto plebiscitario. Con tales atropellos y agresiones, nos
obligan a abandonar los hogares en compaa de esposas, hijos, para
refugiarnos en la frontera boliviana, al margen del ro Caquena, a
la intemperie, huyendo de torturas, prisin despus dos das sin
alimentos.Rogamos pedir nuestro Gobierno solicite garantas a
nuestras vidas y las de nuestras familias. Respetuosamente.Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 105Volumen XIII /
N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111Manuel FloresRafael
TancaraDaniel Flores (Archivo del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Per
1925)Otroscasosdescribenlamismasituacin.Asaber,el26demarzofueronem-barcados
en el vapor Amrica con destino a Iquique 87 peruanos de las aldeas
rurales,
despusdehabersidoencerradoshastacompletarestenmeroytransportadosporel
ferrocarrildeLaPaz(ArchivodelMinisteriodeRelacionesExterioresdelPer1925).
Se inform durante el mismo mes, que familias peruanas haban sido
expulsadas por las autoridades chilenas y obligadas a cruzar la
frontera hacia Bolivia, adonde haban llegado en estado miserable,
arreando sus ganados, como les sucedi a las familias Quequesana,
Honores, Flores, Ticona, Zarzuri, Blas Flores, Calisaya, Cruz,
Zamora, Quispe, Mamani, Alabe, entre otras (Archivo del Ministerio
de Relaciones Exteriores del Per
1925).Frenteatalestestimonios,elComitdeQuejasdelaComisinPlebiscitariallega
variadasconclusiones;entreellas,elestablecimientodelosvictimariosylasformas
que tomaban dichos actos de terrorismo pblico, como la desaparicin,
asesinato,
deportaciones,asaltocallejeroyhostilidadcallejera.Sobreloslugaresdondese
cometan actos violentos, el Comit de Quejas seal que no tan solo se
realizan en
lasciudadesdeTacnaydeArica,sinotambinenlosapartadosdistritosinteriores.
Refejan el estado social de los distritos que colindan al norte con
la frontera peruana, los sucesos de Challaviento... y refejan, as
mismo, el estado social de los distritos que separan a Arica de
Tarapac, al sur de aquel puerto, los atropellos de Putre,
enumera-dos por el general Lassiter en su discurso sobre la
impracticabilidad del plebiscito, y los atropellos de Codpa
(Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per
1925).Enmarzode1926seexpusieronalpresidentedelaComisinPlebiscitariauna
serie de quejas por los atropellos que estaban sufriendo los
habitantes de Putre. Dichos
actosgeneraronelnombramientodeunexaminadorcuyopropsitoerainvestigarlas
acusaciones, para lo cual tom declaraciones en Arica y audiencias
en Putre, utilizando fuentes peruanas como chilenas. El informe
compil una serie de declaraciones que de-tallaban los
acontecimientos, relevando nombres, fechas y lugares donde se
cometieron
abusosencontradelosaymarasperuanos.Elexaminadorpresenteldocumentoala
Comisin a travs de la Comisin de Quejas. Bastar con reproducir
consiguientemente los subttulos del documento que grafcan la
situacin de la poblacin del rea de Putre.1.Notoria oposicin de los
carabineros al regreso de los electores peruanos.Si Somos
Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 1062.Flagelaciones
brutales a los electores peruanos que regresaban a la zona, a los
miembrosdesusfamiliasyalossimpatizantesdelacausaperuana,porlos
carabineros y los propagandistas chilenos.3.Prohibicin de cualquier
clase legtima de propaganda peruana por medio de
espionajeylaintimidacinllevadaatalextremoquelagentedePutrenose
atreva a hablar a los electores peruanos que regresaban o al
personal peruano de la Junta de Inscripcin y Eleccin.4.Prohibicin a
los peruanos de usar su bandera.5.Confscacin de las propiedades de
los peruanos que regresaban a la zona.6.Omisin de parte de las
autoridades locales para castigar a los actores de estas
ofensas.7.ParticipacindelasautoridadeschilenasenPutreenactosdeterrorismoe
intimidacin (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del
Per 1925).Es necesario comentar que los hechos registrados por el
examinador fueron opor-tunamente corroborados por las evidencias
que posea la Comisin Plebiscitaria, antece-dentes que daban cuenta
de los atropellos contra los electores indgenas peruanos (Archi-vo
del Ministerio de Relaciones Exteriores del Per 1925).VI.
CONCLUSIONESLos eventos electorales (incluidos el plebiscito como
mecanismo de participacin comunitaria) se constituyen como ritos
cvicos colectivos que permiten a la ciudadana participar
activamente en los comicios para la eleccin de sus autoridades o
decidir sobre ciertas polticas que los ataen. Consiguientemente, es
la materializacin de la ciudada-na al ser un evento que congrega a
todos por igual. Si es as, por qu entonces los ind-genas aymaras
hacia la dcada de 1920 se mostraron a favor del Per para el
comentado plebiscito, a pesar de que participaban activamente de
todos los dispositivos desplegados por el Estado chileno: escuela,
administracin, reclutamiento militar?Ciertamente, las comunidades
indgenas andinas se vincularon con el Estado
chi-lenocomoantesyalohabanrealizadoconlaRepblicaperuana,participandodelas
estructuras polticas imperantes. Pero al parecer, el tema ms
sensible se concentraba en
lasidentidadesnacionalescirculantesentodalaregin.Comoyahemosinsistido,los
indgenas aprovecharon los recursos que Chile les entreg; sin
embargo, a la hora de asu-mir un compromiso ciudadano simbolizado
en el voto, estos manifestaran su lealtad en favor del Per, debido
a que la construccin ciudadana est matizada por la intervencin Si
Somos Americanos. Revista de Estudios Transfronterizos 107Volumen
XIII / N 2 / julio - diciembre 2013 / pp. 81-111poltica, y aquella
participacin estaba ligada directamente al evento plebiscitario
(Daz, Ruz y Galdames 2011). Las cifras analizadas profusamente
afrman esta tendencia: en el Censo de la Comisin Norteamericana de
1924, en Putre el 67,73 por ciento se declar que votara por el Per;
en General Lagos 45,31 por ciento; en Codpa el 86,48 por
cien-toyenBelnun84,48porcientoseadscribialaidentidadperuana.Esevidenteque
los indgenas durante el perodo reconocido como chilenizacin asumen
una identidad peruana, en oposicin a la chilena. Apelan a
subjetividades como las emociones o senti-mientos para manifestar
sus compromisos identitarios refejados en las festas pblicas o en
el escrutinio, pese a la violencia testimonial.
Desdeuncampoterico,lasidentidadescontienentresfuncionesquepermiten
entender la tendencia de los aymaras en la cordillera andina de
Arica. La primera
fun-cineslalocativa,locualsuponequelaidentidadpermitealossujetos(indgenasen
este caso) autoubicarse y orientarse por referencia a las
coordenadas del espacio social.
Tambinlasidentidadessonselectivas,yaqueprovienendelcarcteroperativodelas
representacionessociales,locualsignifcaquelasidentidadesseleccionanenfuncin
de los valores que les son inherentes, el sistema de preferencias
de los sujetos sociales, y
tambin,porsusopcionesprcticasenelcampodelimitadoporlaposicinsocialque
ocupan. Por ltimo, las identidades poseen la funcin integrativa, la
que implica la posi-bilidad de integrar las experiencias del pasado
con las del presente, en la unidad de una biografa incansable
(tratndose de identidades individuales) o de una memoria colectiva
compartida (tratndose de identidades colectivas) (Gimnez 1994:
261), como acontece
enelcomportamientodeloselectoresdelazonadePutre,queapelanalaexperiencia
histricaperuanacomoundispositivointegradorquesevereformuladoporelritual
cvico ciudadano, constituyendo la nueva oportunidad para imaginar
la nacin peruana en un escenario inimaginable en trminos
sociopolticos.Recapitulando, la frontera es el espacio semntico
donde se cristalizan las identi-dades. Ms all del despliegue tctico
de los Estados desde la metrpolis, es la comunidad indgena que en
la periferia asume una postura identitaria ciudadana, que a su vez,
fric-ciona el modelo chilenizador para concientizar a la poblacin
local. Durante el perodo estudiado, son los mecanismos identitarios
los que se movilizarn entre las partes para grafcar las intenciones
de una comunidad indgena andina que desea ser protagonista en todos
los detalles de la vida cvica en las comarcas.En sntesis, en Putre
y otras localidades alto andinas, durante los aos de ocupa-cin
chilena surgieron actores locales intermedios que operaban en un
formato de una infrapoltica diseminada especfcamente en la vida
cotidiana de los sujetos sociales andi-Si Somos Americanos. Revista
de Estudios Transfronterizos 108nos, con redes formales (y tambin
informales) entre la comunidad y el Estado chileno,
erigiendodiscursosidentitariosypraxispolticasmltiplesytambincontradictorias.
Mientrasaparecen,undaparticipandoactivamenteenlaorganizacinadministrativa
chilena y otro izando banderas peruanas o en ocasiones
representando a la comunidad ante las festividades religiosas; es
decir, en un campo de negociacin, una estrategia como resistencia
al Estado chileno.Ellos funcionarn como actores intermedios con
diversos discursos, actuando en su praxis poltica como bisagras
entre la comunidad y el Estado, reorientando hbrida-mente sus
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confdencial, folio 31, n 6.12.-----. 1923a. Ofcio confdencial,
ofcios n 62, 63, 64, 65, 66 y 67.13.-----. 1923b. Ofcio
confdencial, ofcio n 18.14.-----. 1923c. Ofcios recibidos, ofcio
confdencial n 142.15.-----. 1923d. Ofcios confdenciales recibidos,
ofcio n 18, 16 de febrero.16.-----. 1922-1923a. Ofcios varios,
folio n 118, ofcio confdencial n 1225.17.-----. 1922-1923b. Ofcios
varios, folio n 118, ofcio confdencial n 8.18.-----. 1922-1923c.
Ofcio confdencial, folio n 107, ofcio n 4319.-----. 1922-1923d.
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recibidos, s/n.21.-----. 1925a. Ofcios varios, s/n.22.-----. 1925b.
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varios, enero-diciembre, fcha del Censo.24.-----. 1925d. Ofcios
varios, enero-diciembre, ofcio confdencial.25.-----. 1925e. Ofcios
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