AY, AMOR, YA NO ME QUIERAS TANTO! Lucero MillnPersonajes: F (1);
M (1) Armenio JosefinaVagn de tren. Debe dar la impresin de ser un
tren de hace mucho tiempo, que igual es producto de nuestros sueos
o igual funciona desde siempre. Con un par de bancas y un pasillo
ser suficiente.Cuando se enciende la luz est un hombre muy delgado,
de unos treinta aos, remendando el mismo calcetn una y otra vez.
Viste de traje formal de oficina, con un planchado excesivo en la
ropa. Se le nota tmido o un tanto retrado. Entra una mujer con un
aire ausente, vestida con ropa tpica de viaje, sin poca
determinada. Sobresalen unas enormes ojeras. Lleva entre sus manos
un saco de tela que aprieta constantemente como si se lo fueran a
robar.Escena unoJosefina: Ser que aqu se puede dormir?Armenio:
Dormir?Josefina: Si, dormir, es preciso.Armenio: Bueno, s, creo que
s. Cuando arranque el tren, el viaje ser largo.Josefina: Cuando
dice largo, a qu se refiere?Armenio: No lo s muy bien... Hay varias
estaciones que recorrer... cuando compr el boleto no le explicaron
lo que durara su viaje? El mo al menos ser largo, de eso estoy
seguro, as que es mejor ponernos cmodos y tal vez esperar con
paciencia.Josefina: (Despus de un tiempo) Cree que exista la
posibilidad de alargarlo ms?Armenio: (Con timidez y cierta
molestia) Cmo dice?Josefina: Que si cree que existe la posibilidad
de alargarlo ms.Armenio: Alargarlo mas? Qu pregunta mas extraa la
suya!, aunque habra que ver el nimoJosefina: De usted?Armenio: Oh,
no!, por supuesto, del conductor, qu pregunta, seora!Josefina:
Entiendo, mientras ms grande ms largo.Armenio: Ms grande
qu?Josefina: El desnimo....Armenio: Vaya! Qu manera de hablar!
(Silencio, l sigue cociendo su calcetn, oculta su rostro, de vez en
cuando levanta la mirada para ver que hace ella.) Josefina:
(Intentando ser amable) Hace calor, no?Armenio: (Molesto) S. (Se
levanta y se cambia de asiento) Y tambin hay ruido! Pens que aqu
iba a ser diferente, pero qu va! Siempre es igual, igual. (Ella se
voltea y dndole la espalda empieza a sacar diferentes cosas de su
saco, las saca y las vuelve a meter, de vez en cuando las deja caer
sobre l, se arrepiente y las vuelve a meter, cuando lo cree
conveniente usa el bulto como si fuera almohada). Josefina:
Permiso, permiso rosa para Aurora, verde para Valverde, azul para
Jess (Armenio se siente incmodo, la mira un rato y despus se
traslada nuevamente de asiento.). No, no es as, azul para Jess,
Amarillo para el nio. (Hace un bulto e intenta dormir.) Armenio:
Disculpe, qu lleva ah?Josefina: Me parece que apenas lo conozco,
digo, yo no le he dado motivos para intimar conmigo, no le
parece?Armenio: Si, tiene usted razn, soy un tanto atrevido. Es
solo que me llam la atencin la manera tan especial de relacionarse
con sus cosas.Josefina: (Silencio. Ella se muestra reservada, l
contina en lo suyo. Cuando el se muestra desinteresado, ella busca
la manera de llamar su atencin) Cargo todo lo que me pertenece, no
es mucho, pero es lo nico que tengo. Tan solo son, (Pausa larga) mi
madre, mi padre, mis libros, mis desgracias y mi pas.Armenio: Habla
usted como si fuera un libro. (Transicin) Quiere que le
ayude?Josefina: No podra.Armenio: Por qu?Josefina: Correra el
peligro de hundirse con ellos y (Transicin) Sabe, no ha sido fcil
para m adquirir ste boleto. Me ha costado muchas lavadas de ropa
para recoger las quinientas estampillas que se necesitaban para
participar en el concurso. Es todo lo que en la vida he querido
realizar: este viaje.Armenio: Es usted ama de casa?Josefina: Eso
mismo, pero al revs.Armenio: Cmo as?Josefina: La casa es mi amo.
Armenio: Vaya! Qu manera de hablar! Habla como en los
libros.Josefina: Cmo as? Armenio: No s, como en los libros, como no
se habla en la vida real. Lee usted mucho?Josefina: Se refiere
usted a leer? Armenio: Si, claro, a leer, a poner los ojos sobre un
pedazo de papel y leer!Josefina: Bueno, vindolo as, pues se podra
decir que s, que leo pero no sobre un pedazo de papel, sino debajo
de l. Si no tengo el libro, me lo imagino, si veo a una persona, no
veo a la persona sino su pensamiento, si veo un peridico, me dan
ganas de llorar al imaginarme la tragedia que hay detrs de cada
noticia, es una forma de leer, no? A veces releo y releo los mismos
libros, (le ensea los que tiene) tengo dos, ste lo leo por las
maanas y ste por la noches, a veces leo los dos al mismo tiempo, es
divertido. (Despus de un tiempo) Es lindo viajar, cierto?Armenio:
Depende de cual sea el objetivo del viaje.Josefina: Entiendo yo que
el objetivo del viaje es llegar a un destino, no?Armenio: No
necesariamente. Sucede algunas veces que el objetivo es justamente
interrumpir el llegar al destino final, quedarse a mitad del
camino.Josefina: Que sentido tendra quedarse a mitad del
camino?Armenio: No lo s muy bien, tal vez divertirse un poco, tener
un motivo por el cual seguir viajando. (Silencio) Y a dnde viaja
usted?Josefina: Lejos, muy lejos, donde pueda dormir.Armenio: Cunto
tiempo tiene sin dormir?Josefina: Lo que se dice dormir, dormir,
como veinte aos, no, tal vez estoy exagerando, como unos catorce
aos ms o menos. Armenio: Tanto as! (Se re) Disculpe, disculpe, es
que habla usted de una manera... No ser usted literata? O
escritora? (Ella lo mira con desconfianza). Yo, en cambio, duermo
como un tronco, me digo: Me voy a dormir, tengo sueo y zas!, como
si nada, me duermo profundamente, y as como me duermo me despierto,
en cuanto abro los ojos estoy de pie y con la energa suficiente de
un toro.Josefina: Y? Qu se siente?Armenio: Que se siente
qu?Josefina: Que se siente ser un toro?Armenio: Un toro?
Nada.Josefina: Nada? (Reflexiva) Mi abuela deca que la nada es lo
ms parecido al placer. Pero que solo los estpidos viajaban por ese
pas. Es decir que solo los estpidos sienten placer. Dijo usted
nada, verdad?Armenio: Si, eso dije. (Pausa) Debe ser un poco difcil
estar tanto tiempo sin dormir, debe ser algo as como un sentimiento
muy somnfero.Josefina: Pues viera que no, una se acostumbra a todo.
Al principio es difcil porque una no sabe que hacer con ese tiempo
muerto, como de luto, y ese silencio que te mata, pero despus
aprendes a deambular con los insectos, especialmente con los
grillos. Ellos gritan toda la noche en busca de su amada, que nunca
encuentran por supuesto, pero al menos se entretienen en algo, no
cree? Como usted, con ese calcetn que no deja de remendarlo. Por qu
lo cose y lo recose?Armenio: Para que me ayude amarrar bien mis
pies.Josefina: Cmo as?Armenio: Es que... cada vez que pienso que
estn bien cosidos y me bajo del tren, los dedos de mis pies
terminan rompiendo nuevamente los calcetines. (Josefina se
sorprende). Siempre tuve unos dedos de los pies muy grandes,
especialmente el ndice. No he podido encontrar calcetines fuertes,
a mi medida, por eso yo les doy una buena recosida. Mire usted, yo
soy agente viajero y cuando llego a una estacin, solo basta que se
abra la puerta del tren para que la memoria acuda a m y me vuelva
un tanto torpe. Es como si mi mente quemara lentamente mis mejores
intenciones. Es entonces cuando mis pasos van perdiendo lentamente
un poco de fuerza por aqu, otro poco de fuerza por all... Josefina:
(Continuando el dilogo) A medida que avanza deja caer la prudencia,
el orgullo, el abrigo, las maletas... Armenio: (Sorprendido) Lo
dice usted mejor que yo. No quiere escribirme un poema? Pero es
justo as, como usted lo dijo, por eso tengo que remendar bien mis
calcetines. Pngase aqu, paradita, (Ella lo sigue) bien, muy bien.
Vamos a suponer que usted es la seorita dignidad. Josefina:
(Jugando) Soy la seorita dignidad!Armenio: Muy bien, muy bien, por
lo tanto si usted es la seorita dignidad, sus pies son los que
sostienen su dignidad, cierto?Josefina: Cierto!Armenio: Qu pasara
si los dedos de sus pies rompieran sus calcetines porque no estn
bien cosidos?Josefina: Mi dignidad quedara In v li daArmenio: Bien,
muy bien, ahora entiende por qu debo de coser bien mis
calcetines.Josefina: (Ella no contesta. Toma su bulto y lo coloca
como si fuera almohada, se acuesta sobre l. No logra acomodarse, se
cambia de lugar y coloca el bulto de otra manera e intenta seguir
acostndose. Al cabo de un tiempo). Adnde viaja usted? Armenio: No
lo s con exactitud, a un lugar que me reciba.Josefina: Todos los
lugares te reciben, no es as?Armenio: No, no es as, no todos te
reciben. O dicho de otra manera, no todos te reciben como vos
sos.Josefina: Ah! Qu pena yo en cambio estoy dispuesta a recibir a
cualquier lugar como l es.El tren se para. Se escucha una voz en
off que dice Estacin Miraflores. Josefina se levanta, inquieta y
empieza a caminar de forma nerviosa. Abre su saco, saca un
elemento, lo mira, lo vuelve a guardar. Se asoma por la ventana.
Armenio: (Transicin a Josefina y con timidez) Disculpe mi
curiosidad, pero podra mostrarme algn objeto que usted identifique
con algn pariente suyo, tal vez con su madre? Me gusta eso de ver
fotos, recordarJosefina: Cmo dice?Armenio: Que si me ensea algo de
su madre. Para darme una idea...algo de su saco, cmo es eso de que
va cargando con ella, no lo entiendo muy bien.Josefina: Por qu
tendra que hacerlo? Digo, nuevamente me parece un tanto atrevido de
su parte.Armenio: Tiene razn, es solo que usted me inspira
confianza y la vida a veces es tan aburridaJosefina: No lo s, es
que apenas nos conocemos. Se toma usted unas libertades Son cosas
muy personales. Y aunque yo parezca otra cosa, soy una persona muy
recatada.Armenio: Nuevamente tiene usted razn. Disculpe. (Se
levanta, camina entre los asientos como si buscara algo)Josefina:
Qu busca? (Armenio guarda silencio y sigue buscando) Qu busca? (El
lo hace con mas insistencia) Por favor, que busca?Armenio: Es un
poco difcil de explicar. Tal vez en otra ocasin, es que apenas nos
conocemos (l sigue buscando)Josefina: (Ella saca un huevo duro, lo
pela.) Quiere?Armenio: No, gracias, estoy ocupado. (Sigue
buscando)Josefina: Tambin tengo una zanahoria, le apetece?Armenio:
(Distrado) No, gracias.Josefina: Tal vez un poco de agua de
limn?Armenio: (Serio) No, gracias, no ve que estoy muy ocupado. No
lo ve? No lo ve? (Se va poniendo mas nervioso) Pero esta usted
ciega para no darse cuenta que justo lo que estoy haciendo es
buscar algo. No lo v? No lo v?Josefina: Est bien, esta bien, pero
con una condicin: Yo le muestro algo de mi madre si usted me dice
que es lo que busca.Armenio: No, no puedo hacer ese trato.Josefina:
No? Armenio: No.Josefina: (Cambiando de estrategia) Al menos podra
hablarme de sus recuerdos ms amables.Armenio: No le parece que
mostrarle mis recuerdos ms ntimos es un asunto muy
personal?Josefina: Bueno, si, en cierta forma tiene usted razn, es
solo que pens que.Armenio: Pues pens usted mal. (Silencio,
transicin) Pero en seal de mi buena voluntad Espere un momento
(saca un papelito de su bolsillo, lo lee, piensa) trato hecho.
Usted me ensea algo de su madre y despus yo le enseo mi lista de
afectos.Josefina: (A Armenio, con entusiasmo) Cierre los ojos y
djese llevar por el ruido del tren.Armenio: Me da pena! Josefina:
Vamos, cierre los ojos.Los dos cierran los ojos se intensifica el
ruido del tren. Hay transicin de luz. En ese otro espacio y tiempo
del mismo tren se estarn escenificando diferentes escenas de los
dos personajes. En este caso, ellos mismos haciendo los roles de
madre e hija. La madre esta sentada a la orilla de una ventana, la
hija carga algunas maletas de viaje.Escena dosMadre: Ay! Qu cansada
estoy, ay, ay! Y este viaje tan largo! Nadie me ayuda en nada, una
tiene que ocuparse de todo, ay! Me muero! Ay me muero, ay! Qu
cansancio!Hija: Qu te traigo, mamita? Te duele algo? Madre: Ay me
muero! Pasme el vic-vapo-rub, me ayudar un poco. (La hija se lo
pasa) Ay que dolor de piernas! Nunca la dejan descansar a una.
Cerrme la ventana.Hija: La tens a un lado, mam.Madre: Cerrmela! (La
hija con esfuerzo lo hace)Hija: Ya est, Mami. Madre: Ay!, ay! Y
ahora que lleguemos la misma historia de siempre, la casa botada,
las cazuelas sucias, el haragn de tu padre pegado a su botella y a
sus queridas. Ay, que cansada! Nadie me ayuda. Pero a mi no me
importa ya nada! Cada cual que se las arregle como pueda, despus de
todo, quien se ocupa de m!Hija: (Despus de un tiempo) Viste mis
notas, mam?Madre: Pero eso s, un da voy agarrar mis cosas y me voy
a ir solita por ah a descansar, aunque sea en un rancho
perdido.Hija: Viste mis notas, mam?Madre: Cules notas?Hija: Las de
la secundaria, mam, fui la mejor alumna ste ao.Madre: (Sin darle
mucha importancia) Ah! Qu bien, mi muchachita, qu bien! Ay! Qu
cansada estoy! (Silencio. Transicin de la hija)Hija: Mam, desde
hace tiempo he querido hacerte una pregunta pero me da mucha pena
hacrtela, podra?Madre: Claro, hija, pero apresrate un poco, que me
duelen las piernas y an nos falta mucho por recorrer. Cmo te deca,
puede ser el rancho de tu to Jos, no es gran cosa, pero al menos
estar tranquila por un tiempo, sin nadie que me moleste.Hija: Mam,
te hice una pregunta.Madre: Ah si, hijita, disclpame. Hacmela.Hija:
(Despus de un tiempo) Por qu nunca me abrazaste?Madre: Qu pregunta
ms rara, nia! Pero por supuesto que si te he abrazado.Hija: No,
mama, nunca lo has hecho.Madre: No?Hija: No. Por qu?Madre:
(Pensativa) No lo s.Hija: Solo hubiera bastado con un instante de
tu tiempo.Madre: Quiz porque nunca me ensearon a hacerlo.Hija:
Bastaba con que me miraras para que aprendieras a hacerlo.Madre: No
estaba programada para eso.Hija: En cambio yo, estaba programada
para amarte.Oscuro.Escena tresJosefina: Esa es mi madre, qu le
pareci?Armenio: No lo s muy bien. Dira que necesitaba anteojos para
poder vivir. (Percatndose) Ahora estoy hablando como
usted.Josefina: Eso mismo pens yo... Cuando ella necesitaba leer
algo y si vos estabas cerca, tomaba los anteojos ms cercanos,
aunque no fueran de ella y sencillamente se los pona. Yo me rea
mucho porque pensaba que cada episodio de su vida lo miraba de
acuerdo a la graduacin de los anteojos que le tocara tener en ese
momento. Pobrecilla, deb regalarle unos anteojos de su medida. Y
ahora le toca a usted.Armenio: (Nervioso) A m?Josefina: Si, a
usted. Iba a hablarme de sus recuerdos ms amables. Armenio: Est
bien, pero por favor no vaya a burlarse.Josefina: Sera incapaz de
algo semejante. Lo escucho.Armenio: No s por donde empezar.
Josefina: Pues por el inicio.Armenio: Y cul es el inicio?Josefina:
Pues el inicio, es el inicio, es lo primero que se le
ocurra.Armenio: Bueno, bueno, recuerdo que cuando era nio, tuve una
amiga que se llamaba Anita, me acariciaba la cabeza y deca que mi
pelo era bonito.Josefina: Ah, si?Armenio: Si. Era un pelo
suavecito, lleno de rulos que caan sobre mis hombros. Josefina:
Y?Armenio: Y qu?Josefina: Y qu ms? Armenio: Y pues, djeme ver,
despus, conoc a una seora que viva enfrente de mi casa. Ella me
pidi que cuidara de su gato, deca que nadie lo haca mejor que yo.
Ella deca: Que bien cuidas a mi gato! El gato estar muy contento
con vos! Hasta pareces un cuida gatos!Josefina: Aja!.... y.Armenio:
Y pues, qu ms, qu ms, con el tiempo tuve una novia que deca que
algn da me amara. Sin embargo despus conoc a alguien que me bes.
Viera qu beso, yo era un poco torpe y no supe cmo
reaccionar.Josefina: Ah! Entonces?Armenio: Luego luego. (Pausa,
largo silencio) Recuerdo que cuando era nio, tuve una amiga que se
llamaba Anita, me acariciaba el pelo y deca que mi pelo era bonito.
Eso ya lo dije?Josefina: Creo que s.Armenio: Entonces, eso es
todo.Josefina: Eso es todo?Armenio: Si, todo. Usted me prometi que
no se burlara.Josefina: Claro que no lo har, es solo que me
sorprend.Armenio: De la escasez?Josefina: No, de olvdelo, no tiene
ninguna importancia. (Saca un espejo de su bolsito personal, despus
un pauelo y se limpia la cara con insistencia). Dgame una cosa, mi
cara esta maquillada de barro?Armenio: No, por qu?Josefina: Porque
aun respiro polvo. Armenio: Ah! (silencio)Josefina: El tren est en
marcha, cierto?Armenio: Cierto. Oiga, me acabo de acordar de otro
afecto.Josefina: Ah, s? Armenio: Si. Se lo digo?Josefina: Claro,
por supuesto, lo escucho.Armenio: Era un afecto con las nubes. A
veces, cuando sala muy temprano de mi casa para ser de los primeros
en llegar a la estacin del autobs para ir a mi trabajo, las nubes
estaban tan bajas que daban ganas de tocarlas, pero al mismo tiempo
esa cercana me espantaba porque me dejaba casi sin respiracin y me
daba miedo de no poder continuar. Era entonces cuando segua
caminando y me imaginaba que lograba traspasarlas y colocarme
encima de ellas como si fueran un colchn. Desde ah saltaba, saltaba
tanto que disfrutaba enormemente esa sensacin de libertad. Pero a
veces las nubes estaban tan bajas, tan bajas, que tambin me daban
unas ganas enormes de llorar. Entonces pensaba que de las nubes se
desprenda un roco que se posaba sobre mi rostro y como si yo fuera
una flor, el agua se deslizaba suavemente sobre mi cuerpo, como si
mi cuerpo entero llorara. Lloraba mi cara, mis brazos, mi pelo, mi
cuello, mis piernas. Pero no eran lgrimas sino roco. Josefina:
Entonces el afecto era con el roco.Armenio: No, era con las nubes
porque sin nubes no hubiera conocido el roco.Josefina: Que
bonito!...A mi tambin me gustara conocer el roco... (transicin) Se
puede ver algn paisaje? Podra decrmelo, por favor?Armenio:
(Asomndose por la ventana) An no, pero estoy seguro que pronto
aparecer con la luz del amanecer. Esa es la hora que ms disfruto
del da.Josefina: Ah s, por qu?Armenio: Porque la mayora de la gente
est durmiendo. Nada es ms hermoso que el silencio Sabe, yo tambin
tuve una madre, pero a diferencia de la suya ella no era un carga
para mi, ella cargaba con la presencia de mi padre....Oscuro.Escena
cuatroEntra una mujer al vagn del tren, est recin baada con vestido
nuevo y una torta en las manos. La espera sentado un hombre con
aspecto rudo y vestido de militar.Padre: Pareces una puta, qutate
ese maquillaje de la cara!Mujer: Te parece, Joaqun?Padre: Te lo
estoy diciendo, no? Y no pudiste encontrar un vestido ms feo que
ese? Cmbiate de ropa, si no, no te llevo, que van a decir mi madre
y mis hermanos cuando te vean. Cmbiate ya o si no te bajas en la
prxima estacin!Madre: Me esmer tanto en arreglarme, Joaqun, por
vos! Este vestido me lo hice yo misma, me cost tanto trabajo. La
tela la tengo guardada desde hace tiempo y el diseo lo tom de una
revista de modas.Padre: No me estas oyendo, pareces una mujerzuela
barata. Quers ensear todo, verdad? (Le baja el vestido y queda con
los pechos al aire). As queras estar? Ensendolo todo! As queras
estar?Madre: (Llorando) No, Joaqun, no quera estar as! Quera estar
linda para vos! (Sigue llorando).OscuroEscena cinco(Josefina se
encuentra escribiendo en un papel viejo y arrugado, el camina de un
lado a otro)Armenio: Oiga, a propsito, cmo es que no nos habamos
conocido? Su cara me resulta familiar, casi podra jurar que nos
hemos visto pero no estoy seguro. Usted vive en San Juan de
Atitln?Josefina: Viva hasta hace unos instantes que decid subirme a
este tren.Armenio: En la calle San Lorenzo?Josefina: No soy la que
est pensando! (Ella contina escribiendo en el papelito)Armenio:
Nmero 113?Josefina: Insisto, me est confundiendo.Armenio: Caramba!
Si que es pequeo este mundo! Pues de pronto llegu a creer que
habamos sido vecinos durante aos y que nos conocamos. Que yo viva
justo enfrente de usted y todos los das nos cruzbamos cuando yo
sala a tirar la basura.Josefina: (Ella cambia la intencin) No
escucha ruidos?Armenio: (En actitud de escuchar) Solo escucho el
ruido del tren.Josefina: Ponga mucha atencin, si lo hace descubrir
los sonidos que se ocultan.Armenio: (Sigue escuchando) El ruido del
tren, el del viento y el de un nio jugando a lo lejos
quizs.Josefina: Ponga mucha atencin y lo escuchar.Armenio: No
escucho nada.Josefina: (Tapndose los odos) Escuche bien, puede ser
ensordecedor. (Ella saca un diario personal y lee) El vuelca toda
su furia contra ella y ella siente que merece una paliza tras otra.
No hay ltigo ni tortura posible que calme su vergenza de intentar
ser ella misma, Crame, no lo hay. Cuando se queda sola con su
desprecio, se desnuda, se limpia, se cambia de ropa, se peina, se
maquilla, entonces esta lista para volver a recibir el castigo. Al
otro da recorre sus propios pasos, recoge sus vergenzas y se lanza
al vaco. Ojal algn da sus ojos recobren el brillo que algn da
tuvieron.Armenio: Oiga, de quin es ese texto? No se oye muy alegre
que digamos. De cul de los dos libros es ese texto? Josefina: No es
de ninguno de ellos. Es un texto que acabo de escribir sobre
ella.Armenio: Quin es ella?Josefina: Ella, su vecina.Armenio: Cul
vecina? De que me est hablando?Josefina: Pues de su vecina, la que
vive en la calle San Lorenzo.Armenio: Pero qu sabe usted de
ella?Josefina: Pues nada y todo. Slo es cuestin de
apreciacin.Armenio: La recuerdo perfectamente todos los das
caminando sobre la misma acera, una y otra vez, llegaba a la
esquina y se regresaba para volverse a ir. Pens que estaba loca y
le confieso que llegue a sentir repulsin hacia ella, y seguro era
una buena persona, como usted. Por qu caminara de esa
manera?Josefina: Tal vez estaba entrenndose.Armenio: Para
qu?Josefina: Para agarrar fuerzas y poder escaparse de su marido.
Armenio: Cul marido?Josefina: El que seguramente tendra. Todas las
mujeres cuando lavan los mismos platos una y otra vez, lo que es
igual a decir que caminan y caminan sobre los mismos pasos, estn
deseando que el marido se muera para poder salir corriendo.Armenio:
Comprendo.Josefina: Siempre suean con ser corredoras profesionales.
Oiga, apareci el primer paisaje?Armenio: (Asomndose por la ventana)
Si. Puedo ver claramente un desierto color ocre con un rbol de
algarrobo en el centro. Es curioso paisaje, pero al fin y al cabo
es preferible cualquier paisaje a ninguno.Josefina: (Ella tambin se
acerca a la ventana. Los dos quedan frente al pblico viendo el
paisaje.) Est usted loco? Cmo puede ver un desierto donde hay una
selva tropical?Armenio: Que est insinuando? Que soy miope, o qu!
Cuidado con ese cndor! Vuela tan cerca y con tanta perfeccin que
parece que viene hacia nosotros!Josefina: Pero si no es un cndor
sino una oropndola con hermosos colores! Escuche el sonido que
produce cuando alza vuelo. Difcil de describir, no le parece?
Armenio: No, no me parece! No me parece porque no veo ninguna
selva, ni oropndola, y mucho menos escucho ese extrao sonido del
que habla. Josefina: Me esta diciendo mentirosa! Eso si no se lo
puedo permitir! Yo no soy una mentirosa! Armenio: No le estoy
diciendo mentirosa, tal vez un poco distrada, bueno no un poco,
bastante! Cmo es posible que no vea esas tremendas montaas y ese
paisaje desrtico!Josefina: Desrtica ser su alma! En cambio ese
hermoso pjaro da vueltas, hace piruetas, juega, se divierte, se
pierde y vuelva aparecer entre las ramas. El viento no le estorba,
solo lo mece y acompaa.Armenio: Ahora usted me est diciendo
mentiroso a m. Pues sepa seora, o seorita, como usted quiera
llamarse, que por mucho que lo pretenda no lograr confundirme.
(Mirando nuevamente el paisaje, retndola) Ahora levanta vuelo,
imponente con esas enormes alas y la mirada fija en lo que ser su
prxima presa. Josefina: (Desesperada) No busca una presa sino un
rbol ms alto para poder hacer esos hermosos nidos que cuelgan de
las ramas como lgrimas congeladas o como brazos desencajados. Como
brazos desencajados. (Transicin) Usted considera que cuando una no
tiene un novio, un esposo, un amante, est uno desencajado?Armenio:
(Entre molesto y burln) Se refiere a los amores, claro. Pues mire
usted, si ve a los amores como ve a los paisajes, le aseguro que da
igual que uno est desencajado o no. No ha tenido suerte con ellos,
verdad?Josefina: No s si es un problema de falta de suerte o un
asunto deportivo.Armenio: A qu se refiere?Josefina: No lo s muy
bien, a mi corazn lo han golpeado tanto que est confundido pensando
que el mundo es solo un ring de boxeo.OscuroArmenio: Disculpe mi
atrevimiento, pero ahora que me siento ms en confianza, podramos
imaginarnos cmo logr mi vecina decirle adis a su marido?Josefina: Y
como sabe usted que le dijo adis a su marido?Armenio: En realidad
no estoy seguro.Josefina: Ve, es usted un entrometido! Y yo dira
que hasta chismoso!Armenio: Cuando le conviene soy chismoso. Est
bien, est bien, ah la dejamos. (Silencio, visiblemente
molesto)Josefina: (Despus de un tiempo) Yo si puedo imaginrmela
todos los das frente al espejo, a la misma hora practicando una y
otra vez, la despedida. Escogiendo su ropa, lustrando sus zapatos
gastados, suspirando con la partida. Sera bueno imaginrsela, pero
esta vez que al menos logre quebrar un plato. Armenio: No cuente
conmigo. (Los dos se levantan un tanto molestos y se van a cada
extremo del vagn del tren.)OscuroEscena seisVuelven a la luz de las
transiciones. Armenio hace el papel del marido, Josefina de la
esposa. Seria interesante que el tipo de interpretacin en esta
escena sea al estilo de las pelculas de Hollywod de los aos
cuarenta, tipo Casablanca. La escena se desarrolla en la puerta del
tren.Esposa: Creo que lleg el momento. Esta es mi estacin. Me
voy.Marido: Que te vaya bien.Esposa: Gracias.Marido: No olvids el
abrigo.Esposa: No lo har. Adis.Marido: Adis. An quedaron platos
sucios en el fregadero. Esposa: Gracias por recordrmelo, pero se me
hace tarde y no pienso regresar a casa.Marido: Tens razn. Vete
ya!Esposa: Si, me voy. Adis.Marido: Adis.Esposa: Tal vez algn da
nos volvamos a ver.Marido: Tal vez...Esposa: Adis.Marido: Adis. Que
te vaya bien.Esposa: Gracias.Marido: Adis.Esposa: A vos
tambin.Marido: A m tambin qu?Esposa: Que te vaya bien.Marido:
Gracias.Esposa: Vali la pena, no es cierto?Marido: Qu?Esposa:
Habernos conocido.... y haber lavado tantas cazuelas y ollas y
tazas y....Marido: Bueno, segn como lo veas. La verdad que nunca
aprendiste a lavarlos bien.Esposa: Adis.Marido: Pensemos que
s.Esposa: Si qu?Marido: S vali la pena, especialmente cuando se
volvan a usar y estaban limpios sobre el fregadero, para despus
volverse a ensuciar.Esposa: S... (Silencio) adis.Marido:
Adis.Esposa sale.Marido: Espera! Esposa: Ya es tarde. Adis. (Ruido
del tren arrancando).OscuroEscena sieteAmbos: Bravo! Bravo! Se fue,
se fue!Josefina: (Percatndose) Pero ella no quebr ningn
plato.Armenio: Tiene usted razn. Tenemos que regresar.Josefina:No
hace falta. (Saca de su saquito un plato y lo quiebra con fuerza)
Ya est, era lo que me quedaba de mi madre.Se escucha una voz en off
que dice Estacin CienfuegosArmenio: (Recogiendo sus cosas) Ha sido
un placer conocerla. Le agradezco mucho su compaa.Josefina:
(Desconcertada) Cmo as? Se baja usted? Pens que continuara el viaje
conmigo.Armenio: Lo siento mucho. Pero es preciso que prosiga mi
camino.Josefina: O sea, seguir buscando y remendando su calcetn.
Armenio: Usted lo ha dicho. Le deseo que finalmente encuentre un
lugar plcido y tranquilo que le permita tener muchos
sueos.Josefina: Pues si no hay nada que hacer, que le vaya bien.
Tambin para m ha sido un gran placer conocerlo. (Se despiden,
Armenio baja. Ella est muy triste, muy triste, se asoma a la
ventana, El tren se pone nuevamente en marcha.)Oscuro.Ella se
sienta lentamente. Se percata que tiene un pequeo agujero en su
media, se la quita, busca hilo y aguja en su saco de tela y empieza
a coserla. Se escucha una voz en off de una anciana. Cambio de
luz.Escena ochoAbuela: Con los hombres hay que tener mucho cuidado
mi nia. Si una se descuida a ellos les crece una cosa muy dura
entre las piernas, una cosa tan dura que no hay manera de hacerla
entender. Te persigue, te hostiga, te presiona, hasta que logran
que una quede as, totalmente con las carnes al aire, sin ninguna
proteccin. Cuando a los hombres les agarra esa especie de agitacin,
los hombres se vuelven malos, como diablos dira yo. Los ojos les
brillan y les sale fuerza por todas partes, es tanta su fuerza que
parecen caballos desbocados, no miran a nadie, ni nada, solo la
mirada del deseo que te sigue persiguiendo. Lo sabr yo que muchas
veces fui presa de ese terrible mal. Ay, mi nia!, cmo podremos
hacer para que vos no caigs en ese embrujo maldito de los hombres.
Es que a veces, no se sabe ni por qu, de pronto les agarra eso. Una
puede estar tranquila, conversando con ellos como personas
decentes, pero de pronto el brillo en los ojos, la energa que te
mata, el aliento que se acerca, la fuerza que les aparece, y la
cosa esa dura, que empieza a crecer y a crecer, cada vez ms dura
que parece que te va atravesar todita. Y eso que no nos damos
cuenta que tambin cambia de color, si la vieras mi hijita, vos te
moriras, se pone tan roja, tan roja, que parece sacada del mismito
infierno.OscuroJosefina suspira al terminar de recordar a su
abuela. Ruido de freno del tren. Voz en off que dice Estacin San
Bernardo. Sube Armenio, pero ahora luce diferente. Viene cargando
un par de maletines. Se le ve ms animoso y distrado al mismo
tiempo.Escena nueveArmenio: Le duele la cabeza? Dolorelax es la
solucin! Est cansado por la jornada Intensa de trabajo? No se
preocupe, le tenemos su solucin: Vitaminas Forte-vida solo basta un
par de tomas y se sentir como nuevo. Le duelen las canillas?
Canilln le alivia el dolor de manera instantnea. Tiene calenturas,
est decado, le ha picado un mosquito: Dengun le resuelve su
problema de manera inmediata, solo necesita tres aplicaciones y
usted estar reestablecido. (Hacia Josefina) Seora, necesita usted
pomada para la alergia? Desinflamatorio para las articulaciones?
Crema concha ncar para las manchas de la piel?Josefina: Armenio,
cmo le va?Armenio: Disculpe, seora, pero creo que me est
confundiendo. Digo, es que no han tenido la dicha de
presentarnos.Josefina: Ay, Armenio! No se haga el
desentendido!Armenio: Disculpe, nos conocemos?Josefina: Pero si
estuvimos conversando largamente hace un par de horas, antes de que
usted se bajara en la estacin Cienfuegos, no lo recuerda?Armenio:
No seora, no lo recuerdo, creo que me est confundiendo.Josefina:
No, no lo creo, hasta nos imaginamos juntos a su vecina cuando se
despidi de su marido. No lo recuerda?Armenio: Vecina? Cul vecina?
Seora, lo que usted necesita son unas gotas matutinas que le
ayudarn a limpiar su memoria. Con los aos suele suceder que uno no
solo tiende a olvidar ciertos captulos importantes de nuestras
vidas, sino que ante la ausencia de esos momentos desmemoriados uno
los cubre con fantasas, con imgenes recreadas, con cosas que no
vivimos pero que nos hubiera gustado vivir, con hazaas que no
fuimos capaces de realizar, con impulsos que retuvimos por falta de
coraje, con las ganas de darle continuidad a algo que no dijimos,
que lo pensamos pero no lo dijimos, alguna palabra retenida justo
ah entre los dientes, pero que no fuimos capaces de decirla.
Entonces inventamos la realidad y a veces hasta la soamos. Pero no
se preocupe seora, cmo es que se llama?Josefina: (Muy seria)
Josefina.Armenio: Josefina! Bien, muy bien, bonito nombre. Jos.
Fina, fina, finsima de Jos. Algn pariente suyo se llamaba
Jos?Josefina: (Contina seria) Ninguno.Armenio: Tanto mejor! A usted
le toc el honor de estrenar el nombre, es usted una iniciadora, se
ha ganado un gran premio: Memoril para que pueda combatir esos
sueos que la atormentan y no est cambiando tanto la realidad.
Tontona! No vaya a confundirse usted, mire bien, que no estoy
diciendo tetona! El respeto a la mujer es lo primero, lo primero,
antes morirme que irrespetar a una mujer. A una mujer no se le toca
ni con el ptalo de una rosa. Rosa de mis amores, rosa, rosita,
color de rosa, (saca una pintura de labios) pintura de labios de
color rosa para sus labios rosados, le quedarn radiantes, carnosos,
brillantes, aromticos, antojadizos, suaves, esplendorosos. Por tan
solo tres pesos cincuenta.Josefina: No me interesa.Armenio: Falta
de inters? Desgano? Apata? No pierda su tiempo: Aceite de hgado de
bacalao excelente para levantar el nimo en un dos por tres. Ms
tarda usted en tomarlo que el jarabe en levantarla como si fuera un
milagro, todo le parecer diferente, los colores sern ms intensos,
el sol calentar con mayor energa, tendr ganas de comer, de brincar,
de bailar.cha, cha, cha.Josefina: (Visiblemente molesta) Podra
dejarme en paz, por favor.Armenio: Paz tranquilidad interior,
tomeJosefina: (Gritndole) O me deja en paz o llamar a
seguridad!Armenio: Est bien, est bien, disculpe.Silencio.Josefina:
Le compro sus zapatos. Por favor, ensemelos. Armenio: Seora, mis
zapatos no estn en venta, en cambio si lo que necesita usted son un
par de pantuflas italianasJosefina: No, necesito que me ensee sus
zapatos. (El se los quita de mala manera. Al quitrselos nos
percatamos de que uno de sus dedos sale del calcetn.) Tiene roto el
calcetn, ya se dio cuenta?Armenio: Cmo dice?Josefina: Que si ya se
dio cuenta que uno de sus dedos ha roto su calcetn.Armenio:
(Percatndose) Ay, Dios mo! Tiene usted razn. Josefina: (Rindose)
Disclpeme, ya se me pasar.Armenio: Le parezco gracioso verdad? Es
que acaso soy un payaso, o que?Josefina: No, no, disclpeme
(tratando de controlar la risa) ya se me pasar. Ya se acuerda usted
de m?Armenio: Vive usted en la calle San Lorenzo?Josefina:
No.Armenio: Casa nmero 113!Josefina: No.Armenio: De casualidad no
sale usted a caminar todas las maanas?Josefina: Me est usted
confundiendo!Armenio: (Apenado) Por supuesto, usted es la mujer que
se parece tanto a la que era mi vecina en la calle San Lorenzo. Es
increble, se parece tanto a usted. Si usted no me lo dice, casi
podra jurar que usted es ella.Josefina: No me cambie de tema, por
qu se haca el que no me conoca.Armenio: Bueno, no es exactamente
as, lo que sucede es que... (Voltea misterioso) No hay nadie por
aqu cerca? Josefina: No, por qu?Armenio: No, no por nada (continua
volteando, en susurro) Las instrucciones que hemos recibido es
que... entrar en confianza con los posibles clientes, oiga, no
escucho un ruido extrao?Josefina: No, por qu?Armenio: No, no, por
nada. Le deca que entrar en confianza con los clientes puede ser
muy peligroso. Est segura?Josefina: Que si! Que no hay
nadie!Armenio: Las instrucciones son muy precisas.Josefina: Las
instrucciones de quin?Armenio: De los jefes, (bajito) estn en todas
partes.Josefina: Ah, si? Armenio: Si.Josefina: A qu se refiere con
peligroso?Armenio: Al conocer digamos ms ntimamente a alguien, se
corre el riesgo de que nos podamos ablandar, y entonces al estar
ablandados no estaremos preparados para poder vender. Y aunque ste
vagn est prcticamente vaco, nunca se sabe dnde puede haber algn
espa. Y eso de quedarse sin trabajo es algo muy serio. No le
parece?Josefina: Es por eso que usted pierde con frecuencia la
memoria.Armenio: Por eso y por otras cosas ms.Josefina: (Resentida)
Yo le parezco una persona peligrosa?Armenio: (La observa
cuidadosamente). Camine un poco para all. (Ella lo hace) Dse una
vueltecita. Muy bien, muy bien.Josefina: Dgame entonces.Armenio:
Quiere escuchar la verdad?Josefina: Se lo estoy preguntando,
no?Armenio: Bastante peligrosa, especialmente cuando mira de esa
manera tan desvlida.Josefina: (Se levanta, mira a la ventana, est
triste) Esos tejados parecen araados por la tarde. Y esa nube de
polvo parece arrastrar todo vestigio de.....Armenio: (Acercndose a
la ventana) Esperanza.Josefina: Dijo esperanza?Armenio: Si, dije
esperanza.OscuroEscena diezMismo tren. Entra una mujer de unos
cuarenta aos corriendo por el pasillo, se le ve nerviosa y
asustada. La acompaa un joven.Mujer: Ven rpido! Sentte aqu! Joven:
Crees que nos encuentre?Mujer: Callte! Nos puede or! (Se sientan en
un rincn del tren)Joven: Ya vers, mam, que todo ser diferente!
Cuando lleguemos, podremos empezar una nueva vida. Te har galletas
de avena por las tardes cuando regrese de la escuela, al acostarte
te contar un cuento y te leer mis poemas. Ya vers mam, que todo va
hacer diferente! Ya no tendrs que preocuparte por los gritos, ni
los golpes sobre la mesa, ni los zapatos sucios sobre el pasillo,
ni la mirada turbia y el aliento alcohlico. Estar yo madre, a tu
lado, cuidndote.Mujer: Gracias, hijo, escucharte me da una gran
tranquilidad.La mujer se levanta con mucho cuidado, se le cae un
paquete que lleva en las manos, se asusta, lo recoge torpemente, se
asoma a la ventanita interior que colinda con el otro vagn, regresa
corriendo a sentarse.Mujer: Ah est! Dios mo, ah est!Joven: Pero
como pudo subirse! Ya haba arrancado el tren!Mujer: No lo s! Esta
vez me va a matar!Joven: Tal vez se devuelve, mam.Mujer: Ah viene!
Tens que hacer algo! Se acerca! Se acerca! Hijo, por favo,r no
vayas a permitir que me vuelva a golpear. Tengo miedo, por favor
hijo, tens que hacer algo!Joven: Llamar a seguridad!Madre: No hay
seguridad! Dios mo, est acercndose! (Jala el freno de emergencia y
hace parar el tren. Se baja. Al bajarse se le cae el
sombrero)Joven: (Gritando desde la ventana, viendo la escena) Dejla
en paz, cabrn! Dejla en paz! No, por favor, no le hagas
daoooooooooooo! Madre! Corr, mam! Corr!Madre: (Off) Hijo, ayudme,
ayudme! Ay! Ay!!Joven: Soltla, imbcil, soltla! (Sigue gritando a
medida que va quedando paralizado).OscuroEscena onceVemos a
Josefina cabeceando de vez en cuando.OscuroEscena doceArmenio se
levanta, baja dos escalones y se regresa. Repite la accin una y
otra vez.OscuroEscena treceSe escucha el bolero Ay, amor, ya no me
quieras tanto. Una mujer baila con un hombre de manera romntica.
Hablan mientras bailan.Mujer: Algn da dejars de quererme?Hombre:
No, nunca dejar de quererte.Mujer: Por qu me quers tanto?Hombre: No
lo s. Quiz porque sos especial.Mujer: Especial? Cmo as?Hombre: Sos
como sos. Autntica, libre, sincera, independiente, segura.Mujer:
(Insegura) Te parece?Hombre: No solo me parece, sino que estoy
completamente convencido. Me seduces cuando te veo trabajando en
tus propios proyectos, cuando sueas, cuando te sales por las noches
a caminar libremente, cuando regresas de un viaje con una sonrisa
dibujada en la cara y una pila de ancdotas en tu equipaje de mano.
Mujer: De qu mujer ests hablando? Ests soando? Hombre: Por qu decs
eso, mujer? Mujer: Porque yo no trabajo sino en la cocina y en los
baos de la casa, porque no camino por las noches porque si no me
mataras, porque nunca he viajado ms lejos que al supermercado y la
dryclean.Hombre: No juegues conmigo mi amor, ni con mis
sentimientos.Mujer: Pero si yo no estoy jugando, te estoy diciendo
la puritita verdad. Adems, soy tan insegura, todo me da miedo.
Llevo aos soando con irme de tu lado y sin embargo sigo aqu, a tu
lado.Hombre: Por eso te quiero tanto mujer, te quiero tanto!Mujer:
Ay amor, ya no me quieras tanto!OscuroEscena catorceJosefina: Qu
pas despus de aquel da?Armenio: Nunca ms la volv a ver. Josefina:
Cmo as? Armenio: Supe que estuvo muy enferma, que mi padre muri.
Que ella tuvo que trabajar muy duro para asumir las deudas que el
dej. Que de tanto planchar y coser le dio una artritis primero en
las manos, despus en todo el cuerpo. Que esta viviendo en un cuarto
muy humilde y que est muy sola.Josefina: Y por que no la visits?
Debe estar esperando por vos.Armenio: Si, lo s, pero no puedo, no
puedo. Siento tanta vergenza, que no puedo.Josefina: Eras muy
joven, y estoy segura que ella lo va a entender.Armenio: No lo s,
no lo s. No puedo entender como me qued parado sin hacer nada,
mientras vea como mi padre la golpeaba brutalmente. Cada vez que lo
recuerdo me detesto mas.Josefina: A veces el miedo nos
paraliza.Armenio: No puedo borrar la imagen de sus ojos implorndome
que hiciera algo, y yo ah parado, solo observando como la humillaba
y la golpeaba. No, no, lo soporto.Josefina: No perds el tiempo,
Armenio. Corr en la prxima estacin y ve junto a ella. Despus puede
ser muy tarde. (Se levanta, intenta jalar el freno de
emergencia.)Armenio: (Empujndola) Que hacs mujer! Que
hacs!Josefina: Parando el tren para que pods bajarte a encontrarte
con ella.Armenio: No por favor, no lo hags.Josefina: Es tu nica
oportunidad. El nico lugar donde uno puede recuperar su dignidad es
en el lugar donde la perdi.Armenio: Tengo miedo.OscuroEscena
quinceElla cabecea, el se acerca, se sienta frente a ella.Josefina:
(Habla con los ojos cerrados) Cuando era nia, odiaba mis cumpleaos.
Me sentaba en el sof de la casa y pasaba horas esperando que mi
madre se acordara de felicitarme. El da se me iba con una lentitud
difcil de describir. Cerraba los ojos y los volva abrir con la
esperanza de que fuera otro da, pero el da segua ah y con l mi
cumpleaos. Con el tiempo me encontr con el cuento de Alicia en el
pas de las maravillas. Entonces qued fascinada, cuando descubr que
una poda celebrar su da de no cumpleaos.OscuroEscena
diecisisArmenio: Alguien deca que cada quien es dueo de su propio
miedo, no recuerdo donde lo escuch, pero no tena razn. Cuando uno
tiene miedo, uno no es dueo de nada, ni siquiera de dejar de
tenerlo. Uno se pregunta porque tenemos miedo, o mejor dicho a que
le tenemos miedo. Solo hasta ahora lo comprendo: Sencillamente es
miedo a ser rechazados. Pero si uno ha vivido con el desprecio a
cuestas, sin la palabra amiga, uno se vuelve a preguntar: Es que
acaso existe mas rechazo que ste?OscuroEscena diecisieteArmenio
entra al tren con una pequeita torta, encima de ella una velita de
cumpleaos, se dirige hacia Josefina.Armenio: (Cantando) Feliz,
feliz no cumpleaos! Feliz, feliz no cumpleaos!Josefina: (Cantando)
A ti! A mi! (transicin) Armenio, muchas gracias! No sabe como se lo
agradezco. (Ella se levanta, le da un abrazo. l hace lo mismo,
despus se acercan, se besan en los labios.)Armenio: Disculpe, pero
de pronto cre que usted y yo...Josefina: Sos maravilloso, Armenio,
pero no funcionara.Armenio: Por qu no? Usted es mujer y yo soy
hombre. Usted esta sola y yo tambin.Josefina: No, Armenio, no es
por ah, yo tengo que una misin que cumplir, no puedo irme por las
ramas.Armenio: Me est diciendo que soy una simple rama?Josefina:
No, le estoy diciendo que cada uno tiene que enfrentar lo que tiene
que enfrentar.Armenio: Qu significa eso?Josefina: No lo s muy bien.
Solo s que no es con un beso suyo que yo podr deshacerme sin dolor
de mi carga (seala el saco) y encontrar...Armenio: El
valor.Josefina: Cmo dijo?Armenio: Dije el valor, el primer paso
haciaLos dos: La libertad?Armenio: Usted lo dijo.Josefina: Y usted
tambin.OscuroEscena dieciochoArmenio: Sus ojos estn cambiando,
ahora tienen un cierto brillo.Josefina: (Coqueta) Le parece?
Armenio: Si, me parece. (Ella se levanta, toma unos anteojos, los
observa. Los tira por la ventana. Sigue buscando. Encuentra un
sombrero antiguo, se lo pone.)Josefina: Le gusta? Es hermoso,
no?Armenio: Dnde lo encontr?Josefina: Estaba aqu, entre stos
asientos. Solo un sombrero se necesita para emprender el camino.
Tenerlo sobre la cabeza acaricia los pensamientos, les da abrigo Es
cuando estamos listos para iniciar el viaje. Caminar ligeros de
equipaje, fundirnos en el destino. El sombrero nos ayuda a recoger
nuestras propias penas, a ponernos parches de dignidad sobre las
heridas para enfrentar el camino incierto de la vida.Armenio: Por
qu habla tan bonito? Como si uno leyera un libro de poesa o algo
as. Por qu no habla como en la vida real?Josefina: Por qu no hablo
como en la vida real?... Por qu?....Por qu?... (En la medida que va
repitiendo la frase va recordando). OscuroEscena diecinueveJosefina
est inquieta, es de noche, no puede dormir. Se asoma
permanentemente a una ventana. Entra su marido borracho.Marido de
Josefina: Josefina! Josefina! Ven que tengo ganas de
coger!Josefina: Es muy noche y estoy muy cansada, estaba muy
preocupada por vos! Porqu no me avisaste que vendras tan tarde,
pens que habas tenido un accidente.Marido : Desde cundo yo tengo
que darte explicaciones a vos! Solo eso me faltaba! Ven para ac,
vieja fodonga! Ven que te quiero coger! (La agarra por la fuerza y
la restriega contra ella. Ella se deja hacer con repulsin. La
situacin se vuelve pattica, porque intenta tener relaciones y no
puede por su borrachera).Josefina: Ahora no! Ahora no! No ests en
condiciones, Jos. Ahora necesits descansar. Ya maana ser otro da.
(Se va a acostar)Marido: Mierda! Levantte de esa cama y dame de
hartar! O qu? Quers que te pije? Eso es lo que te gusta, verdad?
Hijueputa! Apurte, mujer! Parecs una estpida cuando camins! Ya te
voy a dar tu verga! Eso es lo que quers, verdad? Que te d por el
culo! Como una perra! Limpia sta mierda de casa, levantte
hijueputa, levantte hijueputa! Qu crees? Que no me d cuenta que
estabas hablando mal de m con la putsima de tu amiga! Quin sos vos
para quejarte? Quin sos vos? Si vos no vales ni mierda, me os? Me
cago de la risa imaginndote sola por la vida! No llegaras ni a la
esquina, cabrona! Ni a la esquina, cabrona! Treme una cerveza! Y
bien helada!OscuroJosefina: Por qu no hablo como en la vida
real?.... (Cambiando de tema y entregndole el sombrero). Tenga
Armenio, entrgueselo a ella, le dar gusto.Armenio: Era de mi madre.
S, creo que se lo entregar.Josefina: Es una excelente idea,
Armenio. No pierda el tiempo. Yo tendr que encontrar mi propio
sombrero.Armenio: Adis. Josefina: (Le da un beso) Adis.OscuroEscena
veinteJosefina saca diferentes cosas de su saco, las observa, las
sacude, las limpia, las coloca sobre los asientos. Despus camina
lentamente a un asiento, empieza a dormir, con un sueo ligero.Se
escuchan gritos, golpes, latigazos, chorros de agua.Josefina: Los
golpes duelen, pero el agua limpia. Desde entonces me bao tres o
cuatro veces al da y tomo agua sin parar. El agua elimina mis
toxinas, sacude mis recuerdos y arranca las costras. Los ruidos de
chorros de agua se intensifican. Josefina: Tengo la suerte de tener
una excelente ducha, con chorro fuerte y agua bien fra, el agua fra
es buena para la piel, te endurece los msculos y tonifica los
nervios, tambin te ayuda a la buena circulacin, impide que te
salgan morados. Disimula las ojeras y levanta el nimo, aplaca los
malos pensamientos y los deseos de venganza. Los golpes duelen pero
el agua limpia.OscuroEscena veintiunoJosefina est sentada en el
tren, se le nota diferente, ms fresca, ms ligera. Se ha soltado el
pelo y tiene una camisa de dormir. Entra Armenio, ahora viene
vestido de predicador.Armenio: El fin del mundo se acerca, salva tu
alma hermano mo. El demonio, la carne, el deseo, rondan nuestros
pensamientos. El pecado se encuentra justo ah donde menos lo
pensamos, para atacarnos con cara de ngel y alma de serpiente, se
acerca el fin del mundo, solo Cristo salva, salva tu alma hermano
mo.Josefina: (Enfrentndolo) Salva la tuya Armenio, y djate de tanta
pendejada!Armenio: Pero de que habla, hermana ma?Josefina: (Le
quita la Biblia ) Ya basta Armenio, ya basta! Armenio: Dme mi
Biblia! Dme mi Biblia!Josefina: Hac lo que vos querrs, pero no te
la voy a dar!El la persigue intentando quitarle la Biblia.
Forcejean, la Biblia se va deshojando. Las hojas salen por las
ventanas. Silencio. Los dos se asoman por la ventana. Se escucha
una voz en off, Ultima estacin: Estacin Pinos Nuevos.Armenio: Es la
despedida, cierto?Josefina: Si, es la despedida. (Silencio) Podr
bajarse sin volverse a subir?Armenio: Al menos lo intentar. Es la
ventaja de los que no tenemos nada ms que perder. Y usted?
Josefina: Yo? Yo estoy aqu. Armenio: Y eso es bueno? Josefina: Creo
que si. Yo estoy aqu, mi antigua vida esta all. Al menos es un
principio. (Josefina bosteza, se le nota con
sueo).Silencio.Armenio: Vio la oropndola pasar?Josefina: Si,
Armenio, la estoy viendo la estoy viendoLa escena se va
oscureciendo lentamente en la medida que escuchamos el bolero Ay,
amor, ya no me quieras tanto.