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EL ESPAOL EN CONTACTO CON EL GUARAN: VALORES
ASPECTUALES EN EL DOMINIO NOMINAL Y CLAUSAL
Alicia Avellana
Universidad de Buenos Aires / CONICET
[email protected]
Direccin postal: Igualdad 1152, (1424) Ciudad Autnoma de Buenos
Aires,
Argentina.
Resumen
El presente trabajo describe, compara y analiza distintos
valores aspectuales
correspondientes al espaol en contacto con el guaran en la
Argentina y
Paraguay.
En particular, nos detenemos en el anlisis de un conjunto de
estructuras
propias del dominio nominal y clausal que no estn presentes en
el espaol
general. Para esto, realizamos, en primer lugar, una descripcin
detallada de
sus propiedades semnticas y morfosintcticas. En segundo lugar, a
partir de
una comparacin con la gramtica del guaran determinamos, por un
lado, si
las construcciones consideradas se deben a procesos de
transferencia. Por
otro lado, especificamos el tipo de elemento gramatical
transferido, dentro
del marco terico de la Gramtica Generativa (Chomsky, 1981 y
trabajos
posteriores) y, especialmente, desde la propuesta de la
Morfologa
Distribuida (Halle y Marantz, 1993, 1994, entre otros).
Finalmente,
evaluamos el alcance de este anlisis para la sistematizacin de
las
transferencias lingsticas dentro del modelo considerado.
PALABRAS CLAVE: contacto de lenguas; espaol-guaran; aspecto;
dominio nominal y clausal.
Abstract
This paper describes, compares and analyses different aspectual
values in
Spanish in contact with Guarani in Argentina and Paraguay.
Particularly, we analyse some structures in the nominal and
clausal domain
that are not present in Spanish. First, we provide a detailed
description of the
semantic and morphosyntactic properties of these constructions.
Second, on
basis on a detailed comparison with the Guarani grammar, we
examine, on
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the one hand, wether the constructions are due to tranference
processes and,
on the other hand, we determine the type of the grammatical
element
transferred, according to the framework of the Generative
Grammar
(Chomsky 1981 and subsequent work) and, especially, the
Distributed
Morphology approach (Halle & Marantz 1993, 1994, among
others). Finally,
we evaluate the implications of this analysis for the
sistematization of the
linguistic transferences within the generative framework.
KEYWORDS: language contact; Spanish-Guarani; aspect; nominal
and
clausal domain
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EL ESPAOL EN CONTACTO CON EL GUARAN: VALORES
ASPECTUALES EN EL DOMINIO NOMINAL Y CLAUSAL
Alicia Avellana
Universidad de Buenos Aires / CONICET
[email protected]
En este trabajo nos ocupamos de distintos valores aspectuales
que se
manifiestan de modo peculiar en el espaol en contacto con el
guaran en el
nordeste de la Argentina y en Paraguay.
En particular, examinamos ejemplos como el de (1) en el que se
observa
el prstamo del morfema guaran kue para indicar un valor
aspectual
perfectivo sobre el nombre; as, mujer kue se interpreta, en
lneas generales,
como ex mujer. Por su parte, en (2) y (3) se ejemplifican casos
en los que la preposicin para del espaol expresa un valor
prospectivo, que puede
aplicarse tanto sobre el nombre (su futuro trabajo) como sobre
la clusula entera (le encargu que trajera los libros): (1) Es la
mujer kue... Si ahora anda con otra ya. [A:152]
(2) Est procurando para su trabajo. [A:145]
(3) Le encargu para traer los libros.[Gr: 260]
A partir de esto, en el presente artculo nos proponemos, en
primer lugar,
proporcionar una descripcin gramatical detallada del
funcionamiento de
estas construcciones en el espaol en contacto con el guaran. En
segundo
lugar, contrastamos estas construcciones con la estructura de la
lengua
indgena, con el objetivo de determinar en qu medida puede
hablarse de
transferencia lingstica. Finalmente, en trminos del anlisis
terico,
determinamos qu tipo de informacin gramatical es la que se
transfiere y
cules son sus consecuencias para la teora del contacto de
lenguas en
particular y para la formalizacin de la variacin lingstica en
general,
dentro del modelo terico de la Gramtica Generativa (Chomsky 1981
y
trabajos posteriores) y, especficamente, desde la propuesta de
la Morfologa
Distribuida (Halle & Marantz 1993 y trabajos
posteriores).
El trabajo se organiza de la siguiente manera: en el primer
apartado,
exponemos algunos aspectos vinculados con el marco terico que
resultarn
tiles para el anlisis posterior. El segundo apartado est
dedicado a la
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descripcin y anlisis de los datos del espaol en contacto con el
guaran. En
el tercer apartado recapitulamos los distintos fenmenos de
contacto y
sistematizamos el tipo de modificacin que producen sobre la
gramtica del
espaol. Finalmente, en el ltimo apartado, recogemos las
conclusiones y
examinamos sus consecuencias para la teora del contacto de
lenguas y para
la nocin de variacin dentro del marco terico considerado.
I. MARCO TERICO
El presente trabajo se inscribe dentro del marco terico de la
Gramtica
Generativa, un modelo formal en el que el estudio de la variacin
lingstica
recibi un inters particular a partir de los aos 80 con el modelo
de
Principios y Parmetros (Chomsky, 1981 y trabajos posteriores).
All se
propuso la nocin de gramtica universal para referirse a un
componente gramatical innato conformado por un conjunto de
principios universales,
comunes a todas las lenguas. Estos principios, a su vez, se
vinculan con una
serie de parmetros, que son los que dan cuenta de la variacin
entre las
lenguas dentro de los lmites impuestos por la gramtica
universal.
La nocin de parmetro, es decir, el elemento que permite
formalizar la
variacin sistemtica entre las lenguas, ha recibido distintas
formulaciones
desde su propuesta original. As, en un comienzo se conceba como
un
conjunto de propiedades sintcticas abstractas que afectaba la
aplicacin de
los principios universales en las lenguas particulares (como,
por ejemplo, las
propiedades vinculadas al parmetro del sujeto nulo en relacin
con el
principio de proyeccin extendida). Sin embargo, en las
propuestas ms
actuales los parmetros ya no se vinculan al componente sintctico
sino que
afectan a las categoras funcionales presentes en cada lengua y,
ms
especficamente, a los rasgos funcionales.
En esta investigacin trabajamos en particular desde la propuesta
de la
Morfologa Distribuida (Halle y Marantz, 1993, 1994, entre
otros). Desde
esta perspectiva, las gramticas de las lenguas varan, en primer
lugar, en
cuanto a los rasgos que seleccionan dentro de un conjunto
universal, que se
denomina inventario universal de rasgos [Universal Feature
Inventory]. As, por ejemplo, existen lenguas que seleccionan un
rasgo [dual], mientras
que otras no lo hacen. En segundo lugar, las lenguas pueden
variar en
relacin con distintas caractersticas que operan en la estructura
morfolgica. Dicha estructura que constituye una de las propuestas
innovadoras de la Morfologa Distribuida se ubica luego de la
sintaxis y consiste en un conjunto de operaciones que son
particulares a las lenguas (y
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que son puramente formales, es decir, que no reciben
interpretacin
semntica). Por ejemplo, se aplica all la operacin de
concordancia, que
multiplica los mismos rasgos en distintas posiciones de la
oracin, o la
operacin de fusin, que une rasgos que luego sern expresados
mediante un
nico morfema (como sucede en espaol, por ejemplo, con los rasgos
de
tiempo y aspecto en la morfologa de pasado). Adems de las
operaciones
mencionadas, en el componente morfolgico se relacionan los
rasgos
abstractos con los exponentes fonolgicos que los expresan en
cada lengua
(por ejemplo, se vincula el rasgo [plural] con sus realizaciones
en espaol -s,
-es o , o bien el rasgo [progresivo] con el exponente fonolgico
-ndo
correspondiente al gerundio). Los elementos que dan cuenta de la
unin
entre los rasgos abstractos y los exponentes fonolgicos se
conocen como
temes de vocabulario1. En suma, no se concibe un lxico inicial
nico que almacena toda la
informacin paramtrica (como en los modelos generativos
minimalistas)
sino que esta se encuentra distribuida fundamentalmente entre la
seleccin
de rasgos del inventario universal y los distintos aspectos
involucrados en el
componente morfolgico. A partir de esta propuesta terica, en
este trabajo
indagamos sobre la posibilidad de que en el contacto de lenguas
se
transfieran distintas propiedades de la lengua fuente; en
especial, discutimos
si, a causa del contacto, puede modificarse, por un lado, la
seleccin de
rasgos sintctico-semnticos y, por el otro, las distintas
caractersticas
morfolgicas involucradas en la manifestacin de dichos
rasgos.
Especficamente, partimos de la hiptesis de que las
transferencias pueden
provocar transformaciones profundas en la gramtica de una lengua
y, en
este sentido, intentamos comprobar mediante el anlisis que ambos
aspectos
mencionados pueden verse afectados por el contacto.
II. EL CONTACTO CON EL GUARAN
Los datos con los que trabajamos en este apartado corresponden a
hablantes
bilinges espaol-guaran del espaol de Paraguay y, en menor
medida, a
1 Tcnicamente, los temes de vocabulario se formalizan de la
siguiente manera:
[progresivo] /-ndo/. En este caso, el tem ilustra para el
gerundio la relacin entre el rasgo [progresivo], que es resultado
de las operaciones sintcticas y morfolgicas previas, y el
exponente fonolgico -ndo que lo realiza en espaol.
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hablantes bilinges y monolinges del espaol del nordeste de la
Argentina
(fundamentalmente de las provincias de Corrientes y
Misiones)2.
En esta seccin nos abocamos al anlisis gramatical de las
construcciones
presentadas en (1)-(3). Para cada una de ellas, proponemos, en
primer lugar,
una descripcin de la estructura, en segundo lugar, una
comparacin con la
construccin equivalente en guaran y, por ltimo, un anlisis de
la
estructura resultante del contacto y del tipo de transferencia
que se pone en
juego.
1. Aspecto perfectivo en el dominio nominal
En esta seccin analizamos casos como mujer kue (cf. (1)), un
ejemplo de
prstamo de un elemento gramatical del guaran, que se incorpora
al espaol
y provoca modificaciones sobre su gramtica. A continuacin,
nos
detenemos en la descripcin de los aspectos formales y semnticos
de esta
construccin.
1.1. Descripcin del fenmeno
En el espaol en contacto con el guaran se incorpora de
manera
generalizada el prstamo del morfema kue, que se aplica sobre
nombres para
sealar a grandes rasgos algo que ya no es. Esto se observa en
los siguientes ejemplos correspondientes al espaol de la Argentina
(provincia
de Corrientes) (4) y, con un uso ms extendido, en ejemplos del
espaol de
Paraguay (5)3:
(4) a. Es la mujer kue... Si ahora anda con otra ya. [A:152]
b. Anda de nuevo con ese marido kue pero... no s si ella conoce
pronto que
tiene mujer ya. [Ab:230]
c. Me fui en lo de mi patrn kue por lo que no tengo laburo.
[A:152]
d. El cabur es un brujo kue. [V:591, V]
2 A lo largo del trabajo incluimos tanto datos propios
(obtenidos en viajes de campo) como
datos tomados de otros autores y de bsquedas en sitios de
internet (cuyas referencias se
indican entre corchetes al lado de cada ejemplo). Cuando no se
indica la fuente, se trata de
datos propios. 3 La situacin de contacto en la Argentina es
diferente de la de Paraguay. El bilingismo es
mucho mayor en este ltimo, mientras que en la Argentina se
encuentra ms restringido, al
menos en los contextos urbanos. No obstante, los fenmenos que
analizamos aqu no se deben
nicamente al bilingismo actual sino que se han incorporado a la
variedad de espaol de
cada regin debido a los siglos de contacto entre ambas
lenguas.
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e. Y por el castigo, el chancho y la chancha se convirtieron por
animales. Y
son gente kue. [V:799, VII]
(5) a. Las secretarias kue no somos as! [W3]
b. Novio kue ndaje [dicen] atropell departamento de una
modelo.[W1] c. Novia kue se pich [enoj] y le revent a su ex. [W1]
d. Una de las tres pichuchas kue del presi ya no quiere saber ms
nada.[W4]
e. Martnezkue es la que fue propiedad de los Martnez4. [W5]
Estos datos ilustran el valor semntico que posee el prstamo kue
en el
espaol de contacto. As, en (4a-b) corresponde aproximadamente al
espaol
general ex {mujer/marido}, o bien a antiguo {patrn/brujo} en (4
c-d); en casos como (4e) la parfrasis resulta ms compleja. Todos
estos usos
pueden, sin embargo, formalizarse bajo la estructura {el/la} que
fue + sustantivo
5. Esta sistematiza el valor perfectivo que introduce el
morfema,
que manifiesta que la relacin entre la propiedad denotada por el
nombre y el
elemento sobre el que se aplica ya no ocurre en el momento de
referencia.
En cuanto a su forma, este prstamo mantiene la fonologa del
guaran, en
donde se comporta como un morfema tnico. Sin embargo, en guaran
kue
alterna con su alomorfo ngue en contextos nasales (cf. kokue-kue
(chacra-KUE, chacra abandonada) / ne-ngue (palabra-KUE, palabra ya
dicha) (Guasch, 1956)). Por el contrario, en el espaol de contacto
se toma como
prstamo solamente la forma kue, menos marcada fonolgicamente
(dado
que parece en todos los contextos no nasales), que pasa a cubrir
tambin los
contextos de nasalidad.
Morfolgicamente, kue se comporta como un cltico que se pospone a
los
nombres al final de la palabra, al igual que, como veremos,
ocurre en
guaran. Este se ubica, al menos en espaol, incluso luego de la
morfologa
flexiva nominal: mis colegas kue; las secretarias kue.
De un anlisis preliminar del tipo de nombres sobre el que se
aplica este
morfema, se observa que es muy frecuente sobre los que denotan
humanos
(6) y, en menor medida, tambin sobre entidades inanimadas (7).
En los
siguientes ejemplos como hemos mencionado el morfema puede
parafrasearse como {el/la} que fue X (por ejemplo, {el/la} que fue
{dolo/preso/galn/media naranja/maestra}):
4 Martnezkue es un topnimo y, de hecho, es muy frecuente
encontrar este morfema en los
topnimos del rea guarantica: Potrerokue, Moraleskue, etc. 5
Ntese que los hablantes mismos lo traducen de esta manera, como se
observa en (5e). Del
mismo modo, los hablantes consultados parafrasearon (5a) como
Las que fuimos secretarias
no somos as.
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(6) a. El dolo kue estaba viviendo en un hogar de ancianos.
[W14]
b. La seorita est preparando una demanda por dao moral contra su
media
naranja kue. [W7]
c. a Felisa es su maestra kue. [GT]
d. El actual novio de la chica de pasarelas se quiso vengar y
casi se tongue
con el galn kue. [W1]
(7) a. Me sacaste tu buzo kue, ese que tenas...! [W2]
b. En el 2007 yo le cambi a mi Gol [auto marca Gol] kue cuando
eso sali 450 mil.... [W8]
c. Saca tu lata kue de ah, quin lo va querer comprar. [W9]
d. Muchos goles en la 2 kue. [W1]
En cuanto a los nombres que designan entidades animadas,
como
muestran algunos de los ejemplos de (4)-(5) y se ilustra en (8),
el morfema
kue se utiliza mayormente junto a nombres relacionales, es
decir, nombres
que no sealan un individuo sino una relacin entre
individuos:
(8) a. Su nuera kue le arm flor de saramb. [W1]
b. Amenaz a su patrona kue con quemarla por buscona. [W6]
c. Lugo reconoci a su alumno kue. [W1]
d. Mi compaero kue de colegio se muri ayer. [W11]
e. Lopito se cas con la novia kue de Mximo. [GT]
Los datos de (8) muestran que el morfema kue en estos casos se
aplica
sobre la relacin que se establece entre el nombre que aporta la
estructura
argumental (nuera, patrona, alumno, compaero, novia) y el
argumento con
el que este se vincula. La parfrasis en espaol general para
estos casos debe
incluir necesariamente un posesivo: {el/la} que fue {mi/tu/su}
X. Adems de los relacionales, kue se combina tambin con nombres
que
denotan una propiedad de un individuo; en estos, el morfema se
aplica sobre
dicha propiedad:
(9) a. Qu va a presidir una soberbia modelo kue? [W10]
b. El monseor kue no tiene problemas. [W11]
c. El coronel kue le habra dado al obispo kue la grabacin.
[W11]
d. Pelotero [jugador] kue atropell casilla! [W1]
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De este modo, cuando kue se adjunta sobre nombres que pueden
participar
o no de una relacin, este puede aplicarse tanto sobre la
propiedad del
nombre principal (9) como sobre la relacin en la que participa
(10)6:
(10) a. Mi profe kue, Blas Servn, el nico astrnomo ( ... )
[W13]
b. El cantante kue de Kumbia King. [W6]
Lo anterior ocurre tambin con los nombres que denotan entidades
no
animadas. En estas, kue puede aplicarse sobre el objeto para
indicar que este
ya no se utiliza ms como tal (11a-b), o bien sobre la relacin
que este
establece con una persona u otro objeto (11c-d):
(11) a. Los rapieros del hotel kue, detenidos al ser pillados
robando muebles.
[W1]
b. Sillones de tambor kue [Ref. sillones hechos con restos de
tambores].
[W1]
c. Su partido homenaje de maana entre la seleccin paraguaya y el
Amrica
de ese pas, su club kue. [W6]
d. Desde ayer a la siesta ocupa la silla kue de Ana Ramrez la
nueva directora.
[W1]
As, en (11a-b) kue seala que el referente del nombre est
abandonado
(cf. hotel (11a)), o bien que ya no cumple la misma funcin
que
desempeaba anteriormente (cf. tambor en (11b)). En (11c) se
aplica sobre
la relacin de pertenencia entre el jugador y el club de ftbol,
si bien este
ltimo contina existiendo, de modo similar a (11d), en donde
tiene alcance
sobre la relacin de posesin entre la silla y Ana Ramrez.
Por ltimo, una observacin final sobre la estructura de esta
construccin
es que, cuando dentro del Sintagma de Determinante (SD) en el
que participa
aparece otro nombre (por ejemplo, dentro de un Sintagma
Preposicional
(SP)), el morfema puede aplicarse tanto sobre el nombre
principal (12a)
como sobre el nombre subordinado (12b), con un alcance distinto
en cada
caso:
6 En estos casos la alternancia es similar a la que surge en
espaol con su correspondiente
parfrasis con antiguo o ex. As, en espaol ex profesor puede
aplicarse sobre un individuo
que ya no posee la propiedad de ser profesor, o bien sobre uno
que ya no est vinculado con
un alumno o una institucin en particular (cfr. Es un ex
profesor/ Es mi ex profesor).
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(12) a. El cantante kue de Kumbia King. [W6]
b. Sillones de tambor kue. [Ref. sillones hechos con restos de
tambores].
[W1]
En (12a) kue tiene alcance sobre todo el SD, an cuando se
realice sobre
el primer nombre, mientras que en (12b) el prstamo modifica solo
a tambor,
el nombre que se ubica dentro del SP. En este ltimo caso lo que
ya no es es el tambor y no los sillones hechos con l. Esto muestra
que puede haber
ms de una posicin para kue dentro de un mismo SD (cuando hay ms
de
un nombre) y que la posicin en la que se ubica influye en su
interpretacin.
En suma, hemos descripto hasta aqu ciertas caractersticas
fonolgicas,
semnticas y morfosintcticas del prstamo kue en el espaol en
contacto
con el guaran. En el prximo apartado analizaremos en profundidad
el
funcionamiento de este morfema en la lengua indgena, con el
objetivo de
que el anlisis contrastivo nos permita profundizar en distintos
aspectos
tericos de la estructura de contacto.
1.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura
resultante
La relacin entre el morfema kue del guaran y la correspondiente
estructura
del espaol de contacto es evidente, dado que se trata de un
prstamo. En
este apartado, describimos el comportamiento del morfema guaran
y
examinamos las similitudes y diferencias respecto de la
estructura del
espaol de contacto para, finalmente, determinar qu tipo de
elemento
gramatical se transfiere.
La principal dificultad que presenta el anlisis del morfema kue
es la de
determinar si este codifica valores temporales o aspectuales. En
lneas
generales, se discute actualmente si el guaran (al igual que
muchas otras
lenguas con caractersticas similares) codifica o no
morfolgicamente
valores temporales. As, en esta lengua los verbos que no poseen
marca de
tiempo pueden recibir tanto una interpretacin de presente como
de pasado,
que se desambigua por el contexto, por medio de marcas
aspectuales o de
elementos lxicos (tales como adverbios)7. En otras palabras, el
tiempo
pasado solo se seala explcitamente por exigencias especficas o
para evitar
7 Por ejemplo, en:
(i) kuehe o-u
ayer 3-venir
ayer vino [Lit. ayer viene] (Guasch, 1956:123)
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ambigedad en el discurso, pero no se utilizan marcas
gramaticales verbales
para ello. Existe, sin embargo, un morfema verbal (-ta), que
algunos autores
analizan como futuro. As, Dietrich (2010), por ejemplo, propone
que la
distincin temporal principal en guaran no ocurre entre presente,
pasado y
futuro como en espaol sino entre el futuro y el no futuro. Otros
autores
consideran, sin embargo, que esta no es una marca de tiempo sino
de modo
(cf. Tonhauser, 2006).
Una discusin similar se plantea en el dominio nominal, con el
que
trabajamos aqu. En particular, como hemos mencionado, se debate
si el
morfema kue (y su contraparte r, a la cual nos dedicaremos en
2)
constituyen marcadores de tiempo nominal o si, por el contrario,
son marcas
de aspecto.
Siguiendo a Dietrich (2010) kue indica un estado que resulta ser
la negacin de un estado alcanzado anteriormente, algo que ya no es
o est
como era o estaba anteriormente(Dietrich 2010:75-76). El
siguiente ejemplo ilustra este valor, semejante a lo observado para
el espaol de
contacto:
(13) a. tet r-uvicha-kue
pas REL-jefe-KUE
ex presidente de la repblica (Guasch, 1956:53; la glosa es
nuestra.)
En este artculo adoptaremos el anlisis de Tonhauser (2006),
quien
considera que el morfema kue (y su contraparte prospectiva r)
manifiesta
un valor fundamentalmente aspectual sobre la propiedad o relacin
denotada
por el nombre. En trminos tericos, proponemos que estos
elementos
codifican rasgos de aspecto [perfectivo] y [prospectivo] en el
dominio
nominal.
Un argumento central a favor de considerar a kue un marcador de
aspecto
perfectivo es que no solo indica precedencia temporal sino
tambin un
cambio de estado, en particular, una culminacin de la propiedad
denotada
por el sustantivo8. En otras palabras, este morfema codifica el
hecho de que
la propiedad/relacin denotada por el predicado nominal finaliz
en un
momento anterior al tiempo de referencia. Esto explica las
restricciones de
coocurrencia que presenta con algunas clases de nombres. En
particular, es
8 Otros argumentos que proporciona Tonhauser (2006) para apoyar
su anlisis aspectual son,
por ejemplo, que los marcadores de aspecto (pero no los de
tiempo) pueden mostrar
restricciones con miembros de clases semnticas particulares y
pueden coocurrir, tal como
ocurre con kue y r.
-
compatible con nombres que sealan relaciones del nivel del
estadio (esto es,
aquellas que pueden ocurrir en una etapa de la existencia de los
individuos
que denotan) pero es incompatible con relaciones del nivel del
individuo o
de estadio final (esto es, relaciones que se aplican durante
toda la existencia
del individuo denotado o durante la etapa final). En estos
ltimos no hay
posibilidad de cambio: la propiedad que denotan ocurre
indefectiblemente
durante todo el tiempo que dura la existencia (o la etapa final
de la
existencia) del individuo.
Las combinaciones mencionadas son las mismas que hemos observado
en
el espaol de contacto y explican, por ejemplo, la inexistencia
de estructuras
como pap kue o hijo kue. De modo similar, el guaran presenta
ambigedades idnticas a las descriptas en apartados anteriores:
con los
nombres que denotan relaciones del nivel del estadio, kue
implica el fin de la
relacin (che-vesno-kue (1sg-vecino-KUE); che-angir-kue
(1sg-amigo-KUE), i-mna-kue (3-marido-KUE) y con nombres que denotan
profesiones y
objetos, adems del fin de una relacin (cf. ore-pai-kue
1excl-sacerdote-KUE nuestro ex sacerdote), puede sealar que no se
aplica ms la propiedad denotada por el nombre (pai-kue
sacerdote-KUE, mboehra-kue maestro-KUE). Por lo dems, el morfema en
cuestin no presenta otro tipo de
restricciones en guaran: se da con nombres desnudos, o bien en
frases
nominales con cuantificadores, demostrativos y posesivos.
Tampoco posee
limitaciones en cuanto a la funcin sintctica del sintagma en el
que se
ubica, que puede funcionar como un objeto directo, una frase
preposicional,
un sujeto, etc. (Tonhauser, 2006), de modo similar a lo que
sucede en el
espaol de contacto.
En suma, las similitudes entre el comportamiento del morfema kue
en
guaran y en el espaol de contacto son evidentes: (i)
Semnticamente, el
prstamo codifica un rasgo [perfectivo], con idnticos valores en
ambas
lenguas. Esto implica, en consecuencia, que las clases de
sustantivos sobre
las que se aplica son normalmente aquellas que expresan
relaciones del nivel
del estadio, nombres que denotan profesiones y objetos. (ii) En
cuanto a su
forma, son palabras idnticas, dado que se trata de un prstamo.
Sin
embargo, como sealamos, en el espaol de contacto se incorpora
solamente
kue y no su alomorfo nasal ngue. (iii) Morfolgicamente, se trata
en ambos
casos de clticos que se posponen al nombre. En el caso del
espaol este se
-
ubica incluso luego de la morfologa flexiva de nmero9. (iv)
Sintcticamente, en ambas lenguas se ubica en el dominio nominal
y puede
tener alcance sobre el nombre o sobre la posesin. Asimismo,
cuando el
nombre se encuentra acompaado por un sintagma preposicional
(por
ejemplo, la casa kue del abogado/ la casa del abogado kue), este
morfema
puede aplicarse sobre cualquiera de los dos nombres con un
alcance
diferente.
En trminos del anlisis terico del tipo de elemento gramatical
que se
transfiere, hemos sealado que este morfema introduce un rasgo
[perfectivo]
en el dominio nominal. Este rasgo, sin embargo, no es nuevo en
el espaol
general sino que, por el contrario, se encuentra gramaticalizado
en el
dominio verbal y se manifiesta superficialmente, por ejemplo, en
las formas
del pretrito perfecto simple. De este modo, lo inusual respecto
del espaol
general no es, en este caso, la inclusin de un nuevo rasgo en el
inventario de
rasgos sintctico-semnticos del espaol sino el hecho de que este
se vincule
con un entorno sintctico novedoso: el dominio nominal.
Especficamente, proponemos que el rasgo [perfectivo] se
relaciona en
guaran y en el espaol de contacto con el sintagma nominal
(ms
especficamente, con el Sintagma de Determinante). De este modo,
a
diferencia de lo que sucede con el adjetivo antiguo o el morfema
ex en
espaol general, consideramos aqu que kue constituye un
elemento
gramaticalizado, una manifestacin de un rasgo aspectual
[perfectivo] en el
dominio nominal, de manera paralela a lo que ocurre con la
morfologa
verbal en la variedad general. A partir de lo anterior, lo
inusual de las
estructuras con kue en el espaol de contacto es que
gramaticalizan un nodo
aspectual sin presencia de una capa verbal10
. En suma, la diferencia ms
importante que introduce el contacto en este caso es que se
gramaticaliza un
9 Esto presenta una diferencia respecto del guaran, en donde el
morfema de plural se
ubica luego de kue, dado que constituye una forma libre y no un
sufijo como en
espaol: ga-kue kura (casa-KUE PL). 10
La existencia de una proyeccin aspectual en el dominio nominal
no es algo
completamente ajeno al espaol general. Autores como Alexiadou
(2001) han propuesto que los nombres deverbales (como contaminacin
o produccin) poseen un Sintagma de Aspecto
en su estructura, si bien este refiere esencialmente a
propiedades vinculadas con el aspecto
lxico o aktionsart (es decir, aquellas que permiten clasificar
los eventos en estados, logros,
realizaciones y actividades, de acuerdo con la clasificacin
tradicional de Vendler (1967)). En
este caso, sin embargo, proponemos que se trata de una proyeccin
de aspecto gramatical y no
lxico. En trminos tericos, la diferencia entre estos dos tipos
de aspectos puede vincularse
con la mayor o menor cercana del Sintagma de Aspecto respecto de
las races lxicas.
-
rasgo que, en el dominio nominal del espaol solo puede
expresarse de
manera lxica (como sucede con antiguo o ex).
En cuanto a la estructura morfolgica, se incorpora un nuevo tem
de
vocabulario en el repertorio del espaol, que relaciona el rasgo
[perfectivo]
con un exponente fonolgico nuevo: el prstamo kue11
.
En resumen, el fenmeno de contacto analizado en esta seccin
involucra
tanto aspectos sintctico-semnticos como morfolgicos. En relacin
con los
primeros, se produce una reorganizacin de los rasgos en relacin
con las
proyecciones funcionales. En particular, se vincula el Sintagma
de Aspecto
que aloja el rasgo [perfectivo] con un dominio inusual para el
espaol
general como es el dominio nominal. As, lo que est sujeto a
variacin y, en consecuencia, a transferencia interlingstica en el
fenmeno analizado no es en este caso la seleccin de rasgos sino la
posibilidad de que los
mismos rasgos se vinculen con entornos sintcticos diferentes.
Por su parte,
en relacin con la estructura morfolgica, se ampla la lista de
temes de
vocabulario mediante la inclusin de un nuevo tem, que permite
vincular el
rasgo [perfectivo] con el prstamo kue cuando este se halla en un
contexto
nominal. En consecuencia, el fenmeno ilustrado en esta seccin
muestra
que las transferencias de la lengua indgena provocan
modificaciones en los
dos aspectos gramaticales considerados.
2. Aspecto prospectivo en el dominio nominal
En este apartado examinamos el resultado del contacto con el
guaran en lo
que respecta al rasgo [prospectivo] en el dominio nominal.
2.1. Descripcin del fenmeno
En el espaol en contacto con el guaran aparece una estructura
conformada
por la preposicin para que aporta un valor prospectivo sobre el
nombre que
acompaa, como se observa en los siguientes ejemplos
corespondientes al
nordeste de la Argentina:
(14) a. Ahora tramitamos para nuestra sala de oncologa [la que
ser nuestra sala de oncologa]. [A:145]
11
En trminos tericos, el nuevo tem sera: [perfectivo] /kue/ /
D___. En este se especifica, mediante una restriccin contextual,
que la insercin del exponente fonolgico kue
ocurre solo en el contexto de un Determinante (D). Esto explica
que dicho exponente no se
inserte cuando el rasgo [perfectivo] se encuentra en un entorno
verbal.
-
b. Est procurando para su trabajo [un futuro trabajo]. [A:145]
c. Busco para mi novio [al que ser mi novio]. [W14]
La parfrasis posible para estos ejemplos es similar a la que
hemos
propuesto para el morfema kue pero con valor prospectivo, lo
cual evidencia
su valor semntico. As, mientras que kue equivale a{el/la} que
fue + sustantivo, para corresponde a {el/la} que ser + sustantivo.
En cuanto a su forma, a diferencia de lo que ocurre con kue (en
donde se
incorpora un prstamo), en este caso el valor aspectual se
manifiesta
mediante una forma ya existente en espaol. De esta manera, la
preposicin
para se resignifica para dar cuenta del nuevo significado.
Los ejemplos de (14) resultan anmalos en el espaol general.
En
trminos sintcticos, la preposicin para introduce en estos el
objeto directo
de la oracin. Lo mismo ocurre en los casos de (15), que se
interpretan como
el/la que ser (mi/tu/su) {ropa/casa/vestido/lote/perro}:
(15) a. Maana comprar todo para tu ropa. [Gr:257]
b. Voy a visitar para mi casa. [Pa:293]
c. Voy a comprar para mi vestido.[Gr:255]
d. Decidite s ke [pues] a comprar para tu lote. [GT] e. Quiero
para mi perro de raza.[W15]
Por lo dems, las construcciones con para habilitan las
mismas
ambigedades que observamos con el prstamo kue, dependiendo
del
alcance del valor aspectual y del tipo de nombre involucrado. En
efecto, el
valor prospectivo puede aplicarse tanto sobre la relacin de
posesin entre
dos entidades como sobre la propiedad denotada por el nombre.
As, con
nombres relacionales (cf. novio en (14c)), la construccin con
para tiene
alcance sobre la relacin. Por su parte, con nombres que refieren
a
profesiones y objetos pueden obtenerse las dos lecturas. Por
ejemplo, Voy a
visitar para mi casa es ambigua, dado que puede interpretarse
como una
visita a una casa que en el futuro ser del hablante (alcance
sobre la relacin
de posesin) como a una casa que este ya posee pero an est en
construccin (alcance sobre el objeto denotado).
Como hemos mencionado, en los ejemplos de (14) y (15) la
preposicin
para encabeza el objeto directo de la oracin. Sin embargo, la
construccin
resultante puede cumplir tambin otras funciones sintcticas. En
esos casos,
como sucede en (16), las estructuras deben recibir una parfrasis
ms
compleja que la propuesta, que se asemeja al valor de finalidad
que poseen
normalmente las construcciones con para en el espaol general.
As, por
-
ejemplo, (16a) debe interpretarse como Lo quiero para que sea mi
novio o (16b) como Despus la pidi para que fuera su esposa:
(16) a. Le quiero para mi novio y voto por l. [W6]
b. Despus la pidi para su esposa. [V:378, V]
c. La que calzara los zapatitos la iba a elegir para su novia.
[V:336, V]
d. Eligi para lo padrino de l un casal12
de viejo. [V:444, IX]
e. La quera para su nuera. [W6]
f. Lo que yo me case le voy a llevar para mi mucama. [V:168,
V]
g. Guardaban lo mejor para su comida de ese mes. [V:569, IX]
Debido a la similitud que puede establecerse con el valor de
propsito o
finalidad del espaol general, se vuelve necesario establecer los
lmites entre
las estructuras que pueden ser resultantes del contacto y
aquellas que son
coincidentes con valores propios del espaol general. Por este
motivo, en el
prximo apartado volvemos sobre el anlisis de este tipo de
construcciones
y, a partir del anlisis contrastivo con la gramtica del guaran,
veremos que
algunas de ellas, que codifican en apariencia un valor
prospectivo, no deben
considerarse transferencias de la lengua indgena.
2.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura
resultante
La construccin conformada por para ha sido analizada por autores
como
Granda (1988) para el espaol paraguayo o Abada de Quant (1996,
2000)
para el espaol del nordeste argentino como un caso de
transferencia
relacionado con el morfema guaran r. As, por ejemplo, Abada de
Quant
(1996:145) formaliza esta construccin como para + adjetivo
posesivo + sustantivo y la define como construccin que implica
futuridad. En este apartado precisamos mediante el anlisis
gramatical qu
caractersticas presenta esta construccin y cmo puede deslindarse
de
estructuras semejantes en el espaol general. En especial,
veremos que las
similitudes fundamentales entre el guaran y la construccin de
contacto
ocurren en los aspectos sintctico-semnticos de estas estructuras
y no en los
aspectos morfolgicos ms superficiales, como se observa a simple
vista.
Semnticamente, la forma r posee un comportamiento aspectual
paralelo
al del morfema kue descripto en apartados anteriores. Este
morfema posee
un valor prospectivo, que expresa que la propiedad/relacin
denotada por el
nombre no es verdadera en el momento de referencia pero que
puede serlo
12 Casal [pareja] es un prstamo del portugus.
-
en un momento posterior (Tonhauser 2006). Siguiendo a Dietrich
(2010), r
seala que el objeto no est todava a disposicin pero que est
puesto en la mirada del agente, sea que se prepara, se construye, o
sea que se compra, se
ha prometido, etc. (Dietrich 2010:75-76), como se observa en el
siguiente ejemplo:
(17) tet r-uvicha-r
pas REL-jefe-R
futuro presidente de la repblica (Guasch 1956:53; la glosa es
nuestra.)
De modo paralelo a lo propuesto para kue, asumimos que r
codifica un
valor aspectual y no temporal, al menos no de tiempo dectico. En
efecto,
este morfema puede, por ejemplo, aparecer en un contexto de
pasado
dectico para indicar una relacin de posterioridad, como en
(18):
(18) Avave doytor-r n-oi-pytyv-i pe h-as-va-pe.
nadie doctor-RA NEG-3-ayudar-NEG DET 3-enfermo-CR-PE
Ningn futuro doctor ayud a la persona enferma. (Tonhauser
2006:160)
Esto mismo se observa en la construccin con para que calca
el
funcionamiento de r en el espaol de contacto. En los siguientes
ejemplos,
la estructura analizada aparece en un contexto de pasado
dectico:
(19) a. Ni bien llegaban los reciba en persona en el aeropuerto,
los llevaba a mi
casa, y al otro da ya les buscaba para su trabajo. [W16]
b. Me haces recordar cuando yo buscaba para mi primer auto.
[W8]
c. (Yo) sal de ah y abr para mi local.
De esta manera, proponemos que en el nivel de los rasgos
sintctico-
semnticos, tanto r como para constituyen marcadores de
aspecto
[prospectivo]. En este sentido, son manifestaciones distintas de
un mismo
rasgo en el dominio nominal.
A pesar de las similitudes existentes entre ambas formas en el
nivel
sintctico-semntico, no siempre resulta sencillo establecer los
lmites entre
las construcciones con para que son resultado del contacto y las
que no lo
son. En un extremo, hemos identificado anteriormente ciertos
usos que se
originan claramente en el contacto con el guaran y que son
completamente
anmalos para el espaol general. Estos son los casos en los que
el nombre
encabezado por para cumple la funcin de objeto directo, como
los
siguientes:
-
(20) a. Quiero para mi Mercedes D 190. [W3]
b. No puedo comprar para mi perro. Ayuda! [W13]
c. Busco para mi casa que tenga los papeles al da. [W14]
d. Una abuelita quiere tambin para su cdula. [W6]
e. Juan est haciendo para su rancho. [GT]
Estos usos se corresponden con estructuras del guaran como la
siguiente:
(21) A-mo chu-pe pete apyka-r 1sg-poner 3-PE uno silla-R
Le di una futura silla (Tonhauser 2006: 208)
Las estructuras de (20), claramente, no forman parte del espaol
general: los
objetos directos no pueden estar encabezados por para, por lo
que un
ejemplo como Le di para una silla resulta agramatical bajo la
lectura
relevante13
.
Sin embargo, adems de las estructuras de (21), en guaran, r
aparece
tambin en contextos sintcticos como el siguiente:
(22) A-mo chu-pe yvyra pete apyka-r 1sg-poner 3-PE madera uno
silla-R
Le di madera para una silla (Tonhauser 2006:208)
En este caso en el que aparece un objeto expreso (yvyra madera)
y el morfema r ocurre sobre otro nombre las estructuras paralelas
en el espaol de contacto no son completamente ajenas al espaol
general. En efecto,
cuando el nombre encabezado por para cumple funciones no
argumentales como adjunto final o modificador de un nombre la
diferenciacin respecto del espaol general no resulta tan simple
14.
Sin embargo, a partir de una comparacin con el funcionamiento de
r es
posible deslindar construcciones como las de (23) de las de
(24). Estas
ltimas son posibles en el espaol general y, como propondremos
mediante
un anlisis contrastivo con el guaran, no son resultado de la
presencia de la
lengua indgena:
13
Esta construccin no debe ser interpretada con un objeto nulo,
posible en el espaol en contacto con el guaran. As, el significado
de estos ejemplos no involucra un objeto omitido
modificado por la estructura con para (#Le di (un almohadn) para
una silla). 14
Cabe sealar que la construccin con para no aparece en la posicin
de sujeto (*Para mi novio vive lejos de ac) ni de complemento de
una preposicin (*La casa del para mi
abogado).
-
(23) a. Compro telfonos celulares para mi repuesto. [W14]
b. Despus la pidi para su esposa. [V:378, V]
c. La que calzara los zapatitos la iba a elegir para su novia.
[V:336, V]
d. Eligi para lo padrino de l un casal de viejo. [V:444, IX]
e. La quera para su nuera. [W6]
f. Busco uno para mi amante. [W14]
(24) a. Hgame unas tortitas para mi viaje. [V:757, IX]
b. Entonce la criada de la novia le dijo que esa cosa tan
preciosa la tiene que
comprar para su casamiento [V:138, V]
c. Fue a la polica pidiendo colaboracin para la bsqueda. [V:620,
IX]
d. Me gustara saber qu me aconsejs para mi problema. [W1]
Siguiendo a Tonhauser (2006), la aparicin del morfema guaran r
exige
que la entidad actual y la futura estn en una relacin de
continuidad
espacio-temporal, es decir, que se trate de la misma entidad,
que solo sufre
un proceso de cambio. Esto explica, por ejemplo, que en guaran
sea posible
(25) (o (21)) pero no (26):
(25) Tenonde-r oi-pota ichu-pe i-mymba-r
delante-R 3-querer 3-PE 3-mascota-R
Antes, (un nio) quera a l (el sapo) como su futura mascota
(Tonhauser 2006:210)
(26) # Ko kava miel-r
DET abeja miel- R
# Esta abeja es para miel. (Tonhauser 2006:208-209)
En la oracin de (26) no puede utilizarse r porque las dos
entidades
involucradas (kava abeja y miel) no poseen continuidad
espacio-temporal; en otras palabras, no se trata de la misma
entidad que sufre un proceso de
cambio. Esto se opone a los casos de (22) o (25) donde
efectivamente la
madera es una futura silla o el animal es una futura
mascota.
La distincin anterior es crucial para explicar la diferencia
entre las
oraciones de (23), que son paralelas al guaran, frente a las de
(24), que no lo
son. As, en compro telfonos celulares para mi repuesto (23a),
los celulares
se transformarn en repuesto, mientras que en Hgame unas tortitas
para mi
viaje (24a), si bien el viaje ocurrir en el futuro, se trata de
una entidad por
completo distinta de la denotada por tortitas. En suma, el
objeto/relacin
introducido por para debe interpretarse como una transformacin
sufrida por
-
una nica entidad y no como una finalidad o destinatario que
introduce una
entidad diferente.
Para recapitular, hasta aqu hemos podido deslindar un conjunto
de
estructuras que se corresponden claramente con la lengua
indgena, en las
que la construccin con para funciona como objeto directo de la
oracin y
que resultan completamente anmalas para el espaol general (cf.
(20) Voy a
visitar para mi casa o Busco para mi novio). Del otro lado,
hemos sealado
un conjunto de casos que no pueden vincularse con la lengua
indgena, dado
que no cumplen con la condicin de continuidad espacio-temporal
entre los
dos nombres involucrados (cf. (24) Me gustara saber qu me
aconsejs
para mi problema.). En el medio, no obstante, han quedado
estructuras como
las de (23), que son paralelas a las construcciones del guaran
pero no
presentan el mismo grado de anomala que las de (20). En estas,
para no
pierde su valor de subordinador para convertirse nicamente en
una marca
de aspecto prospectivo. Se trata de casos en los que las
estructuras del
guaran y las del espaol convergen y no puede proponerse un nico
origen
causal vinculado con la lengua indgena, si bien su utilizacin se
ve
claramente favorecida por el contacto.
En suma, existen importantes similitudes entre el comportamiento
del
morfema r en guaran y las construcciones con para que hemos
delimitado
y reconocido como paralelas a la lengua indgena: (i)
Semnticamente,
ambas expresan un rasgo [prospectivo], con los mismos valores
que posee en
guaran. (ii) En trminos sintcticos, este valor se manifiesta en
ambas
lenguas en el dominio nominal y presenta las mismas ambigedades
respecto
del tipo de nombre sobre el que se aplica y su relacin con la
posesin. A
estas similitudes se suma el hecho de que estas construcciones
presentan un
grado alto de anomala y, en su mayora, no forman parte del
espaol
general. Asimismo, su frecuencia de uso en las zonas de contacto
con
guaran y su ausencia en otras variedades sincrnica o
diacrnicamente
diferenciadas es tambin un indicio de la causacin de este
fenmeno.
Finalmente, un hecho que refuerza la vinculacin entre estas
construcciones
es que las gramticas del guaran (y los hablantes) traducen de
modo
sistemtico una forma por otra15
.
Por todo esto, proponemos un anlisis en trminos de transferencia
para
este fenmeno. As, asumimos que la preposicin para en el espaol
de
15 Por ejemplo, Meli et al. glosan de esta manera las
estructuras que involucran r, como, por
ejemplo, en Voy a comprarte para tu libro (Meli y otros:76). Del
mismo modo, algunos
hablantes paraguayos consultados tradujeron rembirekor
(esposa-R) como para mi esposa y menar (marido-R) como para mi
marido.
-
contacto con el guaran funciona como un marcador que expresa un
rasgo
[prospectivo], vinculado con el dominio nominal. De este modo,
en el nivel
sintctico esta estructura coincide con la del guaran, en donde r
manifiesta
tambin dicho rasgo. El anlisis sintctico es, en consecuencia, el
mismo que
el propuesto para kue, en donde la innovacin respecto del espaol
general
es la gramaticalizacin de un rasgo aspectual ya existente, en un
dominio
sintctico nuevo.
Sin embargo, a pesar de que se trata del mismo fenmeno en
trminos
sintctico-semnticos, en el nivel morfolgico superficial ocurren
grandes
diferencias. En efecto, mientras que en guaran r es un morfema
que se
ubica pospuesto al nombre, en el espaol de contacto para
constituye un
elemento antepuesto al nombre. Por otra parte, en guaran el
morfema
prospectivo constituye un elemento cltico mientras que en espaol
se trata
de un morfema independiente. En consecuencia, podemos afirmar
que las
similitudes y la transferencia de la lengua indgena ocurren solo
en el nivel
abstracto pero no en el nivel morfolgico superficial. Esto
confirma la
observacin de Snchez (2004), quien propone que la transferencia
ocurre en
el nivel de los rasgos abstractos, independientemente de las
formas
superficiales que los representan en cada lengua. En otras
palabras, este
anlisis constituye evidencia a favor de que la comparacin entre
las lenguas
en contacto se establece a partir de los valores
sintctico-semnticos que
conllevan y no de su manifestacin concreta en cada lengua16
.
En la estructura morfolgica, a diferencia de lo que ocurre con
el
prstamo kue en el que se toma el exponente de la lengua
indgena17
, la
forma para ya forma parte del conjunto de temes de vocabulario
del
espaol. En consecuencia, en este caso no se introduce un nuevo
exponente
sino que se gramaticaliza uno ya existente, que pasa a
vincularse con un
rasgo aspectual. Esto genera la creacin de un nuevo tem de
vocabulario,
mediante la reorganizacin de elementos ya existentes.
16
No obstante, es posible que en el origen de la seleccin de la
preposicin para est el hecho de que esta cumple en espaol funciones
similares a las del morfema guaran (como, por
ejemplo, los usos de propsito/finalidad). 17
El morfema r aparece, en ocasiones aisladas, como prstamo en el
espaol de Paraguay pero de manera mucho menos generalizada que
kue:
(i) a. La iglesia r de Hugu ar [GT]
b. Presupuesto 2006-r [GT]
No hemos registrado este prstamo en el espaol de la
Argentina.
-
En resumen, los dos fenmenos analizados hasta aqu (los
manifestados
mediante kue y para) suponen una reorganizacin de los rasgos
aspectuales
en el espaol en contacto. En este sentido, en el nivel de los
rasgos
sintctico-semnticos, la gramtica del espaol general difiere de
la del
espaol de contacto en que esta ltima gramaticaliza rasgos
inusuales para el
dominio nominal. En el nivel superficial, por su parte, estas
modificaciones
en la sintaxis repercuten de dos maneras muy distintas: el rasgo
[perfectivo]
se manifiesta mediante la incorporacin de un prstamo (kue),
mientras que
el rasgo [prospectivo] se expresa mediante la resignificacin de
una forma ya
existente en el espaol general (para). De esta forma, a dos
fenmenos muy
diferentes superficialmente subyace un nico tipo de
transferencia sintctico-
semntica.
3. Aspecto prospectivo en el dominio clausal
En el dominio de las proposiciones subordinadas aparece tambin
en el
espaol de contacto con el guaran un fenmeno de transferencia
vinculado
con el aspecto. En particular, observamos que en estructuras
como Me
prometi para venir la preposicin para codifica, al igual que en
el dominio
nominal, un valor prospectivo que se interpreta sobre toda la
clusula
subordinada.
En los prximos apartados nos detendremos en la descripcin y
anlisis de
esta estructura y su relacin con lo que hemos observado ya para
el dominio
nominal.
3.1. Descripcin del fenmeno
Granda (1988 y trabajos posteriores) y Abada de Quant (1996,
2000)
describen estructuras como las siguientes en el espaol en
contacto con el
guaran:
(27) a. Me prometi para volver a estar juntos. [A:145]
b. Mi amiga promete siempre para venir y no viene. [Gr:178]
c. Ud. me pidi para avisarte.... [GT]
d. Te ped para comprarme el diario. [GT]
e. Me encarg para cuidar por su animal... [GT]
f. Le encargu para traer los libros [Gr:260]
g. Mam me mand para dormir temprano. [GT]
h. Y rog y rog para tener un hijo. [V:369, VI]
i. Aunque me diga para volver no le quiero ya. [A:145]
-
j. Me dijo para traerte... [GT]
Semnticamente, la clusula subordinada se interpreta en estas con
un
valor de posterioridad respecto del verbo principal. De este
modo, si
modificamos la construccin de infinitivo por una clusula con
verbo finito
(una alternancia posible para algunas construcciones en espaol
general), se
observa que el verbo subordinado codifica morfolgicamente
dicha
posterioridad:
(28) a. Me prometi que volveramos/bamos a volver a estar juntos.
(cf.(27a))
b. Mi amiga promete siempre que vendr/va a venir y no viene.
(cf. (27b))
Ntese, por otra parte, que las clusulas subordinadas de (27)
dependen de
verbos principales flexionados tanto en presente como en pasado;
en este
sentido, el valor que introduce para en la subordinada no es de
futuro
dectico sino de posterioridad respecto de la oracin
principal.
Sintcticamente, estas construcciones encabezadas por para
son
subordinadas completivas, que funcionan como objeto directo de
verbos
como prometer (27a-b), pedir (27c-d), encargar/mandar/ rogar
(27e-h) y,
cuando posee un valor semejante a los anteriores, decir (27i-j).
En suma,
dependen de verbos que indican influencia o mandato y verbos de
sentido
prximo, en los que la preposicin para puede omitirse dado que
no
funciona aqu como una verdadera marca de subordinacin18
. En efecto,
como propondremos en los prximos apartados, si bien podra
pensarse que
para es aqu una marca de funcin, un elemento vaco que seala
una
funcin sintctica, el paralelismo con las construcciones
nominales ya
analizadas y, a su vez, con las construcciones del guaran, hace
preferible un
anlisis en trminos de contacto.
Por otra parte, la construccin conformada por para + infinitivo
alterna en
el espaol de contacto con para que + subjuntivo, introducida por
el mismo
tipo de verbos:
(29) a. Me pidi para que me vaya. [GT]
b. Le ped a la seora para que me ayude pero no puede.
[Ab:219]
c. Le rog para que le ayude. [Ab:207].
d. Entonce le mand a la hija para que hiciera fuego. [V:729,
VII]
e. Ella [es] la que dice para que vengamos a vivir aqu.
[Ab:10]
18
Con excepcin del verbo decir, que se comporta de manera
particular al respecto (cf. Me dijo de ir).
-
f. Siempre digo para que vayamos los domingos a verte.
[A:145]
g. Le dije a su mam para que le acompae.
En estas construcciones, la preposicin para funciona de modo
similar que
en las clusulas de infinitivo de (27): aporta un valor
prospectivo y es
posible eliminarla sin que la oracin resulte agramatical en el
espaol
general. La diferencia respecto de las estructuras anteriores es
que aqu
aparece un elemento subordinante (que), de acuerdo con las
exigencias del
espaol en relacin con las clusulas finitas.
En el prximo apartado profundizaremos en el anlisis de estas
construcciones a partir de una comparacin con el guaran e
intentaremos
darles una explicacin unificada en relacin con las estructuras
nominales
analizadas en apartados anteriores.
3.2. Vinculacin con el guaran y anlisis de la estructura
resultante
A partir de lo anterior, observamos que las clusulas encabezadas
por para
en el espaol de contacto tienen un comportamiento paralelo a
las
subordinadas completivas del guaran.
En efecto, en guaran los rasgos aspectuales que analizamos aqu
pueden
manifestarse no solo sobre el nombre sino tambin sobre el
complementante.
En los siguientes ejemplos se ilustra el funcionamiento del
subordinante
guaran ha seguido de los morfemas aspectuales19
:
(30) a. hei o-u-ha 3.decir 3-venir-HA
Dice que viene.
b. hei o-u ha-gue 3.decir 3-venir HA-KUE
Dice que vino.
c. hei o-u ha-gu 3.decir 3-venir HA-R
Dice que vendr. (Guasch, 1956: 263; la glosa es nuestra.)
19
En particular, en cuanto a la forma de estos morfemas
aspectuales, Tonhauser (2006) considera a gue (30b) un alomorfo de
kue y lo mismo podra proponerse para gu (30c) como
alomorfo de r, si bien no es algo de lo cual dependa nuestro
anlisis de manera crucial.
-
El morfema ha encabeza en guaran clusulas completivas
dependientes
de verbos de boca, corazn y entendimiento (Guasch, 1956:262).
Entre estos se incluyen los verbos de influencia y mandato que
hemos oservado en
el espaol de contacto.
Si comparamos la estructura prospectiva del guaran con la
correspondiente en espaol general (31) observamos que el valor
de
posterioridad respecto de la oracin principal se manifiesta
sobre el
complementante en guaran (ha) (31a) pero sobre el verbo de la
oracin
subordinada en espaol general (31b):
(31) a. hei o-u ha-gu 3.decir 3-venir HA-R
b. Dice que vendr
Esta diferencia en la realizacin de las marcas
temporoaspectuales no es solo
una cuestin morfolgica, sino que la proyeccin aspectual en
guaran
parece ocupar una posicin ms alta, que toma alcance sobre toda
la clusula
subordinada. Esto explica el hecho de que la oracin
correspondiente en el
espaol en contacto con el guaran sea Dice para venir/Dice para
que venga,
en donde el valor prospectivo se ubica en la preposicin para, en
una
posicin ms externa a la clusula subordinada20
.
En suma, el paralelismo entre el guaran y la variedad de
contacto resulta
evidente: las construcciones con para aparecen con las mismas
clases lxicas
verbales para codificar un valor prospectivo con alcance por
sobre toda la
clusula. Por otra parte, estos ejemplos parecen exclusivos de la
variedad de
contacto con el guaran y son paralelos a lo que ocurre en el
dominio
nominal. Todo esto nos lleva a preferir un anlisis en trminos
de
transferencia tambin para este fenmeno.
En trminos del anlisis terico, hemos propuesto en el dominio
nominal
que kue y r codifican rasgos aspectuales que se realizan
sintcticamente en
relacin con una proyeccin nominal. En el caso de hagu en guaran,
el
rasgo aspectual se vincula con la construccin subordinada
completa, es
decir, con el dominio de una proyeccin introducida por un
complementante
(un Sintagma de Complementante). De esta manera, proponemos que
el
20
Cabe sealar que la conjuncin hagu en guaran se utiliza tanto
para clusulas completivas como para clusulas finales, lo cual
explica la seleccin de la preposicin para en espaol, al
igual que mencionamos para el dominio nominal.
-
rasgo [prospectivo] se realiza en guaran y, en consecuencia, en
el espaol en
contacto con dicha lengua, sobre una proyeccin clausal.
Esta distribucin sintctica se aparta del espaol general, en
donde no
existen rasgos aspectuales que se vinculen directamente con
el
complementante (sino solo con el dominio verbal). En otras
palabras, lo
inusual aqu es la vinculacin de la proyeccin aspectual con un
mbito ms
alto que el de la proyeccin verbal.
En suma, la preposicin para codifica un valor aspectual tanto en
el
dominio nominal como en el clausal; este rasgo acta dentro del
sistema del
espaol de contacto de modo similar a como lo hace en guaran. Al
respecto,
es muy relevante notar que los hablantes que utilizan para en el
dominio
nominal tambin lo utilizan en el dominio clausal. Por ejemplo,
cada uno de
los siguientes grupos de oraciones fue emitido por el mismo
hablante:
(32) a. Yo quiero un hijo para compaa. [V:369, VI]
b. Y rog, rog para tener un hijo. [V:369, VI]
(33) a. Lo que yo me case le voy a llevar para mi mucama.
[V:168, V]
b. Ella pidi para hablar con el mozo. [V:168, V]
En el nivel morfolgico, por su parte, para se comporta de la
misma
manera que en el dominio nominal. De este modo, se introduce un
nuevo
tem de vocabulario que vincula el exponente fonolgico para ya
existente en espaol con el rasgo [prospectivo] en el dominio
clausal. Esto explica el hecho de que los mismos hablantes que
introducen para con valor
prospectivo en el espaol de contacto lo realizan en ambos
dominios
sintcticos. Asimismo, ilustra tambin un comportamiento de los
sistemas
gramaticales de contacto: la gramaticalizacin de un rasgo no es
un
fenmeno superficial que ocurre sobre exponentes fonolgicos
aislados sino
que produce modificaciones profundas que pueden afectar ms de
un
elemento del sistema.
En suma, los fenmenos que hemos analizado en este artculo
referido al
aspecto si bien se manifiestan en formas diferentes a nivel
superficial constituyen, sin embargo, un mismo fenmeno subyacente.
En efecto, todas
las estructuras descriptas pueden analizarse como el resultado
de la
gramaticalizacin de un rasgo aspectual sobre una categora
distinta a la
habitual para el espaol general. De esta manera, todo lo
expuesto hasta aqu
puede reducirse a una nica explicacin: el espaol en contacto con
el
guaran codifica rasgos aspectuales sobre el dominio nominal o
clausal, algo
que no sucede en el espaol general.
-
III. DISCUSIN: LOS FENMENOS DE CONTACTO
El anlisis de los datos nos ha permitido concluir que el
contacto provoca
reorganizaciones en al menos dos aspectos fundamentales de una
gramtica:
los rasgos sintctico-semnticos y la estructura morfolgica (con
el alcance
que le otorga a esta la Morfologa Distribuida).
En relacin con los rasgos sintctico-semnticos, es frecuente que
las
gramticas vean modificado su inventario mediante la incorporacin
o
eliminacin de rasgos, en consonancia con la lengua de contacto
(cf.
Snchez 2004, Avellana 2012)21
. En este trabajo, sin embargo, hemos
observado que las modificaciones ocurren no solo en la
conformacin de
dicho inventario sino tambin en la relacin que establecen los
rasgos con
las proyecciones sintcticas22
. As, mostramos cmo rasgos ya existentes en
espaol general, como el [perfectivo] y el [prospectivo], pasan
de realizarse
en el dominio verbal a vincularse con entornos sintcticos
nuevos.
En suma, podemos concluir que la presencia de la lengua indgena
puede
provocar transferencias no solo en la conformacin del inventario
de rasgos
activos de una lengua sino tambin en su peculiar forma de
relacionarse en la
sintaxis. Esto nos permite afirmar, en contra del sentido comn,
que las
transferencias no producen solo simplificaciones sobre las
gramticas de
contacto sino que, por el contrario, pueden ampliar la seleccin
de rasgos y
sus posibilidades combinatorias, como sucede en los casos
examinados.
Asimismo, hemos observado en relacin con este aspecto de la
gramtica
que las modificaciones que ocurren sobre los rasgos
sintctico-semnticos
producen reestructuraciones profundas en la gramtica de una
lengua. En
otras palabras, las transferencias no constituyen nicamente
modificaciones
sobre formas aisladas sino que, por el contrario, pueden
conllevar una
reorganizacin de todo un sistema. As, la presencia de otra
lengua puede
afectar simultneamente distintas estructuras cuando est en juego
un mismo
rasgo, aun cuando no exista entre ellas una vinculacin
superficial
observable. Hemos ejemplificado esta situacin mediante el
rasgo
[prospectivo], que modifica las construcciones no solo del
dominio nominal
sino tambin del clausal, en consonancia con lo que ocurre en
guaran.
21
Por ejemplo, en trabajos previos hemos observado cmo el espaol
en contacto con el guaran incorpora rasgos evidenciales, que el
espaol no realiza gramaticalmente, o bien
elimina rasgos de gnero en determinadas construcciones (cf.
Avellana 2012). 22
Esta posibilidad es observada por Lardiere (2008) y Avellana
(2010) en la adquisicin de segundas lenguas. Muchas veces resulta
incluso ms dificultosa la reorganizacin de rasgos
ya presentes en la lengua materna que la adquisicin de nuevos
rasgos.
-
A su vez, las incorporaciones en el nivel de los rasgos
sintctico-
semnticos repercuten en la morfofonologa de la lengua, es decir,
en la
relacin con los morfemas concretos que se seleccionan para
darles
expresin. En este caso, observamos que el mismo tipo de rasgo
(rasgos
aspectuales en los dos casos) puede adoptar una expresin
superficial
completamente distinta en cada caso. Por un lado, en kue se
incorpora un
elemento lxico de la lengua indgena, un prstamo que ampla el
conjunto
de exponentes fonolgicos del espaol. Por el otro lado, el
rasgo
[prospectivo] se expresa mediante para, un exponente ya
existente en
espaol pero que, en el espaol de contacto, se vincula con
rasgos
gramaticales no presentes en la preposicin. De esta manera, se
generan
nuevos temes que, aunque coincidan con el espaol general en
cuanto a su
aspecto ms visible, son formas completamente nuevas cuando se
las analiza
en su conjunto. Estas transferencias que no involucran prstamos
directos de
la lengua de contacto han sido ms difciles de detectar y aceptar
por los
investigadores; sin embargo, constituyen transferencias incluso
ms
integradas a la lengua de contacto que los prstamos.
En relacin con lo anterior, observamos junto con Snchez 2004 que
la existencia de diferencias morfolgicas superficiales entre los
exponentes de
las lenguas en contacto no es un impedimento para la
transferencia de
rasgos. El camino que sigue la transferencia ocurre ms bien en
un sentido
inverso: la equivalencia entre las lenguas se establece en
primera instancia
en el nivel sintctico-semntico y lo que ocurre en el
componente
morfolgico es dependiente y derivado de dicha equivalencia.
En suma, las transferencias provocan reorganizaciones en los dos
aspectos
gramaticales analizados. Para su anlisis no basta considerar
solo uno de
ellos sino que es necesario considerar cada fenmeno en toda su
complejidad
y dentro de un sistema en el que la modificacin de un aspecto
gramatical
puede conllevar otros cambios concomitantes.
IV. CONSIDERACIONES FINALES
Con este trabajo esperamos haber contribuido, por un lado, con
el estudio del
espaol americano en contacto con lenguas indgenas, a partir de
la
descripcin y delimitacin de un conjunto de estructuras
gramaticales
vinculadas con el aspecto que no estn presentes en otras
variedades de
espaol.
Por otro lado, la comparacin de dichas estructuras con la
gramtica del
guaran nos permiti corroborar ciertos procesos de transferencia.
As,
-
hemos justificado mediante herramientas gramaticales la
existencia de
dichos procesos y, de manera circular, el trabajo contrastivo
nos ha
permitido conocer ms en profundidad las estructuras resultantes
del
contacto. A partir de esto, podemos concluir que los valores
aspectuales del
guaran en el dominio nominal y clausal se trasladan al espaol y
adoptan
formas superficiales distintas en cada caso.
Asimismo, hemos ahondado en el anlisis terico de los procesos
de
transferencia identificados y hemos concluido que estos ocurren
tanto en el
nivel de los rasgos abstractos como en las caractersticas
propias de la
estructura morfolgica. En este sentido, hemos presentado un caso
peculiar
de transferencia segn el cual lo que se traslada de la lengua
indgena es la
particular forma en la que los rasgos se organizan en cada
lengua. En
relacin con esto, hemos podido concluir que los fenmenos de
transferencia
no son meramente superficiales y aislados sino que reorganizan
la gramtica
en su conjunto. En suma, el anlisis de los datos nos permite
afirmar que las
propiedades transferidas en cada uno de los dos niveles
considerados son
independientes y pueden (y deben) ser analizadas de ese
modo.
Finalmente, en trminos del marco terico en el que se inscribe
este
trabajo, hemos observado que los aspectos sujetos a
transferencia coinciden,
precisamente, con aquellos lugares en los que, desde la
propuesta de la
Morfologa Distribuida, puede ubicarse la variacin
interlingstica. Por
esto, consideramos que el estudio del contacto de lenguas aporta
un conjunto
de datos relevantes para la discusin sobre los aspectos
universales y
particulares de las lenguas y contribuye, en definitiva, a
identificar los
elementos gramaticales a partir de los cuales puede
sistematizarse la
variacin.
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