RECURSOS PRÁCTICOS PARA VIVIR MEJOR Automasaje de pies Los pies constituyen la base de sustentación del cuerpo humano. Son necesarios para mantenerse de pie en equilibrio y para desplazarse. En la medida que los pies se encuentren sanos, anchos y fuertes las posibilidades de desplazamiento y equilibrio se perciben más ágiles y tónicas, por lo que de inmediato la calidad de la vida mejora. Los pies son una parte de la anatomía humana muy sensible a las atenciones y cuidados que se les presta. Si se les cuida diariamente su aspecto y prestaciones mejoran, al igual que lo hace una planta sedienta cuando se le riega. Pero también reaccionan a los maltratos (zapatos estrechos, en punta, con plataformas, con tacones altos, sudoración, agresiones por impacto...) adaptándose para seguir sirviendo como sustentación, incluso a veces hasta llegar a deformarse. Una manera muy sencilla y beneficiosa de tratarlos es mediante un automasaje diario invirtiendo unos minutos para cuidarlos, lo que reporta grandes beneficios para quien adopta esta excelente y gozosa práctica a cualquier hora del día, pero preferentemente después de la ducha o unos minutos antes de meterse en la cama. Se puede empezar por tomar uno de los pies con ambas manos y abrazarlos cariñosamente entre ellas. Procurar utilizar ambas manos y todos los dedos. Recorrer lenta y suavemente con las yemas de los dedos todos los rincones del pie. También se pueden utilizar los nudillos, el canto externo de la mano o el puño cerrado para presionar fuerte y profundamente en zonas necesitadas. Guiarse por las sensaciones e insistir en las zonas en donde se perciban mayores molestias.