INFORME DE AVANCE 2005
AUTHIER REVUZ, Jacqueline 1998 Palavras Incertas Campinas (SP
Brasil) Editora Da Unicamp, 2001. Pp. 198
LAS NO-COINCIDENCIAS DEL DECIR Y SU REPRESENTACIN META
ENUNCIATIVA ESTUDIO LINGSTICO Y DISCURSIVO DE LA MODALIZACIN
AUTONMICA CAPITULO I Pgs. 13 a 26
Ah, no, cambiar bebs el da entero, yo creo que eso es una mierda
en el sentido propio de la palabra, en fin, propio [risas] si se
puede decir.
Escuchado en un tren suburbano [mujeres jvenes hablando del
trabajo de niera, out.84]
La respuesta a estas cuestiones es inseparable de un anlisis de
la evolucin, desde 1968, de lo que se llamar mentalidades, si se
adopta el punto de vista del historiador, opinin pblica si nosotros
nos conformamos con la objetividad o ideologa, dominantes, si se
pretende escapar de esta ltima.
S. Quadruppani. Catlogue du prt penser Francis depuis 1968,
1983
En aquel momento seor gerente me hubiera dado placer si me
pidiera que le entregase mi reloj, mi prendedor de corbata, mis
botas y firmar un documento que lo reconoca como mi heredero:
conforme la bella expresin popular segn la cual, como las ms
clebres epopeyas, no se conoce el autor, sino que, como ellas, y
contrariamente a la teora de Wolf, ciertamente tuvo uno (uno de
esos espritus inventivos y modestos que se encuentra a cada ao, que
hacen hallazgos como colocar un nombre en una figura, pero cuyo
nombre no divulgan), yo no saba ms lo que haca.M. Proust. A la
sombra de las muchachas en flor
Estas reuniones, ellos las han boicoteado, la palabra es tal vez
un poco fuerte yo dira, digamos ellos las han ignorado, aun cuando
era para ellos que ellas haban sido organizadas.
Oral [profesor evocando reuniones organizadas para los
estudiantes] 19-7-84
Refinados, triviales, controlados, habladores estos enunciados
presentan un trazo comn: en un punto de su desarrollo, el decir se
representa como no hablando por s, el signo, en vez de completarlo,
transparente, en la atenuacin de s, de su funcin mediadora, se
interpone como real, presencia, cuerpo- objeto encontrado en el
trayecto del decir y que se impone a l como objeto- la enunciacin
de ese signo, en vez de realizarse simplemente, en el olvido que
acompaa las evidencias incuestionables, se desdobla como un
comentario de s mismo.
Es al estudio de esta configuracin enunciativa de la
reflexividad metaenunciativa la modalizacin autonmica de la
enunciacin atravesada por su auto-representacin opacificante- que
es consagrado este trabajo. El permite inicialmente identificar,
inventariar, clasificar y describir las formas lingsticas o
discursivas a travs de las cuales se realiza el desdoblamiento
metaenunciativo propio de esa configuracin. Intenta, en seguida, en
el plano de la prctica del lenguaje, caracterizar la especificidad
de este modo enunciativo desdoblado, marcado por una distancia
interna, comprender su funcin en la economa enunciativa en general
y demostrar sus realizaciones diversificadas, sus manifestaciones
de posiciones enunciativas particulares a discursos, gneros,
sujetos.
1. Marcas tericas
La primera parte sita al objeto observado y los puntos de vista
tericos en funcin de los cules ser abordado. En los dos campos que
le conciernen en tanto forma de autorrepresentacin del decir, el
del metalenguaje (1.1) y el de la enunciacin (1.2).
1.1. A travs de una serie de oposiciones, la configuracin
observada se especifica progresivamente como relacionada:
con el metalenguaje natural, observable en el discurso ( Vs.
Lgica, externa), estudiado por J. Rey-Debove; esto es, el poder de
reflexividad de las lenguas naturales, que es al mismo tiempo
restriccin si se expone que no hay metalenguaje, o sea, una
exterioridad del lenguaje desde donde sera posible tomarla como
objeto. con la metalingstica comn, o epilingstica (Vs. Cientfica),
que da acceso al sujeto del lenguaje a las representaciones de
sujetos (de la lengua, del sentido, de la comunicacin)
con lo metaenunciativo, autorrepresentacin del decirse haciendo
(Vs. Discurso sobre el lenguaje en general, sobre un otro decir) en
el que el discurso sobre la prctica del lenguaje, al emerger de sta
en puntos del decir que requieren ms de ella que un simple
comentario, conjuga los dos planos de la prctica y de la
representacin, como parte de esa prctica con la opacidad (Vs
transparencia) del fragmento autorrepresentado del decir , esto es,
aqul que pone en juego en la representacin, por la va de la
autonimia, la forma significante del decir (ejemplo: para emplear
una palabra especializada, X) y no solamente su contenido (ejemplo:
para no ocultarle nada, P ); esta distincin se apoya de un modo
general en la descripcin sintctico- semitica de autonimia
desarrollado por J. Rey Debove en la estructura de acumulacin
[cmulo] semitica [o]- que denota la cosa y connota la palabra- de
la connotacin autonmica de donde proviene la nocin de modalizacin
autonmica a travs de una redefinicin (que opera, entre otros, un
dislocamiento para un punto de vista enunciativo) como modo de
decir (oponiendo al modo de decir simple de un elemento X, que
remite a un referente x, el modo complejo de una reflexividad
opacificante, de forma que la nominacin del referente x se efecte
haciendo intervenir, de alguna forma, el autnimo X, homnimo de X),
con una modalidad reflexiva particular, caracterizable
diferencialmente como tal, manifiesta en un conjunto de formas
observables en la cadena (vs. las teoras pragmticas de la
enunciacin como reflexividad).
1.2 En la oposicin, trazada por C. Fuchs en el seno de los
abordajes de la enunciacin, entre una corriente pragmtica, que
parte de conceptos lgico- lingsticos o de categoras relativas al
lenguaje en actos o a la interaccin, y una corriente enunciativa en
el sentido estricto, neoestructuralista, que parte en este campo
heterogneo, donde se encuentran la lengua y sus exteriores- de las
formas de la lengua ( marcada por los nombres de Bally, Benveniste,
Culioli); es a esta ltima que se correlaciona mi trabajo.
El punto de vista aqu expresado -segn el cual una inevitable
heterogeneidad (y de arranque una incompletud) terica afecta al
abordaje lingstico de los hechos enunciativos, lo que impone que
sean explicitados los exteriores tericos de la lingstica
propiamente dicha, en los que la descripcin se ve obligada a
apoyarse- est en oposicin, de un lado, con las concepciones que
niegan o diluyen el objeto- lengua como orden propio en provecho de
otro objeto que concierne a otros campos (Bourdieu, cuando reduce
la lengua a lo social; las perspectivas comunicacionales, que
fundan/fundamentan la lengua en el objeto total interdisciplinario
al que ellas apuntan con buena voluntad) y, por otro lado, con la
concepcin explicitada por Ducrot en su teora intralingstica de la
enunciacin y del sentido, de una autonoma de lo lingstico,
comprendiendo all al campo enunciativo.
La consideracin de los hechos metaenunciativos, con lo que ellos
implican en la autorrepresentacin del decir, y por lo tanto, en el
distanciamiento interno, en una enunciacin desdoblada por su propio
reflejo, presenta de modo especficamente agudo, la cuestin de la
eleccin de los exteriores tericos, relativos a la cuestin del
sujeto y de su relacin con el lenguaje, en los cules se apoya la
descripcin: la lnea de fractura fundamental que pasa entre el
sujeto origen (el de la psicologa y sus variantes neuronales o
sociales) y el sujeto- efecto (sujetado al inconsciente), del
psicoanlisis, o el de las teoras del discurso que postulan la
determinacin histrica en un sentido no individual es aqu crucial.
Si, en efecto, nos apoyamos, explcita o implcitamente, en un sujeto
fuente intencional del sentido, que expresa a travs de una lengua
instrumento de comunicacin como es el caso de la forma general de
los abordajes pragmtico-comunicacionales, es entonces coherente
considerar que el enunciador est en condicin de representar(se) su
enunciacin y el sentido que all produce, y que tal vez le sea
transparente: en ese caso, es posible considerar que las formas de
representacin que los enunciadores dan de su propio decir sean un
reflejo directo de lo real del proceso enunciativo.(16)
Si, por el contrario, como aqu, nos apoyamos en exteriores
tericos que destituyen al sujeto del dominio de su decir as la
teora del discurso y del interdiscurso como lugar de constitucin de
un sentido que escapa a la intencionalidad del sujeto, desenvuelta
por M. Pcheux; y de modo central, la teora elaborada por Lacan, de
un sujeto producido por el lenguaje como estructuralmente clivado
[fragmentado] por el inconsciente- , consideramos que el decir no
podra ser transparente al enunciador, de quien se escapa,
irrepresentable, en su doble determinacin por el inconsciente y por
el interdiscurso: en ese caso, se impone la necesidad de repensar
de modo diferente a un simple reflejo - el estatuto de los hechos,
observables, de la autorrepresentacin. (17)
Aqu es donde la categora lacaniana del imaginario se pone en
juego, y la funcin de desconocimiento asegurada estructuralmente en
el sujeto por un ego[moi] ocupado en anular, en el imaginario, la
divisin que afecta a su yo[je]; esta categora permite sobrepasar la
alternativa bloqueada que presentan (reduciendo igualmente el
sujeto y su enunciacin a lo que es su imaginario, para extraer de
eso consecuencias opuestas) los abordajes pragmticos, de un lado,
encerrando la enunciacin en un espacio de intencin, de
interacciones, de representaciones (estrategias, relaciones con el
otro, desdoblamientos, imgenes) ignorando decididamente lo que en
la enunciacin podra escapar a ese registro, y de otro lado, durante
todo un tiempo, el anlisis del discurso (M. Pcheux),
desinteresndose - en provecho del estudio de los procesos
discursivos, verdaderos sujeto-causa del decir- por las formas
concretas de la enunciacin, tomadas como puras manifestaciones
superficiales de la ilusin subjetiva.
En este cuadro as demarcado se sita el estudio de la
reflexividad opacificante de la modalidad autonmica. Ella es
considerada primero (partes 2 y 3) en el plano de la lengua, desde
el ngulo de las formas por las cuales se realiza, en la linealidad
del hilo de un decir sobre las cosas, ese retorno metaenunciativo
que se vuelve sobre las palabras de ese decir. En seguida (parte 4)
desde el ngulo de los tipos de representaciones de la interlocucin,
del discurso, de la lengua, de la nominacin, del sentido cuya
enunciacin ese retorno acompaa; representacin cuya funcin, en la
economa enunciativa en general, - y tal como ella se manifiesta en
los discursos particulares es considerada en su dimensin
imaginaria, en relacin con lo real, irrepresentable por s mismo, de
la enunciacin.
2. Cuestiones de fronteras de la modalizacin autonmica (de aqu
en adelante MA) pg. 18
El recorrido efectuado aqu apunta a circunscribir el campo de
esta modalidad de representacin reflexiva, opacificante, del decir
en relacin con fenmenos diversamente vecinos, presentando un
subconjunto de esas cuatro propiedades. Son citadas:
modalizaciones sin representacin explcita del decir, que se
oponen a MA de forma discreta, y que presentan diversas
posibilidades de combinacin con ella: por ejemplo, casi X, una
especie de X, verdadero X Vs. digamos X, X si se puede decir, S
propiamente dicho;
el discurso relatado indirecto (DI), que representa un decir
otro de forma no opacificante, pero que presenta una relacin de
afinidad en el plano de la co- ocurrencia y de la interpretacin con
algunas formas de MA, en la configuracin de DI como fragmento
textual :l dice que X; un conjunto de formas, analizado como
modalizacin transparente del decir en discurso segundo, tales como:
segn l, para l, l dijo por oposicin a las MA: segn las palabras de
l, para retomar los trminos de l, pero que presentan, en algunos
tipos de incisas como: dice l, l dice (cuyo tratamiento en algunos
autores es discutido), casos de ambigedad o de equivalencia con la
MA;
la cuestin de la frontera unas veces delimitada, unas veces
atenuada en un continuo, entre opacificacin y transparencia, en las
formas de autorrepresentacin del decir es dispuesta sucesivamente a
propsito: de las formas en que (yo debo decir, yo me atrevo decir
que),en (l) o (yo puedo decirlo, se puede decir) sin complemento (
yo debo decir, es preciso decir) expresiones idiomticas en cest
(adv.) dire (cest-dire [, esto es, quiere decir], cest tout dire,
cest pour dir, cest pas pour dire [no quiere decir] ) o de tipos
diversos (no es preciso decir, no para decir, yo no te digo que)
proposiciones circunstanciales del tipo para concluir, si ud.
quiere saber (no opacificante) vs. Por as decir, si yo puedo decir
(opacificante); del conjunto de estructuras de reformulacin X, lo
que quiere decir, o que viene a decir, o sea, quiere decirY cuyo
valor, opacificante o no, es sealado de forma desigualmente unvoca
por factores sintcticos (naturaleza morfosintctica del
constituyente Y, punto de insercin de la secuencia reformuladota +
Y) y por la interpretacin de las relaciones semnticas X/Y.3. Las
formas de la modalizacin autonmica
A partir de un material de ms de cuatro mil ejemplos
recolectados, escritos y orales, pertenecientes a los ms diversos
registros, son descriptos los diversos tipos formales por los
cuales la configuracin que sobrepone los dos planos X y una
representacin del decir de X- se realiza sobre un hilo nico del
discurso. Este estudio expone, en particular, los puntos
siguientes:
una reparticin de las formas en seis tipos alineados en una
escala que va de los ms a los menos explcitos:
1) formas explcitamente metaenunciativas completas comportando
un yo digo X (ej.: yo empleo esta palabra si bien que; ella hace yo
dira X; lo que yo llamo X)
2) formas explcitamente metaenunciativas que implican un yo digo
X, subordinadas a sintagmas circunstanciales, aposiciones (ej.: X,
si yo puedo decir, como se dice, por as decir, en el sentido p, sin
juego de palabra; X, palabra, expresin que)
3) formas explcitamente metalingsticas, con un autnimo X o Y (
ej.: X, la palabra X es inconveniente; Paulo dice X: lo que Paulo
llama X: X, Paulo dice Y)
4) formas sin elemento autnimo, o sin elemento metalingstico
unvoco (ej.: X, quiere decir Y; X o Y; X, en fin, Y; X que; X,
etc)
5) seales tipogrficas (comillas, itlicas) y de entonacin, con un
estudio crtico de los trabajos consagrados a las comillas, llevando
a caracterizarlas como arquiformas de MA;
6) formas puramente interpretativas (alusiones, discurso
indirecto libre, juego de palabras no marcado) que abren hacia la
heterogeneidad constitutiva (cf. adelante, parte 4);
tipos sintcticos que corresponden a soluciones gramaticales
diversas de inscripcin del desdoblamiento sobre la secuencia:
construcciones dichas en sucesin (X, digo X), en superposicin (yo
digo X/ X, en que un fragmento de cadena acumula dos estatutos
patrn y autnimo y dos funciones gramaticales; ej.: cualquiera que
haga, yo dira, tonteras parecidas) de nominacin por rodeos (lo que
yo llamo X)
un empleo de incisas opacificantes ms libre que los parntesis
clsicamente descriptos ( ej.: a, es la palabra, X), que corresponde
a una verdadera ruptura sintctica, el funcionamiento regular de una
pseudo-anfora, que marca de hecho la referencia y no la
co-referencia (X, yo digo la palabra con) que, asociado al punto
precedente (empleo libre), nos lleva a reponer la estructura ya
dicha. Ruptura ligada o asociada el congelamiento, en diversos
niveles, observables en las formas la cuestin de la aceptabilidad
de las glosas en funcin de su extensin, de su combinacin entre s,
de su recursividad; La presencia, tanto en la escritura como en la
oralidad, - esto es, que deriva de una eleccin enunciativa y no de
una restriccin funcional-, de las formas que marcan el carcter de
procesos por etapas, inscripto en el tiempo (anticipaciones,
bsquedas, correcciones, autoescucha) del decir sobre un elemento;
La relacin entre los intercambios en un dilogo (X dicho por un /
comentario sobre ese X enunciado por otro) y las estructuras
reflexivas X/ autocomentario, caracterizadas como manifestacin de
un autodialogismo inherente a la enunciacin.4. Encuentro y
representacin de las no- coincidencias del decirLos comentarios
metaenunciativos descriptos a continuacin, ya no en el plano de su
estructura sintctica, sino lo que ellos dicen al sujeto del decir,
llevan a este estudio a sealar cuatro campos de no coincidencia o
de heterogeneidad que el decir se representa como localmente
confrontado con puntos en que, as alterado se desdobla:
a) no coincidencia interlocutiva entre los dos co-
enunciadores;[relacionable con la metacomunicacin, Cfr. Bateson, y
cfr. Watzlawick]
b) no coincidencia del discurso consigo mismo, afectado por la
presencia en s de otros discursos; [relacionable con la
metadiscursividad propiamente dicha o metaenunciacin, tambin con lo
intertextual o transtextual Cfr.Genette?]
c) no coincidencia entre las palabras y las cosas; [relacionable
con la referencialidad, metacomprensin? Ver aportes de las lneas
cognitivas y tal vez aportes de filosofa del conocimiento /
epistemologas ontolgicas?]
d) no coincidencia de las palabras consigo mismas, afectadas por
otros sentidos, por otras palabras, por el juego de la polisemia,
de la homonimia, etc. ; [relacionable con lo metalingstico
propiamente dicho Cfr. Jakobson, lo ya cristalizado en el
cdigo?]Las imgenes que dan los enunciadores del encuentro que hacen
localmente- en su decir, con diversas no coincidencias, y de la
respuesta que les proporcionan, son comprendidas, no (cf. 1.2
arriba) como reflejo exacto que da acceso directamente a lo real de
la enunciacin, sino en relacin a las hiptesis tericas sobre ese
funcionamiento real. Y siguiendo stas es que, constitutivamente
esto es, de forma inherente, permanente e irrepresentable- el decir
se ve afectado por los cuatro campos de no coincidencia
(a,b,c,d).
De ese modo, adems de las operaciones que ellas representan de
precaucin, diferenciacin, especificacin del sentido - que pueden
ser descriptas en trminos de estrategias comunicacionales, de
gestin de hechos locales de NO- UNO, las formas de representacin de
los hechos de no coincidencia aparecen como manifestando, de un
modo que no deriva de la intencionalidad, la negociacin obligatoria
de todo enunciador con el hecho de las no coincidencias
fundamentales que atraviesan su decir : negociacin que deriva de un
trabajo de denegacin, en que las formas de representacin, trazas,
emergencias de no coincidencias fundamentales, aparecen al mismo
tiempo como mscaras, en la imagen que da de ellas, al mismo tiempo
circunscriptas (esto es, constituyendo el resto, por diferencia,
como UNO) y dominadas (justamente por un enunciador capaz, a partir
de su posicin de dominio metaenunciativo, de controlar su
decir)
Los discursos presentan las realizaciones ms diversas de esa
negociacin, manifestando el tipo de imagen que ellos producen, en s
mismo, del juego de no coincidencias, de posiciones enunciativas
propias a sujetos particulares, a tipos de discurso, a gneros.Cada
uno de esos campos A (= a/a), B (=b/b), C(= c/c), D (= d/d) es
sucesivamente estudiado segn el mismo procedimiento: la
explicitacin de los abordajes tericos que permiten (en oposicin a
otros abordajes, principalmente de tipo comunicacional) colocar el
carcter constitutivo de NO-UNO. A la vez sigue la descripcin de la
variedad existente de figuras - o imgenes- metaenunciativas de ese
NO-UNO, y el anlisis de discursos, abordados segn el tipo de imagen
que ellos ofrecen desde NO-UNO, tanto en el plano cuantitativo
(nmero de puntos representados como afectados por ese NO-UNO)
cuanto en el plano cualitativo (tipos de figuras presentadas).
As, de forma esquemtica:
A. La no coincidencia interlocutiva es presentada, con apoyo en
una concepcin pos-freudiana del sujeto, no-coincidente consigo
mismo por el hecho [a causa] del inconsciente, como fundamental e
irreductible entre dos sujetos no simetrizables, remitiendo a un
artificio tan sofisticado cuanto lo sean sus teorizaciones , la
comunicacin concebida como produccin de uno entre los
enunciadores.
Las figuras que, puntualmente, as toman lugar en el decir se
inscriben en dos versiones: (1) conjurar el hecho de que una manera
de decir o un sentido no son entera o absolutamente compartidos,
por estrategias diversas (forzamiento a decir en una sola voz:
digamos X; llamado a la buena voluntad del otro: X, permtame decir,
suspensin del decir a la voluntad del otro: X, si quisiera, si
entiende lo que yo quiero decir), o sea, intentar restaurar el UNO
de co- enunciacin all donde parece amenazado. O, al contrario, (2)
tomar en cuenta, en ese punto, lo NO-UNO, marcando que las palabras
que yo digo no son las suyas (X, como Ud.(s) no dice(n); X, yo se
bien que a Ud(s) no le(s) gusta la palabra ) o que las palabras que
digo son las suyas, no las mas (X, como Ud(s) acaba(n) de decir,
como a Ud(s) le(s) guste decir, etc.)
Diversos dilogos, un texto polmico, el gnero de divulgacin
cientfica son, entre otros, analizados como realizacin especfica de
esta panoplia de figuras.
B. La no coincidencia del discurso consigo mismo se presenta
como constitutiva, en referencia al dialogismo bajtiniano
considerando que se trata de toda palabra que, por producirse en el
medio de lo ya dicho de los otros discursos, es habitada por el
discurso otro y a la teorizacin del interdiscurso, en anlisis de
discurso, que remite el yo hablo aqu y ahora al algo habla en otro
lugar, antes e independientemente (M. Pcheux), y apunta, en el
plano del sujeto, a lo que M. Schnieder llama la no-propiedad
fundamental del lenguaje.
Sealando entre sus palabras la presencia extraa de palabras
marcadas como pertenecientes a otro discurso, un discurso esboza en
s el trazado sealando una interdiscursividad representada- de una
frontera interior/exterior. Un cierto nmero de oposiciones se
destaca en el conjunto de esas formas, permitiendo especificar
tipos de frontera entre s y lo otro, por las cuales un discurso
produce en s mismo, por diferencia, una imagen de s: as entre
otros, (1) marcas de inseguridad o incerteza de lo trazado, (desde
el elemento citado con todas las precisiones, hasta la reiteracin
no marcada); (2) exterior apropiado al objeto del decir (esto es,
en que una palabra no de s se impone como palabra de esto de lo
cual se habla; por ejemplo: palabra de otro lugar, de otra poca, de
otra teora, de otra persona de la cual se habla, y que se impone
como apropiada a ese objeto) vs asociado al discurso, (o sea, que
se impone en apoyo, conflicto, asociacin de ideas al discurso, a
partir del campo de fuerza del interdiscurso); (3) manera de decir
otro (ajeno) tomado como un campo ropaje diferente para un mismo
contenido vs como punto de vista diferente sobre lo real; (4)
exterioridad de una palabra o del sentido de una palabra (X, en el
sentido cristiano, en el sentido de Bourdieu); 5) tipo de otro:
otra lengua, regin, poca, registro, sociolecto, discurso terico,
posicin poltica; (6) el exterior de lo repetido en el singular
(imgenes de la relacin con la estereotipia);
Cada una de estas oposiciones, y su combinacin, son ilustradas
por el estudio del discurso que las coloca en escena
diferencialmente, discurso diverso sobre el pasado, romances
regionalistas, textos tericos, textos polticos escritura de
Barthes, de Flaubert.
C. La no coincidencia entre las palabras y las cosas es expuesta
como constitutiva, en la doble perspectiva; por un lado, de la
oposicin reconocida por la lingstica entre el cuadriculado de
distinciones de la lengua sistema acabado de unidades discretas y
el continuo, las infinitas singularidades de lo real a nombrar, que
inscribe un juego inevitable de nominacin; y, por otro lado, en
trminos lacanianos, de lo real como radicalmente heterogneo al
orden simblico; esto es, de la falta (constitutiva del sujeto como
fallo) de captura del objeto por la letra, que desemboca en la
prdida inherente al lenguaje al que responden, bajo modos opuestos,
la escritura - que habita esa separacin y la produccin de mitos
consoladores lenguas perfectas diversas, que rechazan la
separacin.
Notaremos que, si los dos desvos precedentemente evocados
inscriptos respectivamente en la relacin con el otro (inter)
locutor y con el otro discurso son examinables en el cuadro del
dialogismo bajtiniano, no ocurre lo mismo con los desvos C y D, que
conciernen a lo real de la lengua como forma, por un lado, como
espacio de equvoco, por otro -, a los cuales la perspectiva
dialgica da espacio en su abordaje de la enunciacin.
Las figuras que, puntualmente, dan lugar a esa separacin en el
decir, se presentan en tres tipos:
(1) figuras del UNO realizado en la nominacin, considerado bajo
el ngulo de la coincidencia del enunciador con su decir (haciendo
jugar intencionalidad, deseo personal, normas colectivas: X y yo
digo bien X; me atrevo a decir X, lo que se puede, lo que es
preciso llamar X);o de la coincidencia de la palabra con la cosa
(X, es la palabra, exacta, justa, que conviene; X en el sentido
estricto; X propiamente dicho)
(2) figuras de la adecuacin sealada, que representan una
enunciacin entre el decir y el no decir (lo que se podra llamar X;
yo no digo X pero casi; dir X?), o una denominacin entre dos
palabras (X, yo me equivoco al decir Y; X, yo debera decir Y?; X, o
antes Y; X, no Y; X o Y);
(3) figuras de falta de nominacin considerada, sea en el plano
del modo de decir ausente para s mismo (en las modalidades
suspendidas: si se puede decir, o anuladoras: yo no dir X que) o
que presentan una imperfeccin (X, yo empleo X ante la falta de algo
mejor, por comodidad, provisoriamente; X, por as decir), sea en el
plano de la distancia descripta entre la palabra y la cosa
(distancia especificada: X, es un eufemismo; o distancia fluida :
X, entre comillas;).
En este trayecto, aparecen, de forma notable, por un lado, en el
plano de los fenmenos tratados reflexivamente, por los
enunciadores, entre otros, la metfora, el neologismo, el eufemismo
y la hiprbole, y un conjunto de oposiciones gramaticales (finitud,
nmero, tiempo, modo) muy raramente en cuestin en los otros campos
de no coincidencia y, por otro lado, en el plano de las formas de
glosa, la importancia particular de la modalizacin explcita que
presenta una escenificacin compleja de recursos modales de la
lengua (modalidad de enunciacin, polaridad afirmativa /negativa,
auxiliares modales, modos y tiempos con valor modal, adverbios,
subordinadas).
Diversos discursos son considerados a partir del tipo de
representaciones que ellos ofrecen de esta distancia palabra/ cosa:
discursos tendencialmente vrgenes de este tipo de formas
(matemtica, poesa) discursos con representacin moderada de esa
distancia, discursos con fuerte presencia de formas (1), de
coincidencia, discursos diversos (entrevistas, textos literarios-
N. Sarraute, C. Simon - ) fuertemente marcados por las formas (2) y
(3) de no coincidencia.
D. La no coincidencia, en fin, de las palabras consigo mismas es
expuesta contra los abordajes monosemizantes que reducen a fenmenos
ldicos, o accidentales, del lado de la recepcin, la dimensin del
equvoco del decir- como consustancial al juego que Lacan llama
Lalangue, en la lengua, consagrando fundamentalmente el sistema
lingstico de unidades distintas, y los enunciados, al equvoco de
una homonimia generalizada, aqulla en que se anclan la poesa, la
prctica psicoanaltica, y que Saussure haba encontrado con temor en
los anagramas.
Las figuras que, puntualmente, testimonian el encuentro de los
enunciadores con el equvoco que juega en sus palabras, se muestran
de cuatro tipos: (1) respuestas de fijacin de un sentido (X, en el
sentido de p; X, no en el sentido de q; X, sin juego de palabra;);
(2)figuras del decir alterado por el encuentro con lo NO-UNO,
disculpas, reservas, modalidades irrealizantes del decir, ligadas
al juego de un sentido a ms (yo me equivoqu diciendo X; X si yo me
atrevo a decir;); (3) el sentido extendido en lo NO-UNO (X, tambin
en el sentido de q; en el sentido de p y en el sentido de q, en los
dos sentidos, en todos los sentidos de la palabra);(4) el decir
reafirmado por no-uno, frecuentemente imprevisto, del sentido (X,
es el caso de decir; X, es la palabra!; X, para decirlo en una
palabra preciosamente ambigua;).
Dentro de estas cuestiones que, entre otras, se encuentran
colocadas en este recorrido: (a) la del modo diferente o no por la
cual los enunciadores aprehenden reflexivamente la diversidad de
los NO-UNO inscriptos en ese campo, de la polisemia ms fina en el
marco del signo, a las homonimias ms libres con relacin a las
unidades de lengua, (b) la de la interpretacin a dar, en discurso,
a la glosa en todos los sentidos de la palabra.
El estudio de discursos diversos (en el campo meditico, terico,
literario: Le Canard enchain, Levi-Strauss, Barthes, Lacan, Restif
de le Bretonne, Breton) hacen aparecer diferencia notables, tanto
en el plano cuantitativo como en el cualitativo, entre los
discursos que manifiestan, en cantidad igual de formas observadas
en ese campo, relaciones muy diferentes con el sentido, conforme
privilegian, por ejemplo, el tipo (1) de reduccin o el tipo (4) de
seleccin positiva del equvoco.
5. Ese decir que no es obvio pg. 26 a 28
Esas palabra porosas, cargadas de discursos que ellas tienen
incorporados y por los cuales ellas restituyen, en el corazn del
sentido del discurso hacindose, la carga nutriendo y destituyendo,
esas palabras embutidas, que se escinden, se transmutan en otras,
palabras caleidoscpicas en las cuales el sentido, multiplicado en
sus facetas imprevisibles, apartase, al mismo tiempo , y puede, en
el vrtigo, perderse, esas palabras que faltan, faltan para decir,
faltan por decir defectuosas o ausentes aquello mismo que les
permite nombrar, esas palabras que separan aquello mismo entre lo
que ellas establecen el eslabn de una comunicacin, es en lo real de
las no- coincidencias fundamentales, irreductibles, permanentes,
con que ellas afectan el decir, que se produce sentido. As es que,
fundamentalmente, las palabras que decimos no hablan por s, sino
por Otro: Otro que abre el discurso sobre su exterioridad
interdiscursiva interna, la nominacin sobre la prdida relativamente
a la cosa, la cadena sobre el exceso de su significancia, la
comunicacin sobre la abertura intersubjetiva, y, en la totalidad,
la enunciacin sobre la no-coincidencia consigo mismo del sujeto,
dividido, de esa enunciacin.
Este espacio de no coincidencias donde se hace el sentido,
nutrido de esas heterogeneidades que lo distinguen de la fijacin
nica del signo, es tambin, indisociablemente, aquel donde el podra
deshacerse, si no se protegiese, oponindose a su dispersin, una
fuerza de ligacin, de cohesin, de UNO que hace obtener un habla,
que hace como que obtener un habla sea, entre otros, hacer tener
junto lo que no hace otro sentido sino el de lo no ser uno
Es en el vrtice de esta contradiccin, que agudiza la tensin
entre lo que es uno y lo que no es uno, donde se produce la
enunciacin, que aparece la configuracin enunciativa compleja de la
reflexividad opacificante; all donde el lapso, por ejemplo, hace
hueco de no uno en el tejido del decir, all donde al contrario, en
un discurso enunciado sin choque y bajo un modo patrn (sin
opacificacin), es de forma no visible que juega las distancias de
las no coincidencias donde el discurso se constituye, en la
superficie aparentemente unida que el desenrolla y que es aquella
en que, de hecho, da ms cerrada de las redes de costuras o de
colagges (pegotes) invisibles , la modalidad autonmica sobre la
cual en el plano formal se tiene destacado el carcter de ruptura
ligada aparece, ella, en ese juego de uno que junta y de no- uno
que rasga, como un modo de costura aparente, que resalta en un
mismo movimiento la falla de la no coincidencia enunciativa
(contrariamente al modo de la superficie nica) , y su sutura
metaenunciativa (contrariamente al modo de ruptura bruta del
lapso).
Manifiestas en la superficie del decir, las glosas
metaenunciativas no son del orden del ornamento. A travs de esas
formas que testimonian el modo por el cual un decir se mantiene en
el juego dispersante de las no- coincidencias, por el trazado de
suturas con que ellas reaseguran su unidad, como en un cuerpo de
cicatrices que atesta su cohesin en el lugar de sus heridas
cerradas; ellas son, para un sujeto que es sujeto al ser hablante,
esto es, un ser pegado a su lenguaje, juegos serios de otro modo,
yo entiendo fundamentales, que el de estrategias interactivas en
espejo, que juegan, tocando. - con su modo singular de ser presos
en el lenguaje, que es en particular un modo singular de colocarse
en esas o de hacer con esas no- coincidencias y lo que ellas
inscriben de divisin fundadora y de amenaza de desligamiento el
corazn del sujeto y del sentido.
Mas all del yo del aparato formal de la enunciacin que,
designando al sujeto de la enunciacin en esa misma enunciacin, le
permite, conforme al anlisis de Benveniste, constituirse como tal,
el conjunto de las formas en yo digo X de la metaenunciacin
opacificante, otro registro del hombre en la lengua, no puede ser
considerado como el que , describiendo la enunciacin y su sujeto en
esa misma enunciacin, le permite configurarse, asegurarse una
imagen, preservada (conforme el contorno que le disea la lnea
recortada de los segmentos opacificados) sobre el juego incesante e
irrepresentable de las heterogeneidades a travs de los cual ella se
realiza?
Lejos de la relacin burguesa con la lengua, en que, segn
Bourdieu, la prctica metaenunciativa, comprendida por l como
consumo ostentatorio, de lenguaje con funcin de distincin social
encontrara su anclaje, es (bien evidentemente en las formas
socialmente diversificadas) la relacin humana con la lengua que
sta, fundamentalmente, testimonia.
En el camino, fueron encontradas posiciones extremas que ignoran
de forma opuesta el compromiso inherente a la representacin
metaenunciativa de un hecho local de no-uno: sobre la versin del
registro de lo UNO a que tiende el discurso matemtico formalizado,
o sobre el que, fingiendo, ideolgicamente, producirse en otros
discursos, no puede dar lugar por poco que sea al espacio de un
no-uno; sobre la otra, en que el gesto de retorno metaenunciativo
operado sobre distancias, por eso mismo circunscriptas, no se podra
inscribir en escrituras poticas vueltas al juego de lo no-uno. Una
no tolerando, igualmente cicatrizada, menos lastimada, la otra no
consintiendo el engao de la menor sutura.
Entre estos extremos se desarrolla la variedad ilimitada tanto
en el plano cuantitativo como en el cualitativo: tipos de
distancias reconocidas, puntos donde ellas son localizadas, formas
de respuesta que les son alcanzadas de modos con que se opera en
los discursos, por la imagen que cada uno disea de s mismo de sus
no coincidencias, testimoniando as una posicin enunciativa
especfica (ligada a una ley de gnero, una regularidad de naturaleza
discursiva, una singularidad de sujeto), esta negociacin compromiso
obligatoria, inherente a la enunciacin, con el hecho de las no-
coincidencias que la atraviesan.
Traduccin al portugus: Mara Onice Payer
(Pg. 29 a 50)
EL ENUNCIADOR GLOSADOR DE SUS PALABRAS: EXPLICITACIN E
INTERPRETACIN:
La cuestin del sentido de las unidades lexicales ser tratada aqu
no desde el punto de vista del lingista que describe las palabras
en la lengua o en el discurso, sino de ese descriptor tan
particular del sentido de las palabras que es su enunciador, cuando
las comenta al mismo tiempo que las enuncia, a travs del bucle
autorreflexivo del decir que se vuelve explcitamente sobre s
mismo.
Por oposicin a los modos de decir simples modelo- de un elemento
X, esta modalidad enunciativa del desdoblamiento del decir de X por
la representacin de ese decir seala a travs de la suspensin de la
evidencia del uso de X el descubrimiento en X , por parte del
enunciador, de alguna cosa que no pasa desapercibida y a la cual su
comentario responde1. En la topografa de problemas enunciativos
presentados explcitamente por esos comentarios del enunciador a
saber: distanciamiento en relacin al interlocutor que no forma uno
con l (X, si vos concords), apropiacin en su discurso de palabras
que vienen de otro discurso (X, como dice), falla entre la palabra
y la cosa (X, la palabra no es apropiada) aparece el problema del
sentido que no es obvio para un elemento X del decir, mostrado a
travs de glosas que desdoblan el decir de ese elemento por la
explicitacin aqu y ahora de su sentido.
En su diversidad, lo que todas las formas de explicitacin del
sentido tienen en comn es ir contra el carcter univocante del
mecanismo de reduccin contextual (lineal o situacional) de la
pluralidad polismica y homonmica potencial de un elemento, tal como
lo encontramos formulado en Breal, el inventor de la polisemia en
la lengua, que restringe la percepcin, por el enunciador de una
pluralidad de sentidos de su decir a un punto determinado: aquel de
las trocadillas o de la poesa:
No vale la pena suprimir los otros sentidos de la palabra: estos
sentidos no existen para nosotros, ellos no llegan a los lmites de
nuestra conciencia [] y esto que decimos para quien habla vale
tambin para quien escucha [] que no est ms expuesto que nosotros a
dejarse confundir por las significaciones colaterales que duermen
en lo ms profundo de su espritu (1897, p. 146, cursivas de la
autora).
O tambin en Vendrys:
Cuando decimos que una misma palabra tiene muchos sentidos al
mismo tiempo, somos, de cierta manera, engaados por una ilusin.
Entre los diversos sentidos de una palabra, slo emerge a la
conciencia aquello que es determinado por el contexto. Todos los
otros son abolidos, extinguidos, no existen [] en el lenguaje
corriente, una palabra tiene un nico sentido por vez (1939, p.206,
cursivas de la autora)
Tambin encontramos esta formulacin en el campo de la
psicolingstica contempornea, cuando la ambigedad del lenguaje es
considerada a veces duramente, seala A. Trognot (1987) como un
artificio de la obra lingstica, sin ninguna realidad enunciativa,
en uso.
Sin cuestionar la realidad del mecanismo de reduccin de la
pluralidad potencial del sentido, sin el cual, dada la diseminacin
ilimitada dentro del cual opera, ningn enunciado tendra sentido y
al cual se articula, como veremos enseguida, el trabajo
interpretativo de las glosas , lo que cada comentario manifiesta
es, con efecto, precisamente este esfuerzo que el enunciador deber
hacer para tratar suprimir o acoger, segn el caso estos otros
sentidos que no duermen, sin embargo existen, no abolidos por el
contexto, en un punto X del decir.
Lo que sigue es un trayecto de la diversidad de las formas de
explicitacin reflexiva del sentido de un lexema X y de los
mecanismos interpretativos que ellas envuelven aquello que ellas
traducen a partir del enunciador y aquello que ellas atribuyen al
interlocutor. Analizamos los dos tipos de respuesta que presentan
al descubierto, por parte del enunciador de un no-uno del sentido
en su decir: aquella respuesta que fija explcitamente un sentido
para X y aquella que, por el contrario, desdobla X en una
pluralidad de sentidos.
1. Fijar explcitamente un sentido pg. 31La figura por la cual un
enunciador desdobla reflexivamente el decir de una unidad, a travs
de una explicitacin univocante del sentido de esa unidad en su
decir, constituye, en s, una ruptura de la evidencia del UNO de las
palabras y de su sentido en el decir. Escoger en un punto
determinado de la cadena una unidad X, en relacin a las otras
unidades del paradigma examinables en este punto de la cadena, no
es suficiente en este caso. Es necesario, adems de eso, fijar el
sentido que esa unidad recibe, en relacin a los otros sentidos
(polisemia) o a las otras palabras (homonimia, paronimia)
susceptibles de entrar en este segmento X del decir. Al asumir el
esfuerzo de especificar de esta manera el sentido de un elemento X,
el enunciador da testimonio de la potencialidad de otro sentido que
l encuentra, no en la lengua, pero en las palabras aqu y ahora, en
contexto, y de lo cual debe proteger activamente su decir.
As, la operacin de fijacin de la movilidad potencial del sentido
de una unidad del decir es tambin solidariamente una atestacin de
la realidad enunciativa del no-uno del sentido, al cual esa
operacin opone un trabajo activo de especificacin de un sentido,
llenando, en el segundo plano, metaenunciativo, del desdoblamiento
del decir, la falta del primer plano, a travs de una operacin
contextual de eliminacin en X de un sentido inoportuno que,
entretanto, X autoriza o favorece. Esta oposicin diferencial,
negativa, en relacin a otro sentido de q especfico (ms o menos
preciso) contra el cual el enunciador coloca su sentido, se
presenta a travs de la variedad de sus formas como constitutiva del
sentido de las glosas de fijacin del sentido de X.
Este contenido negativo aparece explcito en un conjunto de
formas:
A) Glosas solamente en la forma negativa: X, no en el sentido de
q. Este tipo de glosa elimina la amenaza del sentido q y apunta
hacia la construccin contextual de un sentido p para X, que por la
explicitacin es colocado como complementario de q en el conjunto de
sentidos de X. Por ejemplo:
1) Lo que es evidente es que hay una moral. Foucault dice que
hay muchas maneras de analizar las morales [...] Es esa moral que
est naciendo. Es un estilo, no en el sentido como lo entiende
Bourdieu, sino una auto-estilizacin, que se impone [...]
(Entrevista con un socilogo autor de un libro sobre maratonistas,
Libration, 14- 3- 87, p. 35).
2) [...] considero que ese libro est verdaderamente marcado por
esa nostalgia. No en el sentido de tristeza; la nostalgia para m no
es un sentimiento triste, negativo (Ph. Labro, entrevista, Lire,
oct. 86, p. 111).
3) Fabien? [...] l podra quemarse no estoy hablando de poker-
no, l arde sin ruido. Se extinguir muy rpido, creo [a propsito de
la vida, en general, de alguien que, adems de eso, juega] (C.
Baroche, ...Et il vewntait devant ma porte, p. 230).
4) Es necesario agradecer a Robert Pandraud, ministro
responsable de la seguridad: l dar a los franceses una ocupacin
(sin alusin a un perodo incmodo de nuestra historia) que les rendir
dinero. Le bastar a cada ciudadano transformarse en un alcahuete
[...] (Le Canard encan, 21-5-86, p. 1).
Esta forma presenta frecuentemente la variante de especificar el
sentido q, apuntando como inoportuno, como resultado de un juego a
partir de un sentido primero de p, tenido como normal, aunque sin
que este mismo sea precisado (comparar 5 con 4):
5) [...] la desclasificacin de Ben Jonson. Ese mismo canadiense
que asombr sin emplear un mal juego de palabras- al planeta el ao
pasado durante los campeonatos del mundo [...] (Le Monde, 28-9-88,
p. 12).
En este ejemplo es importante notar que adems de la operacin de
rechazo, demostrando el develamiento del sentido de q en X, su
eliminacin explcita puede funcionar como forma retrica
-denegatoria- de inclusin.
B) Glosas de forma doble, que suman el contenido negativo al
contenido positivo de especificacin de un sentido p, X en el
sentido de p y no en el sentido de q, constituyendo as una figura
de fijacin mxima del juego del sentido en X. Por ejemplo:
6) Es el aspecto de la idea de personalidad concebida como un
ciclo comportamental comandado por un medio (en el sentido biolgico
visto anteriormente y no en el sentido sociolgico de un simple
ambiente) y entonces [...] (B. Ogilvie, Lacan, La formation du
conept de sujet, p. 73)
7) [...] no son todava ideas, es slo una conducta inconsciente
(no en el sentido de un inconsciente freudiano, sino de una no-
coincidencia) (A. Culioli, en Actes colloque S.A.E.S., 1971,
P.68).
8) Ella es grande, nerviosa [...] ella hace strip-tease en las
barracas del bulevar de Clichy y fue psicoanalista feminista. [...]
Yo la haba conocido en una revista, una mensual, no un espectculo,
de psy anrquicos (G. Hocquenghem, Eve, p. 31).
9) A l [Marcel Aym] le gustaba mucho tambin los colores alegres.
[...] Ah, s, y de los pequeos traseros tambin, las pequeas alegres
con sus relieves (en el sentido topogrfico de la palabra. No los
restos) (A. Boudard, Le Monde des livres, 4-8-89, p. 9).
C) Pero la forma ms utilizada es mayoritariamente aquella de la
especificacin exclusivamente positiva del sentido de X X, en el
sentido de p- que hace intervenir interpretativamente el otro
sentido q. A continuacin se presentan esquemticamente los modos
principales de especificacin de p, esto es, de descripcin
metaenunciativa del sentido de una unidad lexical (estas formas ya
fueron parcialmente encontradas en los enunciados de ms
arriba).
a Parfrasis a travs de una expresin compleja (sustituible o no
sintcticamente a X (10) vs. (11) respectivamente-, situada en el
plano estricto de la palabra (12) o del referente (13)):
10) [El Ministerio Pblico] tambin declar al magistrado
incompetente, es decir, incapaz constitucionalmente de inculpar a
Christian Nucci (Libration, 2-5-87, p.5).
11) Los inmigrantes se sienten tan a gusto en Marsella que los
incidentes racistas, es decir, los insultos de los magrebinos a los
franceses se multiplican (National Hebdo, n 73).
12) Que sea preciso generalizar los abusos y arrojar afuera a
Freud junto con el agua del bao [...] es una jugada ms de las
fuerzas de reaccin. Dije bien reaccin: aquello que reacciona en
contra. El libro de M. Maschino es de cabo a rabo una reaccin
contra su propia historia inacabada (C. Clment, Le Matin, 13-10-82,
p. 24).
13) [Billie Holiday] era una mujer fatal, en el sentido de que
la fatalidad se apoder de ella desde el inicio y no la abandon
jams; [...] (F. Sagan, Avec mon meilleur souvenir, p. 17)
b Sinonimia:
14) La lingstica reduce a una operacin intelectual de
codificacindecodificacin una relacin de fuerza simblica, quiere
decir, una relacin de codificacindecodificacin fundada sobre una
relacin de autoridadcreencia. Escuchar es creer. Como se puede
escuchar en las rdenes (en el sentido de comandos), o mejor an, en
las palabras de orden. (P. Bourdieu, Leconomie des changes
linguistiques, en Langue franise, n 34, 1977, p. 20)
15) Mas que trabajo, en el sentido de parto del trmino, que es
avanzar en este libro! (Correspondencia privada, 20-7-88)
16) Para edificar su teora de las interacciones verbales, los
pragmticos recaen precisamente sobre los casos delicados, sobre los
fenmenos marginales (entendidos como laterales ya que estn lejos de
ser minoritarios en el discurso), [...] (J. Bellemin-Nol, Critique,
mayo 82, n 420, p. 411)
c Dupla antonmica:
17) [...] no queda otra salida sino intentar problematizar y
pasar del estado de ser seducido al estado de seductor, actividad
alegre, no convencional, ligera, en el sentido de no pesada, que
coloca la duracin en peligro (F. Delay, La sduction breve).18)
Despus, su produccin es menos singular, quiero decir ms rutinaria
(FR3, Bote lettres, programa sobre Marcel Pagnol, 28484)
d Contextualizacin adicional:
Este tipo de especificacin se relaciona con la operacin de
reduccin de la plurivocidad potencial de las unidades en la lengua,
operacin realizada generalmente a travs de la doble
contextualizacin contexto lingstico de las otras unidades de la
cadena, contexto extralingstico referencial que aprisiona toda
unidad enunciada. En efecto, al explicitar los elementos
contextuales adicionales, esas glosas se presentan como garanta del
levantamiento, en el plano metaenunciativo, de mecanismos normales
de establecimiento contextual del sentido, que se muestran como
insuficientes en un determinado punto, siendo as, diferente el
mecanismo de especificacin.
d1) Tenemos las formas: X, entiendo XY y X, hablo de Y, donde la
unidad sintagmtica XY ((19), (20)) o la relacin referencial X Y
(21) se inscriben en la estricta coherencia lineal o referencial
del enunciado al cual pertenece X. Por ejemplo:
19) La obra de mi vida, entiendo aqu la obra escrita, aquella
que veo ordenada sobre un ancho estante de mi biblioteca [es]
finalmente un largo grito de alarma (G. Duhamel, Espoirs et
preuves, p. 17).
20) Cules seran las secuelas si el transplante fracasase? Cules
podran ser las causas del fracaso, causas psicolgicas, digo (G.
Raimbault, Entrevista, en M. Bertrand y B. Donay, Psychanalyse e
Sciences Sociales, p. 136).
En estos enunciados, el Y (crite, psycologiques) especifica X
como siendo su expansin en el plano metaenunciativo y se encadena
regularmente en la secuencia lineal en el plan-patrn.
21) Un tipo dej su diario sobre la poltrona de al lado [...]. No
haba sucedido nada en el mundo, nada de nuevo, las guerrillas, los
escuadrones de la muerte, los hambrientos [...] Las fosas de
derecha (hablo de las opiniones) como de izquierda (querido,
queridsimo Pol Pot!) [...] (C. Baroche,...Et il ventait devant ma
porte, p. 60).
d2) Tenemos las formas: X, como se dice XY y X, como se dice X
de Y; donde como es la marca de aquello que en la especificacin
contextual del sentido de X, en el plano metaenunciativo, no se
inscribe totalmente en el encadenamiento sintagmtico- referencial
del plan- patrn, pero se sita en algn otro lugar heterogneo al
contexto lineal (22) o referencial (23), en fin, en otro lugar
diferente de aquel al cual X se asocia de hecho en el plan- patrn.
El sentido de X es fijado explcitamente en el plano metaenunciativo
a travs de un movimiento de dislocacin explcito, de deslizamiento,
en los valores contextuales de las palabras, que constituye una de
las formas de representacin metaenunciativa de la metfora, como,
por ejemplo, en los siguientes enunciados:
22) El tejido de las palabras- valores constituye un aparato
terminolgico, un poco como se dice aparato de poder (R. Barthes, Le
bruissement de la langue, p. 282).
23) Las condiciones de esa toma de sentido (como se dice de un
cemento) se podran constituir en objeto de investigacin [...] (D.
Oster, Passage de Znon, p. 175).
24) Es un pas administrado, liberal, muy maduro, como se dice de
ciertas frutas.( (R. Debray, La neige brle, p. 191).
e) Caracterizacin- determinacin
Se trata estrictamente de expansiones del sintagma definido en
el sentido de, que saturan p a travs de:
sintagmas preposicionales del tipo en el sentido de SN, donde SN
designa un lugar discursivo en el cual X recibe el sentido
requerido aqu. Esta estructura es evidentemente diferente de X en
el sentido de N de (14), por ejemplo, que es parafraseable,
considerando el N mencionado como N es el sentido de X. En la
estructura en el sentido de SN se debe colocar como parfrasis para
un sentido SN (en uso) al siguiente: SN proporciona el sentido de
X:
25) [...] la estilstica del lenguaje es un elemento del aparato
(en el sentido de Pascal) que tiene por funcin producir o mantener
la fe en el lenguaje (P. Bourdieu, Lconomie..., cf. ex. (14)).
26) Los monumentos, religiosos sobre todo , inventariados,
restaurados en el sentido de Viollet-le-Duc, esto es, restablecidos
en un estado completo que puede no haber existido jams en un
momento dado y elevados, de repente, al escaln de tipo ideal (M.
Perrot, Libration, 28- 11- 86, p. 40).
27) En la prctica, ciertos jvenes, de 10 a 11 aos de edad, son
verdaderamente agresivos, en el sentido del artculo 328 del Cdigo
Penal (Lvnement de jeudi, 24-4-86) [Propuesta de un abogado].
relativas:
28) [...] ella se refugia en los lugares romnticos en el sentido
en que se entiende la palabra como sinnimo de pintoresco y de
salvaje (B. Didier, Lcriture femme, p.114).
adjetivos relativos y calificativos, que ponen en juego, como en
los casos precedentes, lugares discursivos fuentes de una polisemia
no- inventariable:
29) El acceso a una problemtica del sujeto (en el sentido
freudiano del trmino) estando as completamente cercado [...] (J. L.
Houdebine, Tel Quel, n 67, 1976, p. 95).
30) En el curso de lingstica general encontramos, as, aquello
que debe ser reconocido como una contradiccin en el sentido
materialista del trmino (P. Henry, Le mauvais outil, p.4).
dominios correspondientes a una polisemia inscripta en la
lengua:
31) El compaero amoroso es una cmara, en el sentido ptico del
trmino,( donde se renen los movimientos originados en procesos
psquicos ajustados desde la infancia (J. Rousseau- Dujardin,
entrevista, Cahiers du Grif, n 31, 1985, p.15).
32) Nadie consigue explicar, entre tanto [...] cmo, suprimiendo
las clases en el sentido escolar de la palabra (confrontar
Legrand), se modifican las relaciones entre las clases sociales,
[...] (J. C. Milner, De lecole, p.65).
trazos semnticos generales (concreto/ abstracto, fsico/ psquico,
activo/ pasivo etc.):
33) Ustedes se transforman cada vez ms en una especie de plano
de reflexin de mis palabras (en el sentido fsico del trmino) (J.
Rousseau- Dujardin, Etudes Freudiennes, n 19-20, p.48).
34) Es necesario que la tarifa sea cmoda para el analista
entiendo en el sentido psquico del trmino (R. G., en A. Hesse, Les
analystes parlent, 1981, p. 253).
el conjunto de facetas del sentido donde se mezclan, de una
manera compleja, nociones metalingsticas y apreciaciones subjetivas
(figurado, etimolgico, literal, estricto, fuerte, pleno, verdadero,
bueno...); as, por ejemplo el trmino propio:
35) Cuntas madres, cuando el nio ya dispone de una autonoma
potencial para cuidar de su cuerpo, no consiguen privarse de
manipularlo, de tocarlo, de saber mejor que el lo que debe comer o
hacer! [...] Esas madres (a veces los abuelos o el padre) son, en
el sentido propio, pederastas (F. Dolto, La difficult de vivre,
p.98).
36) Es difcil imaginar mayor diferencia como referencia social y
cultural [que la de Monory] con la de los profesores. [...] Cuando
los observamos, Ren Monory y los profesores dan la impresin de no
poder, en el sentido propio, entenderse (Monory est sourd et les
instits ncoutent pas, Libration, 3-2-87, p. 27).
37) Esa pelcula es loca, en el sentido propio (Conversacin
privada, 4-12-89; entusiasmo de un adolescente por el film Vol
au-dessus dun nid de coucou (Un extrao en el nido) en el cual la
accin se desenvuelve en un hospital psiquitrico).
38) l fue aceptado en el concurso y fue as que reencontr a
Antoine Vitez: Me acuerdo de nuestro primer curso. Despus de una
corta introduccin, l nos dijo: Vamos a trabajar. En dos minutos,
fui conquistado. Interpretamos en seguida en el sentido propio.( Yo
reencontr el carcter ldico del juego, como cuando era nio y me
cubra [...] con harapos viejos encontrados en las maletas [...]
(Brochura- programa de la Comedia Francesa, n 179, octubre 1989, p.
35).
A partir de esta rpida presentacin de las formas de tipo X en el
sentido de p, quisiera apuntar hacia el aspecto de trabajo
interpretativo, reenviando al contexto, de esas glosas de fijacin
explcita del sentido de un X, que el enunciador siente como
insuficientemente sustentado por el contexto. Satisface esa
deficiencia con la asignacin contextual- del sentido de los
elementos especificadores, de tipo pleno, fuerte, propio, cuyo
valor no es unvoco.
Sin embargo, dentro de los lmites de este artculo, me ocupar
solamente de un aspecto del trabajo interpretativo: aquel que
involucra el contenido negativo q, constitutivo del sentido
atribuido a X, que las glosas de especificacin positiva no explican
pero que contribuyen a construir. Para probar la necesaria relacin
de interpretacin en grados variables de un sentido q por oposicin a
aqul del cual la glosa toma su sentido, basta probar el juicio de
incompresin (de inaceptabilidad?) de enunciados como:
39) l la levant; ella era leve, en el sentido de no pesada.
40) Para el profesor, el primer contacto con la clase, en el
sentido escolar, es frecuentemente determinante.
Por oposicin, respectivamente con (17), donde el contexto de la
seduccin permite inferir fcilmente el sentido ligera = frvola, en
relacin al cual la glosa toma su sentido, o en (32) marcado por la
problemtica de las clases sociales, (39) y (40) constituyen un tipo
de tautologa interpretativa por la falta o dificultad para
construir del elemento rechazado.
El juego interpretativo sobre el cual opera la glosa en el
sentido p es doble: no trabajando solamente sobre la naturaleza del
sentido q, al cual responde la glosa, sino tambin sobre la
naturaleza de lo rechazado que afecta ese sentido q; este,
corresponde, pura y simplemente, a no en el sentido q, que aparece
explcito en (1)- (3) y (6)- (9), pero corresponde adems, de manera
diferente, a no solamente en el sentido q.
De esa manera, se inscriben interpretativamente del lado del
verdaderamente rechazado, como por ejemplo en (17) y (32) citados
ms arriba, las glosas que requieren la eliminacin del sentido usual
de incompetente (10), de restaurados 826), de pederastas (35), del
sentido espacial en de derecha (21), del sentido familiar de cmara
(31).
El no en el sentido q que implica X, en el sentido p, no tiene
slo una funcin de desambiguacin: a partir de la simple eliminacin
del sentido q inoportuno (no fue q lo que yo dije), un
deslizamiento puede operarse para una asercin no- q en relacin al
referente. Por ejemplo, el yo estoy hablando de las opiniones en
(21) termina en la eliminacin del sentido espacial, no permitiendo
inferir un segundo plano asertivo: las fosas no estn situadas
espacialmente a la derecha. Por el contrario, la orientacin del
sentido que explicita (16) al completar X en el sentido p (fenmenos
marginales, entendidos como laterales) a travs de una asercin no- q
(los fenmenos no son minoritarios) me parece que est funcionando
tambin en (17). La diferencia de sentido entre la formulacin
realizada actividad ligera, en el sentido de no pesada, y aqulla
que sera lgicamente equivalente de actividad no pesada (si la glosa
fuese simplemente una eliminacin del sentido frvola, irreflexiva,
poco importante) me parece que pasa por la asercin derivada: no es
una actividad frvola, irreflexiva, es una actividad importante, que
involucra a la persona.... De la misma manera, si en (33) plano de
reflexin en el sentido fsico dice ms que muro-de-eco, es porque la
glosa no en el sentido de actividad intelectual elimina el sentido
q; sin embargo, podemos observar el caso de el analista no est ah
para pensar sino para hacer escuchar el significante, o de (14),
donde en la nebulosa de sentido q de la palabra orden que, en ese
contexto, rechaza en el sentido de comando esto es, el sentido
religioso pasible de ser inferido por la palabra creencia, creer; y
el sentido de estructura formal pasible de ser inferido por
lingstica, codificacin. no est prohibido de ser entendido. En el
lugar donde el primer sentido es eliminado, puede ser repuesta la
asercin polmica de que la lengua (entendida esencialmente como
lugar de violencia social) no es orden propia u orden simblica.
Hacia el otro lado del juego combinatorio de semas realizado a
travs de los sentidos de las unidades de la cadena, juego del cual
las glosas son testimonio, cuando la oposicin p / q deriva de la
homonimia o de la polisemia institucionalizada (strip-tease activa
el sentido de espectculo de revista (8); seductor activa el sentido
de frvola en ligera (17)), las glosas se presentan como un
afloramiento. Cuando la oposicin p / q se inscribe dentro de la
polisemia no- inventariable que el funcionamiento discursivo
imprime a las unidades lexicales (cf. por ejemplo, sujeto en el
sentido freudiano (29) o aparato en el sentido de Pascal (25)), se
trata de otro juego, tambin constitutivo del sentido de las
palabras aqu y ahora en el discurso: el juego descripto por Bajtin
como dialogismo fundamental de todo discurso, consecuencia del
hecho de elaborarse ste en medio de lo ya-dicho de los otros
discursos y especficamente, de lo ya-dicho que, sedimentado en cada
palabra, hace de ella un lugar compartido donde se confrontan
discursos diferentes, portadores de sentidos diferentes para esa
palabra. El llamado explcito a un cierto exterior discursivo, de
apoyo, para anclar en l el sentido de X, se presenta como un
movimiento de defensa contra un exterior discursivo, vivido como
capaz de, a partir del campo interdiscursivo de fuerzas, imponerse,
esto es, de forzar en X las puertas del discurso para imponer all
su sentido (movimiento que explicita, por ejemplo, en (1) la glosa
no en el sentido de Bourdieu en el discurso de un socilogo).
As, marcando un posicionamiento en el interdiscurso, todas esas
glosas que se apoyan explcitamente en el exterior, muy frecuentes
en los discursos tericos y polticos, testimonian implcitamente la
presencia o gestacin relativamente al discurso que est siendo hecho
de un exterior, a cuya fuerza de captacin las glosas se oponen: por
ejemplo, si en el sentido freudiano en (29) descarta el conjunto de
otras significaciones posibles para sujeto, es claramente a un otro
discurso especfico que el se opone, el discurso marxista contexto
discursivo dominante para el discurso del cual trata el enunciado
en cuanto un sentido del trmino sujeto (como conjunto de relaciones
sociales) es producido ah; la referencia a Pascal en (25) funciona
como una defensa especfica contra el riesgo de absorcin (en esa
poca) por el discurso althusseriano y sus aparatos ideolgicos del
estado. La glosa en el sentido materialista de (30) es una
proteccin contra el sentido lgico del discurso epistemolgico
dominante. En otro registro, la glosa de fijacin del sentido de la
palabra racista en (11) testimonia un momento en las relaciones de
fuerzas ideolgico- polticas: la presencia del discurso de Le Pen
cuya proposicin litnica es que no hay otro racismo en Francia sino
el racismo antifrancs es lo que funda la posibilidad de esta
definicin, mas la necesidad de referencia explcita de este sentido,
incluso dentro del cuadro del National Hebdo, muestra al mismo
tiempo su carcter marginal a la cara del sentido recibido
consensualmente en la comunidad.
Juego sobre la identificacin del sentido q a travs de la
combinatoria de semas en el contexto y / o de las relaciones de
fuerzas en el ya-dicho interdiscursivo , juego sobre una simple
eliminacin del sentido q o sobre su conversin en una afirmacin de
no-q sobre el referente, la fijacin de X en el sentido p es an un
juego entre el no en el sentido de q y no solamente en el sentido
q, en el cual la especificacin del sentido p corresponde, de hecho,
a un X tambin en el sentido p que se opone a la exclusividad del
sentido q en X, mas no a su presencia. La glosa se apoya, por el
contrario, en el carcter contextual evidente de q para acrecentar
all un segundo sentido, la fijacin explcita de un sentido reuniendo
aqu, de manera interpretativa, las formas por las cuales,
explcitamente, un enunciador requiere una pluralidad de sentidos en
X: as, por ejemplo, en (12) el sentido poltico presente en las
fuerzas de reaccin no es abolido sino ajustado al sentido
etimolgico, como en (15) el sentido de trabajo se combina con el de
parto; o en los enunciados (36) (38), donde contrariamente al
funcionamiento de (35), en que el sentido usual, no etimolgico, de
pederasta es evidentemente rechazado el comentario en el sentido
propio sera conmutable por tambin en el sentido propio o en los dos
sentidos o en todos los sentidos de la palabra, formas en las
cuales, como veremos abajo, el sentido p explcito no elimina
concordar por entenderse en (36), extraordinario por loco en (37) o
la acepcin teatral por tocar en jouer (38).
Frecuentemente es fuera del contexto lineal prximo que los
elementos sern convocados para construir de manera no-discreta la
interpretacin de en el sentido p como eliminacin o preservacin de
un sentido q: as, el enunciado (13) no consigue por s mismo separar
en el lugar el sentido usual de mujer fatal. Y el espacio
interpretativo abierto por la glosa podr as ser el lugar de
construcciones diferentes del sentido de un X explcitamente fijado,
o ser incisivamente utilizado como en ese enunciado de Drumont
(41), en que lo ya-dicho en el cual ese enunciado se inscribe
(ya-dicho donde encontramos, por ejemplo: Por el hierro [...] o por
la expulsin es necesario que el judo desaparezca) permite dar a la
glosa en el sentido p, bajo la cobertura de mala fe de un rechazo
del sentido usual de exterminar el siniestro valor premonitorio de
en todos los sentidos de la palabra:
41) [Es necesario exterminar a los judos] tomando la palabra
exterminar en el sentido en que la tomaba Racine; colocarlos fuera
de las fronteras, situarlos afuera, [...] (Drumont, La libre
parole, 2-11-1897, citado en J. P. Honor, Le Vocabulaire de
lantisemitisme).
2. Solicitar explcitamente una pluralidad de sentidosEsta es una
respuesta metaenunciativa inversa a la descubierta en X del no-uno
del sentido: la respuesta de la acogida, de la exhibicin explcita
de una pluralidad de sentidos, a travs de formas diversas, dando
lugar, as, a la interpretacin.
Es el caso de tambin en el sentido p, que especifica el otro
sentido que ser agregado al sentido que tiene como evidente,
explicitando uno de los valores interpretativos- encontrados para
en el sentido p:
42) Cuantos fisioterapeutas se preguntaron si no habran escogido
su profesin sobre todo porque es una manera vivible de expresar
[...] su deseo de manipular a los otros, en el sentido figurado
tambin (Th. Bertherat, Courrier du corps, p. 76).
Tenemos tambin la especificacin de uno y del otro sentido X en
los dos sentidos p y q:
43) La creacin de una aristocracia intelectual, porque la
aristocracia social es, en el sentido propio y figurado, decapitada
(Oral universitario, nov. 1983)
44) Las primeras slabas [...] mensaje auditivos smbolo de
nuestro nacimiento, sinnimo del presente, en el doble sentido de
actual y de don que es el vivir efectivo para ese nio, que, de ser
imaginario para los padres, pasa a ser realidad (F. Dolto, Limage
inconsciente du corps).
45) Se trata de un cdigo, en el doble sentido de la palabra (de
interpretacin y penal): aqul del marxismo- leninismo oficial (R.
Debray, Lettre aux communistes, p.81).
46) Mi objetivo es [...] contribuir para el estudio de las vas
(en sus dos grafas, va y voz)( y medios (las medias textuales) por
los cuales se significa esa ideologa (H. Mitterand, La production
du sens..., Coll. De Cerisy, 1975, p.126).
47) Esa pelcula se funda sobre el principio de la balada, en los
dos sentidos del trmino(( (Telerama, n 2101, abril 1990, p.
146).
La abertura para una pluralidad de sentidos en X se hace tambin,
con igual frecuencia, sin especificar los sentidos solicitados, a
travs de dos formas diferentes: en los dos sentidos de la palabra y
en todos los sentidos de la palabra, que se revelan,
interpretativamente, como casi equivalentes. Para la primera forma
tenemos las ocurrencias que siguen (interesa observar que, en
oposicin a su frecuencia, no encontr ninguna ocurrencia de en los
tres sentidos de la palabra):
48) La lengua es un cdigo con un cierto juego dentro del cdigo.
[...] Ah est su economa en los dos sentidos del trmino (J. Bastuji,
Modles linguistiques, v. 2, 1983, p. 90).
49) [...] ropaje prestado que emplea el plagiario, autor con
falta de texto, para contener, en los dos sentidos del trmino, un
mundo interior mal definido [...] (M. Schneider, Vouleurs des mots,
p. 377).
50) Vos, cuando queds sola, vos te refugis en la fajina a fondo!
Es menos peligroso que mudar, en los dos sentidos del trmino((( (H.
Maure, Le cinquantaine au fminin, p. 207).
Se puede observar en esos enunciados la manera definida como el
enunciador hace referencia a los dos sentidos de la palabra y, aqu,
sin el apoyo de la especificacin de p y q, como en las formas
precedentes.
Contrariamente a lo que sera el funcionamiento de las formas
como X en los dos sentidos de esa palabra y X en los dos sentidos
que esa palabra puede tomar aqu, que distinguiran en teora- una
dualidad de sentidos efectivamente realizados de una pluralidad
virtual ms amplia, las formas estereotipadas del tipo en el doble
sentido de la palabra, se presentan como permitiendo, en su
indeterminacin entre token (ocurrencia) y type (signo), una
superposicin operada por el enunciador entre la plurivocidad que l
percibe y solicita reflexivamente para tal ocurrencia de X y la
plurivocidad virtual que l atribuye al signo X.
As, esas formas testimonian de manera compleja la reduccin que
se opera, en el proceso enunciativo, de la virtualidad semntica de
un signo. Como todas las glosas que trabajan sobre el sentido, sea
para asegurar explcitamente lo uno o para, a fortiori, como aqu,
decir lo no-uno, esas formas cuestionan, como ya dijimos, el
carcter radical de esa monosemantizacin que el contexto y la
intencionalidad operaran en el proceso enunciativo sobre la
virtualidad semntica de un signo. Pero al mismo tiempo, la no
distincin entre pluralidad del sentido de la ocurrencia y del signo
que esas formas manifiestan, a las cuales los enunciados recurren
regularmente para decir lo no-uno de X, aqu y ahora, me parece,
demuestra el proceso de reduccin de las virtualidades del sentido
del signo, que se opera efectivamente en la enunciacin. La abertura
para la dualidad de sentido de la ocurrencia de X se confunde en la
forma metaenunciativa con la restriccin de esa dualidad de la
pluralidad virtual del signo X.
En los ejemplos que siguen de esa figura de lenguaje tomada en
su doble sentido, apuntaremos al hecho de que, asociada al mismo
signo X jeu- jouer [juego- jugar], la forma refiere
interpretativamente, segn el contexto, a pares de sentido
diferentes: sentido ldico y de fluctuacin en (51), sentido ldico y
musical en (52):
51) [...] evaluar el margen del juego (en el doble sentido de la
palabra)( dejada para los sujetos por el sistema lingstico (Bull.
De SHESL, 4 trim. 1987, p. 6).
52) El lugar de la musicoterapia fue interpretado de hecho no en
el cuadro teraputico preestablecido o pre- conceptualizado, pero en
los mrgenes: las personas que eran, por ejemplo, musiclogos y
msicos tenan un jefe tolerante, deseoso de experimentar, que les
permitiera jugar en el doble sentido del trmino-, y algo sin duda
efectivamente jug all (Musicothrapies, LAne, n 9, p. 14).
Para la segunda forma, la figura de apertura mxima en un punto X
sobre el no-uno del sentido, esto es, el llamado para hacer jugar
todos los sentidos de X, que, si es tomado al pie de la letra,
inscribira en el decir un punto de proliferacin indefinida del
sentido, funciona de hecho en el discurso con una variante de en
los dos sentidos de la palabra, confirmando, a posteriori, el
anlisis hecho ms arriba, segn el cual, para el sujeto enunciador,
los dos sentidos que l percibe y solicita en el punto X de su decir
(es decir, para la ocurrencia de X) se imponen como los nicos dos
sentidos del signo X, esto es, todos los sentidos. Por detrs de la
homonimia, en la oposicin entre X, en todos los sentidos de la
palabra de la glosa metaenunciativa y lo Literalmente y en todos
los sentidos, con lo cual Rimbaud acompaa su poesa, debe destacarse
lo siguiente: la enunciacin que se entrega globalmente al exceso
irreferible del sentido que se produce en ella, responde una
posicin de control metaenunciativo localizando un punto de apertura
del decir para el no-uno del sentido, apertura para una dispersin
de todos los sentidos, que se muestra a s misma,
interpretativamente, como siendo trada al espacio limitado del
juego en X entre dos sentidos. As:
53) La Normanda es tierra de cultura, en todos los sentidos del
trmino (Guide Bleu Normandie, p. 49).
54) [...] si vos te torcs una patilla, si perds un tornillo, no
dudes en entrar en la ptica ms prxima, va a tener arreglo, con
certeza, inmediatamente y gratuitamente, en todos los sentidos del
trmino (Vivre avec ses lunettes, Cosmopolitan, abril 1985, p.
78).
55) Fue Jean Renoir quien la descubri en todos los sentidos de
la palabra!- para su Dejeneur sur lherbe (picnic), y Catalina se
qued [...] (Nouvel Observateur, 20-3-87).
56) De todas formas, es en seguida que el asunto se agrava. En
todos los sentidos del trmino. ( Pues es justamente con el acuerdo
de Pasqua que se organizaron en seguida [...] [utilizando] toda una
red paralela cuya fuerza de choque est constituida por la mafia
corsa de los juegos de azar (Levnement du jeudi, 22-1-87, p.
5).
57) Su libertad no viene de Dios ni de la Razn, sino del juego
(tomen la palabra en todas sus acepciones) que le suministra el
orden simblico, sin el cual l no hablara ni sera un hombre (R.
Barthes, Prefacio en F. Flahaut, La parole intermdiaire).
(En este ltimo enunciado, observamos que la glosa todas las
acepciones no incluye el conjunto de sentidos puestos en juego en
los enunciados (49), (50) o (38), vistos arriba.)
Dos puntos merecen ser apuntados en esta rpida sntesis de formas
que operan sobre la pluralidad de sentidos en X. En principio
debemos destacar lo que distingue una prctica metaenunciativa de
descripcin, hecha por el enunciador, del sentido de las palabras de
su decir, de la prctica metalingstica del lexicgrafo: es la
indiferenciacin de las formas de desdoblamiento del decir en
relacin a lo que est en juego en el no-uno del sentido de X: la
polisemia de una unidad lexical como economa (48), ((, por ejemplo;
o la homonimia ms asistemtica de balada (47) o corsa (56). En el
caso de la prctica metaenunciativa, la designacin uniforme de X por
palabra o trmino no refiere a una unidad lexical, sino a un
elemento de la cadena significante.
Por otro lado, debemos destacar, en todas las glosas que
requieren de varios sentidos para un elemento, el carcter de
insustituible que ellas atribuyen de esa manera al elemento X
comentado, en la medida en que esa pluralidad de sentidos de la
polisemia y tambin de la homonimia- corresponde un bloqueo absoluto
de la sinonimia. Queda claro, por ejemplo, que si presente puede
recibir los sentidos de actual, por un lado, y de don, por otro
lado, como sinnimos en dos contextos diferentes, la conjuncin,
solicitada en (44), de esos dos sentidos actual + don en un mismo
contexto deriva de la radical singularidad del elemento presente;
de ah el parentesco interpretativo entre las formas que solicitan
explcitamente un doble sentido para un elemento X (valorizado por
eso mismo como insustituible) y las formas del tipo es el caso de
decir que apuntan explcitamente para la plena adecuacin de un
elemento (fundada sobre su doble sentido).
********
Dentro de los lmites de este artculo, apenas evocar los tipos de
esclarecimiento que trae, hacia un discurso, el conjunto de glosas
de explicitacin del sentido que desdoblan el decir en las palabras
comentadas. Trabaj aquello que, por su especificidad (frecuencia de
los puntos de encuentro del no-uno del sentido; palabras
comentadas; tipo de no-uno: polisemia u homonimia; modo de
tratamiento del no-uno; reduccin o acogida;...), se dice sobre el
posicionamiento de ese discurso en el interdiscurso y sobre la
relacin subjetiva singular (permeabilidad o cierre) establecida con
ese no-uno del sentido. As, para tomar esquemticamente un ejemplo
fragmentario, la escritura terica de un Lvi-Strauss (con pocas
glosas de reduccin del no-uno) se oponer evidentemente a la
escritura de un Barthes (con glosas superabundantes de acogimiento
del no-uno).
Sin embargo, ms all de las diferentes puestas en escena
discursiva que las glosas permiten, aquello que me interesa
subrayar aqu en el funcionamiento del gesto metaenunciativo de
explicitacin del sentido de una unidad lexical en contexto es la
complejidad de lo que est en juego en el plano del sentido reduccin
contextual, explicitacin e interpretacin en el ir y venir entre un
contexto de X, que se muestra como insuficiente para determinar
unvocamente el sentido de ese elemento X, y una explicitacin que lo
suple, frecuentemente, no por el modo autnomo de una descripcin
donde se realizara el sentido de X, sino desembocando en un trabajo
interpretativo apoyado... en el contexto.
Traduccin (de francs a portugus): Mnica Zoppi-Fontana.
N.T. del Francs al Portugus: expresiones que se prestan a su
traduccin en portugus (ou seja, isto ,) no presentan ncleo
sintctico que corresponda a cest.
Nota de SILVIA: Cfr. Reyes Siguiendo este enfoque, G. Reyes toma
de Sperber y Wilson (1986) la nocin de uso interpretativo del
lenguaje, desde la cual es pertinente considerar tanto las citas
explcitas como implcitas, y desde la cual se puede contemplar que
el discurso citativo adems de informar acerca de lo que dijo
alguien, tambin puede tener como fin poner de manifiesto la actitud
del hablante hacia lo que est citando: esa evaluacin es lo
relevante. La gama de evaluaciones posibles va desde la apropiacin
total hasta la ridiculizacin de lo citado (Cf. p. 597) En relacin
con esto ltimo, se escribe acerca de la irona:
Comentario de Silvia: Cfr. La ley del gnero con el texto de
Derrida discutiendo con Genette Conversar con Csar que fich sto
para el primer informe 2004. Releer el fichaje y recuperar las
fotocopias (dnde estarn?) Ver tambien libro de Manni, Gerbaudo y
otros, 2006: 54)
( N. T.: Cest un pays polic, libral, trs avanc comme on dit de
certaines viandes. En el francs, avanc siginifica avanzado y es, en
relacin a una comida, casi podrido, deteriorado; frais, fresco. En
la traduccin sustituimos viandes por frutas, para mantener el
efecto de trocadilla.
( N.T. :.: en el original en francs Le partenaire amoureux est
un foyer au sens optique du terme o se rassemblent les mouvements
issus des processus psychiques rods depuis lenfance, el enunciado
juega con los dos sentidos de la palabra foyer, como zagun y como
foco.
( N.T. : en el original Il est reu au concours et cest ainsi
quil rencontre Antoine Vitez: Je me souviens de notre cours. Aprs
un petite introduction el nous a dit: Travaillons. En deux minutes,
jai t conquis. Nous avons joutout de suite au sens propre. Je
retrouvais le caractre ludique du jeu, comme lorsque jtais enfant,
que je me revtais [...] de vieilles hardes trouves dans des malles
[...], la palabra jouer permite el juego de palabras entre los
sentidos de tocar (un instrumento) o representar teatralmente y de
jugar.
( N. T.: en francs Mon objectif est [...] contribuer ltude des
voies (dans les deux ortographes, voie et voix) et moyens (les
mdias textuels) par lesquels se signifie cette idologie; voie=
camino, va y voix= voz.
(( N. T.: EN FRANCS Ce film est fond sur le principe de la
ba(l)lade, aaux deux sens du terme; ballade= balada y balade=
paseo.
((( N. T: en francs Toi, quand tu te retrouves seule, tu te
rfugies dans le mnage fond! Cest moins dangereux que de dmnager,
dans les deux sens du terme; mnage = fajina, dmnager = huir,
mudarse.
( N. T: en francs [...] dvaluer la marge de jeu (au double sens
de ce mot) laise aux sujets par le systme linguistique; jeu =
juego, diversin, jeu = representacin teatral, interpretacin de un
instrumento musical.
( N. T.: en francs De toute manire, cest ensuite que laffaire se
corse. Dans tous les sens du terme. Car cest bien avec laccord de
Pasqua que sont ensuite organiss [...] [en utilisant] tout un rseau
parallle dont la force de frappe est constitue par la mafia corse
des jeux de hasard, el juego de palabras se funda en los sentidos
de corse, entendido como corso e como agravarse.
(( N. T.: en el francs, como en el portugus (y espaol), economa
tiene tres acepciones: administracin (en ese caso se asocia a un
saber disciplinar), gestin de recursos que evite los gastos (se
asocia en ese caso al ahorro) y organizacin interna de un sistema o
juego.
a gente corresponde a nosotros. Cambio: la gente por
nosotros.
LA TEORA DE LOS DOS OLVIDOS DE PECHEUX?.
Recuerdo algo que tomamos en el primer informe, sobre la
diferencia entre METALENGUAJE y metalingstico, metadiscursivo y
metacomunicativo no recuerdo fuente, pero me parece que de Camps...
( ver info, 2004)
Y TODO ATRAVESADO
!!!!! Escritor profesional, experto?!
PAGE \# "'Pgina: '#''" Esto es Lacan
NOTAS
Para un estudio sistemtico de esa configuracin enunciativa y
para un resumen, cf. Authier- Revuz (1992) y (1993)
respectivamente.
Aqu opera una doble restriccin sobre el conjunto de respuestas
metaenunciativas posibles para el no-uno del sentido de un elemento
X: a) las formas del tipo en el sentido p, en los dos sentidos de
la palabra, explicitan el sentido por oposicin a las formas del
tipo X, si yo me atrevo a decir, X, si es se el caso de decir as,
que explicitan el modo de decir, modo que aparece como alterado o
reforzado por el no-uno; b) los casos en que el lugar de X del
no-uno es un lexema y no una construccin sintctica, ni incluso una
locucin cristalizada.
Cf. nota **, en p. 44.
Cf. nota **, en p. 44, *, en p. 47.
BIBLIOGRAFA
- AUTHIER-REVUZ, J. (1991) Les non-concidences du dire el leer
reprsentation mta-nonciative Etude linguistique et discursvie de la
modalisation autonymique. Tese de Doutorado de Estado, Universidade
de Paris VIII-Saint-Denis, 1992.
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