OSTEOPATÍA Y TRATAMIENTOS ODONTOLÓGICOS Su influencia con los problemas de ATM, oclusión, cervicalgias, neuralgias, cefaleas, mareos, bruxismo, escoliosis y otras alteraciones posturales Por Fernando Queipo D.O. Muchas veces se nos presentan dolores, ruidos o desequilibrios en la ATM, problemas de oclusión, mordida que a la vez o en forma independiente producen dolores cervicales, de cabeza, zumbidos. En todos los casos el tratamiento odontológico debería ser complementado por el tratamiento osteopático. A partir del descubrimiento y experimentación de la movilidad de los huesos del cráneo muchos problemas odontológicos y estomatológicos no podrán tener una visión meramente local sino que su tratamiento deberá tener en cuenta al conjunto del cráneo. Pero, a la vez, el equilibrio craneal va a depender del funcionamiento de todo el cuerpo en conjunto, con lo cual creemos que el enfoque debe ser global. De este modo, un problema de ortodoncia o témporo-mandibular (ATM) debemos relacionarlo con el funcionamiento y la movilidad del cráneo, la columna cervical y, en definitiva, con todo el cuerpo, ya que en el organismo todo está integrado. Por otra parte, estos problemas pueden tener otros síntomas asociados (mareos, vértigos, migrañas, dolores cervicales, dificultades al tragar, afonías, faringitis, etc.) que suelen formar parte de la misma alteración mecánica. Para explicar y fundamentar este tema debemos basarnos en dos conceptos: la movilidad y maleabilidad de los huesos del cráneo y la noción de globalidad. Fundamentos Partimos de la base de que el hueso, más allá de factores genéticos, modifica su forma en función de las tracciones que recibe a través de los músculos. Sabemos que el tejido óseo está envuelto por el tejido conectivo (periostio) y, a la vez, en él se insertan los tendones de los músculos que también están envueltos por tejido conectivo. O sea, el músculo se contrae y tira del tejido conectivo que está inserto en el hueso. Si estas tensiones se hacen continuas y se mantienen en el tiempo, obligan al tejido óseo adaptarse a ellas. De este modo, va cambiando su forma. Las leyes de Wolf o Delpech explican este proceso de cambios en el hueso, aunque lo enfocan hacia los cambios articulares degenerativos o artrosis. Los desequilibrios de ATM o de oclusión, entonces, son equiparables a la escoliosis: las tracciones de los músculos van generando curvas anormales en la columna y en el resto de las estructuras corporales, entre ellas, el cráneo. ¿De donde parten esas tensiones, tracciones y contracciones musculares? Obviamente del Sistema nervioso, que es el que dirige el trabajo de los músculos, es el que va determinando la postura, impartiendo las órdenes según las necesidades o exigencias posturales, emocionales o comportamentales. Así se va constituyendo nuestra postura y, a partir de ella, la forma de nuestro cráneo y la adaptación de la ATM y de la oclusión y, del