Departamento de Filosofía (bauldefilosofia.es) ([email protected]) UD 4. Mente / cerebro. El dualismo platónico. Tiempo y vida de Platón. Por lo pronto, tenemos que decir que Platón (el de la foto del margen) no es el verdadero nombre de nuestro autor, sino tan solo el “mote” como se conocería a aquel cuyos padres llamaron “Aristocles”. Dejando esto a un lado, tenemos que decir que Aristocles (o Platón para los amigos), nació en Atenas hacia el año 427 a.C. Nos encontramos en el siglo V a.C., conocido a lo largo de la historia como el “Siglo de Pericles”; un período caracterizado por el esplendor de la polis ateniense en todos los órdenes: En el terreno político y militar, Atenas ha salido victoriosa de las Guerras Médicas (500- 479 a.C.), un conflicto desigual que enfrentó a griegos y persas, y que se saldó con el triunfo de los primeros. Tras ellas, Atenas consolida su liderazgo entre las polis jónicas y funda la Liga Ática: una coalición de 200 polis jónicas, al frente de la cual está Atenas. Cada aliado está obligado a contribuir a la Liga aportando buques de guerra o pagando una determinada cantidad de dinero para la construcción de dichos buques. La “caja común”, que en un principio se establece en el templo de Apolo en Delos (un lugar “neutral”), luego se lleva a Atenas. “Casualmente” también, los buques de guerra se construyen en Atenas, lo cual trae consigo un desarrollo económico fabuloso en la polis, desarrollo que se manifestará en un esplendor artístico y cultural sin igual. Dicho esplendor atraerá a artistas y sabios (“sofistas”) de todas partes, elevando a Atenas al centro de la cultura y del saber. Todos estos acontecimientos “coinciden” con la elección de Pericles como “estratega” de Atenas. A él se debe, entre otras cosas, la reforma de la democracia (dando más poder a la Asamblea y, con ello, al pueblo), el impulso del arte y la cultura, y la transformación de la Liga Ática en Imperio Ático. Pero volvamos a nuestro protagonista. Platón nace en una de las familias aristocráticas de Atenas. Se dice que su padre, Aristón, era descendiente de los antiguos reyes de Atenas. Por su parte, su madre era hermana de Carmides y prima de Critías (dos de los Treinta tiranos). Cuentan también que, siendo niño Platón, sufrió la muerte de su padre y no vio con muy buenos ojos el hecho de que se madre se casara por segunda vez. Como todo ateniense, Platón recibió una buena educación. Lo más seguro es que hiciese el servicio militar en la “caballería”, como le correspondía por su posición social, participando en la última etapa de la Guerra del Peloponeso. Se me olvidaba comentar que la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) fue un conflicto que enfrentó a lo largo de 27 años a griegos contra griegos; una guerra civil con la que dos viejos enemigos (atenienses y espartanos) intentaron solucionar sus diferencias. Al final, la guerra dio al traste con tantos años de esplendor ateniense, señalando el comienzo de la decadencia de Atenas. En este ambiente creció Platón, quien, desde niño, fue destinado a la carrera política. Es en este punto donde Sócrates entra en escena. Sócrates era, sin lugar a dudas, uno de los atenienses más famosos de la Atenas del siglo V a.C. Su fama no le venía precisamente de su físico, ya que, según dicen, era “poco agraciado”, sino más bien de su “persona”. Este filósofo ateniense era una persona extremadamente sencilla, un hombre que no pretendía crear una escuela de seguidores, ni arrastrar tras de sí a las masas. Pasaba la mayor parte del tiempo en los mercados y plazas públicas de Atenas, manteniendo discusiones con todo aquel que quería hablar con él. De este modo ponía en juego su “ironía”: fingiendo “no saber”, preguntaba a diestro y siniestro hasta hacer llegar a su Esparta Atenas
15
Embed
Atenas Esparta - DEPARTAMENTO DE FILOSOFÍAbauldefilosofia.es/pdf/FILOSOFIA I/EL SER HUMANO/APUNTES PLATON... · Atenas Esparta . Departamento de Filosofía (bauldefilosofia.es)...
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Tiempo y vida de Platón. Por lo pronto, tenemos que decir que Platón (el de la foto del margen) no es el verdadero nombre de nuestro autor, sino tan solo el
“mote” como se conocería a aquel cuyos padres llamaron “Aristocles”. Dejando esto a un lado, tenemos que decir que Aristocles (o
Platón para los amigos), nació en Atenas hacia el año 427 a.C.
Nos encontramos en el siglo V a.C., conocido a lo largo de la historia como el “Siglo de Pericles”; un
período caracterizado por el esplendor de la polis ateniense en todos los órdenes:
En el terreno político y militar, Atenas ha salido victoriosa de las Guerras Médicas (500-
479 a.C.), un conflicto desigual que enfrentó a griegos y persas, y que se saldó con el triunfo de los
primeros.
Tras ellas, Atenas consolida su liderazgo entre las polis jónicas y funda la Liga Ática: una
coalición de 200 polis jónicas, al frente de la cual está Atenas. Cada aliado está obligado a contribuir a la
Liga aportando buques de guerra o pagando una determinada cantidad de dinero para la construcción
de dichos buques. La “caja común”, que en un principio se establece en el templo de Apolo en Delos (un
lugar “neutral”), luego se lleva a Atenas.
“Casualmente” también, los buques de guerra se construyen en Atenas, lo cual trae
consigo un desarrollo económico fabuloso en la polis, desarrollo que se manifestará en un esplendor
artístico y cultural sin igual. Dicho esplendor atraerá a artistas y sabios (“sofistas”) de todas partes,
elevando a Atenas al centro de la cultura y del saber.
Todos estos acontecimientos “coinciden” con la elección de Pericles como “estratega” de
Atenas. A él se debe, entre otras cosas, la reforma de la democracia (dando más poder a la Asamblea y,
con ello, al pueblo), el impulso del arte y la cultura, y la transformación de la Liga Ática en Imperio Ático.
Pero volvamos a nuestro protagonista. Platón nace en una de las familias aristocráticas de Atenas. Se
dice que su padre, Aristón, era descendiente de los antiguos reyes de Atenas. Por su parte, su madre
era hermana de Carmides y prima de Critías (dos de los Treinta tiranos). Cuentan también que, siendo
niño Platón, sufrió la muerte de su padre y no vio con muy buenos ojos el hecho de que se madre se
casara por segunda vez.
Como todo ateniense, Platón recibió una buena educación. Lo más seguro es que hiciese el servicio militar en la “caballería”, como
le correspondía por su posición social, participando en la última etapa de la Guerra del Peloponeso.
Se me olvidaba comentar que la Guerra del Peloponeso (431-404 a.C.) fue un conflicto que enfrentó a lo largo de 27 años a griegos
contra griegos; una guerra civil con la que dos viejos enemigos (atenienses y espartanos) intentaron solucionar sus diferencias. Al
final, la guerra dio al traste con tantos años de esplendor ateniense, señalando el comienzo de la decadencia de Atenas.
En este ambiente creció Platón, quien, desde niño, fue destinado a la carrera política. Es en este punto donde Sócrates entra en
escena.
Sócrates era, sin lugar a dudas, uno de los atenienses más famosos de la Atenas del siglo V a.C. Su fama no le venía precisamente
de su físico, ya que, según dicen, era “poco agraciado”, sino más bien de su “persona”. Este filósofo ateniense era una persona
extremadamente sencilla, un hombre que no pretendía crear una escuela de seguidores, ni arrastrar tras de sí a las masas. Pasaba
la mayor parte del tiempo en los mercados y plazas públicas de Atenas, manteniendo discusiones con todo aquel que quería hablar
con él. De este modo ponía en juego su “ironía”: fingiendo “no saber”, preguntaba a diestro y siniestro hasta hacer llegar a su
interlocutor a la conclusión de su propia ignorancia. Sabemos también que tenía la costumbre de asistir a los banquetes, beber y, si
se presentaba la ocasión, hacer el amor con una “hetaira”.
Como lema de su vida tomó la frase del oráculo de Delfos “conócete a ti mismo”. A partir de ahí, dedicó su existencia a la tarea de
provocar a los hombres con el fin de hacerlos pensar, abrir los ojos y despertar en ellos el ansia por un conocimiento válido y
digno. Para ello utilizó un método que, según él, había aprendido de su madre: la mayeútica.
El encuentro de Platón con Sócrates se debió a una “equivocación”. La familia de Platón quería que éste se preparara para la vida
política ateniense. Los “expertos” del momento en estos temas eran los “sofistas”: unos personajillos que se paseaban por la
ciudad, vendiendo su saber a cambio de buenas sumas de dinero. Su especialidad era la “retórica” y la “dialéctica”: enseñar a
hablar bien a los futuros políticos, para que el pueblo se rindiera a sus encantos cada vez que abrieran la boca en la Asamblea. Por
esta razón, los padres de Platón mandaron a su hijo a “estudiar” con un “sofista”: un tal Sócrates. El problema es que Sócrates no
solo no era un sofista, sino que los detestaba profundamente. Al final, como no podía ser de otro modo, Sócrates se ganó a Platón
para lo que él denominaba “amor a la sabiduría”, y Atenas perdió a un brillante hombre de gobierno.
En el 404 Atenas cae derrotada ante Esparta y la democracia ateniense es suprimida. Nace así el Gobierno de los Treinta Tiranos:
un gobierno impuesto por Esparta y elegido por ella de entre los atenienses más antidemocráticos. Dos de sus integrantes
(Carmides y Critías), familiares de Platón, invitaron a nuestro autor a unirse a ellos, pero Platón prefirió esperar. Muy pronto quedó
decepcionado por la sangrienta represión y la falta de escrúpulos que caracterizó al nuevo gobierno1.
En el 403 a.C. cae la dictadura y se restaura la democracia. Platón -que hasta entonces se había desentendido de la política, debido
a las injusticias cometidas por los Treinta tiranos- volvió a pensar en dedicarse a ella. Pero cuando cuatro años más tarde (en el 399
a.C.) la Asamblea ateniense (el órgano político con más poder de Atenas) condena a muerte a Sócrates (el hombre “más sabio y
justo” de Atenas) Platón siente una grandísima decepción y renuncia a tomar parte activa en la vida política. A raíz de este hecho,
Platón abandona Atenas y se refugia en Megara, en casa del filósofo Euclides, también discípulo de Sócrates.
Durante los diez años siguientes a la muerte de Sócrates, Platón se dedica a hacer varios viajes, entre ellos uno a Egipto. Durante
este tiempo puso por escrito sus recuerdos de Sócrates, en forma de diálogo (“Diálogos socráticos” o de juventud).
A estas alturas Platón debía rondar los 40 años. Fue precisamente en este momento cuando su vida dio un vuelco radical. Proyectó
un viaje al Sur de Italia, con el fin de establecer contacto con los pitagóricos que quedaban en Tarento. Durante su estancia en
dicha polis, se empapó de las doctrinas de la secta fundada por PItágoras. Una vez terminado el objeto de su misión, Platón pasó a
Sicilia, con el fin de ver el famoso volcán Etna y conocer las florecientes ciudades griegas de la zona, en especial Siracusa: la mayor
ciudad, junto con Atenas, de toda la Hélade.
En su viaje a Sicilia, Platón quedó escandalizado ante la “dolce vita” a la que se habían entregado los dirigentes políticos de la
región2. A partir de este momento, Platón se vería envuelto en la turbulenta vida política de las ciudades sicilianas. En tres
ocasiones Platón viajaría a Sicilia.
Primer viaje.
En su primer viaje a Siracusa Platón conoció a Dión (según algunos el “gran amor de su vida” y el hombre que lo
arrastraría a las aventuras políticas sicilianas). Cuando Platón llegó a la ciudad, Dión era un joven de 20 años que muy
pronto sintonizaría con sus enseñanzas, llegando a ser su discípulo predilecto. Además, Dión era un hombre de una
gran posición social, al ser cuñado y yerno del tirano de Siracusa (Dionisio I).
1 Dice Platón: “Entre las tropelías que cometieron estuvo la de enviar a mi amigo, el anciano Sócrates, de quien yo no tendría reparo
en afirmar que fue el más justo de los hombres de su tiempo,... a arrestar a un ciudadano y conducirlo por la fuerza para ser ejecutado; orden dada con el fin de que Sócrates quedara implicado en sus crímenes. Por cierto: Sócrates no obedeció y se arriesgó a sufrir toda clase de castigos, antes que hacerse cómplice de sus crímenes” (Carta VI). 2 “En modo alguno me gustó la llamada “buena vida” que allí se practicaba, colmada de banquetes, consistentes en pegarse dos
grandes comilonas al día e irse a dormir cada noche acompañado (...) Ninguna polis puede permanecer tranquila... mientras sus dirigentes estén convencidos de que hay que dilapidar toda las riquezas de la ciudad en excesos, y de que deben permanecer con los brazos cruzados ante todo lo que no sea la buena mesa, la bebida y la búsqueda de los placeres sexuales. Es inevitable que tales ciudades no cesen jamás de cambiar de régimen político”.
En el siglo VI a.C., en las polis jonias de Asia Menor y en el sur de Italia, aparece una nueva forma de pensar (logos) que, con el paso del tiempo, suplantaría a las explicaciones míticas del mundo. Dicha forma de pensar, identificada con la filosofía, comenzaría buscando, por medio de la razón, el “arché de la physis”. A esta tarea se dedicaron los primeros pensadores de la “Escuela de Mileto” y los “Pitagóricos”. En el siglo V, se produce un cambio de dirección: de la “preocupación cosmológica” de los primeros presocráticos, se pasa a la “ontológica” y ello gracias a Heráclito y Parménides. Mientras el primero, afirma que todo lo real está sometido a “cambio o devenir”, el segundo (Parménides), al afirmar la existencia de una única realidad (el “ser”), y considerar el devenir y la diversidad como mera “apariencia”, lleva a la filosofía a un callejón sin salida. La tarea de Platón será conciliar ambos extremos (unidad y pluralidad / devenir y permanencia). Por último, la llegada a Atenas de los sofistas y la entrada en escena de Sócrates marcarán un nuevo rumbo en la filosofía: el interés por el hombre como ciudadano de la polis. Mientras los sofistas, relativistas y escépticos, sostenían un convencionalismo en temas como el conocimiento, la ética y la política, Sócrates defendería la posibilidad de alcanzar un conocimiento objetivo de la verdad y la virtud, estableciendo una íntima conexión entre ambas (intelectualismo ético). Éste es el contexto filosófico de Platón. A partir de él, nuestro autor intentará elaborar el primer sistema filosófico con el fin de alcanzar la polis ideal: la polis justa.
Memento.
El arché de la physis. o Significado de “arché” o Los tres “requisitos” o “significados” del término
1. . 2. . 3. .
El arché de la physis en o Tales… o Anaximandro… o Anaxímenes… o Los pitagóricos…
Heráclito. o El cambio o devenir es… o La causa del devenir es… o Esta guerra de contrarios es muy especial, debido a que… o El logos es…
Parménides: o El ser, es…. (termina la frase) o El cambio o devenir es… o Características del “ser”
1. Gobernantes. 2. Vigilantes o guardianes. 3. Artesanos o productores.
EXISTE LA VERDAD Y ES POSIBLE LA CIENCIA
Todo es relativo (como dicen los Sofistas), o es
posible la verdad y la Ciencia
(conocimiento universal, inmutable
y perfecto).
Punto de partida: Las nociones matemáticas (Las matemáticas, como modelo de conocimiento o verdad)
Universales Inmutables Perfectas
¿De dónde proceden?
¿Existen los objetos a los
que se refieren?
No de los sentidos
Sí, de la inteligencia. (las posee el alma)
Existen realmente.
Reciben el nombre de Objetos Inteligibles o IDEAS
Mundo
sensible
- Formado por los objetos sensible - Son particulares, cambiantes e imperfectos - No es la verdadera realidad (sino una realidad a medio camino entre el Ser y el
No-Ser absoluto
- Formado por los objetos inteligibles o Ideas - Son universales, inmutables y perfectos - Son la verdadera realidad, debido a su perfección (existen real y plenamente)
¿Cómo conoce el
hombre los Objetos
inteligibles o Ideas?
No, a través de los sentidos
Sí, por medio de la inteligencia ( el alma posee el conocimiento de dichos objetos)
Demostración: Las nociones matemáticas (y geométricas, como punto de partida.
1. Poseemos las nociones de “igualdad”, “proporción”, “mayor / menor que”, “cuadrado”… y otras
tantas nociones aritméticas y geométricas. 2. Por “los sentidos” comprobamos que en este mundo hay cosas “cuadradas” y objetos “iguales”
entre sí. Sin embargo, ningún objeto que podamos percibir por los sentidos (en lo sucesivo, “objeto sensible”) es perfectamente o absolutamente “cuadrado” o “igual” a otro.
3. Así mismo, aunque percibamos dos objetos iguales entre sí, nadie percibe la “igualdad en sí”. 4. Aun así, poseemos esas nociones, nociones que se caracterizan por ser únicas y universales,
inmutables y perfectas, (aunque ningún objeto de este mundo reúna esas condiciones). Desde aquí, Platón se plantea dos preguntas:
¿De dónde proceden esas nociones? Está claro que no pueden proceder de los sentidos, dado que éstos nos ofrecen información acerca de los objetos del mundo en el que vivimos, objetos que son siempre particulares, cambiantes e imperfectos. En consecuencia, dichas nociones sólo son accesibles a través de la inteligencia.
A partir de aquí, Platón se va a hacer una pregunta, cuya respuesta no puede menos de extrañarnos y sorprendernos: ¿Existen los objetos a los que dichas nociones se refieren? ¿Qué tipo de realidad tienen?
Para Platón existen. Siguiendo a Parménides – quien defendía la identidad entre “Ser” y “Pensar”-, dirá que dichos objetos “tienen que existir”.
i. Argumento: si existe lo imperfecto, ¿cómo no va a existir lo perfecto? Dichos “objetos” reciben el nombre de Objetos Inteligibles (sólo se pueden percibir por la
“inteligencia”) o IDEAS. Según Platón, las Ideas son la verdadera realidad. Todo este planteamiento, lleva a Platón a afirmar la existencia de dos Mundo (o dos planos de realidad)
¿Todo es relativo, como dicen los sofistas, (y en consecuencia no existe ni la verdad, ni el bien, ni la justicia),
o, por el contrario, existe la verdad (conocimientos universales, inmutables y perfectos)
y es posible la Ciencia?
No todo es “relativo”. Existe la verdad
universales
inmutables
perfectos
es posible la Ciencia
Platón
En consecuencia
Mundo “inteligible” o Mundo de las Ideas: Formado por los objetos “inteligibles” o Ideas. Dichas Ideas son las esencias eternas e
inmutables de las que participan las cosas, distintas de éstas y separadas de ellas. Las Ideas se caracterizan por (ver más adelante) Sólo se puede acceder a ellas a través de la inteligencia (por eso reciben el nombre de
objetos “inteligibles”). Con esto, Platón da la razón a Parménides: no todo es relativo y cambiante; existen realidades perfectas e inmutables (aquellas que se refieren a nociones matemáticas y éticas).
Son la verdadera realidad, dada su perfección: los objetos “inteligibles” o Ideas existen “real” y plenamente.
Características de los objetos inteligibles o Ideas Según Platón, los objetos que forman la verdadera realidad comparten una serie de características (recuerdan a las que Parménides atribuía al “Ser”).
1. Son objetivas, en el sentido de reales. Las Ideas no son contenidos mentales (pensamientos), sino objetos que existen realmente (aunque sólo se puedan captar por la inteligencia). Por eso reciben el nombre de objetos “inteligibles”.
2. Son universales (frente al carácter individual de los objetos sensibles); existe una Idea para toda una clase de objetos.
3. Son inmutables e indivisibles (simples). 4. Eternas (divinas) y, por ello, inengendradas e incorruptibles. 5. Inmutables e indivisibles (simples). 6. Están jerarquizadas: el Mundo de las Ideas está formado por las ideas de todas las cosas. Pues bien,
dicho mundo es algo ordenado jerárquicamente: las ideas inferiores implican las superiores, hasta llegar a la Idea que se halla en la cúspide: la Idea de Bien. Por debajo de ella, están las Ideas éticas y estéticas, y después las matemáticas3.
¿Qué relación existe entre ambos mundos o “niveles de realidad”?
3 El pensamiento platónico fue evolucionando en este punto. En la República la Idea de Bien está en la cúspide; la siguen las Ideas
éticas y estéticas y, a éstas, las Ideas matemáticas. En el Banquete, la Idea suprema es la Belleza. En el Parménides, el Uno; y, en el Sofista, el Ser
Mundo “sensible”: Formado por todos los objetos “sensibles” (todos aquellos que podemos ver, tocar… -
percibir por los sentidos). A diferencia de los Objetos Inteligibles, éstos son particulares, cambiantes e imperfectos. Dichos objetos están sometidos a cambio y devenir. Con esto, Platón está dando la razón
a Heráclito, para el que el “todo fluye” y está sometido a “devenir”. Dichos objetos son accesibles por los sentidos (de ahí el nombre de objetos “sensibles”). No son la verdadera realidad debido a su naturaleza cambiante y a su imperfección. Se
hallan a medio camino entre el Ser y en No-ser absoluto (en referencia a Heráclito y a Parménides).
A continuación aparecen dos textos que tienen mucho que ver entre sí. El primero es de Platón y el segundo corresponde a la película de Matrix.
“Así pues, hay que admitir que existe una primera realidad: lo que tiene una forma inmutable, lo que de ninguna forma nace ni perece, que no admite en sí nada extraño, que no se transforma nunca en otra cosa, invisible e imperceptible para cualquier sentido, que es sólo objeto de contemplación de la inteligencia. Hay una segunda realidad, que lleva el mismo nombre y es semejante a la primera, pero que cae bajo la experiencia de los sentidos, engendrada, siempre en constante cambio, nacida en un lugar para desaparecer después, objeto de los sentidos”.
Platón, Timeo 51 d-52ª.
Morfeo: ¿Te gustaría saber lo que es Matrix? Matrix nos rodea, está por todas partes. Incluso ahora en esta habitación. Puedes verla si miras por la ventana, o al encender la televisión. Puedes sentirla cuando vas a trabajar, cuando vas a la iglesia, cuando pagas tus impuestos... Es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad. Neo: ¿Qué verdad? Morfeo: Que eres un esclavo. Neo: igual que los demás, naciste en una prisión..., una prisión para tu mente. Por desgracia no se puede explicar... hasta verla con tus propios ojos.
(Matrix).
Cuestiones 1. Tanto Platón como el autor de Matrix defienden que los sentidos nos engañan a la hora de saber cuál es la
verdadera realidad. Por esa razón distinguen entre “dos mundos” o “dos tipos de realidad” ¿Cuáles son? 2. ¿Qué características atribuye Platón a cada uno de esos dos mundos? Explícalas con tus palabras. 3. Relaciona cada una de esas características con los siguientes términos:
4. ¿Qué razón le lleva a Platón a hablar de la existencia de dos mundos?
Trabajamos con textos.
“Y además – respondió Cebes interrumpiéndole-, según ese argumento, Sócrates, que tú sueles repetir tan a menudo, de que el aprender no es sino recordar, resulta que también es necesario que nosotros hayamos aprendido en un tiempo anterior lo que ahora recordamos. Pero esto es imposible a no ser que nuestra alma existiera en alguna parte antes de llegar a juntarse con un cuerpo. En consecuencia, el alma debe ser inmortal” (Fedón 73 a).
Responde:
1.- Señala las dos o tres afirmaciones fundamentales del texto. 2.- ¿A qué “tiempo anterior” se refiere el texto? 3.- ¿En qué afirmación del texto se ve el dualismo antropológico de Platón? 4.- ¿Por qué afirma Platón que aprender es recordar? Explícalo. 5.- ¿Cuál es el argumento que hace posible en este texto, afirmar que el alma es inmortal?
La “Anámnesis”: “conocer es recordar”. Cinco ideas fundamentales. Para finalizar: el mito de la caverna. Entra el www.bauldefilosofia.es, accede al mito y realiza la actividad propuesta.
Dualismo antropológico
Cuerpo (“cárcel”)
Alma (“lo que anima el cuerpo”)
Es... - Material - Mortal
- Imperfecto
Procedencia MUNDO SENSIBLE
Es... - Espiritual - Inmortal - Perfecta
Procedencia MUNDO
INTELIGIBLE
Argumentos acerca de su inmortalidad
inmortalidad
- Sucesión de contrarios:
A cada cosa le sucede su contrario. Lo mismo ocurre con la vida y la muerte: a la vida le sucede la muerte y, a ésta, debe sucederla
nuevamente la vida (Fedón 70a).
- Anámnesis:
El conocimiento (entendido como recuerdo) solo es posible si admitimos la preexistencia del
alma y, con ello, su inmortalidad (Fedón 73a)
- Simplicidad del alma El alma (a diferencia del cuerpo –que es
material-) es espiritual y, por lo tanto, simple. Lo que es simple por naturaleza, no puede descomponerse. En conclusión el alma es
inmortal (Fedón 78b)
- Afinidad del alma con los objetos
inteligibles o Ideas Mientras que el cuerpo es afín a los objetos
sensibles, el alma lo es a los Objetos Inteligibles (Fedón 79d)
- Participación del alma en la Idea de Vida.
La idea de alma excluye la idea de muerte, al participar el alma de la Idea de Vida
(Fedón 102a)
Unión:
Accidental Transitoria
El hombre es alma, encarcelada en un cuerpo (dualismo antropológico)
-Bien, así se hará -dijo Cebes-. Pero regresemos al punto donde lo dejamos, si es que es de tu gusto.
-Claro que es de mi gusto ¿Cómo, pues, no iba a serlo?
-Dices bien -contestó.
-Por lo tanto -dijo Sócrates-, conviene que nosotros nos preguntemos a qué clase de cosa le conviene sufrir ese proceso, el descomponerse, y a propósito de qué clase de cosa hay que temer que le suceda eso mismo, y a qué otra cosa no. Y después de esto, entonces, examinemos cuál de las dos es el alma, y según eso habrá que estar confiado o sentir temor acerca del alma nuestra.
-Verdad dices -contestó.
-¿Le conviene, por tanto, a lo que se ha compuesto y a lo que es compuesto por su naturaleza sufrir eso, descomponerse del mismo modo como se compuso? Y si hay algo que es simple, solo a eso no le toca experimentar ese proceso, si es que le toca a algo.
-Me parece a mí que así es -dijo Cebes.
-¿Precisamente las cosas que son siempre del mismo modo y se encuentran en iguales condiciones, es extraordinariamente probable que éstas sean las simples, mientras que las que están en condiciones diversas y en diversas formas, esas serán compuestas?
-A mí al menos así me lo parece.
Responde:
Identifica el tema de este fragmento (¿de qué trata?)
Resume el texto con tus palabras, incluyendo las ideas principales que en él aparecen (separa las ideas con guiones).
El texto está incompleto: ¿cuál es la conclusión a la que Sócrates quiere llevar a Cebes?
Platón piensa que la sociedad está constituida por tres estamentos o grupos distintos, cada uno de los cuales se corresponde a una de las partes del alma del individuo. Al mismo tiempo, está convencido de que la “polis ideal” sólo se alcanzará cuando en la polis impere la “justicia”, esto es, cuando cada grupo social “cumpla con sus funciones”
Voy a ponerte unos ejemplos para mostrarte cómo veo yo la “polis ideal”: la “polis justa”. Piensa por un momento en los jueces y magistrados de nuestro Estado. ¿No crees que su deber es administrar justicia en cada uno de sus juicios?
Sin duda.
¿Y qué otro fin pueden proponerse en sus sentencias, sino el impedir que nadie se apodere de lo que no es suyo, o que a alguien se le prive de lo que le pertenece?
Ningún otro.
Y, cuando lo hacen ¿crees que piensan que eso es lo justo?
Sí.
Luego la posesión y práctica de lo que a cada uno le corresponde será lo que consideremos como “justicia”.
Estoy contigo
Mira a ver qué te parece la siguiente reflexión. Que el carpintero se meta en el oficio del zapatero o el zapatero en el del carpintero; que cambien sus instrumentos y sus sueldos, o que la misma persona desempeñe los dos oficios a la vez, sin tener conocimiento de uno de ellos, ¿crees que puede traer graves problemas para el conjunto de la sociedad?
Tanto como graves problemas, creo que no.
Pero si aquel al que “la naturaleza” ha destinado a ser artesano o negociante, obnubilado por sus riquezas, su fama, su fuerza o cualquier otra cualidad, se mete en el oficio de guerrero, o el guerrero se mete en las funciones del consejero y gobernante, sin tener cualidades para ello; o si un mismo hombre quisiera desempeñar alguno de estos dos oficios a la vez (desconociendo uno de ellos), entonces creo yo que semejante trastorno producirían la “ruina” del Estado.
Sin lugar a duda.
Pienso que la confusión y mezcla de los tres órdenes o estamentos de la sociedad es lo peor que puede pasarle a un Estado y en esto consiste la injusticia.
Yo también lo pienso.
Pues bien: si la injusticia en un Estado consiste en esto, se puede concluir que, cuando los diversos estamentos del Estado (el de los artesanos, el de los auxiliares y el de los guardianes) cumplen cada uno con su deber y con las tareas de su oficio, el Estado será justo.
(Adaptación: República 433b-434c).
Actividades. 1.- ¿Qué nombres da Platón en el texto a cada uno de los “estamentos” o grupos en los que piensa que está dividida la sociedad? 2.- ¿Qué oficios cita como componentes de cada uno de los tres grupos? 3.- ¿En qué consiste la justicia según el texto? ¿En qué consiste la injusticia? 4.- ¿Cuándo cree Platón que lograremos alcanzar la “polis justa” o el “Estado justo”?
- Solamente cuando estos tres grupos cumplan con sus funciones respectivas, se dará el equilibrio social y se
alcanzará la justicia. La polis será “justa” del mismo modo que el alma: cuando todo funcione “armoniosa” y
“ordenadamente” o, lo que es lo mismo, cuando “cada uno cumpla su función” (R, 433b). Se dará entonces el
Estado ideal y todos alcanzarán la “eudaimonía”.
- Aquellos individuos que por sí solos no podían aspirar a la felicidad (debido a la composición de su alma),
alcanzarán la “eudaimonía” viviendo en sociedad. De este modo, la polis ideal (y en concreto, los gobernantes y
guardianes) compensará aquello que la “naturaleza” no ha dado a dichos individuos.
- Todo este modelo sociopolítico se sustenta en la EDUCACIÓN, entendida no como adquisición de conocimientos,
sino más bien en un sentido “mayeútico”: un verdadero arte para detectar las capacidades o aptitudes de los
individuos, con el fin de “inferir” así, la composición de su alma y el puesto que han de ocupar dentro de la
sociedad.
o Los productores no necesitarían una educación “especial”, dado que las tareas que deben realizar se
aprenden con la “práctica”. La educación queda reservada, por tanto, para guardianes y gobernantes.
o Los guardianes han de ser escogidos de entre aquellos ciudadanos que posean aptitudes especiales para ello
(agudeza, fuerza, rapidez, valentía y amor a la verdad) (R, 374e) y habrán de ser educados y entrenados
cuidadosamente con vistas a la función que deberán desempeñar. En este sentido recibirán una preparación
basada en la “música4” y “gimnasia
5”. La primera para “robustecer” el alma; la segunda, para hacer lo propio
con el “cuerpo”. Dicha preparación terminará a los 20 años. Así mismo, Platón prevé una serie de “pruebas” a
las que someter a guardianes y gobernantes, con el fin de seleccionarlos para sus respectivas funciones (R,
413b):
Encargarles tareas que, intencionadamente, les pueda hacer olvidar su total compromiso con el Estado.
Imponerles trabajos duros y pesados, así como infringirles sufrimientos de todo tipo.
Llevarlos a lugares “terroríficos” y, a continuación, a otros “más placenteros”, con el fin de observar
cómo reaccionan en cada situación (si son cobardes o valientes; honestos y austeros o antojadizos).
o Los gobernantes (aquellos que muestren verdaderas aptitudes hacia la filosofía y el gobierno justo de la polis),
deberán seguir un “largo camino” (R, 504c): en concreto, hasta los 50 años.
De los 17 a los 20 años, se somete a los jóvenes destinados a guardianes y gobernantes, a un período
de entrenamiento musical y deportivo.
De los 20 a los 30 los futuros filósofos deben estudiar aritmética, geometría, astronomía, armonía… con
el fin de entrenarse en el arte de discurrir y ser capaces de ir prescindiendo de los sentidos para
ascender hasta el conocimiento de lo inmutable y perfecto.
Entre los 30 y los 35, por último, se les inicia en la dialéctica (teoría de las ideas), con el fin de que
conozcan el orden del universo (la verdadera realidad) y estén capacitados para gobernar conforme a la
verdad y la justicia (R, 537d).
4 En relación a la música (R, 376c), Platón establece una serie de “pautas” o recomendaciones tanto para el tipo de música
apropiada para la educación de los guardianes, como para la letra o contenido de las canciones (basadas en “mitos”), censurando aquellos mitos en los que los “dioses” aparecen representados con rasgos “demasiado humanos”, esto es: “inmorales”. Quedan así excluidos aquellos textos en los que los dioses puedan influir negativamente en los niños y jóvenes (“No quiero que se diga en presencia de un joven que un tirano, cometiendo los más grandes crímenes y hasta vengándose cruelmente de su mismo padre por las injurias que de él hubiera recibido, no hace nada de extraordinario, ni nada de que los primeros y más grandes dioses no hayan dado el ejemplo *…+ y si queremos que los defensores de nuestra república tengan horror a las disensiones y discordias, tampoco les hablaremos de los combates de los dioses, ni de los lazos que se tendían unos a otros; además de que no es cierto todo esto” (R, 378a). También excluye los textos de los poetas en los que los héroes aparecen “lamentándose por la muerte”, “presas de risas” o “ensalzando la buena mesa” (R, 386a). La tarea de los poetas es elaborar letras que representen a los dioses tal como son: “moralmente buenos” (R, 379a). 5 Junto a la gimnasia, Platón introduce una serie de “recomendaciones” sobre la actividad física y la dieta que han de seguir los
guardianes. A diferencia de los atletas de la época, los guardianes “no deben pasarse todo el día durmiendo” (R, 403c). De la dieta se excluye el pescado, la carne hervida (no si está asada) y los dulces. Por supuesto: no deben emborracharse.