Articulo Sobre Rulfo Ruinas y Recuerdos

8/15/2019 Articulo Sobre Rulfo Ruinas y Recuerdos

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RUINAS Y RECUERDOS:

SOBRE JUAN RULFO COMO ARQUITECTO LITERARIO

Martin Zerlang

RESUMEN

En este artículo, se analiza la obra de Juan Rulfo como una estructura construida

con base

en la memoria y en los recuerdos.

ABSTRACT

Juan Rulfo’s work is analyzed in this article as a structure built on the basis of

memory

and recollections.

Al margen de la his!ria

“Quiero no hablar como se escribe, sino escribir como se hable”, ha dicho Juan Rulfo

Ro!" #$%&' ((), y su obra tiene un car*cter marcadamente oral, como escrita en

+oz baa,

como murmullos leanos. -u lenuae lac/nico y la0idario da un im0resi/n de un

autor in+isible,

casi inaudible1 no obstante, Rulfo se cuenta entre los autores m*s notables de la

literatura

latinoamericana.

Es una 0aradoa e+idente 2ue la obra de Rulfo sobre los ol+idados 3con ecos

leanos

de la +ida y es0ecialmente la muerte de los habitantes de Jalisco en 4"5ico3 haya

obtenido


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una 0osici/n absolutamente central. Esa obra sobre con6ictos de tierras y

enfrentamientos de

0adres e hios, sobre re+oluciones e inundaciones, 0arece una trans0osici/n de la

cultura y la

“mentalidad” cam0esina del Jalisco Ro!" #$%&' 7(), donde, se8n Rulfo, la ente

herm"tica

“casi no habla, m*s bien” Ro!"' (9).

:a no+ela Pedro Páramo y los cuentos de El llano en llamas con su 0rosa 0arca y

a0retada han ins0irado eloios de autores como ;sturias, ;ruedas, oniatowska,

Roa ?astos, @arcía 4*r2uez' todos 0reconizan su material tem*tico y su estilo sutil

como una re+elaci/n de las culturas me5icana y latinoamericana. -in embaro,

como una 0aradoa

de las 0aradoas, Rulfo ha dicho 2ue fueron autores de Rusia y Escandina+ia los 2ue

m*s le im0resionaban y a8n “tu+AoB aluna +ez la teoría de 2ue la literatura naci/

en Escandina+ia”

Ro!"' 9$). ;sí, menciona autores como ?Crnsterne ?Crnson, Dnut amsun, -elma

:aerlFf y aldor :a5ness y dice' “4e interesaban 0or ese ambiente un 0oco

neblinoso. ;l

G9 REHI-; KE =I:


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las mismas similitudes de todos los hombres” ;ntolín #$$#' #9. Pf. el ensayo de

Rulfo

sobre la “-ituaci/n actual de la no+ela contem0or*nea”, en =ell #$$' &%#).

En esa atenci/n a la +ida al maren de la historia se encuentra la raíz del

0arentesco

entre los autores n/rdicos del silo SIS y ciertos autores de :atinoam"rica del silo

SS' son

autores 0erif"ricos y transculturados, en el sentido en 2ue se destaca en el libro

Transculturación

narrativa en América Latina, donde escribe Tnel Rama'

El escritor 2ue 0ara muchos inicia la escritura de +anuardia en la narrati+a

me5icana no se ha

diriido a las Uuras centrales de la +anuardia euro0ea 2ue han res0aldado la ran

0roducci/n

latinoamericana Joyce, Voolf, Dafka, 4usil), sino a los re0resentantes de una0eriferia euro0ea

2ue medio silo antes 2ue los latinoamericanos, hicieron la e50eriencia de una

modernidad

2ue les +enía de los randes centros metro0olitanos” Dlahn #$$' 9().

:os 0erif"ricos y los ol+idados son el tema de la obra de Rulfo y, si 2uisiera buscar

una f/rmula de la obra de Juan Rulfo, esa f/rmula sin duda sería “;cu"rdate” como

manda

o demanda el narrador en el cuento del mismo título). El ol+ido y la memoria son los

0olos


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del ee sobre el cual iran la no+ela y los cuentos de Rulfo. >uede ser 2ue el ol+ido

haya borrado

los 0erUles de este im0erio de sombras, donde los 0ersonaes +i+en su muerte, y

0uede

ser 2ue alunos de esos 2uieran 2ue el ol+ido borre sus actos malos, 0ero la obra

como tal demuestra

un esfuerzo intenso e insistente 0or recordar. El cuento 0e2ueo de Acuérdate, una

e0o0eya de cuatro 0*inas sobre +íctimaci/n y e50ulsi/n, termina con un

llamamiento a la

memoria del interlocutor callado' “8 te debes acordar de "l, 0ues fuimos

com0aeros de escuela

y lo conociste como yo”.

El "asad! de R#l$!

En su no+ela Volverás a Región, Juan ?enet escribe 2ue “la memoria s/lo es el

reistro

del dolor” Ez2uerro #$G%' #&7). En el caso de Rulfo, el reistro de familiares es un

reistro del dolor 2ue se 0uede resumir así' “En la familia >"rez Rulfo ...) nunca

hubo mucha

0az1 todos morían tem0rano... y todos eran asesinados 0or la es0alda” Ro!"' &W).

:os

0adres eran hacendados 2ue 0erdían todo en la re+oluci/n =ell #$$' G#7), y su

hacienda

la 2uemaron cuatro +eces cuando toda+ía +i+ía su 0adre. El 0adre fue matado

cuando Rulfo


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tenía seis aos1 la madre muri/ cuando tenía ocho aos1 el tío fue asesinado1 a su

abuelo

le “colaron de los dedos ordos” y los 0erdi/1 al cura “lo colaron en un 0oste del

t"lerafo”

Ro!"' 9#). asta los diez aos Rulfo +i+i/ en -an @abriel, “uno de esos 0ueblos

2ue han 0erdido hasta el nombre” Ro!"' 97), y des0u"s 0as/ unos cinco o seis

aos en un

orfanatorio.

;sí, se entiende 2ue es un 0asado 2ue debe haber deado heridas en la mente deRulfo,

0or lo 2ue cuando se mud/ a la ciudad, a @uadalaara y des0u"s a la Piudad de

4"5ico, la

anustia y la soledad fueron acom0aantes Ueles'

No conocía a nadie. Pon+i+ía con la soledad, hablaba con ella, 0asaba las noches

con mi anustia

y mi conciencia. all" un em0leo en la oUcina de 4iraci/n y me 0use a escribir

0ara

librarme de a2uellas sensaciones Cuadernos Hisanoamericanos #$G(' ().

XER:;N@' Ruinas y recuerdos' sobre Juan Rulfo como ar2uitecto literario G(

“Mo 0laticaba, charlaba con la soledad”, dice Rulfo Ro!"' (&), 0ero su obra muestra

2ue 0or esas charlas, recuerdos de diferentes tiem0os se su0er0onían' la memoria

de los 0adres


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Y como en Pedro Páramo donde Juan >reciado +e el 0ueblo Pomala “a tra+"s de los

recuerdos

de mi madre” #GW)1 los recuerdos traum*ticos de su infancia1 y des0u"s de “las

"0ocas

de las re+oluciones” Ro!"' 9#) Yes0ecialmente la re+oluci/n cristera 2ue

caracteriza como

tonta e in8til ;ntolin' #7)Y las obser+aciones del "5odo rural, la sensibilidad de los

cam0esinos

2ue buscan una +ida nue+a en la ciudad, “el shock 2ue reciben al 2uerer ada0tarse

a

un medio hostil, 2ue a +eces los rechaza y a +eces los absorbe” Ro!"' %%),

e+identemente una

sensibilidad y un shock 2ue Rulfo conocía de sí mismo.

Un "ala%i! & ! #na %asia & de mem!ria

El tema eneral de la obra de Rulfo es la e50eriencia y los recuerdos de shocks. Zna

ambici/n restauradora im0rena su no+ela y sus cuentos' 2uemaron la casa de su

infancia cuatro

+eces, 0ero, como sus narradores, trata de reconstruir el 0asado. 4uchas +eces los

narradores

de Juan Rulfo no obtienen una res0uesta de sus oyentes, 2ue ob+iamente 0reUeren

des0lazar

o re0rimir sus recuerdos, 0ero los lectores 0ueden aUrmar 2ue la obra de Rulfo es

eminentemente

ada0tada a la memoria.


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@abriel @arcía 4*r2uez cuenta en sus !reves "ostalgias so#re $uan Rul%o 2ue

“0odía

recitar el libro com0leto, al derecho y al re+"s, sin una falla a0reciable, y 0odía decir

en

2u" 0*ina de mi edici/n se encontraba cada e0isodio, y no había un solo raso del

car*cter

de un 0ersonae 2ue no conociera a fondo” =ell' GWW).


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lo 2ue siue +oy a discutir c/mo la ar2uitectura descrita en esa obra de Rulfo

contribuye a la

construcci/n de este 0alacio Yo 0uebloY de la memoria.

;r2uitectura literaria y ediUcios de memoria se encuentran entre todos los

re0resentantes

del realismo m*ico Yen la obra de 4iuel Tnel ;sturias, en las Ucciones

“0roustianas”

de ;leo Par0entier, en Jos" 4aría ;ruedas, en La casa de los es(ritus de Isabel

;llende,

en La mu)er *a#itada de @ioconda ?elliY, 0ero es es0ecialmente interesante

obser+ar el

0arentesco entre @abriel @arcía 4*r2uez y Juan Rulfo. :a biorafía El via)e a la

semilla de

Kasso -aldí+ar sobre @arcía 4*r2uez el título es tomado de un cuento

“ar2uitectonico” de

Par0entier) abre con la relaci/n del +iae de @arcía 4*r2uez y su madre a ;racataca

0ara +ender

la casa de los abuelos, un nue+o encuentro 2ue fue “uno de los hechos m*s

decisi+os de

su +ida literaria” -aldí+ar #$$%' (). Zna e50eriencia an*loa da la lla+e a Pedro

Páramo.

En su Auto#iogra%(a armada, Rulfo cuenta'

G7 REHI-; KE =I:


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=ue cuando reres" al 0ueblo donde +i+ía, &W aos des0u"s, y lo encontr"

deshabitado. Es un

0ueblo 2ue he conocido yo, de unos siete mil, ocho mil habitantes. enía #(W

habitantes, cuando

lleu". :as casas a2uellas inmensas Y es uno de esos 0ueblos muy randes, las

tiendas ahí

se contaban 0or 0uertas, eran tiendas de ocho 0uertas, de diez 0uertas Y y cuando

lleu" las casas

tenían candados. :a ente se había ido, así. >ero a aluien se le ocurri/ sembrar

casuarinas

las calles del 0ueblo. M a mí me toc/ estar allí una noche, y es un 0ueblo donde

so0la mucho

el +iento, est* al 0ie de la sierra madre. M en las noches las casuarinas muen,

aullan. M el +iento.

Entonces com0rendí yo esa soledad de Pomala, del luar "se. ...) P/mo a2uella

ente de/

morir al 0ueblo. P/mo se ustiUcaba el 2uerer abandonar a2uellas cosas. -u casa,

todo

Ro!" #$%&' 7WY).

:a memoria necesita Y como ha mostrado 4aurice albwachs en su crítica de la

Ulosofía

de enri ?erson Y un marco social, 0untos e5ternos 2ue 0ueden a0oyar a la

memoria, y

Rulfo ha dicho 2ue “AyBo necesito ubicarme en un ambiente determinado” ;ntolín

#$$#' #().


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:a casa y el 0ueblo ofrecen tales marcos sociales de la memoria donde los

recuerdos se e+ocan,

0ero a8n ese marco minimal es inseuro en la obra de Rulfo, 0ues todos 0untos de

a0oyo

tienden a desa0arecer y es e5tremadamente difícil situarse en “un ambiente

determinado”.

Un "#e'l! $anasma

>edro >*ramo es dueo de “toda la tierra 2ue se 0uede abarcar con la mirada”

#G&),

y ese 0oder total 0ri+a a los habitantes de Pomala de todo Y a0arte del deseo de

recobrar su +ida

0or los recuerdos. Es en el nue+o encuentro con la soledad del 0ueblo fantasma 2ue

ins0ir/

a Rulfo en esa no+ela donde >edro >*ramo 0ierde su 0oder total y en una reacci/n

de rencor

decide “ol+idar” Pomala' “4e cruzar" de brazos y Pomala se morir* de hambre”

#G%).

:a cuesti/n de la memoria y del ol+ido es desde la 0rimeras líneas indicado como el

tema m*s

im0ortante. Ma en el 0rimer 0*rrafo, Kolores, la madre del Juan 2ue realmente es el

hio des0reciado

de su 0adre, dice' “El ol+ido en 2ue nos tu+o, mi hio, c/braselo caro” #%$).

Reresar es recordar, y la madre de Juan >reciado 0acta con su hio de +enarse 0or


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el ol+ido 2ue ha destruido su +ida. En cierto modo, la no+ela no solamente cuenta

de esa +enanza,

sino 2ue es la +enanza, 0or2ue reresando a Pomala Juan >reciado e+oca todos los

recuerdos de ese luar, la brutalidad de su 0adre y las atroces reminiscencias en

0ena en el 0uratorio

de Pomala Y donde hace tal calor “2ue muchos de los 2ue allí se mueren, al llear al

inUerno, reresan 0or su cobia” #G). -imult*neamente, Rulfo e50one la re0resi/n

cat/lica

y se a0ro+echa del conce0to del >uratorio 0ara criticar a >edro >*ramo y a loshabitantes de

Pomala' “M "sa es la cosa 0or la 2ue esto est* lleno de *nimas1 un 0uro

+aabundear de ente

2ue muri/ sin 0erd/n ...)” $).

:a maldad de >edro >*ramo culmina cuando "l, en su rencor 0or causa de la falta

de

res0eto de los habitantes de Pomala hacia su dolor 0or la muerte de -usana -an

Juan toma la

decisi/n fatal de “ol+idar” Pomala. >ero aun2ue >edro >*ramo 0ractica el

“ninuneo” Ydescrito

0or az en El la#erinto de la soledad Y los recuerdos de los habitantes son

“untadas

a las 0aredes” de las casas en Pomala' “Este 0ueblo est* lleno de ecos. al 0arece

2ue


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estu+ieron encerrados en el hueco de las 0aredes o debao de las 0iedras” #G).

Res0aldado

0or la 0resencia de las ruinas, los habitantes muertos de Pomala rea0arecen como

fantasmas

y con sus azotes castian al caci2ue duro 0or el ol+ido en 2ue tenía a sus mueres e

hios.

XER:;N@' Ruinas y recuerdos' sobre Juan Rulfo como ar2uitecto literario G%

El g(i%! me)i%an!

El uni+erso de Rulfo es un uni+erso de muertos y fantasmas, de ruinas y caballos

errantes, de lunas y murci"laos, de horror y amor loco1 en bre+e' un uni+erso 2ue

se asemea

al romanticismo /tico del silo SHIII. En su libro El lugar de Rul%o, Jore Ru^nelli Y

2ue

ha sealado ese 0arentesco con el romanticismo /tico Y no discute la funci/n

es0ecíUca de la

ar2uitectura, 0ero en el artículo “4useos mentales” sobre el estilo /tico, Emily

Jane Pohen

ha 0ro0uesto 2ue esa ar2uitectura 0ertenece a la tradici/n anciana de teatros de

memoria y 0ro0one

dos e50licaciones de la a0arici/n de este uni+erso' 0rimero, la crisis de la autoridad

del

0oder feudal y seundo, la crisis de la autoridad de la relii/n. :a crisis del

feudalismo rea0areci/


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en 4"5ico con la Re+oluci/n 2ue em0ez/ una d"cada antes del nacimiento de Rulfo

en

#$#G, y la crisis de la Ilesia estall/ durante la infancia de Rulfo con la rebeli/n de

los Pristeros

#$7Y$. ;dem*s, el "5odo rural de los aos &W y 9W Ydescrito 0or Rulfo en Paso del

"orte+ de/ los 0ueblos deshabitados, y eso, naturalmente, debilit/ la fuerza de los

+alores tradicionales.

;sí, los su0uestos 0ara un romanticismo /tico fueron 0resentados, y en +arias

maneras

se 0ueden reconocer los muesos mentales descritos 0or Emily Jane Pohen en la

no+ela

y los cuentos de Rulfo.

;l llear a Pomala, Juan >reciado inmediatamente encuentra un 0ueblo 2ue es un

museo

de sí mismo' “4ir" las casas +acías1 las 0uertas des0ortilladas, in+adidas de yerba”#G9).

En el romanticismo /tico del silo SHIII, las ruinas fueron ruinas de 0alacios y

castillos, en

el /tico me5icano del silo SS, las ruinas son ruinas de los cam0esinos y

recoederos laberínticos

de los +alores de esos cam0esinos 0obres. Juan >reciado 0asa 0or la 0uerta de una

Edu+ies Kyada 2ue, como dice "l, “tenía todo dis0uesto ...) haciendo 2ue la

siuiera 0or una


14/33

lara serie de cuartos oscuros, al 0arecer desolados” #G( f). El 0asillo anosto est*

lleno de

bultos, y Edu+ies Kyada dice' “eno la casa toda entichilada. :a escoieron 0ara

uardar

sus muebles los 2ue se fueron, y nadie ha reresado 0or ellos” #G7)1 y se nota una

analoía

entre los tiliches o trastos recoidos en este es0acio y los recuerdos y 0edazos de

recuerdos recoidos

dentro del discurso tem0oral de la no+ela. 4*s tarde en la no+ela, los recuerdos se

com0aran e50lícitamente con trastes y cosas des0edazadas, 0ero en un conte5to

donde se destaca

2ue cada 0edazo 0uede conducir a otros 0edazos' “Nunca 2uiso re+i+ir ese

recuerdo 0or2ue

le traía otros, como si rom0iera un costal re0leto y lueo 2uisiera contener el rano”

99).

;l entrar en el uni+erso de Pomala, Juan >reciado 0ierde el sentido de realidad 3al

+er a “una seora en+uelta en su rebozo 2ue desa0areci/ como si no e5istiera”

#G9)3 y esa

disoluci/n de la realidad concreta es otro as0ecto del mundo /tico. Emily Jane

Pohen nota

2ue la caída de las autoridades tradicionales fue un reto 0ara los sentidos' si los

+alores y

creencias tradicionales 0erdían su fuerza, los sentidos obtenían una nue+a

autoridad. -in embaro,


15/33

este nue+o reino de la e50eriencia sens/rica tu+o 0or efecto un cierto rieso de

sentimientos

de nada y nulidad' “Zna mente inocu0ada es en al8n modo ani2uilada” y

“eercicios

re0etidos de los sentidos” son el remedio contra la irrealidad, escribi/ John :ocke.

No obstante la multitud de fantasmas /ticos en la obra de Rulfo, es ob+ia la

im0ortancia

de la e50eriencia sensorial, y como una res0uesta 0er+ersa a las re6e5iones de

:ocke,

Rulfo ha creado al 0ersonae 4acario 2ue tiene “la cabeza tan dura” y 2ue usta

“dar de cabezazos

contra lo 0rimero 2ue encuentrAaB”' el suelo y las 0aredes de su cuarto, 0or2ue “me

GG REHI-; KE =I:


16/33

la e50eriencia sensorial Y de la +ista, del oído, del sabor, del olor, del tacto. :a

Pomala idealizada

del recuerdo es “un 0ueblo 2ue huele a miel derramada” o “a 0an reci"n horneado”

&),

rodeada de “una llanura +erde” y tan blanca 2ue est* “blan2ueando la tierra,

ilumin*ndola durante

la noche” #GW). En los recuerdos de desilusi/n tambi"n es 0osible sintetizar los

recuerdos

en una im0resi/n sensorial' “ay 0ueblos 2ue saben a desdicha” 7W)1 0ero en

eneral la

uto0ía de unidad se contrasta con las ruinas de la desilusi/n. Puando Juan >reciado

entra en

una de las casas de Pomala, esta es “una casa con la mitad del techo caída. :as

teas en el suelo.

El techo en el suelo” 9), y a la entrada, Juan >reciado se com0orta como 4acario

dando

“cabezazos” 9) contra la 0uerta.

Pomo consecuencia del ritmo, del tono y del “leitmoti+” de la e50eriencia sensorial,

el lector siente una unidad, una estructura muy fuerte en la no+ela, como e2ui0ada

con

“el se5to sentido” #$G) del cual habla Koa Edu+ies a Juan >reciado. El te5to

como tal

se 0resenta como 0edazos de la memoria, como framentos, como un es0acio

discontinuo.


17/33

; 0esar de la im0ortancia de la e50eriencia sensorial es im0osible formarse una

imaen

realista y detallada de Pomala. -e mencionan 0aredes, +entanas, casas, 0atios,

calles, un

0uente, una ilesia, una 0laza, 0ero como sinos abstractos m*s 2ue como

referencias 2ue

0odrían indi+idualizar el 0ueblo de Pomala. -e 0uede decir 2ue el es0acio de la

no+ela oscila

entre estilizaci/n e im0resi/n, y 0or causa de esa recreaci/n ambiua de Pomala, el

te5to resulta un reto 0ara el lector. Pomo Juan >reciado, el lector entra en un

es0acio donde

cada 0aso da moti+o a re6e5iones sobre las 0reuntas m*s fundamentales' _2ui"n

soy`,

_de d/nde +eno y hacia d/nde +oy`, _cu*ndo y hasta cu*ndo` ;l Unal, >edro

>*ramo “se

fue desmorando como si fuera un mont/n de 0iedras” &W9), 0ero, al mismo tiem0o,

el mosaico

de la no+ela se cum0le, no como un mont/n de recuerdos aislados sino como una

casa

de memoria.

Tra*and! l!s l+mies

:a autonomía su0one la ca0acidad de trazar un límite entre lo mío y lo tuyo.

Normalmente,


18/33

la ar2uitectura funciona como un instrumento 0ara deUnir un es0acio, 0ara trazar

los

límites entre dimensiones como adentro y afuera, encima y debao, centro y

maren. Ke esta

manera, la ar2uitectura Yla casaY es un instrumento 0ri+ileiado de orientaci/n, 0ero

en el uni+erso

rulUano la falta o la frailidad de la casa es un indicio de la falta o la frailidad de

una

+ida 0ersonal, aut/noma. En la mayoría de los cuentos, los 0rotaonistas no est*n

en su casa

o no tienen casa y, como desam0arados, 0ierden la ca0acidad de orientarse.

XER:;N@' Ruinas y recuerdos' sobre Juan Rulfo como ar2uitecto literario G$

En "os *an dado la tierra, el 0unto de 0artida es esa falta de 0untos de referencia'

“...tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de *rbol, ni una semilla de

*rbol,

ni una raíz de nada” %), seuida del establecimiento del 0unto de referencia

mínimo' “el

ladrar de los 0erros”. >ara el narrador, 2ue es miembro de un 0e2ueo ru0o de

cuatro cam0esinos

2ue buscan sus tierras, las sinYfronteras del llano moti+an una cuesti/n blasf"mica'

“_Qui"n diablos haría este llano tan rande`” G)1 adem*s, 0ara los sentidos, el

llano

im0lica un reto demasiado rande' “-e le resbalaban a uno los oos al no encontrar

cosa


19/33

2ue los detena” $). Kesarmados y e50uestos al calor del sol y al sinfín del llano,

los cuatro

cam0esinos e5Yre+olucionarios no 0ueden orientarse. :as cateorías de es0acio,

tiem0o

y 0ersonalidad no sir+en de nada en el llano. >arece 2ue la enumeraci/n de

solamente

cuatro 0ersonas es un ran 0roblema 0ara el narrador y la medici/n de la distancia

es inseura'

“M a mí se me ocurre 2ue hemos caminado m*s de lo 2ue lle+amos andado” G).

“-e me ocurre eso”, re0ite el narrador. ;dem*s, las numerosas re0eticiones y los

deícticos

como “eso” y “este” suscitan la im0resi/n de 2ue las referencias internas del te5to

o 0l*tica)

sir+en como com0ensaci/n de la falta de referencias e5ternas. En cierto sentido, el

te5to sir+e como una estructura ar2uitect/nica donde se 0uede distinuir entre estelado y

el otro lado, adelante y atr*s, debao y encima.

ay otros cuentos en los 2ue la falta de una casa tiene consecuencias 0ara la

ca0acidad

de estructurar la +ida y las e50eriencias. En "o o&es ladrar los erros, el ladrar de

los 0erros,

como en "os *an dado la tierra, siniUca la 0rotecci/n de un 0ueblo. En el cuento

Es


20/33

ue somos mu& o#res, la casa del narrador es inundada +erticalmente 0or un

auacero y horizontalmente

0or un río, y al Unal en la inundaci/n se incluye la hermana del narrador' “>or

su cara corren chorretes de aua sucia como si el río se hubiera metido dentro de

ella” $).

En El *om#re, la narrati+a de fua y 0ersecuci/n da ocasi/n a una re0resentaci/n

de horizontes

0er0etuamente m/+iles' “...detr*s de un horizonte estaba otro y el cerro 0or donde

subía

no terminaba” &). En La Cuesta de Comadres, el narrador 2ue +i+e en esa cuesta

en +ano ha

tratado de re0arar las casas deadas 0or sus +ecinos' “>rimero les cuid" sus casas1

remend" los

techos y les 0use ramas a los aueros de sus 0aredes1 0ero +iendo 2ue tardaban en

reresar,

las de" 0or la 0az” #7). Puando remienda su 0ro0ia 0ro0iedad, un costal, Unaliza

en un im0ulso

e5trao determinado 0or la luna de matar a un amio con la aua usada 0ara

coserle los

aueros. =inalmente, en El d(a del derrum#e, el 0unto de 0artida son los

acontecimientos des0u"s

de un derrumbe donde las casas se “derrumbaban A...B como si estu+ieran hechas

de melcocha”

#9W).


21/33

En ninuno de esos cuentos es im0ortante la met*fora de ar2uitectura, 0ero en

Luvina,

2ue en cierto sentido es un 0recursor de Pedro Páramo, la ar2uitectura y el

romanticismo

/tico dominan el uni+erso de la narrati+a.

Un l#gar endem!niad!

Normalmente, las ruinas son el resultado de un 0roceso en el 2ue la historia se

con+ierte

en natura, 0ero en Luvina la natura misma es una ruina' “Est* 0laado de esa0iedra

ris con la 2ue hacen la cal, 0ero en :u+ina no hacen cal con ella ...) El aire y el sol

se han

encarado de desmenuzarla” #W). El cuento de esa “ruina "oraUca” ;ntolín

#$$#' #G)

$W REHI-; KE =I:


22/33

las casas. En este 0roceso, la analoía ar2uitect/nica resulta doble' el ser humano

se 0arece a una

casa y las casas se 0arecen a seres humanos Y en tanto 2ue el +iento es retratado

como un monstruo'

YMa mirar* usted ese +iento 2ue so0la sobre :u+ina. Es 0ardo. Kicen 2ue arrastra

arena de +olc*n1

0ero lo cierto es 2ue es un aire nero. Ma lo +er* usted. -e 0lanta en :u+ina

0rendi"ndose

de las cosas como si las mordiera. M sobran días en 2ue se lle+a el techo de las

casas como si

se lle+ara un sombrero de 0etate, deando los 0aredones lisis, descobiados. :ueo

rasca como

si tu+iera uas' uno lo oye a maana y tarde, hora tras hora, sin descanso,

ras0ando las 0aredes,

arrancando tecatas de tierra, escarbando con su 0ala 0icuda 0or debao de las

0uertas, hasta

sentirlo bullir dentro de uno como si se 0usiera a remo+er los oznes de nuestros

mismos

huesos. Ma lo +er* usted #W&).

-e des0rende desde el comienzo del cuento 2ue el narrador no tiene la misma

inter0retaci/n

del luar 2ue los habitantes' “Kicen los de :u+ina 2ue de a2uellas barrancas suben

los sueos1 0ero lo 8nico 2ue +i subir fue el +iento...” #W). M' “Kicen los de allí 2ue

cuando


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llena la luna, +en de bulto la Uura del +iento recorriendo las calles de :u+ina,

lle+ando a rastras

una cobia nera1 0ero yo siem0re lo 2ue lleu" a +er, cuando había luna en :u+ina,

fue

la imaen del desconsuelo...siem0re” #W(). ;sí, hay un intercambio entre los

habitantes de

:u+ina y ese +iento, 2ue forma 0arte de su comunidad. >ara el narrador, en cambio,

el +iento

es solamente un +iento, una fuerza natural o una imaen abstracta. No obstante,

esa fuerza obeti+a

se con+ierte en una 0esadilla subeti+a tan 0ronto como el narrador, mediante la

memoria,

resucita sus e50eriencias de :u+ina. M como los habitantes de :u+ina han +isto el

+iento

“lle+ando a rastras una cobia nera” el narrador ha +isto a los mismos habitantes

“0asar como

sombras, re0eados al muro de las casas, casi arrastrados 0or el +iento” ###).

:a ar2uitectura sir+e como un límite entre el adentro y el afuera, y los habitantes de

:u+ina enfrentan el 0oder del +iento como si fueran casas. El narrador se com0ara

con una casa

cuando dice 2ue el efecto del +iento es 2ue uno siente como si este “se 0usiera a

remo+er

los oznes de nuestros mismos huesos” #W&). M tambi"n com0ara a los habitantes

de :u+ina


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con casas diciendo 2ue en :u+ina es “como si a toda la ente le hubieran entablado

la cara”.

Pon su 0l*tica Y2ue m*s 0arece la 0l*tica de un borracho o un locoY el narrador

e+identemente

no ha “entablado” su cara, y su e50eriencia con la ilesia en :u+ina re0resenta su

inca0acidad

de 0roteerse contra las fuerzas e5ternas'

Era un acal/n +acío, sin 0uertas, nada m*s con unos soca+ones abiertos y un techo

res2uebraado

0or donde se colaba el aire como 0or un cedazo.

El narrador dice 2ue su cuento se funda en sus recuerdos de :u+ina, 0ero así como

no 0uede se0arar afuera de adentro, no 0uede se0arar el 0asado del 0resente. ;sí,

la memoria

su0one una distancia entre el 0resente y el 0asado, 0ero 0ara el narrador el 0asado

es un

trauma 0resente. Kice 2ue “ArBesulta f*cil +er las cosas desde a2uí, meramente

traídas 0or

el recuerdo, donde no tienen 0arecido”, y es claro 2ue no le “cuesta trabao” al

narrador hablar

sobre :u+ina 0or2ue mentalmente nunca ha deado este “luar donde anida la

tristeza”.

XER:;N@' Ruinas y recuerdos' sobre Juan Rulfo como ar2uitecto literario $#

Puando toma una cer+eza inmediatamente 0iensa en los mezcales de :u+ina, y

cuando toma


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26/33

est* lleno de reticencias, de Uuras y alusiones, de 0untos sus0ensi+os1 en su

silencio hay re0lieues,

matices, nubarrones, arco iris s8bitos, amenazas indescifrables” 7). Entonces el

hermetismo y el laconismo no solamente e50resan una falta de recuerdos sino

tambi"n un deseo

de 0roteer los recuerdos. >az usa la met*fora ar2uitect/nica del “muro de soledad”

99)

y Rulfo usa la misma met*fora cuando describe la desconUanza de la ente en

:u+ina, 2ue daba

la im0resi/n de haber “entablado la cara” Rulfo' #W9).

En cierto modo los recuerdos de sus muertos son la 8nica 0ro0iedad de la ente de

:u+ina y 0or eso se deUenden contra todo cambio' “>ero si nosotros nos +amos,

_2ui"n se

lle+ar* a nuestros muertos`” ##W) az suiere 2ue la fascinaci/n 2ue la

muerte

eerce sobre los me5icanos 0uede ser un efecto de su “hermetismo y la furia con

2ue lo rom0eA

nB” >az' (). En todo caso, el culto a la muerte es re6eo de una memoria en la 2ue

el

0asado domina el 0resente.

-e 0uede distinuir entre +arios as0ectos del recuerdo o de la memoria. Pon 4arcel

>roust y Valter ?enamin se 0ueden distinuir la memoria in+oluntaria y la memoria

+oluntaria.


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En la memoria in+oluntaria se forma una e50eriencia "0ica donde el “memorioso”

s8bitamente

reconoce relaciones escondidas u ol+idadas, y donde un atm/sfera cinest"tica se

ata

a los recuerdos. En contraste con esa memoria in+oluntaria, la memoria +oluntaria,

a0oyada

de +arios medios mnemot"cnicos, es una memoria controlada, en la 2ue los

recuerdos se localizan

en es0acio y en tiem0o como informaciones 0recisas, 0ero sin atm/sfera. -in

embaro,

en la obra de Rulfo, la memoria tiende a ser una fuerza 2ue in+oluntariamente

de+ora el

0resente o lo sustituye. No forma una e50eriencia 2ue 0uede ser+ir como uía en la

+ida, sino

2ue forma una obsesi/n 2ue im0ide la +ida. :os actos como el asesinato en La

cuesta de

las Comadres bao la luna /tica se realizan como en un trance. :a “+ida” de >edro

>*ramo

es dedicada a la muerte' es “un rencor +i+o” #G).

En Pedro Páramo, el 0adre Rentería dice 2ue “AaB mí se me ha ol+idado el sabor de

las cosas”. El recuerdo tiene un mal sabor en toda la obra de Rulfo. :os 0ersonaes

son desmemoriados

2ue +i+en al maren de la historia, en un tiem0o donde fracasa la memoria. El

$ REHI-; KE =I:


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maestro en Luvina usa cer+eza 0ara esca0arse de sus recuerdos malos el mal

sabor de sus recuerdos

es 0eor 2ue el mal sabor de la cer+eza).

El narrador y Natalia en Tala sufren remordimientos, y los remordimientos im0lican

2ue Natalia ol+ide el 0resente, es decir, al narrador 2ue fue su amante. :a memoria

se muestra

como rencor o como remordimientos, y esas dos formas de la memoria realmente

borran “el

muro” entre 0asado y 0resente. >ara la sed de +enanza, el 0resente es nada,0or2ue es deUnido

y determinado 0or el 0asado, mientras 2ue 0ara la +erunza el 0asado fue tan

malo 2ue

destruye la 0osibilidad de +i+ir en el 0resente. :a e50iaci/n, el e5orcismo y la

re0etici/n coacti+a

e50resan una memoria 0er+ersa o neati+a, y 0ara alunos de los 0ersonaesrulUanos

30or eem0lo el 0adre en -.iles ue no me maten/, 2ue confía “en el ol+ido en 2ue

lo tenía

la ente” $()3 el ol+ido es la 8nica es0eranza.

En el cuento El llano en llamas, los uerrilleros son +erduos y +íctimas al mismo

tiem0o 0or2ue sus actos son ecos aenos de una historia 2ue tiene su centro en otro

luar. El

narrador cuenta' “s0er*bamos dear 0asar los aos 0ara lueo +ol+er al mundo,

cuando ya


29/33

nadie se acordara de nosotros”. Pomo otros de los narradores rulUanos, el narrador

de este

cuento 0retende controlar o conurar sus malos recuerdos “4e acuerdo muy bien

de todo”)

0ero la diferencia entre el 0asado leano y el 0asado 0r/5imo se borra, y, como dice

=rancisco

;ntolin, el narrador se absorbe 0or la inmediatez dram*tica del mon/loo interior”

;ntolín'

%), se entrea a un interminable solilo2uio 2ue reitera su anustia y sus

obsesiones.

En cierto sentido, la historia es el enemio +erdadero, y el fatalismo de los

narradores

se 0uede considerar como una resistencia a la historia. :a refutaci/n de la historia

2ue se

acerca a un conce0to del mundo mítico no 0uede cambiar la historia, 0ero 0uede

funcionar

como un a0oyo mental. Pomo dice el narrador en "os *an dado la tierra' “Nosotros

no hemos

dicho nada contra el Pentro. odo es contra el llano... No se 0uede contra lo 2ue no

se

0uede. Eso es lo 2ue hemos dicho” #W). :a indiferencia sir+e como dice Villiam

Rowe

“0ara enfrentar la o0resi/n sin tener 2ue abrir las 0uertas a todo el odio acumulado

contienda


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2ue los cam0esinos ine+itablemente 0erderían), 0ero e+itando la identiUcaci/n con

el aresor

o la des+iaci/n del odio hacia ellos mismos” Cuadernos0 99).

A"#nes %!n%l#si-!s

:a cuesti/n de memoria fue muy 0ersonal 0ara Rulfo, aun2ue se a0ro+echaba de

la memoria colecti+a de la ilesia y del culto 0o0ular de la muerte 0ara e50resar

esa cuesti/n.

a dicho 2ue, “AcBuando escribí Pedro Páramo s/lo 0ens" en salir de una ran

ansiedad”

Cuadernos0 %). Rulfo tu+o toda la e50eriencia sanrienta de la Re+oluci/n Pristera'

matanzas, ahorcados, fusilamientos, orfandad, la +i+encia de la crueldad 2ue esos

hechos dearon en su infancia.


31/33

consio mismo”, la lectura y des0u"s la escritura fueron los medios 0ara obtener

una

XER:;N@' Ruinas y recuerdos' sobre Juan Rulfo como ar2uitecto literario $&

maestría del 0asado, de esos recuerdos su0er0uestos y “telesc/0icos” 2ue no le

dearan en

0az. Recreando Pomala, :u+ina, :a Puesta de las Pomadres y otros luares

carados de

memorias, Rulfo 0odía e+ocar sus recuerdos y al mismo tiem0o re+ocar el 0oder de

esos

recuerdos sobre su *nimo.

Bi'li!gra$+a

odas las referencias a la obra de Rulfo, +"ase' =ell #$$).

;ntolín, =rancisco. #$$#. Los esacios en $uan Rul%o. 4iami' Ediciones Zni+ersal.

?arrere, ?ernard. #$G%. “:a re0r"sentation de l’es0ace dans El llano en llamas. En'Ez2uerro ed.).

Pohen, Emily Jane. #$$(. “4useums of the 4ind. he @othic and the ;rt of

4emory”. ELH.

7 &).

Ez2uerro, 4ilaros ed.). #$G%. Le récit et le monde1 H1 2uiroga, $1 Rul%o, R1 !areiro+

3aguier .

>aris' Editions :’armattan.

=ell, Plaude ed.). #$$. $uan Rul%o1 Toda la o#ra1 Edición cr(tica. 4e5ico' Ponseo

Nacional


32/33

0ara la Pultura y las ;rtes.

@arcía 4*r2uez, @abriel. #$$. “?re+es nostalias sobre Juan Rulfo”. En' =ell ed.).

albwachs, 4aurice. #$%7. Les cadres sociau4 de la mémoire. >aris' 4outon.

Ilesias, Juan Parlos. #$G%. “El llano en llamas0 una lectura imainaria”. En'

Ez2uerro ed.).

Dlahn, Norma. #$$. “:a Ucci/n de Juan Rulfo' nue+as formas del decir”. En' =ell

ed.).

>az,


33/33

Rulfo, Juan. “Pedro Páramo, treinta aos des0u"s”. Cuadernos *isanoamericanos.

-alí+ar, Kasso. #$$%.'arc(a Márue51 El via)e a la semilla1 La #iogra%(a. 4adrid'

;lfauara.

Mates, =rances ;. #$%G. T*e Art o% Memor&1 armondsworth' >enuin ?ooks.

Xerlan, 4artin. #$GG. “Juan Rulfo’s :onely -torytellers”. Culture and Histor&1 &.

DCbenha+n.

Articulo Sobre Rulfo Ruinas y Recuerdos

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