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El arte de hablarle a las paredesPor ral riebenbauer (texto y
fotos)
T res turistas miran.Un cargador mira. Un po-lica mira. Una
monja mi-ra. Un taxista mira, detie-ne de golpe su auto, saca su
celular y toma una foto-grafa. Un hombre mayor que camina con bastn
mira. Una mujer mayor sentada en silla de ruedas mira. Un nio
pequeo mira y le dice a su madre que es un dinosaurio. Ella tambin
mira y le di-ce que no, que es un hombre grande con un pjaro
grande. Los pasajeros de la 73 vol-tean sus cabezas hacia la
izquierda y miran. Todos miran.
En la cuadra cuatro de la avenida Grau de Barranco hay una
enorme imagen pin-tada en la pared. Diez metros de longitud y cinco
de altura. Es un hombre tendido en el suelo boca arriba, con las
piernas flexiona-das y los pies descalzos. Lleva una msca-ra
traslcida con forma de pico de ave que le cubre medio rostro, y
sostiene sobre su pecho un pjaro bobo de patas azules de
dimensiones irreales. Delante hay un an-damio con ruedas. Un joven
se mueve con cuidado all arriba; no le gusta la altura. Tiene 32
aos, y se hace llamar Jade desde los 17, cuando empez en el
grafiti. Esa es su firma. An no la ha escrito en el mural que est
pintando con rodillo, brocha y pin-cel en esa pared que hay entre
un tragamo-nedas, a la izquierda, y un pequeo pasaje comercial y un
chifa en el que Se necesita seorita c/s experiencia, a la
derecha.
Jade no es un artista callejero ms. Uno de sus murales, el que
haba creado en el ji-rn Rufino Torrico, en el Centro de Lima, fue
uno de los dos primeros que cubri con pintura amarilla el alcalde
Luis Castaeda en su criticada campaa de destruccin de arte
callejero. Cuando Jade se enter, sinti un poco de rabia y mucha
indigna-cin. Y escribi en Facebook: Quines prefieren el amarillo
mudo que todos co-nocemos?. Justo dos meses despus, a co-mienzos de
mayo, una noticia le compens en cierta medida: su propuesta haba
gana-do el concurso Las paredes hablan, con-vocado por la
Municipalidad de Barranco, por delante de otras cien ideas.
Ahora lleva ms de una semana tra-bajando. Pinta mientras escucha
a Jorge Drexler, Calle 13 y Miles Davis. Una mu-jer de mediana edad
se detiene frente a l. Bellsimo, le dice. Y se lo repite, y aade:
Impresionante. Y sigue su camino sin es-perar respuesta, en
direccin a la playa de estacionamiento de un supermercado. So-bre
su larga pared, otro grafitero pinta con
Y escribi en Facebook:Quines prefieren el amarillo mudo que
todos conocemos?.
otros barrios. A contramano de lo sucedido con los murales del
Centro de Lima, el 9 y10 de mayo ltimo se celebr la segunda edicin
del s Barcelona, un festival de grafiti auspiciado por el
ayuntamiento cataln, que cede paredes para dicho fin. En el mismo
sentido, hace unos meses el portal de gestin de espacios pblicos
Murs Lliures lanz un app que tramita permisos a los artistas y les
permite reservar las paredes. Desde noviembre del 2012, Murs
Lliures ha facilitado ms de mil intervenciones.
La obra de Jade en todo su esplendor: diez metros de longitud y
cinco de altura en la avenida Grau, en Barranco. Este mural obtuvo
el primer premio del concurso Las paredes hablan, organizado por la
municipalidad de ese distrito .
El concurso Las paredes hablan tambin reconoci sucesivamente en
las imgenes los trabajos de Yandy (segundo puesto), Conrad (tercer
puesto) y Seimek (premio especial).
Los finalistas
En portada
Saben que algo ha cambiado en ese rincn frente al Estadio Unin.
Quiz ya no sea necesario ese cartel que colocaron hace nueve aos, y
que ha desaparecido bajo la pintura acrlica. Deca: Prohibido
orinar
grafiti. En el distrito de Barranco se multiplican los murales
gracias a iniciativas pblicas y privadas.
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Llegaron casi un centenar de bocetos. Cada uno de los cinco
miembros del jurado escogi diez, sin conocer la autora. Dialogaron,
y llegaron al ganador: Jade. Cuando la Municipalidad de Barranco
anunci el resultado del concurso Las paredes hablan la noche del 5
de mayo, algunos en las redes sociales lo cuestionaron, al
considerar que el grafitero haba pintado antes un trabajo similar.
El coordinador del jurado, el investigador y curador Emilio
Tarazona, zanja: No hay controversia. Un artista tiene el derecho
de realizar variaciones de los motivos de su propio trabajo. Y cita
el ejemplo de Fernando de Szyszlo, quien dice que ha perseguido
toda su vida un solo cuadro.
Esta iniciativa naci, segn explica Tarazona, en contra del
maltrato del que han sido objeto tanto los artistas como las
manifestaciones del arte urbano en los primeros meses de la gestin
del actual alcalde de Lima. Y tambin con un objetivo aadido:
convertir Barranco en un referente latinoamericano de dicho arte.
Por eso, durante las prximas semanas se pintarn adems los murales
de seis finalistas, y en prximas ediciones habr un premio
internacional. Fortalecer la nocin de lo pblico es vital, y no creo
que tengamos algn futuro si no empezamos por all, dice el
curador.
Esta iniciativa no es la nica. La Red de Artistas Barranquinos
ha impulsado en paralelo el festival Muraliza tu barrio. El
resultado: en las ltimas dos semanas hay una decena de nuevos
murales. As, la dupla Entes y Psimo ha cubierto con un nuevo
grafiti dos antiguos trabajos propios en las paredes exteriores de
la Casa Tpac. Jade pinta un segundo mural en una casona de la
Bajada de Baos, visible desde el popular Puente de los Suspiros. Y
Yandy Graffer ha dejado su reconocible estilo en la bella fachada
de una casa del jirn Jan.
Arte urbano para el futuro
muchos colores una extraa banda de animales msicos. Es Seimiek,
a sus 33 aos, un clsico del arte callejero local. Su boceto recibi
un premio especial a la creatividad en este mismo concurso.
Seimiek es delgado y gil, y sube y baja con rapidez de una
pequea escalera ple-gable, mientras usa el rodillo y el spray. Esa
velocidad confiesa la ha tenido que utilizar alguna vez para huir
de la po-lica o del serenazgo. Ahora es diferen-te, se re: los
tengo de escolta.
MURALES EN EL oTRo BARRANCoA varias cuadras de all, al otro lado
de la avenida por la que transita el Metropoli-tano y que divide el
distrito en dos, en la zona ms popular, est Conrad subido a una
escalera de tijera de muchos pelda-os. Es un grafitero de la misma
genera-cin: tiene 30 aos, y comenz hace 15 en su distrito,
Ventanilla.
En una de las paredes del viejo Merca-
do Nmero 2, junto al paradero de moto-taxis, Conrad est dejando
su interpre-tacin mstica del escudo de Barranco, tercer premio en
el concurso de la Muni-cipalidad. Su ngel gigantesco en rojo
re-sopla sobre un corazn-ojo que todo lo ve. Y se dira que su
soplido alcanza al seor Mario, un vendedor de paltas de Santa Ana,
La Merced, que lleva 15 aos en esa esquina. A l se le ve feliz por
ese vecino temporal con gorra al revs, audfonos, lentes de sol y
tatuajes en brazos, pulgar izquierdo y piernas, que utiliza el
pincel con la precisin de un cirujano. A su lado tambin estn,
contentos, el seor Valen-tn, que vende pan ah en su bici-carretilla
desde hace 20 aos; y Rie, el ayudante del seor Mario, que hace
trucos de break
dance cuando ha acabado de descargar las cajas de palta.
El ms joven de los grafiteros premia-dos tiene 23 aos, pinta en
la calle des-de los 12, estudia quinto ciclo en Bellas Artes so un
da con su firma, Yan-dy Graffer, y se qued con ella. Su mural,
segundo puesto en el concurso, tambin tiene sus vecinos. Enrique y
Vicky insta-lan junto a esa pared su carretilla de sn-guches y
emoliente cada da, a las 5:30 de la maana, desde hace 15 aos. Unos
metros ms all est Aurelia con su carre-tilla de jugos, aunque ella
apenas lleva un ao. Cinco horas ms tarde llega Flix, el vendedor de
gelatinas, marcianos y chi-cha. Todos ellos miran ahora ese hombre
en una barca, pescando armona con una
guitarra inspirado en el abuelo de Yan-dy, un pescador del
Callao, y sonren. Saben que algo ha cambiado en ese rin-cn frente
al Estadio Unin. Quiz ya no sea necesario ese cartel que Enrique y
Vic-ky colocaron hace nueve aos, y que aho-ra ha desaparecido bajo
la pintura acrlica. Deca: Prohibido orinar.
Son las 13:41 horas del lunes. Jade comienza a firmar su mural.
Han pasa-do ocho das desde que empez a crear-lo sobre una pared
blanca. Siete minutos despus se baja del andamio, lo arrastra y
deja su obra a la vista. Entonces, un fot-grafo se dispone a tomar
la primera ima-gen. Una seora mayor que lleva una bol-sa de plstico
tan blanca como su cabello entra en el cuadro.
Rie, un vendedor de paltas, improvisa un paso de break dance
ante el mural de Conrad.
Ral Riebenbauer (Valencia, Espaa, 1969) es periodista,
documentalista y escritor. Publicar prximamente un libro sobre
grafitis y murales en Lima y otras ciudades del Per.