ARENA EN LA CLEPSIDRA de Raúl Alberto Ceruti ESCENARIO: Un gran manto azul que debe poder cubrir algunas sillas y mesas. De todos los ADRON o ADRUM, deberá hacerse creer que se trata dela misma persona. Todos visten igual y con una suerte de capucha que deje a sus rostros en penumbra. Los ADRON están dispersos aquí y allá, generalmente arriba, y los ADRUM están dispersos aquí y allá, generalmente abajo. Pueden ser uno o unos cuantos. Hablan por turnos, pero no se contestan. Al principio debe haber bastante tiempo entre un parlamento y el otro, y luego todo irá fluyendo como en una continuidad. ACTO ÚNICO. Escena 1.(Se escucha el sonido de los granos de arena cayendo, amontonándose y dispersándose).
Pieza teatral en donde se intenta la escisión del yo.
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
ARENA EN LA CLEPSIDRA
de Raúl Alberto Ceruti
ESCENARIO: Un gran manto azul que debe poder cubrir algunas sillas y mesas.
De todos los ADRON o ADRUM, deberá hacerse creer que se trata dela misma persona.
Todos visten igual y con una suerte de capucha que deje a sus rostros en penumbra.
Los ADRON están dispersos aquí y allá, generalmente arriba, y los ADRUM están
dispersos aquí y allá, generalmente abajo. Pueden ser uno o unos cuantos. Hablan por
turnos, pero no se contestan. Al principio debe haber bastante tiempo entre un parlamento
y el otro, y luego todo irá fluyendo como en una continuidad.
ACTO ÚNICO.
Escena 1.(Se escucha el sonido de los granos de arena cayendo, amontonándose y
dispersándose).
Personajes: ADRON - ADRUM
ADRON(Como sobre la quilla de un barco): Hacia babor!... Más a babor!... Siempre a
babor, aunque no nos movamos. Tensen las velas!... Alisten las cuerdas!... Azucen al
viento!...
ADRUM(Como saliendo al exterior de una cueva y aspirando el aire): El aire está
propicio. Las paredes de la gruta por fin están secas. El rescoldo prenderá nuevamente.
ADRON (Como acechando tras de una pared): Sólo unos minutos. Antes no. Antes no,
aunque nunca sepamos cuándo. Apenas después.
ADRUM(Como desenganchando un pez de la caña y arrojándolo al mar): Tantas veces
capturado… Tantas veces devuelto.Un lazo cómico y siniestro nos une. El de esta repetida
agonía tuya. El de esta violenta desazón mía.
ADRON (Agachándose como levantando algo de la playa): El mismo guijarro. Otra vez
levantado. Dos veces vuelto a poner. Creo que fue ayer que le realicé esta marca. Pero ayer
no estaba en el mismo lugar. Quizás lo haya puesto más adelante.
ADRUM (Como arengando, inestable en un bote): Levanten los remos. ¿Ven esas
algas?.Es sólo una. Una muy delgada y pequeña. Pero asida y levantada una y otra vez, va
formando esa red que los aprisiona.
ADRON(Como sobre la quilla de un barco): ¿La ven? ¿Pueden verla?. Ya debería estar en
la playa. ¡Vigía!... ¡Vigía!... ¿Las ves?. No sé por dónde saldrá. Una mujer no es una isla.
Perfora la costa con la mirada. Tiene que estar.
ADRUM(Como agrupando leña en una fogata): Espero que el fuego vuelva a adherirse a
los leños quemados. Que del humo tome su oxígeno vital.
ADRON: Que no se agite. Que no se tense la superficie del agua. Que sea dócil. Despacio.
Despacio. Ya habrá tenido que llegar. Como otras veces. Temo que ya haya ocurrido de
nuevo.
ADRUM: ¿Y si acaso lo lanzara?. En poco tiempo volvería a recogerlo. No porque venga
él a mí, sino porque en vano me repito.
ADRON: Esa mirada perpleja acaso tenga memoria, porque cada vez que lo atrapo, menos
se resiste.
ADRUM: Encallado. El remo encallado en una red de algas. Fuerza, fuerza!...
ADRON: Hay una línea imaginaria que es la línea de sus ojos. ¿No la ven?. Allí se marca
en el agua, como el trazo de un nuevo horizonte. Quietos ahora!... Esperadla!...
ADRUM: Esa chispa se demora. ¿Cómo puede el fuego guardarse?. Solamente el secreto
de un leño que crepite.
ADRON: Cómo asir el silencio en el tiempo, si el silencio es el tiempo caído a nuestros
pies. Vencido a nuestro lado.
ADRUM: La memoria busca al guijarro, que ha aprendido a parecerse.
ADRON: ¿Habrá peces del aire?. ¿Peces que sean tentados sin carnada alguna?. Es mejor
que una falsa carnada.
ADRUM: Recogiendo una y otra vez la misma fronda de algas. Anudándolo en el remo, a
fin de que se ahogue la madera.
ADRON: Miradla!... De pie sobre la playa. ¿Es ella?. ¿Ha venido finalmente?. Ah, certeza
trágica!... Ah, mapa de los sones!... Quisiera oírla, pero ni siquiera abre su boca.
ADRUM: Rojo, amarillo, negro. Rojo, negro, amarillo. Amarillo, negro, gris. El rojo está
en tu camino. Lava de huellas. Río de pasos. Aquí hay calor. Si por lo menos ya fuera de
noche, te habría salvado.
ADRON: La angustia de no saber si ya ha ocurrido lo inevitable. Las condiciones para que
ocurra, son al mismo tiempo, las señales de que ocurrió.
ADRUM: Aquí está, otra vez. Feliz bajo el brillo de la sal. Y me pide que vuelva a
levantarlo, como para seguir un rito. Poco a poco el guijarro va tomando la forma de mi
mano.
ADRON: Por la boca?. Sí. Es por tu boca que te he traído. Y tu palabra en el aire es sólo
unas cuantas bocanadas. Pero ya no hay impaciencia ni corcoveo. De algún modo ya estás
resignado a volver.
ADRUM: Apretadas las algas contra el remo. Que se estrangule en las aguas, que se
estanque. Y que las algas luego no se conviertan en barro y lo liberen, y el tiempo continúe.
ADRON: Ya se ve el fuego en la gruta, el guijarro en la playa, el pez en la línea, la espera
en su término… Ahora!... Rasgad las velas!... Que el barco se detenga ahora!...
ADRUM: En el momento en que el leño comienza a quemarse, a teñirse de blanco en su
corteza, el rojo es más intenso, y la llama se independiza.
ADRON: He perdido la secuencia. El guijarro o el bote varado en la costa. El barco que
traspasaba aquella línea. El camino de la mirada. El fuego sabrá extenderse a su tiempo.
ADRUM: Pequeño guijarro bajo mis pies. Tropezar contigo sería no encontrarte.
ADRON: Nadas en una corriente que siempre te devuelve. Como si este anzuelo fuera tu
elemento.
ADRUM: Las algas nunca alcanzan a quebrar los remos. Sólo a exigirlos.
ADRON: ¿La ves? ¿Podemos verla?. ¿Alguno de nosotros la ve?. Sólo una de treinta y
nueve veces, ella no vino.
ADRUM: Estas llamas hieren. Hieren con frenética languidez. Lazos de espada. Apenas
notamos su presencia ya se desvanecen buscando más arriba, más arriba, por encima y por
delante de tus ojos.
ADRON: El barco en el horizonte, para dirigirle la mirada. El fuego en la gruta para indicar
la marcha. El guijarro en la arena, para trazar el sitio. El bote encallado para retener la
maraña. Todo debe suceder a la vez. Pero cada seña es causa de la otra.
ADRUM: Si toda esta arena alguna vez fue piedra, que se fue desmenuzando,
desmoronando, despellejando… Que estemos aquí es que aún estamos en el tamiz del
tiempo. Un guijarro en la eternidad de granos.
ADRON: ¿Por qué te empecinas en mi anzuelo?. ¿Acaso es más seguro que el mar?.
Reconocer un punto, un solo punto en lo inmenso, transmite cierta sensación de seguridad.
ADRUM: Usar los remos como armas. Pero golpear contra las algas no produce ni siquiera
el sonido de un golpe.
ADRON: La seña. La seña… Ha seguido involuntariamente el curso de nuestra
embarcación. Ahora sólo falta que te encuentre. La seña!...
ADRUM: Mis sombras impactan contra la pared. Estallan en ella. Y se proyectan
interminables hasta la playa. Otro oleaje. Un oleaje vertical que en su propia agitación
descansa.
ADRON: Primero fue el barco. Para guiarle la mirada. Luego la llama para guiar el barco.
Luego el guijarro para detener el punto. Entonces, el pez para sacudir tu sorpresa. Y las
algas que no te dejen continuar. Pero si no estás, si no seguís... Si no se para tu cuerpo. Si
no se sacude tu calma. Si no se enredan tus piernas… Todo es errado, si tu mirada no me
encuentra.
ADRUM: Aquí tiene que pasar. Brazos en alto, guijarro en el aire. Salpicadura del agua a
pocos centímetros de ella. Y las ondas circulares con centro en la piedra, que se abren
silenciosas para alcanzarla.
ADRON: Es el pez el que levanta mi línea. Como si a su línea me arrancara, acercándome a
ella en un solo tironeo.
ADRUM: La suave presión de las algas nos anuda. Es un nudo en suave desenvolvimiento.
Una caricia que abraza.
ADRON: Treinta y nueve veces tendí y arrié las velas. Treinta y nueve veces, y sólo en una
seguiste mi periplo. Pero en esa dirección el reflejo de la luz te perturbaba.
ADRUM: Treinta y nueve veces invoqué el espíritu de la llama. Treinta y nueve veces,
pero sólo una su sombra pudo protegerte.
ADRON: Treinta y nueve veces me quedé parado, frente a tu espalda. Treinta y nueve
veces, y sólo en una acerté tu mirada. Pero estabas abstraída en tu reflejo.
ADRUM: Treinta y nueve veces lancé el guijarro hacia el reflejo de tus ojos. Treinta y
nueve veces, y sólo una logré desdibujarlos. Sorprendidos, tus ojos, comenzaron a nadar
debajo del agua.
ADRON: Treinta y nueve veces levanté tus ojos, como peces distraídos, de este mar.
Treinta y nueve veces, pero ya te alejabas.
ADRUM: Treinta y nueve veces tejí un amasijo de algas. Treinta y nueve veces, pero sólo
una pudieron contenerte.
ADRON: Cuando las algas pudieron contenerte, no me mirabas.
ADRUM: Cuando pude alzar tus ojos, no sabías dónde hallarme.
ADRON: Cuando mi guijarro dispersó tu pensamiento, cayeron tus ojos al agua.
ADRUM: Cuando pude refugiarte en mi sombra, no atravesaste las algas
ADRON: Cuando pude esperarte, el viento no impulsaba las velas.
ADRUM: Cuando pude remolcar tu mirada, no estabas ahí.
(Los actores forman una ronda y se dispersan, descubriendo bajo el manto azul algún
banco o alguna silla en la que se sientan.)
------------------------------
Escena 2.(Se escucha el agua, fluyendo, danzando, encontrándose)
ADRON – ADRUM – ADRAN.
-(Entra ADRAN que avanza como perdida por el centro de la escena. Durante esta escena,
ADRAN será la única que pueda moverse a la vista del público.)-
ADRON: Hay un momento en que…
ADRUM: …ola tras ola…
ADRON: … viento tras viento…
ADRUM: …naufragio tras naufragio,…
ADRON: …el mar…
ADRUM:…se desconoce.
ADRUM: Un momento en el que él mismo ya…
ADRON: …no sabe quién es.
ADRUM: Nosotros…
ADRON: …procuramos…
ADRUM: …¡dar! con ese…
ADRON: …momento.
ADRUM: Desde el primer viaje en el tiempo…
ADRON:… me volví adicto a ellos.
ADRON: Volver a la misma playa, besar de nuevo el mismo mar.
ADRUM: Hacia adelante…
ADRON: …hacia atrás...
ADRUM: Dos maneras de extenderme o estirarme.
ADRON: Dos maneras de estar donde te espere.
ADRAN: ¿Estás ahí?
ADRON: Una vez que se hace frecuente, o, como en…
ADRUM: …mi caso…
ADRON: …compulsivo, el viajar…
ADRUM: …en el tiempo…,
ADRON:…esa es una pregunta
ADRUM: …difícil de contestar.
ADRAN: Te necesito ahora.
-(A partir de aquí, empieza a escucharse el viento, con un suave oleaje)-
ADRON: Vine una vez aquí…
ADRUM: Es por eso que estoy adonde me escuchás. Pero…
ADRON: … “Ahora”…
ADRUM: …es un sitio impreciso.
ADRAN: Vienes?
ADRON: Es fácil estar, sin ser.
ADRUM: Estar aquí…
ADRON: …o allá…
ADRUM:…trazando el mapa de todas
ADRON: …las ansiedades.
ADRON: He tardado mucho para estar…
ADRUM: …entonces…
ADRON: … y después, antes…
ADRUM: … y durante, luego y otra vez…
ADRON: …que he repetido tantas escenas de mi…
ADRUM: …vida hasta agotar sus variaciones.
ADRAN: Te perdés. Me pierdo en tantasveces.
ADRON(Golpea el suelo:)No tengo una señal, un signo, una llave que me pertenezca.
ADRUM: No recuerdo cuál de nosotros es el viajero o el viaje, el comienzo o el final,
ADRON: Quien decide…
ADRUM: … o quien ha sido decidido.
ADRON: Recuerdo cuando iremos juntos por esa playa de por allá. Te veo llegar y
volverte.
ADRUM: Te veo cerca y lejos. Pero no…
ADRON: …te veo
ADRUM:…verme.
ADRAN: Fue esa ventisca. Esa ventisca que te impedía llegar a tiempo la que provocó tu
obsesión. Tu apetencia insaciable de tiempo.
ADRUM: Un poco de arena en los ojos, nada más.
ADRON: Y un gesto tuyo que perdí en el aire, cuando apenas…
ADRUM: …te diste vuelta.
ADRON: ¿Cuándo fue o será?, ¿cuándo?
ADRAN: Ahora ya ha sido. El pasado será para siempre.
ADRUM: El parasiempre lo entiendo. Habito estainquietaconstancia.
ADRON: Constancia, no eternidad. Ya que en algún momento uno de nosotros morirá, y
esehabrá sido el verdadero.
ADRAN: Ahí estás. Ahora sí te veo. Pero venís de espaldas.
ADRON: Es que volver a un momento no repara lo perdido. Sólo se ensaña en repetirse.
ADRAN: Allí estás también. Ahora te volteás para mirarme…
ADRUM: Así es, pero esta arenisca, en este preciso segundo…
ADRAN: No cierres tus ojos. No lo hagas.
ADRON: No puedo no hacerlo. En su lugar tengo abierta mi mano.
ADRAN: Ya me dí vuelta. Ahora es el mar el que reclama mis ojos.
ADRUM: ¿Y si hubiéramos coincidido?.Mirame.
ADRON: Aquí vengo.
ADRUM: Allí, hacia donde acabará rompiendo esa ola. O antes de la ventisca, con el
reflejo del Sol.
ADRON: ¿Es que hay finalmente un destino?.
ADRUM: He visto cambiar muchas cosas en esa misma tarde…
ADRON: …Por ejemplo:
ADRUM: Ese barco de allá, de las treinta y nueve veces que estuve aquí, a esta misma
hora, veintisiete no estaba y otras once estaba un poco más a babor o un poco más a
estribor.
ADRON: En esa gruta de más lejos, sobre la montaña del oeste, de esas treinta y nueve
veces, sólo cuatro resguardaba unas personas. Y de las cuatro, sólo una incluía una mujer.
ADRUM: Conesas piedras, sólo unavezví tropezar a alguien. Pero no siempre se trataba de
la misma persona.
ADRON: Ese pescador, allá… No tiene línea. Sólo espera.
ADRUM: Lo mismo que esta botella, treinta y nueve veces sin mensaje.