- 1. SUMA CONTRA LOS GENTILES Santo Toms de AquinoPROLOGOAl poner
en manos del lector espaol la traduccin castellana de la Suma
contra los Gentiles, deSanto Toms de Aquino, nos ha parecido
conveniente hacer unas sencillas aclaraciones
destinadasexclusivamente a exponer, en muy pocas lneas, los lmites
de nuestro trabajo.Nuestro intento fundamental puede resumirse en
una sola palabra: traducir; poner al alcance dequienes cultivan la
filosofa y no cuentan con la suficiente preparacin para vencer
cmodamentelas dificultades de la lengua latina una de las grandes
obras del Doctor Anglico. No hemostrabajado, pues, para
eclesisticos, ya que stos mejor estudiarn el pensamiento del Santo
en suoriginal latino. Nuestra tarea ha sido realizada con vistas a
los seglares, catlicos o no catlicos,aunque todos cultos, para que
tanto unos como otros, estudiando con detencin la obra que
lesofrecemos, puedan llegar por la simple va racional a establecer
contacto con las grandes verdades ya penetrar, en cuanto nos es
dado, en el mundo de los grandes misterios.Aparte de la introduccin
general, en la que, tras unas breves pero vigorosas pinceladas
sobre lapersona de Santo Toms, se exponen las circunstancias
histricas que motivaron la aparicin de laobra, el estudio critico
del Pugio fidei en relacin con la Contra Gentes, etc., a cada uno
de los doslibros que componen el presente volumen precede una
extensa introduccin.Es de notar, sin embargo, que ambas
introducciones, en conformidad con lo ya dicho, tiendennicamente a
resumir en una sntesis claray asequible, en cuanto cabelos puntos
doctrinales enque se apoya la argumentacin del libro respectivo. En
consecuencia, hemos ladeadointencionadamente las exposiciones
doctrinales que pudieran contrarrestar este anhelo de
expansinvulgarizadora de la doctrina de Santo Toms, como tambin
hemos prescindido de insistir en lademostracin y defensa de cuanto
constituye el ncleo de nuestro sistema tomista. Y esto por
dosrazones: en primer lugar, porque aquellos a quienes va destinada
esta traduccin castellana de lasuma contra los Gentiles, los
seglares, ni estn mediatizados por escuelas determinadas, ni
buscan,por consiguiente, una defensa crtica de la doctrina.
Intersales slo el pensamiento del Santo. Y supensamiento,
indudablemente, con la diafanidad que le caracteriza, est en sus
obras. En segundolugar, porque los menos del mundo laico a quienes
pudiera interesar la controversia podrn suplircon relativa
facilidad cuanto falte en exposicin doctrinal y defensa crtica
acudiendo a lasintroducciones especiales de la Suma Teolgica
publicada por esta misma Biblioteca.Rstanos slo advertir al lector
que la Suma contra los Gentiles no va dirigidacomo dice el
P.Suermondta cualquier clase de hombres, sino a eruditos y doctos;
a quienes, cultivando laverdadera sabidura, acciales el deseo de
escudriar las verdades divinas. Por es razn, SantoToms comienza la
obra preguntndose en el primer capitulo cul sea el deber del sabio
INTRODUCCIN GENERALSanto Toms de Aquino, por su grandeza
excepcional, por la extensin y por las mltiples facetasde su obra
literaria, por la universalidad de su influencia, por su
significacin en la Iglesia, no puedeser abarcado de manera global
sin un previo es fuerzo analtico como antecedente obligado para
unavisin integradora. Tampoco es tarea fcil el estudio de un
aspecto particular de su doctrina o de suvida, desgajado ms o menos
violentamente del conjunto vivo y reciamente ensamblado, sin
quesufra merma en su exacta valoracin y sin que pierda sus claros
contornos. Por ello ofrece una realdificultad hablar o escribir de
Santo Toms con carcter introductorio y con el propsito de dar
aconocer en visin de conjunto, alada y densa, cordial y cientfica,
la obra total del Santo, o algunosaspectos, en tal forma que pueda
ser gua seguro para adentrarse en la lectura de sus escritos
con
2. curiosidad inteligente y con devocin ardiente y amorosa.Sin
duda la copiosa literatura enteramente consagrada al estudio del
Doctor Anglico, de su vida, desu doctrina y de sus escritos, ofrece
sobradamente todo lo que puede apetecer un lector culto sobreun
autor y una obra literaria. Estaramos muy lejos de la realidad si
afirmramos que el Santo espoco estudiado o es poco conocido, como
suele afirmarse con tanta frecuencia al escribir sobrefiguras
destacadas con carcter monogrfico. La bibliografa tomista es
abundante y variada, noslo en estudios de carcter doctrinal,
filosficos y teolgicos, sino en estudios de tipo histrico yde
crtica textual, cada da ms numerosos y ms perfectos. Esta riqueza
en estudios monogrficos yde sntesis, de valor muy desigual, puede
constituir un verdadero escollo para el conocimientoexacto de Santo
Toms si el lector estudioso, y mucho ms el escritor, no somete la
produccinbibliogrfica a un anlisis delicado para conocer
previamente el valor de los estudios utilizables, lasfuentes
empleadas y los criterios que han guiado a los respectivos autores
en sus tareas deelaboracin cientfica. De no hacerlo as, en algunos
casos esta remos expuestos a verdaderasconfusiones, por aceptar
como conclusiones de valor objetivo las estimaciones subjetivas de
ciertosautores, o como hechos histricos comprobados plenamente las
hiptesis histricas ms o menosfundadas como explicacin provisional
de un hecho o como interpretacin, tambin provisional, deun texto
obscuro.A pesar de esta dificultad, nos vemos obligados a escribir
sobre Santo Toms con carcterintroductorio y para esta edicin
espaola de la Summa contra Gentiles. Tarea difcil siempre, lo
espara nosotros, que estamos ocupados en otras tareas histricas que
slo muy de lejos tienen unarelacin con los problemas que tenemos
que tratar aqu. Seguimos adelante en nuestro trabajofiados slo en
el bonum obedientiae.Nuestra tarea queda muy reducida, casi fcil,
si tenemos en cuenta que en esta misma Biblioteca deAutores
Cristianos, en fecha an reciente y como introduccin general a la
edicin espaola de laSumma Theologica, se ha publicado un magnfico
estudio de conjunto sobre la vida y la obra totalde Santo Toms de
Aquino, debido al insigne telogo P. Santiago M. Ramrez, O. P. 1 El
amplioestudio introductorio del P. Ramrez, en sus pginas densas y
luminosas, ofrece al lector espaoluna visin completa de Santo Toms,
rica por su informacin erudita y por el vigor delpensamiento. En la
obra del P. Ramrez puede hallar el lector culto plenamente
expuestos aquellosconocimientos previos que puede desear para
adentrarse inteligentemente en la lectura del DoctorAnglico.
Parece, pues, innecesario, y hasta vano, emprender de nuevo el
trabajo para darle anuestro pblico culto una nueva introduccin de
tipo general que no podra sustituir a la obramagistral del insigne
P. Ramrez.Nuestro propsito es modesto: exponer algunos problemas
generales de tipo histrico en torno a laSumma contra Gentiles, y
que pueden interesar al lector porque su conocimiento ayuda a
situar laobra del Santo en su ambiente histrico y facilita la
comprensin del mtodo y la problemtica deesta obra del AnglicoEn
nuestro intento de ofrecer una introduccin de inters general y de
lectura agradable,procuramos eliminar aquellos problemas de
erudicin y de crtica que slo interesan al lectorespecializado y que
no ayudan de manera eficaz al conocimiento y comprensin de la obra.
Comouna excepcin, dedicamos bastante espacio al estudio de las
relaciones de Santo Toms conRaimundo Mart, por su inters hispnico y
por no estar plenamente estudiadas en las obras decarcter general
sobre Santo Toms.El texto que se publica es el mismo de la edicin
Leonina, edicin crtica perfectsima 2 As huelgala exposicin de los
problemas crticos referentes a elencos de manuscritos, genealoga de
losmismos, estado actual del manuscrito autgrafo, etc. Problemas
stos estudiados y resueltos por loseditores romanos y
exhaustivamente expuestos en las introducciones de la citada edicin
crticapara saciar la curiosidad de los eruditos y crticos ms
exigentes. Una exposicin sumara de estosproblemas carece de
utilidad real. Algo parecido ocurre con las observaciones de
detalle que puedenhaberse hecho a la labor de los editores de Santo
Toms. As, descartados estos problemas de crtica 3. textual, nuestra
labor se reduce y se limita a una reconstruccin histrica del
ambiente y a unasobservaciones sobre el mtodo de trabajo del Santo
Doctor.1 Suma teolgica de Santo Toms de Aquino. Tomo 1: Introduccin
general por el R. P. Mtro. Fr. Santiago Ramrez, O.P., etc.
(Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1947). La introduccin del
P. Ramrez abarca 237 pginas, conbibliografa sistemtica y continuas
referencias a problemas crticos y autores actuales. Es, por tanto,
un instrumento detrabajo insubstituible, al mismo tiempo que es un
estudio altamente orientador.2 S. Thonuze Aquinatis, Doctoris
Angelici, Opera onvnia iussu impen saque Leonis XIII P. M. edita.
La Suma contraGentiles ocupa los volmenes 13, 14 y 15. De esta
edicin de la Contra Gentiles escribe Grabmann que representa
untrabajo de primer orden entre las ediciones crticas de obras de
autores escolsticos (Historia de la Teologa catlica,edic. espaola [
1940], p. 383).Santo Toms de Aquino, escritor humanoNo pretendemos
escribir una semblanza de Santo Toms y mucho menos dar un salto en
el vaco ylanzarnos por el mar sin fondo de una estimacin subjetiva
de las variadas facetas, siempresugeridoras, de su personalidad
enorme. Sin embargo, queremos sealar con amor una caractersticade
su obra, o mejor, de su actitud como escritor: Santo Toms es un
escritor humano. Nos interesanlos mviles psicolgicos y las
circunstancias histricas para estimar con justeza la razn misma
delos escritos del Santo y de la directrices de su vida. Queremos,
en lo que cabe, una valoracin plenade su obra en su propio
ambiente, para que el lector espaol reciba con las enseanzas de
sudoctrina la leccin esplndida de su ejemplaridad.Muchas veces se
ha dicho y se ha escrito que Santo Toms es tan impersonal en sus
escritos, tanobjetivo en el fondo, tan tcnico en la forma, que no
revela nunca los pliegues de su alma delicada;no es fcil penetrar
en las intimidades del Santo a travs de las pginas fras del telogo
o delfilsofo. Resalta ms esta actitud del Anglico si se le compara
con otras grandes figuras delpensamiento cristiano, como San
Buenaventura, el doctor de la uncin franciscana, y sobre todo
conSan Agustn, el otro gigante de la ciencia cristiana. Quiz la
comparacin, como en tantasocasiones, lejos de ayudar al
conocimiento, sirve para obnubilarlo. Una simple lectura
inteligente deestos autores pone de manifiesto las diferencias
temperamentales entre los mismos que hancondicionado su manera de
escribir. No nos toca hacer un estudio de las notas caractersticas
de SanBuenaventura ni tampoco de San Agustn, con su personalidad
tan suya, con su rica variedad dematices, con su clida emocin
humana, que descubre las inquietudes de su adolescencia desgarraday
el trepidar de su alma ardiente abrasada por el fuego inextinguible
de su caridad.As se ha llegado a una idea falsa de Santo Toms, que
al deshumanizarlo le ha quitadoejemplaridad humana. Esta visin
inexacta la ha sometido a un anlisis certero el seor Obispo deTy,
Fr. Jos Lpez Ortiz, y la ha sintetizado en estas magistrales
palabras: Tienen fama losescritos de Santo Toms de encerrar la ms
abstracta e impersonal exposicin de una doctrina. Cabela dudase ha
llegado a decirde si han sido compuestos por un hombre que vivi en
algntiempo y lugar o si la pura objetividad ha cristalizado en
ellos sin ser turbada o animada por elaliento de alguien que, a ms
de pensarlos, los viva. Y esta impresin de impersonalidad de la
obraha llegado a proyectarse sobre el hombre, del cual corre tambin
un deforme esquema biogrfico; eldel monje sedentario, apacible,
abstrado y abstracto, viviendo solo con sus ideas, sin saber
niimportarle nada del mundo que le rodeaba, capaz de turbar la
alegra de un convite palaciego, en elque por azar se encuentra, con
una extempornea exclamacin, tal vez un golpe en la mesa, porqueha
encontrado la clave de una argumentacin concluyente contra los
maniqueos. Completan lasemblanza una celda desnuda de adornos en un
monasterio solitario, una mesa cargada depergaminos y, tras ellos,
siempre absorto, Toms destilando pausadamente por su pluma
argumentotras argumento3.Y contina el Excmo. P. Lpez Ortiz: Claro
est que no es sta la imagen de Santo Toms quedescriben los
historiadores preclaros que ltimamente le han consagrado hermosos
estudios y que elconocimiento que hoy tienen de la vida intelectual
del medioevo la hacen absolutamente 4. inverosmil, pero es un poso
que queda por debajo de lo que omos o leemos, aunque no dejemos
deaceptarlo, y queda como reserva mental, recinto de recelo
personal no disipado 4.Santo Toms de Aquino tena, como la han
tenido los dems autores, su manera de escribir, muypersonal por
cierto, en la que reina con plena soberana la objetividad, servida
por una tcnicarigurosa. Pero podemos preguntarnos si esta obra
global, aparentemente fra, procede de un alma sinemocin o de un
alma de rica afectividad, pero de una excepcional tenacidad
asctica. En esteltimo caso, si el extenssimo opus tomista recoge
alguna manifestacin de la riqueza interior delalma de su autor. En
algunos casos, el Anglico Doctor ha dejado conscientemente el
tonoimpersonal que le caracteriza para gritar con toda el alma, y
tambin algunas veces ha manifestadopor alguna rendija los
sentimientos ntimos de su corazn.Pero creemos mucho ms eficaz como
medio revelador del verdadero espritu de Santo Toms, msque algunos
textos excepcionales, el estudio de los fines de su obra. Santo
Toms de Aquino es unescritor vocacional, un escritor animado por
una profunda inquietud humana; esta inquietud humanaanima su
produccin cientfica sin inmutar su objetividad. Tenemos que seguir
la lnea vocacionalsi queremos medir el alcance de su obra y
estimarla con justeza.3 JOS LPEZ ORTIZ, O. S. A., Santo Toms de
Aquino. Conferencia pronunciada en el paraninfo de la Universidadde
Madrid el 7 de marzo de 1943, p. 3.4L.c., p.3.Ambiente histrico y
vocacin particular de Santo TomsEl siglo de Santo Toms fue un siglo
de inquietudes, de grandes creaciones del espritu, de
nuevascorrientes religiosas y sociales, que, debidamente amasadas
por obra del tiempo, han venido aintegrar la vida moderna. Contra
lo que pueda creer un observador superficial, es preciso
reconocerque en la lnea del progreso espiritual los ltimos siglos
de la Edad Media estn ms cerca denosotros que de los tiempos de la
alta Edad Media. El siglo XII ye cmo se opera en Europa
unarevolucin espiritual que llega a fruto maduro en el siglo
XIII.El siglo XIII, con su nuevo estilo de pensar y de vivir, crea
nuevas instituciones acomodadas a lasnuevas formas de la vida y del
pensamiento. As ocurre en la vida religiosa. Las nuevas
rdenesmendicantes recogen entonces la vibracin religiosa de una
conciencia ciudadana que se haformado por un proceso que converge
con las dems formas de vida, favorecido por unas
mismascircunstancias histricas. Encarnan el nuevo estilo de vida
religiosa que responde a nuevasnecesidades espirituales y a nuevas
exigencias psicolgicas. Ello nos explica el fenmeno, aprimera vista
sorprendente, del mimetismo universal que afecta a los nuevos
movimientos de vidareligiosa y en algunos casos arrastra incluso a
instituciones antiguas. Se multiplican las iniciativas,pero siempre
se acercan a las formas que han hecho populares las dos grandes
familias mendicantesde dominicos y franciscanos. Franciscanos y
dominicos vienen a representar as los principiosactivos,
particularmente eficaces, de la renovacin religiosa en el prtico
del mundo moderno, conaportaciones muy propias, muy matizadas, que
contribuyen en el mismo proceso temporal aconfigurar sus fuertes
personalidades como movimientos y como instituciones.Santo Toms de
Aquino es hombre que se alinea en el movimiento nuevo desde la hora
temprana enla que adquiere plena conciencia de los problemas del
espritu y de las inquietudes de su coyunturahistrica; no est de
sobra recordarlo si queremos llegar a una plena comprensin de su
obra. SantoToms acepta con valenta su vocacin y la defiende hasta
el herosmo; con ello define su vida, querecibe a travs de su
profesin dominicana unos moldes ascticos, unos ideales apostlicos y
hastaun sentido de los problemas de su poca. No es procedimiento
seguro interpretar a Santo Tomsviendo en l de una manera ms o menos
general reflejadas las diversas tendencias de su poca enel
planteamiento y solucin de aquellas cuestiones que de algn modo
escapan al mundo de lasrelaciones necesarias por estar afectadas
por lo espacial y lo temporal, como todo lo contingentehumano.
Tenemos que ver al Santo en una lnea recta de pensamiento y de
conducta que no se 5. desentiende de ninguna de las corrientes de
su poca, que se define ante ellas abrazando unas,rechazando otras y
en no pocos casos superndolas y descubriendo rutas absolutamente
inditas.El Santo de Aquino no es, pues, un espectador fro de los
acontecimientos de su poca; por elcontrario, vive sus luchas, es
beligerante, en el ms noble sentido de la palabra, en una poca en
laque florecen los espritus combativos. Es un convencido de su
vocacin apostlica y la vive conjuvenil entusiasmo y con el fuego
que le comunic el alma ardiente y dulcsima del patriarca
SantoDomingo.No son escasos hoy los ensayos de estudio y exposicin
del ideal de Santo Domingo y de lascaractersticas de la vida
dominicana primitiva. Nosotros mismos lo hemos intentado, y no
vamos arepetir lo ya escrito 5. Sin embargo, queremos recordar
algunos caracteres fundamentales, porqueello puede ayudarnos para
el conocimiento de Santo Toms y de su obra.Santo Domingo establece
la vida dominicana sobre las bases siguientes: los tres votos
religiosos yla vida comn, las observancias monsticas, la recitacin
solemne del oficio coral, el estudio asiduode la verdad sagrada.
Todo ello armonizado y dirigido a la santificacin de los religiosos
y a lasalvacin de las almas.Algunas notas particulares, muy
caractersticas del momento histrico, venan a completar la figuradel
fraile predicador: la mendicidad, que le matizaba de evangelismo.
La vida urbana, que lelanzaba de lleno en medio del ambiente clido,
efervescente, del siglo XIII. As, el dominico,aunque nacido cannigo
regular y con muchas prcticas de monje en su vida ntima, es un
sernuevo. Es un clrigo pobre y estudioso consagrado a las almas; es
profesor, es predicadorambulante. Est animado por un espritu
combativo; el ideal apostlico se halla en primer plano enla vida
dominicana del siglo XIII.Cuando Santo Toms abraza la vida
dominicana, conoce y quiere precisamente la total dedicacin alas
almas; quiere ser un clrigo evanglico. Esta vocacin ha condicionado
su vida.5Santo Domingo de Guzmn visto por sus contemporneos.
Esquema biogrfico, introducciones, versin y notas de losPP. Fr.
Miguel Gelabert y Fr. Jos M. Milagro, O. P. Introduccin general por
el P. Fr. Jos M. de Garganta, O. P.(Biblioteca de Autores
Cristianos, Madrid 1947). En este volumen pueden hallarse las
fuentes principales, lasreferencias bibliogrficas y un primer
conocimiento de los problemas planteados por la investigacin
actual.Gneros literarios en Santo Toms de AquinoDentro totalmente
del cauce de la vida dominicana discurre la vida de Santo Toms de
Aquino, quees vida dominicana en plenitud de santidad y en plenitud
humana. El Santo, enamorado del ideal deSanto Domingo, procura
abarcarlo, no en las varias formas de su despliegue externo, sino
en laplena y cordial aceptacin de sus fines universales y
apostlicos. Ello nos da la clave para una rectainterpretacin de la
obra literaria de Santo Toms.Si abrimos las Constituciones de los
Frailes Predicadores, precisamente el texto de San Raimundode
Peafort que corresponde a su momento vocacional, nos hallamos con
dos hechos nuevos,verdaderamente sorprendentes, que arrancan de la
primera redaccin constitucional, no de laredaccin raimundiana: la
formulacin de un fin apostlico y un ordenamiento jurdico
escolarEstos dos hechos son cardinales en la vida del Anglico, que
tiene su molde cannico-monstico enlas Constituciones dominicanas;
Santo Toms es profesor, pero est animado de espritu apostlico,y con
estas dos condiciones personales escribe sus obras teolgicas y
filosficas.La obra de Santo Toms, estudiada en su conjunto, tiene
una esplndida unidad interna y unafinalidad trascendente. Monseor
Grabmann y el P. Ramrez han estudiado certeramente loscaracteres de
la obra de Santo Toms y la manera peculiar de trabajar que tena el
Maestro.Queremos nosotros sealar, sin embargo, alguno de estos
caracteres por lo que ilustra nuestro tema.Nuestro Doctor Anglico
es el prototipo del escritor escolstico, es el profesor que escribe
para laclase y para sus alumnos. Para l escribir es una funcin
docente que tiene su finalidad concreta y 6. sus modos rgidos, los
modos que caracterizan el gnero escolar de la poca, y a los cuales
seacomoda cordialmente Santo Toms de Aquino. Todo ello es cierto
para un sector de la obratomista, que entra de lleno en el estadio
del magisterio escolstico, pero en otro grupo depublicaciones y aun
en ciertos aspectos de las obras propiamente didcticas el Santo
desborda sucarcter de profesor.Los escritos bblicos de Santo Toms
sobre Job, Isaas, Jeremas, Evangelios de San Mateo y de SanJuan,
Epstolas de San Pablo, etc., son todos ellos comentarios
magistrales en el sentido estricto,tcnico, del concepto. Son
escritos que proceden de la enseanza oral; algunos de entre ellos,
comolos comentarios evanglicos, han llegado a nosotros como
reportata de sus discpulos. El mismocarcter tienen los diversos
comentarios a las obras de Aristteles y el comentario al Maestro de
lasSentencias y tantos otros escritos. Particularmente las
Quaestiones disputatae y las Quaestionesquodlibetales hay que
explicarlas en su funcin universitaria, puesto que la disputa
ordinaria, comola disputa de quolibet, han tenido como ambiente
adecuado y nico el de aquella universidadmedieval.La Summa
Theologica nace, s, de una preocupacin pedaggica, pero no puede
confundirse con laliteratura de clase. Tiene otros fines y escapa,
desde luego, al mtodo expositivo de la literaturapropiamente
escolar. Es en su consunto una obra mucho ms personal; nace de unos
afanes desuperacin de las doctrinas y de los mtodos corrientes en
aquella coyuntura cultural. La SummaTheologica tiene una finalidad
didctica que escapa a los moldes de la docencia universitaria
deentonces; no es un escrito para la clase, como los Comentarios y
las Cuestiones. Pero, sobre todo, laSumma recoge plenamente como
fruto sazonado la preocupacin de Santo Toms por dar a laIglesia una
sntesis doctrinal de acuerdo con la verdad objetiva, con el
progreso teolgico y con laproblemtica de su momento histrico. Este
carcter personalsimo de su Summa la diferenciaenormemente de los
escritos magistrales, como los Comentarios, hechos de acuerdo con
losprocedimientos de la exgesis teolgica de la poca.El genio
fecundsimo de Santo Toms no se agota en la tarea de escritor
docente, aun cuando laclase es el campo ordinario de su labor
apostlica. Santo Toms predica asiduamente a losestudiantes, y han
llegado hasta nosotros sus sermones universitarios en nmero
suficiente parapoder tener un conocimiento de su estilo oratorio,
de la fuerza de persuasin que tenan sus palabrasy de la clida
emocin de su magisterio vivo cuando pretenda conmover a sus
oyentes.El Santo cumple una misin de consejero, particularmente
eficiente. Santo Toms no gobernnunca; en pura verdad no sabemos la
causa real. Pero durante toda su vida ejerci una influenciaenorme
como hombre de consejo en la Curia romana, en la Curia generalicia
de los FrailesPredicadores y en los captulos generales y
provinciales, en varias cortes reales y principescas.Como es lgico
que ocurriera, fue muy buscado por estudiantes y religiosos jvenes
comoconsejero, orientador de su vida intelectual, director de su
trabajo cientfico y, en no pocos casos,maestro de su espritu.
Varios de sus escritos proceden de este campo de accin tan propio
de unreligioso dominico, tan apostlico, que supone una preparacin
amplsima por tener una temticamuy compleja, muy fluctuante y que
escapa a toda previsin y a todo sistema de trabajo. Variosescritos
de Santo Toms nacieron en este ambiente de trabajo diario, de
sacrificio callado del quepone su ciencia al servicio de las almas.
As son las diversas respuestas del Santo al Beato Juan deVercelli,
Maestro General de la Orden de Predicadores, y a diversos lectores.
Algunos opsculosdirigidos a personas de autoridad o a discpulos
suyos. De su labor de director de almas nos quedasu bellsima carta
sobre el modo de estudiar o de adquirir la divina sabidura. De su
labor comopredicador al pueblo fiel nos quedan algunas muestras,
como su exposicin del smbolo de losapstoles, del padrenuestro, de
los diez mandamientos, de la salutacin anglica.En la misma lnea
dominicana, el Doctor Anglico escribi sus opsculos para resolver
problemasde su momento histrico, en muchos casos para deshacer
errores, para evitar peligros, para orientara los jvenes en la
ciencia y en la vida. En este campo de combate, sus opsculos tienen
unavibracin humana que no tienen sus escritos de clase. El Santo se
sumerge en su actualidad, vive en 7. ella, experimenta las
emociones de la lucha, que comunican a su palabra y a su pluma una
energa,un calor de cosa humana, de cosa vivida, que desborda lo
puramente sistemtico. Son escritos queestn afectados, por tanto, de
un carcter de historicidad, no pueden desligarse de su momento.
Ellono implica un relativismo doctrinal. Los problemas del momento
obligaban a Santo Toms a labsqueda de soluciones en el mundo de las
doctrinas permanentes. La misma fuerza del combateobligaba al Santo
a un estudio penetrante de los fundamentos ms slidos y ms profundos
de susdoctrinas. As sus obras de controversia tienen un valor
histrico y un valor doctrinal permanente.En un campo de combate
naci la Summa contra Gentiles.Las controversias en el siglo XIII y
la Summa contra GentilesLa obra literaria de Santo Toms recoge,
pues, las facetas y las preocupaciones de su poca con unaplena
fidelidad a la lnea dominicana. Siendo as, no puede faltar en los
escritos del Santo lapreocupacin por los problemas surgidos en la
lucha doctrinal con los infieles y los herejes, tandentro de los
fines y de las maneras de los Frailes Predicadores. El ideal
apostlico de SantoDomingo es un ideal universal, pero ha tenido su
manera peculiar de realizarse y hasta unosproblemas y unos
ambientes preferidos.Creci la llama del celo apostlico en el corazn
de Santo Domingo cuando su juventud sacerdotalvibr al chocar con
los primeros herejes albigenses en las tierras del Languedoc. As,
el apostoladodominico es en la mente del santo Patriarca y en su
despliegue histrico un apostolado devanguardia dirigido hacia todas
aquellas almas que viven privadas totalmente de la luz o sonvctimas
de crisis de la inteligencia. Apostolado de la verdad, que emplea
tcticamente confrecuencia la controversia doctrinal. De este ideal
apostlico arranca tempranamente, como unaexigencia del mismo, una
copiosa literatura de controversia, muy rica por su contenido
doctrinal, degran importancia como documento histrico y de enorme
inters por su valor humano.Es cierto histricamente que Santo
Domingo escribi algo en sus luchas de la primera hora contralos
albigenses, aun cuando no conocemos la amplitud ni el contenido
exacto de sus escritos. Pero deaquel claro amanecer de la vida
dominicana nos han llegado algunos grandes
controversistas,totalmente dedicados a los fines de un apostolado
de conquista doctrinal, como Moneta deCremona, con su Summa
adversus Catharos et Valdenses; Rainero Sacconi, con su Summa
deCatharis et Pauperibus de Lugduno; San Pedro Mrtir, con su Summa
contra Patarenos; RaimundoMart, con su Pugio fidei; Ricoldo de
Montecroce, con su Propugnaculum fidei, y tantos otrosfrailes
predicadores consagrados a la nobilsima tarea de sostener la verdad
frente a toda suerte deerrores.En este clima apostlico naci la
Summa contra Gentiles de Santo Toms de Aquino.Pedro Marsili es un
testimonio valioso; no puede ser desechado sin razones
verdaderamente slidas.As, en diversos sectores crticos se mantiene
esta tradicin marsiliana como explicacin de losorgenes de la Summa
contra Gentiles. Suermondt, Walz, Chenu, Valls Taberner, Monneret
deVillard, entre otros, aceptan el texto del cronista cataln, como
lo han aceptado los crticos ybigrafos antiguos. En el ambiente
misional de las tierras catalanas y valencianas surgi la idea deuna
gran obra apologtica, y San Raimundo de Peafort, con su
extraordinaria influencia, logrconvertirla en realidad. Sin
embargo, esta explicacin tradicional, que tiene su nico apoyo en
eltexto de Marsili, no est exenta de dificultades. En el ambiente
crtico de hoy tena que surgir y hasurgido la pregunta elemental:
Quines fueron los gentiles de Santo Toms? El texto de Marsilinos lo
dice, pero algunos medievalistas no ven claro que la Summa contra
Gentiles respondaplenamente a un ambiente de lucha exclusiva con
rabes y judos. El padre Gorce ha credo hallaren la Contra Gentiles
un reflejo de las batallas averrostas de la Universidad de Pars. La
obra deSanto Toms nacera para Gorce en el ambiente parisiense y
representara el empeo del DoctorAnglico frente a unos vecinos
enemigos. Sera esta Summa un libro de lucha domstica yacadmica.
Recuerda que con el nombre de errores gentilium, poco despus de la
muerte de Santo 8. Toms, el 7 de marzo de 1277, el obispo de Pars
Esteban Tempier conden una serie deproposiciones que circulaban por
el ambiente universitario parisiense. En la misma lnea
parisiensehay que situar a los gentiles que impulsaron a Santo Toms
a escribir su Summa.El P. Laurent tambin ha sentido la curiosidad
acuciante de preguntarse a quin o a quines dirigaSanto Toms su obra
de controversia, pero no acepta plenamente el planteamiento y
solucin deGorce. Al P. Laurent le causan natural extraeza ciertos
problemas que afloran en las pginas delsanto Doctor; son problemas
que no surgen por s mismos de un ambiente ideolgico islmico,
nitampoco parece lgico que Santo Toms, por puro ejercicio
cientfico, los planteara a personas quetenan que abrirse a la fe
cristiana y no poda interesar suscitarles nuevas inquietudes. As
recuerdalas alusiones a Arrio (IV, 7, 8, 11), a Cerinto (III, 27,
in fine), a Eutiques ( 3741). Del simple cotejode los diversos
textos en los que emplea el Santo la palabra gentiles, siguiendo la
Tabula aurea dePedro de Brgamo, queda patente que Santo Toms
igualmente aplicaba la palabra a los infieles,como a los
musulmanes, que a los judos. La Summa contra Gentiles tiene, pues,
un campo msvasto que el islmico. Ello le parece a Laurent que
dificulta a aceptacin de la tradicin de nuestroPedro Marsili.Las
observaciones crticas del P. Laurent, igualmente que la
interpretacin, rica en sugerencias, delP. Gorce, ayudan, sin duda
alguna, al planteamiento y solucin del problema, pero nos parece
queno destruyen la tradicin marsiliana del origen hispnico de la
Contra Gentiles. Como es lgico,hemos de integrar estos elementos en
la tradicin que arranca del texto de Marsili. Aceptamos eltexto de
Marsili por su valor como testimonio histrico. Pedro Marsili es un
cronista honorable,situado muy cerca de los hechos en lugar y
tiempo; no recoge un eco lejano, sino algo conocidomuy de cerca por
los buenos frailes predicadores del convento de Santa Catalina
Virgen y Mrtir,de Barcelona. Tradicin de un hecho reciente
relacionado con aquel ambiente, tradicin domsticaque en tiempo de
Marsili tena que conservar toda su nitidez, toda su lozana. Pero
adems podemosaceptarlo por su ntima armona con los hechos. En
realidad, este testimonio nos sita en aquelambiente de Catalua y
Valencia en el siglo XIII, ambiente de lucha valiente y optimista.
Es uno delos momentos ms sugestivos de nuestra historia; al avance
victorioso de las huestes del gloriosorey Jaime el Conquistador
sigue la tarea gigantesca de la repoblacin cristiana, de la
organizacinsocial y poltica y tambin la tarea amplia, generosa y
ardua de la conversin de los vencidos, quepasaron a constituir
minoras tnicas y religiosas dentro de un estado y una sociedad
cristianos. Esla hora de las intervenciones decisivas de San
Raimundo de Peafort, el gran consejero del rey,encaminadas al
ordenamiento jurdicoeclesistico de las nuevas tierras y a la
organizacin deinstituciones apostlicas que pudieran tener real
eficacia. En aquel clima clido de lucha doctrinal yde ansias
apostlicas, la feliz iniciativa de San Raimundo de pedir la
colaboracin del insignemaestro Santo Toms de Aquino tena que ser
recibida con fervoroso entusiasmo .Una vez hemos situado, quiz un
poco provisionalmente, el origen de la Summa contra Gentiles,
yapodemos plantear algunos problemas que naturalmente se suscitan,
el primero entre ellos el de lafecha de composicin de la obra.El P.
Gorce, de acuerdo con su teora, coloca los orgenes de la Contra
Gentiles alrededor de 1270.El P. Synave llega a conclusiones muy
diferentes, recogidas por el P. Laurent. Del estudiocomparativo de
las razones aducidas por el Santo para probar la necesidad o
conveniencia de larevelacin de las verdades divinas naturales en
sus diversos escritos deduce la existencia de unproceso de madurez
que llega a plena sazn en la Contra Gentiles. En la De Veritate,
igualmenteque en el comentario a las Sentencias y en el comentario
al De Trinitate de Boecio, se apoya elSanto en la autoridad de
Maimnides.En la Contra Gentiles, como despus en la Summa
Theologiae, presenta una exposicin nueva conlas tres clsicas
razones que todos conocemos. Synave coloca la composicin del
artculocorrespondiente de la cuestin XIV de la De Veritate entre el
11 y 13 de marzo de 1258 (no nosinteresan ahora las razones de su
cronologa), y, por tanto, la redaccin de los primeros captulos
dellibro I de la Contra Gentiles tiene que colocarse despus de
dicha fecha, y la coloca en las 9. vacaciones de Pascua del mismo
ao, 20 al 31 del citado mes de marzo de 1258.El P. Laurent acepta
el planteamiento de Synave y sus conclusiones de una manera global,
rechazala precisin matemtica de la hiptesis cronolgica de Synave y
supone que entre la fecha deredaccin del artculo de la De Veritate
en marzo de 1258, y la redaccin de la Contra Gentilespasara un
lapso de tiempo bastante mayor para dar origen al nuevo enfoque de
la cuestin en lamente del Anglico. As la cronologa de Laurent viene
a coincidir con la cronologa clsica.El P. Motte vuelve sobre la
argumentacin del P. Synave y su conclusin aceptando como trmino
aquo de un posible comienzo el marzo de 1258. Se fija en la
exposicin del Santo sobre la cuestinutrum Deus sciat infinita.
Seala la coincidencia entre la doctrina del Santo en el comentario
a lasSentencias y la De Veritate y la Summa contra Gentiles. En.
cambio, en la Summa Theologiae y enotra cuestin De Veritate tiene
el Santo un nuevo planteamiento y solucin del problema. Deacuerdo
con la cronologa de las cuestiones De Veritate, concluye que los
primeros captulos de laContra Gentiles, 169 del libro I, fueron
escritos entre marzo y julio de 1258.Con toda su agudeza crtica,
los esfuerzos de Synave y Motte no han llegado a satisfacer a
muchosautores, que mantienen la fecha 12591264 como el perodo de
composicin de nuestra Summa,comenzada en Pars y continuada y
acabada en Orvieto en la corte de Urbano IV.Esta fecha se armoniza
plenamente con el texto de Pedro Marsili. No nos toca discutir si
SantoToms pudo recibir el encargo de escribir su Summa en el
captulo general de Valenciennes de1259, 1 de junio, al cual asisti
Santo Toms de Aquino como socio del definidor de la provinciaromana
y en el que tuvo eficaz intervencin como miembro de la comisin que
estableci lasnormas cardinales de la organizacin de los estudios de
la Orden, entonces ya en pleno desarrollo.No puede suponerse que
San Raimundo de Peafort asistiera a este captulo general; era ya
muyanciano y se hallaba casi ciego. Sin embargo, no por ello qued
olvidado el problema islmico de lacorona de Aragn. En las actas de
aquel captulo encontramos una ordenacin sobre la fundacin deuna
escuela de lengua arbiga en el convento de Barcelona o en otra
parte y sobre los posiblesalumnos de dicha escuela. Coincide este
acuerdo del captulo general de los Frailes Predicadorescon ciertas
actividades de San Raimundo de Peafort, que por aquellos das
mantena contacto conla curia romana y con la curia dominicana para
resolver los problemas referentes a la accinapostlica sobre el
mundo islmico. Fruto de estas actividades de San Raimundo fu la
bula deAlejandro IV del 15 de julio de 1260, por la cual se
conceden a San Raimundo especiales facultadesen orden a la
organizacin de las misiones en los prximos territorios islmicos.En
consecuencia podemos concluir que el texto de Marsi1 adems de su
valor real, est en armonacon unos hechos histricamente conocidos.
Puede aceptarse, pues, que Santo Toms recibi elencargo de escribir
la Summa contra Gentiles por iniciativa de San Raimundo. No sabemos
si esteencargo lo recibi a travs de la curia dominicana, del
capitulo general de 1259 o de la curiaromana; esto ltimo parece lo
ms probable. Ello se armoniza con la cronologa admitida por
lageneralidad de los autores, que seala para la Contra Gentiles los
aos 125964, sin que ello seoponga de una manera absoluta a las
observaciones de Synave y Motte, pero s a las de Gorce.El texto de
Marsili suscita otro problema: quines eran los gentiles? Puede
admitirse en buenacrtica que Santo Toms pensara slo en el mundo
islmico al escribir su Summa? Creemos que no.Hemos recordado ya las
observaciones vlidas del P. Laurent. Pero ahora preguntamos
nosotros:est probado que San Raimundo pidiera una obra
exclusivamente dedicada a la controversiaislmica? Marsili nos dice:
Conversionem etiam infidelium ardenter desiderans..., lo cual
noexcluye, ni mucho menos, a los judos. La descripcin del ambiente
de los estados de Jaime I hechapor ciertos crticos al hablar de los
orgenes de la Contra Gentiles, est inspirada en esquemahistrico
realmente pobre. En Catalua, como en las nuevas tierras de Mallorca
y Valencia, exista,junto al problema islmico, un problema judo que
fue objeto de la preocupacin de San Raimundoy de los frailes
predicadores de nuestras tierras. Pero, adems, conservaba su fuerza
el peligroalbigense en las fronteras de Catalua. Es curioso que
alguno de los religiosos dedicados al estudio 10. del rabe lo
hallamos despus consagrado al apostolado contra los albigenses, el
glorioso mrtirPedro de Cadireta. Todo ello nos permite suponer que
San Raimundo pidi una obra amplia quepudiera bastar para las
necesidades de la controversia, y que as procur realizarlo el
anglicomaestro Santo Toms de Aquino. La corona de Aragn durante la
Edad Media fue terreno frtil,abonado para recibir la siembra de las
ms varias corrientes espirituales; en consecuencia, los
frailespredicadores de nuestras regiones mediterrneas se educaron
para las controversias en campoabierto. Ello explica, por lo menos
as lo creemos, la amplitud del plan de Santo Toms en suContra
Gentiles.Otra observacin muy certera del P. Laurent puede ayudar al
conocimiento de los verdaderos finesde San Raimundo y de Santo
Toms. Ha notado dicho P. Laurent que en la Summa contra Gentilesse
hacen referencias a ciertos errores no corrientes en el ambiente
islmico, y quiz tampoco en eljudo, aadimos nosotros. Qu utilidad
poda tener una referencia que se nos ofrece comoperturbadora? La
observacin tiene su fuerza; sera decisiva en el caso hipottico de
un librodestinado a los mismos infieles. Pero ste no es el caso de
la Summa contra Gentiles, destinada a lospredicadores y, por ello,
redactada segn un plan amplsimo, para que en su libro pudieran
hallar lasolucin de los problemas controvertibles no slo en el
ambiente ordinario, sino en circunstanciasespeciales. El
predicador, con slida formacin teolgica y pastoral, poda y deba
discernir cundoy cmo tena que utilizar ciertas informaciones en la
controversia con los infieles. En el casoRamn Mart tenemos un
ejemplo de esta labor de discriminacin prctica de los materiales
decontroversia que ofrece la Summa del Anglico.El Pugio fidei y la
Summa contra GentilesEn 1904 apareca en Zaragoza, incluido en el
Homenaje a D. Francisco Codera, un luminosoestudio del inmortal
arabista don Miguel Asn Palacios con el ttulo El averrosmo teolgico
deSanto Toms de Aquino, Transcurrido medio siglo, aun perduran ecos
lejanos del ruido quepromovi el citado estudio por su valor crtico,
por el planteamiento certero de un problema deverdadera importancia
en la historia del pensamiento y por lo audaz de una hiptesis que
prcticamente negaba la originalidad de Santo Toms en algunos de los
captulos ms ricos de su Summacontra Gentiles, El objetivo del
trabajo de Asn es establecer la coincidencia del pensamiento
deSanto Toms con el de Averroes en el problema general de la razn y
la fe. En el primer captuloestudia comparativamente el pensamiento
de Siger de Brabante con el del Anglico. Un segundocaptulo est
consagrado al pensamiento de Averroes. El captulo 3, a la
coincidencia de SantoToms y Averroes. Los captulos 4 y 5 los dedica
al estudio de la imitacin de Averroes. El captulo6 y ltimo lo
consagra a los probables conductos de estas imitaciones.En este
ltimo captulo apunta brevemente la influencia de Maimnides, el
conocimiento directo devarias traducciones de Averroes, y
particularmente hace hincapi en la influencia del Tahafut y
delKitab falsafa. De dnde podan proceder las influencias de esos
dos ltimos escritos? No vacila ensealar como procedencia el Pugio
fidei, de Ramn Mart. Abre el libro del controversista cataln yen l
halla una serie de captulos paralelos a la Contra Gentiles.Se fija
el sabio arabista en la doctrina de Ramn Mart sobre el conocimiento
que Dios tiene de lossingulares, y su antecedente averrosta, el
Kitab falsafa, y su coincidencia con la exposicin deSanto Toms:
Concluye:Ahora bien: pudo ste [Toms] copiarla del Pugio fidei? Para
m no cabe duda. La Summa contraGentes del Doctor Anglico fue
escrita, como el Pugio, por mandato del maestro general de laOrden,
Raimundo de Peafort. Ambos autores son, pues, contemporneos; pero
R. Martn, de msedad, llevaba ya largos aos de estudio y de trabajo
sobre las fuentes rabes cuando parece queSanto Toms comenz a
componer su libro. Por otra parte, muchsimos captulos de la Summa
sonidnticos literalmente a los del Pugio, y como las ideas comunes
a ambos libros son a vecestraduccin casi literal de textos rabes de
Algazel, Avicena, Averroes, etc., no es atrevido afirmar 11. que
Santo Toms las tomara de R. Martn, especialista en el conocimiento
de la filosofamusulmana. Sera inaudito suponer lo contrario.
Consta, adems, que se era el modo habitualempleado por los hijos de
Santo Domingo para sus tareas literarias. Conscientes del
fecundoprincipio econmico de la divisin del trabajo, a l fiaban el
xito, encomendando a arabistas yhebrastas de profesin, como R.
Martn, la versin y recoleccin de textos filosficos y rabnicos, afin
de proporcionar copiosos materiales a los apologistas, predicadores
y telogos... La maravillosaorganizacin de la naciente Orden
dominicana proporcionaba al Doctor Anglico instrumentos detrabajo
excepcionales, que l supo utilizar con discrecin y talento por
nadie discutidos.El mismo Asn Palacios en una nota se plantea la
dificultad cronolgica: La nica dificultadaparente estriba en que en
el mismo Pugio dice su autor (p. 395) que escribe en 1278, es
decir,cuatro aos despus de la muerte de Santo Toms. Esta dificultad
se disipa teniendo en cuenta: 1Que el captulo en que trae el Pugio
esa fecha es de la segunda parte, escrita contra los judos, lacual
es de poca bastante posterior a la redaccin de la primera parte, en
la que explota a manosllenas las obras filosficas rabes. 2 Que un
libro de la importancia del Pugio, de su volumen, conerudicin de
primera mano, etc., no puede ser redactado en corto plazo, sino que
debe ser fruto delargusimas vigilias... 3 Que R. Martn no habla del
error averrosta del intelecto uno cual si fuesecorriente entre los
cristianos, sino slo como opinin de Averroes, y por cierto de un
modoincidental (c. 12), sin consagrarle captulo especial entre los
que dedica a refutar los otros erroresperipatticos; luego, al menos
la primera parte del Pugio (a que pertenece ese captulo), fue
escritaantes de que tal error tomase carta de naturaleza entre los
cristianos, es decir, antes del 1256... Y 4Que durante el siglo
XIII no era costumbre citar a autores contemporneos; pero... todos
losescolsticos hicieron una excepcin a esta costumbre cuando se
trataba de Alberto Magno o deSanto Toms. Ahora bien, R. Martn,
sujetndose a lo que era corriente, cita (p. 555) a AlbertoMagno;
luego tambin habra citado a Santo Toms si de l hubiese copiado los
muchsimos pasajesen que literalmente coinciden; si, pues, jams lo
cita, es porque tales pasajes, como todo su libro,eran obra
original suyaTal vez parecern excesivamente largas estas citas de
Asn Palacios; en cambio, a nosotros nosparecen necesarias porque
presentan el problema en toda su amplitud: riqueza de
informacinarbiga, probabilidad de un plagio, atribucin de dicho
plagio a Santo Toms de Aquino. Talplanteamiento del problema y tal
intento de solucin no podan pasar inadvertidos a la crtica.
Muypronto comenz la discusin, que solamente despus de bastantes aos
parece haber llegado aconclusiones firmes. En 1905, el P. Getino
public en Vergara su opsculo tambin titulado Elaverrosmo teolgico
de Santo Toms de Aquino. Fu el primer intento de revisin crtica de
laposicin de Asn Palacios. El P. Getino procur establecer la
cronologa de la Summa contraGentiles y a su vez la del Pugio fidei,
para probar la prioridad de aqulla. El estudio valioso del P.Getino
no lleg a convencer a los crticos, porque no pudo establecer una
cronologa segura para laobra de Ramn Mart en su primera parte y s
solamente en la segunda, que el mismo autor diceescribir en 1278.
Los captulos controvertidos pertenecen a la primera parte, no
datada.Pero el P. Getino tuvo el mrito de plantear adecuadamente la
revisin del problema, abri unsurco. Por otra parte, hizo notar con
certero criterio que las influencias rabes en Santo Tomspodan tener
otras procedencias; cosa clara si se tienen en cuenta los diversos
caminos seguidos porla cultura rabe en la Europa de la baja Edad
Media. Planteaba as el P. Getino un problema quesigue hoy ms vivo
que nunca: Santo Toms y la cultura rabe.En 1929, el ilustre telogo
y fino crtico P. Francisco Segarra, S. J., public su monografa
teolgicaDe identitate corporis mortalis et corporis resurgentis. En
ella plantea el problema de la prioridad dela Summa contra Gentiles
sobre el libro de Ramn Mart. Aunque es una cuestin
planteadaincidentalmente, el P. Segarra la resuelve con particular
acierto crtico. Funda su conviccin de laoriginalidad y de la
prioridad del texto tomista en las correcciones numerosas de mano
de SantoToms que presenta el autgrafo de la Summa contra Gentiles,
manuscrito Vaticano Latino 9.850;estas numerosas correcciones nos
muestran patentemente un trabajo de elaboracin personal, que
nopuede tener en su proceso interno una dependencia con un texto
prefabricado. La razn del P. 12. Segarra, aunque de crtica interna,
es tan fuerte que no parece pueda ser destruida.En 1929, al
celebrarse en Barcelona el Congreso de la Asociacin para el
Progreso de las Ciencias,el cannigo de la catedral de Barcelona Dr.
D. Jos M. Llovera pronunci un denssimo discurso,verdadera leccin
magistral, sobre el tema Raimundo Mart, un telogo espaol del siglo
XIII. Lasegunda parte de este discurso estuvo consagrada a estudiar
una influencia temprana de SantoToms en Espaa. En este estudio
parece qued resuelto el problema que nos ocupa.En 1936, Andr
Berthier public su monografa Un Matre orientaliste du XIII sicle:
RaymondMartin, O. P., estudio de conjunto de verdadero valor. Andr
Berthier desconoce el discurso del Dr.Llovera, la obra del P.
Segarra, la exposicin de estas posiciones que nos da Carreras Artu.
Ello,sin embargo, no impide que adopte la misma posicin, convencido
por las razones cronolgicas. Elestudio e Berthier, para nosotros,
interesa particularmente por su tabla comparativa de la Summacontra
Gentiles con el Pugio fidei.Veamos, pues, las conclusiones de
Llovera y Berthier. El Dr. Llovera plantea en su discurso
elproblema de la prioridad en toda su amplitud. Nota el carcter
marcadamente escolstico de laprimera parte del Pugio, el tono
moderado de la exposicin, el rigor lgico del razonamiento. Elloes
obra de Ramn Mart? De ser as, Ramn Mart sera un gran filsofo, pero
las coincidencias conSanto Toms inspiran una fuerte duda. Apunta
las coincidencias comprobadas y, adems, anota elDr. Llovera los
casos de coincidencia con la Summa Theologica del mismo Santo
Toms.Analiza el Dr. Llovera el dbil apoyo que tiene la afirmacin de
Asn al decir que la obra de RamnMart tiene que ser fruto de
largusimas vigilias. Es una estimacin de valor muy relativo, que
quedareducida a muy poco si la obra de Mart no es original en sus
captulos ms especulativos. Hacenotar que el estilo de dichos
captulos sabe por entero a Santo Toms y, podramos aadir, no al
deRamn Mart de otros escritos o de otros captulos del Pugio. A
continuacin escribe: Hay unhecho inequvoco, innegable, que resuelve
por s solo la cuestin, que palpablemente demuestracmo las
coincidencias son por dependencia de Ramn Mart con respecto al
Anglico. El hecho esstey me complazco en poder hacer al Congreso la
aportacin de este dato, que estuvo hasta hoyinobservado y que, debo
decir providencialmente, salt a mi vista anoche mismo, obligndome
aredactar nuevamente varias cuartillas:Ramn Mart cita en el captulo
12 del Pugio la Summa contra Gentes de Santo Toms. No con sunombre,
naturalmente, pero s con la consueta frmula de aquel tiempo: Dicit
quidam. Ad hoc dicitquidamescribe en el prrafo 13 y penltimo del
citado captuloquod multitudo animarumseparatarum a corporibus
consequitur diversitatem formarum secundum substantiam; quia alia
estsubstantia huius animae, alia illius; non tamen ista diversitas
procedit ex diversitate principiorumessentialium ipsius animae, nec
est secundum diversam rationem ipsius; sed est secundum
diversamcommensurationem animarum ad corpora, etc., hasta quince
lneas de todo el ancho de folio. Puesbien, el quidam que dice eso,
y lo que sigue, textualmente, no es otro que Santo Toms en
elcaptulo 81, solucin 2, del libro II, de la Summa contra
Gentes.Contina el Dr. Llovera: Resulta, pues, claro que fue Ramn
Mart quien tuvo presente y extractla Summa contra Gentes del
Anglico al escribir la primera parte del Pugio, y no viceversa;
que, porobvia razn despus de esto, el Pugio depende, adems, de la
Summa Theologica, y no al contrario;que ni siquiera hay que
buscarles fuente comn, aunque hubieran podido tenerla; que la
primeraparte del Pugio no es tan anterior de fecha como calculaba
Asn Palacios, ni cost a R. Mart laslargusimas vigilias que l
supona. Porque veintiuno casi, de los veintisis captulos de que
secompone, se los encontr ya redactados. Le costaron slo el trabajo
de emplazarlos en su plan decontroversia y hacerles algunas
substracciones y adiciones; por cierto, algunas de stas, sacadas
detraducciones directas de los filsofos rabes y de los sagrados
libros, muy estimables.Poco antes recogamos unas palabras de Asn
Palacios sobre la manera de trabajar de los dominicosen el siglo
XIII, en equipo, con perfecta solidaridad en servicio de empresas
culturales y apostlicassuperiores a las fuerzas de una sola
persona. Este recuerdo a la prctica dominicana, Asn lo hace 13.
servir para explicar la utilizacin por Santo Toms del texto de Ramn
Mart. Nosotros creemos,despus de todo lo dicho, poderlo emplear
invirtiendo los trminos. En el clima apostlico ycultural preparado
por San Raimundo de Peafort, la recepcin del texto de la Contra
Gentiles seraun hecho de eficacia decisiva. Ramn Mart, al preparar
su obra con unas finalidades prcticasclarsimas, no poda menos de
utilizar el texto de Santo Toms, que haba nacido con una
finalidadsimilar y por la presin de las mismas personas y las
mismas circunstancias histricas. As, las dosgrandes obras de
controversia, la de Santo Toms y la de Ramn Mart, nacieron del
mismoimpulso apostlico que arranca de Santo Domingo y contina vivo
y operante entre nosotros por elgenio prctico de San Raimundo de
Peafort.Carcter de la Summa contra GentilesConocida suficientemente
la gestacin de la Contra Gentiles a travs de la tradicin marsiliana
y delos datos y observaciones aportados por las modernas
investigaciones y estudios crticos, podemoshacer nuestra la
conclusin del P. Chenu, que afirma que la Contra Gentiles arranca
del ambientedominico de restauracin evanglica; una preocupacin
evanglica, misionera, inspira la obra.Santo Toms se sita de lleno
dentro del evangelismo del siglo XIII y, por tanto, siente y vive
laspreocupaciones de sus hermanos de hbito y vocacin, los frailes
predicadores; pero en el caso de laContra Gentiles acta, adems,
como catalizador la iniciativa de nuestro San Raimundo de
Peafort.Pero Santo Toms no se limita a ejecutar el programa de San
Raimundo, atendiendo a lasnecesidades inmediatas de los misioneros
catalanes. La iniciativa de San Raimundo coincidecronolgicamente
con la penetracin en los ambientes culturales de Europa de las
influenciasrabes. El Islam se manifiesta no slo como amenaza
militar, sino como una cultura enormementerica. Santo Toms,
magnficamente situado para abarcar estos problemas en toda su
amplitud,escribe su tratado animado de un espritu valiente, que
sabe proponer una solucin plena alproblema de la crisis ideolgica
de Europa en su momento histrico; convergen as en la obra delSanto
todas las corrientes de aquella hora, tuviera o no una utilidad
prctica su estudio para losmisioneros que preparaba San
Raimundo.Claro est que no podemos pensar, ante este planteamiento
de la Contra Gentiles, en un defectovisual del Santo, en un enfoque
borroso de un problema de suyo claro. Ante la
perfeccinextraordinaria de la obra de Santo Toms, es forzoso pensar
en un enfoque plenamente conscientedel problema, en una penetracin
visceral del mismo y en un propsito vigoroso de
solucionesdefinitivas. Santo Toms busca un saber de salvacin. Por
otra parte, sera muy difcil probar quelos problemas que agitaban el
ambiente de Pars eran totalmente desconocidos en el estadio movidoy
enmaraado de las minoras tnico-religiosas de la corona de Aragn en
el siglo XIII.Tambin debemos atribuir a un propsito consciente del
Santo y a su amplia visin del problemaapologtico el planteamiento
de ciertos problemas teolgicos, estrictamente cristianos, de
particularinters para los orientales. Igualmente, a esta visin de
anchos horizontes hay que atribuir lapresencia de ciertos problemas
prcticos, muy occidentales y muy de la hora de Santo Toms, comoson
los captulos del libro III sobre los votos y sobre la pobreza
voluntaria de los religiosos. Enverdad, no se puede suponer a los
gentiles europeos desconocedores del movimiento
evanglicorepresentado principalmente por los frailes mendicantes,
ni tampoco puede negarse que aquelmovimiento de restauracin
espiritual tena que causar enorme impresin a los rabes y judos
deEspaa y de otras regiones de Europa. Estos problemas prcticos, en
el campo de las luchasreligiosas, han tenido siempre importancia,
que en ciertos casos puede haber sido decisiva. SantoToms tena un
convencimiento firme de la eficacia de la pobreza evanglica. El
estudio detalladode las motivaciones que poda tener el Santo al
establecer con cierta elasticidad la problemtica desu tratado
Contra Gentiles, podra conducirnos a conclusiones interesantes y,
sobre todo, pondra aplena luz que la Summa contra Gentiles es un
libro de alta calidad humana, hondamente vivido porel Santo; no es
un producto fro de un cerebro de intelectual, es la obra de un
apstol.Los mviles que inspiraron al Santo en la composicin de su
Contra Gentiles, tan diferentes de los 14. que le impulsaron a la
redaccin de otras obras suyas, condicionaron el estilo, los
principioscardinales, la tarea selectiva de problemas, el mtodo de
esta Summa, tan distintos de los de laSumma Theologica, a pesar de
la permanencia en unas mismas posiciones doctrinales. Estasnotables
diferencias han motivado la discusin crtica en torno al carcter de
la Summa contraGentiles.El P. Chenu, que ltimamente ha dedicado un
sabroso libro al estudio de la obra global de SantoToms, afirma que
el Doctor Anglico, al redactar el tratado Contra Gentiles, tena un
planperfectamente concebido, con una finalidad clarsima. De acuerdo
con este propsito inicial escribiuna obra teolgica. Es una posicin
muy clara la del P. Chenu; se acepte o no, por lo menos hay
queestimarla en su valor y tambin por lo que tiene de sugerente en
su planteamiento. El P. Chenu noignora, no puede ignorar, la
sobreabundancia de problemas filosficos y de argumentos de raznque
tiene la Contra Gentiles hasta constituir ntegramente los tres
primeros libros de la obra. Cree,sin embargo, que ello no desfigura
el carcter teolgico de esta Summa; conviene, para
mejorcomprenderlo, conservar a la teologa la totalidad de sus
funciones.Santo Toms, as, dice el P. Chenu, acepta el oficio del
sabio, arquitecto de la vida del espritu, queconsidera las causas
supremas, la Verdad, fuente de toda verdad. La alusin al saber
filosficointroduce el saber teolgico, en lugar de presentarlo solo,
para usar de sus solas fuerzas. Reconoceel crtico dominico que los
tres primeros libros de la Contra Gentiles tienen por objeto el
estudio deverdades accesibles a la razn. No es ello, sin embargo,
razn suficiente para afirmar que es obra decarcter filosfico,
puesto que estas verdades racionales se presentan como formando
parte deldepsito revelado, y como mereciendo ser demostradas y
defendidas a ttulo precisamente deverdades reveladas.El orden
seguido en los tres primeros libros, dice Chenu, es
teolgico.Procura el P. Chenu, en esta lnea del pensamiento, hacer
resaltar cmo Santo Toms utiliza converdadera opulencia en su
tratado Contra Gentiles las razones que llamamos de congruencia,
que, sino tienen suficiente fuerza probatoria, contribuyen a hacer
amables las verdades inaccesibles ycrean un clima intelectual
propicio al sentido del misterio.Monseor Martn Grabmann, el gran
historiador de las doctrinas y del mtodo escolsticos, resumesu
pensamiento con estas palabras:Dado el fin de la obra, se comprende
que en los tres primeros libros trate y discuta el autor
lascuestiones filosficas y religiosas comunes al cristianismo y al
islamismo, y que slo en el libro IVse ocupe de los misterios
propios del primero: de la Santsima Trinidad, Encarnacin y
teologasacramentaria. La Summa contra Gentiles es un monumento
admirable y un dechado perfecto deapologtica cristiana, metdica,
eficaz y objetiva; es, adems, entre todas las obras del
Aquinatense,la que nos ofrece la idea ms clara de la actitud del
Santo frente a la filosofa del Islam. En ellatenemos tambin la
mejor sistematizacin de su doctrina acerca de las relaciones entre
la razn y lafe, entre los rdenes natural y sobrenatural... La Summa
contra Gentes es en su mayor parte, y porel modo de exposicin, obra
de carcter filosfico; pero slo contiene aquellos problemas
defilosofa que poseen importancia y derivaciones en el terreno de
la dogmtica cristiana .Podramos enumerar otras opiniones. El P. De
Broglie sostiene que los tres primeros libros sonfilosficos y el
cuarto es teolgico.El P. Bouygues y Baithasar ven en la Contra
Gentiles un esfuerzo de adaptacin al adversario segnla naturaleza
de los problemas planteados, pero con una tendencia al predominio
del mtodoteolgico. El P. Laurent halla en la diferenciacin de
objetos la diferenciacin de mtodos dentro dela Contra Gentiles.El
P. Clement Suermondt, el insigne presidente de la comisin de
editores de las obras de SantoToms, se ha planteado el problema y
ha puesto en el estudio del mismo todo su conocimiento de laobra
global del Anglico, su aguda penetracin crtica, su claridad de
sistematizacin. Creemos que 15. el P. Suermondt nos da la
interpretacin ms objetiva. El P. Suermondt ha
estudiadocomparativamente las dos Sumas, sus principios y su
composicin. Ha estudiado los propsitos delsanto Doctor, comparando
la Summa Theologiae con la Contra Gentiles. Resume el
pensamientoexpuesto por el Anglico en la cuestin primera y en el
prlogo de la cuestin 2 de la primera partede la Suma Teolgica.
Igualmente estudia el pensamiento del Santo en los nueve primeros
captulosdel libro 1 de la Contra Gentiles y en el captulo 1 del
libro IV.El P. Suermondt advierte que la diferencia de carcter de
las dos Sumas, nacida de las distintasfinalidades, se mantiene a lo
largo de dichas obras en la diferente intencin manifestada desde
loscomienzos de cada una de ellas, en sus mismos ttulos, en la
distinta cualidad de los lectores a quese dirige, en la naturaleza
de las cuestiones preliminares que preparan las materias, a
tratar.Sigue el P. Suermondt su exposicin recordando que Santo Toms
toma para s la tarea ingente deescribir su Suma Teolgica como
doctor de la verdad catlica y con el propsito de exponer en
unasntesis completa las materias pertenecientes a la religin
cristiana y en forma apta para losprincipiantes en el estudio de
las ciencias sagradas; escribe una obra de iniciacin teolgica. En
laContra Gentiles, por el contrario, asume la responsabilidad del
sabio que estudia con amplia ypenetrante visin el fin del universo
y se eleva al conocimiento de las causas altsimas.Los ttulos mismos
de las dos obras, como nota el insigne editor de Santo Toms, son
bastanteexpresivos de intenciones muy diversas. A su obra de
sntesis teolgica destinada a la enseanza lepone por ttulo Summa de
Teologa o Theologiae. El ttulo genuino de la Contra Gentiles
loestablece Suermondt segn el incipit y el explicit de la tradicin
manuscrita ms venerable y msautorizada: Incipit liber de veritate
catholicae fidei contra errores infidelium; explicit quartus
liberet etiam totalis tractatus de fide catholica contra gentiles.
Fcilmente se alcanza que la diferencia dettulos expresa una
diferencia de contenido y un enfoque distinto.En cuanto a la clase
de lectores a que se destinan, tambin la diferencia es manifiesta.
Santo Tomsen el prlogo a la primera parte de su Summa Theologica
expresa claramente su intencin deescribir para los principiantes,
para los telogos noveles. En la Summa contra Gentiles se dirige aun
pblico restringido de estudiosos.De acuerdo con estas distintas
posiciones del santo Doctor son tambin diferentes los
mtodosempleados en la Summa Theologica y en el tratado Contra
Gentiles.La manera de Santo Toms en su Summa contra GentilesSe dice
corrientemente que el estilo es el hombre, pero hay estilos de
pensar, estilos de vivir, estilosde obrar. El estilo de escribir no
es otra cosa que la proyeccin de los estilos del hombre
interior;precisamente por ello puede decirse que el estilo es el
hombre. Cuando no existe un estilo demanifestarse que revele una
personalidad vigorosa, suele ser seal inequvoca de que realmente
noshallamos ante una mediocridad. Claro que, al estimar en su
calidad humana una manera demanifestarse de palabra o por escrito,
no podemos limitar nuestra valoracin a una valoracinpuramente
literaria; sobre todo, las personalidades ms recias ofrecen
mltiples facetas, que nopueden dejar de ser estudiadas si queremos
abarcarlas en su total dimensin. Este es el caso deSanto Toms,
particularmente el del santo Doctor en su tratado Contra
Gentiles.Anteriormente hemos hablado de los gneros literarios en
Santo Toms, indicando sus diferenciasdentro de la tnica general del
Santo. Santo Toms, como escritor, es lo que podemos llamar
unescritor tcnico, en el sentido ms estricto de la palabra; una
simple mirada sobre las pginas de laSumma Theologica es suficiente
para advertir que sta tiene una arquitectura rgida,
fielmentesalvada hasta en los detalles aparentemente
insignificantes: perfecta ordenacin de los artculos,lenguaje,
formas de expresin, ejemplos, empleo de autoridades. Pero, por la
misma razn de ser unescritor de tcnica perfecta, sta tiene que
aplicarse con flexibilidad a los diversos gneros literariosy a los
distintos fines de sus escritos. En este sentido, la Summa contra
Gentiles se nos ofrece corno 16. uno de los ejemplos ms
significativos de su originalidad, de su plena adaptacin a unos
fines quedesbordan ampliamente el campo un poco estrecho de la
literatura destinada a las aulas. En laContra Gentiles, Santo Toms
tiene plena conciencia de que escribe para otro pblico, y de
acuerdocon sus necesidades y sus gustos construye con recios
sillares y con perfecta armona esta obramaestra de la controversia
cristiana.El P. Suermondt ha observado con fino sentido critico las
caractersticas de la composicin de laContra Gentiles. En esta obra,
el santo Doctor, lejos de aceptar el mtodo de la Summa
Theologica,con sus divisiones y subdivisiones absolutamente fieles
a un orden sistemtico, escribe su obra conun estilo seguido, modo
oratorio, dice Suermondt; las grandes lneas de su construccin
solamentequedan apuntadas al correr de una exposicin amplia,
verdaderamente opulenta, si la comparamoscon la exposicin sobria,
cortada, de la Summa Theologica.Consecuencia natural de la
diferente manera de exponer es la distinta relacin entre unas y
otrascuestiones, unos y otros artculos, en la Summa Theologica y la
que existe entre unos y otroscaptulos en el tratado Contra
Gentiles. En esta obra no existen subdivisiones que establezcan
unnexo visible entre unos y otros captulos de la misma. En cambio,
este lazo se establece en laintimidad del relato en tal forma, que
unos captulos son continuacin de otros, en no pocos casossin otra
solucin de continuidad que la separacin material del captulo. No
pocas veces haceresmenes de lo dicho anteriormente, y en algn caso
el capitulo es un verdadero eplogo de unaserie de captulos que le
precede. El P. Suermondt advierte que la distincin en captulos,
aunqueexiste en el manuscrito autgrafo vaticano, es apenas
perceptible. Los ttulos colocados en losmrgenes del manuscrito
fueron aadidos despus de escrito el texto, y con frecuencia, sobre
todoen el libro 1, faltan absolutamente. Los captulos no estn
numerados en dicho manuscritoautgrafo; slo se distingue la
separacin por un breve espacio blanco al final de la ltima lnea.
Enestas condiciones no tiene que causar extraeza que la tradicin
manuscrita de la numeracin de loscaptulos y de su titulacin
presente al crtico una maraa de problemas.La libertad en la externa
ordenacin de sus partes que caracteriza esta obra del Anglico es
unreflejo de otra realidad ms profunda que afecta grandemente a la
estructura ntima del tratadoContra Gentiles: la ausencia de una
norma rgida en la composicin de cada artculo y en el repartode
problemas en los mismos. En algunos casos, en un artculo s tratan
diversos problemas; enotros, un problema llena un artculo y se
trata en forma exhaustiva. En otras ocasiones dedica unartculo a la
exposicin del terna, y el artculo siguiente, a la resolucin de los
argumentos de loscontrarios. En otras ocasiones, un problema ocupa
su atencin en varios artculos. No puede sertarea nuestra estudiar
aqu el nexo ntimo de unos problemas con otros dentro de cada libro
de laContra Gentiles; esta libertad que acabamos de anotar hace
bastante difcil dicho estudio, que, porotra parte, tiene su lugar
adecuado en las introducciones particulares que preceden a cada uno
de loslibros en la presente edicin.Esta elasticidad en el mtodo,
manifiestamente querida por Santo Toms, facilita la amplitud en
laexposicin y hasta en la concepcin, que no estn condicionadas por
la rigidez arquitectnica de laSumma Theologica. Ello tambin le
permite buscar a veces la eficacia humana de ciertasevocaciones por
su fuerza potica. Con esta finalidad, nos parece, utiliza algunos
textos del AntiguoTestamento, que resultan de una fuerza
impresionante hasta para el no creyente. Algo parecidopodramos
decir de ciertas razones de congruencia que no aduce el Santo como
argumentosdecisivos, sino como insinuaciones que tienen su fuerza
sobre el hombre, particularmente endeterminados estados
anmicos.Otras notas caractersticas de la Contra Gentiles se
refieren a la utilizacin amplia de los materialespositivos
sometidos a la valoracin de una crtica certera. Santo Toms se
revela en todas sus obrasno como un especulativo puro, sino corno
un telogo genial y completo; especulativo que saberemontarse a las
causas altsimas y positivo que sabe ejercer una crtica sagaz y rica
en matices. Ellono es una caracterstica de la Contra Gentiles, pero
en esta Summa tiene algunas realizacionessorprendentes por su
excepcional valor crtico, por la eficacia que tienen en el
desarrollo de su 17. doctrina y hasta en el progreso general de la
teologa.Sealemos algunos casos. Parece que las cuestiones De
veritate marcan un hito importante en lafamiliarizacin de Santo
Toms con la doctrina de San Agustn. Parece tambin que ms
adelante,en plena madurez como telogo, establece un mayor contacto
con San Agustn en el estudioreposado y directo de los opsculos del
Doctor de Hipona De praedestinatione sanctorum y Dedono
perseverantiae. Este contacto con San Agustn le permite una
valoracin histrica delsemipelagianismo y es motivo para un mayor
desenvolvimiento de la doctrina de la gracia,particularmente en
relacin con nuestra primera conversin a Dios. En la Summa contra
Gentileshallarnos el primer eco de este progreso interno de la
doctrina tomista de la gracia.En la Summa contra Gentiles hallamos
muy avanzado el proceso de revisin tomista delaverrosmo. En el
mismo tratado se presentan las pruebas de la distincin de la
esencia y laexistencia, como fruto de una plena elaboracin, muy
alejadas de Avicena, a diferencia de losescritos
anteriores.Seguramente el xito mayor de Santo Toms como telogo
positivo en la Contra Gentiles es lautilizacin en su libro IV de
las actas de los concilios de Efeso y Calcedonia, olvidadas hasta
elsiglo XIII y probablemente descubiertas por el mismo Santo Toms
de Aquino. Todo el libro IV dela Contra Gentiles es de una gran
riqueza positiva y est muy condicionado por la preparacinhistrica
del santo Doctor, excepcionalmente slida para su poca.Creemos que
estas observaciones pueden contribuir a una justa valoracin de la
obra de SantoToms. La Summa contra Gentiles es una obra apologtica,
condicionada en su gestacin por lasnecesidades de una coyuntura
histrica; es una obra rica en informacin; pero, por encima de
todo,es la obra maestra de un sabio, en el sentido ms elevado de la
palabra, que busca la verdad. Unaunidad ntima, que escapa a toda
valoracin crtica, se mantiene en todas las pginas, casi en
elsubsuelo de las digresiones metafsicas y teolgicas; es el anhelo
de un espritu enamorado de laverdad, es el esfuerzo sereno de un
alma que camina hacia Dios. Este sentido de lo eterno es larazn
suprema de la actualidad de la Summa contra Gentiles.Terminamos con
la conciencia clara de la desproporcin entre la majestad de la obra
y la pobreza denuestro prtico; nos hemos visto obligados a
escribirlo. No queremos cerrar estas lneas sin recordaralgo sobre
la autoridad doctrinal de Santo Toms de Aquino. El P. Ramrez, en su
introduccin a laedicin espaola de la Summa Theologica, ha tratado
ampliamente el tema con la perfeccin quecaracteriza sus tareas
literarias. No vamos a repetir hechos y textos. Pero desde la
publicacin en1947 del trabajo del insigne P. Ramrez hasta hoy han
ocurrido algunos hechos importantes que handado ocasin al Papa Po X
gloriosamente reinante, para volver con palabra clida y amorosa
ainsistir sobre la necesidad de seguir en la Iglesia el magisterio
del Doctor comn Santo Toms deAquino. No es sta la ocasin de
recordar los antecedentes histricos de ciertos
documentospontificios, concretamente la llamada nueva teologa y
otras corrientes actuales que han agitado yestn agitando los
espritus en el campo de la teologa, de la filosofa, de las ciencias
sociales y de lahistoria, y tienen fuertes repercusiones en el
estadio abierto de la vida. A nosotros nos interesa laenseanza del
Papa por su valor absoluto.Es notorio que en estos ltimos aos S. S.
Po XII aprovecha las audiencias a rectores deseminarios, profesores
de centros eclesisticos o catlicos, lectores religiosos, para
inculcar lanecesidad de seguir a Santo Toms. Al lado de estas
recomendaciones particulares y con toda sufuerza se hallan los
discursos y documentos pblicos elogiando o recomendando a Santo
Tomscomo Doctor comn de la Iglesia.Sin ningn gnero de duda, el
documento pontificio de mayor trascendencia, en este orden de
cosas,publicado en los ltimos aos, es la carta encclica Humani
generis, del 12 de agosto de 1950, quetan profunda impresin ha
causado en ciertos ambientes intelectuales y que es como la carta
magnadel estudioso catlico. El Papa Po XII ensea al mundo cules son
los caminos que debe seguir unpensamiento autnticamente catlico y
seala las desviaciones de la doctrina de la Iglesia en el 18. mundo
actual, los espejismos que han fascinado a muchas almas hasta poner
en peligro la integridadde su fe. Renueva con energa, con santa
exaltacin, las normas de sus predecesores sobre lanecesidad de la
fidelidad al magisterio de la Iglesia y sobre la importancia
capital de la doctrina deSanto Toms.Santo Toms de Aquino sigue
siendo, hoy como ayer, el Doctor comn de la Iglesia, y sus
obrasruta luminosa que nos gua hacia el conocimiento de la
verdad.Fa. Jos M. DE GARGANTA, O. P.INTRODUCCIN AL LIBRO PRIMEROI.
PROLOGO1. Las dos Sumas del Anglico. Es innegable cierto carcter de
prlogo que la Summa contraGentes tiene respecto a la Summa
Theologica. No parece sino que Santo Toms, al elaborar estacreacin,
estuviera perfilando su obra. No obstante, seria injusto suponer
que el Anglico nocamina con pie firme de maestro entre la maraa de
doctrinas paganas que, introducidas porEspaa, se extendan en su
tiempo por toda Europa. Contra ellas publica esta obra.Un prlogo
nunca supone indecisin, y en nuestro caso mucho menos. Quiz el
Anglico no estaqu tan magistral; pero, al escribir la contra
Gentes, haba dejado de ser el ms aventajadodiscpulo. Era ya un
maestro.El objeto de ambas Sumas es el mismo: Dios. La divisin,
idntica: a) Dios en s; b) Dios creador;c) Dios fin; d) Dios
sobrenatural.El medio o razn formal vara. No poda menos de ser as.
Con lo cual, el objeto, que es realmenteel minino, es formalmente
distinto. All lo estudia a travs de la luz de la fe; aqu, a travs
de la luzde la razn. No obstante, es tan perfecto el estudio que
Santo Toms hace de Dios, racionalmenteconsiderado, que no duda en
conducir al simple filsofo a la consideracin de Dios
sobrenatural,objeto de la revelacin. De este modo viene a
convertirse la Summa contra Gentes en prticohacia el smbolo de la
fe.La intencin del Anglico en esta obra e introducir en el campo de
la fe a quienes admitan losmismos principios racionales que l
admite. Y si en lo racional no coinciden con l, es decir, si
nisiquiera admiten los principios de razn natural, trata en esta
Summa de convencerlos de absurdo,de error o de malicia.2. Breve
exposicin de la Summa contra Gentes.Los dos primeros libros de la
Summacontra Genteshace notar el P. Ramrezy las cuestiones
disputadas De veritate, De potentia,De anima y De spiritualibus
creaturis son la ms acabada expresin y la realizacin msperfecta del
ideal de una verdadera y autntica filosofa estamos, por
consiguiente, ante un tratadofilosfico de Dios, el ms ntegro. Santo
Toms nos ofrece lo que podramos llamar su teologanatural o
teodicea, sin dar de lado por ello a la revelada. Verdades hay,
aunque reveladas, asequiblespor la humana razn. Santo Toms las
conjuga magistralmente a travs de los libros primero,segundo y
parte del tercero. Una vez que ha ofrecido a la razn humana su
objeto propio, y le hahecho comprender la racionalidad de lo
suprarracional, y, por tanto, una vez que la razn, bajo lagua de la
fe, ha admitido la posibilidad de verdades sobrenaturales, trata en
el libro tercero de lamoral cristiana y en el cuarto de muchos
misterios revelados: la Trinidad, la encarnacin, laredencin, con
toda la economa sacramentaria, la resurreccin de los cuerpos, el
juicio final, etc.3. Su mtodo.No es idntico su modo de proceder
cuando trata de la teologa natural que cuandotrata de la teologa
revelada, puesto que en la primera expone las verdades racionales y
refuta losfallos de la mente humana, fundado en principios de razn
y en autoridades filosficas,confirmando, a su vez, su posicin con
testimonios entresacados del depsito revelado y dichos delos Santos
Padres. As, por ejemplo, prueba la eternidad de Dios filosfica o
racionalmente, con el 19. principio en Dios se identifican la
esencia y la existencia (1. 1, c. 22), y al mismo tiempo,confirma
la prueba con el salmo 101: "Amas t eres siempre el mismo". Y con
el xodo (3, 1314):Yo soy el que soy.En la segunda, o sea en la
teologa revelada, Santo Tomas estudia los misterios de la fe a
travs ypor medio de la luz de la divina revelacin, aadiendo a
continuacin argumentos de razn ofilosficos para demostrar que la
luz de la razn y la de la fe, lejos de oponerse, se
complementan,subordinndose aqulla a sta. De esta manera el Anglico
logra hacer racionalmente verosmil loque es suprarracionalmente
cierto y en s evidente.De esto son prueba muchos de los captulos
que componen esta obra.Para Santo Toms, la verdad es una. Por
consiguiente, toda verdad, sea racional o suprarracional,procede de
la verdad suprema: Dios. Implicara contradiccin que una verdad
contradijera a otra,pues contradira al principio de ambas. O dejara
de ser verdad o dejara de serlo Dios. De aqu queSanto Toms tome
como punto de partida el oponerse a los errores de la filosofa
grecoarbiga desu tiempo, que admita la teora de la doble verdad y
sus consecuencias lgicas, metafsicas ymorales; filosofa muy
extendida en el siglo XIII e incluso entre los doctores de Paris.4.
Proemio de Santo Toms.Lo hasta aqu expuesto tan brevemente tiene
eco a lo largo de losnueve primeros captulos de este libro,
distribuidos en tres grupos, sobre los que nos vamos adetener un
poco.A) FIN DE LA OBRA1. Oficio del sab1o.Como quiera que el
Anglico no pretende componer un tratado teolgico,sino filosfico, de
Dios, comienza su labor preguntando por el objeto de sabio, no del
telogo.Santo Toms asigna al verdadero sabio cinco funciones u
oficios (c. 1).a) Al sabio le compete prever el fin del asunto que
lleva entre manos.b) Si se trata de la sabidura ms alta o ltima, su
funcin ser tener ante la mente el fin universaltotal ltimo de todo
ser.c) Como quiera que, segn el dicho de Aristteles (II Metaph.,
trado en el comentario a estecaptulo por el Ferrariense), los
principios de las cosas necesarias o perennes han de ser
verdaderos,y, por otra parte, el fin universal, Dios, es el
principio universal de todo, sguese que incumbenciadel sabio es
estudiar la verdad, principio y fin de todo ser: Dios.d) Es decir,
que a la sabidura o al sabio compete estudiar la verdad primera, y
por consiguiente...e) El sabio debe refutar la falsedad contraria a
la verdad primera.En consecuencia, el objeto del sabio es Dios
racionalmente considerado.Santo Toms, como puede verse, aduce ya en
el primer capitulo de una teologa racional datos otestimonios
revelados. Alguien pudiera pensar que esto es precipitacin. Nada de
eso. Santo Tomsaduce dichos, apotegmas, sentencias de la revelacin
que pueden considerarse, sin menoscaboninguno, como dichos
filosfico de primer orden, sin que esto sea obstculo para que los
creyentesvean en ellas, no slo una verdad filosfica, como pueden
hacerlo los paganos, sino una sentenciapronunciada por el mismo
Dios, que, por consiguiente, viene a ser objeto del sabio y del
fiel comotal y como sabio.2. Propsito del autor.Una vez presentado
el tema a tratar, expone su intento (c. 2) y el mtodoque va a
seguir en su realizacin (c. 3).Respecto a lo primero nos dice que
su intencin es manifestar la verdad de la fe cristiana,eliminando
todo error contrario. Y esto lo voy a hacerescribeporque, aunque
incapaz, voy aasumir el oficio de sabio, esto es, voy a buscar la
verdad. Primero, porque, entre todas la 20. ocupaciones del hombre,
la del sabio es la ms perfecta, til, sublime y agradable. Segundo,
porque,haciendo mas las palabras de San Hilario (De Trin. 1, 37),
tengo como deber primordial,impuesto por Dios, que ste resplandezca
en mis palabras y sentidos (c. 2).B) MODOS DE MANIFESTAR LA
VERDAD1) Dos rdenes de verdad en Dios (c. 3).No es uno el modo de
manifestar las diferentes clases deverdadesdice el filsofo (Ethic.
1; I 4), y Boecio insina (De Trin. II: edit. Teubn. S.Theol., 12)
que es propio del hombre ordenado intentar apoderarse de la verdad
solamente en lamedida en que se lo permite la naturaleza de la
cosa. Primeramente, pues, debemos sealar cul seael modo posible de
manifestar la verdad propuesta.De cuanto de Dios predicamos,
verdades hay asequibles a la razn humana, v. gr., Dios uno,
eterno,simple, al paso que otras muchas rebasan nuestra capacidad:
Dios trino, vida de la gracia... Luegotenemos dos clases de
verdades. De las verdades divinas al alcance de nuestra razn nada
dice aquel Santo. Es un asunto de hecho. Muchos filsofos han
conocido muchas verdades de stas. Encuanto a las que sobrepasan a
la capacidad, Santo Toms se entretiene en probar la necesidad de
suexistencia. Nos da tres razones: 1. Como no podemos conocer
intelectualmente la substancia deDios, no podemos conocer todo lo
que de Dios es cognoscible. 2. Cuanto ms elevado es
elentendimiento, tantas ms verdades puede entender. El
entendimiento divino excede en mucho alhumano; Juego Dios puede
comprender muchas verdades y seguir stas siendo incomprensiblespara
nuestro entendimiento. 3. Ms fcil nos es conocer lo sensible, por
ser ms connatural connuestro modo de ser, que conocer cuanto acerca
de Dios puede conocerse. Pero es el caso quedesconocemos muchas
propiedades de los seres sensibles; luego con cunta ms razn hemos
deconfesar como incomprensibles para nosotros muchas verdades
acerca de Dios.2) Las verdades divinas se manifiestan: a) En s (cc.
4 al 6). Probada la existencia de este dobleorden de verdades,
expone el Santo el modo especfico de manifestarse dichas verdades.
En primerlugar lo hace de manera absoluta (cc. 4 y 6). Despus,
comparando dichas verdades con las de razny comparando tambin la
verdad primera con nuestra mente (c. 7).En el captulo 4 dice que
tanto las verdades sobrenaturales como muchas de las naturales se
ofrecenal hombre como objeto de fe, porque, de lo contrario, serian
conocidas por pocos y despus demucho tiempo y mezcladas con una
infinidad de errores.A continuacin estudia el modo que estas
verdades tienen de manifestarse, consideradas por partedel que las
ensea, seguidamente por parte del que las recibe (c. 6). En cuanto
a lo primero, estudiael modo de ser de las verdades naturalmente
inteligibles, para tratar seguidamente de las queexceden toda
nuestra capacidad (c. 5). Si en el captulo 4 nos dijo que era
conveniente que muchasverdades de orden natural fueran reveladas,
en este captulo 5 nos prueba cmo esta conveniencia setrueca en
necesidad al tratar de las verdades de orden sobrenatural.Esto por
lo que toca a las verdades divinas consideradas por parte del que
las ensea. En cuanto almodo de atenerse el hombre respecto a estas
verdades de orden sobrenatural (c. 6), hace lassiguientes
afirmaciones: quienes prestan asentimiento a verdades que la humana
razn no puedecomprender, creen muy razonablemente y no sin motivo.
La razn es obvia: no es imprudenciafiarse de lo que Dios dice y
prueba como El solo sabe probar.b) Comparativamente (cc. 7 al 8).
Ahora estudia la verdad divina sobrenatural en relacin connuestra
razn, y dice que del hecho de que estas verdades sobrepasen nuestra
capacidad no se sigueque sean contrarias a las verdades racionales.
Lo prueba claramente en los captulos 7 y 8.Finalmente, cierra su
prlogo dando a conocer su intencin o propsito en lo tocante a su
modo deproceder, y hace constar que la duplicidad de verdades
racionales y suprarracionales no tiene larazn de ser en Dios, sino
en nuestro conocimiento.En cuanto a su modo de proceder se expresa
en estas palabras: Para exponer la primera clase de 21. verdades se
ha de proceder por razones demostrativas que puedan convencer al
adversario. Pero,como es imposible hallar estas razones para la
otra clase de verdades, no se ha de intentar convenceral adversario
con razones, sino resolver sus objeciones contra la verdad, ya que
la razn natural,como qued probado (c. 7), no puede contradecir a la
verdad de la fe. La nica manera deconvencer al adversario que niega
esta verdad es por la autoridad de la Escritura, confirmada por
losmilagros, porque lo que est sobre la razn humana no lo creemos
si Dios no lo revela. Sinembargo, para la exposicin de esta verdad
se han de traer algunas razones verosmiles paraejercicio y
satisfaccin de los fieles. No para convencer a los contrarios,
porque la mismainsuficiencia de las razones los confirmarla ms en
su error al pensar que nuestro consentimiento alas verdades de fe
se apoya en razones tan dbiles.Queriendo proceder, pues, de la
manera indicada, nos esforzaremos por evidenciar la verdad
queprofesa la fe y la razn investiga invocando razones ciertas y
probables, algunas de las cualesrecogeremos de los libros de los
santos y filsofos, destinada a confirmar la verdad y convencer
aladversario. Despus procediendo de lo ms a lo menos conocido,
pasaremos a exponer la verdadque supera la razn (1. 4), resolviendo
las objeciones de los contrarios y estableciendo, ayudadospor Dios,
la verdad de fe con razones probables y de autoridad.Santo Toms
cierra su prlogo con las siguientes palabras, que sirven a la vez
de presentacin de sulibro primero: Pues bien, lo primero que se nos
presenta al querer investigar por va racional lo quela inteligencia
humana puede descubrir de Dios, es examinar qu le conviene como tal
(1. 1). Acontinuacin, cmo las criaturas proceden de El (1. 2), y en
tercer lugar, la relacin de fin que conEl tienen (1. 3). Por lo que
respecta a lo que conviene a Dios como tal, es necesario establecer
comofundamento de toda la obra que Dios existe; sin ello toda
disertacin sobre las cosas divinas esintil.C) ORDEN DEL TRATADO (c.
9)Ciendo nuestra labor a slo el libro primero, tenemos el siguiente
orden:Tres son los problemas principales que se plantea el Santo en
este tratado: a) existencia de Dios (cc.10 al 13); b) su naturaleza
(cc. 14 al 27); c) su perfeccin (c. 28 s.), para terminarlo con
unoscaptulos dedicados al estudio de las pasiones en Dios .(cc. 89,
90 y 91), a las virtudes (cc. 92 y 96)y a la vida divina (cc. 97 y
102).Vamos a tratar en primer lugar de la existencia de Dios segn
el orden que sigue.II. LIBRO PRIMEROA) Primer problema: Existencia
de Dios (cc. 10 al 13)1. PRUEBAS INDIRECTAS, DIFICULTADES Y
SOLUCIONESSanto Toms, antes de exponer su doctrina sobre este
asunto, examina las teoras que puedenoponrsele, concedindoles todo
su valor cuando lo tienen y condenndolas sin ambages cuandoson
dignas de ello. Estudia en estos captulos (10 al 13) lo que ms
tarde estudiar en los artculos 1,2 y 3 de la cuestin 2 de la
primera parte de la Suma Teolgica. decir: La existencia de Dios,
escognoscible? Es una verdad evidente en s misma? evidente para
nosotros? Si no es evidente en smisma respecto a nosotros, es, a lo
menos, demostrable o slo cognoscible de fe?Antes de responder
diremos que son cuatro los errores acerca de la existencia de Dios.
Por exceso,el del ontologismo; por defecto, el tradicionalismo,
escepticismo y atesmo. Este niega la existenciade Dios; el
escepticismo y sus derivados, empirismo, positivismo, niegan su
cognoscibilidad. Eltradicionalismo, que niega la capacidad de
nuestra mente, debilitada a raz de la cada de nuestrosprimeros
padres, para demostrarla, y que sostiene que solamente por el
camino de la fe puedeconocerse. 22. Aqu slo nos ocuparemos de los
dos sistemas opuestos: ontologismo y tradicionalismo, ya que
lasobjeciones ms serias contra la demostrabilidad de la existencia
de Dios vienen de estas dosvertientes diversas, pero que coinciden
en admitir la indemostrabilidad. La primera es conocida enel mundo
filosfico, como decamos, con el nombre de Santo Toms le dedica los
captulos 10 y 11.La segunda, la llamada tradicionalismo. De ste
trata en el capitulo 12. Y una vez que prueba lainevidencia de la
existencia de Dios, contra el ontologismo, y la demostrabilidad de
la misma,contra el tradicionalismo, fundamenta las pruebas en que
se basa la demostrabilidad, con lo cual dade lado al atesmo, bien
sea terico, bien sea prctico. Al escepticismo no le dedica
atencinparticular.a) Primera dificultad: 1. La existencia de Dios
es evidente (c. 10)El ontologismo.El ontologismo parte del
principio de que el primer ser es el primer objeto denuestro
conocimiento. Dios es el primer ser y del que todo otro ser recibe
cuanto es (C. Gent, 1. 3,c. 1); luego es el ser que primeramente
conocemos. Segn esta afirmacin, la existencia de Dios nies de fe ni
es demostrable por la razn, o de evidencia mediata, sino que ya es
de evidenciainmediata. A esto obedecen aquellas palabras de Santo
Toms en este captulo 10, que vienen adecir: para quienes sostienen
que Dios es de suyo evidente, es superfluo el conato de
quienespretenden demostrar su existencia.2. Refutacin filosfica de
ontologismoDespus de exponer las razones que alegaban los
ontologstas de su tiempo en pro de su teora, elAnglico comienza el
capitulo 11 disculpando a quienes adujeron tales argumentos, entre
los quesobresale el tan conocido de San Anselmo, y que nuestro
Santo lo trae en forma abreviada, enprimer lugar, en el captulo
10.Dice que tienen un doble o