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Myrtia. Revista de Filologa Clsica de la Universidad de Murcia.
1990.
APROXIMACION HISTORICA A LA FIGURA DEL SOFISTA
1. El trmino sofhistes. Para comprender mejor la semntica de
sophists conviene atender a los
sentidos particulares del resto de las palabras de su misma
familia etimolgica. Entre ellas, en primer lugar, cabe considerar
las caractersticas del verbo sophzomai del que deriva sophistsl.
Este verbo en su sentido originario expresa la posesin de
conocimientos adquiridos por la experiencia y transmisibles por la
enseanza2. Resulta clara la relacin de sophists con la enseanza de
saberes adquiridos. Por otra parte, el hombre de ingenio despierto
que asimila la experiencia de la vida, adquiere una habilidad
especial para la solucin de problemas prcticos mediante la astucia.
En este sentido la carga conceptuai de sopha se asimila a la
'cfr. G. Redard, Les noms grecs en '-les, 4 s ' et
principalernent en '-les, -itisl, Paris 1949, especialmente 5-6.
Tambin P. Chantraine, Lu fomation des noms en grec ancien, Paris
1933, pargrafos 254-255 (3 15-3 18). La correspondencia de
sophists-sophfszornai, ejemplo de creacin de un verbo denominativo,
se produce igualmente en agonists-agonzo, grammatists-grammatiszo,
iests-lzomai, oikists-oikzo, horists-hotfzo, eretasrs-aetzo, 3
17.
'EI trmino aparece en Hesodo, Trabajos y Das, 648. Cf. J.
Bollack, "Une historie de sophe". REG 81 (1968), 550-554, que seala
"sophe designe un travail soumis i des mesures et des rkgles d'ou
l'emploi rserv au dmiurge qu'est le charpentier, au conducteur du
char ou du navire, et non tamrnent au conducteur du chant qu'est le
cithariste". Tambin observa la frecuente asociacin contextual entre
sophe y didshin o daevai. Vase tambin el testimonio de Soln 13,
51-52 (tomado de F. Rodrguez Adrados, Lricos Griegos,
Madrid-Barcelona 1956, 167) el texto se refiere a un poeta y
Estescoro 89, 7. Bollack comenta tambin la oposicin semntica entre
sophe- tchne: rchne es el saber inspirado casi mgico, la habilidad
innata e intuitiva. A.M. Malingrey, Erude d'un group de mors dans
la linrature grecque des Prsocratiques au N siicie apris J .C. ,
Paris 1961, afirma que sophe "il n'est plus maitrise d'une
technique, mai rsultat de la confrontalion de l'hornme avec la
vie".
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M.A. Snck-S. Rus
que tiene en latn calliditas y, por tanto, anr sophs se
identifica con el trmino homo callidus. Algunos pasajes atestiguan
el empleo de sophzomai con el sentido de 'urdir tretas,
estratagemas, ingenirselas.. . 13. De estea cualidad se hace eco,
de manera irnica Platn en su descripcin del sophists. En un pasaje
de Eurpides el trmino sophists aparece con el sentido de 'maestro',
sino el matiz peyorativo que adquirir en la poca de Platn:
Tes.: iOh, hombres que poseis muchos con- ocimientos en vano!
por qu enseis innume- rables ciencias y de todo hallis salida y
todo lo que descubrs y, en cambio, una sla cosa no sabis y no la
habis cazadoo an: ensear la sensatez a los que no la poseen?
Hip.: Tendra que ser un destacado maestro quien fuera capaz de
conseguir que razonaran bien los que no razonan con sensatez4.
En poca antigua se llamaban sophista los poetas, adivinos y
sabioss. Destaquemos slo un curioso pasaje del Corpus Hippocraticum
donde se comenta con escepticismo la opinin de los sophistal:
Dicen algunos mdicos y sabios que no es capaz de conocer la
medicina quien no saben qu es el hombre6.
3 ~ e r ~ d o t o , iii, 1 1 1 : "Por esto haba aplicado esa
astucia -esesojsto- para que le resultara a Creso intil la
caballera con la que iba a hacer el lidio una batalla muy lucida",
el mismo autor en otro pasaje ii, 66 hablando de los gatos con
respecto al comportamiento de las hembras dice: "... por lo cual
han ingeniado -sophiszoncai- esto...". El mismo Herdoto, Vm, 27:
"Cuando los foceos se vieron reducidos al monte Parnarso en su
retirada, teniendo entre ellos al adivino Telias de Elide, entonces
este Telias ingenia para ellos lo siguiente...". Sfocles,
Filoctetes, 75: "Ms bien tienes que ingenirtelas -de; sophisthhzi-
en esto mismo, en llegar a ser ladrn de armas invencibles". Vase
R.J. Mortley, "Plato and the sophistic heritage of Protagoras",
Eranos 67 (1969), 26.
' ~u r ~ ides , Hiplico, 9 16-922.
f. los textos recogidos por G.B. Kerferd, "The first greek
sophists", CR 63, 1950, 8-10.
6~ipcrates, Sobre la medicina antigua, XX (edicin de J.L.
Heiberg, Corpus medicomm graecomm, Berlin 1908).
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Aproximacin al sofista
En cambio Tucdices no parece tener muy buena impresin de la
actividad de los sofistas cuando describe un pasaje de su Historia
de la Guerra del Peloponeso:
Buscis, por decirlo as, un mundo distinto de aquel en que
vivimos, y no reparis ni siquiera en las circunstancias actuales;
y, en suma, es de- jis dominar por el placer del odo y os pareceis
a espectadores que estis para con- templar a los sofistas, ms que
ciudadanos que deliberan sobre su ciudad7.
Este comentario parece coherente con la visin que l tiene de la
historia reciente de Atenas y del ambiente de la Atenas de la
Sofstica. En Platn la figura del filsofo y la del sofista se
contraponen. En buena medida podemos referir tal dicotoma a la
larga historia del trmino philsophos8. La bsqueda de la verdadera
sopha es la humilde actitud socrtica frente a ia prepotencia de los
que dominan el saber. Y esa es la razn por la que el mismo saber
del sofista es el que resulta incomprensible desde la perspectiva
socrtica frente a la prepotencia de los dominan el saber. Y esa es
la razn por la que el mismo saber del sofista es el que resulta
incomprensible desde la perspectiva socrtica: los valores que
estiman el sophists y el philsophos son distintos y por tanto, sus
intereses9.
Sophistsv queda as configurado semnticamente como trmino que
designa un tipo de hombre de una poca concreta, cuya actividad
influy decisiva-
%f. A.M. Malingrey, 0.c. y tambin Burkhard-Gladigow, Sophie und
Kosmos. Unrersuchungen zur Fnrhgeschichfe von sophos und sophie,
Hildesheim 1965.
9 ~ . Howland, "The cave image and the problem of place: the
sophist, the poet and the philosopher", Dyonysius X, Dec. 1986,
21-55, comenta el concepto socrtico-pltonico de la educacin a
partir de los textos del libro VU de la Repblica, donde se critican
el conocimiento apariencia1 y circunscrito al plano de las technai
y de las ambiciones humanas, junto con las explicaciones
etimolgicas de los poetas considerados como vales insipirados y
educadores de la comunidad helnica en un estadio de civilizacin ya
superado. Se critica por igual lo antiguo (poetas) y lo nuevo
(sofistas). Resulta curioso que el trmino sophists se aplicara en
poca antigua a poetas y filsofos presocrticos que ejercan una
pedagoga rudimentaria en mtodos y contenidos, y en poca clsica a
los modernos sofistas.
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M. A. Snck-S . Rus
mente en la evolucin histrica de un modelo de sociedad. Como
muestra de este uso del trmino se puede ofrecer un pasaje de
Plutarco en el que nos habla del ms genial y aventajado discpulo de
la Sofstica, Pericles:
Muchos dicen que Damn fue maestro de msica de Pericles.. . Pero
Damn parece que era un destacado sofista que disimulaba ante los
dems que bajo el nombre de msica ocultaba su sorprendente habilidad
pues era para Pericles como el entrenador para el atleta, el
maestro del arte de la poltica'0.
2. LA CRITICA DEL SIGLO IV. A. Platn. En la poca en la que
escribe Platn, el siglo IV a.J.C., el trmino
adquiere un valor peyorativo. Un contemporneo de Platn, el
maestro de retrica Iscrates, dice que en la poca de Soln el
sobrenombre sophists aplicado a un hombre tena el sentido de
alabanza, pero que "ahora es deshonrado y criticado entre nosotros"
" .
Platn es consciente de las dificultades que entraa la ajustada
definicin del trmino sophists. Esas dificultades se deben a las
diversas actividades que desarrollan los sophista: Protgoras se
llamaba a s mismo hombre de ciencia y educador en todo aquello que
permite ser buen ciudadano y excelente administrador de los asuntos
privados, en suma, es un maestro en el arte de la poltica. Gorgias
no dijo nunca que fuera muestro de la virtud, sino que se limitaba
a educar en el arte de hablar bien en pblico y a componer discursos
bellos, es decir, centra sus enseanzas en el arte de la retrica.
Hipias de Elis transmite un saber arqueolgico y enciclopdico, lleno
de erudicin; y as podramos seguir con la lista de otros
'%lutarco, Vidas Paralelos, Pencks. 4.1.
lllscrates, XV 235.
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Aproximacin al so jha
muchos s o p h i ~ t a ~ ~ . Teniendo en cuenta esta pluralidad
de contenidos, Platn intenta la definicin de la palabra sophists en
el dialogo el Sofista. Al comienzo de esta obra de la vejez
dice:
Comenzando por el sofista, segn me parece, buscando y declarando
con palabras qu es lo que es.. . 1 3 .
Despus, expone las dificultades que tiene la tarea de encontrar
una definicin que se pliegue de forma adecuada a las caractersticas
tan variadas del sophists:
Esta casta que ahora pensamos investigar, la del sofista, no es
tarea pequea ni fcil.. . 14. ... no es entre todas la ms fcil del
com- prender.. . Ahora pues, Teeteto, yo aconsejo que nosotros dos
pensando que es difcil y dura de cazar la especie del sofista.. .
". Porque tal individuo -el sofista- es en verdad sorprendente y
dificilsimo de escrutar, puesto que ahora con destreza y donosura
se nos ha escondido dentro de una clase difcil de investigad6. . .
. digamos que el sofista se nos ha metido, de la manera ms astuta
que hay, en un lugar inextricable".
12cf. E. Zeller, S6crates y los soJstm, Buenos Aires 1957,
53.
%atn, SojFsta, 218 b (en adelante citado Sof.).
I4Plat6n, Sof. 217 b.
"~latn, Sof. 218 c-d.
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M.A. Snchez-S. Rus
Entonces, segn parece, sera el sofista imposible de capturar si
las cosas son asi8.
Al final del dilogo, cuando est a punto de llegar a la definicin
que ha persiguido con tanto inters, Platn, por boca de Teeteto, uno
de los personajes del dilogo, dice:
Desde luego, extranjero, que parece verdad lo que hemos dicho
sobre el sofista al principio, de que iba a ser una especie difcil
de cazar. Pues se ve que est lleno de problemas, y cada vez que nos
plantea uno, es preciso superarlo antes de que podamos llegar a l
rnismo19.
A pesar de las dificultades aludidas, Platn aborda la tarea de
saber "qu es lo que es" un sofista medianta sucesivas definiciones
divisibles en dos partes. Es el mtodo diartico, de las definiciones
dicotmicas, que consiste en buscar "la definicin, o la descripcin
del campo de lo definible como un cuadrado, en el que puede hacerse
una divisin segn las dimensiones de largo y ancho; as resultan
cuatro campos"20. Con este mtodo llega a seis definiciones, que
parecen al mismo Platn particulares e insuficientes.
El sofista es "un cazador asalariado de jvenes rico^"^'. La caza
es un arte adquisitiva por conquista, por aprehensin de la pieza.
Existen, adems de la caza, otras formas de ejercitar el arte
adquisitiva, por ejemplo, el intercambio de cosas entre personas.
De la prctica del arte adquisitiva mediante el cambio, surgen otras
tres definiciones de sofista":
18~latn, Sof. 241 c.
'9~latn, Sof. 241 a.
2 0 ~ . Tovar, Plarn. El Sojista, Madrid, 1970, R.
"~la tn , SoJ 231 d.
f. A. Tovar, o.c., X.
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Aproximacin al sofista
Un mercader acerca de los conocimientos que se refieren al
almau. ... es como un comerciante al por menor de estos
conocimientosz. . . . y tambin nos resultaba productor y vende- dor
de estos conocimientosz.
La quinta definicin de sofista deriva del arte de adquirir en su
vertiente combativa: ... pues era como un atleta que con la
palabra, se atribuye el arte d i ~ ~ u t a t i v a ~ ~ . Mediante
la prctica de este arte logra el lucro y la ganancia27.
Con un modelo de defmcin distinto del anterior, Platn indica
que, entre los que dicen que educan a los hombres, los sofistas son
los que purifican el alma humana a fm de inculcarle sus enseanzasz,
que consisten en un saber aparencia1 acerca de muchas cosas29.
Platn es consciente de que con estas definiciones, parciales, no
llega a una definicin ajustada de la palabra sophists. El mismo
Platn se queja de esto, "porque no es admisible -escribe Tovar- que
el sofista sea llamado con los diversos nombres de sus diversas
habilidades, sino que hay que buscar el punto en que todas estas
habilidades coinciden y dar el nombre adecuado a este punto de
coincidenciawrn. Platn no est satisfecho de la definicin, an
U~la tn , Sof. 231 d.
24~latn, Sof. 231 d.
=Platn, SoJ 23 1 d .
%lath, Sof. 23 1 e .
27 Platn, Sof. 224 e-226 a.
z~ la tn , SoJ 23 1 e .
29~latn, Sof. 232 a.
30 A. Tovar, o . c . , XII.
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M. A. SnchaS. Rus
cuando este tipo humano ha quedado apresado dentro de un arte
apariencial, propio de prestidigitadores y milagreros3'. Estas
distintas definiciones de sofista vienen a ser una exposicin de las
dificultades que tiene fijar el sentido de la palabra so~hists. La
definicin slo alcanza al sofista formalmente considerado, no a la
figura histrica del sofista.
La bsqueda de la definicin precisa del sofista histrico, conduce
a Platn al estudio de cuestiones de ontologa, que constituyen el
ncleo del dilogo.
Terminada la larga investigacin de ontologa, Platn vuelve a la
tarea de alcanzar una dehnicin ajustada de sofista. En esta ocasin
retoma la cuestin por otra va: la del arte imitativa. Este arte se
compone de varias partes. Una de ellas es el arte creativa, que se
aplica a la realizacin de imgenes y copias". As lo expresa Platn en
el dilogo entre Teeteto y el extranjero de Elea:
Ext. No empezbamos, entonces, por dividir el arte en creativa y
adquisitiva?
Tee. S. Ext. Y no se nos apareca el sofista en el arte
adquisitiva, en la captura, lucha, trfico y otras figuras
semejantes?
Tee. Ciertamente. Ext. Y ahora, una vez que el sofista lo tiene
apresado
el arte imitativa, es evidente que la propia criatura ha de
estar dividida en dos partes. Pues la imitacin es una cierta
creacin, si bien de apareciencias, decamos, y no de cosas in-
dividualizadas. No es verdad?".
%f. A. Tovar. o.c., XXIV
=A. Tovar, o.c., XXIV.
33~latn, Sof. 265 a-b.
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Aproximacin al sofista
Mediante la divisin del arte creativa entre divina y humana, y
dividiendo, a su vez, estas dos partes, como Platn dice "otra vez a
lo largo"34, quedan cuatro partes: dos divinas y otras dos humanas.
El arte creativa, tanto la divina como la humana, se divide entre
los que realizan cosas y los que crean imgenes. El arte creativa de
imgenes realiza copias y apariencias. Entre estas dos actividades,
nos quedamos con el arte apariencial, que a su vez se divide en el
realizado con instrumentos y el arte que imita: el arte
imitativa3'. Escogemos la imitativa. Entre los imitadores unos son
ignorantes y otros conocen lo que imitan36; as resultan dos formas
de imitancin: la imitacin aparente y la imitacin que sabe lo que
imita37. Platn toma las dos formas de imitar y distingue dos tipos
de imitadores: uno simple y otro con ironia3'. Imitadores irnicos
los hay de dos clases: los que dan largos discursos, los oradores
polticos, y los que dialogan en privado con sus discpu- l o ~ ~ ~ .
Para alcanzar la definicin de sofista, a Platn le interesa el
segundo, y por boca del extranjero de Elea pregunta que si es sabio
o sofista. La respuesta de Teeteto es que este hombre es un
imitador de sabio:
Es evidente que tiene un nombre aquel (sabio) derivado, y ahora
ya, ste es el que verdade- ramente tenemos que decir que es
sofista, en su absoluta realidad4".
El sofista es un imitador de sabio que tiene la misma apariencia
que el filsofo, "que habla exactamente igual que un filsofo; se
puede decir que se parece ms a
3 7 ~ ~ a t n , Sof. 267 d e .
38~lat6n, Sof. 268 a.
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M. A. Snchez-S. Rus
un filsofo que el filsofo mismov4'. Pero, como diremos despus,
no es un filsofo stricto sensu, sino que slo se parece, da la
sensacin. Lo que es en su absoluta realidad es un imitador.
Concluye el dilogo platnico con la definicin ajustada de la figura
histrica del sofista:
Pues el arte de la contradiccin, que por el lado irnico de lo
apariencial forma parte de la imitativa, de la especie apariencial
de la creacin de imgenes, la parte no divina, sino humana de la
creacin que hace sobre las razones su prestidigitacin, 'de esta
raza y de esta sangre' el que dijere que es el autntico sofista,
dir segn est claro, la mayor ver- dadC2.
Platn logra definir al sofista. Esta definicin tiene un carcter
global, que diferencia al sofista del poltico, del sabio, del
filsofo, del artesano, etc., tipos humanos que es necesario citar
para determinar por contraste el sophists, pues el sofista rene un
poco de cada uno de ellos. Reservamos la cuestin para la conclu-
sin de este artculo.
Desde los primeros dilogos la Sofstica ocupa un lugar relevante
en el pensamiento de Platn. Quiz fue l quien le dio la carga
peyorativa que adquiere la palabra en la literatura griega. Slo en
contadas ocasiones Platn usa el trmino sophists exento de todo
sentido crtico43.
En el dilogo de juvenud Laques Scrates pone de manifiesto con
irona el carcter l u ~ r a t i v o ~ de la actividad sofstica:
"J. Wilde, Plazo's 7hlheoty of Man, Carnbridge, Massachusset
1949, 283. Citado por J. Pieper, Enruasiasmo y delirio divino,
Madrid 1965, 25 .
4 3 ~ f r . M. Untersteiner, Sofisti. Teslimonizane e Frammenti,
Firenze 1961, Fasc. 1, XiX y Platn, Banquete, 208 c .
f. G.B. Kerferd, art. cit., 26-27.
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Aproximacin al sojsta
... A pesar de que siento pasin por el tema desde mi juventud.
Pero no puedo pagar los sueldos a los sofistas, que son los nicos
que se pregonan capaces de hacerme una persona h ~ n o r a b l e ~
~ .
En los dilogos Hipias Menor e Hipias MayorJ6, ambos escritos en
la misma etapa que el anterior, durante las conversaciones que
mantienen Hipias y Scrates, queda en rdiculo el sofista, puesto que
Scrates demuestra que Hipias no es tan sabio, ni posee la cantidad
de conocimientos que dice, ni la profundidad suficiente en cada uno
de ellos para ensaarlos.
El primer acto del dilogo de Platn Protgoras comienza con la
conversacin que mantienen Scrates y el joven Hipocrtes. Muy de
maana, cuando an no ha amanecido, el joven ateniense de familia
acomodada, corre hacia la casa de Scrates. Al llegar golpea con
fuerza la puerta para que salga Scrates, pues tiene necesidad
urgente de hablar con l. Scrates le atiende un poco extraado por lo
imprevisto de la llamada a una hora tan extraa. Con nerviosismo y
excitacin, Hipcrates le explica el motivo de su visita. Protgoras
ha llegado a Atenas y desea conocerle y recibir sus lecciones;
quiere que Scrates, que al parecer ha tenido la oportunidad de
verle en otra ocasin, le presente a este hombre tan famoso en toda
Grecia por su sabidura. Esta ocasin sirve para que Scrates y el
joven Hipcrates mantengan un dilogo sobre qu es un sofista y cul es
el contenido de sus enseanzas.
Scrates intenta moderar el deseo de recibir las clases de
Protgoras que consume al joven Hipcrates. En este momento de la
conversacin el joven ateniense muestra su ignorancia sobre qu es un
sofista y el fin que persigue con sus mtodos educativos. A
Hipcrates le es imposible ocultar la vergenza que le produce
reconocer que puede convertirse en un sofista, si sigue las
enseanzas de Protgoras. Vergenza que se une al miedo que siente de
presentarse ante los griegos como un sofista:
4S~latn, Laques, 186 c.
entramos en la cuestin de la autenticidad platnica de ambos
dilogos.
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M. A. Sncha-S. Rus
Soc. Si luego alguno te preguntara tambin esto Y t, en qu tienes
intencin de convertirte al acudir Protgoras? Y l me dijo mborizndo-
se... Si va de acuerdo con lo anterior, evide- mentemente con la
intencin de ser ~ o f i s t a ~ ~ .
Este breve prrafo contiene dos ideas de importancia. En primer
lugar, el trmino sophists es el ms adecuado para designar el modo
de vida de unos maestros itinerantes con caractersticas peculiares
y comunes a todos ellos, es decir, un tipo de hombre que se dio en
Grecia en el siglo V a.J.C. En segundo lugar, el cierto descrdito y
desconfianza que tuvieron los sofistas entre algunos atenienses. En
Atenas se mantuvo una doble actitud ante la Sofstica. Por un lado,
algunos reciben a los sofistas en sus casas y les confan a los
hijos para que los eduquen y les atiborren de sus enseanzas. Es el
caso del rico ateniense Calias. De otro, la sociedad de Atenas ve
con malos ojos que a alguien se le aplique el sobrenombre de
sofista. En un texto del dilogo Fedro queda muy claro este miedo, o
reserva, a parecer o ser tenido por sofista. Son las siguientes
palabras de Fedro, otro joven ateniense entusiasmado con las
enseanzas que sobre la retrica imparta Lisias:
...( los hombres) que gozan de mayor influencia y respeto en las
ciudades se abstienen por vergenza de escribir discursos y dejar
obras debidas a su pluma. Temiendo por su reputacin en la
posteridad, no sea que vayan a ser llamados s~fistas"~.
Ante la posibilidad de ser llamado sofista Hipcrates se
avergenza. Scrates aprovecha la ocasin para preguntarle, con tono
de censura:
Y t, le dije, Por los dioses! $0 te aver- gefvafl'as de
presentarte a los griegos como sof i~ ta?~~ .
47 Platn, Prorgoras, 312 a (en adelante citado Prorg.).
%at6n, Fedro, 275 d.
49 Platn, Prolg. 312 d.
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Aproximacin al sojista
La respuesta de Hipcrates es afirmativa. El entusiasmo por
conocer y recibir las lecciones de Protgoras vence al joven
Hipcrates, que justifica ante Scrates su inters por acercarse al
sofista. La actitud de Hipcrates es la habitual entre los jvenes de
Atenas, que deseosos de aprender todo gnero de saberes, ven a los
sofistas como los que podan colmar sus intranquilos deseos.
Scrates adopta una actitud crtica ante el fenmeno de la
Sofstica. Dice el joven Hipcrates que es una locura acercarse al
sofista Protgoras y confiarse a l y a sus mtodos educativos, cuando
ni siquiera sabe quin es y qu puede ofrecerle. El ateniense no
quiere renunciar a conocer al sofista, y por eso responde a Scrates
que l s sabe lo que es un sofista. La respuesta parece querer dar
una explicacin etimolgica:
Yo, dijo, como indica el nombre, creo que es el conocedor de
cosas sabiass0.
A partir de esta respuesta Scrates enumera los campos que dicen
dominar los sofistas, en particular Protgoras. Pero ninguna de
estas actividades define al sofista de manera adecuada. Scrates,
despus de reprochar a Hipcrates su ligereza, lanza un ataque contra
los sofistas, muy parecido al que hace Platn en su vejez en el
dilogo Sojista, como ya se ha visto: el sofista es semejante al
traficante o tendero de conocimientos que embute en el alma de los
que se acercan a l5'.
Queda algo muy importante, a nuestro juicio. El interlocutor de
Scrates, en gran parte del dilogo es Protgoras de Abdera, el
primero y ms grande de los sofistas. El mismo Protgoras, en un
momento de la conversacin, reclama para s el trmino sophists como
el ms propio para denominar la actividad que desarrolla y el
contenido de sus enseanzas. Protgoras dice que el arte de la
Sofstica es muy antigua, pero que los que la conocan no la
practicaron porque temieron aparacer como sofistas, y se ocultaron
bajo los nombres de poetas, msicos, maestros de gimnasia, etc.
Protgoras dice de s mismo que:
. . . he seguido un camino totalmente opuesto a stos, y
reconozco que soy un sofista y que
+latn. Prolg. 3 12 c .
"~latn, Protg. 313 d-e .
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M. A. Snchez-S. Rus
educo a los hombres.. . Ya son muchos los aos en el oficio..
.".
El tono peyorativo del trmino continua utilizndose en los
dilogos de Platn, con las excepciones que se han citado.
En el Gorgias acusa a los sofistas de no ser maestros de nada,
aunque ellos pregonen que son sabios o que ensean las virtudes
propias de los buenos ciudadanos; todo esto es mentira y los hechos
los demuestran, tal como dice Platn por boca de Scrates:
Sc. ... en efecto, los sofistas que son sabios en todo lo dems,
cometen, sin embargo, este absurdo: aunque dicen que son maestros
de virtud, con frecuencia acusan a sus discpulos de obrar
injustamente con ellos, por no pagarles sus remuneraciones, no dar
prueba de agradeci- miento a pesar de los beneficios recibidos.
..53.
En el dilogo el Menn, Platn vuelve a mostrar la actitud crtica
hacia la Sofstica de una parte de los atenienses:
Sc. ... o es, desde luego, claro, segn lo que acabamos de decir,
que aquellos que garantizan que son profesores de virtud y que se
ofrecen a s mismos pblicamente a quien de entre los griegos quiera
aprender fijando y recibiendo una retribucin por ello?
Ani. Pero a quiknes te refieres, Scrates? Sc. Sabes muy bien t
mismo que son los llamados
sofistas. Ani. Calla, Scrates, por Hrcules, que ninguno de
los mos, ni pariente, ni amigos, ni com- patriotas, ni
extranjeros, caiga en semejante
%atn, ~rotg . 3 17 b-c .
S3~latn, Gorgias, 5 19 c.
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Aproximacin al sofista
locura de ir a perderse con esos, porque son, desde luego, la
perdicin y la ruina de quienes tienen cercas4.
En el texto del dilogo ~edr-0~ ' queda claro el sentido
peyorativo del trmino sophists. Algunos atenienses temian que se
les aplicara por sus actividades o por sus escritos. La aplicacin
de este trmino parece, segn este texto, borrar la fama acumulada
durante aos. La causa de ellos estriba en la frivolidad intelectual
de los sofistas, que no dejaron de hablar en pblico en ningn tema
porque decan que los dominaban todos. Con estos argumentos
convencan a un auditorio al que ellos despreciaban por ignorantes,
pues, segn los sofistas, su sabidura -apariencial- los converta en
hombres superioress6.
En el dilogo la Repblica, Platn acusa abiertamente a los
sofistas de ser corruptores de las almas de los jvenes atenienses
selectos, los cuales se dejan influir y al gusto de los
sofistas:
. . . O crees t tambin, lo mismo que el vulgo, que hay algunos
jvenes que son corrompidos por los sofistas, y sofistas que,
actuando particularmente, los corrompen en grado digno de
consideracin, y no que los mayores sofistas son quienes tal dicen,
los cuales saben perfectamente cmo educar y hacer que jvenes y
viejos, hombres y mujeres, sean como ellos quieren?57.
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%atn, Menn, 91 b-C.
Ss~iatn, Fedro, 275 d.
'%atn, Eutidemo, 355 c: "Crees que son los ms sabios de los ms
sabios de los hombres y no solamente serlo, sino que tienen bien
firme la reputacin de ello ante mucha gente ... Ellos se consideran
sabios perfectos".
S7~latn, Repblica, 492 b.
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122 M.A. SnchaS. Rus
En su vejez -la segunda navegacin- Platn compuso el TNneo. En
este dilogo hace una breve referencia a los sofistas, a los que
considera individuos intiles como filsofos y polticoss8. Tampoco
son capaces de llevar a cabo ninguna accin poltica o de actuar en
la poltica prctica:
En cuanto a la clase de los sofistas, la considero muy experta
en discursos y en otras cosas bellas, pero me temo que
vagabundeando de ciudad en ciudad, sin haber tenido nunca en parte
alguna domicilio propio, no est preparada para entender lo que los
hombres, a la vez filsofos y polticos, que actan en la guerra o en
los combates, que se mezclan en los asuntos y negocios, sean con
sus actos, sea con sus dis- cursos, puedan realizar y deci?'.
~1 trmino sophists en Platn adquiere un tono despectivoa
referido a este tipo humano engredo y orgulloso. Al final de el
Soma, el vocablo ya se ha decantado en la mente de Platn: se aplica
a un falso sabio que aparece y habla como tal, pero que no es ms
que un imitador de los sabios.
B. Aristteles. En la poca de Aristteles, segunda mitad del siglo
IV a.J.C., las tesis de
los sofistas estn todava presentes en el ambiente cultural. La
crisis de la filosofa es vivida intensamente por Platn, que intenta
con todas sus fuerzas resolverla. Aristteles vuelve a afrontar esta
tarea: de un lado, criticar y acabar con los
5 8 ~ l a t ~ n , Eutidemo, 305 c, donde Scrates dice que los
sofistas se encuentran a medio camino entre el filsofo y el
poltico, pero que no son ni lo uno ni lo otro.
%ras ejemplos que indican el tono peyorativo en los escritos de
Platn, cfr. Poltico, 303 c y Eryxias, 399 c (no entramos en la
autencidad del dilogo) dice: "en este (Prdico) se ha visto a un
sofista y un charlatn", en contraposicin a la figura del verdadero
poltico.
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Aproximacin al sofsta
planteamientos de la Sofstica, de otro, volver a fundamentar la
filosofa como modo sapiencia16'.
El ataque aristotlico a la Sofstica no es menos implacable que
el de Platn, y, a nuestro entender, todavia ms eficaz. No intenta
desmontar las tesis de los sofistas desde fuera, sino desde dentro
y en su mismo terreno. As lo demuestra su estudio de la refutacin,
procedimiento que usaron los sofistas y al que dedica todo un
tratado: Refitaciones sofisticas. En esta obra se ocupa de "esa
modalidad de razonamiento sofstico que es la refutacin, ms en
concreto, sustituir la refutacin aparente, practicada por los
sofistas, por un mtodo de refutacin realu6'.
Por otra parte, existen testimonios que citan un dilogo de
Aristteles que se llamaba el Sofsta, que con toda probabilidad
contena algunas notas sobre la figura del ~ o f i s t a ~ ~ .
Aristteles pone atencin en distinguir al sofista del retrico y
del filsofo. La distincin no se centra en los contenidos de sus
respectivos campos de estudio, sino en la intencin:'la Sofstica es
una desviacin intencional de los dialcticos y un mal uso de la
retrica:
Pues la sofstica no consiste en facultad sino en intencin; mas,
por un lado, retrico ser uno por conocimiento y otro por eleccin;
por otro lado, el sofista lo ser por intencin y el dialctico no por
intencin, sino por . facultada.
El sofista se parece mucho al filsofo, incluso se resviste con
la misma figura que el filsofo, estudia los mismos temas que l,
pero, Aristteles sentencia:
6 1 ~ . Aubenque, El problema del ser en Ansrfeies, Madrid 1974,
95-96.
Aubenque, o.c., 96, n. 9.
63~igenes iaercio, Contra Maremticos, Vi 2, 57 y IX 8, 54. Cf.
tambin Sexto Emprico, Contra los Dogmticos, 1 6-7.
a ~ s t t e l e s , Rernca, 1355b, 18-22.
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M. A. Shncha-S. Rus
Su sabidura es slo aparente . . . la sofstica es aparente, no
reala.
El Estagirita emplea siempre la palabra jiista para la calificar
al sofista: es un 'pseudoflsofo', un individuo que tiene una
sabidura falsa, una sabidura aparente. Esta falsedad se muestra en
que no quiere buscar con sinceridad la verdad, sino que la niega al
confundirla de modo inapropiado con un vehculo: el lenguajeM.
En lo que respecta al ente real la pseudosabidura de la Sofstica
se manifiesta en el error de moverse slo en el "dominio del
accidente, o ms bien, en no ver que el accidente no tiene otra
realidad que la que extrae de su pasajera adherencia al sujetou6'.
Con estas palabras lo expresa Aristteles:
Pues la consideraciones de los sofistas, casi sin excepcin,
versan sobre el accidente: si hay diferencia o identidad entre
msico y gram- tico.. .a.
Como intuy Platn en el S o j l ~ t a ~ ~ al colocar a los
sofistas en el terreno del no- ser, se trata de individuos
incapacitados para la ontologa, puesto que siguen una va que no
conduce a ninguna averiguacin acerca del ser.
La falsedad tambin se pone de manifiesto en el tratamiento que
dan a la lgica, y en su manera de argumentar:
Esto consiste en ser capaz de dar argumentos y de recibirlos. Es
necesario, pues, que los que quieran actuar como sofistas, busquen
el gnero de argumentops mencionados; en efecto, es de utilidad:
pues tal capacidad le har a uno
6SAristteles, Metajisica, 1004b, 17 (en adelante citado
Metaf.).
%f. Aristteles, Mefaf. 1009a, 20 y P. Aubenque, o.c., 79.
67 P. Aubenque, o.c. , 137.
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Aproximacin al sofista
parecer sabio, que es la intencin que vienen a tener aqullos
(los s~fistas)~'.
En este texto Aristteles se refiere al arte de la dialctica que
se abstiene de la bsqueda de la verdad. Presenta los pro y los
contra de un mismo problema con una dualidad verosmil de
posibilidades. Al limitarse a lo verosmil el sofista se desentiende
de la bsqueda sincera y esforzada de la verdad, y se aplica a
presentar lo falso como verdadero, o al menos como imitador de la
verdad7'. El lenguaje es el medio que posee el sofista para
mantener su estrategia de la ambigedad. De ah su juego con los
nombres homnimos:
De los nombres, los equvocos son tiles al sofista, pues en ellos
estn sus artimaas.. .".
Aristteles, como dijo Platn, mantiene que los sofistas no son
capaces de ensear el arte de la poltica, a pesar de proclamar que
constituye el eje y el ncleo de sus enseanzas. Esta incapacidad se
debe a que no saben de qu cuestiones versa la ciencia de la
poltica; si lo supieran no se esforzaran en ensearla73. Un obstculo
ms que les impide ensear este arte, es su falta de prctica en el
gobierno de las ciudades:
En las otras -profesiones- son los mismos los que transmiten la
facultad y los que la ejercitan, como los mdicos y los pintores,
mientras que la poltica profesan ensearla los sofistas, pero
ninguno de ellos la ejerce, sino los hombres de estado, a su vez
parecen hacerlo en virtud de cierta facultad natural o experiencia
ms que por refle~in'~.
70Aristteles, Rejtaciones Sojisticas, 165a, 27-31.
71 Cf. P. Aubenque, o.c., 94.
RArist~teles, Rerrica, 1404b, 38-39.
73 Cf. Aristteles, Etica a Mcrnaco, 118Oa, 13-15 (en adelante
citado Etica).
74 Aristteles, Etica, 1180b, 33-1 181a, 3 .
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M.A. S&-S. RUS
Aristteles descalifica las enseanzas de la Sofstica como tiles
para gobernar o para llegar a ser hombre de estado. Para esta tarea
poltica son necesarias facultades naturales y experiencia que, por
no tenerlas, los sofistas no pueden comunicar.
La sabidura del sofista versa sobre temas muy variados, pero
posee caracteres comunes:. el contrabando de la verdad, la
verosimilitud y la falsedad. La sabidura que dicen tener es inane
porque falla en lo irreemplazable: la verdad, o al menos en la
bsquedad de ella. Por esta razn, como dice Aristteles:
los sofistas se ven forzados a hacerlo -cobrar- el dinero por
adelantado, porque nadie dara nada por lo que saben75.
El sofista posee una sabidura que no vale nada, objetivamente
con- siderada, una sabidura a la que nadie dara la menor
importancia si no le pusiera un precio alto. Este valor monetario
es otra sustitucin -otro pseudo-, un expediente para dotar de
cierta relevancia y suscitar algn inters o curiosidad por
adquirirla.
En Platn y Aristteles el trmino sophists tiene un sentido
preciso: denominar un tipo humano dedicado a actividades de carcter
intelectual y pragmtico. Ambos filsofos dejan a un lado la ampla
plurivariedad del trmino y lo restringen, en la mayora de los
casos, a unos individuos que forman parte del amplio movimiento
cultural que se dio en Grecia en el siglo V a.J.C.
Contemporneamente a esta ajustada determinacin de Platn y Aris-
tteles, el en el siglo IV a.J.C. la palabra adquiere otros
significados que amplian su campo semntica. Vemoslos en Iscrates un
orador, que adems fue discpulo de los grandes sofistas.
C. Iscrates. Iscrates en sus primeros discursos llama sophists a
los hombres que son
tenidos por sabios, a los filsofos presocrticos y a algunos de
los representantes de la Sofstica griega: Protgoras, Gorgias y sus
contemporneos:
. . . pero quin hay ahora que haya comenzado tan tarde a
instmirse que no sepa que Prot- goras y los sofistas de su poca nos
dejaron
"A~istteles, Etica, 1164a, 30-34.
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Aproximacin al sofsta
obras de estas caracteristicas, incluso mucho ms faltas de
argumento?76.
Uno de los discursos de Iscrates se titula Contra los sofstas,
est escrito, segn l mismo dice:
. . . contra los sofistas que han aparecido reciente- mente y
que hace poco han caido en jactancias.. .n.
Estos sofistas son los ensticos, que consumen el tiempo en
interminables discusiones y dicen buscar la verdad con estas
diatribas, pero sus acciones les contradicen, pues les mueve slo el
desea de mentirB. Y ensean la elocuencia poltica con tcnicas fijas
e iguales para todos los discpulos, que ellos mismos no entienden
ni dominan":
Son los que, sin darse cuenta ellos mismos, aportan una tcnica
fija como ejemplo de una actividad creadofl.
Estos dos nuevos tipos de sofistas tienen en comn la falta de
inters por la verdad, pues acapara su atencin lo que parece
verdadero, lo verosmil. Los ensticos usan la persuasin para
convencer a los jvenes de las ventajas que lograrn siguiendo sus
enseanzas, pues al tratar con ellos sabrn todo lo necesario para
desenvolverse y sobresalir en la vida poltica de su ciudad. Tambin
mantienen que con el mtodo que ellos ensean se alcanza la verdad,
pero, observa Iscrates, todo esto no es ms que un atrevimiento y
una mentira8'. Igual les ocurre a los profesores de retrica
poltica:
79 Iscrates, Xlii 9.
81 Cf. Iscrates, Xlii 1 y 3.
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M. A. Snchez-S. Rus
. . . tampoco ellos se interesan por la verdadgz. En los
escritos de Iscrates el trmino sophists conserva, por una
parte.
el viejo sentido de individuo experto en hacer discurso^^^. Por
otra, asume la carga peyorativa usual en los escritos de Platn y
Aristteles, quienes llaman con este nombre a los que dicen querer
buscar la verdad, aunque, en realidad, slo aspiran a lo verosmil.
Iscrates aplica este sentido a los retricos cuyo fin es el lucro y
la ganancia, no la verdad o ensear lo que prometen. Pero tambin el
trmino sirve para designar a los sabios y los sofistas de la
primera generacin, y en este caso tiene un sentido neutro.
D. Conclusiones. Un hecho notable y de gran trascendencia e que
no hayu ningn texto,
anterior al siglo V a.J.C. -entre los que se han citado y los
lxicos que hemos podido consultar-, en que aparezca la palabra
sophists. Esto implica que el vocablo se acua, o, al menos, se
utiliza en el lenguaje escrio cuando aparecen los sofistas
es decir, los autores a los que seguimos aplicando este nombre:
Protgoras, Gorgias, Hipias, Prdico, Trasmaco, Calcles, Critias,
Antifonte, Alcidamante, Licofrn, Jenades, Eutidemo, Dionisodoro y
la Sofstica Annima8'. El trmino, concluimos, nace con la pretensin
de designar a los componentes de este movimiento intelectual que
sacudi a Grecia, con centro en Atenas, y cuya actividad se plasma
en una problemtica tchne, en un peculiar saber hacer.
f. Iscrates, Xi 9.
8 3 ~ f . Plutarco, Licurgo 9 y Platn, Gorgias, 520 a: "...
sofista y orador, amigo, son dos cosas iguales o muy cercanas y
semejantes".
84 Con excepcin del pasaje de Pndaro, f., V, 28. En la obra de
J. Boeckh, Pindani intetpretatio latina, Hildesheim 1963, 5 17 da a
esta Istmica el nmero IV y el verso 3 1.
"cfr. para esta relacin G.B. Kerferd, nte Sophists Movement,
Cambridge, 1981, 42-58. Los textos en los que se llama sofista a
estos personajes son, siguiendo la forma de citar de H. Diels y W.
Kranz, Die Fragmente der Vorsokrariker, Protgoras: 80A, 1-5,21a y
24; Gorgias 82A, l , la ,4 y 13; Prdico: 84A, 1,4b y 84B, 1;
Trasmaco: 85A, 1 y 8; Hipias: 86A, 1,2 y 7, 86B, 4,6,9 y 11;
Antifonte: 87A,I y Cntias: 88A, 1,22 y 88B, 50.
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Aproximacin al sojsta
Por analoga, durante el mismo siglo VS6, la palabra sophists es
un nombre genrico que se aplica a todo individuo que es hbil o sabe
hacer alguna cosa con destreza y maestra: msico, cantor, poeta,
rapsoda o los Siete Sabios, slo cuando se refiere a la realizaci
prctica de stos, como el caso de Soln que redact la legislacin de
Atenas. Esta aplicacin del trmino no implica una valoracin
negativa. El sophists es el equivalente del sophbs, pero con una
connotacin pragmtica. Es el sophbs que domina una tcnica o un
arte.
Arstides, en el siglo 11 de nuestra era, muestra la variada
aplicacin del trmino a lo largo de la Historia. Dice que la palabra
sophists era un nombre comn y genrico -koin6n bnoma- de aplicacin
globa1,cuya corresrespondencia es la formacin universal". Por esta
razn recibieron el nombre de sophists personajes como Scrates -el
principal enemigo de la Sofstica-, Platn, Iscrates, el orador
Esquines, etc.
Un gramtico annimo que prologa el discurso de Iscrates Contra
los sojstas dice que el trmino sophists entre los antiguos tuvo
tres acepciones:
As llaman sabio -sophn- a lo verdico y a lo bello; por eso Platn
llama filsofo a la causa primera, que ama lo verdico y lo bello,
porque imita a la divinidad como puedes8. Pero tambin llama sofista
-sophisten- al maestro de retrica, al que ensea discursos retricos.
Y asimismo tambin consideran sofista al que disfraza la verdad
-sophistn d.2 kai ton sophistbmenon ten altheian- que es
precisamente al que se refiere 1s6cratesS9. El individuo que se
dedica a disfrazar la verdad es el tipo que atacan
Platn, Aristteles e Iscrates. A este hombre lo denominan
pseudosabio,
'%Ierdoto no puede considerarse una excepcin puesto que su obra
est influida muy directamente por los sofistas. Cf. W. Nestle,
Historia del espritu griego, Barcelona 1975, 166.
87Arstides, 46= DK. 79.18.
8 8 ~ f . Platn, Crrilo, 403 e, llama tleon sophistn a lo que es
ms sabio, a lo que resume en s toda la verdad.
8 9 ~ n las ediciones de este discurso de Iscrates existe una
introduccin escrita por un gramtico annimo.
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pseudofilsofo, incapaz de ensear nada porque profesa una
sabidura parcial, aunque l dice, con orgullo, que es la
sabidura.
La diferencia entre Platn y Aristteles, por un lado, e Iscrates,
por otro, est en que los ataques de los primeros van dirigidos
contra el sofista clsico, mientras que el segundo aplica la misma
crtica a los profesores de oratoria poltica y a los ersticos, que
constituyen "la excrecencia de la sofsticaWw.
En resumen, el trmino surgido en el siglo V a.J.C. llega a tener
un fm preciso: dar nombre a unos individuos que surgen en el
horizonte cultural griego, que dicen profesar una sabidura acerca
de todo lo necesario para ser buen ciuda- dano y buen gobernante,
es decir, unos individuos que practican una actividad formativa y
educativa. En la misma poca, por analoga, se aplica este nombre a
los antiguos sabios, anteriores todos ellos al movimiento sofstico,
en la faceta prctica de sus conocimientos. Y, por extensin, se
aplica el trmino a todo el que domina una techn, un saber
pragmtico.
La palabra, para terminar, adquiere su sentido o carga negativa
cuando se percibe que un tipo de sophists quiere igualarse al
fiisofos. Contra esta asimilacin reaccionan tanto Platn como
Aristteles.
M' Asuncin Snchez Manzano Salvador Rus Rufino
9 0 ~ . Reale, Storia del& Filosojia Antica, Milano, 1979,
1, 288.