Aproximación al fenómeno de la literatura en Internet: La nueva relación entre autor y lector a través de las redes. Treball de Fi de Grau Curs 2018-2019 Estudiant: Ibai Guerrero Valdivia N.I.A: 172626 Nom d’usuari: U113820 Tutor: Michael Pfeiffer Grau d’Humanitats Universitat Pompeu Fabra
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Aproximación al fenómeno de la literatura en Internet: La nueva
relación entre autor y lector a través de las redes.
¿Qué papel ocupa la literatura en la incipiente era digital? Tal como el uso generalizado de la
imprenta marcó un antes y un después en la historia de la literatura, hoy nos encontramos ante
una consolidación del espacio digital que supone una serie de retos para el mundo literario.
Desde las primeras páginas de este trabajo debe establecerse como idea fundamental que el
entorno digital no supone una amenaza para la literatura, ni una expansión infinita de sus
virtudes. En ningún caso, la literatura impresa y la digital se confrontan, sino que bajo nuestro
punto de vista conviven. Precisamente en el marco de esa convivencia queremos establecer las
bases de nuestra investigación, que está condenada a la rápida caducidad que implica el avance
constante de las redes.
A través de esta presentación serán aclarados diversos aspectos de la literatura en Internet que
serán profundizados en los apartados posteriores. El presente trabajo parte de la idea de que la
literatura no es un objeto de estudio desconectado del mundo real. Pese a que la literatura, desde
nuestra perspectiva, posee y debe poseer una cierta independencia, todo aquello que la rodea
está moldeando constantemente su creación, transmisión y lectura. Se trata, en definitiva, de
preguntarnos qué es la literatura hoy, no solo en términos puramente intelectuales, sino también
en relación con el conjunto de nuestra sociedad. ¿Cómo nos relacionamos con la literatura en
el siglo XXI?
La respuesta no es simple, ya que nos encontramos en una sociedad de narradores digitales.
Estos dudan entre opciones tan variadas de entretenimiento como ver una serie, jugar un
videojuego, mirar fotos en redes sociales y a veces leer un libro. La literatura no puede
permanecer ajena a toda esta corriente de cambios:
La cultura global se dejará quizás invadir por los avances en la tecnología de la información, unos avances
a los que la herencia humanista parecía dar la espalda como ‘una venerable tradición de orgullosa
ignorancia de asuntos materiales, mecánicos o comerciales’. La interconexión y la digitalización
mundiales traerán inevitablemente sus consecuencias pedagógicas y académicas, de manera que como
John Tolva recordaba de nada valdrá refugiarse en la consabida ‘queja coral’: ‘¡...pero si eso no puedes
3
leerlo en la bañera!’; o en la apelación al carácter ‘bastardo’ de un hijo a medio camino entre el libro y
la consola Nintendo.1
Un tema de vital importancia es la supuesta desaparición del libro físico, fenómeno
controvertido que no avanza tan rápido como se ha vaticinado en el pasado. El libro digital o
‘e-book’ no ha triunfado entre el público de una forma contundente y hoy asistimos a una
rotunda preferencia por el libro físico.
Sin embargo, las nuevas generaciones, que nacen en un contexto plenamente digital, vuelven
a abrir estos interrogantes de si nos encontramos ante el fin de la era del libro como formato
físico. La idea que se defenderá en este trabajo será la del progresivo desplazamiento del libro
a la función de una verdadera copia de seguridad de cualquier obra en versión digital:
La reproducción electrónica en Internet aspira a ser infinita e igualitaria, accesible a todos, pero con
efectos inmediatos, se llegará un estado de confusión en el que se acumulen voces sin filtrar o refinar.
Algunas tesis apuntan precisamente a que el libro, en vez de desaparecer, será un soporte reservado para
lo que es verdaderamente importante, para mantener una base sólida y esencial de conocimiento, una
autoridad enfrentada a la excesiva fluidez y desorganización de los datos electrónicos (cfr. Kerckhove,
1999:144).2
Una vez aclarada nuestra posición respecto a la supuesta desaparición del libro físico, nos
disponemos a adentrarnos en la literatura en una época digital. Para iniciar este recorrido, es
vital acudir a la abundante bibliografía que se ha escrito acerca de la relación entre la literatura
e Internet y especialmente entre la teoría del hipertexto e Internet.
Para ello partiremos de la definición de hipertexto de Gérard Genette, que nos sitúa en el
nacimiento del concepto de las relaciones hipertextuales. Nuestra concepción del hipertexto es
la de aquel gran texto o “texto B” en términos de Genette que alberga otros textos en su interior,
sin necesidad de comentarlos directamente.
Luego, nos situaremos en la realidad más inmediata, la aplicación más visible de la literatura
en el entorno digital. Así, nos centraremos en la literatura en el ámbito de las redes sociales.
1 VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción, compilación de textos y bibliografía)
(2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página 14. 2 Ibídem, página 15.
4
Nuestro punto de conexión principal será la irrupción de la denominada Web 2.0, en otras
palabras, una red que nos permite editar todo lo publicado en la Web, interactuar y
comunicarnos con otras personas (véanse célebres aplicaciones actuales que utilizan la Web
2.0 como Facebook, Twitter o Instagram).
Por otra parte, nuestro análisis se situará en las antípodas de los proyectos que vinculan
literatura e Internet como un experimento aislado y elitista. Reiteramos la dimensión social de
esta relación debido a la popularización de Internet en los últimos años.
Por lo tanto, indagaremos en aquello digital como canal de transmisión de la literatura. En
primer lugar, nos trasladaremos a la realidad digital que nos rodea. Un paseo por las calles de
cualquier ciudad puede ilustrar la situación a la que hacemos referencia: el móvil es una parte
más de nosotros mismos y lo utilizamos como un soporte de representación de nuestra imagen
al mundo.
De este modo, nos encontramos con redes sociales como Twitter (donde exponemos
brevemente nuestra visión de la realidad) o Instagram (donde fundamentalmente creamos y
exhibimos una imagen virtual de nosotros mismos). Ante la enorme profusión de redes sociales,
en el presente trabajo nos centraremos en Instagram como red social ‘general’, mientras que,
en cuanto a redes sociales especializadas en literatura, hemos escogido la denominada Wattpad.
En este caso, la aplicación mencionada se desplaza del formato típico de la red social y se
compone como una comunidad digital de escritores y lectores.
Los puntos anteriores nos llevarán a una reflexión acerca de la relación que mantienen los
participantes del mundo literario con las nuevas tecnologías. Puesto que el lector se encuentra,
en la mayor parte de los casos, adaptado a este contexto ¿deben los especialistas en literatura o
los escritores adaptarse a los avances tecnológicos o no tiene por qué influir el desarrollo de la
tecnología en su labor? “Amat se preguntaba por qué esta nueva literatura informática se
encuentra tan alejada de los escritores; pero habría que preguntarse también por qué tantos
escritores están tan alejados de las nuevas formas de creación.”3 Se han dado posturas
enfrentadas en las últimas décadas acerca de esta cuestión, como podremos apreciar en el
desarrollo del trabajo que nos ocupa.
3 MORENO, Isidro (2002): Musas y nuevas tecnologías: el relato hipermedia, página 55.
5
Justamente la dificultad de la adaptación de una disciplina tan longeva como la literatura a una
novedad tan inmediata como las redes es uno de los problemas principales a los que es
necesario hacer referencia en la introducción de este trabajo. Respecto a la literatura, hemos de
ser precavidos y recordar su adaptabilidad a lo largo de la historia a los diversos formatos. Es
falso que se deje de leer porque la tecnología favorezca el entretenimiento en otras direcciones,
como la televisión o los videojuegos.
Aun así, el vertiginoso dinamismo de la era digital provoca que la bibliografía sobre estos temas
se vea desfasada en un breve periodo de tiempo. Esta necesidad de actualizar constantemente
los estudios sobre un tema tan volátil es uno de los motivos que me ha motivado a llevar a cabo
este trabajo.
Para finalizar el trabajo, observaremos un fenómeno con especial atención: la democratización
de la escritura de la literatura. Si partimos de la idea de que la literatura se constituye como tal
en el momento en que puede ser leída por un público, en ese caso, la literatura creada en el
entorno digital se trata sin duda de literatura.
Como ya veremos, esta literatura difiere de la literatura “estándar” en líneas generales y por
eso en el presente trabajo recibirá el nombre de “literatura popular virtual”. Ya que se trata de
una literatura que surge de una población “autorepresentada” a través de Internet, en líneas
generales, desconectada de los circuitos regulares de la literatura tradicional.
6
2-Historia crítica de la relación establecida entre
Internet y literatura
En primer lugar, trataremos de esclarecer el concepto de hipertextualidad a través de la célebre
definición de Gérard Genette:
Se trata de lo que yo rebautizo de ahora en adelante hipertextualidad. Entiendo por ello toda relación que
une un texto B (que llamaré hipertexto) a un texto anterior A (al que llamaré hipotexto) en el que se
injerta de una manera que no es la del comentario.4
Por lo tanto, la hipertextualidad se trata de un fenómeno intertextual. Nosotros nos centraremos
en el elemento del hipertexto en su aplicación digital. Consecuentemente, mostraremos interés
en todos esos “textos B” (en términos de Genette) que son configurados a través de las
herramientas digitales.
Conviene mencionar brevemente el contexto histórico del momento. Nos encontramos en los
últimos años del siglo XX, en un avance vertiginoso para la tecnología informática, que
coincide con un desarrollo económico enorme de los países especializados en este tipo de
tecnología, especialmente Estados Unidos. Mismo país donde surgirán la mayoría de voces
autorizadas acerca de la teoría del hipertexto aplicada a la red:
El escenario de estas discusiones ha sido principalmente la Universidad americana, y la justificación de
autores como George Landow es la lucha contra la tradicional tecnofobia de los profesores de
humanidades (se habla de una ‘política de resistencia’), como si el loable intento de desterrar el miedo
irracional a los ordenadores justificara la exageración del hipertexto como la cumbre de los procesos de
comunicación humana y la herramienta mágica para sacarnos de la perplejidad postmoderna.5
Sería ingenuo no apreciar esta conexión y dejarla en el aire como una simple coincidencia. En
el contexto histórico de las últimas décadas del siglo XX se vive una etapa de euforia
económica y social (aunque recordemos que se trata de un desarrollo potencialmente desigual)
que contagia el campo de la investigación académica.
4 GENETTE, Gérard (1989): La literatura en segundo grado (traducción de Celia Fernández Prieto), página 14. 5 PAJARES TOSCA, Susana (2004): La literatura digital: el paradigma hipertextual, página 56.
7
La idea de progreso reside en el centro de esta creencia exagerada en que la nueva tecnología
garantiza el progreso de la sociedad en su conjunto e incluso de su literatura. De hecho, como
veremos en este mismo capítulo del trabajo, se llega a asociar la aplicación del hipertexto a la
literatura como elemento democratizador. Como podemos observar, la identificación total del
texto hipertextual con la cuestión democrática no resulta del todo exacta:
En efecto, si por un lado es cierto que la cultura ha ido democratizándose progresivamente a lo largo de
los tiempos, como afirma Landow, no creemos que el hipertexto suponga automáticamente una mayor
‘dissemination of power’ (1977:277). El hipertexto nos ayuda a conectar textos, pero la democracia no
es una cuestión de enlaces electrónicos.6
Tal como será matizado más adelante, el espacio digital aporta ciertos elementos
democratizadores a la literatura, pero estos elementos se dan en situaciones específicas.
El entusiasmo por la tecnología en esta época incentivó un amplio campo de investigación
acerca del mundo digital y la literatura a raíz del hipertexto. Internet crece a una gran velocidad
y este crecimiento exponencial lleva a vaticinar cambios colosales en la realidad tal como la
conocemos. De hecho, es la proliferación del ordenador como un producto personal lo que
provoca el estallido de estas teorías acerca de la literatura en Internet. El ordenador pasa a ser
un elemento cada vez más presente: “La naturalidad con que hemos ido aceptando todos estos
cambios desde la aparición de los ordenadores personales también le ha preparado el camino a
la diseminación de las ideas hipertextuales.”7
Sin embargo, esta postura que elucubra realidades distópicas o utópicas de la literatura bajo la
bendición o la maldición de Internet no es menos exagerada que esa imagen caduca que se
formó de la tecnología en nuestra época: coches voladores gobernando una ciudad
violentamente futurista. Es necesario limar estas asperezas y contemplar desde la distancia las
posibilidades de la red en la literatura. Claro está que los investigadores de finales del siglo XX
que escribían acerca de la relación entre literatura e Internet no poseían este lugar privilegiado
en el tiempo, desde el que observar la realidad que hoy nos rodea.
6 Ibídem, página 59. 7 Ibídem, páginas 50-51
8
Como hemos señalado, el incesante desarrollo de la tecnología digital en las últimas décadas
del siglo XX resultó en un creciente entusiasmo por sus aplicaciones en el campo literario. De
este modo, podemos advertir en los escritos de esta época, un cierto tono profético entorno a la
transformación radical de la literatura a través de una conexión con el mundo digital:
Bajo la denominación de entorno multimedia o, más especulativamente, de ciberespacio, estas
tecnologías recuperarán para el texto la dimensión sensual que se había perdido con la implantación de
la escritura y de la imprenta. Los textos se asociarán de un modo natural con las ilustraciones y con el
sonido; como sugieren Kaplan y Moulthrop, la noción de composición se ampliará para aludir no sólo
a la disposición adecuada de las palabras, sino también a un entramado de significados textuales, visuales
y sonoros.8
Gran parte de estos argumentos son válidos, puesto que tiempo atrás resultaba impensable que
pudiésemos escuchar la recitación de un poema en cualquier plataforma digital de video,
mientras que en la misma pantalla del video podemos leer las palabras que conforman ese
poema. Es cierto que ahora estamos tan acostumbrados a esta realidad multimedia que no nos
supone ninguna sorpresa este uso de la literatura. Sin embargo, hay que situarse de nuevo en el
contexto de una sociedad entusiasmada con una época de cambios a gran escala. De ahí el tono
grandilocuente de estos especialistas.
También podemos argumentar que no existe nada más sensual que un texto literario que juegue
con los recursos literarios de una forma hábil para evocar en la mente del lector una serie de
sensaciones. La literatura ya contiene esta cualidad en sí misma, de esta forma tan solo se
estaría coartando su libertad a través de lo inmediato y automático. Cabe la posibilidad, por lo
tanto, de que esa sensualidad perdida nunca se hubiera perdido del todo y así no es necesario
que un entorno multimedia “la rescate”.
En otras ocasiones se alude a la historia de la escritura para engrandecer el momento histórico
que representa el avance tecnológico de lo digital para el ámbito literario:
De la escritura con cañas afiladas para marcar los signos cuneiformes a la realizada con procesadores de
textos media un fructífero camino de casi 6000 años; pero la gran revolución de la informática respecto
a la escritura no estriba en la mera instrumentalidad, sino en las nuevas posibilidades narrativas que
8 Paul Delany-George P.Landow en VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción,
compilación de textos y bibliografía) (2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página
41.
9
brinda a los autores y lectoautores. Los autores lo han comprendido y han ido traspasando las fronteras
de esa pluma de ganso electrónico para generar narraciones interactivas.9
También se produjo de manera artificial un contraste marcado entre aquella literatura “nueva”
y la literatura impresa. Como si la posibilidad de romper con la linealidad del texto fuera una
propiedad exclusiva de “la ficción interactiva” que se genera a través del hipertexto en el
ordenador. Mientras que no es necesario ese formato electrónico para tal propósito, tan solo es
necesario construir una relación hipertextual entre dos textos (sean digitales o impresos):
En las narraciones convencionales, los lectores son llamados a imaginar un mundo de multiplicidad desde
la lectura de un medio lineal y exclusivo; los lectores de hipertexto parten de la situación inversa: vérselas
con un texto que juega con una serie indeterminada de permutaciones narrativas e intentar reducirlas de
acuerdo con su propio compromiso con la lectura.10
Por lo tanto, la visión de finales del siglo XX que hemos analizado hasta el momento nos
confirma esta visión de la llegada del hipertexto como un detonante de un proceso
absolutamente nuevo en la literatura. Se constituye este estado como el final de un proceso
iniciado desde tiempos anteriores en la historia de la literatura:
Algunos de los primeros teóricos del hipertexto mantienen que Joyce (y otros autores ‘revolucionarios’)
luchan contra los límites de la página impresa, en general identificando teorías fenomenológicas de la
lectura (Iser, Jauss, Eco) con una supuesta ‘encarnación’ de estas teorías traída por el hipertexto. En esta
retórica de padres fundadores, el hipertexto se ve como el triunfante final de la revolución textual
(darwinismo y romanticismo curiosamente mezclados); Joyce y los demás autores son revolucionarios
nacidos demasiado pronto.11
A raíz de la cita anterior es posible establecer una conexión entre los autores de vanguardia
(como James Joyce) y el hipertexto. Son precisamente estos autores los que dinamitan la
estructura tradicional del texto y aportan un gran dinamismo, a través de técnicas tan célebres
como el collage (haciendo del texto un dispositivo donde toda conexión es posible).
9 MORENO, Isidro (2002): Musas y nuevas tecnologías: el relato hipermedia, páginas 50-51. 10 VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción, compilación de textos y bibliografía)
(2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página 25. 11 Susana Pajares Tosca en VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción,
compilación de textos y bibliografía) (2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página
125.
10
A su vez, este aspecto nos lleva a discutir la supuesta gran novedad que aporta el hipertexto
digital a la literatura como tal. Puesto que, bajo nuestro punto de vista, facilita los procesos de
creación, pero la base sigue siendo idéntica y queda determinada por el autor, pues este sigue
sobreviviendo tras los cuantiosos intentos de asesinato sobre su figura:
Por otra parte, se ha proclamado con demasiada ligereza la muerte del Autor, disuelto en ejercicios de
autoría colectiva o colaborativa o asesinado a secas por un lector que obtendría la absoluta supremacía
en el juego literario, mediante renovadas habilidades y destrezas. Queda por ver hasta qué punto las
nuevas formas no devolverán el control al autor para crear tan sólo una ilusión de funcionamiento
autónomo.12
Regresando a la oposición creada entre la literatura en el entorno digital respecto a la
“tradicional” literatura impresa, es necesario preguntarnos si el soporte de las nuevas
tecnologías representa realmente tantas ventajas sobre el libro impreso. Lejos de solitarias
teorías sobre la posibilidad de expandir el hipertexto en el formato digital, nos encontramos
con que el libro sigue siendo preferido por la mayoría de la población para disfrutar de la
literatura:
The electronic medium frees us from the format of the printed page, but we need to think about what is
taking the place of the page. Even though he or she can interact with an electronic edition in many
different ways, the user still sees the material on a rectangular shape, a screen, which in the current state
of technology is not as easy to read as print. It is likely that print will continue to exist as a reading
medium of choice for some time. Developments for the electronic medium should concentrate on those
functions that cannot easily be replicated in print. These functions are not yet well understood and much
research still needs to be done on what scholars may want to do with electronic resources. It is unlikely
that there will ever be a definitive set of functions, but at the present stage if our understanding we can
make a start in the right direction.13
De nuevo, hay que recalcar la complicación que supone el paso del tiempo en el área en que
nos encontramos. La cita anterior pertenece a finales del siglo XX, cuando todavía no se habían
desarrollado ciertos avances sobre la pantalla electrónica para optimizar la lectura. Mientras
que hoy en día encontramos libros electrónicos de gran ligereza y con una pantalla adaptada a
los ojos del lector, para que no sea incómoda la lectura. Aun así, es patente que la mayoría de
12 VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción, compilación de textos y bibliografía)
(2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página 16. 13 FINNERAN, Richard J. (editor) (1996): The literary text in the digital age, página 3.
11
la población todavía opta por el libro impreso para leer literatura, ya que como hemos
anunciado en la presentación del trabajo, la muerte del libro impreso es bastante discutible.
Toda esta reflexión acerca del optimismo desmesurado en la antigua bibliografía sobre el
hipertexto no significa que no existan obras de calidad en este formato. Un claro ejemplo es la
obra hipertextual titulada Pentagonal de Carlos Labbé:
El lector no puede pasar la página, sino que ha de decidir qué camino seguir haciendo click en uno de
estos enlaces. La información de que dispone es muy poca, pero la historia es ya bastante sugerente, de
manera que puede intrigarle la identidad de la joven estudiante, la vida de la astrónoma (¿de veras fue un
accidente?), la naturaleza del edificio, las heridas del portero… 14
Es evidente que este tipo de libros necesitan una redacción adecuada, el hipertexto digital es
una herramienta, no ocupa en la mayoría de los casos, la figura del autor. A no ser que se genere
de forma totalmente informática. Aun así, tras ese sistema aparentemente autónomo, nos
encontraríamos con una persona que acciona esa obra digital:
Aunque hay algunos hipertextos en red que se actualizan constantemente y por tanto no se consideran
nunca terminados, no se podría decir que son de final abierto, puesto que su crecimiento suele estar
dirigido por una intención o un punto de vista organizador (...) En cualquier caso, los hipertextos en
diskette o CD-ROM, como los que comercializa Eastgate, por ejemplo, no están ‘perpetuamente
inacabados’, sino acabados y bien acabados, o nadie querría comprarlos. Parece que las leyes del mercado
pesan más que el afán utópico de algunos creadores.15
Tanto esta última posibilidad como la utilización del hipertexto digital como herramienta son
interesantes, pero no dejan de ser (bajo nuestro punto de vista) experimentos condenados a un
breve momento de gloria. El público en general no está interesado en que rompan la estructura
habitual del texto. En nuestra sociedad la literatura de forma comercial es asociada al placer de
la lectura y si este placer se ve bombardeado por constantes interrupciones, es altamente
probable que el lector desista, a no ser que se encuentre concretamente interesado en esa
experimentación literaria. De hecho, aunque estas obras cuenten con características
interesantes, como las siguientes:
14 PAJARES TOSCA, Susana (2004): La literatura digital: el paradigma hipertextual, páginas 24-25. 15 Ibídem, páginas 29-30.
12
Aparte de otras características estilísticas, lo interesante de este tipo de obras es su estructura multilineal,
es decir, en lugar de pasar de una página a otra como en un libro, se ofrecen varios caminos de lectura
que el lector puede explorar según su gusto.16
Es evidente que muchas de estas supuestas habilidades del nuevo formato digital ya eran
posibles a través de la literatura “convencional”. Es en este punto donde llegamos a la relativa
novedad que supone el hipertexto digital en la literatura. Uno de los mitos que conviene
cuestionar respecto a las grandes virtudes aplicadas al hipertexto (especialmente en aquella
época de la última década del siglo XX) es el de la interactividad:
Muy relacionado con el asunto de la libertad del lector está el mito de la interactividad, una palabra sin
duda de moda con la reciente ubicuidad de Internet. A todo lo electrónico se le aplica sin más la etiqueta
de interactivo: la ficción, la banca, el comercio, la educación, los juegos… Una palabra tan comercial
como vacía de contenido.17
¿Qué es realmente la interactividad? Existe una gran diferencia entre la exploración y la
interactividad que es necesario explicar. No hay que confundir un texto que tiene una serie de
respuestas preparadas previamente por parte del autor, con una auténtica situación interactiva
de diálogo entre el lector y el autor:
Si un lector sólo puede decidir en qué orden leerá los fragmentos y cómo los interpretará, no estamos
hablando de interactividad, sino de exploración. Y por supuesto, la verdadera interactividad, entendida
como intercambio de igual a igual en un proceso comunicativo, es imposible en este entorno.18
De este modo, llegamos a la conclusión de que la característica que posee el texto literario del
hipertexto digital es la ilusión de interactividad.
Por otro lado, también debemos contrastar la supuesta habilidad exclusiva del hipertexto digital
para romper con la linealidad del texto y experimentar con su forma. Como hemos indicado
anteriormente, esta es un aspecto que ya desarrollaron con fuerza los autores de vanguardia
desde principios del siglo XX. Además, las obras de la vanguardia comparten con las obras
hipertextuales ese halo de experimentación intelectual que difícilmente conecta con el gran
El hipertexto tiene la posibilidad de ir más allá de la linealidad de la mayoría de textos impresos, sin que
esto signifique que tal cualidad sea esencial ni que sea imposible en los textos impresos, según
demuestran textos como Rayuela, de Julio Cortázar (1963), o Diccionario Jázaro, de Milorad Pavic
(1988), entre otros.(...) Esto es mucho más claro en el caso de diferentes documentos relacionados por
enlaces externos, porque es mucho más fácil acceder a un documento que surge en la pantalla de nuestro
ordenador con un simple click del ratón, que recorrer bibliotecas en busca de la fuente de una nota a pie
de página.19
Al fin y al cabo, las redes son útiles para dinamizar el proceso de interconexión entre distintas
obras. Si bien esto no tiene que leerse como algo extremadamente positivo, porque
simplemente nos acercan las referencias de la biblioteca habitual a nuestro ratón de ordenador.
Además, existe la posibilidad de que este incesante juego de interconexiones que permite el
hipertexto en el entorno informático, de lugar al cansancio de un lector que no puede leer una
obra de forma independiente. Se ve invadido por el sueño de Borges de poseer una biblioteca
prácticamente infinita al alcance de sus dedos:
La confortabilidad del orden, el pre-conocimiento de las convenciones es en literatura fuente indudable
de placer; el Libro de arena borgiano (1975), el ‘libro imposible’ de tiempo y espacio infinitos, la
Biblioteca cuyo centro es eternamente inaccesible bien podría volverse como propuesta artística una
horrible pesadilla para el lector, prisionero para siempre del laberinto.20
Sin embargo, el hipertexto ha aportado también factores positivos al campo literario, desde los
ejemplos más concretos, como es el siguiente caso, con las facilidades que aporta a aquellos
que trabajan con la literatura. Pues se trata de una actividad en que la posibilidad de partir de
un texto hacia una biblioteca es especialmente útil:
Ahora podemos trabajar en una parte del manuscrito dejando la anterior a medias, corregir la bibliografía
cada día y reorganizar los capítulos cuantas veces queramos. La flexibilidad del texto electrónico para
ser modificado (en contenido o apariencia), transportado y enviado ha cambiado totalmente nuestros
hábitos de trabajo. La naturalidad con que hemos ido aceptando todos estos cambios desde la aparición
de los ordenadores personales también le ha preparado el camino a la diseminación de las ideas
hipertextuales.21
19 Ibídem, página 36. 20 VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción, compilación de textos y bibliografía)
(2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página 28. 21 PAJARES TOSCA, Susana (2004): La literatura digital: el paradigma hipertextual, páginas 50-51
14
En términos menos materiales también ha sido de una gran importancia. Por ejemplo, no cabe
duda de que Internet contribuye a una democratización de la literatura, dentro de los propios
límites del acceso a Internet y del tipo de contenido. Debido a que: “también es cierto que la
mayoría de las páginas se dedican a Shakespeare y a otros grandes maestros consagrados por
el canon (el mismo Landow construyó una Dickens web).”22
Es interesante abordar esta problemática de la construcción de la tradición literaria canónica.
Esta implantación de unos determinados autores se mantiene en el tiempo (pese a sufrir ligeros
cambios) y una de sus consecuencias es la marginación de otras obras que poseen una alta
calidad literaria, pero se han visto excluidas del canon por diversos motivos.
Aun así, en Internet y especialmente a partir de la conexión entre grupos de lectores en redes
sociales es posible revertir esta situación de manera reducida, pero efectiva, en pequeñas
comunidades. Se da visibilidad a esos autores menos conocidos y se cuestiona un canon que es
más fácil editar mediante las herramientas que proporciona Internet, que mediante la
publicación de nuevos libros acerca de la tradición literaria: “Ciertamente; una simple
búsqueda en Internet nos permite conocer la obra de una figura tan subalterna como es Amal
Kassir: mujer, joven, musulmana, americano-siriana y poeta”.23
También es cierto que estas acciones son posibles de un modo parecido en clubes de literatura
donde se fomenta una literatura alternativa, a través de la presencia de los lectores, sin
necesidad de un campo de acción virtual.
Una vez discutido el asunto de la tradición literaria, podemos afirmar que es notorio cómo se
ha logrado hacer más accesibles distintas obras literarias como la siguiente, que fue la primera
en España:
El desarrollo de la ficción interactiva en España fue escaso debido a la tardía implantación del ordenador.
Guillem de Berguedà, de Joan Argemí (1985), fue la primera ficción o novela interactiva realizada en
España. Para su obra, Argemí partió de la recopilación de canciones y poemas llevada a cabo por Martín
de Berguedà. Esta ficción se distribuyó gratuitamente.24
22 Ibídem, página 61. 23 IRIBARREN, Teresa (2016): Obras poéticas domésticas en Internet: Libertad y creatividad, Álabe 13
(revista), número 13, página 3. 24 MORENO, Isidro (2002): Musas y nuevas tecnologías: el relato hipermedia, página 54.
15
Más allá del acceso democrático a una simple lectura, también se abren otras vías gracias a la
digitalización de los textos. Por ejemplo, la relación entre Internet y literatura ofrece la
posibilidad de leer el manuscrito de The Canterbury Tales a un amplio público que
anteriormente no tenía acceso a este. En este caso, es necesario mencionar la importancia del
manuscrito de la célebre obra de Geoffrey Chaucer, ya que las ilustraciones que acompañan el
texto suponen un añadido de vital importancia:
To read Chaucer in manuscript, like this, is a very different experience from reading Chaucer in any
printed edition. Very few people have the opportunity to read Chaucer either in manuscript or in high-
quality facsimiles of them. We want to give more people this experience.25
Así, es posible la difusión de manuscritos originales que hasta ahora solo eran accesibles para
estudiosos, profesionales y particulares que tuvieran una capacidad económica suficiente para
comprar estos manuscritos a la manera de obras de arte. Por lo tanto, también podemos decir
que, en este aspecto, contribuye a la desacralización del libro, ya que deja de ser único en el
sentido en que puede leerse simultáneamente desde varios lugares.
En conclusión, sea por la posibilidad de otorgar mayor difusión a distintas obras o porque
permite un avance significativo en el trabajo de los especialistas en literatura y los lectores, la
adaptación de la literatura al espacio digital representa una serie de mejoras indiscutibles:
One reason in recent days might be because in the electronic age we have seen new things we want to do
with texts that print scholarly editions don’t let us do- such as having a concordance of the work or, what
amounts to about the same thing, being able to search for all occurrences of some name or word or phrase;
such as being able to see reproductions of the covers and title pages and facsimiles of the texts of
significant historical editions; such as having textual notes in more than one level of ‘verbosity’ (either
with or without accidentals); such as having the explanatory notes with the possibility of several levels
of detail and pictures to go with descriptions of buildings, people and places.26
Conectado a este rasgo de la literatura a través de Internet, nos encontramos con el problema
de la autoría en el entorno digital. Estamos familiarizados con la piratería por Internet en otras
áreas audiovisuales como el mundo cinematográfico y de un modo semejante es frecuente la
25 FINNERAN, Richard J. (editor) (1996): The literary text in the digital age, página 110. 26 Ibídem, página 24.
16
descarga de libros de forma gratuita, perjudicando claramente a los autores y cada parte del
sistema literario que sustenta la publicación de esos libros.
A su vez, es frecuente que se produzcan confusiones acerca de la autoría de un texto
determinado y por lo tanto no se cite correctamente al autor. También suceden clamorosos
plagios en que distintas personas suben a las redes textos de otros autores como propios (ya sea
copiando el texto original o adaptándolo sin permiso). Por lo tanto, entramos en una dispersión
peligrosa, ya que se difumina la presencia del autor:
Una idea interesante en cuanto a la literatura como institución social y la protección que la ley brinda a
los autores mediante las leyes del copyright la expone Diane Greco en ‘Hypertext with Consequences:
Recovering a Politics of Hypertext’ (1996). Para ella, la capacidad del hipertexto para acomodar textos
de diferente origen y su tendencia al collage, así como la conectividad extrema que supone Internet
facilitan la desobediencia civil en contra de las estrictas leyes de derechos de autor. A veces es imposible
reproducir partes de una obra acerca de la cual se está hablando porque los herederos de un determinado
escritor lo impiden, o los depósitos exigen mucho dinero por la reproducción de material imposible de
encontrar en otra parte. Si estos materiales se hicieran públicos al formar parte de hipertextos publicados
en Internet- Greco lo llama ‘apropiación creativa’- la institución literaria se tambalearía (pág.90).27
La democratización que permite el hipertexto en las redes es difícil de controlar debido a la
relevancia del anonimato en Internet. De esta forma, observamos que la simple proliferación
de textos entre una gran cantidad de personas no es una democratización de la literatura de
forma automática. Sino que esta difusión masiva supone una serie de ventajas y desventajas,
como hemos señalado anteriormente. Ventajas como la apertura de la literatura a un público
mayor, que vienen acompañadas del riesgo de la dispersión de la figura del autor (véase la
normalización del plagio):
En efecto, dentro del código electrónico no hay originales: toda la información puede ser duplicada,
transmitida y asimilada a nuevas estructuras conectivas. La promiscuidad del hipertexto no conoce
límites de forma, formato o nivel cultural, aunque fue el mismo Ted Nelson quien acuñó el término
populitismo (populismo+elite) para referirse a este juego de márgenes y descentramiento donde todos
tenemos acceso a los datos, naturalmente a condición de una competencia idéntica.28
27 PAJARES TOSCA, Susana (2004): La literatura digital: el paradigma hipertextual, página 61. 28 VILARIÑO PICOS, Teresa; ABUÍN GONZALEZ, Anxo (introducción, compilación de textos y bibliografía)
(2006): Teoría del hipertexto. La literatura en la era electrónica, página 24.
17
De esta manera, tras la elevación de la literatura digital al Olimpo de la historia de la literatura,
por parte de distintos autores académicos, se llegó a la caída de este objeto de estudio al terreno
de lo objetivo. En otras palabras, no se pudieron sostener en el tiempo (un tiempo que como
hemos señalado juega un rol fundamental en el desarrollo tecnológico) las diferentes
afirmaciones acerca del gran cambio que supondría la literatura en la red.
Hoy en día, el hipertexto en el entorno digital sigue estando presente e influye notablemente
en nuestra vida, pero en ningún caso influye de forma radical en nuestra forma de tratar, escribir
o leer la literatura:
Por otra parte, el hipertexto existe ya desde hace bastante tiempo y aún no se ha producido la revolución
textual que predecían los gurús de los ochenta: la mayoría de los documentos que se publican en Internet
siguen siendo lineales y las ventas de incluso los más famosos autores hipertextuales son muy discretas
en comparación con los autores tradicionales.29
¿Qué queda tras el declive del hipertexto como materia de estudio en el ámbito académico?
Declive del interés académico, recordemos, que coincide con el derrumbe de “la revolución
literaria a través del hipertexto”. La actualidad sugiere que diversas ideas asociadas al
hipertexto en el pasado pueden ser aplicadas a la relación de la literatura con la Web 2.0. Esto
se debe a las múltiples posibilidades que abre este tipo de red, al permitir editar los distintos
espacios web y especialmente al permitir una comunicación fluida entre una comunidad virtual
enorme. En definitiva, se aplican conceptos como el mencionado (a raíz del auge del hipertexto)
acercamiento del autor al lector.
Antes de analizar el fenómeno de la autopublicación y las nuevas comunidades de autores en
la red, es necesario introducirnos en los aspectos más sociales de la denominada Web 2.0. No
tan solo porque una aproximación a este ámbito digital nos sea útil como introducción, sino
también porque como veremos a continuación es en las redes sociales, (estandarte de la Web
2.0) donde podemos observar brotes difusos de expresión literaria.
29 PAJARES TOSCA, Susana (2004): La literatura digital: el paradigma hipertextual, página 97.
18
3- Redes sociales: la relación entre autor y lector en
Instagram
¿La literatura es totalmente ajena al fenómeno de las redes sociales? Si lo analizamos desde el
punto de vista de la literatura estrictamente académica es evidente que no se pueden establecer
conexiones suficientes entre la literatura y las redes sociales. Sin embargo, si lo enfocamos
desde la literatura social, desde la literatura como fenómeno y especialmente desde la recepción
de la literatura en la contemporaneidad, asistimos a un acercamiento inédito entre lo literario y
lo “social virtual”.
En primer lugar, aunque no sea nuestra materia de estudio en este trabajo, notamos este
acercamiento del arte a las redes sociales a través de cuentas dedicadas a las artes visuales,
como el dibujo. En este caso hacemos referencia a la célebre red social llamada Instagram, en
que miles de usuarios comparten sus obras tal como comparten que han desayunado esa
mañana. En ese gran espejo virtual se refleja toda la vida de esas personas, evidentemente de
forma adulterada. De esta manera asistimos a una identificación total del “yo” como sujeto con
el “yo” artístico.
Tal como hemos indicado, nos centraremos en la relación de Instagram con la literatura. Esta
red social resulta especialmente relevante porque constituye el paradigma de la individualidad
moderna, a través del individuo social que se admira en el espejo público de su smartphone.
Como hemos indicado, esta supuesta individualidad nos conduce a una sociedad de masas
digital que servirá de enlace a nuestra reflexión sobre la literatura en Instagram (con especial
atención a la poesía, dada la evidente adecuación del espacio):
We can see that there is a preference for showing certain subjects which does not depend on the
geographic localization of the individual. This way we can say that the communication media (specially
the internet) and globalized culture (in this case stronger than local culture) would create on these subjects
the need to photograph their daily life (objects, places, people and themselves) having, in most of the
cases, the same themes considered relevant to be posted on their social networks.30
30 FERRAZ MUSSE, Mariana. (2016): Photography on Instagram: self-representation, identities and new ways
of sociability An analysis about the representations of self on photos posted by students from Pompeu Fabra
University and from the Federal University of Rio de Janeiro on Instagram (Tesis doctoral), páginas 371-372.
19
Como vemos en la tesis realizada por Ferraz Musse, los usuarios que habitan Instagram no son
tan únicos como creen ser. Sino que en su representación de sí mismos están aludiendo a un
factor enormemente propio de nuestra sociedad moderna: la individualidad compartida o el
desgastado tópico de estar solo entre tanta gente. De algún modo, ese conjunto de
individualidades comparte unos rasgos muy definidos, que, a su vez, no pueden dar lugar sino
a obras artísticas u obras literarias muy similares:
Por otra parte, la participación de la tecnología en la construcción de estas presentaciones hace que se dé
una “textualización de la subjetividad”, entendiéndola como un “modo de auto-aprehensión en el que el
yo se externaliza y objetiva a través de medios visuales de representación y lenguaje, para poder
interactuar en un determinado espacio de enunciación” (Illouz, 2007: 170)3 . Estas representaciones
tienen un importante carácter hipertextual, dado que obedecen a la lógica de conjunto relacional marcada
por el medio. (...) Así, frente al proceso de textualización, que permite controlar mejor la apariencia
proyectada, el hipertexto introduce en la configuración del sentido total del perfil componentes que
quedan fuera del control del sujeto: “las historias vividas de unos se imbrican en las historias de los
demás” (Ricoeur, 1996, p. 163), a través no sólo de los perfiles de otros sino de la visibilidad de las
interacciones (en sistemas de mensajes y comentarios de carácter público).31
De nuevo, encontramos al hipertexto en un rol protagonista, pero en esta ocasión tal como
hemos señalado en el capítulo anterior del trabajo, el hipertexto ocupa el lugar dedicado a la
interacción social: mensajes, comentarios o la posibilidad de editar publicaciones son algunas
de sus funciones. Pese a que exista esa interconexión es necesario recordar que la literatura que
aparece en Instagram es una literatura que describe las vivencias de los usuarios.
¿Cómo son las publicaciones literarias de estos usuarios? Como observaremos a continuación,
son obras principalmente autobiográficas, que tratan de conectar con el lector a través de sus
vivencias “poetizadas”. La literatura vinculada a transmitir lo más íntimo de la vida personal
tiene sus raíces en la propia tradición literaria, ya que es evidente que popularmente todavía se
confunde la realidad con la ficción en el ámbito literario.
La ilusión del “yo romántico” todavía perdura ante los ojos de un gran número de lectores.
Pero lejos de la enrevesada pena de Werther o las profundas rimas de Bécquer, aquí nos
31 PÉREZ-CHIRINOS CHURRUCA, Vega (2012): Identidad y redes sociales: construcción narrativa del yo
hipertextual, página 13.
20
encontramos con una manera de narrar lo personal de una forma más directa, desatendiendo la
preocupación formal de tal modo que los escritos resultantes semejan una deformación de las
ideas románticas.
Podríamos incluso no considerar como literatura a la mayoría de estas obras según los
parámetros clásicos que valoran la calidad de un texto literario. Sin embargo, debemos
mantener abierta la posibilidad de que se trate de literatura, ya que trata de serlo desde la figura
del autor y existen una serie de lectores que valoran estas obras como literatura. El desprecio
por esta nueva literatura es patente entre un amplio número de críticos. Estas críticas han ido
dirigidas a figuras representativas de la poesía en Instagram, como es el caso de la célebre
escritora Rupi Kaur:
That said, Kaur has become something of a polarizing figure in the literary, publishing, and media
communities. Her work is often knocked as being lowbrow or trite, or not in the rich tradition of serious
poetry. While some herald Kaur and fellow Instagram poets for their pithy, often inspirational form of
verse, others condemn the trend as simplifying or commercializing the art form or, in some extreme
cases, taking attention away from the works of more deserving writers.32
Es preciso levantar la vista más allá de estas críticas, ya que en el presente trabajo nos
centramos en el fenómeno que atañe la relación entre el autor y el lector, obviando cuestiones
de estilo de los autores de estos nuevos formatos. Así, Rupi Kaur, independientemente del
controvertido contenido de su escritura ha revitalizado la poesía del siguiente modo:
Some at these publishers, such as Norton v-p and executive editor Jill Bialosky, see the trend as positive.
"One benefit of the success of Rupi Kaur's Milk and Honey is that it has allowed booksellers to heighten
their attention to poetry, because there is more demand for poetry titles from the consumer," she said.
"We've seen demand increase for classic poetry such as that by Rita Dove and Audre Lorde, and we were
also thrilled with the response to a new translation of The Odyssey by Emily Wilson, the first woman to
do an English translation of that epic poem.33
La poesía de Kaur no deja de otorgar una visión social de su tiempo a través de su intimismo.
De algún modo, tal como lo han logrado otras obras literarias a lo largo de la historia, Kaur
utiliza la poesía para plasmar una visión que congela nuestra era en unas pocas palabras.
32 MAHER, John.H (2018): Can Instagram make poems sell again?,página 2. 33 Ídem
21
Por otra parte, entendemos que el flujo de la tradición literaria (por la perdurabilidad del
Romanticismo) no es la única causa de esta fijación en el testimonio íntimo como material
literario. Ya que encontramos también el factor de la necesidad de la literatura como una
terapia, de literaturizar la vida, de narrar la vida. Para que así esta noción de la existencia propia
recupere cierta consistencia a través de hilar narraciones personales en redes sociales:
According to Zygmunt Bauman (1998), we live in a “liquid modernity” in which everything is temporary,
ephemeral, liquid, because it is incapable of maintaining its form. There would not be any root, because
anything could be dismantled at each moment that goes by. We understand that the media and in the
specific case of our research the social networks, have become a new place for the building of identities
and searching for (even if another building quickly replaces the first one) some roots or a feeling of
belonging. At the same time, the networks follow the idea of liquidity proposed by Bauman (through the
great information flow contained and updated on the news feed), we realize the increasing need for trying
to find identities by building narratives about ourselves and about the ones nearby in an attempt to create
bonds and roots in this new way of sociability proposed by the web 2.0, but which are quickly substituted
and deconstructed by other new ones facing the speed in which these changes happen on the internet
itself.34
Pero si cada persona realiza autorretratos sobre su realidad ¿cómo es posible que nos
encontremos ante unos textos que tratan prácticamente las mismas temáticas en un estilo
semejante? Esta contradicción adquiere un sentido totalmente lógico en nuestra sociedad
contemporánea. Por un lado, nos encontramos con la evidencia de un sistema capitalista
compartido que tras un velo de libertad esconde una amplia capa de uniformidad
(especialmente en lo que hace al consumo masificado):
Es importante la influencia de la sociedad de consumo en esta forma de definir al yo. Al enlazar las
páginas comerciales de productos y servicios, la representación de uno mismo pasa por la descripción de
su estilo de vida en términos de consumo. Tampoco puede controlar el usuario la significación de estos
objetos de consumo, dado que las páginas son comunidades de marca que generalmente se gestionan por
parte de los community managers, nueva categoría laboral surgida precisamente a tenor del auge de estas
prácticas: especialistas en marketing en línea e interactivo que dinamizan (al tiempo que procuran
34 FERRAZ MUSSE, Mariana. (2016): Photography on Instagram: self-representation, identities and new ways
of sociability An analysis about the representations of self on photos posted by students from Pompeu Fabra
University and from the Federal University of Rio de Janeiro on Instagram (Tesis doctoral), página 10.
22
controlar) la información compartida en estos espacios, dando poco lugar a la reinterpretación de los
valores-signo de esos objetos fuera de los intereses de la compañía que los produce o distribuye.35
Aunque si vamos más allá de esta realidad económica y social que constriñe a todas estas
personas podemos llegar a otra conclusión lógica de la contradicción mencionada: Se trata de
una sociedad interconectada pero individualizada. La proyección del “yo” es el tema
prominente, pero no es menos importante que las miradas de todas aquellas personas que
asisten a la exhibición digital del “yo”:
We understand that the possibility of communication through the virtual environment and the internet –
when they became available to society in a more democratic way – culminated in deep changes on the
ways of sociability of the individual, building a more self-connected society – at least in the virtual
environment – and at the same time more individualistic and worried about its own universe and, the
same way, about those who share common interests what could be interpreted by some as a negative
consequence when trying to maintain themselves inside the comfort zone, moving away that which is
new and different.36
Ahora es necesario hilar toda esta producción personal que responde a factores de
comunicación social con la literatura en Instagram. No será complicado, puesto que es
innegable que las cuentas personales conviven plenamente con las cuentas dedicadas al arte y
la literatura, no existe una separación clara. Es más, estos usuarios son los lectores de las
cuentas artísticas o literarias y de hecho, varios de estos autores de Instagram mantienen una
doble identidad digital a través de dos cuentas (la personal y la artística). Se da incluso el caso
de que cuentas personales se transforman, publicación a publicación, en cuentas literarias y
artísticas, puesto que Instagram permite esta flexibilidad:
Hecha esta observación, podemos concluir a la vista de este estudio que, dentro de la muestra analizada,
tanto desde el punto de vista de las posibilidades tecnológicas y de un trabajo de etnografía virtual del
uso de estas por parte de los usuarios, las redes sociales son suficientemente flexibles como para poder
utilizarse tanto para proyectos de autorretrato artístico, elaboración de avatares, estrategias de marketing
(más allá del personal branding) y todo tipo de “ficciones” multifrénicas.37
35 PÉREZ-CHIRINOS CHURRUCA, Vega (2012): Identidad y redes sociales: construcción narrativa del yo
hipertextual, página 20. 36 FERRAZ MUSSE, Mariana. (2016): Photography on Instagram: self-representation, identities and new ways
of sociability An analysis about the representations of self on photos posted by students from Pompeu Fabra
University and from the Federal University of Rio de Janeiro on Instagram (Tesis doctoral), página 59. 37 PÉREZ-CHIRINOS CHURRUCA, Vega (2012): Identidad y redes sociales: construcción narrativa del yo
hipertextual, página 23.
23
Encontramos aquí un punto de contacto de sumo interés entre el individuo público de las redes
sociales y la figura del escritor en la visión popular. Aquel sujeto extraño que escribe por una
necesidad imperante que lo empuja a llevar su creación a cabo. Insistimos de nuevo en la
apropiación popular de antiquísimos ideales románticos como en este caso es el del genio. El
escritor siempre escribe para un público, puesto que la literatura está compuesta tanto por
procesos de escritura como de lectura. Aún con todo, existe esa imagen del escritor que deja
sus escritos más personales guardados inocentemente en un cajón y luego son misteriosamente
descubiertos y publicados.
Esa idea del morbo de leer aquello que el escritor había escrito presuntamente tan solo para sí
mismo está presente en la obra Werther de Goethe a través de la explicación de cómo el
narrador encuentra las cartas del joven protagonista. Así mismo, esta imagen se encuentra
enraizada en el imaginario popular y existe un morbo innegable en leer aquello que no debería
ser leído. La poesía publicada en Instagram bebe incesantemente de esa fuente y los usuarios
juegan con los límites entre exhibir su vida personal y publicar sus obras literarias.
Por otro lado, nos interesa el proceso de la lectura de los múltiples lectores de Instagram. Ya
que confirman esa tendencia contemporánea de la confusión entre ver y leer. La
sobreabundancia de imágenes nos lleva a la transformación del texto en imágenes. Este
fenómeno se da de forma literal en la lectura de los poemas de Instagram. Su lectura es breve
y fugaz pues se sitúa a medio camino entre la detenida lectura de un poema y el consumo
incesante de una imagen tras otra a través de la mirada:
Los hipertextos, los sistemas multimedia y la red de Internet es lo más cerca que hemos llegado de la
visualización de estas estructuras, pero todo está todavía por hacer. Lo que sí podemos decir es que se
adivina una propensión hacia a la descomposición de los objetos, una tendencia hacia las
representaciones dispersas, en forma de constelación o red. Lo que vemos venir es, pues, una era de
visualización de los significados38
En esta línea consideramos que las redes sociales se convierten en un espectáculo cooperativo
en el que los participantes son los usuarios. Desde este contexto, estas personas mantienen una
relación con el entorno virtual basada en la acción. En nuestro análisis hemos de obviar casos
38 CATALÀ, Josep M. (prólogo de Rafael Argullol) (2005): La imagen compleja: la fenomenología de las
imágenes en la era de la cultura visual, página 351.
24
puntuales, que serían la excepción en el uso de este tipo de redes sociales. En líneas generales,
la gente no accede a Instagram con el único propósito de sumergirse en la lectura de un poema,
sino que es el entretenimiento como antídoto contra el aburrimiento lo que suele buscar y
encontrar. Así, lejos de la reflexión y la abstracción, la mirada inmediata se revaloriza:
Esta transformación del pensamiento abstracto en pensamiento visual, que supone una objetivación de
los procesos mentales, viene acompañada de un deslizamiento igualmente significativo desde la reflexión
hacia la acción, es decir, de una exteriorización, y por tanto también objetivación, del <<movimiento>>
mental, una conversión del mismo en movimiento objetivo, ya sea sobre una pantalla o ejecutado con el
mismo cuerpo. Y finalmente todo ello supone una quiebra del concepto clásico de espectáculo, que se
convierte en participación.39
A continuación, vamos a realizar una breve investigación acerca de los circuitos literarios que
se establecen en esta red social. Es decir ¿de qué manera tratan de destacar los autores? ¿Existe
algún propósito más allá de la consecución de seguidores en la propia plataforma? Antes de
iniciar dos casos paradigmáticos de la literatura en Instagram, esclareceremos por qué hemos
escogido estos dos casos y no otros.
El ámbito literario en Instagram se da básicamente en dos niveles: por un lado, encontramos
las grandes cuentas (grandes por su volumen de seguidores) que publican textos “poéticos”
(aunque podrían confundirse con confesiones públicas por las condiciones que hemos
determinado anteriormente) que son de otros autores o son de fuentes supuestamente anónimas.
Nosotros nos centraremos en la investigación de una estas grandes cuentas, porque reflejan
perfectamente el análisis que hemos defendido hasta el momento.
Por otro lado, existen las cuentas de los autores de Instagram, que utilizan un pseudónimo o su
propio nombre para publicar poemas en la red social. Para tratar de mostrar ambas realidades,
hemos decidido capturar el hilo que las comunica: los circuitos literarios de promoción a través
de Instagram. También observaremos de qué forma se hace visible aquel autor que no dispone
de la ayuda de otra cuenta que lo promocione. Hemos seleccionado dos casos donde podemos
apreciar dinámicas que se dan diariamente a través de Instagram.
39 Íbidem, página 440.
25
En primer lugar, hemos escogido la cuenta denominada nochedepoemas por varias razones. El
principal motivo es el enorme volumen de seguidores que posee. Como podemos apreciar en
la imagen 140, nochedepoemas posee prácticamente un millón y medio de seguidores. Por lo
tanto, sus publicaciones suponen un gran impacto en el entorno virtual. Más de un millón de
personas utilizan esta página de Instagram para poder disfrutar de poesía en cualquier
momento. ¿Pero es tan solo poesía lo que ofrece esta cuenta? Un primer vistazo a la imagen 1
nos sitúa ante imágenes cargadas de palabras, una cita de Federico García Lorca en que Lorca
ha desaparecido por completo (efecto secundario de la dispersión de la figura del autor que
hemos analizado anteriormente) y un portal Web para informarnos de cómo se define esta
página. De este modo, procedemos a valernos del hipertexto digital para pasar de la cuenta de
Instagram a su página Web y por lo tanto nos ubicamos en la imagen 241.
En la imagen mencionada aparece la autodefinición de la cuenta de Instagram, que se resume
en su voluntad de difundir la poesía entre la gente. Lo que podríamos identificar como un
objetivo popular, cercano a la democratización de la literatura que hemos abordado
anteriormente. Pero lo que nos interesa de estas palabras es el contraste con lo que encontramos
si nos aproximamos a las publicaciones de nochedepoemas.
Así, si prestamos atención a la imagen 342, nos topamos con una publicación que corresponde
la cuenta de Instagram mencionada pero no vemos poemas por ninguna parte. Esta publicación
está dedicada a la promoción de un libro de autoayuda, posiblemente autopublicado, tal como
nos indica el pie de foto acerca de su presencia en Amazon (célebre portal web donde además
de repartir paquetes se fomenta la autopublicación y comercialización online). Esta publicación
en una cuenta dedicada manifiestamente a la difusión de poesía nos redirige al aspecto de la
literatura en Instagram como una terapia. Aquellos que leen poesía en Instagram, leen (o miran
como hemos indicado) la poesía como un manual de autoayuda en múltiples ocasiones y este
caso nos confirma esa asociación.
Si nos fijamos en la imagen 443, hallamos una publicación de la misma cuenta de Instagram
que sí encaja más con nuestra primera impresión de la página y las propias palabras de sus
40 Véase imagen 1 en el apéndice del trabajo. 41 Véase imagen 2 en el apéndice del trabajo. 42 Véase imagen 3 en el apéndice del trabajo. 43 Véase imagen 4 en el apéndice del trabajo
26
administradores en el portal web. Por lo tanto, esta breve investigación acerca del
funcionamiento de una gran cuenta que difunde poemas en Instagram nos es útil para apreciar
la heterogeneidad en que se desenvuelve la relación entre autores y lectores en la red social.
Luego, si atendemos a la imagen 544 podemos observar la publicación de una cuenta de poesía
en Instagram. En este caso, el número reducido de likes nos confirma que nos hallamos ante
una cuenta prácticamente a medio camino entre la cuenta personal y la literaria. Es una relación
entre el autor y el lector que se configura en un espacio virtual reducido. El factor que desentona
con esta sencilla relación entre unos pocos lectores y el autor, es la utilización de una
herramienta que está conectada con el hipertexto digital.
Esas etiquetas de color azul, conocidas como hashtags, nos permiten conectar con cualquier
otra publicación que contenga la misma etiqueta y por lo tanto, al utilizarla se está entrando en
esa gran relación hipertextual para destacar entre los lectores de Instagram. De nuevo,
asistimos a ese choque inevitable entre el “yo” privado y la esfera pública hacia la que se
proyecta este “yo”. Además, como podemos apreciar en la imagen 645 se hace visible ese
proyecto gigantesco de la biblioteca de Babel que Borges ideó en su relato incluido en
Ficciones. Las asociaciones, salvando las distancias de no juzgar la calidad de las obras, no son
infinitas, pero se actualizan constantemente con las nuevas publicaciones que portan la misma
etiqueta o hashtag. De este modo, accedemos a la actualización constante que supone la
inmediatez de la poesía en el entorno de Instagram.
Tras la investigación del “yo público” en Instagram es necesario recordar cómo el protagonista
del ‘yo’ como elemento biográfico en la literatura posee una larga tradición dentro de la
modernidad: “En esta delgada línea de tensión reside el héroe problemático, el yo dividido, el
escritor como tema y sujeto de su propia obra, que tan persistente habrá de ser en la literatura
moderna.”46
44 Véase imagen 5 en el apéndice del trabajo. 45 Véase imagen 6 en el apéndice del trabajo. 46 JAY, Paul (1993): El Ser y el texto: la autobiografía, del romanticismo a la posmodernidad:
representaciones textuales de yo, de Wordsworth a Barthes (traducción de Miguel Martínez-Lague), página 50.
27
En el caso de Instagram como literatura personal popular encontramos la paradoja de una
literatura profundamente subjetiva que se convierte en el reflejo de una amplia masa uniforme:
rechazo a la sociedad actual, reivindicación de la experiencia sexual como rebeldía,
“romanticismo” exacerbado…
Más allá de las manifestaciones puntuales de la literatura a través de la red social Instagram,
pasamos en el siguiente capítulo a analizar una red social enteramente dedicada a los escritores
noveles o amateurs: Wattpad.
28
4- Comunidades de escritores y lectores en el entorno
virtual: Wattpad o una nueva literatura popular
virtual
Hemos seleccionado Wattpad para establecer una analogía entre la literatura popular en un
sentido amplio y la actual cultura popular que emerge en Internet. Como veremos, las
características de Wattpad son idóneas para situarnos en el centro de las relaciones sociales
culturales en el entorno virtual. ¿Cómo se definen las similitudes entre la literatura popular y
la literatura popular virtual?
Sin ir más lejos, comparten ciertos aspectos: especialmente el anonimato o la tendencia al
anonimato. Además de un cierto alejamiento respecto a los autores ‘que han publicado en
papel’, ya que tanto los autores de la literatura popular como la literatura popular virtual se
encuentran al otro lado del camino tradicional del escritor (concursos literarios presenciales,
eventos como presentaciones o actos académicos). Aun así, en algún momento se cruzan, no
pueden evitarlo, tal como se cruzaba y mezclaba la cultura popular con el alta en ciertos
momentos de la historia. Así como los poetas de la Generación del 27 (especialmente Miguel
Hernández) se valían de la literatura popular para construir obras de evidente complejidad
formal:
Giner proclama que la literatura española, y de manera especial la romántica, se ha salvado por saber
aferrarse a su tradición. Hurgar en los entresijos del folklore supone una aproximación del individuo a
las manifestaciones artísticas más primitivas, menos artificiales, a la Naturpoesie o Volkspoesie de la que
hablaba Grimm47
No debemos confundir el uso de la literatura popular de un modo interesado con la apreciación
por esa misma literatura popular. Cuando un autor contemporáneo hace referencia la literatura
popular, utiliza construcciones posteriores a la verdadera literatura popular que se gestó tiempo
atrás. Es decir, recurre a aquellos textos seleccionados por la tradición popular que han quedado
fijados en el ámbito académico.
47 LÓPEZ MARTÍNEZ, María Isabel. (1995): Miguel Hernández y la poesía del pueblo, pág.13.
29
Al no encontrarse todavía aceptada la literatura popular en Internet por el mundo académico,
no hallamos autores que citen o se inspiren en obras literarias populares virtuales. Porque
pertenecen al ámbito no oficial de aquello desconectado del curso de la literatura, además
tampoco posee esa pátina de condición histórica que recubre los textos de la literatura popular
de la Edad Media.
Si nos ubicamos en el contexto de aquella época, encontramos una gran similitud entre las
obras literarias que cantaba el “pueblo llano” y las obras literarias que teclea “la masa virtual”
de nuestro tiempo:
Textos recogidos de la tradición oral en la Edad Media hay muy pocos, porque ¿a quién podía interesarle
en esos tiempos dejar constancia de los cantares ‘de que las gentes de baxa e servil condiçion se alegran’,
según la frase del Marqués de Santillana? Es verdad que aquí y allá, sobre todo en ciertas crónicas, nos
topamos con algún cantar que procedía evidemente ‘de labios de la gente’, pero se trata de excepciones.48
Regresando a la realidad contemporánea que nos requiere, es necesario establecer la primera
diferenciación básica entre qué supone el entorno de la red social para la literatura en Wattpad,
en contraste con el entorno de las redes sociales como Instagram. Bajo la ingenua apariencia
de las redes sociales, existen una serie de intereses tras la recopilación de los datos de estos
sujetos que se expresan con supuesta libertad, pero en contraste con Instagram, Wattpad escapa
de este problema:
In contemporary online culture most of what are referred to as communities are in fact structured as
social networks. This fact is closely linked to the network’s ability to function as a market and to the
monetization opportunities it offers to the organisation that hosts it. Individual profiles linked in a
network can be quantified, analysed and leveraged not only by the individuals themselves, but also by
the host organisation, which is able to sell both their community’s attention and their data to advertisers
and other third parties.49
48 FERREIRO, Emilia (compiladora) (2002): Relaciones de (in)dependencia entre oralidad y escritura, página
66. 49 DAVIES, R. 2017. Collaborative Production and the Transformation of Publishing: The Case of Wattpad. In:
Graham, J. and Gandini, A. (eds.). Collaborative Production in the Creative Industries, página 54.
30
La creación de usuarios con pseudónimos en la mayoría de los casos contribuye a que no se
trate de una red social más. Ya no utilizan sus nombres como si identificaran su obra literaria
con su vida personal, sino que crean una barrera, tal como escritores anteriores hicieron en el
pasado. El ejemplo más paradigmático es el inclasificable Fernando Pessoa con sus múltiples
pseudónimos.
Wattpad, tal como indican los propios trabajadores que sustentan la aplicación, es una red social
enfocada tan solo a escribir y compartir literatura entre autores y lectores:
According to Wattpad’s Head of Content, Ashleigh Gardner, ‘Wattpad is a social network and not a
publishing platform.’ (Gardner, 2014) She points out that 90 per cent of Wattpad’s users are readers,
compared to 10 per cent who are writers (Gardner, 2014). As outlined above, these readers use the site
not only to access content to read, but to engage in discussion with the writers they read and also with
other readers. Thus, as a platform, Wattpad’s aim, similar to that of Facebook, YouTube and others, is
to facilitate the creation of content in order for that content to generate interactions between users and so
build a community.50
Es necesario mencionar cómo afectan estas características de Wattpad a la relación entre autor
y lector. Como vemos, el texto literario recibe un feedback inmediato. El autor puede leer la
impresión de los lectores sin pasar por el complejo proceso de publicación de una obra. Por lo
tanto, la cercanía entre autor y lector es superior a prácticamente cualquier relación establecida
anteriormente. Esto conlleva también ciertos riesgos como que la obra del autor se vea
condicionada en demasía por los lectores y pierda su independencia. También es importante
añadir de qué manera contrasta este fenómeno literario con anteriores relaciones establecidas
entre autor y lector.
Podríamos oponer (salvando las enormes distancias temporales y artísticas) esta relación con
el distanciamiento programático que proclamaban justo hace un siglo los autores vanguardistas.
De hecho, nos habla de un cambio de paradigma íntimamente relacionado con un cambio
generacional: nos encontramos ante el interconectado panorama de la globalización del siglo
XXI y hoy el distanciamiento, incluso entre culturas, es prácticamente imposible.
50 Ídem
31
Esta asimilación del fenómeno de Wattpad a una generación cobra todavía más sentido cuando
atendemos a qué tipo de personas utilizan el servicio de la aplicación. Jóvenes, especialmente
a partir de sus smartphones, que han crecido en un mundo ya interconectado y prosiguen esta
idea del soporte virtual. Así, buscan conectar con otros lectores y escritores para exponer sus
puntos de vista y dialogar con los demás (de nuevo, como en Instagram, asistimos a esa
dimensión del “yo virtual” que se exhibe en busca de respuestas):
The social reading and writing platform, Wattpad, offers a fairly recent example of such collaborative
production. Wattpad is a digital enterprise, founded in 2008 in Canada, but with a global user base of 40
million at the time of writing (Wattpad, 2016a). Around 80 per cent of this user base is 30 years old or
under (around 40 per cent 13-17 and 40 per cent 18-30 year olds) (Wattpad, 2016f). At the time of writing,
Wattpad is free to join and offers its members a digital platform for both reading and writing. Although
it does offer conventionally published works that are out of copyright, Wattpad users mainly read and
contribute to stories written by other users. Ninety per cent of interaction with the site is through mobile
use (Wattpad, 2016a). Common practice on the site is for writers to serialise their stories, uploading one
or two chapters at a time and inviting comment and discussion on each chapter.
Por otro lado, el caso de Wattpad no se trata de un fenómeno aislado, sino que se ubica dentro
del fenómeno del surgimiento de nuevas comunidades que tratan de “comerciar” al margen del
mercado convencional:
Citing both large commercial companies such as Airbnb and non-commercial and small initiatives, such
as time banks and barter-based community markets, the authors identify a ‘socioeconomic groundswell’
in which ‘the old stigmatized C’s associated with coming together and sharing – cooperatives,
collectives, and communes – are being refreshed and reinvented into appealing and valuable forms of
collaboration and community.’ (Botsman and Rogers 2011, n.p) Botsman envisages collaborative
consumption markets as offering a contemporary version of the kind of trust-based exchange
characteristic of traditional communities.51
En definitiva, Wattpad representa a la perfección el surgimiento de una literatura popular
virtual. Una comunidad de autores amateurs que construyen sus propias relaciones entre lector
y escritor en un círculo ajeno al mercado editorial (aunque vemos cómo los autores más
célebres como es el caso de la novela After, escritores de Wattpad terminan publicando en
editoriales) y especialmente de los círculos académicos. Es importante destacar que nos
interesa este caso, no por su realidad concreta, sino por la puerta que abre a las posibilidades
51 Ibídem, página 53.
32
de una literatura popular digital fluida, en que los autores y lectores transmitan los textos
literarios al margen de un circuito estándar de la literatura.
Es relevante la importancia de Wattpad como la representación de un grupo de escritores que
ya no necesitan (en principio) a un editor, prescinden por lo tanto de cualquier intermediario.
Su primer objetivo es llegar al público y esperar una respuesta de los lectores de la propia
plataforma, que son potencialmente escritores. No potencialmente escritores en el sentido de
la lectura como escritura (argumentación también válida), sino literalmente se da el caso de
que pueden escribir obras en esa misma plataforma digital.
Por lo tanto, se producen los primeros lazos entre escritores, formando así una comunidad de
escritores en que un gran grupo de personas escribe. Esto nos lleva por otra parte al fenómeno
de la autopublicación, cualquiera puede publicar un libro y esto (pese a una fuerte presencia de
críticos) no tiene por qué ser negativo. La autopublicación, como hemos mencionado
anteriormente, crece exponencialmente en el contexto de la Web 2.0 que representa de forma
paradigmática, Wattpad:
In the first decade of the new millenium, strong claims about Web 2.0 followed strong claims about
hypertext. If hypertext theory foresaw the author’s power slip away with easily manipulated texts,
theories of Web 2.0 foresaw the publisher’s power slip away with the spread of ubiquitous publishing
that happened through platforms for participation energized by peer-to-peer production. In the discourse
of web 2.0 users ousted traditional gatekeepers by circumventing the industrial middleman to reach
readers directly, a process referred to as disintermediation. In this narrative the power of publishers
recedes.52
Hemos de puntualizar que el entorno virtual no es el principal causante de la proliferación de
personas que quieren dedicarse a la escritura literaria. Si bien es cierto que es un proceso que
actualmente está llegando a un punto álgido, a través por ejemplo de la alta oferta de cursos de
escritura, que responde a una demanda altísima de personas que quieren aprender a escribir. El
origen de esta sobrepoblación en el territorio de la escritura literaria es más remoto de lo que
podríamos pensar a primera vista:
Hyperabundance may be grim news to Eco, but it would not have surprised Edward Uhlan, a twentieth-
century American subsidy publisher, a self-described ‘rogue of publishers’ row’ who tried for years to
52 LAQUINTANO, Timothy (2016): Mass Authorship and the Rise of Self-Publishing, página 5.
33
shake the ‘vanity publisher’ label that dogged his career. Uhlan knew, as many publishing professionals
who dealt with mountains at the time knew, that since at least the late nineteenth century the number of
writers with manuscripts has dwarfed the number of books that could be published (...) He considered it
an expected consequence of mass schooling.53
Siguiendo el discurso de Edward Uhlan, sería inconcebible la actual masa de nuevos escritores
sin una base educativa previa de toda esta población. La escritura literaria ya no es aquella
esfera mítica en que solo tenían cabida unos cuantos genios, porque a través de la educación
las nuevas generaciones son conscientes de que la literatura está hecha de palabras y poco más.
Otro cambio relevante es la desaparición de la figura que representa Uhlan en el entorno virtual.
Como hemos referido anteriormente, el acercamiento del autor al lector tiene como una de sus
consecuencias la desaparición de los intermediarios. Los intermediarios, tales como los
editores, suponen una especie de filtro, más o menos controversial, pero al fin y al cabo un
filtro que dirige determinados autores de cara al público. Pero ¿Necesita realmente un filtro el
lector para saber qué autores leer? Por un lado, sirve de gran ayuda que los editores sirvan
como conectores entre el autor y el público, pero a la vez no podemos olvidar que esta relación
está profundamente regida por el mercado:
Estos textos establecen una atractiva y fecunda relación con otras disciplinas y artes en el espacio digital.
Además, tienen la virtud de ser fácilmente accesibles para un público lector potencialmente enorme, por
un lado, y de poder establecer vínculos intertextuales con otros contenidos, por el otro. Esta nueva
reticularidad de los contenidos textuales está empezando a configurar una cartografía inédita en la
historia de la literatura mundial. Una literatura mundial que, en el espacio digital, poco a poco se está
emancipando de los dictados del mercado.54
De este modo, un autor que no vende, no es rentable para una editorial tradicional. La Web 2.0,
en cambio, permite que obras de calidad que una editorial ignoraría sean publicadas y tengan
una amplia cobertura de lectores a través del formato virtual. De la misma forma que, como
hemos indicado anteriormente, las redes sociales sirven para acercar autores que normalmente
no entrarían en el canon literario preestablecido.
53 Ibídem, página 2. 54 IRIBARREN, Teresa (2016): Obras poéticas domésticas en Internet: Libertad y creatividad, Álabe 13
(revista), número 13, página 8.
34
Además, al romperse la barrera entre el autor y el lector, el proceso de creación de la literatura
en Wattpad permite la interactividad con la que soñaban los teóricos del hipertexto digital a
finales del siglo XX. En este caso, el contacto constante entre autor y lector responde a la misma
estructura de Wattpad, que como hemos señalado anteriormente, nace con esa visión de
literatura en comunidad.
Es necesario distinguir entre lo que implica una red social como la analizada en el anterior
apartado (Instagram) en relación a Wattpad como comunidad. En este nuevo ámbito
desaparece la simbiosis entre la publicación de las actividades cotidianas de la vida personal y
la publicación de obras literarias. Se da, por lo tanto, un escenario en que la literatura tiene
protagonismo desde el principio, con lo que se conforma como un punto de partida ideal para
una comunidad de escritores y lectores. Así, aunque pierde esa dimensión tan interesante que
posee Instagram al mezclar ambas esferas, Wattpad supone una comunidad especializada en
literatura.
En resumen, se producen una serie de características que hacen de comunidades en la red como
Wattpad, una potencial materia de estudio. Ya sea como fenómeno o como un conjunto de
obras que merece la pena explorar. Pese a que navegar entre las obras de estas nuevas
comunidades virtuales pueda ser un proceso lento y farragoso:
Frente a este escenario, los profesores y académicos, como agentes clave en la transmisión y revisión del
canon y en el descubrimiento de nuevos valores literarios, deberíamos considerar críticamente este
corpus digital doméstico, a pesar de que sea caótico, de dimensión oceánica y sumamente irregular desde
el punto de vista cualitativo.55
No olvidemos que en el pasado se ha producido una literatura verdaderamente popular, que ha
sido estudiada en profundidad por los expertos en el campo literario. De este modo,
encontramos múltiples manuales acerca de la literatura popular en diversos estadios de la
historia literaria.
Quizá este sea el momento más adecuado para empezar a escribir acerca de lo que podríamos
nombrar como literatura popular virtual. Popular por tres razones principales que ya hemos
advertido en el presente trabajo: Los escritores consiguen salir de las leyes del mercado,
55 Ídem
35
cuestionan la tradición literaria establecida y adoptan (en líneas generales) un estilo tan
autobiográfico que sirven como auténticos testimonios de la población de su tiempo. Es virtual,
por razones obvias, ya que se trata del entorno en que estas obras son compartidas, comentadas
y valoradas.
36
5-Conclusión
El término Literatura popular virtual es la expresión más adecuada para concluir el camino
que ha iniciado nuestra aproximación al fenómeno de la literatura en Internet. Porque no solo
nos lleva al final de este trabajo, también nos traslada al momento actual que vive la literatura.
Nos encontramos en un contexto histórico en que las futuras generaciones han visto más
pantallas que páginas, no vamos a posicionarnos a estas alturas en una postura radical que
prediga a gritos la inminente muerte del libro. Sin embargo, hemos de admitir que el libro
impreso va a convivir con los textos virtuales de un modo cada vez más común, tanto en
hogares, escuelas o universidades.
De la misma manera, debemos concluir estas páginas con una visión objetiva acerca de la
relación entre literatura e Internet en este momento. Por un lado, la literatura que se manifiesta
en redes sociales como Instagram no ha dado señales todavía de una cohesión entre sus
diversos autores que nos haga pensar que va a sobrevivir en el tiempo como un fenómeno
perdurable. Es probable que en la actualidad sorprenda y obtenga una respuesta positiva por
parte de los usuarios de la aplicación, pero esta acogida sigue siendo vista por el autor como
una forma de promocionarse y por lo tanto el objetivo final del autor todavía es la célebre meta
de publicar un libro “físico”.
En cambio, las comunidades virtuales de escritores y lectores que pueden formarse en
aplicaciones como Wattpad sí merecen un voto de confianza en relación al futuro que puedan
poseer en el ámbito literario. Ya que la tecnología provoca variaciones imprevisibles a largo
plazo en otras áreas. Tal como ha sucedido con la aplicación de mensajería Whatsapp en los
últimos años, esta aplicación ha cambiado nuestra manera de comunicarnos y puede
relacionarse con la inmediatez que caracteriza nuestra época. Además, nos sitúa en un plano
virtual donde nos comunicamos con los otros. De un modo paralelo, aunque con factores muy
distintos, las comunidades virtuales de escritores y lectores como Wattpad pueden redefinir
nuestra relación con la literatura.
37
Sin embargo, no podemos olvidar que la historia de la literatura popular es tan amplia que es
sencillo dar con fenómenos semejantes a la situación de la literatura en las redes. Por ejemplo,
podemos establecer un paralelismo entre nuestro campo actual de investigación y la poesía de
cordel en el Barroco:
Es decir, del pliego suelto poético. Cuadernillos de pocas hojas en los que se imprimieron, desde su
aparición, romances y cantarcillos, poesía tradicional, culta y popular; más adelante, relaciones en verso
de romance, pero habiendo perdido toda fragancia de tradicionalidad para enfolgarse en afanes
sensacionalistas, o noticiosos, o sátiras sociales y políticas; degenerando más tarde en composiciones a
las que sólo podemos llamar poéticas porque sus líneas van impresas y dispuestas a modo de verso...56
La visión de García de Enterría sobre la poesía de cordel en el Barroco coincide con nuestra
investigación acerca de la poesía en las redes sociales, ya que como hemos enfatizado a lo largo
del trabajo: entre el flujo continuo de las obras que publica ese grupo disperso de personas
virtuales no hay apenas distinción entre aquello que es literatura y aquello que no es literatura;
entre lo que deberíamos considerar poesía y en lo que no se puede considerar poesía. Parte de
esta ambigüedad reside en una pregunta que afortunadamente todavía no ha podido ser
respondida de forma total: ¿Qué es literatura?
En este momento es imposible saber con certeza si este tipo de comunidades virtuales de
escritores y lectores tendrán éxito o caerán en el olvido. Por precaución, nuestra solución ha
sido precisamente una aproximación al fenómeno de la literatura en Internet. Evitando así
cualquier atisbo de especulación o supuesta previsión de un campo tan inestable como
interesante. Para ayudar a narrar la historia de la literatura en Internet con la conciencia de
provisionalidad que le es propia.
56 GARCÍA DE ENTERRÍA, María Cruz (1973): Sociedad y poesía de cordel en el Barroco, página 30.
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6-Bibliografía
CATALÀ, Josep M. (prólogo de Rafael Argullol) (2005): La imagen compleja: la
fenomenología de las imágenes en la era de la cultura visual, Bellaterra, Universitat Autònoma
de Barcelona.
DAVIES, R. (2017): Collaborative Production and the Transformation of Publishing: The Case
of Wattpad. In: GRAHAM, J. and GANDINI, A. (eds.). Collaborative Production in the
Creative Industries. London, University of Westminster Press.
FERRAZ MUSSE, Mariana. (2016): Photography on Instagram: self-representation, identities
and new ways of sociability An analysis about the representations of self on photos posted by
students from Pompeu Fabra University and from the Federal University of Rio de Janeiro on