Apcrifos Bblicos
I. Libros apcrifos del Antiguo Testamento. II. Libros apcrifos
del Nuevo Testamento.I. LIBROS APCRIFOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO. 1.
El problema de vocabulario.Segn la terminologa catlica se llaman a.
del A. T. un conjunto de obras de ttulo o temas bblicos, pero que
no forman parte de la S. E., es decir, que no pertenecen al canon
de la Biblia.Los protestantes los llaman seudoepgrafos (esto es,
inscritos con nombre falso). Segn una leyenda, de la que se hace
eco el IV libro de Esdras, Dios hace a ste una suprema revelacin;
le otorga una inspiracin especial que le permite dictar en 40 das
94 libros, de los cuales deban ser hechos pblicos inmediatamente
24, o sea, los libros del canon hebreo del A. T., mientras que los
70 restantes deban ser confiados a los sabios de los que
evidentemente forma parteEsdras. De esos 70, los apocalipsis,
compuestos, segn se pretenda, por Henoc, Moiss y los patriarcas,
habran de permanecer escondidos desde la poca en que haban sido
redactados hasta el fin de los tiempos. De ah el nombre de
librosapcrifos(trmino griego, que significa escondido) (cfr. IV
Esdras XVI, 45-48).Los reformadores protestantes aplicaban el
trmino a. a la pequea coleccin de libros que se encontraban en la
Biblia Vulgata latina y que los catlicos designan con el nombre de
deuterocannicos;estos libros se han conservado en griego y eran
reconocidos como sagrados por los judos de Alejandra; son el
Eclesistico, la Sabidura, Baruc, Judit, Tobas, los dos libros de
los Macabeos y las partes griegas de Ester y Daniel. En cambio, los
protestantes han reservado el nombreseudoepgrafosa todo un conjunto
de libros atribuidos ficticiamente a grandes personajes del pasado:
Adn, Henoc, etc. As, en el s. XVII el alemn J. A. Fabricio public
una edicin de los a.(Libri V. T. apocryphi onines graece,Francfort
1644); despus, en 1722, aparecieron en Hamburgo dos volmenes, con
el ttuloCodex Preudoepigraphicus Veteris Testamenti.Desde entonces,
es comn entre los protestantes hablar de los a. y de los
seudoepgrafos en los sentidos indicados. sta es la designacin
empleada en la edicin inglesa de R. H. Charles (The Apocrypha and
Pseudepigrapha of the Old Testament,2 vols., Oxford 1913) y tambin
en la alemana de E. Kautzsch(Die Apocryphen und Pseudepigraphen des
A. T.,2 vols., Tubinga 1900-1920). La denominacin de seudoepgrafos
no es feliz, porque no todos los a. son seudoepgrafos y hay
seudoepgrafos entre los libros cannicos,p. ej. el libro de la
Sabidura y el Cantar de los Cantares de Salomn. Ch. C. Torrey ha
propuesto volver al uso que del trmino seudoepgrafo haca S. Jernimo
y la primitiva Iglesia, que es el del libro IV de Esdras, y
reservar el trmino de a. a todos los libros no cannicos. En este
estudio nos atenemos a la terminologa catlica.2. Lista de apcrifos
y gnero literario.En primer lugar, digamos que no hay una lista
fija de a. del A. T. Por tanto citamos sobre todo los escritos
tenidos como apocalipsis o que tienen elementos apocalpticos:Libro
de Henocen etope;Libro de los lubileos; Orculos sibilinos;
Testamentos de los doce Patriarcas; Salmos de Salomn; Asuncin de
Moiss; Ascensin de Isaas; Vida de Adn y Eva; Apocalipsis de
Abraham; Testamento de Abraham; Testamento de Job; Apocalipsis
siriaco de Baruc; Apocalipsis griego de Baruc; IV de Esdras; Libro
de los secretos de Henoc,etc. Dejamos de lado la literatura apcrifa
fragmentaria aparecida entre los documentos de Qumrn . Recordemos
tambin que un cierto nmero de a. le ha perdido (cfr. M. R.
james,The lost Apocrypha of the Old Testament,Londres 1920). Por su
gnero literario, deben considerarse aparte as antigedades bblicas
del Seudo - Filn, y el libro de Jos y Asenet. En cuanto a las
caractersticas de los libros propiamente apocalpticos. Queda, por
tanto, hacer algunas anotaciones sobre el gnero literario de los
Testamentos. Antiguos hroes, famosos por su sabidura o por su
piedad, hacen supremas revelaciones antes de morir; uno de los
mejores ejemplos lo constituye la coleccin de losTestamentos de los
doce Patriarcas. Todossiguen un plan idntico: el Patriarca rene a
su familia, narra los hechos ms importantes de su vida, poniendo de
relieve alguna cualidad o algn defecto; despus vienen los
desarrollos parenticos, a los que se aaden las predicciones sobre
el futuro de Israel. Todo estoprocede a la vez delas leyendas
haggdicas, de la exhortacin moral y de la apocalptico. Este gnero
literario parece haber tenido cierta influencia sobre el N. T.3.
Anlisis de los apcrifos. l)El libro de Henoc: esel ms importante a.
del A. T.; se ha conservado ntegramente en etope. El texto griego
nos ha llegado slo fragmentariamente; las grutas de Qumrn han
proporcionado fragmentos de una decena de manuscritos en arameo. El
Henoc etope comprende escritos de poca diferente, con una
introduccin (I - V) y cinco partes: la, cada de los ngeles y
asuncin de Henoc (VI - XXXVI); 2a,el libro de las parbolas (XXXVII
- LXXI); 3a,el libro del cambio de luminarias del cielo (LXXII -
LXXXII); 4a, el libro de los suefos (LXXXIII - XC); 5a, el libro de
la exhortacin y de la maldicin (XCI - CV); y, por ltimo, un apndice
(CVI - CVIII).Una de las partes ms importantes es ellibro de las
parbolas,en donde Henoc anuncia a los antiguos y a los hombres del
futuro tres parbolas. En la primera, se amenaza a los pecadores con
el castigo en el da del juicio, mientras que los justos despus de
su muerte habitan con los ngeles junto al Mesas, el Elegido de
justicia; en la segunda se anuncia para los tiempos mesinicos la
transformacin del cielo y de la tierra, y Henoc ve el fin de los
das y al Hijo del Hombre, cuya funcin de juez le explica un ngel;
la tercera se refiere a la felicidad de los justos y de los
elegidos. La conclusin narra la asuncin de Henoc al cielo. Se ha
discutido si el libro de las parbolas era de origen judo o
cristiano. Sostenido ste en el ltimo siglo por numerosos autores,
ha sido descartado debido a fuertes razones; en particular, la
ausencia de alusiones a Cristo crucificado.Con el descubrimiento de
los textos de Qumrm vuelve a plantearse la cuestin; aunque se han
encontrado diversos fragmentos del libro de Henoc, no ha aparecido
ninguno del libro de las parbolas. Se ha pensado, en consecuencia,
que las Parbolas podran ser obra de un judeo - cristiano del s.
II.El argumento del silencio es siempre delicado, y en el caso
presente quiz se le hace decir demasiado. En todo caso, queda por
explicar en esta hiptesis la ausencia de toda Cristologa en la
seccin de las Parbolas. Por ello, seguimos pensando que este
escrito es de origen judo. Se le data entre el 95 y el 63 a. C.
(Lods), en todo caso, antes de la intervencin de Pompeyo en
Palestina.La primera seccin (VI - XXXVI) es una de las partes ms
antiguas; su fecha se remontara al fin del reinado de Antoco IV
Epfanes, despus de la composicin del libro de Daniel. El libro de
los sueos data tambin probablemente, de la poca macabea. El libro
de la exhortacin y de la maldicin, a excepcin del apocalipsis de
las semanas, no lleva indicacin de fecha. El libro de las
luminarias, que R. H. Charles data antes del 1 1 0 a. C., trata de
las leyes que rigen los astros y de los problemas de los
calendarios; el calendario lunar ha sido reemplazado por el solar,
como en la secta de Qumrn.2)El libro de los lubileos.Recibe
distintos nombres. Los escritores eclesisticos antiguos le
llamangnesis o leptognesis,es decirPequeo Gnesis(en el sentido de
que es un Gnesis detallado:t lept,los detalles). Se le denomina
tambinApocalipsis de Moiss.El autor se propone relatar los
acontecimientos del Gnesis y de los 16 primeros captulos del xodo,
en un cuadro cronolgico contado en periodos de 49 aos o jubileos,
cada uno de los cuales se divide en siete semanas de aos. El
conjunto comprende 49 jubileos (un jubileo, de jubileos). La
Iglesia etope llama a la obraKufale, librode la divisin. Se
conserva ntegramente en una versin etope publicada en 1850 y en
1859 por A. Dillmann, y un tercio solamente en versin latina
publicada por A. M. Ceriani. Las grutas 1, 2 y 4 de Qumrn han
proporcionado fragmentos de una decena de manuscritos hebreos, cuyo
texto responde al arquetipo supuesto por el etope. El origen hebreo
del libro haba sido visto por R. H. Charles, aunque todos sus
argumentos no sean probatorios; los errores del texto etope no
pueden explicarse ms que a partir de un original hebreo; dos midrl
hebraicos publicados por R. H. Charles muestran sus coincidencias
verbales con el texto etope; sirvindose de estos midrl, ha podido
corregir el texto etope. La versin latina, en la que ciertos
nombres propios terminan en in, no prueba necesariamente un
original arameo, sino que los aramesmos son debidos al traductor
(Rnsch). Uno de los principales fines del autor era hacer remontar
a los orgenes las observancias del judasmo y relacionarlas con la
poca patriarcal. Hoy da se est de acuerdo en que los jubileos
pertenecen al judasmo palestinense y ms especialmente al de los
esenios, como lo muestran los numerosos contactos con la literatura
de Qumrn y, en particular, el uso de un mismo calendario solar. La
fecha de composicin, difcil de precisar, puede ser el s. II-Ia.
C.3) Los Testamentos de los doce Patriarcas.El obispo de Lincoln,
Robert Grossatesta, en el S. XIII, se procur de Grecia un
manuscrito de esta obra, lo tradujo al latn y de esta manera le dio
gran difusin. Disponemos de numerosos manuscritos de la versin
griega de los Testamentos, que se presenta bajo dos formas (a y B),
y que presupone un original hebreo que tambin comprende dos
recensiones (Ha y Hb). Hay una versin armenia conservada en dos
recensiones (Aa y Ab), y una eslava bajo las formas S1 y S2. El
Testamento tardo de Neftal en hebreo contiene fragmentos del
original. La Genizh (v. SINAGOGA) de El Cairo y la gruta IV de
Qumrn nos han proporcionado restos de un Testamento arameo de Lev
distinto de los Testamentos griegos.El libro seudoepgrafo de los
Testamentos pretende relatar las recomendaciones que cada uno de
los 12 hijos de Jacob dirigi a sus respectivos hijos antes de
morir. El esquema de cada testamento es idntico (cfr.supra).En
estos textos aparecen dos mesas: el uno salido de Jud, el otro de
origen sacerdotal, como en Qumrn. El origen del libro es discutido.
Los crticos antiguos han admitido durante largo tiempo que la obra
haba sido compuesta desde el principio por un cristiano. Esta tesis
ha sido aceptada de nuevo por de Jonge, para quien habra habido un
redactor cristiano del a., de tal manera que los elementos
cristianos y judos de este escrito quedan unidos entre s. Milik est
de acuerdo con esta tesis y veun confirmaturen el hecho de que no
se han encontrado los Testamentos entre los manuscritos de Qumrn,
pues los fragmentos arameos del Testamento de Lev son bien
distintos del de los 12 patriarcas, a los que aqul habra servido de
fuente. La tesis clsica comnmente admitida es que el libro de los
Testamentos es un escrito judo con interpolaciones de escritores
cristianos. La semejanza con los escritos de Qumrn nos lleva a
considerar el conjunto del libro como un escrito esenio del que
conviene limitar el nmero de interpolaciones cristianas, sobre todo
a los pasajes cristolgicos. Una tesis extrema e inadmisible quiere
aplicar al Maestro de Justicia de Qumrn , lo que era considerado
como interpelacin cristolgica.4)Los Salmos de Salomn.Estos 18
salmos conservados en griego fueron editados por primera vez en
Lyon, en 1626, por el jesuita espaol Juan Luis de la Cerda. Durante
largo tiempo se los consider cannicos en muchas iglesias
cristianas; tambin se han conservado en algunos manuscritos de la
Biblia griega. El texto original ha debido ser hebreo. Los
acontecimientos que dieron pie a la intervencin de los romanos en
los asuntos judos, en el 63 a. C., estn en el origen de esta pequea
coleccin: la lucha entre los hermanos Aristbulo II e Hircano 11, la
llamada dirigida a Pompeyo para decidir a favor de uno o de otro,
la resistencia de Aristbulo en el Templo, el sitio y las muertes
que se siguieron, la profanacin del Templo, la disminucin del
Estado de Hircano 11 privado del ttulo de rey. El poeta ve en los
romanos a los instrumentos providenciales del aplastamiento de la
dinasta legtima de los asmoneos , a los que reprocha el haber
usurpado el trono de David y de reemplazarle con orgullo (salmo 17,
8), el entregarse a los vicios ms abominables (salmo 8, 8 ss.). Uno
de los salmos describe con rasgos inequvocos la llegada de Pompeyo
a Jerusaln como un justiciero (salmo 8, 16); debi ser redactado
poco despus de los acontecimientos del 63. En el salmo 2 se percibe
otro sonido distinto: Pompeyo es considerado el profanador del
santuario, y el poeta describe su asesinato en las colinas de
Egipto(2, 30), acontecimiento que se sita en el 48 a. C. La poca de
composicin de estos salmos es dudosa; unos creen que se trata del
63 y otros del 48. Hay acuerdo en reconocer que el autor es un
fariseo (siendo el ttuloSalmo de Salomn,un seudnimo) que encarna el
ideal de los fariseos cualificados de santos en oposicin a los
pecadores, los asmoneos y sus partidarios. Espera un Mesas davdico
que es exactamente todo lo contrario de los asmoneos (17, 37
ss.).5) Los orculos sibilinos.Colecciones de orculos sibilinos han
ejercido gran influencia en el mundo pagano antes de la Era
cristiana. En estos escritos la Sibila daba a conocer la voluntad
de los dioses. Sibila era un nombre propio, pero despus pas a ser
una especie de nombre genrico para designar a una profetisa. Al
principio slo se hablaba de una sibila, pero muchos lugares desde
Babilonia hasta Italia se enorgullecan de tener una; Varrn contaba
diez de ellas. La sibila de Cumas, cerca de Npoles, inmortalizada
por Virgilio, habra vendido a Tarquinoel Soberbio loslibros
sibilinos que se conservaron en el Capitolio hasta el 83 a. C., en
que se incendi el templo de Jpiter. Estos orculos han desempeado un
papel importante en la historia romana. Despus del incendio, fueron
reemplazados por otros provenientes de Jonia y Eritrea. Como no
estaban sometidos a ningn control, los judos helensticos se
sirvieron de ellos para su propaganda; interpolaron los que existan
componiendo otros nuevos sobre el y modelo de los antiguos. Una de
las caractersticas de esta literatura, en versos hexmetros griegos,
es el predecir acontecimientos ya sucedidos. Los libros sibilinos,
que presentan el aspecto de un caos, son 15. El libro III
constituye la parte ms antigua y es de origen judo; fue redactado
hacia el 140 a. C. Describe el fin de la idolatra cuando reine un
nuevo rey, del que concreta varias circunstancias; se trata de
Ptolomeo VII Fiscn. Se anuncia tambin la invasin de Egipto por un
gran rey de Asia que es Antoco IV Epfanes (171-168), y la ruina de
Cartago que tuvo lugar en el 146 a. C. El libro III es la primera
tentativa de judaizacin de la sibila en Egipto. Virgilio, en
suglogaIV, parece haber conocido Is 11, 6 ss. a travs de los
orculos sibilinos.6) La Asuncin de Moiss.Orgenes conoca este libro
bajo el nombre deAnalepsis MoyseosEn 1861 A. M. Ceriani public un
fragmento latino de este apocalipsis encontrado en un palimpsesto
de la Bibl. Ambrosiana de Miln. El libro trata de las predicciones
hechas por Moiss acerca de los principales acontecimientos de la
historia de Israel. El cap. 9 introduce un personaje misterioso de
la tribu de Lev, llamado Taxo, sobre cuya identificacin todava no
hay acuerdo. El libro parece compuesto entre el 4 a. C. y el 30 de
nuestra Era. Josefo, que habla de una desaparicin de Moiss y deja
entender que no ha muerto, supone una tradicin sobre la asuncin de
Moiss. Tambin hay huellas de esta tradicin en el relato de la
transfiguracin de Jess y en el Apocalipsis de S. Juan (1 1, 1-14).
DeLa Asuncin de Moiss,la epstola de S. Judas (cap. 7) ha tomado la
extraa tradicin segn la cual el arcngel Miguel y Satn se disputaban
el cuerpo de Moisspero.7) La Ascensin de Isaas.Se ha conservado
ntegramente en etope, y en parte en latn. Segn R. H. Charles, sera
una compilacin, hecha por un cristiano, de tres escritos distintos:
el martirio de Isaas, de origen judo, el testamento de Ezequas, y
la visin o xtasis de Isaas; estos dos, de origen cristiano. Charles
sita la obra del compilador en el s. Id. C. En un pasaje (IV, 3) se
menciona el martirio de S. Pedro bajo Nern.8) La Vida de Adn y
Eva.Originalmente escrita en arameo, puede ser reconstruida a
partir de las versiones griegas y latinas. Algunas veces se le ha
designado, equivocadamente, en griego bajo el nombre deAsuncin
deMoiss.Es una obra juda con interpolaciones cristianas. Es una
obra juda con interpolaciones cristianas. Se trata de
unahaggadahreferente a las vidas de Adn y Eva. El elemento
apocalptico es poco importante, pero significativo. Adn ve el don
de la Ley, el exilio y el retorno, la construccin del Templo. Su
composicin se fecha antes del 70 de nuestra Era.9)El Testamento de
Abraham.Este libro, distinto delApocalipsis de Abraham,se ha
conservado especialmente en griego en dos recensiones A y B, una
larga y otra corta. El texto griego fue publicado en 1892, en
Cambridge, por Montague Rhodes lames, quien estimaba que era de
origen cristiano y que se remontaba al s. IId. C. Box lo ha
traducido al ingls y ha sostenido con razn su origen judo; le
asigna la fecha del s. Iy seala algunas interpolaciones cristianas.
El libro es interesante por su enseanza escatolgica. Abraham ve
todas las cosas creadas y el mundo, que durar siete edades, cada
una de mil aos. Despus es transportado por Miguel a las puertas del
cielo, donde ve tres juicios diferentes. No contiene ninguna alusin
clara a la Era mesinica.10) El Apocalipsis de Abraham.Se ha
conservado en una versin eslava traducida, al parecer, del griego.
Es un libro judo, con adiciones cristianas, compuesto despus de la
ruina de Jerusaln en el a. 70. Tiene dos partes: L - VIII, relato
midrsico sobre la conversin de Abraham de la idolatra; IX - XIV,
revelacin hecha a Abraham sobre el porvenir de su raza.11)El
Testamento de Job.El card. A. Mai public por primera vez en 1833 su
texto griego, segn un manuscrito de la Bibl. Vaticana. En 1858,
elDiccionario de los apcrifosde J. - P. Migne daba una traduccin
francesa. M. R. James public un texto griego segn un manuscrito de
la Bibl. Nacional de Pars. Finalmente, Brock ha publicado la
primera edicin crtica del texto griego teniendo en cuenta, adems de
los dos manuscritos parisinos, el de la Bibl. Vaticana y uno
conservado en Mesina. A punto de morir, Job llama a sus siete hijos
y a sus tres hijas y les cuenta lo que le haba sucedido. Distribuye
sus bienes entre sus hijos, mientras que a sus hijas les da unas
maravillosas echarpes. Muchos autores sostienen el origen judo del
libro (R. H. Pfeiffer, Kohler, P. Riessler, M. Delcor).
Probablemente data del s. Ia. C.12) El IV de Esdras.El ttulo de
este apocalipsis le viene del lugar que ocupa en muchos manuscritos
latinos: los libros cannicos de Esdras - Nehemas son denominados
libro 1 de Esdras; el libro II de Esdras designa los dos captulos
que habitualmente figuran al principio del IV de Esdras, y que son
una adicin cristiana al mismo IV de Esdras; el III de Esdras
constituye la forma un poco divergente que toma el libro cannico de
Esdras en la traduccin de losSetenta,se le llama tambin Esdras
griego; el IV de Esdras es un apocalipsis que en las ediciones
impresas ocupa los cap. III - XIV del IV de Esdras. Por V de Esdras
se entienden los cap. XV - XVI que se aaden como apndice a dicho
apocalipsis. El IV de Esdras se ha conservado en latn y
habitualmente se coloca como apndice en la Vulgata. R. L. Bensly y
M. R. James publicaron en 1895 una edicin crtica. La edicin ms
reciente es de Bruno Violet, 1910. Box hizo en 1917 una traduccin
inglesa. Existe, adems, una francesa, de Basset, hecha en 1899. Se
coriocen, entre las antiguas, una versin siriaca y otra etope, y
hay referencias tambin de versiones rabes, coptas, armenias y
georgianas.La obra se divide en siete visiones. En las tres
primeras Esdras plantea a Dios toda clase de cuestiones sobre los
problemas religiosos que le atormentan, recibiendo la respuesta
divina. Las otras tres encajan en el cuadro de los apocalipsis
histricos como Daniel 7-12 y versan sobre la poca del fin: visin de
la mujer, del guila y del hombre. La sptima se refiere a la leyenda
de Esdras y a sus revelaciones sobre los libros santos
(cfr.supra).Hay acuerdo en datar el IV de Esdras a fines del s. I
d. C.13)El Apocalipsissiriaco de Baruc.Baruc plantea al Seor
cuestiones de teodicea anlogas a las del libro IV de Esdras. Por qu
sufre el pueblo de Dios y por qu prosperan sus enemigos? Dios
asegura a Baruc que el mundo futuro est reservado a los justos y
que la destruccin de Sin anticipar la edad futura. La visin del
bosque es un rasgo histrico sobresaliente: el bosque es el Imperio
romano destruido por la via, el reino del Mesas. La obra ha sido
compuesta despus de la ruina de Jerusaln en el a. 70.14)El
Apocalipsis griego de Baruc.La edicin griega fue publicada en 1897
por M. R. james en susApocrypha Anecdota,pero el a. era conocido
antes, a travs de una versin eslava. Aunque fue traducido en las
grandes colecciones, no se le ha dedicado ninguna monografa. El
libro es de origen judo, pero contiene al menos una interpolacin
cristiana. Es interesante por la doctrina de los siete cielos que
se encuentra tambin en el Testamento de Lev, en la Ascensin de
Isaas, en la literatura rabnica y en la teologa de la mediacin de
los ngeles que llevan a S. Miguel las oraciones de los hombres y
los mritos de los justos.15)El Libro de los secretos de Henoc.Es
conocido solamente por una versin eslava, pero originariamente
estaba escrito en griego. Los crticos pensaban que era anterior a
la ruina de Jerusaln y que haba sido compuesto por los judos
helenistas de Alejandra, pero se ha puesto en duda esta fecha a
causa de la presencia en el cap. 11 de un calendario pascual que se
desarroll en el s. VII. Se ha sostenido adems que el Apocalipsis de
Pedro podra ser una fuente de este escrito, considerado como un
Henoc judo - cristiano, contrapartida del Henoc judo anterior.4.
Conclusin.Como se ha visto, la literatura apcrifa, en gran parte
apocalptico, se sita sobre todo en dos grandes momentos de crisis
poltica para Israel, en el s. IIa. C., y alrededor de la ruina de
Jerusaln en el a. 70.BIBL. : Las ediciones y fuentes se hallan
citadas en el texto. Estudios: R. J. FOSTER,Los apcrifos delA.
yN.T., en VerbumDei(Comentario a laS. E.),1, Barcelona 1960, no
92-99; l. B. FREY,Apocryphes de l'A. T.,en DB (Suppl.) 1,
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Roma 1937, 158-210; A. OEPKE,Bibloi apocryphoi,en TWNT III, 987999;
E. SCHRER,Geschichte des idischen Volkes, 111,4 ed. Lipsia 1909,
268-468; R. H. PFFIFFER, en G. A. BUTTRICK, TheInterpreters'
Bible,Nueva York 1951-57, 1, 391-436; A. BENTZFN,Introduction to
the 0. T.,II, 2 ed. Copenhague 1952, 218-252; 0. EisSFELDT,
Einleitungin das A. T.,3 ed. Tubinga 1964, 777864; S.
ZKELY,Bibliotheca apocrypha,Friburgo Br. 1913; W. FERRAR,The
uncanonical lewish books: a short introduction to the
Apocrypha,Londres 1918; W. 0, E. OESTERLEY, AnIntroductioiz to the
Books of the Apocrypha,Londres 1935; R. H. MALDEN,The
Apocrypha,Londres 1936; E. EVANS,TheApocrypha: The Origin and
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Brief Introduction, NewHaven 1946; M. F. AMIOT, D. Rops,La Bible
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l'A.TPars 1953; B. M. METZGER, AnIntroduction to the Apocryph"Nueva
York 1957; F. ASENsio,El espritu de Dios en los apocrifos judos
precristianos,Estudios Bblicos 6 (1947) 5-33; V. VILAR HUESO,La
recompensa de los justos inmediata a sumuerte en IV Mach y Parbolas
de Henoc,Anthologica annual 3 (1955) 521-549.MATHAS
DELCOR.II.LIBROS APCRIFOS DELNUEVO TESTAMENTO.Son llamados as entre
los catlicos los libros que presentan una forma semejante a los del
N. T. (Evangelios, Hechos, Cartas y Apocalipsis), pero en los que
la Iglesia no ha reconocido la inspiracin divina y, por
consiguiente, no forman parte del Canon del N. T.Los hay de muy
diversas clases: ortodoxos, heterodoxos; algunos estuvieron en gran
honor en algunas Iglesias, otros fueron desde el primer momento
rechazados. Orgenes da una lista de narraciones evanglicas, sin
utilizar el nombre de a., en suHomilia I in Lc (PG13, 1801).
Eusebio de Cesarca(Historia ecclesiasticaPG 20, 268 ss.) distingue
entre los libros que se presentan como de la Nueva Alianza, en
primer lugar los recibidos por todos,t en bmotogoumnois:nuestros
protocannicos; en segundo lugar los discutidos pero admitidos por
un gran nmero,t ntilegmena:nuestros deuterocannicos; y, finalmente,
los legtimos,notha:nuestros a., que subdivide en dos categoras segn
su carcter ortodoxo o heterodoxo. S. Jernimo emplea el trmino a.
para indicar losnothade Eusebio. En el decreto de Gelasio, a. tiene
mayor extensin, siendo sinnimo de libro no aprobado totalmente por
la Iglesia romana. En el s. XVI el nombre se aplica tambin a los
escritos que no forman parte del Canon protestante. Casi todos los
escritos son seudoepgrafos, es decir, se presentan bajo autor
fingido.Los a. del N. T. constituyen una fuente de estudio muy
importante, bien como confirmacin de la Revelacin, bien como
reflejo del ambiente literario en que han nacido los escritos del
N. T., bien por el influjo que han tenido en la formacin de
tradiciones religiosas populares, bien, finalmente, porque
descubren muchos rasgos de los herejes, interesantes para la
historia del primitivo cristianismo y para la de la Iglesia.l.,Los
Evangelios apcrifos.Son narraciones relativas a la vida de Jess o
de la Virgen que presentan diversa gama de gneros literarios: de
corte sinptico, como elEvangelio segn los hebreos;amplificaciones
noveladas, como elProtoevangelio de Santiago.Unos se interesan
sobre la infancia de Jess o de la Virgen, otros sobre los misterios
de la Resurreccin o del ms all, en especial con motivo de la
descripcin de la bajada de Jess a los Infiernos y de su Ascensin,
como elEvangelio de S. Pedro. Finalmente, los hay de tendencia
claramente gnstica, como elEvangelio de S. Felipe.Nos detendremos
en los ms importantes, bien por su gnero literario, bien por su
dimensin teolgica.l) El Evangelio segn los hebreos o de los
nazarenos.Cuanto sabemos de este evangelio se debe a las menciones
de Clemente de Alejandra(Stromata 11,9, 45; V, 14, 96), de
Orgenes(Comnze-tarium in Iohannem, 11, 12; Com. in Mt,XV, 14), de
Eusebio y de S. Jernimo (los textos en E. Preuschen,Antilegmena,2
cd. Giessen 1905, 2-9; y A. de Santos,Evangelios apcrifos,ed. BAC,
Madrid 1956, 37-50).Es un escrito judeocristiano, nacido
probablemente en la comunidad de Jerusaln que permaneci fiel a la
observancia de la ley i-nosaica (sbado, circuncisin, etc.). El
escrito debi de acompaar a los miembros de dicha comunidad al
emigrar para fundar comunidades filiales. As lo encontramos en
Berea, en manos de los herederos de la comunidad judeocristiana de
Jerusaln, llamados nazarenos. En estrecha relacin, no fcil de
determinar, con el evangelio de S. Mateo, a veces es confundido con
l, identificacin a todas luces imposible. La lengua fue
probablemente el arameo, aunque escrito en caracteres hebreos. Su
contenido es paralelo al de los sinpticos, aunque con desarrollo
original, como la funcin femenino - maternal del Espritu Santo en
relacin con Cristo, la preeminencia de Santiago, etc. Su composicin
quiz hay que remontarla antes del a. 70. Su inters para la historia
del judeocristianismo es manifiesto.2)El Evangelio de los
ebionitas.Se trata de una adaptacin griega (?), hecha a base de
mutilaciones y adiciones al Evangelio segn los hebreos, por la
secta de los ebionitas . Parecido procedimiento utilizan sus
partidarios en relacin con el A. T. (l. Danilou,Thologie du
ludochristianisme,Pars 1958, 69). Han sido suprimidos o retocados
los pasajes relativos a la comida de carne, p. ej., la comida de
langostas por parte de Juan el Bautista, la Cena pascual de Jess,
etc.; se han introducido frases de Jess aboliendo los sacrificios
sangrientos; se emplean frmulas adopcionistas (V. ADOPCIONISMO)
para expresar la filiacin de Cristo, ya que el ebionismo es
fundamentalmente antitrinitario. Cristo ha venido sobre Jess, puro
hombre, en el momento del Bautismo, constituyndole en profeta. Se
excluye asimismo la concepcin virginal de Jess. Finalmente, se
resalta la preeminencia de S. Juan y Santiago. El carcter
judeocristiano heterodoxo de esta adaptacin, que tambin se presenta
como evangelio de S. Mateo, es evidente. Su datacin hay que
remontarla a la primera mitad del s. II,antes de Clemente de
Alejandra que lo ha citado (las citas de Clemente y de Epifanio, en
A. de Santos, o. c., 53-57). Son muchos los autores que creen que
este evangelio esel de los doce apstolesmencionado por Orgenes en
suHomil. I in Lc(PG 13, 1802 A).3)El Evangelio de los egipcios.Este
evangelio, que no debe confundirse con el homnimo encontrado en
NagHammadi en 1945, que es una obra totalmente gnstica con muy poco
material evanglico, hay que considerarlo como una adaptacin, de
acuerdo con las tendencias encratistas de las comunidades
heterodoxas egipcias de Tebaida y Libia, hecha en la segunda mitad
del s. II.pero anterior a Clemente de Alejandra, sobre una base
parecida al evangelio de S. Mateo y de los hebreos. El texto puede
verse en A. de Santos, o. c., 59-61. La conversacin que relata de
Jess con Salom resumira las tendencias de este evangelio.4)El
Evangelio de S. Pedro.En la comunidad judeocristiana de Siria,
probablemente en Antioqua, donde la actividad de S. Pedro haba
tenido tanto relieve, naci este evangelio, como muy tarde, al
comienzo del s. II.La finalidad a que responde su contenido es
fundamentalmente apologtico (L. Vaganay,L'Evangile de Pierre,Pars
1930). Inspirndose en la tradicin bsica de los cuatro evangelios ha
querido destacar el carcter divino de la persona de Jess. Las
categoras apocalpticas le han prestado numerosos elementos: cielos
abiertos, voz del cielo, vestidos luminosos, dimensiones
gigantescas, etc. La obra est en relacin con la segunda epstola de
S. Pedro y con elApocalipsis de S. Pedro,del que hablaremos ms
adelante. Se advierte una lucha contra las corrientes judaizantes,
a pesar de utilizar las expresiones del judeocristianismo ortodoxo,
y una apertura al mundo grecorromano, p. ej., en la manera de
presentar a Poncio Pilato. Los fragmentos de Akhmim, que se reducen
a la Pasin y Resurreccin, identificada sta con la Ascensin, pueden
verse en A. de Santos, o. c., 403-417. Este autor propone el a. 150
y lo atribuye a un cristiano helenista de los alrededores de
Antioqua (p. 400-401).5)El Evangelio de Nicodemo o Hechos de
Pilato. Losmanuscritos llevan ms bien el ttulo deHechos de
Pilatopara lo que es hoy primera parte delEvangelio de Nicodemo, y
Descendimiento de Cristo a los Infiernospara lo que hoy es segunda
parte. Primitivamente se trat, sin duda, de dos obras
independientes.Los Hechos de Pilato,presentados por un cierto
Ananas, contienen el relato del juicio de Jess, algunos detalles de
su crucifixin, sobre todo el episodio de Longinos, y su sepultura.
La narracin tiene como sustrato el material evanglico, sobre todo
la Pasin segn S. Juan. La presente redaccin hay que datarla en el
s. v y es probablemente una rplica a losHechos de Pilato,
detendencia anticristiano, difundidos segn cuenta Eusebio(Hist.
eccl.9, 5, 1, y otros lugares) durante la persecucin de Maximino
Daia en el a. 311 312. El material es mucho ms antiguo. Tischendorf
cree que sustancialmente hay que identificarlos con los Hechos de
Pilato, cuya existencia es atestiguada desde el s. IIpor
Justino(Apologa,35, 38). Tertuliano(Apologeticus,5) habla asimismo
de un informe que Pilato envi a Tiberio, identificado por algunos
con elInforme de Pilato al emperador Claudioque figura como un
apndice en la traduccin latina delEvangelio de Nicodemoy como una
adicin en griego a los,Hechos de S. Pedro y S. Pablo(el texto en l.
Quasten,Patrologa, I,120). El mismo Tertuliano (ib., 21, 24) habla
del relato de toda la historia de Cristo hecha al Csar (Tiberio)
por Pilato. LosHechos de Pilatorepresentan los cap. 1-16
delEvangelio de Nicodemo(J. Quasten, o.c., 1, 119, cree que los
cap. 12-16, que versan acerca de los debates del Sanedrn sobre la
Resurreccin de Cristo, seran una aadidura a los primitivos Hechos
de Pilato).El descendimiento de Cristo a los Infiernos,cap.
17-27del Evangelio de Nicodemo,contienen el relato que los hijos de
Simenel justohacen de la entrada de jess a los Infiernos. La obra,
que sigue de cerca la tradicin de 1 Pet 3, 19, y elEvangelio de S.
Pedro,puede remontarse hasta el s. II aunque su presente redaccin,
como la delos Hechos de Pilato,sea del s. v. El texto y traduccin
espaola de las dos partes delEvangelio de Nicodemo seencuentran en
A. de Santos, o. c., 426-500. Los escritos complementarios del
llamadociclo de Pilatos,en el mismo autor: lo Carta de Poncio
Pilato a Tiberio (p. 501-502). 20 Carta de Tiberio a Pilato (p.
502-503). 30 Relacin de Pilato (p. 507-514). 40 Correspondencia
entre Pilato y Herodes (p. 514-520). 50 Tradicin de Pilato (p.
520-526). 6" Muerte de Pilato (p. 526-532). 70 Declaracin de Jos de
Arimatea (p. 533-544). 80 Venganza del Salvador (p. 545-565). 9"
Sentencia de Pilato (p. 566-569). Todos estos escritos
complementarios pertenecen a la Edad Media.6) Evangelio de S.
Bartolom.Una serie de hallazgos afortunados han permitido
reconstruir este evangelio que contiene una sucesin de preguntas de
S. Bartolom, ya a Cristo, ya a Mara, ya a Satn y donde se revelan
los misterios de la bajada de Cristo a los Infiernos, de la
concepcin del Verbo en Mara y de los tormentos de los condenados
con otros secretos del ms all y de la creacin. El libro, aunque con
una temtica muy del gusto del gnosticismo, no contiene en general
errores dogmticos. Su lugar de origen hay que buscarlo en alguna
secta cristiana no lejos de Alejandra y su datacin es el s. IV. El
texto y traduccin espaola en A. de Santos, o. c., 576-608.7)
Protoevangelio de Santiago.Esta obra es el comienzo de un gnero de
composiciones libres con fines de curiosidad y edificacin y que
tienen como tema la natividad de Mara y su vida. El ttulo es
reciente y quiz desafortunado. En la Iglesia griega se le
llamalibro de Santiago.Su contenido es la vida de la Virgen: su
concepcin milagrosa, su educacin en el templo, su desposorio con S.
Jos, la concepcin milagrosa de Jess y la virginidad en el parto de
Mara. De una forma novelada teje una narracin con fin apologtico
para defender el honor de Mara. El autor parece haber sido un
helenista de Egipto o Asia Menor. De los 24 captulos que contiene,
los 21 primeros pueden remontarse al s. IIy los tres ltimos no son
posteriores al s. IV. El libro, a pesar de su poderosa fantasa y de
sus atrevimientos realistas, ha tenido gran influencia, sobre todo
en Oriente, y ha sido el origen de muchas tradiciones que han
pasado a la piedad popular, relativas a S. Joaqun y S. Ana, a la
estancia de la Virgen en el templo, a la vida de S. Jos, etctera.
El texto puede verse en A. de Santos, o. c., 145-188, y una copiosa
bibliografa en las p. 141-144.8) De carcter parecido en cuanto al
contenido y forma literaria y, sin duda, dependiendo del anterior,
aunque con algunos elementos originales, es el llamadoEvangelio del
Seudo Mateo.Ha debido de ser compuesto a mediados del s. vi en un
ambiente monstico. El texto latino ha sido publicado por Thilo en
1832 segn el ms. de Pars 5557 (s. XIV). El texto puede verse en A.
de Santos, o.c., 191-257. Una refundicin del Seudo Mateo ms cuidada
de estilo y expurgada de todo cuanto pudiera extraar, se halla enel
Libro de la natividad de Mara(s. IX). La obra est impregnada de una
tierna devocin a la Virgen. El texto ntegro ha sido incluido por
Jacobo de Vorgine en laLeyenda Aurea. La traduccin espaola se
inserta en A. de Santos, o.c., 259. En el mismo autor, v.Liber de
Infantia Salvatoris,p.276 - 292, tambin del s. IX y otros apcrifos
de la Natividad, p. 293-294.9) Historia de S. Jos
Carpintero.Contiene un resumen de la vida de S. Jos, a base de los
datos delProtoevangelio de Santiagoy de los escritos cannicos con
una aportacin original sobre la muerte de S. Jos y el viaje que ha
de atravesar el alma, guiada por el arcngel S. Miguel, a travs del
mar de fuego. Se afirma la incorrupcin del cuerpo de S. Jos durante
elMillenium.La patria de la obra es Egipto y su datacin ms antigua
propuesta el s. iv. El texto puede verse en A. de Santos, o. c.,
360-378.Para otros evangelios de la infancia de Jess, p. ej.,
elEvangelio del Seudo Tomsy elEvangelio rabe de laInfancia,cfr.
Amann,Apocryphes du Nouveau Testament,DB (Suppl.) I, 484-486; para
los evangelios asuncionistas, en,concreto para elTransitus
Mariae,del s. IV o V, cfr. ib., 483-484, y A. de Santos, o. c.,
686-700.10) Noticias sobreEvangelios gnsticos: a) Evangelio de S.
Toms,usado por los naassenos, secta gnstica del s. II:Este
evangelio no debe confundirse ni con el de S. Toms encontrado en
Nag - Hammadi, que es slo una coleccin deLogia,ni con el del Seudo
Toms (cfr.supra). b) Evangelio o Tradiciones de S. Matas,mencionado
por Orgenes(Hom. I in Lc),por S. Ambrosio (PL 15, 1613), S. jernimo
(PL 26, 233), el Decreto Gelasiano (PL 59, 162) y la lista de los
70 Libros. Su patria parece ser Egipto y su datacin a principios
del s. II.Ignoramos su contenido.e) Evangelio de S. Felipe,quiz
relacionado con la secta de los ofitas, exista ya en el s. IIIy
tiene asimismo como patria a Egipto. Un testimonio de S. Epifanio
de Salamina habla de parte de su contenido: cmo debe responder el
alma en su subida al cielo a cada una de las potencias celestiales.
Se refleja la tendencia gnsticoencratista segn la cual la
procreacin es pecado. Para el evangelio de S. Bernab y otros
apcrifos, v. J. Quasten, o. c., I, 128-130.2. Los Hechos
apcrifos.Las mismas condiciones que originaron los evangelios
apcrifos estn en la base de nacimiento de los Hechos apcrifos: una
curiosidad insaciable, una credulidad ingenua y fantstica y una
corriente acentuadamente antimatrimonial, aqu, sin embargo, con ms
fuerza que en los evangelios. El crculo donde van naciendo los
Hechos de S. Juan, S. Pablo, S. Pedro y S. Andrs presenta un
ambiente parecido; algo diferente, en cambio, los Hechos de S.
Toms. Focio considera todo el conjunto como una sola obra,
atribuyndola a Leucio Carino. Los gnsticos, maniqueos y
priscilianistas han usado ampliamente estos escritos. La Iglesia
los rechaza unnimemente. Los textos se han salvado gracias sobre
todo a las versiones coptas, siriacas y etipicas.1) Los Hechos de
S. Juan.Se trata de una narracin de la actividad de S. Juan
Evangelista a partir de su traslado de feso a Roma por orden de
Diocleciano. Se destaca la actividad taumatrgico del apstol.
Gracias a ella es librado del martirio y desterrado a Patmos. Bajo
Trajano recobra la libertad. Su paso por las iglesias de tejida con
largos discursos del apstol y se termina con Asia Menor est sellado
por numerosos milagros. Finalmente fija su estancia en Efeso. La
narracin est entre su trnsito. Los discursos tienen ribetes
gnsticos, p. ej. el himno cantado por Cristo, y son fciles de
observar la tendencia encratista y los apuntes de docetismo . A
pesar de que estos aspectos pueden disimularse fcilmente, la obra
ha sido eliminada del uso de la Iglesia. Hay que buscar su origen
en Asia y se conviene en datarla en la segunda mitad del s. II.K.
Schferdiek propone el comienzo del s. III(E.
Hennecke,Neutestamentliche Apocryphen, 11,Tubinga 1924, 110 ss.).
Bajo el ttulo deHechos del Santo Apstol y Evangelista Juan el
Telogo, compuestos por su discpulo Procoroha circulado en la
Iglesia griega a partir del s. V una obra fantstica de gran
difusin, pero que no es comparable conlos Hechos de S. Juan.2) Los
Hechos de S. Pablo.Una narracin novelada de la actividad de S.
Pablo en diversas ciudades de Asia Menor (Antioqua de Pisidia,
lconio, Mira, Sidn, tfeso, Filipos) y, finalmente, en Roma, junto
con el martirio. El descubrimiento de C. Schmidt (1897) de un
manuscrito copto con losHechos de S. Pabloha puesto de manifiesto
la existencia de una obra nica a la que corresponderan los tres
fragmentos importantes que se han conservado y que han sido
considerados como unidades en s:Los Hechos de S. Pablo y S.
Tecla,que narran el encuentro del apstol en Iconio con esta joven,
su conversin y pruebas consiguientes; laCorrespondencia apcrifa
entre S. Pablo y los corintios durante su estancia en Filipos; y,
en tercer lugar, elMartiriocon la conversin de Patroclo, el furor
de Nern, decapitacin y apariciones del apstol.Los Hechos de S.
Pablo,segn el testimonio de Tertuliano(De baptismo,17: PL 1, 1319),
habran sido compuestos por un sacerdote de Asia, probablemente en
Antioqua de Pisidia entre los a. 160-170; el autor convicto de su
engao habra sido destituido. Schneelmelcher propone como datacin
una fecha algo posterior a los a. 180190, puesto que, segn l, en
nuestra obra habran sido utilizados losHechos de S. Pedro,a los que
asigna dicha datacin (E. Hennecke, o. c., 11, 110-372). A pesar de
la insistencia encratista, la obra es doctrinalmente irreprochable
y combate el gnosticismo por boca del mismo S. Pablo.3) LosHechos
de S. Pedro.Segn la reconstruccin de L. Vouaux, tras los estudios
de C. Schmidt, la obra tena una primera parte que narraba el
conflicto entre S. Pedro y SimnMagoen Jerusaln. De ella slo quedan
fragmentos. Una segunda parte cuenta la actividad seductora de
SimnMagoen Roma y la aparicin de Jess a S. Pedro en Jerusaln
ponindole en aviso de ella. Tras una serie de incidentes
milagrosos, S. Pedro comienza en Roma a contrarrestar la influencia
de SimnMagocon numerosos y espectaculares prodigios que tienen su
cumbre en la confrontacin en el Foro julio. S. Pedro hace caer a
Simn Mago cuando est elevndose por los aires. ste, derrotado, muere
poco despus en Arizzia. La comunidad romana se acrecienta y el
seguimiento de la castidad cunde por todos los ambientes. El
martirio de S. Pedro se narra con las caractersticas que han pasado
a la tradicin popular: su intento de huida, la aparicin de Cristo
que viene a morir de nuevo, el retorno del apstol y su martirio en
cruz cara abajo. La obra, de la misma tradicin que los Hechos de S.
Juan y de S. Pablo, ha podido nacer en el mismo ambiente: Asia
Menor. Schneemelcher, como hemos dicho, la data hacia los a.
180-190. Su fin es de edificacin y sus doctrinas en conformidad con
las de la Iglesia. Tampoco aqu los resabios encratistas tienen nada
de particular y la acusacin de modalismo carece de fundamento.4)
Los Hechos de S. Andrs.Con el mismo estilo de composicin e idntica
preocupacin doctrinal que los de S. Pablo y S. Pedro, losHechos de
S. Andrs,a juzgar por la reconstruccin de Amann, comprenderan una
descripcin del viaje de S. Andrs de Jerusaln a Acaya. Ocupa un
lugar importante la predicacin sobre la continencia y se narra con
detenimiento su influencia sobre Maximila, la mujer del procurador
Egeates. El martirio del apstol se describe con la advocacin a la
cruz que ha llegado a la liturgia romana. Parece posterior a
losHechos de S. Pedropor la influencia de la narracin de la
crucifixin. En la edicin de E. Hennecke (cfr.supra),se propone como
verosmil la segunda mitad del s. II.5) Los Hechos de S.
Toms.Escrita en siriaco y traducida muy pronto al griego, la obra a
partir del s. IIIha sido muy utilizada por los herejes gnsticos.
Comprende 13 acciones, 14 con el martirio. Comienza con la
intervencin milagrosa de Cristo en el momento de partir para la
India. En Andrpolis lleva a la continencia a la hija del rey el
mismo da de la celebracin de la boda. La misma predicacin se
destaca durante su actuacin posterior. Finalmente, se describe su
martirio alanceado. En la narracin se intercalan una serie de
composiciones poticas: el cntico sobre la unin mstica del alma con
la sabidura eterna; el himno cantado durante la celebracin del
Bautismo; dem sobre la Eucarista; el himno del alma, interpretado
por unos como el descenso - ascenso del alma, por otros como la
carrera terrestre de Cristo. Si se suprimen estos cnticos, que
podran haber sido interpelados, la obra podra haber sido escrita
por un catlico. El carcter de los cnticos es de terminologa
claramente gnstica. Se propone como lugar de origen Siria (Edesa?)
y como fecha los comienzos del s. III.Otros Hechospueden verse en
E. Amann, o. c., col. 508511; la recopilacin del Seudo Abdas, ib.,
col. 212-214; la literatura seudoclementina, ib., col. 514-518.3.
Los Kerigmasycartas apcrifas.l)Kerigmas . Composiciones en forma de
predicacin apostlica. Son particularmente importantes: a) elKerigma
de Pedro,citado en distintas ocasiones por Clemente de Alejandra.
Su contenido sera la condicin del cristiano como untertium
genusdistinto del pagano y del judo, en cumplimiento de la nueva
economa, anunciada por los profetas (2 Pet 1, 15). b)Los Kerigmata
de Pedroque forman el ncleo de la literatura seudoclementina. Para
el Kerigma de S. Pedro, v. W. Schneemelcher, y para los Kerigmata
de S. Pedro, G. Strecker, ambos en E. Hennecke, o. c., 53 ss.2)
Cartas. Ya hemos hablado con motivo de losHechos de S. Pablode la
tercera carta a los corintios, escrita desde Filipos. En cuanto a
laEpstola de los apstoles,la incluimos por su contenido entre los
Apocalipsis. De S. Pablo tenemos referencias de otras dos cartas
apcrifas: a)Carta a los laodicenses,compuesta por un desconocido
tomando ocasin de Col 4, 16. Es un centn de frases paulinas sin
orden ni nervio. b)Carta a los alejandrinos, citadapor el Canon de
Muratori junto con la de los laodicenses. El escrito ha sido
totalmente perdido. La hiptesis de Zahn de identificarla con un
trozo del leccionario Bobbiense no ha tenido aceptacin entre los
crticos.4. Los Apocalipsis apcrifos.l)Apocalipsis de S. Pedro.El
Canon de Muratori lo menciona junto al de S. Juan. Clemente de
Alejandra lo cita dos veces en susEcclogae Propheticae(41 y 48).
Nacido probablemente en Siria, adquiere pronto difusin en Egipto.
Presenta estrechas relaciones con el evangelio de S. Pedro y la 2
Pet. La obra pertenece al gnero literario de la apocalptica
cristiana con los mismos intereses que la juda: enseanzas sobre las
realidades ocultas del mundo celeste y ltimos secretos del
porvenir, puestos bajo el patrocinio de algn personaje famoso. Aqu
se ponen como revelacin de Cristo, en una amplificacin de la escena
de la transfiguracin. Se revelan el fin de los tiempos y los
suplicios de los condenados. Los apstoles Dreferidos contemplan la
ascensin a los cielos de Cristo. Esta enseanza reservada presenta
la caracterstica degnosis(enseanza superior). Los hombres celestes
y su identificacin con Moiss y Elas estn en conexin con la tradicin
sinptica de la transfiguracin, pero su asociacin a los ltimos
tiempos procede probablemente de la tradicin reflejada en los
targum palestinenses en el poema de las cuatro noches (Ex 12, 42).
En dicho poema aparecen Moiss y Elas al lado del Verbo de Dios en
la intervencin escatolgica (cuarta noche). El texto etipico y la
traduccin francesa han sido publicados por S. Grebant en Rev. de
I'Orient chrtien, 5, 1910, 208 ss., 308 ss. Los Paralelos judos en
A. Marmorstein, ldischeParallelen zur Petrusapocalypse,Zeitschrift
fr die neutestamentliche Wissenschaft 10, 1909, 297-300. En la ed.
de E. Hennecke, 1964, Ch. Maurer y H. Duensing dan una traduccin de
los textos griego y etipico (p. 468498).2) Apocalipsis de S.
Pablo.Compuesto probablemente al fin del s. iv, en el consulado de
Teodosio y Graciano (380), cuenta el xtasis de S. Pablo y su viaje
guiado por un ngel por las regiones del ms all; asiste al juicio
particular de las almas; contempla la morada de los justos y el
lugar de castigo de los impos (la noche y el da del domingo hay una
atenuacin de los suplicios). Finalmente, el paraso con el rbol de
la vida y el de la ciencia del bien y del mal y la presencia de
Mara rodeada de una muchedumbre de ngeles y de justos del A. T. En
la citada ed. de E. Hennecke, Y. la traduccin de H. Duensing (p.
536-567).3) Epstola de los apstoles.Aunque la forma externa es de
una carta dirigida por los apstoles a la Iglesia, el contenido es
la revelacin hecha por Cristo a los apstoles entre el tiempo de la
Resurreccin y la Ascensin. Se narra el descenso a los Infiernos, la
ascensin de Cristo a travs de los siete cielos y su revestimiento
de forma anglica; los signos csmicos de la venida de Cristo y la
cruz gloriosa. La obra procede seguramente de una corriente
judeocristiana ortodoxa emparentado con la tradicin jonica y
probablemente del Asia Menor. El texto etipico y la trad. francesa,
en L. Guerrier,Patrologia Orientalis,IX, 143-236; su encuadramiento
literario ideolgico (en l. Danilou, o. c., 36-37).5.Otros escritos
apcrifos del Nuevo Testamento.Segn la extensin que se da al trmino,
son incluidos por muchos autores como a. del N. T. los siguientes
escritos (cfr. en E. Amann, o. c., col. 464 ss., la discusin sobre
la oportunidad de esta inclusin que supone una perspectiva ms
amplia del concepto de a., iniciada por Hilgenfeld y continuada por
Hennecke): a) Losgrala(en A. de Santos, o. c., 115-127).
b)Interpolaciones cristianas en los apcrifos del A. T.(l. Quasten,
o. c., 1, 113 ss.); particular inters tiene laAscensin de Isaas,de
manera que la ed. de E. Hennecke (1964) da una traduccin ntegra de
la versin etipica por J. Flcmming y H. Duensing, 454-468; asimismo
los libros 5 y 6 deEsdras(la traduccin por H. Duensing en E.
Hennecke, o. c., 488-498). e)Orculos sibilinos cristianos(en E.
Hennecke, trad. por A. Kurfess, p. 498-528). d)El Libro de
Elchasai(ib., trad. por J. Irmscher, 529-532). e)Las Odas de
Salomn(ib., como apndice con trad. de W. Bauer).f) La Literatura
seudoclementina(ib., la trad. de J. Irmscher, 373 ss.).