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AÑO I MADRID I I DE O C T U B R E DE 1885 NÚM. 35
BANDERA SOCIAL Semanario Anárquico-Colectivista
CONDICIONES DE LA SUSCRIPCIÓN
Un Irimeslre: una peseta en la Región Española; número suelto, 5
céntimos; paquete de 30 ejem-plares, una peseta; para las demás
Regiones, l'aO trimestre, y paquete l'oO pesetas.
Las suscripciones se pagarán en sellos de 15 céntimos ó en papel
y letras de fácil cebro.—Los remitidos á precios
convencionales.
Se admiten suscripciones: en Madrid, cn la Redacción y
Adminislrición de esle Semanario: en lario del C. L. de la
Federación, y en Montevideo, á Zacarías Rabas-Barcelona, dirigirse
al Secretario
sa, calle del Uruguay, número 4fl9.
SE PUBLICA TODOS LOS DOMINGOS
Consagrada esta publicación á la defensa de los principios
anárquico colectivistas, todos los obreros tienen derecho á la
inserción de cuantos documentos tengan relación con este fin, asi
como á que se den á luz cuantos abusos y vejaciones se cometan en
el taller siempre que lo ga-ranticen con su firma.
ADMINISTRACIÓN Y REDACCIÓN: Calle de Fuencarral, núm. 94,
duplicado donde se dirigirá toda la correspondencia á nombre de
José Diaz.
ADVERTENCIAS
La Redacción y Administración de este Semanario se ha trasladado
á la calle de Fuencarral, nüm. 94, duplicado, cuarto 4.% donde se
dirigirá en lo sucesivo toda la co-rrespondencia á nombre de JOSÉ
DIAZ.
Las muchas persecuciones que ven imos sufrien-do á causa de
nuestras denuncias hace necesario é indispensable que no se demore
el pago de nuestro Semanario .
NUEVA DENUNCIA
Y el domingo pasado fuimos denunciados . Y la causa de esta
denuncia fué el Manifiesto de
los compañeros de la Un ión de constructores de edi-ficios.
Y con esta denuncia son ya trece, puesto que las del número
anterior fueroá tres .
Y vamos por la catorce.
R o g a m o s á los compañeros dispensen la i r r e g u -laridad
con que forzosamente han de recibir el n ú -mero.
Asimismo supl icamos á la prensa que n o s favo-rece con su
cambio no nos le retire si no recibe al-g u n o s números, dada la
persecución encarnizada de que somos objeto.
D O C T R I N A L
S I N R E V O L U C I Ó N N O H A Y P A T R I A
Es innegable que las auras de la tierra donde se nace t ienen
sumo atractivo.
Que aquellos primeros ecos , que aquellas pr ime-ras impresiones
de nuestra ex is tencia no se olvidan jamás .
Pero que se l l e gue á amar el terruño en que uno v e la luz
por vez primera más que toda la redondez de la tierra y que no se
comprendan ni admiren los encantos de la Naturaleza, las magnif
icencias del arte y de la c ivi l ización, las dulzuras y halagos
del trato humano , sino allí donde nuestros pulmones se pusieron en
condición de respirar el aire atmosféri-co , si no fuese un sent
imiento abultado y nec io , se -ria una majadería ó una so lemne
aberración de nues-tro espíritu.
Es todo lo contrario: siempre g u s t a y atrae más lo que no se
ha v is to nunca , y nuestras úl t imas im-presiones son las que
más indelebles permanecen en nuestros sent idos .
Si bien g o z a m o s al recordar las primeras impre-s iones de
nuestra infancia, es innegable q u e nuestro insaciable espíritu
necesita de la comparación, de la independencia , de la variación,
y que todo esto re -unido es lo que contr ibuye á esparcirse, á
conocer , d is t inguir y gozar .
El que más ha podido desarrollar todas estas fa-cul tades es
porque ha v i s to más .
Y el que más haya visto , comparado y d is t ingui -do, t iene
que conocer lo bueno y lo malo de cada cosa y amar y sent irse incl
inado hacia lo bueno allí donde se encuentre , y odiar y huir del
mismo modo de lo malo.
Chateaubriand, al decir que «dichoso el que no habia salido n u
n c a del sitio en que se había mecido su cuna,» habló en u n
sentido pesimista en absolu-to , lo que es y será siempre un
absurdo, lo mismo que el opt imismo.
Del propio modo los que creen que sólo la patria
es la buena y la m a g n a y desean su engrandecimien-to
deprimiendo á todo el género h u m a n o , son g e -nios incivi les
que permanecerán siempre en estado se lvát ico , s iendo aptos
además en su barbarie para todos los desafueros contra el derecho
de g e n t e s , y aun de cualquier cr imen.
Si en la universalidad de las naciones se creyese )or todos lo
mismo; si tal concepto pudiera g e n e r a -izarse, no hubiera sido
posible la vida del género
humano, ni el comercio, ni el cambio de productos ni de ideas,
ni todas aquellas ventajas inmensas que ha traído cons igo la civi
l ización y la unión de los pueblos.
Los tiranos, los verdugos y despojadores de la humanidad han
aprovechado bien esos inst intos bes-tiales para hacer su n e g o c
i o y satisfacer sus horri-bles ambiciones; pero el progreso l lega
, afortunada-mente á destruir por su base todo ese cúmulo de
in-just ic ias y de ignominias que se l laman conquistas , anex
iones , central ización, integridad de la patria; en una palabra,
el dominio de la fuerza para opri-mir, vejar y explotar á los
débiles, para dominar, en fin, á los pueblos y tenerlos sojuzgados
por la arbi-trariedad, la degradación y la infamia.
Además que es un error craso confundir la pa-tria, allá donde
las brisas arrullaron nuestros pri-meros sueños , con la
nacionalidad que nos asfixia y coarta, que estorba nuestros pasos y
empobrece y arruina el lugar de nuestra cuna.
Esa no es la idea de patria, esa es una idea bur-da fabricada
por la horrible centralización, que re-duce á una vida precaria á
las partes de un todo y que debe purificarse, pulimentarse y
aquilatarse por la idea moderna de la solidaridad humana y
econó-mica que estrecha á todos los pueblos é individuos entre si ,
no por la dependencia, s ino por el propio interés y lu
autonomía.
El progreso l lega, y por medio de la Revoluc ión , su eterno
vehículo , v ienen á ser distintas las bases sobre que asentarse
deben las sociedades, que no pueden ser otras que el derecho y la
just ic ia; c a m -bian las c ivi l izaciones, se modifican los
pueblos y los conceptos extraviados por la codicia de los que
quieren perpetuar los privi legios y dividir á los pue-blos para
medrar y reinar se reforman á impulso de los amplios y dilatados
horizontes de las modernas ideas.
Por la Revolución y por el Progreso aprenden los pueblos que la
mezquina idea de patria, que no es más que la v inculac ión de
todas las tiranías y ir ivi legios jurídicos, políticos y
económicos, es la que os mantiene en el oprobio de la sumisión, y
opo-
nen , á esos estrechos e inverosímiles moldes de un odioso
pasado, la patria universal del hombre, que es el mundo entero, y
el trabajo, dueño y señor de sus obras, por las que todos los
pueblos han de acercar-se y unirse los unos á los otros con
recíprocos lazos de solidaridad para satisfacer ampliamente s u s
múl-tiples y crecientes necesidades, impulsados por los pactos que
á éstas son anejos.
Por medio de la Revolución los pueblos han de reivindicar sus
derechos j»or si solos, emancipándose de todas las trabas y tute
las religiosas, políticas y so-ciales que les impiden entrar en la
tranquila y per-fecta posesión de esa patria que verdaderamente
po-demos llamar la prometida á los pueblos consc ientes y viri les
.
Los pueblos inconsc ientes lucharán en vano , hora por hora, en
la miseria y en el hambre, á pesar de llevar la razón y ser la
única fuerza, sin qne la patria de los privilegiados h a g a ni
pueda hacer otra cosa más sino esquilmarlos como vil ganado y l
le-varlos al degol ladero, como carne de cañón, en d e -fensa de
esos mismos priv i legios .
El Progreso y la Revolución han de concluir para s iempre con
tales infamias, y si no las c o n c l u -y e n es por dos cosas: ó
porque los pueblos no t ie-nen todavía formado el concepto revo
ucionario y de
progreso , ó bien que las revoluciones—así mal l l a -madas, y
esta es la verdadera causa—son iniciadas por los mismos privi
legiados ó los que aspiran al privi legio , por sus fines, y no
hacen de e las más que alharacas y entusiasmar á los pueblos con gr
i -tos y ridiculas manifestaciones para embrutecerlos y ponerlos
cada vez más distantes de lo que les per-tenece , perpetuando las
eternas causas de sus males , encubiertos con la máscara de una
libertad ficticia para el pueblo, real para el los .
Pero la verdadera Revolución se impone por la necesidad, á fin
de que libertad y patria sean bienes comunes , y esa es la que t
emen los propagandistas y corifeos de una Revolución de jarsa, que
no va á otra cosa encaminada que á sust ituir los amos y e s
-quilmadores de los pueblos
S in la Revolución verdad no hay derechos , no hay libertad, no
hay patria.
DEUDA SAGRADA
Prometimos en nuestro número anterior ocupar-nos con a lguna
extensión del varonil cuanto s i gn i -ficativo acto l levado á
cabo por nuestras compañe-ras de Cataluña, y h o y vamos á cumplir
nuestra pa-labra henchido de entus iasmo el corazón y con la
inmensa satisfacción que produce todo acto noble , grande, sublime,
determinado á contribuir al brillo y esplendor de una causa por
todos conceotos justa .
La importancia de es te hecho no puede ocultár-senos, como no se
le ocultará seguramente á todo el que saque un poco la cabeza del
saco de vicios e n que v ive .
Nuestras ideas y nuestras doctrinas han pene-trado
indudablemente en el hogar domést ico , pode-roso baluarte de donde
no e s posible desarraigarlas.
La mujer, ese ser envi lecido por las depravadas costumbres del
feudalismo laico y eclesiástico allá en la sombría noche de la Edad
Media;
La mujer, condenada al ostracismo, relegada á la condición de
cosa y sirviendo única y exc lus iva-mente como instrumento del
capricho ó máquina de reproducción, al calor de nuestras doctrinas,
á los arreboles de un nuevo sol de just ic ia , levántase re-suel
ta , apréstase á dignificarse y dignificar á esta sociedad
parricida que se v u e l v e contra su or igen;
Ella, ayer vendida, despreciada, esc lava del ha-rem, s iente en
su ser a lgo grande que no cabe en los moldes estrechos y ego ís
tas de una organización c u y a principal l ey es la explotación
inconsiderada é inhumana, la sangrienta explotación del hombre por
el hombre;
En una palabra: como miembro social y factor el m á s importante
de la humanidad, reclama el puesto que de derecho le corresponde, á
fin de poder ser hija que ayude á sus padres en la senec tud ,
compa-ñera que labre la felicidad del por su libérrima v o -luntad
e l eg ido , y madre que , libre de las incerti-dumbres del
porvenir y de la miseria que hoy la ro-dea, pueda criar y educar á
sus hijos de modo que sean iudividuos sanos , robustos física y
moralmen-te , y no esas criaturitas, deformes por lo pro longa-do y
rudo del trabajo durante el periodo de la pre-ñez, enc lenques y
anémicos por la ausencia de los cuidados maternos; que no puede
prestarlos por la precisión de acudir al taller ó por la falta de
medios, y desprovistos á mayor abundamiento de todo cuan-to const i
tuye la enseñanza más rudimentaria. Cria-turas errantes en esta
humanidad, que recorren la escala de la vida s in la más l igera
noción del por qué de todas las cosas que en el mundo ex i s t en
.
Estas han sido las ideas que en nosotros ha s u -gerido la
espontánea protesta de las compañeras de Cataluña, á la que
indudablemente seguirán las de otras localidades, y que por sí sola
bastaría á ani-marnos á recorrer esta interminable serie de
atro-pellos de que v e n i m o s s iendo objeto, con predilec-
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BANDERA SOCIAL
ción marcada, desde que con ánimo resuelto, y cues -te lo que
cueste , v inimos á defender los derechos de nuestros hermanos de
taller, y por ende de infor-tunio .
* * Pero aún tiene otro lado la protesta. Constante-
mente los satisfechos, los que comen á dos carrillos, entre
bocado y bocado suelen decirnos que nosotros somos enemigos de la
familia, salvajismo á todas lu-ces salvaje, que demuestra hasta qué
punto t ienen pervertido el buen sentido los que han encerrado la
facultad de pensar en la región estomacal.
Y ¿qué dirán ahora esos insensatos al ver que nuestras
compañeras, indignadas ante el incalifica-ble acto llevado á cabo
con una de los nuestros, se levantan á protestar, no tanto del
hogar doméstico allanado, como de la profauación del seno materno,
y se hacen solidarias del dolor inconmensurable qu6¡ sufrirla
aquella compañera á quien la violencia bru-j tal hacia expulsar el
feto á que daba albergue e a sus entrañas y vida con su vida?
¿Serán tan cínicos y lenguaraces que, después de este rasgo de
nuestras hermanas, esposas, ma-dres é hijas, aún se atrevan, como
la marica repeti-dora, á proferir tamaña herejía?
Desde luego puede asegurarse que sí, porque la insolencia
burgesa, en tanto tenga instrumentos que la defienda, no cejará ni
un ápice en sus per-versos instintos y cínica osadía.
No hemos de dejar la pluma sin felicitar con toda efusión y
cariño á las dignas compañeras de Cata-luña, asi como á todas las
que con el corazón ó con la pluma se hacen solidarias y l levan
parte en los suirimientüs (aúu uo ext inguidos; de la que fué v ic
-tima del atropello en cuest ión.
¡Adelante, pues, compañeras! Vuestro valioso concurso puede
anticipar m u -
chos años el ansiado momento de la emancipación social.
¡Ayudadnos, y antes de mucho habremos triunfado, y lejos de ser,
por vuestro estado de mi-seria, una carga pesada para vosotras el
niño que duerme en la cuna, será uu ángel á quien podréis besar cou
la inmensa satisfacción de que al crecer ocupará en la sociedad uu
sitio donde pueda ser li-bre, d igno y honrado!
LA LEY DE LA GRAVEDAD
Indudablemente en este país se ha perdido a lgo que no se
compra, se vende ni se alquila.
De otra suerte no se comprendo que un puñado de atrevidos, con
fama de estadistas, que en país medianamente organizado á duras
penas servirían )ara alcaldes de monterilla, j u e g u e n á
mansalva, se mrlen impunemente y fustiguen uno y otro dia el
rostro de ciudadanos honrados de todas clases , con-diciones,
edades y sexos .
Muchas veces se nos ha dicho que nuestras doc-trinas anarquistas
eran el caos , la confusión, el des-bordamiento; vamos, el fiel
reflejo de lo que es esta regióu eu tiempo de conservadores.
Pero á estas horas estamos seguros que muchos habrán enmendado
el entuerto y arrepentídose de haber dado asentimiento á tan
irracional asevera-ción.
Hasta ahora el s istema gobierno había servido, en manos de los
reaccionarios, para coartar las l i -bertades todas; pero no se
había convertido en red para cazar incautos . Era, si se quiere,
inquisitorial, pero serio, y todo el muudo sabia á qué
atenerse.
Decir que estaba Narvaez y los moderados en el poder, equivalía
á renunciar á escribir , á tener garantida la seguridad personal; y
el que, profesan-do ideas liberales, quena conservarse en lioertad,
ó tenia que callar sus opiniones, ó ir á predicarlas á otro
país.
Esto desde luego no era jus to ni lógico, pero al menos tenia la
ventaja de no envolver una política odiosa de doble fondo como la
que caracteriza á los actuales conquistadores de España.
Asi es que si alguien se hubiese acercado á pro-)oner á aquél
macareno moderado del espadón que mbiera establecido cierta
libertad de imprenta, e s
seguro que, como primer medida, le envía á Fil i-pinas.
Si se le hubiera hablado de derecho de reunión y de asücioción,
lo hubiera considerado un ultraje, y el atrevido lo habria pagado
caro.
Y lo mismo hubiera acontecido con el que hu-biera solicitado
profesar otra rel igión que la católica apostólica romana.
Pero estos conservadores, que t ienen una Cons-titución, s egún
la cual, todo español puede emitir, por medio de la imprenta; sus
ideas; reunirse para todos los fines morales humanos; profesar la
rel igión que más le cuadre, e tc . , e tc . , son tan insensatos
y
tan cínicos, que parece t ienen á gala atrepellar todo aquello
que se les confiara para que fueran sus cus -todios.
N i n g ú n gobierno, por atrevido ó descocado que haya sido, ha
osado llevar tan adelante la persecu-ción coutra la prensa de
Madrid y de provincias.
N unca como hoy se han visto las cárceles l lenas de
periodistas.
Jamás la seguridad individual ha estado menos segura que lo está
hoy .
Ni nunca, en fin, se enseñorearon de país a lguno tanta
perfidia, tanto engaño , tanto maquiave ismo como el de estos
últimos tiempos.
Este es un gobierno á quien no es posible des-acreditar, porque
él mismo hace cuanto puede por evitar este trabajo á los
extraños.
Compuesto de todas aquellas ramas que el otoño del decoro
hiciera caer al ^uelo, mustias y sin savia, arrastra una existencia
de perdonavidas, solamente comparable con esos tipos exagerados de
comedias andaluzas.
Corolario de esto, que, eu confianza, n i n g ú n con-servador
se atrevería á negar, que ellos no se paren en barras, y crean no
hay nada respetable aute su omnímodo poder, y atropellen leyes ,
derechos, pro-piedad; en fin, todo cuanto les v iene á mano, en
tanto cuenten con el apoyo material de una de las clases en que se
subdivide la sociedad.
Verdad es , que salvo esa clase, á quien cont ie -nen los
halagos ó respetos, no hay nadie que los pueda ver, y todo el
mundo, al despertarse, lo pri-mero que pregunta es , no si han
caído, sino si los huu enterrado ya; pero también es cierto qne á
el los, hasta ahora al meuos, el odio de todas las clases les ha
servido como el estiércol á los campos, y al pare-cer, s egún lo
fuerte que atrepellan, t ienen vida para a lgunas horas más.
Sin embargo, todo el mundo está convencido, los conservadores
inclusive, de que esto no se puede prolongar más, puesto que han l
legado al desiderá-t u m .
Abierto á sus pies el abismo, la ley de la grave -dad ha de
obligarles á buscar su centro.
Con gran satisfacción hemos recibido las entre-g a s 13 y 14 de
la Crónica de los Trabajadores de la Región Española.
Los pedidos, reclamaciones y cambios dc perió-dicos se harán al
editor J. Li. Bustamante, S. Nico-lás, 94, Alcoy.
* « «
Recomendamos-á los compañeros la suscripción á la Crónica, á fin
de poder sosteneresta publicación, cuya utilidad es innegable para
todos los federados. Los precios y condiciones los verán en s u
lugar co-rrespondiente.
Dice La Época: «Sí lodos los que tienen muchos hijos y pocos
zapatos, y mu-
chas bocas que tapar y poco pan para llenarlas salieran á la
calle pidiendo la caída del gobierno, no habría en España un
ministerio que durase veinticuatro horas.»
Y si la burgesía no fuera tan avara y cruel, no habría quien
anduviera desnudo, descalzo y sin c o -mer.
Ya lo saben nuestros compañeros; el dia que el mayor número de
explotados estemos unidos en es-trecho lazo, ne habrá posibihdad de
que el actual estado de cosas dure veinticuatro horas.
Esto dice la misma burgesia en su prensa.
De varios puntos de Cataluña, y especialmente de Tarrasa,
escriben á un periódico de esta localidad diciendo que van á
reanudarse en muchas fábricas los interrumpidos trabajos.
De todas veras nos alegramos que se reanuden. Pero nos
alegraríamos mucho más si se reanu-
daran en tan ventajosas condiciones como nosotros deseamos para
las c lases trabajadoras.
No peclimos más que lo jus to .
Símil electoral: Dias atrás trabóse una descomunal batalla en
la
montaña de Requesens entre una piara de cerdos y tres lobos.
Los cerdos salieron vencedores . N o nos extraña. ¡Son tantos y
tan val ientes los cerdos!
Ya no podrá negarse que hay obreros, que si no otra cosa,
demuestran ser hombres de buen humor.
Prueba al canto. La Asociación obrera de San Sebastián ha
decla-
rado al Sr. Moret padre adoptivo. ¡Padre adoptivo! Es bastante.
Ahora falta que el Sr. Moret, que es tan modesto
como oloroso, acepte la paternidad.
Y si no acepta, ya puestos los obreros de San S e -bastián, es
fácil le declaren tio adoptivo.
En c u y o caso, aquellos sentimentales trabajado-res serian
sobrinos del Sr. Moret, y primos todos.
Un delegado del gobernador ha cerrado el A t e -neo de la
Juventud de Linares.
Pero la cosa tiene remedio. Si quieren no verse en ese trance
otra vez, fun-
den una archicofradia ó una Froebel taurómaca c o -mo la de
Sevilla.
Eso es lo que priva en la España conservadora. Frailes y
toros.
Un canard (vulgo camelo en castellano) llaman en Francia á lo
qne hicieron en Madrid la noche del sábado los obligados del Sr.
Moret.
Estos recorrieron a lgunos templos de Baco y otros círculos
invitando á todos los que quisieran ir á esperar al dia s iguiente
, domingo, al Sr. Moret, con el aliciente de que se les
proporcionaría v e h í -culo.
Tu dixiste. Los aficionados á ir en pies ajenos vieron el cielo
abierto.
Así es que se llenaron todos los coches , ómnibus inclusive , y
se pusieron en marcha, atravesando todo Madrid tras del carruaje
que albergaba la inte-resante figura del exrepublicano,
exdemócrata, e x -presideute de San Vicente de Paul, etc . , etc
.
Parecía el dia del santo ó que había reo. Pero en el pecado
llevaron la penitencia, porque
una vez l legada la comitiva á la puerta del protec-tor in
parlmis de la clase obrera, los cocheros y la-cayos no se cuidaron
de sus señores accidentales y éstos tuvieron que desandar el camino
á pie.
Esto es: que el duelo se despidió á la puerta. Si después de
este ardid no le comisionan al s e -
ñor Moret para la adquisición de a lgún buque, d i g a n ustedes
que no hay Moleros en el mundo.
Porque ¡cuidado que es travieso el Sr. Moret!
Esto pica y a en castaño neocatólico. El mismo día que se
cantaba en Callar el Te
Deum por la desaparición del cólera, falleció un i n -dividuo de
esta enfermedad.
Al s iguiente dia otro. Nosotros no aseguramos que el Te Deum
sea
causa de estos fallecimientos; pero si creemos c o n -veniente
tomar las de Villarrecaudador de contribu-ciones mieutras dura la
fiesta.
Como preservativo.
Suma y s igue: En Belmente de Tajo (Madrid) se celebró el
martes G una fiesta á la Virgen en acción de g r a -cias por la
terminación de la epidemia y . . .
Al dia s igu iente , miércoles, hubo OCHO inva-siones y TRES
defunciones.
¿ i ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ 6 ¿
El Siglo Futuro dedica las s iguientes flores mís -ticas á su co
lega de sacristía La Unión:
«Vaciedades, insipiencias, malas y reprobadas artes, mentiras,
absurdos, repugaancia, asco, abuso de con-fianza, maniobra indigna,
estafa, medios Ilícitos é inde-centes, sucio, abyecto...»
Digan ustedes ahora: ¿no es un dolor que los tahoneros pasen
malas noches para estas g e n t e s que tan bien podían tomar la
ración en crudo?
Está en un error El Eco de los Peluqueros al atri-buirnos la
paternidad del reglamento presentado á discusión por la Sociedad de
oficiales peluqueros.
Conste e asi.
Esperamos los datos en definitiva para poder apreciar el
resultado de las e lecc iones en Francia.
El número de abstenciones ha sido grande, pues sólo en París ha
habido más de 160.000.
ADHESIONES Á L4 PROTFSTA DK I,AS .MACnKS DK FAMILIA.
Aunque alejadas del lugar del suceso, hasta nosotras ha llegado
también el eco angustioso de la madre atro-pellada, de la compañera
conducida al borde del sepul-cro por el sólo delito de haber unido
su suerte con la de un obrero.
Pero si infame ha sido e s te acto cometido por los en-cargados,
según dicen, de proteger la seguridad, grande ha .sido la
reprobación que ha encontrado e n todo cora-zón honrado, noble y
que abrigue sentimientos h u m a -nitarios.
Tenéis raz()n, compañeras de Cataluña; asociemos nuestros
esfuerzos para alcanzar el puesto que nos co-rresponde, á fin de
libertar á nuestros queridos hijos de la penosa é insoportable
situación á q u e la tradición l e s tiene relegados.
Si; rompamos con mano firme la cadena que los su-j e t a á la
esclavitud y eduquéinosles desde su infancia en el grandioso amor
de la hnmanidad, una, igual y libre.
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BANDERA SOCIAL
¡Viva la gran familia obrera del mundo! Tetuán de Cbamartín.—5
de Octubre de 1885. Juana Gamiz y Soldado.—Vicenta Ruiz.—Josefa
Abad.—Isabel Alvarez.—Angela Parrondo.—María Ma-rín.—Juana
Vargas.—María Calzada.—Catalina Nebre-ra.—Lopa Martínez.—Manuela
Rubio.—Victoria Rubio. —Dolores Ángulo.—Petra Ángulo.—Liboria
Ángulo.— Antonina Ángulo.—Josefa Romero.—Francisca Lugea. —Victoria
Ruiz.—Emilia Alvarez.—Saturnina Pérez.
T R I B U N A D E L T R A B A J O
UNIÓN DE CONSTRUCTORES DE CALZADO Y OFICIOS SÍMILES DE LA REGIÓN
ESPAÑOLA.
Extracto de los acuerdos tomados por el cuarto Con-greso de la
L'nión celebrado en Barcelona los días 30, 31 de Julio y 1." de
Agosto.
Acuerdos por temas que tomó el Congreso.
1." Aprobó las actas de los delegados zapateros de Barcelona,
Valencia, Valladolid, Sitges y la del dele-gado de la Cnión; el
Congreso acuerda anular el acta de delegación enviada por la
Sección de Zapateros de Reus, por carecer de sello y encontrarle
uua forma más bien individual que colectiva.
2.'' Se dieron lectura de ocho felicitaciones de dis-tintas
colectividades, acordando devolverles el fraternal saludo que
dirigen al Congreso.
3." Por unanimidad se aprueba la Memoria del Con-sejo de la
Unión.
4." Por unanimidad fueron aprobadas. 5." Por unanimidad fué
aprobada. 6." El Congreso acuerda que el Consejo de la Unión
resida en Barcelona, eligiendo á la Sección de Zapateros de la
misma localidad para la formación del mismo.
7." El Congreso acuerda que en la fecha y punto que se tenga de
celebrar el Regional, el Consejo comunica-rá si están conformes las
Secciones de la Unión se cele-bre nuestro Congreso. Las Secciones
que no estén con-formes que se celebre en el punto del Regional
propon-drán en la localidad y fecha que estimen, para de ese modo
pasar el escrutinio al Consejo y convocarlo en donde haya resultado
mayoría de votos.
8." El Congreso acuerda redactar un manifiesto-lla-mamiento, en
nombre de los delegados, y que el Conse-jo dirija una circular á
todos los Consejos Locales para (lue bagan esfuerzos para organizar
Secciones de esta Unión en atención á la decadencia que ha
sufrido.
9." El Congreso por unanimidad acuerda rijan los mismos
aprobados por el de Valencia en el 83, modifi-cando lo referente á
las Secciones símiles á esta Unión que pueden formar parte de
ella.
10. El Congreso no ve otro medio, dado el estado eco-nómico que
atraviesa la Unión, que se publiquen en forma de folleto en alguno
de los periódicos anárquicos de la Región, en las condiciones que
la Unión acepte.
11. El Congreso acuerda que la Unión se adhiera á la proposición
del de Sustancias Alimenticias sobre la celebración de un Congreso
de un delegado de cada Unión, á fin de conciliar unas bases de
resistencia para hacer frente al capital monopolizador, sin que
ninguna de las Secciones tenga que abdicar un ápice de sus
prin-cipios. '
El Congreso presenta como tema de la orden del día, caso de
aprobarse por la Unión, esta proposición: «¿Es conveniente que á
pesar de las diferentes escuelas que nos dividen, formemos una sola
Unión para la resisten-cia?» En Cuso afirmativo, formación de unas
bases só-lidas que no atropellen á las Secciones en sus creencias
socialistas y conserven ua lazo fraternal de Unión para hacer
frente al capital.
En el Congreso en medio del mayor entusiasmo, hi-cieron uso de
la palabra la mayoría de los delegados, en-caminándose todos ellos
á los deseos de que la Unión se desarrolle, por ser la fuente de
nuestra emancipación, prometiendo todos emprender una activa
propaganda á este fin y á los de los principios.
Antes de dar por terminadas sus tareas, el Congreso acuerda
saludar fraternalmnete á todos los proletarios de ambos mundos;
saluda cariñosamente á los que por defender los grandes principios
de Anarquía, Federación y Colectivismo sufren encarcelaciones ó
presidios.
Asimismo tributa un imperecedero recuerdo á todos los que por
igual causa sucumbieron en manos del ver-dugo.
Saluda á toda la prensa anarquista de ambos mundos. Al grito de
¡Viva la Federición de los Trabajadores!
se dan por terminadas las tareas del Congreso. España 1." de
Agosto de 1885.
Desde este número comenzamos la inserción de los acuerdos
tomados en el último Congreso de nuestra Federación celebrado en
Barcelona, y que han sido pu-blicados en la Crónica de los
Trabajadores:
MANIFIESTO Á TODOS LOS TRABAJADORES DR LA REGIÓN ES-PAÑOLA, F.N
PARTICULAR, V Á LOS DE AMBOS MUNDOS EN GENERAL.
Hermanos de infortunio, salud:
Incansables en la propaganda anárquico colectivis-ta, en
estudiar los diferentes problemas que para la per-fectibilidad de
la Sociedad del porvenir nos hace falta, y en poner de nuestra
parte cuanto posible sea, como asimismo sacrificarnos en aras de la
emancipación para ir remediando nuestros males de hoy por cuantos
ms-dios estén á nuestro alcance, faltaríamos al más sagra-do de los
deberes, al de la Fraternidad, si no os dirigié-ramos nuestra voz
amiga y un cariñoso abrazo, una vez
que cual nosotros^ los delegados, sois víctimas constan-tes de
la explotación del hombre por el hombre.
Desde la ciudad que un día fué víctima de refinadí-simo
despotismo y con su sangre generosa en 18Jo pro-bó la necesidad de
luchar por la emancipación del pen-samiento; desde esa dest-uctora
de la Bastilla española llamada Cindadela, edificio que aún parece
acusar los horribles crímenes que en su recinto"se efectuaron, y en
fin, desde la misma población en que nació la Fede-ración de
trabajadores, de glorioso recuerdo, nos dirigi-mos á todos en
demanda de Unión y Solidaridad, como lo hicimos desde la hermosa
Sevilla eu 1882 y desde la perla que en su seno guarda el Turia:
Valencia.
Hoy que la sociedad descansa en cimientos carcomi-dos y que la
variedad en el turno de los gobiernos es constante, hemos
reconocido una vez más que la vida de las asociaciones, su
desarrollo y autonomía, tenían que adaptarse, por necesidad, á la
influencia de las cir-cunstancias si querían conservar vigorosas su
autono-mía y ponerse á largo alcance de sus continuos
perse-guidores, que no son otros que los enemigos del Pro-greso. Y
porque tal afirmación hacemos, hemos acor-dado derogar el acuerdo
4." del Congreso IV de la Fede-ración de Trabajadores, conocido por
Regional Extraor-dinario, considerando que, hoy más que nunca, nos
hace falta luchar aun viviendo en el estrechísimo y íiasta
fan-tástico círculo de libertad que conceden las diferentes leyes
que, legisladores no nombrados por el pueblo y códigos no
sancionados por él, nos tienen o])riinidosé impiden trabajar con
desenvolvimiento en pro de la más justa de las causas: la
emancipación económico-social del proletariado.
La historia de nuestra Federación Regional desde 1881 hasta el
presente, ya pasando por aquella fantasía horrible que en su mente
forjó la burgesía con el nom-bre de Mano negra, y á cuya sombra
persiguió injusta-mente á nuestros hermanos de Andalucía, ya por
las grandes luchus que contra el capital se iniciaron en Má-laga,
Sevilla, Sabadell, Reus, Valladolid, Madrid, Fede-ración Papelera,
Barcelona, etc., como asiniisino por las luchas intestinas, que con
dolor confesamos exis-tían y con satitfacción anunciamos han
terminado en nuestro Congreso, nos ha demostrado la necesidad de
cambiar las diferentes impresiones de los trabajadores para venir á
un acuerdo común y reformar por comple-to los Estatutos, á fin de
que aparezca lleno de bondad, y s i n un leve ataque á la autonomía
individual y colec-tiva, el principio anárquico, pues de lo
contrario dejaría de ser lo que definido se halla por la moderna
Filosofía.
De nuevo, pues, hemos enarbolado la bandera de Anarquía,
Federación y Colectivismo, en nombre de las Federaciones y
Secciones de la Región Española; de nuevo es pública, como tal
organización, la Federa-ción Regional de los Trabajadores.
Hemos descentralizado la administración de nuestras Comisiones
Comarcales, quitado las facultades que se concedían á la C.
Federal, á fin de evitar toda sombra de parcialidad], y hemos
procurado resolver cuantas cuestiones se nos han presentado, de
modo que queden muertas toda clase de divisiones dentro de nuestra
que-rida Federación.
Así es que hemos acordado que el Congreso vería con gusto que
las Federacione.s de la Comarca de Casti-lla la Nueva zanjaran sus
diferencias por medio de un amplio Congreso Comarcal, habiéndose ya
dado un fra-ternal abrazo los delegados del actual Congreso y los
que concurrieron á Madrid, quedando así definitiva-mente zanjadas
toda clase de diferencias.
Asimismo declara el Congreso que la Federación es partidaria de
la unión entre todas las escuelas socialis-tas por medio de las
uniones de oficios eu la lucha con-tra el capital y el principio de
autoridad, sin que se en-tienda por esto que abdiquemos ni uu ápice
de nuestros principios.
En lo referente á nuestros sacrosantos principios, el Congre.so
se ha pronunciado de una manera categórica al tratar del mandato
imperativo que darse debia á los delegados de la Región al Congreso
Cosmopolita. Los principios de Anarquía, Federación y Colectivismo
han sido sancionados y reconocidos de nuevo como bases de la
próxima Revolución Social, y sí bien se ha acordado seguir una
conducta de atracción, ha sido única y ex-clusivamente con objeto
de estrechar los lazos que unir-nos deben á los desheredados de
otras regiones, que parten de la base esencial de la abolición de
la autori-dad, si bien algunas se diferencian eu la resolución del
problema económico.
La línea de conducta expansiva y fraternal que he-mos seguido al
tratarse de la organización interior de la Federación de los
Trabajadores de la Región Españo-la, la hemos observado también al
tratarse de las demás Regiones, esperando será pronto un hecho la
unión fra-ternal de todos los anarquistas de ambos mundos.
No creáis, empero, que hayamos abdicado un ápice de nuestros
principios ni de nuestra línea de conducta. Hemos, si, afirmado
que, en vista de la autonomía, del distinto temperamento y de las
aspiraciones distintas de las diferentes regiones, podíamos
reconocer como á hermanos y trabajar de común acuerdo con todos
aqué-llos que, partiendo de la anarquía, aspiraban á implan-tar
dentro de su organización principios más ó menos variados, como
variados son los caracteres de las dis-tintas razas, variadas las
condiciones de las diferentes regiones, variadas, en fin, todas las
manifestaciones de la Naturaleza.
Compañeros: Las luchas contra el capital explotador, lejos de
haber terminado, están aún en sus principios. Es preciso oponer á
la organización ficticia y egoísta de los explotadores, la
organización poderosa, verdadera y fraternal de los trabajadores.
Si la balanza parece incli-narse aún del lado de la injusticia, es
porque la socie-
dad está encerrada dentro de un circulo vicioso, que nosotros, y
sólo nosotros, podemos romper. De entre las mismas masas
proletarias, que por razón natural de-bieran encontrarse á nuestro
lado, saca la sociedad ca-pitalista los elementos de defensa en que
escudarse pue-dan su avidez y coba-día. La religión, la patria, la
dis-ciplina, conceptos imaginarios todos, pero hábilmente
explotados por los explotadores de sangre humana, em-piezan ya á
derrumbarse como se derrumban los edifi-cios que descansan sobre
cimiento falso el día en que tienen que resistir á los primeros
embates de la intem-perie y de los vientos.
Así, pues, y para que la victoria sea más rápida y brillante,
conviene en gran manera proseguir, fomen-tar y engrandecer nuestra
importante organización, y proseguir la propaganda moral y material
de nuestros salviidores principios. En el taller como en el campo,
en el hogar de la familia como en el seno de la amistad, propa.^ad
entre vuestros hermanos de infortunio las ideas científico
económicas que nos han de redimir.
Macedles comprender á los vacilantes q le el prin-cipio de
autoridad es la base de toda injusticia, el punto de apoyo de la
explotadora palanca del capital, el manto oscuro con que se embozan
las religiones, el elemento defensor del uiilitarisuio, a la vez
que el militarismo es también su único defensor; y á renglón
seguido, cuando se hayan convencido de que esa autoridad es la
serpien-te boa enroscada al cuerpo social, demostradles que la
anarquía es la antítesis del priucii)io autoritario y el único
pararrayo capaz de descargar la nube de plomo que, cual pesada
losa, recubre las podredumbres del ca-dáver sociaL
Empapaos vosotros mismos en los fundamentos del colectivismo, de
ese gran principio económico, único que armoniza la equidad con la
iniciativa individual y la producción con el usufructo
correspondiente á cada productor. Cobremos ánimo al considerar ([ue
la cien-cía, que nunca se equivoca, está por nuestra parte; y tanto
es así, que la manifestación más potente de las ciencias, la
invención de la maquinaria, no hace má.i que empeorar la situación
de la inmensa mayoría de la humanidad, siendo asi que lo que
debiera ser descanso y progreso real sólo nos trae retroceso
aparente y mi-seria efectiva.
A la organización, pues, proletarios, y que sea ésta tan potente
que á su empuje no puedan resistir las car-comidas instituciones
que rigen en la sociedad y nos ahogan.
Procuremos que al celebrarse el próximo Congreso resulten
triplicadas nuestras fuerzas y nos presentemos con la armonía que
ha sido una de las más importantes obras del actual Congreso.
El Congreso al terminar sus tareas acuerda dirigir un fraternal
saludo á todos los que sufren persecucio-nes p or su grande amor á
los principios de Anarquía, Federación y Colectivismo y un cariñoso
recuerdo á to-dos los que han sucumbido en defensa de la Revolución
Social.
Salud, Federación, Anarquía y Colectivismo. España, 1885. En
nuestros próximos números publicaremos los
acuerdos del Congreso.
CARTA TERCERA
A ros OBREROS DE LA INDUSTRIA CORCHERA
Compañeros proletarios: Por lo extenso de la carta segunda que
hemos tenido ocasión de dirigiros, no pu-dimos incluir estos datos
que creemos deber nuestro hacerlos constar, por los excéntrico,
pero visible y lato, que por lo ya generalizado no los damos
importancia.
Con referencia á los taponeros sucede la particula-ridad de que
como cada clase de cuadrados, clasificados á gusto y conveniencia
de los burgeses, por los cuadra-dores tiene señalado, aunque no
haya tarifa entre due-ños y operarios, el precio de elaboración, y
cuanto más inferiores, más barato se elaboran; sucede, repetimos,
que al precio de las inferiores, otras superiores del mis-mo
calibre, viniendo expresamente así de los cuadrado- \ res ó después
de clasificados los cuadrados, mezclan las dos clases para poder
explotar uno ó más reales por cada mil á los obreros. }
Resulta de esto que taponeros ha habido en diferen- i tes
ocasiones que han abandonado su colocación por no , avenirse á esta
especulación del burgés ó á la de querer valorar la elaboración á
precio más bajo del de la ma-yoría de las demás fábricas de la
localidad; habiéndose visto, sino todos, algunos de ellos, sin
colocación, ya por escasez de trabajo, ya porque los demás
fabricantes le miran con diferente aspecto, si ha sucedido la
resis-tencia de los obreros en la fábrica de un expedidor, que con
preferencia le compre sus mercancías, ó en fin, si los obreros
solicitan colocación á los demás expedidores, por el pacto que
pueden tener, ó se cree tienen según pruebas que indudablemente
inducen á ello; que dando, no obstante, las vacantes ocupadas por
otros que menos afortunados trabajasen en peor especulación ó que
es-tuviesen sin trabajo.
¿No sabéis de qué depende esto, compañeros? Pues de pende de que
trabajamos ó estamos obligados á trabajar demasiado; el trabajo
supera al consumo; y siempre, ín-terin no se adopte una reforma,
pero muy radical, par-ticularmente en los taponeros, sucederá lo
que hasta ahora, si no peor.
Otra cosa sucede y es que los burgeses, salvamos la excepción de
la regla, se encargan de los jóvenes salidos del aprendizaje
explotándoles un par de realejos de los precios corrientes de
manufactura.
Pues deberíais saber, compañeros, que consintiendo tamañas
felonías no nos hacemos en manera alguna
-
BANDERA SOCIAL
acreedores 4 lo que nos corresponde, porque si, por ejem-plo,
trabajamos por diez reales y hacemos el trabajo que á este valor se
da, ¿por qué deben darnos ocho? Esto es lo mismo que lo que hacen
con los jóvenes taponeros: los burgeses los consideran aptos para
hacer tapones, no in-ferimos la clase, porciue si no fuesen aptos
no los que-rrían de ninguna manera; les admiten y en cambio les
explotan dos ó más reales más que á los otros.
Aquí hacemos punto final de lo que á los taponeros se refiere;
poco extensos seremos para las demás seccio-nes de la industria,
pues como no trabajan á destajo, no hay tantos obstáculos que se
opongan á su regularidad en el orden de su pertenencia.
De los cuadradores y los escogedores debemos decir en pro de los
burgeses que la mayor parte no ocupan aposentos tan incómodos como
los taponeros, de lo que encontramos fácilmente la lógica, y al
mismo tiempo comprensible de momento. Sí tienen más comodidad en
los locales, también la tienen en la preparación de la materia
elaborable, y se comprende el objeto, y es que, como tienen el
salario fijado, cuanto más bien prepara-do esté, más elaboración
produce el operario, todo lo que resulta en provecho del patrono.
Alegan el precio reducido que trabajan en vista de los
imprescindibles gastos para guardar la existencia, añadiendo á los
pri-meros, ó sean los cuadradores, la compra de las herra-mientas
de trabajo, que son de vistoso valor, para lo que sin duda ganan
aproximadameníe un real más dia-rio que los escogedores, de cuyas
clases de operarios so-bran infinitos, lo que hace, cuando más
cuando menos, haya que carecer de trabajo, y por lo tanto de
pan.
¡Ojalá los taponeros quisieran aprestarse á abando-nar el
trabajo á destajo, germen de miserias y quebran-tos, simplificando
así la manera de poner cOto á tanta ambición y mutilamiento de que
somos víctimas!
Lo que produce las crisis no es otra cosa que el de-masiado
trabajo que forzosamente debemos hacer para acudir, si podemos aún
así, á los compromisos que la honradez y buena educación nos
imponen, pese á quien pese.
De los raspadores y peones debemos decir que su tra-bajo es el
más pesado de la industria: los primeros por su particular posición
corporal, y los últimos por estar destinados al trasporte de los
bultos, ya de tapones, cua-drados ó de corcho, y también es muy
poco retribuido, pues aunque no necesitan inteligencia para conocer
la materia del corcho, en cambio necesitan fuerzas muscu-lares que
no deben ser despreciables por ningún con-cei)to, y no obstante,
regularmente son los que cobran más bajo salario.
Hemos concluido esta breve reseña del estado del trabajo y
condiciones higiénicas de la industria, y aun-que breve ha sido,
por los datos que hemos omitido que se podrían recopilar, con
objeto de que consideramos que en las columnas de un periódico,
mayormente sien-do semanal, sería abusar querer resumir todos los
datos precarios más insignificantes de los que dejamos anota-dos, y
al mismo tiempo que damos las más expresivas gracias al Consejo de
Redacción por su benevolencia, tal vez caeríamos en ridículo de
nuestros compañeros por abusar de su amabilidad de leernos si
fuéramos dema-siado extensos de correspondencias, como deberíamos
efectuar, á los cuales pedimos nos dispensen igualmen-te sí somos
impertinentes, pero el estado de la clase y del trabajo, lo que el
caso requiere, y nuestro anhelo, nos instan á ello.
{Continuará.)
El Comité de la Sección de Fundidores y ModeüstaaÉ de Madrid
presenta las cuentas siguientes á todos loa| compañeros de la
misma: i
Pagetaa. j
Existencia en caja en fin del aflo 1884 173'25 Ingresos desde
1." de Enero de 188.^ hasta fln de Sep-
tiembre del inismo año 108'35
Suma 281'60
GASTOS
Por socorro á dos compañeros para trasladarse 6. otra localidad
en busca de trabaio 48
Por gastos ocasionados durante el mismo tiempo por varios
conceptos 78'90
Suma 126'90
Importan los ingresos 281'60 Ídem los gastos 126'90
Exiitenáa en caja hasta último de Septiembre.. 154' 70 Intereses
vencidos á favor de esta Sección 58
Esto es lo que este Comité pone en conocimiento de| todos los
interesados para su satisfacción, y advir-tiendo á los compañeros
que pueden revisar los libroá de contaduría, que se hallan en el
local social, siempre que lo estimen conveniente.
Madrid 1." de Octubre de 1885.—Por A. del C — ^ |
Secretario.
R E V I S T A I i N T E R N A C I O N A L
ALEMANIA Uno de los anarquistas complicados en el proceso de
Reinsdorf, el compañero Helzhauer, ha sido encontradq cadáver en
su celda. I
Aunque se aparenta que se ha suicidado, hay indi-cios vehementes
y sospechas fundadas de que su muer-te ha sido causada por los
malos tratamientos de que era objeto por parte de los
carceleros.
A U S T R I A Durante la noche del 21 de Septiembre fueron
distri-
buidas en la ciudad de Reichenleerg gran número de proclamas
anarquistas.
IRLANDA Nuestros compañeros no sabrán seguramente lo que
es una eviccidu, pero sí les anticipamos que es una me-dida
tomada por la colonizadora Inglaterra contra los colonos
irlandeses, ya irán figurándose que es un cri-men social.
Al efecto, citaremos un pasaje de la. ohra, Nacionali-zación del
suelo, en la cual Mr. Wallaee la describe con su colorido natural y
todos sus tan horrorosos cuanto vergonzosos detalles.
Hele aquí: «Para el campesino irlandés la evicción equivale á
una
sentencia de muerte. (Evicción en Irlanda es parecida al
desahucio de nuestroscaseros.)
»Un testigo ocular, hombre por todos conceptos res-petable, nos
ha referido últimamente el relato de una de esas ejecuciones en el
condado de Ulster.
)>Era—dice—una evicción cruel y bárbara que hace aún brotar
sangre á mi corazón cuando la recuerdo.
»En un solo dia setecientas criaturas humanas fue-ron arrancadas
de sus hogares y abandonadas sin re-cursos á los caprichos de la
fortuna.
«Uno solo de aquellos desgraciados se había retra-sado en el
pago de su arrendamiento.
»Los agentes encargados de extender el fuego y de-moler las
casas de estos honrados y laboriosos obreros, trabajaron
vigorosamente hasta la caída de la tarde en esta infame y horrible
tarea.
»Comenzabaá oscurecer cuando undoloroso incidente vino á turbar
aquella obra de destrucción. Las dos úni-cas casas que quedaban en
pie estaban infestadas por el tifus, que se había cebado en todos
sus habitantes. Su- | pilcaron al jefe respetara aquellas dos
chozas, mejor que casas. Pero éste fué inexorable y dió órdenes
para que la destrucción siguiera su curso.
))Las chozas fueron destruidas sin piedad de aquellosj infelices
que en el interior se agitaban en lechos de paja, presa de horrible
fiebre. ¡
))La lluvia helada que en aquella época del año cae' á torrentes
durante semanas enteras estuvo calando ¡ toda la noche á aquellos
infelices enfermos sin abrigo. ¡
»Yo les visité á la mañana siguiente, á fin de llevar-les
algunos recursos y palabras de consuelo. El aspecto de aquellos
hombres, mujeres y niños, que salían de entre los escombros de sus
chozas, tiritando de frío, de miseria y de enfermedad, presentaba
el cuadro más des-garrador que es dable imaginar.
«Parece increíble: los propietarios de los alrededo-res habian
prohibido á sus locatarios, con fuertes ame-nazas, que recogiesen ó
abrigasen, siquiera una noche, á uno solo de aquellos infortunados
seres.
"¡Qué situación la de aquellos infelices! "Arrancados sin piedad
de sus hogares, veíanse en la
imposibilidad de emigrar por falta de recursos, y en el suelo
natal todo se volvía contra ellos.
«Así, después de haber luchado en vano contra las privaciones y
las enfermedades, debían fatal y necesa-riamente llegar á la más
negra miseria, al workhouse y después á la muerte...»
No puede darse mayor crueldad. Comparada la hiena con la
burgesia, es un animal dócil y manso.
« « Hace pocos dias algunas mujeres irlandesas arroja-
ron gran cantidad de agua hirviendo sobre los delega-dos de
policía que acababan de cometer un atentado de evicción, en el
momento en que éstos pasaban por de-bajo de un puente.
M O V I M I E N T O O B R E R O
Alcalá de los Gazules.—Los compañeros de esta l o -calidad
protestan enérgicamente contra el atropello de que ha sido víctima
la esposa del compañero donde re-sidían los Consejos de Redacción y
Administración de nuestro Semanario.
También nos encargan hagamos pública su protesta contra la
guerra.
Granada.—Hubiéramos aún tardado algunos días en escribiros, nos
dicen de esta ciudad, si no hubiésemos leído el artículo que con el
epígrafe Atropello Inaudito publicáis en nuestro querido Semanario;
su lectura nos ha causado vergüenza é indignación, como no habrá
podido menos de sucederle á todo el que tenga sangre en el
cuerpo.
Ya que por ahora no se puede más que protestar de palabra,
nosotros formulamos la más enérgica de las protestas.
¡Hay de ellos el día de la emancipación del paria del siglo
xix!
¿Qué fruto debe recoger quien como ellos no siem-bran más que
odio y llanto por todas partes?
Un saludo al compañero ofendido en la persona de su compañera, y
á ésta le desamos un feliz restableci-miento.
/. l. Fonts.—EA oficio de papeleros de este punto está pasando
una dolorosa crisis de trabajo, pues las fábricas, ó están
cerradas, ó sólo trabajan medio jornal por semana los obreros de
ellas.
La fábrica de la «Sabastiana», de tejidos é hilados de algodón,
parece que empezará muy en breve á fun-cionar, ocupándose por lo
tanto bastantes obreros.
Olot.—La Federación local de este pueblo ha orga-nizado en la
localidad de Ambas y sus contornos una Sección de albañiles.
¡Bien por la Federación local de Olot! Valladolid.—Por la prensa
burgesa tuvimos cono-
cimiento, nos dicen de este punto, del atropello de que ha sido
objeto el local de vuestra administración, y la verdad, nos costaba
trabajo creer un hecho tan grave; pero al verlo confirmado en
nuestro apreciable Sema-nario, nos causó gran indignación á todos
los compa-ñeros de esta Federación local, y por lo tanto
protesta-mos de tan grave suceso.
Consolar á la compañera é hijos, que bien lo necesi-tan, y
manifestarla la adhesión de sentimiento de todos los
compañeros.
BFEMÉRÍDES'^E'LA SEMANA
11 Domingo, 1492.—Los tripulantes que mandaba Colón se sublevan
y creen ilusorio ei Nuevo Mundo.
12 Lunes, 1492.—Descubrimiento de América por el invicto
Cristóbal Colón.
13 Martes, 1.572.—Invención del microscopio por el eminente
holandés Joseu.
14 Miércoles, 1803.—Nace el honrado y consecuente republicano
José María Orense.
15 Jueves, 1760.—Establéoese en Barcelona la pri-mera prensa
litográfica.
16 Viernes, 1793.—La orgullosa reina María Anto-nieta es
guillotinada en París.
17 Sábado.—Nace Saint-Simón, célebre socialista francés.
S E C C I Ó N D E A N U N C I O S
CUADERNOS DEL
CERT^MEIS- SOCIALISTA C E L E B R A D O E N R E U S
SOCIEDAD CENTRO DE AMIGOS.—Convencidas las Jun-tas y Comisiones
de esta Sociedad de la dificultad en que se hallan la mayor parte
de los obreros de poder adquirir de una sola vez el libro del
pí-imer Cer Amen Socialista, ha resuelto publicarlo poi cuadernos
de 64 páginas, al precio de 30 céntimos de peseta cada
cua-derno.
La publicación se hará en periodos regulares de 15 Ó más días,
al objeto de que se halle al alcance de to-dos los obreros.
Los pedidos pueden dirigirse en Reus al Centro de Amigos, Plaza
Castillejos; en Igualada, redacción de la Federación Igualadina; en
Sabadell, redacción de Los Desheredados; en Barcelona, á E.
Canibell, calle del Bou de la Plaza Nueva, 13, 4.", acompañando
siempre el importe de uno ó más cuadernos.
Á L O S J Ó V E N E S Este interesante folleto, escrito por
Pedro Krapotkine y
traducido de la segunda edición por Esteban Leprice, se vende al
precio de 10 céntimos ejemplar, y paquete de 25 ejempla-res, 2
pesetas.
Los pedidos pueden hacerse á nombre de Vicente Perales Reynaud,
placeta de San José, núm. 5, Granada, ó á la admi-nistración de
este Semanario.
BIBLIOTECA OEL ¡VERÁN USTEDES!
Á L O S H I J O S D E L P U E B L O VERSOS SOCIALISTAS
POB
F . S A L A Z A R Y T O M Á S C A M A C H O
con un prólogo de
E R N E S T O A L V A R E Z y un epilogo de
ALEJANDRO SAWA Para esta obra, que se halla próxima á aparecer,
se
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las siguientes condiciones:
Los pedidos que se hagan por conducto del ¡ Verán Ustedes\ Las
Dominicales del Libre Pensamiento y la
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.58 céntimos de pesetas.
Todo pedido de 25 ejemplares tendrá un descuento del 25 por
100.
Para el público, una peseta.
LOS DESHEREDADOS Se publica todos los sábados.—Redacción y
Adminis-
tración, calle del Jardín, núm. 44, Sabadell. Precios de
suscrición.—Sabadell, un mes, 2 reales,
demás provincias, trimestr», 7; extranjero, 10; pago
adelantado.
M A D R I D IMPRENTA DK FERNANDO CAO Y DOMINGO DK VAL
Pliteriade Martínez, núm. 1