http://www.bicentenariodeindependenciahonduras.hn COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA DE HONDURAS <<La independencia absoluta es nuestro primer derecho y el fundamento de los demás>> Un camino de esperanza CÉSAR ENRIQUE LAINEZ CRUZ La pobreza y desigualdad que invade los países latinoamericanos desde hace varias décadas generadas por la corrupción, desinterés e indiferencia; sumado a esto, los partidos políticos que luchan por llegar o mantenerse en el poder ejecutan acciones que fomentan discrepancias y polarización en toda una sociedad sedienta de salud, trabajo progreso y justicia. Ver más Calle La Fuente, hacia La Leona En estos momentos… Sí, hay razón para celebrar JUAN RAMÓN MARTÍNEZ Más de alguno, dirá que no tenemos nada que celebrar. Y que las iniciativas en las que me he involucrado voluntariamente, en mi condición de Director de la Academia Hondureña de la Lengua para conmemorar el Bicentenario, no tiene sentido. Como conozco el pesimismo negativo de las generaciones más jóvenes y menos comprometidas con el conocimiento de la Historia Nacional, algunas navegando en las aguas de la amargura, estoy obligado a explicar, tanto mi involucramiento como las razones para las celebraciones que pensamos efectuar. En lo personal, lo hice porque nadie más asumió la dirección de una iniciativa en que, una vez salido del gobierno Jorge Ramón Hernández Alcerro, quedó sin líder y sin dirección. Animado por Ernesto Gálvez, mi alumno favorito como lo llamo, sociólogo y teólogo originario de San Antonio del Norte, hace dos años, empecé a trabajar para que Honduras, no desaprovechara una fecha que, en lo personal, creo servirá para hacer un ajuste de cuentas, revisando lo que hemos hecho bien para replicarlo y lo que hemos hecho mal, para no repetirlo nunca jamás, porque por más que lo negamos, son la causa del atraso colectivo que sufrimos como pueblo y como nación, políticamente organizada. Creo obligado, aclarar que la celebración del Bicentenario de la Independencia, no es una iniciativa gubernamental, sino que del pueblo hondureño. Los gobernantes, nacionales, Departamentales y municipales, participan en su calidad de servidores de la ciudadanía. Porque esta, como lo señala el acta de independencia, es una celebración de los pueblos de Honduras. Por ello es que las primeras iniciativas – una de ellas fallida, absolutamente y la otra a la espera – las efectué con los líderes del sector privado. Visité a José Azcona hijo, para solicitarle que me ayudara a identificar un local para instalar el equipo inicial. Me ofreció que me llamaría, cosa que nunca ha hecho. Posiblemente por sus múltiples intereses económicos o por desconocimiento histórico del país en que, su padre fue un honrado gobernante. Federico Rosa me ha contado, al respecto de este desconocimiento, que, en las escuelas bilingües hondureñas, la historia de nuestro país, cabe en diez páginas. En tanto que la de Estados Unidos, “hay que enfrentarse a libros de más de 600 hojas, donde están los mínimos detalles” de la construcción de la gran nación del norte, ahora apenada por un gobernante estrafalario e irreverente. La otra explicación es que, como lo he dicho, es una conmemoración incluyente. Como escribía Céleo Arias, es para todas “las virtudes y talentos”, que tienen un espacio generoso dentro de sus actividades. Y que, en vez de originarse en Tegucigalpa, lo hemos diseñado para que sea en el municipio, en donde se originen las iniciativas y se tomen las decisiones locales y, que, además, se propongan sugerencias a cumplir en el departamento y en la República. Este es un concepto que irá a contracorriente de las tesis gubernamentales que se manejan actualmente, muy influidas por consideraciones centralistas, y, además, sé que se contrapondrán con los sentimientos que, desde Tegucigalpa, manejarán los políticos en campaña, disputando el favor de los electores para lograr el dominio del poder público. Es decir que mientras los políticos en campaña, se diferenciaran y se descalificaran, nosotros desde abajo y con el apoyo de las mejores voluntades –que las hay y en mayor proporción que lo que imaginamos– lucharemos por la unidad nacional, por la sana participación pública en la reconstrucción de la memoria histórica local y nacional, al tiempo que imaginamos las líneas maestras de lo que podría ser en el futuro, el sueño colectivo con el cual construir una Honduras, sin desigualdades, sin exclusiones, dirigida por los mejores y más honrados, trabajando no por su beneficio personal o para darle gusto a sus egolatrías personales, sino para hacer juntos una nación respetada por la comunidad internacional. A la cual buscaremos, para que nos estrechemos la mano, para construir el futuro, sin exigencias ofensivas o descalificaciones. Tan solo, en el ánimo de buscar un mundo mejor, en donde dejaremos de andar con la mano extendida pidiendo favores y en la que, desde adentro y afuera, todos nos consagraremos a honrarla, rechazando el relato de la descalificación y la deshonra. El bicentenario, es una oportunidad, para ver el futuro. Y darle un nuevo rumbo a Honduras. EL BICENTENARIO AÑO 1 Tegucigalpa, Honduras, 15 de Febrero del 2021 N° 1
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AÑO 1 Tegucigalpa, Honduras, 15 de Febrero del 2021 N° 1
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http://www.bicentenariodeindependenciahonduras.hn
COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA DE HONDURAS
<<La independencia absoluta es nuestro primer derecho y el
fundamento de los demás>>
Un camino de
esperanza
CÉSAR ENRIQUE LAINEZ CRUZ
La pobreza y desigualdad que invade los países
latinoamericanos desde hace varias décadas
generadas por la corrupción, desinterés e
indiferencia; sumado a esto, los partidos políticos
que luchan por llegar o mantenerse en el poder
ejecutan acciones que fomentan discrepancias y
polarización en toda una sociedad sedienta de
salud, trabajo progreso y justicia.
Ver más
Calle La Fuente, hacia La Leona
En estos momentos…
Sí, hay razón para celebrar JUAN RAMÓN MARTÍNEZ
Más de alguno, dirá que no tenemos nada que celebrar. Y que las iniciativas en las que me he involucrado voluntariamente, en mi condición de Director de
la Academia Hondureña de la Lengua para conmemorar el Bicentenario, no tiene sentido. Como conozco el pesimismo negativo de las generaciones más jóvenes y menos comprometidas con el conocimiento de la Historia Nacional, algunas navegando en las aguas de la amargura, estoy obligado a explicar, tanto mi involucramiento como las razones para las celebraciones que pensamos efectuar. En lo personal, lo hice porque nadie más asumió la dirección de una iniciativa en que,
una vez salido del gobierno Jorge Ramón Hernández Alcerro, quedó sin líder y sin dirección. Animado por Ernesto Gálvez, mi alumno favorito como lo llamo, sociólogo y teólogo originario de San Antonio del Norte, hace dos años, empecé a trabajar para que Honduras, no desaprovechara una fecha que, en lo personal, creo servirá para hacer un ajuste de cuentas, revisando lo que hemos hecho bien para replicarlo y
lo que hemos hecho mal, para no repetirlo nunca jamás, porque por más que lo negamos, son la causa del atraso colectivo que sufrimos como pueblo y como nación, políticamente organizada. Creo obligado, aclarar que la celebración del Bicentenario de la Independencia, no es una iniciativa gubernamental, sino que del pueblo hondureño. Los gobernantes, nacionales, Departamentales y municipales, participan en su calidad de servidores de la ciudadanía. Porque esta, como lo señala el acta de independencia, es una celebración de
los pueblos de Honduras. Por ello es que las primeras iniciativas – una de ellas fallida, absolutamente y la otra a la espera – las efectué con los líderes del sector privado. Visité a José Azcona hijo, para solicitarle que me ayudara a identificar un local para instalar el equipo inicial. Me ofreció que me llamaría, cosa que nunca ha hecho. Posiblemente por sus múltiples intereses económicos o por desconocimiento histórico del
país en que, su padre fue un honrado gobernante. Federico Rosa me ha contado, al respecto de este desconocimiento, que, en las escuelas bilingües hondureñas, la historia de nuestro país, cabe en diez páginas. En tanto que la de Estados Unidos, “hay que enfrentarse a libros de más de 600 hojas, donde están los mínimos detalles” de la construcción de la gran nación del norte, ahora apenada por un gobernante estrafalario e irreverente.
La otra explicación es que, como lo he dicho, es una conmemoración incluyente. Como escribía Céleo Arias, es para todas “las virtudes y talentos”, que tienen un espacio generoso dentro de sus actividades. Y que, en vez de originarse en Tegucigalpa, lo hemos diseñado para que sea en el municipio, en donde se originen las iniciativas y se tomen las decisiones locales y, que, además, se propongan sugerencias a cumplir en el departamento y en la República. Este es un concepto que irá a contracorriente de las tesis gubernamentales
que se manejan actualmente, muy influidas por consideraciones centralistas, y, además, sé que se contrapondrán con los sentimientos que, desde Tegucigalpa, manejarán los políticos en campaña, disputando el favor de los electores para lograr el dominio del poder público. Es decir que mientras los políticos en campaña, se diferenciaran y se descalificaran, nosotros desde abajo y
con el apoyo de las mejores voluntades –que las hay y en mayor proporción que lo que imaginamos– lucharemos por la unidad nacional, por la sana participación pública en la reconstrucción de la memoria histórica local y nacional, al tiempo que imaginamos las líneas maestras de lo que podría ser en el futuro, el sueño colectivo con el cual construir una Honduras, sin desigualdades, sin exclusiones, dirigida por los mejores y más honrados, trabajando no por su beneficio personal o para darle gusto a sus egolatrías
personales, sino para hacer juntos una nación respetada por la comunidad internacional. A la cual buscaremos, para que nos estrechemos la mano, para construir el futuro, sin exigencias ofensivas o descalificaciones. Tan solo, en el ánimo de buscar un mundo mejor, en donde dejaremos de andar con la mano extendida pidiendo favores y en la que, desde adentro y afuera, todos nos consagraremos a honrarla,
rechazando el relato de la descalificación y la deshonra. El bicentenario, es una oportunidad, para ver el futuro. Y darle un nuevo rumbo a Honduras.
EL BICENTENARIO
AÑO 1 Tegucigalpa, Honduras, 15 de Febrero del 2021 N° 1
Santa Bárbara Gilda Heimocane Espinal Vilez Santa Bárbara Ángel Alfonso Paz Sabillón
Valle Marina Isabel Hernández Aguilar Valle Lenin Cruz Padilla
Yoro Elvi Adolfo Valerio Maradiaga Yoro Juan Carlos Molina
JUAN RAMÓN MARTÍNEZ
En 1912, aparece Samuel Zemurray, en Tela como capitalista de primera clase. Al año siguiente su nombre fue sustituido por la United Fruit Company. Francisco Bertrand le entrego la Presidencia de la República a Manuel Bonilla
el 31 de enero de 1912. Bonilla morirá en Casa Presidencial, el viernes santo de 1913. Bogran es el gobernante que ha mantenido por más tiempo el estado de sitio. El argumento usado fue la Primera Guerra Mundial, Hasta 1902 Honduras solo tenía dos departamentos en la Costa Norte: Santa Bárbara, Yoro. En 1865, vivían en Honduras – radicados en Tela-- dos hermanos, “Pepe (José) y
Cayetano Balaguer de San los negreros”. Ellos piloteaban una nave grande de vela que se encargaba de traer esclavos de Barbados en las Antillas. Tela era un punto de escala antes de llegar de los puertos del sur de la Nación del Norte, para su venta. Aquí descansaban un mes para rehabilitarse del largo viaje de
Barbados. Los morenos les suministraban el famoso tapado de pescado con leche de coco, de manera que los sobrevivientes fueran vendidos en óptimas condiciones físicas. Los tres gobernantes que más tiempo han estado al frente del gobierno han sido Tiburcio Carías Andino, Osvaldo López Arellano y José María Medina. Carías murió en su casa, de más de 90 años en diciembre de
1963. A López Arellano termino su influencia en la vida nacional, cuando lo desenmascaro el soborno bananero en 1975. Y a Medina, Marco Aurelio Soto lo fusilo en Santa Rosa de Copan. En 1883, Tegucigalpa, la capital de Honduras, no tenía agua
potable, luz eléctrica; ni sistema sanitario alguno. En 1912, el señor Villar, trajo el primer automóvil a Tegucigalpa, Una tarde invita a pasear por la ciudad al Presidente Manuel Bonilla. Y fue un verdadero
acontecimiento. En los últimos días del mes de abril y primeros de mayo de 1954, se produjo la gran huelga bananera que paralizo al país. Concluyo con inteligentes negociaciones, gracias a que el presidente Gálvez no reprimió el movimiento, debido a su sensibilidad y que el ejército y el poder judicial, estaban en manos del general Carias que ese año, se presentó
como candidato presidencial por el Partido Nacional, en el ánimo de regresar al poder. Igual que Soto en 1902, Carias Andino no pudo regresar al poder. Solo han podido hacerlo Medina, Leiva, Manuel Bonilla, en tiempos convulsos. Y por medio de acciones armadas o golpes de barracas en el caso de López Arellano. En 1956, los militares – reorganizados y convertidos en Fuerzas
Armas, derribaron a Julio Lozano Díaz que pretendía con unas elecciones fraudulentas celebradas el 7 de septiembre anterior, constitucionalizarse por seis años más. Había sucedido a Gálvez, cuando este después de las elecciones de octubre de 1954, lo había sucedido como presidente de la República, en su
calidad de vice presidente. El 6 de diciembre de ese mismo año se había declarado Jefe de Estado, en vista que el Congreso Nacional no se había reunido como ordenaba la constitución y elegir entre Villeda Morales del Partido Liberal y Carias Andino, al presidente constitucional de la República. Los militares constituyeron una Junta Militar integrada por el general Rodríguez, el coronel
Caracolí y mayor Roberto Gálvez Barnes. En 1957, en una rápida y breve acción militar, las tropas hondureñas expulsaron de Mocoron, a las de Nicaragua que ocupaban casi toda la Mosquitia.
La Junta Militar creo el Departamento de Gracias a Dios y nombro como primer gobernador político al Lic. Gautama Fonseca, que había participado activamente en el Asalto Al Cuartel San Francisco el 1 de agosto anterior.
Aunque en 1906 el rey de España Alfonso XIII había definido la frontera entre los dos países, los gobernantes nicaragüenses – en una torpeza histórica-- se habían resistido a acatarlo. Durante el gobierno de Villeda Morales, el caso fue elevado a la Corte Internacional de Justicia de la Haya que, ratifico el 23 de noviembre de 1962, el laudo en todas sus partes. El 1 de agosto de
1956, estudiantes universitarios y profesionales jóvenes junto a ex militares liberales, y con el apoyo del comandante del Primer Batallón de Infantería, Juan Pablo Silva, se tomaron el Cuartel San Francisco, en la intención de derribar a Julio Lozano Díaz. Fracasaron en el intento. Muchos de los
asaltantes murieron y otros fueron heridos. Capturados, participantes e instigadores, fueron encarcelados en la Penitenciaría Central de donde fueron liberados después del 21 de octubre de 1956. II En noviembre de 1957, después de celebrarse elecciones para una Asamblea
Nacional Constituyente, los liberales negociaron con los militares que esta eligiera al presidente de la República en elecciones de segundo grado; que la Asamblea Nacional Constituyente se transformara en Congreso Nacional y que las Fuerzas Armas se convirtieran en autónomas para garantizar la “rebelión del pueblo, en caso que se quisiera conculcar sus derechos.
Ramón Villeda Morales hizo un gobierno progresista e inicio lo que parecía ser el inicio de la primavera democrática de Honduras. El 3 de octubre de 1963, López Arellano elegido jefe de las Fuerzas Armadas por los diputados liberales por ser el más inofensivo, derribo a Villeda Morales en un golpe en
contra del estado que dejo innumerables vidas truncadas, especialmente de jóvenes miembros de la Guardia Civil, fundada en 1959 después del movimiento armado de Armando Velásquez Cerrato. Destacados liberales, opuestos al candidato liberal Modesto Rodas Alvarado, apoyaron el golpe de Estado. El 14 de julio de 1969. Honduras y El Salvador libraron una
guerra de cien horas. Este último país pretendía ocupar la franja occidental del país, negociar con la oposición y derribar a López Arellano. Fueron detenidos en las Mataras y sus planes de ocupación fracasaron estrepitosamente. A propósito de Osvaldo López Arellano, piloto militar de muy pocas horas de vuelo, nos refirió Enrique Soto Cano, el aviador más
antiguo de Honduras, que López Arellano – su compañero de promoción -- dejo de volar porque siempre hacia las cosas al revés. “En tierra se le explicaba cómo proceder; y en el aire, hacia todo lo contrario”. Lo que le convirtió en un peligro para la institución, por lo que después de un
incidente en el aeropuerto de Marcala, fue obligado a dejar de volar. La cooperación de Cuba y Honduras, tiene larga data. Durante el gobierno de Marco Aurelio Soto, Honduras le dio asilo a la plana mayor cubana de la guerra en contra de España. Aquí se establecieron Gómez, Maceo y otros más. Estrada Palma caso con una hija de Guardiola que termino convertida
en la Primera Dama de Cuba. En 1975, Cuba, sin solicitarlo siquiera, envió ayuda para que Honduras enfrentara los destrozos del Huracán Fifí en la Costa Norte. Hasta la próxima.
AUTORIDADES DEPARTAMENTALES
Marco Aurelio Soto
EL BICENTENARIO 15 de Febrero del 2021
PÁGINA 12
Dios, Unión, Libertad
BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA
DE HONDURAS
CONVOCATORIA A HISTORIADORES
CONCURSO DE HISTORIA DE HONDURAS PREMIO ÚNICO “JOSÉ CECILIO DEL VALLE”
Se convoca al Concurso “José Cecilio del Valle”, dirigido a historiadores.
1. Historia de Honduras para Escolares (texto y gráficas)
2. Historia de Honduras para estudiantes de secundaria
3. Historia de Honduras para estudiantes de universitarios y público en general.
El premio único consistirá en un Pergamino de Honor y una remuneración económica de L. 50.000.00, en primaria y secundaria;
y L. 100.000.00 en el nivel universitario
La fecha límite de entrega es el 30 de agosto de 2021.
Para más detalles y obtener las bases completas favor ingresar a la página: www.bicentenariodeindependenciahonduras.hn/
COMISIÓN NACIONAL DEL BICENTENARIO
BICENTENARIO DE INDEPENDENCIA DE HONDURAS
Un camino de esperanza
CÉSAR ENRIQUE LAÍNEZ CRUZ
La pobreza y desigualdad que invade los países
latinoamericanos desde hace varias décadas generadas por
la corrupción, desinterés e indiferencia; sumado a esto, los
partidos políticos que luchan por llegar o mantenerse en el
poder ejecutan acciones que fomentan discrepancias y polarización en
toda una sociedad sedienta de salud, trabajo progreso y justicia.
El sombrío panorama que avizoran los jóvenes que arduamente han
luchado por abrirse una brecha en un mundo competitivo de
oportunidades, las cuales; en países del tercer mundo existen muy pocas
o son nulas traen consigo un sentimiento de desesperanza y resentimiento
en quienes deberían ser el pilar que impulse el desarrollo de estos países.
A casi 200 años de nuestra Independencia Patria es el momento oportuno
de aprovechar esta fecha tan importante para concientizar y ejecutar
acciones que traigan un mensaje de esperanza para un pueblo sumergido
en la desesperación. Es por ello que en la Conmemoración del
Bicentenario de Independencia nos unimos como hermanos en una
fraterna celebración proponiendo y ejecutando acciones que nos ayuden
a construir esa hermosa Honduras que tanto deseamos y el nuevo
amanecer que anhelamos para nuestras futuras generaciones.
El Quincenario de Honduras Director Ejecutivo: Juan Ramón Martínez
Jefe de Redacción: Nery Gaitán
Redactores: Ismael Zepeda, Jubal Valerio, Walter Ulloa,