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Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

Apr 22, 2023

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Adriana Soto
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Page 1: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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Page 2: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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Page 4: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

ANTECEDENTES DE LA MINERIA ESPAÑOLACONTEMPORANEA: LA MINEzuA EN LA CORONA

DE CASTTLLA (151 5-r7r5)

Emiliano Fernández de Pinedo Fernández

2.1. Lafuente

La principal fuente impresa para el estudio de la minerla de la corona de Castilla en los siglosXVI y XVII y muy inicios del xr,'lu es la obra de Tomás González, Registro y relación general deminas de la corona de Castil/a, en dos volúmenes, ediada en Madrid en 1832, basada en docu-mentos del A¡chivo General de Simancas. Su laborioso trabajo se enmarca en los esfuerzos quese llevaron a cabo en la segunda etapa del gobierno absolutista de Fernando VII por estimularlas actividades industriales, artesanales y extractivas. La deflación monetaria, el déficit enlabalanza de comercio de resultas del declive de las exportaciones de lana y hierro v el fin de lallegada de metales preciosos de Améíica subyacen al interés por fomentar'el artesanado autóc-tono, la industria,nacional y las actividades mineras. El canónigo González habría tratado deseñalar los lugares en donde, en siglos pasados, se intentaron obtener minerales, y en los que,con nuevas técnicas, talvez se pudieran reabrir las minas. La obra reúne, por orden alfabéticode localidades, de Abarán a Zuya,los lugares y las fechas (la primera en 1508 y la última en1716) en las que se solicitaron permisos y se llevaron a cabo prospecciones, e incluso saca deminerales. Dado que, con frecuencia y una cierta amplitud, transcribe o copia modernizandoel original, sus textos suelen proporcionar informaciones de tipo técnicol.

Hemos procedido a ordenar en torno a 1.290 registros, recogiendo lugar, provincia, fecha,tipo de mineral y denunciante. Estas dos últimas informaciones son las más difíciles de siste-matízar. En bastantes ocasiones se precisa el tipo de mineral que se espera obtener, pero conuna frecuencia superior a la deseada se mencionan varios minerales o simplemente se dice que"cualquier metal" o "cualquier mineral", o mina, minas o metales, sin ofrecer más precisiones.En el caso del o de los denunciantes, se suele dar el nombre o los nombres, en algunas ocasio-nes su profesión y si se trataba de un titulado o de un don; pero Ia mayoría de las veces igno-

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Caphulo 2: Antecedentes de la minería española contemporánea... 49

De las 7.275 denuncias (excluidas las de Aragón, Valencia y aquellas de las que se ignorasu ubicación) efectuadas entre 1508 y 1716, tres cuartas parres se llevaron a cabo en la mitadsur de España (Castilla la Nueva, Extremadura, Murcia y Andalucía) y la mitad en las tres últi,mas regiones (véase cuadro 2.2).

Ctadro 2.2Distribuciónporcentualde las denuncias (1505-1,716) y surelación con elpeso demográfico de cadazona,

según el censo de 1591

Zona geográfca N.o de denuncias Porcentaje o/o poblacíón 1591

Cornisa + Navarra r t 3 8,86 18,46Castilla la Vieja 204 16,00 31,93Castilla la Nueva 289 22,67 20,45Bxtremadura 214 r6,78 8,06Mu¡cia 89 6,98 2,05Andalucía 366 28,71 19.05

1.275 100 100

Nota: Aunque con algunas reservas, utilizamos los datos ofrecidos en el cuadro "Población de Castilla en 1591" y los deF. Ruiz (1967, t. I: 199).

Los datos del cuadro 2.2 evidencian que no existió una correlación positiva enrre el repar-to del número de habitantes y el número de registros. La primacía dada por los mineros a labúsqueda de metales preciosos primó las prospecciones en la mitad sur de la península, la másrica en plomos argentíferos. Sólo en Castilla la Nueva el porcentaje de denuncias y de habi-tantes parecen próximos. Las zonas más ricas o aI menos aquellas en las que más minas se denun-ciaron eran, a la altura de 1591, áreas de reducida densidad demográfica y por ranro de manode obra más bien escasa. No pocos textos de época ponen de relieve cómo muchas minas sehallaban en lugares casi desérticos y de muy difícil acceso. Desde el punto de vista de los cos-tes de explotacióny de transporte,Iabap densidad y el aislamienro no fueron factores positi-vos para la rentabilidad de las minas. Uno de los elementos aducidos para explicar la crisis dela minerla fue precisamente la carestía de la mano de obra.

La mayor parte de las denuncias Íaravez afectaron a un solo producto. Lo m¿ís frecuente eraque se mencionaran dos, tres e incluso más. En algún caso, los materiales que se esperaban explo-tar resultaban harto heterogéneos, como el caso extremo de Oviedo en 1625, en que el denun-ciante confiaba hallar topacios, cristal y carbón de piedra. Hemos efectuado la clasificación, cuan-do se especificaban los minerales, por el primero mencionado, estimando que era el producto másabundante en las primeras catas y en la muestra. De las 1.288 denuncias clasificadás, en 431 nose aclara a qué tipo de mineral se referían -metales, minas, venas, escoriales...- y en dos se rratóde minas para obtener agua de riego. Prescindiendo de estos 433 cxos, hemos sisrematizado losrestantes 855 siguiendo dos cricerios. Por un lado hemos distinguido aquellos minerales y meta-Ies cuya udlización podía ser diversa: oro, plata, plomo, alcohol, anrimonio, cobre, estaño, hierroy mercurio. Y por otro hemos agrupado varios productos en función de su muy verosímil uso odestino. Así, vinculados al sector textil, el alumbre, la caparrosa, el vitriolo y la greda; o el azufre

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Page 7: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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Page 8: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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Capítulo 2: Antecedentes de la minería española c0ntem?0ránea... 5T

Notas:y. . .: y otros metales o minerales.piedras preciosas...: piedrm preciosas o semipreciosas.Be¡nias, tal vez berniz, es decir, barniz.Margaiita, marcasita, sulfuro de hierro. Probablemente para producir chispas al golpearla con el eslabón,Almagre, óxido rojo de hierro empleado en la pintura.Tierra de bolar, tierra arcillosa con propiedades astringentes.Azul figura a veces como piedra azul para pintores (en 1577) o azul de pintores (i627).En una ocasión (Tirdela, 1665) figura alambre y cobre, que no es un error por alumbre y cobre. En la Edad Media el alam-

bre era el nombre de un metal, en general cobre. Lo usan asl Nebrija y F. de Rojas en 154 i (J. Corominas, Diccionario crítico eti-mológico, reimpresión 1954, voz: alambre).

y el salitre en pólvora ya que su fabricación sería verosílmente su destino. En un caso ha sido elmineral el criterio utilizado, en el oúo su probable uso (véase cuadro 2.3).

2.2. Lademanda

A pesar de la idea de que el país estaba bien dotado de recursos mineros, España fue durantegran parte de la Edad Moderna claramente deficitaria en cobre y estaño y a veces en plomo, yobviamente en oro y plala Cobre y estaño "en pasta" y objetos en cobre, estaño y latón, junto

con hojalata eran bienes habitualmente traídos del exterior. El cobre labrado consistía en cal-deras; en latón se importaban calderas, cazuelas, vacías, candeleros, cucharas... Los cuchillosen hierro o "acero" procedían en torno a 1563 de Flandes (Belduque y Malines), Bohemia yFrancia. En época de Felipe III (1598-1621) se admitía que España adquiría en el exterior cobrey estaño, pero que exportaba alumbres, azogve, hierro y plomo2. A mediados del xvtl se impor-taba de Inglaterra alambre, toneles de perdigones, estaño en barriles, plomo de Bristol en barrasy en planchas, asl como cuchillería y cucharas en pelffe y otros metales3. Al margen del altovalor añadido de algunos de esos bienes, Ios metales adquiridos en el exterior por España (cobre,

estaño y la aleación latón) se enconüaban entre los de precio más elevado, tal y como se pue-de apreciar en el cuadro 2.4.

Cuadro 2.4Precio de los metales y objetos en metal importad.os por elpuerto de Bilbao en mrs./quintal, en 1563

* estaño en barricas.Fuente: Griard(1905-1912, t. III, Bilbao: 510 a528).Delavaloraciónefectuadapormercaderes"delasmercaderíasextranjerasysuprecioenlaVi l la ' , en26abr i l l563.AunqueporBilbao salla buena parte del hierro vizcaíno, importaba objeros en hierro y acero, incluso para ciertos menesteres especlficos modes-tas cantidades de hierros menos dulces que Ios autóctonos.

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Page 9: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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000'f orrcrple p reuotc.rodord ap E)qep ars? anb e¡oalgersa sorpenJ I ec¡euoul Ia arrue IEgIJp oluerse un 'selrJqeJ seJl septln sEI opetue^rl Blqeq'eqelrpul'1t/gl rpsep'lp:sa¡ea.r sorro;efeso¡ e oruo¡d ap uglsl.tord 11 o8rtc ns e eruel anb 'sorpen3 ap edrlag o8arg ap ugrurdo e¡ e.raersE 'zaprder I sotca¡d ua ,,ptprporuor spur er{rnur uoo sotlcrgla so1 uaa,ro-rd os serrrgpj ser{l¡psEI ap eres as anb ¡a uoc I erenS ap oruold eJlua ou el,, sa¡ene se¡ e sercerS 'sogeg I saqolrA 'sa.l

-EurI ua oruold ap selrrq?EJ saJl opeeJr uelqeq os 079I epseq 'etsrurrrdo.{nru ugrsr^ Eun ep eleJlas panb o¡ad 'Ilzü oprs 1ep soperpew elcrg oprrSol eJrqeq as ourold ue Erf,uerf,rJnsotne e'I

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Page 10: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

[o XVII, pero quizá seas de plomo en Lina-r el que se saca de las'ecios y rapidez. Estaisión de plomo a losrricas. Un asiento denar al ejército 4.000

oro y plata- o al uti-:-. A esre grupo pro-Ja se trató de plomo:urio (1,87o/o) repre-explotación, el valorreso, probablementeles preciosos. El des-de Aracena, CazaJla,lgama para explotarplican el interés y la

,,2.5,ydesde el pun-no mas lnteresantes.

ión d.e su uerosímil uso

Capítulo 2: Antecedenus de la minería española contemporánea... 53

El cobre, como el estaño, tenía muy diversos usos, sobre todo en la fabricación de utensi-lios domésticos (calderos, objetos en peltre...), p.to también artesanales como calderas parajabón o para teñir y toberas de los barquines o fuelles. Aleados producían bronce, muy utiliza-do para fabricar cañones para buques, menos pesados que los hechos en hierro colado. En la

construcción naval se recurría al cobre para objetos que debían resistir la corrosión. El llamado

campanil estaba relacionado, como lo sugiere su nombre, con la manufactura de campanas.,El hierro era el metal de uso más frecuente tanto en las casas y eI ajuar doméstico, como en

los sectores artesanal, agrícola, minero, naval y militar. La demanda de mazos, picos, almáde-

nas, barras, peroles, trébedes, trasfuegos, cuchillos, tijeras, cerraduras, herrajes... y obviamen-

te diferentes tipos de clavos dependía del número de habitantes y de sus ingresos. Pero en el

menaje casero, la competencia del cobre, del estaño y sobre todo del barro podían alterar sus-

tancialmente su consumo. Y no necesariamente favoreciendo la compra de objetos en metal.

El refrán "Hidalgo pobre, jarro de plata y olla de cobre" alude, según la interpretación de Sebas-tián de Covarrubias en 161 1 , a que "los jarros y las ollas de tierra se quiebran muy de ordina-

rio y echan la cuenta que les son de más gasto"4, Io que nos indica un nexo entre nivel de ren-

ta elevado y consumo de alfarcría pintada y de objetos en vidrio, no de batería y utensilios

caseros en metal. La abundancia de piezas en barro decoradas y copas de cristal en la pinturabarroca española también sugiere una preferencia por la cerámica y el vidrio en ciertos usos

domésticos cuando el nivel de renta era alto.La agricultura constituyó sin duda otro sector demandante de muchos productos siderúr-

gicos, como rejas de arado, azadas, picos... así como los medios de transporte merced al con-

sumo de las llantas de las ruedas de los carros, los frenos, bocados y estribos de las monturas.

La demanda de la construcción, sobre todo urbana y palaciega, tuvo que tener importancia, en

especial en el siglo XVI, época de crecimiento de las ciudades castellanas (S. Piquero, 1991: 189)

tanto por el empleo de clavos, verjas, cancelas, cerraduras y bisagras, como por el rápido des-

gaste de las herramientas en hierro de los canteros. Pero, sin duda, el gran demandante de obje-

tos en hierro estandarizados fue la flota, tanto mercantil como militar. La parcial mecanización

de la manufactura de clavos gracias a las varillas obtenidas con las fanderías en Lieja estuvo muy

vinculada al consumo de puntas por parte de la flota holandesa. Pero los navíos además reque-

rían anclas, cadenas, pernos, etc., y en el caso de los buques de guerra, y a veces en épocas con-

flictivas o de piratería los mercantes también, cañones, aunque sobre todo en bronce, más mane-jables que los pesados en hierro colado, éstos destinados iobre todo a fortificaciones fijas en

tierra. Pero Ia pelotería solía ser en hierro colado. Nuestra fuente no recoge los principales yaci-

mientos siderúrgicos, ubicados enYizcaya, en la zona de Somorrostro, bien porque se llevasen

explotando en régimen comunal desde hacía siglos bien por estar sujetos a unas normas espe-

cíficas (Uriarte, 1994: 57). De las denuncias y registros de minas de hierro, veintiocho se refie-

ren sólo a ese producto y siete a él más otros metales (oro, plata, plomo). Cronológicamente,

de las veintiocho, una se fecha en 1526 (Cuenca), otra en 1527 (hieno, aceto y raya, por eI

Monasterio de Guadalupe en Extremadura) y una tercera en 1673 (Beratón en Soria). El res-

to, veinticinco, temporalmente se sitúan entre I5B3 y 1633 y en zonas que ya se conocían como

ftrricas o posteriormente acogerán explotaciones mineras de gran importancia (Orbego en Soria,

Ponferrada, Molina de Aragón, Lena en Asturias...). Las calicatas efectuadas en este espacio

cronológico -1583-1633- tienen poco que ver con la coyrntura siderúrgica y más con Ia nece-

sidad de la monarquía de establecer fundiciones de cañones en hierro colado y pelotería y pres-

cindir de las importaciones (Alcalá-Zamora,1974:85-90 yFdez. de Pinedo, 19BB: 11-14).Y

hay que relacionarlas también con los registros de minas áe carbón de piedra. Éstot .o., m'.ty

Porcentaje

r,40

0,94

3,63

r , 1 7

t , t 7

49.24

al crecimientones o al usarse en

su uso en tejados,entregar 3.000de poner en elde pesca tam-

icar que se había¡lvo fino de anti-

es muy proba-

Page 11: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

)l eP oPEuel"gE Ied ¡a ua saJolor sol3g 'yuar Jotras Ieno '¡eta8orr. ua8r¡o.uepunqe e¡ronbar

¡e f "'rtpunr ered

Fxal Jorcas IEleaturadulr EJEd ol'¡nze 'ar3etu¡e 'sac

) s3lBuesolrc sePEPsEI aP orsar Ig

'sa¡elaur sorto I o.r:arq ap eun ap f oüaII{ ep seuru oJ¡?nir ap ¿rlunuJp ;I + oJJerq T.saTetau so;ro I onlny:..,l,onaty1:wlo¡¡

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'g691 ua uerpej as 'er3rntrAJ ua sopesrqn .'(. san 'at¡nze ep seurur rp sorlsr8er of-ulr sol aC 'sersalJ seualf ua so¡noyroadsa sol eP aUEd EqeuJJoJ 'saleqoc ep ErrrJoJ ua'anb l. ,(7gú66I'aueltfi) e¡rautur eyua e'{ecu.¡ua eqezrlnn as ero,r,19d el (IIAX opls 1e pernu epun8es EI uesouaur opuenr 'el anb Jepr^lo anb ler¡ ou o¡ad ,eqeurrrd epnp urs orcnpord atsa ap retrpu ol-cadsr ¡g

'e.ro,r19d JETIJqBJ e¡ed uenras eJappuJ ap uggJer 1a uoc orunf anb 'arrr¡es ap I errga;cpo erJnzt eP sEulur ap epanbs¡q EI slncul^ as sapueld op I uglr¡¡¡ op aruarpuedap ou errlaq errr-snpur eun reerr rod sozran3se sose V

'UtfZtI :Z86I (opeur¿ ap .zapC I oeq¡g) serrl?q sau-ozet tod oPor eJgos 'selutpulloJ stuoz I sepuEIC 'EruErurIV uo otrx? uoc sepeoqde seclSr¡raprsseuolcE^ouul sel e¡nsu¡uad e1 ua uereldope as enb ,oosnq anb.{ ¡ogedso ouedrul Iap or)r Jas p serel-Uur d solJeuolJury ap e¡rred anb oluelrulloru oqdure un ue ueJJeurue as so¡lsr8al solsa snb EJ-lPul sou 'euedsE rod socÉo¡ourel secuele sol uoJarpunJrp as anb EI apsep

"eJg 'sJpuEIC ue olrs

-;9fa ¡a ua opersa eJerqnq soile ap oun I sopeplD ueJenJ setuerrunuap sol ap sop enb ap oqraq

Ig'G,€, :y/.6I 'opauI¿ ap 'zap¿) sen8e.t; sel ua erpard ap uggrer ap osn Je arqos serf,uou ap ugrs-nJIP BI Jod ourot JSV'oPEIoc oJJOII{ ua sauouEr ap ugrccnJlsuor EI Ia ua Jerrqn ered opencapere8nl un p8nrro¿ uo o egedsE ua TEIIET{ rod ,11 odqag op opeural Iap sepug apsap ef ,e¡nbreuotu

el aP sozJenJSO sol uo) sEIr€uorJEIer enb ltq sEreurur sel?f, selsg 'uop un entJaJe e1 eno I reu-ldsE 1ap senb¡eu¡ Ia areJedtal Eun ue 'uggJer ep serrunuep ocur) ffil ug 'sopuelC ue sofleq€r apugrder feuldsE ¡ep spnbreru ¡e sop f efolA¿ ap sgnbreur Ia torcop un 'optrcuaf,rl un ,sauop oJl-enr uoJentreJa sEJ I 99 I Á gggt erlua oprpue¡duroc oporrad Ie uE 'ope^elJ etuau¡ltrurou? en3serlrril sauolccadso¡d selsa oqer e uez'e11 anb sauop o sopeprp ep orerulu IE

.(It9I lrOgt'06EI '688I) e8aq¡g ua oJlenr :oJJaII{ ep seuru ap serrunuep uezrleet as strlJej seproered rodanb r¡ ua evozelaluaruestca¡d sa elsg '(e8aq¡g ua eun 'ouele.r¿ ua sop) EuoS ep ercur,rord e1 uauorentls as sart soJlo so1'eluarrreultsJpuefr operoldxa'J€Jellep urs alsr'(oru Iep e,r,enue¡¡r¡)ellpes ua orlol (seouery) strrntsvua oun,solle oC 'BZ9I Áe6glenue o.rad,(ocurc) sosersr

qrtwquorz ollo"ups¿y tL 31t¿u1w :attp¿ p.tawl"t¿ 79

Page 12: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

IIIIIp) y otro en Sevilla

Fos tres se srtuaron

|re la zona en la quepega (1589, 1590,ppecciones ferricasfas efectuaron cua-

lel Espinar, capitán

lmarqués del Espi-

llos esfuerzos de la

[r Ponugal un lugar

lcomo por la difu-

ledo, 1974: 32). EIp estado en el ejér-f España, nos indi-

lrncionarios y mili-

[a las innovaciones

lbre todo por razo-

I crear una lndus-minas de azufre opólvora. El aspec-

ya, cuando menos:ría (Uriane, 1994fiestas. De los cin,96,1609 y 1612.centuria.

Capitulo 2: Antecedentes de la rninería española contempord.nea... 55

El resto de las denuncias estuvieron muy directamente vinculadas a la demanda de activi-dades artesanales especlficas (piedras preciosas y sobre todo semipreciosas para joyeúa; barni-ces, almagre, azul, sin duda también parte del alcohol, para pinturas, esmaltes o vidriado, tan-rc paraimpermeabilizar, como para decorar la alfarerla), entre las que destacan las textiles.

El sector textil demandaba productos siderometalúrgicos en forma de tijeras para esquilar,para tundir... y algunos clavos en el telar. Pero la preparación, apresto y teñido de los pañosrequería abundantes productos químicos, como desengrasantes, tintes y mordientes, unos deorigen vegetal, otros mineral. Así, entre los productos buscados por los mineros y con destinoal sector textil, figuran el vitriolo, el alumbre o ajebe (principal mordiente que servía para fijarlos colores en el paño) junto con la caparrosa y la greda, esta utilizada como desengrasante enel abatanado de los paños mezclada con orina y agva caliente.

Ctadro 2.7Modientes y üntes de origen minerul

Almodóvar (Cd.RI.)

Bárcena (Burgos)

Vera (Granada)

Segura (Murcia)

Enguidanos (Cuenca)

Chiclana Qaén)

S. Ctodio (Lugo) Yeste (Murcia)

Guadalcanal (Sevilla)

fuo Tinto (Sevilla)

S.'Coloma (Palencia)

rierro y otros hetales.

Page 13: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

a',,IEIrE3IPP?nDuagng erE¿)un EPEf, aP lenl) IsUoICnlIlsuI o)

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Page 14: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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ados al sector tex-rtre 1571y 1605.,asi el 60% de las.o a esas fechas see , I , 7 9 6 5 : I 7 2 a;istros a partir dellización de la cri-

r lo largo de estas9) y, más en con-s apoyáramos en:oncluir que esosinería de la coro-conjunto de los

te hay un ampliode 1610 -1619 ( yan de 50 al dece-scientos. Antes y1639, son épocas

e??ancxas

,88 registrosn ellos se ha

Capítulo 2: Anteced.entes d¿ la minería española c0ntemPorá'nea... 57

Cabría pensar que el período 156l-1570, en que se concentra un tercio largo d9 los registros,

pudo t.ner ,tnas caiacterliticas distintas al conjunto de los dos siglos. Un anrílisis del peso relati-

vo de los diferenres metales en 1561-1570 y su comparación con la totalidad, nos indica que,

excepro pequeños detalles, debido a que la muestra resulta más reducida, no hubo diferencias sen-

sibles. En [SeVSlO el49o/o de los registros se referían a oro (17,760/o) y a plata (31,03%). En

1508-1716, el49o/o (20,70 y 28,19 respectivamente). El plomo y el alcohol en el período corto

34,05o/oy en el latgo,2l,4ló/o. Esra seríá h única diferenciá relativamente significativa. En el cobre

el 13,79 y 14,060/o respectivamente.

?I

\--^.' r-\Y

1 560-69

Ftcunn 2.1. Evolución del número de denuncias por decenios.

Si no hubo un boom espectacular a la búsqueda de un determinado mineral, ¿a qué se habría

debido la gran subida en esos dos decenios?En los años cincuenta e inicios de los sesenta confluyeron una serie de factores que habrían

cambiado las expectativas sobre la minería peninsular. Entre ellos creo que hay que destacar

el descubrimiento de la mina de plomo argentífero de Guadalcanal, la innovación de Bartolo-

mé de Medina y lallegada de la ñoticia a España, la difusión de la obra de Georgius Agrícola

De re metallica, la mupanterior presencia de mineros alemanes en España y el cambio en el mar-

co institucional con las reformasde las leyes de minas de 1559 y 1563. Sopesar la influencia pun-

tual de cada uno de estos factores resulta difícil.

Para Eugenio Larruga, (1795, Memorias, CLIX: 63) "la mina rica de plata de la villa de

Guadalcanal ', en el parrido de Llerena, se habría descubierto por el año de 1551. A esta se aña-

r 5 0 0 - 1 s 1 0 - 1 5 2 G r s 3 0 - l s 4 0 - 1 5 5 0 .09 r9 29 t9 49 59

1 5 7 0 - 1 5 8 0 - 1 s 9 0 - l 6 0 0 " 1 6 ' , 1 0 - 1 6 2 0 - ' , l 6 3 0 - 1 6 4 0 - 1 6 5 0 - 1 6 6 0 ' 1 6 7 0 ' 1 6 8 0 - 1 6 9 0 ' 1 7 0 0 -

79 89 99 09 19 29 39 49 59 69 79 89 99 09

Page 15: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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ue prm8eso:d as I soge solse ¡od oltlur es úuerpur erreurur e1 ua sopeur8r.ro sa¡etrdeo ep u?rqrurlI epecS¡enc soueur o sptu eJgo ap oueru ap ErruereJsueJl EtsE ',,opetrsl,r I otsl,r se¡raneq I sero-qrtord se¡anbe ep seuruJ sel ap eruat anb elcllou e1 rod, 'BzopuatrAJ ap oruotuv uop .r,rre¿

1ep oB-en1 I rgedsg E^enN ep laun oPrs Elqeq anb lap ofiq 'ezopual¡1 ep ocsrcutr{ uop E oper,rua ergeLllar ¡a puec¡epenD ap seuru¡ sesa ¡euorccadsur erc¿ '(gt7g :066 I 'III 'r ,zuequa¡ay)

,erreu e1 apselernt€u so¡ anb s,eru [seutur se¡] se¡e e.led saleg f sosogcaao.rd

{nu,, uera 'seurru se¡to e¡ed se¡-Ellc sol aP rotf,ej un ¡od sopjErl sol uoc otsr EJgeq es ouror 'anb ap EqBpnp ou la.r 1a f opeuSeI ugrcrpury I en8esap 'sauorre Erxe ue sor¡adxa 'sa¡afntu sns uo3 seueurep 002 ap eplzrt eI gSSlerrEg elPro ewryZ eP ulrsn¿V sEurur sEI ep ropErtsrurwpe Ig

's?^nreJlxe sErruJ?r sa¡ofaru uorerp-urylP as solle uo¡ I sauBtueP soJauluJ ap epeSa¡ e anu eun e re3n1 orp atuaulolqegord oruarur-rPual ns rE els ua euoJoc EI ap saJatur 1a I puec¡epenD ap srurur sEI ep oluorurrJqnrsep IE _ '(jzs tI66I,orragr¿ z( o1-oreIAI) EPEIegas oPIs elgeq el 11 adrlag ep ecodg ua (.sorurruerf,,, saJaqes sollo ue oJOIr Iep Erf,ues-ard e1 '6seJeulur sauorcrloldxa se1 rod uoJESOJalur as sauernb JJlue sof,nsprsalJa ap erJuepunq¿E II€leJ el 'souozeJ seJlo uot orunf 'anbqdxe zet IEt ullel ue olrJcsa EJar^ntsa anb ap o u1\rJulrr ul -sruuztsr surl0 uor Olunl .anDrlctx¿ zeN IEl ullel ue ollJcsa EJal^ntsa enD ap oqleq Ia '(E91 urou '9ge Á yIe :6961(l 'zaruoD zaqcupg) ugrrrpa ns ep oge Ie rsef, .elorrr8y ap orqrl 1a orqrl Iau?Igtu"l e3a¡ oued IoP tulalsls lap rytdsg ue seJtlr serrnou ueuarl as anb ua ser{oeJ sel Jod

'9L91 1, IgEI snua sErfunurp ep ugrf,praJrTord e1 apsauotcectldxe sel aP Eun aJlue retsa uapand 'rlalefugap seleJauru ered epencap¿ lnu (Ecruf,?t

rsa.rectlde ¡od soluetul soT 'sollx? uoJal^nt ou ogeJ E sope e[ solesua sol (oprcouoc se ouJoJ'(.lEuerlEPEnD ap seulru sEI ua olle ap eqanrd EI sraltq '('acerl as elle ua orugf, ap sreq soJeur-ro3ut 'egedsfl E anN el ue ollaP resn E opezuaruor er{ es olsa ¡od anb I 'uesn as enb sotuau¡n¡l-sul,soJlo sol uoc anb elsoc souoru e ereld el sollap ¡rces -Á soFteul sol JertrJaurq rrcd osoqca,r.-o¡d lnru sa anSoze 1a anb uaorp sand ¡,,- IEuerlEpEnD ua ugrrezrTrln ns egezruoca¡d f ,oired

Iep purelsrs Iap serrnou sEJEIf, EJuel ef ec;euoru p Lggl e¡ed souaru W .GS :

9¿6 1 .uorllure¡1)

sa¡l ¡od uo;eor¡dnlnru as sogrrre sol oLEI-Ig9lv \ggI-IEEI oruecap Iac .errur?r E^anu EI

aP EIrEqta e1 e otoadsor srpnp secod glap rgedsE E Euerrreure ereld ap sepr8e¡ sel rp eprgns rel-ncercads,a e-I' tG99I A ySSl a.nuo) eure8prue el ap Euratsrs Iap rope ouul Ia ua auer uoc a1 anborSo¡r,rud un aqrrar Eurpett{ ep ?ruolotJeg

.euedsE E^anN ua ,sendsap oco¿ .(6gE :066I ,III

2uegueilo) '¡1) ere¡d ap ,,atred Elxes o rlurnb e¡ ourold ep ¡eturnb un ap Eres as anb orrJ uelsa I ¡eraru eP sesopunqe uaps anbrod otuou¡8ne serü ua EIp eW) ue ,, seurlu seqcrp enb EJrpur as<9991

Ir.rqe 0€ '.PlloPelle¡ ua ePerpü lar 1ap Elrer eun uE 'r¡odorraru EI e opepelserr ueJqeg

es souErlJerüe sosorce,rd saFtaur so1 Jod sepetl3sns se¡lletcadxa sel anb ¡esued ?)Jerl sal ErrDoue¡ ecoda EI ap souBllarsEf, soqrnu¡ e anb elqego.rd sg 'rzoreleg Ae¡ezeA 'euacpJv ap sEI uelJrp

0rlu,tquora ol/o.l.tptaq L pl"L7uxw :ailu¿ ttautx¿¿ gE

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Page 16: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

nlt i ir l l

llnos de la época la;os americanos sed, 30 abril 1556,osas de metal y es. (H. Kellenbenz,:ibe un privilegioi)7 . La especracu-to a la eficacia deplicaron por rresrs del sistema del)gue es muy pro-:on los otros ins-va España, infor-[e Guadalcanal".rs por aplicar esalas explicaciones

rio llega también356, nota 163).

zones, la relativaninerase. La pre-señalada (Maro-

r elevar su rendi-rn ellos se difun-

pedía haciay fundición y

de los Fúca-ue los naturales

el reyEspaña y lue-relas Provln-cualificada y

proseguirá enque lle-

sus talen-. I I : 6 1 6 ) .stitucional quereal y los mine-

de la impor-9 rigió la nor-

Capítulo 2: Antecedentes de la minería esPañzla conteruporánea... 59

satisfaciend"o el daño a los dueñás". Queáabán exceptuadas las minas de Guadalcanal y una

mariva de Juan I (Briviesca, 1387), por la que las concesiones eran en la práctica el resultado

d. merc.d., a caballeros, nobles o .ótt.r"trót de alto rango, concesiones que afectaban a muy

diversos productos y a grandes demarcaciones territoriales, como términos municipales, pro'

vincias, obi.p"dor einJrrso arzobispados. Así una R. C. fechada en Burgos.el.l3 de diciembre

de l52l hacia merced de luro al secretario real don Francisco de los Cobos de las minas de oro,

plata, azogue, caparrosa, Li.t.o, plomo y otros metales de la ciudad de Cartagena, su término'

jurisdiccián y ..i, legu", alrededor. El mismo Cobos resultaba beneficiado con otra merced real'

,obr. lo5 "]n-br.r

Jel obispado de Cartagena (R. C. de 24 de diciembre de 1534) y el duque

de Escalante, don Diego LZprzPacheco, por R. C. de7 de marzo de 1539 con una que abar-

cabaala mitad d. los iu*bres del obispaio de Cartagena y del término de Lorca. La R. C. de

8 de marzo de 1536 concedía a Pedro Ortuño Ibáñez de Aguirre, del Consejo de S. M., auto-

rizacióny exclusividad para explotar los mineros de_oro, platay otros cualesquiera metales del

obispado de Calahorra. Er, .oáo, los casos debían de dai al rey la décima. Estas mercedes, en

la piáctica, anulaban la ley II que permitía "a cada uno buscar en sus heredades y las de_otros

sin licencia de los dueñor, no f"ri.ñdo perjuyzío, mineras" y modificaba el peso de los tributos

que establecía que el rey se llevaría dos t.r..t"s partes dr lo 1n9oryrado (Recopilación 11640l,

libro 6.", tit. 1i, ley IIi 133 y 134 y González, 1832, r..I: 225, 240 y 24f entre otras varias).

Obviamente, Ios beneficiados con las mercedes reales no llevaban a cabo prospecciones, ni

en general, explotaban minas, perc gozaban de un derecho preferente frente a terceros, a los

que"podían."igi. u.r porcentaje de lá hallado en el caso.quetrubiesen descubierto en el terri-

á.io objeto d.la -.r..d alguna mina y optaran por explotarla. O sencillamente' los desplaza'

ran y ocuparan su lugar unavez constatada la riqueza de la.mina...'Ert. ,irt.-", se ñconocí a en 1559 , desincentivaba el desarrollo de la minería ya que "los

que denen las concesiones denen poca diligencia en descubrir, beneficiar f Ja!9r1 dichas minas"

y los pa.ti",rlares que .to goraba.t de h mérced, aunque tuvieran noticia de "mineras ricas_y de

pro.rá.ho las tienen encu"bi.rtas". La nueva normativa de 10 de enero de 1559 incorporaba al

patrimonio real todas las minas, ya estuvieran en realengo-,.señorío o abadengo, a pesar de las

-.r..d., pasadas, aunque dejaba un portillo abierto a posibles ¡eclamaciones. A partir de 1559

los súbditás y natur"l., podían buscar y explotar minas en cualquier jurisdicción y.terreno, asl

fuera realengo, señorial-, abadengo, .on..jil, público, baldfo.o privado. En este último caso

legua en derredor (5.lOO m), las de Cazalla, Aracena y Galaroca y un cuarto de legua en torno

(1:400 m). Descubierras las minas y hallado metal, tenían que serregistradas ante.el escri'

ü"no .."1 y ante la justicia de la jurisdicción en que se hallaran enclavadas y antes de s^esen-

ta días .r" inr..ip.íón tenía q,r. hg,tr"r en el regiitro general de minas. La extensión afecta-

da por la d.nu.r.i", dentro de la cual ningtln otro podía entrometerse, era un terreno de 100

vaás (83,5 m) de largo por 50 (c.41,74 m) de ancho, es decir, una reducida superficie de

3.500 mz de forma ,á".tgrll"t, ya que se suponía que la mina seguiría una veta de mineral'

A los seis meses del registio el áenunciante tenía que haber profundizado hasta 3 estados

(em¡e 4,5 y 5 m) y l"eg:o continuar con su aprovechamiento' lo que los textos de época llaman':t.r.,

pobi"d"r; i", -In"r. Las autoridades no debían poner obstáculos a la obtención de la

leña, eicarbón, los animales o las herramientas que fueran necesarias "pagando_su justo pre-

cio". Esra normariva también modificaba el reparto de los beneficios establecido por Juan I,

reparro con pocos incentivos y que se volverá a cambiar con rapidez ,(Recopilac.ién_[-1^640] '

liÉro 6", tit. ^XIII,

Iey 4", ff . 134 i 136r" . Doña Juana, Valladolid, 10 de enero de 1559)' La

Real Pragmática de Madrid de 18 de marzo de 1563 alteró sustancialmente el peso de los tri-

Page 17: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

)1rur9J1 sol rln8es

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.orauru¡ oJloesJlnlrsluul e¡pod ou_anb el ua ePlParuoc atcgradns e¡ reqdrue I sepcsg s¿rcue8rxa sEI Jrnurur-sIP 'selBrau¡u ap sodtr selueJaJlp sol artua rezrleurr:Erel3 erruepuel Eun IIAX Iep sordrcur¡d I¡,¡4 o13rs IaP soPErPauJ a.rrua gm8ts ElJeurur el p arurraJeJ p8al ezrrreurou el ep uorcnlo^e E-J

'(rpeuer3 op ourar 'erarqeJ ap rr3n1 Ie ue eurru ,6291 ep argntro ep TI ep,.).¿.,027.,(6IZ'8IT:I

'1 'Z€8I 'za1yuo1) sezu"uepJo sel ueJ"putur anb o1 'atuelope ua f o.treecurnb ¡e .sar

-uatn8ls zaIP sol ua :oun <atula^ ep ue¡rc?ed soue soJerurJd o¡ulc so-J 'sepraru so¡lo I oro ;ere1deP sePeu^oPuege sen8nue lntu seutru sop ep ugrceroldxa ua ersand €l ue orpa)ns )se soueur IV'eso¡aua8 sEuJ EurJoJ ap gcrtde es L09I ap E^Ileurrou EI sauorsero setrarr ue anb res af,aJed

'(tzZgt ap oleru ap EI 'pupeW'L6Á96,9L,gL,yL:II.t.Z€gI .zepzuo3) anSoze

JErJ_oqe I relou ap sorua8ut rred o,r.tsnlcxe osn op so€a1r,urd seluault¡ad sol eJJalouor Áeueg-o;dt ugrgtuer etunf e1 'soulal sol ap ((soJepeqoa I setuouJsap 'seleuoJse 'seunu rarnbpnc apuglrErlslulu¡pe I roqel 'orc1¡auag

Ie Ererol anb o1 opot,, relnf,efa l;euapro fauodslp fecouorfal Íeterr ered seurl¡¡ ap erunfeun oerr es sare rlo oleq 'oporu orto ap ras e;pod ou ouroJ

'(09 ^ 6s'8s :II't 'ZegI 'zalpzuo1) olulnb 1ap ueresed ou anb Iet uor 'sor{raJep sns Jerueurenur er.rpod,(ar 1a soue elule^ soPIJJnJsu"¡r f er¡ed Eu¡rJep el 'oruefap

1a opesed,{ o,Leacurnb un uerr-e8ed saptrocsa I saluou¡sep sol 'ele¡d I oJo ep $urrü sel 'soge zarp rod 'salerslJ seroua8rxa se1alueullElru¿tsns uoralnpa¡ as f 't8lI aP olsoge ep 8Z ep srurul ap sezueuapJo sel atururlErf-red uo.rarpuadsns as L09l )p'J 'U Eun ¡od 'anb Erspq 'orueJep un Jurnrsue¡r enb o^nJ

'$e f OE \l't'Ztgl ,zepzuoD) o,reoournb un ?ru

-odo¡dl oso,re¡8 operseruep €getlnsal '¡eturnb rod ereld ap soueur o orpau¡ f oc¡eu¡ utqeuor:-¡odo¡d_onb sEI frrep sa 'sargod seurur sel ap oser 1e ua atred eu¡rf,ep eun ¡e8ed anb ec¡euou¡p e¡uodxe irapax solre] uop 'oura¡

Iap seurtu ap prauaS JopeJlsru[upe p 969I uE .E]Jourur

t1 ered e)lll:c ugrtentls €un gJeprsuoc as ecodg e¡ ua enb ol 9tr^a ou orqurel oturrgl elsg'(¡zygt ap otso?e ap 77 'ozueroT ues ua II adle{ '"^gZI 'j ,XI lel ,II¡X .rlt ,o.p orlrf ,lOrgtl ugnaydotay) ere^ EI ap

ugr))aJrp 11 opuanSrs <or{fup ap 69 ;od o3;e1 ap sEre 0gI :eperldue Jes e er^lo^ ¡eroldxa reuoz el aP uglsualxo e'I 'o etulert un eJgor ¡e ua f oleeturr^ un ouro¡d IO ur .Erurlrp E[ Erre^allas ,{er 1a

<loqoole IaP os"r Ia uÍ 'oJaulul

¡a ered ouro¡d ¡e opuepenb f selsoc sel Jeluorsep ursoPoJ 'erJeuour

¡a ered er¡as osorca¡d lereru IeP pelltu EI sres ap euJrrua ¡od I eued e]Jenr EI <sof-Jeur sles Elsel{ oJl?nf, op iorulnb un 'oJlenc e orpeu f oc¡eu¡ aq lar p aeld e1 ap arrcd

"uID?p eun uer¡e8ed soueur " Gl gil prulnb lod 13 grzE) ele{ ep orpatu I oc¡ru¡ un ue.ralp ere¡d

-oruold ap saleJauru sol rS 'orqruer oJto uetuaul¡edxe seurry ap sezueuepJo sEI tBEi uE

.rouJolue ns ua en8ua1 eun E Elpuolxa os ,lEuEJIBpenD ap oseJ Ie uo Elp-ecns el oruor (euarp ry Á ezorclea .elleze) ue seurur re ef,xe ep ugrrrqrqo ñ ey A ,

99 rcd g7¡ vSEJE^ 0E rod gg1 ap resed p eqrrTdwr es'65SI e olcadse¡ uor 'uorseruol el ep ercgradns ET .o-ealula un aJgoJ 1e ua I o,reecutnb un 'ere1d e¡od uoc <Jroap sa 'sarqod souold sol ua :o elJoun errsuog? es (eua¡e8) Ioqocp IOp oser Ie uE 'oreurlu

1a e.red e¡repanb opruatgo oruold 1E .ser

-sof, Jsruof,sap urs soses sol sopor ug dar Ia ered sIJOs pElrur EI ,oro lep osEs Ia ug .ereld 11 ap

P"llru "l e_gprt ered so)r?tu slas eP f olc¡at un prumb .rod ereld ep sras e sorJeur sarr eg 'ere1d

e1 ap er.red elJtnr Eun 'sorJeur seJl Ets¿I{ I ¡aumb ¡od oc¡eu¡ un ap srrü Brarp rS 'rre1d e1 ap o.t-Erro un ,bt ¡e eue?ed as ereld-oruold ueqerue¡ anb o1 ep (q 97) prumb rod errld ap (3 0€Z)of,Jeu¡ un eP soueur Eruetgo as Is 'solueruour sose ua of,srJ ¡ap f erraurw e1 ap orrrralqo pdrc-ut.rd 'sora3¡tua8re soruold sol ap osef, Ia uE 'seunu sEI ep ugrf,etoldxa e1 arqos uer€f,er anb sotnq

oJlu¿0u0J¿ 0110"t.t3tap lL ?t,¿¿u1til :aL.¿pl StautLt-r II I ' 'vV ', q . U09

Page 18: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

rgentíferos, prin-ros de un marco6d, rcy un ocra-:uarta parte de laa arriba la mitadn descontar cos-t) se abonaría unobre un veintea-100 por 50 varasa, como ya suce-

erales de plomo-os pagarían unao hasta seis mar-lmonarca. Todorlcohol, el rey se,nsión de la zonardo la direcciónen San Lorenzo,

,n crítica para Iaedler, exponía allas que propor-

;ravoso y propo-

spendieron par-;ustancialmenteescoriales paga-inte años el rey.lez, 1832, t. II:

s para trata! ver,adminismación

r también apro-moler y ahorrar;24).a más generosa.rbandonadas delos diez siguien-2, t. I: 218,219,Granada).los del siglo Xt'tr minerales, dis-día inmiscluirsede su apunte en

Capítulo 2: Antecedentes dz la minería española contemPorá'nea... 6 1

2.5. Mineros-emPresarios

De las 1.288 denuncias, en 15 casos, incluido el de un monasterio, no se aclara si las efectua-

ron una o varias personas. En el resto se precisa si fue un individuo o varios. Consideramos

qlJe uno e hijos, ino y parientes, uno ! clmpdñeros, uno ! const,rtes, uno ! o-tros, como mínimo

implicaban á ,r.r p.irónas. De las 12-88 denuncias, el 600/o se llevaron a cabo Por una sola. per-

soia (765 hombres y 9 mujeres) y un 20o/o por dos. El resto, otro 20Vo, Por _tres o más indi-

viduos. Se puede inferir que la búsqueda yhallazgo de_minas fue sobre todo una aventura

individual á un hecho foriuito y qué el buscador Íató de reservarse el hallazgo para sí. .Conesras esrimaciones, hallamos un toial aproximado de poco más de 2.000 denunciantes o indi-

viduos implicados en los registro. (,rno. 2.06I enun cTlculo más bien bajo). De esos dos milla-

res, se no; ofrece el esrameáto o l" profesión de alguno de los denunciantes en 417 casos. Los

hemos clasificado en diversos grupts: burocracia real y municipal (consejeros reales, criados

de oersonas reales, oidoret d..ñ".t.ill.rías, contadores de hacienda, secretarios reales....), noble-

, iítul^d^(barón, marqués, conde...), órdenes militares (caballeros, comendadores...), dones

y doñas, militares (alcaiáes de fortalezas, capitanes, soldados...), eclesiásticos (seculares y regu-

iar.r, má, un ermitaño), títulos universitaiios (bachiller, licenciado, doctor) y profesiones y

oficios, en general manuales, específicos (armero, boticario, calderero, cantero, escribano...)

(véase cuadro 2.9).

Cuadro 2.9Estatus o profesión de 4I7 denunciantes de minas

Estatus/profesión Número Porcentaje

Burocracia real 37 B,B7

Burocracia local 6 t ,44

Titulados 24 5,76

Órdenes miiitares 1 0 2,40

Dones/doñas r ) z 36,45

Militares 54 12,95

Titulados universitarios 4> t0,79

CIero reqular 9 2 ,16

Clero secular 33 7,91

Ermitaño I 0,24

Profesiones/oficios 46 1 1 ,03

TOTAL 4 1 7 100

Si tomamos, cifra redonda, como total de denunciantes 2.000, estos 417 de los que sabe-

mos su estamento o trabajo representan en torno al 2lo/o. Un porcentaje !alo, Pero no dlde-

ñable. Cabe pensar q,r. .i resr; fueron en gran medida individuos sin cualificación específica'

mayoritarianiente carnpesinos, aunque con la suficiente capacidad y conocimientos como para

,.g,rit lor trámites y pig t las cosras requeridos por el registro de la mina.

Page 19: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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97) seuorsaSord I sorc¡¡o sol B otuenr uArauodns uelap sotuaru

-Btse soIIrIp e soplnqlJle soIrEITIqou sorclnl¡ad so¡ anb ol op Eruroua ¡od lnu¡ I ¡e¡odso E)Jer{ oc-gprSourap afetueo¡od ns anb ol ap Eurrua rod opedrcnred ue¡rqeg ezalqou l;e¡n8ar oJalr :oJ-euru¡ orco8eu lap ua8rctu F uoJalcoueu¡¡ad ou soper8a¡rrrrrd solueurctso sol 'osef opor ufl

'Eleld JeJluof,ua ap se,rrteloadxa stpepunj ue)tsrxeenb se1 ue seuoz ua u?gertuorua Js sepuaru¡of,ua sns anb e glqop as .eJelugrlv ap uepJo el epsopot 'soropepuaruoc o sorelpgel ep elcuaserd ey e ercadser anb o1 rod .(IEII ua opalol ap op-edsrgozrc

1a ua eun) ouerpaurzo¡ ep uenf o (ZZtl ue epeuerD ua eun) osenS.ry op osuolv sel-uanc rP olrElrJres Ia ery (EPnP urs 'anb 'o¡en8ry ap osuolv o '(euoldue¿ ua eJe]Jol e1 I eperroS-uod ua erro 'u9ef ue Eun 'sePef,reru saJl soueuJ p) euqoyrq ap zanbzre¡uenf ouoc sorJelerJessoJlo ? u?rqruEt ored '¡etcadsa ue soqo] sol ep oosrruerg :;operedura IOp ourolue Iep sonphrpurE aluorualqlsuatso uorelreJo^EJ h solJEJ oleq 'saperraru sE"I '6EEI ap lal e¡ e JorJatue sauorsrr-uor ep erualsrs p oplqep opere8exa grse osad ns aluetualg"qord ,e¡n8¡eprq el E oluenr ug

'algBJo^eJ ugrf,rsoo eun ue opElolo? uErrqer{ sel sEl-soPotu EP€u 'sece^ e 'l sarr¡n8a; sEluer 'osEr u¡8¡e ua esor8rler ugrrEf,o^ ap elpJ 'arqr1 odruart'serlur?t sauolroN 'e¡oc¡r8y ep orxel Ie Japemt oprrrturad ElJqeq sel u'tel 1ap olldrue soueru osprü oluelurlfouof ns 'EgrBg osuolv ¿P szlruaw sol a? axtv p Eruournsel ol ou¡of e]Jaurur erqossoJqII ap uglrrepeJ EI ua Jelnras oJap Iop er¡uasa¡d ?l uoi elecua aferuac¡od atsg 'serrunuap

selep o/o99<I Ie og"J3 g^all socggr8ourap so^rlraJe solep o/of79'0le ouJol ue opurluaserderenb te¡noes oJalJ Ie ¡elcadsa ue I'sorar¡cad so1 ap olueurelse ¡a anb esuarur spu o8p EruJoJ opseulru ep o¡lsr8o¡ ¡e ue opedtcrl¡ed 'seu. satuaJeJrp.rod 'ue¡qeq soper8a¡,r.rrd sodn¡8 sop so-I

'0I'Z oJPEnl ¡a ua aSooer es selcunueP se¡rlcedse¡ sns ap aletuacrod ¡a I sotuaruetso sa¡lso¡ ep ocgprSoruap osad Io arlue ugrc¿ler el serlunuep uelrraJa anb sonpnrpq 000.2 ap awq EIergos 'rrso)rrsprsrlre ap o/oT un rser I so8pprq ep %0I un ,so;aqoad Jp %gg un E ouJot uo E)qEq6y o13rs Iop seuu e anb sourel¡eq'seluour I se¡rer3 990'IrZ so¡ I sorelnres Lg1.ee sol etuenrue sourauel Á rcq 3P osuar 1ap sorerlcad I solgou source^ sol oJlenr ;od sourclldrlpru rS

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I69 I a? osuar p uySas ontytSoruap a{atuaaod ns I soxuautalsa .tod suuunua(J0I'z orPBnJ

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'oper8e¡r,r,r.rd otuouretse oJlo Iep sorrlsprs-¿Pe eII uaPEgE as anb so¡ e '8Ze saluerrunuop sol aJtua sourerJpual 'pzelqou etle e¡ r{ srJelrlru¡seuePJg sel oP soJguJerru sol elueurer^qo I sol¡etrs¡a.trun sopelntn sol 'saJetrpu so1 'segop fseuop sol 'pco1 I

IEOJ selreJ3oJng sEI e uerceuet¡ad sauornb e soSpprg ouroc soureurnse rS

oJlwouoJ? 0170,/.tps23 L p1"4¿u1til :dila-t alau,il"¿.f It I . ,tY ', U . U7.)

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Page 20: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

nlt,Ii

y local, los donesos de las órdenese añaden 43 ecle-m pecheros, vero-

591

t

í91 y tenemos ennes del siglo XVIesiásticosl1. Sobre:mográfico de losLadro 2.10.registro de minas:lero seculaq quer el 1,6Jolo de laslacción de libros>nocimiento másociones técnicas,res, nada modes-

sistema de con-iblemente a

también a oÍosn, otra en Pon-

io de cuen-en el arzobispa-

lres, todosen las que

se sitúan entreo/o) y se pueden

agrupar en cinco categorías. Hay un grupo (a), curiosamente muy reducido (tres), en el que

.iplfuit"-.rrt. ,e alrrJ. a su actividad extractiva, "buscador", maestro fundidor y minero, o

-i'n.ro12. A este colectivo se puede añadir un conjunto de oficios (b) que,puede. estar vincula-

do a la explotación minera, .^o-o ., el caso de los albañiles, canteros y sobre. todo carpinteros,

qrreha..r é.te, junto con el de platero, que es el más mencionado (seis veces)' Los tornos para

.l*.r"., los miíerales, l" gang" y .l "gn",

las bombas para achicar y sobre todo la entibación

requerían abundantes d"át.tár y lo, ño..ror albañiles y canteros. Otro conjunto, también rela-

tivamente abundante, puede vincularse a Ia búsqueda de. un mineral requerido en el ejercicio

de su menes ter (c):."1á.r.ro, cerrajero, entalladof herrador, platero y armero. A este grupo se

puede añadir una serie de oficios (d¡ p^t"quienes el hallazgo.de ciertos minerales podría estar

.rnido o a su acrividad o al logro d. ,tr proárlcto sustitutivo de los utilizados: boticario, carda'

dor, curtidor, ollero, pintor y'rwrLdor.Es evidente en el caso del cardador segovian-o que bus-

."ba gr.da, .rn d.s.ngr"ranrÉ utilizado tras el abatanado de los paños. El resto, un260/o,lo con-

for*in puesros, org* o empleos diversos y con poca relación directa con los productos buscados:

cirujaná, criado, ,ri.r."d.r, t.ndero, silletero, teniente de tesorero, sastre y escribanos. E_stos

úldáos como ya habíamos señalado en la minería indiana (Fdez. de Pinedo, 1994: 44 y 46) se

enconrraban .r, ,r.r p,rnro al que afluía información privilegiada, ya q9e el primer registro de

la mina se llevaba a iabo "rrt.lo,

escribanos locales (véase cuadro 2.1 1).

Cuadro 2.11Profesiones y ofcios (cada año es una denuncia efectuada-

po, alpitn del que se ofrece el of'cio o empleo)

Capítulo 2: Antecedentes de la minería españok conternporánea... 63

Grupo (a) 6,52% Grupo (d) 19,56o/o

buscador 1561 boticario 1 5 6 1 , 1 5 8 3

maestro fundidor 1639 cardador 157 |

mlnero r537 cordonero 1574

Grupo (b) 21,740/o curtidor r57r

albañil 1561 , 1561 ollero r563

cantero 1557, 1585 plntor 1564, r570

cafPlntero 1562, 1567, 1567,1567,1599,1626

zurrador t597

Grupo (c) 26,090/o Grupo uario 26,090/o

calderero 1563, \563 clr!.I|ano I )04

cerrarero 1624 criado 1564

entallado¡ t571 escribano 1596, 1626,1626

herrador r565 mercader r601

platero 1557 , 1557 ,1557 ,1565,1.568, 1568

sastfe 1566 ,1567 , 1573

armero de S.M r564 silletero t > o /

tendero 157 1

teniente de tesorero r556

TOTAL 46

Page 21: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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pr¡nll el ap Jolratxa 1a ue sopÉaro¡d 'sozod sol ap stroq sel ua sopenlrs souJol aruerpau Eqez-IIeeJ as 'epuoq eql Burru el opuenf, 'arogrodns e¡ e r8ue8 e1 ap I leJeurur Iep ugrJceJrxa e-I

'Epeuor ps e¡ recrs e.redsopezrltn saleurrue 'selnur sop ap ernrr Ie ¡rrru¡ad ueJqap se¡rap8 sel rEIIatseJ ap Fs ep sol-uaru¡rcel sopetlc so[ uE 'seleu¡Iue resn ur¡pod as 'epuer8 eJe ou eurur ¿l ap peprpunJord e¡ op-uenJ <u?Iqu¡el o¡ad 'solsef ua ozeJq e uege8rec as soJquJorso so1 I ¡eraurur Ia seoe^ seqrntr [

'(9I tr/661 'eueun) euleazr^ EJreulurEI ua elperns oprcared o8¡y'(6q-Sq :9/gI '>lcoJ anblu,ra¡q) -,.egpluoLu el fftuatsns r¡¿d sa¡-epd soseru8 lnru eun¡¡ el ue opuexa g,,- vzo?etez ue ,rclla:sE) ap elll^ e1 ap ald p ueqeroldxeas anb sEuIIes ffil ua E8E I sIrEI{ Elpacns rsv 'lES ap seuruJ s¿l ue eqezrlnn es osnlcur anb 'sotse8

rlsnPar e¡ed eu¡orsrs olretueu¡rPnr un Ere sare¡d sosan¡8 refap p 'eJappru JEJJOT{e ered'¡ern]euat¡odos ep u€I^Jes anb sop¡errxa ou eSue8 I prauru ap seurunlof, trcep se ',,seluand,, ecodaEI ua Egeruell es enb o¡ ueqrlap as st¡ra¡e8 s€l ue sera V

'selerarel sapared I sogcar sol ueqeur-ape as I e¡opuprnSrs o eta El rczuwIe. erser¡ se¡rep8 o sozod opuarJge ueqr es eluauJleu¡roN

'sepuryord ocod o orralqe olerf, e sauorceto¡dxa ue¡8rxa 'a¡du¡els ou o¡ad 'eprpeur Euengua anb serlu)?t '(Zg ,y66D etr¿r{l 'U a arleJ ap osnd rl ou¡oc ',.3uruas-a-tg,,

Ie touelue Errur?lBun uor opueltslxaoc 'tt¡x ol8ls lep petnu epun8as e1 ep sordrcul¡d e¡ed el souaru Ie Euleru^ orr-aH rap Elraur"' er uo op'lsrsuoo 'rro'r'1ed r:x';:111,:ffiJlffiH::j'"T:i:r#,T,ffJ$""*sopot?ur ap pepIIIgBtueJ ouls 'peprcedrcur o oluarurrrouoJsap rerrJru8ls Tnb.rod ouen ou sesop-e^ou sef,rur?r ap ugrf,errlde ou e-I'OI9:1J 'r I gII Á üI

,I9 '0g ,6, tI't ,1gg¡ ,za1ezuo1)

999I E ouJol uo grrrur as ugtctro¡dxa vttnc '1euet¡epenD ep spurrü sel ap rre¡d ua otuaruJrpuer Iaa.Igos 'setslrulrdo fnru 'sellltou sele A 699¡ ap ugrce¡sr8a1 e¡ rod seprlalgetsa seuorf,rpuor st^enuse¡ e sener8 aluerueiqego¡d 'seuect¡arue sauotcetoldxa sel ua soprrlnbpe soluaru¡rJouoJ sol uoJegedsE e uoJeuJoteJ souerpul saJoprpunJ I so¡eultu soptlueuJrJadxa anb ours soueu¡Ja8 sor¡e¡-edo uo¡afe¡t es olgs o¡ 'ecodg el ep sopezuu E seru sorruc?t saJagps sol ep erJueJaJsueJl Eloryz-nue¡e8 rageg aoared 'ecr:gu¡¿ ue oruor egrdsE ue olurl '17¡4 o¡8¡s Iap perrru e¡aur¡d el rpsep

((seuetuale,, soJaulur ap ercuasa.rd e1 'secodT selsa uo Ef,ruJguof,e ErfuarJltaur ¡auodnse¡d anbeluaurcIJEsaf,au u3uall ou selEluoluele soPol?ur o oJluf,?l otualulBf,uetse oJOd 'sorrttecgtu8ts solq-urer opetueu¡l¡adxa reqeq Iu EpernsrJos fnu ru oprs raqer{ aro¡rd ou E nceJlxa e¡8oloucar e1

ocr89¡oucar Ie Iu Ig '9'Z

'prlsenuJ e1 ap on8rxa ol repr lo op eqap as ou ,spur ze^eun.oJad .II Xo¡8rs lap EtuIeJl soge sol sEJl uerzoredesep orrlJo un uor serop?rrunuop E sauorf,ueru se¡ anb rep-ua¡dtuoc e rcpn'{e e¡rpod leuesatre srsrJr p'I 'openrope orcnpord Ie oreurur Jotf,es Ia ua opuer-snq epuuruap esa Jef,EJsnBs Jetualur e saropelegeJl sns ep soun8p e opelndrua o optlnruuseeJJqEI{ anb 'et8rnpteur EI ap I oplrrnc ¡op

'(sarueser8uesap 'saruarp:our) ocru¡nb 'lllxat salol-fas sol ep arred ¡od seur¡d serJateur I ,,sa¡dulls,, sotJaro ep ppueurap el op otuaurne un Ie E op-elnourA I putsalre oluanul)eJr auanJ ep soruof,ap soun ap orrrpur un ras apend u?rgruer oJed'soseJalul sns E selqeJo^eJ syru seuJJou seun I se¡rue.re8 sElJaIf seun ep reuodsrp elser{ uoJer:)-unueP sel ou sBuruJ aP srcuetsrxa EI uB)nrul solue seualnb anb e '6991 ap ortnelslSal orqruer IEopeuolruaur ef o3o19rd 1e arat8ns oluof, (asJagap e¡rpod sorrlto ap afetuecrod ope,ra¡a Ia

'epel-rrürl sa Ensonru e1 anbuny '(o/otlLlr)

rLq ,(gggl enua aluaruel¡elr¡olerrr Á'6e9I 'l ¿gg1 anueuetllrs as II'Z oJpenJ ¡e ua soplSoreJ sorrl¡o 97 so¡'ocrSolouoJr Etsr^ ep olund Ie apsaq

olru.tguon ollot,tps¿y I a1uuz¡¡¡ :attp¿ pt¿u.u"t¿v9

Page 22: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

Capitulo 2: Antecedentes d¿ la mineria española contemltordnea... 65

ho 2 .71 se s i t úana muestra es limi-o ya mencionadonas no las denun-es a sus intereses.tesanal y vincula-r parte de los sec-urgia, que habríasa demanda bus-rudar a compren-rs treinta del siglo

erimentado cam-:n necesariamenteneros "alemanes":ce haber garanti-o se trajeron ope-)rnaron a Españarente gracias a lasoptimistas, sobreen torno a1556

técnicas nove-idad de métodos

minería del hie-

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por tejavanas cubiertas con teja -los llamados cobertizos-. Es muy probable que en las minas

á. cierta importancia el movimiento de los tornos se realizase mediante animales. Pero como

es bien sabido, el principal problema de la minería de entonces consistía en las dificultades_para

el desagüe. De ah? la reiomendación, referida a las minas de Guadalcanal en 1557, de trabajar

intensamente "en tiempo de calor y enjuto", disponiendo de la mayor cantidad de mineros en

esta época, dejando la Fundición y afinado de los minerales y metales para elinvierno, cua_ndo

las filiraciones de agua de lluvia anegaban muchas minas o parte de ellas (M. Bargalló,1969:

4r-44).En el caso de la mina de Almadén las técnicas no eran muy distintas. Paredes y techos esta-

ban apuntalados con maderas. Existía una galería central de la que pa1tí?n ramales laterales,

"callejuelas", llamados también "hurtos". Las pésimas condiciones_de salubridad hacían que se

tr"bajase pocas horas al dla. El mercurio se extraía bien líquido, el llamado "virgen", muy esca-

,o, y robré todo embebido en piedras o en rocas que, luego, en unos alambiques de barro calen-

tados durante24horx,proporcionaban el metal líquido. El alumbrado se llevaba a cabo median-

te candiles. Como en otias minas el achique del agua absorbía una parte importante de Ia mano

de obra. En esta mina se precisaba que la extracción del agua se llevaba a cabo hacia 1575

mediante bombas, activadas manualmente (De Morales, 1997: 48).

La escasez de mano de obra, precisamente cuando más se podía trabajar en la mina, en tiem-

po seco, también se hacía nota-r en las minas de Murcia -"era en la fuerza de la cosecha de seda'

que toda la gente estaba ocupada en ella, y en coger el pan que hubo, y no se pudo juntar.gen-

te que era nécesaria para acudir a las obras"- (González, 7832, t. I: 412 y 413).La subida de

los salarios en la segunda mitad del siglo xW y luego la crisis demográfica no fueron fáctores

favorables para el desarrollo de la minería en España. A fines del quinientos Ia corona misma

señalaba que "faltan trabajadores paralalabor, por muy bien que se les pague_, por ser es.te tra-

bajo granáe, y por ocasión de lasiosechas, vendimias y siembras, acuden a ellas,_y quedan las

-in"i pot .ri" t"nr" sin recaudo, y se hinchen [sic] de agva, y se hunden y cuando se vuelve a

ellas es con nueva y mayor costa que al principio"13.La mina de plata, llamada de Albertos, en Almodóvar (La Mancha), hacia 1608, y según

la descripción d. don JuanLópezde Ugarte, administrador de las minas del Reino (carta fecha-

da en Villagutiérce2, el 28 de junio de 1608) tenla cinco entradas en_la su-perficie y en cuatro

de ellas torior, uno por boca, merced a los cuales se extraía el agua, Ia zafra y el metal. De la

superficie al primer zuelo había unos veinte estadosr4 en donde había "caldgras y:a1a: en don-

d. t..og.tr .l agua". El segundo suelo se hallaba a diecisiete estados más abajo y había pareci-

do, recúi.nt.r. El tercer iuelo se encontraba a otros dieciséis estados, con semejantes depósi-

tos y el ilti-o a ocho o nueve estados más abajo. Cada suelo se correspondía con una o varias

vetás. El agua se subía del piso inferior al superior en "marozas" y zacas (zaques grandes para el

desagüe), y se vertía en los citados recipientes. En estos se volvían a llenar los odres y un nue-

vo tJrno elevaba el agua al nivel superior. Asi hasta llegar a la superficie. Los tornos exigirían

como mano de obra u.ro, r.r.nta operarios al día, sólo en Ia labor de extraer el agua. Recien-

temente se había instalado en uno de los pozos de la superficie "un ingenio a manera de noria,

que con dos caballos saca tanta agua, escribíaLópezde lJgarte, como ahora con tres tornos'

ü q,t. además de facilitarse el desaguar la mina, vendrá en ahorrar el coste de doce hombres".

Esta mina había sido denunciada, por despoblada, hacía unos tres años (c. 1605) por Martín

de teviño y don Juan de Oviedo y ".rtor mismos con otros que han admitido a la parte" la

explotaban ahora. Alrededor de la mina había surgido rápidamente un poblado compuesto por

,rn" "."r" razonable", para acoger a los dueños cuando venían, y otras cuatro o cinco pequeñas

con unatécnicas que en

iéndola y se ade-se llamaba en la

rvían de soportea para reducir

las salinas que seuy gruesos pila-

sucedía en la

también, cuan-itados yacimien-

es utilizados

honda, se reali-ior de la lluvia

Page 23: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

Elorü sol eP ?rerrrsnPur ?l aP) "uosJád

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¡olor ErrJ?urv EInbune'salelnoel

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¡a eranllurad ol IS 'JezIIeaJ 3 Eqetsul as spuJape I 'sel¡ou I sorue8ur ,souJo] .sequJog :seulur s'Elren8esap e seppunsep seurnberu sel utJauJnua es (00/I erceg'so18rs sop sol rp ruro9 1, ug

'(g9I \ 1'Ze8I 'zaryzuo1))ourol IaP eurelsls Ia uor EqBnurruof, Js tnb epgas 'u?peur¡y ap solEp opuep Á,LggI ercd ,za1-Vztro) sptuoJ I gOgt ErrEg solJag¡y ap otuenulcel opetrc Ie ua uegEzrlnn as errou I souro¿'1¡¡4 o13rs ]a ue selJou ¡od o sou¡ol rod stprnrrtsns uoranJ (reurgporu¡y ue (souaqly eurur EIua OEEI

'c I ugperu¡y_ua olsr^ souaq ovrcD gLgl ua) an8esap 1e ered ¡,¡4 o13rs Ia ua sepezrlnn'seqrrrog sel anb ua¡ar8ns soldruafe soCI'sr(ZOI :II't'ZggI 'zalgzuoD) seurur sEI ap,,an8esapoqrp Ie e¡ed'elsoc tcod ap ÁIltyJ,,seulry ep erunfe1 a]ue opetuasa¡d ole¡ede un e¡ed o€a1nudorlo aqrrer soDr sol ap oruaSnE alualn8rs oge [V

.Gll f II ,0II .60I :lI 1,Tggl ,za¡ezuo2)

"'((soleJJeJe eP sBlsor f sorse8 JesnJsa e¡¿d seutul sEI ep sElog sr1 e orua8ur oqcrp opuelrJgeJ,, sJI-Eleru aP odtr opor u?rqu¡er o¡ad 'o8r¡1 reloru ered rr,rras erpod anb ,,serpard sEI a^anur anb e¡r-arund eP EPOnJ f arapor 'e^anru as anb euJoJeuJ eun I 'aluarupruozrJor{ eperueld ,atrrelo,r. ap-ner8 epanr eun ua elueuJelos,, eqepunj as anb orua8ur un Jepue^ l, rccuqvlered soge alurarr ¡odorSa¡,r,ud opetsetuor un grgrrer ,(opa¡o¿) euerdr.rS ap odure3 ap IeJntEu f .epl,r.epp¡ ap Jop-Epuauloc 'uenf ueg ap uapro el ap oralleqer ,u91/y op opurTEC olqed uop LZ7I uE.oraurruJolfas Ia ua olgs ou o.¡ad :Euou ePEtrf EI oujoc 'seulnberu sErJelururrpn¡ 'er¡uel¡odrur elJelrEun eP sEulur aP osEr Ie ua feldope I sap;ogel selsol rerroqeercd ete3rre un;eluase¡da¡ anbuoJer^nt sotuerrsres 1ap ooge;Sourep osuof,sap Ia I ltx oprs 1ap sorreles sol ap Eprqns ET

'(t tg-Otq \I'1

'Z€.gI 'zelgzuo) a) ,,arqoc áp operqel eq anb

[eu¡u] el ue olsl^ erl rs olraja uor ouroc "'eprprad pre^ EI opuelap 'uapJo urs oueur e ár"lleqanb ¡eraul IO oPueces atctgradns e1 rod grr es loqel 11 ua ocrreld [sa] ou I ,oluaruegca¡.o¡de seruu¡€¡e uoc elsot EI Jeres ap ertrr olos anb,, euos¡ad sa enb¡od ,,ugrcerrdsa; ue8ual f uepunq es ouenb eJeuEru ep,, seurur wl er'ltrueq :609I ue eI]rlED ue 'ollog

Iep ugrDrpsrrnl ,ofla5 IJp EuruJ

EI ua aruod osuolv ugttdec ¡a rod ogtc E sEp?^ell sapepr^rlcE sel grqrJrsep uerguret erreS¡ apzadgluenf uoP oPerlf, rl ¡E

'¡se Jas ep glqap a¡druars ou ored 'sopeJral soursadu¡ec oqtc E uoJ-e ell EI uoroetoldxa ap odn alsa anb ¡esuad ágEJ 'olngu¡arsrs felngar ofeqerr un uo I sorrur?lsolualurlrouoJ sol ue anb seru alJens eueng EI ua opu"rJuoc 'ptrdec ap uorsJe^ur esecsa lnruuoc 'ectnb¡eue eurroJ ep seperoldxe uoJanJ seurur sEI op erroleru EI atueuelqeqord ora¿ 'epee-UIIEnr etuetseg Erqo ap oueur ep uo;atsndsrp anb .,( soruel¡odulr sauors¡e^ur uoJ¿zrlea¡ as enbsEI u_e 'sonPl IPuI solre aP uglf,Elcose uof, 'Etsrleldec odlr ap seserduta ue gzuerle es olos -sop-e¡n8ar olege;r eP souJnt- orrtltzrueS¡o I -ser¡ou (souJot 'seqtuog- ociSoloucat Ie^ru etsg

'(gZ-L tl1 'Zegl 'zalgzuoA)

((olPaur I sa¡l e eP seJlo I stun8p soptlsa oJlEnJ ap,, 'alJotEJ ep oJeuJtlu uo .seqruog en8e 1eJaeJlxé ercd opezrytn E)qEq as souJol eP z¿^ ua o¡ad 'eJoqe ouror otuet opezrpunJoJd ergeq asou onbunr 'r99I 5 'sogr etuencurt soun ener{ roqel ua opttsa Ergeq eurur e-I'GrZ-ZV:IIAX 'r<Z6LI 'e?nile1)

,,opurrrnbsep as.rr I ,o¡;eelsoc ered ppnrc Euru EI salopugp opl eq etuelepe

)I{E oP enb I 'ptaru p re8a¡ elsel{ EIJas prtdec ¡arul¡d ns ue uoJarsnd so¡a anb elsoc epor anbEPnP uls ¡od o8uar,,- prtdec Ie oPutznJoure utgr osnlrur e setsor sol E etue5 reoeq ue¡pod ue¡u-argo anb o1 uoc anb erce¡ed o;ad 'alqeraplsuoc enJ Ienrur uorsJe^ur E'I 'epen8esap .lrcap se <,cc-uoJ,, EgElse eulur EIoPuenc oldacxe 'aluoutu¡¡ed e¡a enSt ap uorJJeJtxa e-J '<rreuJell anb sepuefsns ¡od opuatpacard ue^ IsE 1,, receueurc Ie etseq ou¡nl ¡aun¡d 1a releq E E)^lo^ eqrou erpauap sgndseq 'aPJel EI etseq otsar Ia eqeJtue seruotue :Erporpatu I" BJIES ,(,euegevt e¡ rod rrfeq-eneeIPnJe PelIuJ E'I "'lelour 1a opuelerrxa soJto'opueAeo soJto'souJol sol ua soun ,sa;opef-eqeJr 00€ soun e ugrctdn:o eqeq 'ere1d e¡ ap ourold 1a reledes rred orcglpe Iep ueuJe <Epurrl

I ugsau 'e¡tdtc eun 'sauoed sol ered atueurer^qo 'sezoqJ Etuer{f o n Etuates I saprego so¡ ered

oJ tl,uo u oJ¿ 07 I o"t.t l2taa lL p|"t ¿u I tAI 2Jt3. I til ¿At 1,t.1 tr I / ,t v u . (too

Page 24: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

¡na capilla, mesón yn a unos 300 traba-mitad acudí^ a tÍa-

a tarde. Después derrecediendo por susla mina estaba "ron-

Iue con lo que obte-"tengo por sin dudametal, y que de ahílo" (Larruga, 7792,c.1554, aunque norilizado para exrraers de a tres y medio"

rs de trabajo regula-rs individuos, en lasbra bastante cualifi-rma anárquica, conr los conocimientosexplotación la lleva-rdo don Juan LópezAlonso Ponce en lanas "de manera querr Ia costa con algúnrcando el metal quea visto en la fmina]

;elsclentos tuvleronso de minas de unano sólo en el sectorian Juan, comenda-ntestado privilegioen una rueda gran-y rueda de punte-

todo tipo de meta-de acarretos"...

Ríos recibe otrocosta, para el dichon que las bombas,adény c. 1550 en

en el siglo XVII.B y Tomás Gonzá-I sistema del torno

inadas a desaguar, si Io permitiera el

Capitulo 2: Antecedentes de la minería et?añold corctemporánea... o /

terreno, un socavón (una galería en este caso) de desagüe (González,I\32, t. I: 25I-253). Pocasnovedades en el aspecto más importante de la explotación minera subterránea. Probablemen-te, como sucedió en el terreno de la metalurgia con la técnica del patio, los avances más espec-taculares, aunque dentro del paradigma tecnológico "tradicional" ya conocido, se realizaron enla América colonial (González Tascón, 1990: 255).

NOTAS

1 Hemos excluido del cómputo dos registros, unode 1428 y otro de 1487.

2 un texto de época de Felipe III (1596-1621)indicaba que se exportaba alumbre, sal, azogue,hierro y plomo y se importaba cobre y estaño.Real Academia de la Historia, Colección Sala-zar, t. )OC(IX, fols. 53 a 56.

3 Biblioteca Nacional (Madrid), ms.7.615.a Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua

castellana o española, según la impresiónde 1611. . . Edic ión preparada por Mart ín deRiquer (1943,voz: cobre; 328). El texto dicegusto, pero sin duda es error por gasto.

5 Para un resumen del uso de la pólvora en laminería, véase la reseña de Philippe Braunsteinal artículo de Raffaello Vergani, "Gli inizidell 'uso della polvere da sparo nell 'att ivit)mineraria: il caso veneciano", Studi ueneziani,n.s. III, 1980:97.140, en Annales, Economies,Sociétés, Ciuilisations, n.o 5, septembre-octo-bre 1983: 1154-1156.

6 Sánchez Gómez (L989: 293 y ss.) calif ica losaños 1550-1559 como "La'Década prodigio-sa de la minería española".

7 Sin duda los mejores trabajos sobre esta inno-vación y sobre Bartolomé de Medina son los deModesto Bargal ló (1969: 34,54,55, 56,61,64,66,66,68,70,80-81, 85 y ss. entre ot ras) .En 16 de junio de 1556, México, se hizo "Mer-ced a Gaspar Loman Alemán y a Bartolomé deMedina para que por tiempo de ocho años nin-guna persona en esta Nueva España pueda usarde la industria que diere sobre sacar de la pla-ra de los metales con azoque sin su consenti-

miento". Ignoramos la fiabilidad de 1a cédu1a

de 4 de marzo de 1552 parcialmente reprodu-cida por P Madoz, Diccionario, voz: Almadén;24, nora, atribuida a la Princesa Gobernadora,que dice así: "Habiendo bisto lo que vosotrosy el Visorey de esa tierra nos habeis esctito, acer-ca de la necesidad grande que hay de que seenvie á ella canddad de azogue para beneficiarla olata'.

8 Dé las inst¡ucción del rey a Don Francisco deMendoza administrador general de minas,

de 30 de octubre de 1557, Bargalló (1969: 45y 8 1 - 8 2 ) .

e Por mencionar dos ejemplos ilustres. Un india-no clérigo, probablemente de origen valencia-no, Antonio Botelle¡, intentó sin lograrlo, aplicar la técnica de la amalgama en Guadalcanal.Y Alonso Barba, cura en Potosí, oriundo deLepe, además de hacer fortuna explotandominas, escribió y publicó el Arte d.e los Metales(1640). M. Bargalló, (1969: 64, 81-82 y 102).

r0 Recopilación (1640),libro 6.", tir. XIII, Iey VFelipe II en Madrid, 18 de marzo de 1563,f. 136v" a 148. Ejemplos de denuncias con lanueva normativa, en GonzáIez (1832, t. I: 29,

64 , 211, 212, 270, 271. . . ) .Ahora e l denun-ciante tenía que señalar el tipo de minerai, yefectuar una descripción del lugar y la veta anteel alcalde ordina¡io y escribano del lugar y esteregistro se tenía que presenta¡ en Ia Contadu-ría Mayor de S. M. en Madrid, que daría car-

ta de orovisión o R. C. a favor del solicitante

para que pudiera beneficiar la o las minas con-

forme a las ordenanzas de minas.

Page 25: Antecedentes de la minería española contemporánea: la minería en la Corona de Castilla (1515-1715)

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