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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SURDEPARTAMENTO DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN HISTORIA
GGuueerrrreerrooss ssiinn ttrriinncchheerraassExperiencias y
construcciones identitarias
de los integrantes del Apostadero Naval Malvinasen el Conflicto
del Atlntico Sur.
Autora: Andrea Beln Rodrguez
Directora: Silvina Ins JensenCo-director: Federico G. Lorenz
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ndice
Introduccin 1Captulo 1: El Desembarco 9
Convocatorias al sur 9El 2 de abril 22Das de paz 30
Captulo 2: Abril: Entre ficciones y realidades 37Convocatorias:
un comienzo de pelcula 37Estibadores en Malvinas 47Las guardias: el
comienzo de la realidad 65
Captulo 3: Mayo: Guerreros itinerantes 82Atacados 82Aislados
98
Captulo 4: Junio: Das de espera 118Atrincherados 118Apostados
134
Captulo 5: Entre silencios: La rendicin y el regreso 146Un
silencio que duele 146Un silencio que mata 165
Conclusiones 178Fuentes 195Bibliografa 197
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Introduccin
Cada regimiento tiene su lugar, su hbitat, su origen.
Nosotrosramos un rejunte. El Apostadero era algo que era de todos y
denadie, no vena del continente, o sea no tena identidad
propia.
Julio Casas Parera1
Mi gente, la que estuvo conmigo, y eso en cierto
modo,afortunadamente, y esto es lo que siempre hay que tener
encuenta, es la diferencia que yo siento de ellos del resto de
lasociedad [...] Es tu compaero, es el tipo que estuvo conmigo, es
eltipo que de algn modo, si poda te iba a [...] me iba a ayudar
sipoda, o a correr ms rpido, no se, pero bueno, pero estaba. Ylos
que vas a conocer, o ests conociendo, es mi gente, que hoy enda
obviamente no se si van a responder igual que como
hubieranrespondido en el 82, pero el afecto que se desarrolla est
basadoen eso, entends? Esto que te digo es la mejor definicin
quepuedo llegar a hacer de lo que es un sentimiento que es difcil
deexplicar.
Ricardo Prez2
En el ao 1982, tropas argentinas e inglesas se enfrentaron por y
en unos territorioshelados y perdidos en el Ocano Atlntico las
islas Sndwich, Georgias y Malvinas, desde el2 de abril hasta el 14
de junio. Ese enfrentamiento fue el nico conflicto blico
protagonizadopor la Argentina en el siglo XX. Si bien breve slo dur
74 das el mismo se revelafundamental para comprender la historia
reciente argentina, y an ms, para preguntarnossobre la construccin
de la identidad nacional.
Esa especial relevancia entra en tensin con el silencio al que
ha sido sometido elconflicto desde su trmino hasta el presente,
tanto por los gobiernos de posguerra -autoritariosy democrticos y
por diversos sectores sociales, como tambin por aquellos
historiadores quetrabajan desde las nuevas perspectivas
historiogrficas3. Y si esta ausencia es an ms notoriase debe, como
indica Federico Lorenz, a otras fuertes presencias que han
atravesado el campohistoriogrfico. Por un lado, la explosin de
estudios sobre la dictadura y los 70 que se produjoen los ltimos
aos, donde las voces de las vctimas de la represin han tenido una
fuerte
1 Entrevista a Julio Casas Parera, 30 de noviembre de 2007.
Conscripto integrante del Apostadero en 1982.2 Entrevista a Ricardo
Prez, 26 de noviembre de 2007. Conscripto integrante del Apostadero
en 1982.3 Nos referimos principalmente a estudios desde la Nueva
Historia Cultural y desde el campo de la Memoria.
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presencia y el anlisis de sus experiencias es cada vez ms
frecuente. Y, por otro lado, laextensa bibliografa sobre el
conflicto escrita desde la historiografa militar4.
Esta tesina surge de la constatacin de esa ausencia. Es con el
objetivo de dar cuenta deesos silencios sobre el conflicto, de
aportar al estudio de la guerra de Malvinas desde
nuevasperspectivas historiogrficas y de complejizar su
conocimiento, que nos proponemos reconstruiry analizar las
experiencias blicas de los integrantes de una unidad en particular
que intervinoen el conflicto, el Apostadero Naval Malvinas, y los
procesos de construccin identitaria que lasatravesaron.
El Apostadero Naval Malvinas existi los 74 das que dur la
guerra. Pero, si bien esedestino desapareci hace ya 26 aos, an hoy
en da un nmero variable de personas sereivindica como parte del
mismo y se define por su pertenencia al grupo Apostadero. Cmofue el
proceso por el que un rejunte de personas en palabras del ex
integrante Julio CasasParera que inclua civiles, militares,
conscriptos, suboficiales, oficiales, profesionales ymilitares de
carrera, que tenan diferentes especialidades y provenan de diversos
destinos,pasaron a definirse como miembros de un grupo, a construir
lazos afectivos, y a hablar de migente, mi lugar? Qu experiencias
colectivas fueron aquellas que produjeron laconfiguracin de un
nosotros con particularidades propias que los diferencian de
otros?Cules fueron aquellos acontecimientos, prcticas, elementos,
espacios y tiempos quecompartieron esos actores y marcaron sus
experiencias y sus identidades? Estos son algunosinterrogantes que
pretende responder esta tesina.
Se parte, entonces, de la tarea de reconstruir las diversas
formas en que la guerra fuevivida por los integrantes de esa
unidad, intentando no perder de vista aquellas variables
quemarcaron sus subjetividades. Pero, al mismo tiempo, nos
centramos en aquellas caractersticasque pueden generalizarse al
grupo y que lo individualizan, intentando analizar y comprender
elproceso que hace que el Apostadero pase de ser una unidad/destino
militar un rejunte sinidentidad a convertirse en un grupo humano,
constituido por actores que se definen por supertenencia a ese
colectivo social; en otras palabras, intentamos explicar el
surgimiento de eseafecto, ese sentimiento difcil de explicar del
que habla Ricardo Prez.
Partimos del supuesto que existen tantas guerras como individuos
participaron en elconflicto, y que las mismas estn marcadas, entre
otros factores, por variables que hacen a laidentidad del actor y a
los trayectos personales previos a la guerra como la clase social,
laformacin, la condicin de civil o militar, etc. y, tambin, por
variables propias de la guerra como el perodo de permanencia en las
islas, el destino y las actividades a las que se dedic, su
4 Cf. Lorenz, La necesidad de Malvinas.
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participacin en el combate, entre otros. A lo largo del relato
pretendemos analizar en qumedidas dichas variables pesaron en las
experiencias blicas de los actores y en susconstrucciones
identitarias.
Ahora bien, sostenemos que y esta es la primera hiptesis de la
tesina si bien lavivencia de cada actor es subjetiva, el paso
grupal por determinados acontecimientos, elcompartir espacios y
tiempos especficos, actividades, rutinas y el enfrentar las
mismasdificultades y acceder a las mismas facilidades, permiten
identificar ciertas particularidades ymarcas que son comunes a sus
experiencias y que las tien colectivamente, posibilitandohablar de
la guerra vivida en el Apostadero.
Asimismo, creemos que el pasaje colectivo por una experiencia
lmite e intensa, como fuela guerra de Malvinas y como es todo
conflicto blico, por su proximidad y convivencia con lamuerte, as
como unific e identific a los protagonistas del conflicto que
comparten lamisma sensacin y el mismo historial en palabras de
Ricardo Prez5, provoc la constitucinde fuertes vnculos entre
aquellos compaeros de destino/unidad/posicin, lo que contribuy
aconfigurar identidades grupales, y especficamente para el caso aqu
estudiado, condujo aconstituir una identidad, el nosotros
integrantes del Apostadero, que tiene particularidadespropias que
la distancian y diferencian de otros protagonistas del
conflicto.
Por ltimo, proponemos que ese nosotros no es monoltico,
uniforme, ni homogneo,como puede pensarse a primera vista, sino que
los procesos de construccin identitaria delgrupo Apostadero
estuvieron atravesados por mltiples complejidades, conflictos y
tensionesque surcaron y surcan esa identidad, y que provocaron la
constitucin de diversasidentificaciones internas y externas en ese
colectivo social.
En cuanto al anlisis de las experiencias individuales y de las
subjetividades que aquse propone, el mismo permite complejizar,
enriquecer y, tambin, poner en cuestin el relatotradicional del
conflicto blico, distancindose de la historia militar. Esta nueva
lectura de laguerra, en tanto se concentra en la individualizacin
del recuerdo e intenta devolverle losrostros, los nombres y
apellidos a los protagonistas, las emociones y sentimientos a
susexperiencias, tiende a subvertir o refutar la historia militar
que los desdibuja en aras de unrelato colectivo y uniforme6 .
La historia oral se presenta como el recurso ideal para
reconstruir esas experiencias.Partimos de la consideracin que el
testimonio oral es una fuente artificial, tal como indicaVera
Carnovale: no constituyen registros contemporneos e inmediatos de
acontecimientos y
5 Entrevista a Ricardo Prez, 26 de noviembre de 2007.6 Hynes,
Personal narratives and commemoration, p. 220.
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fenmenos, sino que son fruto de una creacin posterior, emanada
de la voluntad delinvestigador. Tanto el entrevistado como el
entrevistador participan de su construccin.7
Si bien somos concientes de que nuestra incidencia en la
construccin de las fuentes fueconstante y permanente, quisiramos
hacer explcita nuestra participacin principalmente endos momentos:
la construccin del cuestionario y la eleccin de los
entrevistados.
En cuanto a la primera cuestin, el trabajo se basa en
entrevistas oralessemiestructuradas, que buscaron profundizar en el
relato de historias de vida de losprotagonistas. Para ello partimos
de un cuestionario inicial que funcion a modo de gua, elcual estaba
estructurado en tres etapas la previa al conflicto, la referente a
la guerra en s, yel perodo de posguerra que abarcaban preguntas que
tenan que ver principalmente con susvivencias, emociones,
percepciones y opiniones, aunque tambin con cuestiones factuales de
laguerra. La gran mayora de las entrevistas fueron individuales slo
en un caso, se realiz de ados protagonistas, compaeros en la guerra
y amigos en la actualidad, y frecuentementecompartimos ms de un
encuentro con los entrevistados.8
Por otro lado, la eleccin de a quines entrevistar no fue una
cuestin sencilla de decidir,y no se trat de una mera decisin
cuantitativa. Por el contrario, en tanto la historia oral esuna
metodologa cualitativa, su representatividad no est dada por el
peso numrico de lasentrevistas, sino en tanto las mismas abarquen
las diferentes experiencias de los miembros delApostadero Naval.
Por ello intentamos realizar una muestra lo ms representativa
posible,construyendo tipos sociales, es decir estableciendo los
perfiles de las personas que queramosentrevistar, de forma tal de
lograr un cierto equilibrio entre los mismos9.
As, realizamos 17 entrevistas que dan cuenta de un colectivo
heterogneo, y para ellotuvimos en cuenta tres tipos de variables.
En primer lugar, aquellas relacionadas con laidentidad del actor y
con su trayecto en la etapa previa al conflicto, a saber: la edad,
la clasesocial, la formacin acadmica/poltica/profesional, la
condicin de civil o militar, la historia enlas Fuerzas Armadas, el
rango militar. En segundo lugar, variables propias de la guerra,
asaber: el perodo de permanencia en las islas, el destino al que
fue trasladado, las actividades alas que se dedic, su participacin
en el combate y la intensidad de los mismos. En tercer
lugar,factores relacionados con la posguerra, en particular la
continuidad de la carreramilitar/servicio militar obligatorio, la
facilidad/dificultad en la reinsercin laboral/estudiantil y
7 Carnovale, Aportes y problemas de los testimonios en la
reconstruccin del pasado reciente en la Argentina, p. 171.8 Ver el
apartado Fuentes.9 Al respecto, Philippe Joutard indica: Recordemos
ante todo que el mtodo de tipo etnolgico adoptado privilegia
lacualidad del informador sobre la cantidad. () En vano constituir
una muestra representativa en el sentido sociolgicodel trmino. ()
Asimismo su afn es la diversidad de visiones y no puede establecer
hiptesis a partir de uno o dostestimonios. Como en toda empresa
cientfica, se deben variar las condiciones de edad, de sexo, de
posicin, segn eltema. Joutard, El tratamiento del documento oral,
p. 76
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en otros mbitos sociales, la relacin o no con otros
protagonistas del conflicto, la participacinen proyectos,
asociaciones o iniciativas tendientes a conservar la memoria de la
guerra, lacondicin laboral (retirado o en servicio) de los
actores.10
Adems de abarcar las variables indicadas, intentamos respetar a
trazo grueso lasproporciones de oficiales, suboficiales y
conscriptos existentes en el grupo original. Asentrevistamos a
mayor cantidad de suboficiales y cabos, luego a conscriptos y por
ltimo, a unamenor cantidad de oficiales.11
Por otra parte, partimos de la consideracin que los testimonios
orales son relatos desdeel presente del pasado vivido, y, por
tanto, estn surcados por olvidos, silencios,
huecos,resignificaciones y reconstrucciones. Todo testimonio es
memoria, y por ende no es un relatofiel de lo acontecido en el
pasado, sino una narracin realizada desde el presente de
quienrelata y atravesada por mltiples cuestiones, como la identidad
del narrador sus intereses,luchas, objetivos, proyectos..., su
posicin en la sociedad, y los marcos sociales de su relato12.Un
ejemplo tpico son las evaluaciones del conflicto realizadas ex post
por los entrevistados apartir de la informacin que disponen en el
presente, pero que en el pasado dudosamentepodran haber tenido:
cuestiones como la supuesta seguridad que Inglaterra iba a
responder, o,a nivel general, afirmaciones como yo saba que era una
locura de miembros de una sociedadque apoy ampliamente el
conflicto, son comunes en los relatos de un acontecimiento
tancontrovertido y movilizador de nuestro pasado como es la guerra
de Malvinas.
Estas cuestiones fueron tenidas en cuenta a lo largo del
anlisis, y de hecho fueron unaherramienta para enriquecerlo y
lograr una mayor complejidad en la interpretacin ycomprensin de los
relatos. Igualmente consideramos que la continua confrontacin de
lasfuentes orales, en primer lugar, entre ellas mismas, y, en
segundo lugar, con otros tipos defuentes, hacen un relato de
historia oral que no pierde rigurosidad veritativa.
En cuanto a las otras fuentes utilizadas en la tesina como
complemento y contraste delos relatos orales, son de destacar, en
primer lugar, aquellas que provienen de los archivospersonales de
los entrevistados, como cartas, telegramas, diarios personales,
fotos, informes.En segundo lugar, tambin tuvimos en cuenta memorias
publicadas de protagonistaspertenecientes a esta unidad o a otras
unidades y fuerzas que interactuaron con ella o quesirven como
punto comparativo. En tercer lugar, consultamos el peridico La
Gaceta Argentina
10 Ver Anexo I.11 Ver Anexo II.12 La bibliografa al respecto es
realmente extensa. Aqu tuvimos particularmente en cuenta:
Carnovale, Aportes yproblemas de los testimonios en la
reconstruccin del pasado reciente en la Argentina; Carnovale,
Lorenz, y Pittaluga(comps.), Historia, memoria y fuentes orales;
Jelin, Los trabajos de la memoria; Portelli, La orden ya fue
ejecutada.Roma, las Fosas Ardeatinas, la memoria; Ricoeur, La
memoria, la historia, el olvido; Schwarzstein, La historia
oral.
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que fue publicado en las islas. En cuarto lugar, tuvimos en
cuenta algunos documentosoficiales, aunque limitados porque la
documentacin sobre la guerra opera en manos de laArmada y es an
informacin clasificada. En tal sentido, pudimos acceder a
algunosdocumentos que fueron publicados en revistas y peridicos
institucionales principalmente laRevista Desembarco, otros fueron
provistos por los entrevistados y, finalmente, otros como ellistado
actual del Apostadero, fueron provistos por la misma
institucin.
Ahora bien, la intencin de centrarnos en las subjetividades y
experiencias de losactores a fin de construir un relato polifnico,
no implica perder de vista la mirada de conjunto.Por el contrario,
a lo largo de la tesina haremos un continuo vaivn entre dos niveles
deanlisis: el micro, de las vivencias de los actores, y el macro,
factual y general de la guerra,aspecto fundamental para comprender
esas experiencias, para advertir lo extraordinario y locomn de sus
vivencias, a fin de evitar caer en un relato de gran colorido y
sensibilidad perodescontextualizado y que nada aporta al
conocimiento general del conflicto13. Por ello, ademsde la consulta
de la bibliografa existente sobre el conflicto, tambin utilizamos
como fuente losinformes generales de la guerra publicados por las
Fuerzas Armadas, particularmente fue degran utilidad el denominado
Informe Rattenbach, realizado por la Comisin de Anlisis yEvaluacin
de las Responsabilidades en el Conflicto del Atlntico Sur, y el
informe de laArmada que lo complementa publicado en la obra No
vencidos. Relato de las operaciones navalesen el conflicto del
Atlntico Sur de Mayorga y Errecaborde.
Por ltimo, en cuanto a la diagramacin y organizacin de la
tesina, la misma estestructurada en cinco captulos, que siguen un
orden cronolgico, a lo largo de los cualesacompaamos a los
protagonistas desde su sorpresiva convocatoria a fines de marzo
hasta quevolvieron a pisar el continente. En ellos abordamos
distintos aspectos como las percepciones dela guerra, las
actividades a las que se dedicaron, la cotidianeidad compartida,
lascaractersticas de la convivencia y las relaciones
interpersonales que se configuraron, lasdificultades que
enfrentaron y las estrategias utilizadas para paliarlas; aspectos
que seguimosen el transcurso del conflicto e intentamos identificar
sus continuidades y rupturas en distintosmomentos de la guerra. A
lo largo de los captulos analizamos las formas en que los
integrantesdel Apostadero se fueron identificando en un nosotros
con particularidades propias a partirdel paso por experiencias
comunes, y distancindose de otros protagonistas del conflicto.
El Captulo 1 gira en torno a las experiencias de los 20
integrantes que configuraron elgrupo pionero del Apostadero desde
que fueron convocados a una misin secreta en el surhasta la primera
semana de abril. A lo largo del captulo, vemos cmo fueron vividos
los
13 Cf. Lorenz, Las guerras por Malvinas, p. 97.
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momentos que rodearon la planificacin del desembarco por los
actores que incluye desde suconvocatoria, pasando por la navegacin
hasta el momento que se enteraron de la misin,hacemos especial
hincapi en el rol de los integrantes del Apostadero el 2 de abril,
y la forma enque percibieron el desembarco, la creacin de la
unidad, los primeros pasos en la organizacinde la misma, y la
configuracin de los primeros vnculos entre estos 20 integrantes,
cuandotodava la guerra pareca algo muy lejano.
A lo largo del Captulo 2, se analizan las experiencias de
aquellos efectivos que fueronllamados para reforzar el Apostadero
cuando la posibilidad de una reaccin britnicacomenzaba a divisarse
como posible aunque an remota, desde su convocatoria a mediados
deabril hasta fines de mes, en momentos previos a que la respuesta
inglesa dej de ser unasuposicin para hacerse efectiva.
Especficamente, elucidamos los cambios en la convivencia delgrupo a
partir del arribo de cientos de integrantes hasta llegar a un mximo
de 250, laorganizacin de la rutina de trabajo en el puerto, las
dificultades que enfrentaron losestibadores, las actividades a las
que se dedicaron, haciendo especial hincapi en el primerquiebre en
la cotidianeidad la organizacin de las guardias nocturnas, en un
contexto en quemltiples rumores corran por la localidad y se quera
creer que anunciaban una tregua.
El Captulo 3 trata sobre lo que signific para los actores el
comienzo de los ataquesingleses sobre las islas el 1 de mayo, el
verdadero inicio de la guerra, y se extiende hasta finesde ese mes.
En el primer apartado, analizamos cmo fue vivido el 1 de mayo en el
Apostadero,los cambios en las percepciones de la guerra, en su
convivencia y en su cotidianeidad, ahoraque la tensin, temor e
incertidumbre por la proximidad de la muerte comenz a teir cada
unode los momentos. En el segundo apartado, vemos otras dos
consecuencias del comienzo de losbombardeos: la disminucin y
diversificacin de las actividades de los integrantes de la unidad,y
el detrimento del apoyo logstico a las islas, lo que dio pie al
surgimiento y expansin en elpuerto de mltiples estrategias para
paliar esas restricciones.
El Captulo 4 gira en torno a los ltimos 15 das de la guerra
cuando se produjeron losprincipales enfrentamientos en dos espacios
distintos: la zona portuaria y el frente de batalla.En el primer
apartado, analizamos las experiencias vividas por un grupo de
aproximadamente30 integrantes del Apostadero que fueron trasladados
al frente de batalla en la PennsulaCamber. En el segundo apartado,
retornamos al lugar donde transcurri toda la historia, paraanalizar
las diversas actividades realizadas por los integrantes en la
localidad desde comienzosde junio hasta la rendicin, cuyas ltimas
horas los actores las vivieron apostados a la esperadel
combate.
Finalmente, en el Captulo 5, desarrollamos los 7 das que
trascurrieron desde larendicin el 14 de junio hasta el regreso al
continente, el 20 de ese mes. Particularmente,
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vemos las reacciones que siguieron a la derrota y las
percepciones de la rendicin, analizamoslos ltimos das en Malvinas
de los integrantes del Apostadero como prisioneros de guerra,
losprimeros reencuentros en el viaje de regreso, y seguimos el
trayecto de los protagonistas desdeque volvieron a pisar
continente, se despidieron de sus compaeros, hasta que regresaron a
susdestinos militares, lugares donde los actores comenzaron a
combatir otras guerras, las delsilencio.
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Captulo 1
El Desembarco
La guerra no es nada ms el momento que combats con elenemigo. La
guerra es las horas, minutos y das y semanas y mesesque los ests
esperando.
Adolfo Gaffoglio14
En el caso nuestro, no fue un ao, fueron meses, fue distinta
laintensidad. Muchos no participamos del combate directo, otro
s,algunos estuvimos bajo bombardeo, otros no... Las vivencias
sonmuy distintas de todos los participantes, pero es como que
lasensacin y el historial es el mismo.
Ricardo Prez15
Convocatorias al sur
Tras seis aos de gobierno y en un contexto de fuerte crisis, la
Junta Militar decididesplegar una operacin para ocupar las islas
del Atlntico Sur. El desembarco en las islasreivindicadas y
reclamadas por Argentina desde el mismo momento de la ocupacin
inglesa en183316, era una operacin que estaba en los planes
militares desde el comienzo del Proceso deReorganizacin Nacional, e
incluso antes, desde 196217.
Detrs de estos planes y como fundamento primario de los mismos,
podemosdistinguir una cuestin cultural que trasciende al conflicto
vinculada a la construccin de laidentidad nacional: que la
recuperacin de las islas formaba parte del imaginario
nacionalistaterritorialista de las Fuerzas Armadas, compartido por
la gran mayora de la sociedad
14 Entrevista a Adolfo Gaffoglio, 30 de noviembre de 2007.15
Entrevista a Ricardo Prez, 26 de noviembre de 2007.16 Para los
fundamentos argentinos y britnicos sobre la soberana de las islas y
las negociaciones diplomticas desde laocupacin inglesa hasta el
conflicto de 1982, ver: Informe Rattenbach; Bosoer, Malvinas,
Capitulo Final (I). Guerra yDiplomacia en Argentina (1942-1982);
Cardoso, Kirschbaum y Van der Kooy, Malvinas. La trama secreta;
Cisneros yEscude, La diplomacia de Malvinas (1945-1982); Del
Carril, La cuestin de las Malvinas; Del Carril, El futuro de
lasMalvinas; Groussac, Las islas Malvinas; Freedman y
Gamba-Stonehouse, Seales de Guerra. El conflicto de las
islasMalvinas de 1982; Moro, La guerra inaudita. Historia del
conflicto del Atlntico Sur.17 Cf. Anaya, Las crisis
argentino-britnica de 1982.
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argentina para la que el smbolo Malvinas representaba una causa
nacional18. Por lo tanto,como indican Novaro y Palermo: ...la idea
de recuperar las Malvinas no era en absolutoartificial ni
circunstancial, era un proyecto de larga data, sustentado en
motivaciones sincerasdel rgimen militar, que se descontaba que
contara con un amplio respaldo civil.19
Destacar en primer lugar los argumentos histricos de larga
duracin que puedenexplicar el desembarco en Malvinas tiene como
objetivo discutir aquellas explicacionessimplistas que, reduciendo
la guerra a un hecho poltico y subsumindola en el
contextodictatorial, indican que la misma slo fue la decisin de un
militar borracho que buscabacimentar la legitimidad perdida
apelando a una causa nacional y popular. No pretendemosextendernos
en este debate, pero creemos siguiendo a Rosana Guber y Federico
Lorenz queevidentemente otras cuestiones vinculadas a la
construccin de la identidad nacional, larelevancia que ha tenido el
territorio en su definicin y el rol que han desempeado las
FuerzasArmadas en ella, jugaron un papel fundamental en el
conflicto.
Ahora bien, si, por un lado, es reduccionista y simplista
afirmar que la guerra deMalvinas fue resultado nicamente de la
crisis que corroa las bases del rgimen militar; porotro lado, no se
puede dejar de reconocer que el contexto en que estaba sumida la
Junta Militara fines de 1981 jug un papel fundamental al momento de
decidir la efectiva ocupacin de lasislas y de determinar sus
plazos. En un contexto de grave crisis econmica, social y poltica
delrgimen militar cuyos sntomas comenzaron a evidenciarse con las
denuncias nacionales einternacionales por las mltiples violaciones
a los derechos humanos que haba cometido ladictadura, sumadas a una
creciente movilizacin antidictatorial social, simblica y poltica20,
enel marco de un gobierno inconstitucional con graves falencias
administrativas einstitucionales el desembarco en Malvinas apareca
como el conflicto perfecto21 pararecuperar la legitimidad perdida
por el rgimen y promover la unidad nacional.
18 Tanto Rosana Guber como Federico Lorenz hacen referencia a
Malvinas como un smbolo que atraviesa la historianacional. En el
libro Por qu Malvinas? De la causa nacional a guerra absurda, Guber
estudia los distintossignificados que ha tenido el smbolo Malvinas
(territorio geogrfico, causa nacional y guerra) en la historia
argentina,analizando cmo diversos sectores de la sociedad argentina
se apropiaron de la causa en distintos contextos histricos.La obra
Las Guerras por Malvinas tambin est basada en ese supuesto, y en
ella Lorenz complejiza las habitualesexplicaciones del conflicto
que tienden a reducir la guerra a su dimensin poltica, quitndole
especificidad y capacidadexplicativa. Por otra parte, desde otra
perspectiva, partiendo del supuesto de la relevancia que el sistema
escolar tiene enla construccin de la identidad nacional, los
autores Mari, Saab y Surez analizan en el artculo Tras su manto
deneblina,.... Las islas Malvinas como creacin escolar, cmo el
reclamo diplomtico sobre las islas del Atlntico Sur sefue
conformando en una causa escolar.19 Novaro y Palermo, La guerra de
las Malvinas, p. 412.20 En esa poca, se reactiv la movilizacin
obrera debido al descalabro econmico que tuvo su punto culminante
el 30de marzo en la manifestacin por Pan y Trabajo organizada por
las dos ramas de la CGT, comenzaron a producirseactividades
culturales crticas al gobierno militar, y se hicieron ms intensos
los reclamos de la Multipartidaria por laapertura democrtica.21
Idem. Incluso la Comisin de Anlisis y Evaluacin de las
Responsabilidades en el Conflicto del Atlntico Sur,
cuyasconclusiones se publicaron en el conocido Informe Rattenbach,
reconoce la incidencia de ese factor en la decisin de la
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As, en diciembre de 1981, el presidente de la Junta Militar, el
general LeopoldoGaltieri, junto al capitn Jorge Anaya22, decidieron
de una vez por todas poner en marcha elplan de ocupacin de las
islas, en un momento en que las negociaciones diplomticas
conInglaterra se haban estancado. El plan propuesto por la Junta
consista en ocupar las islasmediante una rpida y eficaz operacin y
dejar luego un reducido destacamento de 500efectivos como factor de
presin para reactivar las negociaciones diplomticas. Este plan
deocupar para negociar se basaba en dos supuestos: ... que Gran
Bretaa no tendra unareaccin considerable debido al costo integral
que ello le presupondra, y que, an en el caso deintentarlo, EEUU se
opondra a una escalada militar en el Continente...23
Para llevar a cabo la operacin con xito, era necesario
mantenerla en el mximosecreto. Por tanto, slo un reducido grupo de
altos mandos de las Fuerzas Armadas estabaninformados de la misin,
trabajando en ella y planificando tiempos ptimos; segn sus
clculos,la misma no podra llevarse a cabo antes de mediados de
mayo. Sin embargo, a fines de marzo,distintos acontecimientos
relacionados no slo con el contexto nacional de ebullicin social
sinotambin con un incidente en particular en las islas Georgias24,
provocaron el repentinoadelanto del da D al 1 de abril. Los tiempos
apremiaron, y por lo tanto rpidamente elpequeo grupo que estaba
informado tuvo que planificar logstica y estratgicamente laoperacin
y movilizar los efectivos necesarios para la misma en cuestin de
horas.
En este contexto, el capitn Adolfo Gaffoglio, futuro jefe del
Apostadero Naval Malvinas,fue informado de la operacin que se
llevara a cabo. Gaffoglio haba llegado recientemente deuno de sus
habituales viajes al mismo lugar que ahora le informaban que queran
ocupar, ya
Junta: la decisin, que se mantena latente, estuvo influida por
aspectos polticos particulares, tal, por ejemplo, laconveniencia de
producir una circunstancia significativa que revitalizara el
Proceso de Reorganizacin Nacional (sinjuzgar ticamente esta
consideracin), unida tambin a la poco manifiesta vocacin
negociadora de Gran Bretaa. Op.cit., p. 58.22 En todos los casos
los rangos militares que se mencionan datan de la poca del
conflicto.23 Informe Rattenbach, p. 147. Existe una amplia
bibliografa militar que trata sobre la Operacin Azul,
despusrebautizada Operacin Rosario. Tanto para su planificacin como
desarrollo, ver, adems del informe citadopreviamente: AAVV,
Operacin Rosario; Freedman y Gamba-Stonehouse, op.cit.; Mayorga y
Errecaborde, NoVencidos. Relato de las Operaciones Navales en el
conflicto del Atlntico Sur.; Moro, op.cit.24 El incidente en las
Georgias estuvo relacionado con una operacin comercial del
empresario argentino ConstantinoDavidoff, quien haba comprado la
chatarra de una compaa ballenera en esas islas y por tanto se
dispona a viajar parasu desguace. En un principio ese viaje a las
islas iba a ser aprovechado por la Junta Militar para establecer de
hecho unabase cientfica, al igual que la que haban instalado en
1976 en Thule (isla Sandwich) con la tolerancia inglesa.
Esteoperativo militar, denominado Alfa, finalmente fue anulado por
las FFAA. En la prctica result que la Armada acat laanulacin pero
igualmente orden navegar hasta una zona cercana a las islas al
personal militar asignado a la operacincomo seguridad de los
chatarreros, que estaban trasladndose hacia las Georgias en otro
buque. Finalmente el 18 demarzo, Davidoff y los obreros arribaron a
Puerto Leith, y adems de ciertas conductas que inspiraron el
reclamo de lasautoridades isleas (como el izado de la bandera
argentina), el mayor problema fue que los operarios argentinos
nopresentaron los documentos reglamentarios en Grytviken (que deban
presentar antes de desembarcar en Puerto Leith), loque dio comienzo
a un forcejeo diplomtico entre ambos pases, que termin definiendo
el traslado del personal militarAlfa a las islas. Muchos autores
destacan este incidente como un acelerador del conflicto. Cf.
Informe Rattenbach,Mayorga y Errecaborde, op. cit., Moro, op. cit.,
Novaro y Palermo, op. cit.
-
13
que desde principios del ao 1980, el capitn desempeaba el cargo
de Representante de laArmada Argentina ante el gobierno de ocupacin
en las Islas Malvinas, cuya funcin consistaen:
... viajar peridicamente a Puerto Argentino previo a la llegada
de los transporte ARA [Armadade la Repblica Argentina] Baha Buen
Suceso, ARA Islas de los Estados o Cabo San Po, paragestionar ante
la monoplica Falkland Island Company, la reserva del muelle,
provisin deremolcadores, estibadores, entrega de remitos de carga,
pago de gastos de estada y cobro defletes.25
Al regresar de cada viaje, el capitn deba redactar un informe
para el departamento deInteligencia que funcionaba en el Edificio
Libertad del cual dependa desarrollando todoaquello que consideraba
de inters poltico y estratgico para la Armada.
El ltimo viaje que haba realizado a las islas el 4 de marzo, lo
haba provocado unasituacin bastante extraa:
A: Me dicen necesitamos que usted vaya de vuelta a Malvinas. Por
qu? Porque no cualquierapoda ir a Malvinas, yo poda ir porque ya
estaba autorizado, yo tena la white card, que era latarjeta blanca
que daba Relaciones Exteriores [...]. Entonces como yo no
despertaba sospechas,porque ya era una figura habitual ah. Pero en
esa oportunidad a principios de marzo, me mandael servicio de
Inteligencia Naval, me da una mquina fotogrfica con teleobjetivo, y
una lista deobjetivos que yo tena que fotografiar y yo tena que
informar, objetivos que iban a ser utilizadospor las fuerzas de
desembarco.Entrevistadora: [...] Qu explicacin le dieron porque
usted tena que volver a Malvinas?A: Bueno, no me lo dijeron
especficamente, saba un grupo muy cerrado.E: Y qu le dijeron a
usted?A: Necesitamos eso, para un militar es suficiente. Pero lo
que se necesitaba no era la cantidadde ovejas ni nada, sino dnde
estaban los soldados, dnde estaban los armamentos, dnde estabaesto,
las playas aptas para el desembarco.26
El 24 de marzo, da en que volvi de ese ltimo viaje a Malvinas
como Representante,Adolfo Gaffoglio recibi la orden de trasladarse
a la Base Naval Puerto Belgrano, donde lecorroboraron lo que l
desde haca ms de un mes sospechaba: que las Fuerzas Armadas
25 Relato del Capitn de Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio,
Operacin Rosario, p. 311.26 Entrevista a Adolfo Gaffoglio, 30 de
noviembre de 2007. Las tarjetas blancas (white card) constituan un
documentoemitido por el gobierno argentino y por las autoridades de
Puerto Stanley para que ciudadanos argentinos e isleospudiesen
ingresar legalmente en las islas del Atlntico Sur o en el
territorio continental argentino sin la presentacin depasaportes,
lo que afectara los reclamos de soberana. Cf. Novaro y Palermo, op.
cit., p. 423
-
14
estaban preparando la ocupacin de las islas. En una reunin con
dos de las mximasautoridades de la Armada, los almirantes Juan
Lombardo y Gualter Allara, recibi laconfirmacin de lo que ya
informalmente le haban comunicado por telfono y adems leinformaron
su misin:
El viernes 26 a las 0800 horas cumpliment lo ordenado y luego me
present al Sr. AlmiranteAllara. En ese momento tuve la confirmacin:
deba embarcarme con los efectivos que iran arecuperar las Islas
Malvinas del invasor britnico, y ya tena asignado el cargo; sera el
Jefe delApostadero Naval Malvinas.27
Lgicamente Gaffoglio fue uno de los pocos que no se sorprendi
con la noticia. Dehecho, la recibi con entusiasmo porque haca
tiempo que vena preparndose para la funcin ya haca dos aos que
viajaba frecuentemente a las islas, y las conoca como la palma de
sumano, pero tambin con cierta alarma y preocupacin por las
consecuencias que semejanteaccin podra provocar:
Adems me hubiese gustado que me escucharan, porque yo tena la
certeza de que Inglaterra yEstados Unidos eran una sola potencia,
que haba una ligazn, que yo la viv ah, hablando conlos
norteamericanos, que hablaban mal de nosotros, que hablaban... por
qu? Porque para ellosInglaterra es como decir un Estado ms de
ellos, y si alguien tena idea de pensar que losamericanos podan ser
prescindentes, yo no era de esa opinin.28
Luego de enterarse de la noticia, Gaffoglio se reuni con el
comandante del CruceroGeneral Belgrano, el capitn Hctor Bonzo, con
quien tena que redactar el Anexo ApostaderoNaval Malvinas para la
Orden de Operaciones y adems porque l era quien deba proveerle
elpersonal necesario para la unidad que estara a su cargo: De la
dotacin del Crucero ARAGeneral Belgrano provino la mayora de los
Oficiales de la Plana Mayor y dotacin del futuroApostadero Naval
Malvinas, que me fue asignado.29
En realidad, finalmente no fue tan as. Si bien la designacin del
personal la realizarontripulantes del Crucero, slo 10 de los 19
convocados provino de ese destino. De hecho, el
27 Relato del Capitn de Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio, op.
cit., p. 32228 Entrevista a Adolfo Gaffoglio, 30 de noviembre de
2007. Como explicamos, el hecho de tratarse de un militar de
altorango y de los profundos conocimientos que dispona de las islas
y de relaciones internacionales, pueden explicar estamayor reflexin
sobre las consecuencias del desembarco, en comparacin, por ejemplo,
a aquellos que decidieron laoperacin basndose en los dos supuestos
desarrollados. Pero tambin, es necesario tener en cuenta lo que
indicamos enla Introduccin, que todo testimonio es una
reconstruccin realizada desde el presente del pasado vivido, con lo
cualdicha percepcin puede ser una evaluacin ex post realizada a
partir de la informacin que se dispone en el presente,pero que
dudosamente se dispona en 1982.29 Relato del Capitn de Fragata
Adolfo Aurelio Gaffoglio, op. cit., p. 323
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15
capitn Bonzo design a tres oficiales para el futuro Apostadero
segn las especialidades quele haba indicado Adolfo Gaffoglio dos de
los cuales no eran del Crucero: el contador JulioNumer, que
trabajaba en la administracin de la Base, el bioqumico Roberto
Coccia delHospital Naval Puerto Belgrano, y, por ltimo, el
electricista Hugo Peratta, el nico queprovena del buque.
Hugo Peratta, que era en ese momento jefe de la divisin
electricidad del Crucero,recuerda las instrucciones recibidas y la
poca informacin que le dieron: Agarr mi auto y mefui al barco, y me
encontr con l [el capitn Bonzo] y me dijo Lo voy a enviar a una
misinimportante, secreta, jntese 20 hombres nada ms que eso me dijo
[...] Me dijo tienen que serde tal profesin, de tal....30
Por lo tanto, Hugo era la persona encargada de buscar y elegir
un grupo deaproximadamente 20 efectivos que fueran tripulantes del
Crucero para la misin. Pero la tareano era tan sencilla como poda
parecer a primera vista, ya que el buque estaba en
reparacionesdesde mediados de febrero y por lo tanto el personal
del que dispona era realmente muyreducido, porque la gran mayora
estaba de licencia. Con lo cual luego de designar a
algunostripulantes del Crucero 10 en total, Hugo tuvo que comenzar
a vagar por la Base buscandoefectivos que estuvieran de
guardia:
Algunos los saqu del Belgrano y despus me fui. Era un da sbado,
haba poca gente a bordo,entonces me fui a los lugares que estaban
en frente del barco, eran unos destinos que habanfrente al barco,
por ejemplo, la estacin de incendios era una, donde se hacen los
cursos, otra erala estacin de buceo, y fui ah, eleg ah viste
[...]... del Destacamento Naval de Playa. Entoncesfui ah, habl con
el ms antiguo y le dije que tena orden por el comandante del
Crucero [...] yque me diera a dos hombres cualquiera. Entonces
todos me daban tom uno, tom dos y asjunt los 20, y con esos 20
fuimos a Malvinas. Y despus se reuni Coccia con Numer.31
Como explica Hugo, uno de los destinos frente al buque era el
Destacamento Naval dePlaya, de donde provinieron 5 de los
integrantes del que sera el grupo pionero del Apostadero.Uno de los
convocados, el cabo Sergio Fernndez, recuerda el momento en que le
avisaron de surepentina partida:
S: A m me dijeron que me despida de la familia, que era un
ejercicio, que nos bamos a Ushuaia,[...] yo lo nico que saba era
que iba a un ejercicio.E: Y pudiste agarrar tu bolso personal?
30 Entrevista a Hugo Peratta, 11 de septiembre de 200731
Idem
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S: S, s, tiempo hubo, me desped, hice de todo.32
El cabo Ramn Ramero fue otro de los que convocaron de pasada, al
boleo enpalabras de Roberto Coccia33:
El 26 de marzo del 82 yo vengo de hacer la estafeta y me cruzo
con el jefe [del DestacamentoNaval de Playa], que era un
guardiamarina [...] Y me dice el jefe, me dice Romero presntese
enel Crucero Belgrano en comisin. [...] Me fui al Crucero Belgrano,
me encuentro en comisin delDestacamento Playa, ya haban dos o tres
al lado del buque. [...] Viene un oficial y nos dicenosotros, este
grupo, vamos a ir de apoyo logstico a una estancia en Tierra del
Fuego. Y vamosa ir a hacer maniobras... [...] Tengan todo el equipo
preparado, el equipo es una bolsa de lonadonde tenas todas tus
cosas personales. [...] Nos dicen Esto no lo comenten con nadie. Es
unamisin secreta, pero no lo comenten con nadie. Nos van a dejar en
una estancia en Tierra delFuego, y ah vamos a recibir rdenes y ver
qu tenemos que hacer.34
Algunos de los convocados tuvieron la posibilidad de regresar a
sus casas paradespedirse de sus familias, siempre y cuando quedaran
en la zona y a la orden. Muchosrecuerdan la despedida con sus
familias y seres queridos como una ms antes de las tantasprcticas
que hacan habitualmente. En general, las despedidas no tuvieron
nada deextraordinario:
Yo me fui a la casa de mi novia, prepar todo, le dije nos vamos
a ir de prctica as que tenemosque tener todo preparado. Y al otro
da... en ese momento estaba viendo los cimientos de la queiba a ser
la habitacin nuestra. Y al otro da [...] un cabo de uniforme [...]
Me dice te tens quepresentar maana a las 8 de la maana con todo el
equipo. El equipo es, viste, el bolsn, listopara embarcar. As que
quedaron los cimientos abiertos de lo que iba a ser la pieza. [...]
Fue unadespedida ms, un saludo y listo si nos bamos a hacer
prcticas y venimos.35
Finalmente, el domingo 28 de marzo, se reunieron por primera vez
los 20 integrantesdel futuro Apostadero Naval Malvinas incluido su
jefe en el Crucero General Belgrano. Elgrupo estaba conformado por
4 oficiales, 15 suboficiales, y un conscripto, todos ellos de
distintasespecialidades y diferentes destinos de la Base Naval
Puerto Belgrano, con la excepcin del jefe
32 Entrevista a Sergio Fernndez, 21 de diciembre de 200733
Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200734 Entrevista a
Ramn Romero, 22 de junio de 200735 Idem
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17
que hasta ese momento trabajaba en el Edificio Libertad en
Buenos Aires36. En la reunin,Adolfo Gaffoglio les dio algunas
indicaciones a los convocados y les comunic lo poco que lespoda
decir:
Bueno, ustedes estn, a partir de este momento, bajo las rdenes
mas. Dejan de pertenecer alCrucero General Belgrano digo y tienen
que buscar elementos y provisiones para ir decampaa. Cunto tiempo y
adnde, seor?, cunto tiempo? Hgale dos semanas estuvieron medio ao y
para qu temperatura? fra entonces los tipos asociaron con elBeagle,
no? Ustedes vayan preparndose.37
El oficial Roberto Coccia no poda entender para qu necesitaban
un bioqumico en unejercicio de supervivencia y, en cambio, no haba
ningn medico en el grupo. Luego de un arduotrabajo de
convencimiento, Roberto logr obtener alguna informacin extra:
Yo digo a qu va un bioqumico a formar una comisin?.[...] Yo le
preguntaba [a Gaffoglio] paraqu iba: yo a qu voy -le digo- un
bioqumico?. No, vamos a un lugar al sur, a una comisin,cunto
tiempo?, no s, a qu?, no s. Entonces yo digo pero yo seor a qu voy
comobioqumico?, porque no haba mdicos, yo vea que ramos el grupito
y no haba mdicos, y aqu voy?. No dice usted... ya vamos a ver me
deca. Hasta que un poco antes me dice ustedva a hacer anlisis de
agua, anlisis de agua?! le digo yo pero yo con qu voy a hacer
unanlisis?!. Ah, no s, trate de solucionar el tema ya. Le digo pero
donde vamos, hayelectricidad? ah, no s. Entonces sal corriendo al
hospital [...] a buscar elementos para poderhacer los
anlisis.38
Evidentemente, informacin no era justamente lo que abundaba.
Pero lo que scomenzaron a multiplicarse fueron los rumores
acrecentados por el absoluto secreto querodeaba la operacin. El
espectacular movimiento que poda verse ese da en la Base, no slo
deelementos de Marina sino tambin de Ejrcito, daba realmente qu
pensar:
Nos llamaba la atencin el movimiento, era algo impresionante.
Nos llam la atencin Parauna prctica semejante movimiento? Y bueno,
ser un prctica conjunta. Porque haba gente delEjrcito, los camiones
del Ejrcito cargaban cosas y vveres y municiones y todo, barcos
cargaban
36 Cf. Relacin del personal naval que el 2 de abril de 1982
constituy el APOSVINAS, Anexo III.37 Entrevista a Adolfo Gaffoglio,
30 de noviembre de 200738 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto
de 2007
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de todo. Pero era impresionante el movimiento que haba, y yo
digo y bueno, ser un prcticaconjunta, una prctica grande.39
Finalmente, ese domingo a las 18 horas una gran flota compuesta
por ocho unidades,que trasladaba cientos de efectivos de la Armada
y un pequeo grupo de Ejrcito40, partirumbo al sur. El grupo de 20
personas que iban a conformar el Apostadero estaban embarcadosen el
rompehielos Almirante Irzar, especficamente estaban alojados en un
laboratorio delbuque donde pasaron los 5 das de navegacin:
El buque lleno de gente en los pasillos, en todos lados. A
nosotros nos dieron un laboratorio paradormir, porque viste como es
un buque que hace investigaciones cientficas... [...] Y despus de
3das de navegacin, que nos toc una navegacin, era un temporal, vos
no sabs lo que fue eso,ese viaje... [...] Nosotros nos parbamos
arriba, viste que es como un edificio y arriba donde estel puente,
el coso de control, bueno la trompa, digamos, la proa se clavaba en
el agua y salpicabahasta all arriba, y en la parte de atrs donde
tiene la popa, el piso de atrs, cuando el buque selevantaba llegaba
hasta all arriba, pero era impresionante. El buque llevaba dos
helicpterosgrandes para poder desembarcar; a uno de los helicpteros
se le cortaron las lingas [...] y nosirvi, pudieron usar uno slo.
Para que te des una idea, era un temporal tremendo.41
El clima no acompa a la operacin: un tremendo temporal azot a
los buques esosdas, lo que termin provocando el cambio de la fecha
del desembarco en las islas del 1 al 2 deabril. Como consecuencia
de la tormenta, algunos la pasaron realmente muy mal, sobre
todosaquellos que no estaban acostumbrados a navegar, los que no
estaban amarinados. Perotambin esa primera dificultad dio pie para
que se produjeron los primeros contactos entre losintegrantes del
grupo, para comenzar a conocerse y construir los primeros
vnculos:
Una navegacin malsima, el barco saltaba, rebotaba en el agua,
haca patitos, haca ochos, hacaas, viste, cabeceaba [...]. Era
terrible, terrible era, yo me descompuse, estuve tres das ms omenos
tirado arriba de la cama, en una cama ah, doblado, que no saba para
dnde ir, ni mepoda mover. [...] Y el otro oficial que era Peratta
[...] vena caminando como si nada pasara, mevena a traer pan y
pechuga de pollo, me meta pechuga de pollo en la boca y pan, me
dice dale,
39 Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de 200740 Las unidades
navales que participaron en la Operacin Rosario fueron: el buque de
desembarco Cabo San Antonio, elrompehielos Almirante Irzar, el
transporte Isla de los Estados, los destructores Hrcules y Santsima
Trinidad, lascorbetas Drummond y Granville y el submarino Santa Fe.
En cuanto al personal militar, participaron efectivos delBatalln de
Infantera de Marina N2 y N1, comandos anfibios y buzos tcticos y
una seccin del Regimiento deInfantera N 25 de Ejrcito.41 Idem
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com, com que esto agua... deca yo. Tragaba lo que poda, quera
agua, estaba seco, noagua, no pods tomar dice com. Y de golpe, se
me pas, el da 1 a la tarde se me pas todo, almedioda.42
Por ende, los integrantes del grupo que estaban encerrados en el
espacio reducido dellaboratorio, que nada podan hacer durante la
navegacin, comenzaron a conversar, aconocerse: As que ah navegamos
los 4 das, hasta el 2 de abril navegamos en ese
laboratorio,durmiendo en el piso adentro de las bolsas de dormir
[...] As que nos conocimos ah, y bueno,vos comparts, nos empezamos
a conocer en el momento.43
En cambio, la navegacin de Adolfo Gaffoglio fue bien diferente.
Los das previos aldesembarco tuvo una febril actividad: particip de
diversas reuniones, asesor a los distintoscomandos de las unidades
que participaran el 2 de abril sobre las caractersticas geogrficas
ymorfolgicas de las islas, propuso formas y lugares de desembarco,
en fin, su gran conocimientodel terreno algo que la gran mayora no
dispona lo converta realmente en una pieza clavede la operacin. De
hecho, los informes que haba elaborado sobre cuestiones militares
yestratgicas, y sobre las caractersticas econmicas, sociales,
polticas y culturales de losisleos, fueron materiales fundamentales
en la planificacin del desembarco.
El 1 de abril, el quinto da de navegacin, para disipar la
incertidumbre y enfrentar losmiles de rumores que corran en los
buques44, el Almirante Bsser, el Comandante de laFuerza de
Desembarco, por fin devel el misterio por altoparlante, en una
conocida arenga:
Nuestra misin es la de desembarcar en las Islas Malvinas y
desalojar a las fuerzas militares y alas autoridades britnicas que
se encuentran en ellas. Eso es lo que vamos a hacer. El destino
haquerido que seamos nosotros los encargados de reparar estos casi
150 aos de usurpacin. Enesas islas vamos a encontrar una poblacin
con la que debemos tener un trato especial. Sonhabitantes del
territorio argentino y por lo tanto, deben ser tratados como lo son
todos los queviven en Argentina. (...) Sern duros con el enemigo,
pero corteses, respetuosos y amables con lapoblacin de nuestro
territorio, a los que debemos proteger. (...) No dudo que el
coraje, el honor yla capacitacin de todos ustedes nos darn la
victoria. Durante mucho tiempo hemos estadoadiestrando nuestros
msculos y preparando nuestras mentes y nuestros corazones para
elmomento supremo de enfrentar al enemigo. Ese momento ha llegado.
Maana ustedes sern los
42 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200743 Entrevista
a Ramn Romero, 22 de junio de 200744 Un conscripto de Ejrcito que
estaba embarcado en el Cabo San Antonio, recuerda los rumores que
corran en losmomentos previos a la confirmacin de la misin el 1 de
abril: En ese momento ya era un secreto a voces, pero notenamos
nada confirmado. Se rumoreaba que haba problemas en las Georgias
con el desguace de una fbricaballenera. Testimonio de Guillermo
Huircapn, soldado clase 62, en: Speranza y Cittadini, Partes de
guerra. Malvinas1982, p. 26.
-
20
vencedores. Maana mostraremos al mundo una fuerza argentina
valerosa en la guerra ygenerosa en la victoria. Que Dios los
proteja! Ahora dirn conmigo: Viva la Patria!45
Al enterarse de la ocupacin militar de Malvinas, las reacciones
de los miembros delgrupo del Apostadero fueron diversas, y, en
muchos casos, estuvieron relacionadas con elsignificado que
Malvinas tena para cada uno de ellos y, tambin, con el conocimiento
quedisponan de relaciones internacionales, y particularmente de la
potencia enemiga.
As, muchos de ellos reaccionaron con entusiasmo, emocin y
orgullo por convertirse enprotagonistas de un hecho histrico: la
recuperacin de territorios largamente reivindicados pornuestro pas.
La frase las Malvinas son argentinas que haban escuchado una y otra
vez en laescuela y que tena mucho de aspiracin, ahora se haca
patentemente presente y se divisabauna posibilidad para volverla
realidad en la prctica:
En ese momento fue un flash [...] de cosas de la escuela
primaria donde nos enseaban que lasislas eran nuestras. Y de un
documental, una propaganda del noticiero argentino que haba vistoen
la pelcula que me haban llevado en la escuela San Francisco a ver,
que los boy scouts de... nos si era de Puerto Belgrano... pero eran
boy scouts navales le regalaban unos botecitos a los scoutsde las
islas, los hijos de los kelpers, y mostraban unas imgenes hermosas
de toda la costanera delas islas. Y yo de chico cuando vi eso [y]
dije algn da voy a estar ah. Y en ese momento quenos dijeron que
bamos a recuperar las islas, fue ese flash, y esa imagen que la
tena grabada, mevino una emocin tremenda, muy grande. No slo ma
sino de todos, una emocin.... Uno en esemomento no meda las
consecuencias de... que iba a ser una guerra, nosotros bamos
arecuperarlas y era la emocin de recuperarlas.46
Como explica Ramn, este entusiasmo por el significado histrico
de la accin tambinesconda en muchos de los protagonistas otra
percepcin: la poca conciencia que eseenfrentamiento poda ser el
primer paso de una escalada blica. Era lgico que no pensaran enesas
consecuencias: si ya los altos mandos militares no consideraban una
reaccin britnicacomo una posibilidad cierta, menos an tenan por qu
percibir ese desenlace los subordinados.El profesional Roberto
Coccia tambin recuerda esa sensacin triunfalista, que no
medaconsecuencias:
El momento ese fue espectacular, nos sentamos como si furamos
los de, no s, los grandesconquistadores, era una sensacin, no es
cierto, que tenamos interna, brbara [...] Todos nos
45 Op. cit., p.2746 Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de
2007
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21
sentamos, te pods imaginar cmo nos sentamos todos en ese
momento, era una sensacin detriunfalismo, de alegra, ramos parte de
la historia. [...] En ese momento miedo, para nada, no[...] bamos
contentos, no s qu habr sentido la gente que tuvo que desembarcar a
lamadrugada, y eso no lo puedo decir. Pero miedo, no, yo en ese
momento miedo para nada. Ybueno, todo brbaro.47
Sin embargo, no todos reaccionaron de la misma manera. En otros
casos, la excitacinno estuvo exenta de preocupacin, incertidumbre y
confusin por la poca informacin quedisponan, como recuerda Sergio
Fernndez: No tena ni idea. Por un lado, pensaba queparticipar era
lindo, lo mejor fue eso. Pero igual como ya ves las pelculas, saba
que iba a traerconsecuencias eso, no se iban a quedar con las manos
cruzadas, yo haba visto muchas pelculasde guerra.48
An sin imaginarse una guerra, Hugo Peratta vivi la noticia con
preocupacin. Suinquietud se fundaba en que conoca a Inglaterra, ya
que entre los aos 1977 y 1978 habavivido all y haba trabajado en
sus talleres, por lo tanto conoca perfectamente el potencialblico
del pas, y, lo que tal vez era ms relevante an, la idiosincrasia
inglesa:
En un primer momento estaba muy confundido de cul iba ser la
poltica, la guerra no lo habapensado todava. Haba pensado o
charlaba con Roberto [Coccia] que estbamos juntos, lacuestin de
poltica, a ver qu iba a pasar, qu iba a hacer el gobierno, si por
ah viste, comoquisieron hacer en varias oportunidades que quera
este... plantar tres banderas, parar laguerra, en fin, hacerla por
las buenas, no? Charlbamos de eso, y pensbamos que eso era lo
mslgico, porque pelear contra Estados Unidos y contra los ingleses,
ms los que conocemos lospases, que yo estuve un ao con los ingleses
en bases militares. Yo saba cmo eran, cmopensaban, una serie de
cosas, viste. Saba que los tipos venan, no se la iban a comer,
estabaseguro de eso, y entonces, estaba seguro, que mis superiores
tambin pensaban igual que yo.Pero oh sorpresa, pensaban para la
mierda!.49
Es importante aclarar que algunos integrantes del Apostadero
coinciden en que seenteraron que iban a ocupar Malvinas por la
arenga de Bsser, mientras otros no recuerdan laarenga y en cambio
dicen que Adolfo Gaffoglio fue quien les dio la noticia en una
reunin50.
47 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200748 Entrevista
a Sergio Fernndez, 21 de diciembre de 200749 Entrevista a Hugo
Peratta, 11 de septiembre de 200750 Aqu encontramos uno de los
ejemplos paradigmticos de las resignificaciones y reconstrucciones
de lo vivido quesurcan todo testimonio oral. De hecho, la arenga de
Bsser efectivamente tuvo lugar y fue quien inform sobre laoperacin
a las tropas convocadas, pero algunos de los integrantes del
Apostadero recuerdan que el portavoz fue su jefe,
-
22
Ms all que haya sido antes o despus de la arenga, la reunin de
Gaffoglio con los 19 futurosintegrantes del Apostadero
efectivamente tuvo lugar, y de hecho fue el momento en que elgrupo
se enter de su destino en las islas y de su misin el 2 de
abril:
Ah nos juntamos nuevamente con l [Adolfo Gaffoglio], y ah nos
empieza a dar lasinstrucciones. Nos dice que bueno este grupo vamos
a ser parte de... vamos a pasar a ser elApostadero Naval Malvinas,
ese iba a ser nuestro nombre [...] Tenemos que hacernos cargo
delpuerto, vamos a sacar a los ingleses de las islas, si tienen que
tirar tiros, trenle [...] Nosotrosllevbamos a un bioqumico que es
Roberto Coccia [...] que tena que analizar que el agua noestuviera
envenenada. [...] Y bueno entonces nos dice nosotros vamos a
desembarcar, elhelicptero nos va a dejar en... al lado de la casa
del gobernador que hay una cancha de ftbol
dice Si escuchan tiros, refgiense en una ligustrina que hay
alrededor, despus nos vamos atrasladar hasta el puerto, vamos a
sacar a los ingleses, y nos vamos a hacer cargo del puerto.51
Adems de encargarse de la toma del puerto de la capital de las
islas y de establecer allel Apostadero Naval Malvinas, algunos de
los miembros del grupo al mando de Peratta debanencargarse de la
toma de la usina elctrica, la que luego operaran funcin coherente
con laespecialidad de Hugo:
H: Y recin habl 10 horas antes que me llam y me dijo lo que iba
a hacer [Adolfo Gaffoglio], qumisin tena y adnde bamos [...] Mi
misin era tomar la usina.E: Tenas que ir con los 20.H: Pero no con
todos los 20, parte iban a tomar el puerto, parte quedaban en el
puerto, y yo con 3o 4 o 5 me iba a ir a tomar la usina.52
Entonces, una parte del grupo deba encargarse de tomar el puerto
y establecer all elApostadero, y otros de hacerse cargo de la
usina. Ahora bien con qu armas iban a cumplir lamisin? Ya que como
supuestamente era una prctica habitual, el grupo slo haba llevado
elbolso personal y haba dejado las armas en sus destinos. Por lo
tanto, ni bien se enteraron de lanoticia, los oficiales se pusieron
en campaa para conseguir algn tipo de armamento ytuvieron que
ingenirselas buscando en los recovecos del buque:
Adolfo Gaffoglio, un individuo que tuvo un rol ms significativo
y relevante que el distante Comandante de la Fuerza deDesembarco.51
Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de 200752 Entrevista a Hugo
Peratta, 19 de octubre de 2007
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23
Entonces consigue los fusiles de desfile que tena el buque [...]
Era fusiles... no eran los FAL quetenan todos, eran los garand
beretta, fusiles de la Segunda Guerra Mundial, pero funcionaban.
[...]El encargado del armero [...] tena que darnos las armas del
buque para nosotros y no quera.
Entonces, dice, bueno dice yo les doy las armas, pero los
correajes de gala no. Porque vistepara desfilar tienen unas cintas
blancas, un cinturn blanco, con el coso blanco donde se ponenlos
cargadores. No, no, las cosas de gala, no, yo les doy el fusil y
los cargadores. As que le sacla correa.53
Ahora bien, el hecho de conseguir fusiles para todos aunque
fuera sin un elementofundamental como son los correajes que permite
tener las manos libres no solucionabainmediatamente todos los
problemas, como explica claramente Roberto Coccia:
La orden era hacernos cargo del puerto de inmediato. Y tenamos
que bamos armados, nosdieron armas, a veces, por ah dicen quelo que
pasa es que a los ehh... al personal militar decarrera le dieron
este... estaba preparado para las armas. Yo era bioqumico, ms all
de que yosaba tirar y todo eso, yo no estaba preparado como el
personal militar de carrera para tirar, peroyo iba armado.54
Era lgico: estas 19 personas sin contar al jefe eran personal
tcnico y profesionaleran constructores navales, bioqumicos,
contadores, electricistas, maquinistas, marineros,furrieles, entre
otros muchos de los cuales haca tiempo que no tenan contacto con un
fusil, yahora tenan la funcin de tomar las instalaciones portuarias
de Puerto Stanley.
Esas fueron las primeras de una serie de dificultades que
tuvieron que enfrentar losmiembros del Apostadero debido a las
desorganizaciones y desprolijidades que caracterizaron eldesarrollo
del conflicto, sobre todo por el excesivo secreto que rode a la
operacin. Y todava nisiquiera haban desembarcado.
El 2 de abril
En la madrugada del 2 de abril, los efectivos de Marina y de
Ejrcito desembarcaron enPuerto Harriet y en el aeropuerto, ambos
puntos prximos al objetivo principal: Puerto Stanley,la capital de
Malvinas. En el avance hacia la localidad, tuvieron enfrentamientos
aislados endiversos sectores de la isla, hasta que se concentraron
en la casa del gobernador, donde seprodujo el principal y breve
combate, y como consecuencia, las primeras bajas de la guerra:
el
53 Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de 200754 Entrevista a
Roberto Coccia, 4 de agosto de 2007
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teniente Diego Garca Quiroga y el cabo Ernesto Urbina, que
resultaron heridos, y el capitnPedro Giachino, fallecido.55
Esa madrugada, aprovechando sus conocimientos de las autoridades
isleas, le habanencomendado a Adolfo Gaffoglio la misin de
presentar la rendicin al gobernador Rex Hunt.Sin embargo, la
inutilizacin del helicptero que lo iba a trasladar a las islas
provoc el cambioabrupto de su misin, y termin desembarcando bien
temprano en el aeropuerto, cuando ya losenfrentamientos se estaban
desarrollando en la casa del gobernador. Desde all, se trasladjunto
a los infantes de marina en vehculos anfibios hasta el lugar donde
se estabadesarrollando el combate, donde fue testigo de la rendicin
inglesa:
Luego de unos minutos los britnicos empezaron a salir con las
manos en cruz y nuestroshombres los iban desarmando, luego de lo
cual se colocaban boca abajo al costado del camino (...)Entr luego
a la casa del Gobernador, donde exista un total desorden producido
por losalimentos, equipos y latas de cerveza vacas dejadas por los
britnicos y esparcidas por doquier.56
A todo esto, esa maana bien temprano, una parte del grupo
pionero del Apostaderosupuestamente tena que desembarcar en la
cancha de ftbol al lado de la casa del gobernadorpara ir a tomar el
puerto y otra parte tena que ir a tomar la usina. Pero como
losenfrentamientos se extendieron ms de lo esperado, tuvieron un
cambio de misin, ydesembarcaron en helicptero directamente en el
aeropuerto. En ese pequeo viaje posterioral que haba realizado
Adolfo Gaffoglio, muchos recuerdan la primera imagen de las
islasdesde el aire: Una imagen, s, cuando llegamos, cuando la vimos
de arriba del helicptero, laveamos chiquititas, se van agrandando,
agrandando.57
La pista del aeropuerto estaba repleta de obstculos vehculos,
basura, chatarra quelos isleos haban colocado para dificultar su
utilizacin. Algunos de los miembros del grupoparticiparon all de su
primera misin, que era ms peligrosa de lo que la primera
impresinpodra hacernos suponer: la limpieza de la pista del
aeropuerto junto a efectivos del Ejrcito:
Entonces nos cambian la orden, y nos desembarcan en helicptero
en el aeropuerto, y con lagente de Seineldn que haban desembarcado
en el primer vuelo, tenamos que limpiar la pista deobstculos,
porque estaba llena de chatarra...[...] Pero ah no tenamos ms que
tener cuidado de
55 Estas no fueron las nicas bajas de toda la operacin, ya que
durante la ocupacin de las Islas Georgias el 3 de abril,falleci el
cabo Guanca y resultaron heridas cinco personas.56 Relato del
Capitn de Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio, op. cit., pp. 325-32657
Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 2007
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que no haya explosivos en la chatarra, pero no tenan, podan
tener por ah bombas cazabobos,viste, explosivas. Pero, no, era nada
ms que la chatarra.58
Una vez que finalizaron de limpiar la pista, el grupo permaneci
en un pozo esperandoque los fueran a buscar. En esos momentos, una
gran incertidumbre y confusin invadi a losprotagonistas: estaban en
un lugar que no conocan, no tenan un mapa ni una carta
paraubicarse, no saban cun lejos se estaban desarrollando los
combates ni dnde podranlocalizarse tropas enemigas; en realidad no
era la mejor situacin. Esos instantes fueronvividos con temor y
tensin:
Y ah nos quedamos un buen rato esperando a que nos vengan a
buscar, metidos en un... como unzanjn, porque todava haba un grupo
de ingleses royal marines que estaban escapndose, ahcerca del
aeropuerto, cerca, estaran a lo mejor a mil metros. Se senta todava
que combatan,haba tiroteos, haba bombardeos, todava algo
haba.59
A media maana, finalmente, los fueron a buscar y los trasladaron
hasta el puerto,destino que tenan que tomar, segn la misin que les
haba encomendado su jefe. Pero cuandollegaron: Gracias a Dios,
llegamos y no haba nadie, as que nos acomodamos, pero la ordenera
que s o s haba que tomar el puerto, s o s. Al igual que el puerto,
la usina tambin habasido tomada:
Y en el helicptero iban desembarcando grupos, s, y yo desembarqu
en el tercer o cuarto grupocon mi gente, s? Y cuando me diriga para
tomar la usina, me informan que ya haba llegadogente del Ejrcito
nuestra. [...] Que ya la haban tomado. Y me dijeron que no vaya
porque lostipos no me la iban a dar, ya haban llegado ellos. Porque
ah el que llegaba primero se hacadueo, entonces creo que fue
Gaffoglio que dice no, no vayas, porque vas a ir... a ver si
todavanos matamos entre nosotros.60
Como podemos advertir, ya desde el mismo dos de abril se
comenzaron a manifestar lastensiones y rivalidades que existan
entre las distintas fuerzas; de hecho, la carrera por verquien
llegaba primero a tomar y por tanto aduearse de las pocas
edificaciones de las islas esuna muestra patente de ello.
58 Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de 200759 Entrevista a
Roberto Coccia, 4 de agosto de 200760 Entrevista a Hugo Peratta, 11
de septiembre de 2007. Esta circunstancia de no haber podido tomar
la usina, destinoque era coherente con la formacin de Hugo
(electricista), es fundamental para comprender su relato, el cual
estestructurado en clave de su frustracin profesional. Para Hugo,
su participacin en la guerra fue completamente intil, ypor eso
deslegitima continuamente su experiencia.
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26
Una vez que llegaron al puerto, deban organizar las
instalaciones. Pero, por dndeempezar? Cierta confusin y
desorientacin se expandi en el grupo que antes de comenzar
aorganizar, quera conocer las instalaciones con que contaban.
Adolfo Gaffoglio, que en esosmomentos se traslad de la casa del
gobernador al puerto para reunirse con ellos, fue quien loscomenz a
orientar y proveer de cierta informacin:
Cuando yo despus se rinden todos los ingleses, todo, yo agarro
un Land Rover de paracaidista,entonces voy ah y los encuentro a
ellos [el grupo pionero del Apostadero], que ellos no sabandonde
estaban, en qu planeta estaban, pero yo eso lo conoca... para m era
como si fueseBelgrano, imaginte. Entonces le digo a Numer: ubique
toda la gente ac, tomemos esto61
De all en ms, deban encargarse de organizar el Apostadero, el
lugar que sera sudestino militar y hogar por los prximos 73 das.
Pero previamente tuvieron que realizar otrastareas que eran ms
urgentes e importantes en esos momentos posteriores al combate,
como eltraslado de los royal marines prisioneros, el reciclado de
armamento ingls y la vigilancia deprisioneros ingleses. Por lo
tanto, como podemos ver, ya desde el mismo 2 de abril, el
personaldel Apostadero realiz actividades de lo ms diversas que
nada tenan que ver con su funcinespecfica.
En cuanto al traslado de los marines prisioneros, fueron
designados 3 cabos del grupopara realizar esa tarea a cambio de
apropiarse de un camin para el puerto. Uno de los queparticip,
Daniel Peralta, recuerda los pormenores de la misin:
Llegamos a las dos de la tarde pero el camin de ellos tena
impactos de bala, perda aceite.Finalmente el chofer lo hizo andar a
las seis, pero no se aclaraba con tanta tecnologa que tena ycon que
el volante estuviera a la derecha. Dice Peralta que los primeros
metros los hicieron conel freno de mano puesto, porque el chofer no
terminaba de entender cmo se sacaba.Ellos [los prisioneros] se
portaron muy bien, no intentaron ninguna revuelta durante el
largorato que dur la operacin (...) Parecan contentos de volver a
casa.62
Ramn Romero, otro de los encargados del traslado y la vigilancia
de los prisionerosingleses, vivi esa misin con mucha tensin: tres
cabos jvenes que no saban hablar inglscon fusiles atados con un
cable a falta de los correajes claramente no se divisaban como
la
61 Entrevista a Adolfo Gaffoglio, 30 de noviembre de 200762
Testimonio de Daniel Peralta, en: Herrscher, Los Viajes del
Penlope. La historia del barco ms viejo de la guerra deMalvinas, p.
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mejor opcin para trasladar a 60 marines al puerto. El temor y la
tensin de ser vctimas de unpaso en falso estuvo presente en cada
uno de los minutos que dur el viaje:
Nos mandan a los tres a la casa del gobernador que nos iban a
entregar un camin para nosotros,para el Apostadero. Nos entregan el
camin, y dicen pero, bueno, tienen que llevar a losprisioneros al
Apostadero. As que me toca... [...] Yo no hablaba ni ingls, nada.
Yo no sabanada. [...] Cargamos el camin lleno, e hicimos dos
viajes, adelante iba el que manejaba, y atrsramos dos. [...] Lo
llevbamos lleno y nosotros bamos uno en cada punta, sobre las
puertas,sentados as uno frente a otro con el fusil, viste, el fusil
atado con el cable, y el otro en frente mo,un julepe. Yo a los
ingleses ni los miraba, yo lo miraba a mi compaero y el otro me
miraba a m,un julepe tenamos. As que los tipos habrn dicho miren
estos con un fusil atado con un piolnvienen a pelear63
Una situacin similar le toc vivir al cabo ms joven del grupo,
Sergio Fernndez. Eseda, Sergio recibi la orden de vigilar a un
grupo de alrededor 5 prisioneros ingleses. Lainexperiencia en este
tipo de actividades sumada a la juventud del cabo que slo tena
17aos lo llevaron a reaccionar con inusitada violencia:
Me trajeron a los ingleses rendidos, a los comandos esos
grandotes, me los dieron a m para quelos cuide hasta que se fueron
a evacuar. Me acuerdo que se movi uno y agarr el fusil, porque yate
dije yo vi muchas pelculas, yo agarr el fusil y se qued para atrs
[...] A m me dejaron esos 4o 5, uno se me movi que me deca no s qu,
entonces cuando cargu el fusil, se qued quietitootro vez, calculo
que le iba a tirar, eh? Yo calculo que le tiraba, porque yo se que
el primero quemuere es el centinela, estaba yo de centinela, no iba
a morir, si uno de ellos agarra el fusil, haceun desastre.64
Ahora bien, si esas eran las actividades que deba realizar el
personal de cuadros, losprofesionales tenan que dedicarse a su
actividad especfica. Por tanto, el bioqumico RobertoCoccia tena que
cumplir la funcin para la que lo haban convocado:
En el mismo da largar el anlisis de agua, pero haba que esperar
24 horas por lo menos [...]Pero ya estbamos, el agua la tenamos que
tomar, sino tenamos de dnde. Pero lo msimportante qu era, que el
agua que llegaba al puerto era el mismo agua que abasteca a la
reddel pueblo. [...] Un anlisis de agua como la que... en aquella
poca, primero, que lo que se haca
63 Entrevista a Ramn Romero, 22 de junio de 200764 Entrevista a
Sergio Fernndez, 21 de diciembre de 2007
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era muy poco, era bacteriolgico Para hacer un anlisis qumico
[...] lleva diez das para sacaruna conclusin, y la parte qumica, ni
hablar, aparte si tena algn contaminante qumico, algntxico, algn
veneno, eso no lo iba a notar nunca, si no tena con qu. Todo lo que
poda hacer eraalgo que fuera bacteriolgico, que no estuviera
contaminado con una esteriquia coli, que te puedeproducir una
diarrea, una gastroenterocolitis.65
En realidad, los anlisis llevaban 24 horas como mnimo un tiempo
del que no disponaporque la gente tena que hidratarse ya y adems
para que fuesen completos se requeranotros materiales tcnicos, con
lo cual Roberto termin haciendo el nico anlisis de agua posibleen
ese momento, la prueba in vivo:
Y el bioqumico es el que tiene que decirle est buena o no est, y
qu tuvo que hacer elbioqumico? Hacer la prueba ms fcil: la prueba
in vivo. Tomar el agua. Y, viste, me tom unpoco de agua, y s, est
buena [...] La prob, era buena. Al da siguiente le dije hasta ahora
vabien, est todo bien. Ya est, ese fue el primer anlisis y nico
anlisis de agua que hice. Esa esla realidad.66
Una vez realizadas las actividades ms urgentes para la seguridad
y xito de laoperacin militar, los integrantes del grupo tuvieron
que encargarse de la funcin para la quehaban sido convocados: la
organizacin del Apostadero Naval Malvinas, la puesta
enfuncionamiento del puerto. Roberto Coccia recuerda la primera
imagen de las instalacionesportuarias de las islas: El puerto era
una cosa rudimentaria, un galpn pegado al muelle, llenode lana
hasta arriba, y no haba... y otro galpn que era de herramientas y
porqueras, y este...,y haba una casuchita ah que no tena
nada.67
De los cuatro muelles que dispona la capital de las islas68, el
principal donde seconcentraban todas las operaciones, era el muelle
este, dependiente de la Falkland IslandsCompany69. Dentro de lo
rudimentarias que eran las instalaciones portuarias en su
totalidad,ese muelle era el mejor acondicionado para las
actividades de descarga, y estaba rodeado pordiversos galpones que
servan como depsito de la mercadera que comerciaban. Daniel
Peraltarecuerda grficamente la distribucin del lugar:
65 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200766 Idem67
Idem68 Los muelles que existen en la capital son conocidos como:
muelle este, pblico, oeste y de la gobernacin.69 F.I.C. de ahora en
ms.
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El puerto [...] estaba ac al fondo, ac estaba la calle principal
[avenida costanera Ross Road]. Deeste lado estaba el galpn adonde
nosotros dormamos, al frente estaba un galpn de lana, alcostado
estaban los baos, ms adelante haba otro galpn donde nosotros
hicimos el reciclaje delarmamento, ms adelante haba otro local que
no me recuerdo si era oficinas, taller, no s qu eslo que eran, y a
continuacin vena otro galpn adonde se guardaba la comida, y a la
par delgalpn [...] estaban los tanques... [...] Y al frente, frente
del puerto, parndose con espalda al mar,estaban los galpones donde
decan las F.I.C. Detrs de esos galpones estaba la carpintera, y a
lapar de la carpintera, avanzando hacia el puerto estaba un depsito
de comida, de la gente dellugar.70
En un mstil cercano al puerto, la misma tarde del dos de abril,
se realiz unaceremonia oficial en la que se fund el Apostadero
Naval Malvinas: Recorr con mi gentenuestra futura jurisdiccin,
hasta detenernos frente al mstil de la Compaa, hice formar
alpersonal y arriamos la bandera britnica izando por primera vez la
argentina del ApostaderoNaval Malvinas...71. Segn el acta de
creacin de la unidad, el Apostadero se cre por orden
delcontraalmirante Gualter Allara, el comandante de la Flota de
Mar, y el jefe designado fueAdolfo Gaffoglio. En los considerandos
del acta datada el 2 de abril, se indicaba:
1)Que las Islas Malvinas han sido reincorporadas al Patrimonio
Territorial Argentino2)Que las Islas poseen medios de apoyo basado
en los puertos3)Que algunas de dichas instalaciones, a la fecha, ya
estn apoyando a los buques de la flota demar4)Que se prev como un
hecho, la necesidad de utilizacin futura de dichas facilidades5)Que
es necesario conservar y coordinar dichos medios, para brindar un
servicio eficiente ycoherente.72
Por tanto, el Apostadero fue fundado el 2 de abril a partir de
un grupo originariointegrado por 20 personas muy heterogneo en
cuanto a especialidades y profesiones, rangos ydestinos de los que
provenan, designados con el mismo objetivo de conservar y coordinar
losmedios [de apoyo basado en las instalaciones portuarias] para
brindar un servicio eficiente ycoherente. El Apostadero se
constitua as en la primera unidad de la Armada en las
islasMalvinas, creada especficamente para la guerra, a diferencia
del resto de las unidades quepreexistan al conflicto, como los
batallones y regimientos que participaron en el mismo. La
70 Entrevista a Daniel Peralta, 11 de noviembre de 200771 Relato
del Capitn de Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio, op. cit., pp.
326-32772 Acta de Creacin del Apostadero Naval Malvinas, 1/82 B, 2
de abril de 1982
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organizacin del puerto y la efectiva puesta en funcionamiento
fue una tarea ardua y compleja,de ensayo y error, que ser llevada a
cabo en la primera semana de abril.
Finalmente, luego de un da bien activo, los miembros del
Apostadero queran disfrutarde un merecido descanso. Ahora bien,
dnde se alojaran? Como describan claramente DanielPeralta y Roberto
Coccia, varios galpones se encontraban en la zona portuaria, pero
en elloscomodidades no era justamente lo que sobraba, as que los
superiores del Apostadero salieron arecorrer el pueblo en busca de
un lugar un poco ms confortable y clido:
Entonces entramos a dar vueltas a ver dnde... Entonces fuimos a
visitar, como Gaffoglio conocaa la gente de ah, fuimos a ver a un
tipo, porque haba una casa dentro del pueblo, que era de
unargentino que haba estado viviendo mucho tiempo, y se haba ido
[...] fuimos a verla [...]Entramos en la casa estaba todo, tal
cual, era, impecable, no faltaba nada, [...] entonces dijo no,ac,
no, por las dudas, no. Entonces fuimos a ver otro lugar que era de
ese tipo, haba unasmquinas de escribir antiguas, haba una cosas
antiguas, [...]. Fuimos a ver otro lugar que eraotro galpn de ese
tipo, que tena como una especie de, no s si era ferretera, o lo que
era, esegalpn, estaba tambin todo... lleno de tierra, una mugre,
[...] pero no tena bao[...]. Bueno,bamos a ver qu hacamos, no
sabamos. As que al final terminamos durmiendo en el puerto.73
En definitiva, la larga recorrida por la localidad, no dio
resultados positivos ante las
excesivas precauciones por las propiedades isleas, y finalmente
el grupo pionero del Apostadero
termin durmiendo sus primeras noches en un galpn bien grande
lleno de fardos de oveja, lleno de
lana de oveja74. All comieron y pasaron su primera noche en
Malvinas los 20 integrantes del
Apostadero, como recuerda Adolfo Gaffoglio: Regres al puerto,
cen la racin de combate con mi
gente y nos acostamos en bolsas de dormir.75
El relato de Adolfo demuestra una igualdad en las condiciones en
que se encontraban los
integrantes del Apostadero sin distincin de rangos militares, lo
que parece sugerir la existencia de
una cierta horizontalizacin de las relaciones del grupo. De
hecho, ese desdibujamiento de las
jerarquas es destacado una y otra vez por los entrevistados como
una particularidad propia del
grupo. Comentando sobre la limpieza de la pista del aeropuerto,
Roberto recuerda la siguiente
situacin:
Este, bueno, trabajbamos, cuando digo trabajamos todos pusimos
lo nuestro, por lo menos delgrupo nuestro, todos pusimos lo
nuestro. Yo se que algunos otros no trabajaron, yo vi cosas, yo
vi
73 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200774 Entrevista
a Sergio Fernndez, 21 de diciembre de 200775 Relato del Capitn de
Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio, op. cit., p.329.
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gente de Ejrcito que ordenaba, ordenaba, y terminaban trabajando
los conscriptos. Por eso, ladiferencia es abismal entre el
conscripto de Marina y el conscripto de Ejrcito, pero siempre
fueas, no es de hoy, de ese momento, era distinta, la formacin y la
relacin, este, que haba dentrodel servicio militar, en cada fuerza,
completamente distinta.76
Como podemos advertir, ya desde el relato de la primera
actividad en las islas, Robertodestaca la horizontalidad de las
relaciones entre el personal del Apostadero, y de la Armada
engeneral, contraponindola a las relaciones de fuerte jerarquizacin
y subordinacinestablecidas en el Ejrcito, comparacin que es
frecuente en las entrevistas y que parece formarparte del
imaginario de la Marina. Adolfo Gaffoglio incluso propone una
explicacin de esaparticularidad que habra en el trato de los
miembros de la Armada:
Sufr las mismas penurias que ellos, entonces este Eso es una
cosa que por de pronto, en laArmada estn consustanciados, porque
vos ests en un buque, que tens los mismos avatares, siel buque se
hunde, te hunds vos tambin, cuando el buque rola o cabecea, no es
que cabeceapersonal, y no cabecea a [...] a los oficiales,
cabeceamos todos.77
Ahora bien, ya desde el mismo 2 de abril, encontramos una
primera ruptura de esasupuesta igualdad: en la organizacin de los
turnos de las guardias nocturnas en el exterior delos galpones del
puerto ya que el Apostadero tena entre sus funciones la de asegurar
el espejode agua de la baha, el primero que result beneficiado fue
el cabo ms joven del grupo,Sergio Fernndez. El derecho de piso
segua rigiendo ante el sacrificio de algo tan preciadocomo era el
descanso despus de un da bien agitado.
Das de paz
El 2 de abril se haba creado formalmente el Apostadero Naval
Malvinas en la capital delas islas, primero bautizada Puerto Rivero
y despus Puerto Argentino.78 Pero con el mero actoformal en
realidad nada estaba resuelto: haba que organizar y poner en
funcionamiento lasinstalaciones portuarias inmediatamente porque
los buques tenan que fondear para cumplircon el plan original,
embarcar a quienes haban participado del 2 de abril la mayora de
loscuales regresaban al continente y desembarcar los pertrechos,
vveres, armamentos, etc., para
76 Entrevista a Roberto Coccia, 4 de agosto de 200777 Entrevista
a Adolfo Gaffoglio, 30 de noviembre de 200778 La capital de las
islas en principio recibi la denominacin Puerto Rivero, en honor al
gaucho que pele contra lasfuerzas de ocupacin britnicas en el siglo
XIX, y recin por decreto del 21 de abril se cambi el nombre al ms
neutraly unificador Puerto Argentino. Para ampliar sobre el cambio
de la denominacin, ver: Guber, op.cit., pp. 109-110.
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abastecer al grupo reducido que permanecera en las islas, entre
quienes se encontraba elpersonal del Apostadero.
El primer paso para la organizacin del puerto fue realizar una
reunin con lasautoridades de la F.I.C. para formalizar la
expropiacin de sus instalaciones y, a la misma vez,asegurar la
continuidad de su funcionamiento, lo que era fundamental para la
poblacin local ytambin para las fuerzas militares:
Luego en la Falkland Islands Company, tuvimos una reunin con la
Plana Mayor en la que lesinform que a partir de ese momento la
Compaa estaba bajo mi jurisdiccin y les di ampliasgarantas para que
siguiera operando. Les orden que el supermercado West Store deba
seguirtrabajando y que cualquier problema con personal militar me
lo hicieran saber. Secomprometieron a continuar con el expendio
normal de gas-oil para calefaccin y vehculos de lapoblacin y
militares. Las instalaciones de la F.I.C. resultaron de mucha
utilidad a nuestrasoperaciones durante los meses
siguientes...79
Con la intencin de continuar abasteciendo a las poblaciones
ubicadas en distintoslugares de las islas, Adolfo Gaffoglio acord
con lo capitanes de los pequeos buques inglesesque estaban all que
seguiran con su tripulacin original:
El Forrest, que me embarqu, sal a navegar con el Capitn Jack
Solis, le dije usted se quedacon la misma dotacin. Claro si los
ingleses no reaccionaban entonces nosotros nosquedbamos Al gerente
de la F.I.C.: y yo estoy en ligazn permanente con Inglaterra [...]
Yusted siga con ligazn permanente, total qu puede decir usted?
Puede dar informacin sobrenosotros? Si ya lo saben ellos. Usted
ocpese de sus negocios y de abastecer [a la poblacin]80
El objetivo era continuar con la vida cotidiana lo ms normal
posible, slo quehacindose cargo de la gobernacin y administracin de
las islas el reducido grupo de 500efectivos argentinos. Al fin y al
cabo, lo que se intentaba era mantener buenas relaciones conlos
isleos, puesto que supuestamente de ahora en ms viviran bajo
gobierno argentino. Enestos momentos, una reaccin britnica
realmente no caba en al imaginacin de muchos.
Una vez formalizada la expropiacin de las instalaciones, los
integrantes del Apostaderotuvieron que dedicarse a organizar y
aprender todo lo correspondiente al funcionamiento de un
79Relato del Capitn de Fragata Adolfo Aurelio Gaffoglio, op.
cit., p.329. Es importante aclarar que entre otrasinstalaciones, la
F.I.C. tambin contaba con la planta de combustible ms importante de
las islas.80 Entrevista a Adolfo Gaffoglio, 30 de noviembre de
2007
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puerto. Los primeros das de abril fueron realmente frenticos,
confusos y muy activos para elpersonal del Apostadero:
Si todos los das de su permanencia en las islas fueron de dura
labor para los hombres delDestacamento Naval, los de su primera
semana lo fueron ms an. Hubo un cierto grado dedesorganizacin
inicial en el desembarco del 02 ABR en los referente al punto fsico
central de sutrabajo y alojamiento en general (...) a lo que se sum
en sus tareas la carencia de unainfraestructura portuaria por lo
menos aceptable para proceder al alije de la carga de los buquesque
fueron arribando a Puerto Argentino.81
Como indican Ibez y Arguindeguy, los protagonistas debieron
dedicarse a la que serade aqu en ms por lo menos en abril su
actividad principal, la que ms horas y hombres lesllevara: la
estiba de los pertrechos que traan los buques. Tenan que descargar
a hombro todala mercadera y tambin cargar los equipos de los
infantes de marina que regresaban y elarmamento confiscado a las
fuerzas ingleses. Era una tarea nada liviana, en la que todos
losintegrantes del grupo pionero trabajaron a la par: El primer da
no se hizo nada, el segundoda fuimos a recorrer los barquitos estos
que yo te digo [los buques ingleses Forrest yMonsunen], y no s si
en el tercer da ya empezaron a llegar los barcos, adonde tenamos
quedescargar todo [...]. Ah trabajbamos todos juntos, descargando,
y... antes de descargar,primero seleccionamos el armamento del
enemigo.82
Adems se tenan que encargar de la entrada y salida de los
buques, de tomar y largaramarras, lo que implicaba aprender algo
tan bsico como el uso de la radio, que un bioqumicono tena por qu
saber usar:
Al otro da a las 7 de la maana, [...] todo el mundo arriba. Tema
del puerto, cmo va, porque yavenan los buques. Bueno, ah aprend a
manejar un equipo de radio, tena que darle entrada ysalida a los
buques que venan, yo no saba, por eso digo, es decir yo era
bioqumico, [...] yo noestaba preparado para determinadas cosas
porque nunca lo haba hecho, pero bueno aprends,no es nada difcil.
Te ensean y aprends. El segundo da empezamos a darle entrada a
losbuques.83
Al mismo tiempo que se dedicaban a la frentica actividad de
carga y descarga a hombrode los pertrechos de los buques,
comenzaron a construirse los primeros lazos entre los
81 Ibez y Arguindeguy, El Escalafn Naval de Intendencia en la
Logstica de la Guerra de Malvinas, p.13082 Entrevista a Daniel
Peralta, 11 de noviembre de 200783 Entrevista a Roberto Coccia, 4
de agosto de 2007
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integrantes del grupo pionero del Apostadero. La convivencia
entre ellos inmediatamente fuemuy buena, y de hecho como indicamos
previamente gran parte de los entrevistadosdestacan que se trataba
de un grupo homogneo, es decir, un grupo en el que haba
ciertaigualacin en el trato y una horizontalizacin de las
relaciones, como evoca el cabo RamnRomero: Hasta ese momento ramos
todo uno, viste, ramos los 18, ramos un grupito, casi apesar de que
haba diferencias de grado y eso, ramos un grupo homogneo.84 Incluso
dormany coman juntos en uno de los galpones del puerto: [La
convivencia era] Muy buena, muybuena, muy sin ningn problema viste.
Comamos juntos ah, porque la primer noche lapasamos en un galpn de
mierda, lleno de lana de oveja, y ah comamos las latas que noshaban
dado.85
El cabo Daniel Peralta tambin recuerda que no era necesario el
distanciamiento de lasjerarquas para establecer una frrea
disciplina y orden, porque las cosas estaban comoengranadas, cada
uno saba perfectamente cul era su rol y lo que tena que hacer:
Parecaque estaban las cosas engranadas, en seguida te adaptabas a
las circunstancias, o sea que notenas tiempo para decir no, o
evaluar esto s, esto no, nada, directamente haba que hacerlo,
sehaca.86 Adems durante los primeros das de abril, no se viva una
situacin demasiado tensa:por el contrario, la prctica seguridad de
que no iba a haber una respuesta britnica y queregresaran al
continente sin luchar, contribua a la conformacin de lazos y a
unacotidianeidad relajada.
Sin embargo, Sergio Fernndez, el cabo ms joven del grupo, es
quien matiza un pocoesta situacin que puede parece un tanto idlica.
Ya en la organizacin de las guardias el 2 deabril vimos que para
algunas situaciones el privilegio que otorgaba el rango segua
rigiendo.Adems, el cabo expl