ANALISIS PELICULA “EL EMPLEO DEL TIEMPO” Sinopsis argumental: Vincent (45) es un hombre cansado de su rutina laboral que es despedido de su trabajo, por razones desconocidas. Avergonzado de su situación de desempleo engaña a su familia y amigos, diciendo que ha cambiado de trabajo por uno mejor. A partir de este momento deambula todos los días con su auto, recorre empresas y se hace pasar por empleado de las mismas. De la misma forma engaña a amigos que confían plenamente en él, pidiéndoles dinero, para que inviertan en su trabajo falso. Con este dinero mantiene a su familia. Cuando su familia se entera de la mentira, desolado, vuelve a entrar a trabajar a una empresa en la que fue recomendado por su padre. Enfoques éticos: Podemos decir desde el punto de la moral que mentir es moralmente malo, y agravado cuando se trata de una mentira dentro del seno familiar. Estafar es moralmente malo, y agravado cuando se está aprovechando de la confianza de un amigo. Vender de forma ilegal es moralmente malo. Pero podemos decir desde el punto de vista de la ética que Vincent tal vez quiso proteger a su mujer e hijos, sabiendo la reacción que podrían llegar a tener, lo que podrían llegar a sufrir, ahora, ¿Realmente es una protección el mantenerlos en una mentira tan grande? ¿Es una protección que su familia crea que él está en un lugar en el que no está? ¿No pone en riesgo a su familia, al estafar a sus amigos? ¿Es correcto abandonar así a su familia, “protegiéndola”? Podríamos decir desde el punto de vista de Kant, que las acciones llevadas a cabo por Vincent son contra el deber, ya que son totalmente egoístas, piensa en su felicidad, en ocupar su tiempo como quiera, no piensa en el futuro de su familia, ni en los engaños que hace a sus amigos. Estas acciones, además de ser contra el deber, son mediadas, porque está involucrando a su familia y amigos, los está perjudicando, y Vincent parece no preocuparse por eso. Su mujer e hijos le reclaman su ausencia y el se justifica y se va, no parece afectarle.
Análisis de las películas: El empleo del tiempo, La corporación y El método
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ANALISIS PELICULA “EL EMPLEO DEL TIEMPO”
Sinopsis argumental:
Vincent (45) es un hombre cansado de su rutina laboral que es despedido de su trabajo, por
razones desconocidas. Avergonzado de su situación de desempleo engaña a su familia y amigos,
diciendo que ha cambiado de trabajo por uno mejor.
A partir de este momento deambula todos los días con su auto, recorre empresas y se hace pasar
por empleado de las mismas. De la misma forma engaña a amigos que confían plenamente en él,
pidiéndoles dinero, para que inviertan en su trabajo falso. Con este dinero mantiene a su familia.
Cuando su familia se entera de la mentira, desolado, vuelve a entrar a trabajar a una empresa en
la que fue recomendado por su padre.
Enfoques éticos:
Podemos decir desde el punto de la moral que mentir es moralmente malo, y agravado cuando se
trata de una mentira dentro del seno familiar. Estafar es moralmente malo, y agravado cuando se
está aprovechando de la confianza de un amigo. Vender de forma ilegal es moralmente malo.
Pero podemos decir desde el punto de vista de la ética que Vincent tal vez quiso proteger a su
mujer e hijos, sabiendo la reacción que podrían llegar a tener, lo que podrían llegar a sufrir, ahora,
¿Realmente es una protección el mantenerlos en una mentira tan grande? ¿Es una protección que
su familia crea que él está en un lugar en el que no está? ¿No pone en riesgo a su familia, al estafar
a sus amigos? ¿Es correcto abandonar así a su familia, “protegiéndola”?
Podríamos decir desde el punto de vista de Kant, que las acciones llevadas a cabo por Vincent son
contra el deber, ya que son totalmente egoístas, piensa en su felicidad, en ocupar su tiempo como
quiera, no piensa en el futuro de su familia, ni en los engaños que hace a sus amigos. Estas
acciones, además de ser contra el deber, son mediadas, porque está involucrando a su familia y
amigos, los está perjudicando, y Vincent parece no preocuparse por eso. Su mujer e hijos le
reclaman su ausencia y el se justifica y se va, no parece afectarle.
Sin embargo las acciones llevadas a cabo por el padre de Vincent también son contra el deber,
porque no está pensando en el sufrimiento que genera en Vincent el volver a entrar en la telaraña
de la rutina y dependencia de una empresa.
Respecto de la Felicidad, podemos decir que Vincent es un hombre como cualquier otro, que
trabaja como la mayoría de la población, en relación de dependencia en una empresa, dentro de la
rutina asfixiante que esto significa.
Él, aparentemente, decide alejarse de esta rutina, para poder ser feliz. Disfrutar de su tiempo,
hacer lo que él quiera y cuando quiera. Pero esto lo lleva a estar solo por las calles, deambulando,
lo que tampoco lo hace feliz.
Cuando Vincent visita a su amigo músico y su familia, vemos la sencillez de ellos. Vincent ve lo feliz
que es su amigo dedicándose a lo que le gusta y no teniendo que trabajar para otros. Luego los ve
por la ventana, todos juntos, su amigo feliz, su mujer con la niña, todos juntos. Sin embargo él está
solo, en la calle, en la oscuridad, pero al menos, no está dependiendo de otro en una empresa.
Vincent se escapó de la rutina, pero sin embargo, parece que está feliz cuando entra en las
empresas y se hace pasar por empleado de éstas. Es decir, no es feliz trabajando en la rutina, pero
tampoco puede vivir sin ella.
Pareciera que el director ve como “Felicidad”, el poder elegir qué hacer, no depender de una
entidad que decida por vos, siendo un número en el mundo. Debiendo respetar los horarios que te
establecen, comer en determinado horario, usar determinada ropa. Esto genera placer, teniendo
en cuenta la visión de Stuar Mill sobre la felicidad, entendida como placer. Si tuviéramos en cuenta
la visión de Aristóteles sobre la felicidad, estaríamos muy lejos de considerar como felices, las
acciones de Vincent.
Hay que tener en cuenta que el director de la película es un artista, por lo tanto hace uso de su
libertad, cosa que no puede hacer Vincent, ni la mayoría del común de la gente. Es lógico que la
visión del director sea relacionar libertad con felicidad, sin embargo, el personaje no logra llegar a
la felicidad, porque es valiente como para salir del sistema de la empresa, pero no lo es lo
suficiente, para enfrentar a su familia.
Con respecto a la virtud, Vincent no es virtuoso, ya que no puede ser excelente en el desarrollo de
algo. Sí podemos verla en su amigo músico, que es virtuoso en la música. También podemos verlo
en la esposa de su amigo, que es virtuosa en su trabajo y atención a los niños.
Valores podemos encontrar en su amigo, que a pesar de saber que lo engañó, lo llama y quiere
arreglar las cosas, dice que no le importa la plata, sino él. También puede verse en su mujer, que
finalmente lo acepta, entiende y perdona.
Disvalores encontramos en Vincent, por sus mentiras, engaños y egoísmo. En el falsificador de
relojes.
La solución que se me ocurre es que Vincent antes de hacerse echar, hablara con su familia e
intentara junto a ellos, buscar otro trabajo o viera la forma de ocupar el tiempo que le quedaba
libre en cosas que le provocaban placer.
Obviamente el modo en que se manejó Vincent no era el mejor para él, ni para nadie de su
alrededor.
Intención del autor:
El autor, quiso mostrar la desolación de un hombre (representando a la mayoría de la población
que trabaja en empresas, en relación de dependencia), cansado de trabajar para un sistema con el
que no está de acuerdo, que lo hace infeliz, y que vive para él. Al cual le didica todo su tiempo,
toda su vida. Regalar la vida a una entidad…Pero que sin embargo no puede alejarse de él, ya que
si se aleja, queda sin rumbo en la vida, dirigiéndose hacia ningún lado, deambulando por las calles,
perdido…
Los diálogos son pocos. Ya que el autor se centró en la soledad y aislamiento de Vincent, por lo
tanto hay muchísimo tiempo de silencio, en donde solo esta Vincent, callado, pensando, en su
auto, caminando por la nieve, recostado, caminando por empresas en las que no trabaja… Hay
muchos llamados telefónicos de Vincent, tal vez porque es más fácil no dar la cara cuando se está
mintiendo, sin dejar de tener en cuenta que el que habla por teléfono, es a la vista, alguien muy
importante y muy ocupado, resolviendo temas de tremenda “urgencia”, al menos así llaman a
determinados asuntos en las empresas.
La línea argumental podría decirse que es una unidad. En la película no pasa demasiado. Todo se
centra en el interior de Vincent, es sus sentimientos, su psicología. Podría decirse que los únicos
cambios que hay en la película son: decisión de engañar a su familia, decisión de engañar a sus
amigos, decisión de vender relojes falsificados, decisión de dejar de hacerlo, decisión de volver a
trabajar.
Igualmente cuando hay diálogo, está presente el reproche de su familia por su ausencia. O
negocios falsos de Vincent con sus amigos. La mayoría de los diálogos son mentiras y engaños. En
la mayoría de las escenas, lo que se dice no es lo que pasa.
Predominan los planos pecho, ya que hay gran cantidad de escenas de Vincent en el auto. Luego
hay muchos planos americanos y unos cuantos generales, mostrando los lugares por los que
deambula Vincent. Predominan también los planos desde dentro del auto.
El arte es correcto. Su casa, su vestuario y el de su familia, acorde a una clase media alta. El arte de
las empresas es correcto también. Todo está en su lugar, estructurado, como son en general las
empresas.
El uso del sonido es directo. También hay música extradiegética de tipo “dramáticas” acorde a los
momentos que vive Vincent, que aumentan la tensión e impacto en el espectador.
El montaje es manejado por corte directo. No tiene prácticamente transiciones.
Elementos disfuncionales:
Creo que no existen elementos disfuncionales.
Responsabilidad deontológica:
Creo que el artista tiene la libertad de elegir como mostrar la historia, y es muy sutil, pero sin
embargo impacta y funciona. El artista podría haber mostrado el final real de esta historia que
consiste en el asesinato de la familia de Vincent por el propio Vincent, sin embargo no eligió
impactar mostrando la muerte de niños inocentes, por ejemplo, si no usar la sutileza al extremo.
Por otro lado, es responsable del impacto que la película tenga en tanta gente que está inmersa en
la rutina asfixiante de la dependencia de una empresa y en esta suerte de regalar nuestra vida a
corporaciones superiores. Tal vez podría ser responsable de que personas se animen a renunciar a
su trabajo, o tal vez sería responsable de que personas no se animen a dejar su rutina por miedo a
quedar perdidos, deambulando por la vida, como le ocurrió A Vincent .
Dimensión Ficcional:
Un hombre cansado de su rutina laboral que es despedido de su trabajo, por razones
desconocidas. Avergonzado de su situación de desempleo engaña a su familia y amigos, diciendo
que ha cambiado de trabajo por uno mejor.
A partir de este momento deambula todos los días con su auto, recorre empresas y se hace pasar
por empleado de las mismas. De la misma forma engaña a amigos que confían plenamente en él,
pidiéndoles dinero, para que inviertan en su trabajo falso. Con este dinero mantiene a su familia.
Cuando su familia se entera de la mentira, desolado, vuelve a entrar a trabajar a una empresa en
la que fue recomendado por su padre.
Meta ficcional:
El autor elije contarlo por medio de imágenes muy oscuras, representando la oscuridad que existe
en el interior de Vincent. También muestra extensos lugares desiertos, así como está desierta la
vida de Vincent.
Utiliza también música extradiegética empática con la cual logra introducir al espectador en el
estado psicológico de Vincent, en sus sentimientos.
En los paisajes que muestra, siempre está nublado, no vemos el sol en ninguna parte de la
película. También se puede ver que hace frío, tal vez el frío que siente Vincent en su alma.
El vestuario que utiliza Vincent es oscuro también como todas las escenas en as que se encuentra
Vincent solo.
Por otro lado, utiliza edición por corte y no utiliza transiciones.
Dimensión Social:
En general, esta película tubo muy buenas criticas, no solo en Europa si no a nivel mundial. Fue
premiada en numerosas ocasiones como:
Nominaciones por “El empleo del tiempo”
2001 Mejor guionista europeo L'Emploi du temps Nominado4
2003 Mejor película en lengua no inglesa L'Emploi du temps Nominado[4
Además en el Festival de Venecia el director recibió la Mención de Honor por esta película.
Espectador:
Un posible espectador que se sienta herido en su sensibilidad por esta película podría ser un
empleado en relación de dependencia que viva para una entidad, luchando cada día, por
ascender, por brindarle lo mejor de sí a la empresa, que luche por tener todo al día, por hacer su
trabajo perfecto, por trabajar cada día un poco más. Todo esto, para poder brindarle lo mejor a su
familia, llevar el pan de cada día a su casa, por brindarle educación y salud a sus hijos.
Posible crítica:
¿Qué se soluciona con mostrar un problema sin una posible solución? ¿Creés que lo correcto es
ser artista en lugar de trabajar? Nada se regala. Por eso hay que producir, trabajar. Vos no
producís nada que sirva y después estás debajo de un puente pidiendo para comer. Yo, en cambio,
Interpretación: Aurélien Recoing (Vincent), Karin Viard (Muriel), Marie Cantet (Alice), Félix Cantet
(Félix), Elisabeth Joinet (Jeanne), Nigel Palmer (Jaffrey).
Guión: Robin Campillo y Laurent Cantet.
Música: Jocelyn Pook.
Fotografía: Pierre Milon.
Montaje: Robin Campillo.
Dirección artística: Romain Denis.
Vestuario: Elisabeth Mehu.
Clarín.com » Edición Jueves 06.06.2002 » Espect�culos » Esclavo del trabajo CINE: CRITICA Esclavo del trabajo
El Empleo del Tiempo, de Laurent Cantet, abreva en la vida real como pocas ficciones del cine francés.
PABLO O. SCHOLZ. Vincent se quedó sin trabajo, y no tiene la valentía de contárselo a Muriel, su mujer, a sus hijos, a sus padres,
a sus amigos. Para él, el trabajo es algo inherente e inseparable a su persona. Forma parte de su identidad. Así que se inventa uno.
Si en Recursos humanos Laurent Cantet había contado las vicisitudes de los obreros, en particular la relación entre un padre a poco de jubilarse en una fábrica de provincia y su hijo, que se hacía cargo de la oficina de personal debiendo despedir a su progenitor, El empleo del tiempo retoma al trabajo como eje
existencial de su protagonista, ahora un oficinista. Hace meses desempleado, Vincent necesita llenar su tiempo, y pasa las horas viajando en su auto, y hasta
llega a dormir en él. Se imagina un hombre de negocios que trabaja para las Naciones Unidas. Como vive cerca de la frontera con Suiza, está poco tiempo en su casa. Vincent, en efecto, se ha convertido en un fantasma. Y cuando está entre los suyos, los disfruta como nunca antes.
Pero si en la visión perdida de Vincent el trabajo define quiénes somos, entonces Vincent no es nadie. Así que la mentira va in crescendo, se vuelve cada vez más grande hasta derivar en el engaño y la estafa de viejos
amigos (como comienza a quedarse sin dinero, les ofrece negocios financieros en el aire, ante la confianza que le depositan), en el espiral hacia el abismo en que se transforma su vida.
Cantet plantea a su protagonista como uno de esos hombres que se convierten fuera de su hogar. Vincent es un esclavo del trabajo. Y sin él, no entiende la vida. Reflejar la vida real es el material con que trabaja Cantet. El filme se basa en un hecho real, pero de distinto
desenlace: el desempleado, al ser descubierto, mató a toda su familia. Y si éste es un drama psicológico —poco a poco el espectador siente empatía con él e intenta comprenderlo en su desesperación, que lo lleva al delito—, Cantet no desvía la atención de lo que pasa en la familia.
El realizador ha sabido aprovechar la experiencia teatral de Aurélien Recoing, en su primer rol protagónico en el cine. Su actuación será difícil de olvidar. Como Muriel está la impresionante Karin Viard, ganadora del César
por La fuerza del corazón, en un papel breve pero sustancial. Párrafo aparte merece el aparentemente irónico final feliz de la película. Obviamente sin adelantarlo, una
primera mirada indica una claudicación de Cantet con su criatura. Pero la mirada de Vincent trasunta dolor. Y ese sentimiento, llega.
EL EMPLEO DEL TIEMPO Tít. original: "L'Emploi du temps" (Francia/2001, 132'). May 13 años
Género: Drama Dirección: Laurent Cantet Intérpretes: Aurélien Recoing, Karin Viard, Serge Livrozet Salas: V. Recoleta, Lorca
Bruno Davert es un alto ejecutivo de una fábrica de papel que lleva quince años dedicado a
satisfacer las necesidades de los dueños y accionistas de la compañía. Debido a un proceso de
reestructuración económica de la empresa, es despedido junto con cientos de sus compañeros. En
principio la medida no le preocupa porque es joven, cuenta con una preparación excelente y cree
que no tardará demasiado en encontrar otro puesto de un nivel similar. Tres años después, aún sin
trabajo, sólo tiene en mente sobrevivir y salvaguardar el futuro de su esposa e hijos. Es entonces
cuando decidirá pasar a la acción y comenzar a aniquilar a su competencia de una forma ordenada
y lógica con el objetivo de conseguir el puesto que desea en una multinacional llamada Arcadia.
Enfoques éticos:
Con respecto a la moral, puede verse reflejado en la película diferentes estatutos morales tanto en
la propia vida del protagonista como en la vida de algunos de los integrantes de su familia. El
primer código moral, que el realizador pone frente a los espectadores, tiene que ver con la
prohibición de matar, o mejor dicho, con la condena moral que esto implica (echo que encarna
además una condena por parte de la justicia). Esta prohibición, y su consecuente condena, viene
dada desde tiempos muy antiguos a partir de que el hombre se ha encontrado atravesado por la
cultura, es (como explica Freud en “el porvenir de una ilusión”) un instinto natural que se ha visto
limitado por preceptos religiosos con el único fin de mantener un orden social. En la película, su
protagonista, Bruno Darvet, al perder repentinamente su empleo en la etapa más productiva de su
vida se ve excluido en cierta forma del tejido social que lo contuvo hasta entonces y al verse
acorralado por el agotamiento de sus recursos económicos viola esta norma moral que impide
quitarle la vida a sus semejantes convirtiendo en un ser individualista extremo, a quien le importa
sólo él y su familia, encontrando a su problema una solución netamente primitiva. Hay aquí
entonces una norma moral que se ve soslayada por la actitud psicópata del protagonista.
Con respecto a esto, ya desde el lado de la ética, sucede que la manera en que los hechos son
mostrados no habilita a una reflexión ética profunda por parte del espectador, y de esta manera
un echo condenable desde la moral y la justicia, se vuelve en cierta manera aceptable, dado el
tinte grotesco con el cual el realizador decidió mostrar los homicidios, quitándole dramatismo a la
acción de matar. Por otro lado, al ver el derrumbe emocional sufrido por el protagonista, se
genera, por parte de los espectadores cierta empatía que habilita a un debate ético más ligero.
Aun así, encontramos una actitud no ética dado que, de todos modos, la forma de proceder del
protagonista violenta valores aceptados socialmente como altos correspondientes a al respeto por
la vida de los demás.
En la película se planten dos cuestiones mas que van en contra de las reglas morales, por un lado
la infidelidad de Marlène, la esposa de Bruno, situación que es juzgada éticamente solo por él y
que se relaciona directamente con el relativismo cultural en donde el subjetivismo de Bruno
(como hombre, occidental, y de valores machistas) responde netamente a conceptos culturales. Y
por otro lado, el robo que el hijo de Bruno hace de un arsenal de programas informáticos, esta
situación que viola normas morales es juzgado por la justicia y encubierta por toda la familia del
muchacho. Aquí se genera una evaluación ética interesante referente a la conducta que la familia
toma, protegiendo al muchacho y burlando a la ley en una suerte de complot familiar, en donde
no se cuestiona demasiado la acción amoral del muchacho sino que, por el contrario, toda la
familia queda expuesta a un juicio ético.
Podemos decir que sí existe una concepción sobre la felicidad, que es por cierto, contrario a la
postulada por Stuart Mill, cuyo fundamento moral es el de “mayor felicidad para el mayor
número”, entendiendo a la misma como placer y ausencia del dolor. En la película el proceder de
Bruno es netamente egoísta, su felicidad consiste en obtener un puesto de trabajo en una
multinacional y esta motivación lo lleva a cometer una serie de homicidios, lo que claramente está
muy lejos de generar felicidad a otras personas que no sean él y su familia.
Con respecto a la virtud en la película se hace un exposición muy superficial sobre la misma, ya
que encierra un mensaje que postula que virtuoso es aquel que sea más apto profesionalmente
para servir a las corporaciones, hablamos de una virtud capitalista, de una virtud en tanto
capacidad para generar dinero, que regula la vida y las actitudes de una sociedad, y por supuesto
el proceder “condenable” del protagonista de la película.
En cuanto a los valores, sobresale en el relato de la película, el valor de la familia, la importancia
de la misma como núcleo de contención social y el valor de la solidaridad entre sus miembros. Así
cuando Bruno decide deshacerse de sus competidores para obtener el puesto de trabajo que
desea, actúa en función de preservar a su familia y otorgarles una vida digna. Cuando el hijo de
Bruno se ve involucrado en un robo y toda la familia coopera para su absolución vemos como el
valor de la solidaridad aparece.
Por otro lado el valor que el protagonista de la película confiere al puesto de trabajo que busca
conseguirse presenta como un valor desconmensurado, ubicándose muy alto en su jerarquía de
valores, lo que lo lleva a matar por conseguirlo. Podríamos ligarlo a una concepción subjetivista
dado que, algo que es natural como el deseo de un buen puesto de trabajo, se convierte en un
valor muy alto en función de un deseo muy elevado.
Intención del autor:
Consideramos que la intensión del autor es la de criticar la impunidad del modelo económico
capitalista, que sobrepone el éxito individual y el dinero por sobre todas las cosas. Esta crítica se
refleja particularmente en el guion a partir de determinados diálogos, por ejemplo en un dialogo
con una de sus futuras víctimas, este le dice a bruno: “Nosotros echamos a la gente en su edad
más productiva. Eso es lo inédito, la sociedad se autodestruye”, y luego agrega, “Haría cualquier
cosa por un empleo pero no venceré al capitalismo (…) deberíamos poner al ser humano en el
centro, pero es tarde…”
En otro momento Bruno dice: “Muchos decían preocuparse por los accionistas. Pero los
accionistas son el enemigo. Despiden a miles de personas para ganar más para la bestia insaciable”
Es este tipo de situaciones de refleja la hipótesis planteada, por otro lado, esto es coherente con la
puesta en escena de los espacios de trabajo que bruno visita, generalmente en estos espacios se
crean desde la fotografía ambientes de iluminación fría, impersonales, no-lugares (en términos de
Augé) y desde el arte estos mismos espacios se manifiestan con colores fríos (celeste, azul,
blanco, gris) y objetos de formas geométricas, rectilíneas. En síntesis, no se presentan como
lugares amigables y consideramos que esto guarda una coherencia ineludible con la hipótesis que
planteamos.
Elementos disfuncionales:
Consideramos disfuncional a esta hipótesis, la manera en que son mostrados los acontecimientos
respecto de los asesinatos, en clave casi de comedia, sin intensidad dramática, lo que le quita
seriedad a la crítica profunda que se ve en los aspectos nombrados anteriormente (diálogos, arte,
fotografía).
Responsabilidad deontológica:
La responsabilidad deontológica que le cabe al autor de esta película es importante. Se trata de la
historia de un asesino serial, que mata a sangre fría y con una motivación netamente egoísta. A
esta situación que debería ser dramática, Costa Gavras elige mostrarla demasiado
descontracturada, rozando lo humorístico y humanizando al protagonista de modo que sus
asesinatos se conviertan en algo cuasi justificable. Razón por la cual su realización podría tildarse
de apología al homicidio.
Dimensión ficcional:
Desde la dimensión ficcional podemos decir que el realizador eligió contar una historia de la
manera en que generara una toma de conciencia en el espectador a partir de mostrar un
personaje que permite sentir cierta identificación. Y en donde se plante una profunda critica a la
sociedad capitalista y al mercado laboral.
Dimensión meta ficcional:
Con respecto a la dimensión meta ficcional consideramos que existen ciertos valores que se
destacan como ser el valor se la familia, este valor se manifiesta de forma explícita a partir de las
situaciones propias del guion.
Por otro lado, desde la selección de los planos hay cierta cuestión implícita, ya que hay una
utilización marcada de PM, y a pesar de trasfondo psicológico que atraviesa el protagonista y que
ameritaría planos bien cerrados, se logra de esta manera cierta distancia que quizás tenga que ver
con no hacer tan dramático el relato.
Desde la fotografía y el arte se acentúa la impersonalidad y los valores poco humanos de las
corporaciones, mostrando lugares fríos y grises de formas rectilíneas.
Responsabilidad Social
Desde la responsabilidad social, el director ha generado una obra, que creemos, busca hacer un
llamado a la reflexión sobre nosotros mismos y sobre el mundo en que vivimos, busca quizás una
situación amoral para llevar al espectador a una reflexión ética que refuerce las normas de la
buena moral y los valores más puros (como el respeto por los demás) por oposición.
Se trata de una película que ha tenido tanto críticas positivas como negativas, estas últimas
referentes a la satirización de un asesino serial.
A su vez también conseguido distinguidos premios y recibido gran cantidad de elogios de parte de
la prensa internacional.
Espectador y posible crítica:
Es probable que existan espectadores que se sientan heridos en su concepción de la vida por ver
como un personaje del otro lado de la pantalla mata por conseguir simplemente un empleo, sin
que, además, de muerte específicamente un rasgo patológico concreto. Además por la manera en
que estos asesinatos se comenten (a plena luz del día y con total impunidad), existe una
“simplificación” del acto de matar que puede resultar perturbadora para ciertos espectadores,
razones por las cuales podrían generar una crítica negativa respecto de la película.
Posible respuesta:
Es difícil saber cuál sería la contestación de Costa Gavras ante estos cuestionamientos, pero
podríamos decir que el realizador no quiso realizar un film tradicional creando un asesino
estereotipado y que, por otro lado, ha querido generar una toma de conciencia del accionar de las
personas en la sociedad en la que vivimos, en donde la concreción de los deseos individuales es
cada me mas fuerte y donde nadie esta ajeno a confundir, en situaciones extremas, las
aspiraciones personales con los derechos de los demás. Entonces creando un personaje empático
nos invita a identificarnos y reflexionar sobre los límites a los que podríamos llegar ante
determinados sucesos. Si en lugar de un personaje como Bruno, Costa Gavras hubiera creado un
personaje despreciable no podría lograr este objetivo de la identificación para una posterior
reflexión y toma de conciencia de los espectadores.
El impacto social que causo la película es variado, por un lado hay quienes interpretan el film como
una metáfora de la decadencia de la sociedad capitalista sin hacer juicios de valor respecto de la
manera en que su directos eligió contar los acontecimientos. Por otro lado existen criti9cas que
aluden a la crueldad y a la crudeza con que es encarado el tema de los homicidios, incluso ciertas
críticas lo plantearon como un film contradictorio refiriéndose a que su protagonista no es un
modelo a seguir pero no se lo muestra como un ser repulsivo.
Ficha técnica:
TÍTULO ORIGINAL Le couperet (The Ax)
AÑO 2005
DURACIÓN Trailers/Vídeos 122 min.
PAÍS Francia
DIRECTOR Constantin Costa-Gavras
GUIÓN Constantin Costa-Gavras & Jean-Claude Grumberg (Novela: Donald Westlaker)
MÚSICA Armand Amar
FOTOGRAFÍA Patrick Blossier
REPARTO José García, Karin Virad, Geordy Monfils, Christa Theret, Ulrich Tukur, Olivier
Gourmet, Yvon Back, Thierry Hancisse, Olga Grumberg
PRODUCTORA Coproducción Francia-Bélgica
PREMIOS 2006: Premios Cesar, 2 nominaciones (Mejor actor y mejor guión)
GÉNERO Thriller. Comedia Negra. Drama
CULTURA / ESPECTACULOS › LA OPRESIVA VIDA DEL SUJETO EN "LA CORPORACION"
Costa Gavras te despierta El genial realizador vuelve a reivindicar el cine que interroga a la sociedad, en este caso con un film que dibuja un alegato sobre la paranoia respecto del temor de perder el trabajo
Por Emilio A. Bellon
Fue a fines de los años 60 cuando el nombre de Constantin Costa Gavras adquirió resonancia internacional a partir del perseguido, censurado y prohibido film "Z"; obra, que por otra parte, en aquellos años y en ciertos breves períodos democráticos obligaba al público a escuchar por boca de los encargados "no hay más localidades". Nacido en Grecia, en la ciudad de Arkadie, exiliado político en la época dictatorial, su obra siempre fue un llamado de alerta a partir de representar los grandes temas sociopolíticos de su tiempo. Y algunos de sus títulos, sólo se conocieron en países latinoamericanos en salas de cine club, de arte o bien se vieron clandestinamente.
Asistente de realizadores de la talla de René Clair, Henri Verneuil, Marcel Ophuls, Jacques Demy, entre otros, Costa Gavras nos lleva a repensar el lugar del cine como una expresión que interroga a ciertos aspectos de la realidad. Así, en su extensa filmografía, que afortunadamente se pueden encontrar en ciertos videoclubs, podemos seguir de cerca conductas de la sociedad de nuestro tiempo, tales como los golpes de estado, la presencia de grupos fundamentalistas que intentan revivir el Ku Klux Klan, los secuestros de personas, las listas negras y las torturas, el dilema ético ante una situación de horror, las relaciones entre la iglesia y el nazismo, como lo certifica su tan polémico film de 2002, "Amén". Igualmente, mira hacia otras propuestas, y de estos títulos que se recortan más en el orden de la vida íntima de los sujetos, recomendamos su film del 79, "Claro de mujer" con Romy Schneider e Ives Montand, en los roles principales.
Los párrafos anteriores nos ubican a Costa Gavras, en el hoy tan liquidado renglón de los realizadores que mantienen una gran coherencia, que se definían entonces de acuerdo con la máxima sartreana como comprometidos. Y sí podemos señalar que aún en sus films demarcados voluntariamente de los condicionamientos del poder, siempre están presentes las grandes tensiones de una época. Ahora, en "La Corporación", film que es España se conoció en noviembre del 2005 como "Arcadia" (nombre que remite a una gran empresa papelera de peso internacional) apuesta a un thriller, despierta un sentido tragicómico, dibuja un alegato sobre la paranoia respecto del temor de perder un espacio en la oferta laboral; subraya el dolor y la angustia de quien, en su desborde, ya confunde los reclamos individuales con los derechos ajenos.
Con la presencia del actor gallego José García, (en un rol cercano al de Daniel Auteil en "El adversario"), el film de Costa Gavras nos presenta a un Bruno Davert, que se verá perseguido, en su condición de nuevo desocupado y serán los permanentes fantasmas en torno a ir perdiendo su status, lo que lo llevan a diseñar un macabro plan. Al tener como bandera de remate de su propia existencia la figura de la competitividad, irá desde su conducta de personaje de todos los días, transitando un periplo que le irá marcando su propia desesperación. Con su rostro, que por momentos nos recuerda a Jack Lemmon, se irá abriendo paso con su conducta cínica y al mismo tiempo torpe entre los variados currículums que destacan cinco expedientes.
En "La corporación" todo funciona en espacios de una presión contenida a partir de simulaciones y coartadas, de sobresaltos que no llegan a ser tales, de encuentros que deparan lo inesperado. Film de profunda reflexión, teñido de un humor que espanta, esta obra del siempre admirable Costa Gavras hace suyo uno de los grandes temas de nuestro tiempo. Y es el que intenta rebajar a un sujeto a un desecho dentro de los planes de las grandes empresas. Desde aquí, el director de "Missing-desaparecido", sobre la gran tragedia latinoamericana, levanta su mirada, abre bien los ojos, sobre aquellos comportamientos, que el mismo sistema obliga a repetir, y que desocultan la extraña y perversa ambigüedad que los rituales sociales, a veces, esconden.
Apenas hizo dieciséis largometrajes en cuarenta años de carrera cinematográfica y casi 73 años de vida (los cumple el 11 de febrero). Sin embargo, Costa-Gavras se ha convertido en casi un sinónimo de un cierto tipo de cine, el thriller político,
que actualmente está en pleno auge gracias a películas como Munich —el filme de Steven Spielberg que se estrena el
mismo día que el suyo, La corporación— ySyriana, otra saga con fondo macropolítico dirigida por Stephen Gaghan, que llega a los cines el 9 de febrero. Sin embargo, esta nueva película de este realizador griego cuyo nombre real es Konstantinos Gavras, está un poco
alejada de las mismas convenciones que filmes suyos como Z, Estado de sitio yMissing, ayudaron a cimentar. Sí, claro, se trata de un thriller, y también es un filme político que ataca duramente temas sociales de actualidad. Pero allí donde antes Costa-Gavras se metía de manera realista en la densidad de los grandes temas macropolíticos, aquí prefiere hacer una suerte de comedia negra para hablar del desempleo, de la globalización y de la locura cotidiana por conseguir un
puesto de trabajo. Aquí ni siquiera su protagonista es un héroe. Más bien lo contrario: es un tipo bastante repulsivo, un hombre que, desesperado por sostener su posición social y laboral, se convierte en un despiadado asesino en serie.
Desde París, donde reside y tiene sus oficinas, Costa-Gavras habló en muy buen castellano con Clarín acerca de su nueva película —basada en una novela del célebre autor norteamericano de policiales, Donald E. Westlake—, sobre su visión del cine actual, sobre el convulsionado mundo actual, sobre la situación en América latina y en la Argentina.
¿Qué es lo que le interesó de la novela "The Ax", de Westlake?
Lo que me interesó, esencialmente, es que la novela es un espejo de lo que está pasando actualmente en Francia y en Europa. Las grandes compañías se están yendo del país y van a buscar operarios a otros países, dejando en la calle a miles y miles de personas. Lo particular de este caso es que no se trata de los obreros, sino de personas de la clase media. Eso es algo nuevo para Europa. Y la clase media tiene mucha más agresividad, en cierto punto, que la clase obrera, ya que no entienden cómo el sistema que ellos mismos han ayudado a crear, los ha abandonado. Es por eso que el personaje actúa como lo hace.
¿Modificó muchas cosas del libro en su traslado de su historia desde los Estados Unidos a Francia?
Solamente algunas pocas cosas, como el final por ejemplo, son distintas al libro de Westlake. La familia es mucho más importante también allí. Y en la novela, al protagonista le terminaba dando placer matar, era un hombre cada vez más violento, agresivo y sangriento. Era un asesino serial con todas las letras.
Si bien se puede comprender qué lo lleva a actuar como actúa, no es un personaje heroico. Por el contrario, es bastante desagradable. ¿Por eso eligió a José García, que es famoso como comediante en Francia?
Yo elegí a este actor porque quería repetir la experiencia que hice con Jack Lemmon en Missing, que era un actor considerado por todos como un comediante, con el que yo quería contar para hacer una cosa muy seria. A ambos les gustó la experiencia de salirse de lo habitual. Teníamos el problema de no jugar con el tono para el lado de la comedia, que la gente no se ría en las situaciones tensas. Tiene un poco de ironía la película, pero no de parte de él, sino que es una ironía que surge de las situaciones que le tocan atravesar.
Pero es un personaje con el que es difícil identificarse...
Lo que yo quería con mi coguio nista era que al principio el personaje sea monstruoso, que se lo rechace, pero que poco
a poco el espectador empiece a sentir alguna simpatía con él. Que en cierto modo logre identificarse. No con el lado del "killer", sino con el de su vida familiar. Y que cuando la policía llegue a buscarlo a su casa, el espectador no quiera que lo agarren, que lo descubran.
¿Cree que lo que le sucede al personaje es una consecuencia directa del proceso de globalización por el que atravisa el mundo?
Estamos en pleno capitalismo salvaje, terriblemente liberal y agresivo, que no respeta a la gente. Sólo respeta a la economía. Y la gente se vuelve loca. Ustedes allí en la Argentina saben bien de qué hablo. Aunque no quiero tampoco
comparar con lo que pasó en los banlieu(los barrios marginales de París en los que se suscitaron disturbios hace algunos meses): ellos sufren la desesperación de no ver ningún tipo de futuro en sus vidas. Hay otro tema dando vueltas en "La corporación", que es la edad. ¿En la industria cinematográfica también cuesta conseguir trabajo cuando un director ya pasó los, digamos, 50 años?
Sí, en la película y también en el cine la edad es un problema. En toda la sociedad lo es. Tal vez no se dé tanto en el cine francés, porque el sistema ayuda mucho, pero en el norteamericano sí. Hay muy pocos directores de más de 55 años que continúan trabajando. Yo pienso seguir. Ahora estoy empezando a trabajar con un nuevo guión.
En estos momentos políticamente espesos se han vuelto a poner de moda los thrillers políticos. De hecho, cuando se habla de ellos siempre aparece su nombre relacionado al estilo de estos filmes. ¿Qué piensa de este regreso del género en películas como "Munich" o "Syriana"?
Espero que vuelvan los thrillers políticos. En los últimos años la mayoría de las personas en Hollywood no parecían tener otros intereses además de hacer películas con efectos especiales. Parece que algo está pasando y sería importante que estas películas ganen dinero para que las sigan haciendo. Es extraordinario que Spielberg haya hecho una película así. La que dirigió Clooney sobre el periodista (se refiere aBuenas noches y buena suerte, sobre Edward R. Murrow, el periodista y conductor de televisión que enfrentó al senador Joseph McCarthy en la década del '50) es muy buena.
Usted dijo que tiene un nuevo guión entre manos. ¿Haría una película sobre la situación con el terrorismo, por ejemplo?
Es un tema muy difícil, es un problema muy complejo. Algunos "terrorismos" son inaceptables, mientras que otros parecen necesarios porque surgen de gente que no tiene libertad. No se puede hablar de "el terrorismo". ¿Cuál
terrorismo? Hay que ver. Hay una película muy interesante, palestina, que se llama Paradise Now. Lo que me gustó de la película es su ambigüedad, que deja un margen para pensar.
¿Y cómo ve la situación en Francia hoy?
¿En el cine francés, o en Francia?
Francia está atravesando un periodo muy problemático, de fin de un régimen. La economía no está bien y el gobierno es débil, por lo que la situación no es muy buena. Estoy esperando a ver quién sube como presidente en las próximas
elecciones.
Y ahora sí, ¿cómo ve la actualidad del cine francés?
El cine va bien. El problema más grande que tenemos es la piratería y otro tema peligroso, que es bajar películas por internet, que se hace sin pagar nada. Es algo que puede matar al cine.
Usted hizo películas sobre América latina cuando la situación política en estos países era muy distinta a la actual. ¿Cómo analiza este corrimiento político del continente hacia gobiernos socialis tas y de izquierda?
Estuve en Río de Janeiro, hace poco, mirando lo que pasa en América latina. Es algo bastante raro. Está mucho más democrática y en algún modo revolucionaria que en las décadas anteriores, como se ve en Bolivia y, en cierto modo, en Venezuela. Creo que es tiempo de que América latina encuentre la libertad.
Cosas en común de las películas analizadas:
Las tres películas se vinculan con la falta de empleo, y lo que cada uno tiene que hacer para
conseguir uno.
Cada película emplea de manera narrativa algo distinto, pero no dejan de ser muy parecidas en su
contexto social. Todas manejan un mismo conflicto o catarsis, que es lo que hace que sus
personajes actúen de determinada manera.
A nivel social en las tres películas se maneja un conflicto económico y el de una sociedad
desempleada, y a pesar de que los casos se plantean en diferentes países, no deja de manejar una
misma realidad.
Encontramos, además similitudes en torno de la fotografía, las tres películas trascurren, la mayoría
del tiempo, en ambientes con iluminación fría. Se manejan colores neutros (gris, blanco, negro) y
fríos en lo respectivo al arte.
Todas indagan en la psicología de los personajes y buscan una identificación directa de los mismos
con los espectadores, no desde comportamientos heroicos y altruistas sino que, por el contrario,