Análisis de enfermedades gástricas a través de muestras de sangre de Helicobacter Pylori en pacientes de la Clínica Conocoto, Quito-Ecuador, 2013. Integrantes: Steven Herrera Santiago Robles Christian Rosales 1
Análisis de enfermedades gástricas a través de
muestras de sangre de Helicobacter Pylori en pacientes
de la Clínica Conocoto, Quito-Ecuador, 2013.
Integrantes:
Steven Herrera
Santiago Robles
Christian Rosales
2013
1
ÍNDICE
RESUMEN…………………………………………………………………………………3
PRINCIPALES RESULTADOS…………………………………………………………3
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………4
MARCO TEÓRICO……………………………………………………………………… 5
JUSTIFICACIÓN………………………………………………………………………...21
HIPÓTESIS……………………………………………………………………………….23
OBJETIVO GENERAL…………………………………………………………………23
OBJETIVOS ESPECÍFICOS…………………………………………………………...24
METODOLOGÍA………………………………………………………………………...24
RECURSOS……………………………………………………………………………... 26
RESULTADOS…………………………………………………………………………...26
CONCLUSIONES………………………………………………………………………..37
RECOMENDACIONES………………………………………………………………....38
ANEXOS…………………………………………………………………………………..39
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………….45
2
Resumen:
El Helicobacter Pylori es una bacteria que afecta el epitelio gástrico de las personas, que
puede causar inicialmente gastritis y posteriormente ulceras, pero en algunos casos no
presenta síntomas hasta que está avanzado. Esta bacteria vive únicamente en el estómago,
pese a que este tiene un pH ácido.
Se realizó un estudio de tipo epidemiológico, analítico transversal de punto, con el
propósito de identificar la presencia de Helicobacter Pylori en muestras de sangre de 116
personas, hombres y mujeres que fueron pacientes de la Clínica Conocoto y que
presentaron síntomas relacionados con úlcera o gastritis. Las principales variables fueron:
Helicobacter pylori, enfermedades gastrointestinales, edad, alimentación.
Se pretendió con esta investigación calcular la prevalencia y las enfermedades provocadas
por la Helicobacter Pylori en personas a nivel gástrico, que pueden llevar a complicaciones
como una ulcera gástrica o gastritis.
Principales Resultados
Con los exámenes ya dados descubrimos que la mayoría o casi todas las personas tienen H
Pylori dentro de su organismo, pero no en todas las personas la bacteria ataca al epitelio
gástrico. Descubrimos también que en algunos pacientes esta bacteria ataca y se
desencadena en gastritis o en úlcera gástrica que después desembocara en un cáncer
estomacal.
Con nuestras muestras de sangre y los procedimientos adecuados, pudimos observar como
el plasma de la sangre fue actuando en el cassette, dándonos como resultado 3 tipos, una
cruz (+), dos cruces (++) o negativo ( ).
Se concluyó que la mala alimentación, el estilo de vida y el diferente metabolismo de cada
persona hacen que la bacteria Helicobacter Pylori produzca daños gástricos a personas de
todas las edades. Puede existir una relación con los cambios histopatológicos a nivel de la
mucosa gástrica.
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Palabras clave: Helicobacter Pylori, enfermedades gastrointestinales, estudio, muestras de
sangre.
Introducción:
Formulación y Planteamiento del problema:
¿Causó el Helicobacter Pylori, bacteria que se está dentro del ser humano, diferentes
enfermedades a nivel gástrico?
Delimitación:
Este estudio fue realizado en la Clínica Conocoto, ubicado en la ciudad de Quito-Ecuador.
Esta Clínica alberga aproximadamente 700 pacientes y también ofrece servicios de
laboratorio para exámenes de diferente índole.
La clínica está ubicado aproximadamente en el Valle de los Chillos de la ciudad de Quito,
donde se pueden evidenciar diferentes climas, principalmente frío, cálido y templado.
Esta investigación se realizó en personas que fueron la clínica a realizarse exámenes de H.
Pylori a través de muestras de sangre. Esta bacteria se encuentra en todos las personas, solo
varía su alimentación y su metabolismo para el desarrollo de la bacteria.
Una de las causas que sobresale para el desarrollo de esta bacteria es la mala alimentación.
En la ciudad de Quito es muy predominante la mala nutrición por la tensión de los
problemas que cada persona tiene, es decir, en la ciudad se tiene un ritmo de vida agitado, y
no tienen un horario específico para sus comidas, por ese motivo, la mayoría de las
personas ingieren alimentos en restaurantes y puestos de comida públicos, y la mayoría de
estos alimentos no están bien preparados y al ingerir estos alimentos esta bacteria se puede
desarrollar más fácilmente y se pueden dar diferentes complicaciones a nivel gástrico.
Marco teórico:
Helicobacter pylori (HP) es un bacilo gramnegativo que coloniza e infecta la mucosa del
epitelio gástrico. La bacteria sobrevive a la acción de la capa de mucus que recubre la
superficie del epitelio gástrico, se establece en la superficie luminar del estómago, donde
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desencadena una intensa respuesta proinflamatoria que se caracteriza por la liberación de
linfocitos B y T, que denotan la aparición de una gastritis crónica. (Martínez M & Pedroso
G, 2009)
Las dos características fundamentales de la bacteria para lograr un habitat natural en la
mucosa gástrica humana, es la de ser la infección bacteriana crónica más frecuente y
extendida y solo superada por el problema de las caries dentarias, y la de mostrar una
enorme capacidad de adaptación a la acidez de la superficie gástrica, para lograr un
micronicho de colonización permanente. Esto se debe a que dentro de sus genes destaca el
que permite la producción a gran escala de una enzima vital y que es la ureasa, enzima que
se localiza en la superficie de la bacteria, que con el cofactor níquel catalizan la hidrólisis
de urea en bióxido de carbono y en amonio que rodea a la bacteria, como un halo o nube
protectora que neutraliza el ácido gástrico, elevando el pH de 1.5 a 6 o 7 en el entorno
bacteriano, y situarse entre el espesor de la capa de moco y la superficie epitelial, en donde
el pH es neutro. La bioquímica de la enzima ureasa revela una extraordinaria eficacia
hidroeléctrica que le permite actuar aún con las escasas concentraciones de urea que existe
en el estómago; además, en el año 2000, se describió una proteína que fue nombrada ure1 ,
miembro de las amidoporinas, que regula la transferencia de urea externa del epitelio
gástrico, hacia el citoplasma de la bacteria, mediante canales o compuertas transportadores
específicos que atraviesan la membrana celular, de tal manera que cuando el medio externo
es excesivamente ácido, los canales incrementan notablemente la entrada de urea al
citoplasma bacteriano, aumentando la producción de amonio para neutralizar el periplasma
(area delimitada por las dos capas de la membrana celular bacteriana ); sin la capacidad de
la bacteria para llevar a pH neutro al propio periplasma, el microorganismo se hace
vulnerable al pH ácido, representando así, el mecanismo extraordinario de adaptación,
defensa y sobrevivencia ante condiciones extremas; además, si el pH gástrico se alcaliniza
por efecto de una comida, la urea no entra al citoplasma, no es desdoblada por la ureasa,
evitándose un posible efecto letal alcalino sobre el H pylori. La ureasa es una enzima con
alto peso molecular de 600,000 KDa, habiéndose descrito dos subunidades denominadas A
y B con pesos moleculares de 33,000 y 66,000 KDa respectivamente, que se activan a pH
de 4 a 10 con óptimo de 10. El H pylori produce otras enzimas como catalasas, proteasas,
oxidasas, fosfolipasas, hemoaglutininas, adhesinas que permiten entender su patogenicidad.
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La adaptación del H pylori al estómago humano por siglos, se ha logrado por su capacidad
de desarrollar el mecanismo de neutralizar el ácido gástrico , y como se ha mencionado por
la producción de la enzima ureasa, pero también por su capacidad de regular dicha
producción e incluso incrementarla, por la capacidad que tiene la bacteria de producir N-
metilhistamina, lo que sugiere mecanismos reguladores del pH del micronicho de
colonización de acuerdo a sus necesidades; por estas capacidades se ha mencionado que la
infección gástrica por la bacteria podría representar una asociación benéfica, ya que ante la
posibilidad de aumentar la producción de ácido y desde el punto de vista preventivo, se
disminuiría la posibilidad de entrada de bacterias entero patógenas al estómago y que no
están preparadas para sobrevivir en el medio hostil gástrico.(Torres F & cols, 2008)
Luego se produce la infiltración de la lámina propia y del epitelio gástrico por neutrófilos
quimioatractantes, macrófagos y leucocitos polimorfonucleares, que eventualmente
fagocitan la bacteria y que permiten el diagnóstico de una gastritis activa. (Martínez M &
Pedroso G, 2009)
Es una bacteria que habita e infecta la mucosa del epitelio gástrico del hombre. Esta
infección da lugar a una gastritis que puede evolucionar hasta una úlcera péptica,
adenocarcinoma gástrico o linfoma tipo MALT, que predomina en la edad adulta,
específicamente en mujeres. También esta infección puede ser de forma silente. El estudio
de esta bacteria se le hace principalmente en personas que tienen gastritis. (Martínez M &
Pedroso G, 2009)
Para que esta bacteria desarrolle efectos patológicos debe coincidir con otros factores que
incrementen el riesgo de enfermedades tales como:
Respuesta inmunitaria anormal en el estómago
Ciertos hábitos de estilo de vida, tomar café, fumar o ingerir bebidas alcohólicas.
Las infecciones de esta bacteria se dan por motivos tales como:
Heces-boca: Cuando no se lava las manos después de defecar, es la causa de
infección más frecuente.
Agua contaminada
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Contacto con animales.
Este tipo de bacterias sobreviven en un medio ácido, la regulación del Potencial de
Hidrógeno (pH), es importante para combatir esta bacteria. (Lastras P & Alfaro J, 2010)
El Helicobacter pylori afecta a cerca de la mitad de la población mundial. Es agente causal
de gastritis y úlcera péptica, y ha sido también clasificado como carcinógeno de tipo I. El
tratamiento erradicador, en ocasiones, resulta costoso o inefectivo y no está exento de
reacciones adversas. También han aparecido cepas resistentes a los antibióticos. (García L
& cols, 2012)
La bacteria H. pylori es la responsable de provocar úlceras estomacales y se asocia con un
mayor riesgo de cáncer del estómago. Pero aun así, parece que no le basta con esos
estragos. Según el estudio, la bacteria podría también afectar los niveles de dos hormonas
estomacales que ayudan a regular la glucemia, aumentando así las probabilidades de sufrir
diabetes o de empeorarla. (Lifshitz A,2008)
El diagnóstico se puede realizar por dos tipos de métodos. Los que necesitan de una
endoscopia se denominan "invasivos" y los que se pueden realizar sin endoscopia "no
invasivos". Si su médico observa una úlcera durante la gastroscopia puede obtener una
muestra del estómago para estudiarla al microscopio (histología) o para realizar una prueba
rápida, llamada prueba rápida de la ureasa). En caso de que no se necesite endoscopia se
emplearán las denominadas pruebas "no invasivas", entre la que se encuentran la prueba
del aliento, la detección de anticuerpos para Helicobacter en sangre (serología) o la
determinación de antígenos de esta bacteria en las heces.
Entre estos métodos, el más fiable es la prueba del aliento; requiere simplemente beber un
líquido con sabor a limón y soplar en un pequeño tubo. Es, sin duda, el diagnóstico de
elección para controlar la respuesta al tratamiento de la infección. Es importante saber que
la mayoría de las pruebas se alteran si usted está tomando antibióticos o medicamentos
para la úlcera (antisecretores, como p. ej. omeprazol). Así, para que los métodos
diagnósticos sean fiables el tratamiento antibiótico debería haberse suspendido 30 días
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antes y los antisecretores (omeprazol y similares) al menos 15 días antes de realizarse la
prueba diagnóstica. (López A, 2007).
En el estómago normal están presentes muchas bacterias.
La bacteria Helicobacter Pylori (HP) tiene características especiales que le permiten
sobrevivir en el estómago.
La bacteria HP es capaz de producir una sustancia especial que le permite pasar a través de
la capa de moco que protege el revestimiento del estómago.
Esa capacidad para ocultarse debajo de la capa de moco, en ocasiones hace difícil erradicar
a la bacteria.
Generalmente la bacteria entra en el estómago antes de los 10 años de edad. Se cree que se
transmite entre los niños por contagio directo. Puede transmitirse a través de los alimentos
o por una deficiente higiene en el lavado de las manos (contagio boca-mano).
El helicobacter pylori es muy común y el 50% de adultos son portadores de la bacteria.
Existe poco riesgo de contagiar la bacteria entre adultos o de los adultos a los niños si se
cumplen las precauciones básicas de higiene. Estas precauciones incluyen el lavado de las
manos después de usar la taza del baño y antes de preparar los alimentos. (Bargalló D &
cols, 2012)
En 1983, Warren (biólogo) y Marshall (un médico) descrito por Helicobacter pylori (HP).
En un primer momento, llamaron a la bacteria Campylobacter pyloridis. Más adelante, fue
nombrado Campylobacter pylori. Desde entonces, un gran número de informes han sido
producidos en H. pylori y su potencial patogénico.
De hecho, aunque la enfermedad de la úlcera péptica es la enfermedad más estudiada
relacionada con la infección por H. pylori, esta bacteria está aparentemente involucrado en
la patogénesis de varias enfermedades, tales como extra gástrico asociado a la mucosa
linfomas de tejido linfoide, coronaritis, enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE),
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hierro La anemia por deficiencia, enfermedad de la piel, y las condiciones reumatológicas.
Sin embargo, en la actualidad, muchas de estas asociaciones siguen siendo en gran medida
incierto, y el debate para confirmar o refutar la causalidad relacionada con estas
asociaciones sigue abierta.
La asociación de la infección crónica por H. pylori con alteraciones en la proliferación de
células de la mucosa gástrica es reconocido en todo el mundo. Además, H. pylori puede
producir y liberar varios factores bioactivos que pueden afectar directamente a las células
del estómago parietales, que producen ácido clorhídrico, y enterochromaffinlike (ECL)
células (es decir, las células G y células D), que producen gastrina y la somatostatina,
respectivamente. La evidencia sugiere que H. pylori inhibe las células D y estimula las
células G. H pylori tiene algunos mecanismos de control capaces de cambiar la
transcripción de diferentes genes o desactivar cuando neede. (Santacrocce Luigi, 2011)
* Helicobacter pylori, o H. pylori, es una bacteria en forma de espiral que crece en la capa
mucosa que recubre el interior del estómago humano.
Para sobrevivir en el ambiente severo, ácido del estómago, H. pylori secreta una enzima
llamada ureasa, que convierte la urea en amoníaco química. La producción de amoníaco
alrededor de H. pylori neutraliza la acidez del estómago, por lo que es más hospitalario para
la bacteria. Además, la forma helicoidal de H. pylori permite que se introducen en la capa
de moco, que es menos ácido que el espacio interior, o lumen, del estómago. H. pylori
también puede unirse a las células que recubren la superficie interna del estómago.
Aunque las células inmunes que normalmente reconocen y atacan a las bacterias invasoras
se acumulan cerca de los sitios de la infección por H. pylori, no son capaces de alcanzar el
revestimiento del estómago. Además, H. pylori ha desarrollado maneras de interferir con la
respuesta inmune local, haciéndolos ineficaces en la eliminación de las bacterias (Atherton
JC, 2006)
* Los pacientes que tienen H. pylori que también tengan una úlcera son más probabilidades
de beneficiarse de ser tratado. Pacientes que sólo presenten acidez o reflujo ácido y H.
pylori tienen menos probabilidades de beneficiarse del tratamiento. El tratamiento no
funciona en todos los pacientes.
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El tratamiento se debe tomar durante 10 a 14 días. Los medicamentos pueden incluir:
Dos diferentes antibióticos, tales como claritromicina (Biaxin), amoxicilina, tetraciclina o
metronidazol (Flagyl)
Inhibidores de la bomba de protones, como el omeprazol (Prilosec), lansoprazol (Prevacid)
o esomeprazol (Nexium)
Subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol), en algunos casos (David Zieve, 2011)
* Las medidas de resultado primarias fueron la proporción de úlceras pépticas inicialmente
cicatrizadas ya la proporción de pacientes libres de recaídas tras una cicatrización exitosa.
Erradicación de la terapia se comparó con placebo o tratamientos farmacológicos en
pacientes H. pylori positivos. Los objetivos secundarios incluyeron el alivio de síntomas y
efectos adversos.
Métodos de búsqueda:
Los ensayos se identificaron mediante búsquedas en MEDLINE (1950 hasta agosto 2010),
EMBASE (1980 hasta la semana 35 de 2010), y en el Registro Cochrane Central de
Ensayos Controlados (Número 2, 2010). Las listas de referencias de los ensayos
seleccionados mediante la búsqueda electrónica Se realizaron búsquedas manuales para
identificar ensayos adicionales pertinentes. Los resúmenes publicados de congresos de la
United European Gastroenterology Week (publicados en Gut) y la Digestive Disease Week
(publicados en Gastroenterology). La búsqueda se actualizó en septiembre de 2003,
noviembre de 2004, noviembre de 2005, julio de 2008 y agosto de 2010. Los miembros del
Grupo Cochrane de UGPD, y expertos en la materia y se les pidió a los detalles de ensayos
clínicos destacados y de materiales pertinentes no publicados (Brendan Delaney, Ford
Alex, David Froman, 2011)
* Helicobacter pylori (H. pylori) es una bacteria que causa inflamación crónica del
revestimiento interno del estómago (gastritis) en los seres humanos. Esta bacteria también
se considera como una causa común de úlceras en todo el mundo, el 90% de las personas
con úlceras tienen organismos detectables.
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La infección por H. pylori está muy probablemente adquirida por la ingesta de alimentos y
agua contaminados, y a través de contacto de persona a persona. En los Estados Unidos,
aproximadamente 30% de la población adulta está infectada (50% de las personas
infectadas son infectadas por la edad de 60), pero la prevalencia de la infección está
disminuyendo porque hay una conciencia creciente acerca de la infección, y el tratamiento
es común. Alrededor del 50% de la población mundial se estima que tiene detectable por H.
pylori en el tracto gastrointestinal (GI tracto, pero el estómago, principalmente).
La infección es más común en condiciones de hacinamiento con malas condiciones
sanitarias. En los países con malas condiciones sanitarias, aproximadamente el 90% de la
población adulta puede estar infectada. Los individuos infectados suelen llevar a la
infección por tiempo indefinido (de por vida), a menos que se tratan con medicamentos
para erradicar la bacteria. Uno de cada seis pacientes con infección por H. pylori pueden
desarrollar úlceras en el duodeno o del estómago. H. pylori también se asocia con el cáncer
de estómago y un tipo raro de tumor linfoide del estómago llamado MALT (mucosa-tejido
linfoide asociado) linfoma. Además, varios trabajos de investigación recientes han
demostrado un vínculo entre la diabetes, las infecciones, los elevados niveles de
hemoglobina A1C, y H. pylori. (Marcas, Jay, 2012)
*En pacientes con úlceras duodenales, la inflamación de la mucosa gástrica inducida por la
infección es más pronunciada en la región no de secreción del ácido antral del estómago y
estimula el aumento de la liberación de la gastrina. Los niveles de gastrina aumentaron a su
vez estimulan la secreción de ácido en exceso de la más proximal mucosa fúndica de
secreción del ácido, que es relativamente libre de inflamación. El aumento de la carga ácida
daña la mucosa duodenal duodenal, causando ulceración gástrica y metaplasia. La mucosa
metaplásico puede entonces ser colonizado por H. pylori, que puede contribuir al proceso
ulcerosa. Erradicación de la infección proporciona una cura a largo plazo de las úlceras
duodenales en más de 80% de los pacientes cuyas úlceras no están asociadas con el uso de
AINE. Los AINE son la causa principal de H. pylori-negativos úlceras.
Ulceración de la mucosa gástrica se cree que es debido a la lesión de la mucosa causada por
H. pylori. Al igual que con las úlceras duodenales, la erradicación de la infección por lo
general cura la enfermedad, siempre y cuando la úlcera gástrica no se debe a los AINE.
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Cáncer gástrico
Amplios datos epidemiológicos sugieren una fuerte asociación entre la infección por H.
pylori y cáncer gástrico noncardia (es decir, aquellos distal a la unión gastroesofágica). La
infección se clasifica como carcinógeno humano por la Organización Mundial de la Salud.
El riesgo de cáncer es mayor entre los pacientes en los que la infección induce inflamación
tanto de la mucosa antral y fúndica y provoca atrofia de la mucosa y metaplasia intestinal.
Erradicación de la infección por H. pylori reduce la progresión de la gastritis atrófica, pero
hay poca evidencia de reversión de la atrofia o metaplasia intestinal, y no queda claro si la
erradicación reduce el riesgo de cáncer gástrico. (McColl Kenneth, 2012)
Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria H. pylori secreta una
enzima llamada ureasa, la cual convierte la urea en amoníaco. La producción de amoníaco
en el rededor de esta bacteria neutraliza la acidez del estómago, lo que crea un ambiente
benigno para la bacteria. Asimismo, la forma espiral de H. pylori permite que perfore la
capa mucosa, la cual es menos ácida que el espacio interior, o luz, del estómago. La
bacteria H. pylori puede unirse también a las células que revisten la superficie interna del
estómago.
Aunque las células inmunitarias que reconocen y atacan normalmente bacterias invasoras
se acumulan cerca del sitio de infección por H. pylori, sin embargo, no pueden llegar al
revestimiento del estómago. Además, dicha bacteria ha creado medios de interferir en las
reacciones inmunitarias locales, por lo que estas reacciones son inefectivas para eliminar la
bacteria.
El Helicobacter pylori afecta al 50 % de la población mundial. Esta bacteria ha sido
identificada como el agente causal de la úlcera péptica y se ha clasificado además como
carcinógeno tipo I. Como resultado de su interferencia con la secreción de ácido por el
estómago, esta bacteria es capaz de generar deficiencias en la absorción de nutrientes que
pueden comprometer el estado nutricional de los individuos afectados y vincularse con la
aparición de manifestaciones carenciales o con el agente causal de enfermedades crónicas.
(Hernández, 2008)
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Helicobacter pylori, cepa 26695, tiene un genoma circular de 1.667.867 pares de bases y
1.590 cerca de secuencias de codificación. El análisis de secuencia indica que el H. pylori
tiene bien desarrollados sistemas para la motilidad, para el barrido de hierro, y para la
restricción de ADN y la modificación. Muchos supuestos adhesinas, lipoproteínas y otras
proteínas de membrana externa fueron identificados, lo que subraya la complejidad
potencial de la interacción huésped-patógeno. Basado en el gran número de secuencias
relacionadas con los genes que codifican las proteínas de la membrana externa y la
presencia de tractos homopoliméricos y repeticiones de dinucleótidos en secuencias de
codificación, H. pylori, al igual que varios otros patógenos de las mucosas, probablemente
utiliza la recombinación y se deslizó dentro de hebra mispairing repite como mecanismos
para antigénica variación y la evolución adaptativa. De acuerdo con su nicho restringido, H.
pylori tiene una pocas redes de regulación, y un repertorio metabólico limitado y capacidad
biosintética. Su supervivencia en condiciones ácidas depende, en parte, de su capacidad de
establecer una positiva dentro de la membrana potencial en pH bajo. (Nature, 2007)
El Helicobacter pylori (Hp) fue inicialmente observado en pacientes con gastritis, pero
desde su descubrimiento se ha asociado, no solo con esta afección, sino también con úlcera
péptica, linfomas y adenocarcinomas gástricos. En los países en desarrollo se estiman cifras
de contaminación que resultan alarmantes. La vía de contaminación más probable es la oral
y se le atribuye un papel fundamental a las aguas de consumo contaminadas.
Las manifestaciones gástricas son las más evidentes en la infestación por esta bacteria y
existe una gran contradicción sobre el hecho de aceptar que una bacteria patógena infecte al
ser humano durante toda su vida sin que esto tenga otras consecuencias que las locales
relacionadas con afecciones gástricas. (Hernández, 2008)
Las vías terapéuticas de erradicación del Hp existentes se convierten cada vez en menos
confiables a causa de su inefectividad, reacciones adversas, elevado costo o la aparición de
cepas resistentes a los antibióticos. Las nuevas estrategias se concentran en la utilización de
antígenos de Hp combinados con adyuvantes atenuados de cepas de Salmonella que puedan
generar niveles suficientes de anticuerpos. Para ello resulta previamente necesario clasificar
exactamente la cepa circulante sobre la cual se debe centrar la atención en la elaboración de
vacunas.
13
En microbiología el concepto de resistencia de las bacterias a los antibióticos está ligado al
de susceptibilidad in vitro. Esta se define fundamentalmente por la concentración mínima
inhibitoria (MIC) con capacidad de impedir el crecimiento del cultivo de un inóculo
estándar de la bacteria.
Las resistencias bacterianas, incluidas la del Helicobacter pylori (H. pylori), pueden ser de
varias clases: a) natural (o primaria), que se define como la imposibilidad intrínseca del
antibacteriano para erradicar la infección, la mayoría de las veces debida a un efecto
barrera, que impide la penetración del compuesto antibacteriano; b) la resistencia adquirida
es la que aparece frente a antibióticos a los que la bacteria era inicialmente susceptible,
debida a mutaciones genéticas o a la infección por plásmidos; y c) existe otra resistencia
farmacológica, aplicable concretamente a cepas de H. pylori que muestran susceptibilidad a
un antibiótico in vitro y sin embargo son resistentes in vivo; la causa principal de esta
resistencia es la dificultad del antibiótico de llegar al foco de la infección a concentraciones
suficientes para alcanzar un efecto antibacteriano.
Han sido detectadas resistencias del H. pylori a los nitroimidazoles, macrólidos, quinolonas
y rifamicinas, entre otros. La resistencia afecta a cada uno de los compuestos de cada
grupo. En el caso de otros antibióticos muy utilizados en terapias erradicadoras, como la
amoxicilina y las tetraciclinas, las tasas de resistencias son muy bajas, por lo que el
verdadero problema en la prácica clínica radica fundamentalmente en la resistencia a los
nitroimidazoles y a los macrólidos.
La prevalencia de resistencias primarias a los diferentes antibióticos es variable. En Europa,
un estudio detectó una resistencia media a los nitroimidazoles del 33%, variando (hasta un
10-20%) en función de los métodos diagnósticos, del área geográfica y del tipo de pacientes
(más elevada en mujeres, probablemente por su utilización previa en infecciones
ginecológicas). No hubo diferencias significativas entre los países del norte y sur de
Europa, aunque la prevalencia de resistencias fue más baja en la población del centro y del
este (Glupcynski Y, Megraud, 2000). Cifras más elevadas se han detectado en países
africanos, de América del Sur y Asia, en probable relación con la frecuente utilización de
estos compuestos como antiparasitarios. Las resistencias secundarias al metronidazol son
elevadas cuando este se utiliza como único antibiótico en el tratamiento de la infección de
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H. pylori, mientras que es menor cuando se emplea asociado a un segundo o tercer
antibiótico. En España, en una revisión sistemática (Gisbert, 2001) las cifras variaban de
unos estudios a otros (del 12 al 50%), con una media del 26%. Excluidos los estudios con
datos de pacientes pediátricos y con tratamiento erradicador previo, la tasa de resistencia a
los nitroimidazoles en España fue del 29%. Estas cifras aumentaron ligeramente en el
tiempo, en dos estudios, y descendieron en otro. En niños europeos la prevalencia fue del
25% antes del tratamiento y del 35% después del mismo (Koletzko, 2006). El mecanismo
de resistencia a los nitroimidazoles no es bien conocido, habiéndose descrito diversas
mutaciones implicadas (rdxA, frxA, etc.) (Megraud F., 2004).
La resistencia a la claritromicina es de mayor relevancia clínica que la del metronidazol.
Una revisión sobre resistencia primaria en Europa, en población adulta, comprobó una
mayor proporción en el sur que en el norte (20 frente al 5%). En adultos, un estudio
prospectivo europeo, en el que participaron 22 países, demostró una resistencia primaria
media del 9,9%. El análisis separado por situación geográfica demostró que la tasa era
menor en países del norte (4,2%) que en los del centro/este (9%) y sur (18%) (Glupcynski
Y, Megraud, 2000). En España, la mencionada revisión sistemática calculó una tasa media
de resistencia a la claritromicina del 6,7%. Cuatro estudios que incluyeron la evolución de
las cepas resistentes en el tiempo comprobaron un ascenso variable. La prevalencia es
elevada en niños, oscilando entre el 12 y el 24% (Gisbert, 2001). En un estudio reciente
realizado en 1.233 niños del norte, sur, este y oeste de Europa, la resistencia media fue del
24%. Al evaluar por separado la resistencia antes del tratamiento erradicador esta fue del
20%, frente al 42% después del mismo. La resistencia primaria resultó ser más elevada en
varones menores de 6 años y en niños del sur (Marais A, 2003).
Los flujos migratorios en Europa han modificado el mapa de resistencias en un mismo país
o incluso en una misma ciudad. Un estudio llevado a cabo en Londres demostró un 68% de
resistencias al metronidazol entre inmigrantes procedentes de Asia, América y África,
frente al 40% objetivado en los nacidos en esta ciudad. La resistencia media a la
claritromicina fue del 11% en las dos poblaciones (Elviss N., 2006).
El principal factor determinante de la resistencia a la claritromicina es el consumo previo de
macrólidos, pues se ha comprobado que la eritromicina y otros macrólidos inducen
15
resistencia cruzada. Ello explica la elevada tasa de resistencias en países que utilizaron con
profusión estos fármacos en la población adulta y en la pediátrica.
Los estudios sobre el mecanismo de la resistencia a la claritromicina han demostrado la
presencia de mutaciones génicas en la región peptidiltransferasa codificada del dominio V
de la molécula ribosómica 23 S rRNA, con 2 puntos fundamentales de mutación (A2 1436
y A2 1426), lo que modifica la configuración del ribosoma y hace inviable a H. pylori ( De
Francesco V, 2006). Los puntos mutacionales pueden variar geográficamente, como
demuestra el estudio de Baglan y cols. realizado en población turca, en el que hallaron el
punto de mutación génica A2144G sin relación con los genotipos IceA de la bacteria
(Baglan PH, 2008).
Los estudios sobre resistencia a las fluoroquinolonas son escasos. Se ha comprobado hasta
un 21% de resistencias a estos antibióticos en Portugal y un 4,7% en Holanda. En Francia y
en otros países del este europeo se detectó un tasa del 3-4%. Las cifras reflejan el uso
previo de este antibiótico: cuanto mayor es su empleo, mayor es la tasa de resistencias. Ello
recalca la importancia del uso racional de antibióticos y de la correcta elección del
antimicrobiano en la terapia erradicadora de primera línea. Como ocurre con otros
antibióticos, la causa fundamental de la resistencia es un mutación cromosómica, en este
caso en la región génica gyrA (Moore RA, 2008).
La rifabutina es un antibiótico menos usado en la terapia frente a H. pylori.
Excepcionalmente han sido detectadas resistencias y su mecanismo implica un punto
mutacional en el gen rpvB. La prevalencia de resistencias a este antibiótico tiene menos
interés en la práctica, ya que su utilización en la terapéutica erradicadora es excepcional.
Respecto a la amoxicilina y las tetraciclinas, la prevalencia de resistencias, aunque variable,
es excepcional, oscilando entre el 0 y el 1%, sin que se haya observado un incremento en
las tasas de resitencia a amoxicilina con el paso del tiempo, lo que hace que este siga siendo
el antibiótico esencial de la primera pauta erradicadora. La causa fundamental de
resistencia a la amoxicilina es una mutación en el gen 1A-pbp. Por su parte, la principal
causa de resistencia a la tetraciclina es la sustitución única, doble o triple de pares de
16
nucleótidos en el lugar de unión y adherencia de la tetraciclina a la molécula ribosomal
rRNA 16S bacteriana (Guerrits MM, 2008).
Se ha comprobado con cierta frecuencia la existencia de dobles resistencias primarias a
claritromicina y al metronidazol: en Europa (0,8 al 9,1%), en Asia (2-3%) y en países en
vías de desarrollo (hasta un 18%). Las resistencias adquiridas, secundarias al fallo del
tratamiento de la infección H. pylori con claritromicina y metronidazol, pueden llegar a ser
de hasta el 50% o incluso más (Glupcynski Y, Megraud, 2000).
Numerosos métodos microbiológicos permiten diagnosticar la resistencia de H. pylori a los
antibióticos. Se están imponiendo las técnicas moleculares, como la reacción en cadena de
la polimerasa (PCR). La mayoría son "invasivos", pues utilizan muestras de mucosa
gástrica extraídas mediante endoscopia. Entre los métodos "no invasivos", existen algunos
datos sobre la utilidad de la aplicación de la PCR en heces (Schobereiter-Gutner C, 2003).
La presencia del Hp en el aparato gastrointestinal se acompaña invariablemente de
manifestaciones de gastritis y en general las terapias antibióticas para erradicar el
microorganismo son hoy en día el procedimiento eficaz en la terapéutica de la úlcera
gastroduodenal. La asociación entre la infestación con Hp y cáncer gastroduodenal es tan
estrecha que en 1994 la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y
la OMS lo clasificaron como carcinógeno de clase I dentro de los agentes causales. La
erradicación del Hp de aparato gastrointestinal disminuye también considerablemente las
recidivas en úlceras gastroduodenales. La prevalencia de infección por Hp es más de 2
veces superior (odds ratio 2,4) en hijos de madres con antecedentes de úlceras pépticas o
duodenales que en madres sanas. La transmisión está completamente justificada por la
frecuencia de informes sobre una mayor prevalencia de la infección en hijos de padres
infectados. (Pounder RE, 2005)
Se conoce que la infestación por la bacteria suele ocurrir durante la infancia y su cuadro
clínico se caracteriza por dolor abdominal, náuseas, vómitos mucosos y malestar general.
El cuadro clínico puede extenderse una semana después de la cual la sintomatología
desaparece permanentemente. Esta enfermedad infecciosa, como muchas otras, puede ser
asintomática hasta en el 50 % de los adultos. Una vez que la bacteria coloniza el aparato
17
gastrointestinal humano puede producir en pocas semanas o meses una gastritis superficial
crónica, la cual al paso de varios años o incluso décadas, puede degenerar en úlcera péptica
o adenocarcinoma gástrico.
Existen pocas evidencias empíricas sobre una posible relación del estrés psíquico y la
contaminación por Hp, y estas se encuentran limitadas a estudios del estrés psicológico en
pacientes de gastroenterología. En sujetos con dispepsia no diagnosticada, en los
deprimidos y ansiosos se detecta una menor infección con Hp. En pacientes afectados de
úlcera péptica, mientras más elevados son los títulos de anticuerpos anti-Hp, menos
ansiedad se detecta. Para no ignorar todos los estudios anteriores a la detección del Hp
como agente causal de la úlcera péptica se ha propuesto que la contaminación con Hp y el
estrés psíquico promueven la patogénesis de la úlcera por vías patofisiológicas que son
mayormente aditivas y por lo tanto independientes y complementarias más que sinérgicas.
Las relaciones entre muchos de los factores clásicos contribuyentes a la aparición de
úlceras pépticas y la contaminación por Hp han sido estudiadas y no se ha encontrado
relación para el consumo de alcohol, tabaco, antinflamarorios no esteroideos o grupo
sanguíneo O11 en poblaciones sin úlcera. Sin embargo, el estrés puede facilitar la
evolución de la infección por Hp hacia una úlcera a causa de la hiperclorhidria gástrica, el
estrés puede reducir las defensas mucosas del estómago a la invasión por Hp mediante
factores contribuyentes como el hábito de fumar, o incluso la hiperclorhidria gástrica
inducida por el estrés puede promover la colonización del duodeno por Hp mediante la
neutralización del efecto inhibitorio de la bilis. (Jaakimainen RL, 2009)
En estudios con escolares escoceses e italianos se detectó una mayor infección con Hp en
los niños con una baja estatura y reducido peso corporal y en niños franceses que se
examinaron a causa de su baja estatura se detectó el 55 % de positividad para Hp. Otros
estudios informan sobre la ausencia de asociación y hasta el presente el vínculo no se
encuentra completamente establecido. (Patel P., 2004)
El Hp se propone en la actualidad como agente causal del desarrollo de la deficiencia de
vitamina B12 en el adulto. La sola erradicación de esta bacteria es capaz de corregir los
niveles de vitamina B12 y la anemia. Como una de las manifestaciones no
18
gastrointestinales de la infección por Hp ha sido referida la anemia ferropénica. En 2 794
adultos daneses, los niveles de ferritina sérica se encontraron reducidos en personas con
títulos elevados de anticuerpos anti-Hp. La curación de la infección por Hp se encuentra
asociada con la regresión de la dependencia del hierro y la recuperación de la anemia
ferropénica. El tratamiento de erradicación de la infección por Hp mejora la anemia aun en
pacientes que no reciben terapia de hierro.
En 1997, Diez-Ewald y otros encontraron 54 % de prevalencia de anemia, 28 % de valores
bajos de hierro sérico, 20 % de niveles bajos de ferritina y 91 % de deficiencia de ácido
fólico y vitamina B12 en 406 indios Bari de Venezuela. Una dieta inadecuada y una
elevada contaminación con Hp fueron los hallazgos adicionales de este estudio. (Annibale
B, 2000)
Métodos diagnósticos para la detección de Helicobacter pylori
Inicialmente se consideraba como método estándar de oro de confirmación de la infección
por Hp su identificación mediante pruebas histológicas y cultivo provenientes de una
muestra de la mucosa gástrica obtenida por endoscopia. Posteriormente se desarrollaron
pruebas alternativas con esta muestra que comprendían a la prueba de ureasa rápida, la
reacción de la polimerasa en cadena (PCR) y la tipificación molecular (PCR-RFLP), pero
todos ellos tienen el inconveniente de la invasividad y por tanto no son aplicables a
portadores sanos; adicionalmente representan el resultado local de la muestra del estómago
utilizada y no de todo el órgano, por tanto posible de mostrar falsos negativos.
Las proteínas bacterianas inducibles por estrés térmico tienen reacción cruzada con algunos
antígenos de los tejidos humanos creando las bases de la autoinmunidad; estas
macromoléculas están relacionadas también con los procesos inflamatorios producidos por
el microorganismo.
Sobre esta base, Evans desarrolló en 1988 una prueba ELISA, basado en las proteínas de
alto peso molecular asociadas al Hp. Esta prueba tiene ventajas de costo en estudios
epidemiológicos: su intervalo de sensibilidad oscila entre 63-97 %. Los estudios
serológicos, sin embargo, a pesar de su comprobada eficacia en estudios de terreno
presentan el inconveniente de que los anticuerpos una vez que se han producido pueden
19
mantenerse elevados hasta 6 meses después de su erradicación, lo que limita la utilidad de
la prueba en los controles de tratamiento.
El Hp se encuentra también localizado en la boca. Las placas dentarías actúan como
reservorio. Estudios de cuantificación están actualmente en curso.
El método considerado en la actualidad como el estándar de oro es la prueba del aliento,
que utiliza urea marcada con 13C ó 14C. La prueba desarrollada por Graham y Klein en
1987 documenta la presencia de la infección momentánea y tiene una respuesta rápida a los
efectos de tratamiento y a las reinfecciones que suelen producirse. El Hp produce ureasa,
una enzima ausente en el aparato digestivo alto. Por ello al suministrar urea marcada a un
paciente y medir la excreción del isótopo por el aire espirado, 30 min después de su
ingestión, puede diagnosticarse la infección por esta bacteria. A diferencia de otros
métodos, un resultado positivo con la prueba del aliento es confirmatorio de
contaminación. Una modificación de este método ha sido propuesta por el Laboratorio de
Radioisótopos de la Universidad de Buenos Aires, en el cual se suministra conjuntamente
una solución de urea marcada con 14C y un coloide de 99mTc que no se absorbe en el
aparato digestivo. Este coloide permite la visualización de la solución de urea dentro del
aparato digestivo mediante la utilización de una cámara gamma, lo cual permite localizar
exactamente el sitio donde se está produciendo el 14CO2 como consecuencia de la
hidrólisis de la urea por el Hp. Esta combinación de la prueba del aliento con 14C-Urea y la
visualización del desplazamiento intragástrico de la solución de Urea-14C permitió elevar
la sensibilidad del método al 98 % y la especificidad al 96 %. (Hernández, 2001).
Justificación:
La Sociedad Interamericana de Gastroenterología, afirma que el 70%de la población
ecuatoriana tiene la bacteria Helicobacter pylori, causante directa de la gastritis.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos en el 2006, revelan que el 60% de los
pacientes hospitalizados por gastritis son mujeres y de estas, el 51,4% son de la Sierra. Las
mujeres de la Costa ocupan el segundo lugar en la hospitalización (40,9%).
20
Estadísticas del Área de Gastroenterología del Hospital Abel Gilbert Pontón de Guayaquil,
indica que por cada 30 pacientes que ingresan a esa casa de salud, 20 tienen síndrome
dispéptico (ardores previos a la gastritis) y de esa cifra, 14 padecen de gastritis
comprobada.
Se ha comprobado que la mitad del globo terráqueo tiene la bacteria y que un cuarto de esa
mitad no tiene síntomas, es decir, que no sabe que la tiene.
Se estima que hay una incidencia del 65 al 70 por ciento. En el año 2002 realizamos un
estudio de Helicobacter pylori en la población infantil, de cero a 14 años en áreas rurales.
Encontramos algunos casos asombrosos. En Atahualpa, población de la provincia de Santa
Elena, tomamos 50 muestras de las cuales 40 resultaron positivas. En Carchi, de 50
muestras recogidas, 45 resultaron positivas. En el Oriente las cifras resultaron también
altas, mientras en la Región Insular, el porcentaje de personas con la bacteria era muy bajo.
Es necesario comprobar que hay Helicobacter pylori en examen de sangre (para ver si hay
anticuerpos) y de heces (que demuestran presencia). Si el resultado es positivo, el paciente
debe hacerse una endoscopia antes de empezar el tratamiento.
Es el único momento en que el especialista podrá analizar el estado del revestimiento de la
mucosa del estómago, si presenta lesiones, antes de que toda la zona sea “barrida” por los
medicamentos.
Se demostró que la bacteria Helicobacter pylori ( HP ), al ser ingerida por un individuo
coloniza las paredes del estómago y permanece entre las células del revestimiento gástrico
produciendo inflamación, pues posee mecanismos de defensa especiales que le permiten
sobrevivir en el medio ácido que la rodea. Si a esta inflamación producida por el HP se
suma el ácido y otros factores agresivos se producen cuadros como gastritis, úlceras y en
después de muchos años y en pacientes con predisposición genética se puede llegar hasta el
cáncer de estómago. Actualmente a esta bacteria se la conoce como responsable de varias
formas de gastritis, úlcera gástrica, úlcera duodenal y es un agente cancerígeno de
estómago.
La infección con Helicobacter pylori (Hp) está altamente diseminada a nivel mundial y es
considerada una de las causas principales de gastritis crónica, úlceras pépticas y duodenales
21
y cáncer gástrico. Trabajos recientes han mostrado que esta puede tener implicaciones
nutricionales, principalmente sobre el estado de hierro y otros micronutrientes. El objetivo
fue evaluar la prevalencia de infección con Hp y el patrón de infección según edad, sexo,
estado nutricional y condiciones socioeconómicas, en niños que asistían a Unidad
Educativa “Valentín Espinal” de Valencia. Se evaluaron 170 niños entre 3 y 14 años de
edad, de ambos géneros. Se determinó: Infección por Hp (test de aliento con urea-C13),
edad, estado nutricional según IMC y Talla-Edad, hemoglobina (cianometahemoglobina),
ferritina sérica (ELISA), estrato socioeconómico (Graffar-Méndez-Castellano), condición
de vivienda, número de personas y familias que viven en el hogar y calidad de los servicios.
El 78,8% de los niños estaban infectados con Hp, no encontrándose correlación
significativa con el género pero si con la edad; 25,9% presentaron déficit nutricional y
46,5% talla baja, El 98,1% de las familias se encontraban en situación de pobreza (estratos
IV y V) y 98% de las viviendas presentaban deficiencias sanitarias; En promedio vivían
6,0±2,4 personas en el hogar (rango: 2 a 15) y 3,2 personas compartían un mismo
dormitorio. Se encontró que la probabilidad de infección era mayor en aquellos niños que
presentaban déficit de talla y que el estrato socioeconómico, el nivel de instrucción
materno, las precarias condiciones de alojamiento y el hacinamiento se asociaban
significativamente a la infección. La deprivación socioeconómica en la niñez está asociada
con una alta colonización del Hp, la edad, el hacinamiento y un bajo nivel de instrucción de
la madre pueden aumentar el riesgo a esta infección.
Hipótesis:
La mala alimentación, el estilo de vida y el diferente metabolismo de cada persona hacen
que la bacteria Helicobacter Pylori produzca daños gástricos a personas mayores adultas.
Puede existir una relación con los cambios histopatológicos a nivel de la mucosa gástrica.
Objetivo General:
Analizar enfermedades gástricas a través de cultivo de Helicobacter Pylori en pacientes de
la Clínica Conocoto para realizar estudios a las personas que puedan tener esta bacteria y
determinar los medios que pueden intervenir en el desarrollo de la misma tales como el
ambiente y el tipo de enfermedad que los pacientes puedan tener.
22
Objetivos Específicos:
1. Analizar las enfermedades que causa la bacteria Helicobacter Pylori.
2. Realizar estudios a los pacientes de la Clínica Conocoto, y estudiar las posibilidades
de los pacientes de tener la bacteria.
3. Determinar los posibles medios que pueden intervenir en el desarrollo de la bacteria
dentro de la Clínica.
Determinación de las Variables:
Metodología:
En este proyecto se realizó un estudio analítico transversal por periodos, no se tuvo un
seguimiento día a día, sino por semana.
Técnicas:
Hubo varios métodos diferentes para analizar la infección por H. pylori.
23
Causas:
Helicobacter pylori
Mala alimentación
Defensas bajas
Efectos:
Problemas estomacales:
Ulceras
Infecciones
Modificadores:
Edad
Sexo
Sistema inmunológico
Alimentación
Prueba del aliento (llamada prueba del aliento con urea (PAU) marcada con un isótopo de
carbono):
Hasta dos semanas antes del examen, el paciente debe dejar de tomar cualquier
antibiótico, medicamentos que contengan bismuto, tales como Pepto-Bismol e
inhibidores de la bomba de protones (IBP).
El paciente se traga una sustancia especial que contiene urea (un producto de
desecho que el cuerpo produce a medida que descompone la proteína) que ha sido
convertida en radiactiva pero inocua.
Si la H. pylori está presente, las bacterias convierten la urea en dióxido de carbono,
el cual se detecta y se registra en la respiración exhalada del paciente después de 10
minutos.
Este examen puede identificar a casi todas las personas que tienen H. pylori y
confirmar si la infección por dicha bacteria se curó por completo con el tratamiento.
Exámenes de sangre:
Los exámenes de sangre se usan para medir los anticuerpos contra H. pylori y los
resultados se informan en minutos.
Este examen realmente no es tan exacto como los otros.
Estos exámenes de sangre se pueden emplear para diagnosticar si una infección
por H. pylori está presente. Sin embargo, el examen no puede determinar si usted
tiene una infección en el momento de la prueba o por cuánto tiempo la ha tenido,
debido a que el examen sigue siendo positivo durante años aun cuando la infección
se cure. Como resultado, no se puede usar para ver si la infección se erradicó.
Examen coprológico:
Un examen para detectar los rastros genéticos de la H. pylori en las heces parece ser
tan exacto como la prueba del aliento para detectar las bacterias inicialmente y para
detectar recurrencias después de la terapia antibiótica.
Este examen también se puede emplear para diagnosticar la infección y confirmar
que la infección por H. pylori se erradicó.
24
Biopsia:
La manera más exacta de identificar la presencia de H. pylori es tomando una
biopsia del tejido del revestimiento del estómago. La única manera de hacer esto es
con endoscopia, un procedimiento agreviso pero seguro.
Se tomará una biopsia si se necesitara la endoscopia por otras razones. Esto incluye
diagnosticar la úlcera, tratar cualquier sangrado o cerciorarse de que el cáncer no
esté presente. Por otra parte, muchos pacientes reciben tratamiento para H.
pylori con base en uno de los tres exámenes no invasivos de la lista de arriba.
Recursos:
Para poder realizar la recolección de la información, no se realizó ningún examen por
cuenta del grupo; se nos facilitó la información de una base de datos de la Clínica
Conocoto.
En cuanto a lo financiero se gastó:
Movilización 5 usd
Útiles de trabajo (hojas, impresiones, etc) 5 usd
Exámenes Hp Por cuenta del Hospital
Alimentación Alumnos 5 usd
Varios, otros 5 usd
Total 20 usd
25
Resultados:
Recolección de datos de personas que se hicieron las muestras de sangres para
recolección de H. Pylori.
NOMBRE EDAD TIPO DE H. PYLORI
1. Andrea López 27 años H Pylori: Positivo (++)
2. Ana Lucía Villacis 41 años H Pilory: Positivo (++)
3. Isabel Mafla 52 años H Pylori: Positivo (++)
4. Rocío Suntaxi 41 años H Pylori: Positivo (++)
5. Julita Moreira 10 años H Pylori: Positivo (+)
6. Patricia Calderón 46 años H Pylori: Positivo (+)
7. Diego Borja 22 años H Pylori: Negativo
8. Jenny Heredia 32 años H Pylori: Positivo (+)
9. Emperatriz Molina 53 años H.Pylori: Positivo (++)
10. Soledad Velasquez 63 años H Pylori: Positivo (++)
11. Monterosa Vasquez 71 años H Pylori: Positivo (+)
12. Nancy Garzón 60 años H Pylori: Negativo
13. William Oña 33 años H Pylori: Positivo (++)
14. Mercy Balda 58 años H Pylori: Positivo (++)
15. Elita Vera 35 años H Pylori: Positivo (++)
16. Tulio Torres 65 años H Pylori: Positivo (++)
17. Luis Vivas 36 años H Pylori: Negativo
18. Tránsito Iza, 57 años, H Pylori: Negativo
19. Julio Caiza, 85 años H Pylori: Positivo (++)
20. Magdalena Almeida 62 años H Pylori: Negativo
21. Cristian Garrido 18 años H Pylori: Positivo (++)
22. Joselin Narváez 17 años H Pylori: Positivo (++)
23. María Vilotuña 64 años H Pylori: Negativo
24. Viky Mejía 40 años H Pylori: Positivo (++)
25. Saskia Zambrano 15 años H Pylori: Negativo
26. Carlos Mera 15 años H Pylori: Positivo (+)
26
27. Eduardo Soria 39 años H Pylori: Negativo
28. Liseth Enriquez 23 años H Pylori: Positivo (++)
29. José Mejía 39 años H Pylori: Positivo (+)
30. Victoria Paucar 69 años H Pylori: Positivo (++)
31. María Paucar 77 años H Pylori: Positivo (++)
32. Elvia Jurado 57 años H Pylori: Negativo
33. José Sahona 50 años H Pylori: Positivo (++)
34. Ingrid Paredes 36 años H Pylori: Positivo (++)
35. Rómulo Pérez 28 años H Pylori: Positivo (++)
36. Clara Suárez 92 años H Pylori: Negativo
37. Luis Fiallos 28 años H Pylori: Positivo (++)
38. Christopher Delgado 28 años H Pylori: Positivo (+)
39. Alison Tapia 9 años H Pylori: Negativo
40. Laura Valarezon 50 años H Pylori: Positivo (++)
41. Wilson Conde 50 años H Pylori: Positivo (++)
42. Francisco Cifuentes 51 años H Pylori: Positivo (++)
43. Narcisa Ramirez 41 años H Pylori: Positivo (++)
44. Julio Lugmañia 45 años H Pylori: Negativo
45. Marco Vinicio Cerón 35 años H Pylori: Positivo (++)
46. Sandra Almeida 52 años H Pylori: Positivo (++)
47. Carlos Ushiña 30 años H Pylori: Positivo (++)
48. Fanny Briones 34 años H Pylori: Positivo (++)
49. Jorge Baquero 15 años H Pylori: Negativo
50. Santiago Durán 26 años H Pylori: Positivo (+)
27
51. Irene Domínguez 40 años H Pylori: Positivo (++)
52. Carolina Estrella 13 años H Pylori: Negativo
53. Rocío Oña 52 años H Pylori: Positivo (++)
54. Estefanía Galindo 11 años H Pylori: Negativo
55. Doménica Galindo 13 años H Pylori: Positivo (+)
56. Isabel Castillo 44 años H Pylori: Positivo (+)
57. Patricia Maldonado 29 años H Pylori: Positivo (++)
58. Carla Díaz 22 años H Pylori: Negativo
59. Génesis Fernández 17 años H Pylori: Positivo (+)
60. Melany Juma 30 años H Pylori: Positivo (+)
61. Francisca Ciano 43 años H Pylori: Positivo (++)
62. María Criollo 57 años H Pylori: Positivo (++)
63. Aurelio Torres 32 años H Pylori: Positivo (+)
64. Reinaldo Castro 35 años H Pylori: Positivo (+)
65. Fredy Ruiz 55 años H Pylori: Positivo (++)
66. Alejandro Mora 35 años H Pylori: Positivo (+)
67. Lilia Sacay 39 años H Pylori: Positivo (++)
68. Dorila Herdoiza 66 años H Pylori: Negativo
69. Vicenta Moreira 63 años. H Pylori: Negativo
70. Gladis Pineda 40 años H Pylori: Positivo (++)
71. Analía Campoverde 62 años H Pylori: Positivo (+)
72. Rolando Cueva 50 años H Pylori: Positivo (++)
73. Diego Rivadeneira 83 años H Pylori: Positivo (++)
74. Yolanda Valarezo 28 años H Pylori: Positivo (++)
28
75. Carlos Veloz 61 años H Pylori: Negativo
76. Andrea Briones 25 años H Pylori: Positivo (+)
77. Alison García 15 años H Pylori: Negativo
78. Mayra Arias 28 años H Pylori: Positivo (++)
79. Mauricio Manosalvas 24 años H Pylori: Negativo
80. Marco Estrella 42 años H Pylori: Positivo (++)
81. Steven Sandoval 15 años H Pylori: Positivo (+)
82. Valentina Recalde 16 años H Pylori: Positivo (++)
83. Cecilia López 45 años H Pylori: Negativo
84. Marcelo Córdova 42 años H Pylori: Positivo (++)
85. Katerin Carbo 22 años H Pylori: Positivo (+)
86. Milton León 49 años H Pylori: Positivo (++)
87. Carlos Panchano 54 años H Pylori: Positivo (++)
88. Sandra Subía 56 años H Pylori: Negativo
89. Carla Cornejo 27 años H Pylori: Positivo (+)
90. Andrea García 19 años H Pylori: Negativo
91. Ivon VIllamarín 47 años H Pylori: Positivo (++)
92. Carolina Arcentrales 48 años H Pylori: Positivo (++)
93. Jorgue Huilcapi 50 años H Pylori: Positivo (+)
94. Diana Correa 22 años H Pylori: Negativo
95. Joan Mendez 17 años H Pylori: Positivo (++)
96. Ángel Gómez 26 años H Pylori: Negativo
97. Manuel Caiza 85 años H Pylori: Positivo (++)
98. José Yerovi 68 años H Pylori: Positivo (+)
29
99. Michell Paredes 20 años H Pylori: Positivo (++)
100.Jennifer Vaca 47 años H Pylori: Positivo (++)
101.- Galo Romero 64 años H Pylori: Positivo (++)
102.- Lucía Díaz 69 años H Pylori: Positivo (+)
103.-Luis Girón 71 años H Pylori: Negativo
104.-Betty Betancourt 60 años H Pylori: Positivo (++)
105.-Maribel Columba 31 años H Pylori: Positivo (++)
106.-Ruth Tenesaca 27 años H Pylori: Positivo (+)
107.-Martha Pilaguano 80 años H Pylori: negativo
108.-José Briones 32 años H Pylori: negativo
109.-Andrea Yanez 15 años H Pylori: Positivo (+)
110.-Ruben Romero 28 años H Pylori: Positivo (+)
111.-Andrés Maldonado 40 años H Pylori: Positivo (++)
112.-Juan Arcentrales 33 años H Pylori: Positivo (+)
113.-Gustavo Terán 45 años H Pylori: Positivo (++)
114.-Diego Ruiz 16 años H Pylori: Negativo
115.- Jeffrey Burgos 17 años H Pylori: Positivo (+)
116.-Jose Luís Ordoñez 43 años H Pylori: Positivo (++)
117.-Andrés Ramos 18 años H Pylori: Positivo (++)
118.-Jose María Lucero 22 años H Pylori: Positivo (+)
119.-Paola Riveros 17 años H Pylori: Negativo
120.-Santiago Benavides 32 años H Pylori: Negativo
121.-Piedad Santander 68 años H Pylori: Positivo (++)
122.-Washington Valles 50 años H Pylori: Positivo (++)
123.-Esteban Cruz 32 años H Pylori: Negativo
124.- Yolanda Sarabia 67 años H Pylori: Positivo (+)
30
125.- Jorge Mejía 42 años H Pylori: Negativo
126.-Maritza Zambrano 50 años H Pylori: Positivo (++)
TABLA 1: Distribución de pacientes con H Pylori
EDAD NUMERO DE PACIENTES PORCENTAJE %
10-20 16 12.6
21-30 24 19.04
31-40 20 15.8
41-50 25 19.8
51-60 20 15.8
61-70 9 7.1
71-80 8 6.3
81-90 3 2.3
91-100 1 0.79
TOTAL 126 100
Pudimos observar que la mayor parte de los pacientes estudiados se encuentran en el
intervalo 41-50.
Este intervalo representa a personas adultas que tienen en algunos casos su sistema
inmunológico a punto de deteriorarse, por la alimentación que estos pacientes tuvieron a lo
largo de su vida.
31
Gráfica 1: Representación de Valores de la Tabla 1
Y= Pacientes
con H. Pylori
X= Edad en años
Este gráfico hace referencia a la Tabla 1, en el cual se observó que las personas que más
tienen H. Pylori en los estudios realizados están en el intervalo de 41-50 años, los mismos
que representan un 19.8% de los pacientes estudiados.
32
10 20 21 30 31 40 41 50 51 60 61 70 71 80 81 90 91 1000
5
10
15
20
25
30
TABLA 2: Pacientes con gastritis causada por H. Pylori
Edad Número de pacientes Pacientes con Gastritis Porcentaje %
10-20 16 3 8,5
21-30 24 2 5,7
31-40 20 4 11,4
41-50 25 7 20
51-60 20 11 31,4
61-70 9 5 14,2
71-80 8 2 5,7
81-90 3 1 2,8
91-100 1 0 0
TOTAL 126 35 100
Con estos datos pudimos observar que las personas estudiadas en el intervalo 51-60, en sus
exámenes tuvieron gastritis.
Al realizar estos resultados, una pequeña parte de las personas que se encuentran en este
intervalo han consumido alcohol, que mezclados con los medicamentos, tuvieron
complicaciones que llevaron a tener como resultado gastritis como resultado.
33
Gráfico 2: Representación de valores de la Tabla 2
Y= Pacientes
con gastritis
causado por H.
Pylori
X= Edad en años
Como está especificado en la Tabla 2, el índice de gastritis en las personas estudiadas están
en el intervalo de 51-60 años que representa el 31.4% de las personas estudiadas.
34
10 20 21 30 31 40 41 50 51 60 61 70 71 80 81 90 91 100
0
2
4
6
8
10
12
Pacientes con gastritis
Tabla 3: Pacientes con Úlcera Péptida por H. Pylori
Edad Número de pacientes con úlcera péptica Porcentaje (%)
10-20 1 4.7
21-30 3 14.2
31-40 2 9.5
41-50 4 19.04
51-60 4 19.04
61-70 3 14.2
71-80 2 9.5
81-90 1 2.8
91-100 1 2.8
Total 21 100
En esta tabla existe una igualdad en el intervalo de personas entre los 41 y los 60 años, lo
mismo que representa el 19.04 % de los estudios realizados.
35
Gráfico 3: Representación de valores de la Tabla 3
10 20 21 30 31 40 41 50 51 60 61 70 71 80 81 90 91 100
0
0.5
1
1.5
2
2.5
3
3.5
4
4.5
Pacientes de Úlcera Péptida en H. Pylori
Y= Pacien-tes con ul-cera pépti-da
X= Edad en años
Como especifica la Tabla 3, las personas que tienen Úlcera Péptida en los estudios
realizados están presentes en personas que están en el intervalo 41-50 y 51-60. Esto quiere
decir que desde esa edad, existen variaciones de alimentaciones, y también se complementa
el consumo de alcohol. Gracias a esto, se produce un desdoblamiento del estómago y del
duodeno. Se pueden producir más de una vez úlceras péptidas
36
Conclusiones:
1. Al realizar las muestras y ver los resultados pudimos ver que solo una cierta parte
de los pacientes estudiados tuvieron Helicobacter Pylori muy avanzado (++).
Además estas personas estaban ya eran mayores de edad, es decir, tenían 18 años
para adelante.
2. El 50% de los pacientes solo tenían un Positivo (+). Entonces estos pacientes no
necesitan un tratamiento tan rígido como las personas que tuvieron (++) en los
estudios realizados.
3. Solo una pequeña parte de los pacientes tuvieron Helicobacter Pylori negativo, por
ese motivo, no tienen que realizarse ningún chequeo, solo tener una buena
alimentación.
4. De los pacientes que tuvieron (++) en sus estudios, una pequeña cantidad tuvieron
como resultado Gastritis, por su alta concentración de H. Pylori en el organismo.
5. Los pacientes que tuvieron (+) en los estudios no presentaron un alto riesgo de
enfermedades, solo una mínima cantidad se presentó con Úlceras péptida.
Recomendaciones:
1. Si las personas obtuvieron un resultado de H. Pylori (++) se recomienda un inmediato
tratamiento, esta bacteria se puede matar usando levofloxacino
2. Se recomienda también realizarse exámenes como una endoscopia para observar si la
bacteria está dañando al estómago y seguir con una ulcera o gastritis.
37
3. Como la mayoría de personas puede tener pero sin darse cuenta la bacteria, se
recomienda hacerse un examen para conocer si existe presencia de H.
4. Cuidarse con su alimentación, ya que si salimos a comer afuera no sabemos cómo
fueron elaborados los alimentos y nos podemos contagiar fácilmente.
5. A los pacientes con H. Pylori negativo se les dice que mantengan sus hábitos pero que
no se descuiden si presentan algún problema en la zona estomacal.
6. A los pacientes con Gastritis se les recomienda primeramente cambiar sus hábitos
alimenticios y luego someterse a un tratamiento con medicamentos para evitar que esto
desencadene otros problemas más serios.
7. Los pacientes con Ulcera se les recomienda evaluarse con un gastroenterólogo
frecuentemente ya que si no se controla esta ulcera puede convertirse en cáncer de
estómago.
8. Cambiar la alimentación en los pacientes con Ulcera es fundamental para su
eliminación, esto puede ayudar a que la ulcera no siga creciendo, por ejemplo evitar
cosas irritantes como el ají que puede seguir dañando el epitelio gástrico y crear
hemorragias o cáncer.
38
Anexos:
Fotografía 1: En esta fotografía se muestran las órdenes para las personas que van a
realizarse exámenes de sangre.
39
Fotografía 2: Se muestran los instrumentos para realizar el cultivo de H. Pylori. Son unos
pequeños tubos que sirven para sacar sangre y proceder a realizar la muestra de H. Pylori.
Fotografía 3: En esta fotografía hay los diferentes materiales para trabajar en el laboratorio
clínico, se puede observar: Guantes Quirúrgicos, alcohol, jeringas, tubos de ensayo.
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Fotografía 4: Se puede observar las primeras muestras de sangre que van a ser estudiadas
para ver resultados de H. Pylori.
Fotografía 5: Estudiantes del Colegio San Gabriel preparándose para analizar las muestras
de sangre. De izquierda a derecha: Christian Rosales, Steven Herrera, Santiago Robles.
41
Fotografía 6: Estudiantes del Colegio San Gabriel con la especialista en laboratorio la
Técnica Guadalupe Herrera.
Fotografía 7: En esta fotografía podemos observar las muestras de sangre de un paciente.
Las muestras han sido sometidas a un proceso rápido para la detección de H. Pylori. Se
coloca esta muestra en casetes, los mismos que dan el resultado: Positivo (++), Positivo (+)
o Negativo ( ).
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Fotografía 8: Clínica Conocoto, donde se realizaron las muestras de sangre, para la
detección de H. Pylori.
Anexo: Primer título para el proyecto
Anexo: Segundo título para el proyecto, aprobado finalmente.
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