ISL - Resumen
1.0 IntroduccinLa liturgia es la celebracin del misterio para la
vida.Es el Misterio de Cristo lo que la Iglesia anuncia y celebra
en su liturgia a fin de que los fieles vivan de l y den testimonio
del mismo en el mundo: En efecto, la liturgia, por medio de la cual
se ejerce la obra de nuestra redencin", sobre todo en el divino
sacrificio de la Eucarista, contribuye mucho a que los fieles, en
su vida, expresen y manifiesten a los dems el misterio de Cristo y
la naturaleza genuina de la verdadera Iglesia (SC 2) (CIgC 1068).La
vida de Cristo en este cuerpo se comunica a los creyentes, que se
unen misteriosa y realmente a Cristo, paciente y glorificado, por
medio de los sacramentos. Por el bautismo nos configuramos con
Cristo (...). Rito sagrado con que se representa y efecta la unin
con la muerte y resurreccin de Cristo (...). En la fraccin del pan
eucarstico, participando realmente del cuerpo del Seor, nos
elevamos a una comunin con El y entre nosotros mismos. (...) As
todos nosotros quedamos hechos miembros de su cuerpo (cf. 1 Cor
12,27), "pero cada uno es miembro del otro" (Rom 12,5) (LG 7).En el
primer semestre se estudi el misterio; en este se estudiar la
celebracin. Teniendo en cuenta que la liturgia consiste en su parte
ms importante en la celebracin de los sacramentos, privilegiaremos
su estudio sobre el estudio de otras celebraciones litrgicas. El
CIgC al describir la liturgia utiliza la expresin economa
sacramental:El don del Espritu inaugura un tiempo nuevo en la
"dispensacin del Misterio": el tiempo de la Iglesia, durante el
cual Cristo manifiesta, hace presente y comunica su obra de
salvacin mediante la Liturgia de su Iglesia, "hasta que l venga" (1
Cor 11,26). Durante este tiempo de la Iglesia, Cristo vive y acta
en su Iglesia y con ella ya de una manera nueva, la propia de este
tiempo nuevo. Acta por los sacramentos; esto es lo que la Tradicin
comn de Oriente y Occidente llama "la Economa sacramental"; esta
consiste en la comunicacin (o "dispensacin") de los frutos del
Misterio pascual de Cristo en la celebracin de la liturgia
"sacramental" de la Iglesia (CIgC 1076).Los sacramentos pueden
estudiarse segn diversos rdenes, p.e. de acuerdo con su
importancia, en cuyo caso el primero sera la Eucarista. En el curso
se utilizar el orden propuesto por J. A. Abad en su libro La
celebracin del Misterio cristiano (EUNSA, 1996), que es el mismo
orden que sigue el CIgC, a saber, sacramentos de iniciacin,
sacramentos de curacin y sacramentos al servicio de la comunidad.A.
Los sacramentos2.0 La celebracin de los sacramentos de la iniciacin
cristianaToda la vida de la Iglesia gira en torno al sacrificio
eucarstico y a los sacramentos.... as como Cristo fue enviado por
el Padre, El, a su vez, envi a los Apstoles llenos del Espritu
Santo. No slo los envi a predicar el Evangelio a toda criatura y a
anunciar que el Hijo de Dios, con su Muerte y Resurreccin, nos libr
del poder de Satans y de la muerte, y nos condujo al reino del
Padre, sino tambin a realizar la obra de salvacin que proclamaban,
mediante el sacrificio y los sacramentos, en torno a los cuales
gira toda la vida litrgica (SC 6).Dentro de este orden sacramental
encontramos que el Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista
constituyen los momentos sacramentales de una progresiva
incorporacin al misterio de Cristo y de su Iglesia; constituyen una
unidad.Hay unos momentos pre-sacramentales: (1) el anuncio de la
Palabra o anuncio objetivo, (2) su acogida que lleva a la conversin
o anuncio subjetivo, (3) la profesin de fe (que es objetiva y
subjetiva).Hay unos momentos sacramentales: (1) el Bautismo, (2) la
Confirmacin o efusin del Espritu Santo, (3) la Eucarista.Desde los
tiempos apostlicos, para llegar a ser cristiano se sigue un camino
y una iniciacin que consta de varias etapas. Este camino puede ser
recorrido rpida o lentamente. Y comprende siempre algunos elementos
esenciales: el anuncio de la Palabra, la acogida del Evangelio que
lleva a la conversin, la profesin de fe, el Bautismo, la efusin del
Espritu Santo, el acceso a la comunin eucarstica (CIgC 1229).Esta
iniciacin ha variado mucho a lo largo de los siglos y segn las
circunstancias. En los primeros siglos de la Iglesia, la iniciacin
cristiana conoci un gran desarrollo, con un largo periodo de
catecumenado, y una serie de ritos preparatorios que jalonaban
litrgicamente el camino de la preparacin catecumenal y que
desembocaban en la celebracin de los sacramentos de la iniciacin
cristiana (CIgC 1230).Sin embargo, a pesar de los cambios, siempre
la estructura celebrativa fundamental ha permanecido idntica: un
lavacro con una frmula de fe trinitaria, un gesto que comunica el
don del Espritu Santo, y la recepcin de pan y vino bendecidos o
consagrados con una oracin que se llama Plegaria
Eucarstica.Mediante los sacramentos de la iniciacin cristiana, el
Bautismo, la Confirmacin y la Eucarista, se ponen los fundamentos
de toda vida cristiana (CIgC 1212).3.0 El BautismoEl santo Bautismo
es el fundamento de toda la vida cristiana, el prtico de la vida en
el espritu ("vitae spiritualis ianua") y la puerta que abre el
acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del
pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de
Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partcipes de su
misin (cf. Cc. de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849):
"Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo" ("El
bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la
palabra", Cath. R. 2,2,5) (CIgC 1213).Segn el apstol S. Pablo, por
el Bautismo el creyente participa en la muerte de Cristo; es
sepultado y resucita con l: O es que ignoris que cuantos fuimos
bautizados en Cristo Jess, fuimos bautizados en su muerte? Fuimos,
pues, con l sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que,
al igual que Cristo fue resucitado de entre los muertos por medio
de la gloria del Padre, as tambin nosotros vivamos una vida nueva
(Rom 6,3-4; cf. Col 2,12) (CIgC 1227).Bautizar viene del verbo
griego baptzein, que es la forma iterativa o intensiva de otro
verbo, bptein, con el significado de sumergir, mojar, baar, regar
y, de ah, lavar.Bptein es usado en todas las pocas de la lengua
griega y tambin en el NT con ese significado literal.Baptzein,
empleado ya por Platn y Polibio y que se encuentra cuatro veces en
la versin griega del AT de los LXX, es sobre todo muy frecuente en
el NT donde recibi el sentido tcnico religioso de bautizar.De este
verbo deriva el sustantivo baptisms (lavado, purificacin) que
indica la accin de inmersin, y se usa para designar las
purificaciones rituales de los judos, pero tambin el bautismo de
Juan y el Bautismo cristiano.A veces, como equivalente latino de
baptisms se us lavacrum (lavado, ablucin), pero en general estas
palabras (baptzein, baptisms), por su concreto significado
religioso cristiano, pasaron al latn y a otras lenguas, como el
espaol, sin traducir: bautizar, bautismo. [GER, voz Bautismo,
Introduccin]El uso cristiano del trmino bautismo proviene del gesto
esencial del sacramento.En parte de la tradicin (la griega) el
sacramento ha recibido tambin el nombre de iluminacin
(fwtismo/j).Este bao es llamado iluminacin porque quienes reciben
esta enseanza (catequtica) su espritu es iluminado..." (S. Justino,
Apol. 1,61,12). Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz
verdadera que ilumina a todo hombre" (Jn 1,9), el bautizado, "tras
haber sido iluminado" (Hb 10,32), se convierte en "hijo de la luz"
(1 Ts 5,5), y en luz l mismo (Ef 5,8):El Bautismo es el ms bello y
magnfico de los dones de Dios...lo llamamos don, gracia, uncin,
iluminacin, vestidura de incorruptibilidad, bao de regeneracin,
sello y todo lo ms precioso que hay. Don, porque es conferido a los
que no aportan nada; gracia, porque, es dado incluso a culpables;
bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; uncin, porque
es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminacin,
porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra
vergenza; bao, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo
de la soberana de Dios (S. Gregorio Nacianceno, Or. 40,3-4) (CIgC
1216).3.1 Tipologa del Bautismo en el ATHay dos grandes grupos de
figuras: (1) las que hacen referencia al rito del sacramento, y (2)
las que hacen referencia al contenido teolgico del sacramento. A su
vez, dentro del primer grupo distinguimos dos grandes fuentes: el
ciclo del Gnesis, ms teolgico, y el ciclo del xodo, ms simblico.
Las principales figuras son: la creacin, el diluvio, la
circuncisin, el xodo y el Jordn.3.1.1 La creacinBautismo como nueva
creacin. El agua aparece en la creacin como fuente de vida y
fecundidad. El hombre bautizado es una nueva criatura. Hay una
analoga teolgica y un simbolismo muy claros: las aguas originan la
vida en la primera y en la segunda creacin. [J. A. Abad Ibez, La
celebracin del Misterio cristiano, EUNSA, 1996, p. 179]Relacin
entre el agua y el Espritu. Las aguas de la primera creacin son
fecundas y producen vida porque estaban animadas por el Espritu de
Yahwh que les comunicaba su fuerza creadora. Las aguas bautismales
reciben la misma fuerza de la presencia y potencia del Espritu
Santo. [Ib., p. 179]Bautismo como iluminacin. En la primera creacin
se realiz el paso de las tinieblas a la luz por virtud del poder de
la palabra creadora. En el Bautismo los cristianos pasan tambin de
las tinieblas a la luz admirable de Cristo, son iluminados por la
luz de Cristo. [Ib., pp. 179-180]3.1.2 El diluvioEs una de las
figuras bautismales ms frecuentes en la catequesis primitiva. Su
sentido teolgico tiene como base la concepcin del agua como
elemento de destruccin y de muerte y como elemento de salvacin.
Segn la primera concepcin, el Bautismo es configuracin de la Muerte
de Cristo; segn la segunda, es configuracin con su Resurreccin.
[Ib., p. 180]3.1.3 La circuncisinEs verdadero tipo del Bautismo. La
circuncisin es el sacramento de Israel que prefigura el sacramento
bautismal.La circuncisin es signo de la Antigua Alianza que Yahwh
realiz con su pueblo, y es seal de pertenencia al Pueblo de Dios
(cf. Gen 15,5-21). [Ib., p. 180]San Pablo llama al Bautismo
circuncisin cristiana (Col 2,11) y transfiere al Bautismo el mismo
nombre de sfragis (sello) con el que designa a la circuncisin (cf.
Ef 1,13). De este modo, San Pablo, a la vez que manifiesta la
estrecha relacin entre la circuncisin y el Bautismo, prueba la
abolicin y cumplimiento de la circuncisin juda. [Ib., p. 180]3.1.4
El xodoEl xodo es figura de la liberacin y redencin realizada por
Cristo, quien, como nuevo Moiss, libr a toda la humanidad de la
esclavitud del pecado y la condujo a la verdadera tierra de
promisin. As lo entendieron los autores del NT, que presentaron la
realidad del Bautismo a travs de una serie de figuras que desvelan
la autntica significacin de este sacramento: el paso del Mar Rojo,
la marcha tras la nube en el desierto, el agua de Mar, la roca de
Horeb y la Alianza del Sina.El paso del Mar Rojo es signo de
liberacin y de salvacin, ya que supone el fin de la esclavitud y el
inicio de una nueva vida.La nube que guiaba a los hebreos simboliza
en el AT la presencia misteriosa de Dios, mientras que en el NT se
relaciona con el Espritu y con Cristo.La tradicin cristiana
primitiva es unnime en la interpretacin bautismal del
acontecimiento de Mar, donde Dios muestra a Moiss un madero, que
arroja al agua y la convierte en dulce y potable. El madero es
figura de la Cruz, que salvar al mundo. Las aguas simbolizan el
Bautismo, pues as como en Mar trocaron su condicin mortal en
salvacin, del mismo modo el agua bautismal se convierte en medio
vivificante y divinizante para quien se sumerge en ella, en virtud
de la cruz en la que muere Cristo.La roca del desierto, que al ser
golpeada por Moiss comenz a manar agua abundantemente, es tambin un
smbolo bautismal.La Alianza del Sina es figura del Bautismo, tanto
por las constantes alusiones de la primera carta de San Pedro como
por la teologa paulina, que al referirse al amor esponsalicio de
Cristo que purifica a la Iglesia parece sugerir que el Bautismo es
el bao del agua acompaado de la palabra. Bajo la figura de los
esponsales, San Pablo se estara refiriendo al Bautismo cristiano,
que sera la nueva y definitiva alianza. [Ib., pp.181-182]3.1.5 El
JordnOtras figuras menos significativas tienen al Jordn como
elemento comn: la travesa de Josu y la curacin de Naamn.Josu,
entrando en la tierra prometida, simboliza a Cristo que nos
introduce en su reino mediante el Bautismo, nos introduce en la
nueva tierra de promisin una nueva vida al atravesar las aguas
bautismales.El bao de Naamn resalta el tema del agua purificadora:
as como las aguas del Jordn lavan y curan las manchas del cuerpo,
el Bautismo purifica y cura las enfermedades del alma. El mismo
poder divino acta en ambos casos: en el primero, en el cuerpo, para
curar una enfermedad fsica; en el segundo, en el alma, para curar
la enfermedad espiritual del pecado. [Ib., p.182]3.2 Tipologa del
Bautismo en el NTLas bodas de Can. El agua de las tinajas simboliza
la Antigua Alianza agua preparada para las purificaciones legales
que Jess transforma en Alianza Nueva por el agua del Bautismo agua
que borra los pecados y cambia al hombre hacindole renacer como
hijo de Dios. El Bautismo sera tambin el vino nuevo del banquete
mesinico ofrecido a los creyentes. [Ib., pp. 182-183]El dilogo con
la samaritana. Aqu el agua del pozo de Jacob es reemplazada por el
agua viva de Jess que salta hasta la vida eterna y que es inicio
del verdadero culto en Espritu y Verdad. El agua designa al Espritu
Santo, quien opera el nuevo nacimiento en el Bautismo, que slo se
confiere una vez, porque el que beba de esta agua nunca ms tendr
sed. [Ib., p. 183]El milagro de la piscina de Betesda. Cuando San
Juan describe el milagro est pensando en el agua que Cristo dar
para perdonar los pecados o, si se prefiere, en la remisin de los
pecados por medio del agua del Bautismo. [Ib., p. 183]El milagro
del ciego de nacimiento. As como el agua de la piscina de Silo abri
los ojos al ciego, del mismo modo Cristo ilumina los ojos del alma
a quienes se lavan en el nuevo Silo de su Bautismo. [Ib., p. 183]El
bautismo de Jess en el Jordn. Da a las aguas el poder salvfico. Es
anuncio del Bautismo en cuanto rito.Lanzada a Cristo muerto en la
Cruz. Del costado de Cristo muerto en la Cruz brotaron sangre y
agua. Segn la primera carta de San Juan, el agua est siempre unida
a la sangre y no puede disociarse del Espritu. Segn el cuarto
evangelio, el agua es smbolo del Bautismo, y la sangre, del
sacrificio eucarstico, como testigos de la obra redentora de
Cristo. El Espritu tercer testigo se comunica a travs de estos dos
sacramentos. [Ib., pp. 183-184]3.3 La praxis bautismal en la poca
apostlicaFiel al mandato del Seor (Mt 28,19), la Iglesia desde sus
comienzos vivi la praxis del Bautismo. Bautismo e Iglesia son dos
realidades inseparables: del Bautismo nace la Iglesia y el Bautismo
se confiere en la Iglesia.El Bautismo aparece como la conclusin o
trmino de un proceso que nace del anuncio o evangelizacin. Se da la
estructura de la historia de la salvacin, que es la misma de la
liturgia: anuncio y actuacin. El anuncio consiste en un elemento
objetivo: el krigma o predicacin del mensaje de salvacin. A este le
siguen la fe y la conversin, que no son meramente movimientos
subjetivos, sino que dependen objetivamente del krigma, de tal modo
que sin esa predicacin tanto la fe como la conversin son
imposibles. Finalmente se acceda al Bautismo, trmino de la
evangelizacin. [Ib., pp. 184-185]Este proceso no siempre era largo,
como p.e. en el caso de los tres mil convertidos y bautizados el da
de Pentecosts (cf. Hch 2,41), en el caso del eunuco de la reina
Candace (cf. Hch 8,38), o del carcelero de Filipos y su familia
(cf. Hch 16,33). [Ib., p. 184]Sabemos por la terminologa empleada y
por la teologa del rito que el Bautismo consista fundamentalmente
en un lavacro, generalmente por inmersin. San Pablo emplea imgenes
y trminos como lavado, bao, sepultura: morir y resucitar con
Cristo. El trmino griego baptzein no slo alude a una inmersin, sino
ms bien a sumergir. [Ib., p. 185]Este lavacro se haca en nombre de
la Trinidad, segn el mandato de Mt 28,19. Jess no se expres en
trminos litrgicos en su mandato bautismal (no hay que ver en ello
una frmula ritual), pero es indudable que ese mandato inclua
conferir el Bautismo en relacin con el Padre, con el Hijo y con el
Espritu Santo. Mas bien parece que se trata de una afirmacin
teolgica: bautizar en el nombre significa bautizar por la autoridad
de o bautizar en virtud de. No cabe duda de que se realizaba el
lavacro con la frmula trinitaria. Sin embargo desconocemos cmo era
la afirmacin trinitaria concreta. [Ib., p. 186]Las expresiones en
el nombre de Jess y en el nombre del Seor Jess no son frmulas
litrgicas sino indicativas de que el Bautismo se realiza por
encargo de Jess, en su poder y segn la forma por l determinada. Se
trataba de distinguir el Bautismo de Jess y el Bautismo de Juan.
[Ib., p. 186]El rito del lavacro trinitario era completado con
otros gestos significativos, como la imposicin de manos. Hay que
recordar que durante el perodo apostlico el rito bautismal inclua
el contenido sacramental de lo que ms tarde se conoci como el
sacramento de la Confirmacin.Desde los orgenes, el ministro o
persona que bautiza no desempea un papel trascendental, puesto que
el rito lo realiza un apstol, un dicono o un encargado. Lo decisivo
es el nombre en quien se bautiza. [Ib., p. 186]3.4 La praxis
bautismal hasta el siglo VI: el catecumenado3.4.1 Primeros
testimoniosDidak (fin siglo I o principios del II). El Bautismo va
precedido de una catequesis sobre los dos caminos y un ayuno del
bautizando, del ministro y de algunos miembros de la comunidad. El
rito bautismal es en agua viva y por inmersin. Excepcionalmente se
admite la ablucin en agua no viva. En ambos casos se usa la
epclesis trinitaria. Se alude tambin a la triple inmersin. [Ib., p.
187]Odas de Salomn. Se menciona una catequesis prebautismal y el
Bautismo es por inmersin. Las aguas bautismales son vivas y el
lugar donde Cristo venci al demonio. Se habla de un sello o seal y
de vestiduras blancas. [Ib., p. 187]Apologa I de San Justino. Antes
del Bautismo exista una preparacin remota (krigma, respuesta de fe
y promesa de vida cristiana) y una preparacin prxima de carcter
ascticolitrgico (instruccin del candidato y ayuno de toda la
comunidad). Se muestran bastante desarrolladas la renuncia a Satans
y la adhesin a Cristo. El Bautismo es por inmersin y con la
invocacin trinitaria. Le sigue la participacin inmediata en la
Eucarista. [Ib., p. 188]3.4.2 Nacimiento y cenit del catecumenado
(fines del siglo II, siglo III y IV)La estructura general del
proceso de iniciacin consista de dos grandes momentos: el
catecumenado y la celebracin de los misterios bautismales. Hay una
estructura clara de los ritos de iniciacin cristiana, con gestos y
contenidos idnticos en todas las iglesias, y con lgicas variantes
segn las familias litrgicas. Diversos testimonios:Tertuliano
(155-220?). Praxis africana. Escribe De baptismo.Orgenes (185-253).
Praxis alejandrina.La Tradicin Apostlica de Hiplito (215?). Praxis
romana. [Ib., pp. 188-190]El catecumenado. Era de duracin variable.
Las fuentes hablan de unos tres aos. Se distinguen dos etapas en
las cuales los candidatos eran designados como audientes y como
electi o competentes.Los audientes eran el grupo que se preparaba
remotamente al Bautismo.Se formaban moral y doctrinalmente durante
tres aos. Luego se sometan a un examen de su vida cristiana, en el
que era decisivo el testimonio de quienes los haban presentado a la
Iglesia. Si el resultado era positivo, el catecmeno pasaba al grupo
de los electi. [Ib., p. 190]Los electi o competentes eran el grupo
de catecmenos que se preparaba para recibir el Bautismo en la
prxima vigilia pascual. Esta etapa duraba el tiempo de la
Cuaresma.Escuchaban el Evangelio y diariamente reciban la imposicin
de manos de carcter exorcstico. [Ib., p. 190]Eran convocados a
catequesis reservadas para ellos, en las que se exponan
principalmente los diversos artculos del Credo. Al trmino de esa
enseanza, y en das variables segn las costumbres locales, tena
lugar la traditio symboli: el smbolo de fe les era entregado; tenan
que aprenderlo de memoria y ser capaces al final de la Cuaresma de
recitarlo pblicamente, expresando as su adhesin personal a la fe
que les fue trasmitida: devuelven el Credo, es la redditio symboli.
Tambin se llevaba a cabo la traditio y la redditio de la oracin
dominical o Padre Nuestro. [A. G. Martimort, La Iglesia en oracin,
Herder, 1992, p. 589]Tomaban un bao especial el jueves y ayunaban
el viernes anterior a la Pascua (Jueves y Viernes Santo). [Abad
Ibez, o.c., p. 190]El sbado (Sbado Santo) por la maana haba una
reunin en el lugar del bautismo presidida por el obispo, con oracin
e imposicin de manos sobre los catecmenos arrodillados, exuflacin
en el rostro y signacin en la frente, odos y nariz. [Ib., p. 190]El
sbado por la noche en la vigilia pascual reciban los tres
sacramentos de la iniciacin cristiana: el lavacro con frmula
trinitaria (Bautismo), la donacin del Espritu Santo (Confirmacin),
y la comunin eucarstica (Eucarista). [Ib., p. 190]La celebracin de
los misterios bautismales. Los ritos bautismales eran tres: el
lavacro con frmula trinitaria, la uncin postbautismal con el
crisma, y la imposicin de la mano. Estos ritos eran precedidos y
seguidos por otros que no se dan en todas las iglesias. Se proceda
as:ritos previos:(a) bendicin del agua de la fuente bautismal (las
fuentes eran de forma octogonal o en forma de cruz);(b) renuncia a
Satans en forma afirmativa; con una sola frmula en Roma, con una
frmula triple en frica;(c) uncin con el leo del exorcismo;ritos
bautismales:(d) triple inmersin y triple profesin de fe (en forma
interrogativa);(e) uncin con el crisma;(f) imposicin de la
mano;ritos posteriores:(g) consignacin (uncin en la frente
signndola);(h) imposicin de la vestidura blanca;(i) lavatorio de
los pies. [Ib., pp. 190-191]Los tres ritos bautismales darn lugar
con el tiempo a los sacramentos del Bautismo y la Confirmacin.Para
estos tres ritos esenciales el ministro era el obispo; para los
dems poda ser ayudado por un presbtero o un dicono.Acabados los
ritos, los nefitos ingresaban en la baslica, donde el pueblo fiel
les haba esperado en una vigilia de oracin y lecturas bblicas (que
corresponden ms o menos a las lecturas de la actual vigilia
pascual). Una vez dentro de la baslica los nefitos participaban por
primera vez de la liturgia eucarstica. En algunos lugares era
costumbre tambin que se les diera, adems de la Eucarista, leche y
miel, como seal de que eran recin nacidos. Concluida la vigilia
pascual, los nefitos asistan durante una semana a la Eucarista (es
el origen de la octava de Pascua).3.4.3 Declive del
catecumenadoDiversos testimonios:Agustn de Hipona. Varios sermones
y De catechizandis rudibus.El Sacramentario gelasiano (siglo VII).A
partir de la paz constantiniana, el catecumenado inici un lento
declive. Tres razones principales:Las conversiones relativamente
masivas que siguieron a la paz constantiniana produjeron un nmero
excesivo de candidatos al Bautismo, haciendo que la Iglesia
centrase su atencin pastoral en los competentes, con una preparacin
limitada a la Cuaresma. Se relajaron poco a poco las exigencias de
la preparacin y de la vida de fe.Se hace frecuente el bautismo de
nios, que lgicamente no podan ser sometidos al catecumenado como
los adultos, o, en todo caso, a un catecumenado tan intenso y
prolongado.Cada vez fue mayor el nmero de los catecmenos que
retrasaban la recepcin del Bautismo hasta el fin de su vida. Se les
llamaba procrastinatores. Por un lado el ser cristiano daba un
cierto prestigio, estaba bien visto. Por otro, muchos no estaban
dispuestos a cumplir con las obligaciones de la vida cristiana. En
adicin, preferan esperar a estar cerca de la muerte para bautizarse
pues as evitaban tener que someterse a la penitencia cannica si
pecaban gravemente luego del Bautismo. Como no se sentan capaces de
cumplir las exigencias de la vida cristiana no queran correr el
riesgo de caer en la penitencia cannica que era muy rigurosa.3.5 La
praxis bautismal desde el siglo VI hasta el Concilio Vaticano
IIDurante el siglo VI tienen lugar dos hechos importantes para la
iniciacin cristiana: la desaparicin del catecumenado tradicional y
la ruptura de la unidad de la iniciacin cristiana. [Ib., p. 192]La
proporcin de adultos y de nios que se presentan al bautismo se
invierte progresivamente con la cristianizacin de la sociedad y se
termina admitiendo slo en la Iglesia, salvo raras excepciones, a
nios pequeos. Sin embargo, no se renuncia al ritual que se ha ido
construyendo hasta entonces; se trata de celebraciones colectivas,
en determinados das del ao, con las diversas etapas preparatorias.
nicamente se introdujeron algunas modificaciones, que aparecen a lo
largo del siglo VI. As, el tiempo que precede a la iniciacin se
redujo a algunas semanas y la entrada en el catecumenado se
confundi con la inscripcin en el nmero de los competentes al
principio de la Cuaresma. [Martimort, o.c., p. 626]Al ser mucho ms
numerosos los bautismos de nios que los de adultos, la institucin
catecumenal se reduce fundamentalmente a una preparacin ritual con
exorcismos y escrutinios. El Bautismo de nios tiene su influencia
tambin en la praxis celebrativa. En el siglo VIII tenemos
testimoniada por primera vez que la frmula bautismal interrogativa
es sustituida por la indicativa, que hasta entonces era usada slo
para enfermos y moribundos.Al extenderse la evangelizacin a las
comunidades cristianas rurales, se comienza en ellas a conferir
separadamente el Bautismo y la Confirmacin. Al separarse el
Bautismo de la Confirmacin como norma habitual, sta qued reservada
al obispo. Por otra parte, la Eucarista exiga tener uso de razn
para recibirla. La Confirmacin se celebraba cuando la presencia del
obispo lo permita. Siempre que el obispo estuviera presente se
reciban los tres sacramentos de iniciacin a la vez, pero esto era
algo excepcional.En el siglo XII se generaliz la praxis del
bautismo de los neonatos, teniendo en cuenta que la mortalidad
infantil haca entonces estragos. En una poca en que la Iglesia se
caracteriza por deseos de reforma, esta disciplina parece
inscribirse en un esfuerzo de conversin de las costumbres, pues no
poda la Iglesia dejar de promover el respeto de la vida de los nios
pequeos. Se multiplicarn las exhortaciones a asegurar quam primum
(cuanto antes) a los recin nacidos la gracia del sacramento. Se
pide con insistencia a los sacerdotes que enseen a los laicos a
bautizar en peligro de muerte y se empieza a tener en cuenta los
casos en que se producen accidentes con ocasin del parto. [Ib., p.
634]El Bautismo que haba sido por inmersin, pasa a celebrarse por
infusin, por el peligro mismo de muerte para los recin nacidos.
Este uso se har casi general en el siglo XIV. Santo Toms de Aquino
(siglo XIII) considera que aunque hay varias formas posibles de
realizar el lavacro, la ms comn y segura es por inmersin. Sin
embargo, aunque la inmersin cae en desuso, no por ello deja de
figurar en las rbricas. [Ib., p. 635]El rito continuo se convierte
en regla y el catecumenado queda abolido, aunque subsisten la
mayora de sus elementos. Los rituales que sirven de base al ritual
tridentino (Rituale romanum promulgado por Paulo V en 1614)
contienen diversas variantes segn la evolucin que hemos visto. El
ritual tridentino tiene un Ordo baptismi parvulorum y un Ordo
baptismi adultorum, cada uno de los cuales presenta una celebracin
nica. El Bautismo no sufre despus de esto ninguna modificacin hasta
el Concilio Vaticano II.3.6 El rito bautismal segn el Concilio
Vaticano IILa constitucin Sacrosanctum Concilium inaugur una
reforma muy profunda de la liturgia de iniciacin cristiana, de la
que podemos destacar dos caractersticas esenciales:(1) Por primera
vez en la historia de la Iglesia se establecer un ritual realmente
adaptado a la condicin de los prvulos, mientras que antes slo se
haba utilizado para ellos un resumen ligeramente retocado del
ceremonial propio de los adultos.(2) Hay una vuelta a la antigua
tradicin con la restauracin del catecumenado de adultos dividido en
distintas etapas (cf. SC 64-68, AG 14). [Ib., pp. 648-649]3.6.1 El
OICA (Ordo initiationis christianae adultorum) de 1972Se fundamenta
en el rito que aparece en la Tradicin Apostlica de Hiplito, el cual
recoge. El ritual consta de tres eventos, cada uno de los cuales
est marcado por un rito propio de tal modo que hay cuatro tiempos
en la iniciacin. [Abad Ibez, o.c., pp. 195-198]
EVENTORITONOMBRETIEMPODURACINSimpatizantePrecatecumenadoEl
candidato se dirige a la Iglesia a pedir la instruccinRito de
admisinCatecmenoCatecumenadoAlrededor de 3 aosEl catecmeno con una
fe ya madura pide el BautismoRito de inscripcin del
nombreElegidoEleccin o iluminacinToda la CuaresmaEl elegido recibe
los sacramentos de la iniciacin cristianaRitos de iniciacin
cristianaNefitoMistagogiaEl precatecumenado. Es el tiempo de la
evangelizacin, es decir, del anuncio claro, vibrante y gozoso de la
persona, vida y obra de Jesucristo en sus aspectos centrales,
especialmente su Muerte y Resurreccin salvadoras.El catecumenado.
Durante este tiempo el candidato: (1) recibe una catequesis
adecuada; (2) se ejercita en la prctica de la vida cristiana; (3)
es ayudado por la Iglesia con una serie de ritos litrgicos a
recorrer ms eficazmente el camino de la conversin; (4) aprende a
realizar el apostolado.La eleccin. Etapa marcada por: (1) eleccin o
inscripcin del nombre; (2) tiempo de purificacin durante el cual se
realizan los escrutinios; (3) entregadevolucin; (4) ritos
preparatorios.Los domingos tercero, cuarto y quinto de Cuaresma (o
domingos de la samaritana, del ciego de nacimiento y de Lzaro)
tienen lugar los escrutinios, segn la costumbre antigua. Son una
especie de interrogaciones con el fin de que los candidatos
descubran lo que es bueno y lo que es malo; es una especie de
examen.La entrega del Smbolo y del Padrenuestro se sita entre la
tercera y la quinta semana de Cuaresma. El Sbado Santo tiene lugar
la devolucin del Smbolo, el Effet y la uncin con el leo de los
catecmenos.Los ritos de iniciacin. Los tres sacramentos se
confieren seguidos durante la Vigilia Pascual. Tambin pueden
conferirse en otro momento, por ejemplo, durante la misa de
Pentecosts o de Epifana. En estos casos es necesario resaltar su
carcter pascual. No est bien visto que se celebren durante la
Cuaresma; en algunos lugares incluso no se puede. La secuencia
celebrativa tradicional es: Bautismo, Confirmacin y Eucarista.La
mistagogia. Es el tiempo que sigue a la primera Eucarista y permite
a los nefitos iniciarse en la vida sacramental de la Iglesia.La
cincuentena pascual es el momento privilegiado para realizarla,
teniendo como eje central la Eucarista dominical y como rito vital
la vida de la comunidad cristiana, que debe esforzarse en el
cuidado de los recin nacidos a la vida en Cristo.Durante este
tiempo no existen ritos especficos, aunque en la homila y en la
oracin de los fieles se tiene en cuenta la presencia de los
nefitos.3.6.2 El OBP (Ordo baptismi parvulorum) de 1973Despus de la
polmica con los pelagianos, aument el bautismo de los nios. El
argumento teolgico en que se apoya el bautismo de los nios es el
pecado original (SC 67 y 69). El Concilio pidi que se realizara una
revisin profunda del Ritual del bautismo de nios (RBN), dado que el
entonces vigente acomodacin del ritual de adultos no tena en cuenta
la condicin real del neonato, ni la responsabilidad, dentro del
rito, de los padres. A partir del Concilio Vaticano II la
responsabilidad por la educacin en la fe de los nios recae sobre
los padres. [Ib., p. 198]El contenido del OBP es el siguiente:
[Ib., p. 198](1) introduccin general sobre la iniciacin cristiana y
el bautismo de nios (praenotanda);(2) seis ordines bautismales para
otros tantos supuestos de bautismos de nios;(3) textos varios de
lecturas bblicas del AT y del NT, salmos responsoriales, oracin de
los fieles, etc.El ritual paradigmtico es el del bautismo de varios
nios. Consta de cuatro partes: [Ib., pp. 199-203](1) Rito de
acogida. Su gesto principal es la signacin o consignacin del
candidato realizada por el ministro y los padres y padrinos, gesto
que simboliza la acogida de la Iglesia y es un anticipo del carcter
que se va a conferir en el sacramento.(2) Liturgia de la Palabra.
Es una novedad en la liturgia romana. Su estructura es la
siguiente:(a) lecturas: tomadas del AT, cartas apostlicas y
Evangelio;(b) oracin de los fieles: tiene la misma estructura que
la oracin universal restaurada por el Vaticano II, aunque concluye
con una invocacin a la Santsima Virgen, a San Jos, a San Juan
Bautista, a los Apstoles, y a los santos patronos de los nios y de
la parroquia o iglesia local;(c) exorcismo: es un formulario nuevo
en el que las frases imprecativas al demonio han sido sustituidas
por una frmula deprecativa dirigida al Padre;(d) uncin de los
catecmenos: tiene un carcter exorcstico; est previsto que las
Conferencias Episcopales puedan sustituirla por la imposicin de
manos.(3) Liturgia sacramental. Consta de:(a) bendicin de la fuente
bautismal: se realiza con una frmula epicltica; al principio se
bendeca el agua en la Vigilia Pascual y duraba todo el ao; ahora
hay una doble praxis: durante la cincuentena pascual se utiliza el
agua bendecida la noche de Pascua, fuera de ese tiempo el agua se
bendice en cada caso concreto;(b) renuncias y profesin de fe: este
rito arranca de la poca apostlica y se inspira en la poca
patrstica; la renuncia la hacen los padres y padrinos en nombre del
candidato y significa el compromiso de educar en la fe al
nefito;(c) lavacro trinitario (lo esencial): es un rito muy sobrio,
tanto si se hace por inmersin como por infusin; la frmula que se
emplea en la tradicin occidental es indicativa (N., yo te bautizo
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo) mientras que
en la oriental prevalece N. es bautizado.(d) varios ritos
complementarios: la crismacin; la vesticin; la entrega del cirio,
que se introdujo en la liturgia romana en el siglo X, aunque
sabemos que ya en el siglo IV los fieles adultos cuando ingresaban
en la nave para la Vigilia Pascual lo hacan con velas encendidas;
el effet, que ha perdido su carcter de exorcismo puesto que se
realiza sobre alguien ya bautizado y que simboliza la apertura del
nefito hacia la Palabra de Dios y sus exigencias. (4) Rito
conclusivo. El rito puede concluirse con un canto que exprese la
alegra pascual y la accin de gracias, y, donde exista la costumbre,
con la consagracin del nefito a la Virgen, manifestando as el nexo
indisoluble entre la Madre y el Hijo en la obra redentora y la
maternidad espiritual de Mara en la vida cristiana.Funciones y
ministerios actuales en la celebracin bautismal. El nuevo ritual ha
revalorizado las funciones y ministerios propios de la comunidad
cristiana, de los ministros, de los padres y de los padrinos en
consonancia con la importancia que sta tena en la poca patrstica.
[Ib., pp. 203-205]Los padres. Los praenotanda indican la
responsabilidad y misin prioritaria que tienen los padres a la hora
de pedir el Bautismo para sus hijos y posteriormente para seguir su
educacin en la fe.Los padrinos. Los praenotanda recuerdan sobre los
padrinos que la naturaleza del padrinazgo es como una extensin de
la familia y de la Iglesia; su misin es subsidiaria aunque
importante. Tambin se recuerda que los padrinos han de cumplir con
los siguientes requisitos:ser elegido por los padres o por quienes
ocupan su lugar o, faltando stos, por el prroco o ministro;tener
capacidad suficiente para cumplir esta misin y tener intencin de
desempearla;haber cumplido 16 aos, a no ser que el obispo diocesano
establezca otra edad, o que, por justa causa, el prroco o el
ministro consideren admisible una excepcin;ser catlico y estar
plenamente iniciado;llevar una vida congruente con la fe y la misin
que va a asumir;no estar afectado por una pena cannica,
legtimamente impuesta o declarada, ni ser el padre o la madre de
quien se va a bautizar.Los ministros. Son ministros ordinarios del
Bautismo el obispo, el presbtero y el dicono (cf. RBN 21; CIC
861,1). Son ministros extraordinarios el catequista u otra persona
destinada para esta funcin por el Ordinario del lugar (cf. CIC
861,2). En caso de necesidad es ministro del Bautismo cualquier
persona que tenga la debida intencin (cf. CIC 861,2). Los ministros
ordinarios y extraordinarios slo pueden bautizar lcitamente a sus
sbditos en su propio territorio, salvo en caso de necesidad (cf.
CIC 862).Tiempo y lugar para celebrar el Bautismo. [Ib., pp.
205-207]Tres criterios: la salvacin del nio, la salud de la madre y
la necesidad pastoral.La salvacin del nio es el criterio
prioritario ya que la Iglesia no conoce otro medio que el Bautismo
para asegurar la entrada en la bienaventuranza eterna (CIgC 1257).
Por eso si se encuentra en peligro de muerte, debe ser bautizado
sin demora (CIC 867,2), incluso contra la voluntad de los padres,
sean o no catlicos (CIC 868,2) pues el derecho a la salvacin eterna
prevalece sobre cualquier otro.La salud de la madre debe tenerse en
cuenta para posibilitar la participacin en el alumbramiento
sobrenatural a quien ha alumbrado naturalmente al nio.Por ltimo,
debe tenerse en cuenta la necesidad pastoral, es decir, el tiempo
necesario para preparar la celebracin del Bautismo, de tal modo que
los padres y padrinos puedan participar consciente, piadosa y
fructuosamente.La praxis pastoral se rige por esta norma general:
los padres tienen la obligacin de hacer que sus hijos sean
bautizados en las primeras semanas (CIC 867,1) y los ministros
acceden siempre que la peticin sea razonable.Esta racionabilidad
existe si los padres dan esperanza fundada de que el nio ser
educado, por ellos o por otros, en la religin catlica; no se da, en
cambio, si falta por completo esa esperanza (CIC 868,2); en este
supuesto, debe diferirse el Bautismo, segn las disposiciones del
derecho particular (CIC 868,2), haciendo saber a los padres que la
Iglesia no puede acceder a su deseo por fidelidad y obediencia a
Cristo.En caso de duda, debe conferirse el Bautismo. Si en algn
caso resulta aplicable el principio salus animarum suprema lex es
en el Bautismo.El bautismo de nios nacidos de padres catlicos que
viven en situaciones irregulares plantea un problema cada vez ms
preocupante, en cuya resolucin han de armonizarse la caridad
pastoral, la fidelidad a Cristo y la dignidad del sacramento. Tres
criterios pastorales:(1) Evitar tanto la actitud de un rechazo
frontal como la de una excesiva facilidad, cuando no existe
esperanza fundada de que sern educados en la religin catlica.(2)
Conceder el Bautismo si ambos padres o uno de ellos se comprometen
a educar a sus hijos en la religin catlica o, si ellos no estn en
disposiciones de garantizarlo, que consientan que lo hagan los
padrinos o un pariente prximo.(3) Sopesar la conveniencia pastoral
de que esos bautismos se celebren comunitariamente.El da ms
adecuado para celebrar el Bautismo es el de la Resurreccin del
Seor, durante la Vigilia Pascual, y el domingo, pascua semanal (cf.
RBN 46). Sin embargo, todos los das del ao litrgico son aptos (cf.
CIC 856,1), pues todos ellos estn marcados por el carcter pascual
de la celebracin eucarstica.El lugar para la celebracin del
Bautismo es donde los padres viven normalmente la vida cristiana,
esto es, en la parroquia (RBN 63), a no ser que una causa justa
aconseje otra cosa (CIC 857,2). Cuando no es posible, se celebra en
un oratorio; y si tampoco esto es posible, en un lugar digno (cf.
CIC 858-860).4.0 La ConfirmacinJunto con el Bautismo y la
Eucarista, la Confirmacin constituye el conjunto de los sacramentos
de la iniciacin cristiana; su recepcin es necesaria para la
plenitud de la gracia bautismal, puesto que a los ya bautizados los
une ms ntimamente a la Iglesia y los enriquece con una fortaleza
especial del Espritu Santo (CIgC 1285). [Ib., p. 209]4.1 El don del
Espritu en el ATLa tipologa no es muy distinta de la del Bautismo.
El estudio de los Padres ha conducido al descubrimiento del Espritu
en algunos eventos salvficos del AT. [Ib., p. 209]El ruah de la
creacin. El ruah estaba presente, aleteando sobre las aguas en el
momento de ser creadas, para crear una nueva situacin de vida,
transformando el caos en cosmos.[Ib., p. 209]La paloma del diluvio.
Segn San Cirilo de Jerusaln, la paloma que anuncia el final del
diluvio evoca la paloma espiritual, el Espritu Santo que descendi
sobre Jess verdadero No el da de su bautismo, para manifestar que
es l quien, en virtud de su muerte en la Cruz, confiere la vida a
los creyentes. [Ib., p. 210]La Alianza. Del mismo modo que en la
falda del Sina Israel recibi la ley y estipul la Alianza con la que
se comprometa a servir a Yahvh, los bautizados reciben del Espritu
Santo el sello de la Nueva Alianza con la Confirmacin, que crea en
ellos el compromiso de participar en la misin de la Iglesia. [Ib.,
p. 210]La circuncisin. El sello carnal de la circuncisin evoca el
sello del Espritu que se imprime despus de la profesin bautismal y
que es indeleble. [Ib., p. 210]El carisma proftico del Pueblo de
Dios. El antiguo profetismo ya haba preanunciado la plenitud del
Espritu como una realidad permanente tanto para el Mesas como para
los que formaran parte de su reino: y suceder que en los ltimos
das, dice Yahvh, derramar mi Espritu sobre toda carne, y
profetizarn vuestros hijos y vuestras hijas, y vuestros jvenes vern
visiones y vuestros ancianos soarn sueos. Y sobre mis siervos y
sobre mis siervas derramar mi Espritu en aquellos das, y
profetizarn (Jl 2,28-29). [Ib., pp. 210-211]4.2 El don del Espritu
en el NTEl bautismo de Jess en el Jordn. (Ver apartado
3.2.)Pentecosts. En Pentecosts se sella la Pascua, la donacin del
Espritu es fruto de la Pascua del Seor y manifestacin de su
plenitud. El da de Pentecosts Cristo cumpli su promesa. Pentecosts
se considera el momento instituyente del sacramento. [Ib., pp.
212-213]La donacin del Espritu por la imposicin de manos. La misin
del Espritu en la Iglesia apostlica. [Ib., pp. 213-214]Son muchos
los textos del NT que refieren la imposicin de manos como medio de
transmisin del Espritu (p.e., Hch 8,14-17 donde Pedro y Juan
hicieron descender al Espritu Santo sobre los bautizados por Felipe
en Samara, imponindoles las manos; Hch 19,1-6, cuando en Efeso
Pablo impuso las manos despus de haber bautizado a los discpulos
del Bautista).Samara y Efeso reactualizan Pentecosts mediante el
rito sacramental que nosotros designamos con el nombre de
Confirmacin. Estos acontecimientos son extensibles a las
comunidades apostlicas.Algunos autores no relacionan los sucesos de
Samara y Efeso con la Confirmacin, juzgando que no se trata de
hechos que contrapongan el Bautismo y su efecto, y la imposicin de
manos y el suyo (interpretacin sacramental), sino que refieren dos
comunidades de ndole diversa: unas (Samara y Efeso) de tipo
privado, frente a otra (Jerusaln) que ostenta la capitalidad por
estar presidida por los Apstoles (interpretacin eclesial). No se
tratara de una cuestin sacramental cul es el rito que confiere el
Espritu y quin es el ministro del mismo sino eclesiolgica: cul es
la verdadera Iglesia que posee y otorga el Espritu. El Espritu
desciende nicamente cuando queda establecida la unin con la Iglesia
de Jerusaln por medio de los Apstoles.Toda la tradicin eclesial ha
visto en los sucesos de Samara y Efeso la donacin del Espritu de
Pentecosts mediante el rito de la imposicin de manos de los
Apstoles, rito que es distinto y complementario del bautismal.4.3
La donacin del Espritu en la poca apostlicaEn la Iglesia apostlica
destacan de entre los ritos postbautismales tres: (1) la imposicin
de la mano, (2) la uncin con el crisma, (3) la consignacin o
signacin en la frente con la seal de la cruz. Estos tres ritos
figuran en todas las fuentes (entre ellas la Tradicin Apostlica de
Hiplito) y constituyen en la Iglesia de los Padres el sacramento de
la Confirmacin, tambin conocido como crismacin o consignacin.El que
el sacramento se celebre con estos ritos posee una carga simblica.
Por ejemplo, el imponer las manos significa la sombra del Espritu
Santo y la signacin tiene el significado de un sello con el que el
confirmando es marcado como propiedad de Cristo.4.4 La donacin del
Espritu en la tradicin litrgica romanaEl Sacramentario Gelasiano
presenta un esquema sustancialmente idntico a la Tradicin
Apostlica, aunque la oracin que acompaa a la imposicin de manos se
refiera al Espritu septiforme y la uncin con el crisma vaya
acompaada de la frmula cristolgica el signo de Cristo para la vida
eterna.[Ib., p. 216]El rito aparece en diversos documentos de la
Iglesia romana entre los que destacan el Sacramentario Gelasiano y
el Sacramentario Gregoriano, el Pontifical RomanoGermnico (siglo
X), el Pontifical Romano (siglo XII), el Pontifical de Durando
(1293-1295) y el Pontifical Romano tridentino. En este ltimo
aparece el gesto esencial: la crismacin en la frente en forma de
cruz a la que se aade la rbrica imponiendo la mano derecha sobre la
cabeza del confirmando mientras se dicen las palabras N., yo te
signo con la seal de la cruz y te confirmo con el crisma de la
salvacin, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo.4.5
Sntesis doctrinal de las fuentes litrgicasLa sacramentalildad de la
Confirmacin est atestiguada unnimemente desde la poca apostlica.
[Ib., p. 220]El signo sacramental originario fue el de la imposicin
de manos y una oracin epicltica. La imposicin de manos fue
sustituida en Oriente por la crismacin; en Occidente, en cambio,
pervivi como elemento importante hasta bien entrada la Edad Media.
Sin embargo, la crismacin aparece como elemento sacramental desde
la Tradicin Apostlica, afianzndose progresivamente. De ah nacera la
controversia teolgica sobre el gesto esencial del rito. [Ib., p.
220]Desde los primeros testimonios se advierte la ntima unin del
Bautismo y la Confirmacin; sta se considera como complemento de
aqul. Tambin es perceptible la distincin entre ambos, pues mientras
el Bautismo es administrado por los presbteros, el obispo se
reserva la Confirmacin o en el caso de Oriente y otras iglesias la
bendicin del crisma. La unin con la Eucarista es igualmente clara,
tanto en el plano celebrativo como en el teolgico. [Ib., p. 220]Los
ministros originarios son los obispos como sucesores de los
Apstoles. Es verdad que en Oriente los presbteros confirman de modo
ordinario desde, al menos, el siglo III, pero lo hacen con
delegacin permanente del obispo y siempre con el myrron consagrado
por l. En la liturgia romana esta apostolicidad del ministro es
incluso ms patente. [Ib., p. 220]Durante varios siglos se
celebraron simultneamente los tres sacramentos de la iniciacin
cristiana, tanto en el caso de los adultos como en el de los nios.
En ese perodo exista plena concordancia entre la realidad teolgica
y la ritual. En Oriente se mantuvo esta unin, al ser los presbteros
ministros ordinarios de los tres sacramentos; en Occidente, en
cambio, el establecimiento estable de presbteros en los ncleos
rurales (siglos V-VI) trunc la unidad ritual de la iniciacin, pues
la Confirmacin se reserv al obispo, lo que exiga, con frecuencia,
posponerla al Bautismo y a la Eucarista. Perviva sin embargo la
conciencia sobre la celebracin unitaria de los tres sacramentos y
as se haca cuando estaba presente el obispo. Con la progresiva
generalizacin del bautismo de nios quam primum (siglos X-XI) y la
consiguiente separacin de la Vigilia Pascual, se lleg
paulatinamente a la siguiente praxis: Bautismo a los pocos das del
nacimiento, Confirmacin cuando el obispo visitaba la comunidad
cristiana, y Eucarista. [Ib., p. 220]El primitivo Ritual era muy
sencillo: una imposicin de manos del obispo sobre cada nefito y una
frmula. Sin embargo, el rito apostlico de la imposicin de manos se
sustituy relativamente pronto por el de la crismacin, en la que se
vea una continuacin del rito primitivo. En ambos supuestos, se
trataba de un rito cuya finalidad especfica era conferir la
plenitud del Espritu Santo. En los ms antiguos sacramentarios
existen frmulas eucolgicas que expresan claramente esta realidad.
La autonoma ritual de la Confirmacin supuso un notable incremento
en los ritos, pero no elimin ni oscureci la idea tradicional de ser
el sacramento que confera la plenitud del Espritu Santo; ms an, a
partir del Pontifical RomanoGermnico los textos explicitan
notablemente que dicha donacin est ntimamente relacionada con
Pentecosts. [Ib., pp. 220-221]No resulta fcil determinar en qu
consiste la plenitud de esa donacin; de todos modos, s es
constatable que el Espritu viene a perfeccionar la vida iniciada en
el Bautismo y, a partir de un determinado momento, a fortalecer al
Bautizado en orden al testimonio valiente del Evangelio. [Ib., p.
221]La frmula de la crismacin es un elemento tan variable en la
tradicin romana, que es distinta en Hiplito, en los sacramentarios
y en los pontificales. En la Tradicin Apostlica y los pontificales
es de tipo trinitario, mientras que en los sacramentarios es
cristolgica. [Ib., p. 221]4.6 El actual Ordo ConfirmationisSe
promulga a instancias del Concilio Vaticano II, el 22 de agosto de
1971, segn las orientaciones de Sacrosanctum Concilium (nn. 59 y
71) y de la constitucin Divinae consortium naturae. [Ib., p.
221]Contenido: [Ib., p. 221](1) breves Praenotanda doctrinales;(2)
rito de la Confirmacin dentro de la misa;(3) rito de la Confirmacin
fuera de la misa;(4) observaciones para cuando celebra la
Confirmacin un ministro extraordinario;(5) rito para confirmar en
peligro de muerte;(6) dos apndices: uno bblico y otro con frmulas
de renuncia y profesin de fe, y la constitucin Divinae consortium
naturae, que, siendo distinta del Ordo, es inseparable para su
comprensin.Los criterios seguidos en la reforma del rito han sido,
sobre todo, tres: [Ib., pp. 221-222](1) la relacin de la
Confirmacin con la iniciacin cristiana;El Concilio reclam que la
Confirmacin se considerase como el segundo momento sacramental de
la iniciacin.(2) la participacin de la comunidad;Aunque la
responsabilidad est jerarquizada y los padres tienen el papel
primordial, se recomienda que la comunidad est presente no slo por
motivos festivos y de solemnidad, sino para que la Iglesia local
acoja a los confirmados, exprese su fe y participe con la oracin,
el canto y la comunin eucarstica.(3) la figura del ministro.El
obispo sigue siendo el ministro de la Confirmacin, pero no por el
simple hecho de que se le reconozca la potestad de celebrar el
sacramento o por motivos de solemnidad, sino por su condicin de
sucesor de los Apstoles y cabeza de la Iglesia local. Su presencia
es signo de la eclesialidad de la Confirmacin y de la unidad de la
Iglesia en un momento en que se le agregan nuevos miembros de modo
pleno.Esquema celebrativo. El Ritual de la Confirmacin contempla
una doble posibilidad: que sta se celebre dentro de la misa o fuera
de ella; sin embargo, el rito paradigmtico es el que tiene lugar en
un contexto eucarstico. La Confirmacin dentro de la misa sigue el
esquema de una misa ritual, celebrndose el sacramento de la
Confirmacin entre la Liturgia de la Palabra y la Liturgia
Eucarstica. Elementos del rito sacramental: [Ib., pp. 222-229](1)
Renovacin de las promesas bautismales. Con la renovacin de las
promesas bautismales se realiza un acto de fe personal delante de
la comunidad cristiana y su legtimo pastor.(2) Imposicin de las
manos. El obispo realiza una imposicin de manos comn sobre todos
los elegidos mientras dice una oracin compuesta sobre la base de la
oracin del Sacramentario Gelasiano y del Ritual del Bautismo de
nios en la que se pide la efusin y permanencia del Espritu
septiforme, es decir, la plenitud del Espritu Santo sobre los
bautizados para que sean conformados plenamente con Cristo. Esta
imposicin es distinta de aquella con la cual se confera el
sacramento en la antigedad.(3) Crismacin. Es el gesto esencial del
sacramento. Segn la constitucin Divinae consortium naturae el
sacramento de la Confirmacin se confiere mediante la uncin del
crisma en la frente, que se hace con la imposicin de la mano, y
mediante las palabras recibe por esta seal el don del Espritu
Santo.(4) Otros ritos complementarios. Elementos de rango inferior,
pero relacionados con la parte central del rito sacramental. Pueden
sealarse:(a) la presentacin individual de cada candidato antes de
la crismacin;(b) el llamamiento personal del ministro a cada
confirmando;(c) el beso de la paz, que significa y manifiesta la
comunin eclesial con el obispo y con los dems fieles;Se ha
prescindido del gesto de la bofetada, que se introdujo tardamente
en la liturgia romana. Algunas cuestiones del nuevo Ordo
confirmationis. [Ib., pp. 229-235]La edad del sujeto.La Iglesia
siempre ha conferido la Confirmacin a los ya bautizados. En cuanto
a la edad del confirmando, la praxis no ha sido uniforme y todava
es diferente en Oriente y Occidente. Por lo que respecta a la
liturgia romana, la Tradicin Apostlica seala explcitamente que los
tres sacramentos de la iniciacin se confieren tanto a los adultos
como a los nios, sean de corta edad o lactantes. Esa praxis sigui
vigente mientras la iniciacin cristiana se realizaba en una nica
celebracin litrgica.En la poca en que se generaliz el bautismo de
nios quam primum (siglos X-XI), la Confirmacin preceda o segua a la
primera Eucarista segn pudiese o no estar presente el obispo. De
todos modos, permaneci viva la conciencia de que siempre que fuese
posible la Confirmacin deba preceder a la primera Eucarista.Cuando
el concilio Lateranense (1215) determin que la primera Comunin se
recibiese a la edad de la discrecin, edad que se interpret entre
los siete y doce aos, se impuso definitivamente la praxis antes
sealada: Bautismo quam primum, Confirmacin cuando pudiese estar
presente el obispo, y Eucarista entre los siete y doce aos.Durante
esta poca no exista, por tanto, una edad fija para recibir la
Confirmacin. Pero en el siglo XVI se introdujo un cambio, del cual
se hace eco el Catecismo Tridentino: Todos saben que se puede
administrar el sacramento de la Confirmacin despus del Bautismo;
sin embargo, es ms conveniente no hacerlo antes de que los nios
tengan uso de razn. Por eso, aunque no hay que esperar a los doce
aos, s conviene diferir este sacramento hasta los siete (II, 4,
15). En la prctica, result que la Confirmacin se reciba durante la
adolescencia o incluso ms tarde, pero siempre antes de la primera
Comunin.En el siglo XVII la catequesis de los nios se organiz segn
las orientaciones tridentinas. Eso explica que surgiese la
costumbre del Bautismo cuanto antes, Confirmacin hacia los siete
aos, y Eucarista hacia los once o doce. Tal proceder dio pie a que
en Francia se pospusiese intencionadamente la Confirmacin a la
Primera Comunin por motivos catequticos (para asegurarse de que los
nios estuvieran suficientemente instruidos para confirmarse),
provocando no slo una inversin prctica sino teolgica de la
iniciacin.Benedicto XIV desautoriz esta praxis en su De Synodo
Diocesana y el concilio Vaticano I la hubiese prohibido, de no
haber sido interrumpido bruscamente.Cuando san Po X promulg el
decreto Quam singulari (1910), estableciendo que la Primera Comunin
no se recibiese al terminar la formacin catequtica once, doce o ms
aos sino hacia los siete aos, ampli, sin pretenderlo, el uso
localizado hasta entonces en algunos lugares de Francia e Italia;
de hecho, hasta la promulgacin del Cdigo de 1917, la Confirmacin se
confera despus de la Primera Comunin.El concilio Vaticano II
recuper la unidad teolgica y celebrativa de la iniciacin cristiana,
sobre todo en los adultos; pero en cuanto a la edad de la
Confirmacin no resolvi nada. El resultado se encuentra en el actual
Ordo confirmationis segn el cual los adultos, a la vez que reciben
el Bautismo deben ser admitidos a la Confirmacin y a la Eucarista
(n. 11,1), mientras que los nios debern confirmarse hacia la edad
de siete aos (n. 12), aunque las Conferencias Episcopales puedan
diferir el sacramento hasta una edad ms tarda por motivos
verdaderamente pastorales.El ministro.Segn los Hechos de los
Apstoles, los ministros originarios de la Confirmacin son los
Apstoles.Cuando en el siglo III se multiplicaron en Oriente las
iglesias rurales y se asentaron en ellas los presbteros, stos tenan
la potestad ordinaria de conferir los tres sacramentos de iniciacin
cristiana, pero la bendicin del crisma estaba reservada a los
obispos, como sucesores de los Apstoles.En frica y Roma, en cambio,
slo el obispo era ministro originario y ordinario de la
Confirmacin. Ms an, Roma intervino enrgicamente cuando ciertos
presbteros intentaron conferir el crisma, aunque con el tiempo
permiti que lo hicieran alguna vez en ausencia del obispo y, a
partir del siglo XIII, facult a los misioneros para hacerlo de modo
habitual si resultaba difcil la presencia del administrador
apostlico.El Cdigo de 1917 contena la normativa siguiente: el
obispo es el ministro ordinario; son ministros extraordinarios los
presbteros que por derecho comn o por indulto apostlico tienen
poder de confirmar.Po XII concedi que los prrocos pudieran
confirmar en peligro de muerte (Spiritus Sancti munera, 1946).El
Ordo confirmationis recoge, por una parte, esta legislacin, y por
otra, introduce importantes novedades. Entre las ms importantes
estn:En el caso de un nefito adulto, el presbtero que, por encargo
a l legtimamente concedido, bautiza a un adulto o a un nio en edad
catequstica, o introduce en la plena comunin con la Iglesia a un
adulto vlidamente bautizado (n. 7,B) tiene facultad de confirmar
ipso iure.Adems, cuando se da una verdadera necesidad o causa
especial, como sucede algunas veces por el gran nmero de
confirmandos (n. 8), el ministro contemplado en el nmero 7 y el
ministro extraordinario por indulto apostlico o por derecho, pueden
asociar a otros presbteros, para que, junto con l, confieran el
sacramento.El Cdigo de Derecho Cannico de 1983 no asumi el trmino
originario, sino que prefiri el ms jurdico de ordinario; pero no
introdujo novedades sustanciales, y estableci que el ministro
ordinario de la Confirmacin es el obispo (CIC 882), aunque tambin
puede administrar vlidamente este sacramento el presbtero dotado de
facultad por el derecho comn o por concesin peculiar de la
autoridad competente (CIC 882). En los cnones 883 al 888 se
explicita y concreta este principio general. En caso de peligro de
muerte, el prroco, e incluso cualquier sacerdote, puede confirmar
(CIC 882-883).El padrino.Las primeras noticias sobre el padrino de
la Confirmacin aparecen en algunos snodos galicanos de los siglos
VIII-IX, donde se prohibe ejercer el padrinazgo a los padres, y a
los pecadores pblicos.En una rbrica del Sacramentario Gregoriano
del siglo IX y del Pontifical RomanoGermnico se prescribe que el
confirmando ponga su pie en el pie derecho del padrino en el
momento de la confirmacin, a no ser que por su corta edad deba ser
sostenido en brazos. Esta rbrica se conserva todava en el ltimo
Pontifical, aunque en la prctica haba sido sustituida por el
contacto de la mano derecha del padrino en el hombro del
confirmando.El Ordo confirmationis ratifica la institucin del
padrinazgo, precisa su naturaleza, nmero y ministerio, y seala los
requisitos para su ejercicio.Naturaleza. Es propio del padrino (1)
llevar a los candidatos a recibir el sacramento; (2) presentarlos
para que lo reciban; y (3) ayudarles a cumplir los compromisos
bautismales, segn el Espritu recibido. El Cdigo actual acenta esta
responsabilidad, pues asigna al padrino el oficio de ayudar al
confirmando a que se comporte como verdadero testigo de Jesucristo
y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento (CIC
892).Nmero. La Iglesia ha preferido siempre que cada confirmando
tenga su propio padrino y ha rechazado el abuso de que uno fuese
padrino de muchos confirmandos, tolerndolo nicamente en caso de
verdadera necesidad. Cada confirmando tenga su propio padrino
(CIC-1917, 794,1). El Ordo actual ratifica la misma praxis, aunque
el Cdigo de 1983 la suaviza, al introducir la clusula en cuanto sea
posible (CIC 892).Ministerio. El Ordo asume y modifica parcialmente
la praxis anterior, pues precisa que si los confirmandos son nios,
les acompaa uno de los padrinos o uno de los padres (RC 25); aunque
en el momento de la crismacin, el que presenta al confirmando
coloca su mano derecha sobre el hombro de ste y dice al obispo el
nombre del presentado (RC 34).En los requisitos necesarios para
ejercer el padrinazgo se ha verificado un cambio de gran relieve,
pues, de la prohibicin del Cdigo de 1917, se ha pasado a recomendar
que el padrino del Bautismo sea tambin el de la Confirmacin. Se
trata de un cambio con hondas races teolgicas, derivado de la ntima
conexin existente entre el Bautismo y la Confirmacin. Sobre los
dems requisitos, el Ordo confirmationis y el Cdigo, que concuerdan
sustancialmente, sealan los siguientes:(1) que haya sido elegido
por quien va a confirmarse o por sus padres o por quienes ocupan su
lugar o, faltando stos, por el prroco o ministro, y que tenga
capacidad para esta misin e intencin de desempearla;(2) que haya
cumplido diecisis aos, a no ser que el obispo diocesano establezca
otra edad, o que, por justa causa, el ministro considere admisible
una excepcin;(3) que sea catlico, est confirmado, haya recibido la
Eucarista y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y
con la misin que va a asumir;(4) que no est afectado por una pena
cannica legtimamente impuesta o declarada;(5) que no sea el padre o
la madre de quien se ha de confirmar.5.0 La EucaristaLa Sagrada
Eucarista culmina la iniciacin cristiana. Los que han sido elevados
a la dignidad del sacerdocio real por el Bautismo y configurados ms
profundamente con Cristo por la Confirmacin, participan por medio
de la Eucarista con toda la comunidad en el sacrificio mismo del
Seor (CIgC 1322). [Ib., p. 237]5.1 Prefiguraciones de la Eucarista
en el ATEl proyecto salvfico de Dios es una realidad unitaria y
lineal que se ha llevado a cabo de una forma progresiva, mirando
hacia la plenitud de los tiempos y, concretamente, hacia el
Misterio Pascual de Cristo. Por eso la Eucarista, aunque es una
realidad radicalmente nueva, ha surgido en plena armona con la
economa antigua, que es, por tanto, el marco adecuado para su
compresin. [Ib., p. 237]5.1.1 Los sacrificios
veterotestamentariosOcuparon un lugar central en la historia de la
salvacin y en el culto de Israel. Eran actos cultuales en los que
el pueblo expresaba la absoluta soberana de Dios sobre todo lo
creado y simbolizaba su donacin personal, tratando de captar la
amistad, la benevolencia o el perdn divinos. [Ib., p. 238]Segn la
materia, se agrupaban en cruentos (vctimas) e incruentos (frutos
del campo). [Ib., pp. 238-239]Los sacrificios cruentos adoptaban la
forma de holocaustos o comunin.Los holocaustos consistan en quemar
completamente la vctima y se realizaban con un ritual muy sencillo.
En el perodo nmada tenan un sentido latrutico; despus,
expiatorio.Los sacrificios pacficos llamados a veces de comunin
diferan de los holocaustos en que los oferentes coman parte de la
vctima. Tenan un carcter festivo y alegre. Era caracterstica la
participacin tripartita en la vctima: Dios, el sacerdote y el
oferente. Al comerlo en un lugar sagrado, los comensales entraban
en comunin con la divinidad. El ritual de estos sacrificios est
descrito en el Levtico (Lev 3).A estos sacrificios hay que aadir
los expiatorios, cuya finalidad era obtener el perdn de las faltas
involuntarias, aunque sin excluir los dems pecados. En ellos tenan
un papel importantsimo la sangre y la carne sacrificada.El ms
importante de todos era el Yom Kippur. Segn el ritual descrito en
el Levtico (Lev 16,11-33), el Sumo Sacerdote entraba en el sancta
sanctorum y ofreca dos sacrificios: uno por l mismo y la casta
sacerdotal, y otro por el pueblo.Este sacrificio tiene
connotaciones eucarsticas, sobre todo a la luz de la carta a los
Hebreos: lo realizaba el Sumo Sacerdote, con sangre, por los
pecados, y obteniendo el perdn de los mismos. Jesucristo, Sumo
Sacerdote, mediante su sangre derramada cruentamente en la cruz y
ofrecida como expiacin de todos los pecados, restaura la Alianza
rota por las transgresiones; y en el sacrificio eucarstico contina
derramando msticamente esa sangre para el perdn de los pecados de
todos los hombres.En los sacrificios incruentos se ofrecan frutos
del campo. El oferente llevaba la ofrenda a los sacerdotes
ministros oficiales del sacrificio, quienes la quemaban
parcialmente sobre el altar como memorial (Lev 2,2), quedndose con
el resto. Cuando se ofrecan como complemento de los sacrificios
cruentos, iban acompaados de una libacin de vino.5.1.2 La PascuaEl
acontecimiento histrico pascual es tipo de la Eucarista. La Pascua
era la principal fiesta juda desde los tiempos del xodo, momento de
la salida y liberacin de la esclavitud de Egipto, del paso del Mar
Rojo y la realizacin de la alianza prometida en la falda del Sina.
Esta intervencin salvfica especial de Dios estaba destinada a ser
una realidad permanente: este ser un memorial entre vosotros y lo
celebraris como fiesta en honor de Yahwh de generacin en generacin
(Ex 12,14). Su descripcin aparece dos veces: una como mandato de
Dios a Moiss (Ex 12,1-4) y otra como mandato divino transmitido por
Moiss al pueblo (Ex 12,21-27). [Ib., p. 239]En virtud del mandato
divino, todos los aos, el da 10 del mes de Nisn, cada familia
separaba del resto del rebao un cordero o cabrito de un ao y sin
defecto. El da 14 lo inmolaba entre las dos luces (entre la cada
del sol y la salida). Luego rociaba con la sangre las jambas y el
dintel de la puerta de la propia casa. Entrada la noche, cada
familia a veces varias reunidas coma el cordero asado, con un
ritual semejante al que usaban los pastores en la fiesta de
primavera, pero con un significado distinto. [Ib., p. 239]Los
elementos celebrativos son los mismos de la poca nmada, pero con un
sentido salvfico: la sangre del cordero simbolizaba la salvacin
concedida por Yahwh en el momento de su paso por Egipto; las
hierbas amargas, la amargura de la esclavitud; los panes cimos, la
salida precipitada, que impidi su fermentacin; y los vestidos
puestos, la actitud de marcha. Al principio fue una fiesta
exclusivamente familiar; pero desde que en tiempos de Josas se
convirti en fiesta de peregrinacin, se iniciaba en el Templo y se
conclua en casa con la cena pascual. [Ib., p. 239]En ambos casos,
sin embargo, tena el mismo sentido: reactualizar no slo recordar
los sucesos salvficos del xodo en un perpetuo hoy y ahora (memorial
de la Pascua), de modo que los celebrantes experimentasen en s
mismos la presencia y accin liberadora de Dios. El acontecimiento
se haca presente, o ms bien cada uno se haca contemporneo del
acontecimiento. [Ib., pp. 239-240]La Pascua postexlica. Despus del
exilio, la Pascua adquiri una nueva dimensin gracias a los
profetas, quienes contemplaron el futuro a la luz de los hechos del
xodo, dando como resultado la consideracin de la historia de Israel
no ya como una accin pasada sino como una realidad futura, en la
que Yahwh liberara definitivamente a su Pueblo. La potencia
salvfica desplegada por Dios en el pasado era la garanta de esa
futura y definitiva liberacin. La Pascua vino a ser no slo un
memorial del xodo sino una expectativa mesinica. [Ib., p. 240]Al
fusionarse con la Pascua, la fiesta de los cimos perdi su
primigenio significado agrcola, insertndose tambin en los hechos
del xodo o, lo que es lo mismo, en la historia de la salvacin. Esta
fusin dio lugar a una fiesta pascual que comenzaba el 14 de Nisn y
se prolongaba siete das a partir del 15 de ese mes. Los panes
cobraron gran importancia, porque la cena pascual comenzaba con el
rito de partir el pan. [Ib., p. 240]5.1.3 El sacrificio de la
AlianzaLa accin liberadora de Israel concluy con la alianza del
Sina, que fue sellada con sangre. Como la sangre era para los
hebreos signo de la vida, al ser usada en la Alianza, significaba
que en adelante existira una comunin de vida total y permanente
entre Yahwh y su pueblo: Dios se comprometa a intervenir siempre en
favor de Israel y ste a serle fiel. Tal comunin de vida se expresa
en las palabras sta es la sangre de la Alianza que Yahwh ha hecho
con vosotros (Ex 24,8); palabras que Mt 26,28 y Mc 14,24 ponen en
labios de Jess al instituir la Eucarista. [Ib., p. 241]Al rito de
la sangre le sigui un banquete sacrificial entre Dios y los
representantes del pueblo. Es un banquete de alianza, que
originariamente no tuvo el carcter expiatorio que le dieron
posteriormente los rabinos y que conservaba en tiempos de
Jesucristo. Precisamente la Eucarista fue instituida como un
banquete de comunin de la propia carne de Cristo y en ella se da el
binomio carnesangre que aparece ya en el Sina. [Ib., p. 241]5.1.4
El sacrificio del Siervo de YahwhEn el proceso de profundizacin de
la Alianza y dentro del contexto del destierro aparece en el
profetismo la figura del Siervo de Yahwh, el cual no slo realizar
la alianza, sino que ser en s mismo alianza entre Dios y su pueblo
(Is 42,6). A l se refieren los cuatro cnticos del Siervo de Isaas.
[Ib., p. 241]Este siervo tiene tres notas caractersticas: (1) su
misin es semejante a la de los profetas; (2) pero es universal y
mesinica; (3) ser vctima expiatoria por los pecados de todos. [Ib.,
p. 241]Lucas pone en labios de Cristo el cumplimiento en l del
canto del Siervo (Lc 22,37); Marcos alude a la accin vicaria del
siervo de Yahwh relacionndolo con el sacrificio de Jesucristo (Mc
10,45); y Mateo abunda en el mismo sentido (Mt 3,17). Por otra
parte, el mismo San Mateo habla del sacrificio eucarstico realizado
por los muchos (Mt 26,28), que Pablo y la primera comunidad
cristiana entendieron como equivalente de todos. En Ap 1,5-6 y Tit
2,4 Jesucristo aparece como siervo de Yahwh y vctima expiatoria.
[Ib., p. 242]5.1.5 Tipos eucarsticos veterotestamentariosLas
principales prefiguraciones tipolgicas veterotestamentarias son las
tres mencionadas por el Canon Romano (los sacrificios de Abel,
Abrahm y Melquisedec) y el man. [Ib., p. 242]5.1.6 Profecas
eucarsticasLa profeca de Malaquas. Malaquas es un profeta que
aparece en un momento de profunda relajacin religiosa de Israel,
provocada por la interpretacin materialista del mesianismo de Ageo
y Zacaras, y por la comprobacin de su precaria situacin
sociopoltica, pues era una comunidad mirada con displicencia por
los pueblos vecinos y se haba convertido en una minscula provincia
del Imperio Persa (siglo V a.C.). El profeta echa en cara al pueblo
sus pecados, recrimina a los sacerdotes por no instruir al pueblo,
y promete para los tiempos mesinicos un sacrificio que se ofrecer a
Dios en todas partes y le ser agradable. La tradicin patrstica y
litrgica ha visto en el orculo de Malaquas una profeca eucarstica.
[Ib., p. 244]El banquete escatolgico. As como el comienzo de la
Alianza requiri un sacrificio y un banquete, as tambin el comienzo
de la nueva y definitiva Alianza o la conclusin ltima de la
historia prevean un banquete con sentido religioso. Este banquete
lo encontramos en los profetas y en los libros sapienciales. [Ib.,
p. 245]5.2 La institucin de la Eucarista5.2.1 El sermn del pan de
vidaSan Juan escribe su Evangelio en las postrimeras del siglo I,
en una situacin en la que todas las comunidades cristianas
celebraban la Eucarista y, ms an, hacan de ella el centro de su
vida en Cristo. Nada de extrao, por tanto, que San Juan omita su
institucin. Sin embargo, tanto en el contexto de la ltima Cena
(alegora de la vid, oracin sacerdotal, mandamiento nuevo, lavatorio
de los pies...) como y, sobre todo en el discurso sobre el pan de
vida, resuenan las palabras institucionales. En este discurso estn
la carne, la sangre, el comer, el beber, la entrega por la vida del
mundo. [Ib., p. 253]Estructura. El captulo sexto de Juan est
dividido en tres partes: una introduccin compuesta por los relatos
de la multiplicacin de los panes y los peces, el caminar sobre las
aguas y una transicin; el discurso del pan de vida; y el eplogo
(defeccin de muchos discpulos y confesin de Pedro). [Ib., p. 253]La
multiplicacin de los panes. Juan sita el milagro en una doble
perspectiva: cristolgica y eucarstica. [Ib., p. 254]El aspecto
cristolgico aparece en la presentacin del milagro como una obra que
realiza el mismo Cristo, con el fin de que quienes lo contemplan
comprendan que ha bajado del Cielo y se adhieran a su persona.La
vertiente eucarstica se expresa en la afirmacin de que la Eucarista
es tambin un alimento, aunque espiritual, y en una serie de
detalles sealados intencionalmente:la descripcin del milagro segn
el esquema de los relatos institucionales (tom los panes, dio
gracias, los parti y se los dio a los Apstoles);la autonoma del
milagro: Juan lo presenta como si Jess hubiese ido a un lugar
determinado para all dar de comer a la muchedumbre;la iniciativa de
darles de comer que parte de Jess;el paralelismo de lo que aconteci
en el cenculo: Jess es quien distribuye el pan, indicando que en la
Eucarista es l quien alimenta a las almas, sean quienes sean los
ministros;la insistencia en el trmino eujaristesas en lugar de
euloguesas sin que lo exija el texto;el trato dispensado a los
trozos sobrantes: Cristo manda recogerlos para que nada se pierda,
mandato innecesario entre los judos, dado su gran respeto al pan;el
nmero de cestos que se llenaron con las sobras: doce canastas, el
mismo nmero que el de los Apstoles, a quienes Jess entreg la
Eucarista;la abundancia de pan: las turbas se hartaron y an sobr
mucho, al igual que la Eucarista, que es inagotable;el contexto
pascual: estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judos;la conexin
entre la Eucarista y la multiplicacin de los panes, introducida con
naturalidad por el tema del man.El discurso del pan de vida.
Actualmente prevalece la opinin de que el discurso es una pieza
unitaria, cuyo contenido nico es eucarstico. Los milagros de la
multiplicacin de los panes y de andar sobre las aguas tendran la
finalidad de preparar a las turbas para aceptar a Cristo por la fe,
la cual es absolutamente necesaria para recibirlo en la Eucarista.
Comer a Cristo por la fe en l y comer su Cuerpo no son dos
realidades autnomas, sino ntimamente unidas, dado que la primera se
orienta a la segunda. [Ib., pp. 255-256]El sermn ha de entenderse
en sentido realista, segn el tenor de las palabras, la
interpretacin dada por el mismo Jesucristo y la reaccin provocada
en no pocos discpulos. Notemos, a este respecto, los siguientes
hechos:El binomio carnesangre se corresponde con el de Cuerpo
(carne) y Sangre de los sinpticos y de San Pablo. San Juan lo
interpreta en sentido tan realista, que llega a emplear cuatro
veces el trmino trogein, que literalmente significa masticar.Beber
sangre es una expresin bblicamente escandalosa si se toma
literalmente, pues exista una prohibicin solemne de beber sangre o
comer carne no desangrada; en cambio era inocua si se entenda en
sentido metafrico. Ahora bien, el escndalo y el rechazo de muchos
discpulos demuestran que las entienden en sentido
literal.Jesucristo mismo interpreta el sentido de sus palabras,
cosa que no hace en el momento de la institucin. Insiste en la
necesidad de comer realmente su Carne y beber su Sangre, y se
ratifica en estas palabras a pesar de la actitud de los discpulos
que le abandonan.Existe una clara equivalencia entre las palabras
el pan que Yo dar es mi Carne para la vida del mundo (Jn 6,51) y
las institucionales Cuerpo entregado por vosotros, por los muchos.
La Carne para la vida del mundo es el Verbo hecho carne (sarx), la
persona entera de Cristo que se entrega en sacrificio para la
salvacin (vida) del mundo. Es evidente su sentido
sacrificial.Jesucristo, mediante un lenguaje simblico, revela una
realidad no simblica: da a comer y beber no un smbolo sino su misma
persona. Gracias a esa donacin, en la Eucarista se comunica a quien
comulga la vida del Padre. Cristo permanece en el fiel y l en
Cristo, y l le har partcipe de su resurreccin gloriosa. La
Eucarista es, pues, la culminacin de la Encarnacin, al posibilitar
que la vida del Padre, que est en el Hijo, llegue a todos
nosotros.5.2.2 Los relatos institucionalesLa institucin de la
Eucarista est atestiguada por Mc 14,23-24, Mt 25,26-29, Lc 22,19-20
y 1 Cor 11,23-26. La historicidad de estas fuentes est avalada por
la ms exigente crtica histrica y se fundamenta, sobre todo, en la
fidelidad de los Apstoles al mandato de Jess (haced esto en memoria
ma) y en la liturgia. Los cuatro relatos nos transmiten una
tradicin oral que se remonta a los mismos orgenes y tienen el sello
de la liturgia, que ha eliminado lo accidental y transmite la
sntesis de lo que realiz Jess en la ltima Cena. [Ib., pp.
245-246]Cuando los sinpticos narran el momento instituyente, estn
narrando el modo como las iglesias celebraban la cena eucarstica.
El carcter estereotipado de la composicin parece indicar que se
trata de un texto memorizado, sin duda porque se utilizaba en la
celebracin.Al comparar los cuatro textos institucionales se
advierten dos tradiciones sustancialmente equivalentes: la petrina
o palestinense (Marcos y Mateo) y la paulina o antioquena (Pablo y
Lucas). [Ib., p. 246] Los tres textos sinpticos se encuentran
dentro de narraciones de acontecimientos histricos de la vida de
Cristo. El texto de San Pablo se inserta dentro de un contexto
doctrinal y es el relato ms antiguo, remontndose a unos escasos 25
aos de los sucesos.Vemos en ambas tradiciones la misma estructura,
articulada por la sucesin de cuatro verbos, el ltimo de los cuales,
aunque no se halla en la epstola a los Corintios, puede ser suplido
por el contexto: [Martimort, o.c., p. 315](1) Jess tom pan, y luego
una copa de vino,(2) dio gracias o pronunci la bendicin,(3) parti
el pan,(4) dio a sus discpulos.Al comparar los cuatro relatos
encontramos las siguientes caractersticas: [Abad Ibez, o.c., pp.
246-247](1) La tradicin paulina precisa que la bendicin sobre el
vino tuvo lugar despus de haber cenado. La tradicin petrina sita la
institucin de la Eucarista durante la Cena, sin ulteriores
explicaciones.(2) La tradicin paulina emplea para referirse a la
oracin que Jess pronunci sobre el pan la palabra eucarista
(eujaristesas, gratias egit, habiendo dado gracias), mientras que
segn la tradicin petrina Jess pronunci una eulogua (euloguesas,
benedixit, habiendo bendecido). Dado que Jess probablemente
pronunci las palabras en hebreo, ambos trminos traduciran la
expresin semtica mebarek (BRK), que significa bendecir o alabar a
Dios por sus obras salvficas. [Ib., p. 251](3) Ambas tradiciones
afirman que Jess pronunci una eucarista (accin de gracias) antes de
las palabras institucionales sobre el vino. [Ib., p. 251](4) A la
frmula esto es mi Cuerpo Lucas aade entregado por vosotros y Pablo
que es dado por vosotros; Marcos y Mateo la transmiten sin precisar
ms.(5) En la bendicin del cliz, la tradicin paulina pone como
predicado a la Alianza; la petrina pone la sangre.(6) En la
tradicin paulina la sangre es derramada por vosotros, mientras que
en la petrina la sangre es derramada por los muchos, es decir, por
todos.(7) El mandato haced esto en memoria ma es recogido dos veces
por Pablo despus del pan y del vino, una vez por Lucas despus del
pan, y ninguna por Marcos y Mateo.Esta omisin no avala la tesis de
una interpolacin de la comunidad cristiana postpascual; se trata de
un hecho que tiene su origen en la liturgia, donde las rbricas no
se pronuncian sino que se realizan. [Ib., p. 252](8) Slo Mateo
contiene la expresin en remisin de los pecados.(9) Slo la tradicin
paulina aplica el adjetivo nueva a la Alianza.Estructura
celebrativa de la primera Eucarista. [Ib., pp. 256-257]Depende de
una cuestin previa: si la ltima Cena fue o no estrictamente
pascual. La mayor parte de los exegetas sostiene que hoy no es
posible dilucidar completamente el problema. En cambio, suele
admitirse el carcter pascual de la Cena, pues pascuales fueron la
atmsfera, el ambiente y el contexto; de tal modo que la teologa de
la Pascua juda subyace en la ltima Cena, independientemente de la
solucin histrica.De todos modos, la cuestin tiene menos importancia
de la que, a veces, se ha pretendido, pues aquella se desarroll en
su parte ms importante no tanto a partir del ritual de la cena
pascual juda, cuanto de la secuencia de los cuatro verbos tom, dio
gracias, parti, dio.Esta secuencia, a su vez, dio lugar a otra
correlativa: la presentacin de los dones (en la que se toman las
ofrendas para ponerlas sobre el altar), la consagracin de esos
dones en la plegaria eucarstica, la fraccin del pan consagrado, y
la comunin. Dentro de estos cuatro, la primaca la tiene la plegaria
eucarstica, que es la que da al rito el carcter de accin de gracias
y de renovacin memorial del sacrificio de la Cruz.Adems, pronto se
separ la celebracin eucarstica del marco de una comida, aunque los
asistentes comieran juntos antes o despus de la misma, y se
incorpor, a su vez, un elemento nuevo: la lectura de los libros de
los dos Testamentos. Sobre estos dos hechos se fundamenta la
estructura posterior de la celebracin eucarstica.5.3 La celebracin
eucarstica en la poca apostlicaLos testimonios de este perodo son
escasos, breves y fragmentarios. Se reducen fundamentalmente al
libro de los Hechos de los Apstoles y al captulo 11 de 1 Cor.Segn
Hechos, la Eucarista se celebraba en las casas, como una estructura
esencial de la Iglesia madre de Jerusaln, pues el primer sumario
menciona entre las coordenadas esenciales de la vida de la
comunidad la didak, la fractio panis, la koinona y la oracin (cf.
Hch 2,46-47). En esta comunidad primitiva, la celebracin eucarstica
estuvo enmarcada originariamente dentro de una comida ordinaria y
sigui las lneas bsicas del banquete judo: al principio tena lugar
la bendicin del pan, segua el convite y al final se bendeca el
cliz. Ms adelante, la comida se desplaz al comienzo de la
celebracin, y las frmulas del pan y del vino al final; incluso
parece que pronto se desgaj del banquete, segn el testimonio de
Mateo y Marcos, donde slo se menciona la Eucarista, y la bendicin
del pan y del vino aparecen unidas sin solucin de continuidad.
[Ib., p. 258]En Corinto, la celebracin de la Eucarista se remonta a
la fundacin de esta comunidad (cf. 1 Cor 11,23). Estaba precedida
de un gape o banquete de fraternidad. Esta era la prctica cuando
San Pablo les escribi 1 Cor en la primavera del ao 57. La comida
fraterna era un signo de caridad y unidad entre los asistentes,
pues serva para ayudar a los pobres y necesitados, y pasar por
encima de las diferencias sociales de los participantes,
convirtindose as en una adecuada preparacin y en un cierto anticipo
de la Eucarista. Probablemente en estas celebraciones de Corinto se
lean ya los libros del AT, siguiendo la costumbre de la sinagoga,
con la que los cristianos rompieron enseguida. [Ib., p. 258]En la
comunidad de Trade (cf. Hch 20,7ss) hay un dato importante: San
Pablo celebra la Eucarista segn costumbre, pero lo hace el domingo.
La especificacin de la fecha cargada de intencionalidad deja
entrever que esta institucin estaba ya consolidada no slo en esta
sino en otras comunidades. [Ib., p. 259]Las comunidades a las que
se dirige San Lucas en su Evangelio han aadido a la celebracin
eucarstica la lectura de los escritos del AT segn se desprende del
relato de Emas (Lc 24,27-31), en el que resulta difcil no ver detrs
de la repeticin de las Escrituras y de la expresin comenzando por
la Ley y siguiendo por los Profetas, unidas a tom el pan, lo
bendijo, lo parti y se lo dio, la praxis de unas comunidades a las
que se considera fieles al Seor porque leen las Escrituras durante
la celebracin de la Eucarista, a la vez que se les da la clave para
comprender ese proceder: el Seor se revela se da a conocer a sus
discpulos que se renen para celebrar la Eucarista, cuando les parte
el pan de la Palabra y el pan de su Cuerpo. [Ib., p. 259]5.4 La
celebracin eucarstica en el siglo IIEn el siglo II el cristianismo
estaba bastante difundido, sobre todo en el mundo mediterrneo. Eso
explica que los documentos eucarsticos sean relativamente numerosos
y explcitos. Los testimonios ms destacables son de Plinio el Joven,
San Ignacio y San Justino. [Ib., p. 259]La Apologa primera que San
Justino dedic al emperador Antonino Po hacia el 150 describe con
detalle la Eucarista dominical que celebraba la comunidad de Roma.
Su conjunto ritual se remonta a la poca apostlica, y presenta la
misa tal como se celebraba desde el da en que la Eucarista se separ
de la cena ritual juda. San Justino deja claro que la asamblea
estaba muy desarrollada y organizada, pues junto al obispo hay
lectores y diconos que realizan la lectura de la Palabra, la
presentacin de dones y la distribucin de la Comunin. El obispo
preside, y a l le corresponde predicar la homila y proclamar la
larga accin de gracias o plegaria eucarstica. Tambin es su funcin
recoger las ofrendas y distribuirlas entre los necesitados. [Ib.,
pp. 259-260]La celebracin eucarstica gira en torno a dos ejes: la
Palabra (lecturas, homila, oracin comn, sculo de la paz) y la
liturgia propiamente eucarstica (presentacin y consagracin de los
dones, Comunin). Esta estructura que describe San Justino se ha
conservado a travs de los siglos hasta nosotros. [Ib., p. 260]5.5
La celebracin eucarstica en el siglo IIICuando San Justino describe
la celebracin eucarstica seala que el obispo, despus que le han
presentado en el altar pan y una copa de vino con agua, segn sus
fuerzas, hace una larga accin de gracias, que concluye con el amn
del pueblo. La expresin segn sus fuerzas indica la inexistencia de
un texto escrito y obligatorio para la anfora. Ciertamente esta
oracin se mova dentro de una temtica y estructura tradicionales,
pero el modo concreto de proclamar la alabanza y dar gracias se
dejaba a la iniciativa del que presida la celebracin. Los primeros
textos fijos de plegarias eucarsticas, tanto en Oriente como en
Occidente, son bastante posteriores. [Ib., p. 261]Un anticipo de
esa futura situacin se encuentra, quiz, en la Tradicin Apostlica de
San Hiplito, donde aparece un texto anafrico, que, sin ser oficial
ni obligatorio, gozaba de una gran estima y probablemente de gran
uso en la Iglesia romana de finales del siglo II y principios del
tercero. En sus contenidos y partes principales refleja una
tradicin muy antigua y es propuesto como modelo de ortodoxia. [Ib.,
p. 261]5.6 La eucarista en la liturgia romana desde el siglo IV
hasta el siglo VIIIEl perodo comprendido entre los siglos IV al
VIII se caracteriza por los hechos siguientes: [Ib., p. 263]la
multiplicacin de los formularios,la aparicin de los primeros libros
estrictamente litrgicos,la formacin de las liturgias locales
(romana, milanesa, hispana, etc.),el nacimiento de dos grandes
bloques litrgicos muy definidos en Oriente y Occidente.Antes de la
paz constantiniana, la celebracin eucarstica giraba en torno a la
liturgia de la Palabra y a la liturgia estrictamente sacramental.
Este esquema permanece invariado, pero se aadieron nuevos ritos y
se reorganizaron parte de los ya existentes. Entre los nuevos,
figuran casi todos los que hoy llamamos ritos introductorios,
concretamente: el introito, el saludo a la comunidad cultual y la
veneracin del altar, el Kyrie, el Gloria y la oracin colecta. [Ib.,
p. 264]La liturgia de la Palabra segua centrada en torno a las
lecturas y la homila, pero se incorporaron el salmo responsorial
despus de la epstola y el aleluya antes del Evangelio. Adems, hay
dos cambios de entidad: se desplaz el rito de la paz a la comunin,
y se suprimi la oracin de los fieles. [Ib., p. 264]En la liturgia
eucarstica propiamente tal, tambin se verificaron algunos cambios
importantes. Por ejemplo, la solemnizacin de la procesin de las
ofrendas con una procesin semejante a la de la comunin, y la
incorporacin de la oracin sobre las ofrendas o super oblatam, como
la llama el Sacramentario Gregoriano. El hecho ms importante fue la
aparicin y fijacin del Canon Romano, cuya estructura y contenidos
incluyen los elementos bsicos tradicionales: la accin de gracias,
el relato institucional, la epclesis, la anmnesis y la doxologa.
[Ib., p. 264]Esta liturgia es el embrin del rito romano tal como lo
conocemos ahora despus del Concilio Vaticano II.5.7 La eucarista
romana desde el siglo IX hasta el Concilio de TrentoDurante el
perodo comprendido entre el siglo IX y el Concilio de Trento, la
liturgia eucarstica es testigo de los siguientes fenmenos: [Ib., p.
264]se compilan y fijan los textos del perodo precedente,aparecen
nuevos libros,los ritos se complican y se interpretan
alegricamente,proliferan las apologas y secuencias,la participacin
del pueblo es cada vez menor.Los siglos V al VII registraron una
gran creacin eucolgica. A partir del siglo VIII esta actividad
creadora decae, y se tiende a refundir o a compilar las antiguas
frmulas. Esto explica que en la segunda mitad del siglo VIII
aparezcan en las Galias los sacramentarios gelasianos del siglo
VIII, compuestos con las frmulas de los antiguos sacramentarios
romanos Gelasiano y Gregoriano, ms oraciones y ritos galicanos. La
misma causa provoc la aparicin de un sacramentario