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Altas hojras

Jul 06, 2018

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Ivan Gimenez
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  • 8/17/2019 Altas hojras

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    ALAS ROJAS

    Prólogo  La exploración del Cosmos, y en particular, la salida del Hombre alespacio, merecerán sin duda alguna un capítulo especial en el grueso

    volumen de la Historia de la Ciencia y la Tecnología. La Astronáutica,una ciencia nueva que no es sino la amalgama de otras mucas ycuyo !n es estudiar la metodología del via"e espacial, se aconvertido en apenas medio siglo en uno de los más claros e"emplosde lo que la Humanidad puede llegar a acer si se re#nen en unmomento determinado las condiciones políticas y económicasadecuadas.  $l arte de la investigación espacial, sin embargo, no está al alcancede cualquier nación. A mediados del siglo %%, sólo dos campeones deideología opuesta poseían los recursos umanos y materialesnecesarios para poder adentrarse en este nuevo y vasto territorio quees el Cosmos. La eterna b#squeda de prestigio, poderío militar ysupremacía ideológica, empaparía el relato de las misiones que sereali&aron durante este período, el inicio de lo que coloquialmenteemos llegado a denominar 'Carrera $spacial'..  (ue una de esas dos naciones, la )nión *ovi+tica, quien obtuvo lasprimeras victorias en esta competición nunca o!cialmentereconocida. $l advenimiento del primer ombre en el espacio a lasa&ón un ciudadano del país comunista, y una comple"a sucesión de-racasos políticos como el desastre de aía Cocinos, moverían alentonces /residente de los $stados )nidos, 0on (. 1ennedy, a tomar

    una de sus más -amosas decisiones2 Am+rica combatiría a la ).3.*.*.en su propio terreno, via"aría acia la Luna, y lo aría antes de que!nali&ase la d+cada. Con este simple discurso, la 'Carrera $spacial' setransmutó en 'Carrera Lunar', y el -uturo de la Astronáutica cambiópara siempre.  Los a4os siguientes transcurrieron a#n plenos de +xitos sovi+ticos./or eso, los dirigentes de aquel vasto país no tuvieron inconvenienteen anunciar lo que ya era obvio2 -rente al reto americano, la ).3.*.*.respondería de -orma adecuada con su propio programa lunar,buscando mantener el lidera&go que tan gloriosamente abíaostentado asta ese momento. 5e eco, asta 6789, -ueron

    numerosas las declaraciones que reconocían los progresos de talproyecto. /ero de pronto, poco antes del desembarco del Apolo66,tanta condescendencia se trocó inesperadamente en negativa total2en la )nión *ovi+tica "amás abía existido un programa lunartripulado  :/or qu+ este cambio de actitud;  /ara los analistas especiali&ados, al menos, nunca ubo ningunasombra de duda sobre su existencia. $stos estudiosos abíanreuniendo poco a poco, durante a4os, las pie&as del gigantescorompecabe&as que daba -orma a la sucesión de vuelos y misionessovi+ticas, un listado compuesto por -ecas, órbitas y ecosincontestables. < de sus análisis obtuvieron un relato aproximado delo sucedido= plagado de errores e imprecisiones, es cierto, pero

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    coerente y en-rentado a la versión o!cial. )n relato que no podía sermás claro2 la ).3.*.*. abía competido realmente en la carrera másnotable de todos los tiempos y abía -racasado en el empe4o.  /or desgracia, la istoria no la suelen escribir los analistas. Laignorancia de unos y las negativas de los otros propiciaron una visión

    distorsionada de lo que realmente sucedió, y +sta es la quepermanece a#n en la mayoría de las enciclopedias y publicaciones noespeciali&adas.  La Historia, a menudo, -avorece poco a los derrotados, así al menosparecen creerlo estos #ltimos. >o es pues de extra4ar que sea elbando vencedor quien aya visto plasmada su a&a4a con una mayorrique&a de detalles, mientras que la otra -acción, otrora orgullosa desus avances en la contienda, no aya sabido sino negar suparticipación en ella. /or eso, sólo con la desintegración de la antigua).3.*.*., y tras la desaparición de toda motivación patriótica, a sidoposible escribir la verdadera istoria de un programa que o!cialmenteno existió.  La istoria de la conquista lunar es uno de los más -ascinantesrelatos que la aventura umana aya producido "amás. Así pues, :porqu+ no aumentar su inmensa y emotiva singularidad con la adición deuna nueva y saludable perspectiva; ?ste es el motivo por el cual sea escrito este libro. La celebración del @ Aniversario del *putniB, yla visión en el ori&onte del Aniversario de la llegada del Hombre ala Luna, bien merecen el reconocimiento de lo que sucedía más alládel Telón de Acero mientras, un ya le"ano D de "ulio de 6787, dosastronautas pisaban por primera ve& la super!cie de otro astro.

      $l es-uer&o a sido considerable2 a sido necesario poner en ordeny contrastar numerosas -uentes de muy distinto signo y origen, amenudo con declaraciones y conclusiones contradictorias. A pesar detodo, los errores que el lector pueda encontrar en el texto son#nicamente responsabilidad del autor, quien sólo puede agradecer alas diversas partes el inter+s y el es-uer&o por dar a conocer los a4ososcuros de la cosmonáutica sovi+tica. Tambi+n debo reconocer elapoyo incondicional de 0orge Eun"+, sin el cual este proyecto noabría tenido sentido, así como dar las gracias a 5avid 3odrígue& y 0avier Casado. >o puede -altar tampoco mi más pro-undoagradecimiento a la -ormidable labor de EarB Fade, quien me

    proporcionó muca in-ormación e imágenes.  $n este texto encontrarán el más completo relato en espa4ol de lasaspiraciones sovi+ticas por conquistar la Luna. *e publicóoriginalmente en C53GE, "unto a otros contenidos, y aora estádisponible para su consulta libre en nternet. Iue lo dis-ruten.

    Manuel Montes Julio de 2007

    INTRODUCCION 

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    "El autor que ha alcanzado fama, corre el riesgo de verla disminuir,tanto si sigue escribiendo como si deja de hacerlo".*amuel 0onson J6K76K9. 

    Las instalaciones de *emya, en una est+ril isla aislada de AlasBa,

    en las Aleutianas, no son el me"or lugar para vivir. /ero para elpersonal de la >*A J>ational *ecurity Agency, son lo más parecido aun ogar al que ay que acostumbrarse. *ituada en el mar de ering,la llaman Mla 3ocaN, y por motivos bien comprensibles. *e trata deuna isla peque4a, de algo más de O por 8 Bm, en la que apenas cabenalgunos barracones y una pista de aterri&a"e. Aquí soplan -uertesvientos y se siente temblar la tierra con -recuencia.  La ostilidad del para"e, no obstante, tiene sus venta"as. A un tirode piedra del continente asiático, está per-ectamente situado para unclaro propósito2 espiar y capturar en secreto toda la inteligenciaelectrónica que sea posible, para poder in-ormar de inmediato a lasautoridades estadounidenses sobre cualquier actividad misilísticasovi+tica. 5esde su corta pista despega y aterri&a cada poco tiempoun avión llamado 3ivet all, un 3C6O@* de la (uer&a A+rea equipadocomo ning#n otro aeroplano de la +poca. )na aeronave que, dotadacon numerosas antenas y receptores, es capa& de acer unseguimiento de la #ltima -ase del vuelo de los misilesintercontinentales de la ).3.*.*., abitualmente dirigidos acia el/ací!co y la península de 1amcatBa.

    $n 6786, las tareas del 3ivet all y de otros equipos instalados en

    *emya a#n están en roda"e, pero los resultados ya son más quesatis-actorios. Tanto que los sovi+ticos sospecarán pronto de estasactividades, conscientes de que están siendo vigilados a todas orasdel día. $n e-ecto, el avión no sólo lleva instrumental para detectar yregistrar se4ales electrónicas y comunicaciones, sino tambi+n unamplio arsenal -otográ!co. < esto les incomoda sobremanera.

    Hoy 6D de abril, cuando el *ol desgrana ya sus #ltimos coqueteos conesta inóspita pero ermosa tierra, *emya va a ser espectadorainvoluntaria de un momento istórico. $n la todavía corta carrera dela exploración del espacio, ya son varias las primicias protagoni&adas

    por la )nión *ovi+tica. /ero nada comparado con esto2

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    veículo eminentemente automático, el "oven

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    ocultados sistemáticamente y los triun-os sólo se daban a conocercuando abía grandes probabilidades de que llegaran si+ndolo a#n al!nal, no extra4aba del todo a los analistas occidentales. 5urante laPuerra (ría, y más durante los primeros a4os de la Conquista$spacial, cada victoria era un resonante eco de propaganda para una

    u otra -acción. La ).3.*.*. en particular trataría de explotar en loposible este creciente capital que se medía en prestigio y respetomundiales. 3econocer los -allos, lógicos por otra parte en cualquieremprendimiento cientí!co avan&ado, socavaría la posición alcan&adaduramente por +xitos como el *putniB6, el vuelo de LaiBa o el Luna6, y por tanto +stos debían mantenerse rodeados por el más pro-undode los misterios. >egar y asta mentir eran posiciones per-ectamentelegítimas ante un bien mayor. Gcultar la identidad de los cerebros queacían posible los grandes logros alcan&ados era cuestión de sinceralógica, pues impediría que -ueran secuestrados por los agentes delrival. $n de!nitiva, la ).3.*.*. in-ormaba a Gccidente de sus a&a4astecnológicas para demostrar que su r+gimen político, el mismo quelas abía respaldado y alimentado, era me"or, mientras manteníasecreta toda in-ormación sobre -allos, ob"etivos o -uturosemprendimientos cuyo conocimiento pudiera dar venta"a a losamericanos.

    $l presidente 1ennedy estaba bastante bien in-ormado sobre losaspectos -undamentales de la iniciativa sovi+tica en el espacio. Anteel inminente lan&amiento de un cosmonauta ruso, revelada porm#ltiples síntomas puestos de mani!esto por los servicios de

    espiona"e, encargó con antelación una nota de -elicitación a su colegadel 1remlin. *abía que el programa norteamericano, el Eercury, nollegaría a tiempo. Lo que probablemente no esperaba 1ennedy, comono lo esperaba $isenoer tras el *putniB6, era las repercusionesque tendría dico vuelo, y la incómoda posición en que de"aría a losamericanos. Las naciones que abían caído o podían caer en lainQuencia del comunismo, valoraban sobremanera acontecimientoscomo +ste, que re-or&aban a#n más la potencia en todos los órdenesde una ideología política, económica, militar y social que aspiraba amás. Los países McapitalistasN, mientras tanto, se sentíande-raudados, y empe&aban a mirar con otros o"os la preeminencia

    estadounidense tras la *egunda Puerra Eundial.Lo ocurrido exigía una contestación inmediata y decidida. < 1ennedydecidió que la respuesta de los $stados )nidos sería el aterri&a"e deombres en la Luna.

    $l secretismo sovi+tico abía alimentado los temores americanos,mientras sus gestas continuaban sugiriendo una supremacíaincontestable en diversos campos de la coetería. *u superioridad,que sólo podía intuirse, pues nunca nadie sabía cómo lo acían ni qu+arían despu+s los rusos, obligó a 1ennedy a arriesgarse y aseleccionar un ob"etivo lo bastante comple"o, caro y ale"ado en elori&onte temporal como para que la maquinaria norteamericanatuviera el tiempo su!ciente para emprenderlo con garantías de +xito.

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    5e este modo, la actitud casi clandestina de los sovi+ticos causó,paradó"icamente, su perdición. Les obligó a en-rentarse a losestadounidenses en un terreno por primera ve& no elegido por ellos, ya dedicar ingentes recursos de los que su sociedad militaristadi-ícilmente podía desprenderse. 5e la sorpresa labrada en una

    venta"a circunstancial, pasaron a la urgencia tecnológica, a lasrivalidades intestinas y a los problemas presupuestarios. Con ladesaparición de algunos de sus +roes, que abían llevado con mano-+rrea los destinos de la primera d+cada espacial, la ).3.*.*. seencontró en graves di!cultades. /rogramas iniciados tardíamente, demagnitudes enormes, no pueden ser nunca la respuesta ante elempu"e de la locomotora americana cuando +sta lleva varios a4osacelerando acia un #nico ob"etivo, a pesar de los problemas. <cuando, a pesar de todo, parecía que la )nión *ovi+tica a#n tendríaalgo que decir en esta carrera lunar, llegaron los Apolos 9 y 66, dandoel tiro de gracia a toda escasa esperan&a de victoria. /erdido elinter+s por la iniciativa Jno ay gloria en ser segundo, esa granin-raestructura que abía casi estrangulado a la economía del paísde"ó de verse -avorecida y se desmoronó rápidamente. Aunque no deltodo.

    $l Pobierno sovi+tico optó por -elicitar a sus rivales en la conquistalunar, pero tambi+n por devaluar su logro. Apostó por ensal&ar otras-ormas de exploración, y no tuvo más remedio que negar que alg#ndía combatió codo con codo en la misma competición. $l programatripulado lunar sovi+tico -ue borrado de toda descripción istórica

    general, y sus misiones, enmarcadas como implicadas en otrasiniciativas totalmente a"enas. *us protagonistas, que no abíansurgido casi nunca del anonimato, tuvieron que continuar callando,mientras buena parte de los vestigios materiales del proyecto, de lasnaves y coetes, eran destruidos o desgua&ados.

    G!cialmente, la ).3.*.*. nunca abía querido aluni&ar con susombres, y tampoco abía ra&ón para emprender algo así en el-uturo. /ero en lo más recóndito de algunos centros de dise4o, amenudo sin conocimiento de instancias superiores, a#n se continuótraba"ando durante a4os en un posible retorno. $l anuncio de la >A*A

    de que Am+rica debería abandonar la Luna tras el Apolo6K otorgóesperan&as a algunos vie"os "e-es de la para-ernalia aeroespacialsovi+tica, quienes creían que su país podría recoger el testigo en losa4os 9 ó qui&á en los 7. *in embargo, ese sue4o se desvanecería!nalmente cuando la nación galopó acia el colapso y, !nalmente,desapareció como tal.A di-erencia de los dirigentes de la ).3.*.*. que dominaron la escenapolítica en los a4os @, 8 y K, mucos autores opinan que un-racaso !nal no implica necesariamente olvido o ausencia de m+rito.$sta es la ra&ón por la que la istoria del es-uer&o de todo un país porconquistar la Luna, antes y despu+s de que lo lograran losamericanos, contin#a siendo merecedora de ser contada. 

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     CAPITULO 2 < AHG3A LA L)>A "El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable.

    Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es laoportunidad".Síctor Hugo J69D699@.  La Humanidad, desde las eras primitivas, a levantado la cabe&a yelevado los o"os acia el cielo, observando las estrellas y la Luna. A lolargo de incontables siglos, nuestro sat+lite a sido ob"eto de cuentos,leyendas e istorias -antásticas. $n casi todos ellos se le a visto máscomo a un ob"eto le"ano y misterioso Jo tal ve& como a *elene, unadiosa, blanco impenitente de la romántica visión de los enamorados,de los "uglares y del saber y -olBlore populares, que como a uncuerpo p+treo que orbita gentilmente alrededor de la Tierra desdetiempos inmemoriales.  $l envío de máquinas a escrutar su super!cie a destruido parte desu magia, pero no toda. La Luna contin#a saliendo y desapareciendotras el ori&onte, dispuesta a inspirar a qui+n est+ dispuesto a creeren ella.NU!OS O"JTI!OS  Hasta ace pocas centurias, poco se sabía de nuestro sat+litenatural. Ha sido el empe4o que los astrónomos an depositado en posdel descubrimiento de sus secretos lo que le a eco perder unagran parte de su encanto. *u labor a servido para desmiti!car

    mucas de las creencias que se allaban enrai&adas alrededor de laimagen -antasmagórica de la Luna= el estudio y el m+todo cientí!coan acercado a este compa4ero de la Tierra a nuestro conocimientoracional.  $n un principio, un reducido círculo de astrónomos observaba conpaciencia sus -ases, ayudándose en la explicación de su movimientopara resolver mucas de las incógnitas que a-ectaban a la Cienciaprimitiva, me&cla de superstición y sabiduría.  *in embargo, muy poca gente era poseedora de un telescopio,erramienta -undamental para el observador de cuerpos celestes einstrumento elegido para poner la Luna al alcance de la metodología

    cientí!ca. /or ello, desde el propio Palileo, primer ser umano que laobservó de -orma sistemática, asta los astro-ísicos de nuestros días,media un abismo de concepción, de entendimiento de la naturale&alunar.  /recisamente, -ue la visión cercana de la Luna, y por ende, laobservación de sus cráteres, verdaderas cicatrices de caráctercósmico, uno de los ecos que violentaría con más -uer&a las ideaspreconcebidas de la +poca galileana. La imperturbable per-ección delos cielos no podía ser cierta ante la existencia de cráteresdeplorables que destro&aban y roturaban la inmensa -a&.  La istoria de Palileo es por otra parte conocida, así como lasconsecuencias que se derivaron de +ste y otros descubrimientos. Conel paso de los a4os y de los siglos, la Luna a continuado siendo

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    estudiada desde le"os mediante sistemas no exclusivamente ópticos,y su serena belle&a, por qu+ no decirlo, a seguido siendo tanvenerada como siempre. $sa le"anía, casi imposible, esa magia,contin#an a#n oy en día embebiendo el cora&ón de mucos seres.  La idea, aunque remota, de que el Hombre pudiese llegar a pisar

    alg#n día su super!cie, se adivinaba -uera de toda ra&ón. )n cambiode actitud acia la vida, la visión de un mundo más racional, seapoderó por -ortuna de las gentes de la Tierra con el devenir de lascenturias. < es así como la pro-undi&ación en la observación de laLuna y la comprensión de sus movimientos dio lugar a otro conceptomuy importante, -undamental en Astronáutica2 la distancia.  La Luna posee un movimiento propio y un tama4o y distanciarespecto a nuestro planeta claramente !nitos. $l conocimientoaproximado de esta distancia que se interpone entre ambos nos dauna idea de la escala del )niverso, una idea primitiva pero su!ciente. < si, como decimos, +sta es !nita, tambi+n nos ace ser conscientesde que puede ser recorrida de un modo u otro.  $n la literatura mundial, es -ácil encontrar e"emplos de intr+pidosvia"eros dirigi+ndose acia *elene, en bra&os de dioses o a bordo debarcos con velas que aprovecan el viento celestial. Cuando lospioneros de la Astronáutica so4aron con alcan&ar el espacio a bordode sus coetes, no pudieron evitar pensar tambi+n en pisar alg#n díasu super!cie mediante la energía impulsora de estas máquinas. LaLuna tiene algo misterioso que nos atrae. $s un lugar al cual se puedeir.  :5ebemos sorprendernos de que, despu+s del lan&amiento de los

    primeros sat+lites arti!ciales, nuestra inquietud se dirigiera acianuestro más inmediato vecino; OTRO PASO #ACIA ADLANT  $l programa sovi+tico de exploración espacial Jy por supuesto, elde los $$.)). contempló desde el principio la investigación de lasuper!cie lunar. /ara los primeros, con su!ciente potencia a sudisposición, era un ob"etivo natural despu+s del +xito de los *putniBs./ara los segundos, conscientes de la explotación política ypropagandística que sus rivales abían eco del acontecimiento, erasimplemente imperativo no quedarse atrás. /erdida la batalla, la

    primicia de la órbita terrestre, la próxima meta lógica se encontrabasituada a . Bm de distancia.  Las di!cultades t+cnicas que esta meta implicaba eran, noobstante, enormes. $n primer lugar, el guiado, que debía posibilitar elencuentro con tan distante ob"eto= en segundo, la necesidad dealcan&ar la velocidad de escape, aqu+lla que permitiese abandonarde!nitivamente la atracción gravitatoria de la Tierra.  /ara alcan&ar los más de . Bilómetros por ora que seprecisan para escapar de la gravedad terrestre, existe por elmomento un sólo m+todo2 el coete. ?ste, merced a sus motores,cuyo empu"e debe ser su!ciente como para elevar algo más que supropio peso, acelera constantemente en su via"e acia el espacio. $nsu interior, transporta el combustible y el comburente Joxidante

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    necesarios para el -uncionamiento de sus motores. /oco a poco, lostanques se vacían y el peso del lan&ador disminuye paulatinamente,lo que ará aumentar la aceleración.  $n la práctica, es di-ícil dise4ar un coete de una sola etapa capa&de alcan&ar una velocidad mínima que lo aga colocarse alrededor de

    la Tierra y, al mismo tiempo, que pueda transportar una carga #til.)na ve& consumido el combustible, el módulo de propulsión dellan&ador de"a de ser #til y podría ser desecado. 5e eco, laenvoltura del coete, los motores, los tanques, son peso muerto. /orello, situar en órbita todas estas estructuras que no volverán a serusadas supone un despil-arro energ+tico imperdonable.  5esde que a !nales de los a4os Cuarenta se ensayara el m+todo delas etapas sucesivas en el marco del programa americano umper,+ste a venido aplicándose de -orma sistemática. $n aquella +poca, elconcepto multietapa se reveló como un pilar básico para el desarrolloastronáutico. $l programa umper se creó con !nes cientí!cos parapoder e-ectuar observaciones de la alta atmós-era, allá donde ning#ncoete sonda abía conseguido llegar a#n. A un misil SD modi!cado,de los tantos que -ueron capturados por los aliados al t+rmino de la*egunda Puerra Eundial, en Alemania, se le unía en su parte superiorun peque4o y poco pesado coete FAC Corporal, un sistemadesarrollado por los americanos de -orma autónoma. $l FAC Corporalrompería varios r+cords de altitud2 una ve& lan&ada la SD y agotadosu combustible, peque4as cargas explosivas lo liberarían, al tiempoque acía ignición. $l min#sculo coete, actuando como segundaetapa, go&aría de la velocidad adquirida durante el vuelo de la SD, su

    primera -ase, y a ella sumaría su propio empu"e y velocidad !nales. $lresultado sería inme"orable, algo así como trasladar nuestra rampa delan&amiento a varias decenas de Bilómetros de altitud y ademáspartir con una velocidad inicial nada despreciable.  >o es posible, sin embargo, a4adir más y más etapas para alcan&arvelocidades cada ve& más elevadas. $l aumento de masa debe irinteligentemente acompa4ado por primeras etapas de su!cientepotencia que permitan despegar desde el suelo llevando sobre sí atoda esa mole= en la d+cada de los Cuarenta, la construcción de estassupermáquinas quedaba a#n le"os de las posibilidades t+cnicas delos ingenieros. Además, el aumento en el n#mero de etapas y la

    creciente cantidad de motores complicaba exponencialmente el-uncionamiento del lan&ador, aumentando en la misma proporción lasposibilidades de un -allo t+cnico.  A pesar de todo, el 5epartamento de 5e-ensa americano aplicaríaesta teoría en sucesivas ocasiones, asta lograr un coete capa& deenviar una sonda acia la Luna. Lo intentó con los vectores TorAble, 0uno y AtlasAble, dentro del programa /ioneer, pero el inicio de suparticular istoria estuvo plagada de -racasos. /or otro lado, las/ioneer su-rirían el -enómeno de la rivalidad entre servicios2 el$"+rcito y la (uer&a A+rea compitieron por los escasos presupuestos yutili&aron sondas y coetes distintos.  )no de los contrincantes de la carrera espacial tenía verdaderosproblemas para mantener el ritmo, pero para que exista una

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    verdadera competición, debe existir, por supuesto, un rivalcuali!cado. )n oponente que en esta +poca sólo podía personi!carseen una nación2 la )nión *ovi+tica. 5espu+s de su trascendental +xitoen la puesta en órbita del *putniB6, primer sat+lite arti!cial de la Tierra, los sovi+ticos de"aron claros varios puntos2 madure&

    tecnológica, poderío propulsivo, !rme intención propagandística, ydeseo de imponer su sistema político en el mundo demostrando suviabilidad contrastándolo con las a&a4as que era capa& de dar a lu&.$l comunismo -uncionaba porque ba"o su poder se podían acergrandes cosas, siempre 'en bene!cio de la Humanidad y en -avor delsaber cientí!co'. Al mismo tiempo, su superioridad t+cnica leposicionaba de manera admirable para combatir a la 'amena&acapitalista'. $n el lan&amiento del *putniB6 se acía unademostración de -uer&a y se daba un aviso sobre el Qorecimiento deuna superpotencia, tanto política como militar y tecnológica.  $sta s#bita explosión de poderío tuvo muco que agradecerle alinsigne 1orolev y a todo su equipo. $ste ombre, como mucos otrosun verdadero so4ador de los via"es espaciales, abía creado lamáquina volante más potente de la +poca, poni+ndola a punto en unrelativamente corto período de tiempo. $l 3K tuvo una limitada vidacomo misil intercontinental Jde eco, ni siquiera -ue desplegadocomo tal, dada la vulnerabilidad de sus instalaciones de lan&amientoy su rápido des-ase como arma táctica, pero era lo que 1orolevnecesitaba para mirar acia la Luna.  Consciente de que a pesar de su imponente potencia no podíaalcan&ar la velocidad de escape necesaria para llegar a ella, el

    ingeniero "e-e ordenó el dise4o de una etapa superior que -uese capa&de -uncionar en el ambiente enrarecido del espacio y suministrar los66,67 Bilómetros por segundo que permitirían visitar *elene. Al mismotiempo, presentó en 67@9 un in-orme en el que delimitaba suestrategia para la exploración lunar, estrategia en la cual a#n no secontemplaba el envío de ombres a su super!cie. )n puntoimportante de su propuesta radicaba en el dise4o de un sistema deguiado más per-eccionado que garanti&ase sobrevolar o impactarcontra el ob"etivo.  Las cosas, naturalmente, no se improvisan. $l 9 de mar&o de 67@K,1orolev abía -undado un departamento especial en el seno de su

    G16 para el desarrollo de naves espaciales.

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      5e nuevo se recurrió a la #nica -uente posible para la construccióndel motor que debería equipar a esta etapa superior. $l G1@8dirigido por Salentin PlusBo se ocuparía de ello. >o obstante, el retono sería sencillo ya que la comple"idad del dise4o de un motor quedebe entrar en ignición casi en el vacío era precisamente lo que abía

    dado su extra4a -orma al 3K, un misil cuyo sistema de propulsión seencendía en tierra intentando evitar posibles problemas.  Tan crucial era el desarrollo del motor que 1orolev decidió que-ueran en realidad dos los que -ueran dise4ados, y además por gruposdi-erentes. Así, mientras PlusBo se ocupaba de su denominado 3567 J95K66, 1orolev le encargó otro llamado 3G@ a su G16, con laasistencia del departamento G16@ dirigido por *.A. 1osberg.  $l 3G@, con un empu"e de @ toneladas y consumiendo queroseno yoxígeno líquidos, sería el motor adecuado para las primeras misionesde las sondas lunares. *ería integrado en el llamado loque $J91KD$, o etapa superior. Tambi+n el 3K debería ser modi!cadoligeramente para albergar este nuevo pasa"ero2 se plantearon dosnuevas versiones llamadas 91KD y 91KO, de las cuales sólo la primera-ue !nalmente construida. La 91KD llevaría el motor 3G@, mientrasque la 91KO debería usar el motor de PlusBo, el 3567, con unempu"e doble J6 toneladas y consumiendo oxígeno líquido y).5.E.H Jdimetilidracina disim+trica.  La elección de esta combinación de propelentes por parte dePlusBo, quien obstinadamente no quería usar queroseno, contrarió a1orolev ya que se trataba de una combinación no probada y por tantoarriesgada, abriendo la puerta a retrasos que no se podía permitir.

    (inalmente, el 91KO no sería construido y las peleas entre ambosgenios de la astronáutica sovi+tica no arían sino comen&ar.  $n diciembre de 67@K, todos los dise4os estaban a punto. $nagosto de 67@9, el motor 3G@ Jtambi+n llamado 95K6 o 356@estaría listo para ser probado en vuelo. Antes, el 6 de "ulio de 67@9,1orolev ordenó el lan&amiento de un 3K J91K6V 66 equipadocon una maqueta de la etapa superior para veri!car sucomportamiento aerodinámico en una ruta suborbital. >o está muyclaro qu+ ocurrió con esta misión, ya que algunas -uentes explicanque un problema en el acelerador 5 obligó al aborto del despegue y laretirada del veículo de la rampa de lan&amiento. $n cambio, otras

    apuestan porque el misil despegó, aunque el mismo acelerador -alló,desprendi+ndose del coete y aciendo que +ste acabaraestrellándose.  La propuesta original de crear un 3K con etapa superior y alcan&arcon +l la Luna databa de 67@@, cuando el *putniB6 a#n ni siquieraabía sido imaginado. La idea era demasiado prematura para esemomento, pero el D9 de enero de 67@9, y tras aber traba"ado codo acodo con Estislav 1eldys, 1orolev presentó una propuesta -ormal alComit+ Central del /artido Comunista. )na -rase destacaba sobretodo lo demás en dico in-orme2 '$l nivel de desarrollo tecnológicoactual ace posible reali&ar un via"e a la Luna mediante un coete'. <a continuación se enumeraban los ob"etivos2 un impacto violento

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    visible desde la Tierra y un vuelo circunlunar para tomar imágenes dela cara oculta.  Aunque el propósito de las misiones automáticas sería lapreparación de la llegada del Hombre a nuestro sat+lite y losplanetas, +stas tendrían un valor muco más cercano y palpable2 la

    con!rmación del poderío sovi+tico en el espacio.  >o era necesario preparar una gran sonda cargada de instrumentoscientí!cos. astaba con seguir la ruta marcada por el *putniB6 yarrebatar a los americanos la primicia. 5espu+s, las misiones seríancuidadosamente planteadas para producir el máximo impacto en laopinión p#blica internacional.  $l plan inicial, más concretamente, constaba de cuatro tipos desondas. *iguiendo el orden establecido, la nave automática lunarsería bauti&ada como Gb"ect$ J

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    el sistema de radioguiado, que abía sido restituido dada lanecesidad de obtener una ruta muy precisa acia la Luna, y tambi+nensayar las versiones operativas de los motores de la primera etapa ylos aceleradores J95K y 95K@. /or otro lado, varios ensayos del.C..E. 3K, durante la primera mitad de 67@9, acabaron en -racaso,

    amena&ando el cumplimiento del calendario. $l primer vuelo a la Lunano podría acerse ya en agosto.  /ara empeorar las cosas, y como suponía 1orolev, PlusBo seencontró con verdaderas di!cultades para poner a punto su motor3567, retrasando la construcción de la versión 91KO del coetelunar y aciendo lo propio con las misiones más so!sticadas que se leabían encomendado. 5ico motor sería eventualmente abandonadoy sustituido por otro más avan&ado, el 35667, pero para entoncesJ678, el 91KO ya abría sido cancelado sin aber volado nunca.  Así pues, el despegue previsto para el 69 de agosto J91KD 6Otuvo que ser retrasado durante un mes, asta la próxima ventana delan&amiento Joportunidad en la que la Luna y la Tierra se encuentranen las posiciones relativas adecuadas para un via"e óptimo ent+rminos energ+ticos. 1orolev, en todo caso, no tuvo inconvenienteen esperar un poco más2 los americanos acababan de -allar su propioenvío lunar, reali&ado el 6K de agosto. másmeratrim

     CAPITULO $A/3GS$CHA>5G LA S$>TA0A

     "Los cientícos tratan de hacer posible lo imposible.Los políticos, a menudo, se afanan en hacer imposible lo posible".ertrand 3ussell J69KD67K. 

    La istoria se escribe con -rases, pero tambi+n con ecos. 0on (.1ennedy consiguió ambos ob"etivos con estas simples y a la ve&trascendentales palabras. Am+rica se disponía a dirimir una nuevabatalla política, económica y militar en un escenario que "amásubiera imaginado2 el espacio.  /ero, :-ue realmente 1ennedy quien tomó la decisión de volar a la

    Luna, -ue +l qui+n originó el concepto aci+ndolo el e"e de suses-uer&os por igualar e incluso superar a los sovi+ticos; :/uedeotorgársele en exclusiva el onor istórico, la inspiración de talpropuesta;  La documentación que a llegado asta nosotros en -orma deartículos y libros así parecía sugerirlo. *in embargo, la recientedesclasi!cación de documentos pertenecientes a este períodorecomienda acer algunas mati&aciones. Lo #nico cierto es que1ennedy ya no está entre nosotros para explicar los motivos realesque le condu"eron a tomar tan importante decisión y qui&á sea esto loque a -omentado una sola versión de los ecos y su nebulosamiti!cación en diversos ámbitos acad+micos.

    http://www.alas-rojas.com/2-2.htmhttp://www.farmadina.com/106_meratrimhttp://www.alas-rojas.com/2-2.htmhttp://www.farmadina.com/106_meratrim

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      $n realidad, despu+s de examinar más concien&udamente los#ltimos datos, deberemos concluir que 1ennedy no tenía unconocimiento exacto del potencial del programa espacial de su país yque, aunque tenía un cierto inter+s por la cuestión, siempre deseóuna manera más sencilla y menos arriesgada de en-rentarse a los

    sovi+ticos.

    LA N%A%S%A% & SU O"JTI!O PRIORITARIO  La agencia norteamericana se abía eco cargo pronto de losretos planteados por la naciente dominación sovi+tica2 el ombre enel espacio Jproyecto Eercury, vuelos no tripulados a la Luna Jsondas/ioneer, e innumerables programas de aplicaciones Jmeteorología,comunicaciones, geodesia.... ?stos eran ob"etivos a corto pla&o, perotambi+n existían otros a medio y largo que la agencia estudió condetenimiento en el período 67@7678. $ntre ellos destacaba unaestación espacial, un aterri&a"e tripulado sobre la Luna y el vuelo delHombre a Earte o Senus. *i no todos, algunos de ellos, a un ritmomás o menos lento, debían ser emprendidos durante la próximad+cada.  A estas y otras conclusiones llegó JD@D8 de mayo de 67@7 el-amoso '3esearc *teering Committee on Eanned *paceQigt',tambi+n denominado Comit+ Poett, cuya meta principal -ue examinarlas opciones -uturas en este campo y recomendar el camino a seguir.  *i bien el citado comit+ no asignó al aluni&a"e la más alta prioridad,sí le dio la su!ciente importancia Jdespu+s de la estación espacial y laexploración lunar automática como para que la agencia iniciara

    estudios acerca de su viabilidad. Al mismo tiempo, se decidió que,tras el programa Eercury, los vuelos tripulados continuarían siendobalísticos y no mediante naves aladas reutili&ables. *u costoeconómico y su di-ícil desarrollo retrasaría su puesta en práctica mástiempo del que la naciente competición con la ).3.*.*. parecíaaconse"ar.  $n posteriores reuniones, la >.A.*.A. -ue in-ormada de los nuevoscoetes que estaban siendo dise4ados por el 5epartamento de5e-ensa, entre ellos el *aturn y el motor de gran empu"e llamado (6.Ambos, como ya se a dico en el capítulo anterior, seríantrans-eridos a la agencia por su idoneidad para el aluni&a"e. /oco

    despu+s, el 6D de agosto de 67@7, la idea de enviar ombres a laLuna tomó cuerpo con mayor vigor, resultando en la adopción de unanave capa& de transportar tres astronautas y que más adelante seríabauti&ada como Apolo. $l mismo grupo consideró viable lacircunnavegación o un aterri&a"e sobre nuestro sat+lite acia 67K.  5e esta manera, poco a poco, germinó y creció la idea de que elvia"e lunar sería inde-ectiblemente la próxima gran meta despu+s delEercury. *ólo quedaba algo por acer, y algo no poco importante2convencer a los políticos de que una aventura seme"ante, cuyo costeera considerable, valía realmente la pena. $n busca de m#ltiplesra&ones para persuadir al Congreso, una reunión celebrada en el 0et/ropulsion Laboratory el D de octubre de 67@7 permitió concluir quedepositar a un americano en la Luna sería el #nico programa

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    espectacular que podía superar lo que estaban aciendo los rusos yque +stos, probablemente, serían incapaces de igualar.  Las subsiguientes reuniones del Comit+ Poett de!nieron cada ve&con mayor precisión las características de la propuesta, tanto a nivelt+cnico como presupuestario, y a !nales de 67@7 quedó claro que era

    -actible. Convencer a la Casa lanca sería el mayor reto a partir deese momento.  $n ella presidía, en su #ltimo a4o, 5igt $isenoer, uno de losmáximos responsables de que Am+rica empe&ara la carrera espacialen #ltima posición. $isenoer nunca abía encontrado demasiadom+rito en la exploración espacial y sólo el desproporcionado impactodel *putniB6 le i&o recapacitar y acelerar el lan&amiento del primersat+lite norteamericano. *u intención, además, era la paulatinadesaparición de los vuelos tripulados despu+s del programa Eercury,a los que consideraba poco #tiles.  Eientras, la >.A.*.A. mantenía su ob"etivo de 'coloni&ar' *elene,primero con vuelos circunlunares antes de acabar la d+cada de los 8y despu+s, en la siguiente, con el aterri&a"e. $l plan -ue presentado enenero de 678 y declarado programa de alta prioridad por elsubcomit+ pertinente, así como candidato a ser presentado ante elCongreso durante los siguientes meses.  A mediados de 678, la >.A.*.A. estaba tan decidida a emprendereste camino que pidió propuestas a la industria privada para otorgarmás adelante los contratos que posibilitasen la construcción de lacápsula Apolo, nombre seleccionado en enero de ese mismo a4o. Lanave podría girar alrededor de la Tierra durante períodos prolongados,

    así como rodear la Luna gracias al coete *aturn y, despu+s de 67K,posibilitar el aluni&a"e. Antes de acabar el a4o, varias compa4íastraba"aban en el preproyecto, que consistía en una nave de no másde 8.9 Bilogramos, compatible con el lan&ador *aturn CD ypensada para una misión de 6 días para tres tripulantes alrededor dela Luna.  )n comit+ encabe&ado por Peorge Lo y organi&ado en el seno dela misma >.A.*.A. se encargaría de coordinar el programa duranteesta -ase preliminar. $n una -eca tan temprana como el @ de enerode 6786, se daba a conocer el posible plan de vuelos, incluyendovia"es orbitales en 678@ JApoloA, circunlunares en 6788 JApolo y

    el aluni&a"e a partir del de "ulio de 678K. $sta #ltima -eca no -ueelegida al a&ar2 los rusos probablemente querrían celebrar su @Waniversario de la 3evolución de Gctubre con algo espectacular, y +stepodría ser uno de sus ob"etivos. $l mismo e-ecto propagandísticopodrían obtener los americanos aluni&ando el de "ulio, 5ía de landependencia. /osteriores estudios icieron ver la gran di!cultad dellevar a cabo una idea tan comple"a en tan poco tiempo Jidea que nisiquiera abía sido re-rendada todavía por el Congreso, de modo queel Comit+ Lo pre!rió retrasar un a4o cada una de las metasdelineadas, con un aterri&a"e lunar acia 67896787.  La nave Apolo supondría un gran avance respecto a la primitivaEercury, de modo que el 6 de -ebrero se decidió desarrollar unaversión un poco más so!sticada de esta #ltima JEercury EarB , más

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    adelante llamada Pemini que permitiera probar mucas de last+cnicas y la tecnología necesaria para el programa Apolo.  /ara entonces, 1ennedy se allaba totalmente inmerso en sucarrera presidencial. Hombre de gran inteligencia, abía basado partede su estrategia electoral en poner de mani!esto el anquilosamiento

    de la anterior administración, la cual se de"ó arrebatar el lidera&gomundial en diversas -acetas, incluido el espacio. /recisamente, comocandidato, 1ennedy -ue bien in-ormado sobre diversos aspectos de lade-ensa nacional así como del programa espacial americano. 5e estemodo, mientras >ixon, su rival, no i&o propuestas concretas sobreeste #ltimo aspecto, 1ennedy apostó por impulsar el avance de sunación acia una '>ueva (rontera'.  *i bien las reuniones con la C..A. de"aron bien claro que no abíarealmente un desequilibrio misilístico entre los $$.)). y la ).3.*.*.Jtal y como los sat+lites espía de la serie Corona parecían indicar, yque las primicias espaciales de esta #ltima eran sólo una banaldemostración de -uer&a de sus capacidades, 1ennedy insistió enacelerar los programas de despliegue de misiles e impulsar laspropuestas espaciales dom+sticas para no caer otra ve& en el ridículodel *putniB. *u estrategia era demandar una nación más dinámica encontraste con su antecesor, una táctica que le reportó mucos votos.$n realidad, tenía pocas intenciones de invertir en el espacio...Jaunque sí en programas de misiles.  )na ve& en el poder, 1ennedy cayó en los mismos errores que$isenoer. /resionado desde mucos puntos de vista, en una era derecesión y crisis, tanto política como económica y social, no aceptó

    incrementar el DD de mar&o los presupuestos de la >.A.*.A. para 678Dque debían ser ad"udicados al Apolo. 5espu+s del Eercury se iría a laLuna, sí, pero a un ritmo lento y pausado, sin compromisos niobligaciones. *u actuación, posteriormente, -ue criticada de -ormaamplia2 al menos en el Cosmos, la breca con los sovi+ticos no secerraba J-altando a las promesas electorales, y se temía uninmediato golpe de e-ecto por parte de +stos. Algo así ocurrió el D@ demar&o, cuando los ingenieros rusos lan&aron una cápsula conanimales a bordo y la recuperaron. *u próximo paso era evidente.

      Eucas cosas cambiaron cuando, el 6D de abril de 6786, colocaron

    a Pagarin en órbita. 1ennedy ya abía sido in-ormado con antelaciónsobre ello2 sus asesores abían seguido puntualmente los vuelospreparatorios e-ectuados durante los meses anteriores y se esperabaun lan&amiento para antes del día 6@, de manera que el suceso no lecausó una especial sorpresa. COMO RSPONDR  $l impacto del vuelo de Pagarin -ue seme"ante al del *putniB6,aunque no tan inesperado. $l propio 1ennedy se abía encargado deadvertirlo en sus con-erencias de prensa, pero a la ora de la verdad,no actuó con la debida celeridad. /or un lado, no estaba claro si elprograma Eercury respondería a las expectativas y si no erademasiado arriesgado para los astronautas. /or otro, el /residente no

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    acababa de ver al Congreso lo bastante receptivo como para invertirgrandes sumas de dinero en un plan de coque.  1ruscev se encargó, en parte, de allanar el camino2 ablandopor tel+-ono con Pagarin, le di"o2 'de"emos que los países capitalistasnos alcancen'. La con!an&a en su superioridad era brutal, y

    recordaba a la o-erta que con ironía i&o al pueblo estadounidensedurante el desastre del primer sat+lite Sanguard, en [email protected] explotó todos y cada uno de los resortes de propagandapolítica que la gran a&a4a podía reportarle.  1ennedy no tenía muy claro cómo responder a todo ello, pero almenos le i&o dedicar toda su atención al problema. Al principio,antes de Pagarin, deseaba encontrar algo que sirviera para combatira los sovi+ticos aquí mismo, en la Tierra. $l espacio era un lugarpeligroso y cualquier aventura con !nal desgraciado podía resultarcontraproducente, además de muy cara. /or eso, si ubiera existido laposibilidad de emprender algo espectacular -uera del espacio, comodesalini&ar el agua del mar, lo ubiera eco. /ero las consultas a suasesor cientí!co, 0erome Fiesner, no sirvieron de nada.  1ennedy se veía abocado a encontrar un ob"etivo lo bastanteatrevido como para que los sovi+ticos no -uesen capaces de lograrloantes que ellos. < nada era tan dramático como 'la odisea cósmica'.*i se quería combatir a los rusos, abía que acerlo con su propiaarma y en su propio terreno...  $l via"e de Pagarin y las impertinencias de 1ruscev eran lo queabía estado esperando. Todas sus iniciativas podían aber sidocontestadas en el Congreso anteriormente. Aora, en cambio, existía

    un motivo poderoso para ponerse en marca, para poner en-uncionamiento a la nación, tal y como abía prometido en sucampa4a electoral. $isenoer abía tenido una oportunidad así conel *putniB, pero no abía reaccionado de manera adecuada. 1ennedytenía por !n el resorte preciso para encontrar su lugar en la istoria.

    CAPITULO 'EGTG3$*, CGH$T$* < >AS$* $*/ACAL$* "Los grandes pensamientos necesitan no s!lo alas,sino también algn vehículo para aterrizar".

    >eil Armstrong J67O. 

    (rente a las di!cultades que estaba encontrando el desarrollo delgigantesco coete >6 Jl+ase la -alta de acuerdo entre 1orolev yPlusBo, que provocó su enrevesado dise4o en el área de lapropulsión, la #nica porción del programa tripulado lunar que podríapasar a la acción durante los próximos dos a4os era lacorrespondiente al vuelo circunlunar. /ara ello sería preciso poner apunto el lan&ador )3@1 y las cosmonaves L6, elementos-undamentales del sistema.  /aradó"icamente, la construcción de las L6 se complicaría más delo previsto por las desavenencias existentes entre algunos de losparticipantes. A primera vista, su de!nición era sencilla2 sólo abía

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    que eliminar el módulo orbital es-+rico de la *oyu&. *in embargo,abía un punto de conQicto centrado en el sistema de guiado de lanave, muy distinto al que tendría si sólo ubiera tenido quepermanecer alrededor de la Tierra. $l via"e lunar era un retoespecialmente exigente para tan delicados mecanismos, de cuyo

    buen comportamiento dependía la seguridad de la tripulación, y poreso se aría di-ícil alcan&ar un consenso sobre sus características.  $n un principio, el desarrollo del sistema de guiado parecía unaasignación apropiada para el grupo de >iBolai /ilyugin. ?ste era amigode 1orolev, miembro del Conse"o de 5ise4adores 0e-e y responsablede mucos sistemas de este tipo utili&ados en misiles. /ilyugin, noobstante, no pareció interesado en aplicar su experiencia en una naveespacial tripulada, y declinó la invitación. 3esignado ante laperspectiva de empe&ar desde cero, el G16 de 1orolev se vioobligado a a-rontar el reto.  /oco despu+s, y con el dise4o relativamente avan&ado, /ilyugincambió de opinión. < no sólo eso2 con un comportamiento típico de la+poca, en el que se priori&aban los intereses de los poderosos gruposindependientes -rente a los del programa espacial, el ingenieromaniobró para -or&ar la utili&ación de su versión del sistema deguiado a bordo de la L6.  1orolev se sintió inclinado en primera instancia a reca&ar la o-erta2los cálculos indicaban que la maravilla puesta en pie en tan pocotiempo por su G16 pesaba y consumía menos que el sistema de/ilyugin. Además, un cambio de esta naturale&a en una -ase tanavan&ada amena&aba con retrasar el programa circunlunar en uno o

    dos a4os. *i 1orolev acabó aceptando lo que a todas luces era un malnegocio para +l, -ue porque el cansado y ya ciertamente en-ermoingeniero "e-e no quería enemistarse con su amigo y tampocodeseaba la repetición de un episodio como el que coartó la asignaciónde los motores del coete >6.  Los problemas, por supuesto, no se limitaban a la cosmonave L6.La LO tambi+n los tenía, y no porque un grupo de dise4o exteriorquisiese inmiscuirse en su desarrollo. $n este caso, eran mucos delos propios ingenieros del G16 quienes veían con malos o"os esteproyecto, al que consideraban casi utópico. $xistía la impresión deque, esta ve&, el visionario ingeniero abía llevado demasiado le"os

    sus ideas. /ara Estislav 1eldys, por e"emplo, sería un milagro que elLO llegase a -uncionar.  Tomadas las decisiones -undamentales demasiado tarde, y ante lanecesidad de batirse con un rival cuyos planes se encontraban yamuy avan&ados, 1orolev tuvo que traba"ar contrarrelo" y recortarmucas de las operaciones que en otras circunstancias ubierallevado a cabo. Cuando decidió que la primera etapa del >6 nuncasería ensayada como tal de -orma estática Jlo sería durante su primerlan&amiento, para aorrar tiempo y costes, ubo dimisiones en suequipo de ingenieros. >o querían participar en esta locura.  La presión empe&aba a sobrepasar a 1orolev, quien se veía cadave& más aislado respecto al resto de sus colaboradores, los mismosque a4os atrás abían eco posibles los +xitos del *putniB y de la

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    SostoB6. *u salud tampoco ayudaba2 superado un ataque al cora&ónel 66 de -ebrero de 678, sus problemas cardíacos y el excesivotraba"o lo colocaron al borde de un ataque de nervios. *u mal umory su severidad se icieron -amosos. )na paulatina p+rdida de oídocomplicó cada ve& más su relación con los que le rodeaban. Las

    privaciones su-ridas durante sus días en el gulag dirigido porCelomei, al que -ue a parar despu+s de que PlusBo testi!cara en sucontra, empe&aban a cobrar su precio, precisamente cuando elprograma espacial de la ).3.*.*. más lo necesitaba. UN !ULO INAU(URAL  A mediados de 678@, el coete )3@1 Jque sería la base delvector utili&ado para la circunvalación lunar empe&aba a dar susprimeros signos de vida. Había sido un largo camino para +l y parasus dise4adores, encabe&ados por Celomei en el área de estructurasy por PlusBo en los motores.  )n camino tan largo como el que implicaba aber surgido en 6786como un conglomerado de cuatro primeras etapas del coete )3Den la base, otro de cuatro segundas etapas del )3D sobre lasanteriores, y una sola de estas #ltimas como tercer escalón. )ndise4o demasiado complicado del que sólo se aprovecarían losmotores, ampliamente modi!cados.  $n enero de 678D, se aprobó la con!guración de!nitiva de laprimera -ase del vector2 una con!guración lo más potente posible en-unción de las limitaciones logísticas que implicaría su transportemediante -errocarril. Celomei tambi+n tuvo en cuenta que el )3

    @1 sería la base sobre la que quería edi!car el )3K,contendiente, como sabemos, del >6 de 1orolev.  Considerando estas limitaciones, creó un sistema modular -ormadopor un depósito que contendría el oxidante J,6@ metros de diámetro,el máximo posible que permitían los t#neles de la vía -erroviariasovi+tica, y seis módulos de propulsión situados a su alrededor, cadauno compuesto por un tanque de combustible y un motor. $ste #ltimoera el 35D@O J6659 de PlusBo, cuyos propelentes, almacenables,satis-acían tambi+n las necesidades de los militares Jmisil P3D, un.C..E. de reacción rápida. $l )3D ya poseía un motor de estetipo J95@, pero era demasiado peque4o Jsólo @ toneladas de

    empu"e, lo que ubiera supuesto colocar más de quince en la basedel )3@. Los problemas entre PlusBo y 1orolev, quien reca&ó el35D@O por considerarlo demasiado peligroso, permitieron su uso enla máquina de Celomei.  /ara la segunda etapa se instalaría una versión de mayor diámetrode la primera -ase del misil )3D, con cuatro motores móviles Jtres358@ y un 3589, o 95661. /ara la tercera se emplearía laversión de tobera !"a 35KO J957 y tanques toroidales paracontinuar respetando el diámetro.  /or !n, en 678O, el dise4o del )3@1 podía darse por !nali&ado.*us misiones serían diversas, entre ellas el lan&amiento de un aviónespacial J3aBetoplan que rivali&ara con el 5yna *oar americano. La

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    versión de dos etapas J)3@, aunque tenía capacidad orbital,tendría -unciones militares y misilísticas.  $n oto4o de 678, se llegó a construir una maqueta a tama4onatural en onor a una visita de 1ruscev, pero como ya di"imos,con la salida del poder de +ste, los proyectos de Celomei caerían en

    desgracia. $l programa lunar L16 proseguiría momentáneamente J6Dde octubre, mientras que el 3aBetoplan y el misil )3D, este #ltimosuperado por el 3O8 de y bauti&ada despu+s como /roton6. Los sat+lites /roton usabanla estructura externa del tercer escalón, incorporando una serie deinstrumentos cientí!cos para el estudio de las partículas cósmicas yotros -enómenos de -ísica espacial.  Los prolegómenos del lan&amiento -ueron tensos, ya que un escapede tetróxido de nitrógeno a-ectó a una serie de cables el+ctricos.

    Celomei decidió arriesgarse y no suspender la misión2 el despegueJ68 de "ulio de 678@ se llevó a cabo normalmente, con!rmando elbuen dise4o del gigantesco coete. $l sat+lite, con una masa de unas6D toneladas, se convirtió además en la carga #til más pesadaenviada al espacio por la ).3.*.*. *uperadas unas cuantas oras dedesconcierto, acabó proporcionando valiosa in-ormación durante unmes y medio.

      $l anuncio del lan&amiento indicó a la >.A.*.A. que la )nión*ovi+tica ya tenía un claro competidor para el *aturn. *u nombre2/roton, como su carga #til. Los sovi+ticos no querían dar demasiadas

    pistas sobre su árbol genealógico y por tanto ocultaron su verdaderadenominación J)3@ o 919D. Gtras -uentes lo an bauti&adotambi+n como PerBules o Atlantis.

      Los ensayos no se detendrían aquí puesto que el D de noviembreera colocado en órbita el /rotonD J)3@ n#mero D7, en unamisión básicamente id+ntica a su predecesora. Todavía se lan&aríanotros dos )3@ a lo largo de 6788, pero con 1orolev aci+ndosecargo del control del programa circunlunar, la principal carga #til del/roton sería despu+s una modi!cación de la *oyu&, y no los sat+litescientí!cos.

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      *imultáneamente, se estaban iniciando las pruebas de la verdaderapiedra de toque de todo el sistema2 las cápsulas que albergarían a loscosmonautas. Tanto las *oyu& como las L6, empe&aron a serlan&adas en vuelos suborbitales Jbalísticos desde diciembre de 678@asta "unio de 6788, siempre para comprobar su resistencia a las

    aceleraciones y al aterri&a"e. *u integridad estructural era esencialpara garanti&ar la seguridad de los tripulantes durante el via"e y elregreso. *uperada esta dura prueba, su dise4o básico podríaconsiderarse apto para el vuelo espacial en cualquiera de susvertientes.

     DSAPARC L IN(NIRO J)  nterrumpidas las misiones despu+s del lan&amiento de la SosBodD, el mundo sólo abía contemplado una larga retaíla de exitosasPemini americanas. 5e nuevo, no -altaron los que pensaron enGccidente que la )nión *ovi+tica abía abandonado la carrera lunar.>o era así, por supuesto, pero lo cierto es que tenía grandesdi!cultades en todos los -rentes. $l más sensible, el del lidera&go, seperdió el 6 de enero de 6788.  5esde la aprobación de!nitiva del programa )3@1VL6 el 6@ dediciembre de 678@, 1orolev estaba más ocupado que nunca. nclusollegó a participar en el proyecto *piral, ideado por el equipo de PlebLo&inoLo&insBy y que consistía en una aeronave alada de dos etapas,pensada para via"ar al espacio o e-ectuar saltos ipersónicos. Laprimera -ase consistiría en un avión Tu6, el equivalente al

    Concorde -rancobritánico, y la segunda sería una nave tripuladamaniobrable y reutili&able. $l Tu6 tardaría más tiempo del previstoen estar listo, así que los dise4adores del *piral solicitaron la ayudade 1orolev, quien permitiría el uso de su coete 3K para poner enórbita a los primeros prototipos del veículo. *e programaron cincomisiones, algo que satis-acía al ingeniero "e-e porque permitiríaaumentar la producción de su vector, reba"ando así su considerableprecio.  /ero 1orolev no tendría oportunidad de traba"ar demasiado a -ondoen esta propuesta. $l @ de enero ingresó en un ospital para unaoperación rutinaria durante la cual debían extirparle un pólipo del

    recto.  $l momento no era nada oportuno, ya que los problemas seamontonaban -rente a su mesa de traba"o. *in embargo, la operaciónno podía retrasarse más y unos días apartado de la caco-onía en laque se allaba abitualmente inmerso podría sentarle bien Jen esepunto las relaciones con sus subordinados eran muy tensas debido asus -recuentes ataques de ira, ya que cualquier error o problema leexasperaba sobremanera. *us #ltimas "ornadas -ueron un tormentopara +l, tanto por el estr+s que le acía sentir en-ermo como por sudelicado estado de salud.  Llegó a celebrar su @7 cumplea4os, el 6D de enero, en la cama delospital del 1remlin. 5espu+s de muco tiempo ocultando el cari&en-ermi&o que estaban tomando las cosas, abía entrado por su

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    propio pie en este recinto sólo reservado a personalidades de $stado.$l día antes del aniversario, el acad+mico oris Sasilevic /etrovsBy,Einistro de *alud, le practicó un análisis istológico. La extracción dela muestra, que suponía obtener una sección del pólipo, le causó unaemorragia que presagiaba una mala semana.

      $n el G16, el ayudante de 1orolev, Eisin, se i&o cargo de todo./ero el ombre estuvo a punto de dimitir2 su "e-e sabía en-rentarsebien a los capricos y excentricidades de *ergei A-anasyev, el Einistroresponsable de las actividades espaciales, en cambio +l no. Tuvo queser su "e-e quien le convenciera para que siguiese, desde la cama delospital.  La operación de!nitiva se inició a las 9 de la ma4ana del 6 deenero. 5urante el proceso, que consistía en la introducción de unrectoscopio, se produ"o otra grave emorragia, como sucedieraanteriormente. ncapa& de detenerla, /etrovsBy abrió el abdomen desu paciente para actuar directamente sobre la erida. (ue entoncescuando encontró un tumor canceroso maligno que nadie conocía yque le abría matado en tan sólo unos meses. La operación seprolongó demasiado tiempo, asta tal punto que 1orolev, anestesiadodurante más de 9 oras, no llegó a despertar. *e a dico que/etrovsBy abía estado mucos a4os ale"ado de los quiró-anos y queello pudo contribuir a la muerte del en-ermo. Lo cierto es que sucomportamiento -ue pro-esional, que tuvo que en-rentarse a unacomplicación inesperada, y que la debilidad del cora&ón del paciente,castigado por las penurias de su anterior vida, -ue de!nitiva.  (allecía así uno de los más indiscutibles 'padres de la

    Astronáutica', probablemente el más destacado de todos ellos sitenemos en cuenta el nivel de responsabilidad que soportó durantetantos a4os. *ólo entonces, de -orma póstuma, sería conocida en elmundo su identidad, la del anta4o misterioso 'ingeniero "e-e', elmentor de todas las a&a4as espaciales sovi+ticas de la #ltimad+cada. *u memoria -ue onrada, pero su traba"o, inacabado, seríadi-ícilmente superado.  *us ceni&as -ueron enterradas en la -amosa muralla del 1remlin,aunque no todas, ya que la leyenda dice que Pagarin guardó parte deellas para llevarlas a la Luna a la primera oportunidad.  *in 1orolev, el /olitburó situó en su lugar a Sasily Eisin, un

    ingeniero de menor experiencia que, como vie"o ayudante del genio,tendría que en-rentarse aora a la -ormidable empresa de vencer alos norteamericanos en la carrera acia la Luna. Eisin conocía lasinterioridades del programa por su traba"o cercano a la !gura de supredecesor, pero sabía tambi+n de las di!cultades que entra4aba lodemandado por el Pobierno sovi+tico. *u primera acción -ue retrasarel lan&amiento del primer vuelo circunlunar asta 6789, reconociendoque no sería posible superar las di!cultades t+cnicas del proyectoantes de esa -eca. $l 6 de -ebrero, por e"emplo, al descubrir que lacosmonave LO abía aumentado de masa, tuvo que ordenar lame"ora de la potencia del coete >6. $l vector tendría que pasar deK@ a 7@ toneladas en órbita ba"a, lo cual conseguiría aciendocambios drásticos en los planes del via"e2 se reduciría la inclinación de

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    la órbita terrestre provisional de 8@ a @D grados, se disminuiría laaltitud de la órbita lunar de O a DD Bilómetros, se a4adirían seismotores más en la primera -ase, aumentando su empu"e en un D porciento Jtambi+n la de los motores de las etapas superiores, y por#ltimo se reduciría la temperatura de los propelentes del veículo

    lunar para incrementar la capacidad de los tanques.  Eisin tenía sobre la mesa innumerables incógnitas que necesitabaresolver antes de continuar adelante. /or e"emplo, :resistiría el suelode nuestro sat+lite el aterri&a"e de una pesada nave tripulada; Iu+aspecto real tenía la super!cie de la Luna; :$ra áspera y estaba llenade piedras o era posible posarse en ella sin peligro; Algunas de estaspreguntas serían contestadas, como emos visto, por las sondas quedesde meses atrás estaban intentando e-ectuar un aterri&a"econtrolado. (allos durante el lan&amiento, coques contra *elene,p+rdidas de control y comunicaciones, "alonaron esta +poca dein-ructuosa exploración automática asta que la sonda Luna7 aportólas respuestas que se estaban buscando.  >o !nali&arían aquí las investigaciones de las sondas sovi+ticas enlas cercanías de nuestro rocoso vecino puesto que el próximo ob"etivoconsistiría en colocar una cosmonave en órbita a su alrededor. Laposición serviría para mapear toda la super!cie y para locali&ar &onasde aterri&a"e apropiadas para -uturos descensos, tanto de navesautomáticas como, claro está, tripuladas. Al mismo tiempo, lacomple"a maniobra de inyección orbital alrededor de la Luna serviríacomo un magní!co banco de pruebas respecto a lo que, a mayorescala, supondría la llegada de una cápsula con ombres a bordo, en

    uno de los pasos previos al descenso y aterri&a"e.  $l ob"etivo, sorprendentemente, quedaría cumplido muy pocotiempo despu+s del vuelo del Luna7, pero antes se produciría uno delos acostumbrados desastres2 el 6 de mar&o de 6788, un coete91K9E J>6O6 colocó a su carga #til en órbita ba"a. Habiendocosteado durante unos minutos, la sonda, unida a su etapa superior,empe&ó a girar sin control. 0amás volaría acia la Luna y, anclada enla órbita terrestre, pasaría a denominarse 1osmos666.  *e trataba de la primera sonda $8*, esencialmente id+ntica a suspredecesoras con la di-erencia de que el módulo es-+rico de aluni&a"eabía sido sustituido por un conglomerado !"o de instrumentos

    cientí!cos.  $l O6 de mar&o, era lan&ado con +xito el Luna6. $n esta ocasión,su vector 91K9E J>6OD envió a su carga en ruta de escape. Haciala madrugada del O de abril, y a unos 9. Bilómetros de lasuper!cie de *elene, el mismo motor que abía servido para aterri&aral Luna7 sirvió aora para -renar la marca del veículo y permitir sucaptura gravitatoria por parte de nuestro sat+lite. )na ve& alrededorde +ste, la nave liberó toda esta maquinaria, que suponía los dostercios de la sonda que de"aban de tener utilidad Jpropulsión yguiado, y se convirtió en la primera capa& de orbitar otro mundodistinto del nuestro. *u equivalente americano, el Lunar Grbiter, a#ntardaría varios meses en debutar.

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      $l módulo instrumental uorbitador empe&ó a traba"ar deinmediato. $l #nico suministroel+ctrico consistía en unasbaterías que permanecieron

    operativas durante @K días.5urante todo este tiempo, elLuna6 midió el campomagn+tico lunar y midió el Qu"ometeórico local. Comocuriosidad, decir que lost+cnicos sovi+ticos se lasingeniaron para causar ciertasoscilaciones de -recuencia enlos semiconductores de la nave,produciendo de la nada unasencilla imitación de unacanción emblemática, la'nternacional', la cual -uetransmitida y recibida conentusiasmo y ovaciones duranteel DO Congreso del /artidoComunista.  Los datos enviados por elLuna6 eran alentadores2 losdetectores de rayos cósmicos y

    gamma, el contador demeteoritos, etc+tera, indicabanque el ambiente selenita eraapto para la presencia deombres. *ólo abía un problema2 el medidor del campo gravitatoriolunar detectó diversas anomalías debidas a acumulaciones demateria Jmascones que perturbaban la órbita de la nave. La situacióny e-ectos de estos mascones deberían ser de!nidos con claridad si nose quería correr el peligro de que una nave tripulada, perturbada,acabase aterri&ando en un lugar no previsto Jy potencialmentepeligroso.

      Cumplido el ob"etivo de colocar un sat+lite arti!cial alrededor de laLuna, las $8* desaparecieron del mapa. Gtras versiones másso!sticadas seguirían sus pasos. más

    http://www.alas-rojas.com/4-2.htmhttp://www.alas-rojas.com/4-2.htm

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    J$scuca el lan&amiento de la misión MR*$

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      /ara empe&ar, reunió a sus conse"eros y a los dos principalesombres de la >.A.*.A., su administrador, 0ames Febb, y elresponsable del área cientí!ca, Hug 5ryden, el 6 de abril. Tambi+nasistió un miembro de la prensa, Hug *idey, de la revista Li-e, quiense encargaría de publicar con todo detalle lo ocurrido aquel día. La

    gente de la agencia espacial ya abía estado pocas semanas atrás enel Capitolio para ablar de sus proyectos de -uturo con elSicepresidente 0onson, pero a pesar del conocido entusiasmo de +stepor la aventura espacial Jun golpe de -ortuna para la >.A.*.A., lapolítica de 1ennedy no parecía incluir todavía -ondos para todo ello.Aora, las cosas abían cambiado drásticamente. La reunión con el/residente -ue crucial. Alterado por la trascendencia de su cercanadecisión, inquirió repetidamente a sus invitados sobre qu+ podríaacerse para superar a los sovi+ticos, ya -uera un vuelo tripuladocircunlunar, el aluni&a"e o la instalación de una colonia. *u mayor

    inquietud, al mismo tiempo, era el coste de tal iniciativa2 cualquierempresa lo bastante comple"a pondría a los sovi+ticos -uera de la

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    luca, pero podría poner tambi+n -uera de combate a los propiosamericanos.  *eg#n *idey, el /residente no se cansaba de repetir2 '$l coste, esoes lo que me preocupa'. /ara Fiesner, en cambio, no era 'elmomento de cometer equivocaciones'. /or #ltimo, 1ennedy di"o2

    'Cuando sepamos más, podr+ decidir si vale la pena o no. *i alguienpudiera decirme cómo alcan&arles... $ncontremos a alguien, acualquiera, no me importa si es el bedel de aí -uera, si sabe cómo.>o ay nada más importante'.  Curiosamente, el coste no era lo que más incomodaba a 5avid ell,el 0e-e del udget ureau2 para reactivar la economía del país,1ennedy se vería obligado, antes o despu+s, a dedicar importantessumas para crear puestos de traba"o. /or otro lado, el desequilibriomisilístico abía demostrado ser inexistente, de manera que unaparte del dinero inicialmente reservado para los grandes programasde construcción armamentística podría ser empleado para la iniciativaespacial. 

    (inali&ada la reunión, la decisión estaba cerca. La >.A.*.A. ya abíain-ormado a 0onson y a Ted *orensen, un conse"ero especial de1ennedy, de sus intenciones de aterri&ar en la Luna y de construirbases cientí!cas. Cuando *orensen y el /residente se encerraron enel despaco oval Jdurante apenas cinco minutos, este #ltimo dio elvisto bueno al plan de la agencia... pero sin las bases ni las coloniaslunares. Las declaraciones privadas de *orensen, 'nos vamos a laLuna', no de"an lugar a dudas2 si 1ennedy no encontraba otra

    solución en un breve pla&o de tiempo, la decisión estaba tomada.

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      Hombre previsor, el /residente pidió por escrito a suSicepresidente, con -eca D de abril, la reali&ación de un estudio queexaminara todas las alternativas posibles. 1ennedy no quería de"arninguna piedra sin levantar. La respuesta de 0onson, oco días mástarde, con!rmaba que el aluni&a"e era la me"or Jsino la #nica opción

    mínima capa& de superar a los sovi+ticos en el Cosmos. ncluso conella, las opciones estimadas de +xito no superaban el @ por ciento./ara un proyecto que algunos creían iba a costar . millones dedólares, el riesgo era considerable. *obre todo si tenemos en cuentaque eso signi!caba dar 8. millones al a4o a la >.A.*.A., seis vecesmás de lo que abía recibido asta entonces Jy una agencia que nisiquiera abía lan&ado a su primer ombre al espacio. $l mayorriesgo, sin embargo, provenía de que la carrera espacial era un enteabierto, a di-erencia del proyecto Eanattan, y que todo lo queocurriera alrededor de ella en los $$.)). sería conocido, alabado y

    criticado.

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      Aora sólo quedaba Juna ve& más convencer al Congreso, obtenersu respaldo y, con ello, el de toda la nación. /ara eso, 1ennedy ordenóa 0onson la convergencia de todas las partes, /entágono, Cámara de3epresentantes y *enado. $l Sicepresidente, empleando sus ampliasdotes de persuasión, puso de acuerdo a los convencidos y a los no tan

    convencidos e i&o traba"ar a la gente de la >.A.*.A. y a otrosasesores en la redacción del documento de!nitivo en el que seinstaría a la aceleración del programa espacial. 5urante este tiempo,los $$.)). reali&aron su primer vuelo tripulado2 Alan *epard -uelan&ado en misión balística suborbital el @ de mayo. $l Eercury3edstoneO voló como todos esperaban, demostrando que, a pesar detodo, la masa crítica para el +xito se encontraba en las manos delpueblo estadounidense. $l gran +xito del via"e con!rmaba la buenaposición de la >.A.*.A. para emprender el siguiente paso2 laLuna. más

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