Top Banner
Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia. GEOGRAF1A no presente una marcada hos ti lidad , disminuirían las posibilidades de ob- viar las di fe rencias or i gi narias (de ra za, de región, de religi ón y princi- palmente de situación estra ti ficada) poco percib id a s, s in e mbargo, por Ja mayoría de los mi embros de la soci e- dad húespeda. E l seño r Thurman se lamenta de la escasez de estudios de los nortea me ri canos en ultramar, a pe- sar de que éstos constituyen el con- junt o étnico más dise mi .nado. Al pa- sa r revista a la bibliog rafí a sobre el tema, se refiere a cuán poco se ha explorado la interación e ntr e los es- tadounidenses y el medio receptor, especialmente en lo qu e respecta a los más de de do millones de so ld a- dos e parcidos en los ci nco continen- tes. Se escogió a Bogotá, po r se r una metrópoli geopolíticame nt e intere- sante. por se r escala de difusión y distribución de lealtades fiduciarias y culturales, así como se de de múlti- pl es agencias regionales nor t ea meri- canas. En las conclusiones plantea que no existen condiciones para crear la sol id aridad entre los estadouniden- ses en Colombia. Cuando una cate- goría de persona no se haJl a en con- dición de inferioridad, o aJ menos no lo cons id era así, ningún grado de so- lidaridad puede alcanzarse. De acuerdo con el estudio del profesor Thurm an, los estadounidenses radi- cados en Bogotá no se veían nj se consideraban in feriores a los colom- bianos. Antes por lo contrario, ali- mentaban se ntimientos de supe ri ori- dad. Su real o pretendido stat us de el ite era la causa de que no se asi mi - laran a las sociedad colombiana. Formul ando una genera li zación in teresant e, el autor se ñala có mo los punt os de ingreso c reados y usados por las personas oriundas de las na- ciones industrializadas se rían muy diferentes de aque ll os creados y usa- dos por los emigrantes de los países en vías de desarrollo ha cia las nacio- nes . Lo punt os de in greso utilizados por la mayo a de los estadounidenses en Bogotá fue- ron estab lecidos como parte del im- perio corporativo construid o. Final- ment e. el profe sor Thurman cree ne- 114 cesario r edef inir la idea de un a "co- munidad'' nort eame ri cana de ultra- mar. Sea cual sea la l ocalidad a la que ll eguen, no se contentarán con pertene ce r a una se nci ll a comuni- dad, a menos que sean relativamente pocos y que los una un pr imordial interés común, como la religión o el servicio militar. Intentando situ ar la persp ecti va de esta in ves ti gación en la bibliogra- fía colombiana, sería ú til comparar apr oximaciones semejantes en rela- ci ón con otras colonias que han de- sempeñado un p ape l significativo en la vida nacional: por ejemplo, l os franceses o los judíos. Si bien en el tr abajo de Thurm an no se precisa acerca del factor exó- geno en el comportamiento de la mj - noría étnica, cabría profundizar en el anál isis de la ac titud del colom- biano {sea r egional, laboral o socia l- mente) frente al in mi g rant e estadou- nidense, y la situación actual de éste en Colombia, especialmente en el contexto de los cambios jurídicos y sociopolíticos sucedidos e ntre 1976 y la hora presente. ERNESTO RAMÍR EZ Algunos perfiles •• guaJiros Per fil es de La Guajira Varios aulores Edición de Vanguardia Juvenil por la Paz Guajira . Auspiciado por la Asociación Ca rbocol- ln tercor, Bogotá, 1985. 11 6 págs. . Textos en español e inglés. A diferencia de o tr as regiones, La Guajira es de l os sitios que más bi- b li ograf ía tienen en su haber. Desde el siglo pasado personajes como Jorge Isaacs o Mi guel Antonio Caro o el obispo Rafael Ce l edó n esc ri bía n estudios ob re sus tribu , lengua o misiones en ese ter ri torio. Tema per- manente para los a ntr opó logos, se podría dar una larga li sta de títulos. Desde l os trabajos etnológicos de Grego rio Hernández de Alba, en la década de Jos treint a, hasta las múl- R ESEÑAS tiples tesis antropológicas, muchas de ellas escritas en inglés y que no han sido tr aduc ida s aJ español. Lo mi smo podría dec ir se de los numerosos estudios económicos y científicos qu e se han pr od ucido al- rededor del carbón de EJ Ce rrejón , a lo cual se suma la discusión de tipo político que arroja también un vasto mat er ial de lectura. Sin emba rgo es- tos trabajos, por su mi s ma naturale- za, están dirigidos a un estr ec ho cír- c ul o de lectores, a los entendidos en esas disciplinas, dejando a un lado aJ gr ueso público. AJ parecer, la in- tención de los e ditores de Perfiles de La Guajira es ll enar ese vacío. Lo preg unta que cabe hacer se es si lo lograron. El li bro es ecléctico, posi- blemente debido a qu e sus colabora- dores salen de distintas vertie nt es. P or eso el tono es di sparejo. Se en- cuent ra desde la prosa lírica de An- tonio Mo ntaña, en el prólogo, hasta la hermética de Virginia Gutié rrez de Pine da , en su estudio sobre la or- ga ni zación social. A todo esto, el li- bro puede mostrar un amplio espec- tro en estilos, densos como el de los antropólogos Adono li y Rivera , co- l oq ui al como el de J osé Vice nte La- faurie en sus relatos so bre la antigua provincia de Padilla, apasio nado como el de Amíl car Acosta Medina en su r ad iografía sobre la economía guaJtra. · '¿ Cómo, de qué vive el hom- br e?", se pregunta Ant onio Monta- ña , para contestarse: ·• o e imagina- ción o fortaleza. De empecinado es- fuerzo. De ganas''. Tal vez porque se penen la poesía como la mejor forma de develar la esencia de las cosas, se empieza el volumen con este prólogo. Con una prosa sobria y en donde se adivina qu e su origen hi spa no le condicionó el bilingüismo desde la infancia, el profesor de la Sorbona Tomás Gómez inicia la sección hjs- tórica con el capítulo " Guaji ra bra- vía ". escrito originalmente en espa- ñol. Expli cando el títul o, a1 demos- trar qu e los guajiros y los araucanos fue ron los in dígenas que más resis- tencia o pusieron al conquista dor es- pañ ol, este especialista en hist oria del virreinato de la Nueva Granada CORE Metadata, citation and similar papers at core.ac.uk Provided by Revistas y Boletines - Banco de la República
2

Algunos perfiles guaJ · 2019. 5. 11. · las vendettas, el ajuste de cuentas y la pérdida e inversión de valores. Los bogares se empezaron a enlutar, las mujeres a cerrarse de

Feb 03, 2021

Download

Documents

dariahiddleston
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

    GEOGRAF1A

    no presente una marcada hosti lidad , disminuirían las posibilidades de ob-viar las diferencias originarias (de raza, de región , de religión y princi-palmente de situación estra ti ficada) poco percibidas, sin embargo , por Ja mayoría de los miembros de la socie-dad húespeda .

    E l señor Thurman se lamenta de la escasez de estudios acer~a de los norteamericanos en ultramar, a pe-sar de que éstos constituyen el con-junto étnico más disemi.nado. Al pa-sar revista a la bibliografía sobre el tema, se refiere a cuán poco se ha explorado la interación entre los es-tadounidenses y el medio receptor , especialmente en lo que respecta a los más de de do millones de solda-dos e parcidos en los cinco continen-tes. Se escogió a Bogotá , por ser una metrópoli geopolíticamente intere-sante. por ser escala de difusión y distribución de lealtades fiduciarias y culturales, así como sede de múlti-ples agencias regionales norteameri-canas.

    En las conclusiones plantea que no existen condiciones para crear la solidaridad ent re los estadouniden-ses en Colombia . Cuando una cate-goría de persona no se haJla en con-dición de inferioridad, o aJ menos no lo conside ra as í, ningún grado de so-lidaridad puede alcanzarse. De acuerdo con el estudio del profesor Thurm an, los estadounidenses radi-cados en Bogotá no se veían nj se consideraban inferio res a los colom-bianos. Antes por lo contrario, ali-mentaban sentimientos de superiori-dad. Su real o pretendido status de elite era la causa de que no se asimi-laran a las sociedad colombiana .

    Formu lando una gene ralización interesante, el autor señala cómo los puntos de ingreso creados y usados por las personas oriundas de las na-cio nes industrializadas serían muy diferentes de aque llos creados y usa-dos por los emigrantes de los países en vías de desarrollo hacia las nacio-nes ind ustrial iza~a . Lo puntos de ingreso utilizados por la mayoría de los estadounidenses en Bogotá fue-ron establecidos como parte del im-perio corporativo construido. Final-mente. el profesor Thurman cree ne-

    114

    cesario redefinir la idea de una "co-munidad' ' norteamericana de ultra-mar. Sea cual sea la localidad a la que lleguen, no se contentarán con pertenecer a una senci lla comuni-dad, a menos que sean relativamente pocos y que los una un primordial interés común , como la rel igión o el servicio militar.

    Intentando situar la perspectiva de esta investigación en la bibliogra-fía colombiana, sería útil comparar aproximaciones semejantes en rela-ción con otras colonias que han de-sempeñado un papel significativo en la vida nacional: por ejemplo , los franceses o los judíos.

    Si bien en el trabajo de Thurman no se precisa acerca del factor exó-geno en e l comportamiento de la mj-noría étnica, cabría profundizar en el anál isis de la actitud del colom-biano {sea regional , laboral o social-mente) frente al inmigrante estadou-nidense, y la situación actual de éste en Colombia, especialmente en el contexto de los cambios jurídicos y sociopolíticos sucedidos entre 1976 y la hora presente .

    ERNESTO RAMÍREZ

    Algunos perfiles • • guaJiros

    Perfiles de La Guajira Varios aulores Edición de Vanguardia Juvenil por la Paz Guajira . Auspiciado por la A sociación Carbocol-ln tercor , Bogotá, 1985. 116 págs . . Textos en español e inglés.

    A diferencia de otras regiones, La Guajira es de los sitios que más bi-bliografía tienen en su haber. Desde e l siglo pasado personajes como Jorge Isaacs o Miguel Antonio Caro o el obispo Rafael Celedón escribían estudios obre sus tribu , lengua o misiones en ese terri torio. Tema per-manente para los antropólogos, se podría dar una larga lista de títulos. Desde los trabajos etnológicos de Gregorio He rnández de Alba, en la década de Jos treinta, hasta las múl-

    RESEÑA S

    tiples tesis antropológicas, muchas de ellas escritas en inglés y que no han sido traducidas aJ español.

    Lo mismo podría decirse de los numerosos estudios económicos y científicos que se han producido al-rededor del carbón de EJ Cerrejón , a lo cual se suma la discusión de tipo político que arroja también un vasto material de lectura. Sin embargo es-tos trabajos, por su misma naturale-za, están dirigidos a un estrecho cír-culo de lectores, a los entendidos en esas disciplinas, dejando a un lado aJ grueso público. AJ parecer, la in-tención de los editores de Perfiles de La Guajira es llenar ese vacío . Lo pregunta que cabe hacerse es si lo lograron. El libro es ecléctico , posi-blemente debido a que sus colabora-dores salen de distintas vertientes. Por eso el tono es disparejo . Se en-cuentra desde la prosa lírica de An-tonio Montaña , en el prólogo, hasta la hermética de Virginia Gutiérrez de Pineda, en su estudio sobre la or-ganización social. A todo esto, el li-bro puede mostrar un amplio espec-tro en estilos, densos como el de los antropólogos Adonoli y Rivera , co-loquial como el de José Vicente La-faurie en sus relatos sobre la antigua provincia de Padilla , apasionado como el de Amílcar Acosta Medina en su radiografía sobre la economía guaJtra.

    ·'¿Cómo, de qué vive el hom-bre?", se pregunta Antonio Monta-ña , para contestarse: ·•o e imagina-ción o fortaleza. De empecinado es-fuerzo. De ganas''. Tal vez porque se pensó en la poesía como la mejor forma de develar la esencia de las cosas , se empieza el volumen con este prólogo.

    Con una prosa sobria y en donde se adivina que su origen hispano le condicionó el bilingüismo desde la infancia, el profesor de la Sorbona Tomás Gómez inicia la sección hjs-tórica con el capítulo "Guajira bra-vía". escrito originalmente en espa-ñol. Explicando el título, a1 demos-trar que los guaji ros y los araucanos fueron los indígenas que más resis-tencia opusieron al conquistador es-pañol, este especialista en historia del virreinato de la Nueva Granada

    CORE Metadata, citation and similar papers at core.ac.uk

    Provided by Revistas y Boletines - Banco de la República

    https://core.ac.uk/display/198198593?utm_source=pdf&utm_medium=banner&utm_campaign=pdf-decoration-v1

  • Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

    RESEÑAS

    nos hace dar un vistazo alrededor del acontecer de la pen ínsula desde la conquista hasta nuestros días, al final de lo cual se formula la pregunta: "¿Hasta cuándo los indómitos y alta-neros guajiros podrá resistir los insis-tentes embates de las: cultura domi-nante, que acosan su territorio an-cestral?". Un adocenado artículo so-bre e l almirante Padilla, escrito por Ramiro de la Esprie lla, y una historia sobre la música de la región , de Al-varo C uello Blanchard, cierran la sección histórica del libro.

    Con la anuencia de sus autores, se incluyen dos artículos publica dos anteriormente: el de Virginia Gutié-rrez de Pineda "Organización social" y e l de Ambrosio Adonoli y Alberto Rivera "Cambios en la sociedad gua-jira", que conform an la segunda parte del libro, dedicada a los " In-dios guajiros". Cabe preguntar si el lector medio se inte resará en este tipo de lectura tan especializada.

    Al referirse a la baja Guajira, José Vicente Lafaurie, en su "Bos-quejo de las antiguas provincias de Padilla y VaJledupar", nos dice: "Los primeros automóviles llegaron en 1928, es decir cuatrocientos años después de iniciada la conquista, por manera que con este instrumento de progreso se cierran cuatrocientos años de soledad, de los cuales cien ya fueron biografi ados por Gabriel G arcía Márquez, pues nadie que co-nozca la vida y milagros de nuestra vieja provincia puede poner en duda que ella es Macondo" . Como se ve, se pasó del rigor científico del antro-pólogo al realismo mágico del cronis-ta.

    El autor lanza tesis tan discutibles como cuando dice: "Ni en España, el común hontanar , ni en México, ni en el Caribe tan rico en melodías autóctonas, tiene nuestro 'meren-gue', nuestro 'son', fue ra de los nom-bres, parentela de ninguna naturale-za. La Gota fría o La custodia de Badil/o , verdaderos antecedentes de nuestro folclor , no tienen anteceden-tes en ninguna latitud , son los frutos espontáneos, el reflejo del entorno propio, de un valle cerrado, de un costeño sin mar ... ". Afirmación que levantará una polvareda entre los

    musicólogos, que siempre le encuen-•

    tran parentesco y antecedentes a este tipo de composiciones.

    ·El libro nos lleva a una serie de • hallazgos . En uno de los pocos estu-dios sobre economía que he cono-cido que hayan sido escritos en forma apasionada, AmíJcar Acosta Medina nos dice , a l juzgar los efectos de la bonanza del narcotráfico en la penín-sula : "Pero con e l auge del cultivo, e l tráfico y la danza de los millones, vino lo que no podía faltar, la atmós-fera deletérea inmanente a l negocio: las vendettas, e l ajuste de cuentas y la pérdida e inversión de valores. Los bogares se empezaron a enlutar, las mujeres a cerrarse de negro. Aque-llos polvos tenían que traer estos lo-dos. Cuando se produjo e l desborda-miento, se empezó a e lucubrar que el problema delincuencia l de La Guajira es un mal atávico y los comu-nicadores en~ilgaron a nuestro gen-tilicio una connotación peyorativa, indentificándolo con el sicario. Hasta que por fin le llegó su cuarto menguante al narcotráfico y enton-ces muchos de los que querían vivir en jauja sin esfuerzo se quedaron en babia sin esperanza , derivando en el desafuero delictivo. Al hablar de etiología de la violencia te nemos que acudir a este fenómeno larvado aún , pero ya con protuberantes manifes-taciones".

    El volumen se cierra con un in-forme del departamento de re lacio-nes públicas de Intercor sobre la ex-plotació n en el proyecto Zona Norte de El Cerrejón.

    La longitud de a lgunos de estos trabajos impidió que las excelentes fotografías de Mauricio Mendoza y Guillermo Molano se destacaran más; es posible que más de un lector lamentará que e llo ocurrie ra. La pre-sentación hecha por los editores, o sea los jóvenes que configuran e l grupo Vanguardia Juvenil por la Paz Guajira , da muchas explicaciones so-bre las limüaciones que se tes presen-taron en la realización del libro . H ay que destacar el a lto porcentaje de colaboradores guajiros, tal vez los nombres más significativos de la inte-lectualidad en este momento. Las traducciones de Gillian Moss y Fran-

    GEOGRAF A

    ces Strachan , personas para quienes el inglés no tiene secretos, son impe-cables y, al decir de algunos entendi-dos, en algunas ocasiones mejoraron e l original. Perfiles de La Guajira es, a pesar de sus limitaciones, un es-fuerzo valioso que vale la pena tener en e l estante de nuestra biblioteca.

    RAMON lLLÁN BACCA

    El estudio de los ríos latinoamericanos

    Los recursos pesqueros del río Orinoco y su explotación Daniel Novoa R . (compilador) Corporación Venezolana de Guayana , Caracas, 1982, 386 págs.

    Los venezolanos nos han entregado un interesante volumen dedicado básicamente a los peces y las pesque-rías dulceacuícolas y estuarinas del río Orínoco (2.600 kiló metros) , que se caracteriza por el amplio tra ta-miento del tema . Incluye o nce capí-tulos de resultados y discusio nes científicas y técnicas , fruto del tra-bajo de más de seis años continuos de investigaciones llevadas a cabo por la Corporación Venezolana de Guayana. El compilador, profesor D aniel Novoa, es auto r único o prin-cipal de ocho capítulos y coautor de otros dos.

    E l grueso del libro está organi-zado en cuatro partes y considera una división básica entre e l río Ori-noco, propixamente dicho, y e l de lta del Orinoco, superficie de unos veinte mil kilómetros cuadrados, de características muy especia les. La parte I (paginas 19-147) , titulada Río Orinoco. Sector Caicara- Barrancas, incluye cinco capítulos. El primero, "Análisis histórico de. las pesquerías del río Orinoco", introduce al pro-blema de Los recursos pesqueros de este gran río , destacando e l creci-miento significativo que ha tenido la pesca en los últimos años. Se calcula la captura actual (1981-1982) en unas diez mil toneladas/año, y que el po-tencial de l río entre Puerto Ayacu-cho y Barrancas es, igualmente, de

    115