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Corpoulrika Alfabeto de otros días (Antología poética) Luz Mary Giraldo XXVIII FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ 2020 HOMENAJE DE LOS POETAS - HOMENAJE DE LOS POETAS - HOM
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Alfabeto de otros días - tiberiades.org

Jul 15, 2022

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Corpoulrika

ISBN: 978-958-9109-27-4

9 789589 109274

Alfabeto de otros días(Antología poética)

Luz Mary Giraldo

XXVIII FESTIVAL INTERNACIONAL

DE POESÍA DE BOGOTÁ

2020

ETAS - HOMENAJE DE LOS POETAS - HOMENAJE DE LOS POETAS - HOMENAJE DE LOS POETAS - HOMENAJE DE LOS POETAS - HOM

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Ministerio de CulturaPrograma Nacional de ConcertaciónInstituto Caro y [email protected]

Alfabeto de otros días (Antología poética)LUZ MARY GIRALDO

ISBN: 978-958-9109-27-4

Ulrika - Revista de poesíaXXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotá[email protected]

Dirección del proyecto: RAFAEL DEL CASTILLO

Coordinación editorial: EUGENIA GORRIÑO y ÓSCAR PINTO SIABATTO Selección de textos hecha por la autora

Esta publicación se realiza con motivo del homenaje tributadopor el XXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotáy la revista de poesía Ulrikaa la maestra Luz Mary Giraldo

IMPRENTA PATRIÓTICA DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO

YERBABUENA

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Ministerio de CulturaPrograma Nacional de ConcertaciónInstituto Caro y [email protected]

Alfabeto de otros días (Antología poética)LUZ MARY GIRALDO

ISBN: 978-958-9109-27-4

Ulrika - Revista de poesíaXXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotá[email protected]

Dirección del proyecto: RAFAEL DEL CASTILLO

Coordinación editorial: EUGENIA GORRIÑO y ÓSCAR PINTO SIABATTO Selección de textos hecha por la autora

Esta publicación se realiza con motivo del homenaje tributadopor el XXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotáy la revista de poesía Ulrikaa la maestra Luz Mary Giraldo

IMPRENTA PATRIÓTICA DEL INSTITUTO CARO Y CUERVO

YERBABUENA

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Alfabeto de otros días(Antología poética)

Luz Mary Giraldo

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Luz Mary Giraldo: celebración de la memoria

Cuando la tendencia en la poesía actual es la experiencia de lo inmediato, la concentración del instante, la enumeración en tiempo presente, Luz Mary Gi-raldo convoca y evoca la memoria, ofrece vivacidad y pasión a la nostalgia como lo muestran sus poemarios: El tiempo se volvió poema (1974), Camino de los sueños (1981), Con la vida (1997), Hoja por hoja (2003), Postal de viaje (2004), Sonidos en la luz (2010), Llévame como un verso (2011), De artes y oficios (2015) y Caza de sombras (2019).

Los versos de Giraldo oscilan sobre el amor-desamor, la muerte, el pulso tem-poral, la espera como una promesa, temas que lleva consigo en su travesía, porque “el mundo se llena con ausentes”.

La poeta preserva la voz de la tribu como un presentimiento, donde todo nudo debe deshacerse en el pasado para dejar fluir el presente:

El ave que algunos llaman tiempose alargó en el desierto de los hombresy cada mañanase enredó en sus ojos

Trataron de construir una palabrapero faltaron piedras:nadie pudo entendersedesde entonces

[“Nunca llegó el verdadero y sabido nombre”]

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Giorgos Seferis sostuvo que “La memoria, donde se la toque, duele…”, así las referencias sobre la fiel Penélope que paciente teje y desteje, las sordas profecías de Casandra o la reminiscencia de la entrega de Ariadna sostenida tan solo por un hilo. El mito es piedra angular en Luz Mary Giraldo, converge para mostrar el envés de la metáfora.

La memoria se manifiesta como un nervio tenso en las pequeñas cosas, en los detalles, permitiéndonos adentrarnos en la densidad de la espesura cotidiana:

Uno llega de pronto a darse cuenta que el árbollas callesla lluviael solel vértigono son el mismo árbolel mismo espacioel clima de otro tiempola pasión del amorsino el color vacío del objeto sin sueños.

[“Como lluvia finísima”, fragmento]

El silencio, la ausencia, el exilio, el deseo, ciertos nombres, ciertos momentos, la casa, el jardín, el reloj, el espejo, el ruido de las calles, el insomnio, la escritura, el paso de los trenes, el viento entre las ramas de los árboles, los gatos, los pájaros, las preguntas… todo es vida y es memoria, materia de la que está compuesta —con exactitud musical y delicada retórica— la cartografía poética y anímica de Giraldo.

La obra de Luz Mary Giraldo ha sido macerada lentamente por más de cuatro décadas, alcanzando su mejor definición y mayor madurez. Vaya pues este homenaje, en el marco del XXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotá, para celebrar a una de las más altas voces de la poesía colombiana.

enzia VerduchiCiudad de México, mayo de 2020.

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De El tiempo se volvió poema (1974)

Nunca llegó el verdadero y sabido nombre

El aveque algunos llaman tiempose alargó en el desierto de los hombresy cada mañanase enredó en sus ojos

Trataron de construiruna palabrapero faltaron piedras:nadie pudo entendersedesde entonces

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Se están perdiendo gritos en la sombra

CaminaLevanta las manosy mira por el ojo de la noche

Le abandonaronlos jardines

Encadenando nostalgiasolvidósu tiempo su besosu deseosu guitarra

Su carne violentó la nocheretorció su concha de ceniza

La mariposa se alargóen las trenzas de los ecosy cayó en la sombra

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El tiempo se volvió poema

Mientras se quiebrala palabraal tejer y destejerel tiempo—que enhebra con hijos de arañael árbol caído de memorias—el ruiseñor le canta al ecoque se enredó en la sombrabañada de cerezos

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De Camino de los sueños (1981)

Sólo la vida

Pensativodesentrañas el tiempo.A lo lejosse enciende el eco de algún cantoo un recuerdo del marmientras la vidaumbral de palabraenreda en su sombrala fuerza que vuelao la deshace.

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Mientras los días pasan

Tejes la vidaPenélope callada.Despiertas la página del tiempoel mar frente a la músicala luz del solla sombra el silencioy un vuelo de ventanas.

Destejes y vuelves a empezarmientras los días pasan.

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De Con la vida (1996)

Lezama y Proust bajo la sombra

Cuando me falta el airepregunto si Marcelrecorre su habitacióncomo un refugio de silencioy escribe en las paredeslas líneas perdidas de los sueños.O si Lezama saca del fondo del espejosu ahogado Narcisodel tiempo dorado por el Niloy ve caer las hojas de los árbolescomo libros abiertos.

Pregunto si Nervalbusca en el fantasma de Aureliaun plácido rumor de golondrinay si en las noches Mozartconvoca el ajedrez de un pianohasta que nace un réquiem o un presagio.Veo una calle de memoriasveo un Alephlos ojosla sombra de los nombresveo paisajes solitarios.

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Cuando me falta el airepregunto si en el tiempo perdidoquedó un camino de cerezosuna copa de vino derramadoalgún amor al borde de la puertao un girasol en la ventana.Me pregunto si los tristes arlequines de Picassoestán en la memoria persistentey si ese dios que sueñabaja de los altaresa soplar el alientohasta que vuelva la vidacon su canto de ciegosy su andar errabundo y de sorpresas.

Cuando se pierde el airetejo una colcha de vocesque vienen desde el día en que Uliseshizo su viaje de vencer el miedoy pasa por Wertherpor Emapor Aliciapor el nombre sin nombrepor la rosapor la copla de Orfeopor la danzapor la angustia secreta del infiernopor el paraíso perdido y sus delicias.

Y como una camaleón sobre la hierbaveo pasar las horas con el vientoy me cambia la piellos sueñosla música es distintala habitación se alejay me trae a Marcela Lezamaa mi padrea la sombray al cansado bufón de algún poema.

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La hora de los pájaros

Inasible y costurerala palabracubre con tela engañosala herida de la noche:juega a la libertado sueña la ventura.Como eterna Penélope teje la túnica de todosdeshilvana el secreto de la esperahasta inventar un nuevo rostroo un espejo sin nombre.

Inasible y costurera oye pasar el viento fatigado por los pájaros.

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Ariadna

Como animal en jaula me detengoapunto los ojos a la ventana abiertaoigo tus pasosy ahuyento el réquiemque marcha por las calles.

Como animal acorralado veola sombra sigilosaentrar al laberinto.

Tal vez Teseo regresa a liberarme.

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Ícaro

Extendió sus alas y alzó vuelo:rompió el aire con su pico de broncey ascendió a la montaña de silencio.Desde lo alto miró el espacio abandonadoy el último punto se fundió al primero.

Extendió sus alas y dibujó la sombra.Solitario se levanta en medio de la noche.

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El tren de la memoria

Como paso de tren cuando avanza cautelosodeslizándoseaquí el puente del abismo el túnel oscuro en el silencioy la pradera dibujada con el pincel finísimoal viaje de mis ojos.Mujeres en los puertos con sus viandasniños aquí y alláy el sol ardiendo en medio de la tardemientras el ruido vuelve a la memoriacuando viajar era deshacer lo rutinariodar vuelta hacia el origenal centro de la infanciadonde se cruza el horizonte.

Como paso de tren regreso con cautelaoigo y atiendo aquello que alimenta mi recuerdoy están los puebloslas estaciones polvorientasla casa como un punto en la montañael color de las frutas en los árbolesla tierra caliente y sus oloresy la gente que sube y se acomodapara el tránsito fugaz del no sé dónde.

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Oigo el tren que regresacon su ruido y su sombralo oigo pasarcomo pasa la vidasin que nos demos cuenta.

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Cada palabra mía

¿Es para eso, que morimos tanto?césar Vallejo

Costumbre mía esta de escudriñar palabrasy escribir en la hoja de los árboleso en el reverso de los sueñoslas líneas que al final son garabatosen el milagro de viviry en la amargura de los muertos.

Costumbre esta de grabar un poema en la memoriade sorprenderme cuando el sol se quiebra debajo de las ramasy llega a la mesa con su gesto de sombraspara gritar la vida sobre un juego de objetos:una muñeca de trapo delante de la sillaun as de corazonesun viejo payaso desgonzadoy el libro que espera a la luz de una lámpara.

Costumbre buscar a Vallejoy encontrarlo infeliz y atormentadocon la soledad del poema en sus entrañasy la pena a golpe de dolor bajo su tiempo.

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Escribir en silencio al paso de los díasy dejar en el cuarto de atráscada palabra míacon el ángel que fuiy el mortal que a diario se desvela.

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Silencio para vivir

Pido silencio para vivir la flor y el frutoun viaje de palomasy peces que dancen en el agua.Pido silencioy se ahoga la paz en cada esquinagolpea el dolor en el sitio del recuerdoy el hijo apaga su lámpara bajo la muerte aliterada.

Silencio para vivir la flor y el frutoy retornan mensajeros sin sueñopalomas sin un ramo de olivos otean el horizontedonde la voz es un clamoruna triste elegía que viene del diluvio.

Para vivirpara escuchar el murmullo escrito en tantas páginasy encontrar los ojos perdidos desde siemprepara buscar la pazpara mirarla de frentesi es que existe.

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Como lluvia finísima

Uno llega de pronto a darse cuentaque el árbollas callesla lluviael solel vértigono son el mismo árbolel mismo espacioel clima de otro tiempola pasión del amorsino el color vacío del objeto sin sueños.

Uno abre de pronto la ventana para sentir el fresco de la tardepara coger palomas con los ojosy oír el paso de las nubesy ve el silencioque avanza caprichosohacia la nochedonde las manos tiemblan.

Al fondo la botella vacía sobre la mesala habitación desmanteladaun pájaro errantey en el centrocomo lluvia finísima

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todavía el corazóntibio y sorprendidoatiende el fuego de la viday el ruego de los ángeles.

Uno llega de pronto a darse cuentaque el tiempo es un regresoque las nubes son del color del corazóny es suficiente.

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Navegaciones

Un ave cruza por los sueñoslevanta su pico hasta romper el airey atrapa el silencio con sus alas.

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De Hoja por hoja (2002)

Poema con gato

como una divinidad desdeñosa.jorge luis Borges

Como el gato el poema se niega a la caricia.Juegacamina caprichosobusca el lugar más elevadosaltarechaza el sitio inhóspitodesciendehusmeaescarbaaleja la carroñalas cenizasdeja en silencio la soledady busca la palabra.

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Gato de agua

Cae la gotay el gato caza el aguael grifo que goteael ojo de cristal que en su caída se abresonido levegolpe de insomnio. Inquieto frente al agua que con gotero caeel gato juegacaminaronronea.

Es un verso la gota que caeojo de gato.

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Aprendiz de gato

Como el joven poetael gato se inicia en lo desconocido:se acerca al laberintoacecha ruidosel aire cortado por un vueloángeles que caensombras bajo la luz.

Gato el poeta va y viene sin repososabe que a diario encuentra una salidaotra puerta al enigmala vida escondida entre lo oscurola muerte agazapada en los rincones.

Sabe—poeta o gato—que los días soleados albergan la nocheen lo más frondoso de los árbolesdonde la luz comienza:en el punto más negro.

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El misterio en la luz

Si cuando pasan los días del asombroy el rostro encontrado en el espejoaletargado y solono se cae de miedodirás que nada ha sido en vanoque no pasaste de largo por los días.

Vivir es el triunfo que los años dejancon todo y sus insomnioscon las cosas que hicimos y luego deshicimosy el pan compartidoy todas las ventanasy el gato buscado en el poemay el misterio en la luz.

Si un año más es ganarle otros días a la muertesi sientes el silencio comiéndose tus ojosla noche entre lo oscuroy las manosraíces cuando la tarde pasasabrás que nada está perdidoque todo queda y pasasi hay calor en la voz.

De Postal de viaje (2003)

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Réquiem

Con el viento a la sombra oyes–tañido sin fortuna–huesos que caen.Tarde de corazones encogidos.

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Caída

Caen las hojas en el patiola ropa se destiñe al soly el pájaro comienza el alfabeto de otro día.

La muerte prepara su caídatiemblahoja leveen el centro del patiocomo la poesía.

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Penélope

Haciendo calendarioscierra los ojos y deshace el tiempo:repliega y zurceteje con hilo de seda la manta de la vidadesteje la túnica de ausencia.

Tejedorapaloma de la esperainventa el pájaro que cantacuando la luz termina.

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Canción para los buenos días

Al irte dejas una estrella en tu sitio.Vicente huidoBro

De tanto estar presentemi padre es un recuerdo en las ausencias.Solía comenzar de madrugadadespertar una nota musical en la gargantaenseñarnos a escribir en el cuadernola palabra soly a escuchar cómo asciende el pentagramapor el tañer de las campanaspor el sonido de los dedos que llaman a la puerta.

Era tan triste su mirada que ocultaba en silencio una elegía secretacierta complicidad del almala certeza de la nada como una cruz a cuestasy Dios para la vida y no para la pena.

Escribía como hombre de su tiempoy la luz enredaba en sus palabrasarpegios del recuerdo.Con él buscamos debajo de las plantasdonde la hoja esconde una violetay un pétalo dibuja la sombra de las letras.

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Libros y juegos acomodó en nuestro caminopara dar compañía en los tropiezosy al espantar los miedos infantilesen su sitio dejó una lámpara encendidala canción para los buenos díasel camino trazado en el cuadernocon el sube y el baja donde tus sueños quierancon el baja y el sube fatigosode un tren a las cinco de la tardeun tren cargado de coloresen las horas de infancia.

En el carrusel de mi pasadoen el vértigo que gira en medio de la feriapadre decía que la vida se escribe todo el tiempoque hay risas y silenciosque siempre subimos y bajamosy a veces trotamos en el potro blancootras viajamos en el cisne negroque damos vueltas en redondoy un díaquizá sin darnos cuentaen el sube y el baja de todas las edadessobre cisnes y potrosescribimos la palabra nostalgia en el cuadernoy con tinta amarilla dibujamos un solpara esconder la pena.

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Postal de viaje

[...] es posible que quienes te saludan sean también solitarios que no tienen

ni visitas ni ausencias.miguel méndez camacho

Viajar:abrir las alas contra el viento.Empacar la valijaun secreto placeralgo de miedoun ramo de violetas y el insomniola lámpara encendida.Decir adiós a los que dejasy el beso recibido a la llegadatiene otro rostro:colores de un nuevo domicilioel perfil de otros árbolessonidos diferentessorpresa de la lluvia.La tarjeta postal que nunca envíasla luz de enero o de noviembrela carretera desde el airela angustia en una hogueraescenas dispersasreunidasel rumor de las hojas al recuerdo.

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Viajar es mudarse de sí mismoestrechar otras manosesconder el silencioresponder a los ojos que saludan.Sonreír a la vida que comienzaalejarse de un ladoy acercarse del otrola mirada encendida.

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De Sonidos en la luz (2010)

Entre los árboles

Oigo la vidapájaro carpinterola oigo en todas partesdándole fuerte a la corteza.Golpea contra el vientopica los días de madera.

Pájaro milenariogolpea en el árbol de la viday mientras las hojas caencambia el color del tiempose agota como reloj de arenamarca muy lentomás lento cada vezmás lentolento.

Oigo sonar de nuevo la corteza:otro pájaro inicia la jornaday el día comienza como la nocheentre los árboles.

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¿Canto de pájaros?

Sorda la viday este dolor de huesos rotos.¿Por qué tan poca luzpor qué los ángeles se esconden¿y corre sangre en los puntos cardinales?

Piden un canto de pájarosun arco iris en palabrasnada de ausencias, cruces, miedos, ruidos.Anestesio el dolorlo escondo entre las páginasabro mis ojos desvalidosy el rojo se extiende como sábana.

Sorda la viday este dolor de huesos rotos.

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Sonidos en la luz

En el silencioun trino o un graznidola mirada de un hombre en medio de la plazael paso de una mujer hacia la ruinaun niño con ojos asustados.

Se enredan las palabrasatropellanseñalan la sombra:sonidos de ese hombrede esa mujer o de ese niñohilo de luzen la tiniebla.

En el silencioun trinoun alaridoun hombre solouna mujer con ojos asustadosun niñoúnica luz en el desierto.

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Carta de amor

Regresa maltrechocomo si viniera desde el fin del mundoo hubiera atravesado el inmenso mar.Caídas las alas y los ojos apagadosno levanta vuelo.

La paloma mensajera nunca trajo noticias.Alguien rompió la carta de amorescrita en el reverso de sus alas.Alguien busca entre sus plumas al menosuna palabra herida.

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Cacería

El pájaro anuncia su faenaantes de alzar vuelo:canta.Se eleva con suavidady sus alas quietas acarician el vientosin romperlo.

Solitarioparece dueño del mundo.Tal vez cierra los ojos en la inmensidad.Tal vez canta.

Punto en el azultiempo suspendido en el espacio.Vuelo que detiene los ojos del cazador.

En medio de la nadaun ruido sordoseco.El punto es pájaro.Caecomo briznas de casa ardiendo.

En el infinito azulel pájaro cantaba.

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De Llévame como un verso (2011)

Pozos enlutados

Sabíamos que todo era agua revuelta y pozos enlutados.Que no encontraríamos respuesta en ningún lugar.Que cada día se cerrarían las banderasy no habría domingoni miércoles ni juevesni calendario para el amor.Sabíamos que nos sacaban de la casay volvían jirones nuestra ropa.Que no comeríamos pan fresconi beberíamos leche al desayuno.Que no tendríamos cama con sábanas limpiasni mesa de luz.Sabíamos que iríamos como peregrinos en estado de desgraciasin una flor en la gargantani un motivo para festejar.

No sabíamosque las horas serían cada vez más largasque cada segundo perderíamos el aireque no tendríamos líneas en la manoni destinoni ganas de vivirni de morir.

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Todo y nada sabíamosy no veíamos la libertad de las gaviotasni el cielo del amanecer.

Sabíamosy no.

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Llévame como un verso

Como una mano débil despidiéndosede aquel que permaneció en tierra firme.

anna ajmátoVa

Lejos de todo recuerda los adioses.Sabe que no hay país para sus huesosmesa para compartir el panni palabra ni abrazo.No le espera borrón ni cuenta nueva.Ignora la forma de saliry da vueltas como perro en calle ajena.Sin linterna rastrea un territoriosin mapa ni brújulasin guíasin reloj.

Cambia de nombre y de papelesy su rostro se desvanece en el espejo.Un verso y una frase de amorúnico equipaje.

Y en la memoria una mano débildespidiéndose.

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Oración en lo más oscuro

En lo más profundobuscas el cielo del amanecery pides una voz que no se rompa.En lo más oscuro abres los ojoshacia la tierra donde calienta el sol.En lo más negroquieres el tañido de la luzcomo las velas cuando aman la fuerza del vientoy el timonel prepara su navío sin mirar atrás.

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Pequeñas cosas

La vida por siempre dando vueltasy como un centinela la muerte llama con todo y sus gerundios:gato lamiéndoseperro ladrando en la mitad del sueñopájaro cantando al comenzar el díamientras tejen su tela las arañas.

Golpea el vientoapaga un sonido en la ventanase escucha la zozobraparpadea la luzy el silencio recoge algarabías.

Suenan distintas formas de alegría:pequeñas cosas que pasan en la casa.

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Canción en el infierno

He tocado el infierno muchas vecesdice León Felipe y reclama silencio.Que hablen más fuerteque no más versos perfectos o imperfectosmientras la guerra dure y se reseque el sueño—agregan mis palabras—.

No más silencio reclama mi cuadernono más palabras en voz baja.Si se rompe el violín y revientan las gargantassi crujen los huesos y los díasrompamos cada páginacon el agudo pico de atormentados pájaros.

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Negro horizonte

Te llevan a la puerta cerrada del insomnioy en tu espalda todo cruje.Se curva el nudo ciego del desveloy no hay clepsidrapara saber del día o de la nocheno hay segundero ni minuto feliz.

En el negro horizontecae la noche como hoja secay en tu casa quedan frutos amargos.Un reloj sin agujas atropella la sombray en el fondo del caosya no puedes soñar.

Tu angustia resuenaen mi pecho roto.

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Canción donde está la soledad

Busco en el vacíoy encuentro un muro de habitaciones desoladas.Me niego a respirar el aire donde se eleva el dolor.Mis palabras no entienden qué fue ni qué pasó.Me niego a los pies desnudos.A caminar entre piedras rotas.Mi voz amordazada no exclamani siquiera dice ¡ay!

Las sirenas guardan silencio—dice Kafka—y el mundo se llena con ausentes.

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Canción en la casa vacía

No hay señales de vida en esa casa:los muros están resquebrajadosla puerta sin ángelesy hay telarañas donde estuvo el hogar.No hay huella de mariposas en la entrada.Persiste un alfabeto en ruinasy papel amarillo con noticias gastadas.Un tejido inconcluso se arrinconalos restos de una vajilla se desgastany ondea una descolorida mantaque tal vez cobijó el amor.

Alguien gime con llanto monótono y cansadodonde la sombra se desdibuja y no cae el sol.Un grave quejido cubre la tardelas manos se elevan en el vacíoy pregunto:

¿dónde el juego de los niños en el amanecer?

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Costumbre

Preguntosi el corazón ya no se muevesi ya no siento miedosi no oigo el sonido trepidantesi no veo la muerte que amenazasi no veo los ojos turbios de los niñossi se apaga la sonrisa desdentadasi ya no duelesi ya no mássi ya nosi ya nadasi ya nadie si ya no más.

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Canción de la luz y la mirada

Cuando suena la hora del adiós,es que empieza a brillar la cazuela en el fogón.

Fina garcía marruz

Primero fue el graznido, el cristal roto,la puerta como gerundio cerrándose de golpe.Después la voz en los campos lacerados,el frío del invierno y el largo silencio de los pájaros.

El desvelo fue golpe de alas en los ojos.Y el sueño, cristal vuelto a componer,cazuela en el fogón: ilusión de regreso.

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En el alma del tablero

Cada mañana el maestro da su lección de vida:aprender las letras y los númerosla vía recta cuando caminan las palabrasla curva cuando se enredan sueños y paisajes.Dónde el diptongola suma de los muertos que crece cada díadónde la resta de los vivoscómo borrar del tablero los enigmas.¿Dónde el amorel punto final para la guerra?

Después de la raíz cuadrada o el alfabeto ciegose traza un círculo de polvo en el tableroy tiembla una curva de ceniza.Cada mañanael maestro escribe su debida leccióncon su lección de vida.

para Enrique Gaitán, S. J.

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De De artes y oficios (2015)

Canción de cortesía

Esas frases de amor que se repiten tanto.roBerto Burgos cantor

La frase de amor perdida en la memoriadespierta como acto de magiay salta en mitad de la noche.Sorprende por su gesto olvidadoy el color pegajoso de los tiempos.Vuela como mariposa de flor en flory caeal final de la noche.Gatea tras su presajuegasonríeencantay saca de la manga un pañuelo blancosaca un clavel rojoy al instante cae sobre el sueño.

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Remiendos

Remendar el corazón—tela raída—pegar cada uno de los trozos—cristal hecho trizas—buscar la nueva ruta—mapa deshecho—atender la canción —campana gris—Penélope otra vezteje la colchade un amor desmantelado.

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Monólogo de Casandra

No corrieron lágrimas por tus miserias.No encontraste las palabraspara pedir perdón o para darlo.El viento soplaba contra el rostroy el mar veía pasar un funeral después de otro.Corría sangre en todas partesy no pudiste escribir en tu corazón agujereado.Con la voz encerrada musitaste:¿cómo hablar de tus íntimas miseriassi afuera hay ojos que mirancon sus bocas abiertas hacia el cielo?

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Arte de tejer

Como arañas colgadas en los murosse teje y desteje la tela pegajosa de quien cae en la red.Saltan nombres que con un solo clic trae de regresoal amor que se sabe pasajero.Todo cruza en los hilos de esa joven Penélopeque junta el tejido de una nueva democraciaEntre caritas repetidas pasa la vida a la basuracon cada una de las manos que señalan en todas direccionesme gusta no me gusta lo compartoy los dibujos ríen y lloran y aman y están tristesmaúllan o ladranen las voces que trinan en esas avenidasde soledad y desamparo.

Hay un juego de espejos en la red:el amor que no empieza y la amistad que se acabalas fotos que invaden la pantallala imagen cambiante como la ropa viejala tensión de los puntos que anuncian la escritura esperada.

En ese espejo de letras solitariasteje una araña el laberinto donde Asterión se escondey Teseo busca los hilos que lo acercan a Ariadnao que lo alejan.

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Oficio de enredar

No ocurren las palabras como antes.No se sonroja el cuerpo al inventar tu mapaen otras geografíasel perro no maúlla y tampoco el gato ladrael croar de la rana se pierde en la mañanay el pájaro no dibuja pentagramas en el aire.No somos el cuento de las hadasni despierta el poema en la pantallay al tartamudeo de sílabas el teclado se trabael párrafo se acorta ante la frase desvalida.El clic de la sonrisa dibuja la curva de lunaque mira para abajo.

La red no borda la tela del amorno teje manos ni corazonesni escribe la palabra solni sabe cómo se enciende la luz en la mañana.No acerca el calorlos ojos no se miranno hay labio contra labio ni cuerpo sobre cuerpoy desconoce el sonido de tu voz:no sé cómo respirasno oigo tus frases al oídoni siento la textura de tu piel.

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No es simultáneo el tiempo ni llega tu perfume en cada mail.WhatsApp enreda la foto en los mensajesFacebook no sabe de cariciasen el Skype tu rostro es un fantasmase diluye se distorsiona se pixelase va se pierde golpea la voz o la silencia.

En ese oficio de enredar no hay uniones eternas:dibuja una carita feliz la telarañay lo que nunca fue tuyoevade alguna sombra.

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Rutinas

Voy y vengo con mi lista de sueños.El correo que respondola pantalla dispuesta a los poemasun campo de girasoles dibujado en tus ojosel misterioso amante de la nocheen las alturas del Cárpatos.

Con la inversión de todofrente a las sobras que se acabanmaúlla el perro y ladra el gatomientras lavo los días y pulo los oficiosel mismo calendario cada díala lista de sueños que tejo a la lista del mercado.Ladro y maúllomaúllo y ladrofrente a tu imagen que salta en la pantallacuando respondes el correoo estás en el Skype tan lejos y tan cercacomo una aparición que marca ausencias.

Ladro otra vezmaúlloronroneoy un poema acaricia el teclado.

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Palabras en el muro

Descienden del muro las palabras—niñas deslizándose por un tobogán—sílabas que acaban en el aire.Olvido el olor del lápiz y el papella luz desvanecida en la memorialas manos que acariciany nace el poema con la vida y la muerteatormentando la punta de la lengua.

De Caza de sombras (2019)

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Súplica

1

Pulso el silencioy las letras caencomo aguja en pajar.No logro la voz que llame a los diosespara que digan algo en esta tardedonde todos tenemos el dedo en la bocacomo huérfanos.

2

Si Dios se asomara a la ventanay en el silencio dijera tan sólo una palabratal vez los niños que fuimospodamos respirar.

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Silencio mudo

El gato de ojos abiertos respira sobre mi nucay mi palabra se hace un ovillose deshace debajo de mi voz.El gato no deja decirahogame devorame desgarradeja un silencio de ojos abiertosy me tapa la boca.

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Balada de la felicidad

Coloreas las sombras de la casay olvidas las muecas de los muertos.Así no te cansas de soportar la vidani ves llegar el fin del mundo.

Sonríes cuando la luz golpea en la ventana.Sabes que la felicidades pasajera y caprichosay a veces te entrega un minutoo un rato nada más.

Abres la puertay la dejas entrar.

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Fotografía y mancha negra

En lugar de cadáver la fotografíay la mancha negra.El jardín devorado por las llamasy los cirios en la piedra calcinada.

La cara sucia del dolorúnico testigo.

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Campo de refugiados

Extiendo la mano y toco la tierra seca.No se oye un solo gorrión.Los refugiados caminan con desganoy el viento eleva trajes raídos en cuerdas rotas.Los relámpagos iluminan la estación vacíamientras escribo por los abandonadospara que huyan del paisaje donde arrastran sus pies.Escribo en las paredes húmedasy las letras se desdibujanhasta que no queda ni punto final.Escribopara que encuentren salidaal menos en mis versos.

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Ángel de rodillas

1

Te escondesmientras cae un ángel de rodillasy sostiene el peso ingrávido de tu ser.En la oscuridad chilla un pájaro desoladosin nada qué hacer en lugar desconocidodonde huyes y te escondesen la oscuridadde rodillasángel derrotadote escondeschillasdesolado pájaro que no puedes volar.

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Antes

Antes de la poesíala rosa.Antes de la rosala rama y sus espinasel cogollo fresco.Antes de la raízla semillala tierra abonadala felicidad y las heridaspreparándose.Antesel deseo de árboles y luzel relente nocturnoel viento que soplay tu rostro en la ventana.Antes de todotiempo y espacio amasados.Y mucho antes el deseo de viviry una percha para colgar sueños o desvelos.Al finalla soledad en un armarioo en las gavetas de la compañía.

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Después

Si antes fue la tierra abonadael cogollola rosalas verdes hojaslas espinasel armario de la soledady de la compañíadespués la rama secala hoja caídalos pétalos incoloros y deshechosla flor casi amarilla y sin aliento.Al finalpolvo en un cofrehuella en el mar o en el airetal vez nubesilencio deletreado del amorexhalación en la profunda noche.

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Calle de París

Llega una imagen imprecisa en la nochedonde la música se eleva.La memoria sonríe ante un gato arrebujado.Alguien duerme en la acerarespirase acurruca.Tal vez en la mañana pida un mendrugo de pan.Resuena con fatiga el saxofón en un solo de jazzMiller, tal vez.Es de noche en Parísy se escuchan los guijarros de la soledad.

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Luz en la basura

Gritas botellas y papely el ruido entretiene la soledaddonde cae el desperdicio de la ruina.La sombra de mi infancia recoge la basuray devora tu condena.

Tu rostro sale del olvidoy a mis ojos florece.

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NOTAS SOBRE LA POESÍA DE LUZ MARY GIRALDO

En la poesía de Luz Mary Giraldo se muestra un núcleo exis-tencial del que se desprenden memorias, vivencias líricas, re-chazos, erotismo, en el desvelo no sólo como hecho fisiológi-co, sino emocional, psíquico. No podía omitir el arquetipo de Penélope: espera nocturna, tensión involuntaria, tejer y deste-jer la vida en el destiempo de la ausencia. No hay disonancias ni violencia en la insatisfacción propia de casi todos los huma-nos de nuestra civilización, privados de espiritualidad y belleza en aras del triunfo de la máquina, la tecnología, el consumo y la ambición de poder. En ese sentido, la poesía puede resultar un oasis si acepta no ser un panfleto sino aproximación a otra realidad que no es la inmediatez.

La poesía de Luz Mary mantiene el tono de elegancia lúcida y retenida en la confesión, lo cual resulta bastante ex-cepcional en el clima tórrido y el lenguaje crudo, confesional, de cierta poesía femenina que peca frecuentemente de narci-sismo exhibicionista.

juan liscanoPoeta y ensayista venezolano,

“La poesía de Luz Mary Giraldo: más allá de la inmediatez”.

* * *

Es este bello libro [El tiempo se volvió poema], logradamente mo-notemático. De un lado, el tiempo de los relojes, que es el de la naturaleza y de las cosas, el tiempo que transcurre y dentro del cual, no importa que su trabajo sea llevarnos, no estamos incluidos sino que nos excluye, nos despoja; y del otro, de nuestro lado, el tiempo que vivimos y nos hace, la duración, el tiempo de la espera, aquel que nos es dado transmutar en poema.

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Y es la tensión, el juego o la armonía de los dos, su ser distinto, aquello que ha hecho posibles estos poemas. Vienen, así, de la intuición (intuir es ver) y no de un peculiar senti-miento de la propia interioridad que, de acuerdo con la raíz romántica tendría que poner frente a sí al mundo. Tampoco hay en ellos una intención o una reflexión, un saber de algo, sino más bien la honda palpitación sola del espíritu que pedía el gran poeta.

Pero es el tiempo, la pesadumbre y la visión de la tempo-ralidad, las cosas que dentro de ella suceden, el único motivo a la vez. Así, el otro tiempo, este que nos acaba y que podemos ir midiendo, resulta materia de la visión con idéntica fuerza que el tiempo nuestro, el tiempo subjetivo dentro del cual giramos para reconocer algo de lo nuestro.

jaime garcía maFFlaPoeta y ensayista:

Sobre El tiempo se volvió poema.

* * *

En la poesía de Luz Mary hay una añoranza de vida, un dolor no siempre conocido pero iluminado. La poeta sabe que algo duele pero no siempre puede desentrañar causas. No es ex-traño que abunden los árboles, los pájaros extraviados, la luz errátil, seres que describen una contenida desolación.

[…]La poeta es consciente del tiempo y de la premura en

hacerlo vibrar de utilidad y salvación. El tiempo se tiene a sí mismo, es todo y nunca acaba, pero nosotros debemos hacerlo estación útil, memorable y, así, valiosa. Sus poemas, breves, exactos, son precisamente como la configuración de instantes, de esos cortes de tiempo donde se concentra el sentido.

Cada instante traza una huella y esa, en la memoria, es la que cuenta como existencia. ¿Qué es la vida, en resumen, sino esa larga estela de huellas? No es el camino lo que determina nuestra existencia real, sino las huellas con que indicamos que hemos hecho nuestro camino al andar.

Brevedad difusa de la huella, así es cada poema de Luz Mary. Están hechos de pocas, precisas, simples, palabras, urdi-das en concisión. La palabra como no dicha sino más bien bal-buceada. Frases entonadas más que dichas, breves madrigales. Siempre vibrantes de atención y amor. Delicados pero intensos.

Poesía femenina –no temo al indicio genérico, la natura-leza nos ha hecho diversos y cada género comporta sus bonda-des–, de espuma y encaje, de breve respiración, de delicadeza y canturreo. Ya lo dije, en su persona porta las claves de su poesía y en su nombre la resume: poesía de Luz.

manuel garcía VerdeciaPoeta, ensayista y traductor cubano:

en “La poesía de Luz Mary Giraldo”.

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* * *

En más de una ocasión la poesía resuena, eco desconocido, en algún lugar del espíritu, si lo hubiera, como un réquiem inacabable. Asemeja al testimonio de una devastación. Allí, más que el poeta, sobrevive el poema en una tensión capaz de sacarle palabras a las ruinas. Palabras que no traicionan la condición de escombros. Sin embargo, en ese husmear el vacío no hay acabamiento. Como si fuera posible asediar un territorio que aún sin nombre se reconstituye desde la inda-gación a lo perdido.

[…] Luz Mary Giraldo teje la experiencia de quien invo-ca y convoca con los exorcismos y consuelos de la poesía, a la cual llama y cita, no en apoyo sino como quien invita a un viejo compañero y le hace reclamos, precisiones. O a partir de lo que se cuestiona, agrega y rectifica, porque ahora es hora de decir. El momento que pondrá a prueba tantas palabras, las palabras que mostrarán su decaimiento o su virtud para poblar el vacío.

roBerto Burgos cantorEscritor colombiano:

en “Con la lengua rota”, prólogo a Llévame como un verso (canciones del exilio).

* * *

El quehacer literario de Luz Mary Giraldo (Ibagué) no se agota en sus reconocidas investigaciones sobre narrativa colombiana contemporánea, en los lúcidos ensayos críticos, en la cuidado-sa labor de antologista, en el exitoso desempeño docente, ni en los rigurosos trabajos de historia literaria; por el contrario, se nutre, y a la vez se potencia, con la que es sin duda su pa-sión más acentuada: la creación poética. En efecto, el empeño de la autora por conciliar intuición y saber, presentimiento y reflexión, o imagen y concepto, ilustra con suficiencia el per-fil que caracteriza a la escritora y a la intelectual de nuestros tiempos.

[…] Dentro de un meticuloso proceso creativo como una nueva Penélope, teje y desteje urdimbres de palabras, de voces y de ecos, que lo atraen y simultáneamente lo confron-tan: el sentimiento de soledad de Ungaretti, la pregunta meta-física de Borges, el desgarramiento de Vallejo, el simbolismo legendario de Quessep, o la inquietud existencial de Blanca Varela; el resultado de este laborioso bordado de memorias y de imágenes con que se define el trabajo literario, genera un nuevo tejido lírico con timbre, tono y estilo característicos dentro de la poesía colombiana contemporánea.

[...] desde 1996 hasta hoy, la poética de Luz Mary Gi-raldo permite que su yo lírico enfrente las contingencias coti-dianas y se deje leer por los signos de la vida y de la historia;

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mientras más se apropia de los saberes y de los poderes de la palabra, más se reeduca su percepción de la realidad.

cristo raFael Figueroa sánchezProfesor y crítico literario:

en “La poética de Luz Mary Giraldo: saberes y poderes de la palabra”.

* * *

Tender a la armonía como búsqueda constante y primaria: este parece ser el hilo conductor que une toda la poesía de Luz Mary Giraldo […] y le da un cierto color muy preciso donde dicha y desazón, luz y sombra, vitalidad y postración conducen a una búsqueda substancial de asociación de los contrarios y de un orden en dónde recogerlos; pero, asimismo, de búsque-da de un núcleo que los sostenga, que les permita manifestar-se y volver a replegarse cuando el movimiento cumplido por ellos se haya terminado. Este proceso, en el que participa la misma autora mediante su implicarse dentro de las cosas que observa, que siente, se vuelve poesía. Y en esa poesía nace la gracia de una renovación, de una aceptación total de sí y de lo exterior. El ansia, la espera trepidante, la misma actividad per-manecen afuera, como si no participaran en el juego, o este no tuviera importancia. Queda sólo la armonía alcanzada, la paz del recuerdo, su imagen inmóvil como el agua de un estanque.

Franca BacchiegaProfesora universitaria y ensayista italiana:

en “El milagro de los días y su voz oculta:la poesía de Luz Mary Giraldo”.

* * *

Poesía de la disolución aparente, pero celebración de la mi-rada, [los poemas de Sonidos en la luz] nos ofrecen contenida belleza, conciencia del paso del tiempo y una manera de afir-marnos en la creación que hace posible el canto y le da su po-der de afirmación. Para Luz Mary la imposibilidad del silencio es la constatación plausible de cómo todo está en movimiento, nos habla de un pasmo fundamental ante el mundo del que el poema debe dar cuenta.

La constatación de nuestra fundamental fragilidad es luz que habla, sonido que no deja de dar cuenta de aquello que nos define como doloridos o maravillados habitantes de un mundo donde la infancia y el canto hacen posible que el asom-bro viva en nuestros inquietos corazones. Oír en la luz, inver-sión de los sentidos que da cuenta de una complejidad que da vida al canto, incomodidad y deseo de salir de nuestra limitada percepción para hacer vivir una expresión que no hable de cómodos logros sino que muestre nuestra fundamental extra-

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ñeza en el mundo, son algunos de los poderes que habitan esta poesía, y nos la hacen íntima y la llenan de valor, permitiendo que una memoria de lo no evidente, asordinada, nunca com-placida en la estridencia, nos habite y acompañe en el sendero.

juan Felipe roBledoPoeta, profesor de la Universidad Javeriana:

en “Luz Mary Giraldo: una manera honda de dar cuenta del asombro”.

* * *

Desde que perdí la vista no había vuelto a leer un libro. Me los leían, en susurros, con fondo de música religiosa y una botella de agua de Perrier al alcance de los labios. No podía ver, pero apoyado en el tacto podía dármelas de visionario. Una noche blanca que disimulaba que disimulaba muy bien mis gafas os-curas, mis bufandas de holán y mi memoria prodigiosa de za-patero. Ni en mi propia casa se dieron cuenta de mi cegama. No se requiere ser un lince para acariciar la gata, ni un águila para desligarse de los zapatos. Pero en la Feria del Libro me cayó como un beso Sonidos en la luz, de Luz Mary Giraldo, y de súbito recuperé la luz de mis ojos.

Porque la poesía todo lo cura. Desde la pérdida de la memoria hasta la pérdida de la fe, desde la locura sagrada has-ta la dispepsia, desde la influenza presidencial hasta el mal de Chagas, desde la claudicación intermitente hasta la picadura de la serpiente emplumada. Es la razón de la vida la poesía y por ella hasta la razón pierde. Pero se recupera la claridad.

En los poemas de este libro vuelve el mundo a reverde-cer, echan a volar los árboles, los cielos se cargan de soles, se llenan las ventanas de picaflores, tal ángel estaciona sus alas en la estación caminera. El animal de los deseos sale a recorrer la música y la noche. Aquí está todo el aire contenido en el agua, la tierra contenida en el aire, el agua contenida en la piedra, el fuego contenido en una mirada. Cruza un collar de sueños un pájaro en cámara lenta y en contravía, ascienden cataratas de flores en el bosque de cantos, oscuro como un cerrar de ojos, y la poetisa que tiene las llaves del laberinto abre una puerta tras otra con las manos heridas, porque la vida tiene vidrios que cortan. La cicatriz en el rostro de narciso se la hizo con el espejo. Sueño de espejos rotos es el poema, pozo insondable, catalejo para acercar al inválido, salvavidas inflado con aires de Copacabana, círculo absorto. Hasta el aire cojea si el invierno le quita las botas de tacón alto. Yo al poema me acerco con puntas de pie, paso las hojas con la lengua de los dedos, al poema hay que saber tenderle la cama en el alma. Se oye el quejido del amor, doliendo rico.

Ya bailé lo bailado con la sombra de la sonora, ahora canto encantado estos poemas impresos como flores de mi-mosa. Paisajes interiores acompañados al piano por una pluma

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y dolientes amantes pisando céspedes a la hora de la merien-da. Nubes de pájaros en barrena, polvo doméstico, aguas que ruedan por el cuerpo, soles clarividentes, perlas de mango, ca-misetas portátiles, horcas de mano, la poetisa le da los buenos días a la tristeza en traje de novia y la invita a sentarse para cortarle las uñas.

Todos los elementos tienen posada en esta poesía ta-tuada de meteoros. Donde a cada paso por la casa se sienten aleteando los dioses lares. Cuando el poema se tiende sobre tu sombra el cuerpo que te viste se desvanece. Las endechas de amor van desnudas a la intemperie. Nievan las sílabas, hura-canan los adjetivos, treman los significados, una palabra sola encierra la tarde, oraciones subidas de tono merodean los apo-sentos, un gato en un diván ronronea, madre pone los platos llenos de fiesta. El rubio pan de la amistad hace margen a los poemas, nos sugiere el recuerdo de Ignacio Ramírez rodan-do por París en un taxi destartalado conducido por Michel de Nostradamus, a Gonzaloarango tirando por la borda cien postales de amor desde el barco Gloria, a R. H. Moreno-Du-rán caminando dormido pero ebrio en Barcelona. La poetisa moja su pluma en tinta china para escribir la palabra cerezo y la palabra cerezo sabe a cereza. Van pasando las hojas como la vida y el libro de la naturaleza le va cediendo espacio a la muer-te que anda siempre buscando puesto. Es entonces cuando el día pinta de negro. Qué sería la poesía sin la muerte, que es un estado del alma. La poetisa toma el té con la dama de los hilos cortados ensartados en la aguja del tiempo. Hablan de pérdi-das y padeceres. De amores idos de paseo. De persecuciones de espanto. De incendios interiores y de pavesas. Del esplen-dor de abrir los párpados para recibir el amanecer de hoy y del encandilamiento de enfrentar las ausencias.

Agradezco a Luz Mary por haberme vuelto a la luz. Por este bosque de imágenes. Por este golpe de caricia en los ojos. Por este torrente de vértigo. Por el amor que todo lo vence empacado en la maleta. Por toda la belleza que florece y fruc-tifica en las hojas guardadas en cada página.

jotamario arBeláezPoeta, fundador del movimiento nadaísta:

“Sonidos en la luz: una poesía tatuada de meteoros”.

* * *

Luz Mary Giraldo nos sorprende de nuevo con su exquisi-ta sensibilidad para encontrar el salto de agua, la piedra en formación, el musgo secreto del lenguaje más vivo allí donde otros habían cavado antes con menos suerte o con la indiscuti-ble suficiencia del sol. Pero no hay soberbia en ello, tampoco el desparpajo del que ha recorrido muchas veces el camino. Ella sabe que en la escritura y en el amor siempre es la primera vez, que en ambas experiencias todo gesto es inicial y único. Que

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no hay aprendizaje posible, que todo está cubierto por un fino manto de inocencia.

En estas páginas el amor se prueba varios nombres, in-finidad de rostros que surgen de la niebla o se ocultan en la sombra de un jardín de medianoche. Rostros afilados por la angustia y el desamparo, rostros que son la síntesis de todos los caminos, de todas las encrucijadas. Rostros que invitan a la contemplación y a la fiesta de los sentidos, rostros que son la ausencia pero también la llama que consume y libera al árbol del padecimiento de sus raíces. Rostros de un amor místico y profano, elemental y complejo como la transparencia del agua y del aire, rostros de un amor que se entrega y se oculta entre los pliegues del tiempo y lo diluye. […]

Luz Mary Giraldo ha decidido una vez más abrazarse a esta búsqueda, a la corriente amorosa que la trae hoy hasta nosotros. De artes y oficios sigue escribiéndose en ella, en noso-tros, y más allá de su impecable factura, es la conciencia de una necesidad imperiosa de reinventar en el amor, de alejarlo de la banalidad y la inmediatez, la que nos conmueve.

lucía estradaPoeta colombiana:

“Luz Mary Giraldo: De artes y oficios”.

* * *

Luz Mary, que ha trabajado en su poesía el tema del tiempo, el viaje, la soledad, el proceso de nacimiento de la palabra poéti-ca, ahora deja que en su verso transite el tema de la experiencia amorosa. Y es que en la escritura se concentra la memoria de esa experiencia que ya no es pero que permanece en la palabra […].

[…]Siempre presente en los textos de Luz Mary, la música

atraviesa su poesía como un elemento que no es decorativo sino parte sustancial de su mundo poético. En este libro está presente como una de las sustancias en las que se sostienen las palabras, igual que los nenúfares en la obra de Claude Monet, con la que uno se extasía en la sala ovalada de la orangerie […].

De artes y oficios, de Luz Mary Giraldo, es un poemario en el que la experiencia amorosa transita desde su celebración en el deseo realizado, pasa por la nostalgia de la ausencia, y se instala en la virtualidad de la red, interrogándose siempre sobre la precariedad de la posesión amorosa. Todo ello, con un lenguaje poético cargado de musicalidad y de verso exacto, que dialoga con la tradición cultural de la poesía amorosa, po-blado de imágenes que apelan a la sensualidad de los sentidos; un poemario con el lenguaje de la poesía imbricado en la vida.

raúl VallejoNarrador, ensayista y poeta ecuatoriano:

en “La experiencia amorosa en la razón y los sentidos”.

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* * *

Con esta entrega [De Artes y Oficios], la poesía de Luz Mary Giraldo llega a un punto muy alto, en el que experiencia vital y literaria resultan indivisibles. Su amplio y profundo univer-so poético, abrazando con naturalidad la poesía del Siglo de Oro, el mundo greco-latino, la poesía contemporánea euro-pea y americana, logra hallar una expresión intensa y firme para ese sentimiento que está en la base de la creación y de la vida misma: el amor, dialogando con sus maestros y amigos de todos los tiempos, desde San Juan de la Cruz a Alda Meri-ni, a Wislawa Szymborska, a Quevedo, a Ernesto Cardenal, a Márgara Russotto... Y el lector queda atrapado y fascinado en esta reflexión a la vez nostálgica y vital donde amar es sin duda aRmar y leer es por cierto aprender y aprehender. La poesía puede experimentarlo todo y la palabra es esencia de vida y del ser. Así lo confirma la voz de Giraldo que teje tiempos míticos y de la tradición hebraica y cristiana al presente inmediato.

martha canFieldPoeta, ensayista y traductora, colombo-italiana:

en “Con la vida y por la vida: la poesía de Luz Mary Giraldo”.

* * *

La persuasiva y armoniosa voz poética de Luz Mary Giraldo por momentos se inspira en el mundo clásico, recreándolo a su manera y contaminándolo con elementos que pertenecen a su esfera personal y a la realidad contemporánea en general.

emilio cocoPoeta y traductor italiano:

en “En breve: la voz poética de Luz Mary Giraldo”.

* * *

La poesía elegante, contenida y armoniosa de Luz Mary Giral-do, construida sobre la base de la metáfora y el mito, se muestra heredera del espléndido estatismo piedracielista. Recrea en poe-mas reflexivos, marcados por los silencios, las diferentes mo-dulaciones del paso del tiempo en nuestras vidas, subrayando en sus composiciones los motivos universales de la infancia, el amor, la espera y la soledad. En su obra destaca la atención a los ritmos de las palabras —no en vano nació en Ibagué, la capital musical de Colombia, y estudió piano y canto en el Conserva-torio del Tolima— y el culturalismo, relacionado con su ingente labor como docente universitaria y ensayista de prestigio.

Francisca noguerolEnsayista, profesora de la Universidad de Salamanca:

“La poesía de Luz Mary Giraldo”.

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* * *

Hay un árbol que no es roble ni abedul y que no existe en la botánica aunque esté en la tierra; es solo un árbol y, a veces, su contrario. Y hay un pájaro que no es ruiseñor y a veces es el nombre de cuanto no puede volar. Las cosas vivas que pueblan los poemas de Luz Mary Giraldo construyen, sin amueblarla, la distancia entre la mirada y la experiencia. Son los elementos que ofrece la ventana. La poesía donde laten es poesía de todos los días y es lo opuesto de poesía cotidiana. Es, precisamente, poesía de la totalidad de los días; labor que encuentra qué habrá sido cuando el último día se vaya. De hoja en hoja, Luz Mary ha compuesto un nocturno lleno de luz: una modalidad relampagueante de la elegía.

carolina sanínNarradora, ensayista:

en “Un día ajeno a la leyenda”,sobre la poesía de Luz Mary Giraldo.

* * *

Pero podría arriesgar que no bastan el talento y el trabajo para escribir un libro como De artes y oficios. Hace falta algo más. Apostaría a que sus poemas son también resultado y conse-cuencia de una vida vivida a pleno, con el cuerpo entero de cara a las dichas… pero también a esos golpes que pretenden quebrarnos y derrumbarnos. Con su sabia poesía, basada en una experiencia vital reveladora, Luz Mary Giraldo alcanza la aspiración de todo artista auténtico: rozar, alcanzar y al fin abrazar la belleza.

paBlo di marcoNovelista y periodista argentino:

sobre De artes y oficios.

* * *

El alto riesgo de escribir un libro entero de amor en estos tiempos es salvado en De artes y de oficios, de Luz Mary Giral-do. La unidad temática y su muy bien ensamblada estructura va de lo jovial y riente a lo sombrío y cruel, desde una ex-presión poética elástica, fresca y juvenil en el inicio, derrum-bada ante la crisis y fúnebre ante la crueldad de la mentira. Jamás pierde su ritmo y la coloración de su música, a veces suena a Mozart, alguna vez a Bach, a Mälher y muchas a Beethoven en su tremendo dramatismo y a la imponencia wagneriana ante la magnitud de la tragedia ominosa e inevi-table de la derrota impuesta por la aridez de la desilusión, pero esta es salvada por la palabra poética que nos devuelve el fracaso amoroso transmutado en triunfo artístico del más

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alto vuelo. Siempre suena auténtico, como la música, atem-poral y veraz.

Luz Mary Giraldo es una relevante poeta colombiana de un lirismo a la vez trémulo y rotundo. Integra por derecho propio la galería de grandes mujeres poetas latinoamericanas de gran talento.

jorge arBelechePoeta uruguayo:

Montevideo, 9 de febrero de 2015,“Un libro de amor en estos tiempos”.

* * *

Ha sido grata la lectura del espléndido poemario antológico, Diario vivir, de Luz Mary Giraldo, en el que, como antología personal, ofrece una muestra de su trayectoria poética desde 1974 hasta 2012. Cada uno de los seis apartados y los poemas incluidos en estos demuestran una sensibilidad decantada, un dominio exquisito del lenguaje, un ajuste preciso de la forma y sobre todo transparentan lo más hondo, lo más puro del alma de un ser humano que ha sabido vivir y que a diario conjuga las más altas y raras virtudes a las que se pueda aspirar: inteli-gencia, elegancia, equilibrio emocional y coraje.

Diario vivir es una obra para leer, reflexionar, saborear y releer muchas veces. En sus poemas se comparte con nosotros lo más profundo, lo más puro de su “almario”. Son pocos los auténticos poetas y, sin duda, Luz Mary uno de ellos.

gloria guardiaEscritora panameña, académica de la lengua:“Diario vivir: una antología reveladora”.

* * *

Hay algo en la poesía de Luz Mary Giraldo relacionado con la superación del abismo entre poesía y vida y con la contem-plación y el logro de la palabra más significante. No buscó la música, sino el menor número posible de la palabra: obligar el lenguaje a lo esencial. Encuentro definitivo entre poesía y vida, arte de una maestra cantora, que cultiva la literatura como arte y como ciencia y que ha seguido el vuelo de las palabras desde el sueño hasta el cumplimiento del sueño.

augusto pinillaPoeta y novelista colombiano:

“El mundo poético de Luz Mary Giraldo”.

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* * *

Además de la temática recurrente en su poesía (que menciona García Verdecia refiriéndose a “la tristeza, el dolor, el miedo, la soledad”), hay una conciencia profunda del drama social de las multitudes desplazadas y exiliadas, no sólo en Suramérica sino en otros continentes. Los pueblos, las gentes dicen con ella: “Sabíamos que todo era agua revuelta y pozos enlutados”. Entonces, resurge la evidencia de la Gran Culpa y como en “Canción desamparada”, quedan “huellas de tormenta” en los vocablos. Sí, sí, el exilio es otro naufragio y un destierro que “muerde las horas”. En la “Canción desolada” “los días gol-pean como ausencia de Dios”. La alusión al sacrificio de Ana Frank aporta un elemento histórico a la recurrencia de la me-moria, difusa, inconsistente, esta puede ser también culpable. En “Canción del regreso” y “Trazo sobre el papel”, se intro-ducen elementos líricos y estéticos, preparando un desenlace en que el poeta “con canto afónico dibuja el horizonte”. Fi-nalmente, el testimonio femenino de Woolf, Pizarnik y Storni, describen la suerte del animal herido. Entretanto los poetas, las poetas, “construyen lo que pueden” como “alfareros de la vida”.

Un hermoso poemario, Llévame como un verso, afín a la poética de sus diversos libros, en que, como dice Francine Ma-siello refiriéndose a ciertas poetas argentinas, “se entra en la paradoja máxima de la poesía, pues el uso de la palabra remi-te a un significado que elude la palabra misma; se revierte el mundo intuitivo donde rige su poder sensual”.

helena araújoNarradora colombiana y crítica literaria:

“La poesía de Luz Mary Giraldose lleva como un verso, aun en el exilio”.

* * *

Escrita desde el paisaje y en los pájaros y en la música, la poesía de Luz Mery Giraldo está enriquecida con elementos simples que se van engranando palabra con palabra, como un reloj, con cuidadoso conocimiento y una vocación dedicada al oficio.

La poeta evoca sus amados, sus vivencias, pero sobre todo tiene en su retina el paisaje de la infancia, y se empodera de él, lo vive en el poema, lo trae desde su memoria. […]

[…]La poeta habla de los árboles, de los sonidos y silencios

de la música y reflexiono cuando dice en “Silencio de los ár-boles”: “Ni siquiera en la sombra está el silencio”. Ella no lo encuentra, como no lo encuentra la humanidad en este tiempo de convulsiones y terror. En la eterna búsqueda de la palabra y su magia, Luz Mary lleva años moldeando su poesía, dándole

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giros a sus sueños y sorprendiéndonos con sus versos. Valga reiterar que una parte especial y fundamental en su palabra ha sido la música que envuelve, la música que nombra, la música que vive en ella. Cada palabra encuentra su lugar y su ausencia, así como cada silencio.

miryam alicia sendoya guzmánPoeta colombiana radicada en Chile:

“‘Silencio de los árboles’, el canto de la vida yla naturaleza en la poesía de luz Mary Giraldo”.

* * *

La poesía de Luz Mary Giraldo nos acompaña, nos acompa-sa y se dibuja con un dedo entre la luz y el aire. Juega a los contrarios: memoria que se desteje en el olvido, presencia que toma significado en la ausencia, historia hilvanada en la tela que sostiene el canto y la voz de la poeta. Así, nombra lo que se desvanece: el hogar, el amor, ella misma. Y, sin embargo, tiene una pisada firme en la tierra del poema.

Luz Mary Giraldo se explaya en un lugar sin tiempo para poder hablar desde ahí e inventar el mundo, el propio, aun-que el dolor se afile y se agudice cuando es necesario urdir otros mapas, establecer nuevas rutas de navegación. Pero aun cuando la poeta se sitúe en el filo del desconsuelo, sabe que la escritura estará para ella y para nosotros, asombrados lectores, en el trazo de cualquier línea de espera.

Su poesía, verdadero paisaje de música, es un refugio, ese sitio que nos hace vislumbrar el Paraíso.

maría BarandaPoeta mexicana y narradora para niños:“Poesía de trazo delineado y fino”.

* * *

¿Qué tienen las alas de significativas en la obra de la poeta co-lombiana Luz Mary Giraldo, que da pleno vuelo a sus palabras, emulando a quienes tanto ama: las aves? Abres las páginas de sus múltiples volúmenes y te encuentras con una poética llena de sonidos que se desbordan, trayéndonos un Canto de pájaros […] Luz Mary tiene alas y, con ellas, crea la magia que envuelve su entorno.

clara del carmen guillénPoeta y cuentista chiapaneca:

“Luz Mary Giraldo: un corazón que anida en las palabras”.

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Luz Mary GiraldoIbagué, 1950

Foto: Mara 2019

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NOTA BIOGRÁFICA

Luz Mary Giraldo (Ibagué, Colombia, 1950). Poeta, ensayista, antóloga y profesora universitaria, escritora en residencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha publicado anto-logías de literatura para niños, de cuento de autores colombia-nos y de poetas hispanoamericanas y españolas, valoraciones múltiples de narradores colombianos y libros de ensayo sobre literatura colombiana. Ha recibido el Gran Premio Internacio-nal de Poesía Academia Oriente-Occidente (Rumania, 2013); mención honorífica en el festival Noche de Poesía en Cur-tea de Arges (Rumania, 2016); el Premio Internacional LA-SA-Monserrat Ordóñez (2012) por las antologías Ellas cuentan. De la Colonia a nuestros días (1998) y Cuentan. Narradoras con-temporáneas (2010, 2013); el Premio Nacional de Poesía Casa Silva “La Poesía como una Casa” (2011); mención de honor en el Premio Internacional de Ensayo Convenio Andrés Be-llo (2000) por su libro Ciudades Escritas, que fue beca nacional de Literatura del Ministerio de Cultura (1999); y mención ho-norífica en investigación por el Instituto Distrital de Cultura (2004). Ha sido jurado del Premio Juan Rulfo de Literatura hispanoamericana y del Caribe (hoy Premio Fil de Literatura en Guadalajara), del Premio Juan Valera Mora de poesía en Caracas y de diversos premios y concursos nacionales e inter-nacionales.

Es autora de los poemarios El tiempo se volvió poema (Iba-gué 1974), Camino de los sueños (Ibagué 1981), Con la vida (1997), Hoja por hoja (Bogotá 2003), Postal de viaje (Bogotá 2004), Soni-dos en la luz (Medellín 2010), Llévame como un verso –poemas del exilio– (Bogotá 2011), De artes y oficios (Bogotá 2015) y Caza de sombras (Montevideo 2019); y de las antologías Diario vivir (2012), Canto de pájaros (Rumania, Academia Oriente-Occiden-te, 2015, edición trilingüe en español, inglés y rumano, e Il volto nascosto dell’amore (español e italiano, edición de Alessio Brandolini y Martha L. Canfield, Roma, 2017).

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Págs.

Luz Mary Giraldo: celebración de la memoria, por enzia Verduchi . . . . . . . . . . . . 5

Poemas

De El tiempo se volvió poema (1974)

Nunca llegó el verdadero y sabido nombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7Se están perdiendo gritos en la sombra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8El tiempo se volvió poema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

De Camino de los sueños (1981)

Sólo la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10Mientras los días pasan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

De Con la vida (1996)

Lezama y Proust bajo la sombra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12La hora de los pájaros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14Ariadna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Ícaro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16El tren de la memoria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17Cada palabra mía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19Silencio para vivir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Como lluvia finísima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22Navegaciones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24

CONTENIDO

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Págs.

De Hoja por hoja (2002)

Poema con gato. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25Gato de agua . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26Aprendiz de gato. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

De Postal de viaje (2003)

El misterio en la luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28Réquiem. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29Caída . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30Penélope . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31Canción para los buenos días . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32Postal de viaje . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

De Sonidos en la luz (2010)

Entre los árboles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36¿Canto de pájaros?. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37Sonidos en la luz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38Carta de amor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39Cacería . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

De Llévame como un verso (2011)

Pozos enlutados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41Llévame como un verso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43Oración en lo más oscuro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44Pequeñas cosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45Canción en el infierno. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46Negro horizonte . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47Canción donde está la soledad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48Canción en la casa vacía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49Costumbre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50Canción de la luz y la mirada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51En el alma del tablero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52

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Págs.

De De artes y oficios (2015)

Canción de cortesía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53Remiendos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54Monólogo de Casandra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55Arte de tejer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56Oficio de enredar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57Rutinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

De Caza de sombras (2019)

Palabras en el muro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60Súplica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61Silencio mudo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62Balada de la felicidad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63Fotografía y mancha negra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64Campo de refugiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65Ángel de rodillas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66Antes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67Después . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68Calle de París . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69Luz en la basura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

Notas sobre la obra de Luz Mary Giraldo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Nota biográfica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83

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En la Imprenta Patriótica del Instituto Caro y Cuervo,en Yerbabuena, el 20 de julio de 2020 se terminó

de imprimir este homenaje a la escritoraLuz Mary Giraldo

que le tributa el XXVIII Festival Internacional de Poesía de Bogotáy la revista de poesía Ulrika.

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Corpoulrika

ISBN: 978-958-9109-27-4

9 789589 109274

Alfabeto de otros días(Antología poética)

Luz Mary Giraldo

XXVIII FESTIVAL INTERNACIONAL

DE POESÍA DE BOGOTÁ

2020

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