;:j;ilir':"¡! ffir *::i*lrrr DE LA JAPAN AI R LI N ES SOBRE ALASKA, ESTADOS UNIDOS s muy difícil que se pueda obtener información de en- cuentros con OVNIS por parte de pilotos de aviones, ya que los OVNIS oficial- mente no existen. Y el que un piloto diga haberlos visto, se consi- dera clínicamente que está viendo vi- siones o que sufre de trastornos de la vista. Por lo tanto, se Ie declararía "no apto para volar", porque pondría en peligro a la nave que tripula y a la gen- te que transporta. Se Ie cancelaría in- mediatamente su licencia de piloto y se quedaría sin empleo. Esta es la razón por Ia que no hablan, al menos públi- camente. Pero la verdad es que su trabajo consiste en estar en el aire. Y esto los convierte en las personas más experi- mentadas para reconocer aparatos que vuelen. Por eso los testimonios que aportan (cuando se pueden filtrar, por la telaraña de los censuradores guberna- mentales) son muy importantes y dignos de investigación. Este es un caso que le sucedió a un piloto sobre los cielos de Alaska. Vola- ba un avión carguero de la Iínea japo- nesa Japan Air Lines. Era Ia tarde del 17 de noviembre de .'l 988. El carguero se- guía la ruta de Reykjavik, lslar'¡dia, hacia Anchorage. En ese momentor se encon- traban sobre Ia costa norte de Alaska. De repente, el piloto veterano Kenj- yuo Terauchi y sus dos compañeros de tripulación, vieron unas luces intermi- tentes que se movían a un lado del avión. Uno de los copilotos prestó más atención a éstas y se percató de que en realidad eran tres OVNIS y que éstos eran del tamaño de dos portaaviones cada uno. Tenían forma de nuez mos- cada. Los tres OVNIS siguieron al cargue- ro por más de 500 kilómetros, lanzan- do unos destellos brillantes color ámbar, verdes y amarillos. APARECIAN A MANERA DE DE§TEIIO§ EIT EL RADAN El avión se encontraba a una alti- tud de 10,670 m . Terauchi decidió co- municarse entonces por radio con los controladores de Ia F.A.A. (Federal Avia- tion Administrationl y recibió permiso $t{r