Advierten con “paralizar al país” por normalistas desaparecidos (diversas fuentes) México. Miles de universitarios manifestaron rabia e indignación por el caso Iguala Estudiantes de la UNAM y otras instituciones se congregaron ayer ‘‘Vivos los queremos’’, clamor en favor de normalistas en Ciudad Universitaria ‘‘Sólo con la movilización social se podrá enfrentar el dolor que hoy vive el país’’, expresan Por Emir Olivares Alonso. 16 de octubre de 2014 Un grito estridente resonó en Ciudad Universitaria: ‘‘Vivos los queremos’’, acompañado de otra demanda: ‘‘¡Justicia!’’ Fue el clamor universitario lleno de ‘‘rabia e indignación’’ ante el ataque armado contra normalistas de Ayotzinapa y la desaparición de 43 alumnos los pasados 26 y 27 de septiembre. Miles de estudiantes de diversas casas de estudios superiores resaltaron que sólo con la movilización social se podrá enfrentar el dolor que hoy vive el país, y al mismo tiempo transformar la realidad a la que lo han conducido las autoridades. Congregados a un costado de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los jóvenes –6 mil, de
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Advierten con “paralizar al país” por normalistas desaparecidos (diversas fuentes)
México. Miles de universitarios manifestaron rabia e indignación por el caso Iguala
Estudiantes de la UNAM y otras instituciones se congregaron ayer ‘‘Vivos los queremos’’, clamor en favor de normalistas en Ciudad Universitaria ‘‘Sólo con la movilización social se podrá enfrentar el dolor que hoy vive el país’’, expresan
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Advierten con “paralizar al país” por normalistas
desaparecidos (diversas fuentes)
México. Miles de universitarios manifestaron rabia e
indignación por el caso Iguala
Estudiantes de la UNAM y otras instituciones se congregaron ayer
‘‘Vivos los queremos’’, clamor en favor de normalistas en Ciudad
Universitaria
‘‘Sólo con la movilización social se podrá enfrentar el dolor que hoy
vive el país’’, expresan
Por Emir Olivares Alonso. 16 de octubre de 2014
Un grito estridente resonó en Ciudad Universitaria: ‘‘Vivos los
queremos’’, acompañado de otra demanda: ‘‘¡Justicia!’’ Fue el clamor universitario lleno de ‘‘rabia e indignación’’ ante el ataque armado
contra normalistas de Ayotzinapa y la desaparición de 43 alumnos los pasados 26 y 27 de septiembre.
Miles de estudiantes de diversas casas de estudios superiores
resaltaron que sólo con la movilización social se podrá enfrentar el dolor que hoy vive el país, y al mismo tiempo transformar la realidad
a la que lo han conducido las autoridades.
Congregados a un costado de la Biblioteca Central de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), los jóvenes –6 mil, de
acuerdo con los organizadores; cerca de 3 mil, según funcionarios
universitarios– demandaron la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos y el castigo a los responsables materiales
e intelectuales de ‘‘este crimen de Estado’’.
Agregaron: ‘‘Hoy nos reúne aquí la indignación, el dolor y la rabia.
Pero también la firme convicción de que sólo la organización y la movilización nos permitirán enfrentar el dolor y construir una
respuesta a la altura de la situación. No estamos dispuestos a que esto se repita, no toleraremos más desaparecidos, más asesinatos ni
más represión’’.
No sólo la indignación y el dolor los llevaron hasta este sitio. También
transmitieron sentimientos de apoyo, solidaridad y hermandad con los normalistas y de paso con la lucha de los jóvenes del Instituto
Politécnico Nacional (IPN).
Al pie del mural sur de la Biblioteca Central, creado por Juan O’Gorman –en el que entre otras cosas destaca la imagen del águila
que cae, en recuerdo a Cuauhtémoc, último gobernante mexica–, los normalistas de Ayotzinapa invitados fueron recibidos con un sonoro
‘‘¡No están solos!’’
En nombre de sus compañeros de la normal rural, Carlos agradeció el
apoyo y la solidaridad de los universitarios. Tomó el micrófono y con la voz entrecortada y casi paralizado ante un silencio expectante para
escucharlo, aseveró: ‘‘Hemos salido a las calles para exigir justicia y que nos traigan a nuestros compañeros. Estamos dispuestos a dar
todo por nuestros hermanos’’.
Procedentes de diversos puntos de la ciudad, estudiantes de la UNAM,
la Autónoma Metropolitana, la de la Ciudad de México, el IPN, la Pedagógica Nacional y la Escuela Nacional de Antropología e Historia
(ENAH), entre otras, llegaron al campus de Ciudad Universitaria para acompañar a los normalistas.
De nuevo apareció la creatividad juvenil: en un enorme pliego de
papel kraft se veían los rostros de los desaparecidos; otros pintaron dos trazos: un 43 y la frase ‘‘Fuera Peña’’; unos más levantaban
mantas o cartulinas con leyendas como ‘‘Los desaparecidos nos faltan
a todos’’ o ‘‘El silencio es cómplice de la impunidad’’.
Abundaron que ‘‘las demandas que dieron origen al movimiento de 1968 siguen vigentes. En todos los rincones del país se apresa gente
por pensar distinto, se desaparece, se tortura, se asesina. Pero a diferencia del pasado, hoy enfrentamos una embestida histórica del
régimen de Enrique Peña Nieto que reforma tras reforma se ha
dedicado a desmantelar el proyecto de nación que emanó de la
Constitución de 1917’’.
Miles de voces contaron del uno al 43, dieron el pase de lista a las 38
escuelas del país que participaron en el paro y exhortaron a todos los universitarios a sumarse al segundo paro general, el 22 y 23 de
octubre, como una medida de presión para la localización de los desaparecidos. Una solitaria voz lo sintetizó así: ‘‘No queremos perder
clases, pero tampoco queremos perder más vidas’’.
Al finalizar la concentración, los universitarios marcharon por todo el
circuito de Ciudad Universitaria para invitar al resto de sus compañeros a sumarse a las acciones de solidaridad con los
normalistas. y con esa unidad erradicar el ‘‘cáncer de la impunidad y la corrupción’’ que se vive en el país.
Efectúan un mitin frente a la sede de la Procuraduría General de la República
Exigen universitarios la presentación con vida de los 43
normalistas desaparecidos
Las instituciones del Estado y los partidos han guardado un
silencio cómplice, acusan
Vivos se los llevaron, vivos los queremos, corearon estudiantes de educación superior al celebrar un mitin frente a la Procuraduría
General de la República para exigir el esclarecimiento del asesinato
de trtes normalistas en Iguala, Guerrero, y la desaparición forzada de
43 alumnos de la Escuela Normal Rural de AyotzinapaFoto Cristina Rodríguez
por Fernando Camacho Servín. 16 de octubre de 2014
Cientos de jóvenes de diversas instituciones de educación superior
realizaron ayer una manifestación frente a la sede de la Procuraduría General de la República (PGR) para exigir que las autoridades
resuelvan ya el asesinato de tres estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, y la desaparición
forzada de otros 43, en hechos ocurridos los días 26 y 27 de septiembre.
Alumnos de las universidades Nacional Autónoma de México,
Autónoma Metropolitana, Autónoma de la Ciudad de México e
Iberoamericana, además del Instituto Politécnico Nacional, la Escuela Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Tecnológico
Autónomo de México, se reunieron frente al inmueble ubicado en Paseo de la Reforma, donde gritaron las consignas: Vivos se los
llevaron, vivos los queremos y Ayotzinapa vive, la lucha sigue.
Desde un templete que montaron frente al edificio, los organizadores de la movilización leyeron un comunicado en el que afirmaron
que México ya no es el mismo, pues la agresión que sufrieron los normalistas en Iguala ha sacudido al país entero y ha abierto una
profunda herida en los corazones de todos los mexicanos.
A partir de que ocurrieron los asesinatos y desapariciones de
estudiantes de Ayotzinapa, denunciaron, las instituciones del Estado mexicano han guardado un silencio cómplice. Las mezquindades de
los partidos políticos y las instancias de gobierno han sido evidentes, y sus confrontaciones han estado por encima de la emergencia que
implica la búsqueda de los jóvenes.
Antes y después del mitin, en varios momentos los asistentes
mostraron diferencias de criterio respecto de la forma en que debían manifestar su descontento por las agresiones que sufrieron los
normalistas guerrerenses.
Cuando un joven trepó a las rejas del inmueble e hizo un grafiti con la leyenda Estado asesino, vivos los queremos, algunos muchachos lo
repudiaron por considerar que se trataba de un acto de provocación, pero otros aplaudieron, reivindicando la libertad de expresión, y
señalaron que la violencia real proviene del Estado.
Al término de la lectura del comunicado y de los mensajes de apoyo
de diversas organizaciones sociales, varias personas decidieron permanecer frente a la PGR y lanzaron piedras y otros objetos contra
el edificio, lo que dejó varios cristales rotos. De igual forma,
expresaron su rechazo a los medios de comunicación por considerar que ocultan y distorsionan la realidad.
Luego de permanecer durante más de una hora en el lugar, los
manifestantes decidieron marcharse cerca de las 19:30 horas. Ante las versiones de que llegaría la policía, se dirigieron en bloque al
Metro Hidalgo y se dispersaron sin que hubiera detenidos.
Efectúan marchas, mítines y suspenden labores
Apoyan a los alumnos de Ayotzinapa miles de estudiantes en ocho
estados
16 de octubre de 2014,
Más de mil 500 normalistas, escoltados por unos 35 autobuses,
marcharon ayer en Morelia, Michoacán, para exigir justicia por el asesinato de seis personas y la desaparición de 43 estudiantes de la
Normal de Ayotzinapa, Guerrero, así como para conmemorar el
segundo aniversario de la incursión de fuerzas federales en la Normal Rural de Tiripetío.
En tanto, normalistas de Chihuahua, así como estudiantes y
profesores universitarios de Baja California, se manifestaron en apoyo a los alumnos de Ayotzinapa, mientras integrantes de las
universidades autónomas Chapingo (Uach) y de Zacatecas (UAZ) suspendieron labores.
Aproximadamente mil 500 profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y
organizaciones sociales partieron de la capital de Oaxaca en una marcha-caravana para entregar a los normalistas de Ayotzinapa 30
toneladas de alimentos y otros apoyos.
Asimismo, normalistas de Michoacán marcharon de la salida de Morelia a Pátzcuaro, luego a Casa de Gobierno y de ahí al palacio de
gobierno, donde celebraron un mitin. Otro grupo se manifestó frente
a la Secretaría de Educación en el Estado.
Casi 500 estudiantes de la Escuela Normal Miguel Hidalgo, en el municipio de Hidalgo de Parral, Chihuahua, se manifestaron en la
plaza principal en apoyo a sus pares guerrerenses.
Además, alumnas de la Normal Rural Ricardo Flores Magón, del
municipio de Saucillo, Chihuahua, dieron a conocer que 20 compañeras acudieron a Ayotzinapa para apoyar a sus colegas.
Un centenar de estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California marchó por la zona del Río de Tijuana para exigir el
esclarecimiento de los asesinatos y desapariciones en Iguala.
Alrededor de 10 mil alumnos, mil 200 profesores y más de mil 300 empleados administrativos de la UACh suspendieron labores desde
las cinco de la mañana de ayer, incluyendo a las comunidades
universitarias de los 11 centros regionales de la institución ubicados en diversos estados. El rector de la UACh, Carlos Alberto Villaseñor
Perea, expresó en un volante su solidaridad con las familias de los 43 normalistas desaparecidos.
Por su parte, miles de estudiantes universitarios y de bachillerato de
Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas realizaron un paro general de labores, y por la noche marcharon en la capital del estado.
En la ciudad de Zacatecas, cuando alumnos de las preparatorias 1 y 4 de la UAZ entregaban volantes a automovilistas, los policías de la
patrulla número 0742 echaron el vehículo contra los alumnos, sin arrollar a ninguno.
La Universidad de Guadalajara emitió un comunicado en el que pide a
la comunidad universitaria protestar por los actos de violencia contra los normalistas en Guerrero sin afectación de las clases y las
actividades académicas.
En Tepic, Nayarit, personas no identificadas colocaron carteles con los
rostros de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, en los que se ofrece recompensa de un millón de pesos a quien proporcione
información fidedigna para encontrarlos.
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MEXICO
El Ejército no intervino, se dijo durante el encuentro de
Aguirre con diputados
Dos normalistas fueron levantados cerca de la zona militar de
Iguala
La policía estatal no acudió el día de la agresión, porque el edil ‘‘no nos contestó el teléfono’’
De nueva cuenta, maestros y estudiantes bloquearon ayer la caseta
de Palo BlancoFoto Víctor Camacho
El gobernador de Guerrero, Ángel Heladio Aguirre Rivero, confió a la
comisión de diputados federales que coadyuva en la indagatoria de la agresión a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa que ya puso su
renuncia en la mesa del PRD y de la coalición electoral que lo llevó a esa posición, porque ‘‘no está cerrado al cargo’’ y, si eso soluciona la
grave problemática en la entidad, él se retira.
Durante una reunión privada entre Aguirre y los legisladores federales, realizada en Chilpancingo, se confirmó que dos de los
jóvenes estudiantes desaparecidos durante la refriega ocurrida la
noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre fueron levantados a escasos metros de las instalaciones militares en Iguala, suceso que el
Ejército no atendió, y ya se encuentra en investigación.
Las declaraciones del gobernador una vez más ensombrecieron el panorama de la investigación; tanto él como el secretario de
Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, provocaron sorpresa entre los diputados cuando respondieron que al momento de conocer que se
suscitaba la agresión a los alumnos, no ordenaron la intervención de la policía estatal porque el alcalde de Iguala –hoy con licencia y
prófugo–, José Luis Abarca, no les respondió el teléfono.
Tanto Aguirre como Martínez Garnelo argumentaron que no dictaron
la orden de intervención al cuerpo de agentes estatales porque esa determinación no correspondía con el protocolo de mando único.
Además, en el encuentro, el procurador de Justicia de la entidad, Iñaki Blanco, a pregunta de uno de los legisladores federales expuso
por qué se permitió la fuga del edil: ‘‘No sabemos cómo se nos
escapó’’.
El día en que el edil pidió licencia –a pesar de que existían denuncias
en su contra– abandonó el salón de cabildos caminando sin problema alguno.
La diputada Lilia Aguilar pidió a Ángel Aguirre su opinión en torno a la
solicitud de juicio político en su contra: ‘‘Hay un foco muy específico de inseguridad en Iguala, y fuera de Iguala todo está en paz, hay
gobernabilidad; la violencia está focalizada en Iguala’’, replicó.
Más tarde, los diputados federales que integran la comisión –Jorge
Anaya (PAN), Manuel Añorve Baños (PRI), Lizbeth Rosas (PRD), Ruth Zavaleta (PVEM), Lilia Aguilar (PT) y Ricardo Mejía Berdeja (MC)–
sostuvieron una reunión con los diputados locales que integran la comisión investigadora de la masacre y desaparición de estudiantes
de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos.
Ahí, los legisladores locales Tomás Hernández Palma (PRD), Ricardo
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (apro).- La escritora y periodista Elena Poniatowska demandó a los jóvenes asumir una actitud más activa y participativa, porque de ellos depende el futuro de México.
“Con sólo mostrar su rechazo a determinadas acciones políticas, los jóvenes cumplen con su responsabilidad ciudadana. Con sólo decir
que no, como lo hicieron en 2012 (cuando nació el movimiento #YoSoy132), hace dos años, se comprometen con la salud política del
país”, dijo.
Ante aproximadamente 500 estudiantes universitarios de las carreras
de Comunicación y Periodismo que participaron en el evento “Vive Tu Medio”, organizado por la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH)
y el Sistema Chiapaneco de Radio, Televisión y Cinematografía, la escritora hizo un esbozo del movimiento estudiantil de 1968 y
sostuvo que, como en ese entonces, ahora el gobierno persigue y criminaliza a los jóvenes.
Con el recuerdo fresco de los sucesos que le tocó vivir en aquellos
días de octubre, recogiendo testimonios que luego plasmó en su libro La noche de Tlatelolco, Poniatowska cautivó a los universitarios,
a quienes narró los hechos que conmocionaron al país.
Fue un reto que lanzaron los estudiantes al Estado mexicano, que
actuó de una forma represiva, subrayó.
“El movimiento estudiantil sacaba de quicio a todos aquellos que en la Cámara de Diputados aplaudieron de pie las medidas tomadas por el
presidente (Gustavo) Díaz Ordaz y ejecutadas por su segundo, Luis
Echeverría, el 2 de octubre. El movimiento estudiantil desafiaba el orden establecido y ponía en peligro la autoridad del gobierno, la de
los empresarios y los jefazos”, sostuvo.
Luego explicó cómo es que se persiguió, acosó y criminalizó la protesta social en 1968, y llamaban alborotadores a quienes
protestaban con demandas que ni siquiera eran del orden académico, sino social.
“México era la sede internacional (de los Juegos Olímpicos) ¡qué gran honor! Y con sus desmanes, los locos, esos irreverentes y
pendencieros estudiantes ponían en peligro el prestigio del país, el de su dirigencia”.
Para la autora de Hasta no verte Jesús mío, esa tragedia escindió la
vida de muchos mexicanos, antes y después del 2 de octubre. “1968 fue un año que nos marcó a sangre y a fuego. 1968 es el año del
descontento de los jóvenes en todo el mundo entero”, dijo. Y es que
ese año hubo otros movimientos estudiantiles en Francia,
Checoslovaquia y Japón, pero ninguno tan violento como el nuestro.
“El fuego intenso duró 29 minutos. Luego los disparos decrecieron,
pero no terminaron. Una señora dijo al diario Excélsior: ‘Esto lo veía yo en las series televisivas llamadas Combate y jamás pensé que las
vería en realidad’.
“Hoy, a 46 años del movimiento estudiantil, en 2014 ¿han terminado los balazos? Desde luego que no. En las calles de la Ciudad de México
y en muchos lugares de la República, donde campea la violencia, el
movimiento de 1968 fue la punta de flecha de otros enloquecidos movimientos de pureza en nuestro país. Otros escritores como José
Revueltas, otros ingenieros como Heberto Castillo, otros Gilberto Guevara Niebla, otros Raúl Álvarez Garín, otras Roberta Avendaño
“Tita”, otras Ana Ignacia Rodríguez “La Nacha”, otros Salvador Martínez de la Roca “El Pino”, han aparecido en nuestro país desde
entonces”.
De acuerdo con Poniatowska, de aquellos sucesos violentos aún quedan varias incógnitas, pues nunca se ha revelado el número
exacto de muertos, aunque el periódico londinense The Guardian tasó
la cifra en 250. “Quizá nunca sepamos el número exacto de abatidos esa noche del 2 de octubre en Tlatelolco. Sin embargo, resonará en
nuestros oídos durante muchos años la pequeña frase explicativa de un soldado al periodista del periódico El Día, José Antonio del Campo:
“–¿Son cuerpos aquellos que están ahí amontonados?
“–Son cuerpos, señor”.
En su intervención, la periodista habló de Raúl Álvarez Marín, quien falleció el pasado 27 de septiembre.
“Muere en el momento en que aparecen cinco normalistas muertos en
Ayotzinapa; muere en medio de una cacería de opositores en
Morelos. ¿Qué diría Raúl del joven futbolista de 15 años, José Evangelista, cuyos tenis aparecieron encima de su ataúd, porque vino
a jugar fut como parte del equipo de Los Avispones y encontró la muerte en su autobús, volcado por obra de pistoleros y policías en la
carretera Iguala-Chilpancingo? ¿Qué diría de los seis asesinados y los 43 normalistas desaparecidos en Iguala? ¿Qué diría de la muerte de
tres jóvenes el 21 de septiembre en Maravatío a mano de cinco policías michoacanos?”.
Prosiguió: “Raúl Álvarez Garín muere en un país en manos de la
guerra sucia contra el narcotráfico, en un país que nos hostiga, en un
país en el que se encarcela a los adolescentes, se les acusa y se les
considera violentos, alcohólicos, drogadictos, desertores de la
escuela, ignorantes e inservibles ¿Qué diría de un país en el que se mata a los chavos? En un país despiadado con su gente pobre,
despiadado contra los migrantes, implacable con los niños. Un país
que daña a sus habitantes, un país en el que todos los mexicanos podrían preguntarse ¿quién nos protege? ¿En dónde hemos venido a
asentarnos? ¿Qué diría de lo que está sucediendo ahora en el reglamento y las modificaciones al plan de estudios del Poli que
disminuye el grado académico a técnico y convierte a cada muchacho en mano de obra barata?”.
Luego citó e hizo suyo un párrafo del artículo de Adolfo Sánchez
Rebolledo publicado en La Jornada el pasado jueves 9:
“Mientras el Estado mexicano sea incapaz de asegurar la
gobernabilidad mediante la justicia y la ley, la delincuencia seguirá colonizándolo, aprovechando para sí misma el ‘orden’ legal. No
podemos pasar por alto el hecho de que estas matanzas involucran a los más débiles, a esos ciudadanos cuya desaparición no perturba –
porque no existen para ellas– la vida cotidiana de las élites, lo cual muestra no sólo el filo irracional, demencial, de la violencia criminal,
sino su siniestro clasismo, su carácter instrumental”.
Ante los universitarios reunidos en el Centro de Convenciones de la
UACH, la autora de El universo o nada, Leonora y La piel del cielo, entre muchas otras obras, mencionó que de los jóvenes “depende
nuestro futuro, el gobierno y las circunstancias, el futuro de México”.
Los jóvenes, agregó, “son el futuro y ya dieron una muestra de lo que pueden hacer con su movimiento, en el Distrito Federal, en una
Universidad donde papi suele darle su coche a su hijito, en una universidad de ricos, la Universidad Ibero, la del #YoSoy132, ese
movimiento que cambió la visión que los estudiantes de las escuelas
públicas tenían de la Ibero”.
Recordó que en 2012 “nada mejor pudo unirlos como universitarios que esa declaración en el momento en que enseñaron con entereza
sus credenciales en internet aclarando que eran estudiantes y no porros ni gente pagada, como pretendió divulgarlo el PRI”.
Y hoy como siempre, dijo, “con sólo mostrar su rechazo a determinadas acciones políticas, los jóvenes cumplen con su
responsabilidad ciudadana. Con sólo decir que no, como lo hicieron en 2012, hace dos años, se comprometen con la salud política del