1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA VARIEDAD BOGOTANA Y BARRANQUILLERA EN COLOMBIA ÉRIKA ALEJANDRA SALINAS GÓMEZ ANGÉLICA MARÍA SERGE TERNERA LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BOGOTÁ D.C 2020
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ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA ...
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ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA VARIEDAD BOGOTANA Y BARRANQUILLERA EN COLOMBIA
ÉRIKA ALEJANDRA SALINAS GÓMEZ ANGÉLICA MARÍA SERGE TERNERA
LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BOGOTÁ D.C
2020
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ACTITUDES LINGÜÍSTICAS Y ESTEREOTIPOS: UN ESTUDIO DE LA VARIEDAD BOGOTANA Y BARRANQUILLERA EN COLOMBIA
ÉRIKA ALEJANDRA SALINAS GÓMEZ ANGÉLICA MARÍA SERGE TERNERA
Trabajo de grado para optar por el título de Licenciadas en Lenguas Modernas
ASESORA:
Laura Marcela Castiblanco Acosta
LICENCIATURA EN LENGUAS MODERNAS FACULTAD DE COMUNICACIÓN Y LENGUAJE
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA BOGOTÁ D.C
2020
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AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Dios por permitirnos culminar este logro académico y personal, pues
representa un paso más en nuestro desarrollo como profesionales. A nuestros padres por su
incondicional amor y apoyo, quienes con sus palabras y presencia lograron calmar los
momentos más críticos del desarrollo. A Laura Castiblanco, nuestra asesora, quien con su
metodología de trabajo nos guió hacia el resultado esperado.
9. CAPÍTULO DE ANÁLISIS DE DATOS 36 9. 1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN LA PRONUNCIACIÓN 37
9.1.1 BOGOTANOS SOBRE SUS PAISANOS 38 9.1.2 BOGOTANOS SOBRE LOS BARRANQUILLEROS 41 9.1.3 BARRANQUILLEROS SOBRE BOGOTANOS 44 9.1.4 BARRANQUILLEROS HACIA SUS PAISANOS 47
9.2 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN EL ESTRATO SOCIOECONÓMICO 49
9.2.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS 49 9.2.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS 52 9.2 3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS 55 9.2.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS 57
9.3 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN RASGOS DE LA PERSONALIDAD 59
9.3.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS 60 9.3.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS 62
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9.3.3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS 65 9.3.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS 67
10. CONCLUSIONES 69
11. REFERENCIAS 73
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RESUMEN
La presente investigación tiene como objetivo definir y describir los estereotipos de dos tipos
de hablantes colombianos que se reflejan en las actitudes lingüísticas que tienen los hablantes
de la variedad bogotana frente a su propia variedad, y frente a la variedad lingüística
barranquillera, y viceversa; las actitudes que tienen los hablantes de la variedad
barranquillera frente a su propia variedad, y a la variedad bogotana. Para ello, se les solicitó a
dieciséis hablantes (ocho de cada variedad) participar en una encuesta en la cual debían
escuchar a ocho hablantes (cuatro de cada variedad en cuestión), y responder algunas
preguntas relacionadas con tres ejes temáticos de actitudes lingüísticas: pronunciación,
pertenencia a un estrato socioeconómico, y rasgos de personalidad. Los resultados muestran
que los participantes bogotanos tienden a tener una actitud negativa de su propia variedad y
una actitud positiva de la variedad barranquillera. Entre tanto, los hablantes barranquilleros
tienden a identificar la variedad propia con rasgos de valor positivo y a la variedad bogotana
con rasgos de valor negativo. Dichas actitudes lingüísticas demostraron sentimientos
mayormente negativos que positivos los cuales son el reflejo de estereotipos infundados que
estas variedades tienen sobre sí mismas y sobre la variedad opuesta.
Palabras claves: actitudes lingüísticas, variedades del español, variedades lingüísticas,
De acuerdo con la anterior clasificación, la variedad costeña es un superdialecto
dividido en costeño atlántico y costeño pacífico. Los cuales pueden, además, tener un
subdialecto: para el costeño atlántico: Cartagenero, samario, guajiro o atlántico interior. Para
el costeño pacífico: Pacífico norte y pacífico sur. En este estudio de actitudes lingüística se
pretende trabajar con el dialecto costeño atlántico, particularmente con el subdialecto
Barranquillero, que, a pesar de no ser mencionado en la clasificación de ninguno de los
autores, es usado por un número significativo de hablantes. Además, se trabajará con el
subdialecto bogotano del cual se hará énfasis en el siguiente apartado.
7.1.6 VARIEDAD BOGOTANA
Retomando la clasificación realizada en el ALEC, el superdialecto que cubriría la
zona geográfica donde se encuentra la capital del país sería la zona andina central, cuyo
dialecto se divide entre Andino oriental y Andino occidental. En el primero se encuentra el
subdialecto cundiboyacense, donde se ubica el bogotano. Sin embargo, históricamente este
varía de su subdialecto, ya que su estructura gramatical, fonética y morfológica ha sido
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afectada por la migración de personas de diferentes zonas del país o del mundo a esta ciudad.
Hoy la variación bogotana cuenta con rasgos distintos incluso a su antepasado, lo que hoy se
conoce como bogotano antiguo, fonéticamente se resalta la pronunciación marcada de las
consonantes o de la “y”, consonantes como la “r” que en su momento se pronunciaban de
manera arrastrada, actualmente son usadas con más sutileza. Un fenómeno muy recurrente en
el dialecto bogotano actual es la omisión o supresión de la consonante “d” en posición media.
En términos morfológicos, en el acento bogotano es muy común el uso de “usted” en
ambientes que pueden ser considerados como familiares o allegados. A pesar de esto, el
“tuteo” también en un fenómeno recurrente en personas de estratos altos o los jóvenes, entre
sus familiares, amigos, o ambientes sociales.
En cuanto al dialecto cundiboyacense, se hace uso de “sumercé”, esta expresión aún se
conserva en el dialecto bogotano, pero en menor medida por su desuso en ambiente común.
Para sintetizar, las variedades de lengua nombradas y descritas serán la base sobre la
que se trabajarán las actitudes lingüísticas que están presentes en cada una de ellas y su
dinámica entre ser positivas o negativas; y la forma en que los estereotipos se refleja a partir
de dichas actitudes de los hablantes.
8. ENFOQUE METODOLÓGICO
Blas Arroyo (1999) señala que las actitudes lingüísticas han sido en su mayoría
analizadas desde el punto de vista mentalista. Los métodos indirectos y directos se
desarrollarán desde dicha perspectiva, ya que el objetivo principal es conocer las
percepciones, creencias, o ideas de los hablantes con respecto a un tema en particular y no
sobre un actuar específico. Además, los métodos directos e indirectos permiten la
clasificación numérica de ciertos aspectos específicos a los cuales se les darán una categoría
contable para su análisis posterior.
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Para la recolección de datos, se hizo uso del método directo a través de preguntas
abiertas y cerradas concretas sobre información específica de los hablantes escuchados. En
cuanto al método indirecto, se pretendió usar la técnica Matched guise implementada por
Wallace Lambert (1967). Esta técnica es usada para determinar los sentimientos y emociones
de un individuo hacia otro, o hacia una comunidad por su dialecto, lenguaje o cultura.
Para la presente investigación se recolectó una muestra variada de ambas culturas para
la realización de los audios. Dicho muestreo estuvo compuesto por: cuatro personas de cada
ciudad, Bogotá y Barranquilla, de estratos altos y bajos, para un total de ocho hablantes, con
el fin de que los resultados demostraran o desmintieran la existencia o ausencia de un sesgo
entre los grupos de hablantes.
En primera instancia, debe aclararse que la encuesta utilizada en este proyecto fue
adaptada de la investigación “Creencias y actitudes hacia las variedades cultas del español
actual: el proyecto PRECAVES XXI” de Ana Cestero y Florentino Paredes, en la cual los
autores indagaron sobre diferentes aspectos de la pronunciación y la procedencia de ocho
hablantes. Se hizo uso de dicha metodología, puesto que el trabajo procuraba recrear parte de
su investigación en el contexto colombiano, analizando dos variedades importantes del país,
bogotana y barranquillera.
Para la primera parte de recolección de datos, se le pidió a un grupo de ocho personas,
ver un corto animado mudo titulado Alike, producido por CGMeetup, un canal de YouTube.
El video tenía una duración de aproximadamente 8 minutos, el hablante debía verlo y luego
contar la historia en breves palabras dando su opinión acerca de este en una grabación de
audio cuya duración no fue delimitada, esto con la intención de no condicionar al hablante y
que pudiera expresarse con naturalidad.
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Las muestras fueron elaboradas para ser presentadas en formato de audio, ya que la
apariencia de la persona a la hora de aplicar las encuestas podría desviar la atención principal
del objetivo del proyecto, que es la focalización sobre la variedad de lengua en cuestión.
Posterior a esto, y con el fin de conocer las actitudes de las dos comunidades de
hablantes, se adaptó la encuesta de PRECAVES XIX, la cual tuvo una duración de aplicación
entre 45 a 60 minutos aproximadamente. Los participantes que respondieron la encuesta,
totalmente distintos de los que fueron grabados, fueron también ocho: cuatro provenientes de
la ciudad de Barranquilla, y cuatro provenientes de la ciudad de Bogotá. Estos escucharon las
grabaciones de su misma variedad lingüística y de la contraria sin saber a qué variedad
pertenecía cada audio.
Dichas preguntas buscaron atender al conocimiento previo específico que los
participantes tuvieran sobre la otra cultura, y a su vez, atender a su posición afectiva y
cognitiva frente a las grabaciones escuchadas.
9. CAPÍTULO DE ANÁLISIS DE DATOS
En este apartado se presentará el análisis de los datos siguiendo la ruta que se plantea
a continuación. La encuesta con la que se trabajó (ver anexo A) se dividió en tres ejes
principales, todos en relación con los hablantes de la muestra de audio:
1) Preguntas relacionadas con aspectos de la pronunciación.
2) Preguntas relacionadas con la pertenencia a un estrato socioeconómico.
3) Preguntas relacionadas con los rasgos de la personalidad.
Con base en estos tres ejes se analizarán las actitudes lingüísticas así:
1- Actitudes de los Bogotanos hacia la variedad bogotana.
2- Actitudes de los Bogotanos hacia la variedad barranquillera.
3- Actitudes de los Barranquilleros hacia la variedad bogotana.
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4- Actitudes de los Barranquilleros hacia la variedad barranquillera.
Con base en lo anterior, se identificarán los estereotipos que se reflejan entre ambas
comunidades de habla teniendo en cuenta los planteamientos de Suriá (2010) y Lippmann
(1922).
9. 1 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN LA PRONUNCIACIÓN
El primer eje de la encuesta que comprende de la pregunta uno a la cuatro, pretende
conocer las actitudes lingüísticas de los hablantes de esta investigación sobre la variedad
opuesta y sobre su propia variedad, con base en aspectos de la pronunciación como el ritmo,
la claridad, la complejidad, la cercanía, entre otros.
En la pregunta número uno (ver anexo B-E en el archivo adjunto), se pidió a los
participantes valorar en una escala del 1 al 6 (siendo 6 el puntaje máximo otorgado a rasgos
asociados con valoraciones negativas y 1 el puntaje máximo otorgado a rasgos asociados con
valoraciones positivas) nueve aspectos de la pronunciación con la intención de conocer cuál
era la tendencia que más predominaba (positiva, neutra o negativa) frente a cada audio
escuchado, es decir, frente a cada variedad representada por un hablante. En la segunda (ver
anexo F-I en el archivo adjunto) y tercera pregunta (ver anexo J-M en el archivo adjunto) los
participantes debían mencionar aspectos más concretos que les hubieran agradado o
disgustado de la pronunciación de cada hablante, con el propósito de hallar similitudes o
diferencias en las respuestas abiertas. Por último, la pregunta cuatro (ver anexo N-P en el
archivo adjunto) pretendía reflejar el sentimiento de cercanía en términos de la pronunciación
de los hablantes escuchados en los audios y los participantes.
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9.1.1 BOGOTANOS SOBRE SUS PAISANOS
Figura 1.1 Media de valoración cognitiva de los bogotanos hacia los mismos bogotanos (elaboración propia)
Teniendo en cuenta los resultados obtenidos de la pregunta número uno (figura 1.1),
se puede concluir que los bogotanos suelen referirse a la pronunciación de sus paisanos de
manera neutra. Esto, teniendo en cuenta que la media de los resultados fue 3,5/6.
Sin embargo, los resultados indican aspectos interesantes que permiten tener una
visión más clara de las actitudes lingüísticas de los bogotanos hacia la pronunciación de sus
coterráneos.
Al determinar el rasgo de la pronunciación que más sobresalía, se evidenció una
tendencia a evaluar la variedad como “aburrida”. Esto llevó a replantear la frecuente creencia
sobre las variedades lingüísticas que se tienen entre las culturas evaluadas, ya que muy a
menudo se mencionan aspectos negativos de la pronunciación de los ciudadanos de la costa
del país, por parte de los bogotanos (" El acento de la costa hace que sea un poco complicado
entenderlo" o "Sonido que hace al final de cada palabra o frase") pero cuando ellos mismos se
refieren a su propia variedad lingüística, no sobresale nada.
Así mismo, al preguntar por el rasgo de pronunciación urbana/rural, se identificó que los
ciudadanos de la capital del país tienden a considerar que la pronunciación de su misma
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variedad lingüística, es más urbana con una media de 2,7, en una escala de 6. Este resultado
es bastante claro si tenemos en cuenta que el área urbana de Bogotá es extensa.
También vale la pena mencionar que cuando se pidió a los participantes calificar
como divertida o aburrida la variedad escuchada fue posible inferir que los bogotanos tienen
una tendencia a pensar que su propia variedad es más aburrida que divertida, con una media
de 4,4 en una escala de 6. Esta percepción está asociada a una distinción valorativa del
componente afectivo, que hacen los bogotanos sobre su misma variedad.
Por su parte, los resultados obtenidos en la pregunta número dos, llevaron a concluir
que los bogotanos tienden a pensar que la pronunciación de los hablantes de su misma
variedad es neutra en términos de claridad y cercanía, lo que es bastante entendible debido a
características fonológicas del dialecto bogotano, como la conservación del fonema /s/ (a
diferencia de la variedad costeña).
Por otro lado, los resultados de la tercera pregunta pedían, al contrario de la anterior,
mencionar los aspectos que no fuesen de su agrado sobre la pronunciación que escucharon y
se evidenció que los bogotanos califican dicho aspecto de sus paisanos como monótono,
aburrido, y lento. Lo anterior puede deberse a características fónicas como el tono bajo, o
léxicas, como el uso escaso de muletillas, además del cuidado al hablar que tanto los
caracteriza.
Finalmente, la pregunta número cuatro que evaluó la proximidad que sintieron los
participantes con sus paisanos, indicó que los bogotanos perciben su propia variedad como un
poco diferente con una media de 4,2.
En términos generales, basándonos en los resultados del primer eje de la encuesta
aplicada, sobre la pronunciación, se destacan varios hallazgos. Uno de ellos, es que en
general los participantes de la capital del país, no se identificaron con la pronunciación de los
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hablantes de su propia variedad, aspecto que resulta curioso. Este dato se explicaría un poco
más si se tratara de la variedad costeña, ya que las diferencias en términos de pronunciación
entre ambas variedades son evidentes. Sin embargo, tratándose de su misma variedad, se
infiere que aspectos como la clase social de los hablantes, el tono, o incluso el uso de cierto
vocabulario, sobresalen y determinan la percepción que tienen los participantes de los
hablantes escuchados. Lo anterior puede deberse a que:
Los hablantes saben que su comunidad prefiere determinados usos lingüísticos a
otros, que ciertos usos son propios de unos grupos y no de otros y, por lo tanto, tienen la
posibilidad de elegir lo que consideran más adecuado a las circunstancias o a sus intereses.
(Moreno, 1998, p.181)
Es decir que, los participantes bogotanos son capaces de reconocer el grupo social al
que pertenece cada hablante por su vocabulario, acento y tono. Lo cual se ve reflejado en los
resultados del eje socioeconómico, por ejemplo en los porcentajes de la pregunta seis, en
donde un poco más de la mitad de los encuestados consideró que los hablantes de su
variedad ostentaban ingresos bajos, lo que coloquialmente se relaciona con la pertenencia a
estratos socioeconómicos bajos. Lo anterior puede deberse a que existe un reconocimiento
por parte de los encuestados hacia los hablantes bogotanos, sobre aspectos fonológicos
propios de estos estratos, como la omisión de la /d/ en posición media, o la pronunciación
débil de consonantes como la /b/ y la /d/ intervocálica, por ejemplo la palabra trabaja, se
pronunciaría [tra.ha.ja].
Partiendo de esto, los bogotanos crean una actitud lingüística que les permite a su vez sentirse
identificados o no, con la variedad que escuchan.
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Teniendo en cuenta el resultado general de cada pregunta del eje, se infiere que los
bogotanos tienen una actitud neutra con tendencia a ser negativa , en términos de su 1
pronunciación, al describirla como aburrida, y un tanto monótona, apreciaciones que no se
esperaban. Esto, refuerza lo planteado por Moreno (1996) cuando argumenta que, aunque es
común que los hablantes de una variedad tengan una actitud favorable sobre su misma
variedad (como lo demuestra el participante número 8, al responder: "El acento bogotano
hace que el tono sea constante y eso hace que la pronunciación sea agradable para mí"), el
hecho de pertenecer a la variedad que se evalúa, no quiere decir que en todos los casos se
mida de manera favorable como sucedió con el participante número 4 quien afirma que hay
una “falta de emoción en la narración”.
9.1.2 BOGOTANOS SOBRE LOS BARRANQUILLEROS
Figura 1.2 Media de valoración cognitiva de los bogotanos hacia los barranquilleros (elaboración propia)
Considerando los resultados de la primera pregunta (figura 1.2), se concluyó que los
bogotanos tienen una actitud neutra sobre los hablantes barranquilleros, con una media de
3,4. A pesar de esto, se hallaron varios aspectos importantes para la investigación. En primer
lugar, cuando se evaluó la sencillez/dificultad de la pronunciación de los ciudadanos de la
1 Con negativo se hace referencia a los adjetivos que los hablantes utilizaron en el momento de referirse a la variedad, no a la variedad per se.
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costa del país, los bogotanos consideraron que este aspecto se destacaba por su dificultad, con
una media de 4,0. Lo expuesto puede deberse a aspectos de la pronunciación característicos
del subdialecto barranquillero, como lo son la rapidez al hablar y la elisión de la /s/ en
posición implosiva y de los fonemas oclusivos sonoros /b/ /d/ y /g/ en posición vocálica.
De las características anteriores, puede derivarse que los bogotanos tengan ciertas
opiniones lingüísticas sobre los barranquilleros como las que se aprecian en la segunda
pregunta: “a pesar de su acento, la claridad en su voz le ayuda y tiene buenos argumentos” y
“se desenvuelve bien, sabe explicar, a pesar de su acento se le entiende". A pesar de que el
participante halaga su pronunciación, utiliza una conjunción adversativa que le da una
connotación peyorativa a lo que este quiere decir. Esto puede basarse en el prestigio que tiene
la variedad bogotana popularmente, ya que se considera que los hablantes de Bogotá hacen
uso de la variedad más “correcta” o más cercana a la norma estándar, creencia totalmente
opuesta a la que se tiene sobre el dialecto barranquillero.
En consecuencia con la afirmación anterior, puede decirse que lo que manifestaron
anteriormente los encuestados sí responde a una creencia existente sobre la variedad
bogotana. Mientras que, popularmente se considera que la variedad barranquillera es rápida y
difícil de entender por aspectos fonéticos que la caracterizan.
De los resultados de la tercera pregunta, se concluyó que los bogotanos perciben la
pronunciación barranquillera como confusa, poco entendible, e incoherente en algunas
ocasiones. También vale la pena mencionar, que hubo participantes que además de indicar su
desagrado frente a la pronunciación de los narradores costeños, también mostraron cierto
disgusto hacia esta cultura en general. Por ejemplo, uno de los participantes mostró
descontento en todo momento al evaluar a cada uno de los narradores de la costa del país.
Para ser más precisos destacaremos algunas de sus respuestas:
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- "En sí no es la pronunciación, pero el acento costeño no es de mi agrado por
estereotipos y algunos asuntos personales".
- “El acento de la costa hace que sea un poco complicado entenderlo".
- “Su pronunciación es irritante”
Estas respuestas muestran una actitud lingüística negativa con base en el componente afectivo
(López, 2001. p. 183), articulada con estereotipos que pueden haber sido infundados, y con
asuntos personales como el mismo participante argumenta. Esto se debe a que las lenguas y
variedades pueden ser valoradas desde distintos tipos de variables, las cuales según Moreno
(1998) pueden ser: sociales, subjetivas, o afectivas.
Finalmente, de acuerdo con los resultados de la pregunta número cuatro, se concluyó
que los ciudadanos de la capital del país no se sienten identificados con la variedad
lingüística barranquillera, con una media de ⅚, un resultado que refleja que la identidad es un
concepto estrechamente ligado con las actitudes lingüísticas, como bien plantea Moreno “una
variedad lingüística puede ser interpretada, por tanto, como un rasgo definidor de la
identidad, de ahí que las actitudes hacia los grupos con una identidad determinada sean en
parte actitudes hacia las variedades lingüísticas usadas en esos grupos y hacia los usuarios de
tales variedades” (1998. p.180).
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9.1.3 BARRANQUILLEROS SOBRE BOGOTANOS
Figura 1.3 Media de valoración de los barranquilleros hacia los bogotanos (elaboración propia)
Considerando los resultados obtenidos en la primera pregunta (figura 1.3) se concluyó
que la percepción de los barranquilleros hacia la variedad lingüística de los bogotanos es más
bien negativa. Al analizar cada una de las divisiones se encontraron dos casos puntuales en
donde la media fue superior a cuatro. El primer caso fue al valorar lo variada/monótona de la
pronunciación de los ciudadanos de la capital del país. El resultado mostró que la percepción
que tienen los barranquilleros sobre los bogotanos de su forma de hablar es monótona.
El siguiente caso, basado en la pregunta en donde se les pidió a los participantes
barranquilleros señalar que tan divertida o aburrida era la pronunciación de los bogotanos,
mostró que los participantes de la costa atlántica perciben la variedad bogotana como
aburrida, con un promedio de 4,6 en la escala de 6. Otro caso a destacar corresponde a la
división número 9, en la que se les pidió a los participantes barranquilleros valorar qué tan
clara o confusa era la pronunciación de los bogotanos, pues la puntuación indica que la
variedad bogotana les resulta más clara que confusa.
Al analizar la pregunta número dos, algunas respuestas coinciden en que a los
participantes no les gustó nada de la pronunciación de los narradores de la capital del país.
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Sin embargo, otras características con valoraciones positivas fueron mencionadas por los
barranquilleros sobre los bogotanos, como la claridad, la tonalidad y la cercanía.
Por su parte, en la pregunta número tres es importante señalar que, al igual que en el
caso anterior, la mayoría de los participantes barranquilleros respondieron que no les gustaba
la lentitud de la pronunciación de los hablantes bogotanos. Aunque existe la posibilidad de
expresarse con total libertad, causa curiosidad el hecho de coincidir en este rasgo en
particular, explicado quizás por el uso de un referente propio como la alta velocidad en el
habla, tan característica de los hablantes barranquilleros.
Teniendo en cuenta las similitudes en los resultados de las preguntas dos y tres
concluimos que los participantes barranquilleros perciben la variedad lingüística bogotana
como pausada o lenta. Otros pocos, no destacan nada en su pronunciación que sea de su
agrado.
En cuanto a la proximidad entre su pronunciación y la de los ciudadanos de la capital
del país, se concluyó que los participantes de la costa atlántica tienen la percepción de que su
variedad lingüística es diferente a la de los hablantes bogotanos. Sobre esta afirmación es
importante mencionar que el 20% de los barranquilleros encuestados respondió que su
pronunciación era completamente diferente a la de los bogotanos. Desde el punto de vista
sociocultural, esto es un reflejo de que para los barranquilleros existe una diferencia evidente
entre ambas variedades, que puede estar asociada con lo que para ellos define su identidad.
La identidad ese “rostro” de las personas y los grupos humanos, tal como ha sido
definido por Goffman, es un guión narrativo que se desarrolla en los contactos con otras
personas, una imagen de sí mismo que es corroborada o no por los demás y que suscita una
respuesta emocional. La identidad supone una alteridad y podrían considerarse ambas como
caras de una misma moneda, porque la identidad que construyó depende de la respuesta del otro
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y, asimismo, la identidad del otro depende de mi reacción ante él (Álvarez et al,2001, p.146).
Esta valoración de la identidad puede entenderse en el contexto
barranquillero-bogotano de la siguiente manera: la comunidad barranquillera, así como la
bogotana, tiene una imagen de sí misma cargada de aspectos culturales como el habla, las
tradiciones y ciertas prácticas, que los hacen únicos. Esta imagen a su vez necesita ser validada
por los miembros de su misma comunidad y por otras comunidades de habla para existir, es
decir, para crearse una identidad. De allí la importancia de validar o no identidades
generalmente cargadas de estereotipos. El siguiente ejemplo es una muestra de lo anterior:
Según la opinión de algunos colombianos», "los costeños maltratan y deforman el
idioma porque se comen las eses" (i), mochan las palabras, hablan "golpiao" y muy rápido;
además, gesticulan demasiado, usan expresiones muy vulgares y "tutean hasta a Tu
Eminencia el Cardenal Primado de Colombia" (2). Este estereotipo lingüístico- es reforzado
por los mismos costeños cuando afirman que "en nuestra costa, el que no pronuncie las eses,
las eles y las erres como mandan los cánones de la «costeñidad». «se laj-ejtá
tirando-ecachaco». Y si el infortunado sujeto no es un intelectual encumbrado, o un
respetable patriarca del mundo social o económico, «malucón». Tiene un habláito hasta raro.
¡Cuidado!" (Escamilla, 1994, p.4).
En suma, teniendo en cuenta los resultados de las preguntas de este eje, podemos
argumentar que los participantes barranquilleros tienen la percepción de que la variedad
lingüística bogotana es aburrida y monótona. Además de no rescatar ningún aspecto que sea
de su agrado en su pronunciación, rechazan la lentitud con la que se expresan. Estos
resultados están muy relacionados con las respuestas de la cuarta pregunta, ya que como se
menciona anteriormente, los participantes de la costa atlántica piensan que su variedad
lingüística es muy diferente a la de los hablantes bogotanos.
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9.1.4 BARRANQUILLEROS HACIA SUS PAISANOS
Figura 1.4. Media de valoración cognitiva de los barranquilleros hacia los mismos barranquilleros (elaboración propia)
A diferencia de los resultados obtenidos en el análisis anterior, la percepción que
tienen los participantes barranquilleros hacia su propia variedad lingüística tiende a ser
neutral con tendencia a lo positivo, con un promedio de 3,1.
En general las respuestas fueron positivas, en dos casos puntuales se observaron
resultados por debajo de 3,0. Uno de ellos se presentó al evaluar la sencillez/dificultad de la
pronunciación, donde los participantes de la costa del país, señalaron que la pronunciación de
sus paisanos, era más sencilla que como lo representó la media de los participantes. Este
resultado no resulta sorpresivo, ya que los barranquilleros conocen las características que
distinguen su propia variedad y por ende les resulta sencillo entender lo que los hablantes
quieren decir. Así mismo, cuando se evaluó la cercanía/distancia de la pronunciación, los
resultados mostraron que los hablantes de la costa del país perciben este aspecto de sus
paisanos con más cercanía que la media.
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También se debe mencionar que existió un caso que obtuvo un promedio menor a 3,0.
Se trata de la subdivisión número nueve que evalúo qué tan clara/confusa era la
pronunciación de los hablantes en los audios. El resultado en este caso fue de 3,0.
Al analizar la segunda pregunta se encontró que las respuestas fueron bastante
similares a los resultados arrojados en la subdivisión nueve. Los barranquilleros consideran
que la claridad es el aspecto que más les agrada en cuanto a la pronunciación de sus paisanos.
Teniendo en cuenta esto, es importante mencionar que este resultado está fuertemente
relacionado con los resultados de la pregunta tres donde las frases recurrentes “me gusta
todo” y “nada me disgustó” refuerzan la idea de una valoración positiva de esta variedad de
lengua.
Finalmente, cuando se evaluó la proximidad entre la pronunciación de los
barranquilleros y sus coterráneos, los hallazgos fueron bastante interesantes. El primero es
que a pesar de pertenecer a la misma variedad de lengua, el resultado promedio fue de 4, es
decir que perciben su pronunciación diferente. Recordemos que el resultado promedio de esta
pregunta al evaluar la variedad lingüística Bogotana por parte de los barranquilleros, fue de
5,3, lo cual quiere decir que solo hay 1,3 puntos de diferencia en relación con la proximidad
de su propia variedad. En otras palabras, para los barranquilleros la pronunciación de los
hablantes bogotanos de las muestras no es próxima a su propia pronunciación, pero tampoco
sienten una proximidad con la pronunciación de su misma variedad.
En relación con lo anterior, el segundo hallazgo, evidencia que el 10% de los
encuestados señala un promedio de proximidad de 5,3, mismo resultado que se obtuvo en la
evaluación hacia la variedad lingüística bogotana. Por último, no se encontraron resultados
inferiores a 3,0, es decir que ninguno de los participantes de Barranquilla considera que su
pronunciación es similar a la de los narradores.
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9.2 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN EL ESTRATO
SOCIOECONÓMICO
El segundo eje comprendió las preguntas cinco (ver anexo Q-T en el archivo adjunto),
seis (U-X en el archivo adjunto), y siete (ver anexo Y-AB en el archivo adjunto) del
cuestionario, donde se contempló la percepción de los hablantes encuestados sobre la
pertenencia a un estrato sociocultural determinado de otros hablantes con base en unos
indicadores como el puesto de trabajo, el nivel de ingresos o el nivel de estudios de las
personas de los audios escuchados. Las preguntas cerradas contaron con tres opciones de
respuesta, a excepción de la pregunta 7 que contaba con cuatro opciones.
9.2.1 DE BOGOTANOS HACIA BOGOTANOS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 17 53% Bien cualificado 14 44% Altamente cualificado 1 3% Nivel ingresos No responde 1 3% Bajo 18 56% Medio 12 38% Alto 1 3% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 1 3% Educación primaria 4 13% Bachillerato 18 56% Universitarios 9 28%
Tabla 1. Valoración indirecta de los bogotanos hacia los mismos bogotanos (elaboración propia)
50
Los resultados de la pregunta cinco (Tabla 1), sobre el indicador puesto de trabajo
señalaron que el 53% de los encuestados bogotanos ubicaron en un puesto de trabajo poco
cualificado a los hablantes bogotanos de las muestras. A pesar de esto, el porcentaje de
respuestas de los ciudadanos de la capital del país que señalaron lo contrario, (bien
cualificado) fue del 44%. Solamente el 3% de las respuestas se inclinó por un cargo de
trabajo altamente cualificado.
Los resultados de la pregunta seis, nivel de ingresos, mostrados en la tabla 1,
evidenciaron que el 56% de las respuestas de los participantes bogotanos indicó que, para
estos, sus lugareños tenían un nivel de ingresos bajo, mientras que el 38%, percibió en los
hablantes de la muestra ingresos medios. Solo el 3% de las respuestas manifestó un nivel de
ingresos alto. Finalmente, al preguntar por el nivel de estudios de los hablantes bogotanos se
encontró que el 56% de las respuestas de los ciudadanos de la capital reflejaron que los
citadinos tenían un nivel de estudios de secundaria, mientras que el 13% señaló que tenían
educación primaria.
Con base en todos estos resultados, podemos afirmar que se empieza configurar aquí
un estereotipo de la misma manera que lo describe Lippmann (1922), quien se refiere a este
fenómeno como la clasificación de las personas desconocidas en categorías interiorizadas
formadas por constructos colectivos. Dicho esto, los bogotanos, sin conocer a los hablantes
de la muestra, usaron rasgos como el acento y la entonación de la variedad bogotana, así
como factores socioeconómicos, para ubicar a estos últimos en el marco de una imagen
montada, a su vez, sobre unas creencias colectivas cuyos orígenes puede variar dependiendo
de las experiencias, creando el imaginario de que el bogotano es distante, indiferente, apático
y poco social. Dicha definición se puede respaldar por distintas columnas de opinión hechas
51
por personas que transmiten lo que suelen vivir diariamente como Las 10 cosas más
chocantes de no ser bogotano y vivir en la capital, lista final (Alba Escamilla, 2012).
De esta manera, se infiere que los bogotanos hacen uso de las creencias que tienen
sobre los aspectos fónicos y suprasegmentales de los diferentes estratos socioeconómicos que
componen la sociedad capitalina, para categorizar a los hablantes en cada uno de ellos sin la
necesidad de conocerlos. Esto, en relación con los resultados obtenidos, demuestra que hay
una tendencia a considerar, que los emisores pertenecen a estratos bajos en los cuales los
ingresos son insuficientes para ser considerados como ganancias significativas.
Teniendo en cuenta los resultados previos, es de resaltar que aunque los encuestados y
hablantes pertenecen a una misma ciudad y por ende, conviven con la misma variedad de
lengua, se perciben valoraciones negativas y lejanas, como si su identidad no estuviera acorde
con los audios escuchados. Este fenómeno se puede presentar debido al perfil de los
encuestados, personas con un nivel socioeconómico medio alto cuya perspectiva de la ciudad
puede estar mediada por su propio contexto y por tanto, todo aquello que les suene distinto a
lo que conocen desde su medio social, lo desclasifican.
El estereotipo de los bogotanos frente a los hablantes de su misma variedad se
complementa con los resultados obtenidos en el eje de rasgos de la personalidad, los cuales
no son tan lejanos a los obtenidos en este apartado, puesto que clasifican a sus coterráneos
con tendencias neutras cuando se refieren a que tan cultos, simpáticos o inteligentes son.
52
9.2.2 DE BOGOTANOS HACIA BARRANQUILLEROS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 11 34% Bien cualificado 11 34% Altamente cualificado 10 32% Nivel ingresos No responde 2 6% Bajo 10 32% Medio 9 28% Alto 11 34% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 4 13% Educación primaria 4 13% Bachillerato 6 19% Universitarios 17 53%
Tabla 2. Valoración indirecta de los bogotanos hacia los barranquilleros (elaboración propia)
Con respecto a la valoración hecha por los hablantes bogotanos frente a los audios de
los barranquilleros, los porcentajes de respuesta de la pregunta cinco (tabla 2), sobre puesto
de trabajo, fueron equitativos, ya que la mayoría de las respuestas oscilaron entre poco y bien
cualificado con un 34%. El 32% restante de los bogotanos encuestados ubicaron a los
hablantes barranquilleros de la muestra en un empleo altamente cualificado.
Con respecto a la pregunta seis, sobre el nivel de ingresos, los bogotanos encuestados
respondieron en un 34% que los barranquilleros escuchados tenían ingresos altos, y en un
32% que estos detentaban ingresos bajos. El 28% de las respuestas indicó un ingreso
monetario medio.
53
Finalmente, en la pregunta siete, nivel de estudios, mostrado en la tabla 2, los
encuestados consideraron en un 53% que los hablantes barranquilleros tenían estudios
universitarios, el 19% los ubicó en un nivel de bachillerato, y el 13% en educación primaria.
En términos generales, puede concluirse que los encuestados bogotanos perciben a los
hablantes barranquilleros como personas con empleos bien cualificados, niveles de ingreso
altos y estudios universitarios, creando así una imagen positiva de los hablantes a partir de
rasgos socioeconómicos bien valorados por la sociedad. Sin embargo, los porcentajes que
hablan de a un empleo poco cualificado y de ingresos bajos se vieron reflejados en una
cantidad importante de respuestas, lo que representa una ambigüedad en la concepción que
tienen los encuestados bogotanos frente a los audios de barranquilleros, ya que para los
bogotanos, los barranquilleros de la muestra tienen educación universitaria, pero obtienen
empleos e ingresos tanto altos como bajos.
Esto evidencia que la realidad del contexto es mucho más amplia y, por ende, no es
posible generalizar, ya que, se tiene el imaginario de que las posibilidades de acceso a un
trabajo que brinde ingresos altos están determinadas por el nivel de estudios al que se tenga
acceso. De la misma manera, existe la concepción de que sin estudios solo se pueden obtener
empleos de baja categoría con sueldos de la misma índole. Estas nociones no representan la
realidad de ninguna cultura en la posmodernidad, ya que actualmente la diversidad de
empleos, estudios e intereses permiten que el trabajo y la formación educativa no estén
ligados directamente, y por consiguiente no exista dependencia entre ellas, lo cual se
relaciona con las respuestas obtenidas. En el apartado anterior, el eje de pronunciación,
definió que para los bogotanos, los barranquilleros tenían una forma de hablar confusa y
rápida que hacía más complicado entenderles. Aunque esta conclusión refleja un constructo
colectivo entre los bogotanos, no demuestra directamente que su fluidez al hablar les afecte
54
en cuanto a su formación educativa, ya que la valoración sobre estudios universitarios fue la
más alta de este eje. Y en cuanto al eje de rasgos de personalidad, las respuestas también
encajan en esta concepción pues los bogotanos clasificaron a los barranquilleros como más
educados e inteligentes.
Suriá (2010) explica que hay dos dimensiones con las que se definen los estereotipos:
erróneo-normal e individual-social . El primero manifiesta que un estereotipo puede ser 2
erróneo debido a los siguientes motivos (Miller, 1982, citado por Suriá, 2010):
- Porque no coincide con la realidad.
- Porque obedece a una motivación defensiva.
- Porque son regidos o vinculados al etnocentrismo.
- Porque tiene un carácter de sobre generalización.
Usando como base el último motivo se puede afirmar que es errónea la generalización
en la cual el nivel de estudios universitarios conlleva obligatoriamente a tener un empleo de
altas cualidades y con una buena remuneración. Ejemplo de ello son, que las respuestas de los
encuestados las cuales muestran que la relación que existe entre tener un buen/mal empleo y
estudios superiores, no es determinante. El imaginario colectivo que existe con respecto a los
barranquilleros visto desde Bogotá es de personas perezosas, despreocupadas y poco
trabajadoras, puesto que esos aspectos son los que más se refuerzan en las producciones
televisivas del país como la playita (2014), La costeña y el cachaco (2003) entre otros.
Nuestro trabajo, por otro lado, refleja una concepción distinta sobre los barranquilleros, ya
que los bogotanos clasifican a los barranquilleros de la muestra con porcentajes más que todo
altos en ingresos, trabajo y educación. Esto se debe a que los bogotanos percibieron en la
2 Suriá (2010) explica que la dimensión individual-social “tiene que ver con que se incluya el acuerdo o consenso social en su definición o se limite a considerar que son creencias que sostienen los individuos” (p, 2).
55
muestra aspectos positivos de la pronunciación de los hablantes que les permitió clasificarlos
en buenas categorías, yendo así en contra del estereotipo colectivo de los barranquilleros.
9.2 3 DE BARRANQUILLEROS HACIA BOGOTANOS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 10 32% Bien cualificado 21 65% Altamente cualificado 1 3% Nivel ingresos No responde 2 6% Bajo 10 32% Medio 19 59% Alto 1 3% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios - - Educación primaria 5 15% Bachillerato 14 44% Universitarios 13 41%
Tabla 3. Valoración indirecta de barranquilleros hacia bogotanos (elaboración propia)
Con respecto a la valoración encontrada entre los encuestados barranquilleros hacia
los audios de los bogotanos se halló que; en la pregunta cinco, tabla 3 indicador puesto de
trabajo, 65% de las respuestas consideró que trabajo de los bogotanos está bien cualificado.
Dicho porcentaje fue precedido por el 32% de las respuestas que se refieren a un trabajo poco
cualificado de los bogotanos, mientras el 3% se refiere a un trabajo altamente cualificado. En
la pregunta seis, tabla 3, nivel de ingresos, las respuestas que se dirigieron hacia un nivel medio de
ingresos monetarios cubrieron el 59% de la totalidad, seguido por el 32% de las respuestas
56
que indicaban ingresos monetarios bajos. Solo el 3% de las respuestas consideró un ingreso
monetario alto para los hablantes bogotanos de la muestra.
Finalmente, para la pregunta siete, tabla 3, nivel de estudios, el 44% de las respuestas
indicaron que los bogotanos tenían un nivel de estudios de bachillerato, seguido por el 41%
de las respuestas destinadas a estudios universitarios.
Estos resultados reflejan que los encuestados valoran a los hablantes bogotanos como
personas que tienen trabajos bien cualificados, ingresos monetarios medio y estudios de
bachillerato y universitarios. Estos resultados se relacionan con los obtenidos en aspectos de
la pronunciación de los barranquilleros hacia los bogotanos en cuanto a que al ser más lenta,
monótona y aburrida se le otorga claridad y por consiguiente mayor facilidad para
entenderles; aspectos que se le dan a personas que vocalizan y hablan pausado. Del mismo
modo, también se relaciona con los obtenidos en el último eje, rasgos de personalidad, pues
en este también se refirieron a los hablantes como distantes, antipáticos, incultos y
maleducados. Estas son características del estereotipo colectivo sobre bogotanos que ya se
han presentado anteriormente.
Walter Lippmann (1922) afirma:
Por lo general, no vemos primero y definimos después, sino al contrario. Frente a la
gran confusión bulliciosa y radiante del mundo exterior, seleccionamos lo que nuestra cultura
ya ha definido por nosotros, de manera que tendemos a percibir lo que hemos elegido en
forma de estereotipos culturales. (p, 88)
Socialmente, los barranquilleros ven a los bogotanos como ingratos, fríos, distantes,
serios y aburridos, siendo una imagen repetida y reproducida con frecuencia en producciones
televisivas como polvo carnavalero (2017) o, una vez más, La costeña y el cachaco (2003).
57
Desde esta perspectiva, y considerando la valoración a ciegas que hicieron los
entrevistados frente a los hablantes bogotanos, se puede deducir que fueron usadas
construcciones subjetivas previamente interiorizadas por los barranquilleros (distantes y
aburridos) para encasillar a los hablantes bogotanos en un estereotipo conocido por ellos.
9.2.4 DE BARRANQUILLEROS HACIA BARRANQUILLEROS
Indicador Frecuencia Porcentaje (N=32) 100% Puesto de trabajo No responde - - Poco cualificado 14 44% Bien cualificado 6 19% Altamente cualificado 12 37% Nivel ingresos No responde 1 3% Bajo 9 28% Medio 13 41% Alto 9 28% Nivel de estudios No responde - - Sin estudios 3 10% Educación primaria 5 15% Bachillerato 7 22% Universitarios 17 53%
Tabla 4. Valoración indirecta de los barranquilleros hacia los bogotanos (elaboración propia)
En cuanto a la valoración dada por los barranquilleros frente a sus paisanos, la
pregunta cinco, con respecto al puesto de trabajo mostrado en la tabla 4, indica que el 44% de
las respuestas de los encuestados ubicó a los barranquilleros de la muestra en un puesto de
trabajo poco cualificado. En cuanto al 37% y 19% restante, las respuestas se inclinaron hacia
a un empleo altamente cualificado y bien cualificado, respectivamente.. Con respecto a la
pregunta seis, tabla 4, sobre nivel de ingresos, los resultados indicaron que el porcentaje más
alto fue de 41%, el cual perteneció a las respuestas de los encuestados que consideraron que
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los hablantes de la muestra tenían ingresos medios. Las valoraciones sobre ingresos altos y
bajos compartieron el mismo porcentaje de respuestas, 9%.
Finalmente, en la pregunta siete, tabla 4, nivel de estudios, el porcentaje más alto,
53%, representó el número de respuestas de barranquilleros que consideraron que los
hablantes tenían un nivel de estudios universitarios. El 22% de las respuestas fueron de
educación bachiller y el 15% de educación primaria. Un último porcentaje, el 10%, fue
dirigido a ningún nivel de estudios.
Los porcentajes más altos en cuanto a la valoración de los barranquilleros hacia sus
coterráneos indican que en su concepto, los hablantes de la muestra tienen un empleo poco
cualificado, ingresos monetarios medios y educación universitaria, clasificándolos bajo una
tendencia positiva. Esto, se relaciona con los resultados obtenidos en el eje de pronunciación,
pues los barranquilleros clasificaron a sus paisanos de una manera más neutral con tendencia
positiva, especialmente ante lo sencilla, cercana y urbana que es su propia variedad. En
cuanto al eje de rasgos de personalidad, también consideraron a los hablantes como
inteligentes y cultos, aspectos que se relacionan con la educación que reciben en la ciudad.
El estereotipo de los barranquilleros frente a sí mismos generalmente tiene
connotaciones positivas, o incluso extravagantes, en otras palabras, el costeño va en
Búsqueda y gozo de la compañía, apetencia permanente de diálogo, de ventilación,
de necesidad y alegría de compartir, con los demás, fervores y entusiasmos, experiencias,
sueños y preocupaciones. Por eso, el hombre caribe es comunicativo, deliberante y
conversador, cuentero nato, un hombre para quien la comunicación constituye una
necesidad esencial y que parece vivir siempre -como decía Ortega- «a la búsqueda de un
interlocutor» (Dezubiría, 1992 p. 26).
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Siendo así, las respuestas de los barranquilleros sí cumplen con el estereotipo
existente entre ellos mismos pues los rasgos mencionados coinciden con los aspectos que
fueron seleccionados en la encuesta. Ahora bien, este fenómeno se da por un tipo de
regionalismo existente en su cultura.
“Existe una ley universal que lleva a que cada uno tienda a preferir siempre lo suyo a
lo de los demás.” (Moreno Fernández, 2003, 13). Con base en la cita anterior, se puede
afirmar que los barranquilleros clasifican a sus pares según dicha ley universal, puesto que las
respuestas reflejan una predilección hacia lo que ellos consideran como estándares de
prestigio en este caso buenos estudios e ingresos. Aunque la pregunta cinco obtuvo respuestas
que apuntaron en su mayoría a la categoría de empleo poco cualificado con el 44% (lo cual
puede indicar baja calidad en la oferta de empleo de esta región) la tendencia positiva se
mantiene, puesto que la consideración de empleo altamente cualificado tuvo un porcentaje
significativo del 37% de las respuestas.
9.3 ACTITUDES LINGÜÍSTICAS CON BASE EN RASGOS DE LA
PERSONALIDAD
Este eje temático de la encuesta comprende las preguntas octava y novena, que
permiten conocer cuáles son las actitudes lingüísticas de los participantes con respecto a
rasgos de la personalidad de los hablantes escuchados. Por un lado, la pregunta ocho (ver
anexo AC-AG en el archivo adjunto) en específico, cuenta con cinco subdivisiones: