A 175,92 kilómetros

Para FM...

Erase una vez un hombre y una mujer. Nunca se han visto, nunca se han escuchado, No se conocen.

No se habían conocido hasta que el hombre la vio por twitter y le gustó su forma de escribir y ademas le pareció atractiva por su avatar y ella a él también así que se siguieron mutuamente un 28 de diciem-bre (el día de los inocentes) y desde ese día empezó toda esta historia que no tiene fin.

Tiempo después, dejaron de hablar porque no veían futuro en su relación ya que vivían a 4 horas de ida y a 5 de venida.

Y justo 2 años después empezaron a hablar de nuevo. El hombre quiso verla y viajo 2 veces para por fin conocerla pero ella siem-pre estaba ocupada y nunca pudieron verse.

Tiempo después ella quiso conocerlo en persona y lo invito a su cumpleaños nu-mero 18 pero esta vez él no pudo llegar.

A tiempo...

Como la 3era es la vencida, él intentó de nuevo y viajo para encontrarla y así fue. La encontró.

Apenas la vio la abrazo tan fuerte que ella lo sintió hasta los huesos, la cargó, le dio un beso en la mejilla y le dio esa mirada

con la que todas las mujeres sueñan que las miren.

Se veían tan bien juntos que parecían 2 gotas de agua.

Ellos eran el boom del momento!

Él una gota de río

y ella una gota de mar.

Él se fue, pero con la intención de volver-la a ver y así fue, ella lo visitó, él a ella, y todo era hermoso.

3 días... Solo bastaron 3 días para que ella se diera cuenta de que él era todo lo que ella buscaba sin necesidad de buscarlo.

Los espacios entre los dedos de él estaban perfectamente diseñados para los dedos de ella.

Él era vallenato y ella era salsa.

Todo iba “mashiao” bien. Ella lo amaba y él a ella también, ella se había dado cuenta de que estaba completamente enamora-da de alguien que le llevaba 5 años y que vivía en otra ciudad.

Pero a ella no le importaba eso porque donde el corazón manda no manda otro. Y su corazón lo había elegido a él.

Él no la cambiaba ni por 20 vacas parías’!

él era el único que tenia la llave de su corazón.

Ella lo amaba con cada pequita de sus hombros

A ella le encantaba bailar y a él también, tenían muchos gustos en común así como tenían otros que ni por ahí se parecían.

Él era un poco orgulloso y ella un poco loquita pero en su locura lo amaba a él y solo a él.

Y la historia de ellos continúa, hoy 22 de diciembre llevan un mes de novios y se espera a que sean muchos meses más.