~,~*' .,. -~',;, ;t¡;'~ . . ,: . '.V~; ., -'1.. ~. Y. * \. , - .~'. " . :: ~ .' '.~it ~- Jacques t.ecoq En los Últimos años, con el auge del teatro corporal, se ha despertado un gran interés por el trabajo del clown, el bufón y otro tipo de personajes no exclusivos de una obra determinada. Sin lugar a dudas, el investigador que ha logrado conformar toda una escuela sobre esteaspectodel teatro esJaeques Lecoq, con quien se han entrenado algunos actores, mimos y directores mexicanos. En estosáos textos, el teórico francés reflexiona sobre el trabajo, el origen y la significación de estosseres teatrales. EN BUSCADESUPROPIOCLOWN En la tradición del circo el clown comenzaba siendo un acróbata, un equilibrista o trapecista; después, con la edad, al no poder realizar los nú- meros con el mismo nivel de calidad, ensefta~a a un joven y se convertía en clown. , Desde los aftos sesenta existe un interés por el clown. Sin embargo el clown ya no está ligado al circo: ha dejado la pista por los escenarios y las calles. Muchos jóvenes desean ser clowns, es una profesión de fe, una toma de'posición frente a la sociedad: ser ese personaje ajeno y reconocido por todos, por el cual se experimenta un vivo interés, por las cosas que no sabe hacer, ahí donde es vulnerable. Mostrar los propios defectos, las pier- nas flacas, los grandes pechos, los brazos cortos, y resaltarlos con ves- tiduras distintas a las que habitual- mente los esconden, es aceptarse y mostrarse tal como uno f'-S. ' Muchos jóvenes en todos los paises recorren las calles con tres pelotas, una maroma, un muro invisible, para ser vistos. El fenómeno rebasa la sim- ple representación y su espectáculo. Este clown "sicológico", que puede desarrollar una pedagogía dramática, necesaria para la libertad del actor, no es forzosamente un clown de espec- táculo y permanece en la mayoría de ' los casos como un modo de expresión privado. La pequeña nariz roja no basta para hacer un clown profesional y la representación no debe ser una exhibición consoladora. El clown exige también una pro- eza,frecuentemente en contra de la lógica: pone el desorden en un cierto orden y también permite denunciar.el orden reconocido. Hace caer su som- brero, va a recogerlo, pero desgracia- damente tropieza con sus propios pies, y sin hacerlo a propósito, sigue Sti camino apoyado en un bastón que le cae en las manos. El clown falla donde se espera que triunfe y triunfa donde se espera que falle. Si intenta hacer un salto peligroso, cae, pero lo logra cuando le dan una bofetada. Así, el clown Grock, escondido detrás de un biombo, logra hacer malabaris-