FORMAS DE ORGANIZACIN POLTICA
"Poltico/a" es lo relativo a la polis, trmino con que los
griegos designaban la "comunidad" ms amplia, ltima, no englobada en
otra posterior y superior, resultado y condicin de la plena
realizacin humana. Reviste as la polis, estructural y formalmente,
notas (autosuficiencia, independencia) que pueden verse en otras
formas de sociedades ltimas materialmente muy diferentes. En cuando
miembro de la ciudad se es polites. La constitucin estructural y
jurdica de la polis es la politeia.
Sustantivado, el trmino "poltica" ("la" poltica) ser el
conjunto, orden o esfera de todas las actividades e instituciones,
saberes y haceres, que se refieren especficamente de uno u otro
modo a la polis. Por "poltica" se entiende tambin tradicionalmente
un "arte" (forma de saber prctico inmediato o simple actuar
prudencial de quien posee dotes especiales, ms naturales que
adquiridas, para la direccin, gobernacin o pastoreo de "hombres" en
colectividad). Segn otras acepciones, usuales tambin en referencia
a mbitos ajenos a su sentido ms propio, "poltica" es, en general:
conjunto de supuestos, principios, medios, actividades con que se
organiza y dirige un grupo humano para la consecucin de
determinados objetivos ("la poltica de nuestra empresa") pblicos o
privados.
1. El poder
Llamamos poltica a la estructura general de la autoridad y del
poder en una sociedad dada. El poder es la capacidad que poseen
individuos o grupos de afectar, segn su voluntad, la conducta de
otros individuos, grupos o colectividades. Esta capacidad puede
limitarse a una mera influencia o descansar sobre una sancin
punitiva. El hecho clave es la capacidad real de control y
manipulacin que poseen unos seres humanos sobre otros. El poder
dimana de un fenmeno tan cambiante y vago como la opinin pblica, al
igual que dimana de entidades tan concretas como pueda ser una
dictadura personal. Adems de la variedad de sus fuentes, el poder
es un fenmeno universal en la sociedad, pues lo encontramos en
todos los niveles. El poder tiene la funcin de guiar estructuras
sociales a base de un flujo ms o menos coherente de decisiones, las
cuales, a su vez, producen o intentan producir un orden deseado por
quienes lo detentan. Un flujo de decisiones suele llamarse poltica,
en el sentido a la vez de estrategia y tctica seguidas por grupos
de personas en su conducta de ejercicio del poder. No existe grupo
que o haya de seguir una poltica, ni sistema social que de por s
est tan integrado que no necesite darse o recibir estructuras de
poder.En sociologa poltica el campo de inters se centra sobre
aquellas instituciones que son primordialmente de poder pblico, es
decir, las que a pesar de su estructura clasista, econmica, racial,
religiosa, estn erigidas sobre todo para el control poltico de la
colectividad y para la obtencin de los fines determinados por
quienes detentan el poder o lo influyen.
El poder se ejerce, en primer lugar, a travs de un gobierno. El
gobierno es un concepto que se usa en tres sentidos diferentes:
como acto de gobernar, o sea, de ejercer control sobre los dems;
como orden poltico, en cuyo caso se asemeja mucho a lo que
entendemos por poltica, y como grupo humano que gobierna. Este
ltimo sentido es el ms corriente en sociologa. Un gobierno, para
serlo, debe ejercer un control imperativo en un territorio definido
y poseer un monopolio del mismo.
Legitimidad es simplemente el hecho de que exista consenso
suficiente en la aceptacin de una autoridad y de su poder. Esto
significa, por lo tanto, que un gobierno legtimo para unos puede
ser un gobierno tirnico para otros.
2. El Estado
La mayor parte de los contenidos expresados por la palabra
"Estado" (poder, organizacin, dominio, soberana, etc.) son muy
antiguos. Muchos de estos elementos se encuentran ya presentes en
los grandes imperios de la Antigedad, en los imperios de Egipto,
Mesopotamia, Persia y sin duda alguna en la organizacin griega y en
el Imperio Romano.Sin embargo, el propio trmino "Estado" es
relativamente reciente, as como diferentes las definiciones que de
l dan diferentes autores, y diferentes son las explicaciones sobre
su origen; el trmino Estado surgi a comienzos del siglo XVI y tuvo
su origen en el poltico Maquiavelo, quien, en su obra El prncipe,
con esta palabra se refiere a la autoridad o al poder que ejerce un
gobernante sobre las personas que habitan en un determinado
territorio: "todos los Estados, todas las soberanas, que han tenido
y tienen autoridad sobre los hombres fueron y son repblicas o
principados". Posteriormente, el uso de este trmino se hizo comn a
partir del siglo XIX.
Para la filosofa hegeliana, en el Estado cristaliza el ltimo
momento de la evolucin del espritu. El Estado es la manifestacin de
la eticidad absoluta y, en esta su dimensin moral, es el ncleo
sobre el que se articula la plena emancipacin humana. El ser humano
aparece relacionado con el Estado en su condicin ms abstracta
posible: como ciudadano y, a su vez, el Estado, administrado por
una clase sin intereses especficos, esto es, con intereses
universales, la burocracia, se convierte en el garante de la
emancipacin humana.
Para Oppenheim el Estado no es ms que el producto histrico de la
violencia y del derecho de conquista. El Derecho que el Estado
pretende establecer est fundamentado en una injusticia.
Segn el marxismo, el Estado no es ms que el utensilio de que se
valen las clases dominantes para mantener supeditadas a las
otras.
Stein Rokkan, por su parte, ha elaborado una teora del origen
del Estado como fenmeno histrico concreto, no desde una perspectiva
metafsica o meramente normativa, que pretende dar cuenta de la
formacin de los Estados nacionales europeos en los comienzos de la
Edad Moderna. De acuerdo con Rokkan, los Estados europeos son las
organizaciones polticas que han surgido del modo diverso en que las
distintas sociedades del continente han resuelto los cuatro
cleavages que suponen retos en la evolucin social, esto es: a) el
cleavage entre el centro y la periferia; b) entre la ciudad y el
campo; c) entre la Iglesia y el Estado; d) entre el capital y el
trabajo.
Para Max Weber, el Estado se habra desarrollado junto con la
modernidad capitalista. La idea del Estado que surge en la Italia
de finales del siglo XV coincidira en el tiempo con la que
configura el "espritu del capitalismo", y con los primeros
escarceos de lo que luego va a constituir la gran revolucin de la
modernidad, la ciencia fsico-natural. La ciencia moderna, con su
correspondiente desarrollo tecnolgico, el capitalismo, desde el
mercantil al industrial, y el Estado desde la Monarqua absoluta al
Estado democrtico, forman el trpode sobre el que se asienta la
modernidad. Para Weber, "Estado es aquella comunidad humana que
dentro de un territorio -el territorio es uno de sus caracteres-
aspira con xito al monopolio legtimo de la violencia". La fuerza
fsica constituye la categora central en la idea de Estado. Si
pudiera existir una sociedad con un grado alto de densidad de
poblacin y de complejidad social, que funcionase sin recurrir a la
fuerza, no habra surgido el Estado, o podra suprimirse. La
violencia, que se origina en la lucha en que consiste la vida
social, antecede al Estado; ste pretende tan slo monopolizarla. El
Estado es la pretensin exitosa de monopolizar la violencia legtima.
Justamente, el que el Estado, como toda realidad humana, no sea ms
que aspiracin, explica que no haya conseguido monopolizar toda la
violencia; la sociedad -dice Weber-sigue rezumando buena cantidad
de violencia, criminal, poltica, social. El estado, para Weber,
aspira slo a monopolizar la violencia legtima, declarando con ello
ilegtima la que ejerce cualquier otro agente social. La violencia
estatal se define como legtima y, en consecuencia, la social no
puede ser ms que ilegtima.
El Estado supone la existencia de un poder centralizado capaz de
obrar de modo coordinado sobre el conjunto de un territorio
sometido a su autoridad. Su caracterstica esencial estriba en la
soberana, es decir, en la capacidad de mandar y de prohibir por
iniciativa propia y sin ninguna dependencia. En este sentido,
podemos definir el Estado como una asociacin(una organizacin
jurdica social) establecida por la sociedad y dotada de
personalidad jurdica, que en virtud de su autoridad o poderejerce
su soberana sobre un grupo de seres humanos en los lmites de un
territorio.
Desde otro punto de vista, el Estado debe encontrarse orientado
a regir la vida pblica de una sociedad, intentando dirigirla hacia
la consecucin del bien comn.
La aparicin del concepto de Estado supone que se lo defina en
relacin con el concepto de sociedad o, si se quiere, sociedad
civil. El Estado, en contrate con la sociedad, se define, en primer
lugar, como el soporte neto del poder. Su aparicin ha supuesto la
confluencia de dos procesos, uno de concentracin del poder, que lo
erradica de la sociedad y lo condensa en el Estado, y otro de
secularizacin por el que este poder estatal se mantiene al margen
de cualquier principio moral o teolgico. El poder que caracteriza
al Estado es as un poder absoluto.
El contrapunto Estado-Sociedad se observa ya en Maquiavelo y
Moro. Maquiavelo centra su mirada en el Estado, desprendido por
completo de la sociedad, como poder puro, y se pregunta por las
tcnicas propias para alcanzarlo y, si se detenta su poder, para
conservarlo y ampliarlo. En Maquiavelo encontramos un saber
universal sobre el poder, as como una intencin poltica: poner este
saber al servicio del surgimiento de un Estado italiano. Toms Moro,
en cambio, se fija en la sociedad y se pregunta por las condiciones
que sta debe ofrecer para que reine la justicia.
El incrdulo Maquiavelo y el creyente Moro coinciden en un mismo
punto de partida: los valores cristianos brillan por su ausencia en
la sociedad que les ha tocado vivir. De esta misma experiencia, el
florentino y el ingls sacan conclusiones opuestas. Si la sociedad
nada tiene de cristiana, argumenta Maquiavelo, al margen de sus
condicionamientos religiosos, cabe un saber poltico que se haga
cargo del verdadero comportamiento, tanto de los poderosos como de
los pueblos sometidos. Existira una "naturaleza humana" inmutable a
la que se puede atribuir determinados comportamientos privados y
pblicos, ms all de las creencias religiosas de cada poca. La
religin, en vez de ser el fundamento ltimo de la moral y de la
poltica, se reinterpreta como un mero instrumento poltico para
mantener el orden. Maquiavelo trastrueca el orden de valores: de
estar la poltica supeditada a la religin, pasa a subordinar la
religin a la poltica.
Toms Moro, partiendo de la misma premisa, la sociedad en la que
vive es todo menos cristiana, saca la conclusin inversa: la
necesidad urgente de recristianizarla. Para servir a este objetivo
resulta til mostrar qu rasgos concretos tendra una sociedad regida
por principios cristianos, es decir, una en la que la comunidad de
bienes hiciera posible la fraternidad. En vez de recurrir a la
teora clsica del Estado ideal, fija su atencin en la experiencia
fabulosa que le depara el descubrimiento de Amrica. Estos pueblos
que habitan tierras recin descubiertas, pese a no haber conocido el
evangelio, se acercan mucho ms al ideal cristiano de fraternidad
que la Europa de su tiempo, y ello porque se han constituido segn
el principio cristiano originario de la comunidad de bienes,
comunismo ideal que se concibe consustancial con el espritu
cristiano del amor fraterno.
2.1 Los elementos constitutivos del estado
2.1.1 Territorio
El dominio del Estado aparece definido por un territorio
delimitado por sus fronteras. Con frecuencia, esta delimitacin
obedece a diversos hechos histricos ms o menos complejos (guerras,
accidentes geogrficos, etc.), pero su conocimiento oficial se
establece convencionalmente y de forma solemne por medio de
tratados.2.1.2 Pueblo
El pueblo se encuentra constituido por las personas y los grupos
sociales que residen en el territorio puesto bajo la jurisdiccin
del Estado. La relacin entre los diversos seres y grupos humanos
que forman el Estado suele fundamentarse en una serie de
sentimientos comunes que, en general, pueden basarse en ciertos
rasgos comunes de tipo histrico, lingstico, cultural, as como
raciales, organizativos, etc.Aunque estos rasgos poseen un
importante significado respecto al surgimiento de los Estados
concretos, todos ellos poseen un valor relativo y, en ltimo trmino,
el fundamento esencial de los Estados ha de venir constituido por
la voluntad libre de las personas singulares y concretas; por
tanto, es necesario rechazar todo sentimiento nacionalista que
intente identificar el Estado con determinada raza, tradicin,
lengua o cultura. En este sentido, los Estados son cada vez ms
pluralistas y, por consiguiente, los sentimientos nacionales han de
ser cada vez ms abiertos y tolerantes.
2.1.3 Soberana
La caracterstica esencial del Estado es la soberana, la posesin
de un poder soberano, es decir, no sometido a ningn otro poder
superior. Desde este punto de vista, el Estado es una organizacin
social que tiene por misin garantizar su propia seguridad y la de
las personas, grupos y sociedades que se encuentran bajo su
jurisdiccin, tanto contra los peligros exteriores como contra los
interiores3. El gobierno
El gobierno es un grupo de individuos que comparten una
determinada responsabilidad en el ejercicio del poder. Si el
gobierno es soberano, ostenta el monopolio del poder coactivo en la
comunidad poltica, representa la autoridad legtima y protege y
dirige a la comunidad mediante la adopcin y ejecucin de decisiones
polticas.El gobierno es una institucin al servicio de la comunidad
poltica. Si hubiramos de asignarle una virtud caracterstica, sta
sera la eficacia. Cuando un gobierno se demuestra ineficaz, pierde
su legitimacin social y se impone un cambio.
Existen dos grandes teoras sobre la naturaleza del gobierno, que
dan lugar a dos paradigmas opuestos sobre la naturaleza misma de la
poltica. Estos dos paradigmas suponen, adems, dos concepciones
opuestas sobre la naturaleza del hombre y la sociedad.
3.1 La concepcin mecanicistaParte de la idea de que el gobierno
es un sistema de eliminar el conflicto social. La sociedad es un
agregado de individuos o de grupos de individuos con intereses
propios, y eventualmente opuestos a los de otros grupos o
individuos. A esta idea de la sociedad subyace la creencia en la
racionalidad individual, en la autonoma y en la libertad del hombre
como valor supremo.Concebida as la sociedad y la funcin del
gobierno, estos autores reclaman como principio de legitimidad la
equidad, es decir, la capacidad para componer ecunimemente los
intereses en conflicto de los distintos grupos que conviven en la
sociedad. El gobierno se ve como un mecanismo o instrumento para
evitar los conflictos derivados de la contraposicin de intereses.
Lo que prima son los intereses de los grupos sociales, stos son,
por as decir, el input del gobierno, el output sern decisiones
polticas dotadas de la autoridad necesaria para resolver el
conflicto. Esta estructura puede ser representada por el siguiente
esquema:
sistema social gobierno decisiones polticas
En esta concepcin, se reduce la funcin del gobierno a la de un
instrumento o mecanismo que articula los intereses presentes en el
sistema social que, de este modo, es el elemento clave de la
comunidad poltica
3.2 La concepcin organicistaSe basa en la concepcin de la
comunidad poltica como el medio para la virtud y la felicidad de
cada hombre. El gobierno asume, desde este punto de vista, una
funcin educadora e impulsora del establecimiento de la poltica
ideal. Modernamente, la concepcin segn la cual el gobierno debe ser
un organismo superior, encargado de la direccin de la sociedad, est
representada por Marx y Hegel. En concreto, segn el concepto
marxista, el gobierno debe ser el instrumento del despliegue de la
conciencia y, al final del proceso emancipador, desaparecer ya por
ser innecesario, al haber transformado la conflictiva sociedad de
clases en una comunidad armnica, en la que cada uno reconoce que su
bien es el de la comunidad, y de la que el conflicto de intereses
est ausente.El esquema de esta concepcin sera:
gobierno decisiones polticas cambio en el sistema social
3.3 El Gobierno democrticoDe acuerdo con el principio clsico de
la divisin de poderes, el Gobierno se identifica con el Poder
Ejecutivo, llamado a "ejecutar las leyes en las cuestiones de
Derecho pblico" (mientras que al Poder Judicial se le confiaba
ejecutar o aplicar las leyes "en las cuestiones de Derecho
Privado"). Este esquema, muy propio del primer liberalismo,
descansaba en un entendimiento del Estado como poder pblico poco
intervencionista, de suerte que la funcin del Gobierno se reduca a
la aplicacin o ejecucin de las leyes emanadas del Parlamento.
Tambin descansaba en un entendimiento del Derecho que reduca a ste
al estricto mbito de la ley.El poder de ordenacin poltica de la
comunidad corresponda al Parlamento (representante de la nacin) y
se ejercitaba mediante la ley (expresin de la voluntad popular); al
Gobierno slo le caba ejecutar los mandatos parlamentarios. Ejecucin
que, adems, no era controlable por los tribunales.
La conversin del Estado liberal en Estado intervencionista, el
nacimiento y expansin de la potestad reglamentaria, la necesidad de
atribuir al Gobierno, por delegacin parlamentaria, la facultad de
emanar normas con fuerza de ley, la democratizacin del Estado
liberal y la consiguiente transformacin de los Parlamentos en
Parlamentos de grupos y la democracia en democracia de partidos,
pero, al mismo tiempo, la completa sumisin de la funcin ejecutiva y
por lo mismo de la Administracin pblica a controles
jurisdiccionales, son, entre otras causa, las que originan una
modificacin en las funciones y en el status de los Gobiernos, lo
que hace que en el siglo XX ya no sea posible identificarlos con el
mero Poder Ejecutivo.
Todo ello produce, en nuestro tiempo, un reparto de las
funciones polticas entre Parlamento y Gobierno bien distinto al que
era propio del pasado siglo. Ahora el Gobierno dirige la poltica y
el Parlamento la controla. Al Gobierno corresponde dirigir no slo
la poltica de "ejecucin" (mediante el instrumento de la
Administracin), sino tambin la poltica de "creacin", esto es, la
poltica legislativa (la que se instrumenta a travs de las leyes).
La funcin legislativa del Parlamento (incluida la poltica
presupuestaria) est dirigida por el propio Gobierno a travs de la
mayora parlamentaria que le apoya.
Ello quiere decir que la genuina funcin de las Cmaras, esto es,
la que slo stas, como poder independiente del Gobierno, pueden
realizar, es hoy la funcin de control. Un control que puede
manifestarse, de manera polivalente, a travs de todos los
procedimientos parlamentarios, tanto los caractersticos de la
propia funcin de control como los destinados a la funcin
legislativa, a la de designacin de personas, etc., etc.
El control parlamentario del Gobierno es una exigencia de la
democracia parlamentaria como forma de Estado. La peculiaridad de
los sistemas parlamentarios, frente a los presidencialistas, es que
slo en aquellos se precisa de la relacin de confianza poltica entre
el Gobierno y la Cmara. Tal relacin se articula, en el momento del
surgimiento de un nuevo Gobierno, bien a travs de una confianza
presunta o bien a travs de una investidura formalizada y, a lo
largo de la vida del Gobierno, mediante la cuestin de confianza
(que el Gobierno puede solicitar) o la mocin de censura (que la
Cmara puede instar).
Caracterstico de la forma parlamentaria de gobierno es la
llamada "ejecutivo dual", es decir, la separacin entre la Jefatura
del Estado y el Gobierno, ya se trate de una monarqua o de una
repblica. La diferenciacin de funciones entre uno y otro rgano es
clara: a la Jefatura del Estado le corresponde ostentar la suprema
representacin del aparato institucional y su poder es ms simblico
que efectivo (aunque, en la medida en que es elegido, el Jefe del
Estado en las repblicas parlamentarias conserva algn espacio de
poder efectivo mayor que en las monarquas parlamentarias). Es al
Gobierno encabezado por un primer ministro (o un presidente del
Gobierno), al que corresponde el llamado clsicamente poder
ejecutivo y hoy, con ms propiedad, poder de gobernar, esto es, el
poder de direccin de la poltica.
En la forma presidencialista de gobierno, por el contrario, no
hay diferenciacin estructural entre Jefatura del Estado y Gobierno,
ambos rganos coinciden y los ministros (o secretarios de
Departamento) se configuran como auxiliares del jefe del Estado, al
que le est atribuida no slo la funcin de la representacin suprema
del aparato institucional, sino tambin la funcin completa de
gobernar (esto es, de la direccin poltica).
Es regla general de los sistemas parlamentarios, no as de los
presidencialistas, la atribucin de iniciativa legislativa al
Gobierno (adems de al Parlamento y, en algunos supuestos, a otros
entes pblicos, generalmente de naturaleza territorial, e incluso a
una fraccin del cuerpo electoral: iniciativa legislativa popular).
La atribucin de tal iniciativa al Gobierno tiene el carcter de
monopolio cuando se trata de los presupuestos del Estado y de los
tratados internacionales.
4. Las formas de la poltica
4.1 Algunos datos histricos4.1.1 La democracia ateniense
Desde la cada de la tirana de Hippias y las reformas
constitucionales de Klistenes, a finales del siglo -VI, hasta la
conquista de Atenas por los macedonios, a finales del siglo -IV,
Atenas vivi dos siglos de democracia, brevemente interrumpida
durante la guerra del Peloponeso. Las reformas polticas de
Klistenes haban acabado con la preponderancia poltica de la
aristocracia, limitando su influencia al Arepago, especie de
tribunal constitucional encargado de velar por la
constitucionalidad de las leyes y de vigilar su aplicacin por los
magistrados. El principal exponente de la democracia ateniense fue
Pericles, el cual desde el -461 hasta su muerte en el -429 domin la
poltica ateniense. Este perodo representa el punto culminante del
Imperio Ateniense, de la democracia ateniense y del esplendor
artstico y cultural de Atenas.Pericles llev a trmino las reformas
polticas iniciadas por Efialtes. La ms importante de ellas consisti
en la introduccin de las dietas para los ciudadanos que ocuparan
cargos pblicos o a los que tocase ser magistrados, jurados o
miembros de la boule, de tal modo que los pobres no dejasen de
participar en la vida poltica activa por falta de dinero.
"Democracia" significa gobierno del pueblo. Y en Atenas esto se
tomaba al pie de la letra. La facultad popular de gobierno no se
delegaba en unos representantes elegidos ni se confiaba a una
burocracia profesional. Era el pueblo entero el que, directamente,
ejerca el poder y gobernaba. Y la principal institucin del estado
era la asamblea popular, integrada por el pueblo entero. La
asamblea no era la representacin del pueblo, sino el pueblo mismo.
La democracia ateniense era una democracia asamblearia directa. La
asamblea era soberana, su poder era total y absoluto, no sometido a
ningn tipo de limitacin. Cada reunin de la asamblea era un mitin y
el que mejor hablaba o ms diverta o impresionaba a la audiencia, el
que lograba apasionarla o llevrsela de calle, dominaba la situacin
poltica. Sin embargo, esta democracia era un tanto distinta de lo
que hoy entendemos por tal. En efecto, de los quinientos mil
habitantes que lleg a tener Atenas en el siglo -V, aproximadamente
trescientos mil eran esclavos, que no posean ningn derecho, y
cincuenta mil metecos, extranjeros, que carecan de derechos
civiles. Si del resto no tenemos en cuenta a las mujeres, que no
eran consideradas como ciudadanos, ni a los nios, que tampoco lo
eran de hecho, resulta que el nmero de "autnticos ciudadanos" era
de cincuenta mil, es decir, slo de alrededor de un diez por ciento
de la poblacin.
Por otra parte, y aunque la palabra democracia parezca indicar
lo contrario, sigui siendo la nobleza, o por lo menos su espritu,
la que gobern Atenas durante este siglo:
Atenas era gobernada en nombre de los ciudadanos, pero por el
espritu de la nobleza. Las victorias y las conquistas polticas de
la democracia fueron logradas en su mayor parte por hombres de
origen aristocrtico: Milcades, Temstocles, Pericles, son hijos de
familias de la vieja nobleza. Slo en el ltimo cuarto de siglo
logran los miembros de la clase media intervenir verdaderamente en
la direccin de los asuntos pblicos; mas la aristocracia sigue
conservando an el predominio en el Estado. Desde luego, tiene que
enmascarar su predominio y hacer concesiones a la burguesa, aunque
stas, por lo general, slo sean de forma [...] En lugar de la
aristocracia de nacimiento, aparece una aristocracia del dinero, y
el Estado nobiliario, organizado segn el criterio de estirpes es
sustituido por un Estado plutocrtico fundamentado sobre las rentas
(Hauser, A., Historia social de la literatura y el arte)
Cmo fue posible el nacimiento de la democracia? El dmos(el
pueblo) constitua esa capa "popular" de la sociedad griega que
rodeaba el palacio del seor (anax) y al que serva, cosechando su
trigo o fabricndole utensilios. Pero hay un momento en que el seor
tiene que servirse del pueblo para la guerra. Ante la amenaza persa
ya no vale el enfrentamiento "individual" o el combate de los hroes
que narran los versos de la Ilada. Contra el podero del ejrcito
persa, los griegos tienen que agruparse y el dmos es la fuerza
fundamental de esta unin. Ello implica una cierta independencia
frente a los mandatos del poder "aristocrtico", que antes lo
condicionaban, y una reivindicacin de dos instrumentos esenciales
de las nuevas formas de cohesin social: la isonoma(igualdad ante la
ley) y, sobre todo, la isegora (igualdad ante la palabra, o derecho
a la palabra, al uso pblico de la palabra.
La palabra "democracia" designa, en principio, el gobierno del
pueblo. Pero, al oponerla continuamente los polticos a los trminos
"tirana" (o monarqua) y "oligarqua", fue definida en Grecia ms en
relacin a stos que a s misma. Los demcratas se refieren, en primer
trmino, a la igualdad poltica. Un Estado democrtico es aquel donde
la ley es la misma para todos (isonoma) y donde es igual tambin la
participacin en los negocios pblicos (isegora) y en el poder
(isocratia).
La democracia es, en Grecia, gobierno del pueblo. La soberana
reside por partes iguales en el conjunto del cuerpo cvico, y cada
cual est obligado a ejercitar esa soberana. Ser ciudadano es ya una
funcin. El ideal de la poca de Pericles consiste en ser un hombre
comprometido ante todo en los negocios de la Ciudad, bien para
mandar, bien para obedecer.
Pues somos los nicos que consideramos no hombre pacfico, sino
intil, al que nada participa en ella (la cosa pblica) (Oracin
fnebre)
Esta soberana no tiene lmites: la asamblea del pueblo, y slo
ella, es omnipotente; el poder judicial est en sus manos; ningn
cuerpo intermedio equilibra su poder.
Otra caracterstica de la democracia griega es la libertad. La
libertad es lo que distingue a un griego de un brbaro. Para un
griego ser libre es no ser esclavo, de quien quiera que sea o de la
forma que sea. La libertad es un estatuto de doble aspecto: por una
parte, independencia respecto a toda sujecin personal; por otra,
obediencia a las disposiciones generales. La Ciudad, al
constituirse, ejerci una accin liberadora, libertando al ciudadano
de la sujecin a personas, grupos o derechos particulares en que se
encontraba. Paralelamente, sin embargo, le exigi que le
transfiriera el conjunto de sus anteriores renuncias. La nocin
griega de libertad tiene esta ambivalencia: libertad mediante la
ley, pero sujecin a la ley. La definicin de libertad en la Grecia
democrtica fue enunciada por Pericles as: o tomando mal al prjimo
que obre segn su gusto.
4.1.2 Platn: la lucha contra la democracia
Platn fue, entre otras cosas, un enemigo radical de la
democracia. La democracia, segn l, es el reino de los sofistas,
que, en lugar de ilustrar al pueblo, se contentan con estudiar su
comportamiento y con erigir en valores morales sus apetitos:Que
cada uno de los particulares asalariados a los que esos llaman
sofistas [...] no ensea otra cosa sino los mismos principios que el
vulgo expresa en sus reuniones, y esto es a lo que llaman ciencia.
Es lo mismo que si el guardin de una criatura grande y poderosa se
aprendiera bien sus instintos y humores y supiera por dnde hay que
acercrsele y por dnde tocarlo y cundo est ms fiero o ms manso, y
por qu causas y en qu ocasiones suele emitir tal o cual voz y cules
son, en cambio, las que le apaciguan o irritan cuando las oye a
otro; y, una vez enterado de todo ello por la experiencia de una
larga familiaridad, considerase esto como una ciencia, y, habiendo
compuesto una especie de sistema, se dedicara a la enseanza
ignorando qu hay realmente en esas tendencias y apetitos de hermoso
o de feo, de bueno o de malo, de justo o de injusto, y emplease
todos estos trminos con arreglo al criterio de la gran bestia,
llamando bueno a aquello con que ella goza, y malo lo que a ella
molesta (Repblica, VI, 493 a-c)
La poltica de estos demagogos no es ms que el registro, el
reflejo de las pasiones de la masa.
El objetivo de Platn es constituir en ciencia la moral y la
poltica, las cuales coinciden en su motor comn: el Bien, que no es
diferente de la Verdad; tambin pretende sustraer la poltica al
empirismo para vincularla a valores eternos que las fluctuaciones
del devenir no perturben. El objetivo de Platn es salvar a la
poltica del relativismo. La ciencia poltica debe volver a encontrar
las leyes ideales. Por consiguiente, forma unidad con la filosofa;
la poltica no ser ciencia ms que cuando los reyes sean
filsofos.
Se trata de definir las condiciones en que un rgimen es perfecto
e indestructible. De esta forma, el problema central de la
Repblicaes la Justicia, individual o colectiva. La poltica se mide
en relacin con la idea de Justicia, que no es sino la Verdad o el
Bien aplicados al comportamiento social.
Para el resto de Platn, ver el tema correspondiente.
4.1.3 Aristteles: la democracia moderada
Para Aristteles, el hombre es un animal poltico; se distingue de
los dems por su pertenencia a una plis. sta, fruto de la
civilizacin, es el trmino de un desarrollo de las asociaciones
humanas cuyos estadios han sido: la familia, la tribu, la aldea, la
ciudad. La Ciudad es, segn l, la Constitucin. La Constitucin crea
el Estado, hasta el punto de que, si la Constitucin cambia, cabe
preguntar si se trata del mismo Estado.Aristteles es el defensor de
la Ciudad a doble ttulo. En primer lugar, la defiende en el plano
filosfico como una forma natural de la vida humana, frente a los
pensadores cnicos del siglo IV, que vean en la vida poltica un
obstculo para la "vida natural". En segundo lugar, aunque sabe que
es slo un modo, entre otro, de vida social, tiende a subrayar el
valor particular de este sistema poltico; ms an: precisa las
dimensiones de la Ciudad ideal, que no debe ser demasiado
vasta.
Aristteles distingue tres tipos de constituciones, segn el nmero
de gobernantes -monrquica, aristocrtica y timocrtica (democracia
censitaria)-, teniendo cada una de ellas una forma corrompida:
tirnica, oligrquica y democrtica. En las buenas constituciones el
gobierno se ejerce en beneficio de los gobernados; en las malas, en
beneficio de los gobernantes.
Aristteles desea hacer prevalecer una constitucin basada en la
"clase media", pues esta es la clase que asegura la estabilidad del
Estado, permanece fiel a las leyes y desconfa de los arrebatos
pasionales. No trabaja en su solo inters, sino en el de todos los
gobernados. Por consiguiente, es la clase predispuesta por
excelencia para administrar los negocios pblicos.
Su constitucin intenta armonizar el principio democrtico y el
principio aristocrtico. Aristteles cree en el valor de la
mayora:
Pues los muchos, cada uno de los cuales es en s un hombre
mediocre, pueden sin embargo, reunirse, ser mejores que aquellos;
no individualmente, sino en conjunto; igual que, por ejemplo, los
banquetes colectivos son mejores que los costeados a expensas de
uno solo (Poltica, 1281)
Pero reserva las funciones para la virtud, defendiendo la
doctrina de la igualdad proporcional al mrito frente a la igualdad
aritmtica.
4.1.4 S. Agustn: la ciudad de Dios
La teologa poltica de San Agustn descansa fundamentalmente sobre
la distincin entre las dos ciudades en las que se divide la
humanidad:As que, dos amores fundaron dos ciudades, es a saber: la
terrena el amor propio hasta llegar a menospreciar a Dios, y la
celestial el amor por Dios hasta llegar al desprecio de s propio
(La ciudad de Dios, XIV, 28)
No se trata ya un reino de Dios que suceda a la vida terrena.
Las dos ciudades han existido siempre, una al lado de otra, desde
el origen de los tiempos. Una fue fundada por Can y la otra por
Abel. Una es la ciudad terrena, con sus poderes polticos, su moral,
su historia y sus exigencias; la otra, la ciudad celestial, que
antes del advenimiento de Cristo estaba simbolizada por Jerusaln,
es ahora la comunidad de los cristianos que participan en el ideal
divino. La ciudad de Dios se halla en la tierra en peregrinaje o en
exilio, como los judos estaban en Babilonia; las dos ciudades
permanecern una junto a otra, hasta el fin de los tiempos, pero
despus nicamente subsistir la ciudad celestial para participar en
la eternidad de los santos.
Slo Dios puede reconocer la ciudad a la que cada cual puede
pertenecer en realidad, ya que la mirada del hombre no basta para
discernirlo.
4.1.5 La sntesis escolstica: Santo Toms
En Toms ocupa un importante lugar la nocin de un Estado
orientado hacia la realizacin del bien comn. Si bien tanto el poder
espiritual como el poder secular provienen del poder divino, ste
slo est sometido a aqulEn la medida en que Dios lo ha sometido, es
decir, para lo que se relaciona con la salvacin del alma; y esto
porque en estas materias hay que obedecer antes al poder espiritual
que al poder secular. Pero en las materias que se relacionan con el
bien de la Ciudad hay que obedecer antes al poder secular que al
poder espiritual, segn la frase de San Mateo: Dad al Csar lo que es
del Csar [...] A menos, sin embargo, que el poder secular no se
encuentre aliado con el poder espiritual, como en el Papa, que
ocupa la cumbre de uno y otro poder, es decir, del secular y del
espiritual, como lo dispuso quien es sacerdote y rey: sacerdote
para la eternidad, segn la orden de Melquisedec, rey de los reyes y
seor de los seores, a quien su poder no ser quitado y cuyo reino no
ser destruido en los siglos de los siglos. Amn (De regimine
principum)
Toms distingue tres tipos de leyes: la lex aeterna, la lex
naturalis y la lex humana. Y por encima de stas coloca lalex
divina, la ley revelada por Dios. La lex aeterna es el plan
racional de Dios, el orden de todo el universo a travs del cual la
sabidura divina dirige todas las cosas hacia su fin. Es el plan de
la Providencia, que nicamente conocen Dios y los bienaventurados.
Sin embargo, el hombre como naturaleza racional es partcipe de una
parte de esta ley eterna. Tal participatio legis aeternae in
rationali creatura se llama ley natural. Los hombres, en la medida
en que son seres racionales, conocen la ley natural, cuyo ncleo
esencial reside en la norma que prescribe "hay que hacer el bien y
evitar el mal".
La lex humana consiste en la ley jurdica, el derecho positivo,
la ley puesta por el hombre. Y los hombres, que son sociables por
naturaleza, promulgan leyes jurdicas para persuadir a los
individuos de que cometan el mal. La ley humana es el orden
promulgado por la colectividad o por quien se halla a cargo de la
comunidad con vistas al bien comn.
La ley humana procede de la ley natural de dos maneras
distintas: por deduccin, o bien por especificacin de normas ms
generales. En el primer caso, est el derecho de gentes, y en el
segundo, el derecho civil. Del derecho de gentes forma parte la
prohibicin del homicidio, pero el tipo de pena que hay que imponer
al homicida forma parte del derecho civil, consiste en una
aplicacin histrica y social de una ley natural especificada y
fijada a travs del derecho de gentes. Al derivarse lgicamente de la
ley natural, los preceptos del derecho de gentes pueden ser
conocidos sin necesidad de efectuar una investigacin histrica sobre
los diversos tipos de sociedad, cosa que no se aplica a los
preceptos del derecho civil. Si los preceptos de la ley humana o
positiva se derivan de la ley natural, son conocidos por la razn y
estn presentes en el conocimiento.
Si para la ley humana es esencial su derivacin de la ley
natural, entonces se hace evidente que, siempre que la ley humana
contradiga a la ley natural, deja de existir como ley. sta es la
razn por la que la ley debe ser justa. Si una ley positiva
estuviese en desacuerdo con la ley natural, entonces "ya no sera
una ley, sino una corrupcin de la ley". La ley debe ser justa. La
justicia es la disposicin del nimo en la cual, con constante y
perpetua voluntad, se atribuye a cada uno su derecho. La justicia
se divide en conmutativa (la que se da en los intercambios entre
dos personas) y distributiva (la que hace que, en la comunidad, se
distribuya de una manera proporcional a los individuos aquello que
les es comn a todos).
4.1.6 Marsilio de Padua y Guillermo de Ockham
Para Marsilio de Padua la ley es la expresin de la justicia y
del bien que conviene a la vida de la Ciudad. Si la ley slo rige
por la sancin que necesariamente le acompaa, el legislador slo
puede ser el pueblo, es decir, la universalidad de los ciudadanos o
la mayora de stos que expresan su decisin o su voluntad en el seno
de la asamblea general de los ciudadanos.La organizacin
contempornea de la Iglesia no es de institucin divina: es el
resultado de un cercenamiento abusivo de las prerrogativas de los
fieles, de los laicos, que constituyen la Iglesia, esposa de
cristo, con igual derecho que los clrigos:
Todos los fieles de Cristo son la Iglesia, tanto los sacerdotes
como los laicos, ya que a todos redimi Cristo con su sangre [...]
Cristo no derram su sangre tan slo por los apstoles [...] Y, en
consecuencia, cuando se habla de la esposa de Cristo, no nos
referimos nicamente a sus sucesores: ministros, obispos, sacerdotes
o diconos (Defensor pacis)
No hay poder espiritual fuera de los laicos. En consecuencia, no
se trata ya de que la autoridad deba ser ejercida por los fieles,
sino de que toda autoridad es imposible sin la Iglesia. La
autoridad es patrimonio exclusivo del Estado, pues slo l puede
disponer de la sancin. Por consiguiente, no hay motivo para
distinguir lo espiritual de lo temporal: no existe sociedad
especficamente espiritual. El Estado debe proveer a las necesidades
espirituales de sus miembros. Esta negacin de la Iglesia lleva
consigo la universalidad total del Estado. En todo lugar dentro del
territorio sometido a su jurisdiccin donde encuentra materia para
ejercitarse, el poder del prncipe no debe sufrir el menor
obstculo.
Ockham, por su parte, no se propone disolver la Iglesia en el
Estado, sino disociar dos campos y reformar la Iglesia. Trata de
delimitar las zonas de accin jurdica de ambas sociedades.
Evidentemente, slo puede hacerlo oponindose a las usurpaciones del
Papa:
La autoridad del Papa no se extiende, segn la norma, a los
derechos y libertades de los dems -sobre todo a los de los
emperadores, reyes, prncipes y dems laicos- para suprimirlos o
perturbarlos, ya que los derechos y libertades de este gnero
pertenecen al nmero de cosas del siglo, no teniendo el Papa
autoridad sobre ellas [...] Por esta razn, el Papa no puede privar
a nadie de un derecho que no proviene de l, sino de Dios, de la
naturaleza o de otro hombre; no puede privar a los hombres de las
libertades que les han sido concedidas por Dios o por la naturaleza
(Dialogus)
Cules son los poderes del Papa? El Papa recibira de Cristo, en
lo espiritual y en lo temporal, un poder moderado, suficiente para
permitirle gobernar sabiamente la comunidad de los fieles, pero lo
bastante restringido como para evitar el peligro de la tirana,
respetuoso con la libertad que el derecho natural, el derecho de
gentes y las leyes civiles conceden a los cristianos. De esta
forma, el Papa tiene toda la autoridad sobre las instituciones que
encuentran su fundamento en el Evangelio: administracin de los
sacramentos, ordenacin de los sacerdotes, formacin del clero, etc.
Pero no le corresponde imponer la obediencia de todo aquello que la
ley evanglica no prescribe, contentndose con aconsejarlo; si de
todas formas lo hiciera, fuera del caso de necesidad, su orden
quedara sin efecto y no habra que tomar en cuenta las censuras que
la reforzaran. Cristo no le confiri tales poderes, cuyo uso
acarreara fcilmente graves perjuicios para la comunidad.
4.1.7 Maquiavelo
La poltica, en el moderno sentido de la palabra, se inicia con
Maquiavelo; en l, la investigacin poltica tiende a separarse del
pensamiento especulativo, religioso y tico, asumiendo como canon
metodolgico el principio de la especificidad de su objeto propio,
que hay que estudiar, autnomamente, sin verse condicionado por los
principios aplicables a otros mbitos. La posicin de Maquiavelo
puede resumirse mediante la frmula "la poltica por la
poltica".Maquiavelo es, en poltica, un pensador realista; es
preciso atenerse a la verdad efectiva de la cosa y no perderse en
investigar cmo debera ser la cosa.
Muchos se han imaginado repblicas y principados que jams se han
visto ni se han conocido en la realidad; porque hay tanta separacin
entre cmo se vive y cmo se debera vivir, que aquel que abandona
aquello que se hace por aquello que se debera hacer, aprende antes
su ruina que no su conservacin: un hombre que quiera hacer profesin
de bueno en todas partes es preciso que se arruine entre tantos que
no son buenos. Por lo cual, se hace necesario que un prncipe, si se
quiere mantener, aprenda a poder no ser bueno, y a utilizarlo o no
segn sus necesidades (El prncipe)
El soberano puede hallarse en condiciones de tener que aplicar
mtodos extremadamente crueles e inhumanos; cuando a los males
extremos es necesario aplicar remedos extremos, debe adoptar tales
remedios y evitar en todos los casos el camino intermedio, que es
la va del compromiso que no sirve para nada, ya que nicamente y
siempre causa un perjuicio extremo.
Todo el que se convierta en un prncipe de una ciudad o de un
Estado, y tanto ms cuando sus fundamentos sean dbiles, y no se
quiera conceder una vida civil en forma de reino o de repblica, el
mejor mtodo que tiene para conservar ese principado consiste en,
siendo l un nuevo prncipe, hacer nuevas todas las cosas de dicho
Estado; por ejemplo, en las ciudades colocar nuevos gobiernos con
nuevos nombres, con nuevas atribuciones, con nuevos hombres;
convertir a los ricos en pobres, y a los pobres en ricos [...]
edificar nuevas ciudades, deshacer las que ya estn construidas,
cambiar a los habitantes de un lugar trasladndolos a otro; en suma,
no dejar cosa intacta en aquella provincia, y que no haya quien
detente un grado, o un privilegio, o un nivel o una riqueza, que no
los reconozca como algo procedente de ti [...] Estos modos de
actuar son muy crueles y opuestos a toda vida no slo cristiana,
sino tambin humana; un hombre debe huir de ellos y preferir la vida
privada, antes que ser rey con tanta ruina de los dems hombres. No
obstante, aquel que no se decida por el primer camino, el del bien,
cuando se quiera mantener es preciso que entre por este otro, el
del mal. Los hombres, empero, toman ciertos caminos intermedios que
son muy daosos; porque no resultan ni del todo malos ni del todo
buenos (Discursos sobre la primera dcada de Tito Livio)
El objetivo primero del prncipe es mantenerse y, con l, mantener
el Estado; para ello debe, entre otras cosas, manejar a la opinin
pblica, la cual es manejable, sensible y fcil de engaar. Por tanto,
la hipocresa se convierte para el prncipe en un deber. Si logra
conservar su vida y su Estado, "todos los medios que haya aplicado
sern juzgados honorables". La misma regla se aplica a sus
relaciones con el extranjero.
Segn Maquiavelo el hombre no es por s mismo ni bueno ni malo,
pero en la prctica tiende a ser malo. Por consiguiente, el poltico
no puede tener confianza en los aspectos positivos del hombre, sino
que, por lo contrario, debe tener en cuenta sus aspectos negativos
y proceder en consecuencia. Por lo tanto no vacilar en mostrarse
temible y en tomar las oportunas medidas para convertirse en
temido.
4.1.8 Jean Bodin y la soberana absoluta del Estado
Para que exista el Estado, es necesario que haya una soberana
fuerte, que mantenga unidos a los diversos miembros de la sociedad,
ligndolos entre s como si fuesen un cuerpo. Esta soberana slida se
consigue instaurando la justicia y apelando a la razn y a las leyes
naturales.Se entiende por "Estado" el gobierno justo, que se ejerce
con un poder soberano sobre diversas familias, y en todo aquello
que stas tienen de comn entre s [...] Al igual que la nave no es ms
que un madero informe, si le quitan el armazn que sostiene sus
lados, la proa, la popa y el timn, del mismo modo el Estado deja de
ser tal si no tiene aquel poder soberano que conserva unidos todos
sus miembros y sus partes, que convierte en un solo cuerpo a todas
las familias y a todas las operaciones. Para continuar con la
semejanza, al igual que pueden mutilarse diversas partes de una
nave o puede ser quemada del todo, tambin un pueblo puede verse
dispersado por diferentes lugares y ser totalmente destruido,
aunque permanezca intacta su sede territorial. En efecto, no es
sta, ni tampoco la poblacin, las que forman el Estado, sino la unin
de un pueblo bajo un solo seoro soberano [...] En conclusin, la
soberana es el verdadero fundamento, el quicio en el que se apoya
toda la estructura del Estado y del cual dependen todas las
magistraturas, las leyes y las ordenanzas; ella es el nico lazo y
el nico vnculo que convierte a familias, cuerpos, gremios e
individuos en un solo cuerpo perfecto, que es precisamente el
Estado (Seis libros sobre la Repblica)
Bodin entiende por "soberana" el poder absoluto y perpetuo que
es propio de todos los tipos de Estado. Esta soberana se manifiesta
al imponer leyes a sus sbditos, sin que stos presten su
consentimiento. Los lmites de este absolutismo son: las normas
ticas (la justicia), las leyes de la naturaleza y las leyes
divinas; estas limitaciones constituyen su fuerza. La soberana que
no respetase estas leyes no sera una soberana, sino una tirana.
4.1.9 Hobbes: el Estado absolutista
La teora de Hobbes parte de dos supuestos fundamentales: 1)
aunque todos los bienes sean relativos, existe entre ellos un bien
primero y originario, que es la vida y su conservacin (por lo
tanto, hay asimismo un primer mal, la muerte); 2) no hay una
justicia y una injusticia naturales, puesto que no hay "valores"
absolutos: stos no son otra cosa que el fruto de convenciones
establecidas por nosotros mismos, cognoscibles de manera perfecta y
a priori, junto con todo lo que surge de ellas. Egosmo y
convencionalismo son, por lo tanto, los dos quicios de la ciencia
poltica que, segn Hobbes, podr desplegarse en cuanto sistema
deductivo perfecto, al igual que el de la geometra euclidiana.En la
teora de Hobbes hay una inversin radical de la postura aristotlica
clsica. Para Aristteles el hombre es un animal poltico, constituido
de un modo tal que por su misma naturaleza est hecho para vivir
junto con los dems en una sociedad polticamente estructurada.
Adems, Aristteles asimilaba el hecho de que el hombre fuese animal
poltico con el estado propio de otros animales tambin, por ejemplos
las abejas y las hormigas, que al desear (y huir de) cosas
semejantes y dirigiendo sus acciones hacia fines compartidos,
forman agregados de forma espontnea. Para Hobbes, por el contrario,
cada hombre es distinto de los dems y, en consecuencia, est
separado de ellos (es un tomo de egosmo). Por lo tanto, cada hombre
no se halla en absoluto ligado con los dems hombres por un consenso
espontneo como el de los animales, que se basa en un apetito
natural. En efecto:
1. entre los hombres hay motivos de disputas, envidias, odios,
sediciones, que no existen entre los animales;
2. el bien de los animales individuales que viven en sociedad no
difiere del bien comn, mientras que en el hombre el bien privado se
distingue del bien pblico;
3. los animales no encuentran defectos en sus sociedades,
mientras que el ser humano s cae en la cuenta de ellos y quiere
introducir continuas novedades, que constituyen causas de
discordias y de guerras;
4. los animales no poseen el don de la palabra, que con
frecuencia en el hombre es un "clarn de guerra y de sedicin";
5. los animales no se acusan entre s, cosa que s hacen los
hombres,
6. en los animales existe un consenso natural, mientras que en
los hombres no es as.
El Estado, pues, no es algo natural, sino artificial. Los
hombres se hallan en una condicin de guerra de todos contra todos.
Cada uno tiende a apropiarse de todo lo que le sirve para su propia
supervivencia y conservacin. Como todos tienen derecho sobre todo y
la naturaleza no ha colocado ningn lmite, de aqu surge el
inevitable predominio de unos sobre otros.
Ciertamente, se afirma con verdad que el hombre es un dios para
el hombre y que el hombre es un lobo para el hombre. Aquello, si
comparamos entre s a los conciudadanos, esto, si comparamos entre s
a los Estados. En el primer caso, llega a asemejarse a Dios por la
justicia y la caridad, las virtudes de la paz. En el segundo,
debido a la perversidad de los malvados, tambin los buenos han de
recurrir -si quieren defenderse- a la fuerza y al engao, las
virtudes de la guerra, esto es, a la ferocidad de las bestias
salvajes. Y aunque los hombres se reprochen mutuamente tal
ferocidad, porque debido a una costumbre innata consideran que las
propias acciones, en los dems, se hallan reflejadas como en un
espejo, cambiando la izquierda por la derecha y la derecha por la
izquierda; sin embargo, no puede ser un vicio aquello que
constituye un derecho natural, derivado de la necesidad de la
propia conservacin
En estas circunstancias, el hombre se arriesga a perder el bien
primario, la vida, al hallarse expuesto en todo momento al peligro
de una muerte violenta. Adems, tampoco puede dedicarse a ninguna
actividad industrial ni comercial, ya que sus frutos resultaran
siempre inseguros. No puede cultivar las artes ni dedicarse a
ninguna otra actividad placentera. En suma: cada hombre permanece
solitario, en su miedo a perder de manera violenta su vida, en
cualquier momento. El hombre puede superar tal situacin gracias a
dos elementos bsicos: a) determinados instintos (el deseo de evitar
la guerra continua, para salvar la vida, y la necesidad de
procurarse lo necesario para la subsistencia) y b) la razn. Nacen
as las leyes de la naturaleza:
Una ley de la naturaleza es un precepto o una regla general
descubierta por la razn, que prohbe al hombre hacer aquello que
resulte lesivo para su vida o que le quite los medios para
preservarla, y omitir aquello que le sirva para conservarla
mejor
De estas tres leyes, de las que Hobbes enumera diecinueve,
destacan tres:
1. La que ordena esforzarse por buscar la paz: Constituye un
precepto o regla general el que todos los hombres deben esforzarse
por la paz, siempre que haya esperanza de obtenerla, y cuando no se
la pueda obtener, busque todas las ayudas y ventajas de la guerra.
La primera parte de esta regla contiene la primera y fundamental
ley de la naturaleza, que es buscar la paz y conseguirla. La
segunda, la culminacin del derecho de naturaleza, que es defenderse
con todos los medios posibles.
2. La que impone renunciar al derecho sobre todo, a aquel
derecho que se posee en el estado de naturaleza y que es el que
desencadena todos los enfrentamientos. Se trata de que un hombre
est dispuesto -siempre que los otros tambin lo estn, en lo que
considere necesario para su propia paz y defensa- a abdicar de este
derecho a todas las cosas; y que se contente con poseer tanta
libertad en contra de los dems hombres, como la que l les concedera
a los otros hombres en contra de l.
3. La tercera ley manda que se cumplan los pactos establecidos.
De aqu nace la justicia y la injusticia.
Ahora bien, los pactos, sin la espada que imponga que se
respeten, no sirven para lograr el objetivo deseado. Por
consiguiente, segn Hobbes, es preciso que todos los hombres
encarguen a un nico hombre (o a una asamblea) su representacin.
El pacto social no lo establecen los sbditos con su soberano,
sino los sbditos entre s. El soberano permanece fuera del pacto, es
el nico depositario de las renuncias a los derechos que posean
antes los sbditos y, por lo tanto, el nico que conserva todos los
derechos originarios. Si tambin el soberano entrase en el pacto, no
podran eliminarse las guerras civiles, ya que muy pronto apareceran
diferentes enfrentamientos en la gestin del poder. El poder del
soberano (o de la asamblea) es indivisible y absoluto. Puesto que
el soberano no entra en el juego de los pactos, una vez que ha
recibido en sus manos todos los derechos de los ciudadanos, los
detenta de manera irrevocable.
4.1.10 Filosofa y poltica en Kant
La universalidad de la moral lleva consigo la igualdad de todos
los individuos en tanto que sujetos morales. La autonoma de cada
uno de stos implica su dignidad. Dignos en cuanto personas
racionales, estos sujetos merecen la libertad poltica. El mundo
moral est dominado por el reino de los fines. En consecuencia, este
mundo slo puede ser regido por un estado de derecho, en el que la
poltica debe encontrarse en una absoluta subordinacin respecto a la
moral, cuyo carcter es absoluto y rgido.Kant define derecho como el
conjunto de condiciones por las que el libre arbitrio de uno puede
concordarse con el de los dems segn una ley general de libertad.
Los derechos del hombre son: 1) la libertad como hombre; 2) la
igualdad como sujeto ante una misma ley moral; 3) el derecho a ser
ciudadano, es decir, el derecho de todos los que no se encuentran
en un estatuto de dependencia a disfrutar de un estado de igual
fraternidad ante una ley comn.
La defensa y el respeto por estos derechos inalienables son el
fundamento de todo orden poltico legtimo. El fin de toda poltica es
esta defensa, y no la felicidad y la satisfaccin de los ciudadanos.
La nica forma poltica que responde a este fin es la forma
republicana, que implica, como nicos mecanismos concretos, el
sistema representativo y la separacin de poderes.
4.1.11 Hegel
La equivocacin de Kant y de los filsofos liberales es, a juicio
de Hegel, haber considerado la libre voluntad del sujeto pensante
slo in abstracto. Para Hegel, esa voluntad libre en s, es lo
arbitrario. La voluntad libre slo puede satisfacerse comprendiendo
que no es una pura negatividad; que busca y ha buscado siempre la
libertad en una organizacin racional y universal de la misma. Por
consiguiente, la poltica es la ciencia de la realizacin histrica de
la libertad en sus encarnaciones sucesivas y progresivas, a travs
de mediaciones concretas. El hombre que quiere actuar en el mundo
no puede basarse exclusivamente en la conviccin espontnea de su
conciencia moral individual. Por una parte, ha de someterse a las
leyes del mundo objetivo que existe fuera de l; por otra, en tanto
que ser racional, est llamado a sobrepasar su particularidad para
acceder a la consideracin de lo universal.La "libertad concreta"
postula la conciliacin de dos tendencias de las personas
individuales: 1) la persona individual, inmersa en sus intereses
particulares, encuentra o desea encontrar su desarrollo total en
las esferas "privadas" constituidas por la familia y por la
sociedad civil; 2) pero esta misma persona individual reconoce,
gracias a su razn, que debe sobrepasar su particularidad y que no
puede realizarla finalmente ms que en el inters universal. De la
tensin entre estas dos exigencias dimana 3) que lo universal no
podra tener valor y no podra ser realizado sin que lo individual
reciba tambin satisfaccin; 4) que lo universal no podra ser
alcanzado por la simple yuxtaposicin y coexistencia de voluntades
subjetivas y de intereses particulares. El instrumento de la
conciliacin entre lo particular y lo universal es el Estado.
La antinomia entre la libertad interior del sujeto y el orden
objetivo de la comunidad organizada no exista en la "bella vida
pblica" de la antigedad griega. El individuo no haba adquirido an
su libertad interior y no se pensaba a s mismo como absoluto. La
conciliacin de lo "privado" y de lo "pblico" era inmediata; el
individuo no tena ms que una voluntad general.
El mundo moderno ya nunca ser as. Como consecuencia del
cristianismo, la religin no es ya la religin de un pueblo
particular, sino la religin del espritu universal; la riqueza de
las ciudades ha dado cuerpo a una sociedad civil que separa
fuertemente al individuo de la comunidad. En adelante existe una
oposicin entre el individuo y la colectividad organizada, que se
muestra al individuo como poder exterior y fuerza constrictora.
Pero esta oposicin es un momento que debe ser superado mediante
un artificio o "astucia". El Estado moderno es quien pone en
prctica esa astucia. El Estado usa de esa astucia en la medida en
que se sirve de la libertad "privada" dejada a los hombres, para
conducirles a reconocer el carcter superior de su poder y el
carcter razonable de su ley. El Estado es, pues, esa mediacin que
transforma la "cultura" del vulgus(simple agregado de personas
privadas) para conducirlo a pensarse como populus, es decir, como
una verdadera comunidad libre de hombres que han comprendido que el
Estado, mantenindose por encima de los intereses privados, encarna
ese universal al cual ellos mismos se han elevado.
Por consiguiente, slo existe libertad en el Estado si: 1) el
ciudadano razonable puede encontrar ah la satisfaccin de los deseos
y de los intereses razonables que, en tanto que ser pensante, puede
justificar ante s mismo; 2) las leyes del Estado pueden ser
reconocidas como justas por quienes han renunciado a vivir segn su
instinto natural inmediato y han comprendido que el hombre natural
no es realmente libre, y que slo el ser razonable y universal puede
serlo.
La constitucin del Estado que es una organizacin racional de la
libertad se ordena de tal forma que en ella se encuentra tres
poderes: los Estados, que detentan el poder legislativo; los
funcionarios, que ejercen el poder administrativo; el prncipe, que
tiene el poder de poner fin a las deliberaciones, decidiendo.
4.1.12 Alexis de Tocqueville
Toda la obra de Tocqueville es una meditacin sobre la libertad,
una libertad moderada, regular, contenida por las creencias, las
costumbres y las leyes. Cmo proteger esta libertad? Tocqueville no
cree en los cuerpos intermedios. En cuanto a la organizacin de los
poderes, es partidario de un sistema bicameral y se muestra hostil
al sistema presidencial, pero su confianza en las instituciones
polticas para garantizar la libertad es una confianza
limitada.Tocqueville preconiza tres remedios contra el
individualismo, destructor de las sociedades:
1. La descentralizacin administrativa, las libertades locales y
provinciales. El espritu comunal es un gran elemento de orden y de
tranquilidad pblica.
2. La creacin de asociaciones de todo tipo que ayuden a formar
un sustituto de la aristocracia: No se puede fundar en el mundo de
nuevo una aristocracia, pero nada impide constituirla mediante
asociaciones de simples ciudadanos, de seres muy opulentos, muy
influyentes, muy fuertes; en una palabra, de personas
aristocrticas.
3. Por ltimo, y sobre todo, las cualidades morales, el sentido
de las responsabilidades, la pasin por el bien pblico.
4.1.13 El marxismo
Ver tema de Marx4.1.14 El marxismo-leninismo
Ver tema de Marx4.1.15 El fascismo
El fascismo propugna la exaltacin del Estado, instrumento de los
fuertes y garanta de los dbiles. El Estado es todo, es omnipotente.
Los individuos estn totalmente subordinados al Estado: todo para el
Estado, todo por el Estado, nada contra el Estado.El Estado es un
todo, un bloque. El Estado totalitario no tolera la separacin de
poderes. Totalitarismo poltico: es aniquilada toda oposicin.
Totalitarismo intelectual: verdad de Estado, propaganda,
movilizacin de la juventud. Dentro del Estado no existe ms que el
Estado. De ah deriva la frmula de Mussolini: Todo en el Estado,
nada fuera del Estado.
Fascismo y nacionalsocialismo subordinan la economa a la poltica
y afirman la primaca de lo poltico. El Estado -segn Hitler- es un
organismo racial y no una organizacin econmica. La economa es un
asunto secundario; la historia del mundo nos ensea que ningn pueblo
ha llegado a ser grande por su economa.
Para Mussolini el Estado es la conciencia misma y la voluntad
del pueblo, la verdadera realidad del individuo. Mussolini habla
del Estado como de un ser viviente, como de un organismo; sin
embargo, el Estado no es slo un cuerpo: es un hecho espiritual y
moral, la conciencia inmanente de la nacin, tiene una voluntad, y,
por esta razn, se le denomina Estado tico.
Para Mussolini el Estado es una realidad anterior y superior a
la nacin. El Estado es quien crea la nacin, quien le permite
florecer. No es la nacin quien ha creado el Estado, como en la
vieja concepcin naturalista que serva de base a los estudios de los
publicistas de los Estados nacionales del siglo XIX. Por el
contrario, la nacin es creada por el Estado, que da al pueblo,
consciente de su propia unidad moral, una voluntad y, por
consiguiente, una existencia efectiva.
El nacionalsocialismo concibe de otra forma las relaciones entre
el Estado y la nacin. El Estado nacionalsocialista no desempea ms
que un papel de instrumento, de aparato. La realidad fundamental es
el Volk. El pueblo alemn no es slo el conjunto de los alemanes del
siglo XX; es una realidad histrica y biolgica, la raza alemana y la
historia de Alemania a un tiempo. As, pues, el Estado
nacionalsocialista no es sino un momento del destino alemn.
4.1.16 El Estado social y democrtico de derecho: el Estado de
bienestar
Ver El estado de bienestar4.2 Los modos de la autoridadLas
sociedades ms primitivas carecan de un gobierno en el sentido
estricto de la palabra. En ellas la jerarqua tribal y familiar se
confunde con la poltica. Las sociedades complejas, en cambio,
presentan una estructura poltica distinta y diferenciable frente al
resto de los sistemas sociales. Partiendo de la base de la
naturaleza de la autoridad en cada politeia, Max Weber estableci
una sistematizacin interesante de los diversos tipos de gobierno y
de la organizacin poltica correlativa. Segn l, tres son los tipos
puros de la autoridad legtima.A) Los gobiernos de autoridad
carismtica se basan en la devocin a la santidad, herosmo o carcter
ejemplar, especficos y excepcionales de una persona individual, y
al mismo tiempo en el patrn normativo u orden poltico por ella
revelado u ordenado. Los gobiernos carismticos son tpicos de los
movimientos sociales que crean un orden nuevo.
La autoridad carismtica es relativamente efmera. Una vez
conseguido el poder, el lder, y sus compaeros (rodeados tambin de
carisma) se encuentran con tareas diferentes de consolidacin del
poder, control poltico de la poblacin, administracin territorial,
institucionalizacin de su rgimen. Surge entonces el proceso de
rutinizacin del carisma, si bien la permanencia de situaciones
crticas puede alargar la vida del perodo genuinamente carismtico de
la autoridad. La rutinizacin conlleva la transfiguracin legendaria
de la poca fundacional de la nueva politeia, y su recuerdo mediante
fiestas, conmemoraciones y rituales polticos. Este objeto se
consigue en cierto grado siempre que la nueva situacin posea un
sentido para un sector importante de la poblacin.
B) Los gobiernos de autoridad tradicional se basan en una
creencia establecida sobre la santidad de ciertas instituciones
inmemoriales y en la legitimidad del status de quienes las
representan. Las monarquas son el ms claro ejemplo. En este caso la
estructura poltica se justifica segn leyes y costumbres
hereditarias. Las justificaciones ideolgicas vienen despus, con
todo y que son muy importantes para el ejercicio de las facultades
legislativas y punitivas del poder tradicional. Los derechos y
deberes de obediencia en los regmenes tradicionales carecen de
claridad, pues no estn siempre codificados; uno sabe lo que puede
hacer y lo que no puede hacer en cada caso gracias a la costumbre y
al conocimiento pragmtico de las fronteras del poder. Adems, no
puede generalizarse para todas las sociedades la distribucin en
ellas del poder de autoridad tradicional y sus atribuciones.
El rasgo ms caracterstico de los regmenes de autoridad
tradicional es la importancia de la transmisin hereditaria del
privilegio. En ellos el status es normalmente heredado, y no
logrado exclusivamente por mritos propios.
C) Los gobiernos de autoridad legal - racional se basan en la
creencia en la legalidad de sistemas de normas polticas explcitas,
por ejemplo, en una constitucin poltica y en el derecho de los
hombres dotados de autoridad de dar rdenes dentro de los lmites
marcados por la ley. Estos sistemas responden a una concepcin
racionalista de la poltica, y obedecen a la idea de que la ley es
la expresin de la soberana popular. A su vez, sta es considerada
como la nica fuente de legitimidad. De hecho, es la ley quien es
soberana, y no grupos o individuos concretos. Este sistema fue
elaborado y descubierto por los griegos y ha sido recogido por los
europeos modernos. Es un sistema de garantas que pide la
participacin de los ciudadanos (no vasallos) en la creacin de la
ley y en la vida poltica.
Los anteriores son tres tipos ideales de gobierno que en ningn
lugar se encuentran en estado perfecto. As, los sistemas
totalitarios, por ejemplo, pueden intentar revestirse de un
caparazn legalista y constitucional, al mismo tiempo que incorporan
algunas veces elementos puramente carismticos, como en la Alemania
nazi o la Italia fascista
5. Diferentes formas de Estado
5.1 Antecedentes del Estado en la CristiandadPara explicar el
surgimiento del Estado moderno es preciso tener en cuenta tanto la
dinmica poltica que pone en cuestin las relaciones feudales, como
el fracaso sucesivo de las construcciones con ambicin universal que
representan el Papado y el Imperio. Ambas instituciones, entre s
independientes, actan sobre una sociedad que, despus de las grandes
migraciones que anteceden y suceden a la cada del Imperio romano,
ha conseguido estabilizarse tanto territorial como socialmente.El
ordo christianus se levanta sobre la distincin de dos sociedades
perfectas: una espiritual, la Iglesia, a la cabeza de la cual se
halla el Papa, y otra temporal, el Imperio. La primera se basa en
la revelacin evanglica, y la segunda, en la tradicin todava no
extinta del Imperio romano, que se considera el modelo definitivo
de cualquier forma de organizacin poltica. Ambas tienen su centro
en Roma y ambas ponen nfasis en su universalidad. La distincin
entre el poder espiritual, Papado, y el poder temporal, Imperio, la
diarqua ecclesia/imperium, constituye uno de los elementos
distintivos de la cultura europea. La distincin entre el poder
espiritual y el poder temporal posibilita el proceso de
secularizacin que va a caracterizar a la Europa moderna, del que va
a surgir el Estado como uno de sus principales productos.
Desde el siglo XI, la institucin real va creando paulatinamente
un mbito propio de autonoma entre la sociedad feudal y los poderes
con vocacin universal, la Iglesia y el Imperio. La funcin especfica
del rey es mantener la paz por medio de la accin de la justicia. El
embrin monrquico de lo que luego ser el Estado consiste en un
sistema de deberes y derechos que se vinculan a la persona del rey,
la que, en virtud de ellos, queda en relacin con el conjunto de sus
vasallos, sean cuales fueren la posicin y el status que ocupen en
la sociedad. De un lado, el Rey, y de otro, el conjunto de los
vasallos -"del rey abajo, ninguno"-, duplicacin que posibilita que,
ante el monarca, se perciba a la sociedad como un todo. El Estado,
desde su origen, lleva en su seno una capacidad universal de
igualacin social: todos, sea cual fuere la posicin y el rango en la
sociedad, ante el Estado son iguales.
5.2 Estados absolutistasCuando los centros decisorios y
ejecutivos de un sistema poltico asumen todo el poder y no
reconocer fuerzas polticas que se les puedan oponer legtimamente,
nos encontramos con una organizacin que podemos denominar
absolutista, en el sentido de que el ncleo hegemnico del poder se
atribuye a s mismo el monopolio absoluto de la autoridad en el
mbito de su dominio. Estos regmenes concentran el poder en una
oligarqua, clase dirigente, un monarca o un partido poltico nico. A
su vez, este monopolio absoluto del poder se apoya en una concepcin
de suma cero del poder, es decir, que cuando un individuo o grupo
ajeno a la esfera dirigente adquiere poder, privilegio o status
poltico, inmediatamente es visto por el dictador, clase en el poder
u oligarqua como una amenaza que de modo efectivo disminuye su
propia autoridad proporcionalmente al que tales grupos o individuos
adquieran. En tales casos, autcratas y oligarquas slo piensan en
extirpar o reducir a la impotencia a toda oposicin poltica.Las
polticas absolutistas son muy antiguas. Las hay de tipotradicional
entre las que cabe incluir los imperios despticos orientales, las
tiranas clsicas europeas, desde Grecia hasta el Renacimiento, las
monarquas despticas y toda clase de dictadura histrica. El
absolutismo moderno, en cambio, presenta problemas complejos de
interpretacin. En la sociedad moderna distinguiremos el absolutismo
totalitario o totalitarismo del desptico, o despotismo moderno.
En los regmenes totalitarios el dominio absoluto ejerce - o
desea ejercer - un control tanto de la sociedad civil como de la
vida privada de sus ciudadanos. Los regmenes totalitarios necesitan
realizar una utopa poltica mediante el uso sistemtico del terror
poltico, la movilizacin de la poblacin desde un centro tirnico, la
utilizacin sistemtica de la censura, el uso de un vasto aparato
policial poltico y de una considerable burocracia centralizada. Por
otra parte, el despotismo modernoaspira tambin al control de la
esfera privada y de las instituciones y grupos autnomos, pero no
considera siempre necesaria su aniquilacin total, aunque siempre
los mire con extrema desconfianza.
En todos los casos de despotismo moderno nos encontramos
con:
1. un modo de dominacin de clase en el cual el poder est
ejercido para la clase dominante y, en su nombre, por un dspota o
una reducida lite;
2. una serie de colectividades de servicio - polica,
funcionarios, miembros de un partido nico, clrigos - que obedecen
siempre al jefe o jefes;
3. un pluralismo poltico restringido de clase dentro de estas
colectividades de servicio;
4. una frmula poltica de gobierno que incluye una fachada
ideolgica y la tolerancia de un cierto grado de pluralismo
ideolgico entre las facciones que componen la coalicin de fuerzas
dominantes, y
5. una mayora popular a la que se exige obediencia pasiva y que
es explotada econmicamente por las clases dominantes.
No todos los regmenes despticos estn vinculados a una misma
clase social o coalicin de ellas, de modo que un anlisis adecuado
tiene que investigar hasta qu punto son formas de dictadura de la
burguesa, o instrumentos de la casta militar, o de un aparato de
partido, o todas estas cosas a la vez.
En su origen europeo, el Estado absolutista es un ente
territorial sometido a la autoridad nica de un monarca absoluto.
Estos Estados son posibles merced a la conjuncin de una serie de
factores materiales y espirituales que permitieron la
institucionalizacin de esa autoridad nica: la aparicin de la
imprenta, la recuperacin del Derecho romano y el auge de las
universidades, posibilitaron la aparicin de una clase de legistas
que, aparte de ser un medio para el ennoblecimiento de las clases
bajas, en concreto de la burguesa, constituy el reservorio del que
se sirvieron los monarcas absolutos para constituir una burocracia
a su servicio, la cual, a su vez, ech los cimientos de una Hacienda
Pblica. Las Haciendas Pblicas garantizaron la posibilidad de
constituir ejrcitos permanentes, pues ya no era necesario que stos
vivieran del pillaje sobre el terreno, sino que aquella Hacienda
era la fuente de la soldada. La conjuncin de los ejrcitos
permanentes con la aparicin de las armas de fuego dio a los
monarcas absolutos una superioridad neta sobre la nobleza feudal,
de la que se valieron para unificar sus territorios y someterlos a
un solo derecho y a una sola justicia (la justicia del Rey frente a
la justicia seorial).
La doctrina econmica imperante en el Estado absolutista es el
mercantilismo que, si bien parte del principio de que la riqueza de
las naciones es equivalente a la cantidad de metales preciosos que
stas puedan acaparar, indirectamente contribuira a fomentar en gran
medida la actividad comercial que, de acuerdo con la posterior
economa clsica, es la verdadera fuente de la riqueza de las
naciones.
En el campo jurdico-poltico, el Estado absolutista es la primera
manifestacin del territorium clausum, dentro del cual el monarca
posee el monopolio de la violencia. Dicho monopolio se pone al
servicio del derecho y la justicia administrados en nombre del Rey;
pero el rasgo esencial de este fenmeno y lo que caracteriza a esta
forma de Estado como absolutista es la circunstancia de que el
Monarca, al ser soberano, est por encima del derecho que l mismo
crea. El monarca absoluto es legibus solutus.
5.3 Estados liberalesEl Estado liberal, en cuanto reaccin de la
burguesa al Estado absolutista, descansa sobre dos principios
fctico-normativos: la Constitucin y las declaraciones de derechos
del individuo. En ambos casos se trata de lmites impuestos al poder
de la autoridad, al poder del soberano, que ya no puede ser legibus
solutus por cuanto, a los lmites que ya le impona la misma doctrina
poltica absolutista (las leyes viejas del Reino, los pactos, la ley
divina), se le aaden ahora otros dos: primero, una norma superior o
norma de normas, preexistente, la Constitucin, a la que se tiene
que ajustar toda la actividad del soberano en cuanto legislador;
segundo, el reconocimiento expreso de los derechos del individuo
que, al ser admitidos (desde Locke) como anteriores al Estado, son
ilegislables y, por lo tanto, inviolables.El Estado liberal, en
cuanto articulacin territorial, respeta los principios sentados por
el Estado absolutista. En cuanto a la articulacin jurdico-poltica,
sigue reservando a los poderes pblicos el monopolio de la
violencia. Pero como sta se ejerce ahora con arreglo a derecho,
aquel monopolio se constituye en monopolio "legtimo" y pasa a ser
considerado como el elemento definitorio del Estado. En cuanto a la
articulacin econmica, el Estado liberal se articula segn los
principios del liberalismo econmico de la teora econmica clsica de
la Escuela de Manchester. Desde esta perspectiva, la riqueza de las
naciones reside en la capacidad para competir en el comercio
mundial y la funcin que corresponde a las autoridades en la
actividad econmica es la que se contiene en la famosa expresin
"laissez faire, laissez passer", cuya articulacin formal es la
teora del llamado "Estado gendarme" o "Estado polica", tambin
conocido como "Estado mnimo", esto es, un Estado que se abstiene de
toda intervencin en el proceso productivo y cuyas nicas actividades
se reducen a mantener el orden pblico, garantizar la defensa y
realizar las obras pblicas necesarias para la produccin.
5.4 Estados democrticos5.4.1 Definicin de la democracia
La democracia posee un inters singular para el hombre
contemporneo, por lo menos en el sentido de que parece instalada en
el centro de sus sistema manifiesto de aspiraciones (valoraciones),
a la vez que es proclamada pblicamente como fin supremo de vida
poltica por la mayora de los estados, incluso algunos de tipo
absolutista. En un sentido genuino, la democracia es una forma de
vida segn la cual cada ciudadano participa plena y libremente en el
funcionamiento de la poltica. En sentido ms restringido la
democracia es la posibilidad real de que todos los ciudadanos
participen del poder, bien por la apertura del acceso a los cargos
pblicos, bien por el voto (delegacin de poder), bien mediante el
influjo de la opinin pblica. El primer tipo de democracia no slo
exige la existencia de los derechos polticos de la segunda, sino
una situacin de hecho en la cual la apata poltica quede reducida al
mnimo y los ciudadanos posean un grado de responsabilidad,
inteligencia y voluntad polticas poco comunes. Lvi-Strauss afirma
que la verdadera democracia... es la vida comunal, aun la de la ms
reducida comunidad. Si la democracia pierde su carcter comunitario,
el sutil equilibrio entre Gemeinschafty Gesellschaft perder parte
de su prstina virtud. No obstante, la frmula federal, la
descentralizacin de la administracin y la autonoma comarcal e
institucional pueden coadyuvar a contrarrestar la impersonalidad y
el poder del estado moderno y mantener un grado muy sensible de la
vida democrtica.La democracia, al menos en sus formas ms
desarrolladas, es el ejemplo paradigmtico de lo que se denomina
Estado de Derecho. Un Estado de Derecho implica sometimiento del
Estado al Derecho, a su propio Derecho, regulacin y control de los
poderes y actuaciones todas del Estado por medio de leyes, creadas
stas adems segn determinado procedimientos de alguna abierta y
libre participacin popular, con respeto pues para derechos
fundamentales concordes con tal organizacin institucional. Un
Estado que quiera denominarse de Derecho ha de cumplir, al menos,
las siguientes caractersticas:
1. Imperio de la ley, que rige a gobernantes y ciudadanos, pero
teniendo en cuenta que "la ley es la expresin de la voluntad
general", es decir, creada con libre participacin y representacin
de los integrantes del grupo social.
2. Divisin de poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, con
predominio del poder legislativo, primero constitucional y luego
parlamentario, concretado en las correspondientes normas jurdicas.
La institucin que representa la soberana popular es la que
suministra legalidad y legitimidad a la institucin que ejerce la
accin gubernamental.
3. Fiscalizacin de la administracin: actuacin segn ley en todos
los rdenes y niveles de ella (poder ejecutivo), as como consecuente
y eficaz control por los competentes rganos constitucionales y
jurisdiccionales. Interdiccin de la arbitrariedad y respeto
estricto, pues, al principio de legalidad y a sus implicaciones por
todos los funcionarios y servidores del Estado.
4. Derechos y libertades fundamentales, garantas jurdicas, as
como efectiva realizacin material de las exigencias ticas y
polticas, pblicas y privadas, que, especificadas y ampliadas en el
tiempo como derechos econmicos, sociales, culturales y de otra
especie, constituyen la base para una real dignidad y progresiva
igualdad entre todos los seres humanos.
El Estado de Derecho es aquel en el que las regulaciones
normativas se hacen desde la libre participacin, que incorpora
mejor los derechos fundamentales y obliga con todo rigor a que los
poderes pblicos se muevan siempre dentro del ms estricto respeto y
sometimiento a las leyes, prohbe y persigue toda actuacin o
respuesta estatal que utilice cualquier tipo de fuerza o coaccin
que pueda considerarse ilegal.
El Estado, segn Weber, es el monopolio legtimo de la violencia;
para que sea tal (legtimo) ha de tratarse, por tanto, de una
fuerza, de una coaccin, de una violencia de ese modo producida y
regulada en el Estado de Derecho. El Estado no puede, no debe, de
ningn modo, responder al delito con el delito, a la violacin de la
ley por el delincuente con la violacin de la ley por el gobernante
o sus representantes: se convertira as en un Estado
delincuente.
5.4.2 Instituciones de la democracia
El criterio sociolgico de definicin de democracia debe basarse
en un mnimo de instituciones democrticas en sano funcionamiento.
Por eso, importa poco la proclamacin pblica de que tal o cual pas
es una democracia. Habr que constatar si los ciudadanos votan, si
los candidatos al favor popular expresan opiniones opuestas, si
existe una opinin pblica que se manifiesta con relativa libertad,
si la asociacin poltica es libre, sin interferencias con el poder
gubernamental, y si existe una autntica oposicin frente al
gobierno, tan legtima como l.El requisito ms elemental de la
democracia es el de la representatividad, la cual, normalmente, se
expresa en el voto. Por ello los estudios de conducta electoral son
parte central de la sociologa de la democracia. El estudio del
proceso electoral y de la respuesta de los ciudadanos en las urnas
revela valores y motivaciones poco visibles en otros niveles de la
vida poltica.
Frente a la investigacin del cuerpo electoral aparece el de sus
representantes, los polticos. As, nos conviene saber su origen
social, sus estudios, sus conexiones con el mundo de las finanzas,
con los militares, con las clases sociales. En otras palabras,
trtase de estudiar las lites polticas y su circulacin. Como indic
Pareto, las democracias occidentales distan de presentar una
movilidad social perfecta, pues los polticos profesionales, por el
mero hecho de serlo, se oponen a su jubilacin o retiro, o a ser
sustituidos por quienes no hayan sido sus protegidos y aliados. Los
canales de acceso al poder no estn abiertos a todos los que
pudieran ser virtualmente buenos polticos, sino a quienes, adems de
ello, posean las conexiones necesarias o sepan labrrselas.
Los partidos polticos, las facciones y los grupos de presin son
otras instituciones bsicas de la democracia, o por lo menos de la
pluralista.
El estudio de los partidos polticos nos muestra su naturaleza a
menudo clasista; as, como Marx apuntara, la vida poltica
parlamentaria puede ser, en parte, una sublimacin de la lucha de
clases y, a veces, puede aportar soluciones parciales genuinas a
las tensiones interclase. Tambin nos muestra su estudio cmo en los
partidos polticos y sindicatos surgen oligarquas dirigentes que
tienden a mantenerse cerradas y a controlar el aparato burocrtico
del partido en cuestin.
Junto a los partidos, en los estados democrticos surgen
asociaciones polticas ms o menos permanentes con fines ms
restringidos, en general, para proteger o promover un conjunto
limitado de intereses. Estas asociaciones - los grupos de presin -
establecen lobbies o contactos influyentes en los centros
ejecutivos, legislativos y hasta judiciales del poder. Su fuerza es
notable, en especial, en los parlamentos y asambleas legislativas.
En ciertos sentidos, la organizacin de intereses grupales - de
empresarios, sindicatos, finanzas, iglesias, estamentos militares,
etctera - restringe el alcance de la democracia.
Con todos sus defectos, la democracia es el modo ms rico,
complejo y civilizado de poltica.
5.4.3 El Estado democrtico o Estado liberal de Derecho
Aunque el Estado liberal consideraba al ser humano como sujeto
de derechos y deberes, no cumpla, sin embargo, con la exigencia ms
elemental de toda consideracin abstracta y universal, que es la de
la igualdad de sus unidades. Aquellas declaraciones de derechos de
los orgenes del estado liberal -por ejemplo, la Declaracin
Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano- proclamaban
la igualdad de los seres humanos ante la ley; pero se trataba de
una igualdad puramente formal que ocultaba desigualdades reales, e
incluso a veces ni siquiera haba una verdadera igualdad formal.
Este hecho se ve claramente en todas las leyes electorales de todos
los pases liberales en el siglo XIX: no todas las personas son
iguales ante la ley electoral. Los Estados liberales convivieron
todos con una u otras formas de sufragio censitario, que negaba un
derecho fundamental a sectores ms o menos numerosos del pueblo. En
consecuencia, el Estado liberal era un Estado de Derecho pero, al
no respetar el principio de igualdad, no era un Estado democrtico.
Por este motivo, el Estado liberal de fines del siglo XIX y
principios del XX, al desembocar en la universalizacin real del
derecho de sufragio, acab convertido en Estado democrtico.Desde el
punto de vista territorial, el Estado democrtico es un Estado
nacional que se atiene a los principios de la soberana interior y
exterior. Desde la perspectiva jurdico-poltica, el Estado
democrtico conoce dos variantes fundamentales con respecto al
liberal: por la primera, al imperar el mandato de la igualdad, las
decisiones pasan a adoptarse por el principio de la mayora; por la
segunda, al ser el sufragio universal, el cambio institucional ms
acusado que se produce es "la parlamentarizacin de los Gobiernos":
se asienta el principio de responsabilidad poltica de los Gobiernos
ante los Parlamentos. Desde el punto de vista de las concepciones
econmicas dominantes, el hecho de que, paralelamente a la
universalizacin del sufragio, se universalizara el impuesto sobre
la renta y se admitiera el derecho de representacin de las clases
trabajadoras y humildes en general, provoc una mayor actividad
intervencionista del Estado, que vino favorecida por los rpidos
procesos de industrializacin y modernizacin de las sociedades y,
como respuestas, el auge del movimiento socialista por un lado y la
elaboracin de la doctrina social de la Iglesia por el otro. Esta
incrementada actividad intervencionista acabara conduciendo al
Estado democrtico (que tambin era liberal) a la ltima,
contempornea, forma de Estado.
El Estado social y democrtico de Derecho o Estado de
Bienestar
Tras la revisin que impuso al catlogo tradicional liberal la
naciente mentalidad democrtica igualitaria, se desarrollara una
nueva mentalidad crtica que tratara de demostrar cmo, a pesar de
todo, en tanto existieran las desigualdades econmicas y sociales,
ni siquiera la efectiva igualdad poltica lograda por el pensamiento
democrtico sera suficiente para conseguir rdenes poltico-sociales
racionales y justos. La conviccin profunda aqu es que la verdadera
igualdad slo puede ser econmica y social. Para conseguirla se
solicita una directa intervencin de las autoridades pblicas en el
proceso productivo y, sobre todo, en el distributivo, con fines de
garantizar una redistribucin ms equitativa de la renta.
Desde el punto de vista territorial, el Estado social y
democrtico de Derecho no cuestiona los supuestos de soberana
comunes a todas las formas del Estado de Derecho; aunque s tiene
una mayor proclividad a integrarse en organizaciones
supranacionales y a ceder parcelas de soberana. Desde el punto de
vista jurdico-poltico, son dos las innovaciones de esta forma de
Estado: el carcter abierto y progresista de las organizaciones
constitucionales, a travs de las correspondientes clusulas
transformadoras de los rdenes jurdico-polticos estatales, y el
llamado parlamentarismo racionalizado, mediante el cual se trata de
cohonestar el principio de responsabilidad poltica de los Gobiernos
ante los Parlamentos con el de la estabilidad poltica de los
Estados. Desde el punto de vista econmico, esta forma de Estado
coincide con el llamado "Estado del bienestar". Se entiende que es
una forma de Estado bsicamente intervencionista, que no acta de
acuerdo con los postulados de la teora econmica liberal clsica,
sino con arreglo a la revisin keynesiana, que postula dicha
intervencin del Estado en el ciclo econmico con el fin de
garantizar tres aspectos necesarios para la prosperidad de las
sociedades capitalistas: el equilibrio econmico (neutralizacin de
las crisis), el pleno empleo y, como consecuencia, el crecimiento
sostenido.
El Estado se hace decididamente intervencionista con objeto de
poder atender y llevar a la prctica las demandas sociales de mayor
participacin e igualdad real: sufragio universal por un lado,
amplio pacto social con compromiso por el Estado para polticas de
bienestar, por otro, sern los dos principales componentes de esa
fortalecimiento de la legitimacin y de la doble participacin
democrtica.
El Estado se convierte, as, en un Estado de servicios -donde
stos se demandan cada vez en mayor cantidad, mejores en calidad y
para ms amplios sectores sociales-; esto va a suponer un
protagonismo y una preeminencia para las tareas y las funciones de
la Administracin, del poder ejecutivo. ste, sin negar el
Parlamento, se convierte en poder legislador y su actividad
desborda, aunque no necesariamente contradiga, los propios cauces
de las normas jurdicas.
Ver las caractersticas del Estado de Bienestar en el tema del
mismo ttulo.5.4 El poder militarLa guerra y la manifestacin
violenta de la hostilidad han sido perennes en la sociedad humana
desde tiempo inmemorial. Y el ejercicio